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Cefalosporinas de tercera generación

Milagros Dávalos Moscol*

* Hospital Nacional "Edgardo Rebagliati Martins" - IPSS. Lima.

Las infecciones, sobre todo aquellas producidas por bacterias, son causa importante de
que se prolongue la hospitalización y de que se incrementen la morbilidad y mortalidad
hospitalarias. Los adelantos ocurridos en la biotecnología y en la investigación clínica
han permitido que en la actualidad contemos con un buen número de sustancias
antibacterianas, cada vez más potentes para tratar estas infecciones con mayor
eficacia.

La elección del antibiótico ideal se ha vuelto cada vez más difícil, debido a la
emergencia de gérmenes resistentes, a la gran cantidad de fármacos disponibles y al
costo de los mismos, así como también a la aparición de gérmenes poco frecuentes, al
incremento de pacientes con varios estadios de inmunodeficiencia y a la presentación
de cuadros atípicos. Para poder elegir el antibiótico más adecuado, en primer lugar se
debe tener en consideración cuál puede ser el agente causal más probable, cuál es el
estado clínico del paciente, en qué condiciones se produjo la infección en cuestión y la
farmacología básica del antibiótico. De allí que el desafío actual consiste en tratar de
asegurar el mejor pronóstico para el paciente, al menor costo de toxicidad, alteración
en la flora del huésped, contaminación ambiental con microorganismos resistentes y al
menor gasto de dinero.

Existen múltiples estudios que han tratado de determinar la verdadera prevalencia de


las infecciones. Por ejemplo, se ha reportado que el índice general de infección es de
51 % (por 100 admisiones) y que la incidencia de infecciones nosocomiales en una UCI
es de 28-30% (24% para los casos médicos y 31% para los quirúrgicos). Es muy
importante que cada hospital y cada uno de sus servicios determinen la prevalencia e
incidencia de infecciones, para poder así orientar al clínico a elegir la mejor terapia
antimicrobiana.

En la mayoría de casos, la terapia antibiótica inicial es empírica, ya que el aislamiento


del agente etiológico toma varios días. De allí que es sumamente importante contar
con el conocimiento periódico de la epidemiología intrahospitalaria (que incluya la
incidencia de susceptibilidad antimierobiana en cada servicio) y realizar una evaluación
clínica muy cuidadosa. Con una buena historia y examen clínico y algunos exámenes
básicos de laboratorio (hematocrito, hemograma, bioquímica hepática y renal, tinción
Gram) e imagenología (radiografía de tórax, ecografía abdómino-pélvica), se podrá
llegar con bastante aproximación al diagnóstico presuntivo del sitio infectado y del
probable agente causal en la mayoría de casos. Con estos datos se podrá elegir el
antibiótico que puede ser más eficaz (concentración sérica, penetración tisular, vida
media, vía de excreción, etc.) para ese paciente.

Uno de los grupos de antibióticos más usados y más populares en las últimas décadas
es el de las cefalosporinas. Estos son antibióticos betalactámicos que son bactericidas y
generalmente se describen según la terminología de la "generación" en la cual
nacieron: primera (ej. Cefalotina), segunda (ej. Cefoxitina) y tercera (ej. Cefotaxima).

El presente tema de revisión tratará específicamente las cefalosporinas de tercera


generación. Desde el descubrimiento de la Cefotaxima en 1981, se han investigado
más de 10 nuevos antibióticos pertenecientes a este grupo; en nuestro medio son 3
productos los que han logrado aceptación: la Cefotaxima, la Ceftriaxona y la
Ceffazidima. A continuación señalaremos todas las cefalosporinas incluidas en este
grupo (cuadro 1).

Cuadro 1
Cefalosporinas de tercera generación

Nombre genérico Año de introducción Nombre comercial


Cefotaxima 1981 Claforan
Moxalactam 1981 Moxan
Cefoperazona 1982 Cefobid
Ceftizoxima 1983 Cefizox
Ceftriaxona 1984 Rocephin
Ceftazidima 1986 Fortaz
Cefixima 1990 Suprax
Cefpiramida
Cefotizima
Cefpirona

MECANISMO DE ACCIÓN DE LAS CEFALOSPORINAS

Las cefalosporinas son antibióticos bactericidas y su mecanismo de acción es interferir


con la síntesis del componente péptidoglucano de la pared celular bacteriana, a través
de la unión a la proteína fijadora de penicilina (PBP) e inactivación de los inhibidores de
la autolisina endógena:esta autolisina rompe las paredes celulares bacterianas y
produce la muerte del microorganismo por lisis microbiana. Las cefalosporinas,
incluyendo las de tercera generación, al fijarse a sus proteínas-blanco en la membrana
de la célula bacteriana, inactivan las enzimas implicadas en la síntesis de la pared
celular. Por lo general, el germen muere después de la fijación e inactivación de las
PBP la, 1B5, 2 y 3. (Las PBP 4, 5 y 6 son inactivadas, pero no causan alteraciones
letales en el microorganismo).

Debe señalarse que se produce tolerancia bacteriana cuando la cefalosporina actúa


sobre bacterias sin autolisinas endógenas, produciéndose actividad inhibidora, pero no
bactericida, del antibiótico.

Cuadro 2
Actividad antimicrobiana de las cefalosporinas de tercera generación
contra cocos grampositivos seleccionados

Statilococo Stafilococo Streptococo Streptococo Streptococo Enterococo


aureus epidermidis pyogenes viridans pneumoniae faecalis
Cefotaxima ++ + +++ +++ +++ 0
Ceftizoxima + 0 +++ + +++ 0
Ceftriaxona + + ++ ++ ++ 0
Cefoperazona + + +++ ++ +++ 0
Ceftazidima + + ++ ++ + 0
Cefpirona ++ ++ +++ ++ +++ +
Cefpiramida ++ ++ +++ +++ +++ +
Cefixima 0 0 ++ 0 ++ 0
Cuadro 3
Actividad antimicrobiana in vitro de las cefalosporinas de
tercera generación contra anaerobios seleccionados

Especies de Clostridium
Fusobacterium B. fragilis Peptococcuus
Clostridium perfringens
Cefotaxima ++ + ++ + ++
Ceftizoxima ++ + ++ + ++
Ceftriaxona + + + 0 ++
Cefoperazona + 0 ++ 0 +
Ceftazidima 0 0 + 0 +
Cefpirona ++ 0 ++ ++ ++
Cefpiramida + + ++ + ++
Cefixima 0 0 0 0 0

Cuadro 4
Actividad antimicrobiana in vitro de las cefalosporinas de
tercera generación contra bacterias gramnegativas

Neisseria Hemophylus Escherichia Klebsiella Enterobacter Especies de Pseudomona


meingitidis influenzae coli pneumoniae cloacae Proteus aeruginosa
Cefotaxima +++ +++ +++ +++ + +++ 0
Ceftizoxima +++ +++ +++ +++ + +++ 0
Ceftriaxona +++ +++ +++ +++ ++ +++ 0
Cefoperazona +++ +++ ++ ++ ++ ++ +
Ceftazidima ++ ++ ++ ++ + ++
Cefpirona +++ +++ +++ +++ +++ +++ ++
Cefpiramida ++ ++ ++ + ++ ++
Cefixima ++ ++ ++ ++ ++ ++

0 = actividad impredecible, no debe usars; + = actividad potencial en infecciones leves no generalizadas; ++ =


actividad clínicamente útil contra la mayor parte de los microorganismos aislados; +++ = actividad excelente
contra la mayor parte de los microorganismos aislados.
Tomado de: Problems in Critical Care: Antibiotics in Cristal Care 1992; Vol- 6, N.° 1:31-45

ACTIVIDAD ANTIMICROBIANA

El espectro de actividad antibacteriana de estos agentes es muy amplio; su actividad


sobre la mayoría de los microorganismos gramnegativos (especialmente contra las
enterobacteriáceas) es excelente. En cambio su acción sobre otros patógenos tales
como el Citrobacter spp es nula; de todo el grupo sólo la ceflazidima ha demostrado
tener una confiable actividad bactericida sobre la Pseudomona spp, pero existe
actividad variable contra la Serratia marcescens, Enterobacter sppy Acinetobacter spp,
El Enterobacter cloacae generalmente es resistente. La Moraxella catarrhalises muy
sensible.

Por otro lado, las C3G tienen poca actividad contra los gérmenes grampositivos,
enterococo y listeria, así como sobre el estafilococo coagulasanegativo (la ceftazidima
es la más débil de todas). Su actividad sobre las bacterias anaeróbicas es sólo
moderada en relación a las cefalosporinas de anterior generación y ninguna puede ser
considerada superior a la cefoxitina; muchos cocos anaerobios, bacteroides y algunos
clostridium son resistentes. La actividad antimicrobiana de las C3G se muestra en los
cuadros 2, 3 y 4, y los valores de la concentración mínima inhibitoria de las C3G para
el 90%, de cepas de patógenos aeróbicos seleccionados (CIM90) se muestran en el
cuadro 5.

Cuadro 5
Valores de CIM90 (mg/L) para Cefotaxima, Ceftriaxona y Cefatzidima

Microorganismo Cefotaxima Ceftriaxona Cefatzidima


Escherichia coli 0.25 0.25 0.50
Haemophilus influenzae 0.03 0.02 0.12
Neisseria gonorrhoeae 0.02 0.01 0.12
Pseudomona aeruginosa 64.00 64.00 8.00
Staphylococcus aureus 2.00 4.00 8.00
Streptococcus agalactiae 0.12 0.12 0.25
Enterococcus faecalis > 128.00 > 128.00 > 128.00

CIM90 = Concentración inhibitoria mínima para el 90% de cepas.


Tomado de: Drugs 1995; 50(3) 423-439.

FARMACOCINÉTICA

La mayoría de las C3G requieren de administración parenteral; la Cefixima se puede


administrar por vía oral. Su penetración tisular es muy buena en la mayoría de tejidos,
incluyendo el líquido sinovial, líquido pericárdico, líquido cefalorraquídeo y humor
acuoso con excepción de la ceftriaxona. La concentración en la bilis generalmente es
pobre para las C3G.

En general, las C3G no tienen metabolitos activos, excepto la cefotaxima. Todas se


excretan por vía renal (filtración glomerular), a excepción de la cefoperazona y la
ceftriaxona cuya excreción es biliar (en un 70%, y 40%, respectivamente); de allí que
en la mayoría de ellas debe regularse la dosis en insuficiencia renal y pueden ser
retiradas en forma eficaz por hemodiálisis.

La cefotaxima tiene una actividad antimicrobiana importante que produce un


metabolito desacetilado y actúa en forma sinérgica con el compuesto principal, que
tiene una vida media más prolongada. En general, la cefotaxima tiene una vida media
corta, por lo que su dosificación es cada 4-6 horas en infecciones graves y cada 6 u 8
horas en infecciones moderadas.

La semidesintegración prolongada en plasma de la ceftriaxona y su alto grado de unión


a las proteínas plasmáticas permiten su dosificación una vez al día, a menos que haya
una infección grave o meningitis, en cuyo caso se administra cada 12 horas.

La ceftazidima requiere de una dosificación cada 6-8 horas en infecciones severas y


cada 8-12 horas en infecciones moderadas.

TOXICIDAD

En general, las C3G son antibióticos seguros. Los efectos adversos más frecuentes son
el rash dérmico y la fiebre por drogas, que ocurren en un 3 al 10% de casos; también
se describen flebitis, prurito y anorexia. La anafilaxia es muy rara, pero debe tenerse
mucha precaución en pacientes con antecedentes de reacciones alérgicas agudas
mediadas por la IgE. La frecuencia de reactividad cruzada con las penicilinas es baja
(entre el 1 al 15%), y ello se debe a que comparten ciertos determinantes antigénicos
mayores.
Otros efectos adversos, y que usualmente se asocian a su uso prolongado y a dosis
altas son la superinfección por gérmenes oportunistas (por ej.: Candida spp,
Enterococcus spp, S. aureus y P. aeruginosa), diarrea por antibióticos, colitis
pseudomembranosa y reacciones hematológicas como la reacción Coombs falso-
positiva, y sobre todo las diátesis hemorrágicas, que están en relación a la presencia
de la cadena N-metotiotetrazol (moxalactam y cefoperazona) que inhibe la carboxilasa
dependiente de vitamina K, responsable de la producción de varios factores de
coagulación. También se ha descrito la provocación de falsa glucosuria en el urinálisis.

Se han descrito casos de hepatotoxicidad y en el caso de la ceftriaxona la formación de


"barro biliar", sobre todo en niños.

La anemia hemolítica mediada por autoinmunidad es muy rara y sólo se ha descrito


con ceftriaxona. Muy rara vez puede ocurrir supresión de la médula ósea, con
leucopenia que puede ser clínicamente importante y que felizmente revierte al
suspender el agente causal.

La alta ligazón de la ceftriaxona a las proteínas plasmáticas puede causar kernicterus


en los neonatos, al desplazar la bilirrubina, por ello debe evitarse su uso en estos
pacientes.

Las cefalosporinas de tercera generación tienen pocas interacciones medicamentosas.


Se ha reportado reacción tipo disulfiran únicamente con la ceftriaxona. El uso
concomitante con aminoglucosidos podría potenciar el efecto nefrotóxico de ambos
(nefritis intersticial), sobre todo en pacientes con daño renal previo.

RESISTENCIA BACTERIANA

Las betalactamasas producidas por muchos microorganismos (sobre todo las


denominadas de espectro ampliado) son la causa más frecuente de la resistencia a
estos antibióticos. Estas enzimas son codificadas por trarisposones o plásmidos, e
hidrolizan el anillo betalactáinico haciéndolo inactivo, impidiendo su penetración a
través de la pared celular bacteriana. Se han reportado especialmente en cepas
de Pseudomona aeruginosa. Enterobacter, Serratia y Citrobacter sp. Está plenamente
demostrado que esta creciente resistencia tiene relación con el uso indiscriminado y
poco juicioso de las cefalosporinas de tercera generación.

APLICACIONES CLÍNICAS

Las C3G deben ser utilizadas con criterio racional, ya que su uso indiscriminado lleva a
la aparición de gérmenes resistentes; por otro lado su costo es elevado. En general, la
mayoría de indicaciones se refieren a aquellas infecciones por gramnegativos donde se
requiere una excelente penetración tisular, cuando no se puede utilizar aminoglicósidos
por la presencia de daño renal (real o potencial) y cuando la eficacia antibiótica esté
asegurada. Debe reservarse su uso para aquellas infecciones nosocomiales, donde se
sospecha que los gérmenes causales son resistentes a los antibióticos tradicionales, en
casos de sepsis severa y en casos de pacientes neutropénicos con fiebre.

* Infección del sistema nervioso central. La gran ventaja de estas cefalosporinas


es su excelente penetración a través de meninges inflamadas. Constituyen el
tratamiento de elección cuando se sospecha infección meníngea por gramnegativos
tales como E. coli, Klebsiella, Haemophilus, Neisseria y Servatia, sobre todo en
neonatos y lactantes (cefotaxima); también se ha demostrado que es efectiva en
infecciones meníngeas por Streptococo pneumoniae. Con ellos se ha logrado disminuir
la mortalidad, del 80-90% hasta 10-20%. En casos de pseudomona debe usarse la
Ceftazidima. El tratamiento -por lo general- debe durar 3 semanas en caso de
infecciones por gramnegativos y 2 semanas en caso de grampositivos. En casos de
meningitis bacteriana en infantes menores de 4 meses se debe añadir la Ampicilina,
por la posibilidad de infección por Listeria monocitogenes.

* Infecciones intrahospitalarias. La mayoría de estas infecciones son causadas por


gramnegativos resistentes a la mayoría de antibióticos tradicionales. Si la infección es
de vías urinarias puede usarse una cefalosporina de tercera generación combinada con
un aminoglucósido durante las primeras 24 horas, hasta que sea conocido el germen
causal, y se pueda reajustar la antibioticoterapia. Lo mismo se aplica para las
infecciones pulmonares, intraabdominales y cutáneas. En el huésped neutropénico se
ha demostrado que el tratamiento combinado con aminoglucósidos es superior a la
monoterapia (potenciación por el efecto hactericida y la disminución de riesgo de
aparición de resistencia bacteriana),

* Enfermedades venéreas. En el caso de infecciones gonocócicas resistentes las


C3G simplifican el tratamiento. Se ha demostrado que una sola dosis de ceftriaxona
(250 mg) es eficaz para el tratamiento de Neisseria gonohdeae, sea o no productora
de betalactamasa; por otro lado se postula que no requiere dosis adicionales debido a
su biodesintegración prolongada.

* Profilaxis antibiótica. No se ha demostrado que estos antibióticos sean superiores


a las cefalosporinas de primera generación para la prevención de infecciones
quirúrgicas. Además, su alto costo y el riesgo de inducir resistencia contraindican su
uso en estos casos.

CONCLUSIÓN

Las cefalosporinas de tercera generación son antibióticos de excelente eficacia y


particularmente útiles en situaciones de emergencia y en los casos de resistencia
microbiana. Su excelente penetración en la mayoría de tejidos las convierten en ciertos
casos en el tratamiento de elección; otra gran ventaja es su baja incidencia de
reacciones adversas y su fácil y cómoda dosificación. Otra importante consideración en
el uso d

Tetraciclina

Antiinfecciosos para uso sistémico > Antibacterianos para uso


sistémico > Tetraciclinas > Tetraciclinas
Bacteriostático. Inhibe síntesis proteica bacteriana. Activo frente a Gram+ y otros
microorganismos.

Mecanismo de acción
Tetraciclina
Bacteriostático. Inhibe la síntesis proteica bacteriana. Activo frente a gram+ y otros
microorganismos.

Indicaciones terapéuticas
Tetraciclina
Infección ORL, dental, respiratoria, gastrointestinal, genitourinaria, de piel y tejido blando,
uretritis no gonocócica, brucelosis (con estreptomicina), tifus exantemático, psitacosis.

Posología
Tetraciclina
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Contraindicaciones
Tetraciclina
Hipersensibilidad a tetraciclinas. Embarazo (2ª mitad). Lactancia. Niños < 8 años.

Advertencias y precauciones
Tetraciclina
Alteración hepática o renal, historial alérgico medicamentoso. En terapia prolongada
realizar control hematológico, renal y hepático. Administrar 1 h antes o 2 h después de
comida.

Insuficiencia hepática
Tetraciclina
Precaución. Ajustar al grado de insuficiencia.
Insuficiencia renal
Tetraciclina
Precaución. Ajustar al grado de insuficiencia.

Interacciones
Tetraciclina
Absorción retardada por: antiácidos con Al, Fe, Ca o Mg, alimentos y lácteos.
No asociar con: fármacos hepatotóxicos o nefrotóxicos, antibióticos bactericidas.
Aumenta acción de: anticoagulantes; reducir su dosis.

Embarazo
Tetraciclina
Contraindicado en 2ª mitad de gestación. Su uso durante el desarrollo dental en 2ª mitad
de embarazo puede causar coloración permanente en dientes.

Lactancia
Tetraciclina
Evitar. Contraindicado. Su uso durante el desarrollo dental en la lactancia puede causar
coloración permanente en dientes.

Efectos sobre la capacidad de conducir


Tetraciclina
Puede producir mareos y/o cefalea.

Reacciones adversas
Tetraciclina
Náusea, vómito, diarrea, anorexia, aumento de urea sanguínea, urticaria, erupción,
dermatitis, coloración permanente de dientes e inhibición de desarrollo óseo en niños,
sobreinfección, anemia hemolítica, eosinofilia, trombocitopenia.

DESCRIPCION

La tetraciclina es un antibiótico tetracíclico de amplio espectro producido


por el actinomiceto Streptomyces griseus. Para evitar o reducir el
desarrollo de bacterias resistentes y mantener la efectividad de la
tetraciclina, este antibiótico debe ser utilizado sólo para tratar o prevenir
las infecciones que se sabe o se sospecha fuertemente que son
causados por bacterias susceptibles. Cuando la información del cultivo y
de la susceptibilidad esté disponible, debe ser considerada en la
selección o la modificación de la terapia antibacteriana.

Mecanismo de acción: las tetraciclinas actúan fijándose a la subunidad


30s del ribosoma impidiendo el acceso de los aminoacil-t-ARNs que no
pueden unirse a la proteína en crecimiento. En consecuencia, la síntesis
de proteínas se detiene, ocasionando la muerte celular de la bacteria.
Las tetraciclinas atraviesan la membrana externa de las bacterias
entéricas Gram-negativas a través de los canales de OPDF y los poros
ompCi, en forma de cationes positivamente cargados (probablemente
complejos de coordinación de tetraciclina-magnesio). El complejo iónico
del ion-antibiótico metálico es atraído por el potencial de Donnan a
través de la membrana externa, acumulándose en el periplasma, donde
el complejo de la ion-tetraciclina metálico se disocia para liberar la
tetraciclina, molécula debilmente lipofílica capaz de difundirse a través
de las regiones de la bicapa lipídica de la membrana citoplasmática
interna. De igual forma, la forma electroneutra, lipofílica, se transfiere a
través de la membrana citoplásmica de las bacterias Gram-positivas.
Dentro del citoplasma, es probable que las moléculas de tetraciclina se
conviertan en quelatos, ya que el pH interno y las concentraciones de
iones metálicos divalentes son superiores a los que están fuera de la
célula. De hecho, es probable que la especie activa del antibiótico que se
une al ribosoma sea un complejo del magnesio-tetraciclina. La unión de
las tetraciclinas al ribosoma es reversible, lo que explica sus efectos
bacteriostáticos.

Las tetraciclinas son activas frente a los siguientes Gram-


negativos: Neisseria gonorrhea. Haemophilus ducreyi, Haemophilus
influenzae, Yersinia pestis, Francisella tularensis, Vibrio cholera,
Bartonella bacilliformis y especies de Brucella. También son eactivas
aunque pueden presentarse resistencias frente Escherichia coli, especies
de Klebsiella, Enterobacter aerogenes, especies de Shigella, especies de
Acinetobacter y de Bacteroides.

Frente a los Gram-positivos, las tetraciclinas son activas frente


a Streptococcus pyogenes, Streptococcus pneumoniae, grupos de los
Enterococos (Streptococcus faecalis y Streptococcus faecium) y
estreptococos alfa-hemolíticos. Sin embargo, se ha observado que que
hasta el 44 por ciento de las cepas de Streptococcus pyogenes y 74 por
ciento de Streptococcusfaecalis son resistentes a las tetraciclinas.
Farmacocinética: Las tetraciclinas se absorben adecuada pero
incompletamente en el tracto gastrointestinal. Aproximadamente el 65
por ciento de la tetraciclina se fija a las proteínas plasmáticas.

La penetración de las tetraciclinas en la mayoría de los fluídos y tejidos


corporales es excelente. Las tetraciclinas se distribuyen en diferentes
grados en la bilis, el hígado, el pulmón, el riñón, la próstata, la orina, el
líquido cefalorraquídeo, el líquido sinovial, la mucosa del seno maxilar, el
cerebro, el esputo y el hueso. Las tetraciclinas atraviesan la placenta y
entran en la circulación fetal y en el líquido amniótico.

Después de una sola dosis oral, las concentraciones máximas del plasma
se alcanzan en dos a cuatro horas.

Las tetraciclinas se concentran en el hígado y en la bilis. Se excretan


tanto en la orina como en las heces a altas concentraciones en una
forma biológicamente activa. Puesto que la separación renal de las
tetraciclinas se lleva a cabo por filtración glomerular, la excreción se
afecta perceptiblemente por el estado de la función renal.

Toxicidad: Los estudios a largo término en ratas y ratones para


determinar si el clorhidrato de la tetraciclina tiene potencial
carcinogénico han sido negativos. Algunos antibióticos relacionados
(oxitetraciclina, minociclina) han demostrado evidencia de una cierta
actividad oncogénica en ratas. En los sistemas de ensayo en células de
mamíferos in vitro (linfoma de ratones L51784y y células pulmonares de
hámster chino), se observó mutagenicidad en concentraciones de
clorhidrato de tetraciclina de 60 y 10 µg/ml, respectivamente.

El clorhidrato de tetraciclina no tuvo efecto sobre la fertilidad cuando se


administró en la dieta a las ratas macho y hembra con una ingesta
diaria de 25 veces la dosis humana.

Las tetraciclinas producen hiperpigmentación de la glándula tiroides en


ratas, cobayas y perros. La minociclina, la tetraciclina, el metaciclina, la
doxiciclina, la tetraciclina base, la oxitetraciclina HCl y la tetraciclina HCl
inducen bocio en ratas alimentadas con una dieta baja en yodo. Este
efecto goitrogénico fue logrado por una dosis alta de yodo radiactivo.

CLORANFENICOL
Solución inyectable
Antibiótico de amplio espectro
FORMA FARMACÉUTICA Y FORMULACIÓN:
Cada frasco ámpula con POLVO contiene:
Succinato sódico de cloranfenicol
equivalente a 1 g
de cloranfenicol
Cada ampolleta contiene:
Agua inyectable, 5 ml.

INDICACIONES TERAPÉUTICAS:
CLORANFENICOL está indicado en el tratamiento de fiebre tifoidea y paratifoidea, tos ferina,
brucelosis, rickettsiosis, infecciones broncopulmonares, infecciones quirúrgicas, tracoma y en
algunas infecciones del ojo y de sus anexos.

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:
CLORANFENICOL es un antibiótico de amplio espectro con acción bacteriostática. Puede llegar a
ser bactericida a concentraciones elevadas o contra microorganismos altamente susceptibles.
Se difunde a través de la membrana celular por ser liposoluble y se une en forma reversible a la
subunidad 50s de los ribosomas bacterianos donde evita la transferencia de aminoácidos a las
cadenas peptídicas en formación, probablemente por supresión de la actividad de la
peptidiltransferasa, inhibiendo de este modo la formación del enlace peptídico y la síntesis de
proteína subsiguiente.
Aún no se ha establecido el mecanismo de la anemia aplásica irreversible después del uso de
CLORANFENICOL.
CLORANFENICOL se difunde fácilmente y se distribuye ampliamente, pero no en forma uniforme a
todo el organismo. La distribución de CLORANFENICOL es muy diversa y se realiza de la siguiente
manera:
Hígado y riñones: Donde se encuentran las concentraciones mayores.
Orina: También a concentraciones elevadas.
Placenta: Alcanza una concentración en el feto entre el 30 y el 80% de las de la madre.
Ojos: Logra alcanzar niveles terapéuticos en humor vítreo y humor acuoso.
LCR: Cuando las meninges no están inflamadas se alcanza 21 a 50% de la concentración sérica y
en estado de inflamación aumenta 45 a 89% con respecto al nivel sérico.
Otros líquidos: Líquido pleural, ascítico, sinovial y saliva. El volumen de distribución es de 0.92
litros/kg.
Su unión a proteínas es moderada. Se metaboliza a nivel de hígado, plasma, pulmones y riñones.
El feto y el neonato no pueden conjugar CLORANFENICOL y se acumulan concentraciones tóxicas
del fármaco activo, produciendo el “síndrome gris”.
En adultos la vida media es la siguiente:
Función renal y hepática normal: De 1.5 a 3.5 horas.
Alteración renal: De 3 a 4 horas.
Alteración hepática severa: Prolongada.
En lactantes la vida media es la siguiente:
Lactantes de 1 a 2 días de edad: 24 horas o más.
Niños de 10 a 16 días de edad: 10 horas.
La eliminación se realiza por filtración glomerular en el riñón en 5 a 10% sin alteración. El resto se
excreta en forma hidrolizada.

CONTRAINDICACIONES:
Se contraindica el uso de CLORANFENICOL en personas con antecedentes de hipersensibilidad o
antecedentes de reacciones tóxicas a éste. El embarazo y la lactancia. No deberá utilizarse en
padecimientos triviales que puedan ser tratados con otros medicamentos ni como agente
profiláctico ni su insuficiencia hepática.

PRECAUCIONES GENERALES:
El uso de CLORANFENICOL deberá emplearse sólo cuando sea el antibiótico de primera elección.
Durante el tratamiento se deberán practicar recuentos sanguíneos periódicos.
La duración del tratamiento se limitará al tiempo necesario para lograr la curación. Se evitará
utilizarlo como profiláctico.
Se evitará el empleo simultáneo de medicamentos que puedan ocasionar depresión de la médula
ósea.
La dosificación deberá ser lo más precisa posible para evitar intoxicaciones (“síndrome del niño
gris”)
Existen reportes de superinfecciones por gérmenes no susceptibles, especialmente Cándida
albicans.

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:


CLORANFENICOL atraviesa la placenta y se excreta por la leche materna.
Aún no se han precisado las posibles reacciones sobre el feto, por lo cual, su uso se contraindica
en el embarazo y la lactancia.

REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS:


Con el uso de CLORANFENICOL se pueden presentar las siguientes alteraciones:
Discrasias sanguíneas: Se han llegado a reportar casos de reacciones sanguíneas graves que
han llegado a ser fatales (anemia aplásica o hipoplásica, trombocitopenia, granulocitopenia y
pancitopenia). Generalmente, al interrumpir el tratamiento se revierte la reacción, sin embargo
puede presentarse en forma irreversible.
Esta reacción parece no guardar relación con la dosis empleada sino con la sensibilidad del
paciente.
Asimismo, se han reportado pacientes con hemoglobinuria paroxística nocturna.
Reacciones gastrointestinales: En una baja proporción de casos pueden presentarse náuseas,
vómito, glositis, estomatitis y diarrea.
Reacciones neurotóxicas: Se han reportado casos de cefalea, depresión emocional leve,
confusión mental, delirio, neuritis óptica y periférica. En estos casos se deberá suspender de
inmediato el tratamiento.
Hipersensibilidad: En estos casos el paciente podrá presentar fiebre, erupciones maculares y
vesiculares, angioedema, urticaria y anafilaxis. Cuando se ha tratado la fiebre tifoidea se han
llegado a presentar reacciones de Herxheimer.
“Síndrome del niño gris”: En el prematuro y en el recién nacido se han presentado intoxicaciones
que se manifiestan en forma de signos y síntomas denominadas en conjunto como “síndrome del
niño gris”.

INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO:


Pueden presentarse interacciones con los siguientes medicamentos:
Alfentanilo, fenitoína, medicamentos depresores de la médula ósea, hipoglucemiantes orales,
eritromicina, lincomicina, penicilinas, piridoxina y cianocobalamina.

PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS,


TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD.
No se han reportado a la fecha estudios que indiquen que CLORANFENICOL sea carcinogénico,
mutagénico o teratógenico ni que altere la fertilidad.

ALTERACIONES DE LOS RESULTADOS DE PRUEBAS DE LABORATORIO:


CLORANFENICOL puede alterar la prueba de bentiromida y deberá suspenderse al menos 3 días
antes de realizar esta prueba. También puede dar falsos-positivos en las determinaciones de
glucosa en orina practicadas con sulfato de cobre.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:


La vía de administración de CLORANFENICOL es intravenosa e intramuscular.
Adultos: Se recomienda 12.5 mg por kg de peso corporal cada 6 horas por vía intravenosa. Hasta
un máximo de 4 g por día.
Niños:
Prematuros y nacidos a término de hasta 2 semanas: 6.25 mg por kg de peso cada 6 horas por
vía intravenosa.
Lactantes de 2 semanas o más: 12.5 mg por kg de peso cada
6 horas o 25 mg por kg de peso cada 6 horas. Vía intravenosa.
La vía intramuscular también puede ser utilizada, sin embargo, se recomienda que en los recién
nacidos se administre únicamente por vía intravenosa.

MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA ACCIDENTAL:


La sobredosis se manifiesta en forma de exacerbación de los efectos adversos. No se conoce a la
fecha ningún antídoto. En caso de sobredosis, ésta se manejará con terapia de sostén y
sintomática.

RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO:


Consérvese a temperatura ambiente a no más de 30ºC en lugar seco.

Las benzodiacepinas son medicamentos que disminuyen la excitación


neuronal y que tienen un efecto antiepiléptico, ansiolítico, hipnótico y
relajante muscular. Se utilizan como tratamiento de:
 Ansiedad generalizada.
 Insomnio.
 Fobias.
 Trastorno obsesivo compulsivo.
 Trastornos afectivos.
 Esquizofrenia.
 Ciertas urgencias psiquiátricas, como la agitación psicomotriz, el estrés
ambiental o los trastornos de la personalidad.
 Delirium tremens, para prevenir la agitación y las crisis convulsivas.
“Incluso se han utilizado en otros campos de la medicina, como
enfermedades crónicas estresantes, cáncer, alteraciones cardiovasculares o
reumáticas”, explica José María Vázquez, vocal por Cataluña de la Sociedad
Española de Patología Dual (SEPD).
El experto añade que también se utilizan de forma complementaria a los
antidepresivos, eutimizantes, terapia electroconvulsiva y los antipsicóticos en
el tratamiento de los trastornos afectivos y las psicosis.
Asimismo puede emplearse para procesos que requieren anestesia (bucal o
general)..

Distintos tipos de benzodiacepinas


“Dependiendo de la acción que se quiera obtener, el médico decide qué
benzodiacepina elegir”, señalan Dolores Braquehais, Miquel Bel y Eugeni
Bruguera, médicos de la Clínica Galatea.
Estos medicamentos se dividen, como explica Sergio Oliveros Calvo,
psiquiatra y director del Grupo Doctor Oliveros, en:
 Hidrosolubles y lipisolubles.
 De rápida o lenta acción.
 De vida media, corta y ultracorta.
 De alta o de baja potencia.
“Así, el diazepam, lipisoluble de vida media y baja potencia, lo emplearemos
como antiepiléptico, ansiolítico y relajante muscular, pero no en una crisis de
ansiedad. En estas crisis empleamos el lorazepam sublingual o el
alprazolam, por su mayor potencia y rapidez de acción”, indica Oliveros.
Se pueden administrar por vía oral, sublingual, intramuscular o intravenosa.

Riesgos
“Son fármacos muy útiles, bien tolerados y seguros”, afirma Vázquez. Pero, a
pesar de esto, las benzodiacepinas no están exentas de riesgos. Los
expertos de la Clínica Galatea advierten de que los principales tienen que
ver con su efecto depresor sobre el Sistema Nervioso Central.
Pueden lentificar el funcionamiento psicomotriz, de ahí que puedan provocar:
 Somnolencia.
 Dificultades en la atención.
 Problemas de memoria.
 Dificultades de concentración.
“Pueden contribuir, por tanto, a una mayor incidencia de accidentes,
caídas, etc. En situaciones de sobredosis, pueden incluso provocar
depresión respiratoria llevando a la muerte. De forma excepcional pueden
provocar agitación paradójica (es decir, el efecto contrario al esperado por su
perfil de actuación)”, añaden Braquehais, Bel y Bruguera.
A largo plazo podrían aumentar el riesgo de demencia (mayor riesgo de
desarrollar Alzheimer) y un aumento de la mortalidad, sobre todo en
población de edades avanzadas.
A esto Vázquez añade que “hay estudios que muestran el riesgo de
padecer cáncer con el uso prolongado de benzodiacepinas”.
Todos estos efectos adversos se potencian si se usa alcohol u otras
sustancias que también tienen efecto depresor sobre el Sistema Nervioso
Central.

Dependencia
Además de los efectos inmediatos de las benzodiacepinas, a medio y largo
plazo pueden provocar dependencia. Los riesgos derivan de su capacidad
para producir inducción enzimática en el hígado lo que se traduce en
tolerancia. Por tanto, para conseguir el mismo efecto hay que ir aumentando
progresivamente la dosis. Pero si se interrumpe su administración aparece el
síndrome de abstinencia.
“La dependencia la generan con mucha mayor rapidez las moléculas de
acción rápida, alta potencia y vida corta. En ese grupo tenemos a casi todos
los hipnóticos (flurazepam, flunitrazepam, midazolam, etc) y algunos
ansiolíticos de uso extendido (alprazolam, lorazepam o bromazepam) por la
falsa creencia que, al tener pocos miligramos, son inocuas cuando es justo lo
contrario. Tienen pocos miligramos porque son potentes y, por tanto,
adictivas”, advierte Olivares.
Para evitar esta dependencia, Vázquez recomienda:
 Educación al paciente: proporcionando normas higiénicas para el
tratamiento del insomnio y de la ansiedad.
 Diagnóstico adecuado: tratar siempre la causa nuclear del problema.
 Tratamiento con benzodiacepinas específicas y en dosis
adecuadas: ajustándose a las necesidades del paciente.
 Precaución en ciertos casos situaciones: como pacientes de edad
avanzada, con hepatopatías, polimedicación, gestación, adicciones,
riesgo de suicidio y otras poblaciones especiales.

¿Durante cuánto tiempo mantener el tratamiento?


Para evitar problemas de dependencia no se debe exceder el tiempo
recomendado de tratamiento. “En caso de insomnio, los tratamientos no
deben durar más de cuatro semanas, debiendo fraccionar el uso de
benzodiacepinas en cuanto sea posible. También, debe evitarse la supresión
brusca de los tratamientos para evitar el efecto rebote”, explica Vázquez.
Si se utiliza este fármaco por la ansiedad, “los tratamientos deben durar un
máximo de 12 semanas, incluyendo el período de retirada”, añade.

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