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REFLEXIÓN PERSONAL: PARA VOLAR.

Puedo decir que mi situación con la signatura de expresión corporal es parecida, en


algunas ocasiones, a la que le sucede al joven que se introduce en una nueva creencia.

Al igual que a mí, yo también he querido como dice Manuel Vicent ‘’atrapar la
espiritualidad por el rabo’’, quizás debido a mi impaciencia de querer aprenderlo todo
rápidamente. Sea lo que sea, he querido comprender la definición completa y más corta
de expresión corporal, su esencia, en un periodo relativamente muy breve.
Evidentemente, esto es un ejercicio completamente imposible y pronto me di cuenta que
estoy bastante perdido sobre el concepto de expresión corporal y que debía olvidar esa
compañera llamada impaciencia si quería de verdad avanzar y aprender esa esencia
puesto que al fin de cuentas un actor tiene que trabajar con su cuerpo y si no conoce la
expresión corporal, ¿cómo va a ser capaz de compartir con el público las emociones y
sensaciones?

De esta manera comencé a cambiar el chip en las clases poco a poco y sí es cierto que
cada día voy enderezando mi camino para ir uniendo de forma tranquila pero sin pausa
más información sobre lo que es el lenguaje del cuerpo para un actor.

Mi particular visión sobre las clases de expresión corporal se asemeja a una pieza de un
puzle gigantesco. Una pieza de un puzle es algo que por sí solo no vale para nada o es
muy difícil saber a qué imagen pertenece. Por si solas no tienen sentido completo pero
si es cierto que empiezas a plantearte dudas y a poner toda la carne en el asador para
darle forma a algo que no sabes que es pero poquito a poco al unir las demás piezas irás
descubriendo cosas nuevas. Puedes llevarte cierto tiempo algo frustrado porque no
encuentres sentido a algunas de las piezas sueltas pero es una cosa que tienes que
asumir porque llegará un momento en el que ya veas nuevas cosas. Si no eres constante,
no te esfuerzas (en el caso de la expresión corporal, ensayar mucho todo lo que
aprendes) y no mantienes tu motivación alta es muy difícil montar ese puzle gigantesco
que tanto ansías montar.
Sin embargo, en estos tres meses de clase hay algo que sí puedo decir de la asignatura.
Desde que empezamos las clases de esta materia, imprescindible y fundamental para la
base de un actor/creador, me he dado cuenta de que si lo que ayer creías que servía para
algo, hoy, te lo replanteas. Dudar y plantearte lo que estás haciendo es un paso
gigantesco para la hora de reeducarte en algo. Pero para la reeducación se requiere no
sólo tener un conocimiento teórico sino más bien de una práctica constante. El actor
debe trabajar perseveradamente la elasticidad, la fuerza, adquirir conciencia de todo su
cuerpo con el fin de poder controlarlo a la perfección. Es decir, hay que ampliar todas
las habilidades que tu cuerpo pueda desarrollar puesto que nuestro trabajo lo requiere.
Por este motivo, que es el básico para iniciar la asignatura, como alumna de arte
dramático tengo la obligación de estar comprometida hasta el final en ejercitar y
practicar lo que se manda y lo que vemos en clase.

Como anteriormente he plasmado, a veces, tras las clases, se me vienen ciertas dudas,
pues, no le veo la aplicación práctica concreta a algunos ejercicios que hacemos en
clase y no sé qué se quiere conseguir. Aunque esto no me preocupa, como antes
redacté, pues el trabajo y el esfuerzo constante me llevarán a mi desarrollo; esta es otra
razón por la que me dejo llevar por mi maestro.

La confianza ya no sólo en mí mismo, que es fundamentalmente lo primero que tiene


que tener una persona, sino también en mi maestro Antonio Segura, la persona que me
guía en esta asignatura para crecer personal y profesionalmente, pues es la clave para
poder avanzar. Esto último está en consonancia con el texto de Manuel Vicent Para
volar cuando el monje mayor le comunica al joven que tiene que desechar algunos
elementos para alcanzar la felicidad. En mi caso, el desechar estaría referido a los
bloqueos mentales, la falta de una constante práctica, más conocimiento teórico, etc.

Se deben corregir estos fallos o elementos no servibles pues son como cadenas atadas a
mi cuerpo que no permite ser libre en el proceso de aprendizaje. Sé que tarde o
temprano, y espero que más antes que después, alcanzaré una cierta maestría en
expresión corporal y esta me llevará a un conocimiento profundo y una cierta capacidad
para poder desarrollar trabajos interesantes desde un punto de vista artístico.

ELISABETH ÁLVAREZ TIRADO. 1ºA INTERPRETACIÓN TEXTUAL.

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