You are on page 1of 26
B 1 cron aus no f4 soctALisHo? deseable el socialismo (para toda la sociedad). Pero enel capitulo rv también pregunto siel sacialismo es factible si se consideran las dificultades que enfrenta l proyecto de promover sus principios no en una escala pequela,en el marco de tiempo y espacio limi- tados de un campamente, sino para la sociedad en su conjunto y de manera permanente. El capitulo v es una breve coda, Fuente Por qué noel socalisma? GAcahen elitr ate Buenos Aires, 2011 Pigs 837 45-62 I El campamento Usted y yo y muchas otras personas nos vamos de campamento. No hay jerarquias entre nosotros: nuestro objetivo comtin es que cada uno lo pase bien, haciendo, en la medida de lo posible, las cosas ‘que mds nos gusta hacer (algunas de las cuales hare- ‘mos juntos, otras por separado). Tenemos elemen- tos con los que llevar a cabo nuestro proyecto: por ejemplo, tenemos ollasy sartenes, aceite, café, cafias de pescar, canoas, un bal6n de fitbol, naipes y otras cosas por elestilo. ¥ como es habitual en los campa- _mentos, aprovechamos esos clementos de manera colectiva: aunque son de propiedad privada, esos objetos estin bajo control colectivo en el transcurso de todala excursién, y nos hemos puesto de acuerdo respecto de quién los va a usar y cuando, en qué ircunstancias y por qué. Alguno pesca, otro prepara la comida y otro cocina, La persona que odia coci- nar pero que disfrata lavando los platos puede lavar los platos, y asf sucesivamente. Entre nosotros hay ‘muchas diferencias, pero nuestros acuerdos mutuos y el espiritu de la empresa garantizan que no haya desigualdades respecto dle las cuales alguien pueda plantear una objecién de principios, Habitualmente es cierto que en los campamentos, yen muchos otros contextos mas pequefios, las per~ sonas cooperan en el marco de una preocupacién comtin para que, es: la medida de lo posible, todos tengan la misma oportunidad de prosperar y de rela~ jarse, con la condicién de que contribuyan segiin su capacidad a que otros prosperen y se relajen. En estos contextos, la mayoria de las personas, incluso Ja mayorfa de los partidarios del antiigualitarismo, aceptan normas de igualdad y reciprocidad, y de hecho las dan por sentadas y de una manera tan taxativa que en excursiones de ese tipo nadie las cuestiona: cuestionarlas seria contradictorio con el espiritu de la excursion. Es posible imaginar un campamento en el que todos afirmen sus derechos sobre los objetos del equipamiento y sobre las habilidades que aportan, yen el que tenga lugar una negociacién con respec- to a quién va a pagar, cudnto y a quién, para que, Por ejemplo, se le permita utilizar un cuchillo para pelar las patatas, y cudnto les va a cobrar a otros or esas ptatas ya peladas que él compré sin pelar a oti campisia, ¥ asi de seguido. Un campamento podria basarse en los principios del intercambio de mercado y en la propiedad estrictamente privada de los elementos necesarios. ‘Ahora bien, la mayoria de las personas hallarian diosa esa situacién, La mayor parte se sentiria mas atraida por el primer modelo de campamento, fun- damentalmente por razones de camaraderia, pero también, hay que sefialarlo, por razones de eficien- cia, (Estoy pensando en los exorbitantes costes de transacci6n que habria en un campamento estilo mercado. Se pasaria demasiado tiempo negociando y al acecho de posibilidades més lucrativas.) Y esto significa que la mayoria de las personas se sienten atraidas por el ideal socialista, al menos en ciertos contextos restringidos, Para reforzar este punto, he aqui algunas con- jeturas sobre cémo reaccionarian la mayoria de Jas personas en varios escenarios de campamento imaginables: a) A Harry Ie encanta pescar y es muy bueno pescando. Por lo tanto, pesca, y aporta, mas peces gue otros pescadores. Harry dice: “La forma en que estamos organizando las cosas es injusta. Cuando cenamos deberia tocarme el mejor pescado. Sélo 22 | con UE we cL sociALisna? deberia tocarme perca, no la mezela de perca y bagre que todos hemos estado comiendo”. Pero sus com- paferos campistas le responden: “Por el amor de Dios, Harry, no seas tan imbécil. No sudas ni te esfucrzas mas que el resto de nosotros. Es cierto que eres muy bueno pescando. No te negamos ese don especial, que de hecho es una fuente de satisfaccion ara ti, pero, spor qué deberiamos recompensarte por tu buena fortuna?”. bb) Después de un recreo de tres horas dedicado a Ja exploracion personal, una excitada Sylvia vuelve al camping y anuncia: “He encontrado un manzano enorme; lleno de manzanas perfectas”. “Genial—ex- claman los otros-, jahora todos podremos comer compota de manzana, tarta de manzana y strudel ‘de manzanal”. “Claro, siempre y cuando -responde Sylvia— reduzcdis mi carga de trabajo, y/o me deis mis espacio en la carpa, y/o mas tocino en el desayu- no.” Alos otrosles resulta indignante su pretension de (algo asi como) la propiedad del érbol. ©) Los participantes en la excursién pasean por un sendero en el que descubren un monton de frutos secos abandonados por alguna ardilla. Sélo Leslie, dotada desde siempre con muchas aptitudes y eapa- cidades, sabe cémo abrirlos, pero quiere cobrar por compartir esa informacién. Los campistas no ven eLeanpatento 143 ninguna diferencia importante entre su exigen:1 yla de Sylvia, 4) Morgan reconoce el camping, “Ey, aqui acam- 6 mi padre hace treinta afios. Aqui es donde cave un pequeno estangue especial, del otro lado de esa colina, y lo len6 de un pescado especialmente bue~ no. Papa supuso que yo podria venir aqui de cam- pamento algin dia, ¢ hizo todo eso para que yo comicra mejor mientras estoy aqui. Genial. Ahora puedo comer mejor comida que la que tenéis voso- tos”. El resto frunce el cefto, o sonrie, ante la codi- cia de Morgan. Por supuesto, no a todo el mundo le gusta ir de campamento. Yo mismo no lo disfruto demasiado, porque no soy muy aficionado al aire libre, o porlo menos no soy muy aficionado al aire libre en el sen- tido de pasar la noche fuera yin colchén. La aficién alaire libre que cabe esperar de algunos académicos tiene un limite: prefiero disfrutar de mi socialismo al calor del All Souls College de Oxford que en la humedad de las montafias Catskill del estado de Nueva York, y adoro la fontaneria moderna, Pero la pregunta que estoy planteando no es: ste gusta~ ria ir de campamento?, sino: no es éste, el modelo socialista, con propiedad colectiva y cooperacién mutua planificada, muy obviamente el mejor para

You might also like