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Universidad de La Salle

Brayan Enrique Ocampo (26151204)


Lic. lengua castellana, inglés y francés

Las afasias: semiología y tipos clínicos

En el apartado sobre las afasias de la Revista de Neurología (2001), Josep Maria


Vendrell Brucet, un importante profesional en el ámbito de la neurología, actual director del
Hospital de la Santa Creu i de Sant Pau, Barcelona, nos hace un detallado esbozo sobre las
particularidades de estos trastornos causados por lesiones cerebrales que afectan la
producción del lenguaje en los pacientes. En este apartado, Vendrell nos explica los
diferentes síntomas que se pueden presentar en las afasias en sus diferentes etapas.

Para empezar, Vendrell comienza el texto haciendo una breve explicación de las
afasias, argumentando que estas consisten en un “trastorno del lenguaje ocasionado por una
lesión cerebral en una persona que previamente podía hablar con normalidad.” Josep afirma
que en estas no se ven afectadas solo la comprensión o expresión hablada, sino que se
afectan todas la modalidades lingüísticas, como la escritura, las capacidades expresivas del
lenguaje gestual, entre otras.

Por consiguiente, Vendrell sostiene que “una lesión cerebral puede desorganizar
distintos sistemas funcionales, por lo cual el estudio detallado de un paciente afásico no
debe limitarse solamente al estudio de su lenguaje, sino al del conjunto de sus funciones
neuropsicológicas.”

A continuación, Josep esboza una serie de fenómenos generales que se dan en este tipo de
trastornos, para lo cual resaltaré los que a mi parecer son los más relevantes entre ellos:

 Reducción del lenguaje: en este, el paciente no es capaz de emitir ningún sonido


articulado, o solamente puede producir algunos sonidos indiferenciados.
 La articulación: en este, en general, aparece un conjunto de distorsiones y déficit en
la capacidad para emitir los fonemas, cuyas características finales dependen de los
mecanismos neurolingüísticos involucrados en la lesión.
 Las parafasias: este consiste en la utilización de fonemas, sílabas o nombres
erróneos, en lugar de los fonemas, sílabas o nombres adecuados.

Por otra parte, antes de entrar materia tipológica, cabe destacar que Brucet al igual que
otros autores, consideran si hay o no la necesidad de clasificar las afasias, donde la cuestión
radica en si la afasia es un trastorno unitario o si existen varias clases de la misma. Sin
embargo, debido a que durante el quehacer clínico diario o en el curso de la investigación
afasiológica surge en ocasiones la necesidad de utilizar un calificativo para designar el tipo
de afasia, Vendrell describe a continuación distintos tipos clínicos siguiendo los patrones
más clásicamente utilizados, para lo cual, de igual manera, resaltaré aquellos de mayor
relevancia.

 Afasia motora: en esta, la gran afasia de Broca se caracteriza por una expresión
verbal muy afectada y una comprensión relativamente mejor, aunque también
afectada.
 Afasia sensorial: en esta, el lenguaje presenta una articulación fluida, aunque con
abundantes parafasias, y un trastorno grave de la comprensión. Las parafasias
pueden ser de tipo fonético o semántico y se altera la utilización de los elementos
gramaticales (disintaxis, paragramatismo).
 Afasia global: el término de afasia global se utiliza cuando están gravemente
afectadas tanto las funciones expresivas como las receptivas del lenguaje.
 Afasia de conducción: la afasia de conducción es una entidad controvertida cuya
existencia fue postulada por Wernicke en 1874, para referirse a la desconexión de la
conducción de impulsos sensoriales hacia los mecanismos motores.
 Afasias transcorticales: esta fue introducida por Wernick en 1886, y consistiría en la
interrupción del proceso de transferencia del material auditivo verbal al centro de
los conceptos.
 Afasia anómica: La alteración de la capacidad para denominar (anomia) es el más
común de los trastornos afásicos. Cuando este trastorno es muy marcado, el
lenguaje espontáneo se ve plagado de circunloquios que tratan de suplir la falta del
nombre, o bien el paciente recurre a utilizar palabras ‘de relleno’ (sí, hombre;
bueno; sabe usted; etc).

Para concluir, aunque el apartado cuenta ya con varios años de publicado, considero
que el aporte hecho por Josep Vendrell es muy valioso para aquellas personas que como
yo, se encuentran en el proceso inicial de la comprensión de los diferentes fenómenos
afásicos, debido a la estructuración del texto que permite una lectura fluida. Además,
Vendrell hace uso de grandes autores para sustentar su texto, dándole así una mayor
credibilidad y seriedad al tema tratado. Finalmente, me parece rescatable la manera en que
Brucet asume una postura neutral y objetiva a la hora de referirse a las diferentes hipótesis
que se generan respecto a los fenómenos afásicos, siendo este entonces un texto interesante
no solo para aquellos que se desenvuelvan en el ámbito neurológico, sino también para
aquellos que se interesen en conocer un poco más sobre el funcionamiento del lenguaje en
el ser humano.

Bibliografía:

Recibido: 31.01.00. Aceptado: 31.03.00. Escola de Patologia del Llenguatge. Servicio de


Neurología. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona, España. Correspondencia: Dr. Josep
M. Vendrell. Servicio de Neurología. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Sant Antoni M.ª Claret,
167. E-08025 Barcelona. E-mail: jvendrell@cbi.es Ó 2001, [REV NEUROL 2001; 32: 980-6]

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