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Contaminación al rio Motagua

Hace tiempo que se conoce de la


peligrosidad de sustancias
inorgánicas altamente tóxicas, como
el mercurio, el arsénico y el plomo.
Este tipo de contaminación, se
puede medir y observar ampliamente
en los ríos Chinautla y las Vacas,
que al desembocar en el Motagua,
contamina las riberas de todas las poblaciones que recorre, hasta
desembocar en el océano Atlántico.

Existen muchas imprecisiones respecto al problema de la contaminación del Río


Motagua; supuestamente por la hidroeléctrica del río Las Vacas, pero el problema
se debe abordar con mucho más seriedad. En el tratamiento que el Ministerio de
Ambiente le ha dado al problema, se deja entrever también, la lucha entre
Gobierno y el sector empresarial por el tema de la producción y distribución de la
energía eléctrica, lo que constituye el telón de fondo del problema.
Independientemente que la empresa haya violado algunos compromisos asumidos
con el Estado, no significa que sea la única culpable por el daño al medio
ambiente. El interés tampoco es hacer una defensa oficiosa de los empresarios,
pero es necesario, conocer más el fondo del problema, que trasciende los
aspectos técnicos, y políticos, para conocer uno de los mas grandes y viejos
problemas de degradación ambiental existentes en nuestro país.

Hace seis años, en San Antonio las Flores, municipio de Chinautla, departamento
de Guatemala, se inició la construcción de una hidroeléctrica, con inversión de
conocidos empresarios. El embalse capta el caudal del río Las Vacas. Dicha
represa retiene y acumula la mayoría de deshechos sólidos: envases plásticos,
neumáticos, restos orgánicos, etc. que son arrastrados por el río, y que ya no
desembocan en el Río Motagua, lo que constituye un beneficio. Sin embargo,
continúa la presencia de contaminación por agentes químicos vertidos en el agua.
En la represa, existe un sistema de rejas, que separan los cuerpos y desechos
sólidos, no permitiendo que penetren a un túnel, de 1.4 mts de ancho y que por 7
kilómetros conduce el agua hacia las turbinas, para la generación de energía
eléctrica. En el aspecto ambiental, la empresa considera que no habrá ningún
impacto negativo de la obra, porque se ha iniciado un plan para la reforestación
completa del área de la represa (3 caballerías), con especies del lugar, que
mantendrá el equilibrio ecológico. Ese plan de reforestación contribuirá a mediano
plazo a mejorar las condiciones del terreno erosionado, equilibrando el ecosistema
en alguna medida atrayendo a las especies de fauna que han emigrado. Crea
además efectos secundarios no necesariamente ambientales, ya que la carretera
que conduce a la población y posteriormente al proyecto, será mejorada, por lo
tanto incidirá en la circulación de vehículos y personas, de y hacia la capital.

Chinautla y Chuarrancho, son irrigados por los ríos Chinautla y las Vacas; éste
último se une con el río Plátanos para desembocar en el Motagua. Desde hace
décadas se conoce el alto grado de contaminación de estos afluentes, con
materias como microorganismos, productos químicos, residuos industriales y de
otros tipos; o aguas residuales al haberse convertido en los grandes desagües de
la ciudad capital de Guatemala y municipios periféricos; así como los deshechos
de las actividades industriales. Estas materias deterioran la calidad del agua y la
hacen inútil para el uso doméstico, agrícola o animal.

Los principales contaminantes


son las aguas residuales y otros
cuerpos que demandan oxígeno;
los que en su mayor parte son
materia orgánica, cuya
descomposición produce la
desoxigenación del agua.
Agentes infecciosos como
nutrientes vegetales, pueden
estimular el crecimiento de las
plantas acuáticas, las que a su
vez, interfieren con los usos a los que se destina el agua y, al descomponerse,
agotan el oxígeno disuelto y producen olores desagradables. Los principales
nutrientes, provienen de los desechos vertidos a los desagües, por las actividades
de un conocido beneficio de café, en la zona 6 de la ciudad. También las aguas
contienen productos químicos, incluyendo los pesticidas, diversos productos
industriales, las sustancias tensioactivas contenidas en los detergentes, y los
productos de la descomposición de otros compuestos orgánicos.

La eutrofización, que se produce cuando el agua se enriquece de modo artificial


con nutrientes, genera un crecimiento anormal de las plantas y los fertilizantes
químicos arrastrados por el agua desde los campos de cultivo pueden ser los
responsables. El proceso de eutrofización puede ocasionar problemas estéticos,
como mal sabor y olor, y un cúmulo de algas o verdín desagradable a la vista, así
como un crecimiento denso de las plantas con raíces, el agotamiento del oxígeno
en las aguas más profundas y la acumulación de sedimentos en el fondo de los
ríos, así como otros cambios químicos, tales como la precipitación del carbonato
de calcio en las aguas duras.
Se encuentran también los derivados de petróleo, especialmente el procedente de
los vertidos accidentales. Minerales inorgánicos y compuestos químicos, como los
sedimentos formados por partículas del suelo y minerales arrastrados por las
tormentas y la erosión; los suelos sin protección, las explotaciones mineras, las
carreteras y los derribos urbanos. Se agregan las sustancias radiactivas
procedentes del uso industrial, médico y científico, provenientes de los desechos
de hospitales nacionales y privados, así como de las diferentes clínicas
radiológicas y laboratorios bioquímicos. El calor también puede ser considerado un
contaminante cuando el vertido del agua empleada para la refrigeración de las
fábricas, hace subir la temperatura del agua de la que se abastecen.

Entre los efectos de la contaminación del agua se incluyen los relacionados con la
salud humana, como trastornos gastrointestinales, enfermedades respiratorias y
de la piel. La presencia de nitratos (sales de ácido nítrico) en el agua puede
producir enfermedades infantiles que en ocasiones son mortales. El cadmio
presente en los fertilizantes derivados del cieno o lodo puede ser absorbido por las
cosechas; de ser ingerido en cantidad suficiente, el metal puede producir un
trastorno diarreico agudo, así como lesiones en el hígado y los riñones. Hace
tiempo que se conoce de la peligrosidad de sustancias inorgánicas altamente
tóxicas, como el mercurio, el arsénico y el plomo. Este tipo de contaminación, se
puede medir y observar ampliamente en los ríos Chinautla y las Vacas, que al
desembocar en el Motagua, contamina las riberas de todas las poblaciones que
recorre, hasta desembocar en el océano Atlántico.

El manejo de los residuos sólidos por


medio de plantas de tratamiento, no ha
sido prioridad para los gobiernos; a
pesar de ser un problema ambiental y
de salud. Por ese motivo y muy cercano
a la capital, agoniza inexorablemente el
lago de Amatitlán; de igual manera los
lagos Petén Itzá, Atitlán, Izabal y la
Laguna de los Pinos. Víctimas de la falta de una estrategia ambiental y políticas de
salud preventiva; así como educación y formación relacionada con el tema. El
Gobierno no trasciende de los diagnósticos y las matrices; las municipalidades
aducen falta de recursos financieros y buscan donaciones para su
establecimiento, a fin de no (1) asumir el costo político de cobrar una tarifa; la
iniciativa privada es débil empresarialmente, pues la actividad se realiza por
microempresarios que trabajan ineficientemente; por su parte, la comunidad no
tiene cultura sobre el tratamiento de desechos sólidos, y la falta de recolección
pública incide negativamente, ya que gran parte de la población no tiene
capacidad de pago.

Asimismo, la ausencia de coordinación interinstitucional, la falta de planificación y


el incumplimiento de las leyes y normas que definen las funciones de cada
institución, impiden conocer las necesidades de recursos humanos, técnicos,
físicos y financieros, dificultan la prestación de asistencia técnica y otorgamiento
de crédito a los municipios, y entorpecen el control de impactos, causados por los
residuos sólidos al ambiente y a la salud.

"En el marco legal, existe una serie de


leyes, códigos, reglamentos y otros
instrumentos dispersos, lo cual provoca
una problemática en cuanto a la aplicación
de las leyes, las limitaciones de la
legislación y de los mecanismos de
control, la variabilidad de parámetros para
establecer sanciones, los conflictos entre
normativas jurídicas y los vacíos en la
legislación existente" (2). Respecto a los recursos humanos capacitados, no existe
todo el personal que pueda hacerse cargo de los sistemas de manejo de residuos
sólidos en el ámbito operativo, administrativo y profesional en las instituciones.

La degradación ambiental en Guatemala, es uno de los graves problemas que


debería estar presente en la Agenda de Gobierno y convertirse en política de
Estado. Actualmente funciona un ministerio sin recursos suficientes ni estrategias
para enfrentar ese flagelo. Estos problemas se manifiestan de diversas maneras y
en diferentes formas. En casi todas las actividades humanas, está de por medio la
agresión y el irrespeto por el ambiente.

La degradación ambiental atraviesa todas las actividades humanas; donde la


solución debe ser asumida de manera integral, por el Gobierno en su conjunto,
desarrollando políticas públicas que se conviertan en estrategias a largo plazo,
para resolver problemas que vienen desde hace décadas. El problema tiene que
ver con la agricultura, las comunicaciones, el comercio, la vivienda, la salud, los
transportes, la defensa, las finanzas, la economía y la política.-EcoPortal.net

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