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Viento Seco1

Jhonatan Mauricio Duque Arenas2

La novela de Daniel Caicedo viento seco es sin duda alguna una de las mayores obras de la
literatura colombiana, en ella se relata el dolor de un país desgarrado por el fanatismo, la
desdicha y la inhumanidad de un pueblo de bandoleros vestidos de azul o rojo.

Viento seco publicada en 1953 relata la masacre de Ceilán, uno de los mayores
acontecimientos en la historia de la violencia en Colombia en la década de los años 50’s
cuando el gobierno conservador dispuso de las fuerzas policiacas y detectivescas para
perseguir y destruir al partido liberal. Daniel Caicedo a través de la vida de Antonio Gallardo
-un liberal hacendado del pueblo de Ceilán en el Valle del Cauca- narra en una prosa poética
el sufrimiento y el odio de un hombre que lo ha perdido todo menos su voluntad de aferrarse
a la vida en los brazos de la venganza. Es realmente gratificante leer hoy a Daniel Caicedo y
reconocer en el uno de los primeros intelectuales en tener la gallardía de denunciar y
reflexionar un país de gentes indolentes, sedientas de sangre y destrucción. Este médico fue
capaz de ilustrar en su narración la tragicomedia colombiana sin omitir detalles de la crudeza
y enfermedad de la personalidad colombiana por lo que fue necesario combinar lo mórbido
y crudo de lo que se está denunciando con la belleza poética de la narración y reflexión del
protagonista de nuestra tragedia; además del poder que le da el autor a sucesos como el
viento, el fuego, la noche, el llanto, la sangre, el vacío y el odio que acompañan
constantemente los eventos y lugares que esta obra dibuja en nuestras mentes.

Así pues Caicedo, apellido al que parece la fortuna ha otorgado la musa de la escritura, no
oculta ni idealiza la condición “de la naturaleza humana”, una condición primitiva hacia la
violencia, tortura, violación y destrucción de lo antagónico; esta condición para aquellos años
en Colombia no era muy lejana pues somos un país joven que apenas da sus primeros pasos
en un mundo más antiguo que ha ido suprimiendo comportamientos e instintos animales en
los hombres a través del tiempo.

1
Daniel Caicedo, 1953.
2
Cód. 2061327484, Sociología.
Las vidas de Antonio Gallardo y Clara Isabel son el testimonio de muchas otras vidas que
perecieron en las manos de la guerra bipartidista, el ascenso al gobierno de los conservadores
represento un gran infierno para las gentes liberales, lo crudo de la narración y que va más
allá de cualquier análisis academicista es comprender la magnitud del odio que se alimentó
en el país, comprender lo peligroso que pueden ser instrumentos como la religión, el
fanatismo político y otras ideas de la modernidad europea en uno apenas en proceso
construcción de valores civiles y morales en todas las personas, principalmente en los
encargados de impartir el gobierno, por ello la educación, la justicia, derechos jurídicos, entre
otros son los deberes básicos de un Estado que se encarga de garantizar la paz.

Un elemento central de la obra es la denuncia que se hace precisamente del uso de


instituciones estatales como la policía, ejército y detectives que pasarían a ser grupos
partidarios encargados de masacrar y eliminar las amenazas a sus intereses. No han pasado
muchos años desde aquellos sucesos y aun hoy la policía sigue siendo una institución
poderosa dentro de las ciudades envuelta en diferentes escándalos por el servicio a intereses
particulares políticos o mafioso y corrupción de altos mandos por lo cual han quedado y
siguen impunes todos los asesinatos que ha cometido el Estado Colombiano a través de sus
agentes policiacos y militares y que precisamente denuncia Daniel Caicedo.

Es también una reivindicación y comprensión de la figura de los disidentes, acompañada con


el componente religioso de la causa noble y la figura del mártir que lo ha perdido todo, es la
herencia de los grandes héroes de la historia pues cuando el hombre lo ha perdido todo a
causa de la inmundicia de la humanidad; todo a lo que aferra su existencia como una esposa,
una hija, una madre, un padre, una casa, unas vacas todo perdido por la injusticia de
decisiones ajenas y hombres fanáticos; hacen que un hombre decida aferrarse a la vida, no
sucumbir ante la corriente del rio para levantarse con los huevos en las manos y luchar por
esa misma humanidad que le ha quitado todo. La vida de Antonio es la herencia de la
venganza que reclama justicia, la herencia de miles de hombres muertos por diferentes
gobiernos en diferentes épocas, la herencia de todos los apátridas por fuerza mayor y parias
por voluntad propia. Ir a la guerra no es una decisión que se toma por gusto, se convierte en
un morir por nada o morir por una causa así es como las personas encontraron sus creencias
luchando por causas que consideran nobles.
Son las vivencias de un hombre que camina por la tierra de nadie, rodeado por selva y pantano
por oscuros caminos donde el peligro es lo único que mueve unas almas perdidas en el dolor
y sufrimiento de la lucha humana. Así pues, Viento seco es una parte de la historia viva de
Colombia y de lo que significa ser colombiano en donde la vida es prestada por aquellos que
hacen el arte de la guerra, con cómplices tan fríos que tu corazón congela.

Viento seco el libro que muestra esa Colombia que está dentro de la maleza, la maleza esa
que oculta la historia política, la razón de la tristeza de miles de familias donde unos
combaten y otros rezan, donde uno es el cazador y el otro la presa; combatientes que sanaron
sus heridas a base de rencor.

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