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Elaboró: Claudia Yolanda Ortega García

LA DICOTOMÍA ENTRE LA MORAL AUTORITARIA Y EL DESEO DE


LIBERTAD EN LA OBRA “LA CASA DE BERNARDA ALBA” DE GARCÍA
LORCA

En ocho años que dure el luto no ha de


entrar en esta casa el viento de la calle.
-Federico García Lorca

El texto a desarrollar en este trabajo es “La casa de Bernarda Alba” la cual está
dividida en tres actos y cada uno de estos actos esta subdividido por escenas. Cada
una de estas partes o escenas tienen contenido (por así decirle) que las diferencia
una de la otra; el primer acto se divide en siete escenas, el segundo en ocho y el
último tiene seis, siendo este el más corto pero el más dramático y trágico.

Existen varios temas dentro de la obra, pero el concepto que más se


desarrolla y que predomina en el texto de García Lorca es el enfrentamiento entre
dos ideologías: por un lado la actitud que defiende las convenciones sociales y la
moral basada en el autoritarismo, tomando en cuenta el concepto de moral desde
Dewey, quien la define como:

No un acto impuesto desde fuera de la persona, pero tampoco,


estrictamente, como una razón práctica separada de las tendencias y deseos
que, en Kant, se oponen a ella; más bien su pensamiento refleja como moral
el hecho o el acto en sí, su aparición. En otras palabras, para Dewey, no hay
teoría interpretativa y práctica del hecho moral, sino que la teoría constituye
el acto ideal y la conducta constituye su discernimiento. Con tal tesis la moral
debe partir de la vida, formulada en términos de vida, pues las teorías
morales no son más que instrumentos intelectuales creados con el propósito
de guiar la conducta en circunstancias sociales determinadas.1

1
Zerpa, Caarlos E. Tres teorías del desarrollo del juicio moral: Kohlberg, Rest, Lind. Implicaciones para la
formación moral. vol. 13, núm. 23. Caracas, Venezuela: Lauren, 2007 p. 140

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Elaboró: Claudia Yolanda Ortega García

Bernarda Alba es la encargada de representar el concepto de moral, y la actitud que


proclama por encima de todo la libertad de pensar y actuar está representada por
Adela. En esta dicotomía se encuentra el tema más importante y que va a dar
estructura a la obra y los demás temas (secundarios) completan la visión dramática
de nuestro autor.

Esta obra de teatro llamada “La casa de Bernarda Alba” fue escrita por el
dramaturgo y poeta español Federico García Lorca, nacido el 5 de junio de 1898 en
Fuentevaqueros, España. Él estudió filosofía y letras y aunque le gustaba mucho la
poesía y el teatro se inclinó más por este último y sus obras siempre iban sobre una
corriente modernista que era más evidente en su lírica. García Lorca murió en
Víznar, España el 19 de agosto de 1936.

Esta obra fue escrita en el año 1936, poco antes del fallecimiento del escritor,
pero se publicó hasta 1945 y esto posiblemente porque tiene un gran trasfondo
social que toca el tema del clasismo y de forma muy evidente la opresión a la
mujer. En este texto escrito por García Lorca se encuentran elementos propios de
la España de comienzos del siglo XX y es evidente la ausencia de personajes
masculinos.
La obra se desarrolla en la casa de Bernarda Alba donde ella, sus hijas y sus
empleadas pasan toda la trama; estas mujeres se encuentran en luto, pues
recientemente el segundo esposo de Bernarda ha muerto; las mujeres son
reprimidas por la imponente figura de su madre y por esta misma represión en ellas
comienzan a nacer pasiones. Bernarda se muestra como una mujer que sigue las
convenciones y el “qué dirán”.

El luto que guardan dentro de la casa se ve afectado tras la llegada de Pepe


el Romano quien comienza a pretender a la hija mayor, Angustias; después ambos
empiezan una relación de noviazgo, pero él comienza tal relación con ella por el
interés que tiene de la fortuna que Angustias va a heredar. Cuando todas las
hermana se enteran de la nueva relación de la mayor comienzan a desatarse

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Elaboró: Claudia Yolanda Ortega García

pasiones y celos y todo esto llevará al suicidio de la hermana menor, Adela, quien
no acepta las imposiciones de la madre porque tiene deseos de libertad y quien es
la más rebelde de todas.

Los dos personajes importantes a confrontar en este texto son, por un


lado: Bernarda Alba quien es la madre de 5 hijas (Angustias, Magdalena, Amelia,
Martiria y Adela) y es la encargada de mantener la moralidad dentro de la casa
puesto que es una persona de carácter fuerte que en varias ocasiones parece no
tener sentimientos, y, por otro lado, Adela quien es la hija menor de Bernarda y la
más rebelde de todas, ella tiene el deseo de libertad, además de ser la única que
se atreve a confrontar y desafiar las ordenes impuestas por su madre y por su
personalidad también se generan roces con sus hermanas.

Magdalena: Pues, ¿no estabas dormida?


Adela: Tengo mal cuerpo.
Martirio: (Con intención.) ¿Es que no has dormido bien esta noche?
Adela: Sí.
Martirio: ¿Entonces?
Adela: (Fuerte.) ¡Déjame ya! ¡Durmiendo o velando, no tienes por qué meterte en
lo mío! ¡Yo hago con mi cuerpo lo que me parece!
Martirio: ¡Sólo es interés por ti!
Adela: Interés o inquisición. ¿No estabais cosiendo? Pues seguir. ¡Quisiera ser
invisible, pasar por las habitaciones sin que me preguntarais dónde voy! 2

Se muestra en el texto un mundo interior representado por los personajes y


sus relaciones emocionales y sociales; los conflictos que se desarrollan dentro del
espacio de la obra (la casa) y los sentimientos que se van desarrollando en todo el
drama por situaciones que salen del control de los personajes.

Además de la oposición entre dos de los personajes principales de la obra


dramática (Bernarda Alba y Adela) son notorios temas secundarios que en algún
punto también muestran importancia a lo largo del texto, pero que no pueden
considerarse ejes fundamentales de la acción dramática. Se encuentra como tema

2
García Lorca, Federico. Obras completas, Madrid: Aguilar, 1954 pp. 1390 – 1391

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Elaboró: Claudia Yolanda Ortega García

una historia de amor, hipocresía de los personajes; tanto principales como


secundarios.

Adela quien tiene la necesidad de expresar sus emociones se ve reprimida


por la imposición del resto de los personajes envueltos en la trama de la obra, a
pesar de esto, ella intenta luchar por sus ideales de libertad, que el filósofo Dewey
desarrolla como:

[…] posibilidad de elección pero un tipo de elección orientada por una


voluntad comprendida como una facultad cuyo rasgo característico era la
indiferencia, la capacidad de elegir un camino u otro sin ser movido por algún
impulso o deseo en particular. Las comprensiones de libertad así constituidas
8 fueron un fiel reflejo de una visión dualista y escindida de los individuos
según la cual sus acciones y elecciones eran más el producto de fuerzas
externas que de sus propias emociones y sentimientos.3

Podemos observar en el personaje de Adela elementos que hacen notable la


diferencia de pensamientos, evidente, que tiene en comparación de sus hermanas
y las demás mujeres que coexisten en su entorno, algunos de estos rasgos que este
personaje muestra son más bien simbólicos, como en el color de su abanico, que a
diferencia de los de sus hermanas y madre (que son negros), el de Adela es verde
y esto muestra una falta de obediencia puesto que la casa está de luto por la reciente
muerte del único hombre de la familia, el esposo de Bernarda; además del abanico
este color vuelve a aparecer varias escenas después cuando, otra vez, la hija menor
porta un vestido verde sin importarle, de nueva cuenta, el duelo por el que están
pasando, pues ya está cansada del luto.

De la misma forma que Adela muestra elementos que advierten su


personalidad; Bernarda también, pues en todas las escenas en las que aparece
lleva consigo un bastón que, aunque no necesite para poder caminar, lleva a todos
lados a donde vaya, pues este objeto es el que le da seguridad a Bernarda, es un

3
Figueroa Castillo, Manuel Andrés. El concepto de libertad en la filosofía de John Dewey [en línea] 31 de
junio de 2008 [fecha de consulta: 2 de diciembre de 2017] disponible en
http://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/filosofia/tesis08.pdf

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Elaboró: Claudia Yolanda Ortega García

símbolo de su tiranía y de la imposición sobre sus hijas y criadas. Con él demuestra


que ella es la única que tiene la autoridad y el derecho de mandar a las personas
que viven en la casa.

La casa en sí misma se muestra como un componente importante para


explicar la dicotomía, ya antes mencionada en el texto, que existe dentro de la obra,
puesto que es un referente de la represión y la falta de libertad que vivían las
mujeres que la habitaban, pues estaban encerradas como si fuera una prisión y
aunque este espacio contaba con puertas y ventanas, que son objetos que en teoría
deberían facilitar la libertad y el poder salir al exterior, por el contrario les obstruyen
la salida, las aprisiona y les quita la libertad, por eso Bernarda siempre impide que
las abran, ya que para establecer su jerarquía las mantiene cerradas y esto también
le ayuda a impedir que sus hijas miren a los hombres y así no puedan tener deseos
“impuros” o carnales.

Retomando la importancia de los colores, y lo que representan, hay dos que


son muy repetitivos durante el desarrollo de todo el texto y estos van a ser el blanco
y negro, tomando en cuenta que estos dos son opuestos. El color blanco está
plasmado en las paredes de la casa, representando la libertad y la vida, el deseo
que tiene la hija menor por no seguir las normas que le quieren imponer. El negro
representado en el luto que las mujeres mantienen a lo largo de toda la obra, que
significa el encierro, el odio y la envidia, ya que están de luto por la reciente muerte
del esposo de Bernarda, pero que también presagia la muerte.

El deseo de libertad, que siente Adela, no es el único tipo de deseo dentro de


la casa de Bernarda, pues también nos encontramos con que después de la llegada
de Pepe el Romano, a la vida de las mujeres de la casa, empiezan a desarrollarse
entre las hijas deseos “carnales” pues nunca habían tenido contacto, directo, con
un hombre, además de su padre, recién fallecido. “El deseo es la esencia misma

5
Elaboró: Claudia Yolanda Ortega García

del hombre en cuanto es concebida como determinada a hacer algo en virtud de


una afección cualquiera que se da en ella”.4

Durante el desarrollo de la obra hay varias constantes y una de ellas es el


excesivo calor que existía en el pueblo donde se sitúa la casa y esto es importante
mencionar porque este clima contribuía a los constantes roces de las hermanas y
el mal humor que ellas constantemente tenían, también representa el calor interno
que sienten, todo ese deseo que no pueden externar, pero que ahí está, reprimido
por imposición de Bernarda. Sobre esta misma línea encontramos como
instrumento el agua, pues en algunas escenas, las hijas de Bernarda tienen sed,
como referencia al deseo sexual que sienten. En fragmento Magdalena se levanta
en madrugada a refrescarse y se encuentra con Martirio ella le expresa su deseo
de que lleguen las lluvias por todo el calor que siente.

-PONCIA. ¿No te habías acostado?


-ADELA. Voy a beber agua. (Bebe en un vaso de la mesa.)
-PONCIA. Yo te suponía dormida.
-ADELA. Me despertó la sed. ¿Y vosotras no descansáis?
-CRIADA. Ahora. 5

Retomando el personaje de Pepe el Romano es importante resaltar que su


llegada es para casarse con la hija mayor (Angustias) pues es la que va a heredar
la fortuna de la familia y para ello debe tener un esposo, ya que por ser mujer no
puede recibir una herencia, pero Angustias no es la única de las mujeres que pone
los ojos en él; la mayoría de las hermanas comienzan a desear tener acercamientos
con él, pero va a ser Adela quien sea la que tenga más contacto con Pepe y
mantenga una relación secreta con él a pesar de saber que es el futuro esposo de
una de sus hermanas.

4
Higueras Galán, Esteban. Definición de deseo. Spinoza. Microfilosofía [en línea] 1 de noviembre de 2010
[fecha de consulta: 25 de noviembre de 2017] disponible en
http://www.microfilosofia.com/2010/11/definicion-de-deseo-spinoza.html
5
García Lorca, Federico. Op cit. p 92

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Elaboró: Claudia Yolanda Ortega García

Adela no detiene su relación hasta que sus hermanas se enteran y la


enfrentan, aunque ella no muestra arrepentimiento por ello en ningún momento. A
raíz de esto decide terminar con su vida, esto, idóneamente, serviría para hacer que
Bernarda entendiera el daño que producía en sus hijas con su represión, pero, al
contrario, Bernarda, después de la muerte de Adela, se ve más preocupada por las
normas y la obediencia, no es el hecho de que su hija este muerta lo que le afecta,
más bien se preocupa de su desobediencia y de cómo se van a ver frente al pueblo,
por eso ordena que no lloren y que mantengan frente a todos la imagen de que
Adela murió virgen a pesar de no haber sido así y perder la castidad con el futuro
esposo de su hermana Angustias.

Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio! (A otra
hija.) ¡A callar he dicho! (A otra hija.) ¡Las lágrimas cuando estés sola! ¡Nos
hundiremos todas en un mar de luto! Ella, la hija menor de Bernarda Alba,
ha muerto virgen. ¿Me habéis oído? Silencio, silencio he dicho. ¡Silencio!6

Que si bien las hermanas de Adela se ven afectadas por su repentina muerte,
al final, no les queda más que aceptar las ordenes de su madre y seguir con su vida,
tratando de aparentar que son una familia totalmente respetable que vive dentro de
los límites establecidos de la moral. Bernarda pasa la obra tratando de tener en alto
la moral y el honor, no sólo de ella, sino de toda su familia, defiende cosas como la
virginidad, el matrimonio, el orden, la obediencia y establece la superioridad que
tiene un hombre frente a la mujer. Adela es una representación de los ideales de
libertad que se van a ver obstaculizados por la constante represión de elementos
externos a ella, en este caso Bernarda.

6
García Lorca, Federico. Op cit. p 91

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Elaboró: Claudia Yolanda Ortega García

Bibliografía

FIGUEROA Castillo, Manuel Andrés. El concepto de libertad en la filosofía de


John Dewey [en línea] 31 de junio de 2008 [fecha de consulta: 2 de diciembre de
2017] disponible en http://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/filosofia/tesis08.pdf

GARCÍA Lorca, Federico. Obras completas, Madrid: Aguilar, 1954

HIGUERAS Galán, Esteban. Definición de deseo. Spinoza. Microfilosofía [en


línea] 1 de noviembre de 2010 [fecha de consulta: 25 de noviembre de 2017]
disponible en http://www.microfilosofia.com/2010/11/definicion-de-deseo-
spinoza.html

ZERPA, Caarlos E. Tres teorías del desarrollo del juicio moral: Kohlberg,
Rest, Lind. Implicaciones para la formación moral. vol. 13, núm. 23. Caracas,
Venezuela: Lauren, 2007

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