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SER MUJER:

UNA CONSTRUCCIÓN
SOCIAL QUE INCIDE
EN LA SALUD

María EIsa Gutiérrez M.*

RESUMEN
El artículo pretende mostrar que la salud y la enfermedad de la mujer así como la identidad de género
de la misma, son construcciones sociales que se transmiten a través del proceso de socialización en el
seno de la familia y con el aporte de la misma mujer. En una primera parte se ilustra sobre la influencia
de la cultura patriarcal, posteriormente se muestran las creencias y dentro de éstas el peso que ha tenido
la religión católica en la construcción de esa imagen social tan disminuida, desvalorizada, postergada
de la mujer en la sociedad colombiana y cómo hasta los hechos biológicos ligados a su feminidad poseen
connotaciones negativas, de suciedad, de enfermedad, de pecado, de culpa.

Introducción que a través del proceso de socialización van


a contribuir en esa construcción social de la

A
tualmente encontramos una convergen- propia identidad. Nos interesa mostrar que la
cia en la mirada de la problemática salud- salud y la enfermedad van de la mano con
nfermedad, de las corrientes más pro- estas construcciones sociales.
gresistas del conocimiento, (no exclusivas de las
ciencias de la salud) que colocan en serio cues-
tionamiento tanto los paradigmas epistemológi- La cultura: sustento
cos comolas intervenciones profesionales tradi- de la identidad personal
cionales alrededor de la salud-enfermedad. La cultura es una construcción histórico-so-
En esta perspectiva se ha tornado la mirada cial en permanente evolución, que lejos de
escrutadora hacia las percepciones de los suje- constituir un conjunto de hechos cerrados,
tos objetos de las acciones de salud y de los implica la creación y reproducción constante
sujetos que las proveen, hacia el universo com- de un sistema de representaciones simbólicas
partido de construcciones sociales en torno a su que dan cuenta de las relaciones entre los
propia manera de sentir y vivir los distintos seres humanos, y entre éstos y la realidad, o
fenómenos que componen la vida en las mani- sea que ''la cultura no existe en sí misma, sino
festaciones de la cotidianidad, hacia la herencia en lo que se hace, se piensa, se cree, en fin, se
social oonlas redes subyacentes, que enmarcan vive'". A partir de las diferencias biológicas
la forma en que se hace, se vive, se enferma y se existentes entre el sexo femenino y el sexo
muere en una determinada sociedad. masculino, la cultura ha creado la construc-
ción social de género, que determina las iden-
Nos interesa mostrar que en la cultura y las
creencias arraigadas nuestras y de las gentes,
encontramos buena parte de estas influencias 1. VACA B., Rocío.· La cultura, el género y la fecundidad. Un
acercamiento a la roproducción del campesinado andino
en el Ecuador. En: Mujeres de los Andes, condiciones de
Profesora Asociada. Departamento de Psicologla Univorsi- vida y salud, IFEA -Universidad Externado de Colombia,
dad Nacional de Colombia. Bogotá, 1992, p. 82.
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tidades masculina y femenina, diferenciación La labor que cumple la familia en el desarrollo


tajante frente a las obligaciones y prerrogati- del proceso de diferenciación sexual continúa
vas de uno y otro en la sociedad. siendo marcada por la discriminación de la
mujer. De este modo, la madre reproduce y
Teniendo en cuenta lo anterior, y el hecho de perpetúa su condición de inferioridad frente
que el inicio del proceso de socialización de las al hombre a quien subordina sus posibilidades
nuevas generaciones tiene lugar en la esfera de desarrollo y su proyecto de vida, generando
de lo privado y cotidiano de la vida familiar, en las niñas el desarrollo de sentimientos de
-y durante siglos reproducidas por las mis- minusvalía, dependencia y pasividad sexual,
mas mujeres-, resulta de vital importancia y dificultando en extremo la construcción de
volver la mirada hacia la cotidianidad, la es- una identidad femenina que la impulse al
fera menos pensada, el reino de lo no conscien- desarrollo máximo de sus posibilidades; en los
te, lo espontáneo e improvisado, cuando debe- hijos varones, favorece el desarrollo de senti-
ría ser todo lo contrario en razón del papel que mientos y actitudes de sobrevaloración frente
ha jugado en la conservación del estado de a la mujer acompañado de una notoria inca-
desequilibrio social y del que debe jugar en el pacidad para dar y recibir afecto. Esta situa-
proceso de construcción de una sociedad en la ción comporta además un inevitable aumento
cual, hombres y mujeres estén en posibilidad en los niveles de deshumanización de todos los
de realizar plenamente sus necesidades y po- miembros del núcleo familiar.
tencialidades humanas.
El aislamiento, el desarraigo, la impersonali-
dad de las ciudades, el distanciamiento de las
...En cualquier cultura se puede nacer hom- presiones ejercida por la familia extensa, y la
bre o mujer pero las costumbres del grupo vinculación cada vez más activa de la mujer al
social entran a condicionar profundamente mercado laboral, dificultan el control ejercido
los comportamientos que en la vida cotidiana por el hombre sobre la mujer. Frente al debilita-
se esperan de un hombre o de una mujer.
miento de los mecanismos de control, el hombre
Obviamente hay diferencias entre los sexos,
que son, claro está, biológicas; pero las dis-
reacciona ejerciendo de manera más rígida e
tintas culturas parten de estas diferencias y inflexible su poder. De este modo la sexualidad
las utilizan para crear los mundos de lo "mas- de su mujer es el primer blanco de control y el
culino" y lo "femenino". Y éstos se presentan impedirle planificar su descendencia uno de los
igualmente como "naturales" y obvios. La mecanismos más usados",
cultura crea, entre muchas otras, las catego-
rías del género mediante formas simbólicas Los efectos negativos del modelo de poder
y asociaciones que determinan formas de masculino sobre la salud de la mujer son múl-
comportamiento culturales, no naturales2. tiples. Tanto la OPS, como varios estudiosos
del problema registran que, en Colombia co-
mo en la mayoría de los países latinoamerica-
La representación social nos se observa la tendencia a realizar la dis-
de la mujer en el contexto tribución de alimentos al interior del hogar de
de una cultura patriarcal acuerdo a lajerarquía establecida, de manera
tal, que el padre y los hijos varones reciben
Con ligeras variaciones regionales, el modelo mayor cantidad y calidad de alimentos en
de familia patriarcal constituye el modelo de detrimento del balance nutricional de la ma-
conformación familiar imperante en Colom- dre y las hijas mujeres.
bia. Según este modelo, legado de la cultura
hispánica, la jefatura económica y el ejercicio Tal tratamiento diferencial sugiere estar aso-
ciado con la sobre mortalidad femenina que
del poder se hallan centralizados en el padre
exhiben algunos países de la región. La ane-
quien ocupa el máximo lugar en la jerarquía mia en la mujer adolescente y joven adulta,
familiar, lo cual le concede el poder necesario ha sido calificada como el problema de salud
para establecer y exigir el cumplimiento de
las normas y pautas de comportamiento que
garantizan la conservación de este poder. 3. En la encuesta sobre uso de anticonceptivos, el porcentaje
más alto después de la primera causa -{JI deseo de tener
un hijo-, sobre el no uso de anticonceptivos, es la oposición
2. EL GAZI. Jeanine; CALLE, Horado.- La vida colidiana del esposo. Ministerio de Salud, Instituto Nacional de Sa-
'el pan nueslro de cada die'. En "Diversidad es riqueza". lud, Encuesta Nacional de Conocimientos, Actitudes y
Instituto Colombiano de Cultura. Consejerfa Presidencial Prácticas de Salud: 1986-1989. Prevalencia de uso de
para los derechos humanos, Santafé de Bogotá, t992. métodos anticpnceptivos. p. 88. Bogotá, 1990.
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más importante; aspecto que afecta la capa- elemento más de la subordinación 'natural'
cidad productiva física e intelectual, provo- de la mujer6.
cando fatiga crónica y haciendo el cuerpo
vulnerable a la infección4•
El sistema de creencias:
un soporte de las representaciones
Esta postergación de la mujer que se inicia sociales de la mujer y de su salud
desde su infancia, sigue durante la adoles-
cencia y continúa durante la vida adulta, El sistema de creencias populares relativas al
tiene particulares efectos nocivos, más aún proceso de salud- enfermedad en Colombia, si
en aquellos hogares en los que se vive una bien presenta una notable riqueza de varia-
economía de subsistencia, efectos que se tra- ciones regionales, tiene raíces comunes en el
ducen posteriormente en deficiente salud legado de tres fuentes culturales médicas: la
reproductiva y altas tasas de morbi-morta- blanca (española), la india (americana) y la
lidad materno-infantil. negra (africana), diferentes en etnia y cultura,
pero con sistemas médicos parecidos,
Este hecho se traduce en una alta paridad,
generalmente acompañada de espacios in-
Se sabe que españoles y nativos dualizaban
tergenésicos muy cortos conformando el de-
en el arte de curar: un pensamiento y una
nominado "síndrome de agotamiento mater- práxis racionales coexisten con teoría y
no", el cual ha sido ampliamente asociado prácticas mágico-religiosas", La diferencia
con los altos Índices de morbilidad y morta- estaba en que el español portaba la cultura
lidad femenina". dominante y creía que sus conceptualizacio-
nes mágicas o religiosas eran las verdade-
Por otra parte el de verse obligada a aceptar ras y su legitimidad se contraponía las del
uno tras otro embarazos no deseados y de indio sometido, que entraba así al mundo de
sentirse totalmente expropiada del control de lo maléfico 7,
su propio cuerpo causa serios desequilibrios
emocionales, pues lejos de ser una experiencia Esto dio como resultado la medicina facultati-
gratificante, los embarazos en tales circuns- va, orientada por la academia y la medicina
tancias son causa de profundos sentimientos tradicional definida por el saber y la práctica
de frustración, angustia y progresiva desvalo- popular.
rización personal. Estos mecanismos de con-
trol se ejercen, por lo general, mediante la La influencia de estos dos sistemas determina
utilización de la violencia tanto física como conceptos diferenciales respecto al proceso de
psicológica, siendo evidentes sus nefastos
efectos en la salud física, mental y emocional
de la mujer. ASÍ, 6. OPS.- Estrategia global y metas. p. 3.
7. "España aportó sin quorer, o negándolo, la transfusión de
su magia medieval y de su religión mágica y la cultura
El maltrato físico y las diferentes manifesta- aborigen hizo otro tanto ... Aquí no había brujas,. ni ánimas,
ciones de la violencia contra la mujer tanto pero si seres sobrenaturales en convivencia con el chamán.
dentro como fuera del hogar, reviste hoy en Los esplritus protectores de la cabeza médica nativa, en la
día caracteres endémicos y cruza las fronte- magia blanca, podlan confundirse con el alma de un santo
bienhechor y los de la magia agresiva con el diablo católi-
ras de países, culturas y clases sociales. Al
co. Las contras mágicas que precavlan las enfermedades
sub registro de los casos de abuso, se añaden del peninsular, también las hablan en la cultura india. Los
los obstáculos de la falta de apoyo del sistema chamanes nativos despuéS de su largo proceso formativo,
judicial y la propia ceguera que genera la se 'cerraban' a la enfermedad y los amuletos hispánicos
racionalización de su ocurrencia como un tenlan, como las reliquias cristianas, el mismo fin. Se podlan
igualar las oraciones católicas a las imprecaciones del
chamán. Los demonios de la religión española al 'meterse'
en una persona, 'enduendarla', hacían tanto mal, corno el
4. OPS.- Estrategia global, metas y lineas de acción de la
que produclan los esplritus maléficos que se indulan en el
cooperación técnica sobre mujer, salud y desarrollo 1992- cuerpo de los pacientes del médico indio ... Los curanderos
1993, Washington, D.C., 1991. Al respecto véase también:
mestizos aprendieron parte del ceremonial indio, tomaron
RANCE, S. Planificación familiar se abre el debate. Cona-
su farmacopea vegetal y la vistieron con el saber hispánico.
po, La Paz, 1990, p. 192; OPS. La salud materna un A su vez, el médico español se agachó al suelo americano
perenne desafio, Bogotá, 1992, p. 9. para utilizar las yerbas, ante la escasez de sus medicinas,
5. Cfr. LI, Diana. - Barreras que afectan el cuidado de la salud y el negro debió sobrevivir en las 'palenqueras' con descu-
reproductiva, en: mujeres de los Andes, condiciones de brimientos imprevisados por él, o en ma.ios de la sabidurla
vida y salud, IFEA, Universidad Externado de Colombia, del indio", GUTIERREZ DE PINEDA, Virginia,- Medicina
1992 y los documentos de la OPS: La salud materna, tradicional de Colombia. Magia religión y curanderismo.
perenne desafio, 1992; y prevenci6n de la mortalidad ma- Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1985. Vol. 11.
terna en las Américas. Washington, D.C., 1992. pp 23-24.
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salud-enfermedad y condiciona la conducta a cion de la especie como son el embarazo y


seguir de los individuos influidos cultural- parto, adquirieron el sinónimo de enferme-
mente por uno u otro sistema. Así por ejemplo, dad, de dolor, castigo, de sufrimiento dado por
Dios en forma muy merecida.
La mestruante o la embarazada que acude al
ginecólogo, plantea no su estado fisiológico ... A la mujer dijo: multiplicaré en gran ma-
sino su "enfermedad". Está convencida que nera los dolores en tus preñeces; con dolor
ambos estados lo son, pues su legado cultural darás a luz tus hijos; y tu deseo será para tu
le ha enseñado a afrontarlos bajo tal formaS. marido (tu voluntad será sujeta a tu marido),
y él se ensoñará de til1.
Los anteriores ejemplos no se proponen cues-
tionar o negar la validez y eficacia del sistema La religión católica incubó las enfermeda-
de medicina tradicional en su conjunto, tan des punitivas que se entrabaron en la cul-
solo pretenden ilustrar cómo las arraigadas tura del mestizo fácilmente, porque la ma-
creencias populares influyen tanto en la con- gia de origen totémico recordaba la sanción
ceptualización de la enfermedad como en las al comportamiento ético desajustado, con la
acciones que las gentes realizan para luchar enfermedad 12.
contra ella, las cuales, en ocasiones, ponen en
peligro, no solo la salud y la vida individual, El efecto de la representación social de la
sino las de toda una población", enfermedad como resultado de la acción vin-
Tanto la religión católica como las mitologías dicativa de Dios en respuesta a las infraccio-
indígenas americanas 10, han tenido un nota- nes cometidas, se traduce en el hecho de que
ble influjo en el sistema de creencias relacio- la salud no puede ser asumida como una con-
nadas con la conceptualización de la mujer quista personal y social en pos de la cual es
como elemento introductor de la enfermedad, necesario movilizarse. Por lo cual, el logro de
la muerte y el pecado y como causante de la la salud constituye algo que se escapa de las
pérdida de la armonía reinante en el "paraiso" posibilidades de acción del ser humano. Pues-
terrenal. Además de caracterizarla comoinci- to que la salud es un bien que la divinidad
tadora del mal, y de ser la causante de la otorga o quita a su arbitrio, al hombre no le
pérdida del equilibrio reinante en el momento queda otra salida distinta a sufrir con resig-
de la creación del mundo, comoparte de su ser nación la consecuencia de los pecados propios
mujer, sus funciones propias de la reproduc- y ajenos.
El asignar como impúdicas y pecaminosas a
8. Idem. p. 19. las zonas del cuerpo humano relacionadas con
9. Entre la gran cantidad de creencias encontrada por las la sexualidad ha determinado en gran parte,
investigadoras podemos mostrar las más sobresalientes que aún en nuestros días muchas mujeres,
en torno a los grandes temas. especialmente de los sectores populares, pre-
1. En torno a las relaciones sexuales durante el embarazo.
2. Predicciones del sexo del hijo según la forma del
senten un gran desconocimiento de su propia
abdomen de la gestante. conformación anatómica y del funcionamien-
3. Creencias en torno a los alimentos. to de su organismo, lo cual representa una
4. Vivencias del embarazo y parto como estados patoló- limitación importante para el cuidado y con-
gicos y creencias en torno a "esta enfermedad".
servación de su salud.
5. Creencias sobre comportamientos a evitar.
6. Algunas creencias preparan al parto.
7. En el puerperio existen un grupo de creencias sobre la
lactancia y la llamada "dieta" o cuidados postparto. Estas 11. GENÉSIS, pp. 3, 4 Y 16.
creencias buscan recuperar a la mujer de una "enfermedad". 12. ldem. p. 26. Y más adelante agrega "Enfermedad y
8. Creencias sobre la lactancia. muerte adquieren una significación punitiva que la men-
\(ILLARRAGA DE RAMíREZ, Liliana y BARROSO NI-
talidad popular reinterpreta de acuerdo con sus concep-
NO, Maritza. - Maternidad vivida. Una alternativa para la
ciones religiosas: el chismoso es castigado con dolencias
salud mentaL Ed. TRAZO l.tda. Proyecto AIMIDEC, Fun-
en sus órganos de fonación; el lujurioso, con anomallas
dación Kellog, Universidad Nacional de Colombia. 1990.
pp. 39, 40y 41. en su aparato reproductor o con venéreas; el vanidoso
con enfermedades que afean o mutilan ... , etc. Los acci-
10. La mitologla muisca, como algunas americanas y la me-
dentes también sugieren advertencias de la divinidad y si
diterránea (España) han establecido una dualidad entre
el sol y la luna, que parangonan con la relación hombre son fatales una sanción colérica divina ... La enfermedad
mujer. En la muisca, el sol es el hombre y la mujer es la de tipo religioso puede dar un status diferido: no la pade-
luna ... Los dos antagonizaron y la luna Huitaca, elemento ce el pecador directamente, se desvla y cae sobre uno
divergente, destruyó los principios del héroe civilizador de sus seres queridos ... También es una prueba de la
Bochica 'rompio con todos sus principios y desorganizó voluntad de Dios, que pone en entredicho al enfermo para
la sociedad' exigiendo su presencia punitiva". temnlar su fe".
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En este orden de ideas, cobra particular im- dose en las apreciaciones de Duarte!", que la
portancia el concepto de morbilidad sentida alta correlación existente entre la vivencia del
de una población, desarrollado por Urrea y sufrimiento y las enfermedades nerviosas es
otros y definido como "el conjunto de eventos el resultado de una representación colectiva o
en la vida de las personas y sus familias que de imaginario popular según el cual, la mujer
la misma población clasifica, denomina e in- nerviosa es el resultado, no sólo de la consti-
terpreta, bajo sus códigos socioculturales, co- tución de las fibras de su sistema nervioso y
mo de carácter patológico o morboso, en cuan- de la sensibilidad propia de su género en ra-
to ruptura de sus condiciones de salud y zón de ser portadora de un órgano tan alta-
bienestar, también vistas a partir de sus pro- mente simpático como es el útero, sino tam-
pios esquemas interpretativos y cognitivos so- bién por estar expuesta a toda serie de abusos
bre el cuerpo, la salud y la enfermedad. En antinaturales que acaban por entristecerla y
este sentido, dicha percepción se basa en una debilitarla.
percepción 'subjetiva' de la comunidad, de có-
mo vive y sufre 'sus' enfermedades-". Nos encontramos nuevamente aquí ante el
hecho de que el modelo de medicina y en
Consideramos que dicho concepto merece ser general de los profesionales de la salud, no
ampliado y analizado en profundidad pues sólo carece de una perspectiva psicosocial
constituye una importante herramienta con- y sociocultural, sino además de una pers-
ceptual para el diseño, implementación y eje- pectiva de género. Es así como los proble-
cución de políticas y programas de salud que mas de salud de la mujer que no están
se propongan incidir en el mejoramiento de directamente relacionados con su función
las condiciones de vida de los sectores popula- reproductiva sino que están determinados
res, puesto que permite un mayor acercamien- por la constante mutilación de sus posibi-
to y, por lo tanto comprensión, de los fenóme- lidades de desarrollo como ser humano
nos psicosociales que inciden en la salud y integral, por ser víctima permanente e im-
bienestar de las comunidades a nivel de su potente de múltiples formas de violencia,
cotidianidad y subjetividad. discriminación y desvalorización social,
son asumidos por la medicina profesional,
Así mismo, el estudio realizado por Urrea y en el mejor de los casos con actitudes con-
Zapata en el Distrito de Aguablanca de Cali, descendientes, siendo por lo general sub-
uno de los sectores más amplios y más depri- valorados, minimizados y desconocidos.
midos socioeconómicamente de esta ciudad,
muestra cómo la ausencia de un enfoque psi- Este abrumador cúmulo de factores negati-
cosocial y sociocultural en la práctica médica
vos, cuyos efectos adquieren mayor gravedad
institucional, la coloca en condiciones de seria en la medida en que se agudizan las condicio-
desventaja frente a la práctica médica tradi-
nes de extrema pobreza, van minando paula-
cional, en cuanto a la eficacia en el tratamien- tinamente la autoestima y el deseo de vivir de
to de las enfermedades nerviosas o sociocultu-
las mujeres que lo padecen, conformando así
rales, las cuales, según estos autores, no son los cuadros depresivosl'', los cuales, no por
otra cosa que la inscripción que los miembros causalidad, se dan con frecuencias dos y hasta
más vulnerables de las familias (las mujeres
tres veces más altas entre las mujeres que
y los niños), hacen en sus propios cuerpos de
entre los hombres. De este modo, el conjunto
las diversas formas de violencia que deben
de síntomas que presentan las mujeres (ja-
soportar cotidianamente.
queca, cefalea, fatiga, ansiedad, insomnio, ex-
El síndrome de los nervios constituye una de presados por ellas como ''tristeza'', "desalien-
las manifestaciones por excelencia del sufri- to", "desespero", "ataques", y "ahogo'') y que
miento. En el caso de las mujeres, que es el son la manifestación de su manera de vivir y
que hoy nos ocupa, los autores señalan, basán- sentir el sufrimiento de su condición marginal

14. DUARTE, L.F.. La vida nervosa nas c/asses uebetnsdo-


13. URREA, F., BARRERAS, M.A.; PUERTO, F. Y ZAPA·
ras urbanas, Jorge Zaar Editor/CNPq, Rlo de Janeiro,
TA, D.' Familias y mujeres según perfiles sociodemoqre-
1986.
ficos y de salud en la comuna 14 del Distrito de Aguab/an·
15. Que la depresión femenina es causada más por factores
ca (Cali). Informe de avance Proyecto CEUCSA·
psicosociales asociados con las construcciones sociales
UNIVALLE y Secretaria de Salud de Cali: "Prácticas po- de género, que por factores relacionados con el funcio-
pulares de salud y estrategia de atención primaria en namiento hormonal propio de su sexo, es una afirmación
Cali"; mimeo, inédito, Cali, 50 páginas. Citado por Urrea ampliamente aceptada dentro de las corrientes biopsico-
y Delgado, Op. cit. p 178. sociales do la modicina actual.
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en sus familias'", ha sido durante años rotu- emocional. Muchas veces a esto se suma la
lado cómodamente por la medicina occidental violencia que se ejerce sobre ella ya sea física,
como''histeria femenina". En consecuencia, el o sexual, por lo cual no es extraño encontrar
"cuerpo" enfermo es tratado con fármacos y/o cuadros acentuados de depresión, comoforma
con terapias psiquiátricas encuadradas den- de reaccionar ante el cuadro complejo que
tro de la concepción organicista, cuando las hemos descrito, en el cual su autoestima está
causas de la enfermedad rebasan estos estre- muy por debajo de la ya baja "normalidad".
chos límites.
Las alternativas de solución que buscan las
En esta perspectiva analítica de la salud de la
mujeres en esta condición las encierra en el
mujer Bonilla y Rodríguea'", muestran que
hay un sinúmero de aspectos en interrelación círculo vicioso en el que transcurre su coti-
que llevan un autopostergamiento de sus ne- dianidad, sin encontrar una verdadera solu-
cesidades personales y del cuidado de su sa- ción. Estas son: comentar con las vecinas, o
lud; lo cual ayuda a agudizar el panorama acudir a la iglesia en busca de consuelo y/o
desalentador, donde se presentan los sínto- buscar el consejo del sacerdote para calmar
mas de desajuste, pero la mayoría de las veces la culpa que les produce su estado emocio-
no se llega a la etiología de los mismos. Así, nal; o recurrir a los medios mágicos, a la
las extenuantes jornadas laborales remune- medicina tradicional, y esperar que la enfer-
radas y no remuneradas de la mujer trabaja- medad de los "nervios" o de la "cabeza" como
dora de escasos recursos y de la mujer campe- popularmente se le denomina a los desequi-
sina; conducen a un stréss y a una crisis librios emocionales, se calme.

16. URREA y ZAPATA.- Op. cit. p. 188.


17. BONILLA CASTRO, Elsy; RODRíGUEZ S. Penélope.-
Fuera del cerdo. Mujeres, estructura y cambio social en
Colombia. Ed. Agencia Canadiense de desarrollo interna-
cional. Santaré do Bogotá, 1992. p. 62,

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