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Informe
Miguel Huerga y
mayo, 2005
Estudio Sectorial Agrícola Rural 2
Banco Mundial/Centro de Inversiones FAO
Argentina
D. LA CONTAMINACION AMBIENTAL
PERSONAS CONSULTADAS
BIBLIOGRAFIA
ANEXOS
Anexo 1: El sector agropecuario: importancia en la economía y probable evolución
Anexo 2: Listado de plaguicidas prohibidos
Mapa 1
La República Argentina. División Política y países limítrofes
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Este Informe sobre el control de las plagas agrícolas es parte del Estudio Sectorial
Rural, hecho por el Banco Mundial en colaboración con la FAO, a los fines de: i) actualizar el
conocimiento del sector agropecuario argentino; ii) ayudar en el diálogo del Banco y los
organismos gubernamentales y, iii) mejorar el enfoque estratégico de los programas para el
sector rural 1. Centrado en la evaluación del crecimiento de la producción agropecuaria y en el
estado de la pobreza rural, el Estudio Sectorial aborda, en forma específica, estos temas:
Comercio Exterior; Agricultura Irrigada; Expansión de la Frontera Agrícola; Régimen
Tributario; Agricultura de Contrato; Pobreza Rural; Control de las Plagas en la Agricultura y
Calidad y Sanidad de los Agroalimentos. Para todos estos temas se han elaborado los
correspondientes documentos.
El fin particular del presente Informe fue evaluar el papel que juega el control de las
plagas agrícolas en la sostenibilidad del crecimiento sectorial. Los planos de análisis
considerados en su elaboración fueron tres:
Los principales interrogantes que guiaron el trabajo en el primer plano fueron: ¿Cuál es
la importancia económica de las plagas en la agricultura? ¿Pueden afectar al crecimiento
sectorial? ¿Son accesibles las técnicas de control de plagas a todos los productores? ¿La
aparición de nuevas plagas y los casos de resistencia a los plaguicidas, tendrán impacto
económico en el sector? ¿Cuáles son las tendencias del mercado de plaguicidas? El análisis del
impacto del control de plagas fue guiado por estas preguntas: ¿Es adecuado el conocimiento
existente sobre los efectos tóxicos de los plaguicidas en el trabajador y en el poblador rural?
¿Cuál es la magnitud actual de la contaminación de aguas y suelos y de la mortandad de fauna,
en el medio rural? ¿Son inocuos los alimentos para el consumidor y adecuados a las
exigencias de las normas internacionales?
El papel del Estado y los particulares en el control de plagas y en sus efectos, fue
analizado en sus facetas legales e institucionales, desde tres ángulos: la prevención y asistencia
1
El responsable técnico del Informe es Miguel Huerga, consultor FAO y Sebastián San Juan fue asistente de investigación,
contratado por el Banco Mundial.
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Debe resaltarse que no han sido tratados con la profundidad necesaria, ciertos temas de
indudable importancia: i) el destino final de los plaguicidas obsoletos o degradados, sujetos de
un reciente programa de la FAO; ii) la higiene y seguridad del trabajador de la industria de
agroquímicos y, iii) la capacidad institucional de los organismos públicos sectoriales. Además,
con relación a la investigación en sanidad vegetal, sólo se identificaron las necesidades, sin
evaluarse los organismos que la ejecutan, ni sus programas y prioridades de estudio. Otro tanto
ocurrió con la profusa legislación fitosanitaria nacional y provincial: se hizo una identificación
de las normas vigentes y un análisis preliminar de las más importantes pero cabría hacer una
evaluación integral. Por último, para el análisis de los procedimientos aplicados en el control
de los alimentos frescos, se encontraron ciertas dificultades para obtener información sobre los
procesos vigentes.
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La exposición del Informe está organizada así: i) en los tres apartados iniciales se
presentan un glosario sobre los términos técnicos usados, la síntesis de los principales
hallazgos y conclusiones del trabajo y las sugerencias para una política de control de plagas;
ii) luego, pueden encontrarse los tres capítulos correspondientes al detalle de los grandes
temas del Informe (la producción vegetal y las plagas de la agricultura; los efectos del control
de plagas y del uso de plaguicidas y el papel del Estado y de los particulares en el control de
las plagas) y, iii) por último, hay dos anexos con información y la bibliografía.
Se ha procurado tratar en el Informe todos los aspectos del control de las plagas en la
agricultura en forma integrada. Esto exige observar la realidad con equilibrio, para atravesar
puente muy estrecho; a un lado, se puede caer en la utopía de alimentar al mundo con una
agricultura sin plaguicidas y al otro, en el pragmatismo hipócrita de negar los nocivos efectos
de los plaguicidas en el trabajador rural y en la vida silvestre.
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PLAGAS Y PLAGUICIDAS
Definiciones básicas
Estos términos legales y técnicos, incluidos con el fin de hacer más comprensible el
Informe, fueron extraídos de la legislación argentina vigente, las normas internacionales y la
bibliografía reconocida. Se han agregado además, conceptos aplicados por la FAO, organismo
de las Naciones Unidas dedicado a la agricultura y a la alimentación y por la Convención
Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF), organismo que, coordinado por la FAO, rige
los aspectos sanitarios y de calidad, del comercio de vegetales, en el marco de las reglas y
normas generales de la Organización Mundial del Comercio.
Plaga es, de acuerdo a los documentos de la CIPF, cualquier especie, raza o biotipo
vegetal o animal o agente patógeno dañino para las plantas o los productos vegetales.
Cuarentena vegetal es toda actividad destinada a prevenir la introducción o diseminación de
plagas cuarentenarias o para asegurar su control. Plaga cuarentenaria es aquella de
importancia económica potencial para un área determinada (región, provincia, país) cuando
aún esa plaga no existe o, si existe, no está extendida y se encuentra bajo control oficial. Plaga
no cuarentenaria reglamentada: su presencia en las plantas influye en el uso propuesto para
las mismas, con repercusiones económicamente inaceptables y que, por lo tanto, está
reglamentada en el territorio de la parte contratante importadora 2. Es necesario reiterar que
este Informe está referido exclusivamente a los vegetales cultivados y no considera las plagas
que afectan a los animales.
2
“Convención Internacional de Protección Fitosanitaria”. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación FAO. Nuevo texto revisado. Roma, 1999.
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El análisis fitosanitario que se hace en este Informe, requiere también una resumida
mención de los posibles métodos de control de plagas y enfermedades. En primer lugar, los
documentos de la CIPF, definen como control de una plaga a la supresión, contención o
erradicación de una población de plagas y al control oficial, como la observancia de la
reglamentación fitosanitaria y la aplicación de procedimientos fitosanitarios obligatorios, con
el objeto de erradicar o contener plagas cuarentenarias o cuarentenarias reglamentadas.
Organismo Nacional de Protección Fitosanitaria es el servicio oficial establecido por un
gobierno para desempeñar las funciones especificadas por la CIPF; en el caso de la Argentina
3
“Consecuencias sanitarias del empleo de plaguicidas en la agricultura”. OMS y PNUMA. Ginebra, 1992.
4
Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur - COSAVE - Agosto 2000.
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Los métodos y prácticas para el control de las plagas son numerosos, desde el simple
Control Químico Indiscriminado hasta el más complejo Manejo Integrado de Plagas. El
primer método se basa en aplicaciones repetidas de un conjunto variable de plaguicidas de
amplio espectro, con dosis predeterminadas, según un calendario de los cultivos y las plagas
que potencialmente los afectan. Estos tratamientos se aplican según el calendario, aún cuando
la plaga o enfermedad no esté presente en el cultivo. Este método es eficaz contra la plaga que
se pretende combatir y de adopción y ejecución sencillas para el agricultor. Desde otra óptica,
entre los métodos conocidos, es el que mayores probabilidades tiene de producir efectos
perjudiciales variados, por su énfasis en el uso de plaguicidas: i) puede generar resistencia al
agroquímico en la propia plaga; ii) este efecto a su vez, acarrea aumentos crecientes de costos
de producción; iii) afecta la salud del productor y del trabajador rural, en caso de que no se
practiquen estrictas medidas de seguridad; iv) es posible que afecte a las poblaciones aledañas,
en especial cuando se usa la aplicación aérea y v) en general, puede producir diversos
impactos ambientales negativos, como contaminación del agua y del suelo, reducción de la
biodiversidad y de la fauna predatora de la propia plaga.
Un concepto fundamental del MIP y que puede ser puesto en práctica de manera
individual o aislada, es el de Daño Económico. Este término alude no sólo a la presencia de la
plaga produciendo una lesión en el vegetal, sino y especialmente, al perjuicio en la cantidad y,
o calidad de la cosecha esperada. El Umbral de Daño Económico (UDE) es definido así: valor
de la intensidad de la plaga que causa pérdidas económicas en un cultivo, equivalentes al costo
de aplicación del plaguicida. Un concepto complementario y operativo es el Umbral de
Acción (UDA), también llamado de Tratamiento, que es definido así: valor de la intensidad
de plaga donde el control debe ser aplicado para evitar que se exceda el UDE. Para aplicar este
concepto hay que hacer Monitoreo de Plagas, práctica que le permite al agricultor determinar
el momento oportuno para aplicar un plaguicida, escoger el método y el principio activo más
adecuado y también, identificar problemas en el proceso de aplicación, para solucionarlos. Se
basa en el conocimiento de la sanidad del cultivo y la estricta observancia de la aparición y
evolución de plagas y enfermedades en el área monitoreada.
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Entre esos dos extremos de control de plagas existen otros como el Control Químico
Dirigido y la Protección Integrada. En esta descripción sucinta de los métodos de control,
deben destacarse las técnicas no agresivas del ambiente que varían desde los trampeos, la
rotación de cultivos, el empleo de variedades resistentes y el uso de plaguicidas inocuos para
el medio o de menor agresividad, como los piretroides, hasta llegar a métodos sofisticados
como las Técnicas del Insecto Estéril (TIE) y de Confusión Sexual (TCS), actualmente
aplicadas en la fruticultura del país. Por último hay que agregar que el uso adecuado de los
plaguicidas no termina con la aplicación en el campo, sino que incluye la protección de los
aplicadores y el destino final de los envases, entre otras prácticas dirigidas a mitigar los
efectos perjudiciales del control químico de plagas en la agricultura.
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SINTESIS DE LOS
HALLAZGOS Y CONCLUSIONES
Hay que considerar, en otro plano no menos importante, que el control de plagas puede
provocar dos grandes tipos de efectos perjudiciales: i) intoxicaciones en el trabajador rural y
en la población del campo y, ii) contaminación del ambiente rural, los recursos naturales y los
alimentos. En la actualidad, es posible mitigar estos efectos negativos con las técnicas
disponibles, mediante acciones de fiscalización y control, educación y asistencia técnica,
protección y capacitación, ejecutadas tanto por los particulares como por el Estado. Sin
embargo, en la Argentina esta posibilidad no se concreta de acuerdo a las necesidades y es
posible observar así, situaciones graves de inseguridad laboral del trabajador rural, falta de
controles en el mercado de alimentos frescos y frecuentes casos de contaminación ambiental,
causados por el uso de plaguicidas. Identificados los problemas y disponibles las soluciones
técnicas ¿porque no se aplican? Esas soluciones tienen costos: ¿quiénes deberían pagarlos,
están dispuestos a hacerlo? Estas tal vez sean, las dos grandes cuestiones que debe responderse
el Estado, como paso previo al mejoramiento de la situación actual de los afectados por el uso
de plaguicidas.
Puede afirmarse así que el control de las plagas agrícolas tiene dos caras, de
imprescindible trato integrado. Por un lado, es indudable el importante papel que desempeña
en los cultivos, al facilitar aumentos de la productividad de la tierra, mejoras en la
conservación de las cosechas y por lo tanto, en la disponibilidad de alimentos, a la vez que
disminuye la necesidad relativa de habilitar nuevas tierras para labrar. Pero también es
innegable que la producción, transporte, aplicación, almacenamiento y destino final de los
plaguicidas tiene efectos perjudiciales para la salud del trabajador rural y el habitante del
campo, la conservación de la fauna y los recursos naturales y la inocuidad de los alimentos.
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Concluir que la sanidad vegetal debe tener un tratamiento que integre, en forma
coherente y armónica, ambas facetas, parece ser una verdad de Perogrullo, En la Argentina,
lamentablemente, el análisis de la situación lleva a concluir que esto no ocurre y que hay
visiones muy restringidas y sectorializadas en las actividades que realizan diversos organismos
públicos y privados.
Las estimaciones indican que grosso modo, las pérdidas físicas en las cosechas, para la
soja y el girasol en todo el país, oscila en torno de 10 % y las de trigo y maíz, alrededor de 15
%. En el caso de los cultivos anuales extra-pampeanos, el algodón es el que tiene una amenaza
concreta: el Picudo del Algodonero. Esta plaga, presente en el sur del Brasil y en el Paraguay
(departamentos fronterizos con la Argentina) está siendo controlada en su ingreso al País 5.
Los perjuicios actuales y las amenazas son mayores para la fruticultura. Las pérdidas
directas por las plagas se sitúan entre 15 % y 20 % de las cosechas físicas. En las peras y
manzanas de la región Patagónica, las pérdidas anuales directas causadas por la Carpocapsa,
son estimadas en usd$ 19 millones; en los cultivos de cítricos y frutales de carozo de las
provincias del NOA y del NEA, se calcula que los perjuicios anuales directos de la Mosca de
5
Hay un foco en la zona fronteriza de la Provincia de Formosa con el Paraguay. Por otro lado, es necesario acotar que este
cultivo pasó de un millón de hectáreas cultivadas a mediados de los ’90, a 300.000 hectáreas en el 2002.
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los Frutos alcanzan a usd$ 21 millones y la Cancrosis de los Cítricos, produce un daño anual
de usd$ 36 millones.
Existe además, un perjuicio indirecto para los productores y los comerciantes, por
aumentos de costos, causados por restricciones cuarentenarias en el comercio internacional e
interno de frutas, entre regiones afectadas en forma diferente por plagas o enfermedades (pej.
rechazos de envíos o, en algunos casos, por la necesidad de realizar tratamientos
cuarentenarios, de acuerdo a las normas del SENASA y la Organización Mundial de
Comercio) 6. Estos aspectos fitosanitarios del comercio internacional son importantes para la
fruticultura argentina, porque las mayores posibilidades de expansión de las ventas están en las
exportaciones al hemisferio norte, debido a las reducidas dimensiones del mercado interno.
6
La Argentina tiene restricciones fitosanitarias por plagas cuarentenarias con los más importantes mercados, entre los que
deben señalarse: i) Estados Unidos (Mosca de los Frutos); ii) China (Carpocapsa en peras y manzanas y Mosca de los Frutos);
iii) Brasil (manzanas y peras por Carpocapsa); iv) Japón (Mosca de los Frutos y Carpocapsa) y v) Comunidad Europea
(Cancrosis y Mancha de los Cítricos). En la Argentina, los cítricos de la Región Nordeste para entrar en las áreas libres de
Mosca de los Frutos (La Patagonia y Mendoza), deben ser sometidos a severos y caros tratamientos cuarentenarios.
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2000 a 2002, ocurrió una caída en el total de ventas, debido a la grave crisis económica y
política que vivió el País y, iii) en 2003 hubo una marcada recuperación, equivalente a un
crecimiento de 32 %, en la cantidad total comercializada y de 9 %, en el valor monetario del
mercado. La cantidad física comerciada se ha triplicado en la última década, con un notable
aumento para los insumos de la siembra directa, en especial del herbicida Glifosato que se
aplica en la soja y en los barbechos químicos. Es necesario agregar que existe una cuestión de
difícil comprobación pero de enorme importancia para la salud de la población y la inocuidad
de los alimentos: el comercio ilícito de plaguicidas prohibidos o su desvío para otros usos que
los permitidos en su registro. En un documento del Programa Nacional de Riesgos Químicos,
del Ministerio de Salud, se identifican a los siguientes principios activos como objetos de
comercio ilegal en la Argentina: Pentaclorofenol, Parathión, DDT, HCH y Alar (Daminozide,
fitorregulador), en los montes frutales, en especial de peras y manzanas.
La seguridad frente a los peligros de plaguicidas para la gente que trabaja es débil, aún
cuando esté formalmente amparada por las Leyes Nacionales Nº 19.875 “Higiene y Seguridad
del Trabajo”(Decreto Reglamentario Nº 351/79) y Nº 24.577 “Riesgos del Trabajo” y por el
Decreto Nº 617/97 “Reglamento de higiene y seguridad para la actividad agraria” 8. Pero en la
Argentina, donde el ingreso y los derechos sociales de los trabajadores se están deteriorando
desde la década del ’50, la gente del campo vive particulares condiciones de inseguridad y de
falta de higiene, en especial con relación a la exposición a los plaguicidas. La población rural
económicamente activa (PEA) del año 2001 era de 1.359.241 y en el año 1991, de 1.364.870
(46 % asalariados), pero hay en la actualidad, sólo 248.036 trabajadores asegurados en el
7
Las exposiciones de personas a los plaguicidas pueden resumirse en: i) las intencionales (suicidios y homicidios) y ii) las no
intencionales, que son profesionales (las que sufre el trabajador rural) o casuales (las que afectan por ejemplo, a la gente de los
pequeños pueblos, aledaños a cultivos que reciben aplicaciones de plaguicidas). Estas exposiciones conducen a intoxicaciones
agudas (dosis masivas en corto tiempo) o a crónicas, por exposiciones prolongadas aunque a dosis bajas, sin sintomatología
clara. Estas últimas son las más frecuentes y las que presentan mayores dificultades para el diagnóstico o para la denuncia por
parte del afectado. En esta categoría, habría que incluir a la intoxicación provocada por la ingestión regular de alimentos con
residuos de plaguicidas.
8
Hay un proyecto de ley en el Congreso Nacional para unificar esa normativa con beneficios para el trabajador rural.
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sector de actividad “agricultura, caza, silvicultura y pesca”; son los trabajadores reconocidos o
en “blanco”. Además, las aseguradoras trabajan fundamentalmente con el denominado
“accidente de trabajo” (equivale a la intoxicación aguda) y no con las “enfermedades
profesionales” (que corresponden, entre otras, a la intoxicación crónica). Así, este tipo de
intoxicación no queda debidamente consignada en los registros oficiales y para agravar la
situación, se unen a esto, la dificultad en diagnosticarla y la ignorancia en el tema, de los
propios trabajadores rurales y los agentes de salud pública.
Las estadísticas que publica la Superintendencia de Riesgos del Trabajo permiten una
comparación de los accidentes y muertes en el sector agrícola con los generales; en
prácticamente todos los rubros, el trabajador rural es uno de los más expuestos o accidentados.
En este marco, los siniestros o accidentes causados por plaguicidas, son reducidos en el
universo de los trabajadores rurales reconocidos y asegurados: el contacto con productos
químicos no suma más de 2 % de los siniestros y las intoxicaciones no llegan a 2 %. Llama la
atención teniendo en cuenta la baja adopción existente de las prácticas de protección entre los
productores y, además, se reitera que estos datos corresponden a intoxicaciones agudas.
considerados como objeto de mayor atención en este Informe, por estar directamente
relacionados con los procesos de producción agrícolas.
Una evaluación adecuada del papel del Estado en el control de plagas, exige considerar
a todos sus planos de intervención y las formas de articulación de todos los agentes: i) el
control de las plagas en general, incluyendo el de las vectoras de enfermedades del hombre; ii)
el control de las plagas agrícolas en particular, tema principal de este Informe; iii) la
fiscalización de la sanidad y calidad de los alimentos y el problema de los residuos de
plaguicidas; iv) la prevención del efecto de los plaguicidas en la salud humana; v) la
mitigación del impacto ambiental del control de plagas y, vi) el manejo y control de todas las
sustancias químicas peligrosas. Deberían analizarse por lo tanto, numerosos organismos, en la
jurisdicción federal como en las provincias, sin dejar de considerar a las diversas
organizaciones no gubernamentales. En este Informe no se pudo realizar una evaluación de la
capacidad institucional de todos esos organismos, con la profundidad necesaria que el tema
requiere. Así, sus conclusiones sobre las instituciones, deben considerarse como una primera
aproximación al tema y una guía para estudios más amplios y profundos.
FORTALEZAS * DEBILIDADES
− Hay técnicos de adecuada preparación profesional y − El SENASA no tiene una política de sanidad y calidad
dotados de experiencia, pero todos los diagnósticos agroalimentaria ni un programa que la materialice,
apuntan a una carencia de personal, en especial en las acordes a las necesidades actuales del mercado interno y
tareas de fiscalización y control y en el interior del país. las exportaciones. No hay integración interna de acciones.
− Hay reconocimiento internacional hacia la institución, − Hay una indefinición del contenido y alcances de los
en especial en la Comunidad Europea, empañado con el conceptos de “descentralización” y “regionalización” para
ocultamiento del rebrote de la Aftosa, en 2001. renovar la estructura del organismo.
− El personal de laboratorios tiene un buen nivel técnico − Presenta carencias en la infraestructura física y el
pero adolece de la infraestructura y equipamiento para equipamiento (sede central y delegaciones) y deficiencias
cubrir todas sus funciones. de organización interna del personal.
− El presupuesto no se ajusta a las necesidades y funciones
de la Institución. No hay presupuestación por programa.
− Hay una enorme brecha entre la capacidad técnica del
personal y los procedimientos organizativos, incluyendo
en esto al Sistema de Control de Gestión Institucional.
* En rigor, en la descripción de estas categorías, a sus fortalezas también hay que agregar debilidades.
9
En la actualidad se está discutiendo una propuesta de reestructuración del SENASA que comprende básicamente a su fuente
de financiamiento (uso de tasas sobre las exportaciones agropecuarias) y a la composición de su Consejo de Administración
(retiro de las organizaciones de productores).
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Por último, con relación a los dos principales programas nacionales de lucha contra las
plagas ejecutados actualmente por el SENASA - Mosca de los Frutos y Carpocapsa - puede
afirmarse que, si bien se han logrado ciertos éxitos, éstos no son comparables a los obtenidos
con el Plan de Lucha contra la Fiebre Aftosa, también ejecutado por el Servicio. Ocurrieron
graves inconvenientes con las exportaciones de peras y manzanas al Brasil por la presencia de
Carpocapsa en el 2002 y persisten las restricciones por Mosca de los Frutos para los
embarques hacia varios países asiáticos. En el organismo se está preparando un programa de
sanidad vegetal, con alcance nacional, para consolidar y expandir a todo el país, las acciones
de dos de esas actividades de control: el Programa Nacional de Control y Erradicación de la
Mosca de los Frutos (PROCEM) y el Programa Nacional de Supresión de la Carpocaspa
(PNSC).
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Poner en práctica una política de esa naturaleza exigirá del Estado y de los particulares,
una inversión significativa, sobre todo si se considera la reciente crisis económica. Por esto, la
elaboración de diagnósticos precisos y participativos, la identificación de prioridades basadas
en criterios técnicos consensuados entre el Estado y los particulares y el consecuente diseño de
intervenciones ajustadas a la disponibilidad de recursos y de probada calidad técnica, han
adquirido una importancia decisiva para la administración del Estado y de las empresas
agropecuarias, en especial las pequeñas y medianas.
como principal resultado, un diagnóstico integral de todas las cuestiones relacionadas con el
control de las plagas y sus efectos y determinantes 10.
Aspectos institucionales
Parece necesario y posible, mejorar las relaciones de la SAGPyA y el SENASA con los
Ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de Salud, aprovechando en este último caso, las
enseñanzas de la experiencia del Sistema Nacional de Control de Alimentos. Podría definirse
un mecanismo institucional con sus normas, para mejorar la pobre articulación actual de esos
organismos en el área de toxicología y de productos tóxicos; en un paso posterior, podría
intentarse una ampliación y mejoría con los pares provinciales 12. Hay tres temas, cuyo
tratamiento podría tener un mejoramiento apreciable, mediante la relación mencionada: i) el
registro y tratamiento de las enfermedades y accidentes del trabajador rural, causados por
plaguicidas; ii) el control de la inocuidad de los alimentos frescos y, iii) el registro de
plaguicidas relacionados con su toxicología (estudios y exigencias a los laboratorios,
incluyendo la elaboración de marbetes y hojas de seguridad).
12
En una primera etapa de este tipo de acción interinstitucional, no se encuentra necesario incorporar a la Secretaría de Medio
Ambiente, ya que en estos temas no tiene una actuación actual de relevancia, a pesar de su competencia orgánica
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La relación del SENASA con el INTA, dos organismos que actúan en el ámbito de la
SAGPYA, también podría ser mejorada y ampliada. Diversos asuntos podrían materializar las
acciones conjugadas de los dos organismos, mereciendo ser destacados: i) la fiscalización del
uso correcto de los plaguicidas (aplicación de la “receta agronómica”, cuadernos fitosanitarios,
hoja de seguridad, monitoreos de campo); ii) el registro y monitoreo de equipos y máquinas
para fumigación 13; iii) la transferencia a los productores de mensajes tecnológicos integrales y
coherentes con relación a las técnicas agronómicas en general y las fito - terapéuticas y, iv) la
capacitación en el manejo de los diversos aspectos de la protección del trabajador rural y del
ambiente rural.
Los acuerdos de los organismos del Estado, en el plano federal y provincial, con las
organizaciones de productores, es un elemento imprescindible en el diseño y ejecución de las
políticas sectoriales y en especial, para la ejecución de los programas de lucha.
Existen varias experiencias, con resultados variados, que pueden servir de base para la
identificación de los procedimientos más apropiados para las intervenciones de lucha contra
las plagas: FUNBAPA en la Patagonia y Cuyo; AFINOA y CORENOA en la Región Noroeste
y más recientemente, CORENEA en el NEA.
13
Hay un programa del INTA en este importante tema de la calibración y mantenimiento de los equipos de aplicación de
plaguicidas.
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Gran parte de las líneas de posibles políticas señaladas en los dos ítems anteriores,
exigen modificaciones legales, pero no necesariamente en la ley misma, que requeriría largos
procesos legislativos, sino en los aspectos reglamentarios, para los cuales el Poder Ejecutivo
tiene autoridad y competencia.
14
Podría aprovecharse que en la actualidad, la Ley de Riesgos del Trabajo está siendo analizada y revisada en función de una
importante decisión de la Corte Suprema de Justicia sobre el alcance de la demanda de un trabajador hacia una empresa,
hecho que desató un debate técnico y legal sobre esa Ley y su autoridad de aplicación.
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del registro del empleo 15. La Comisión Nacional de Alimentos (CONAL), establecería la
implementación obligatoria de las “Buenas Prácticas Agrícolas”, en frutas y hortalizas a partir
de 2007, junto con otras medidas para la higiene y seguridad de los trabajadores del rubro.
Para ejecutar esto y las otras sugerencias indicadas en el Informe, es indudable que la
Institución debe fortalecerse, especialmente en: i) el equipamiento en general del Servicio y en
especial, comunicaciones e informática; ii) la capacitación del personal y la instalación de un
sistema de valorización de su desempeño y iii) el control de gestión institucional. Y más
importante aún: es fundamental una mejora sustancial en el presupuesto de SENASA. La
Institución, además de controlar todos los procesos de la producción y comercialización
interna de alimentos, certifica exportaciones por valor de usd$ 16.000 millones y tiene un
presupuesto de usd$ 35 millones.
Por último, un área específica de la Institución merece una mejora significativa: todo el
sistema de registro, control y análisis de productos, empresas, profesionales, equipos y
máquinas relacionados con la terapéutica vegetal. En síntesis, podrían unificarse
operativamente en un Registro Unico, los numerosos Registros que opera el SENASA, para lo
cual hace años que se elaboró un proyecto de reingeniería que podría aplicarse en la
15
Chile creó la Comisión Nacional de Buenas Prácticas Agrícolas, ente mixto que ejecuta el Programa de Buenas Prácticas en
todo el país (CHILE-GAP), reconocido por el organismo EUREP de la Comunidad Europea. Cumple con el concepto de la
FAO: las BPA(GAP) deben ser adaptadas a la realidad de cada país y no impuestas desde otras realidades.
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actualidad 16. Con esta reunificación, se conseguiría que todos las direcciones y departamentos
que hoy destinan recursos humanos, equipos y tiempo en todas las operaciones de su propio
registro, dejarían de hacerlo para asignar mayor dedicación a sus tareas específicas. Y
lógicamente, los usuarios también tendrían un apreciable ahorro de tiempo y esfuerzos en
trámites y gestiones e incluso de dinero, por gastos multiplicados innecesariamente, en tasas y
aranceles. La integración de los registros, mediante una clave única de identificación por cada
persona física o jurídica y, a su vez la posibilidad de cruzar esta información con otros entes
de control, mejoraría sin dudas, la eficacia de los mismos y el cumplimento de su principal
función de control de la actividad.
La lucha contra las plagas de carácter nacional, en especial para la Mosca de los
Frutos, la Cancrosis de los Cítricos y la Carpocapsa, es otra asignatura pendiente del
SENASA, a diferencia del éxito obtenido en la lucha contra la Fiebre Aftosa. Los programas
de lucha actuales deberían ser reformulados a partir de: i) una extensión real y concreta de sus
alcances a todo el país, a través de legislación nacional; ii) la definición de una estructura
institucional que contemple a las provincias y a los organismos de los agentes de la
producción y la comercialización; iii) una decisión sobre las técnicas y procedimientos a
aplicar en la lucha, accesibles a todos los productores y que incluyan acciones
complementarias (por ejemplo, barreras) y iv) un presupuesto acorde, con fuentes de
financiamiento identificadas.
16
En el SENASA hay registros para el área animal y para los vegetales, de personas, instituciones, empresas, productos,
máquinas y equipos, laboratorios, certificadoras, etc. No se ha podido determinar el número exacto pero según diversas
fuentes de información serían alrededor de doscientos.
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Para la lucha contra la Carpocapsa, puede concluirse que la ampliación del Programa
actual a todo el país que propone el SENASA, exige mejorar sus mecanismos de
financiamiento, ya que su presupuesto no es suficiente para imprimir un ritmo de ejecución
que permita alcanzar las metas y objetivos planteados. En forma similar al PROCEM, debería
garantizarse un adecuado funcionamiento del sistema de protección cuarentenaria y del
cumplimiento de las normas legales de sanidad vegetal. Para esto, habría que formular una
política que permita ejecutar acciones consensuadas entre todos los actores de la fruticultura
en cada región productora, en especial Cuyo y Patagonia y en menor grado, en las Provincias
de Catamarca y La Rioja.
Estas líneas de una políticas de sanidad vegetal deberían ser elaboradas y aplicadas con
una concepción integral del tema, incluso insertadas en el marco de las políticas agropecuarias
y sanitarias en curso. Para ello, se recomienda la instalación en la SAGPyA, de una unidad
responsable de la cuestión, tema del próximo ítem 17.
1. Objetivos y justificación
El objeto de la Unidad sería la relación que guardan las actividades realizadas por el
Estado y los particulares, para el control de plagas agrícolas, la seguridad del trabajador del
campo, la calidad ambiental de la población rural y la conservación de la biodiversidad y los
recursos naturales. En ese sentido, la Unidad debería proponer a la Secretaría, lineamientos de
política para asegurar la armónica ejecución de las actividades citadas, surgidos de
diagnósticos y estudios que efectuará la Unidad por sí propia o a través de terceros.
En los primeros dos años de instalación, se prevé que en la Unidad habrá necesidades
de trabajo extraordinarias, en especial para la preparación de los diagnósticos iniciales, para
las regiones, las provincias y las cadenas productivas, la revisión de la legislación y normas
vigentes y la evaluación de las relaciones entre los organismos públicos y los particulares.
Para realizar sus actividades, la Unidad podría estructurarse en torno de dos planos de
diagnóstico e intervención, articulados y complementarios: las cadenas productivas y los
sistemas de producción o agroecosistemas, por localidades y regiones. A su vez, los
procesos a contemplar, con las instituciones actuantes, pueden resumirse así:
- Efectos del uso: en trabajadores rurales, población - Educación y difusión: actividades dirigidas a que
rural y alimentos; en ecosistemas y recursos la población tome conciencia (en especial los
naturales. niños) de los peligros inherentes a los plaguicidas.
Capítulo I
18
Subsectores: agricultura, ganadería, caza y silvicultura – Estimaciones preliminares en millones de pesos, a precios de 1993,
de la Dirección de Cuentas Nacionales, INDEC.
19
“La generación de empleo en las cadenas agroindustriales”, Juan José Llach, Marcela Harriague y Ernesto O’Connor.
Fundación Producir Conservando, 2004.
20
Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario – Cátedra de Fruticultura, 2002.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 34
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“Economías Regionales” 21. En un plano más específico, el complejo frutícola de las Regiones
Patagónica y Cuyana, se ha consolidado como una de las cadenas productivas más importantes
del País. Sus exportaciones de fruta fresca, jugos, y frutas procesadas promedian usd$ 380
millones anuales, y su demanda laboral supera los 75.000 puestos de trabajo. Los montes
frutícolas del norte de la Patagonia suman una superficie mayor a 47.300 has plantadas con
manzanas, peras y otros especies de menor importancia económica regional (Provincias de Río
Negro, Neuquén y La Pampa), mientras que en las Provincias de Mendoza y San Juan, hay
22.500 y 1.850 ha respectivamente, de frutos de pepita. La producción promedio en esos
territorios en la década de los ‘90 fue de aproximadamente 1.850.000 t, que representa más del
90 % de las manzanas y peras producidas en el País, involucrando más de 95 % del total
exportado como fruta fresca (Mapa 2).
Mapa 2
Las Regiones
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Cuadro 1
Proyección de las exportaciones para 2010 y 2016
COMPLEJO VALOR DE LAS EXPORTACIONES
EXPORTADOR (en millones de usd$)
2003 2010 2016 2003/16
Sojero 7.191 10.070 11.279 4.088
Triguero 1.086 2.107 2.547 1.461
Girasolero 727 1.347 2.035 1.307
Frutihortícola 976 1.669 2.089 1.113
Algodonero 7 125 222 215
Maicero 1.288 1.126 1.366 78
Tabacalero 163 200 240 77
Cerealero (resto) 64 76 93 29
Otros 338 532 680 342
Fuente: “Escenarios agrícolas para el Bicentenario de la Independencia
Nacional”. SAGPyA, Area de Análisis Económico de la Dirección de
Economía Agropecuaria, marzo 2004.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 37
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Todos los estudios relacionados con el futuro del mercado mundial de frutas coinciden
en indicar que se produciría un aumento en la demanda de frutas frescas en los próximos 10
años. Este incremento estaría motorizado por fuertes aumentos del consumo en los países del
Sudeste Asiático los que, a su vez, tendrían su origen en mejoras en el nivel de ingreso de la
población y en la tendencia a la diversificación de las dietas alimentarias. Se esperan aumentos
del consumo en Europa Occidental, Estados Unidos y Japón, con mayores exigencias de
calidad y preferencia hacia frutas sin residuos químicos. Además se prevé también un
incremento en la demanda de México, Venezuela y los países del Este Europeo.
Las colocaciones de “contra estación” del país, al mundo desarrollado presentan una
situación problemática debido a la aparición de nuevos competidores en el hemisferio sur, en
especial la de Chile, cuyas exportaciones de frutas son similares a las argentinas, pero
distribuidas en forma más equilibrada. Con relación al comercio con Brasil hay que tener
destacar dos cuestiones: la disminución de las importaciones desde la Argentina y el
MERCOSUR. En términos comerciales, éste último acuerdo representa un impacto
beneficioso, al facilitar las condiciones en que se realizan los negocios y mejorando el ya alto
grado de integración económica existente en la actividad productiva de referencia; pero que a
su vez, aumenta las exigencias sanitarias y de calidad.
23
Entre otros: Análisis de riesgo para plagas cuarentenarias y no cuarentenarias reglamentadas; directrices para el
establecimiento de áreas, lugares de producción libres de plagas; lineamientos para los sistemas de de exportación,
importación y vigilancia y lineamientos para los programas de erradicación.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 39
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En esta línea debe señalarse que el SENASA ha realizado un estudio sobre los residuos
de plaguicidas en productos de origen vegetal y animal y sobre las normas vigentes en el tema,
para concluir sobre el impacto que tendrían en las agroexportaciones, las reformas que se están
haciendo en las normativas de la Unión Europea sobre Principios Activos y Límites Máximos
de Residuos (LMR). Esta normativa entrará en vigencia en forma progresiva entre enero y
julio de 2005 y definirá el retiro del mercado de aproximadamente 450 plaguicidas (principios
activos). El estudio concluyó que los límites máximos de residuos (LMR) que posee la
Resolución SENASA No. 256/03 son, en general, similares a la adoptada por la Unión
Europea. Identificó también a 55 principios activos registrados en SENASA y comerciados en
la Argentina, que serán dados de bajo de acuerdo a la normativa europea de referencia.
24
Hay pocas excepciones: pej. la aplicación de HCCP en las exportaciones de jugos a Estados Unidos.
25
El Umbral de Daño Económico (UDE) es el valor de la intensidad de la plaga que causa pérdidas económicas en un cultivo,
equivalentes al costo de aplicación del plaguicida. El Umbral de Acción (UDA) o de Tratamiento, es el valor de la intensidad
de plaga donde el control debe ser aplicado para evitar que se exceda el UDE. Ver conceptos de “Manejo Integrado de
Plagas”, en el apartado PLAGAS Y PLAGUICIDAS: Definiciones básicas, de este Informe.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 40
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La magnitud del ataque de una determinada plaga y las pérdidas potenciales o actuales
que causa, pueden colocar al Estado ante la necesidad de decidir si su control es de carácter
público y,o privado. En estos casos puede apelarse como criterios de decisión, pero no en
forma excluyente a otras consideraciones de tipo social o económico, a dos conceptos de la
teoría económica: “externalidades de un proceso productivo” y “bien público”. Para el primer
caso, puede colocarse como ejemplo en la Argentina, la existencia de chacras con montes
frutales abandonados que obran como hospederos de plagas, perjudicando a las restantes
unidades productivas del área de influencia. En estos casos, el Estado debería tomar la
decisión de intervenir desmontando en una propiedad privada, en beneficio público (ver ítem
C.1. en este Capítulo y el ítem B.3. en el Capítulo III). Los programas de lucha contra las
plagas del SENASA). Desde otra perspectiva de evaluación, la deriva por el aire, de
plaguicidas aplicados en una finca, hacia otros cultivos fuera de sus límites o mismo hacia
asentamientos poblacionales, es otro caso de externalidad (ver Capítulo II: Los efectos del
control de plagas y del uso de plaguicidas).
Estudio Sectorial Agrícola Rural 41
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Por el contrario, puede ocurrir un pedido de apoyo al Estado para el control de una
plaga por parte de particulares que deberían hacerlo con sus propios recursos. Peor aún, hay
productores que toman la acción del Estado como un “bien o servicio público” que le será
brindado, pague o no, y por lo tanto no lo hace, en perjuicio de otros productores y de los
contribuyentes en general.
Es necesario resaltar por último, que hay dos grandes tipos de impactos con pérdidas:
i) los directos, perceptibles en las cosechas por un deterioro físico-biológico provocado por la
plaga y, ii) los indirectos, causados por problemas comerciales. Estos últimos perjuicios se
pueden manifestar por: i) rechazos de envíos comerciales o redireccionamientos de cargas y
destinos, con caída de precios y ii) exigencias cuarentenarias que generan costos adicionales
de comercialización, para todo tipo de vegetales frescos, considerados hospederos de las
plagas cuarentenarias (Pej. tratamientos con Bromuro de metilo o frío, para la Mosca de los
Frutos). El marco global de este tema ya ha sido tratado en el ítem A.2. (Comercio
internacional y sanidad vegetal), de este capítulo.
Es importante destacar que, en forma reiterada, se indican como pérdidas a los costos
por tratamientos de frutas en las plantas de empaque y en ciertos procedimientos
cuarentenarios. Esta concepción, común en productores, empacadores y exportadores de
frutas, es discutible en su alcance universal y merece un trato detallado. Evitar ciertos
tratamientos cuarentenarios exigiría otros procedimientos (pej. erradicación de plagas) que
representarían costos que hasta podrían ser mayores. Por otro lado, debe entenderse que
difícilmente se erradiquen ciertas plagas como la Mosca de los Frutos y la Carpocapsa, en
forma definitiva. En este marco, para definir si ciertos costos por tratamientos son pérdidas
para cada actor económico del proceso productivo y comercial, habría que elaborar matrices
insumo - producto de todas las cadenas frutícolas, incluyendo la industrialización.
Otros impactos negativos del daño adjudicado a las plagas, pueden ubicarse en la caída
de ingresos fiscales por la comercialización de frutas en circuitos que pagan precios menores
(Pej. peras y manzanas que se destinan a jugos y no al mercado interno, más retributivo). Una
consideración similar podría hacerse para el empleo: muchos procesos de la comercialización
en fresco, demandan más mano de obra que la industria.
b) Estimaciones globales
El perjuicio que provocan las plagas en toda la producción agrícola mundial es usual
estimarlo para dos categorías: i) el causado aún con el control de plagas, que oscila alrededor
de 40 % (producción potencial menos producción efectiva) y ii) el realmente evitado por ese
control, que alcanza a 30% 26. En esos valores están incluidos los perjuicios causados desde la
siembra hasta el almacenamiento y transporte de los granos, frutas y verduras y no están
26
En la bibliografía temática, suele emplearse la palabra daño, para aludir al efecto físico de la plaga o la enfermedad en el
vegetal y el término pérdida para la traducción del daño en valores monetarios. En este Informe se alude expresamente al
significado de cada término técnico, para evitar problemas de interpretación.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 42
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considerados los que causan las plagas y enfermedades en la presentación de los vegetales
(falta de calidad comercial) como tampoco, los derivados de las restricciones comerciales que
la presencia de una plaga puede provocar para una determinada área o país (las denominadas
plagas cuarentenarias).
Una estimación agregada que frecuentemente se elabora, alude a los perjuicios que
provocan las plagas en toda la producción agrícola mundial, por continentes o grandes
regiones. Para ello se hace una estimación de la producción potencial, con base en rindes de
cosechas y procedimientos padronizados y se la coteja con la producción real o efectivamente
conseguida. Las diversas fuentes que usualmente producen estos cálculos, la FAO entre ellas,
señalan proporciones de pérdidas que oscilan entre 20 % y 35 % de la producción. Para los
países desarrollados (Japón, Estados Unidos y Europa Occidental), los porcentajes varían entre
10 % y 30 % y para los más pobres, las pérdidas giran alrededor de 40 % pero pueden llegar
hasta 75 %, en especial en África, a causa de la langosta.
Cuadro 2
Daños en los rindes de las cosechas (%)
Se puede estimar un monto global para el país, usando el calculo de pérdidas como
diferencia entre producción potencial y real, explicado en el ítem anterior. Las pérdidas serían
Estudio Sectorial Agrícola Rural 43
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equivalentes a $ 6.140.373.000, con base a estos valores: i) daño de 20% y ii) Valor Bruto de
Producción de la agricultura (año 2003), equivalente a $30.701.867.000 27.
Cuadro 3
Daños por agente y por regiones (%)
Cuadro 4
Uso de plaguicidas y rendimiento de los cultivos
Los perjuicios causados por las plagas sin embargo, no son homogéneos en los
diferentes cultivos y regiones del país. En la agricultura extensiva de la Región Pampeana, las
estimaciones no indican graves perjuicios para los cuatro grandes rubros: grosso modo, los
daños físicos directos en las cosechas, para la soja y el girasol en todo el país, oscilan en torno
de 10 % y las del trigo y maíz, alrededor de 15 %.
27
INDEC, Dirección Nacional de Cuentas Nacionales. Valor Bruto de Producción, a precios de productor, en pesos
corrientes, rubro “cultivos agrícolas”.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 44
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fronterizos con la Argentina), está siendo controlada en su ingreso al País 28. No se obtuvieron
datos concretos y fehacientes de daños o pérdidas para cultivos como el poroto y la caña de
azúcar; ajo, cebolla y papa; la yerba y el té, como tampoco para la producción forestal.
Los perjuicios actuales y las amenazas son mayores para la fruticultura. Las pérdidas
directas por plagas, se sitúan entre 15 % y 25 % de las cosechas 29. En las peras y manzanas de
la Región Patagónica, pérdidas anuales directas causadas por la Carpocapsa, han sido
estimadas en usd$ 19 millones; en los cultivos de cítricos y frutales de carozo, de las
provincias del noroeste y el noreste del País, se calcularon perjuicios anuales directos de la
Mosca de los Frutos de usd$ 21 millones y para la Cancrosis de los Cítricos, de usd$ 36
millones, en este caso no tanto por los daños físicos sino por cuestiones comerciales.
Los casos que se exponen fueron elegido por dos razones: i) los criterios y métodos de
cálculo de los perjuicios y ii) la importancia de estos tres rubros frutícolas en las provincias y
en el propio país. Las peras, manzanas y cítricos comprenden prácticamente todos los ingresos
de divisas, por exportaciones de frutas, percibidos por la Argentina y, se reitera, que el
complejo frutícola oscila entre los puestos 5º y 6º, de las exportaciones del país. En el año
2004, las exportaciones de frutas frescas certificadas por el SENASA, fueron de usd$
553.452.000 y 1.175.039 toneladas.
El daño del ataque de las Moscas de los Frutos a los cítricos es diferente que el
provocado por la Carpocapsa en los frutales de pepita (manzana, pera y membrillo). Los
28
Es necesario acotar que este cultivo pasó de un millón de hectáreas cultivadas a mediados de los ’90, a 300.000 hectáreas
en el 2002.
29
Los valores de pérdidas causadas por plagas y enfermedades fueron extraídos de: i) Programa Fitosanitario del Noroeste
Argentino, Proyecto Sanidad Citrícola de Tucumán. Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP/SAGPyA),
agosto 2002; ii) Proyecto Fitosanitario “Reducción de la Prevalencia de la Mosca de los Frutos en la Región Nordeste”.
PROSAP/SAGPyA, julio 2002; iii) Informe de Evaluación Técnico Económica “Impacto de Carpocapsa en la producción de
fruta de pepita de la NorPatagonia Argentina”, Fundación Barreras Patagónicas (FUNBAPA), febrero 2003 y, iv) Proyecto
Fitosanitario “Supresión de la Carpocapsa en los Montes Frutales del Valle del Río Negro. PROSAP/SAGPyA, julio 2002.
30
“Programa Nacional de Sanidad Vegetal”. SENASA/PROSAP/SAGPyA, enero 2005. Información inédita con autorización
de publicación. Los cítricos dulces incluyen a mandarinas, naranjas y pomelos y excluyen a los limones.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 45
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pomelos, naranjas y mandarinas picados por las Moscas caen del árbol y pierden totalmente su
valor comercial ya que ni siquiera pueden ser encaminados a la industria juguera. Con las
manzanas y peras atacados por la Carpocapsa, no ocurre lo mismo: si bien los frutos picados
son rechazados en el comercio internacional, en especial por países donde es plaga
cuarentenaria (pej. Brasil), pueden ser encaminados para el consumo en fresco del mercado
local o a la industria (jugos o sidra).
Esa diferencia, entre otros aspectos, marca una gran diferencia y además complejidad,
para la estimación de las pérdidas. La pérdida reside en el cambio de destino comercial y, por
lo tanto, a una caída de precio; las frutas que se dirigían a la exportación y aparecen infestadas,
deben conducirse al mercado y las manzanas y peras que, por tamaño o calidad, ya estaban
dirigidas al mercado interno y están muy atacadas, pasan para la industria. Así en estos casos,
una de las formas adecuadas para definir las pérdidas en términos monetarios, es el método de
“pérdida de ingresos potenciales”, que adjudica un valor a la fruta que se pierde de
comercializar, ya sea directamente o por caída de su valor.
El área citrícola más afectada por la Mosca de los Frutos, en la Región NEA y en todo
el país, es una franja de tierras de unos 50 km de ancho, situada en la margen derecha del río
Uruguay, que se extiende desde Monte Caseros (sudeste de la provincia de Corrientes) hasta
Colón (Provincia de Entre Ríos). En este territorio, que abarca la mayor parte de la producción
citrícola argentina (Cuadro 5), hay 56.000 ha y 2.400 citricultores que producen, para el
comercio interno y externo y la industria, más de 800.000 toneladas anuales de naranjas,
mandarinas y pomelos; por causa de la Mosca de los Frutos se pierden alrededor de 143.000
toneladas.
Cuadro 5
Producción nacional de cítricos dulces
(miles de toneladas anuales)
Cuadro 6
Estimaciones de pérdidas en cítricos,
por Mosca de los Frutos
Destino Cantidades (1.000 t) Valor de la producción ($ 1.000)
Sin Con Pérdida Sin Con Pérdida
Programa Programa Evitada Programa Programa evitada
Exportación 107.520,0 116.368,0
110.079,2 119.140,5 9.061,3
Mercado 533.980,4 617.659,8
Interno 537.375,7 621.331,9 83.956,3
Industria 169.810,6 215.164,6
68.796,2 87.184, 9 18.388,7
Producción 142.578,0 4.696,6 137.881,4 110.079,2 119.140,6 111.406,3
Afectada
Fuente: “Programa Nacional de Sanidad Vegetal”. SENASA/PROSAP/SAGPyA, enero 2005.
Cuadro 7
Producción Nacional de Manzanas y Peras
(en miles de toneladas anuales)
La producción afectada por Carpocapsa para la situación “Sin Programa” fue fijada en
6,4 % de la producción total 32. La producción dañada en el primer año de la situación “Sin
31
Estimación de la Agencia Regional del INTA (Concordia) y el propio SENASA.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 47
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El valor bruto perdido por el ataque de Carpocapsa, valorizado a precios finales (FOB
de exportación y precios al consumidor) fue estimado en $ 28 millones anuales y, como en el
caso de la Mosca de los Frutos, no incluyó a los perjuicios indirectos de las restricciones a las
exportaciones.
Cuadro 8
Estimaciones de pérdidas en peras y manzanas,
por Carpocapsa
Es posible concluir que, con esa magnitud de inversión anual, la lucha contra las dos
plagas, basada casi exclusivamente en la aplicación masiva de plaguicidas químicos
(1.139.500 kilos anuales en 111.000 has.) es, en términos generales, ineficaz por que no logra
reducir las pérdidas a niveles aceptables que hagan, ambiental y comercialmente, sustentables
los sistemas de control utilizados.
32
“Estudio Técnico Económico: Impacto de Carpocapsa en la Producción de Fruta de Pepita de la Nordpatagonia Argentina”,
FUNBAPA, febrero de 2003.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 48
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Apareció y se instaló en la Argentina una nueva plaga de la soja que reúne algunas
condiciones peligrosas para el cultivo: la Roya Asiática (Phakospora pachyrizi). La virulencia
de ese hongo es mucho mayor que la Roya Americana (Phakospora meiboniae), ya presente en
los cultivos de Sudamérica; afecta el número de vainas, la formación y llenado de las
legumbres y puede matar a la planta. La Roya Asiática es un parásito biotrófo que, debido a
esta característica, no se transmite por las semillas ni por el rastrojo. Tiene muchos
hospedantes y se disemina con facilidad por medio de sus esporas, llevadas por el viento33.
Así, no es difícil acertar el pronóstico de que, instalada la Roya en el Brasil, el Paraguay y el
norte del País, esta plaga alcance pronto a los cultivos en la Región Pampeana.
33
Se estima que la plaga llegó a América del Sur desde Africa, arrastrada por los vientos, atravesando el Océano Atlántico.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 49
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mitigada por la baja humedad ambiente, pero ya en abril aparecieron denuncias de focos en el
norte y centro de Santa Fe, Entre Ríos y el Chaco 34.
Las pérdidas que causa esta plaga pueden llegar a ser totales en el cultivo. En la
campaña 2001/02 del Brasil, la Roya Asiática afectó a 90 % del área sojera con enormes
pérdidas en los cultivos. En la siguiente campaña (2002/03), los perjuicios fueron menores
debido a las campañas de control. Por ejemplo en Mato Grosso do Sul, alcanzó a 15 % de la
producción física y usd$ 306 millones y en Bahía, 30 % y usd$ 132 millones. En esta campaña
sojera del Brasil, el costo de la prevención y el control alcanzó a usd$ 576 millones.
34
Seminario “El campo sano”. Organizado por la Dirección de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales. Buenos Aires,
mayo de 2004.
35
En el INTA (Castelar) y la Estación Experimental Obispo Colombres están los únicos equipos de laboratorios del país, que
pueden hacer microscopia molecular, única forma de diferenciar a esta plaga de la Roya Americana.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 50
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Como en todos los departamentos censados no sólo hay EAPs que hacen agricultura,
sino también actividades como la ganadería que casi no usan plaguicidas, los datos obtenidos
(número de EAPs que hacen las prácticas) pueden cuantificar en menos, el grado de adopción.
Así se decidió tomar departamentos dónde la categoría censal “área implantada con
agricultura” es numéricamente predominante; además se eligieron departamentos de
provincias pampeanas y extra pampeanas.
36
Para algunas regiones (pej. NOA) se ha introducido una pregunta dirigida a la observación de mortandad de aves, causada
por plaguicdas, pero no se han obtenido los resultados.
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Cuadro 9
Adopción de prácticas culturales de control de plagas
Se ha dejado para el último análisis, a la práctica que tal vez tenga mayor importancia,
tanto por su contenido como por el resultado observable en el Censo: “protección en la
aplicación de plaguicidas”. El grado de adopción es muy bajo, con excepción de dos
departamentos dónde llega a 42 % de las EAPs. Este hecho está agravado por las
características de los equipos de protección que, según las observaciones recogidas de
profesionales y esta consultoría, son por lo general obsoletos, están en mal estado o son usados
en forma incorrecta; la afirmación vale tanto para los productores que hacen control como para
los trabajadores rurales contratados, tema del próximo capítulo.
En el Alto Valle del Río Negro se inició en 1997, un proyecto piloto llamado "Uso
seguro de productos fitosanitarios y disposición final de envases vacíos". El proyecto prevé
entrenar y capacitar a los productores, vendedores, agrónomos y otros protagonistas de la
sanidad vegetal, en aspectos vinculados a los peligros del uso incorrecto de los plaguicidas y
también, en prácticas dirigidas a la disposición final adecuada de los envases vacíos de
agrotóxicos.
Los objetivos del Proyecto pueden ser sintetizados así: i) Difusión de la importancia y
beneficios del “Triple Lavado” de envases de agrotóxicos; ii) capacitación en el uso seguro y
disposición final de envases, incluyendo a docentes y capacitadores; iii) instalación y puesta
en funcionamiento de un Centro de Recepción y Procesamiento de Envases de Agrotóxicos y
de un sistema de recolección; iv) capacitación a personal de organismos públicos e
instituciones privadas en la prevención de emergencias por plaguicidas y v) asistencia a los
cuerpos médicos en aspectos de toxicología de plaguicidas.
Otro aspecto que tiene diversos ángulos de consideración es la correcta aplicación del
plaguicida, que incluye la capacidad del operador y su seguridad, las dosificaciones y recetas
agronómicas y el estado de los equipos de aplicación y transporte. Además de la protección
del aplicador y su entorno por intoxicaciones, una correcta utilización del procedimiento tiene
dos impactos significativos: la eficacia del plaguicida y el ahorro de combustible, remedios y
horas de trabajo. Existe un programa del INTA dedicado al tema, ya que se considera que este
Estudio Sectorial Agrícola Rural 53
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importante aspecto del control es deficitario en varios de sus rubros. En este Informe no se
profundizó la evaluación del tema aún cuando no se desconoce su importancia.
En otro rubro productivo, las zonas frutícolas del norte de la Patagonia y, en especial
en el Alto Valle del Río Negro, se determinó un aumento de la resistencia a los piretroides por
parte de la Carpocapsa. Esta resistencia también ha sido atribuida a una presión de selección
que se concreta por aumentos en las aplicaciones de los plaguicidas (mayores dosis y
repeticiones).
37
“Absorption, translocation and allocation of glyphosate in resistant and susceptible Chilean biotypes of Lolium
multiflorum”. Alejandro Pérez, Claudio Alistery, Marcelo Kogan. Ed. Escuela de Agronomía de la Pontificia Universidad
Católica de Chile.
38
Hecha con el auspicio de la FAO y la Universidad de San Pablo, Brasil, en Jaboticabal, 1997.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 54
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Las causas del estancamiento pueden situarse en la falta de rentabilidad que tienen los
denominados “montes tradicionales de frutas”, consecuencia a su vez, del atraso tecnológico
de muchos pequeños y medianos productores. Estos montes se caracterizan por tener: i) una
baja densidad de plantación y bajos rindes, con relación a las formas más modernas de
conducción (Pej. “en espaldera”); ii) los árboles, por edad y manejo, han desarrollado gran
altura y frondosidad, elementos que dificultan las aplicaciones de plaguicidas y la cosecha y,
iii) tienen variedades de escaso valor comercial, por lo general manzanas “Red Delicious”. Las
frutas cosechadas de estos montes, sólo pueden acceder al mercado interno en fresco o deben
ser destinadas a las industrias juguera o sidrera, con precios pagados al productor
significativamente menores. Los costos de reconversión hacia las nuevas formas de
conducción y a la implantación de variedades más aceptables o aún, la pera, son inaccesibles a
los pequeños y medianos productores, sin una política de crédito subsidiado. Debe señalarse
que no existe actualmente en ejecución para la fruticultura del Alto Valle, un plan o programa
de desarrollo acordado entre los actores, con la inversión pública correspondiente, destinado a
retomar el crecimiento que caracterizó a la región hasta la década de los ’60. En este contexto,
pretender que todos los productores adopten formas innovadoras de control de plagas, como la
Técnica de la Confusión Sexual de alto costo inicial, es cuando menos, desacertada.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 55
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Cuadro 10
Montes identificados para erradicación
39
Las condiciones son: dos temporadas sin podar y, o sin ralear;;no haber efectuado el control de la plaga en el último año; no realizar las
prácticas culturales que favorezcan el control, de acuerdo a las buenas prácticas recomendadas por el Programa de Lucha contra Carpocapsa y
aprobadas por la Autoridad de Aplicación; tener en el monte frutal, plantas o ramas secas, consecuencia de stress hídrico por riegos
esporádicos o servicio de riego cortado por el Consorcio y, o, presencia de especies arbustivas y/o arbóreas y malezas; estar registrado como
en Riesgo Fitosanitario y/o Abandonado en el relevamiento fitosanitario del Programa de Lucha contra Carpocapsa; tener porcentaje de daño
en fruto mayor al veinte por ciento; no tener Cuaderno Fitosanitario o el mismo no ha sido llenado en los registros que hacen al seguimiento
del control de la plaga; tener denuncia ante el Programa de Lucha contra Carpocapsa (PLCC), Comisión Local de Lucha, ante Autoridad de
Aplicación del Decreto Ley Nº 6.704 o ante Autoridad de Aplicación de la Ley Provincial N º 3.106.
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Es necesario destacar que en las plantaciones de peras se observa un mayor uso de los
nuevos sistemas de conducción, en tanto que no ocurre lo mismo con las de manzanas. En
efecto, el 57 % de la superficie cultivada con peras está conducido por medio de “espalderas”,
mientras que para las manzanas este porcentaje se reduce al 45 %. La superficie cultivada con
manzanas es, en un promedio, de 29.000 ha, bajo el sistema de conducción predominante
denominado “monte tradicional” y en segundo lugar, “espaldera”. La densidad de plantación
varía entre 200 y 500 plantas/hectárea.
El INTA del Alto Valle validó y luego introdujo, en 1988, un sistema de vigilancia
para decidir la aplicación del control químico. Así se lograron reducir las aplicaciones de
insecticidas a lo necesario, pero manteniendo el sistema tradicional de fumigación, basado en
el poder residual de los agroquímicos 40. En promedio, las fumigaciones por campaña varían
entre 5 y 8 para pera y de 10 a 12 para manzana, según variedad, sistema de conducción,
presión de plaga y época de cosecha.
40
Método termoacumulativo que relaciona un modelo fenológico de sumas de temperaturas a partir de un umbral, con la
biología de la especie a través de los llamados Carpogrados o Grados-día.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 57
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Cuadro 11
Uso de plaguicidas en el Alto Valle
viento, horas de alta irradiación); elección inadecuada del plaguicida por falta
de conocimiento o capacitación en el uso de los mismos y falta de repetición de
la aplicaciones de plaguicidas, después de la ocurrencia de lluvias.
Los productores más evolucionados, entre ellos los “integrados”, por lo general usan
técnicas de control basadas en correctos criterios sanitarios, ambientales y económicos;
aplican incluso la moderna Técnica de la Confusión Sexual para la Carpocapsa. Debe
considerarse que estos productores, ya sea por tener “empresas integradas” (productoras,
empacadoras y exportadoras de frutas) o por estar asociados a exportadores, deben observar
rígidas normas de control de residuos de plaguicidas. Sin embargo, aún en este estrato de
productores, las normas de higiene y seguridad laboral no son observadas con el rigor que
exige la salud del trabajador rural.
2. La agricultura pampeana
No es de extrañar que en ese marco, el control de plagas haya tenido cambios también
y que se adoptaran prácticas como el monitoreo de plagas y la aplicación de plaguicidas sólo
cuando se supera el Umbral Económico del Daño, pero sin la extensión y cobertura necesarias
(ver ítem I.B.2.). Hay observadores que señalan que en la actualidad, la aplicación de
plaguicidas aún es realizada por muchos agricultores según el calendario, con dosis fijas y que
su intensidad depende básicamente del precio de los plaguicidas y la rentabilidad prevista del
cultivo tratado.
41
Asociación europea privada de empresas de comercialización minorista que posee principios y protocolos para frutas y
verduras de general aceptación.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 59
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Una situación similar de innovación técnica desigual se vive en esta Provincia, aún
cuando las condiciones generales de desarrollo no lo son. En términos del control de plagas
debe resaltarse la particularidad de que la uva fina se cultiva con plaguicidas de menor peligro
toxicológico y en dosis menores, que en la horticultura y la fruticultura.
Las derivas de producto fuera del área a tratar no son significativas en virtud de las
tecnologías de aplicación más generalizadas; las pulverizaciones aéreas no se utilizan en los
sistemas de producción considerados. En cítricos (prácticamente sólo cultivado en Lules),
90% de las aplicaciones de productos químicos (fungicidas cúpricos y organofosforados,
42
Estudio de Factibilidad “Modernización del Sistema de Riego Luján Sur”. Proyecto PNUD/ FAO/ARG/00/008 - Departamento General de
Irrigación. Mendoza, 2002.
43
Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental. Programa de Riego y Transformación Productiva. PROSAP, SAGPyA/BIRF Ppréstamo Nº
4150. Provincia de Tucumán, junio de 2001. En este trabajo se hizo una encuesta entre productores que, entre otros aspectos, permitió
analizar las formas de uso de los plaguicidas y sus efectos (dosis empleadas, frecuencias de aplicación, equipos).
Estudio Sectorial Agrícola Rural 60
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En las dos grandes zonas citrícolas de la Provincia (Bella Vista y Monte Caseros) se
han diferenciado cuatro grandes modelos productivos de cítricos: i) Familiar de Subsistencia
(278 productores); ii) Familiar Capitalizado (450 productores) y iii) Empresarial (120
productores) 44. Los primeros aplican plaguicidas en forma aleatoria, en función no sólo de la
presencia de las plagas sino también de la disponibilidad de recursos y del costo de los
plaguicidas. El proceso de aplicación no es articulado con los de los vecinos, pueden hacerse
en condiciones de tiempo desfavorables y hay un generalizado desconocimiento de la
fenología de los cultivos y el estado de las plagas como también, de los efectos tóxicos de los
plaguicidas.
La mayor parte del tabaco cultivado se hace en pequeñas chacras no mayores de 25 ha,
por productores que se caracterizan por un bajo nivel de ingreso, escasa dotación de equipos,
mejoras y máquinas y falta de capacitación (incluso muchos son analfabetos)45. Aún cuando
hay un visible proceso de sustitución del tabaco por agricultura (cítricos en especial), esto es
reciente y difícilmente alcanzará a todos estos pequeños productores. Comprobando lo
expuesto por estudios y analistas de la cuestión de referencia, en entrevistas mantenidas por
esta Consultoría con tres productores, todos manifestaron que para ellos el tabaco tiene gran
importancia porque es el único cultivo de renta o comercial posible y además, le permite el
acceso a la Obra Social de la Cooperativa de Tabacaleros.
44
Estudio de Impacto Ambiental. Proyecto de Emergencia Fitosanitaria Reducción de la Prevalencia de la Mosca de los
Frutos en la Región Noreste. PROSAP/IICA. Buenos Aires, agosto 2003.
45
La superficie total dedicada a cultivos anuales era en 1988, de 49.990 ha, de las cuales casi 9.000 ha, eran de tabaco. Una
proporción de esa superficie, equivalente a 45 % era cultivada por productores de hasta 25 ha y 74 %, por dueños de chacras
de hasta 50 ha (Censo Nacional Agropecuario, 1988).
Estudio Sectorial Agrícola Rural 61
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Estos productores tienen como base la mano de obra familiar y usan tracción animal en
sus prácticas. No es de extrañar el desconocimiento o negligencia que le dan a la protección
para la aplicación de plaguicidas. Además es común que guarden los plaguicidas y equipos de
aplicación en el mismo galpón dónde almacenan alimentos, hojas secas de tabaco, utensilios
del hogar y ropas. Si bien hay un cierto conocimiento de la peligrosidad de los agrotóxicos, la
mayoría no discierne las diferencias entre distintos principios activos.
Sobre los principios activos citados como “muy tóxicos” debe agregarse que en fuentes
de reconocimiento universal como la ACGIH (American Conference of Governmental
46
Los datos del comercio de productos fitosanitarios provienen de las dos cámaras que agrupan a las empresas industriales del
ramo: CIAFA, Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos y CASAFE, Cámara de Sanidad
Agropecuaria y Fertilizantes. La primera agrupa a las empresas nacionales (25 % a 30 % del mercado) y la segunda a los
laboratorios extranjeros radicados en el País (75 % a 70 % del mercado).
Estudio Sectorial Agrícola Rural 62
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Industries Hygienists) se indican los graves efectos que pueden tener sobre la salud humana,
incluso las sospechas de ser carcinogénicos (ver próximo capítulo).
Cuadro 12
Mercado argentino de fitosanitarios (1991 – 2003)
(Valores en usd$ millones y kg/l millones)
Cuadro 13
Plaguicidas más vendidos
(Año 2002)
Fuente: CASAFE. La clasificación toxicológica es de la Organización Mundial de la Salud (ver Anexo 1).
Estudio Sectorial Agrícola Rural 64
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Capítulo II
En este capítulo se analiza la “otra cara” del control fitosanitario: los perjuicios que
potencialmente puede causar en la salud humana y en el ambiente. El foco principal ha sido
puesto en la exposición de las personas a los plaguicidas, potencial causante de intoxicaciones
en el hombre por distintas vías directas (fumigadores, obreros de laboratorios, derivas de
fumigaciones aéreas y terrestres) y caminos indirectos (contaminación de aguas subterráneas
destinadas a la bebida o residuos de plaguicidas en los alimentos). Se ha considerado también
el impacto de los plaguicidas en el medio biofísico, como agente que puede provocar
desequilibrios ecológicos generalizados, alteración de cadenas tróficas, reducción de la
biodiversidad y otros efectos negativos que pueden atentar contra las condiciones de los
recursos naturales y los ecosistemas en general.
Hay determinaciones de las dosis letales para el humano de cada principio activo de los
plaguicidas como muestra el Cuadro 14. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define
el grado de peligrosidad según la dosis letal media (DL50), que es la cantidad del plaguicida,
en mg/kg/día, que produce la muerte en la mitad de los animales experimentales 47. Según la
OMS no existe ningún plaguicida que carezca de toxicidad. En el Anexo 2 está la lista de los
principios activos que tienen uso prohibido o restringido en la Argentina, de acuerdo a las
normas del SENASA.
47
Organización Mundial de la Salud (OMS - WHO): The WHO recommended classification of pesticides by hazard and
guideline to classification. WHO / VBC / 88 , 1988-1989).
Estudio Sectorial Agrícola Rural 65
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Cuadro 14
Clasificación de la toxicidad de los plaguicidas
Dosis letal – DL50 Dosis letal - DL50
Clase Oral Dérmica
Sólido Líquido (Sólido Líquido
(en mg/kg) (en mg/kg) en mg/kg) (en mg/kg)
Ia Extremadamente peligroso <5 < 20 < 10 < 40
Ib Altamente peligroso 5 – 10 20 – 200 10 – 100 40 -100
II Moderadamente peligroso 50 – 500 200-2000 100 – 1000 400 – 4000
III Ligeramente peligroso >500 > 2000 > 1000 > 4000
Es necesario agregar que existe una cuestión de difícil comprobación pero de enorme
importancia para la salud de la población y la inocuidad de los alimentos: el comercio ilícito
de plaguicidas prohibidos o el desvío de ciertos productos hacia otros usos no autorizados. En
un documento del Programa Nacional de Riesgos Químicos, del Ministerio de Salud, se
Estudio Sectorial Agrícola Rural 66
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identifican a los siguientes principios activos como principales objetos actuales de comercio
ilegal y desvíos en la Argentina: Pentaclorofenol, Parathión, DDT, HCH y Talio 48. Se
menciona también el uso del Alar (Daminozide, fitorregulador), en los montes frutales. Este
producto es de uso prohibido en prácticamente todos los países. En el caso de la fruta del Alto
Valle, se han encontrado residuos en las manzanas destinadas a la industria sidrera; la fruta de
exportación y la destinada a jugos, también exportables, tienen controles más severos.
48
“Perfil Nacional de Gestión de Sustancias Químicas” del Programa Nacional de Riesgos Químicos, creado por la
Resolución Nº 527, del año 2000, del Ministerio de Salud.
49
Algo similar ocurre para la contaminación del agua: suele señalarse como fuente, bajo el rótulo agroquímicos, a la
contaminación con nitritos que pueden provenir de efluentes domésticos, plaguicidas, fertilizantes o descargas de corrales de
cría de animales.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 67
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En el año 2000, sobre 109.753 consultas por intoxicaciones, clasificadas por el tipo de
aplicación del tóxico, 2.185 casos (2 %) respondían a plaguicidas de uso agrícola; 3.077 (3 %)
a agroquímicos no plaguicidas y 12.976 (12 %) a plaguicidas domésticos. En el año 2001, la
proporción de casos consultados por intoxicación con plaguicidas agrícolas y domésticos
guardó la misma proporción: 2 % (1.903 casos) y 12 % (11.309) respectivamente; los casos
con agroquímicos no plaguicidas bajaron a 2 % (2.222). Para el año 2001, las estadísticas de
mortalidad indican 67 casos atribuidos a plaguicidas (sin discriminar domésticos y agrícolas)
de los cuales 11 fueron accidentales (16 %), 39 suicidios (58 %) y 17 indeterminados (25
%) 51.
50
Hay 21 CIAATs en siete provincias, todos situados en los centros de atención de la salud pública, nacionales y provinciales.
51
Dirección de Estadísticas de Salud del Ministerio de Salud.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 68
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52
“Intoxicaciones por plaguicidas en la Argentina”. García, Susana; Bobi, Graciela; Moreno, Inés; Eiman, Mirtha; Digón,
Ana y deTitto, Ernesto. Taller Internacional sobre Intoxicaciones por Plaguicidas. Programa Nacional de Prevención y
Control de las Intoxicaciones, Ministerio de Salud. Buenos Aires, noviembre, 2003.
53
Seminario Taller Internacional Intoxicación por Plaguicidas y Armonización en la Recolección de la Información
Buenos Aires, noviembre 2003.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 69
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Por último, debe agregarse que la prohibición dictada en el País, para el uso de gran
parte de los plaguicidas organoclorados y el Paratión (organofosforado), hizo que bajaran las
muertes ocasionadas por intoxicaciones agudas con plaguicidas. Así lo reporta, entre otras
fuentes, un informe del Servicio de Toxicología del Hospital de Niños de Rosario, uno de los
organismos más reconocidos en investigación, prevención y atención de intoxicaciones del
País 54.
Cuadro 15
Intoxicaciones por agroquímicos
en la Provincia de Mendoza
La lectura del Cuadro 15 y del Informe que lo contiene, permiten las siguientes
conclusiones: i ) los casos debidos a agroquímicos oscilan alrededor del 16 % del total; ii) el
Informe indica que los casos urbanos son similares a los del medio rural; iii) se verificó una
influencia en el número de los causados por raticidas, debido a la lucha contra los brotes de
54
“Efectos de los plaguicidas”. Piola, Juan Carlos. Campo y desarrollo, año 1, Nº 13, 1999. Sitio Web: www.sertox.com.ar.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 70
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Hantavirus; iv) está aumentando los casos por organofosforados; v) las edades más proclives
son las de uno a cuatro años y vi) los casos de intoxicación con agroquímicos del medio rural
casi igualan a los acaecidos en la ciudad: 53 % y 47 % respectivamente.
Reuniones mantenidas por esta Consultoría, con el personal técnico del ISCAMen,
permiten concluir que una elevada proporción de las intoxicaciones ocurren por un inadecuado
manipuleo, uso y destino final de los envases de plaguicidas55. Debido a estas constataciones,
el Instituto ha puesto en marcha un proyecto denominado: "Tratamiento y eliminación de
envases vacíos de agroquímicos”. El Proyecto además de brindar capacitación y asistencia
técnica, mantiene centros de acopio en los principales centros de servicios para la producción
agrícola de la Provincia.
Cuadro 16
Alteraciones reportadas por exposición laboral a plaguicidas
55
Este Consultor hizo el Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto “Modernización del Sistema de Riego Luján Sur” -
Proyecto PNUD/ FAO/ARG/00/008 - Departamento General de Irrigación. Mendoza, 2002.
56
La información de esos estudios y otros datos no menos importantes de este Informe, fueron extraídos de la “Evaluación
Técnico Económica del Impacto de la Carpocapsa en la Producción de de Frutas de Pepita de la Norpatagonia Argentina”.
Villareal, P.; Tappatá, A.; Magnarelli, G.; Tamburo, L.; Cartes, C.; y Villegas, M. Ed. Univ. Del Comahue, SAGPyA,
SENASA, Gobiernos de las Provincias de R. Negro, La Pampa y Neuquén, Federación de Productores de Frutas de R. Negro
y Neuquén y Cámara Argentina de Fruticultores Integrados. Junio, 2003.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 71
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Por último, los registros de intoxicaciones del Hospital de Cipolletti, que cubre gran
parte de la población del Alto Valle, muestran los siguientes resultados: i) año 2001, tres casos
debidos a plaguicidas sobre un total de 44 intoxicados y, ii) año 2002: un caso sobre 30. Debe
aclararse que son casos de intoxicación aguda y que no tienen identificación del lugar de
residencia del afectado.
57
“Perfil Nacional de Gestión de Sustancias Químicas” del Programa Nacional de Riesgos Químicos, creado por la
Resolución Nº 527, del año 2000, del Ministerio de Salud.
58
Informe final: “Determinaciones de valores de colinesterasa sérica y eritrocitaria en colonos tabacaleros expuestos a
plaguicidas organofosforados”. González, C.; Fernández, G.; Quiroga, A. y Pergher, G. Plan Nacional de Gestión de
Sustancias Químicas, Ministerio de Salud, 1999.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 72
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propiedades del Glifosato, puede concluirse que cuando es aplicado de acuerdo a las dosis,
repeticiones y normas de carencias prescriptas, tiene un bajo riesgo de toxicidad para el ser
humano; sin embargo, puede tener impactos negativos en la biota, en especial en la fauna
acuática 59. Hay muchos informes sobre el uso del Glifosato como elemento en la lucha contra
el cultivo ilegal de la marihuana, donde se señala el efecto negativo de las sustancias que
acompañan al Glifosato, como surfactantes y otros plaguicidas.
Los estudios sobre movilidad del Glifosato en el suelo concluyen en general, que es
fuertemente adsorbido en el horizonte superficial del suelo y que la contaminación de los
acuíferos subyacentes, sólo puede concretarse por efectos de macrodispersión en grandes
poros. Hay indicaciones de posibles impactos perjudiciales indirectos en el equilibrio del
hábitat, por alteraciones de las cadenas tróficas (eliminación de semillas para aves, néctar para
abejas). Para los vertebrados adultos es menos tóxico que la mayoría de los plaguicidas
habitualmente usados, siempre que sea aplicado en las dosis recomendadas.
La seguridad frente a los peligros de plaguicidas para la gente que trabaja es débil, aún
cuando esté formalmente amparada por las Leyes Nacionales Nº 19.875 “Higiene y Seguridad
del Trabajo”(Decreto Reglamentario Nº 351/79) y Nº 24.577 “Riesgos del Trabajo” y por el
Decreto Nº 617/97 “Reglamento de higiene y seguridad para la actividad agraria” 60. Pero en la
Argentina, donde el ingreso y los derechos sociales de los trabajadores se están deteriorando
desde la década del ’50, la gente del campo vive particulares condiciones de inseguridad y de
falta de higiene, en especial con relación a la exposición a los plaguicidas.
En la Argentina, la población rural económicamente activa (PEA) del año 2001 era de
1.359.241 y en el año 1991, de 1.364.870 (46 % asalariados) 61. Hay en la actualidad (datos del
setiembre de 2003), 248.036 trabajadores asegurados en el sector de actividad “agricultura,
59
Es habitual escuchar y leer en notas periodísticas de medios de comunicación argentinos, afirmaciones de personas
relacionadas con el sector agropecuario sobre la inocuidad total del Glifosato (“en menos tóxico que la sal común”). Esta
afirmación, además de ser un poco tonta y sin gracia, es representativa del fundamentalismo con que se manejan ciertos
debates, en perjuicio de la población lega en los temas y en la obtención de soluciones para el bien común. El caso
paradigmático es la soja: o es la “bestia del Apocalipsis para los argentinos, o solucionará todos sus problemas sin costo
alguno”.
60
Hay un proyecto de ley en el Congreso Nacional para unificar esa normativa con beneficios para el trabajador rural.
61
Censos de Población y Vivienda de 1991 y 2001(INDEC).
Estudio Sectorial Agrícola Rural 73
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caza, silvicultura y pesca” 62. Las aseguradoras trabajan fundamentalmente con denominado
“accidente de trabajo”, que equivaldría a la intoxicación aguda y no con las “enfermedades
profesionales”, que corresponden, entre otras, a la intoxicación crónica. En estas condiciones,
la intoxicación crónica queda enmascarada para los registros oficiales y para agravar la
situación, a esto se une la dificultad en diagnosticarla y la ignorancia de los trabajadores
rurales y mismo de los agentes de salud pública, en el tema.
Las estadísticas que publica la Superintendencia del Riesgos del Trabajo (SRT –
Ministerio de Trabajo), son la tercera fuente relevante de datos sobre las intoxicaciones en el
agro para todo el país. En el Cuadro 17 puede verse una comparación de los accidentes y
muertes en el sector agrícola con los generales; en prácticamente todos los rubros, el
trabajador rural es uno de los más expuestos o accidentados. En este marco, los siniestros o
accidentes causados por plaguicidas, son reducidos en el universo de los trabajadores
reconocidos y asegurados: la exposición y el contacto con productos químicos no suman más
del 2 % de los siniestros y las intoxicaciones no llegan a 2 %; estas son sólo las intoxicaciones
agudas (Cuadros 18 y 19).
Cuadro 17
Indicadores de accidentes de trabajo y
enfermedad profesional (2002)
Cuadro 18
Trabajadores accidentados según forma
de ocurrencia del siniestro
62
“Manual de Prevención de Riesgos Rurales”. Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Buenos Aires, 2004. Página web:
www.srt.gov.ar
Estudio Sectorial Agrícola Rural 74
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Cuadro 19
Trabajadores accidentados según
naturaleza de la lesión
El Mercado no analiza todos los productos que ingresan sino que toma muestras
aleatorias siguiendo normas de muestreo de la OMS. En el caso concreto de los residuos de
plaguicidas 63, se consideran algunas peculiaridades del ingreso de frutas y hortalizas, como
por ejemplo, enfatizar la extracción de muestras, en los productos enviados por regiones o
provincias que comienzan su ciclo estacional de entregas ya que se ha constatado que al inicio
de las remesas es donde mayores probabilidades hay de “no respeto” por los tiempos de
carencia que tienen los plaguicidas.
Los motivos que generan estas intervenciones son múltiples, pero los más frecuentes
son: i) defectos de calidad: deformaciones, exceso de manchas de diverso origen, tamaños no
autorizados, desuniformidad de tamaño, falta de identificación, envase no autorizado, fruta
inmadura, daños mecánicos, presencia de insectos vivos, y ii) defectos de condición:
podredumbres, brotados, decaimiento fisiológico en frutas, daños por frío, sobremadurez,
rotura de envases en transporte, deshidrataciones, daño por congelamiento.
cantidad de lotes decomisados. Esta conclusión no se apoya en datos concretos ya que entre otras
dificultades en obtener información, no ha sido fácil acceder a detalles de los datos que maneja el
Mercado Central sobre la calidad de los alimentos que se comercializan bajo control; en especial,
la relacionada con los decomisos de productos por residuos que exceden las normas vigentes.
Cuadro 20
Decomisos de mercadería por residuos
de plaguicidas
D. LA CONTAMINACION AMBIENTAL
64
Otras determinaciones son las referidas a contaminaciones microbiológicas, uso de colorantes en cáscaras de cítricos y los
parámetros objetivos de madurez (pej. porcentaje de azúcar).
Estudio Sectorial Agrícola Rural 77
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considerados como objeto de mayor atención en este Informe, por estar directamente
relacionados con los procesos de producción agrícolas.
Existen hechos que hoy pueden ser juzgados delictivos, como el entierro o el volcado
al agua de plaguicidas obsoletos o prohibidos. Uno de los casos más resonantes en la
Argentina ocurrió en junio de 1990, en la localidad denominada La Argentina, asentamiento
de no más de 30 casas en la Provincia de Santiago del Estero. Allí, en terrenos de la estación
ferroviaria, fueron enterradas, en frágiles bolsas plásticas, 30 t de plaguicidas organoclorados,
producidos por ICI Duperial (Clordane, HCH, Aldrin, Dieldrin, DDD, DDT y otros); todos de
uso prohibido por la legislación argentina y por las normas de la mayoría de los países.
Como otro ejemplo de este tipo de caso, puede mencionarse al reciente incendio (julio
2003) de un depósito de plaguicidas en el Paraguay, con probables derrames al Río Paraguay
y al Riacho Formosa, ante el cual las autoridades de la Prefectura reaccionaron en forma
adecuada, estableciendo un monitoreo y seguimiento de las condiciones de los cursos de agua
mencionados.
65
“Evaluación Técnico Económica del Impacto de la Carpocapsa en la Producción de de Frutas de Pepita de la Norpatagonia
Argentina”. Villareal, P.; Tappatá, A.; Magnarelli, G.; Tamburo, L.; Cartes, C.; y Villegas, M. Ed. Univ. Del Comahue,
SAGPyA, SENASA, Gobiernos de las Provincias de R. Negro, La Pampa y Neuquén, Federación de Productores de Frutas
de R. Negro y Neuquén y Cámara Argentina de Fruticultores Integrados. Junio, 2003.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 79
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Los resultados, en las tablas y mapas correspondientes expresan que en la mayor parte
del área de la cuenca del Río Mendoza dominan las categorías “impacto medio” e “impacto
bajo” por contaminación de agroquímicos en las parcelas cultivadas y en la menor proporción
de la Cuenca, se identificaron riesgos “altos”. El Estudio agrega: “ De lo mencionado antes
puede concluirse en forma preliminar que si bien la agricultura intensiva que se practica en el
oasis del Río Mendoza requiere de una importante cantidad de agroquímicos para asegurar la
cantidad y calidad de los productos cultivados, los resultados del presente estudio muestran
que los riesgos de contaminación derivados del uso de dichos productos es, en la mayor parte
66
Proyecto PNUD/FAO/ARG//00/008.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 80
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del área de la cuenca, medio y bajo. Las áreas en que dicho riesgo aparece ser más elevado se
encuentran, en general, remitidas a sectores ubicados hacia el Norte y el Sur del área
metropolitana de Mendoza”.
Los resultados de los estudios en la zona hortícola de Santa Fe, indican que “no se
detectó en los pozos de extracción de agua subterránea, ningún plaguicida prioritario
empleado en la terapéutica vegetal de las huertas y se detectó presencia de Trifluralina
(herbicida) y Metamidofós (insecticida) en los suelos del área en estudio”. Se indica también
que los plaguicidas más usados, sufren en el área un proceso de degradación en el suelo y por
lo tanto, no aparece como riesgosa la contaminación de los acuíferos 68.
Otro estudio fue hecho para la Comuna de Bigand, situada a 100 km al sudoeste de la
Ciudad de Rosario, para un área de influencia de aproximadamente 29.000 ha, donde se
cultivan soja, trigo, maíz y sorgo; se consideraron 26 plaguicidas organoclorados,
organosfosforados y carbamatos. Entre otras conclusiones, el estudio de referencia señala que
“i) el herbicida más usado en Bigand, Glifosato, requiere poco más de 100 días para reducir
su concentración a 1 microg/l en el agua de escorrentía y percolado y ii) que el proceso de
degradación de los plaguicidas analizados en el estrato superior del suelo, estimado por el
Modelo Soilfug, prevalece sobre los procesos de escurrimiento superficial y subsuperficial y
volatilización, hecho que explica la mayoritariamente nula detección de esos plaguicidas en el
acuífero de Bigand empleado como fuente de abastecimiento de agua”.
Hay diversos estudios dirigidos a identificar posibles contaminaciones de las aguas del
Río de La Plata; entre ellas, se destacan las realizadas por el Proyecto Ambiental del Río de
67
Este proyecto se enmarca en las recomendaciones del Foro Intergubernamental de Seguridad Química (Plan Piloto de las
Naciones Unidas. UNITAR-OMS: Gestión Ecológicamente Racional de Sustancias Químicas). En Argentina esta iniciativa
ha dado lugar al Plan Nacional de Gestión de las Sustancias Químicas coordinado por el MSyAS cuyas acciones son
implementadas por el Grupo V2 - Determinación de Factores de Riesgo Ambientales por Plaguicidas que es coordinado por
el INA. Sitio web: www.ina.gov.ar
68
“Transporte y destino de plaguicidas en el subsuelo de áreas sujetas a riego complementario en la Pampa Húmeda – Area
Hortícola Santa Rosa de Calchines, Santa Fe”. Subsecretaría de Recursos Hídricos, INA, Ezeiza, enero 2003.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 81
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La Plata y su Frente Marítimo (FREPLATA) 69. Se analizaron sedimentos del Litoral Costero
Bonaerense y del cuerpo principal del Río. Entre otros contaminantes se detectaron
plaguicidas organoclorados pero en concentraciones más bajas que los “Niveles Guías de
Calidad” asignados para la protección de la biota del Río; sí son altas las concentraciones de
ciertos metales pesados. En el caso de los organoclorados y con relación a la agricultura como
probable fuente de la contaminación detectada, debe indicarse la alta persistencia de esos
compuestos en diferentes medios y los usos no agrícolas que tiene. Otro estudio del Proyecto
FREPLATA, sobre organoclorados y metales en los cuerpos de peces del Río de la Plata,
señala que hay presencia de esos compuestos en los músculos y vísceras analizados, pero en
concentraciones menores a la Guía Americana de Consumidores, patrón de calidad usado
como referencia.
Esa triste experiencia tuvo sin embargo un efecto positivo porque dio origen a un
ambicioso proyecto conjunto entre los Estados Unidos y la Argentina, que se llamó Monitoreo
Ecotoxicológico de Biodiversidad, involucrando varias instituciones: INTA (coordinación);
la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, la Cámara de Sanidad
Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), el SENASA, el Servicio Canadiense de Vida
Silvestre, el Servicio de Vida Silvestre de los Estados Unidos, la Fundación Vida Silvestre
Argentina, las Universidades de Córdoba y de La Pampa, y los gobiernos de las provincias de
Santa Fe, Córdoba, La Pampa, Buenos Aires y Entre Ríos. El proyecto fue dotado
originalmente de un presupuesto de usd$ 650.000 dólares y se ejecuta en las cinco provincias
de la región pampeana.
69
“Contaminación de Sedimentos del río de La Plata”. Carse, A.; Perdomo, A.; y Arriola, M. FREPLATA, 2002.
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Capítulo III
Una evaluación adecuada del papel del Estado en el control de plagas, exige considerar
a todos sus planos de intervención y las formas de articulación de todos los agentes: i) el
control de las plagas en general, incluyendo el de las vectoras de enfermedades del hombre; ii)
el control de las plagas agrícolas en particular, tema principal de este Informe; iii) la
fiscalización de la sanidad y calidad de los alimentos y el problema de los residuos de
plaguicidas; iv) la prevención del efecto de los plaguicidas en la salud humana; v) la
mitigación del impacto ambiental del control de plagas y, vi) el manejo y control de todas las
sustancias químicas peligrosas. Deberían analizarse por lo tanto, numerosos organismos, en la
jurisdicción federal como en las provincias, sin dejar de lado a los particulares y sus
organizaciones. En este Informe no se pudo realizar una evaluación de la capacidad
institucional de todos esos organismos, con la profundidad necesaria que el tema requiere. Así,
sus conclusiones sobre las instituciones, deben considerarse como una primera aproximación
al tema y una guía para estudios más amplios y profundos.
industrial 70. En el Ministerio de Salud hay un programa que se ocupa de la llamada gestión de
las sustancias químicas (producción, almacenamiento, comercio, transporte y destino final),
incluyendo a los plaguicidas como rubro de atención prioritaria.
Estas normas están regidas por los tratados internacionales y por legislación de orden
federal, tanto para la comercialización de productos agroquímicos como la de productos
vegetales en general. Por lo expresado y por su trascendencia económica, el comercio
internacional tiene regulación y protección del Estado Nacional.
70
Hay en rigor una compleja división de competencias por alimentos que no se encuentra necesario detallar en este Informe.
Tal vez sí podría recomendarse una simplificación de ese listado, con uba mejora en la precisión de alcances de comptencias
para el SENASA y el Ministerio.
71
Entre otros: Análisis de riesgo para plagas cuarentenarias y no cuarentenarias reglamentadas; directrices para el
establecimiento de áreas, lugares de producción libres de plagas; lineamientos para los sistemas de de exportación,
importación y vigilancia y lineamientos para los programas de erradicación.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 84
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La Argentina forma parte, como ya se indicó, del Comité Regional de Sanidad Vegetal
(COSAVE) - Ley 23.961 - y la conformación del Mercado Común del Sur (MERCOSUR),
con su respectivo Acuerdo Sanitario y Fitosanitario formalizado por Resolución del Grupo
Mercado Común Nº 6/93, entre otros.
El instrumento legal que actualmente regula las actividades del SENASA, así como su
estructura institucional, misiones y funciones es el vigente Decreto Nº 1.585/96, con
modificaciones de los Decretos Nº 394/01 y 680/03; otras leyes y resoluciones se adjuntan a
continuación.
Disposición SNSV Nº 11/85: Reglamenta las Resolución SAGyP Nº 131/90: Crea la "Línea Jardín"
características de envases y embalajes de plaguicidas y para el Registro Nacional de "Terapéutica Vegetal".
establece la clasificación toxicológica de fitosanitarios.
Resolución IASCAV Nº 145/96: Reglamenta las Resolución SAGyP Nº 140/95: Establece nuevos
características de etiquetado de productos, especialidades requisitos para registrar productos fitosanitarios en el
de terapéutica vegetal, para línea agrícola. país.
Resolución SAGPyA Nº 440/98: Reglamenta el "proceso Resolución SAGyP Nº 583/93: Crea el registro de
de reválida de registros" actualizando las nuevas exigencias principios activos, fija vigencias de principios activos y
a los productos ya registrados con anterioridad en el país. aranceles de inscripción.
Resolución SAGPyA Nº 440/98: Establece los nuevos Resolución SAGyP Nº 34/93: Determina la
procedimientos para el registro de productos fitosanitarios obligatoriedad de presentación de certificados de origen
aprobando nuevo "Manual de Procedimientos, Criterios y y composición de principios activos y productos
Alcances para el Registro de Productos fitosanitario en la formulados para la inscripción en el RNTV.
República Argentina".
Estudio Sectorial Agrícola Rural 86
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Otras normas relacionadas son la Resolución SAGyP Nº 20/95 que actualiza los
límites máximos de residuos de productos fitosanitarios y la Resolución IASCAV Nº 77/96
que actualiza los límites máximos de residuos de Metalaxil, Tiram, Etil Paratión y Metil
Paratión.
En primer lugar, se reitera que la Ley que rige la lucha contra todas las plagas agrícolas
es, en rigor, un Decreto Ley, promulgado por un gobierno de facto: Nº 6.704/63. Este Decreto
fue analizado en un ítem anterior y a modo de síntesis puede concluirse que es adecuado a los
fines de definir la autoridad de aplicación en el tema y sus misiones y funciones. Tal vez
pueda señalarse que no abre, en forma expresa, la participación de las provincias, no obstante
ser la Argentina un país federal, ni promueve formas para la participación de los organismos
no gubernamentales (productores).
En 2004, la SAGPyA emite una Resolución (Nº 427/04) que colide con esta Ley, y que
en cierto sentido la deroga, hecho paradojal dado su carácter de Ley Nacional aprobada por
Poder Legislativo y promulgada por el Poder Ejecutivo. A partir de entonces se han emitido
una serie de Resoluciones por parte del SENASA y la SAGPyA que aparentan tener desajustes
de tipo conceptual o técnico hacia el control de la plaga y el contenido de la mencionada Ley
Nacional: i) la Resolución SENASA 842/02 crea el Programa Obligatorio Fitosanitario
Patagónico que sólo contempla la lucha química, dejando de lado la técnica de la Confusión
sexual e instala el uso obligatorio del Cuaderno Fitosanitario; ii) la Resolución SENASA
819/02 implanta el programa fitosanitario para las exportaciones de manzanas y peras hacia el
Brasil (Sistema de Mitigación de Riesgos), pero deja de considerar al resto de los productores
que no se rigen por las exigencias del país vecino; iii) la Resolución SENASA 78/03 extiende
el uso del Cuaderno Fitosanitario a la Provincia de Mendoza, lo cual hace evidente el alcance
restringido a una región y una provincia, de la intervención y, iv) la Resolución 120/03 que
reinstala el Programa Nacional de Control Integral de la Carpocapsa, incluyéndose en esta
oportunidad, consideraciones sobre costos del control y fuentes de financiamiento del mismo,
pero no una definición taxativa como en el caso de la Lucha contra la Fiebre Aftosa.
Más allá de las bondades y defectos de cada una de esas normas, quedan evidenciadas
con la secuencia expuesta, la multiplicidad normativa, con aspectos contradictorios y las
siguientes cuestiones: i) la falta de un programa nacional, con todas las provincias productoras
afectadas por la plaga; ii) la existencia de diferentes enfoques técnicos para encarar el control;
Estudio Sectorial Agrícola Rural 88
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1. Estructura y funciones
72
El organismo es analizado en forma específica por otro componente de Estudio Sectorial: Sanidad y Calidad
Agrolimentaria.
73
Otras unidades son: Dirección de Sanidad Animal; de Coordinación Técnica, Legal y Administrativa y de Relaciones
Internacionales e Institucionales.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 89
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Puede concluirse que esos programas y proyectos definen las prioridades definidas por
el Estado, para las plagas y enfermedades que afectan a la producción vegetal, ya sea por su
incidencia en la productividad del sector, la sanidad e inocuidad de los alimentos o por la
satisfacción de los mercados interno y externo de productos vegetales. Sin embargo, como se
analizará a posteriori, los resultados alcanzados por esas iniciativas han merecido
consideraciones dirigidas a su fortalecimiento, ampliación o mejoramiento. Esto es
marcadamente necesario con relación a la Carpocapsa que afecta a peras y manzanas, a la
Mosca de los Frutos, a la Cancrosis de los Cítricos y a la inocuidad de las frutas y verduras
para el consumo en fresco, aunque este último rubro es competencia de la Dirección Nacional
de Fiscalización Agroalimentaria. La reciente aparición de la Roya de la Soja pondrá a prueba
los procedimientos montados para su prevención y control.
El éxito conseguido con el Plan de Lucha contra la Fiebre Aftosa en la década de los
’90, significó un considerable aporte al crecimiento económico sectorial y produjo un
extendido reconocimiento hacia el SENASA, por parte de personas e instituciones del propio
país y del exterior ¿Cuáles fueron las bases de ese logro? En el entendimiento de esta
Consultoría, hubo una firme decisión política de controlar el flagelo, en la administración que
se hizo cargo del Gobierno en 1989, materializada en: i) una definida y abarcativa base legal;
ii) una estructura político-institucional que permitió involucrar, en el Plan, a las entidades
sectoriales, las Provincias y el propio SENASA y, iii) una estructura tecnológica que
posibilitó desde la identificación y producción de las vacunas hasta la asistencia a los
productores. Este éxito permite concluir que el Plan superó los intereses conflictivos que tiene
el sector de la producción de carne o que los supo manejar, en el sentido de obtener un bien
común para la sociedad, principal misión de toda administración pública (más detalles en el
próximo ítem sobre los programas de control de las plagas agrícolas).
Pero en el año 2000 hubo un rebrote de la Fiebre Aftosa que se agravó debido a que en
abril de 1998 se dejó de vacunar; esto fue “ocultado” por largo tiempo a la opinión pública
(hasta marzo de 2001), a los países compradores de carne argentina y a los organismos
internacionales responsables de la sanidad agropecuaria. Así, la Argentina perdió el “status”
de país libre, con un fenomenal impacto negativo en las exportaciones de carne (se estimó una
pérdida de 1.000 millones de dólares al año) y, lo que es peor, se deterioró el prestigio de la
Institución y apareció una gran desconfianza de los mercados externos. A fines del año 2001
cae el Gobierno, en medio de una grave crisis política y económica y las nuevas autoridades
repusieron la misma estructura que había controlado la Aftosa, incluso al conductor del
SENASA que había implementado el Plan. Y ese logro se repitió, revirtiéndose las
imprevisiones y errores de las conducciones de la SAGPyA y el SENASA que permitieron
rebrotes de la epizootia en la Argentina.
Cuadro 21
Principales fortalezas y debilidades institucionales
del SENASA
FORTALEZAS * DEBILIDADES
− Hay técnicos de adecuada preparación profesional y − El SENASA no tiene una política de sanidad y calidad
dotados de experiencia, pero todos los diagnósticos agroalimentaria ni un programa que la materialice,
apuntan a una carencia de personal, en especial en las acordes a las necesidades actuales del mercado interno y
tareas de fiscalización y control y en el interior del país. las exportaciones. No hay integración interna de acciones.
− Hay reconocimiento internacional hacia la institución, − Hay una indefinición del contenido y alcances de los
en especial en la Comunidad Europea, empañado con el conceptos de “descentralización” y “regionalización” para
ocultamiento del rebrote de la Aftosa, en 2001. renovar la estructura del organismo.
− El personal de laboratorios tiene un buen nivel técnico − Presenta carencias en la infraestructura física y el
pero adolece de la infraestructura y equipamiento para equipamiento (sede central y delegaciones) y deficiencias
cubrir todas sus funciones. de organización interna del personal.
− El presupuesto no se ajusta a las necesidades y funciones
de la Institución. No hay presupuestación por programa.
− Hay una enorme brecha entre la capacidad técnica del
personal y los procedimientos organizativos, incluyendo
en esto al Sistema de Control de Gestión Institucional.
* En rigor, en la descripción de estas categorías, a sus fortalezas también hay que agregar debilidades.
74
“Cambio y Fortaleimiento del SENASA Documento de Trabajo”. Amaya, Jorge y Casamiquela, Carlos (Presidente y
vicepresidente del SENASA). Buenos Aires, diciembre 2003.
75
Entre otras carencias y problemas pueden señalarse la falta de una estructura detallada de asignación del personal técnico y
administrativo, de acuerdo a un Manual de Organización y Métodos Interno; la ausencia de un esquema que permita la justa
valorización de los empleados de correcto desempeño, con relación a los de deficiente aplicación y la falta de un programa de
capacitación del personal, acorde a las necesidades y planes de la Institución. Asimismo puede señalarse que la multiciplidad
de normas (resoluciones, disposiciones, decretos) vigentes y el elevado número de Registros existentes en la Institución,
pueden atentar contra la eficiencia y transparencia necesarias para un organismo público.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 93
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Estructura y antecedentes
Las acciones del PROCEM, para las cinco grandes regiones agroecológicas y
considerando el status de la plaga, se ejecutan con organizaciones con diversos participantes,
de acuerdo a cada realidad regional y provincial, con la coordinación técnica y normativa del
SENASA. En la Región Patagónica actúa la FUNBAPA, integrada por representantes de los
gobiernos provinciales (Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, La
Pampa y Buenos Aires), el SENASA y organizaciones privadas (Cámara Argentina de
Fruticultores Integrados y Federación de Productores de Frutas de Río Negro y Neuquén). En
Mendoza, coordina las actividades el ISCAMEN (Instituto de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria de Mendoza); en la Provincia de San Juan, la Subsecretaría de Agricultura y
Ganadería (Dirección de Sanidad Vegetal de San Juan) y La Rioja, la Dirección General de
Recursos Agropecuarios y Agroindustrias.
Area en Etapa de Diagnóstico: Areas donde se inició el Area de Escasa Prevalencia: Cumple en forma oficial,
monitoreo (trampeo de individuos adultos y muestreo de con estas condiciones: i) hay sistema cuarentenario y
frutos), con el objetivo de definir la presencia de la plaga programa anual aprobados; ii) sistema de detección de
y su dinámica poblacional. Es necesario, como mínimo plaga operativo; iii) desarrollo del Plan de Control; v)
un año de prospección antes de evaluar el paso a la ejecución de Acciones Localizadas de Control y vi) Plan
siguiente categoría. El monitoreo es ejecutado de acuerdo Oficial de Auditorías coordinado por SENASA. Cumple
a lo establecido por el PROCEM para cada situación. además con estos requisitos: i) MTD (Mosca/ trampa/ día)
fértil menor a 0,01 y ii) zona de contingencia definida.
Area Bajo Control: Se cumple en forma oficial, con Area Libre: es aquel área que se encuentra dentro del
estas condiciones: i) presencia de Sistema Cuarentenario; área protegida y cumple con lo establecido en el Sub-
79
La Bioplanta de Mendoza está reconocida internacionalmente y provee material biológico (140 millones semanales de
pupas estériles), al PROCEM y a Programas de Mosca de los Frutos de otros países. Otro insectario en actividad se encuentra
ubicado en la Provincia de San Juan, y produce aproximadamente 20 millones de pupas por semana.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 95
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ii) programa anual aprobado iii) hay sistema de detección Estándar Regional en Protección Fitosanitaria 3.2.1,
de la plaga y Plan de Control y iv) Plan Oficial de desarrollado y aprobado por el Comité de Sanidad Vegetal
Auditorías organizado y coordinado por el SENASA. del Cono Sur (COSAVE).
Mapa 3
Situación de la Mosca de los Frutos en el país
Referencias:
− Valles Andinos Patagónicos: Área Libre de − Valle del Bermejo (La Rioja): Área de Escasa
Moscas de los Frutos de importancia Prevalencia de Mosca del Mediterráneo (C.
económica, Resolución SENASA No. 194/99. capitata) Disposición SENASA 14/04.
− Mendoza: Area de Escasa Prevalencia de − R. Patagónica: Área Libre de Moscas de los
Mosca (C. capitata). Disposición SENASA Frutos (A. fraterculus). Disposición SENASA
01/02. 4/04.
− R. Patagónica: Área de Escasa Prevalencia de − Valle de Uco (Mendoza): Área Libre de Mosca
Mosca (C. capitata). Disposición 03/20 de los Frutos al. Disposición SENASA 15/04.
SENASA.
− Malargüe y el Sosneado (Mendoza): Area − S. Juan y La Rioja: Disminución de las
Libre de Moscas de los Frutos Disposición poblaciones de plaga.
SENASA 6/03.
Los principales objetivos del Programa son: i) Mejorar la sanidad y calidad de la fruta
de pepita y carozo, mediante la reducción de los niveles de daño provocados por Carpocapsa;
ii) intensificar la Fiscalización Fitosanitaria de la producción de fruta fresca de pepita y
subproductos a lo largo de toda la cadena productiva; iii) incrementar el control de la plaga
mediante la erradicación de montes abandonados y/o de riesgo fitosanitario; iv) difundir la
adopción de técnicas alternativas no contaminantes para el manejo de la plaga, a través de una
campaña de comunicación dirigida a los distintos participantes de la producción frutícola en la
Región; v) coordinar el funcionamiento de las Comisiones Fitosanitarias Locales (CFL) para
el control de la plaga otorgando una mayor participación de los productores en el diseño de la
campaña y el uso de los recursos y vi) apoyar la generación y adaptación de técnicas
alternativas para el manejo de la plaga no contaminantes del ambiente y que favorezcan la
obtención de fruta con bajo nivel de residuos.
En ese marco, los métodos aplicados y recomendados por el Programa son el control
químico mencionado, para bajar el nivel poblacional de Carpocapsa y luego poder aplicar el
método denominado Técnica de Confusión Sexual (TCS), basado en la utilización de
semioquímicos, sustancias que los insectos emplean para comunicarse (feromonas sintéticas
que cumplen la función de atractivo sexual). El uso de estas sustancias permite desorientar a
los machos de Carpocapsa, evitando así el encuentro con las hembras de la especie y, por lo
tanto, el apareamiento y posterior reproducción. Para Carpocapsa, este método ha demostrado
su eficiencia en el control y su uso se está imponiendo en las zonas de producción de fruta de
pepita del mundo que aspiran a producir bajo pautas de Manejo Integrado de Plagas. La
aplicación de esta técnica, presenta importantes ventajas respecto al control tradicional, entre
las cuales pueden citarse: reducción del impacto sobre el ambiente y de los residuos de
plaguicidas en fruta; mantenimiento o incremento de poblaciones de enemigos naturales de las
plagas; retraso en la aparición de resistencia a los plaguicidas; mayor seguridad del trabajo del
productor y operarios de chacra; menor uso de la maquinaria e importante reducción del daño
en fruta 80.
80
Otros métodos de bajo impacto ambiental son el Control biológico, poco aplicado en la Argentina, sustentado en una serie
de enemigos naturales de la Carpocapsa (Virus de la Granulosis, avispas de los géneros Trichogramma, Ascogaster y Mastrus
y nematodos) y la Técnica del Insecto Estéril (TIE), que consiste en la aplicación de radiación sobre machos criados en
forma masiva para esterilizarlos ción y luego liberarlo para el apareamiento que no dejará descendencia.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 100
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− Declara de interés nacional la erradicación de la − Define una técnica de lucha y crea un Plan con
Fiebre Aftosa y responsabiliza a la Comisión acciones para la erradicación
Nacional de la evaluación periódica del Plan.
− Establece una estructura institucional para − Otorga a instituciones locales sin fines de lucro, el
planificar, organizar, ejecutar, fiscalizar, seguir y papel de ejecutoras de las acciones del Plan y el de
evaluar el Plan de lucha promotoras de las acciones propuestas
− Determina la obligación del cumplimiento por los − Reserva para el SENASA, la fiscalización del Plan
productores de las acciones del Plan, la denuncia y la legalización, vía resoluciones, de las decisiones
de casos de enfermedad, la obtención de los tomadas en con la autoridad máxima del Plan:
certificados de vacunación y la tenencia de la Comisión Nacional de Lucha contra la Aftosa
documentación para el movimiento de animales
La Ley está reglamentada por un Decreto Nacional (Nº 643/96), se dicta en junio de
1996 (tres años más tarde) y tiene un Anexo de 63 artículos, complementarios a los 24 de la
Ley. En términos jurídicos e institucionales, se entiende que el éxito del Plan se debe a su
legitimidad, apoyada en una Ley Nacional y la correspondiente reglamentación.
Las Comisiones Provinciales o Regionales están integradas, según la Ley, por dos
representantes del SENASA, dos del gobierno provincial (o uno por cada provincia si la
Comisión es regional), un miembro de la Asociación de Veterinarios Provincial (o de cada
una de las provincias), según el caso, y un miembro de las entidades de productores que
actúan en cada provincia, así como representantes de la industria. Cada COPROSA o
Comisión Regional está presidida por el representante del gobierno local o por uno de los
representantes de los gobiernos provinciales si la Comisión es regional. La Ley detalla
claramente cuales son las funciones y atribuciones de las Comisiones Provinciales.
En resumen, el éxito del Plan tiene una de sus bases en una estructura institucional
acorde con el sistema federal, armónica, equilibrada, y flexible, especialmente en lo que hace
a la ejecución de las acciones. Es muy importante remarcar que la estructura del Plan prevé la
función de evaluación y designa como responsable de la misma al órgano máximo: la CNLA.
Para este Programa pueden indicarse como problemas y restricciones que requieren la
profundización y ampliación territorial indicada en el párrafo inicial a los siguientes: i) los
daños de la plaga han crecido en estos últimos años, con fuerte repercusión en el ingreso del
productor; ii) los mercados externos aumentan periódicamente las exigencias de inocuidad y
calidad de las frutas frescas y los productos elaborados a partir de las mismas; iii) la plaga está
demostrando mayor resistencia a los plaguicidas; iv) el impacto ambiental negativo de esos
plaguicidas exige la implementación de alternativas más amigables con el medio ambiente; y,
v) el impacto que ha producido en los productores, la crisis económica de lo últimos años y la
devaluación monetaria de inicios del año 2002.
Una de las principales limitaciones del PNSC, en especial del Programa de la Región
Patagónica, reside en su financiamiento, captado a través del Canon Contributivo, ya que no es
suficiente para imprimir un ritmo de ejecución que permita alcanzar las metas y objetivos
planteados. Estas restricciones financieras afectan sobre todo la posibilidad de continuar
difundiendo las nuevas tecnologías a disposición, particularmente en lo que concierne al
empleo de feromonas de confusión sexual y las tareas de monitoreo y fiscalización de estas
plagas.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 103
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En forma similar al PROCEM, para poder suprimir estas plagas se debe garantizar un
adecuado funcionamiento del sistema de protección cuarentenaria y el cumplimiento de las
normas legales de sanidad vegetal. La supervisión de los actuales sistemas de monitoreo y
fiscalización no cubren a la totalidad de productores y la difusión de las modernas tecnologías
de control es aún incipiente (abarca el 6 % del total de los fruticultores de la Patagonia y no se
usa en Cuyo).
Puede afirmarse, sin lugar a dudas, que el PROCEM ha conseguido importantes logros
y las instituciones y personas involucradas, también han alcanzado un significativo
crecimiento técnico y operacional. La coordinación de SENASA está reconocida a nivel
nacional (por los gobiernos provinciales) y fuera del país por otros países e instituciones
internacionales y se cuenta con medidas de protección cuarentenaria eficientes y eficaces, en
el orden interno y externo. Por último, hay un financiamiento parcial, que incluye el aporte de
los productores y un alto porcentaje de regiones o provincias que cuentan con recursos propios
o créditos externos.
Es necesario, por otro lado, ampliar el Programa a todo el territorio nacional para
disminuir la cantidad de barreras internas y tratamientos para movimientos dentro del territorio
nacional y la brusca baja del riesgo de reintroducción de la plaga de una zona a otra del
territorio nacional. Asimismo, debe respetarse el compromiso multilateral que asumió el País,
para reducir el uso de bromuro de metilo, sustancia que se utiliza para la desinfección de
productos en tránsito desde un área infestada a una libre o de baja prevalencia.
Para concretar estos objetivos y consolidar los logros obtenidos, el Programa debe
enfrentar y superar diversos problemas, entre otros: i) países limítrofes que tienen peor
condición en relación a la plaga que Argentina y no adoptan medidas de control; ii) periodos
Estudio Sectorial Agrícola Rural 104
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La FUNBAPA es una entidad privada sin fines de lucro que fue creada en 1992 a
iniciativa de los productores agropecuarios patagónicos. Entre sus objetivos estatutarios se
encuentra la protección fitosanitaria de la Patagonia a través de la operación de una barrera de
control para el aislamiento de la región. La Fundación está integrada por la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGPyA), el Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria (SENASA), los Gobiernos de las Provincias Patagónicas y las
Cámaras Empresariales y Asociaciones de productores agropecuarios de la región.
Este Comité está integrado por: i) el Gobierno Nacional (SENASA); ii) los Gobiernos
de las Provincias de Misiones (Ministerio de Asuntos Agrarios), Corrientes (Ministerio de
Producción, Trabajo y Turismo), Entre Ríos (Secretaría de la Producción) y Buenos Aires
(Ministerio de Asuntos Agrarios); iii) la Asociación de Fruticultores de Misiones; iv) el Sector
Productor de la Comisión Mixta Provincial del Citrus de Corrientes; v) la Federación del
Citrus de Entre Ríos; vi) la Cámara de Exportadores del NEA ( CANEA) y, vii) la Cámara de
Productores y Empacadores de la Zona Noreste de la Provincia de Buenos Aires. Son
integrantes Asesores el INTA, las Entidades de Ingenieros Agrónomos y el Instituto
Interamericano de Ciencias Agropecuarias (IICA).
Los objetivos del Comité son: i) velar por el correcto cumplimiento y aplicación de las
normas en vigencia o a dictarse, que aseguren la sanidad y calidad citrícola, incluyendo los
viveros de citrus; ii) confeccionar y aprobar los programas sanitarios y de calidad citrícola
para las provincias que componen el CORENEA; iii) identificar y gestionar los fondos y
presupuestos para la ejecución de los programas adheridos al Programa Nacional de Sanidad
Estudio Sectorial Agrícola Rural 106
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Citrícola, generados para cada una de las Provincias integrantes del CORENEA; iv) proponer
y gestionar el dictado de normas jurídicas que permitan el mejor cumplimiento de los
programas y de los objetivos fitosanitarios y de calidad, para la citricultura de las provincias
integrantes; v) proponer estrategias que permitan el levantamiento de las medidas restrictivas
al ingreso de productos citrícolas de las provincias integrantes, en otros países; vi) coordinar
acciones con organismos e instituciones privadas u oficiales, provinciales o nacionales, que
permitan alcanzar una fluidez en el comercio interno, que beneficie a la economía de la región
preservando y mejorando, a la vez, las condiciones sanitarias de las áreas protegidas y vii)
celebrar convenios de cooperación con otras entidades.
El Comité está formado por los Secretarios del área de cada una de las cuatro
provincias que forman la Región (Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca), más un representante
de la SAGPyA (de acuerdo a la Resolución nº 638 por delegación es del SENASA) y un
representante de AFINOA. La existencia de este Comité ha sido validada por la Secretaría de
Agricultura Ganadería y Pesca por Resolución Nº 638 y sus funciones son las de fijar políticas
del sector para la Región. Por su reglamento interno (Resolución Nº 922/92), está facultado a
celebrar convenios de cooperación con instituciones privadas y a administrar fondos con base
en un Programa Operativo aprobado.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 107
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Este Programa tiene por objetivo la disminución de los riesgos para la salud humana, de
la exposición a las sustancias químicas, incluyendo los plaguicidas de uso agropecuario. Con ese
fin general, el Programa procura: i) hacer la caracterización epidemiológica y el establecimiento
de normas para las acciones de prevención, diagnóstico, tratamiento y vigilancia de las
intoxicaciones; ii) mejorar el intercambio de información toxicológica y el funcionamiento de las
unidades asistenciales de Toxicología Clínica del país, incluyendo los Centros de Información,
Asesoramiento y Asistencia Toxicológica (CIAATs) y los Laboratorios de Análisis Clínicos
Toxicológicos (LACTs), y iii) promover la capacitación en Toxicología Clínica y Epidemiología
Aplicada.
El Programa, iniciado en 1.999 por Resolución Ministerial Nº 222, cuenta con el apoyo
de la OPS/OMS para las tareas de capacitación y de la GTZ, para todo lo relacionado con los
Registros de Intoxicaciones. Uno de sus principales objetivos es establecer un patrón homogéneo
y uniforme para todo el país, del registro de las intoxicaciones, incluso acorde a los usados por la
Red Internacional INTOX de la CEPIS-OPS-GTZ. La padronización del levantamiento de la
información sobre los intoxicados es un elemento clave para la programación de actividades de
prevención y, en la Argentina como en la mayoría de los países latinoamericanos, existía, y aún
existe, una enorme variedad en las formas de adquirir y de consignar la información proveniente
de los afectados por intoxicaciones. En el ámbito del Programa Nacional de Prevención y
Control de las Intoxicaciones, opera la REDARTOX, Red Argentina de Toxicología, creada
también en 1999, con el objetivo de mejorar el intercambio de información temática, armonizar
registros y normas y promover la investigación y la prevención de las intoxicaciones.
81
Casos agudos y masivos, con una ó más áreas de incidencia.
Estudio Sectorial Agrícola Rural 110
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Registro de Consultas, en este Sistema se consignan los casos tratados por organismos
médicos, generalmente públicos.
El Programa fue creado en el año 2000, por la Resolución Nº 527 del Ministerio de
Salud, con el objetivo general de minimizar los riesgos para la salud humana, asociados a la
exposición a las sustancias químicas. Sus objetivos específicos son la promoción de
mecanismos sustentables de gestión de sustancias químicas para limitar los riesgos para la
salud humana; la identificación de riesgos y situaciones para organizar su vigilancia y control
y las vías, recursos y mecanismos para promover una información oportuna, veraz y
actualizada sobre los riesgos del manejo de las sustancias químicas y la promoción del trabajo
intersectorial, facilitando la comunicación entre las áreas vinculadas al problema.
El Programa realiza actividades de asistencia técnica en intervenciones directas sobre
problemas concretos; imparte capacitación y colabora en los procesos de normatización de los
mecanismos de manejo y administración de las sustancias químicas. Recibe recursos del
presupuesto nacional y también aportes de UNITAR, GTZ y CEPIS-OPS. Entre otros, cabe
mencionar su participación en los trabajos de campo y monitoreo de población expuesta a
agroquímicos en las localidades de Colonia Aurora, Provincia de Misiones y Bigand y
Lanteri, Provincia de Santa Fe (ítem I.E.2.).
En el gobierno federal, fuera de los tratados precedentes, hay dos organismos que
tienen competencia en la calidad del ambiente y sus recursos naturales: La Secretaría de
Ambiente y Desarrollo Sustentable y la Subsecretaría de Recursos Hídricos. En la primera no
hay programas específicos dedicados a la contaminación originada por el control de plagas o
Estudio Sectorial Agrícola Rural 111
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Argentina
PERSONAS CONSULTADAS
BIBLIOGRAFIA
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Mundial de la Salud (OMS) y Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
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4. La Roya de la soja: atento y a tiempo. Carmona, Marcelo y Melo Reis, Erlei. Ed.
SYNGENTA. Buenos Aires, enero 2004.
5. Por un campo sano: ¿Cómo estamos en sanidad agropecuaria? Ed. Bolsa de Cereales.
Buenos Aires, mayo 2004.
6. Fruticultura moderna – 9 años de Cooperación Técnica. Ed. INTA y GTZ. Alto Valle del
Río negro, 1999.
7. Empleo rural en tiempos de flexibilidad. Aparicio, S. y Benencia R. (Coordinadores). Ed.
La Colmena, Buenos Aires, 1999.
8. Estudio de base para la implementación de un sistema de certificación de la calidad la
sanidad de la producción agrícola. Gutman, G. Ed. Ministerio de Asuntos Agrarios (Prov.
de Buenos Aires) y FAO. La Plata, Provincia de Buenos Aires, 2003.
9. Fruticultura en perspectiva. Consejo Federal de Inversiones y Gobierno de la Provincia de
Río Negro. Viedma, Río Negro, 1996.
10. Censar ‘93” Censo Agrícola Rionegrino. Ministerio de Economía, Gobierno de la
Provincia de Río Negro. Viedma, Provincia de Río Negro, 1994.
11. Agriculture, pesticides and the environment - Policy options. Organisation for Economic
Co-operation and Development (OECD). París, 1997.
12. Directrices para la protección de personas que manipulan plaguicidas en climas
tropicales. FAO, Roma, 1990.
13. Guidelines on good practice for aerial and ground applications of pesticides. FAO, Roma,
2001.
14. Normas revisadas sobre criterios ecológicos para el registro de plaguicidas. FAO, Roma,
1995.
15. Manual sobre Desarrollo y Empleo de las Especificaciones de la FAO y de la OMS para
Plaguicidas. FAO, Roma, 2002.
16. Directrices para el registro y control de los plaguicidas. FAO, Roma, 1985.
17. Directrices sobre la introducción inicial y elaboración posterior, de un sistema nacional
sencillo de registro y control de plaguicidas. FAO, Roma, 1991.
18. Código internacional de conducta para la distribución y utilización de plaguicidas. FAO,
Roma, 2003.
19. Convención Internacional de Protección Fitosanitaria – Nuevo texto revisado. FAO,
Roma, 1999.
20. Glossary of phitosanitary terms. FAO, Roma, 2002.
21. Normas internacionales para medidas fitosanitarias - Análisis de riesgo de plagas para
plagas cuarentenarias. FAO, Roma, 2001.
22. Pesticide residues in food - Report 2004. FAO, Roma, 2004.
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ANEXO 1
EL SECTOR AGROPECUARIO
Importancia en la economía y probable evolución
1. Participación sectorial
El valor de las exportaciones argentinas para el año 2002 creció levemente con
respecto al año 2001 (3,2%, según datos del INDEC). Este incremento corresponde a un
crecimiento de las exportaciones de productos primarios del 11 %, liderado por el complejo
frutícola (20%); el pesquero (24%) y el algodón (50%). En el complejo cerealero (11%), se
destaca el arroz (38%).
82
Subsectores: agricultura, ganadería, caza y silvicultura – Estimaciones preliminares en millones de pesos, a precios de 1993,
de la Dirección de Cuentas Nacionales, INDEC.
83
“La generación de empleo en las cadenas agroindustriales”, Juan José Llach, Marcela Harriague y Ernesto O’Connor.
Fundación Producir Conservando, 2004.
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Argentina
84
Las estimaciones fueron extraídas fundamentalmente de un trabajo inédito de la SAGPyA: “Escenarios agrícolas para el
Bicentenario de la Independencia Nacional”. Area de Análisis Económico de la Dirección de Economía Agropecuaria, marzo
2004.
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La superficie necesaria para llegar a las 100 millones de toneladas en el 2010 se estimó
en 32,7 millones de hectáreas. Es necesario aclarar que esta superficie corresponde a la suma
de la primera y segunda ocupación, es decir que la superficie agrícola neta sería inferior. Para
lograr los niveles de producción estimados se requerirían unas 3,6 millones de ha adicionales
para 2006, lo que podría lograrse mediante un millón adicional de hectáreas agrícolas en la
Región Pampeana y unos 2,6 millones de ha extrapampeanas.
b) Frutas y hortalizas
Para las frutas de carozo, también se prevé que el aumento de la producción se dará por
incrementos de la productividad del monte frutal y no de la superficie plantada. El crecimiento
de las exportaciones de fruta fresca será factible por el desarrollo de nuevos mercados y el
fortalecimiento de los tradicionales y a los bajos niveles de las mismas en conjunción con la
alta calidad disponible en ciruelas, cerezas y duraznos.
c) Exportaciones
Las exportaciones agroindustriales, que en 2003 representaron cerca 47% del total de
exportaciones de bienes y servicios, deberían alcanzar 49 % en 2010 y 47 % en 2016. La
proyección del valor de las exportaciones agroindustriales, a precios constantes, prevé un
aumento de 45% para 2010 y de 80%, para 2016, año en que se podría llegar usd$ 30 mil
millones, a precios promedio del trienio 2001/03 (Cuadro 1).
Cuadro 1
Proyección de las Exportaciones para 2010 y 2016
COMPLEJO VALOR DE LAS EXPORTACIONES
EXPRORTADOR (en millones de usd$)
2003 2010 2016 2003/16
Sojero 7.191 10.070 11.279 4.088
Triguero 1.086 2.107 2.547 1.461
Girasolero 727 1.347 2.035 1.307
Frutihortícola 976 1.669 2.089 1.113
Algodonero 7 125 222 215
Maicero 1.288 1.126 1.366 78
Tabacalero 163 200 240 77
Cerealero (resto) 64 76 93 29
Otros 338 532 680 342
Fuente: “Escenarios agrícolas para el Bicentenario de la Independencia Nacional”. SAGPyA, Area de Análisis Económico de
la Dirección de Economía Agropecuaria, marzo 2004.
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ANEXO 2