Professional Documents
Culture Documents
INFORME FINAL
RESUMEN………………………………………………………………………. iv
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………. 5
CAPÍTULO I
CONSUMO DE DROGAS EN EL CONTEXTO VENEZOLANO…………. 10
1.1. Construyendo el objeto de estudio………………………………………. 10
1.2. Justificación de la investigación………………………………………… 13
1.3. Objetivos de la investigación…………………………………………… 14
1.3.1. Objetivo general...……………………………………………….. 14
1.3.2. Objetivos específicos………………………………………………. 14
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO……………………………………………………………. 15
2.1. Antecedentes………………………………………………………………….15
2.2. Situación actual de la demanda de drogas…………………………….. 22
2.2.1. El uso indebido de drogas………………………………………… 26
2.2.2. Razones del consumo de drogas…………………………………. 27
2.2.3. Situación del consumo…………………………………………… 30
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO………………………………………………….. 38
3.1. Tipo de investigación…………………………………………………… 38
3.2. Diseño de la investigación: estructura de los relatos de vida…………… 39
3.3. Selección de los informantes…………………………………………… 39
3.3.1. Aproximación de los informantes………………………………… 40
3.3.2. Acuerdo con los informantes…………………………………….. 40
3.4. Recolección de la información: la entrevista en profundidad…………… 41
3.4.1. Transcripción de los relatos……………………………………… 42
3.5. Método utilizado: biográfico……………………………………………. 43
3.5.1. Saturación: señal de validez y representatividad de la
narrativa…………………………………………………………. 44
3.6. Criterios de análisis……………………………………………………………46
3.6.1. Lectura factual……………………………………………………… 46
3.6.2. Lectura temática………………………………………………….. 46
3.6.3. Lectura simbólica…………………………………………………. 47
ii
CAPITULO IV
PRESENTACIÓN E INTERPRETACIÓN SIMBÓLICA DE LOS
RELATOS RECOGIDOS………………………………………………………… 48
4.1. Relato 1 – Informante: Jeremías………………………………………….. 48
4.2. Relato 2 – Informante: Isaías……………………………………………… 57
4.3. Relato 3 – Informante: Ezequiel…………………………………………… 63
4.4. Relato 4 – Informante: Moisés……………………………………………. 67
4.5. Relato 5 – Informante: Mateo……………………………………………… 75
4.6. Relato 6 – Informante: Zacarías…………………………………………… 86
4.7. Relato 7 – Informante: Marcos…………………………………………… 95
4.8. Relato 8 – Informante: Abraham…………………………………………. 104
CAPITULO V
LA DINÁMICA FAMILIAR Y EL CONSUMO DE DROGAS EN
SITUACIÓN DE CALLE EN EL CONTEXTO VENEZOLANO……………… 112
5.1. Significado de la situación de calle………………………………………… 113
5.2. Concepto de familia………………………………………………………. 113
5.3. Familia disfuncional……………………………………………………… 114
5.4. Violencia familiar y consumo de drogas…………………………………. 114
5.5. Influencia de grupos para el consumo de drogas…………………………. 116
5.6. La experiencia como factor preventivo…………………………………… 117
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………. 121
iii
UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA DE ENFERMERÍA
PROYECTO DE AYUDA MENOR Nº 00307-07
CONSEJO DE DESARROLLO CIENTÍFICO Y HUMANÍSTICO CDCH UC
iv
INTRODUCCIÓN
En consecuencia, existe una amplia diversidad de razones por las cuales las
personas pueden llegar a consumir drogas. …“Las motivaciones personales para el
uso indebido de drogas son tan variadas como los mismos seres humanos” (Massún,
1991:33). Éstas varían de un sujeto a otro, es posible que el consumo provenga de
razones que convergen al mismo tiempo.
Con relación a las sustancias consumidas, puede decirse que frente a las
drogas más comunes como la marihuana, la cocaína y la heroína, se presenta
constantemente la aparición de nuevas sustancias estupefacientes. Tal es el caso de las
drogas de síntesis y especialmente el Éxtasis, así como otras sustancias como el crack
y la llamada base de coca, también otras de uso médico como el Rhopinol, el Rivotril,
entre otros. Se observa cómo la producción, distribución y el consumo de esta
aumenta considerablemente. En cuanto al individuo, los factores personales que
influyen en el consumo de drogas y las motivaciones particulares, son diferentes en
cada sujeto. Por último, con relación al contexto sociocultural, éste es determinante e
incluye múltiples factores socioeconómicos y políticos que intervienen, de cierta
manera, en que una persona se vuelva o no consumidora de determinada sustancia.
El fenómeno de las drogas, desde una visión general, ha sido a lo largo del
tiempo uno de los temas más tratados y explorados y a su vez uno de los principales
polos de atención de la sociedad actual.
Venezuela, es uno de los países con más altos índices de tráfico y consumo de
drogas, cada vez es más audaz pese a la eficacia de los organismos policiales y del
sistema de justicia penal; y quizás no hay en el país otra actividad criminógena tan
compleja, organizada y con tan importante aporte de capital económico, como el
negocio de las drogas.
características que están presentes en el consumo de las drogas. Para el logro del fin
propuesto, el estudio se realizará en la zona central del país donde el consumo de
drogas es notorio en algunos espacios sociales, como la calle, sitios culturales y
artísticos.
Los usos dados a la droga y los problemas asociados que suelen generarse en
forma repentina y acelerada, se manifiestan de forma particular. El consumo tiene
ciertas características específicas como estilo de vida en cuanto al consumo de drogas
se refiere, por ser innovador e intenso en quienes han experimentado su uso en este
nuevo milenio.
14
Las drogas hoy día son consumidas por gran número de personas,
especialmente los jóvenes, y ha venido difundiéndose desde hace varios años a través
de nuevas culturas juveniles, como las relacionadas con la música, el arte y las
expresiones culturales de vanguardia
MARCO TEÓRICO
2.1. Antecedentes
Generalmente los jóvenes consumen en las fiestas una pastilla de Éxtasis por
vía oral, aunque no se descarta la posibilidad que los consumidores tomen más de una
dosis. El promedio de duración del efecto del Éxtasis en el organismo es entre 6 y 8
horas. Aunque en algunos casos la duración de estos efecto, suele variar, esto se debe
17
a la tolerancia que cada individuo tiene a la sustancia, la dosis que cada individuo
consuma y, en algunos casos, la combinación del Éxtasis con otras drogas o alcohol.
En cuanto al comportamiento y a las relaciones interpersonales bajo los
efectos del Éxtasis, los consumidores se sienten más desinhibidos para entablar
relaciones con los otros; en consecuencia tienen facilidad para hablar y expresarse. El
Éxtasis es usado como estimulante, con el que se experimenta euforia y energía. El
consumo de esta droga es una actividad realizada para encontrarse a gusto con
personas que comparten las mismas formas de diversión. Consiguen aumentar la
sociabilidad, facilitar la comunicación, producir sensación de mayor solidaridad
grupal. Por estas razones, muestran variaciones en las relaciones interpersonales, tales
como aceptación de otros, mayor locuacidad, deseo de establecer contacto físico y
empatía.
donde se fomenta la integración grupal de los asistentes; de allí que alguno de ellos
defina la fiesta como una “comunidad”, donde sienten que comparten actividades en
común tales como el consumo, los gustos musicales y el baile.
Con relación a los problemas que pudieran asociarse al uso del Éxtasis, se
encuentra la preocupación de los consumidores por no saber con exactitud las
sustancias que puede contener una pastilla de Éxtasis, debido a que la pureza de la
droga que les venden no está garantizada. Por ser drogas producidas en laboratorios
clandestinos, en muchos casos están mezcladas junto con otras sustancias que no son
supervisadas bajo control sanitario, porque los laboratorios son ilegales.
Circunstancia ésta que incrementa el riesgo de causar trastornos en la salud de los
consumidores, en algunos casos intoxicaciones graves y en otros hasta la muerte.
Otro de los problemas señalados por los consumidores son los efectos perjudiciales
para la salud, tales como parkinson y considerables daños cerebrales. Pese a estas
razones, éstos consideran al Éxtasis como una droga que no causa problemas, se
refieren a peleas, discusiones y agresividad; y por el contrario, les permite disfrutar el
momento y es una droga fácil de trasportar.
Logrando establecer una comparación del consumo de Éxtasis en España desde sus
inicios, así como una clasificación del tipo de usuario.
En segundo lugar, el trabajo realizado por Romo en el 2001, titulado “Mujeres
y Drogas de Síntesis. Género y Riesgo en la Cultura del Baile”, se refiere a una
investigación realizada en España empleando la etnografía como método.
Por otro lado se encuentra el trabajo de tesis doctoral realizado por Salazar
(2003), titulado “Drogas y Acción Educativa. Historia de Luis Carlos”, a través del
cual la investigadora analiza varios relatos de un consumidor dependiente de la
marihuana y la cocaína durante 15 años. La investigadora utilizó el método
biográfico, en la modalidad de historia de vida concretamente, y encontró aspectos
significativos de la vida del sujeto, especialmente referidos a sus valores, actitudes y
estilo de vida asociados al consumo de drogas. Logrando realizar un análisis
hermenéutico de ocho valores develados en la historia de vida, ocho actitudes
encontradas y ocho características del estilo de vida del consumidor de droga. El
análisis de la información se realizó en base a los criterios de pura textualidad, una
sola vida narrada, las tres lecturas de Selin About y el criterio de la contextualidad.
22
Parece que existen drogas para todas las sociedades; la disponibilidad de las
mismas constituye una herencia cultural puesta al servicio de los medios de
comunicación social para su divulgación consciente y/o inconsciente, que despierta la
curiosidad de niños, de jóvenes y adultos, unidos a un mundo lleno de fantasía, de
ocio, de miserias humanas; trabajados estos conceptos a través de la autopista de la
información, al servicio del pueblo y para el pueblo que vive duras realidades en el
mundo político, económico y social, encontrando tal vez, ingenuamente, alivio a las
pulsiones más primitivas del ser humano por carencias de proyectos de vida que
contribuyan al desarrollo económico y social de nuestros pueblos (ibídem p. 18).
Constituye una especial amenaza para los jóvenes; por ser éstos
probablemente el aspecto más negativo del comercio de drogas, que deja su profunda
huella en los más vulnerables. El uso de drogas presenta un gran atractivo para
quienes están empezando a luchar por su independencia, mediante la búsqueda de una
identidad propia, por su innata curiosidad y por su anhelo de nuevas experiencias. De
esta manera, los jóvenes que hoy son víctimas del uso indebido de las drogas, se
exponen a perder mañana la posibilidad de una vida productiva (ibídem p. 21).
Las nuevas generaciones pierden ciudadanos útiles y contraen una carga social
de efectos invalidantes. Los países en desarrollo, muy a su pesar están aprendiendo
que el consumo de drogas ya no se limita únicamente a los jóvenes de las grandes
ciudades. La insidiosa expansión de este problema está alcanzando gravemente a la
juventud de comunidades rurales, tanto en los países desarrollados como en aquellos
llamados subdesarrollados; esta situación obliga a analizar las razones del consumo
de drogas.
27
Es primordial pensar que los motivos por los que se empieza a consumir
drogas son tan diversos, como lo son también los tipos de personas que hacen uso
indebido de ellas.
Algunos de los factores que con más claridad contribuyen al uso indebido de
drogas, es la presión de grupo; los efectos negativos y/o positivos depende de las
características del grupo de que se trate. Por desgracia, la misma presión que actúa
para que un grupo se mantenga dentro de un código de conducta aceptado, puede
también impulsar a un individuo vulnerable a tomar el camino equivocado. Al igual
que las demás personas, los usuarios de drogas tratan de que sus compañeros
aprueben su comportamiento, de modo que muchas veces intentan convencer a otros
para que les acompañen en su hábito como medio de lograr su aceptación.
Por otra parte, la ignorancia sobre los peligros del consumo de drogas ilícitas
se percibe como otra causa del consumo porque la información científica sobre este
aspecto ha tenido poco éxito. A medida que el uso de drogas se ha extendido por todo
el mundo, se han ido perpetuando los mitos, los hechos se han ido distorsionando. Es
frecuente el inicio en el consumo a manera de experimento, en la creencia de que se
trata de sustancias no peligrosas, no se conocen los efectos sobre la salud; esto
permite el uso continuado y confiado de la sustancia. Lo curioso es que cuando la
28
persona percibe el daño, suele ser demasiado tarde para reparar el efecto negativo que
ya se ha producido (ibídem p. 25).
Cuando una unidad social ha servido de grupo de apoyo para sus miembros, se
empieza a experimentar transformaciones, algunos de sus miembros pueden ser
incapaces de adaptarse a la nueva situación, en cuyo caso buscarán un refugio que
bien puede estar en el mundo de las drogas. La perturbación que produce ese
deterioro o modificación del tejido social comunitario o familiar, esa desviación de
las antiguas y establecidas costumbres, puede arrastrar algunas personas por el
peligroso camino de un creciente uso indebido de las drogas.
Esto tiene como consecuencia personas que se enfrentan por primera vez a
obstáculos, como por ejemplo: la separación de sus familiares, cambio de valores y de
29
Existen otras drogas pensadas para su uso indebido. Son las llamadas “drogas
de diseño”. Se trata de productos creados en laboratorios mediante la alteración de las
estructuras químicas de las sustancias de origen sometidas a fiscalización, de manera
que se obtienen compuestos cuyas propiedades son similares a las sustancias de
origen. Como esas sustancias tienen una composición química ligeramente distinta, es
posible que escapen a la fiscalización legal; con frecuencia son más potentes que las
sustancias de las que se derivan y suponen una grave amenaza para la salud del
usuario, pues pueden contener productos secundarios e impurezas que provocan
enfermedades e incluso la muerte.
Analizando las tendencias actuales del consumo, se plantea que la droga que
con más frecuencia es objeto de uso indebido varía con el tiempo, pero actualmente
sigue siendo el cannabis, el canuto de marihuana que se fuma en todo el mundo. El
uso de otras drogas tiene un carácter más regional; así tenemos, por ejemplo, que el
uso de heroína se ha incrementado vertiginosamente en varias regiones y que la
cocaína que solía ser principalmente privativo de las Américas y Europa, constituye
ahora también una amenaza para África, el Cercano Oriente y el Oriente Medio, Asia
Meridional y Asia Sudoriental y Oceanía, según el Informe (2008) de la Junta
Internacional de Fiscalización de Estupefacientes correspondiente al decenio 1991-
2000. Una forma más potente de cocaína, conocida con el nombre de “crack”, había
comenzado a producir una nueva oleada de adicción a las drogas en los Estados
Unidos. En los países productores de coca, los jóvenes de las ciudades fuman
pequeños pardos de pasta de coca mezclada con tabaco, hábito que se está
extendiendo por las zonas rurales de casi todos los países en que se cultiva el arbusto
de coca (ibídem p. 41).
cautiva, atrae y por último destruye a personas de toda condición social. El uso
creciente de drogas es mucho más que un problema “callejero”; ha invadido hogares,
sitios de trabajo, y a las instituciones educativas. Más allá de la destrucción humana
que origina la dependencia a las drogas, está el daño causado a los valores
tradicionales, las actitudes, los modos de vida.
Hay muchos efectos secundarios graves, como es el caso, por ejemplo, de que
los hijos ven a sus hermanos mayores o padres consumir drogas y no son conscientes
de los peligros que eso entraña. Éstos pueden creer erróneamente que el consumo de
drogas es un comportamiento normal o aceptado. Con frecuencia los padres no
pueden soportar el hecho de que sus hijos tomen drogas, y muchas veces se sienten
culpables porque atribuyen este hecho a errores en el proceso de crianza. Se sienten
avergonzados, no aceptan fácilmente la situación y esto, por supuesto, les imposibilita
aceptar que su hijo tiene un problema de drogas, se sienten confundidos y no saben
cómo afrontar el problema.
Tomando en consideración que las escuelas por mandato legal deben ocuparse
del pleno desarrollo de los niños, incluso de su bienestar moral e intelectual, también
deben preocuparse del consumo de drogas tanto dentro como fuera de la escuela. Se
sabe que la droga llegó a las escuelas como cualquier producto de alto consumo; son
muchos los estudiantes que las consumen dando credibilidad al mito perpetuado por
los consumidores de drogas de “que todo el mundo lo hace”. A este respecto no puede
33
subestimarse la influencia que tiene la presión de sus pares. Por otra parte, y esto es
especialmente importante, el uso de drogas afecta el proceso de enseñanza–
aprendizaje. Si un estudiante consume drogas, puede llegar a tener problemas para
aprender un conocimiento nuevo o una experiencia práctica, y en consecuencia su
rendimiento académico suele no ser satisfactorio.
Hoy día la ciencia nos revela nuevos avances científicos que están muy cerca
de los efectos nocivos del uso de la marihuana, la cocaína, entre otras sustancias
estupefacientes. En el caso de la marihuana los investigadores han encontrado que el
THC (delta-9-tetrahydrocanabinol) principal ingrediente activo, cambia la manera
cómo la información sensora llega y es procesada por el hipocampo. El hipocampo es
un componente del sistema límbico del cerebro que es crucial para la memoria del
aprendizaje y la integración de experiencias sensoriales con emociones y
motivaciones. Las investigaciones han demostrado que las neuronas del sistema de
34
Éstos son sólo los efectos a nivel del cerebro. Existen evidencias científicas
acerca de los efectos en el aprendizaje y la conducta social. Otro aspecto a considerar
en el consumo de drogas: al respecto es valioso indicar el hecho de que todos los
estupefacientes son peligrosos y tienen graves consecuencias físicas y psicológicas.
De allí que cuando se consumen diferentes tipos de drogas combinadas entre sí con
otras sustancias como el alcohol o inmediatamente después de la ingestión de otro
estupefaciente, las consecuencias son mucho más peligrosas. La dependencia suele
presentarse en un período breve y es difícil predecir cuál será su efecto es esa
persona.
Existen otras drogas pensadas para su uso indebido, son las llamadas “drogas
de diseño”. Se trata de productos creados en laboratorios mediante la alteración de las
estructuras químicas de las sustancias de origen sometidas a fiscalización, de manera
que se obtiene compuestos cuyas propiedades son similares a las sustancias de origen.
Sin embargo, los efectos del uso de drogas con frecuencia se sienten en forma
desproporcionada. Los vecindarios donde florecen los mercados de drogas ilegales,
están plagados por los delitos y la violencia consiguiente. Además, muchas personas
que no tienen acceso a una atención global de salud y que tienen ingresos menores,
pueden estar menos capacitadas para hacer frente a un tratamiento que permita
superar la drogadicción. Como país, tenemos que imponernos el compromiso
colectivo de reducir la demanda.
Por otra parte, es difícil contabilizar los usuarios crónicos; los cálculos del
volumen de población que utiliza la droga en forma sustancial (denominados usuarios
crónicos), son imprecisos debido a que muchos individuos muy involucrados con las
drogas resultan difíciles de ubicar para las entrevistas o no reciben tratamiento. Este
problema de acceso tiende a producir un sesgo negativo en los datos que se reúnen en
forma convencional.
Las anfetaminas son la segunda droga más usada, al tomarla 24.7 millones de
personas, aunque fue la única que experimentó cierta caída en el consumo al pasar del
0.60 por ciento al 0.58 por ciento su tasa de prevalencia.
Las siguientes sustancias son el grupo de los derivados del opio con 16.5
millones de consumidores, el 0.39 por ciento de la población mundial, con un ligero
ascenso de un 0.02 por ciento.
Según los datos de la ONU, cada año fallecen cinco millones de personas por
tabaquismo, dos millones y medio por culpa del alcohol, y unas 200 mil por efecto de
las drogas.
MARCO METODOLÓGICO
Todavía no hay resultados que puedan ofrecer luces respecto a esta forma de tratar a
estas personas consumidoras de droga, con antecedentes de vida muy difíciles por
haber estado en situación de calle por mucho tiempo.
Se entrevistaron 8 informantes, uno o dos cada día, con un tiempo entre una
hora o dos, en un salón de clase a solas, con un ambiente apropiado para realizar la
entrevista. Todos los entrevistados fueron invitados a participar, y los que fueron a las
entrevistas eran voluntarios que querían contar, como en efecto lo hicieron, su
experiencia de consumo de drogas en la calle y cómo llegaron a la casa donde viven y
reciben asistencia referida a su situación como consumidores, de acuerdo a la política
de la institución.
Para que se dé la entrevista es necesario que exista, según Good y Hatt (1967):
“…un estado de relación común entre entrevistador y entrevistado, cuando este
último ha aceptado las metas de investigación del primero, y procura activamente
ayudarle en la obtención de información necesaria” (p. 234). La finalidad de la
entrevista en esta investigación es la búsqueda de información de cada uno de los
entrevistados, acerca de sus experiencias personales como consumidores de drogas
en situación de calle.
Las entrevistas sostenidas con los informantes fueron exitosas, debido a que
estos individuos se sintieron en confianza y pudieron contar sus experiencias como
consumidores de droga. De manera general se puede decir que los informantes
respondieron satisfactoriamente a las preguntas formuladas. Después de transcribir la
versión original de cada uno de los relatos, se le dieron otros nombres a los
informantes y a los diferentes actores que fueron surgiendo en cada relato para
garantizar el anonimato de los mismos, posteriormente se editó toda la narrativa, se
cambiaron algunos datos como lugares, repeticiones, estilo, redacción, a fin de lograr
una narrativa clara sin alterar el sentido que el informante quiso dar a su propio
relato, por razones de ética profesional y para salvaguardar daños a terceros, Luego se
aplicaron las tres lecturas de Selin About, citado por Córdova 2003 (factual, textual y
simbólica) empleando el método sartreano: progresivo regresivo.
que señala “La escritura de la narrativa de cada relato se realizó desde el sentido y/o
significado que cada informante le imprimió a su relato”. En este sentido no
interviene la interpretación del investigador, el discurso habla por sí mismo, se
describe la realidad de los hechos tal y como fueron contados.
A continuación se describen los ocho relatos, uno a uno, después de haber sido
editada la información por la investigadora.
Comencé a consumir drogas cuando eso no era “piedra” ni nada de eso, era
bazuco. Fumaba mucho bazuco por problemas con mi padastro (sic). Él me
49
lastimaba mucho, me golpeaba mucho por nada, me castigaba físicamente, por nada,
entonces me fui agarrando la calle hasta que salí de mi casa, vi la cosa más fácil ahí,
conseguía todo. Es decir, uno se une a un grupo de personas, como decir a una
banda en la calle, tienen el proceso más avanzado, entonces cuando tú te juntas a
ellos, ya tú empiezas a decaer totalmente, porque ya tú te unes con esas personas,
entonces empieza uno a robá… (sic).
Pero uno siempre en la avenida choca, pues, se encuentra uno con el otro,
entonces mi curiosidad fue preguntarle a uno de ellos y me dijo: “No, no hay
problema, tú te puedes venir, déjame hablar con el que se llama El cacique”. El
cacique es la persona que gobierna el grupo, el poblado, porque uno se llama
poblado, población. Entonces ahí empezamos. Me metí más droga, consumía más
droga porque se conseguía más droga. El poblado es el grupo. Vivíamos en una
plaza, donde hay como esos tubos en los que uno se mete, como los que hay en
McDonalds para los niños que uno se mete y juega adentro. Ahí vivíamos nosotros,
pero en esa placita el que mandaba era El cacique, y él decía que eso era un
ploblado (sic). Cuando yo entré habíamos ocho y duré tres años ahí hasta que
cumplí los 17 años.
50
Entonces, una vez que lo eliminamos a él, que lo matamos… (tono de voz con
desparpajo, naturalidad) todos los muchachos a cuchillazos, porque él quiso quedarse
con la droga. Entonces él ya no nos daba la cantidad de droga de lo que
conseguíamos nosotros, sino que ya él se la consumía más de la que nos daba a
nosotros, entonces agarramos y lo matamos, y entre todos le caímos a cuchillazos.
Y ahí empieza una vida de delincuente muy fuerte, porque empezamos a robá
(sic) carro, al sicariato, mandaban a matar a alguien y nos pagaban. Y ya lo que
veíamos nosotros era el, aguardiente, la droga y más nada. Ésa es la mentalidad que
tenemos los que estamos en la calle, con el que vive en la calle.
Pero después salimos… El mismo domingo salí igualito, robé igualito, fumé
igualito y el lunes ella me fue a buscar en la mañana. Ese domingo ella me ofreció
52
la vida que tengo presente, pero me tenía que llevar era el lunes y el domingo yo me
bañé, me cambié, me vestí, almorcé y cené. Y entonces, salí a la calle otra vez, volví a
robar, ese día fumé y ella me buscó el lunes en la mañana. Eso fue el domingo. Y yo
en la mañana me fui pal’ el centro. Y de ahí tengo como siete meses que no fumo y he
salido a la calle. No dan ganas de consumir porque tú no vas al mismo sitio. Si tú
vuelves al mismo lugar de donde tú saliste, se vuelve a caer. Sí, porque te vuelves a
encontrar con los amigos, y tientan a uno.
Entonces uno con tanto respeto que te dan en la calle, entonces tú no quieres
que los amigos tuyos digan: “Ése sí se puso tonto, vale”…Ah, porque el respeto es
matarse unos contra otros hasta llegar que te respeten, echarse cuchillo, echarse
todo. En la banda hay siempre unos líderes. Esos líderes le piden permiso para poder
pelear con cualquiera de ellos que están ahí, pero es para que las personas que
están, que nos reunimos entre todos, se respeten. Porque ahí se respeta es echando
cuchillo, con una pistola se mata, se hace cualquier cosa y esa persona tiene que
respetar, pues. Y en esa pelea a muerte puede morir cualquiera de los dos, a
cuchilladas y ya. Acuérdese que la vida del delincuente, la vida de las bandas, hay
siempre las peleas iguales porque si tú te quedas dormido te quitan la droga, si tú
ganas 100 bolívares te roba el otro. Es como decir: “Usted vive entre ladrones”.
Entre nosotros entonces nunca había respeto, no había confianza, más bien
todo lo contrario. Nos cuidábamos uno de otro, cada quien era cada quien y nos
defendíamos cada uno por su láo (sic). Si es la droga, él va robar igualito a usted, o
a cualquiera que esté al lado de él. Y cuando nosotros empezamos a trabajar lo que
se llama el sicariato, fue más cuando menos confiábamos el uno al otro. ¿Por qué?
Porque… Por eso es que tanto daño que usted hace, y por eso yo ando con ése, con
mi compañero, y a ese compañero le pueden pagar para que me mate a mí también, a
la persona que haya hecho daño. Por eso es que nunca se confía, no nos confiamos
ni uno al otro.
53
Las normas de la banda eran: sobrevivir, y viva el mejor. Ahí no hay normas.
Ahí, eso es como decir un pueblo sin ley, pues. Usted sale y robó, si no robó no fuma,
no tiene derecho a dormir donde uno duerme. Tiene que traer siempre algo, era una
norma, eso lo hacía el cacique, pues. Era el que ponía todo. Era el que decía si eso
era azul y era verde. Si usted no traía nada, no fumaba, no tenía derecho de dormir
bajo un techo, el techo del columpio. Nada de eso, nos corrían de la plaza donde
estábamos durmiendo, pues, teníamos que dormir más adelante, media cuadra,
porque él decía que no servíamos entonces para estar en una banda. No. Si no podía
robar y no podía matar, no podía hacer nada. el que robaba tenía derecho a todo. Si
no, lo sacaban de la banda, porque si no podía hacer eso, no tenía valor para más
nada, no podía ser ladrón, pues. Yo pasé en eso catorce años, tengo 29. Ahorita es
que he bajao (sic) ya con los ocho meses allá en el centro, ahora aquí. Pero el
tormento de la cabeza se filtra: “Tanto daño que tú has hecho”…
En otra ciudad hay droga, pero tú puedes hacé (sic) todo sin la droga… Ahí
eres señor, un caballero. Ya tú no eres el malandro como te ven donde tú vivías antes,
porque tú puedes. No lo puedes llevar a donde ellos viven, no puedes. Porque,
recuerda que el problema es que están todas las amistades, todas las personas con
las que él andaba. Es como yo, puedo vivir en Barquisimeto, pero en otra parte que
no sea donde yo vivía, ¿por qué? Porque uno se encuentra con ellos y empiezan: “No
seas tonto… dale, que esto…”… y vuelves a caer en lo mismo. Entonces para que
ellos no vean que tú eres un mongólico, que has perdido la voluntad que te has hecho
en la vida mal, ellos pueden aprovechar hasta hacerte daño porque creen que: “No,
ya él aflojó, ya él no es el mismo de antes”… pues. Entonces uno, pues, por tener la
moral, que quieran respetarte otra vez, vuelves a caé (sic) y te ofrecen la droga.
En las bandas no hay moral, pero cuando caen en una comunidad como ésta,
quieren como recuperar la moral, los valores que perdieron o que trastocaron. Le
explico mejor: no hay que ir al mismo sitio. Se puede ayudar a los consumidores
acercándose a las personas, porque estas personas a veces son universitarios, a veces
son estudiantes, a veces son todos, pero caen en la droga. Y cuando caen en la droga
llegan burda de prostituirse, el hombre o la mujer. Y te rebajas demasiado feo,
demasiado feo, por la droga, por la “piedra”.
Le cuento que el pase del poblado para la casa donde me llevó la religiosa,
me sentí como si fuera mi hogar, como si yo estuviera en mi casa, porque me sentí
que alguien te quiere, que existes todavía en el mundo, pues… El afecto es
55
importante, es como algo que ayuda a la persona, y por eso, si tú no aceptas ese
afecto que te están dando y no lo aprovechas desde el primer momento cuando te
llega, no vas a volverlo a lograr, no vas a volver a llegar que otra persona hace (sic)
como la persona que me ayudó, llegue otra vez al lado de uno, pues. Porque la
persona le tiene miedo a uno. Mire, no hace falta decir: “Esto es un atraco, esto es
un robo”… y ya le están entregando todo a uno, con la sola presencia de uno. No
hace falta decirlo cuando tú te metes al negocio para robar, porque ya ellos le ven la
presencia a uno, la gente le teme a uno.
Yo he estado acostado así en el piso así drogao (sic) y han pasao (sic) así pa’
la otra acera, para no pasá (sic) por donde estoy yo, pues, porque yo creo que la
gente está ya cansá (sic) que uno lo asalte. Uno hace de todo. Y nos reconocen
porque siempre estamos en el mismo círculo donde hay droga, ¿comprende? Es como
si yo la veo a usted hoy y mañana usted me ve: “Ese indigente me robó… Ése negro
me robó”…Pero hasta ahí.
Le cuento que ya tengo seis meses sin consumir. Me siento ahorita el hombre
más feliz porque dejé atrás todo lo malo que he hecho. Como le dije, a veces mi
conciencia no me deja en paz por todo el daño que he hecho. Pero me siento bien
porque salí de ese mundo, y me siento bien porque ahora tomé el camino con la gente
de sociedad, la gente no me huye, la gente no se aparta del lado mío, la gente no
esconde las cosas si uno la va a robá (sic). Y por eso voy a seguí (sic) más adelante y
a seguí (sic) estudiando. Estoy en quinto año, ahorita entro a la universidad.
En cuanto a mis hijos tengo aproximadamente como un año que no los veo,
ellos me reconocen como su papá. Lo que pasa es que a veces también, como le dije,
nosotros somos humanos, tenemos vergüenza. Pero arrepentirse de lo que hiciste,
para qué, ya el mal está hecho. Lo que hay que hacer es seguir adelante.
Lo que pasa es que después de esta droga que hay, va a venir una droga
demasiada (sic) fuerte, más fuerte que la “piedra”, más fuerte que el “hielo”, que se
llama la base. La base “S” es como una lágrima, una gotica de lágrima pero
transparente. Tú no te la puedes fumar toda: te mata. Esa droga le come a uno los
riñones, le va comiendo el organismo, el cerebro. Es demasiado fuerte. Le voy a
hablar de la marihuana: la marihuana no es una droga fuerte, la marihuana es una
droga como para comer, y te activa. Pero no… ¿cómo le explico? Es droga pero no
es dañina. Lo que pasa es que la gente fuma marihuana como para comer, como para
57
estar activo, pero recuérdate que en el organismo somos diferentes. Pero la verdad,
(1)
la mayoría de las personas lo hacen es por eso.
Cuando pasé para acá, cuatro o cinco años en esta comunidad, empecé a
consumir crack. Tenía 15 años cuando comencé, ahorita tengo 35 años.
Aquí estuve el año pasado 6 meses. Por problemas y por dejarme llevar por
amistades que no son amigos, entonces llegué, volví a caer en lo mismo en diciembre
y agarré mi bolso y me fui. Pasaba tres días fuera de la casa, llegaba después y
estaba dos días. Entonces, yo al regresar al mismo vínculo donde estaba, usted sabe,
siempre dando vuelta alrededor, hasta que después caemos de nuevo. Yo soy de
Falcón. Comencé en mi tierra natal, un pueblito de Falcón. Estuve allá desde los
quince, casi hasta los dieciocho, después me vine a otro pueblo, y siempre tenía
problemas más graves anteriormente porque entonces era más alcohol, droga, y tuve
muchos inconvenientes por eso.
cambio, por lo menos, yo diría: yo creo y estaría seguro que sí, que si por lo menos
viviendo en una parte, por lo menos vamos a este caso, pues, Carabobo, puede ser
en cualquier otra ciudad en este país, pero que en verdad te brinde a ti las
instalaciones, las condiciones por lo menos donde puedas tú cargar a tu familia. Yo
venía a Carabobo cuando yo trabajaba aquí y los días libres.
Otra cosa para proteger de las drogas, yo pienso que son los estudios.
Siempre y cuando nos mantengamos ocupados en educación y deporte, olvídese que
61
las drogas no van con ellos. Primero que todo: ¿qué nos lleva al consumo de la
droga? Tal vez en una situación que no tengas para dónde coger, tengas el dinero en
el bolsillo, no hallas para dónde ir, tienes una familia que está uno viendo televisión,
el otro metido en Internet ¿entiende? Pero, ¿para dónde nos lleva? En cambio,
agarra uno a su muchacho: “Mira, hijo, vamonós (sic) pal´cine a ver una
película”… ¿entiende? Te ocupas más sanamente, buscas una diversión en familia.
Pero si usted tiene la oportunidad, yo mismo la voy a llevar a Falcón algún día, para
que usted se dé cuenta de las necesidades.
Yo estaba en el problema de las drogas, mas eliminaba con ese tiempo las
drogas. Cuando llegaba del trabajo, a las cinco de la tarde, agarraba mis muchachos
y me iba a practicar. Siempre tratando de cuidarlos a ellos porque no tenían los
implementos necesarios, porque no es igual trabajar con niños que trabajar con una
persona de quince años en adelante.
Dios, ya cuento con ocho días aquí, en lo que yo he bautizado la Casa de Dios,
nuestra casa. Me contenta mucho estar aquí bajo el abrigo de “papá”, y el señor,
sociólogo, director, Francisco, que con su gran gentileza y su amor por el prójimo
nos ayuda mucho con esta enfermedad, nos instruye cosas sumamente positivas,
principalmente para nosotros y nuestra recuperación en general. Ésta es mi segunda
entrada aquí en esta casa, ahora con metas qué trascender, primero: olvidarme
completamente y definitivamente de la droga. Segundo: recuperar totalmente mi
familia. Tercero: un trabajo digno acorde a mis conocimientos y con un buen sueldo
y beneficios, para poder tenderle la mano a quien lo necesite, que como todos saben
tengo un buen corazón con ganas de ayudar a mucha gente, a quien lo necesite y
acepte mi ayuda. En conclusión: mi salvación es lo principal (la misión personal), y
con la ayuda que estoy recibiendo y mi empeño lo voy a lograr. Gracias, Dios mío,
primero que todo, por darme otra oportunidad en la vida y esta vez no la voy a
desaprovechar. Nuevamente, gracias Dios mío. Sin más… Isaías”… Estoy en esta
casa, con mi familia con la ayuda que necesito de todos mis compañeros. Hay una
opinión sobre mí en el tiempo que estuve aquí, gracias a Dios con “papá”, un
sociólogo con un buen corazón y muchos de los muchachos que, recuerdo yo,
habiendo ciento catorce personas, y yo siempre parado en la esquina era el ejemplo
de todos.
Primero que todo tenemos que reconocer que eso es general. Es una
enfermedad y tenemos errores en la vida, porque somos seres humanos. El día que
me iba, que vine a recoger el bolso, “papá” me dijo estas palabras: “Mire, yo
he tenido pacientes aquí ( –con una lágrima en los ojos, él–), han caído siete veces
(2)
y en la última vez se han levantado”… Todos los días escribo mis metas.
4.3. Relato 3 – Informante: Ezequiel
(2)
Nº de líneas 181 / Duración: 1 hora / Marzo 2008.
63
Bueno, primero que nada, yo caí en el consumo de drogas por curiosidad, por
un malandro que era mi amigo porque ahora no lo somos amigos, porque él mató un
policía y también pisó al internado en la cárcel ¿entiende? Yo pisé también el
internado, la cárcel. Yo robé a mi tía, yo le robé diez toros de coleo, con un camión
350 y me lancé con él por un voladero. Todo eso lo vendí en un matadero, me
agarraron ahí, me llevaron preso a mí, al otro chamo no porque yo no manejaba,
manejaba era un amigo, “Caballo”. Él se llama Carlos, pero le decían “Caballo”.
Él era también consumidor de droga, pero ahora no, ya él se salió de eso, un
ciudadano de la República, bien, y todo eso. Yo tengo seis meses aquí en la
Comunidad Terapéutica. Tengo como catorce años consumiendo droga. La primera
vez en las fiestas. Todos los viernes salía pa’ las fiestas, entonces empezábamos a
consumí, tomá guarapitas y consumíamos “perico”, pues, pa’ mantenenos (sic)
despiertos. He consumío (sic) eso, na’más puro “perico” y “piedra”. Pero en eso
me faltó voluntá. Yo vine solo para acá por voluntá. Eso fue un jueves, que yo
andaba por ahí loquito, tomando aguardiente, ta’ba “rascao” y así llegué pa’ un
lugar, me metí ahí “rascao”: “¡Ayúdenme, vale, necesito ayuda! (… … …) ¡Miren
cómo estoy! ¡Ayúdenme! (tono de voz lastimero)… Yo les voy a enseñar la cédula
ahorita para que ven quién soy”… –“Bueno, papá, nosotros te vamos ayudá, ven
para acá”… Bueno, un baño aquí y pa’llá, me llevaron pa’ mi casa y al otro día me
fueron a buscá en la mañanita y me trajeron para acá (para la Comunidad
Terapéutica).
Salgo todos los días a trabajar, me gano eso porque salgo todos los días a
trabajar. Trabajé en la siembra de caraotas, me venían a buscar los lunes en la
mañana, en la madrugá, y me traían los sábados. Allá me daban la comía, la cama,
está todo allá. Nos pagaban. Nos dieron juguetes, hablamos con el presidente que
nos ha dao aquí unas casas a los que nosotros le hicimos la plataforma, nos va dá
primero cuarenta casas y después a los demás les dan las otras. Nosotros hablamos
con él, yo hablé con el presidente y le dije que: “Ayúdenos presidente, a todos allá
64
con el comedor, que no han dado la cara por nosotros, que nos ayude con alguna
medicina para curarnos de esa droga, que la droga maldita es del diablo,
necesitamos que usted nos ayude, ¿me entiende?…Yo tengo una niña de cinco añitos,
¿entiende?”…
Yo tengo veintiséis años. Y yo tenía una mujer que era mala conmigo. No sé
si estaba como enamorá de mí, yo no sé. Por fin se consiguió un marío que es
millonario y me dejó, y se llevó la niña. En estos días fue que la volví a ver a mi hija,
a mi papá que me abandonó, parece que ‘taba arrepentío de haberme hecho eso, que
quería recuperá mi amor y no se qué más. Yo le dije: “Bueno, no, yo no le voy a
hacé… a golpeá, ni nada de eso”…Cuando él me llamó, yo le dije que viniera para
hablá entre caballeros, tranquilamente. Yo salí de permiso y fui pa’llá a hablá y todo
eso.
trabajá pa’ vigilala a ella ¿me entiende? pa’ ve qué es lo que hace. Él trabajaba
cortando caña y matas, y eso, ¿entiende?
Ella no está casada, pero le tiene miedo. En estos días él llegó “rascao”
pa’llá y la paró y le formó un lío… La van a botá, a ella la van a botá mañana. El
jefe de ella le dijo: “A usted, señora…Todo el tiempo viene su marío “rascao” pa’cá
a formá lío aquí”…
Le cuento que yo he ayudáo para otras personas aquí, de esa broma de las
drogas… Cuando salgo a la calle me los traigo, les traigo que si ropa y broma.
Porque ahora tengo ropa en cantidad, tengo zapatos, tengo todo, rial ¿ve? Pero me
está pasando como cuando yo tenía a Cristina, la mamá de mi hija, que ella cuando
me dejó me encerré en mi cuarto, y tuve yo como un mes encerráo, ni comía nada…
¡ah! ni salía, porque me“pegó”, ¿entiende? Entonces, cuando salí de permiso yo le
dije a mi familia que yo estaba enamoráo de una muchacha de Carabobo y eso, que
me ayudaran en eso, que me regalaran un apartamento, mi familia me regaló un
apartamento con ella. Entonces ella está que se va conmigo, pero entonces yo pienso
como que es embuste, no sé. Pero ella me habla con una sinceridad de todo el
mundo, de todo, me lleva comida todos los días sin que el tipo sepa ni nada, pero el
tipo la llama. Cuando nosotros salimos a las cuatro, entonces el tipo la llama
“Mira, te voy a buscar y tal”… El tipo en verdad tiene razón. Un día me “pegué” del
techo, duro, porque pa’ probáme, pa’ ve qué yo iba hacé, ella me dijo: “Ezequiel, te
voy a decir esto: yo me voy a ir”… (pa´ ve qué yo iba hacé, pues).- Y esa muchacha
brava, y no me quería hablá, estaba mal, por allá, y eso… Pero, entonces…tenía
unas ganas de pegarle y la agarré: ¡¡¡pafff!!!... Y me vio, y me dijo: “¿Entonces
quiere decir que si me van a botá de verdad mañana y entonces nosotros nos
juntamos a viví juntos, tú me vas a pegá?”… Después rectifiqué, nos pusimos a los
dos a trabajá por allá en el sol…Entonces: “No, chama, discúlpame por eso. Actué
como un niño, como un tonto. Yo confío en ti”… Y ella me contestó: “Bueno, vale,
66
yo le voy a dar tiempo al tiempo”…Yo voy a rectificar ese error que cometí…Pero
ella dice que me va a vení a visitá.
Y cuando yo hablé con el tipo, con el marío de Ramona, me dijo: “¿Tú sabes
qué? ¿Tú quieres que te diga algo? Uno es hombre para todas las mujeres, y si las
mujeres paran el piropo y la broma, y uno les dice un piropo y ellas también
reacciona bien…”… Él me dijo que él no confiaba en ella, porque ella se lo ha
hecho, pues. Se refirió a ella porque ella a lo mejor se lo ha hecho con otros tipos. Yo
he analizado mucho eso porque yo he aprendido mucho aquí de Luís, de las terapias
educativas aquí ¿entiende? Yo por esa mujer yo no me voy a dejá que (… … …). Eso
es embuste. Aunque esa mujer es sana, es de su casa. Yo nada más lo que hice fue: la
conocí fue cuando estaba cobrando y le dije unas palabras y, bueno. Desde ahí
pa’llá tuvimos una conversación y broma, y, bueno, nos enamoramos. Hemos salido
67
y eso. ¿Irme con ella? Bueno, ya tengo casa, un apartamento que me regalaron, pero
me entra la duda de que se lo está haciendo al marío y después a mí.
En estos días conseguí otro trabajo de vigilancia, me van a dar entonces los
papeles para que yo empiece a trabajar en esa broma de vigilancia. Pero yo voy a
(3)
seguir mi tratamiento.
(3)
Nº de líneas: 120 / Duración: 1 hora / Marzo 2008.
68
nunca fue nada grande así de cuatrocientos mil bolos, ni computadora ni televisor, ni
nada de esas cosas.
agilidad, pues, pero también es una droga y te daña el cerebro, porque va quemando
más rápido.
como más talento pero también me quitó talento, porque mis padres y mis hermanas,
y todo eso, empezaron a verme mal: “Que esto, que lo otro… que era drogadicto, que
era esto…”… Pero nunca perdí mi…–¿cómo se dice? – mis derechos, pues, mis
cosas, pues, yo siempre estaba bien. Porque cuando uno prueba las drogas por
curiosidad las cosas se ven normal, entonces… No sé, el ciclo de la vida te empieza
mostrar otras cosas. Como vas creciendo, entonces ahí empiezan los problemas con
tu familia o con tus mismos amigos, o con tu novia. Los mismos problemas que todos
tenemos en las casas, pues… “Oye, busca trabajo…”…Entonces uno, como ya está
consumiendo, cada vez que tiene un problema, se va y consume y se le olvida el
problema. Otros no consumen, otros hacen otras cosas. Pero cada vez que vas
consumiendo te ‘tas hundiendo más, entonces vas como que más al hueco y no
quieres salí porque quieres puro fumá, fumá, fumá y fumá… Ya se acostumbra el
organismo, pues, se vuelve un hábito.
adulto porque estás manejando el dinero. Pero el deporte y las clases, y el teatro, o
lo que sea, que sea ocupado, que tú no manipules dinero, así te tienes protegido de
las drogas ¿ve? Pero un trabajo, eso es mentira. Tú puedes conocer un amigo y te
dice: “Mira, vamos pa’ mi casa, yo tengo una fiesta”… Y de repente en la fiesta el
amigo está “oliendo” y está “oliendo” “perico” o tá’ consumiendo marihuana, o se
está inyectando. El dinero es una puerta para muchas cosas, para muchos vicios,
para muchas cosas, pues, porque el dinero te compra… nunca compra la felicidad.
Eso sí, pero el dinero te compra que si pistola, que si droga, que si el alcohol…
Prostituye a las mujeres, se prostituyen los hombres también por el dinero. Y ahorita
que hay mucha pobreza, el dinero es como oro. El dinero pa’ la gente pobre es oro,
pa’ los ricos no es oro más bien lo botan ¿ve? Pero, bueno, yo les digo a los niños
que estudien y le digan NO a las drogas y al alcohol, ni nada a todas esas cosas
malas, pues, siempre el deporte para delante, el deporte, prepararse para la vida,
estudiar.
Y otra cosa: lo que es el dinero que se le da a los niños, bueno, eso es como la
cédula. La cédula se la sacan a uno a los nueve años. Bueno, el dinero para un niño
ahorita tiene que ser cuando ya tenga dieciséis años, cuando ya tenga conciencia de
que si tiene veinte mil bolívares, no va ser irse a comprá alcohol o na’ sino
guardarse, ¿ve? O de que sea creativo en su vida, pues, con deseos de ahorrar, pues,
siempre tener dinero guardáo, porque uno no sabe qué problema puede pasále ¿ve?
Y ahorrar dinero y compráse ropa, porque yo tengo amigos que son viciosos de ropa,
ellos si cargan veinte mil, cuarenta mil bolos, entonces trabajan, y van pa’l centro, se
compran ropa, gorra, zapato, y nunca andan mal vestidos, y siempre cargan dinero
en el bolsillo, consumen es el dinero, pero no malo, para vestirse, para alimentarse,
ir al cine. Siempre tienen una idea, pues, nunca están pendientes de ir a comprar
droga, de ir a comprar alcohol o cigarrillo, nada de eso, pues. Ahora, otra cosa: la
situación de calle es cuando los padres ya no saben nada qué hacé con los hijos,
entonces los sueltan a la calle, y ellos tampoco saben nada qué hacé porque, primero
72
tienen el problema de que los padres los están rechazando y no los saben ayudar. Y
segundo, que tienen el problema de droga. Tercero, tienen el problema de vivienda,
no saben dónde vivir. Cuarto, no saben nada qué hacé, entonces la calle los arropa, y
cuando los arropa, se dan, se vuelven como cemento. Los arropa en la forma de que
se vuelven la calle ellos, pues. Tienen que comer en la calle, tienen que dormir en la
calle, tienen que vestirse en la calle, tienen que jugar en la calle. Todo lo tienen que
hacer es en la calle, pues, no tienen un sitio donde puedan descansar y no en paz
porque no se van a morir, pero descansar el momento que ha pasado a las anécdotas,
las cosas de la experiencia que les da la vida en la calle. Yo no estuve nunca en la
calle, pero lo que me contaban los muchachos, los que han estado, que eso es muy
feo. La gente te discrimina, la gente te humilla, te escupe, la gente te da tiros, la
gente te da puñalada, porque eres un loco, porque estás podrío o porque eres
drogadicto. La verdad, bueno, que en el mundo, ahorita en la calle lo que se ve es
droga y maldad, ésa es la verdad de hay, pues.
Y que, bueno, los padres los quieran y los cuiden, no que los consientan ni los
maltraten, pero que los sepan llevar como es, pues. Y entenderlos y explicarles las
cosas. En mi caso mi padre y mi madre se iban a separar porque ellos peleaban
mucho. Y mi hermana estaba pequeña y yo estaba también pequeño. Entonces mi
papá y mi mamá se separaron, mi papá se fue a vivir con otra mujer, mi mamá quedó
sola casi cuatro años, y en esos cuatro años mi papá nunca nos abandonó en la
forma de darnos comida y el dinero porque siempre estaba pendiente. Pero en el
aspecto del amor y esas cosas con mi madre sí, porque ya él no quería a mi mamá y
mi mamá tampoco lo quería a él. Entonces hay que entenderlo, pues, porque uno no
puede durar toda la vida con la misma persona. Entonces eso era antes, porque antes
era otra época, porque en esta época ya es más liberal el ser humano ¿ve? Y bueno,
y se separaron. Sí me cayó mal, como siempre, como un adolescente siempre quiere
tener sus dos padres vivos o cerca, pero como no los tengo, separados ahorita.
73
Bueno, hablando de las fiestas, bueno, las fiestas Rey, yo pienso que si no se
consumiera fueran unas fiestas iguales que las demás, pero como se consume eso es
muy delicado para un niño de catorce años,, pero ya un niño de diecisiete, dieciocho
años no, porque ya sabe. Pero yo le digo que es un riesgo de que depende de lo que
tú vayas a consumir, porque si consumes “ácido” te puedes quedar ahí, si consumes
heroína y te la inyectas y no sabes cómo inyectártela te puedes morir ¿ve? Esas
fiestas, a pesar de que son para la gente drogómano es a nivel mundial, pues, no es
74
aquí nada más en Venezuela. Ése viene de países que han tenido muchas guerras,
entonces la gente que consume pastillas no es porque quieren consumir sino por los
nervios y las cosas que han pasado. Entonces de generación en generación se ha
convertido como un hábito, una costumbre. Muchos de los alemanes, eso es para
ellos como nosotros aquí decir un plátano con caraotas y carne mechada. Y
entonces la música tú la escuchas y la puedes entender cuando estás extasiado, y la
entiendes porque es como un… es un…eso es… yo no entiendo, hay… Te conectas,
si entiendes la música así como usted entiende el Castellano, pues. Y ésa no se
entiende porque es puro “tum, tum, tum”… Entonces con las pastillas lo haces, la
entiendes, pues, bueno, ¡bailas, pues! Llevas el ritmo, no pierdes el ritmo, no te
cansas. Tienes que siempre tener tu agüita ahí, porque si tomas licor con la pastilla,
te puedes morir. Depende también de la pastilla, porque hay pastillas que tú puedes
tomar y otras que no, pues. Pero si no sabes, si eres primerizo y te bajas, te puedes
quedá ahí, te mueres de una sobredosis y nadie te para.
Ahorita el problema de las drogas es muy natural, pues, ya es muy raro que
no consuman, porque te pueden consumir hasta cigarrillo. Los vicios ahorita son…
no estoy diciendo que se están apoderando del mundo, porque siempre han estado,
pero ahorita la gente lo tiene como hobby, pues. Hay mucha gente que rumbea los
fines de semana y trabajan de lunes a viernes, y cuando termina de trabajá se droga,
se rasca, o hace cualquier cosa, para el domingo descansá y el lunes ir a trabajá con
su “cara bien limpia” y “No ha pasáo nada”… y… (risa) entra en el ciclo de la
independencia (sic) de las drogas, no las puede dejá. Y así es la heroína, porque la
heroína es más fuerte. La heroína te hace muchas cosas malas, pues. Yo nunca me la
inyecté, eso sí, nunca me inyecté. Hay muchas drogas que se inyectan también, no
tanto la heroína, pero eso ya inyectarse es yo como decir, es como que lo más bajo,
pues, porque ya quieres estar drogáo, drogáo, drogáo, drogáo ¿ve? La persona ya
perdió el control de sí mismo y ésas son las que llevan a prostituirse, a vender su
cuerpo, a matar, a robar, para conseguir la heroína o la droga que te estás
75
inyectando. Porque hay mucha gente que yo conozco que fuman marihuana y tienen
familia, tienen buenos trabajos, buen carro, pero la fuman como un calmante, pues,
como pa’ que te relajes, del estrés que tienen del trabajo o de la movida, y de las
cosas que están haciendo, y pa’cá y pa’llá. Entonces, al terminar todas sus cosas se
fuman un “tabaco” y se van a dormir, o se van a descansá o se ponen a ver
televisión… Pero, son drogadictos porque consumen, pero mas no son personas de
que andan en la calle demostrando que son drogadictos o que van a matá por la
droga, o que van a hacé esto por la droga, o: “Mira, ven, mátame porque quiero
consumí”… Nada de eso, pues. Son personas que han llegado al nivel de que
consumen pero moderadamente, pues, saben cómo administrarse, saben la cantidad
que pueden consumir. Yo conozco mucha gente que trabaja y no se va drogáo pa’l
trabajo tampoco, sino después que él terminó de trabajá. Es como un estrés, pues,
porque la vida es un estrés, también. Y hay unos que la buscan con Jesús, otros la
buscan con la droga, otros la buscan por la televisión, otros la buscan por irse a
dormí, otros la buscan por comé bastante ¿ve? Y yo digo que ahorita la vida es
tremenda, pues. Uno tiene que saber hacé las cosas y cada paso que uno da, pensá
primero, porque si tú das mal paso, entonces te humillan, si das otro paso también te
(4)
humillan. Hay que ser muy valiente, tener mucha fuerza y mucha autoestima.
(4)
Nº de líneas: 247 / Duración 1 hora 30 minutos / Abril 2008
76
nada más, poco, dos veces por semana, los fines de semana, así, pues, poco. Okey,
me gradué, perfecto. Yo he sido buen estudiante toda mi vida, de buenos honores,
entré a la universidad a estudiar Relaciones Industriales, en FACES. En la
universidad fue que empecé a probar que si la cocaína, dentro de la universidad hay
consumo de drogas y lo digo porque como uno ya estaba allá, yo estaba desde chamo
fumando marihuana, fumaba marihuana poquito, pero después llegaba uno: “Mira,
tengo cocaína aquí”… –“Ah, coño, vamos a probála”... “Mira, tengo “pepas”
aquí”... –“Coño, vamos a probálas”... Entonces eso va llevando más a consumir,
consumía el Éxtasis y fármacos también como el Rivotril, Tafil, no los mezclaba. El
Rivotril lo tomabas en grandes dosis, ocho pastillas, a veces hasta diez de dos
miligramos. La cajita trae quince pastillas de 0,5 miligramos. Pero no me pasó nada.
Eso es para sueño, para la persona antidepresiva (sic). Pero uno lo veía como una
(…) y porque dormía, ya (…) jodiendo, como quien dice, vacilando, luego no… no…
Si éste es el sueño, no te acuestas y (… … …).
nadie iba a pensar qué estaba ocurriendo. Pero entonces empecé a ponéme más
flaquito, y bueno, entonces llegaba más tarde, de repente duraba todo el día en la
calle, la plata que me daba no me alcanzaba, entonces empezó a sospechá, empezó a
preguntarme, pero yo no le decía nada porque ella no sabía nada, porque nunca me
llegó así… nunca me llegó a ver los efectos de la droga, no sabía.
Mi mamá siempre me preguntaba que qué hacía yo con el dinero que ella me
daba, pero yo le decía que me fui con unas amigas a tomá, me fui con unos amigos al
cine, y me fui al club, pero yo siempre dentro de la casa, pero ella veía que todos los
días, todos los días, que todos los días, y empezó a sospechá. Después fue que
empecé a ponéme flaquito, pero no sabía, hasta que un día me consiguió marihuana
en la casa… “Yo sabía que estabas en algo raro, y tal”… –me dice. Me la
consiguió en mi cuarto. Y ese día fue que ella se enteró. No le “pegó”, porque es
primera vez que lo vio en su vida. Ella nunca, ni sus hermanos, mi tío, era la primera
vez que en su vida veía la marihuana y era así verde, verde, pues… “¡¿Qué es esto…
qué es esto?!”… Y yo le dije: “Eso es marihuana”… ¿Qué más le voy a decir? No le
puedo decir que es grama, grama no es así ¿entiende? Ni paja tampoco, ni paja. Ella
se puso a llorar, me quería llevar pa’ un Psiquiátrico, me quería llevá pa’ una
comunidad terapéutica pero yo como no… yo no estaba adicto, yo fumaba todos los
días pero no era adicto que: “¡Ajj! ¡¡¡Necesito consumí. Me voy a volvé loco si no
consumo!!!”… No, no era así porque yo trabajaba y yo me compraba mis cosas y
todo. Me dosificaba para mantenerme trabajando y con dinero, así hace mucha gente
hasta que caen en el fondo.
La primera vez empecé a fumar “piedra” y heroína, y eso fue lo que me echó
a perder. Empecé a fumar “piedra” y heroína, y entonces como con la heroína te
pones así, y entonces quería fumar “piedra” para ponerme eléctrico. Entonces me
fumaba dos “piedras”, “piedra” y heroína y eso era… No estaba fumando
marihuana, estaba fumando “piedra” y heroína, duré con esto dos años y medio. En
78
ese tiempo yo seguía trabajando, pero como cobraba quince y último, ya la quincena
me duraba cuatro días y empezaba a hacer lo mismo, la estaba controlando. Como el
trabajo es así como una rutina, ya sabes lo que tienes que hacer, una rutina que
haces todos los días, algo como: “pararse, cepillarse, y lavarse la cara”, sí, pero tú,
¿entiendes? ya tú sabes lo que viene en el trabajo y lo que vas a hacer, como quien
dice: “Lo que se aprende con el tiempo no se olvida”… Bueno, yo duré trabajando
un tiempo, y sabía qué era lo que hacía, llegaba, me drogaba, llegaba, salía un
ratico a almorzá, me volvía a drogá, me iba a trabajá y entonces salía otra vez del
trabajo y a la droga.
Eso fue en mayo del año pasado... Mayo, junio… 5 de junio. Por lo menos ya
tengo tiempo aquí, me han dado permiso para la casa pero mi mamá viene más que
todo para acá y no quiero volver para la zona donde vivía antes, porqué ahí fue
donde me eché a perder.
en los Estados Unidos y está sanita, con dos chamitos, y está perfecta. Pero ella no
duró tanto tiempo como yo.
Actualmente, por lo menos a mí, el jefe me ha dicho que ya estoy listo para
irme, pero no me quiero ir, aquí estoy bien, no me hace falta nada aquí, le tengo
miedo a la calle. Yo nunca estuve en la calle, nunca vi la calle. Amanecía en la calle
era porque estaba en casa de un chamo rumbeando, pero nunca estuve involucrado
en nada y no lo voy a hacer tampoco. No, pero no tengo ésa costumbre como esos
chamos que llegan horribles de la calle, sucios… Entonces yo me acuerdo cuando
llegué, llegué, flaquito, pero no soy cochino.
Ahora, con respecto a los jóvenes que estudian por ejemplo sexto grado, yo
no solamente les diría NO A LAS DROGAS, también me les pongo como un espejo.
Yo estuviera ahorita graduado de Relaciones Industriales, yo estuviera ahorita con
un carro, apartamento, y no estuviera aquí. Pero nunca es tarde y soy un chamo
todavía, tengo veintidós años.
También les diría a esos jóvenes, primero que nada, que les hagan caso a sus
padres… Mi mamá siempre me decía: “A mí no me gustan esas juntas”… –“¡No,
jombre, a mí no me interesa!”... Entonces, que les hagan caso a sus padres. Cuando
sepan que es una mala junta, es la verdad. Si dicen eso es por algo, porque saben
quién es esa persona…. “Ustedes saben que tienen que hacerle caso a los padres
porque…”… Mi mamá nunca –cómo le explico– ella nunca me pegó, nunca me
maltrató físicamente, nunca. De hablarme: “Mira, no te juntes con ese chamo, no me
gusta”… –“Pero mamá, es amigo mío”… “Pero, concho, ¡trata de evitarlo!”…
–“¡No me interesa! ¡Ése es mi amigo, y punto. No tengo más amigos!”… -le decía.
Puede ser que te caiga muy bien, ser amigo tuyo, como dicen aquí: “la costilla”,
pero no sabes si el chamo es malo, o la familia de él debe tener malos hábitos. Todo
viene de la familia, entonces si el chamo tiene malos hábitos es porque la familia
tiene malos hábitos.
Ahora, los niños de sexto grado que siempre llevan plata a la merienda, me
parece algo normal aunque en las escuelas privadas no corren tanto riesgo, en las
públicas sí. Ahí tienen que cuidarse de las malas juntas, de los chamos que sean
muy... cómo le explico… porque es mentira que de los chamos que vengan de barrio,
es mentira, porque yo conozco gente de barrio, fea, y son más sanos. El problema es
que siempre, como están en barrio… Los barrios (… … …), como quien dice:
malandros ¿entiende? Pero los de las escuelas privadas, siempre son una zona
buena, la mayoría son zonas buenas, pero otras siempre han tenido unos malos
hábitos. En la zona buena es donde está la gente que más se echa a perdé ¿entiende?
Algo que así, que si tienen dinero, el dinero pa’ la merienda siempre va a estar, los
muchachos tienen que llevar dinero al colegio, también, bastante, ¿me entiende?
Pero en la escuela hay peligro, se dice que en las escuelas y que consumen droga.
También se habla mucho de que los heladeros la venden a las puertas de las
escuelas, yo estoy claro en eso, pero en mi caso nunca pasó, en el colegio en ningún
momento nunca pasó. Y hay colegios que ahorita se está viendo eso muy famoso de
que siempre llega un señor que vende “chicha”, pero no, no sé qué decirle de eso
porque nunca me ha pasado y no sé cómo relacionarlo. Y eso es peligroso que un
señor le esté vendiendo eso a un menor de edad. Por lo menos cuando yo empecé a
consumir, yo no consumía con menores de edad cuando yo era mayor de edad. Me
venía un chamito menor de edad: “Mira, chamo, yo quiero que tú me vendas...”...
–“No, chamo, cuando tú me traigas a mí, hablamos, porque yo con menores de edad
“me lavo las manos”. Porque son un problema, son ladrones, son un problema
grave… A mí me decían lo mismo cuando yo era menor de edad.
Yo pienso que los chamitos ahorita son muy inteligentes. Ellos agarran un
celular último modelo y lo manejan “así”, normal… computadoras… son muy
inteligentes. A mi mamá no le gusta que yo a mi hermanito le hable así claro, pero yo
lo hago igualito, escondío de mi mamá le hablo claro: “No hagas esto, mira lo que
84
me pasó a mí. No hagas esto, por esto, esto y esto”…Cuanto yo fui a buscarlo a una
fiesta que tenía él, me bajé… Claro, yo veo el ambiente a ver qué hacían, si fumaban
cigarrillo, si esto, si lo otro, y todo bien, normal. O en el caso de que fui a una
panadería y veo una chamita de camisa beige de secundaria, fumando un
cigarro, como una veterana fumando. ¡Ay, una guará! yo la vi y le dije: “Mira,
chica, y tú qué estás haciendo?”… “Fumando...”… -así, normal- “No fumes,
chica, eso se ve feo”... –“Ay, déjame en paz, no seas entrépito”... Cuando me dijo
así no le dije más nada y me fui. Así reacciona uno a esa edad, somos demasiado
rebeldes.
También los maestros deben estar preparados, nunca debe faltar una buena
charla para los chamos alusiva a las drogas a partir de primer año, fácil. Primer
año, fácil. Primer año, porque son demasiado “pilas”. O también quinto, sexto
grado, y ahorita los que estudian sexto grado son demasiado “pilas” y hay que
empezar. Mi hermanito cuando estaba en primer año, yo consumía en la casa y él
olía: “¿Qué huele así?”… –“No, cigarrillo”… -decía yo. Mi mamá fumaba
cigarrillo y fumaba en la casa, o cuando había una reunión en la casa se fumaba un
cigarrillo… “Mira, pero ése no es el mismo cigarro que tú fumas”…Entonces ya, de
cuarto grado para arriba, hablarles.
más bachillerato y tiene un trabajo mediocre, por decir la palabra, ¿me entiende?
Un trabajo de vigilante, no sirve. De todos los vigilantes que yo conozco, el 80 por
ciento se droga, el 80 por ciento consume “perico”. Policía, petejota y todo. A mi
una vez un policía me agarró preso: “Ah, mira esto, qué bueno…”… Se dio un
“pase”… Policías, vigilantes, sí, más que todo policías y vigilantes. Porque, ponte,
un señor de oficina que consume droga, se reserva de que nadie sabe, lo hace de
manera muy cuidadosa, a lo mejor lo sabrá uno que otro que lo acompañe. Y si lo
sabe es porque lo acompaña. Si uno tiene un buen trabajo, uno no debe consumir en
una oficina. Si consumes, tiene que ser moderadamente, que no sepa nadie o que lo
sepa el que lo hace con él, para proteger la imagen que siempre ha dado.
Algo que quiero decirle y que pienso mucho de la rehabilitación del consumo
de drogas: eso es una pelea para toda la vida, porque desconozco personas que lo
han hecho. Entonces, si ellos pueden porqué yo no. Es una pelea porque como le
digo, en todos lao’s tú los vas a ver si tú fuiste una persona consumidora. En
cualquier momento te van hacer caer.
(5)
Nº de líneas: 320 / Duración 1 hora 30 minutos / Abril 2008
87
único que queda soy yo. Tuvieron que purgar condena de veinticinco años en
prisión. De la banda ahorita quedo yo y otro que está preso.
Ahorita tengo sexto grado aprobado. Bueno, ahí iba. Dormía en la calle en un
banco o cerca de un banco. Después caí en los tribunales, caí en los tribunales y me
mandaron pa’ ’ el Retén de menores, se llama el INAM, a los diecisiete, ya iba pa’ los
dieciocho. Salí, duré siete meses, salí otra vez pa’ la calle. De ahí empecé a andá de
centro en centro de rehabilitación, tuve en dieciocho centros de rehabilitación del
estado Miranda. en muchos. Pero no estaba capaz, pues -cómo te digo- no estaba
completamente… no tenía fuerza de voluntad, primeramente no me sentía
capacitado en mí mismo para estar en un sitio encerrado y no pensar en la droga. No
me sentía capacitado, no estaba preparado a esa metáfora de vida –cómo se dice-
para reincorporáme nuevamente a la sociedad. ‘Taba prácticamente desubicado en
mí mismo.
Y llegué aquí, tengo ahorita siete días que llegué aquí. Antes estaba en
Caracas, yo soy de Caracas. Me vine para acá porque tuve problemas con un
director. Primeramente me sentía seguro de cambiar, de echar hacia delante, quería
realmente cambiar, tuve muchas oportunidades allá, primeramente la oportunidad de
estudiar ¿ve? y no me quisieron dar esa oportunidad. Me querían mandar para una
88
Fui para Oriente, de Oriente me fui para El Estado Lara luego me fui para
Zulia y me encontré con una familia mía que tenía diecinueve años sin conocerla.
Duré siete meses allá y de allá me vine pa’cá, pa’ Caracas de nuevo. Llegué hace
dos semanas de allá, fue cuando llegué del centro. De ahí conseguí un señor y me dio
la dirección y me vine pa’cá. Tengo seis meses de no consumir por propia voluntad.
delincuencia y siempre te brindan apoyo, pues. Dañan a las personas, a los niños
más que todo, los inducen para que roben, más que todo les dan armamento, pues,
prácticamente, como que eso es la base, un armamento para que busque, para que él
mismo busque el dinero pero sabe que tiene que entregarlo. Es una “broma” -cómo
le explico- algo insignificable (sic), pues, porque es una vida sucia, como se dice,
sucia. Es algo que la delincuencia está apoderada, demasiado. Como son cerros, no
hay gobierno, no hay Policía, no hay nada.
Por eso siempre estoy pensando en que se ayude a los niños en las escuelas,
que se cuiden, por lo menos los de quinto y sexto grado. Bueno, yo primeramente, el
consejo se lo daría primero a los padres, que le hablen temprano a sus hijos, de la
delincuencia, las drogas, la sexualidad primeramente porque ahorita la juventud,
más que todo las mujeres salen embarazadas a temprana edad. Ya a los doce, trece
años salen embarazadas, en los liceos, en la primaria. Más que todo a los padres,
pues, que les den mucho amor a sus hijos, los eduquen, les hablen, que dialoguen con
ellos, que tengan mucha confianza, respeto, más que todo. Yo creo que todo eso
también va en la crianza, como tú críes a tu hijo, los ejemplos que les des. Son cosas
que realmente no sabría explicar.
A los niños desde pequeños hay que hablarles, hay que decirles: “Mira, te vas
a encontrar en la calle con tanto peligro, vas a encontrar esa situación, puedes caer
ahí, tienes que tener cuidado, tienes que recogerte temprano”. En la calle, tarde en
la noche es cuando se encuentras los riesgos”… Entonces se debe hacer un taller
con los padres, para enseñarlos a ellos y decirles que ellos son los primeros
responsables en la crianza de sus hijos. Porque también hay un factor que es que
hay padres que son muy ignorantes, que no han recibido educación o que han tenido
una vida parecida y entonces no tienen mucho qué darles a los hijos.
90
Hay que ver que no todos los padres son iguales. A veces que son padres
buenos y los hijos salen dañados. Eso también es la conducta de uno y el camino que
uno quiera escoger, también. Hay cosas que van en la persona. Primeramente, un
niño es inocente, pero ya cuando pasa a cierta edad sabe lo que es lo bueno y lo
malo.
Más o menos ya a los once, doce años, ya es una persona razonable, ya tiene
otra manera de pensar, se va desarrollando, piensa diferente. Entonces ahorita la
juventud es algo que antes de tiempo se desarrolla, se le desarrolla la mentalidad y
–cómo le digo- adelantan todo el proceso, ellos mismos te adelantan el proceso.
Como yo le digo, ahorita la delincuencia, a los nueve años ya los muchachos tienen
una mentalidad demasiado avanzada, y de hecho tienen que creer mucho en los
padres. Bueno, yo tengo mi hermana, de doce años de edad. Ella a los nueve, diez
años, ya ella sabía lo que era la droga, porque yo le enseñé lo que era toda la droga,
sabía lo que era un armamento, desarmarlo, armarlo. A ella por lo menos nadie la
va a inducir: “Mira, prueba esto, ve lo que es esto”… porque yo a temprana edad la
enseñé. Ella conoció todas las drogas, cómo es el olor, todo, todo. Sabe desarmar y
armar un armamento, a los diez años ya sabía eso. Ya por lo menos ella está apta
para salir al mundo, porque por lo menos en el liceo, en el liceo se ven… es otro
cambio de vida, pues. En la escuela no se ve eso, pero en el liceo se empiezan a ver
las drogas, más que todo las drogas, los armamentos, la prostitución también, porque
hay prostitución ahorita en los liceos, enfermedades, enfermedades sexuales,
venéreas, gonorrea, que son enfermedades contagiosas. Hasta el sida… Porque
empiezan a salir a la “broma”, lo que se llama matinée. Se ven mucho en los liceos
los matinée y ahí se contagian enfermedades. Los matinée son fiestas de juventud,
pues, de ahorita, de ahorita, para consumir el Éxtasis, “bromas” así, pero es de
puros liceístas. Y entonces les meten pastillas, más que todo a las mujeres y las
violan. Entonces las preñan y no saben de quién es el padre. Eso es lo que pasa
91
ahorita con la juventud en los liceos, porque ahorita la droga se está moviendo en
todo.
Ahorita hay muchos tipos de drogas que hay personas que no las quieren
consumir, pero las consumen por la malicia de otras personas que se las inducen.
Por lo menos yo conocí un caso de un joven que preñó a la mamá. Él le daba una
malta todos los días, con una droga que se llama burrundanga (sic), que se está
viendo ahorita mucho para el robo… y la preñó. Le hacía cosas sexuales después que
le inducía la droga, hasta que la madre salió preñada y en el doctor le hicieron las
pruebas, los exámenes de sangre y todo. Le encontraron en el examen de sangre que
era la misma sangre del hijo de ella. Y, bueno, está preso, y no sé a lo mejor estará
muerto. Son cosas que hay que ver, pues, son ejemplos que uno tiene que seguir.
delante y que voy a salir de este mundo en que estaba metío (sic), porque ahorita
estoy avanzando.
Bueno, otra cosa que se les puede enseñar a los jóvenes es que ahorita hay
que tenerles la mente retraída (sic) en algo como el deporte, es muy bueno, es
demasiado bueno para la juventud ahorita. Ubiquen a sus hijos en el deporte,
aunque se sabe que mucha gente tiene en una cancha la droga, pero eso depende si
es callejera sí, porque yo fui, yo jugué en la selección de Miranda en una “broma”,
en un estadium en el estado Miranda, y también fui deportista. En mi vida tuve
muchas cosas, deportista, yo hice muchas cosas buenas, trabajé también, pero
también vi la droga. Ya consumía pero no me llevaba a nada, de nada me servía
hacer deporte.
Pero, claro, hay que cuidarse mucho en la calle. Bueno, yo lo que le diría más
que todo a la juventud, que se cuidara mucho de las fiestas, que no bebieran bebidas
alcohólicas que le den otras personas. Y a los padres que, bueno, que orienten muy
bien a sus hijos, que los orienten muy bien y primero, que los críen en un lugar
estable, porque ahorita la droga se ve en todos lados, pero hay sitios donde no se
mueve tanto, pues. Por lo menos como a mí me criaron en un sitio donde mi papá
nunca me quiso sacar de ahí. Un barrio, que eso es demasiado peligroso, se ven
muertes a diario. Y yo me crié como lo que yo vi. Yo salía a la calle y lo que vi, eso
fue lo que yo agarré. No agarré las cosas buenas, no veía nada bueno, pues. No veía
cosas turísticas o parques, zoológicos, no. Lo que más veía era la delincuencia y eso
es lo que uno agarra.
93
Aunque es importante sobre todo que los jóvenes necesitan estar con los
jóvenes. La única manera de juntarse con ellos es, pues, acercándose a ellos, no
importa la manera como los ven. Y eso está en los padres también, porque uno
cuando joven cree que se las sabe todas, les contesta mal a los padres. Son cosas que
verdaderamente lo tiene que pasar la juventud. Yo por lo menos le doy gracias a Dios
que yo pasé mi juventud y estoy vivo. Aunque tengo 19 años, mi juventud fue más
madura. Maduré muy rápido, antes de tiempo. Ya yo siento que ya mi juventud la
pasé y no la aproveché.
Yo sé que soy muy joven todavía, puedo hacer muchas cosas, puedo seguir
estudiando, trabajar, hacer una vida diferente en otro lugar donde no me conozcan,
es decir, la misma gente de donde yo estuve, donde me crié. Bueno, por lo menos en
la edad soy un niño, pero la mente la tengo más avanzada, porque viví cosas que me
hicieron que la mente ahí fuera más madura, por lo menos la calle. La calle me trajo
una experiencia demasiado fuerte, fuerte. Una experiencia que yo no estaba
capacitado para eso. Una experiencia que trae mucho dolor y malos recuerdos. Yo sé
que tengo que darme ánimos, todo es la cuestión mental que yo tengo en mí. Ya para
mí el pasado está enterrado, lo único que sí le doy gracias a Dios que estoy vivo. Le
doy muchas gracias a Dios que estoy vivo y que, bueno, corrí con suerte, pues, que
no corrieron los otros que estaban conmigo, porque el único que corrió con suerte fui
yo que estoy aquí vivo, libre, porque tengo libertad, tengo privilegios, ahorita aquí
tengo privilegios como es el de estudiar, hacer deporte, reclear (sic) la mente en
cosas que verdaderamente valen la pena. Yo lo que quiero es hacé: “mi propio
edificio” ¿ve? Tumbar “ese edificio viejo” que tenía y empezá con unas bases
nuevas. Ya empecé, poco a poco… y tener una familia.
Vengo luchando de muchos sitios, pero creo que lo más importante para mí
ahorita es no caé otra vez en las drogas. Claro, por lo menos tengo diecinueve años,
94
soy un “carajito”, ahora es que me queda vida por delante, pero, he visto cosas
fuertes, he vivido rutinas…Rutinas de menores, por lo menos en prisiones de
menores. Son cosas que también la mente a uno le cambia. Rutinas son…-cómo le
explico- cosas diarias, cosas a diario, que todos los días tienes que hacer las mismas
cosas, es una rutina como todos los días tienes que entrarte a puñaladas, todos los
días tienes que cuidarte que no te vayan a matá o violar, porque también se ven
violaciones allá adentro.
Yo aquí en esta casa me siento seguro, bueno, me siento bien, gracias a Dios,
primeramente al director, al presidente, que son personas muy humildes, y personas
que verdaderamente le brindan el apoyo que uno necesita. No son como otros
centros, yo no critico ninguno de los centros de rehabilitación porque son creados
para ayudar a las personas que verdaderamente lo necesitan, y son cosas que uno
tiene que ver también. Pero hay otros centros donde humillan a la gente. Si uno viene
de recibir maltrato, maltrato en la calle, llegas a un sitio donde te van a maltratar,
no haces nada, lo estás impulsando a que agarre otra vez la calle. Entonces aquí no
se ve eso, aquí no se ven maltratos, aquí no se ve “brilleo”, no se ven ofensas, aquí
cada quien es libre. Brilleo es una persona que está encima de ti todo el tiempo,
fastidiándote, tienes que barrer, barrer aquí, barrer allá… “Limpia aquí, limpia
allá”…Eso es “brilleo”… Que no se ve eso, pues, aquí lo que se ve es libertad,
porque todo está en la libertad. La recuperación está en la calle, y uno, no estar
encerráo, porque yo estoy aquí encerráo y no salgo. No consumo porque no salgo,
pero si saliera, consumo. Entonces yo digo que la recuperación está en la calle, que
tú salgas de aquí y pases por allá, por el centro, por otro sitio y estás consumiendo.
Eso es una cosa que te va a llamar, te va a llamar y te va a incitar. Es ahí donde tú
ves si verdaderamente tienes fuerza de voluntad para no consumir. Pero esto es un
95
(6)
Nº de líneas: 262 / Duración: 1 hora 15 minutos / Abril 2008.
96
sitio… Tuve la suerte de que los trabajos que conseguía eran buenos, relativamente
buenos para mi situación o para mí como mi vida personal, para mis gastos, todo
eso. Entonces llega un punto en el que me vuelvo inconstante, de repente abandono
el trabajo porque creo tener la capacidad de conseguir otro y realmente era así.
Entonces de repente un día jueves me quedaba sin trabajo y ya el lunes estaba
trabajando nuevamente en otra parte, siempre dentro del mundo de las drogas,
siempre.
Al principio era marihuana, porque era una droga supuestamente feliz, una
droga que supuestamente la pasas bien, una droga que supuestamente te permite
relacionarte con otro tipo de personas, te permite hacer otras actividades también.
De hecho, te da hambre, son síntomas de la sustancia en sí. Pero ya después se
fueron agregando otras drogas, como era la cocaína. Pero esta droga yo la
catalogaba como para momentos especiales, dentro de lo que uno considera
momentos especiales: un Fin de Año, una fiesta, un matrimonio, una reunión social
donde hubiese alcohol pudiese ser combinado con esta droga. La marihuana, podría
hacerse sin beber alcohol. Yo muy poco bebo alcohol. Entonces, luego ya era el
crack, ya esto a la largo de los años. Estos últimos cuatro años son los que me vi más
afectado con crack, esa “piedra” que la llaman así ¿no? Sí, porque entonces había
un punto, al comienzo, y eso le pasa a todas las personas que comienzan y que están
en este mundo, todas comienzan más o menos el mismo camino con la marihuana,
luego es cocaína. Es una mezcla entre dos drogas que es la marihuana con crack.
Las mezclas las dos y tienes una reacción, entonces ya después quieres tener otra
reacción que es diferente a esas dos juntas, entonces ya es una sola, que por eso la
gente llega a un punto en que no fuma marihuana, no inhala cocaína, no bebe, no
fuma cigarrillo, sino crack. O sea, que se “pegan”, se “pegan” en eso, porque el
97
no le gustan mucho, entonces que te las estén metiendo mucho, de lleno, todos los
días, entonces más rápido saturan. Decidí venirme, yo estaba una zona donde me
consigo un amigo que me vuelve a comentar sobre esto, y era el punto en el que yo
decía: “Bueno, aquí estoy y ¿para dónde agarro?”… Eso fue la semana pasada, el
martes. Entonces, él me comentó de esto y tá, tá, tá, y bueno, llegué aquí, me
abrieron la puerta, me fui con el presidente de la Comunidad Terapéutica, luego con
el súper director, y ya estoy acá. Y, bueno, el recibimiento aquí es todo muy sincero,
trabajan mucho la sinceridad: “Dime qué haces aquí, cómo llegaste aquí, quién te
dijo de esto. Porqué estás aquí, cuál es tu problema, de dónde vienes”… Ese tipo de
preguntas que se le hacen, pues, a una persona con este tipo de problema, que
realmente tú no puedes mentir. No puedes mentir porque ése sería el principio de tu
fracaso, yo lo pienso así, yo pienso que eso sería el principio de mi fracaso. Si llego
aquí con mentiras, no me sirve de nada. Entonces llegas, pues, hablando con toda la
sinceridad porque es una ayuda que te estás buscando.
Le puedo decir también que no tengo hijos, aunque yo quisiera tener hijos y
de hecho, pues, la última novia que tuve, mi mamá me decía qué pasaba, que ella
quería un nieto o una nieta, algo. Pero no sé, de alguna manera yo he estado siempre
consciente ante las situaciones, por lo menos la mía, y sé perfectamente de que no
podía tenerlo, pues, porque simplemente no tenía las condiciones económicas como
para ofrecerlas a un niño, pues ¿ve? Pero también había otra parte que me decía que
mucha gente comenzó así y luego, a medida de que el tiempo iba pasando, él iba
saliendo de las cosas, iban progresando, pues. Familias que no tenían ni casa, y
entonces poco a poco se iba dando las bendiciones, que definitivamente son
bendiciones.
Entonces, ahí hay dos cosas muy importantes: hacer esto con la orientación
de los padres, pero no hacer esto y dejarlo solo. Y reforzar esto con la orientación
del maestro, de los adultos. Es muy importante, porque sin querer uno cambia la vida
de otra persona. Por eso, a mí me hubiese gustado, siempre me gustó tener la idea de
estudiar Psicología. Porque yo pienso de que uno con palabras, simplemente
palabras, puedes cambiarle la vida a otra persona, dependiendo de lo que esa
persona reciba, su parte receptiva como ser humano adopte las palabras y las
equilibre, y las tome de lo mejor o de la peor manera posible. Entonces, ante un niño
es muy delicada la situación, es muy difícil, porque el niño definitivamente de por sí
es curioso, es curioso de nacimiento, desde pequeño es curioso.
101
Yo he oído que a los niños no se les debe decir más allá de lo que preguntan,
sí, estoy de acuerdo. Estoy de acuerdo dependiendo del entorno en que viva el niño.
Yo digo que eso también influye en su crecimiento personal, en su desarrollo
psicológico, en su desarrollo mental, en su desarrollo social, en su desarrollo
emocional. Y eso lo aprendí en tercer año de bachillerato que es el último año que
estudié.
Ahora, yo digo que por ellos, pero también pienso que si yo no me recupero y
no asumo la responsabilidad de negarme a ese mundo, no voy a poder ayudar a los
102
demás. Estoy definitivamente de acuerdo en que primero tengo que salvarme yo para
después poder salvar a otros.
forma de convivir entre el mundo delictivo, darle a quien no tiene, después cuando tú
no tienes, ellos sí pueden darte a ti. Y nos conocemos entre todos.
Entonces es mucho más fuerte, es una droga más cara, una droga con unos
efectos devastadores tanto psicológicos como económicos, sociales… en fin. Y es una
droga altamente dependiente. Aquí nosotros estamos, y un ejemplo: yo pude haber
consumido droga el día de ayer en la calle, y hoy estoy acá y puedo pasarme el día
de hoy sin consumir. Y desde el día de hoy en adelante, pudiese dejar de consumir, si
yo quisiese, esa droga. Pero lo que es la heroína…Yo consumí heroína ayer y el día
de hoy estoy acá, y entonces estuviese enfermo con dolor en los huesos, vómitos,
mareos, náuseas… la que llaman “la mona”. Ésa es la única droga que te deja ese
tipo de efectos. Entonces, definitivamente, algunos consideran de que es mejor
seguirla consumiendo que dejarla de consumir. Eso lo piensas estando en la droga,
más nada. En tu sentido cabal y en tu cabalidad, tú por lógica tienes que saber que
(7)
lo mejor es dejarla.
(7)
Nº de líneas: 268 / Duración 1 hora 15 minutos / Abril 2008.
104
Bueno, yo empecé hace quince años, más o menos, y fue poco difícil, debido a
la muerte de mi madre, me “pegó” bastante y por ahí me fui, fui siendo alcohólico.
Yo tenía 20 años cuando murió mi mamá.
Ella me pedía un consejo que… por lo menos no vivía con mi papá, y vivía
con un señor. Y ella me pedía consejo, que qué hacía, que se sentía mal… Y cuando
se sentía deprimida o cuando se sentía feliz, también. Y para mí era por lo menos mi
papá, el que me tomaba en cuenta. Me tomaba en cuenta por ese láo, que ella era la
que… Ella se sentía mal al vivir con ese señor, pero qué más podía hacer, ésa fue su
decisión y yo tampoco iba a ser nadie para quitarle necesidad que hay de ella tener
105
un hombre, pues, somos seres humanos, no podemos tomar las cosas tan así.
Teníamos una relación más bien como de amistad, pasé a ser el confidente de ella.
Bueno, cuando ella muere, yo me pongo a vivir con una muchacha. Yo no vivía con
mi mamá, pues, o sea, yo era vecino de mi mamá. Tenía alquilada una casa y yo
llegaba a la casa de mi mamá. Ella sí andaba siempre pendiente de mi comida:
“Mira, ¿comiste? ¿No comiste?”... Siempre estaba pendiente de mí, y como me decía
ella misma y mi padastro (sic) que hasta que yo no llegaba, ella no estaba tranquila
si no me veía. Pero entonces cuando me veía o escuchaba mi voz, se quedaba
tranquila, dormía, todo eso. Pero como no andaba en malas juntas y nada por el
estilo, ella lo que le importaba era saber si yo llegaba o no llegaba, por lo menos, de
una grabación donde estaba trabajando.
está vivo, gracias a Dios. Ella murió y mi hermano quedó vivo después que ella dio a
luz, eso fue un preclance –creo que fue la cosa–, de todos modos yo en esos términos
médicos no estoy así muy enterado. Pero, fue un golpe bajo, y me dediqué al alcohol,
me dediqué a criar a mi hermano, fue difícil. Y fui dejando un poco la televisión de
lado. Fue un “choque” que no lo supe canalizar y me dio una depresión, una vida
que la gente se daba cuenta, pues, que no estaba yendo a trabajar como actor y si
iba a trabajar, iba “prendío”. Fui descuidando todo y cuando vine a ver estaba
alcoholizado, pero entonces superé esa etapa. Yo duré bebiendo como de agosto a
mayo. Y no “le paraba”, no tenía responsabilidad, no “le paraba”, así. Después me
conseguí una muchacha, tuve amores con ella. Así fue que me di cuenta que tampoco
la vida era como yo la llevaba… Mucha gente me lo decía: “La vida continúa, no te
puedes echar a morir”…
Entonces fui superando un poco lo del alcohol, seguí trabajando, pero en qué
momento exacto no sé, consumí droga, entonces me quedaron “las raíces”… “las
raíces”… Empecé con el “perico”, fui tocándolo poco a poco los fines de semana
con amigos, no con amigos del trabajo. Ahí me daba yo toda mi “bomba”, pues, pero
así ocasionalmente.
Cada vez que tenía un problema con mi señora y entonces llegaba y ¡swiss!…
sobre todo cuando me separé de mis hijos, que ahí sí caí por completo en la droga.
Yo me separé de mis hijos a los veintiséis años, ahorita tengo treinta y cuatro, mi hijo
va para quince años. Con mi esposa tengo tres, dos varones y una hembrita, ya tengo
realmente tengo seis años que no los veo, pero siempre sé de ellos. No les puse tanta
importancia y ahora veo las secuelas que dejó y que ahora mis hijos no están.
Gracias a Dios están estudiando, pero no se sienten muy bien emocionalmente. Y
gracias a Dios nunca les di mal ejemplo, pero emocionalmente se sienten mal y no
quiero que vaya a pasarles lo mismo que a mí me pasó en la vida. Mi esposa está con
ellos, es una buena mamá, pero no tienen el apoyo de su padre. Según ella me ha
107
dicho, mis hijos no saben que yo soy un consumidor de droga, y yo tampoco quiero
que ellos se enteren. Me separé de mi esposa porque teníamos problemas, era un
poco muy excitada. Claro, no sé si es que estaba muy jovencita, yo empecé con ella a
los dieciséis, algo como a los veintidós años. Y no es fácil cuando las muchachas se
comprometen a temprana edad, porque como no han disfrutado de la vida, entonces
uno no las entiende, pues, o sea, se fastidian un poco.
hay algo que… cuando uno confía en Dios, todo le va bien a pesar de que estés
haciendo algo malo, y mientras lo esté haciendo como… quizás inocentemente… No
soy inocente, pero cuando uno no está con mala fe ni con mala intención hacia
nadie, todo le va bien así estén los peligros latentes, Dios siempre lo protege a uno.
Yo le voy a decir algo sobre qué es lo que hace que la juventud hoy día
consuma tanta droga y para mí hay varias cosas, hay varios factores, y sobre todo
hay muchos sitios donde la juventud tiene una tendencia a buscar siempre lo malo,
buscar riesgos, buscan experiencias que a fin de cuenta son una gran estupidez. Por
ejemplo, esa experiencia de consumir droga, de irse por la “caña”. Eso es buscando
quizás -qué sé yo- aceptación, buscando amistad, la aceptación del grupo, de los que
son de la misma edad. Ahorita yo veo, he visto, me he dado cuenta que hay niños
109
Ahora, yo creo que el ocio es un factor que puede motivar a que persona se
vaya pronto por ahí. La mente siempre tenemos que mantenerla ocupada. Ahora
estoy haciendo un autoanálisis, una reflexión, debido a todo el tiempo que perdí y
ahora me hacen falta mis hijos. Llamé a mis hijos el domingo y les hago falta, les
hago falta bastante. Hablé con ellos, qué cuándo voy para allá. Y, para mí es una
motivación, pero a fin de cuenta lo que yo estoy esperando es vivir con ellos
nuevamente, pues, que estén a mi lado, pero primero tengo que curarme.
Primeramente Dios, que es el que nos ha dado la vida y salud. Y, bueno, yo lo que le
puedo decir es que, por lo menos en cuanto a la gente, a los padres, que se dediquen
un poco más, que les den más afecto a sus hijos.
Y otra cosa importante es que los maestros también deben preocuparse más
por los alumnos, ver cuando un alumno está triste, cuando un alumno falta mucho a
clase. Esas cosas le deben llamar la atención para avisarle a los padres y ponerlos al
tanto, a ver si está pasando algo. Eso es una cosa así como una cadena: de la casa a
la escuela, de la escuela a los grupos de amigos que hay en la calle… que si los
deportes, la música, las fiestas… todo eso hace que los jóvenes se encuentren. Por
eso yo creo que es importante estar pendiente de ellos. Porque a veces también los
alumnos o los hijos, buscan un apoyo y no lo consiguen… “No, mira, ahorita no
tengo tiempo”… Y eso va alejando, va apartando un poco las personas… los hijos,
los sobrinos -qué sé yo-.
110
Yo estoy de acuerdo en que ser papá es difícil, ser mamá también creo yo es
difícil. Porque nadie nace preparado para eso. Eso es una cosa que es la naturaleza,
que Dios le da a uno para criar un hijo. Claro, que cuando uno es preparado tiene
más opción, porque sabe muchas cosas que otros padres que no saben, que no tienen
educación. Entonces tal vez una de las cosas que hay que hacer es Escuelas para
Padres, por ejemplo. Ahorita por lo menos aquí en Venezuela hay muchos padres,
muchas madres que son solteras y pueden tener buena educación. Por lo menos las
muchachas, por mucho que estudien, se consiguen un “loco”, un “loco” como yo era
antes, por lo menos…
(8)
Nº de líneas 239 / Duración: 1 hora 15 minutos / Abril 2008.
CAPÍTULO V
vida que les garantiza el consumo sin ningún control por parte de los organismos
competentes.
Uno de los informantes considera que: “La situación de calle es cuando los
padres ya no saben nada qué hacé con los hijos, entonces los sueltan a la calle, y
ellos tampoco saben nada qué hacé porque, primero tienen el problema de que los
padres los están rechazando y no los saben ayudar. Y segundo, que tienen el
problema de droga. Tercero, tienen el problema de vivienda, no saben dónde vivir.
Cuarto, no saben nada qué hacé, entonces la calle los arropa, y cuando los arropa,
se dan, se vuelven como cemento. Los arropa en la forma de que se vuelven la calle
ellos, pues. Tienen que comer en la calle, tienen que dormir en la calle, tienen que
vestirse en la calle, tienen que jugar en la calle. Todo lo tienen que hacer es en la
calle, pues, no tienen un sitio donde puedan descansar y no en paz”. (Relato
Jeremías, 2008)
como una pistola, como un revólver, que uno lo hace. Ya es más fuerte, pero
robábamos carros, los vendíamos, y era más cantidad de dinero y más droga…Nunca
comprábamos comida, pensábamos era en la droga, droga, droga, y la droga”.
(Relato Jeremías, 2008)
“Se ha demostrado que un factor de alto riesgo para que una persona se inicie
en el abuso de una sustancia, lo constituye la pertenencia a un grupo social de
consumidores”… (Delgado, 2000 p. 245).
Para la década de los años sesenta, setenta, el apoyo familiar era condición sine
qua non para admitir un adicto en una comunidad terapéutica. Esta situación trajo
como consecuencia la condición de co-dependencia, un concepto que implica que los
familiares en vez de ayudar están facilitando que el enfermo continúe consumiendo.
117
Los informantes sienten que al lado de sus familias no podrán progresar, ellos
consideran que es allí donde están los problemas que originaron el consumo y que sus
familias también necesitan educación y orientación para comprender este problema.
De aquí la importancia de conocer de la palabra de los consumidores, qué opinión
tienen acerca de su vinculación con la familia.
“Primero que todo tenemos que reconocer que eso es general. Es una
enfermedad y tenemos errores en la vida, porque somos seres humanos. Y pienso en
lo que haría para que los niños no consuman droga…Bueno, yo les diría que
hicieran deporte, que tuvieran la mente muy ocupada, que escucharan mucho a sus
padres, que no se dejen llevar por las amistades ni por la televisión ni por la moda,
porque la moda también te lleva mucho a consumir droga. Y crean en ellos mismos
también, y crean mucho en el Señor, porque el Señor te da la vida para que tú tés
aquí y tengas una meta, algo que cumplir en la vida”. (Relato Moisés 2008)
“El dinero es una puerta para muchas cosas, para muchos vicios, para
muchas cosas, pues, porque el dinero te compra… nunca compra la felicidad. Eso sí,
118
pero el dinero te compra que si pistola, que si droga, que si el alcohol… Prostituye a
las mujeres, se prostituyen los hombres también por el dinero”. (Relato Moisés,
2008)
“Ahorita el problema de las drogas es muy natural, pues, ya es muy raro que
no consuman, porque te pueden consumir hasta cigarrillo. Los vicios ahorita son…
no estoy diciendo que se están apoderando del mundo, porque siempre han estado,
pero ahorita la gente lo tiene como hobby, pues. Hay mucha gente que rumbea los
fines de semana y trabajan de lunes a viernes, y cuando termina de trabajá se droga,
se rasca, o hace cualquier cosa, para el domingo descansá y el lunes ir a trabajá con
su “cara bien limpia” y “No ha pasáo nada”… y… (risa) entra en el ciclo de la
independencia (sic) de las drogas, no las puede dejá…Son personas que han llegado
al nivel de que consumen pero moderadamente, pues, saben cómo administrarse,
saben la cantidad que pueden consumir”. (Relato Moisés, 2008)
“También los maestros deben estar preparados, nunca debe faltar una buena
charla para los chamos alusiva a las drogas a partir de primer año, fácil. Primer
año, fácil. Primer año, porque son demasiado “pilas”. O también quinto, sexto
grado, y ahorita los que estudian sexto grado son demasiado “pilas” y hay que
empezar…”. (Relato Mateo 2008)
Uno de los informantes dice. “No consumo porque no salgo, pero si saliera,
consumo. Entonces yo digo que la recuperación está en la calle, que tú salgas de
119
aquí y pases por allá, por el centro, por otro sitio y estás consumiendo”. (Relato
Mateo, 2008)
“La responsabilidad es saber también cómo están sus hijos, dónde están, con
quién andan, hay que hacerles un seguimiento. Ya eso para mí es una experiencia,
porque yo volviendo con mis hijos los investigaría violentamente, debido a que no
quiero que paguen ni que pasen lo que yo pasé”… (Relato Abraham, 2008).
“A los padres, que se dediquen un poco más, que les den más afecto a sus
hijos. Y otra cosa importante es que los maestros también deben preocuparse más
por los alumnos, ver cuando un alumno está triste, cuando un alumno falta mucho a
clase. Esas cosas le deben llamar la atención para avisarle a los padres y ponerlos al
tanto, a ver si está pasando algo”… (Relato Zacarías, 2008).
Nowlis (1982), citado por Salazar (2004) nos orienta en cuanto a la familia. Es
conveniente tener presente que en todas las culturas, sociedades y naciones, existen
diferencias en cuanto al método de educación de los niños en las formas típicas o
tradicionales en que diversos agentes sociales y de los individuos de su misma edad o
características, interactúan con los niños y los jóvenes según van creciendo y
recorriendo la adolescencia hasta llegar a la edad adulta. Pero todas ellas tienen en
común la idea de que para producir adultos que puedan asumir los roles que les
incumbe en la cultura, es preciso establecer las dimensiones en las que pueda
fomentarse el crecimiento y desarrollo desde los primeros años de vida. En la
mayoría de las sociedades, la familia y sus parientes han constituido los principales
120
Por supuesto, la actitud de los adultos está orientada hacía un fin positivo e
idealista donde el consumo de drogas no estaba previsto y ha surgido como una
consecuencia perversa. Sin embargo, la importancia de la familia y del contexto
familiar continúa siendo crucial para explicar la actitud que adoptan los jóvenes
frente a las drogas.
121
BIBLIOGRAFÍA
MORRIS, B. (1994). Teorías del Aprendizaje para Maestros. Editorial Trillas, 2000.
PIÑA, C. (1986). Sobre las Historias de Vida y su Campo de Validez en las Ciencias
Sociales. Revista Paraguaya de Sociología. (67), 143-142.
123