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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS


DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL

Asignatura: Del conflicto armado a la


construcción de paz

Nombre: Yurica Gutiérrez
 Fecha: 23/04/2019

“El Testigo" de Jesús Abad Colorado, ubicado en el Claustro San Agustín


de la Universidad Nacional de Colombia

1. ¿La exposición le aporta nuevas comprensiones sobre la violencia y


el conflicto armado? ¿cuáles?

Si, ya que permiten un acercamiento más cotidiano a lo que han vivido las
víctimas a lo largo del conflicto en nuestro país. En ese sentido, lo veo
como un acercamiento fundando desde una perspectiva más
fenomenológica que nos permite aproximarnos de manera más vívida a
las subjetividades de quienes han sufrido los vejámenes más bizarros del
conflicto. Ya que como dice el viejo dicho: “una imagen vale más que mil
palabras”, y así, más de mil palabras nos tocan a través de la fotografía
de Jesús Abad. De manera que, particularmente en mi experiencia al
visitar la galería, me pareció casi escuchar la voz de las personas que me
cuentan su historia a través de la fotografía. Uno puede recordar eso: que
son personas y que ellas y ellos también tienen una voz en su historia y
que no es la misma historia que se cuenta genéricamente, grosso modo.

Creo que es este logro de “rescatar la voz”, en mi opinión, lo que nos


permite visualizar una comprensión fenomenológica del conflicto en
Colombia. De alguna manera, la gran densidad de fotografía habla de una
descripción juiciosa y profunda de lo que ha venido sucediendo en el país.
Y allí quizás, podríamos encontrar cosas esenciales a ciertos fenómenos
de violencia que nos permitan una mejor comprensión de esta realidad
tan dolorosa que cubre de espinas nuestro país.

En términos generales esto no significa que solo aporte una comprensión


distinta, sino muchas. En tanto lo que abre, en mi opinión, es la posibilidad
de prestar una comprensión _realmente_ cualitativa del conflicto en
Colombia, al habla más de personas y menos de cifras, aunque las cifras
no dejen de ser importantes. En ese sentido, otros ejemplos de nuevas
comprensiones que se podrían gestar desde la propuesta de Jesús Abad,
se gestaría, por ejemplo, ubicándonos desde una mirada decolonial o
ecológica. Lugares desde los cuales en el marco del conflicto, queda
mucho por contar.

2. ¿Qué sentimientos y emociones experimentó durante la exposición?

Teniendo en cuenta que la visita a la exposición se planteo como parte de


un proceso académico que se convoca en el marco de mi muy querida
carrera: Trabajo Social, lo primero que sentí al llegar a la exposición fue
impotencia frente a mi qué hacer profesional, en vista de lo mucho que ya
ha pasado, pero también, un tipo de ímpetu doloso hacia mi carrera,
pensando en esas personas a las que nos podemos acercar como
trabajadores y trabajadoras sociales.

Creo que eso me llevó fundamentalmente a sentirme responsable como


profesional, y honestamente más difícilmente como ciudadana, de lo que
viven algunas personas. Posteriormente, ahondando en el recorrido me
dieron muchas ganas de llorar porque se me cruzó la impotencia con
tristeza por las cosas que han tenido que atravesar las víctimas, las cuales
en su mayoría son negros, ancianos o niños.

3. ¿Las exposiciones le permiten hacerse preguntas o


reflexiones acerca de su papel como ciudadano (a) y como
estudiante? ¿cuáles?

Si, me permite cuestionarme mucho con respecto a la manipulación


mediática del conflicto en Colombia. Me pregunto ¿Cómo es que, de
momento, parece que nos separamos de esta realidad aún viviendo en el
mismo país que acuñó los lugares en los que se tomaron estas
fotografías? De alguna manera, me dio temor acercarme a la pregunta de
si me he hecho una persona insensible frente a estos hechos. Le tengo
mucho miedo a eso porque creo, desde mi criterio, que esa es la latente
deshumanización que deviene del contexto y que osa en invadir nuestras
subjetividades.

Entonces quedó latente para mi el tema de cuestionar el miedo, como


ciudadana, preguntarme de qué manera me constituye en el acercamiento
que hago hacia la violencia en mi país. Pero también, como estudiante, el
tema de la indignación. Porque creo que sí debemos indignarnos para
tener el ímpetu de enfrentarnos en nuestra vida laboral a ciertas
situaciones en las que nuestra posición ética y política debe primar. Por
otra parte, también me deja ver la tensión que se da, muchas veces, en
nuestro papel como ciudadanos versus nuestro papel como estudiantes,
ya que la pertenencia a ciertos lugares implica una filiación específica que,
en mi opinión, dificulta la coherencia en el pensar, el decir y el hacer,
dentro de cualquier esfera.

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