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Monografía

Sesión: Mayo 2016

Grupo 1: Español A, Categoría 1

Supervisor: Profesora Han Mei

Titulo:

Paralelismo sociológico y cultural entre la cuentística de Juan Bosch y Gabriel García

Márquez

Pregunta de investigación:

De qué manera se manifiesta los aspectos sociológicos y culturales entre la cuentística

de Juan Bosch y Gabriel García Márquez?

Numero de palabras: 3623

Paralelismo sociológico y cultural entre la cuentística de Juan Bosch y Gabriel García

Márquez
Índice

* Introducción

............................................................................................................................. 4

* Contextualización:

1. Definir Paralelismo.……………………………………………………………….........

2. Definir Cuentística……………………………………………………………………... 5

3. Definir aspectos sociológicos.…………………………………………………………..

4. Definir aspectos culturales………………………………………………………………

* Estilo narrativo en la cuentística de Juan Bosch …………………………………….……….

* Estilo narrativo en la cuentística de Gabriel García Márquez ……………………………….

* Influencia de Juan Bosch en Gabriel García Márquez y paralelismo en sus obras

................. 13

Conclusión..........................................................................................................................

...... 16
* Bibliografía…………………………………………………………………………………...

* Anexo:

1. Carta escrita por Juan Bosch dirigida para Gabriel García

Márquez............................

2. La mujer, escrita por Juan Bosch……………………………………………………..

3. Un día de estos, escrito por Gabriel García Márquez………………………………….


Resumen:

En el presente trabajo se explorara como Gabriel García Márquez y Juan Bosch, a pesar
de ser escritores de diferentes natalidades y diferentes estilos narrativos, llegan a
proyectar muchas similitudes entre sí en sus aspectos sociológicos y culturales, y su
manera de proyectar una realidad latinoamericana . El título del ensayo es: “Paralelismo
sociológico y cultural entre la cuentística de Juan Bosch y Gabriel García Márquez” y Ia
pregunta de investigación es: “De qué manera se manifiesta los aspectos
sociológicos y culturales entre la cuentística de Juan Bosch y Gabriel García
Márquez?”

Los cuentos seleccionados para este análisis son: "La mujer”, escrito por Juan Bosch y
“Un día de estos” escrito por Gabriel García Márquez. Se analizaran los poemas a partir
de las temáticas, los personajes, el contorno y los arraigos culturales dignos de una
sociedad latinoamericana para así demostrar como

Se concluirá que, debido a que ambos autores fueron moldeados e influenciados por el
mismo tipo de sociedad que los vio nacer, crecer y educarse, estos fueron inducidos a
expresar, a través de una pluma, un mismo pensamiento en el fondo pero diferente en la
forma. Podremos apreciar, de distinta manera, temáticas esenciales que te permiten
adentrarte en la realidad de una cultura latina y que asimismo te permiten conocer, de
manera indirecta, un poco sobre la historia de esta parte del hemisferio.

Conteo de palabras: 224


1. INTRODUCCION

Hay en Latinoamérica dos grandes referentes literarios que son consultas obligadas

cuando nos adentramos en los análisis de la cuentística de esta zona geográfica. Estos

dos escritores han trascendido desde lo regional a lo universal gracias a su gran trabajo

y dedicación para transmitir aspectos socioculturales a través de su elocuente narrativa.

Nos referimos a los grandes escritores, el dominicano, Don Juan Bosch y Gaviño y el

colombiano, Don Gabriel García Márquez (premio Nobel de Literatura, 1982).

Juan Bosch y Gaviño nació en La Vega el 30 de junio del 1909. Fue un escritor

reconocido mundialmente por su habilidad de proyectar, mediante la narrativa de una

trama intrigante, la historia detrás de las fronteras de nuestro continente de forma sutil

pero precisa. Además de ser un excelentísimo escritor latinoamericano, Juan Bosch tuvo

gran éxito en el ámbito político llegando a ser el primer presidente dominicano que fue

elegido democráticamente, luego de una tiranía de más de 30 años.

Asimismo, Gabriel José de la Concordia García Márquez, más conocido como Gabriel

García Márquez, nació en Aracataca, Colombia, el 6 de marzo de 1927 y murió en

México, D. F. el 17 de abril de 2014. Fue un destacado escritor, novelista, cuentista,

guionista, editor y periodista colombiano. Está relacionado de manera innata con el

realismo mágico y su obra más conocida, la novela “Cien años de soledad”, es

considerada una de las más representativas de este género literario Dicho esto, García

Márquez ha recibido numerosos premios, distinciones y homenajes por sus obras; el

mayor de todos ellos, el Premio Nobel de Literatura en 1982. Según la laudatoria de la

Academia Sueca, «por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real
son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los

conflictos de un continente".

Si los observamos a la distancia encontraremos grandes similitudes entre ellos: Ambos

fueron latinos; ambos fueron contemporáneos y ambos conocían muy bien, por haberlas

estudiados, las idiosincrasias de sus pueblos de orígenes, entre muchas otras más.

Pero más allá de lo general, si profundizamos en sus temáticas, podemos ver como su

mayor aspecto en común es la valentía de estos dos personajes al reflejar, a través de

sus palabras, una realidad latinoamericana e incluso una realidad a nivel mundial que

muchos viven pero no muchos ven.

Mediante este trabajo, pretendemos profundizar en estas coincidencias y en las maneras

en que las mismas se ven reflejadas en sus cuentos, creándose entre sí un “paralelismo

contemporáneo” experimentado prácticamente en el mismo espacio de tiempo.

Iniciaremos definiendo los términos que sustentan este trabajo y sus aspectos

principales, para luego adentrarnos en el estilo literario que les caracterizaba y la

influencia que ejerció uno sobre el otro. Así, se pretende concluir en las líneas paralelas

sociales y culturales que se desarrollaron en sus obras respondiendo la pregunta: De

qué manera se manifiestna los aspectos sociológicos y culturales en la cuentística

de Juan Bosch y Gabriel García Márquez?

2. Paralelismo
La Real Academia de la Lengua Española define paralelismo como “de paralelo, cualidad

de paralelo o continuada igualdad de distancia entre líneas o planos” 1

Usando la figura de las líneas paralelas, podemos definir “paralelismo“ en el ámbito

literario como “la semejanza, la coincidencia o la continuada igualdad” entre dos o más

estilos u obras 2

En el caso de ambos autores, el paralelismo entre ellos se manifiesta en sus vidas que

discurren a la par. Aun cuando uno de ellos nace en 1909 y el otro en 1927, con 18 años

de diferencia, el desarrollo y la madurez literaria de Juan Bosch y Gabriel García Márquez

coincidieron en el tiempo y en la amistad que existía entre ellos.

3. Cuentística

Según Word Reference, se define cuentística como el género narrativo formado por los

escritos que tienen la forma del cuento. 3

Tomando en cuenta el desarrollo y crecimiento profesional de ambos escritores, cabe

destacar que Juan Bosch, al igual que Gabriel García Márquez, llevan consigo un

trayecto de éxito en cuanto a los cuentos que escriben. De hecho, cabe resaltar, que fue

la misma narrativa a través de cuentos cortos uno de los aspectos primordiales que llego

a darles la fama que hoy en día poseen.

1
Real académica española, (n.d.). Retrieved September 18, 2015, from
http://lema.rae.es/drae/srv/search?key=paralelismo
2
Online Language Dictionaries. (n.d.). Retrieved September 18, 2015, from
http://www.wordreference.com/definicion/paralelismo
3
Online Language Dictionaries. (n.d.). Retrieved October 21, 2015, from
http://www.wordreference.com/definicion/cuentística
4. Aspectos sociológicos

La sociología de la literatura es una forma de estudiar las obras literarias al estilo de los

llamados trascendentes, es decir, aquellas personas que analizan la literatura de una

manera más interpretativa de lo que establecen las letras.

La sociología de la literatura, en concreto, establece conclusiones que parten de la

consideración de la literatura como realidad, fenómeno o institución social, en tanto que

relaciona las obras literarias y sus creadores, la sociedad y el momento histórico en que

nacen, y la orientación política que las inspira. 4

5. Aspectos culturales

Los aspectos culturales en la literatura se consideran como todo aquello que forma parte

del medioambiente o entorno y resulta significativo en la formación y desarrollo de un

grupo humano específico.

6- Estilo narrativo en la cuentística de Juan Bosch

Juan Bosch, sin duda alguna, es un maestro del pensamiento socio político y de la

narración de corto y largo aliento. Con su entereza moral, con su aguda observación del

campesino dominicano y su sorprendente dominio de las técnicas del cuento, nos legó

un patrimonio artístico sin el cual no se puede comprender el devenir literario de la

Republica Dominicana en el siglo XX.

4
Análisis literario, (n.d.). Retrieved August 9, 2015, from
https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero29/sociolit.html
Desde su entender, el arte de relatar un cuento va mas allá de lo que muchas personas

pueden visualizar y algo tan corto y sencillo como ésto necesita de mucha concentración

y formalidad.

A continuación se mostrarán los requisitos que cada uno de sus cuentos debía cumplir

antes de ser publicado y algunos de los temas más frecuentados dentro de su narrativa.

• Vocación: Juan Bosch consideraba la intensidad de la vocación hacia los cuentos

el paso primordial para poder llevar a cabo uno. Si una persona no amaba

completamente lo que hacía, y no creía plenamente en la idea de transmitir

mensajes a través de un cuento, pues simplemente era una persona no digna para

escribir uno. En su artículo Apuntes sobre el arte de escribir cuentos, publicado en

Septiembre del año 1958, él claramente establece su perspectiva a través de esta

cita "Nadie que no tenga vocación puede llegar a escribir buenos cuentos."

• Importancia: "Si el suceso que forma el meollo del cuento carece de importancia,

lo que se escribe puede ser un cuadro, una escena, una estampa, pero no es un

cuento". Juan Bosch a través de este articulo afirma que un cuento no solamente

narra un suceso que pasa en nuestras vidas cotidianas, si no, mas bien, un cuento

narra un evento que posee una gran importancia y crea un impacto en la vida de

aquella persona que lo lee. Si uno escribe solo para relatar cómo fue su viaje a

casa, pues no es un cuento, pero en cambio si dentro de este transcurso a la casa

el personaje logra aprender algo que luego pueda transmitir al público, pues este

puede ser considerado un cuento.


• Buen manejo del tema, amplio conocimiento del genero tratado y habilidad para

llevar con palabras la cuenta de un suceso.

Una vez manejado la base para escribir un cuento el autor debe:

• Elegir entre ser "Hermético" o "figurativo": en otras palabras, escoger entre los

caminos de la subjetividad y la objetividad.

• Finalmente mantener vivo el interés: El cuentista debe mantener el mismo estado

de ánimo para recoger material que para escribirlo. Debe además comenzar bien

el cuento y llevarlo hasta el final sin ninguna discreción.

Temas y aspectos en comunes en todos sus cuentos:

Dentro de la cuentística de Juan Bosch, el público puede visualizar el paso descansado

y grave de sus personajes, lo amargo de su queja, y la determinación de un hombre llano

que lucha con su destino infortunado.

Se observa la realidad a través del protagonista sufriente, olvidado y solitario quien

representa problemas cotidianos mediante el cual el público ve reflejos de su vida y se

torna en el mismo personaje.

El tránsito, de lugar, de ánimo, de situaciones o parajes es continuo y a veces casi

inaudible, pero la narrativa de Bosch nos va adentrando al ser interior del personaje y a

las brumas que estorban su alma de los conflictos sociales, hasta ensenarnos y hacernos

sentir sus viles sufrimientos.

Cada párrafo de un cuento de Juan Bosch es una aproximación al entendimiento de

estructuras políticas y sociales de los países latinoamericanos. Sus cuentos no presentan


una situación de golpe, sino, más bien, gradualmente especificando cada contorno, cada

perfil y cada rasgos distintivos de los personajes.

"Sus cuentos tienen la particularidad de recoger y expresar con trazo elocuentes escenas

criollas de la realidad socio-cultural de nuestros campos, abordando la esencia del

pueblo dominicano en su tragedia, en sus luchas y conflictos, en sus avatares por el pan

y la esperanza." 5

7. Estilo narrativo en la cuentística de Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez es considerado un buen cuentista ya que sabe exactamente los

temas más populares y los más adecuados para el público.

Así, las obras de Gabriel García Márquez son reconocidas por sus temas repetitivos y

agradables, y el hecho de que García Márquez hace un vínculo entre varios tópicos

dentro de un mismo argumento.

Uno de los temas más frecuentes dentro de sus novelas es el amor, pero a diferencia de

otros escritores, Gabriel García Márquez nos proyecta un tipo de amor atípico con

características fuera de lo común y situaciones inusuales.

Además del amor, Gabriel García Márquez comenta las diferencias entre personajes

sobre la raza, la cultura, la clase, y la religión, como la crítica del médico. Otro comentario

social llega de la influencia de la cultura del Caribe. Esta influencia le lleva a García

Márquez a escribir sobre el papel de los esclavos, los negros, y los aspectos de su cultura

en relación con otras.

5
Valdez, D. (n.d.). Cuatro Aspectos sobre la Literatura de Juan Bosch (Vol. CV).
A través de su gran habilidad para describir lugares y ciudades, Gabriel García Márquez

resalta también el tema de la nostalgia y decadencia, proyectando personajes que

siempre buscan retroceder el tiempo y recuperar a aquellas personas que dejaron ir

durante el camino.

García Márquez también es conocido por todos, como el mayor representante del género

literario conocido como "realismo mágico".

El realismo mágico se define como la preocupación estilística y el interés de mostrar lo

irreal o extraño como algo cotidiano y común. (Longwood). Una de las obras más

representativas de este estilo es Cien años de soledad de Gabriel García Márquez,

donde el autor no quería causar emociones a través de una fantasía, sino mas bien,

tratar de representar de una manera u otra la realidad utilizando métodos distintos.

Una vez Gabriel García Márquez dijo: “Mi problema más importante era destruir la línea

de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico. Porque en el

mundo que trataba de evocar, esa barrera no existía. Pero necesitaba un tono inocente,

que por su prestigio volviera verosímiles las cosas que menos lo parecían, y que lo hiciera

sin perturbar la unidad del relato. También el lenguaje era una dificultad de fondo, pues

la verdad no parece verdad simplemente porque lo sea, sino por la forma en que se diga.”

En las obras de García Márquez se puede encontrar también una “obsesión” por captar

la identidad cultural latinoamericana y particularizar los rasgos del mundo caribeño.

Gabriel García Márquez cree firmemente que la realidad es difícil de explicar y que

"Aquellos que no hayan visto esas tormentas –dice - no podrán formarse una idea de
la violencia con que se desarrollan. "6 Por lo que dentro de sus obras el utiliza el realismo

mágico para intentar transmitir a través de elementos ficticios una realidad actual que es

delicado expresar.

8. Influencia de Juan Bosch en Gabriel García Márquez y paralelismo entre sus obras:

Por ser ambos latinos, de orígenes muy cercanos, Juan Bosch y Gabriel García Márquez,

retrataban en sus cuentos las imágenes vividas por ellos en sus respectivas tierras

natales.

Ya en ese aspecto de origen hay una coincidencia visionaria entre ambos reflejadas en

sus obras cuentística.

Fue el propio Gabriel García Márquez que reconoció la influencia de Juan Bosch cuando

el primero lo fuera a visitar en España y lo saludara como ¨Maestro¨. Al preguntarle Juan

Bosch por qué le decía de esa manera, García Márquez le respondió: ¨Fui su alumno en

una Conferencia llamada ¨Apuntes sobre el arte de escribir cuentos¨ en Caracas, en

1959. (Periódico Vanguardia del Pueblo – PLD, 22 abril 2014)

Pero ambos se reciprocaban una admiración mutua, pues Juan Bosch le reconoció a

García Márquez su condición de haber escrito “la obra perfecta” en una misiva que el

6
La narrativa de Gabriel García Márquez (n.d.). Retrieved September 18, 2015, from,
http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4204756.pdf
primero le enviara el 3 de julio del 1972, al referirse a “La increíble y triste historia de la

cándida Erendira y su abuela desalmada”

Al leer de ambos autores algunos de sus cuentos, sobresalen en los mismos, aspectos

sociológicos y culturales que son afines en sentido general, sin que necesariamente sean

exactos en sus detalles; veamos algunos:

- La negritud o mulatos de sus personajes se aprecian en La Mujer de Juan Bosch y en

Algo muy grave va a suceder en este pueblo de García Márquez.

- La relación vida-muerte, amor-odio está marcada en La Mujer (Juan Bosch)

prácticamente en todo el cuento y en Un día de estos (García Márquez) al reclamarle el

dentista que pague “20 muertos” a un teniente.

- El autoritarismo rural personalizado por militares en Un Día de estos (García Márquez)

y La Nochebuena de Encarnación Mendoza (Juan Bosch)

- El arraigo religioso se evidencia en los cuentos Dos pesos de agua (Juan Bosch) y Algo

muy grave va a suceder en este pueblo (García Márquez)

- La ambientación rural, campestre es esencial en ambos autores y prácticamente se

hace indispensable para el marco narrativo de sus cuentos, ya sea en La Mujer, Dos

pesos de agua, La Nochebuena de Encarnación Mendoza de Juan Bosch, como en Un

día de estos y Algo muy grave va a suceder en este pueblo de García Márquez.

- Ambos autores usan mucho, como plataforma descriptiva, el ambiente aireado de un

sofocante calor tropical en sus respectivas narrativas.


- De forma sutil se refleja el drama social del machismo, tanto en La Mujer (Juan Bosch)

como en Un Día de estos (García Márquez)

A continuación tomaremos un cuento de cada autor y lo compararemos para comprobar

sus similitudes y paralelismo contemporáneo:

La mujer, escrita por Juan Bosch, narra la historia de una fémina de bajas condiciones

económicas que, para poder alimentar a su hijo, se vio forzada a mentirle a su esposo

llevándola así, al maltrato y abuso matrimonial. (Ver texto adjunto página … )

Asimismo, Un día de estos, escrita por Gabriel García Márquez, resalta el abuso de poder

y las diferencias sociales a través de la historia de un dentista obrero y un alcalde de

condiciones superiores. (Ver texto adjunto página …)

Ambos escritores se esfuerzan en retratar los aspectos sociales donde enmarcan sus

personajes de forma que el lector, a través de las imágenes plasmadas, pueda hacerse

una idea muy real del tipo de sociedad subdesarrollada que envuelve sus obras. Pero al

escribir un cuento, estos no parten de un ficticio aun cuando las obras sean frutos de sus

fecundas imaginaciones. De igual manera son retratos latinos donde ambos, por

accidentes de tránsitos o por vivencias directas, encontraron personas con

características muy idénticas a las expuestas en sus obras.

De ambos cuentos se puede extraer una descriptiva que sirve de común denominador

de los personajes: Bajo nivel cultural, empleo de un vocabulario muy reducido, actitudes
comunes enfrentadas, irreverencia social, viviendo el día a día sin planificación del

mañana bajo el manto de una autoridad aplastante, atmósfera enrarecida y un entorno

rural e insalubre.

Las situaciones son comunes, aun cuando directamente no parezcan tener similitudes

entre sí. A pesar de los dos cuentos narrar una serie de eventos totalmente paralelas,

demuestran de diferentes formas el machismo en la sociedad. En el caso de "La mujer"

se puede evidenciar el machismo en una relación entre el sexo femenino y el sexo

masculino. Sin embargo en "Un día de estos" se proyecta la misma problemática social

como lo establece la siguiente definición: "Un sentido fuerte o exagerado de la

masculinidad; una actitud donde la virilidad, el valor, la fuerza, y el derecho a dominar

son atributos o concomitantes de la masculinidad."

Obviando a los protagonistas de “La Mujer”, socialmente está plasmada una cultura

machista que es asumida como un paradigma sin razonamiento de parte de la mujer

afectada, quien actúa impulsivamente y sin detenimiento, en defensa de quien, a fuerzas

de golpes y maltratos, la estaba oprimiendo.

No obstante en el cuento “Un día de esto”, la mujer, que en este caso es la sociedad,

vive bajo un ambiente machista si notamos que todos los personajes son hombres con

caracteres recio, en un ambiente beligerante, donde cada cual quiere imponer su

posición en base a violencia de poder, por un lado, y de resistencia a la autoridad por el

otro. Ambos, la autoridad y el gobernado, cuentan con un instrumento de fuerza para

hacer valer sus posiciones: El revólver. Y ambos, al final, se autosatisfacen con los

comentarios mordaces, llenos de ironías, que se dirigen entre sí al sacar la pieza sin
anestesia: “Ahí nos paga veinte muertos”, y al responder sobre la factura del trabajo: “Es

la misma vaina”.

Así vemos como, a pesar de que los temas de ambos cuentos lucen dirigidos en líneas

opuestas si los vemos específicamente en la trama central, si profundizamos en las ideas

que nos quieren hacer ver ambos autores, podremos encontrar que ellos se valen de los

personajes para describir las sociedades donde vivieron en sus épocas.

Finalmente, la estructura en sus cuentos es muy singular. Ambos cuentan con un

lenguaje coloquial simple, con personajes abrasados por el sol inclemente en un

ambiente rural, pocos protagonistas y una idea descriptiva narrada en pocas palabras,

así tornan el cuento en algo de fácil comprensión con una sencillez en sus respectivas

descripciones.

9. Conclusión:

Hay muchas lecturas en la analítica de las obras de Don Juan Bosch y Don Gabriel

García Márquez, pero hay mucho más que aprender de los personajes en sí mismos y

de un factor que a ambos les era inherente y común en su visión de la vida y lo que

habían aprendido de ella.

La sociedad latinoamericana pre siglo XX e inicio del mismo, que dio cuna a ambos

personajes, estaba envuelta en un contexto de desarrollo de libertades e identificación

de sus pueblos. La atmosfera era socialmente revolucionaria y de definiciones humanas.

Esa fue la gran escuela en

la cual moldearon los conceptos de la vida misma y el significado que, como lección, les
dejaron a los personajes de nuestro análisis.

Entender estas sociedades es comprender sus obras.

Así, mientras algunos protagonistas sociales de la época usaban la vía directa y

accionaban en contra de la sociedad mayormente autoritaria, Juan Bosch y García

Márquez desbordaban el mismo sentimiento irreverente a través de las letras. Mientras

otros usaban las armas, ellos utilizaban la pluma.

Y es ahí, donde quizás, haya mayor significado y congruencia entre ellos mismo. Se

podría apostar que su mayor coincidencia como entes sociales está en usar la misma

herramienta para desahogar sus gritos libertarios.

Teniendo el mismo enfoque, la misma visión, el mismo compromiso social, ellos, Bosch

y García Márquez, usaron sus técnicas literarias personales para aportar el mensaje que,

ya transmitido, motivara e incentivara el espíritu independentista en la sociedad

latinoamericana, que aun contando con estados establecidos como naciones, era una

sociedad oprimida por sus gobiernos.

Existiendo costumbres y culturas muy similares en los pueblos latinoamericanos, amén

de un mismo idioma casi en su totalidad, era de esperarse que las obras de Bosch y

García Márquez expresaran esos mismos contextos que les fueran comunes a ambos.
Es necesario asegurar que, a pesar de dibujar con mágicos detalles las virtudes y

defectos de los personajes en sus respectivas obras, en el ámbito personal, ni Don Juan

Bosch ni Don Gabriel García Márquez se identificaron con las debilidades en ellas

expuestas, es decir, no eran hombres de tener actitudes autoritarias ni machistas, aun

cuando sí dieron connotaciones de ser muy firmes en sus visiones políticas y sociales, a

veces casi radicales.

Explicado el contexto social del desarrollo de sus vidas no era difícil colegir que siendo

este común a ambos, el mismo influenciara para que sus obras tuvieran un mismo

denominador.

Ha sido suficientemente detallado de que estos ilustres autores, más que influenciarse

de forma reciproca entre ellos mismos, sí fueron moldeados e influenciados por el mismo

tipo de sociedad que los vio nacer, crecer, educarse y ser inducidos a expresar un mismo

pensamiento, igual en el fondo y diferente en la forma.

Leer “Un día de Estos”, colectada en “Los Funerales de la Mama Grande”, de García

Márquez y leer “La Mujer” y los varios “Cuentos escritos antes, en y después del Exilio”

de Juan Bosch es refrescar la misma sociedad, con algunos matices diferentes.

Podríamos quitarles las firmas de sus autores de ambas obras, y de las demás también,

e inequívocamente surgiría el atrevimiento de expresar que una misma pluma, una

misma visión y un mismo pensamiento social fue el creador de todas ellas.


Existiendo el mismo molde social, épocas casi simultáneas, mismo ambiente cultural e

idéntico sentir libertario, era fácil predecir que sus trayectorias personales y literarias

tendrían el mismo singular paralelismo.

Y esa es la evidencia más fuerte que sustentó nuestro trabajo.

Bibliografia:

Fuentes primarias:

Valdez, D. (n.d.). Cuatro Aspectos sobre la Literatura de Juan Bosch (Vol. CV).

Bosch, J. (1982). Cuentos escritos en el exilio (11a ed.). Santo Domingo: Alfa y Omega.
Márquez, G. (1962). Los funerales de la Mamá Grande. Mexico, D.F.: Editorial Diana.
Apuntes sobre el Arte de Escribir Cuentos, Juan Bosch (1909–2001)
Fuentes secundarias:

Real académica española, (n.d.). Retrieved September 18, 2015, de


http://lema.rae.es/drae/srv/search?key=paralelismo

Online Language Dictionaries. (n.d.). Retrieved September 18, 2015, de


http://www.wordreference.com/definicion/paralelismo

Online Language Dictionaries. (n.d.). Retrieved October 21, 2015, de


http://www.wordreference.com/definicion/cuentística

La narrativa de Gabriel García Márquez (n.d.). Retrieved September 18, 2015, from,
http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4204756.pdf

Anexo:

Carta escrita por Juan Bosch dirigida a Gabriel Garcia Marquez:


Mí querido Gabriel Garcia
́ Márquez:

Aunque usted lo sabe tanto como yo, quiero recordarle que nuestra querida Carmen

Balcells estuvo aquí unos dia


́ s allí por el mes de marzo (o tal vez está equivocado y fue

̃ Carmen y conmigo
en abril); que nos vimos varias veces; que estuvo comiendo con Dona

en casa; que hasta anduvimos juntos por la ciudad, si bien un trecho corto porque a mí

me sobran las obligaciones y me falta el tiempo; y sin embargo no me mencionó ni por

́ le y triste historia de la Cándida Eréndira y de su abuela desalmada.


asomo. La increib

Hágase cargo, pues, de mi sorpresa cuando a mediados de mayo recibi,́ enviado por

Carmen Balcells, ese libro alucinante, para cuya lectura no estaba preparado en absoluto

porque ignoraba completamente su existencia.

Aun tratándose de personas hechas a analizar con rapidez las impresiones que reciben,

́ le y triste
como es mi caso, se necesita tiempo para asimilar la lectura de La increib

historia de la Cándida Eréndira. Mi mujer refiere que después de leerla estuvo ocho dia
́ s

́ caminar por el aire, cruzando por entre árboles y viendo a la gente


en que se sentia

́ que andaba bajo las aguas, pisando el fondo


desde una perspectiva inusitada, o creia

de la mar y constantemente rodeada de peces multicolores que la miraban con asombro.

Todo lo que acabo de decir le explicará por qué he tardado un mes y medio en acusar

recibo de su último libro, pero lo cierto y verdadero, como usa decir el pueblo dominicano,

es que no le escribo para decirle eso, que en fin de cuentas se relaciona con Carmen

Balcells, o con Carmen Bosch, o conmigo o con Eréndira y su historia, y no con usted; y

es de usted de quien quiero hablar en esta carta, si bien quiero hacerlo a causa de que

usted inventó a Eréndira y escribió su triste historia.


́ o Eça de Queiroz; y no lo sé porque a pesar de la
Yo no sé si la generación suya ha leid

́ de su obra, Eça de Queiroz está pasando desde hace muchos ano


altiś ima categoria ̃ s

́ do de olvido. Pero mi generación leyó al gran novelista


por un inexplicable perio

portugués, y entre las muchas páginas extraordinarias que él escribió está aquella

versión suya de Ulises Odiseo en la que Eça de Queiroz planteó la tesis de que el que

aspira a la perfección aspira al mal supremo. Por qué? Es acaso porque la perfección

está llamada a ser tan sólo una aspiración, y no una realización del género humano, dado

que su realización es un privilegio e los dioses y no una posibilidad del hombre?

No lo sé ni trato de saberlo. Lo que sí es que cuando escribia


́ cuentos aspiré a producir

el cuento perfecto, y debido a que me esforcé en conseguirlo y no pude tengo sabido

qué se siente cuando se padece esa ambición; de manera que comprendí muy bien a

Queiroz cuando puso en boca de Ulises estas palabras, dirigidas a la ninfa Calipso, reina

de la isla Ogigia: "El mal supremo, oh diosa, está en la suprema perfección". Ulises

́ que en Ogigia todo era perfecto, pero él, que era un sabio de la vida, no de
Odiseo decia

́ que la perfección no era un bien, y queria


los libros, sabia ́ salir de Ogigia, cuyo aire

́ a Calipso perpetuamente joven, en cuya tierra jamás se marchitaba una flor ni


mantenia

los bueyes se atascaban en el lodo y en cuyo cielo las nubes nunca se arremolinaban

para formar la tempestad; donde todo, en fin, era perfecto. "Quiero irme de aqui"́ , decia
́

el astuto personaje de Hornero; "quiero llegar a mi casa de Itaca, tropezar con la alfombra

de la cocina, caerme y gritarle a mi mujer: Penélope condenada, tú eres la culpable...".

Y Eça de Queiroz no andaba descaminado cuando inventó ese Ulises, porque los

́ n que aquel que lograba hacer lo perfecto debia


pueblos griegos sabia ́ , por lo menos,
perderse para siempre de la vista de los hombres. Eso es lo que explica la desaparición

de Licurgo y de Solón, que alcanzaron a elaborar la legislación perfecta para los grupos

́ s la vida de Esparta y de Atenas. El que alcanzaba la


sociales que dominaban en sus dia

perfección no podia
́ seguir viviendo entre los demás mortales, porque el hombre común

no puede ni siquiera tocar las lindes de lo perfecto, y hacerlo convivir con el que logra lo

perfecto, mantener a su lado al que ha llegado adonde él no puede llegar equivale a

someterlo a una forma de crueldad demasiado refinada, y por lo mismo,

repugnantemente perversa. El vecindario de aquel que obtiene la perfección debe ser el

de los dioses.

Que ellos sean sus amigos, los que se sienten a su mesa y sus contertulios en las horas

de la noche. Ahora bien, si no está a mano el lugar donde se congregan los dioses,

entonces que se separe de los mortales a la distancia necesaria para que éstos no

acierten a darse cuenta de que su cuerpo genera olor de sudor, de que su carne tiene

que ser sostenida viva con alimentos iguales a los que engulle la gente común; de que

ronca cuando duerme y de que de vez en cuando le grita a su mujer: "Penélope

condenada, tú eres la culpable".

No le pido a usted que se interne en las selvas del Caquetá; pero después de haber

́ le y triste historia de la Cándida Eréndira y de su abuela desalmada,


escrito La increib

qué hace usted, Gabriel Garcia


́ Márquez, viviendo entre los hombres comunes? O es

́ no alcanza usted a darse cuenta de lo que hizo al inventar a Eréndira y al


que todavia

́ le y triste"
escribir su historia "increib
Reciba usted el mejor saludo de su amigo Juan Bosch Santo Domingo,

3 de julio de 1972.

2. La mujer, escrita por Juan Bosch

La carretera está muerta. Nadie ni nada la resucitará. Larga, infinitamente larga, ni en la

piel gris se le ve vida. El sol la mató; el sol de acero, de tan candente al rojo, un rojo que

se hizo blanco. Tornóse luego transparente el acero blanco, y sigue ahi,́ sobre el lomo

de la carretera.

Debe hacer muchos siglos de su muerte. La desenterraron hombres con picos y palas.

́ , sin embargo, que ni cantaban ni picaban. Fue muy


Cantaban y picaban; algunos habia

́ que venia
largo todo aquello. Se veia ́ n de lejos: sudaban, hedia
́ n. De tarde, el acero

́ rojo; entonces, en los ojos de los hombres que desenterraban la


blanco se volvia

carretera se agitaba una hoguera pequeñita, detrás de las pupilas.

́ n polvo sobre ella. Después,


La muerta atravesaba sabanas y lomas y los vientos traia

aquel polvo murió también y se posó en la piel gris.

A los lados hay arbustos espinosos. Muchas veces la vista se enferma de tanta amplitud.

Pero las planicies están peladas. Pajonales, a distancia. Tal vez aves rapaces coronen

cactos. Y los cactos están allá, más lejos, embutidos en el acero blanco.

También hay bohio


́ s, casi todos bajos y hechos con barro. Algunos están pintados de

blanco y no se ven bajo el sol. Sólo se destaca el techo grueso, seco, ansioso de

́ a dia
quemarse dia ́ . Las cañas dieron esas techumbres por las que nunca rueda agua.
La carretera muerta, totalmente muerta, está ahi,́ desenterrada, gris. La mujer se veia
́ ,

primero, como un punto negro, después, como una piedra

que hubieran dejado sobre la momia larga. Estaba allí tirada, sin que la brisa le moviera

los harapos. No la quemaba el sol; tan sólo sentia


́ dolor por los gritos del niño. El niño

era de bronce, pequeñin


́ , con los ojos llenos de luz, y se agarraba a la madre tratando

de tirar de ella con sus manecitas. Pronto iba la carretera a quemar el cuerpo, las rodillas

por lo menos, de aquella criatura desnuda y gritona.

La casa estaba allí cerca, pero no ́


podia verse.

́ aquello que parecia


A medida que se avanzaba, crecia ́ una piedra tirada en medio de la

́ , y Quico se dijo: "Un becerro, sin duda, estropeado por un


gran carretera muerta. Crecia

auto".

Tendió la vista: la planicie, la sabana. Una colina lejana, con pajonales, como si fuera

esa colina sólo un montoncito de arena apilada por los vientos. El cauce de un rio
́ ; las

̃ s antes de hoy. Se resquebrajaba la


fauces secas de la tierra que tuvo agua mil ano

planicie dorada bajo el pesado acero transparente. Y los cactos, los cactos coronados

de aves rapaces.

Más cerca ya, Quico vio que era persona. Oyó distintamente los gritos del niño.

́ pegado. Por la única habitación del bohio


El marido le habia ́ , caliente como horno, la

persiguió, tirándole de los cabellos y machacándole la cabeza a puñetazos.

-¡Hija de mala madre! ¡Hija de mala madre! ¡Te voy a matar como a una perra,

desvergonsá!

-Pero si nadie pasó, Chepe: nadie pasó ́


-queria ella explicar.

-¿Que no? ¡Ahora verás!


Y ́
volvia a golpearla.

El niño se agarraba a las piernas de su papá, no sabia


́ hablar aún y pretendia
́ evitarlo.

Él veia
́ la mujer sangrando por la nariz. La sangre no le daba miedo, no, solamente

deseos de llorar, de gritar mucho. De seguro mamá moriria


́ si seguia
́ sangrando.

Todo fue porque la mujer no vendió la leche de cabra, como él se lo mandara; al volver

́ s después, no halló el dinero. Ella contó que se habia


de las lomas, cuatro dia ́ cortado la

leche; la verdad es que la bebió el niño. Prefirió no tener unas monedas a que la criatura

sufriera hambre tanto tiempo.

Le dijo después que se marchara con su hijo:

-¡Te mataré si vuelves a esta casa!

́ . Chepe, frenético,
La mujer estaba tirada en el piso de tierra; sangraba mucho y nada oia

la arrastró hasta la carretera. Y se quedó alli,́ como muerta, sobre el lomo de la gran

momia.

́ agua para dos dia


Quico tenia ́ s más de camino, pero la gastó en rociar la frente de la

mujer. La llevó hasta el bohio


́ , dándole el brazo, y pensó en romper su camisa listada

para limpiarla de sangre. Chepe entró por el patio. -¡Te dije que no queria
́ verte má aqui,́

condená!

́ visto al extraño. Aquel acero blanco, transparente, le habia


Parece que no habia ́ vuelto

fiera, de seguro. El pelo era estopa y las córneas estaban rojas. Quico le llamó la

atención; pero él, medio loco, amenazó de nuevo a su vić tima. Iba a pegarle ya. Entonces

fue cuando se entabló la lucha entre los dos hombres.

El niño pequeñin
́ comenzó a gritar otra vez; ahora se envolvia
́ en la falda de su mamá.

La lucha era como una canción silenciosa. No decia


́ n palabra. Sólo se oia
́ n los gritos del
muchacho y las pisadas violentas.

La mujer vio cómo Quico ahogaba a Chepe: tenia


́ los dedos engarfiados en el pescuezo

de su marido. Éste comenzó por cerrar los ojos; abria


́ la boca y le subia
́ la sangre al

rostro.

Ella no supo qué sucedió, pero cerca, junto a la puerta, estaba la piedra; una piedra como

lava, rugosa, casi negra, pesada. Sintió que le nacia


́ una fuerza brutal. La alzó. Sonó

seco el golpe. Quico soltó el pescuezo del otro, luego

dobló las rodillas, después abrió los brazos con amplitud y cayó de espaldas, sin

quejarse, sin hacer un esfuerzo.

́ aquella sangre tan roja, tan abundante. Chepe veia


La tierra del piso absorbia ́ la luz

brillar en ella.

́ las manos crispadas sobre la cara, todo el pelo suelto y los ojos pugnando
La mujer tenia

por saltar. Corrió. Sentia


́ flojedad en las coyunturas. Queria
́ ver si alguien venia
́ . Pero

sobre la gran carretera muerta, totalmente muerta, sólo estaba el sol que la mató. Allá,

al final de la planicie, la colina de arenas que amontonaron los vientos. Y cactos

embutidos en el acero.

3. Un dia de estos, por Gabriel Garcia Marquez

El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio Escovar, dentista sin tit́ ulo y buen

madrugador, abrió su gabinete a las seis. Sacó de la vidriera una dentadura postiza

montada aún en el molde de yeso y puso sobre la mesa un puñado de instrumentos que

ordenó de mayor a menor, como en una exposición. Llevaba una camisa a rayas, sin

cuello, cerrada arriba con un botón dorado, y los pantalones sostenidos con cargadores
elásticos. Era rig
́ ido, enjuto, con una mirada que raras veces correspondia
́ a la situación,

como la mirada de los sordos.

Cuando tuvo las cosas dispuestas sobre la mesa rodó la fresa hacia el sillón de resortes

y se sentó a pulir la dentadura postiza. Parecia


́ no pensar en lo que hacia
́ , pero trabajaba

con obstinación, pedaleando en la fresa incluso cuando no se servia


́ de ella.

Después de la ocho hizo una pausa para mirar el cielo por la ventana y vio dos gallinazos

pensativos que se secaban al sol en el caballete de la casa vecina. Siguió trabajando

́ a llover. La voz destemplada de su hijo


con la idea de que antes del almuerzo volveria

de once años lo sacó de su abstracción.

—Papá. —Qué.

—Dice el alcalde que si le sacas una muela.

—Dile que no estoy aqui.́

Estaba puliendo un diente de oro. Lo retiró a la distancia del brazo y lo examinó con los

ojos a medio cerrar. En la salita de espera volvió a gritar su hijo.

—Dice que sí estás porque te está oyendo.

El dentista siguió examinando el diente. Sólo cuando lo puso en la mesa con los trabajos

terminados, dijo:

—Mejor.
Volvió a operar la fresa. De una cajita de cartón donde guardaba las cosas por hacer,

sacó un puente de varias piezas y empezó a pulir el oro.

—Papá.

—Qué.

Aún no habia
́ cambiado de expresión.

—Dice que si no le sacas la muela te pega un tiro.

Sin apresurarse, con un movimiento extremadamente tranquilo, dejó de pedalear en la

fresa, la retiró del sillón y abrió por completo la gaveta inferior de la mesa. Allí estaba el

revólver.

—Bueno —dijo—. Dile que venga a pegármelo.

Hizo girar el sillón hasta quedar de frente a la puerta, la mano apoyada en el borde de la

gaveta. El alcalde apareció en el umbral. Se habia


́ afeitado la mejilla izquierda, pero en

́ una barba de cinco dia


la otra, hinchada y dolorida, tenia ́ s. El dentista vio en sus ojos

marchitos muchas noches de desesperación. Cerró la gaveta con la punta de los dedos

y dijo suavemente:

—Siéntese.

—Buenos dia
́ s —dijo el alcalde.

—Buenos —dijo el dentista.


́ n los instrumentos, el alcalde apoyó el cráneo en el cabezal de la silla y
Mientras hervia

se sintió mejor. Respiraba un olor glacial. Era un gabinete pobre: una vieja silla de

madera, la fresa de pedal, y una vidriera con pomos de loza. Frente a la silla, una ventana

con un cancel de tela hasta la altura de un hombre. Cuando sintió que el dentista se

acercaba, el alcalde afirmó los talones y abrió la boca.

Don Aurelio Escovar le movió la cabeza hacia la luz. Después de observar la muela

̃ da, ajustó la mandib


dana ́ ula con una presión cautelosa de los dedos.

—Tiene que ser sin anestesia —dijo. —¿Por qué?

—Porque tiene un absceso.

El alcalde lo miró en los ojos.

—Esta bien —dijo, y trató de sonreiŕ . El dentista no le correspondió.

Llevó a la mesa de trabajo la cacerola con los instrumentos hervidos y los sacó del agua

́ s, todavia
con unas pinzas fria ́ sin apresurarse. Después rodó la escupidera con la punta

del zapato y fue a lavarse las manos en el aguamanil. Hizo todo sin mirar al alcalde. Pero

el alcalde no lo perdió de vista.

Era una cordal inferior. El dentista abrió las piernas y apretó la muela con el gatillo

caliente. El alcalde se aferró a las barras de la silla, descargó toda su fuerza en los pies

y sintió un vacio
́ helado en los riñones, pero no soltó un suspiro. El dentista sólo movió

la muñeca. Sin rencor, mas bien con una amarga ternura, dijo:

—Aquí nos paga veinte muertos, teniente.


El alcalde sintió un crujido de huesos en la mandib
́ ula y sus ojos se llenaron de lágrimas.

Pero no suspiró hasta que no sintió salir la muela. Entonces la vio a través de las

lágrimas. Le pareció tan extraña a su dolor, que no pudo entender la tortura de sus cinco

noches anteriores. Inclinado sobre la escupidera, sudoroso, jadeante, se desabotonó la

guerrera y buscó a tientas el pañuelo en el bolsillo del pantalón. El dentista le dio un trapo

limpio.

—Séquese las lágrimas —dijo.

El alcalde lo hizo. Estaba temblando. Mientras el dentista se lavaba las manos, vio el

cielorraso desfondado y una telaraña polvorienta con huevos de arana


̃ e insectos

muertos. El dentista regresó secándose. "Acuéstese —dijo— y haga buches de agua de

sal." El alcalde se puso de pie, se despidió con un displicente saludo militar, y se dirigió

a la puerta estirando las piernas, sin abotonarse la guerrera.

—Me pasa la cuenta -dijo.

—¿A usted o al municipio?

El alcalde no lo miró. Cerró la puerta, y dijo, a través de la red metálica:

—Es la misma vaina.

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