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EL ARTE

de la
PREDICACION
EFECTIVA

HERRAMIENTAS PARA
PREDICAR EFICAZMENTE

Ministerio Arpegios Latinos


Isaac Morgan Rovirosa
Primera Edición
Junio del 2015
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado,
como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que
usa bien la palabra de verdad” (2 Tim. 2:15).

“Porque Esdras había preparado su corazón para


inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para
enseñar en Israel sus estatutos y decretos” (Es. 7:10).

El Espíritu Santo dijo por boca de Pablo: “De las cuales


cosas desviándose algunos, se apartaron a vana
palabrería, queriendo ser doctores de la ley, sin
entender ni lo que hablan ni lo que afirman”

(1 Tim. 1:6-7)
INTRODUCCION

Se han escrito muchas obras acerca de cómo ser un


predicador eficaz. Pero la evidencia real es que
algunos expositores siguen basando sus sermones, sin
tomar en cuenta varios principios básicos, para lograr
la mayor y mejor eficacia del mismo.

De igual modo, un grupo importante de miembros de


las iglesias, así como una parte de predicadores laicos
que no han ido a una escuela bíblica, se esfuerzan
humanamente por dar un mensaje al amparo de su
buena disposición sin contar en ocasiones con las
herramientas adecuadas desconociendo en ocasiones
los conceptos definidos desde antaño para un sermón
eficaz.

Es por eso la insistencia de Pablo a Timoteo: “…usa


bien la palabra de Verdad” es decir, que aprendamos
a dar el mensaje correcto y en forma, con las
herramientas adecuadas para este fin.

A muchos se les enseña cómo preparar un bosquejo, a


como estructurar un mensaje adecuadamente, incluso
hay quienes se les proporciona el mensaje escrito al
expositor pero sucede que, en el transcurso de la
predicación, en un momento dado, “se desorientan” y
pierden totalmente tanto el sentido como la
efectividad de su mensaje.
Esto es debido a que no hacen uso de las herramientas
fundamentales para dar un mensaje eficaz. Incluso
habrá alguien que pudiera decir que no tiene
necesidad de ellas. Sin embargo en cada sermón
expuesto, a la luz de las sagradas escrituras, es muy
notoria la diferencia de no hacer uso de dichos
conceptos, de los cuales la historia ha demostrado su
efectividad.

Es por eso, la justa oportunidad para realizar la


presente obra de apoyo, a fin de que también pueda
ser estudiada por grupos dentro de la iglesia local y
tenerla como herramienta de apoyo y consulta
permanente.
ENFOQUE PRÁCTICO

El presente manual sobre el Arte de Predicar


Eficazmente, es una pequeña pero bastante completa
referencia de ayuda, con un enfoque muy práctico y
con un lenguaje sencillo y poco rebuscado, que viene a
ser de gran utilidad primeramente al expositor o al
grupo de individuos, que aspiran exponer la palabra de
Dios, con reverencia y siempre en busca de la verdad a
la luz de las Sagradas Escrituras

Pero por otro lado, también está dirigido al individuo


que escucha el mensaje y que es un fiel seguidor de la
sana doctrina de las Sagradas Escrituras, a fin de no
caer en las trampas que pone el enemigo al momento
de ser expuesta la bendita Palabra de Dios, y poder
discernir la buena semilla en cada mensaje expuesto a
la luz de las Sagradas Escrituras.

En general, es un breve extracto, pero con conceptos


muy bien definido acerca de la PREDICACION Y COMO
DAR UN MENSAJE EFECTIVO de las Sagradas Escrituras.

Es una guía concisa y específica acerca del “qué hacer”


y “que no hacer” a la hora de preparar el mensaje y en
el momento justo de exponerlo ante cualquier
audiencia y en cualquier lugar, ya sea en la Iglesia o en
una célula o en un culto familiar o en una campaña o
simplemente exponer la palabra de Dios con un
tercero.
Con esta guía rápida el amigo lector podrá identificar
situaciones en las que, por el ajetreo cotidiano de
nuestras actividades, habrá incurrido en alguna falta u
omisión, mismas que podrá corregirlas de inmediato, a
fin de ser más efectivo y eficiente ante la audiencia.

Con ser más efectivo se refiere a que cumpla lo mejor


posible su propósito de ministrar la palabra de Dios y
con ser eficiente se refiere a que use los medios
correctos y adecuados ante la audiencia y se obtengan
mejores resultados.

De igual manera el lector podrá enfocar mejor el


sermón a la audiencia enfocándose exclusivamente en
el tema que nos da el Espíritu Santo.
PREMISAS FUNDAMENTALES

Entendemos y damos por hecho que el mensajero o


predicador es una persona que se ha apartado y
preparado para este fin.

Que ha pasado por periodos de oración y búsqueda


acerca de la dirección del Espíritu Santo tanto en su
vida como para la elaboración del mensaje.

Por lo que en este tratado no se pone en evidencia


tanto su nivel de preparación teológica como su grado
de espiritualidad.

También no se pretende poner en evidencia al


expositor o al predicador, llámese Pastor, Líder, o
miembro de la iglesia que participa de la predicación
en algún momento dado ni emitir juicio alguno sobre
la forma de ministrar de alguien en particular ya que
este tratado es solamente una herramienta de apoyo,
es una ayuda de consulta y referencia para mejorar su
ministración.

Aquí se presenta al predicador estudiado o al Laico


que no ha ido a una Escuela Bíblica o al miembro que
se congrega fielmente y participa en esta honrosa
labor de ministrar la Palabra de Dios como lo que
indica la Biblia, que es un gran instrumento, un vaso
usado en las poderosas manos de Dios donde al dejar
ser usado en un 100% verdaderamente por el Espíritu
Santo expondrá la sana doctrina del evangelio con
resultados milagrosos que solo nuestro Dios puede
hacer.

Otra premisa fundamental es que no se estudia aquí el


mensaje en si ni su contenido ni su alcance.

Al final de estos conceptos, dejaremos un apartado


parar proporcionar al amigo lector un breve, pero
bastante completo, repaso de cómo elaborar y
estructurar un mensaje basándonos, en una parte sin
profundizándonos demasiado, en el estudio de la
Homiletica, de una manera muy clara y sin tantos
enredos.

Estudiaremos brevemente aquí, el enfoque de lo que


significa la predicación o exposición de la Palabra de
Dios, y los conceptos prácticos que se deben
considerar por parte del predicador o expositor,
dándole, punto por punto, una breve explicación de
los aspectos fundamentales a observar antes de
preparar un mensaje, y a la hora de exponerlo ante la
audiencia.

No queremos dar por sentado que, los puntos a


estudiar en este tratado, son todos los que existen,
sino que es un conjunto de experiencias personales,
las cuales hemos ido recopilando en el transcurso del
ministerio, y han sido también, el sentir de otros
ministros al ver que se están pasando por alto en
algunos lugares la visión de una predicación eficaz ya
sea porque se les olvida o porque lo ignoran.

Es por eso que nos dimos la tarea de hacer la presente


recopilación a fin de ser estudiados por cada ministro,
por cada obrero laico, por cada miembro que participa
activamente en la predicación dentro de su
congregación.
PROPIEDADES

Los conceptos que estudiaremos en este TRATADO DE


LA PREDICACION cuentan con ciertas propiedades
propias como cualquier “materia” que existe en el
universo, como por ejemplo, el agua tiene la
propiedad de ser liquida, en vapor o congelada.

Entonces de dichos conceptos de la Predicación


podemos afirmar sus siguientes propiedades:

1. No caducan sino que se pueden ser tomados en


cuanta generación tras generación de ministradores.

2. Son aplicables bajo cualquier circunstancia de


predicación o exposición de la Palabra de Dios.

3. No son limitativos ya que el expositor guiado por el


Espíritu Santo puede añadir otros aspectos no
considerados o ampliar el horizonte de la definición de
cada concepto expuesto.
PRINCIPIOS DE LA PREDICACION

El motivo de este tratado es definir que es la


PREDICACION y sus principios fundamentales por lo
que a continuación exponemos los principios de que
es la PREDICACION.

Es muy importante tomar en cuenta y considerar que


estos principios son conceptos vistos desde una
perspectiva general y que no pretenden estudiar la
estructura y composición de un mensaje ni la vida del
predicador.

Repasemos dichos principios de la Predicación.

1. La Predicación es la forma que Dios habla a


nuestras vidas de manera audible y física a través
de vasos e instrumentos usados por el Espíritu
Santo.

(Hebreos 1:1: “Dios, habiendo hablado muchas


veces y de muchas maneras en otro tiempo a los
padres por los profetas...”)

Es por eso que la Predicación es la exposición


hablada de la Palabra de Dios a través del
predicador.
Dada la anterior aseveración, es muy importante
considerar que a la hora de predicar la audiencia
no se debe tener la mirada en la persona que
expone, sino centrar la atención en la palabra
expuesta que es la voz del Espíritu Santo
hablándonos. De igual modo el mensajero esto no
lo debe OLVIDAR y piense que tiene cautiva la
audiencia por el mismo o por lo que dice y se le
suba su “ego” por lo que siempre recuerde a la
hora de pararse ante la audiencia que es un
INSTRUMENTO.

2. La Predicación es la orientación del Espíritu Santo


sobre las diversas áreas de nuestras vidas como
individuo y como familia.

(Juan 16:13: “Pero cuando venga el Espíritu de


verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no
hablará por su propia cuenta, sino que hablará
todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que
habrán de venir.”)

Es la brújula que nos indica el rumbo a seguir en el


que hacer y no hacer en nuestra vida diaria.

Son consejos muy importantes que se dan para ser


usados en nuestra vida cotidiana tanto en el
aspecto espiritual como material.
La aplicación de este consejo en nuestras diversas
áreas comprende nuestro trabajo, amistades,
economía, administración personal, salud, sistema
de valores, educación, esposa, hijos, parientes, etc.

3. La predicación nos ayuda a entender, a interpretar


y revelarnos pasajes de la Palabra de Dios que no
entendemos de la palabra de Dios (el Rema que
significa la revelación a nuestros corazones).

(Hechos 8:30 y 31: “Acudiendo Felipe, le oyó que


leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que
lees? El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me
enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara
con él.”)

El predicador siempre debe buscar la dirección del


Espíritu Santo a fin de dar a conocer la palabra de
Dios dando mucha luz sobre las enseñanzas de la
Biblia buscando siempre la correcta explicación de
lo expuesto.

Se deberá buscar el apoyo en líder espiritual en el


caso de miembros que tengan dificultad para
interpretar la palabra o en el caso de líderes con
cierta antigüedad en libros de apoyo reconocidos
ampliamente.
Si somos nuevos en el camino de exponer la
Palabra, no podemos exponer la palabra dando
explicaciones de nuestra propia mente, se tiene
que buscar la revelación del Espíritu Santo en todo
momento.

4. La predicación siempre será una exposición neutral


haciendo a un lado lo laico y ajeno a la Palabra de
Dios.

(1 Tim. 1:6-7: “El Espíritu Santo dijo por boca de


Pablo: “de las cuales cosas desviándose algunos, se
apartaron a vana palabrería, queriendo ser
doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni
lo que afirman” )

No se debe usar la predicación para hablar de


temas que no son los propios para la audiencia de
la iglesia. Aquí incluye la política, el gobierno, la
crisis, la economía nacional, la seguridad, etc.

5. La Predicación debe traer enseñanza aplicativa a


nuestras vidas.

(1 Corintios 14:6: “Ahora pues, hermanos, si yo voy


a vosotros……. ¿qué os aprovechará, si no
os hablare con revelación, o con ciencia, o con
profecía, o con doctrina?”)

Todo lo que se exponga en el mensaje debe ser


para ser aplicado inmediatamente a nuestras vidas.
No podemos desaprovechar la oportunidad de oro
que representa cada predicación de la Palabra de
Dios diciendo cosas que enredan o que no edifican
o que por el lado que lo veamos no se pueda
aplicar a nuestras vidas y por consiguiente la
audiencia salga vacía como entro.

En este sentido debemos tomar en cuenta que la


predicación:

a. Debe ser un refrigerio espiritual.


b. Debe traer buenas nuevas a la vida de los oyentes.
c. Debe traer amonestación con un espíritu de amor y
misericordia.
d. Debe haber exhortación precautoria más no
condenatoria sin esperanza.
e. Debe traer gozo y alegría.

Por eso la profecía dice la escritura que debe


contener edificación, exhortación y consolación a la
Iglesia. (1 Cor. 14:3). Esto igual es aplicativo a la
predicación.

La exhortación es un llamado a hacer las cosas que


dice las sagradas escrituras, es llamado de atención
sobre un mal camino que estamos tomando, es una
invitación a seguir firmes.

La edificación se refiere al crecimiento espiritual de


nuestras vidas. Si no podemos decir nada que
edifique a la audiencia habremos desaprovechado
la oportunidad de oro que tenemos frente a la
iglesia.
La consolación viene siendo una palabra de
esperanza, una palabra de amor, una confirmación
a seguir en el camino de la fe.

6. El mensaje de la predicación debe ser especifico,


claro, ilustrativo y conciso.

Este aspecto de la predicación es muy importante


ya que una cosa es pensar lo que vamos a decir y
otra es decirlo.

Pasa muchas veces creemos que lo que estamos


pensando lo podemos expresar tan claramente
pero en la realidad no es así.

A la hora de explicar estas cualidades del mensaje


de la predicación es como imaginarse que dichas
cualidades son un cuerpo humano y si a las
cualidades del mensaje le hiciera falta alguna, sería
como pensar que a ese cuerpo humano le haga
falta algún miembro o extremidad. Nosotros así de
este modo vamos “mutilando” ese “cuerpo
humano” al dejar a un lado las cualidades
importantes del mensaje de la predicación.

Es necesario a la hora de redactar un mensaje


definir primeramente el tema muy bien especifico
de lo que vamos a exponer. Pensar con claridad de
que se va a tratar lo que vamos a exponer de una
manera general sin dejar de pensar en esto en cada
parte del mensaje estructurado.
ESPECIFICO. Con específico nos referimos a que es
necesario fijar un tema en particular a la hora de
preparar el mensaje y no desvariar la atención a
otras cosas que no tengan nada que ver con ese
tema.

Por ejemplo hay veces que se empieza a hablar de


la fe, se pasan al tema de la amargura y luego de
las ofrendas, luego de la salvación y asi como un
espiral sin fin.

Que ocasiona esto, que es como que si quisiéramos


tirarle a un pato un montón de piedras al mismo
tiempo y ninguna dará seguramente en el blanco.
Así pasara con nuestro mensaje que diremos un
poco de todo pero nada en concreto y la gente no
entenderá lo que queremos decir o no podrá
aplicar adecuadamente lo que estamos
predicando.

CLARO. Al decir que el mensaje debe ser CLARO, se


refiere que uno busque las palabras adecuadas al
nivel de los oyentes, tanto estudiados como gente
que no ha podido cursar estudios.

Que no hagamos tanto redondeo de palabras sobre


un asunto que final nos enredamos nosotros
mismos y mucho más a la audiencia.
También aquí podríamos comentar que tenemos
que asegurarnos en dar con claridad nuestro
mensaje al mencionar cada palabra que decimos y
asegurarnos que el oyente lo está escuchando ya
que si balbuceamos o alguna palabra la decimos
muy bajito no podrán entender toda la frase
completa que estamos exponiendo. Aquí podremos
usar la técnica de pedir a la audiencia que repita
determinada aseveración de nuestro mensaje.

ILUSTRATIVO. Esta tercera cualidad del mensaje se


refiere a que se debe emplear ejemplos alusivos al
tema con tal de que los oyentes puedan entenderlo
sin mayor confusión y poder aplicarlo en sus vidas.

Deberá asegurarse que la ilustración sea la correcta


y no genere más confusión o se quede en la misma
situación sin entender la aplicación del mensaje.

Existen libros de consulta acerca de diversas


ilustraciones de la vida cotidiana aplicadas al
cristianismo por lo que es muy aconsejable
consultarlos, aunque también es más adecuado
ilustrar con situaciones personales de nuestras
vidas o testimonios de terceros sin afectar la vida
privada de nadie.

CONCISO. Al referirse que la predicación debe que


debe ser Concisa es en el sentido que no se debe
alargar un mensaje habiendo ya agotado el tema
en particular expuesto.

Aquí no se está estudiando que tan largo o que tan


corto debe ser un mensaje, sino al hecho que un
mensaje que ya se se dijo lo que tenía que decir en
cuanto al tema preparado al alargarse y rebuscarle
y volver a iniciar sin querer el mensaje trae
confusión a los oyentes.

De este modo entorpecemos la labor del Espíritu


Santo de redargüir los corazones de los oyentes ya
que trae, como se mencionó, confusión,
aburrimiento, y olvido de lo que se expuso.

Caso contrario cuanto la unción está fluyendo y el


tema expuesto continua con unción trae
aprendizaje y se siente la sed de los oyentes de
continuar escuchando palabra de Dios.

7. El mensaje debe ser 100% grupal y bilateral.


Este concepto quizá no es tan bien tomado en
cuenta por muchos de los que predicamos, sería
muy buen momento de empezar a considerarlo
para no caer en el error.

Al decir que la predicación debe ser Grupal, nos


referimos a que la exposición de la Palabra debe
ser para todos y cada uno de los asistentes.
No debe ser limitativa para un solo individuo o a
una familia determinada. A veces caemos en este
error voluntaria o involuntariamente, ya que nos
olvidamos que todos vienen a recibir la dirección
de Palabra de Dios para sus vidas, por lo que todos
deben recibir el Pan espiritual.

Debido a esto la predicación no debe estar


estructurada, pensada y dirigida para algún
individuo en particular ya sea por motivos
personales o por comentario de algún tercero.

No se debe forzar el mensaje para que encaje


sobre algún individuo o sobre alguna situación o
circunstancia.

Si alguien siente que la predicación es


directamente para uno eso es una bendición que
Dios te hable directo a tu corazón.

Nunca será para que el predicador se refiera a una


sola persona en particular en su mensaje o que
alguien de la audiencia diga que el tema es para
alguien en particular situación que se da a menudo.
Dicen “ah esto lo dijeron por fulano” más ignoran
que la palabra de Dios es para que todos tomemos
del “Pan de vida” y lo “comamos“ en nuestras
vidas.
Pudiera ser que el predicador cegado por alguna
circunstancia personal que tenga con alguien o que
haya escuchado de alguien o por algún
acontecimiento reciente intente exponer de su
propia mente siendo esto impedimento para que
fluya la verdadera Palabra de Dios y propicie un
aumento de la crisis en lugar de ser edificativo.

Por eso no debemos olvidar que debemos ser solo


instrumentos en las manos de Dios y pedir
dirección a la hora elaborar el mensaje.

Con bilateral entendemos que es tanto aplicativa a


los oyentes como al predicador.
Ninguna predicación es 100% efectiva si el
predicador mismo no vive la palabra. Nadie está
exento de obedecer las ordenanzas.

8. No se deben evitar temas donde estemos faltos de


fe o incluso tengamos incredulidad sobre algún
asunto en particular.

Es importante hacerlo notar primeramente a los


oyentes para no “desviar” la atención y así “saltar”
ese tramo amargo y “engañarnos” a nosotros
mismos.

Recordemos que somos vasos usados por Dios y los


milagros son de Él. Así que si Él lo prometió Fiel es
para cumplir su palabra. Los milagros, El los hará,
no nosotros.

Por eso es muy importante a la hora de redactar el


mensaje y pasa este tipo de situación es porque
Dios mismo nos está hablando a nuestras vidas por
obra del Espíritu Santo a fin de perfeccionarnos en
El.

9. No se deberá forzar un texto para exponer asuntos


personales, ni se puede interpretar la Palabra de
Dios de manera particular sin antes consultar el
contexto del mismo, así como el contexto histórico
para exponerla de una manera correcta, adecuada
y justa.

Dice la Biblia que ninguna profecía es de


interpretación personal ni privada.

(2 Pedro 1:20: “Entendiendo primero esto, que


ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada.”)

10. La Predicación deberá ser enfática demostrativa


incentivando la credibilidad sobre lo que se
expone.
Es decir que hay que usar el carácter y ademanes
para enfatizar lo que se expone. Aquí entra algo
que se conoce como el lenguaje corporal.

No debemos bajo ninguna circunstancias afirmar


verdades espirituales en un tono de falta de fe, de
desgano, de discordia o de desorientación.

Hay personas que exponen de este modo: “Pues


aquí dice la biblia esto…..pues no se…eso es lo que
dice hermanos, no sé si este bien o mal, pero ahí
está, eso dice…..”

En este concepto de ser enfático también se debe


considerar no caer en el error de demasiados
ademanes que hasta por descuido podemos incluso
sin darnos cuenta tirar cosas del pulpito siendo
esto algo vergonzoso.

De igual modo cabe mencionar que hay que cuidar


nuestro tono de expresarnos ya que por momentos
gritamos, por momentos decimos las cosas muy
queditos que hasta se duermen algunos oyentes y
en otro hasta los despertamos con un nuestros
gritos. Debemos de recordar que no por mucho
gritar se van a salvar las almas. Todo depende de la
unción con la que Dios nos use.
11. Procurar que los textos sean los más específicos
para el tema sin exagerar con una avalancha de
textos que terminan mermando la atención de los
oyentes y contrarrestando la labor del Espíritu
Santo de redargüir los corazones.

Muchas veces en este concepto de los textos se


buscan textos que no tienen nada que ver con el
tema. O que iluminan muy poco sobre el asunto. O
no se están aplicando en el contexto correcto.

De igual modo el exponer demasiados textos en el


mensaje o sobre un punto específicamente
tendremos varios efectos negativos como los que
mencionamos a continuación entre otros:

a. Se pierde la unción.
b. Que la gente desvíe su atención y pierda interés
en lo que estamos exponiendo.
c. Perdamos tiempo valioso para explicar y dar el
mensaje adecuadamente.

12. El lenguaje de la predicación no debe ser vulgar o


grosero. Tampoco debe ser un extremo
completamente opuesto a lo que somos en la casa.

Muchas veces en la casa hablamos de un modo que


damos mal testimonio y a la hora de predicar
somos literalmente otras personas.
Precisamente esto nos ayuda y nos pone Dios en
evidencia a lo que estamos faltos en nuestras vidas
y que tenemos que corregir con diligencia.

13. La predicación debe tener un final bien definido.

Muchas veces a pasado que al terminar el mensaje


que estamos exponiendo no logramos concretar el
final que hemos determinado con anterioridad y
empezamos a dar vueltas y vueltas sobre lo mismo
sin poder dar un final en concreto.

Ha pasado que incluso, vuelven a repasar todo el


mensaje desde el inicio perdiendo la efectividad del
mismo.

Al concretar un final bien definido en el momento


justo y a tiempo hacemos más efectivo la
exposición de la Palabra de Dios a fin de que la
semilla sembrada en los corazones la haga
germinar Dios muchas veces en el acto mismo de la
predicación.

Nosotros no debemos dudar en ningún momento


que la exposición de la Palabra de Dios fue como
palabras al vacío o fue tirada en saco roto.

Dice la Palabra de Dios que uno es el que siembra


pero Dios da el crecimiento, por eso nosotros
debemos dar la palabra a tiempo, adecuadamente,
cuidando ser eficientes en la transmisión del
mensaje, dejándonos usar como verdaderos vasos
en sus manos dice el que su Palabra no volverá
vacía.

Así que pasado si no vemos resultados al instante,


pasado un tiempo seguramente los habrá ya que El
perfeccionara la obra en su pueblo.
ESTRUCTURA DE UN SERMON

Habiendo estudiado los conceptos prácticos de la


predicación, quizá el amigo lector se diga a si mismo
que, no sabe o no se acuerda completamente como
estructurar un buen mensaje y desee refrescar su
memoria repasando la estructura y composición de un
sermón.

A continuación estudiaremos ese tema de una manera


muy práctica, aportándole ideas muy convenientes y
puntos de vista que, ayudaran en mucho a estructurar
un sermón, a fin de que lo use como referencia rápida
a la hora de elaborar un mensaje.

No es nuestro objetivo dar un curso completo de


Teología sobre como estructurar un buen sermón, así
que solo haremos énfasis en lo fundamental y muy
práctico, para que el amigo lector pueda elaborar
exitosamente un buen sermón, sin complicarse la vida
con tantos libros de teología.

La elaboración de un sermón implica dos cosas muy


lógicas:

La primera implica meramente, por cuestiones de


entendimiento para la audiencia y poder llegar a las
mentes y corazones de los que nos escucharan, es el
orden lógico de la elaboración del sermón.

Sino de otro modo nadie sabrá de que estamos


hablando, ni que quisimos decir ni tampoco podrán
aprender algo ya que estaremos navegando como una
lancha descompuesta a mitad del mar, que es llevada
por la corriente a la deriva sin un rumbo fijo.

Aquí podremos entender que se trata de un formato o


un machote ya definido de antemano, que ha servido
como referencia desde los inicios de la teología siglos
atrás, que no tiene nada que ver con el contenido de
un sermón.

La segunda implicación, se entiende ahora si por el


contenido del sermón. En esta implicación se trata de
escoger el tema y desarrollar el mismo e irlo
plasmando dentro del formato preestablecido que
comentamos en la primera implicación.
ESTRUCTURA BÁSICA

Un sermón contiene el siguiente formato para ser


usado de base en cualquier sermón que vayamos a
realizar:

1. Título del Tema.


2. Texto principal.
3. Introducción.
4. Desarrollo del tema.
5. Conclusión.
6. Llamado.

A continuación explicaremos cada punto.

1. Título del Tema.

Aquí se pone sobre lo que vamos a hablar en el


sermón, si es del amor, si es de la reconciliación, si
es de salvación, etc.). Por ejemplo si vamos a
hablar sobre el perdón de Dios hacia el pecador y
vamos podemos poner el tema como EL PADRE
AMOROSO, etc.

Al pensar en un TEMA principal para el mensaje tomar


en consideración lo siguiente:

a. Procurar que el tema sea siempre Bíblico. No


podemos usar ningún nombre de algún programa
de la televisión como telenovelas o películas,
estaríamos deformando la sana doctrina Cristiana.
b. No usar un tema sofisticado apelando más a una
vanidad personal y que prometa más de lo que en
realidad contiene el mensaje.
c. Usar un Titulo corto que apele más al corazón para
tema.

2. Texto base donde se basa el tema.

Es muy importante que el texto contenga claramente


el tema del que vamos hablar. Por ejemplo si vamos
hablar el Perdón de Dios hacia el pecador no vamos a
usar el texto de la traición de Judas o algún salmo de
alabanza, sino quizá uno similar como el pasaje del hijo
prodigo.

3. Introducción

Aquí se debe considerar que la introducción sirve para


varias cosas, para establecer la comunicación, atraer la
atención y el interés de los oyentes. No olvidarlo.
Siempre debe ser principio de que viene algo más
interesante de lo que estamos empezando a decir y no
debe quedar explicada totalmente ya que ya
habremos dicho todo sin haber empezado el mensaje.
Debe ser un tanto breve, directa, lógica, sencilla.
En la introducción se usa mayormente un antecedente
sobre el pasaje, si es algo histórico, sobre las
costumbres relacionadas en el pasaje, sobre los
antecedentes de la vida del personaje. Es un
entendimiento o mayor claridad del porque se escribió
el pasaje, a quienes está dirigido, quien lo escribió,
buscar el contexto del pasaje, es decir unos textos
anteriores para tener mayor claridad sobre el pasaje.
En resumen, son cosas que podemos buscar dentro del
mismo pasaje y en su contexto histórico, para tener un
antecedente sobre el asunto.

Se puede usar también algunos sucesos actuales,


experiencias personales, acerca de algún personaje o
noticia, algo de la naturaleza, como introducción
siempre y cuando no se salgan de contexto sobre lo
que vamos hablar y estén dentro de las reglas de la
predicación que se estudiaron al inicio de este Tratado
de la Predicación. (Procurar no hablar sobre terceras
personas que afecten su privacidad) tampoco se deben
usar frases o porciones de libros de personajes
mundanos como apoyo salvo que se use de contexto
de referencia ya que nuestra fuente fundamental es la
Biblia y la doctrina es Cristo céntrica.

4. Desarrollo del mensaje.

Saliendo de la introducción del mensaje aquí


desarrollaremos el tema que vamos hablar.
Muchos prefieren dividir el desarrollo del mensaje por
puntos, y es más aconsejable sobre todo para los que
no cuentan con mucha experiencia en dar un sermón.

Así será más fácil que la audiencia entienda lo que


queremos decir y puede aprender en orden las ideas
de lo que estamos exponiendo.

Es aconsejable poner divisiones cortas desde 2puntos


hasta 5 puntos quizá. Lo ideas es que sean 3 o 4
puntos para que se pueda recordar con facilidad cada
parte del sermón y aplicarlo a nuestras vidas.

Si el tema en si no se puede dividir en puntos quizá sea


más practico dividirlo por las diferentes aseveraciones
que contiene el texto o el pasaje del que estamos
hablando.

Por ejemplo si es una historia como la del hijo prodigo


los puntos o las partes del desarrollo podrían ser.

Uno, el hijo prodigo rechazo el amor del padre.


Dos, el hijo prodigo se hundió en el fango de la
perdición.
Tres, el hijo prodigo vuelve en sí y tiene la oportunidad
de pedir perdón.

En otro tipo de sermón como lo es los dones, se


pueden ir numerando los dones o los frutos del
espíritu que menciona el pasaje y se va explicando que
significa cada uno de ellos.

5. Conclusión.

Aquí es una aplicación de lo que se ha hablado


buscando más bien que sea corta pero entendida
por los oyentes a fin de que pongan en práctica lo
que hemos expuesto.

De este punto dependerá en mucho que la gente


reaccione favorablemente al llamado ya que si
alargamos la conclusión se podrá perder la unción del
mensaje. En muchas ocasiones podremos sentir si
estamos en la unción del Señor como los corazones
son tocados y no es necesario continuar hablando,
sino que la misma gente por si misma sale de sus
lugares y vienen a los altares.

6. Llamado.

Es necesario siempre hacer un llamado y una


invitación a aplicar las verdades bíblicas que hemos
expuesto.

El llamado es siempre en el momento justo y


adecuado, por lo que debemos estar siempre
apercibidos en el Señor.
Recordemos que lo que hayamos dicho dentro del
Espíritu Santo será una semilla que germinara en los
corazones.

TIPOS DE SERMON

Habiendo descrito el formato que debe considerarse


para la realización de un sermón, entonces en este
otro apartado hablaremos del contenido del sermón.

Es muy importante estar conscientes de que existen


varios tipos de sermones, así que no todos los
sermones son aplicables para cualquier ocasión ni para
cualquier audiencia.

En primer lugar separaremos los tipos de audiencia:

Hay sermones para personas NO CONVERTIDAS y


sermones para CRISTIANOS que asisten regularmente
a la iglesia.

Para las personas no convertidas hay mensajes de


SALVACION, de PERDON, de AMOR, de la VIDA
ETERNA, de la convicción del PECADO, de la morada
ETERNA ya sea EL CIELO o EL INFIERNO.

Aquí se debe cuidar de no dar un sermón sumamente


doctrinal a una audiencia que no es convertida.
Para los cristianos hay temas muy importantes que se
podrían agrupar como de IGLECRECIMIENTO, esto
significa que es para que ya el cristiano convertido
necesita “crecer” su vida espiritual y su conocimiento
sobre las verdades profundas de la Biblia.

En la Biblia identifica compara esta situación como los


niños que beben leche pero a medida que crecen ya
comen viandas o carne

1a Corintos 3.2 “Os di a beber leche, y no vianda;


porque aún no erais capaces, ni sois capaces
todavía…”

Hebreos 5:12 “Porque debiendo ser ya maestros,


después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se
os vuelva a enseñar cuáles son los primeros
rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a
ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de
alimento sólido.”
PREPARACION

Todos los escritores que hablan sobre este tema


coinciden en que a la hora de elaborar un sermón se
debe considerar lo siguiente:

1. Aunque no se nos da mucho lo de la predicación


debemos estar conscientes que TODOS los
creyentes somos PORTADORES del evangelio así
que no debemos pensar ni decir que no podemos
predicar, es un MANDATO INCONDICIONAL:
Marcos 16:15: “Y les dijo: Id por todo el mundo
y predicad el evangelio a toda criatura”.

2. Estando consciente de lo anterior el segundo paso


es orar. Pedirle a Dios que nos guie a través del
Espíritu Santo el tema para hablar. Sobre este tema
quizá ya esté muy trillado el tema de que hay que
orar y todos te dicen que hay que orar pero alguno
dirá, bueno ¿y cómo debo orar para sacar un tema
para predicar?

La respuesta radica en lo siguiente:

a. Apártese a orar en un lugar que nadie le


interrumpa, apague su celular y diga que no puede
recibir llamadas o visitas a menos que no sea de
vida o muerte.
b. El tiempo de oración no debe ser muy corto ya que
Dios nos habla por el Espíritu Santo y muchas veces
si oramos un corto de tiempo no nos daremos la
oportunidad de escuchar la voz de Dios.
c. No piense en cosas que le preocupen que le
absorban sus ideas y le reste concentración, déjelo
en las manos de Dios.
d. Lea constantemente pasajes de la biblia entre la
oración.
e. Hable con Dios con fe tal como lo haría con otra
persona frente a Usted.
ELABORACION DEL MENSAJE

Para aprender cómo elaborar el contenido de un


mensaje podremos leer tantos libros nos pudiéramos
imaginar y aun quizá no alcanzaríamos en su totalidad
aprender cabalmente como elaborar un excelente
sermón si no contamos con la ayuda del Espíritu Santo.

Estoy seguro que eso se va aprendiendo con el paso


del tiempo y con las experiencias que iremos
adquiriendo cada vez que tengamos la oportunidad de
elaborar un sermón.

Lo que si nada está escrito totalmente, ni tampoco


existe una receta secreta de cómo hacer un sermón de
éxito, sino que solo se pueden presentar ideas y
nociones que nos acerquen al cometido de elaborar un
sermón bastante aceptable.

1. Como principal estrategia para preparar un


mensaje, procure escoger un solo texto que será el
texto base principal que contenga el tema que ha
escogido para dar el sermón.

Existen tipos de sermones que usan un pasaje que


contiene varios versículos bíblicos mismos que
incluyen varias verdades Bíblicas, como podría ser el
tema de los dones o de los frutos del Espíritu o que
narran una historia completa de algún personaje o
suceso, pero lo más recomendable es que use un texto
o pasaje lo más corto posible, y en el transcurso del
sermón, va ampliándose en todo el pasaje que tiene
pensado de antemano dar a la audiencia.

2. Para ir ayudando a la introducción del mensaje


procure empaparse de la información concerniente
al texto que ha escogido.

Identifique el contexto histórico, lea el contexto del


pasaje y si se puede también textos paralelos que
hablen de lo mismo, las costumbres del tiempo del
texto, investigue al autor, los tiempos o fecha en que
fue escrito, a quien está dirigido el pasaje, el contexto
socio-político, el propósito por el que fue escrito.
Identifique a las personas que menciona y sus vidas,
todo eso le ayudara a tener una buena introducción y
un buen desarrollo del mensaje.

Investigue otros textos donde se hable de lo mismo


para poder tener mayor claridad, mayor
entendimiento y más argumentos sobre el tema.

En este sentido de buscar otros textos, considere que


no todos los textos que va a buscar forzosamente los
tiene que nombrar, o hacer que lo busque la
audiencia, algunos si los debe mencionar, otros son
para que usted tenga más luz y referencia sobre el
asunto. Acuérdese que, si le da a la audiencia muchos
textos a buscar los distraerá y se pierde muchas veces
la unción del mensaje.

3. Identifique el tipo de pasaje en el que se va a basar.


Puede ser una narración histórica, una profecía,
una poesía, doctrinal, una parábola, esto ayudara
mucho para crear diversos puntos a fin de
desarrollar el mensaje más estructuradamente.

4. Es muy importante revisar si hay divisiones en el


texto, las frases que menciona, las palabras, las
causas y efectos.

5. Siempre use ciertas preguntas importantes que


ayudan a entender el texto, algunas serían las
siguientes pero el amigo lector podría formularse
más de este tipo:

a. ¿Qué significa?
b. ¿Porque?
c. ¿Cómo?
d. ¿Que implica?

6. Busque parafrasear el texto, ya sea en su propio


razonamiento de en algunas versiones que existen
actualmente de la Biblia, busque el significado de
cada palabra ya sea en el diccionario común, o si
existen palabras griegas, latinas o hebreas que
derivan en otras ideas o ayuden a entender el
significado de lo que dice el texto.
7. Los textos pueden ser interpretados en un sentido
literal pero también pueden significar una idea que
trasciende a nuestra vida actual.

Por ejemplo, David y el gigante Goliat, aunque es


una narración histórica de algo que sucedió,
podemos tomar el sentido figurado, que en
nuestras vidas hay gigantes a los que nos tenemos
que enfrentar.

Pero no nos podemos quedar en esa idea,


podemos por ejemplo hacer ahí varias divisiones
con la pregunta, ¿Cómo enfrentar esos gigantes? Y
así ir poniendo punto por punto argumentos que
nos ayudaran a tener éxito en la derrota de
nuestros gigantes.

También podemos tomar otra perspectiva sobre la


narración y considerar la pregunta ¿Por qué nadie
más pudo enfrentar al gigante? ¿Qué le faltaba a la
gente que no pudo enfrentar al gigante? Y así
elaborar otros puntos que nos ayudaran a
responder esta pregunta.

Como ve el amigo lector, un mismo pasaje puede


tener diferentes puntos de vista, y es así como a la
hora de elaborar el sermón, se debe procurar
enfocarse en uno solo de acuerdo al tema que
escojamos.

8. En la aplicación del mensaje es muy importante


que determine lo que se va aplicar a la vida de las
personas. Si no comenta ninguna aplicación de
nada servirá lo que estemos diciendo.

Es muy importante observar si el pasaje enseña


una costumbre limitada a la época, o es un
principio valido para nuestros días.

Es nuestro deber y responsabilidad siempre


enseñar como aplicarlo a nuestras vidas, a nuestras
familias, en la sociedad, en la iglesia, en nuestros
trabajos. Si no se ira en saco roto el mensaje.

No es necesario mencionar un sinfín de


aplicaciones, con una sola aplicación será más que
suficiente, pero si Dios le ilumina para más, será de
mucha bendición.
CONCLUSION DE LA OBRA

Deseamos de todo corazón que las ideas plasmadas sean


de mucha ayuda y bendición a la hora de elaborar y
exponer un mensaje, sobre todo a los que inician con el
deseo fervoroso de participar en la exposición de la
palabra, para ser ensañado constantemente a los líderes de
grupos y sociedades, así como a los que ya vienen
ejerciendo esta honrosa labor, a los obreros laicos, incluso
a los ministros de carrera les vendría bien “refrescar”
ciertas ideas que se han ido olvidando o quizá no se
tomaban en cuenta.

Sabemos que este tipo de temas abarcan enciclopedias


completas, pero la idea principal es condensar lo más
posible, sin perder de vista varios aspectos de la
Predicación y exponerlo de una manera amena, actual,
sencilla, que esté al alcance de cualquiera que participa
activamente en la iglesia, y que pueda ser consultado
rápida y constantemente.

Agradecemos a nuestro Dios el poder realizar este manual


sobre El Arte de Predicar Eficazmente y a todos los que de
una u otra manera apoyan este ministerio.

Así mismo, si desea que se imparta este taller del Tratado


de la Predicación Efectiva en su Iglesia puede comunicarse
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También si usted desea solicitar un ejemplar puede hacerlo
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para impulsar este ministerio que se ha dado a la tarea de
realizar Manuales, Libros y Folletos y Videos para la
propagación del evangelio, puede hacerlo a través de su
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número de tarjeta. Que Dios bendiga su vida y la de su
familia.
El Arte de Predicar Eficazmente
Todos los derechos reservados.
Primera Edición.
Junio del 2015
Villa Benito Juárez, Macuspana, Tabasco.
México.

Autor:
Isaac Morgan Rovirosa
Ministerio Arpegios Latinos

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