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REGIMEN DE IMPUGNACION EN EL

SISTEMA ACUSATORIO ORAL BOLIVIANO

Arturo Yañez Cortés

Doctrina • Legislación Comparada • Doctrina Legal de la Corte Suprema


Jurisprudencia Constitucional • Banco de Datos para Precedentes
Contradictorios del Código Penal y Ley 1008.
REGIMEN DE IMPUGNACION
EN EL SISTEMA ACUSATORIO ORAL
BOLIVIANO

Arturo Yañez Cortés


Primera Edición
3000 ejemplares

Derecho Legal N° 3-1-305-05

ISBN 99905-0-630-2

Diseño Tapa: Alberto


Raya
Cel. 72896001

Fotografía: Freddy Vargas Cortés

Impresión: Talleres Gráficos "Gaviota del Sur" S.R.L.


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® Derechos Reservados del Autor Arturo Yañez Cortés


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INDICE GENERAL
Indice General 7
Indice de Cuadros Descriptivos 17
Indice Temático 19
Indice de Autores 23
Indice de Autos Supremos y Sentencias Constitucionales 25
Prólogo 31
Presentación 33

Capítulo Primero: Los Medios de Impugnación y los Recursos en General 35

1.1. Introducción 35
1.2. Algunas definiciones de recurso 36
1.3. Breve noticia histórica sobre los recursos 37
1.4. Diferentes denominaciones que recibe el instituto 37
1.5. Acerca del fundamento de los recursos 37
1.6. Caracteres de los recursos en general 39
1.7. Requisitos comunes de los recursos en general 40
1.8. Efectos de la interposición de los recursos 40
1.9. Clasificación de los recursos en general 42
Ordinarios 42
Extraordinarios 42
Recursos sui géneris, especiales o excepcionales 42
Recursos constitucionales 42
1.10. El tratamiento de los recursos en la comunidad internacional 43
1.11. El derecho al recurso como componente del debido proceso
o derecho fundamental 45
1.12. Los recursos en la legislación boliviana 47
1.12.1. Breve noticia histórica 47
1.12.2. Tratamiento actual en la legislación boliviana 48
1.12.3. Los recursos en el Nuevo Código de Procedimiento Penal 49
1.12.4. Características generales que informan la etapa de recursos
en el Nuevo Código de Procedimiento Penal 50
1.13. Un caso sui géneris: Las impugnaciones contra las decisiones fiscales 53
1.14. Sistemas de recursos en la legislación comparada 53
1.15. Clases de recursos en el Nuevo Código de Procedimiento Penal boliviano 57

Capítulo Segundo: Las impugnaciones contra resoluciones fiscales:


La objeción, la impugnación y otras 61

2.1. Introducción 61
2.2. Legislación comparada 62
2.3. Regulación en el Nuevo Código de Procedimiento Penal y en la Nueva
Ley Orgánica del Ministerio Público 63
La objeción del rechazo 64
La impugnación del sobreseimiento 65
2.4. Regulación en la Nueva Ley Orgánica del Ministerio Público 66
3. Otras impugnaciones 67
2.5. Jurisprudencia del Tribunal Constitucional 68

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

¿Cuál es el medio impugnativo contra el sobreseimiento


dictado por el Fiscal? 68
¿Debe ser fundamentada la resolución dictada por el Fiscal
de Distrito resolviendo la impugnación? 68
¿Cuándo se debe celebrar audiencia pública para resolver
la objeción al rechazo? 69
¿Cuál es la norma aplicable respecto al plazo para plantear la objeción?
¿El art. 66 de la Ley del Ministerio Público o el art. 305 del NCPP? 70
¿Son lo mismo la objeción y la oposición? ¿Debe necesariamente
objetarse para luego impetrar la conversión de acciones prevista
en el art. 26 del NCPP? 72
¿Puede solicitarse la explicación, complementación y enmienda
de las resoluciones fiscales? 74
¿Cómo deben computarse los plazos para plantear la objeción? 75
¿Ante la objeción del rechazo, puede el Fiscal superior jerárquico
ordenar directamente la acusación? 76
¿Es el órgano jurisdiccional competente para conocer el procedimiento
de objeción de una resolución fiscal de rechazo? 76
¿La falta de pronunciamiento del Fiscal jerárquico sobre la objeción
del rechazo constituye una violación contra el debido proceso? 77
¿Puede el Fiscal de Distrito o superior jerárquico revocar de oficio,
es decir, sin objeción, la resolución de rechazo? 78
¿La resolución de sobreseimiento da fin a la etapa preparatoria?
¿Impugnada esa resolución, el Juez Cautelar tiene todavía control
de la investigación? 79
¿Cuáles son las consecuencias de la falta de resolución oportuna
de la objeción de la impugnación por el superior jerárquico?
¿Puede éste perder "competencia"? ¿es necesario que la resolución
sea dictada en audiencia pública? 80
¿El denunciante está facultado para objetar la resolución
de rechazo del Fiscal? 82

Capítulo Tercero: El recurso de reposición 83

3.1. Breve noticia histórica 83


3.2. Naturaleza y concepto 84
3.3. Finalidad 85
3.4. Legislación comparada 85
3.5. Regulación en nuestro NCPP 86
3.6. Jurisprudencia Constitucional sobre el recurso de reposición
y sus emergencias 87
¿Contra qué tipo de resoluciones procede el recurso de reposición? 87
¿Podría deducirse recurso de reposición en auto interlocutorio? 87
¿Se puede deducir directamente el recurso de Amparo Constitucional,
sin antes haber formulado recurso de reposición? 88
¿El recurso de reposición admite algún otro recurso ulterior? 89
¿Corresponde plantear recurso de reposición con alternativa
de compulsa contra un auto? 90
¿Podría plantearse recurso de reposición contra una resolución
emanada del Fiscal? 90

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Arturo Yañez Cortés

Capítulo Cuarto: La apelación en general 91

4.1. Generalidades y breve noticia histórica sobre el recurso de apelación 91


4.2. De su naturaleza legal 92
4.3. De sus fundamentos principales 92
4.4. Características 92
4.5. Sobre la necesidad de prever un procedimiento de apelación 93
4.6. La garantía de la tutela judicial efectiva como fundamento del acceso
a la justicia y los recursos 95
4.7. De los principios de la apelación en materia penal 95
4.8. Algunos casos generales de jurisprudencia constitucional 97
Sobre la definición de recurso, como componente integrante
del debido proceso 97
Sobre el cómputo de plazos, autoridades ante las que puede
deducirse el recurso y su fundamento en el ámbito del debido proceso 98
Sobre los fundamentos jurídicos y políticos del derecho
del imputado a la revisión del fallo condenatorio por un tribunal superior 98

Capítulo Quinto: El recurso de apelación incidental 99

5.1. Generalidades 99
5.2. Legislación comparada 99
5.3. Breve noticia histórica del recurso de apelación incidental 101
5.4. Regulación en nuestro NCPP 102
5.4.1. De las características de su procedencia 102
5.4.2. De su interposición 102
5.4.3. Del efecto en que se concede 102
5.4.4. Del trámite 102
5.4.5. De la resolución 102
5.4.6. De sus causales de procedencia 103
La que resuelve la suspensión condicional del proceso 103
La que resuelve una excepción 103
La que resuelve medidas cautelares o su sustitución 103
La que desestima la querella en delitos de acción privada 104
La que resuelve la objeción de la querella 104
La que declara la extinción de la acción penal 104
La que concede, revoca o rechaza la libertad condicional 105
La que niega o revoca la solicitud de ampliación de la etapa
preparatoria en delitos relacionados con organizaciones criminales 105
La que admite o niega la suspensión o extinción de la pena 105
La que resuelve la reparación del daño 106
11) Las demás 106
5.5. Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia sobre el recurso
de apelación incidental 107
¿Existe algún recurso ulterior contra la resolución de apelación incidental? 107
¿Se encuentra facultado el tribunal de alzada para rechazar el recurso
de casación planteado contra una resolución que resuelve la apelación
incidental? 109
5.6. Jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional sobre el recurso
de apelación incidental 110
¿Puede deducirse un recurso de Amparo Constitucional ante la omisión
del planteamiento de apelación incidental? 110

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

¿Es necesario que la notificación con el auto que resuelve, rechaza


o modifica la aplicación de medidas cautelares sea notificada
personalmente para habilitar la interposición del recurso de apelación
incidental previsto en el art. 251 del NCPP? ¿Cómo debiera procederse
en audiencia? 111
¿Cuáles son las formalidades que deben observarse en la notificación
de las resoluciones que habilitan la apelación incidental? 111
¿Es posible plantear el recurso de Amparo Constitucional por la falta
de impugnación mediante la apelación incidental? 112
¿Puede el tribunal de alzada que resuelve el recurso de apelación
incidental sobre medidas cautelares aplicar de oficio una medida
de esa naturaleza? 115
¿La apelación incidental no es procedente contra una resolución que
resuelve el dominio de un bien entre el denunciante y querellante, diferente
de la que se refiere a la aplicación de medidas cautelares reales? 115
¿Puede deducirse el recurso de apelación incidental previsto
en el art. 403 inc. 8 del NCPP, tratándose de la ampliación de la etapa
de la instrucción en el caso del art. 134 del NCPP? 115
¿Cuáles son las causales de procedencia de la apelación incidental
tratándose del caso del art. 403, inc. 6 2)? 116
¿La resolución que declara el abandono de la querella, es recurrible? 118
Sobre la apelación incidental prevista en la última parte del art. 255
en relación con el inciso 11 del art. 403 del NCPP. 119
¿Puede admitirse y resolverse al mismo tiempo un recurso
de apelación incidental? 119
¿Puede interponerse directamente el recurso de apelación incidental
contra una providencia? ¿O en el supuesto es necesario previamente
haber pedido la reposición de aquella? 119
¿Durante la audiencia de juicio, podrá deducirse recurso de apelación
incidental tratándose de una resolución relativa a medidas cautelares? 120
¿Desde cuándo corre el término para deducir el recurso de apelación
incidental, cuando se ha solicitado la explicación y enmienda
de una resolución según el art. 125 del NCPP? 120
¿Durante la audiencia de juicio, corresponde interponer el recurso de
apelación incidental tratándose de un incidente de exclusión de prueba? 121

Capítulo Sexto: El recurso de apelación restringida 123

6.1. Generalidades 123


6.2. Breve noticia histórica 123
6.3. Legislación comparada 123
6.4. Regulación en nuestro NCPP 127
6.4.1. Del plazo de interposición y su cómputo 127
6.4.2. De los requisitos del recurso 127
6.4.3. Del emplazamiento y la remisión 128
6.4.4. De los motivos del recurso: la tradicional distinción entre vicios
y errores in iudicando de los vicios o errores in procedendo 128
6.4.5. Del trámite 129
6.4.6. De la audiencia de prueba o de fundamentación 130
6.4.7. De la resolución del recurso 130
6.4.8. De la ratificación 130
6.5. Algunas puntualizaciones doctrinales 131
6.6. La constitucionalidad de la apelación restringida boliviana 133

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Arturo Yañez Cortés

6.7. La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos


en el caso Herrera Ulloa versus Costa Rica 134
6.8. Jurisprudencia de la Corte Suprema sobre el instituto 136
¿Cuál es el plazo de interposición del recurso de apelación incidental? 136
¿Pueden recurrirse en casación las resoluciones
de apelaciones incidentales? 136
6.9. Jurisprudencia del Tribunal Constitucional sobre el instituto 137
¿Contra qué clase de resoluciones procede el recurso
de apelación restringida? 137
¿Contra qué clase de sentencias procede el recurso de apelación
restringida? ¿Se puede recurrir al Amparo Constitucional ante la no
apelación de la misma? 137
¿Cuáles son los requisitos de forma y de fondo a ser observados
con motivo de la apelación restringida? ¿Cuáles son sus finalidades?
¿Cuál es el significado de la inobservancia y de la errónea
aplicación de ley? 138
¿El recurrente está obligado a solicitar expresamente
en el memorial de apelación restringida la audiencia
de fundamentación de su recurso? ¿O puede hacerlo posteriormente? 139
¿Es posible obviar la primera parte del art. 399 del NCPP
tratándose del incumplimiento de requisitos de forma en el recurso
de apelación restringida? 141
¿Cuál es la oportunidad o momento en que debe invocarse
el precedente contradictorio exigido por el art. 416 en relación
con los arts. 407 y 408 del NCPP? 143
¿Se puede acudir al recurso de Amparo Constitucional cuando,
durante el juicio, ante un vicio de procedimiento, no se reclamó
oportunamente su saneamiento o se efectuó reserva de recurrir? 149
¿Es ineludible reclamar oportunamente el saneamiento
de los defectos de procedimiento o efectuar reserva de recurrir? 150
¿Se puede recurrir en vista fiscal el recurso de apelación restringida? 153
Sobre el juicio de reenvío y los principios del no bis in ídem
y de prohibición de la reforma en perjuicio 153
Respecto de la apelación restringida contra la sentencia
que concede el beneficio de la suspensión condicional de la pena 155
En relación con el efecto suspensivo de la apelación restringida 155
¿Cuáles son los alcances del juicio de reenvío y sus emergencias? 156
El verificativo de las audiencias de fundamentación y recepción
de prueba, ¿son obligatorios? 156

Capítulo Séptimo: El recurso de casación 159

7.1. Generalidades 159


7.2. Origen y evolución del recurso de casación 159
7.3. Funciones del recurso de casación 162
7.4. Definición 164
7.5. Objeto del recurso 165
7.6. De los límites del recurso de casación:
La prohibición de la reforma en perjuicio 165
7.7. Legislación comparada 167
7.8. Regulación en Bolivia 170
7.8.1. Procedencia 170
7.8.2. Oportunidad de invocación del precedente contradictorio 170
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

7.8.3. ¿Cuándo se entiende que existe contradicción? 170


7.8.4. Requisitos que debe observar el recurso de casación 171
Del plazo y su cómputo 171
Requisitos de forma 171
7.8.5. Inadmisibilidad del recurso 171
7.8.6. Admisión del recurso y remisión a la Corte Suprema de Justicia 171
7.8.7. Trámite del recurso en la Corte Suprema de Justicia 171
7.8.8. Resolución del recurso 172
7.8.9. Efectos 173
7.9. Jurisprudencia en la Corte Suprema de Justicia 173
¿Pueden ser invocadas como precedentes contradictorios
las Sentencias Constitucionales? 173
¿Puede invocarse como precedente contradictorio las sentencias
dictadas por los jueces o tribunales de sentencia? 174
¿En qué oportunidad debe ser invocado el precedente contradictorio? 174
¿Cuáles son los requisitos que debe cumplir el recurso de casación
al ser interpuesto? ¿Cuáles son las resoluciones que conforman
el precedente contradictorio? 175
¿Qué otros requisitos, además de los anteriores, debe cumplir
el recurso de casación? 175
¿Además de los requisitos anteriores, es necesario también
presentar copia del recurso de apelación restringida? 177
¿Qué características deben reunir los precedentes
contradictorios invocados? 177
¿Será suficiente para lograr la admisibilidad del recurso invocar
el precedente contradictorio actualizado? 180
¿El precedente contradictorio invocado, debe estar actualizado
con la posición doctrinal asumida por la Sala Penal de la Corte
Suprema de Justicia? 180
¿Corresponde admitir un recurso cuando el tribunal de apelación
omitió dar aplicación al art. 399 del NCPP? ¿Cuál es el motivo
para admitir el recurso aunque no exista precedente contradictorio? 182

Capítulo Octavo: Apuntes doctrinales y de derecho comparado


sobre los alcances de los recursos de apelación y casación 185

8.1. Introducción 185


8.2. Posiciones doctrinales sobre el alcance de ambos recursos 185
8.3. Algunas conclusiones preliminares 197

Capítulo Noveno: Actividad procesal defectuosa 199

9.1. Introducción 199


9.2. El tratamiento de las nulidades procesales en la doctrina
contemporánea latinoamericana 199
9.3. Legislación comparada 201
9.4. Regulación en nuestro NCPP 204
9.4.1. Del principio regulador y su excepción 204
9.4.2. De la impugnabilidad subjetiva 204
9.4.3. De las vías de subsanación 204
9.4.4. De los derechos absolutos 204
9.4.5. De los defectos relativos 205
9.4.6. De los defectos de la sentencia 205

-12-
Arturo Yañez Cortés

9.5. Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia 207


¿Tratándose de la presencia de vicios absolutos, el recurso
de casación podrá ser admitido aún sin la invocación oportuna
del precedente contradictorio? 207
¿Constituyen defectos absolutos la suspensión de los actos
preparatorios del juicio, la no transcripción de la parte resolutiva
de la sentencia o la falta de habilitación de horas hábiles para el
desarrollo de juicio? 209
¿Constituye defecto absoluto la no exhibición de la prueba
instrumental antes de publicitaria? 210
¿La falta de conformidad de la sentencia con el voto de uno
de los jueces técnicos constituye defecto absoluto? 210
¿Ante la presencia de un defecto de sentencia, es pertinente
admitir el recurso de casación deducido? 210
¿Puede prescindirse la invocación oportuna del precedente
cuando existen defectos de sentencia? 211
¿Constituye defecto absoluto la falta de sorteo de la causa? 211
¿Constituye defecto el pronunciamiento del fallo fuera del plazo
previsto por procedimiento? 212
9.6. Jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional 212
¿La vulneración del principio del Juez natural, puede reputarse
como un defecto absoluto? 212
¿El incumplimiento de las exigencias relativas a la imposición
de medidas cautelares personales, puede ser reputado como
defecto absoluto? 213
¿Cuáles son algunos de los derechos a ser respetados a favor
del imputado cuya omisión podría generar defectos procedimentales? 214
¿Cuáles son las exigencias para que, mediante el recurso de Amparo
Constitucional, puedan ser corregidos los defectos absolutos? 216
¿La vulneración del derecho de defensa técnica constituye un
defecto absoluto? 217
¿El órgano jurisdiccional deberá, incluso de oficio, pronunciarse
sobre la existencia de un vicio absoluto? 218
¿Cuáles son las diferencias en la doctrina constitucional de la nulidad
de obrados de la simple corrección? ¿Constituye defecto absoluto
la renuncia del Ministerio Público de la acción penal pública para
convertirla en acción penal privada? ¿Cuál la relevancia del art. 15
de la Ley de Organización Judicial en el nuevo sistema procesal penal? 218
¿La falta de control jurisdiccional de la investigación y la inexistencia
de imputación formal del fiscal, constituyen defectos absolutos
o pueden ser subsanados? 219
¿Cuál la vía procesal para reclamar una supuesta actividad defectuosa
que configuraría un defecto relativo o también un defecto absoluto? 220
¿En qué casos quedan convalidados los defectos relativos? 220
¿Tratándose de vicios de la sentencia, ¿es necesario que la parte
haya reclamado durante la audiencia de juicio? 221
¿Constituye un defecto de la sentencia su falta de fundamentación? 221

Capítulo Décimo: La doctrina legal aplicable y el precedente contradictorio 223

10.1. El difícil encaje del sistema de obligatoriedad de precedentes


jurisprudenciales en el sistema normativo boliviano 223
10.2. Noción acerca de la idea de doctrina legal aplicable 224

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

10.3. Tipos básicos de vinculación al precedente jurisprudencial 225


10.4. Los fundamentos racionales de los precedentes jurisprudenciales 226
10.5. Legislación comparada sobre la doctrina legal aplicable 226
10.6. Regulación en nuestro NCPP y alcances 226
10.7. Soluciones jurisprudenciales y doctrinales a los problemas surgidos
con motivo de la vinculatoriedad del precedente 227
La obligación del Juez o Tribunal inferior a acatar el entendimiento
de la Corte Suprema ¿vulnera el principio de independencia judicial? 227
10.7.1. La obligatoriedad de la doctrina legal aplicable y sus efectos 228
10.8. Doctrina legal aplicable emitida por la Corte Superior de Justicia
(Sala Penal) durante el lapso 2001 — 2004 236

1. Ambito procesal 236

¿Los jueces ciudadanos tienen la misma jerarquía que los técnicos? 236
¿Es necesario que el apelante presente personalmente su recurso
de apelación restringida? 237
¿En qué caso el padre del imputado puede deducir recurso
de apelación incidental? 238
¿La víctima puede deducir recurso de apelación restringida
sin ser querellante? 239
¿El Tribunal de Apelación pierde su competencia cuando ha dictado
su fallo fuera del plazo establecido por el art. 411 del NCPP? 239
¿La incompetencia por razón de materia, puede ser declarada
aún de oficio? 240
¿Cuándo se pueden resolver las excepciones planteadas? 240
¿Cuál es la consecuencia de un Tribunal integrado contraviniendo
la Ley? ¿Se trataría de un defecto absoluto? 241
¿Cuándo la Corte Suprema (Sala Penal) considera que corresponde
anular un proceso? 242
¿A qué se encuentra limitada la revisión de oficio en el entendimiento
del art. 15 de la Ley de Organización Judicial? 243
¿La sentencia es válida sí, posterior a la liberación y votación,
no ha sido suscrita por algunos jueces por impedimento ulterior? 243
¿El retiro de la acusación del Ministerio Público impide
la prosecución del proceso? 244
¿Puede declararse in limine la admisión del recurso
de apelación restringida arguyéndose defectos de forma? 245
¿Cuáles son los alcances del recurso de apelación restringida? 247
¿Cuáles son las formas de resolución de la apelación restringida? 248
¿Qué le corresponde hacer al Tribunal de alzada cuando anula
el proceso y dispone el reenvío? 254
¿Puede el Tribunal de alzada volver a valorar la prueba mediante
el recurso de apelación restringida? ¿Existe la doble instancia? 254
¿Anulada la sentencia y ordenado el reenvío, será el tribunal
competente el que ya conoció la etapa de juicio? 257
¿La falta de resolución de un incidente durante el juicio puede
ser subsanable mediante la emisión de sentencia absolutoria? 258
¿Cuándo es exigible la invocación del precedente contradictorio? 259
¿El señalamiento de la audiencia de fundamentación a la que
se refiere el art. 411 del NCPP es una facultad del tribunal de
apelación o es que, una vez que es solicitado expresamente,
debe ser señalado necesariamente? 259

-14-
Arturo Yañez Cortés

¿Al tribunal de apelación restringida le está permitido rechazar


el recurso por defectos de forma subsanables? ¿Existe alguna
salvedad al respecto? 259
¿Resultan convalidados los defectos relativos si es que no han
sido oportunamente observados por las partes? 261
¿En qué casos corresponderá imponer costas? 262

2. Ambito Penal Material 263

¿La tenencia o transporte de alcohol potable, por sí misma


constituye delito según la Ley N 2 1008 del Régimen de la Coca
y Substancias Controladas? 263
¿Existe tentativa de transporte de substancias controladas? 266
¿Cuáles son las consecuencias que acarrea el presupuesto
de volúmenes mayores de droga, tratándose de la Ley N' 1008? 268
¿Cuáles son las figuras penales inmersas en el art. 204 del Código Penal? 270

Capítulo Undécimo: El mal llamado "recurso" de revisión


de sentencias condenatorias ejecutoriadas 273

11.1. Breve noticia histórica 273


11.2. Generalidades 273
11.3. Justificación doctrinal: Cosa juzgada versus justicia 274
11.4. Procedencia: ¿Solo para el condenado o también para el absuelto? 275
11.5. Recurso versus nueva acción o demanda 276
11.6. Principios doctrinales aplicables 277
11.7. Motivos de revisión aceptados por la doctrina contemporánea 278
11.8. Legislación comparada 278
11.9. Regulación en nuestro NCPP 282
11.9.1. De su procedencia 282
11.9.2. De las causales o motivos a ser argüidos y demostrados 282
11.9.3. De los sujetos legitimados 284
11.9.4. Del procedimiento 284
11.9.5. De la forma de resolución 284
11.9.6. Efectos de la sentencia 285
11.9.7. Efectos del rechazo 285
11.10. Doctrina de la Corte Suprema sobre la demanda de revisión del NCPP 285
11.11. Soluciones jurisprudenciales de la Corte Suprema de Justicia
a problemas presentados 289
11.12. Jurisprudencia del Tribunal Constitucional sobre el instituto 292
11.13. La causal del art. 421 inc. 59 del NCPP y la Resolución N 2 37/04
de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos 292

Capítulo Duodécimo: Medios de impugnación previstos en leyes especiales 295

12.1. Introducción 295


12.2. Legislatura comparada 295
12.3. Del respeto al derecho de apelación en este tipo de procedimiento 296
12.4. La Ley N" 2445 de 13 de marzo de 2003 297
12.4.1. Naturaleza y alcances 297
12.4.2. Inexistencia de procedimientos impugnatorios 297

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

12.5. La ley procesal para el juzgamiento de altas autoridades del Poder Judicial
y del Fiscal General de la República (Ley N2 2623 de 22 de diciembre
de 2003) 298
12.5.1. Alcances y naturaleza 298
12.5.2. Apelaciones en el régimen de medidas cautelares personales y reales 298
12.5.3. Apelaciones durante la etapa preparatoria 298
12.5.4. Objeción de la querella 299
12.5.5. Inexistencia de recurso contra la resolución de rechazo 299
12.5.6. De la Sección III referida a los Recursos 299
12.5.7. Recurso de Reposición 300
12.5.8. Recurso de Apelación Incidental 300
12.5.9. Recurso de Apelación Restringida 301
12.5.10.Recurso de Revisión Extraordinaria 301

Bibliografía 303

ANEXOS 307

Autos Supremos para precedentes contradictorios: Código Penal
309
Autos Supremos para precedentes contradictorios: Ley 1008 317

-16-
Arturo Yañez Cortés

INDICE DE CUADROS DESCRIPTIVOS

1.1. Sistema de recursos del Código Procesal Penal modelo para Iberoamérica 54

1.2. Sistema de recursos del Código Procesal Penal de la Provincia de Córdova 54

1.3. Sistema de recursos del Código Procesal Penal de Costa Rica 55

1.4. Sistema de recursos del Código Procesal Penal de Paraguay 56

1.5. Sistema de recursos previsto en el Nuevo Código Procesal Penal del Perú 57

1.6. Sistema de recursos del NCPP de Bolivia 58

1.7. Impugnaciones fiscales según las Leyes N 9s. 1970 y 2125 59

2.1. Medios de impugnación contra decisiones fiscales 66

5.1. Diferencias entre apelación incidental del art. 251 y las contenidas
en el art. 403 y otras del NCPP 107

11.1. Características de los recursos y de la nueva acción de demanda


tratándose de la revisión de sentencias condenatorias ejecutoriadas 277

11.2. Tratamiento otorgado al instituto de revisión por el CPP de 1973 y el NCPP 291

-17-
Arturo Yañez Cortés

INDICE TEMÁTICO
Absolución/Absuelto: Casación:
44; 48; 96; 98; 125; 193; 258; 262; 37; 42; 43; 48; 49; 54; 85; 93; 99;
275; 276; 279; 281; 282; 285; 299; 100; 107; 109; 123; 124; 125; 126;
301 128; 131; 134; 136; 143; 159; 160;
Acusatorio: 161; 162; 163; 164; 165; 167; 168;
35; 53; 91; 96; 97; 130; 153; 166; 169; 170; 171; 173; 174; 175; 177;
198; 269 182; 185; 186; 187; 188; 189; 190;
191; 192; 193; 194; 195; 196; 197;
Adhesión:
198; 201; 203; 207; 210; 211; 224;
43; 51; 100; 102; 124; 125; 126; 128; 226; 227; 231; 232; 234; 278; 280;
169 281; 285; 296
Admisibilidad/ Admisión/Admisible: Código Orgánico Procesal Penal de
43; 50; 51; 52; 96; 100; 101; 102; Venezuela:
104; 106; 119; 124; 125; 128; 166; 101
167; 168; 171; 173; 180; 192; 193;
Código de Procederes Santa Cruz:
194; 207
47; 83; 92; 123; 161
Agravio:
Código de Procedimiento Penal del
35; 37; 38; 42; 53; 84; 88; 92; 93; 99;
Ecuador:
100; 114; 120; 123; 124; 127; 132;
152; 161; 162; 164; 166; 170; 174; 100; 281; 296
185; 188; 204; 231; 232 16. Código Procesal Penal Modelo para
Anticipo de prueba: Iberoamérica:
62; 106 54; 62; 99; 201
Apelación incidental: 17. Código Procesal Penal del Perú:
42; 43; 86; 91; 99; 101; 102; 103; 56; 86; 101; 126; 169; 203; 281
104; 105; 106; 107; 109; 110; 111; Código Procesal Penal de Chile:
112; 115; 116; 117; 118; 119; 120; 63; 296
121; 128; 133; 136; 155; 185; 238; Código Procesal Penal de Paraguay:
298; 299; 300; 301 55; 56; 62; 86; 100; 125; 168; 201;
Apelación limitada: 281
196 Código Procesal Penal de Costa Rica:
Apelación plena: 55; 62; 85; 125; 134; 168; 202; 280;
196 295
Apelación restringida: Código Procesal Penal de la Provin-
42; 43; 86; 91; 93; 99; 102; 103; 105; cia de Córdova:
121; 123; 127; 128; 131; 132; 133; 54
136; 137; 138; 139; 140; 141; 143; Comisión Andina de Juristas:
150; 153; 155; 170; 171; 177; 185; 46
197; 198; 205; 206; 207; 221; 224;
Comisión Interamericana de Dere-
231; 232; 237; 239; 242; 245; 247;
chos Humanos:
248; 249; 251; 254; 259; 284; 301;
304 45; 283; 292; 293
11. Cautelares: Comité de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas:
52; 65; 103; 106; 107; 111; 115; 120;
213; 298; 300 45; 49
Common law:
223; 227

-19-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Compulsa: Declaración Universal de Derechos


90; 92; 109; 136 Humanos:
Condena: 43; 248
38; 44; 45; 101; 166; 167; 168; 193; Defecto de procedimiento:
207; 280; 284; 287 86; 103; 125; 126; 149; 152; 168
Contradicción: Defectos absolutos:
50; 126; 170; 171; 172; 175; 178; 125; 128; 168; 182; 200; 202; 203;
180; 195; 207; 226; 229; 282 204; 209; 210; 211; 212; 213; 216;
Contrario imperio: 217; 218; 219; 220; 236; 241;
83; 84; 85; 86 Defectos de la sentencia:
Convalidación / Convalidar: 124; 128; 134; 167; 199; 201; 205;
202; 203; 204; 213; 220; 261 207; 210; 211;
Convención Americana de Derechos Defectos relativos:
Humanos: 199; 212; 220; 261
44; 48; 134; 239 Derecho Continental:
Convenio Europeo para la Protec- 223; 224
ción de los Derechos y de las Liber- Doble instancia:
tades Fundamentales: 46; 49; 85; 95; 96; 97; 187; 251; 254
44; 46 Doctrina de la arbitrariedad:
Corte Interamericana de Derechos 191; 197
Humanos: 51. Efecto devolutivo:
44; 49; 134; 135 40; 41; 84; 93; 106
34. Cosa juzgada: 52. Efecto extensivo:
35; 38; 41; 83; 103; 188; 273; 274; 41; 42; 52; 93; 96
276; 282; 287 Efecto suspensivo:
35. Cosa juzgada formal: 41; 50; 86; 93; 102; 104; 155
36; 274; 275 Efecto no suspensivo:
Cosa juzgada material: 41; 52; 53; 93; 104
274; 275
Error in facto/Error Facti:
Costas: 189
38; 52; 130; 167; 226; 262; 280 Error in jure:
Código de Procedimiento Penal de
188
1972:
Estado de derecho:
49; 61; 83; 283
38; 45; 61; 93; 94; 296
Cuestiones de derecho:
Etapa preparatoria:
49; 93; 165; 171; 188; 189; 192
50; 61; 62; 64; 65; 67; 68; 76; 79; 99;
Cuestiones de hecho: 103; 105; 115; 133; 134; 135; 298;
49; 123; 129; 135; 165; 185; 188; 299; 300; 301;
189; 192; 197; 254 Fáctico:
Debido proceso: 185; 191; 194
35; 45; 46; 47; 48; 50; 67; 77; 93; 95; Fuero juzgo:
97; 98; 206; 208; 219; 221; 237; 242;
255; 259; 299 91; 161
42. Declaración Americana de Derechos Fuero real:
y Deberes del Hombre: 83
43 Función dikelógica:
164

-20-
Arturo Yañez Cortés

Función nomofiláctica: Nulidad:


163; 164 81; 96; 100; 127; 128; 159; 161; 162;
Función política; 167; 169; 186; 187; 188; 190; 199;
163 200; 202; 203; 204; 205; 241; 242;
273; 281
Función unificadora de la jurispru-
dencia: Nulidades absolutas:
160; 163; 228 130; 201; 202; 203; 204; 241
Gravamen: Nulidades relativas:
38; 40; 46; 84; 92; 101 200; 201; 202
Igualdad jurídica o procesal: Objeción/Objetar:
41 40; 61; 62; 64; 65; 66; 67; 68; 69; 70;
71; 72; 75; 76; 77; 78; 80; 82; 104;
Impugnación del sobreseimiento:
205; 299; 300
40; 81 Obligatoriedad del precedente:
In judicando:
226
91; 128; 129; 187; 188; 189
Obstativa:
In procedendo: 41
37; 91; 128; 129; 159; 187; 188;
Oral:
Inmediación: 35; 49; 50; 52; 62; 85; 91; 96; 97;
48; 91; 97; 99; 126; 190; 196; 197; 100; 101; 102; 106; 123; 126; 130;
206; 207 133; 156; 169: 185; 186; 187; 190;
Inquisitivo: 192; 195; 196; 197; 198; 206; 240;
48; 49; 53; 61; 91; 95; 196; 199; 200 295
Instancia plural: Ordenanza Procesal Alemana:
46 192; 277
Intangibilidad de los hechos: Pacto de San José de Costa Rica:
189; 197; 252 44; 46; 48; 133; 134; 192; 293
Juicio previo: Pacto Internacional de Derechos
45; 104; 282 Civiles y Políticos:
Jus puniendi: 43; 46; 48; 49; 133
276 Per Saltum:
Ley de Procedimientos para la 192
Administración de Justicia en la Pesos y contrapesos:
República de Bolivia: 61; 64
161 Pluralidad de instancia:
Ley N' 2494 del Sistema Nacional 96; 97
de Seguridad Ciudadana: Precedente contradictorio:
52; 104; 106; 143; 170; 171; 172; 173; 174; 175;
Ley Procesal para el Juzgamiento 176; 177; 179; 180; 182; 207; 208;
de Altas Autoridades del Poder Judi- 229; 230; 231; 233; 234; 239; 259
cial y del Fiscal General: 96. Primera Instancia:
298 44; 48; 94; 95; 96; 100; 125; 126;
Leyes de las Partidas: 132; 134; 135; 168; 190; 192; 195;
83 196; 197; 203; 297
81. Novísima Recopilación: 97. Principio de continuidad:
161 99; 103

-21-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

98. Principio de favorabilidad: Reserva de recurrir:


50; 96; 170; 231; 277; 283; 290; 292; 99; 121; 128; 149; 152
293 Revalorar/Revalorización:
99. Principio de inmediación: 206; 254
48; 190; 196; 206; 207 Revisión propter falsa o ex capite falsi:
Principio de la comunidad de la 278
apelación: Revisión propter nova o ex capite
96 novorum:
Principio de la necesariedad de la 278
defensa: Revisión de sentencia:
204 40; 42; 55; 273; 282; 285; 292
102. Principio de la tutela judicial efectiva: Revolución francesa:
46; 47; 95; 198; 247; 259 61; 159
103. Principio de subsidariedad: Segunda instancia:
88; 149 40; 47; 48; 84; 93; 94; 96; 100; 102;
Principio dispositivo: 126; 127; 132; 133; 134; 135; 161;
39 187; 190; 192; 193; 194; 197; 251
Principio Pro Actione: Seguridad jurídica:
47; 95; 245 38; 39; 194; 227; 228; 275; 276
106. Principio Tantum Devolotum Quan- Sistema o derecho anglosajón:
tum Apellatum: 224
51; 95 Sobreseimiento:
107. Procedimiento Criminal de 1858: 40; 53; 62; 63; 65; 66; 67; 68; 74; 79;
47; 83; 101; 273 80; 81; 100; 101; 168; 279; 296
Procedimiento intermedio / Etapa Subjetivo:
intermedia: 38; 53; 94
62; 159; 296; 299 Subsanación / Subsanable:
Prohibición de la reforma en perjuicio: 46; 47; 51; 88; 96; 102; 127; 130;
50; 52; 130; 153; 165; 190; 278; 141; 149; 167; 187; 201; 204; 205;
281; 284 219; 243; 245; 258; 259; 280
Recurso efectivo: Teoría unitaria:
43; 44 199
Recurso ulterior: Tercera instancia:
86; 87; 89; 90; 104; 106; 107; 299 47; 162; 285
Rechazo: Tradicionalismo de fuentes:
40; 62; 63; 64; 65; 67; 68; 69; 70; 74; 224
76; 77; 78; 82; 100; 102; 285; 297; Vicios de actividad:
299 128
Reenvío: Vicios de juicio:
125; 126; 130; 153; 156; 165; 170; 128
186; 188; 193; 198; 248; Víctima:
252; 254; 257; 277; 281
40; 51; 64; 65; 72; 82; 93; 105; 205;
114. Reposición: 239; 292
40; 42; 54; 83; 84; 85; 86; 87; 88; 89;
90; 99; 119; 125; 126; 130; 156; 254;
278; 285; 301

-22-
Arturo Yañez Cortés

INDICE DE AUTORES

NOMBRE DEL AUTOR Págs.

ALBANESE, Susana 46
ALCALA Y ZAMORA, Niceto 163; 166
ARCE VIQUEZ, Jorge Luis 85
ARRIETA, Francisco 91
BACIGALUPO, Enrique 196
BARTOLO 83
BELING, Ernest 96; 162
BINDER, Alberto M. 38;39;49;190;199;200;204;275
BLASCO GASCO, Francisco 228;225
CAFFERATA NORES, Fernando 96;163
CALAMANDREI, Piero 95;159
CALDERÓN CUADRADO, María Pía 95
CELSO 83
CLARIA OLMEDO, Jorge A. 84;163;187;276
COLOMBO, Carlos J. 84
CORTÉS DOMINGUEZ, Valentín 273;276
COUTURE, Eduardo 35;36;275
CREUS, Carlos 185;186;201
CRUZ CASTRO, Fernando 200
CUADRAO, Jesús 84
CHAVEZ RAMIREZ, Alfonso Eduardo 38
DEVIS ECHANDIA, Hernando 36
DE LA PLAZA, 36
DE LA RUA, Fernando 129;159;160;163;164;165;166;167;
DE SANTO, Víctor 83
DI IORIO 39
DIEZ PICASO, Luis 227
EDWARDS, Carlos Enrique 48;192
FENECH, Miguel 162;194
FENOCHIETO Y ARAZI 85
FERNANDEZ DE HEREDIA, Octavio 194
FERNANDEZ VINDAS, Rosario 37;128
FERRAJOLI, Luigi 97
FLORIAN 37; 165; 189
GALLINAL, 91
GARCÍA DE ENTERRIA, 227
GARCÍA PEREZ Y ARANGUENA 298
GARECA PERALES, Pedro 227
GERNAERT, Willmar 84
GHIRARDI, Juan Carlos 83;84
GHIRARDI, Olsen 83;84
GIMENO SENDRA, Vicente 163
GOMEZ COLOMER, Juan Luis 192;274
GOMEZ ORBANEJA, 276
GONZALES, Daniel 159

-23-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

GUASP, Jaime 84
GUTIERREZ DE CABIEDES 194
HITTERS 164
HOUED, Mario 159
IBARRA, Escusol 91
JOFRE, Tomás 273
LEONE, Giovanni 96
LEVENE, Ricardo 166
LOPEZ MEDINA, Diego Eduardo 223
MAIER, Julio B. 277
MANZZINI, Vincenzo 129;162;166
MARTINEZ MOYA, Juan 223;224;225;227
MARTINEZ PARDO, José 163
MINIVIELLE, 192
MOLINA, W aldo 161
MONTERO AROCA, Juan 196
MONTESQUIEU, Charles 160
MORELLO, Augusto M. 191
MORENO, Artemio 166
ORTIZ MATOS, Pastor 159;161
PALACIO, Lino Enrique 36;84;85;129;188
PASCUAL SERRATS, Rosa 36;40;41;43;50;51
PAULO 83
PRIETO CASTRO Y FERNANDIZ, Leonardo 194
PUIG BRUTAU, José 225
RADBRUCH, Gustav 61
RAMOS ORTELLS, 91
RICCI 97
RIVERA SANTIVAÑEZ, José Antonio 274
RODRIGUEZ ROSSI, Ernesto 91;273;274
ROSSEAU, Jacobo 160
SALAZAR RODRIGUEZ, Luis Alonso 164
SAN MARTIN CASTRO, Cesar 91;95;97;195;224;225;273;276
SANTIAGO, Hernando 228
SANTIAS BALLESTER, Cesar 160
SCASSIA, 274
SCHOMBOHN, Horst 94;131;133;134;197
ULPIANO 165
VESCOVI, Enrique 163;164
XIOL RIOS, Juan Antonio 225

-24-
Arturo Yañez Cortés

INDICE DE AUTOS SUPREMOS Y SENTENCIAS CONSTITUCIONALES

AUTOS SUPREMOS SENTENCIAS CONSTITUCIONALES PÁG.

1044/03 — R de 22-VII 47; 95; 102; 141; 171


888/04 — R de 08-VI 47;
42/04 — R de 22-IV 47;
271/03 — R de 05-111 67; 68;
28/04 — R de 06-1 68; 70
920/04 — R de 15-VI 67; 68
533/04 — R de 07-IV 68;
129/04 — R de 28-1 68; 69
1369/04 — R de 23-VIII 72;
1306/03 — R de 09-IX 72;
818/03 — R de 17-VI 74; 75; 90;
758/03 — R de 04-VI 76;
653/03 — R de 14-V 76;
387/03 — R de 26-111 77;
1073/02 — R de 09-IX 78;
833/04 — R de 01-VI 79;
1190/03 — R de 19-VIII 80;
609/04 — R de 22-IV 81;
1224/04 — R de 03-VIII 82;
803/03 — R de 12-VI 87; 292
1325/03 — R de 12-IX 87; 89;
528/03 — R de 22-IV 87;
934/03 — R de 03-VII 87; 88
790/02 — R de 02-VII 88;
1078/02 — R de 10-IX 88;
1187/03 — R de 18-VIII 88; 89;
90/04 — R de 21-1 88; 89;
1078/02 — R de 10-IX 88;
1027/02 — R de 28-VIII 90;
373 de 14-X-02 92;
1075/03 — R de 24-VII 47; 94; 98; 128; 138; 206
1693/03 — R de 24-XI 97;
1583/03 — R de 10-XI 98; 102; 141; 171; 245;
599 de 27/XI/03 47;

-25-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

AUTOS SUPREMOS SENTENCIAS CONSTITUCIONALES PÁG.

71 de 09/11/04 47; 102; 246;


93 de 17/11/04 47; 102;
1146/03 — R de 12-VIII 102; 128; 138; 141
487 de 02-X-03 109; 110
860/04 — R de 07/V1 111;
691/04 — R de 11-V 114;
720/04 — R de 11-V 116;
665/04 — R de 04/V 118;
687/03 — R de 21-V 116;
1803/03 — R de 05-X11 116;
1383/04 — R de 20-VIII
1322/04 — R de 19-VIII 119;
1298/04 — R de 12-VIII 120; 137;
1111/04 — R de 14-VII
771/04 — R de 14-V
131 de 11-111-03
510 de 13-X-03
547 de 29-X-03
145 de 15-111-04
142 de 10-111-04 109; 136;
340 de 07-VI-04 109;
232 de 04-VI-04 131; 172; 235;
301 de 18-V-04
100/04 — R de 21-1
1811/03 — R de 05-XII 140;
1855/03 — R de 12-XII
1401/03 — R de 26-IX
297/04 — R de 05-111
879/03 — R de 30-VI
1708/03 — R de 24-XI
1461/02 — R de 28-XI
954/03 — R de 08-VII 151;
1868/03 — R de 15-XII 153;
1799/03 — R de 05-XII 153;
1751/03 — R de 01-X11 155;
1691/03 — R de 24-XI
1606/03 — R de 10-XI
1176/04 — R de 29-VII 156;

-26-
Arturo Yañez Cortés

AUTOS SUPREMOS SENTENCIAS CONSTITUCIONALES PÁG.

262 de 11-V-04 170; 231;


269 de 12-V-04
4 de 29-IV-02
414 de 19-X-02 170;
95 de 18-11-04 170;
140 de 10-111-04 170; 233;
141 de 10-111-04 173; 230;
59 de 05-11-04 230;
339 de 07-VI-04 174;
41 de 22-1-04 174; 230;
138 de 10-111-04 174;
92 de 17-11-04 175;
345 de 07-VI-04 175;
61 de 05-11-04
54 de 23-1-04
50 de 23-1-04 176;
49 de 23-1-04 176;
90 de 17-11-04 177;
143 de 10-111-04 177;
139 de 10-111-04 178; 234;
136 de 09-111-04 178; 234;
91 de 17-11-04 179;
62 de 05-11-04 175;
98 de 18-11-04 234;
40 de 22-1-04
343 de 07-VI-04 180;
135 de 09-111-04 180; 227; 236;
134 de 09-111-04 227; 234; 235;
132 de 09-111-04 181; 227; 235;
97 de 18-11-04 182;
271 de 12-V-04 182;
93 de 17-11-04 183;
280/03- R de 11-111 94
280 de 13-V-04 207
284 de 13-V-04 208;
287 de 13-V-04 208;
329 de 28-V-04 208;
373 de 22-VI-04 209; 261;

-27-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

AUTOS SUPREMOS SENTENCIAS CONSTITUCIONALES PÁG.

307 de 11-VI-03 210; 242;


369 de 22-VI-04 211;
331 de 22-VII-03 211;
656 de 25-X-04 211
580 de 4-X-04 212
1376/04 — R de 25-VIII 212
982/04 — R de 18-VI 213;
957/04 — R de 17-VI
824/04 — R de 27-V
593/04 — R de 22-IV 216; 249;
1216/04 — R de 30-VII 216;
1069/03 — R de 30-VII
445/04 — R de 24-111
1714/03 — R de 25-XI 218;
600/03 — R de 06-V
972/02 — R de 13-VIII
325/03 — R de 14-111 220;
1069/01 — R de 04-X
954/03 — R de 08/VII
207/04 — R de 09-II 221;
161 de 20-111-03 230;
167 de 20-111-03 230;
489 de 02-X-03 230;
1 de 07-1-04
262 de 11-V-04 170;
269 de 12-V-04 170; 231;
58 de 05-11-04 227; 235;
399 de 18-VIII-03
38 de 22-1-04
421 de 29-X-02 230;
59 de 05-11-04
457 de 16-IX-03
4 de 29-IV-02 232;
140 de 10-111-04 170; 178; 232;
136 de 09-111-04 234;
96 de 18-11-04 292;
241 de 27-VI-02 236;
301 de 30-VII-02 237;

-28-
Arturo Yañez Cortés

AUTOS SUPREMOS SENTENCIAS CONSTITUCIONALES PÁG.

103 de 20-11-04 238;


344 de 17-IX-02 239;
409 de 19-VIII-03 241;
320 de 14-V1-03 243; 258;
309 de 11-VI-03 246;
47 de 28-1-03 244;
527 de 20-IX-04 246;
526 de 20-IX-04 247;
316 de 13-VI-03 247;
559 de 1-X-04 247;
560 de 1-X-04 247;
564 de 1-X- 04 247;
577 de 1-X-04 247;
416 de 19-V111-03 248;
593 de 26-XI-03 247;
73 de 10-11-04 250;
618 de 04-XII-03 251;
104 de 20-11-04 251;
525 de 20-IX-04 253;
317 de 13-VI-03 254;
450 de 19-VIII-04 255;
520 de 20-IX-04 256; 262;
320 de 14-VI-03 243; 258;
595 de 26-XI-03 259;
372 de 22-VI-04 259;
190 de 21-V-02 263;
417 de 19-VIII-03 266;
597 de 27-XI-03 267;
528 de 20-IX-04 268;
451 de 19-VIII-04 268;
594 de 26-XI-03 268;
289 de 29-VII-02 270;
803/03 — R de 12-VI 292;
575 de 4-X-04 239;
290 de 15-IX-03 290;
192 de 30-V-03 290;
194 de 23-IV-04 290;
96 de 26-11-03 292;

-29-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

AUTOS SUPREMOS SENTENCIAS CONSTITUCIONALES PÁG.

56 de 10-111-04 292;
77 de 10-111-04 292;
559 de 1-X- 04 247;
551 de 1-X-04 247
574 de 4-X-04 247;
579 de 4-X-04 247;
567 de 1-X-04 247;
566 de 1-X-04 247;
553 de 1-X-04 247;
581 de 4-X-04 247;
576 de 4-X-04 247;
634 de 20-X-04 247
647 de 21-X-04 247;
632 de 20-X-04 247;
636 de 20-X-04 247;
528 de 4-X-04 268
274 de 09-VIII-04 276; 282;
101 de 12-11-03 287;
113 de 10-111-04 285;
193 de 23-IV-04 286;
194 de 23-IV-04 286; 290;
230 de 28-VII-03 287;
51 de 12-111-03 291;
96 de 26-11-03 286; 292;
56 de 10-111-04 292;
77 de 10-111-04 292;
385 de 22-VII-04 289;
192 de 30-V-03 290;
223 de 21-V-02 292;

-30-
PROLOGO

El autor, Arturo Yañez Cortés, me ha pedido sea yo quien prologue su nueva obra, de-
nominada Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral

Se trata de un compendio útil y práctico, resultado de una laboriosa investigación, aná-


lisis, y entrega (que todos reconocemos y valoramos en el autor) a todo lo que significa
el nuevo Código de Procedimiento Penal, que se ha traducido en varios trabajos indivi-
duales y colectivos, ampliamente divulgados en el foro nacional, además de una cantidad
significativa de conferencias dedicadas al derecho procesal penal, que ya han hecho de
este joven y destacado abogado chuquisaqueño, uno de los más sobresalientes estudio-
sos del nuevo sistema penal.

En esta nueva publicación, la primera en su género en Bolivia, se analiza en profundi-


dad y desde varias perspectivas, el régimen procesal penal de las impugnaciones. Artu-
ro Yañez Cortés tuvo el acierto de abocarse no sólo a la Ley 1970, sino también a mu-
chas otras normas emergentes de la reforma procesal penal.

Cada recurso, incluso los de naturaleza fiscal, es enfocado con el planteamiento de di-
versos problemas a manera de interrogantes, los que son respondidos por el autor a tra-
vés de soluciones jurisprudenciales, comentarios e interpretaciones.

El trabajo está dedicado íntegramente al régimen de impugnaciones en materia penal


y constituye el primero de su género en ser producido por un abogado boliviano, quien,
además de producir un volumen de esa calidad y características, ha desarrollado índices
de autores, de temas, sentencias constitucionales y autos supremos, con lo que el se-
guimiento de casos y sobre todo su utilización por el lector, resulta significativamente fa-
cilitada.

Ampliamente interiorizado de los avances y problemas del nuevo sistema procesal pe-
nal, en cuya aplicación ha estado desde sus inicios en la primera línea, Yañez Cortés (que
antes se desempeñó como Abogado Asistente en área penal de la Sala Plena del Supre-
mo Tribunal) desarrolla en el anexo de su nueva producción dos bases de datos que le
permiten al operador, sea fiscal, abogado litigante, magistrado, vocal o juez, disponer de
todos los autos supremos relativos al Código Penal y a la Ley 1008 del Régimen de la
Coca y Substancias Controladas en los últimos años, que facilitan significativamente la
búsqueda de los precedentes contradictorios, tarea que en estos años de vigencia plena
del código procesal, ha sido sumamente difícil para los abogados.

¿Quiénes son los directos beneficiados con esta obra? Pues todos. Me refiero a aboga-
dos, jueces, fiscales y policías, pero también, por la forma didáctica con la que ha sido
realizada, a docentes universitarios, estudiantes, y a cuantos están interesados en el tra-
tamiento de esta compleja y novedosa temática. El libro de Yañez Cortés está destinado

-31-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

a convertirse en un instrumento de obligatoria y frecuente consulta para comprender me-


jor y asimilar el nuevo sistema procesal penal.

La presentación del Régimen de Impugnación en el nuevo Sistema Acusatorio Oral no


estaría completa sin la felicitación más efusiva a este prolífico investigador del derecho
y del nuevo sistema procesal penal, cuyo esfuerzo y aporte a la cultura jurídica boliviana
merecen nuestro reconocimiento y aplauso.

Héctor Sandoval Parada


DECANO DE LA CORTE SUPREMA
Y PRESIDENTE DE LA SALA PENAL

-32-
PRESENTACION

La presente investigación relativa al régimen de impugnaciones del sistema acusatorio


oral y en especial en el nuevo Código de Procedimiento Penal, surge a partir de la cons-
tatación que este tema -de por sí amplio y controversial- constituye todavía el menos es-
tudiado y peor desarrollado en nuestro país, seguramente porque se trata del más com-
plejo de los que componen el sistema procesal vigente desde aproximadamente cinco
años atrás en Bolivia, a los resabios de la cultura inquisitiva que aún sobrevive en todos
nosotros y a sus implicaciones prácticas, cuya aplicación plasma de la manera más ob-
jetiva el cambio radical del antiguo sistema inquisitivo al actual, de corte acusatorio oral.

La constatación a la que me refiero, resultó en mi caso cotidiana y significativamente


facilitada por las funciones que cumplí hasta algún tiempo atrás —septiembre de 2004-
en la Corte Suprema de Justicia, como Abogado Asistente de su Sala Plena y por mi per-
manente actividad de seguimiento, análisis y estudio del nuevo sistema procesal penal.

Creo que fue el cantautor Ricardo Arjona quien dijo que: "...en la vida lo más importan-
te no es ser, tener o parecer; lo verdaderamente importante es hacer, construir, desa-
rrollar y producir...". En sintonía con ese pensamiento, es que he tratado de condensar
en éste nuevo libro toda la información actualmente disponible sobre el tema, realizando
para el efecto una amplia investigación doctrinal, normativa, jurisprudencial e incluso his-
tórica del tratamiento de los diferentes recursos no sólo en la Ley N 2 1970 del nuevo Có-
digo de Procedimiento Penal, sino también en sus leyes conexas como son la Ley N2
2175 del Ministerio Público; la Ley N 2 2445 de substanciación y resolución de juicios de
responsabilidades y su antecesora Ley N2 2411 ya derogada, además de la N 2 2623 o
Ley Procesal para el Juzgamiento de Altas Autoridades del Poder Judicial y del Fiscal Ge-
neral de la República.

He tratado así de ofrecerles la mayor cantidad de elementos que les permita disponer
de un instrumento actualizado de consulta, pero también facilitar la construcción de lí-
neas doctrinales y jurisprudenciales adecuadas a las peculiares exigencias de nuestro
nuevo sistema, pues como se advertirá, si bien la orientación general de nuestro régimen
de impugnaciones es parecido al de otros que son también producto de la corriente re-
formista latinoamericana, los juristas bolivianos estamos obligados a generar la doctrina
y consiguiente jurisprudencia que regirá el tratamiento del tema, más aún cuando su apli-
cación práctica adquiere connotación decisiva para la consolidación del nuevo sistema
procesal o el retroceso hacia el anterior.

Por ello es que además de desarrollar las más importantes y autorizadas posiciones
doctrinales sobre el tema y analizar los detalles de nuestra legislación en relación con la
jurisprudencia, se ha clasificado la jurisprudencia constitucional emitida sobre cada recur-
so usando la técnica de identificación de la ratio decidendi y, también toda la doctrina le-
gal aplicable votada por la Corte Suprema de Justicia así como sus líneas jurisprudencia-
les sobre los distintos recursos. Se ha tratado también de conciliar la jurisprudencia de
la Corte Suprema y del Tribunal Constitucional en la medida que ello sea posible —espe-
ro además sea una señal para mejorar la tan necesaria coordinación entre ambos Tribu-
nales-.

-33-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Pretendiendo entregar una visión amplia del régimen, es que se ha consultado la legis-
lación comparada relacionada con el movimiento de reforma procesal en Latinoamérica,
partiendo obviamente del Código Procesal Modelo.

Para optimizar la utilización del trabajo por parte del lector, he tratado de no escatimar
ningún recurso en su producción desarrollando cuadros descriptivos e índices de cua-
dros, de autores consultados y un índice temático que contiene los principales temas
abordados.

Conciente de las dificultades que enfrentan los operadores para identificar los prece-
dentes contradictorios, se desarrollan y presentan dos bases de datos que contienen to-
dos los Autos Supremos dictados por la Sala Penal de la Corte Suprema en relación con
los tipos penales previstos en el Código Penal y la Ley N2 1008 del Régimen de la Coca
y Substancias Controladas, de forma que el interesado apoyado en la internet pueda -se-
gún sus requerimientos específicos- identificar el precedente contradictorio que le sea
útil.

Se trata en definitiva de un trabajo que les presenta toda la información actualmente


disponible sobre el tema genérico de la impugnación y su especie, los recursos. Espero
que al igual que mis anteriores trabajos, merezca del lector la cobertura que todo inves-
tigador espera y contribuir de esa manera a la aplicación uniforme de nuestro sistema
procesal penal.

Evitando individualizarlas, quiero agradecer a todas las personas y colegas que han
apoyado y criticado mis anteriores trabajos, pues tanto los unos y los otros constituyen
para mi fuente de inspiración.

De manera especial, recuerdo a mi padre Francisco Yañez Navarro (t) quien hace mu-
chos años atrás me inculcó el gusto por la lectura, lo cual devino en esta pasión por la
investigación y la producción bibliográfica, a mi esposa Gianina y a mis hijos Pablo Igna-
cio y Lucía Mayrena que además de ser cómplices e instigadores de mis esfuerzos, son
la mejor y más hermosa fuente de inspiración que tengo y claro, a Dios que con sus de-
signios y herramientas, me permite contribuir de esta manera a la cultura jurídica de
nuestro país.

Sucre, Capital de la República de Bolivia, enero de 2005


Arturo Yañez Cortés
Celular 72875474
arturo.yanez@gtz-justicia.org.bo

-34-
CAPITULO PRIMERO

LOS MEDIOS DE IMPUGNACION Y LOS RECURSOS EN GENERAL

1.1. INTRODUCCION

Para encarar con alguna precisión el estudio de los recursos, es necesario comenzar -así sea bre-
vemente- refiriéndose al género, es decir a la impugnación y en concreto, a la denominada impug-
nación procesal o poder de impugnación, concebida por Eduardo COUTURE' como la acción y efec-
to de atacar, tachar o refutar un acto judicial, documento, deposición testimonial, informe de peri-
tos, etc., con el objeto de obtener su revocación o invalidación. La palabra impugnación, proviene
del latín impugnado o impugno, que significa ataque o asalto.
A partir de esa formulación sumamente amplia que abarca otras materias que no son objeto del
presente trabajo que está concentrado en el sistema de recursos del nuevo sistema procesal pe-
nal de corte acusatorio oral, es necesario precisar, que la impugnación se refiere al poder y activi-
dad de las partes del proceso y excepcionalmente de terceros, tendiente a conseguir la revoca-
ción, sustitución o modificación de un acto concreto de procedimiento por considerarlo incorrecto
o defectuoso, produciendo agravio en atención a su injusticia o a la anormalidad en su cumplimien-
to. El poder corresponderá al sujeto legitimado para el efecto y la actividad se traducirá en la in-
terposición de recursos o en la deducción de revocatorias, resciciones o nulidades.'
En consecuencia, cabe precisar que los medios de impugnación constituyen el género y los recur-
sos, remedios jurídicos o jurisdiccionales, la especie. Una de las ideas de este trabajo, consiste
también en cambiar aquella antigua y tradicional concepción de hacer referencia tratándose de los
recursos, sólo al ámbito jurisdiccional, lo que producto de la reforma procesal, merece una recon-
sideración, debiéndose también ahora considerar a las impugnaciones contra las decisiones fisca-
les.
La doctrina considera fundamental el denominado principio de la impugnación que todo proce-
dimiento debe contemplar, de forma que cualquier acto del órgano jurisdiccional -ahora también fis-
cal- que resulte lesivo al interés de cualquiera de las partes, es decir que le cause agravios, sea
impugnable, con el propósito que se enmienden los errores o vicios en los que se haya incurrido.
Si bien más adelante me referiré detalladamente a su fundamento, debo ahora adelantar a nivel ge-
neral que radica esencialmente en la idea de control en razón de la falibilidad humana: el órgano
jurisdiccional o fiscal puede equivocarse ya sea en la aplicación del derecho, en la valoración de la
prueba o en cualquier otro elemento resultante de su actividad y cómo debe sujetarse a las formas
que las normas procesales le imponen, estando por ello obligado a seguir determinados procedi-
mientos descartando cualquier camino arbitrario, el control también se ejerce respecto de esa ac-
tividad.
En aras de la exigencia del debido proceso que domina cualesquier ordenamiento procesal con-
temporáneo, actualmente no se concibe la existencia de ningún acto de decisión jurisdiccional o
fiscal que no pueda ser impugnable. Aunque, por cuestiones de índole funcional, se reconocen al-
gunas excepciones que serán abordadas en ocasión del capítulo dedicado a las impugnaciones re-
gistradas en procedimientos especiales.
La doctrina contemporánea, distingue los medios de impugnación en sentido amplio y en sentido
estricto. Los primeros, se trata de instrumentos jurídicos por medio de los cuales se pide la resci-
sión de las resoluciones que ya alcanzaron autoridad de cosa juzgada. Es decir, alcanza procesos
que ya han concluido, en los que la impugnación abre un nuevo proceso, por medio de una preten-
sión diferente de la ya resuelta en el proceso cuya resolución se impugna. Se trata del mal llama-
1 Citado en "Enciclopedia Jurídica Omeba". Tomo XV, Editorial "Driskill" S.A., Buenos Aires, 1977; página 214.
2 Obra citada, página 215.

-35-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

do recurso de revisión extraordinaria de sentencia condenatoria ejecutoriada, en la que se regis-


tran cambios en los elementos de la pretensión, especialmente en lo que hace a los hechos y la
petición.
Mientras que los medios de impugnación en sentido estricto, atacan resoluciones que aún no han
alcanzado validez de cosa juzgada, es decir, se refieren a procesos todavía no concluidos y por
tanto pendientes, prolongando así la litis e impidiendo alcanzar la cosa juzgada de naturaleza for-
mal. Estos últimos son los denominados como verdaderos recursos, toda vez que la impugnación
está planteada dentro de un proceso aún pendiente, pidiendo un nuevo examen de lo resuelto en
la resolución recurrida para que sea anulada o modificada en beneficio de quien recurrió. Cabe dis-
tinguir, que en éste último caso, tratándose de los medios de impugnación en sentido estricto o
propiamente recursos, los elementos de la pretensión (partes, hechos y petición), no han sufrido
ningún cambio.
En general, se atribuye a todos los procedimientos de impugnación, el carácter de medios idóneos
para alcanzar el fin supremo de lograr la justicia que todo proceso pretende conseguir.

1.2. ALGUNAS DEFINICIONES DE RECURSO


Ya ingresando al tema específico de los recursos, COUTURE dice: "...genéricamente hablando (los
recursos) son medios de impugnación de los actos procesales...", por lo que: "...realizado el ac-
to, la parte agraviada por él tiene, dentro de los límites que la ley le confiere (antes que haya pre-
cluido su derecho), poderes de impugnación destinados a promover la revisión del acto y su even-
tual modificación o anulación".
Mientras, DE LA PLAZA' opina que: "...no cabe decir que la impugnación es un remedio contra la
sentencia injusta, sino un medio de fiscalizar la justicia de lo resuelto; tesis que permite, sin atacar
en su fundamento el principio de que el proceso, y por tanto la sentencia que le pone término, son
instrumentos productores de certeza, aumentar las garantías de justicia de lo resuelto, no sólo en
consideración al privativo interés de las partes, sino, lo que es más importante, en contemplación
de un supremo interés social...".
Para Lino Enrique PALACIO', el recurso es: "...un acto procesal en cuya virtud la parte que se con-
sidera agraviada por una resolución judicial pide su reforma o anulación, total o parcial, sea al mis-
mo juez o tribunal que la dictó o ante un juez o tribunal jerárquicamente superior...".
Por su parte, Rosa PASCUAL SERRATS 5 puntualiza que los recursos en general, sin que los pena-
les sean una excepción, son: "instrumentos jurídicos de naturaleza procesal otorgados a las par-
tes para impugnar las resoluciones judiciales que, consideradas erróneas, no hubieran adquirido
firmeza".
Nuevamente Eduardo COUTURE afirma que: "...quiere decir literalmente regreso al punto de par-
tida; es un recorrer de nuevo el camino ya hecho. Jurídicamente la palabra denota tanto el recorri-
do que se hace nuevamente mediante otra instancia, como el medio de impugnación por virtud del
cual se recorre el proceso...".

Finalmente, la más cercana a nuestra materia la formula el colombiano Hernando DEVIS ECHAN-
DÍA) que entiende al recurso como: "... la petición formulada por una de las partes, principales o
secundarias, para que el mismo juez que profirió una providencia o su superior la revise, con el fin

3 Citado por ARRIETA GALLEGOS, Francisco en "Impugnación de las Resoluciones Judiciales". Imprenta "La Idea"; San Salva-
dor El Salvador.
4 Citado por Víctor DE SANTO, en "Tratado de los Recursos". Editorial "Universidad", Buenos Aires; 1987.
5 PASCUAL SERRATS, Rosa. "La impugnación en el Derecho Boliviano". Editorial "El País", Colección Jurídica N' 14. Santa
Cruz; 2004.
6 COUTURE, Eduardo. "Fundamentos del Derecho Procesal Civil" 3' edición, Ediciones "Depalma", Buenos Aires 1964.
7 DEVIS ECHANDIA, Hernando. "Compendio de Derecho Procesal Civil", Parte General. Editorial "Temis", Bogotá, 1963.

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Arturo Yáñez Cortés

de corregir los errores de juicio (injudicando) o de su procedimiento (in procedendo) que en ella se
hayan producido".
La palabra recurso proviene del latín "recursus", es decir: "la vuelta o retorno de una cosa al lu-
gar de donde salió".
1.3. BREVE NOTICIA HISTORICA SOBRE LOS RECURSOS
Al respecto, Rosario FERNANDEZ VINDAS 8 explica, que cuando el gobernante administraba también
personalmente la justicia, los recursos parecían innecesarios y que durante la época medieval, el
juicio de la divinidad era considerado infalible. Empero, posteriormente surgen los recursos como
medios de revisión de la sentencia que, ya no era considerada infalible. Cita a FLORIAN que sostie-
ne que los recursos aparecen en el derecho romano, cuando se sostuvo: "nadie ignora cuán fre-
cuente y necesario es el uso de la apelación, toda vez que corrige la iniquidad o la inexperiencia
de los que juzgan".
En ésta época, aparece la apelación bajo la forma de provocatio ad populum y luego, en los siglos
XII a XIV, las impugnaciones se multiplican apareciendo la restitutio in integrum, la querella nulitatis
bajo sus formas de querella nulitatis insanabilis (cuando el vicio es imposible de corregir) y la que-
rella nulitatis sanabilis (cuando puede ser corregido). Incluso, algunos autores señalan como ésta
última, los orígenes del recurso de casación.
Los medios para reparar los agravios de la sentencia en el derecho indiano, eran la apelación y la
restitutio in integrum. La apelación procedía contra toda sentencia definitiva que causará daño irre-
parable con excepción de la dictada por el rey y existía una disposición en sentido de impedir la
apelación de los delincuentes notorios. La restitutio in integrum se concedía a favor del menor de
edad, el fisco y la iglesia, siempre que probaran haber sido lesionados en sus derechos por la sen-
tencia.
1.4. DIFERENTES DENOMINACIONES QUE RECIBE EL INSTITUTO
Siguiendo a la autora costarricense citada, el término recurso es el que predomina en la mayoría
de las legislaciones modernas. En el derecho italiano se habla de impugnación, reservando el tér-
mino recurso sólo para el recurso de casación. En el derecho alemán, se usa la denominación re-
medio para referirse a las impugnaciones dirigidas contra las resoluciones judiciales y entre ellos,
están los recursos. En el derecho francés, se equiparan las impugnaciones con los recursos. En la
legislación española, prevalece también la denominación recurso.
Modernamente, se hace hincapié en distinguir las impugnaciones de los recursos, considerando
como se sostuvo al inicio, que el término impugnación comprende a los recursos que, en conse-
cuencia, son una de las clases de los diversos medios de impugnación. En ese sentido, la doctri-
na precisa que la impugnación es el término genérico y amplio, mientras que los recursos son un
término más restringido, ya que los medios de impugnación no comprenden solamente a los recur-
sos, sino también a otro tipo de actuaciones como los incidentes y otros, entre los cuales, cabe
incluir a los medios de impugnación contra las decisiones fiscales; por lo que al tratarse el presen-
te de un estudio de los medios de impugnación en general, también incluiré a éstos últimos me-
dios impugnatorios.
1.5. ACERCA DEL FUNDAMENTO DE LOS RECURSOS
El fundamento que justifica esta institución jurídica radica por una parte en la posibilidad que la ac-
tividad decisoria a cargo del órgano jurisdiccional por tratarse de una actividad de índole humana
pueda realizarse de manera ilegal, injusta o errónea, lo que justifica que la ley procesal faculte a
las partes procurar la corrección o eliminación del defecto o injusticia, mediante un nuevo análisis
o examen de la cuestión resuelta. Se trata de impedir que las decisiones de los órganos jurisdic-
8 "Teoría General de la Impugnación: los recursos en materia penal", en "Defensa Pública: Teoría General de la Impugnación
en Materia Penal. Ministerio de Justicia —MSD/USAID. Octubre de 1995, páginas 23 y siguientes.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

cionales o fiscales puedan ser erróneas, ya sea por haber procedido ilegalmente; por no haber lo-
grado una verdadera declaración de los hechos o por no haber subsumido justamente y bajo pre-
ceptos legales aplicables a la situación de hecho asumida.
Sin embargo, el fundamento de la infalibilidad humana o fundamento objetivo no es suficiente por
sí sólo para el establecimiento de un sistema de recursos, sino, es necesario otro elemento deno-
minado subjetivo, que consiste en que el sujeto agraviado por la resolución emitida esté en desa-
cuerdo total o parcial con lo resuelto, es decir, deberá tener interés directo o indirecto en el resul-
tado del litigio.
Ese interés para impugnar, es descrito por Alfonso Eduardo CHÁVEZ RAMÍREZ', como aquella ven-
taja, jurídicamente reconocida, que se concreta en la eliminación de una resolución objetivamente
perjudicial o en la substitución de ésta por una resolución menos dañosa, según el sistema jurídi-
co y no según la opinión subjetiva del impugnante.
Ahora bien, ¿cuándo se puede entender la existencia de gravamen, perjuicio, agravio o interés?
Cuando entre la resolución que se impugna y el resultado, exista una diferencia en perjuicio y no
en beneficio entre lo pedido por el recurrente y lo concedido en la resolución.
Por ello es que acertadamente se dice, que el derecho a recurrir se encuentra limitado por el agra-
vio. En ese sentido, Alberto BINDER opina que la sola posibilidad de que el agravio exista será su-
ficiente para permitir que el sujeto potencialmente agraviado pueda plantear su recurso.
El desacuerdo será total cuando se presenta el vencimiento del sujeto, por ejemplo cuando ha pe-
dido la condena y el acusado resulta absuelto, pero, esa idea resulta matizada por otras posibili-
dades que pueden surgir y que también causan agravio a la parte: cuando la sentencia concede
menos de lo solicitado lo que podría ocurrir al haberse condenado por unos delitos y absuelto por
otros o incluso cuando se refiere a cuestiones accesorias, como las costas, la concesión o recha-
zo de algún beneficio o el cuantum de la pena.
Por otra parte, la doctrina identifica también como otro fundamento de los recursos, la necesidad
de dotar seguridad jurídica a través de la firmeza de las resoluciones, de forma tal que éstas no
puedan ser permanentemente recurridas debiendo, en un momento determinado, alcanzar autori-
dad de cosa juzgada.
Este propósito mantiene relación directa con la idea del Estado de Derecho, entre cuyos principa-
les atributos se encuentra la posibilidad de poder recurrir cualesquier género de resolución y así
lograr seguridad jurídica.
Otros autores, se refieren también corno otro fundamento a la pluralidad de instancias de forma tal
que el fallo pueda ser revisado por un órgano diferente del que dictó la resolución impugnada, to-
da vez que dos jueces distintos alcanzarán mayor profundidad que uno solo en la substanciación y
resolución de cualquier litigio.
Adviértase que hasta este momento, hemos concentrado nuestro análisis o al menos toda la doc-
trina estudiada parece referirse exclusivamente o partir del supuesto que, las impugnaciones pro-
cederían sólo contra las resoluciones de naturaleza judicial, dejando de lado, otras impugnaciones
que producto de la reforma procesal y especialmente de la tajante reasignación de roles procesa-
les, han sido introducidas en nuestra economía jurídica; en concreto, me refiero a las impugnacio-
nes contra decisiones fiscales, las que por su especialísima naturaleza, serán analizadas en capí-
tulo especial.
En el tratamiento legislativo de la temática, se intenta resolver un problema de política procesal por
el cual el legislador trata de lograr equilibrio entre dos bienes principales, por un lado la seguridad

9 Citado por Jorge Luis ARCE VIQUEZ, en "Los Recursos". "Reflexiones Sobre el Nuevo Proceso Penal". Asociación de Cien-
cias Penales de Costa Rica, San José.

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jurídica que busca agotar todos los medios disponibles para lograr que las sentencias se hallen
más cerca del valor de la justicia y, por otro, la economía y celeridad procesal que tiende a la pron-
ta resolución de los conflictos, por lo que DI IORIO recomienda: "...procurar alcanzar el punto de
equilibrio en el cual la seguridad jurídica que se obtiene con los recursos no conspire contra una
razonable celeridad en el proceso..."10.
A través de los recursos o medios de impugnación en general, se cumple una idea básica en la es-
tructuración del proceso y del sistema penal como es el principio de control, que a decir de Alber-
to BINDER", encuentra fundamento en los siguientes pilares:
El control que hace la sociedad de cómo sus jueces administran justicia, por lo que está liga-
do especialmente a la idea de la publicidad del proceso.
El sistema de administración de justicia penal debe desarrollar mecanismos de autocontrol, es
decir, se relaciona con el monitoreo de la gestión judicial y el control social o popular;
En que los sujetos procesales tienen interés en que la decisión judicial sea controlada; y
Al Estado le interesa controlar la manera en que sus jueces aplican el derecho.
Según el mismo autor, tratándose de los recursos en concreto, se materializa el interés de control
de los sujetos procesales y el interés social o estatal por uniformar la aplicación del derecho, por
lo que los medios de impugnación son analizados desde las siguientes perspectivas fundamenta-
les:
Como derecho de impugnación ligado al valor de la seguridad jurídica y como medio para evi-
tar los errores judiciales en el caso concreto, y
Desde la necesidad social de que las decisiones judiciales sean correctas y de que el derecho
sea aplicado de un modo uniforme y equitativo.
También, Víctor DE SANTO' distingue los siguientes fines de los recursos: a) los individuales en
sentido de lograr una mejor justicia en el caso individual; b) los fines sociales, por cuanto al Esta-
do le interesa que se alcance el grado más alto de justicia, pues, cuanto mejor resulte la compo-
sición de los intereses individuales más se asegurará la paz social y también contribuirá al mante-
nimiento del orden jurídico, es decir, la defensa de la correcta aplicación de las normas que regla-
mentan la vida de la comunidad; y c) que trasciende los meros intereses individuales para conver-
tirse en una defensa del interés público, que valora positivamente la paz social y la inalterabili-
dad de la Constitución y de las leyes vigentes.
1.6. CARACTERES DE LOS RECURSOS EN GENERAL

Siguiendo al autor DE SANTO' adecuando a la realidad boliviana, puedo señalar a los siguientes
caracteres de los recursos en general:
Requiere necesariamente de una resolución previa, que se pronuncie en sentido gravoso en cri-
terio del interesado y así habilite al perjudicado para interponer el medio de impugnación;
Debe plasmarse en una declaración expresa de voluntad por parte del perjudicado, pidiendo ex-
presamente la modificación o revocatoria del sentido de la resolución confutada. Esta caracte-
rística es denominada por un sector de la doctrina, como principio dispositivo.
Debe tratarse de una resolución que no se encuentre ejecutoriada, la única excepción en ese
sentido es el mal llamado "recurso" de revisión extraordinaria de sentencia que, en esencia,
10 Citado por Jorge Luis ARCE VIQUEZ en su obra citada.
11 BINDER BARZIZZA, Alberto. "El Proceso Penal". Programa para el mejoramiento de la administración de justicia. ILANUD-
FORCAP. San José - Costa Rica; 1991.
12 Obra citada.
13 Obra citada, Tomo I, páginas 97 y siguientes.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

constituye una nueva demanda de naturaleza extraordinaria, aunque como veremos más ade-
lante, pese a ello, éste instituto es incluido por parte de la doctrina como recursos en las di-
versas clasificaciones al respecto.
Otros autores señalan además que se encuentran sometidos a diversos presupuestos condi-
cionantes de tiempo (lapso dentro del cual se debe presentar el recurso) dependiendo de ca-
da uno en concreto; y, forma (por lo general por escrito); y finalmente, el lugar.
Por su parte, Rosa PASCUAL SERRATS' A, identifica a las siguientes notas caracterizadoras o ras-
gos básicos de los recursos:
Se configuran como un derecho procesal de parte agravada, es decir, de la parte perjudicada
por la resolución que se impugna mediante el recurso.
Están dirigidos frente a determinadas decisiones de los tribunales, nótese entonces que según és-
ta posición, quedarían excluidas las impugnaciones que se hacen a las decisiones fiscales, vía obje-
ción del rechazo o impugnación del sobreseimiento, aspecto al que me referiré más adelante.
Finalmente, señala que su finalidad radica en la corrección de los errores tanto fácticos como
jurídicos, procesales o materiales, cometidos por el órgano jurisdiccional.
1.7. REQUISITOS COMUNES DE LOS RECURSOS EN GENERAL
En la doctrina, el derecho a la impugnación de cualquier resolución no constituye un derecho abso-
luto sino su existencia y su ejercicio, se encuentran supeditados al cumplimiento de los siguientes
dos órdenes de requisitos:
Subjetivos, quién lo interpone debe tener la calidad de parte por haber sido víctima de un per-
juicio por la resolución atacada; es decir, debe existir gravamen en la parte que se traduzca en un
perjuicio concreto resultante del fallo que afecta al recurrente consistente en la existencia de dis-
conformidad entre lo pedido y resuelto. Además debe interponer su recurso ante el órgano com-
petente para resolverlo; y finalmente, debe interponerlo individualmente dentro de un plazo peren-
torio: deducción oportuna.
Objetivos, en sentido de que el vehículo debe ser idóneo, esto es cuando resulta adecuado se-
gún las normas pertinentes al tipo de resolución que mediante él se impugna (por ejemplo, no pue-
do plantear recurso de reposición contra una sentencia) y además debe ser jurídicamente posible:
debe interponerse contra una resolución legalmente impugnable por ese medio procesal; por ejem-
plo, no se puede deducir cualquier recurso contra una resolución ejecutoriada (a excepción del mal
llamado "recurso" de revisión de sentencia).
1.8. EFECTOS DE LA INTERPOSICION DE LOS RECURSOS
Tradicionalmente la doctrina enseñaba dos efectos principales, aunque como luego veremos, ac-
tualmente hace referencia a otros dos efectos adicionales:
El efecto devolutivo que proviene del periodo del procedimiento extraordinario del derecho roma-
no, en el que se consideraba que los magistrados inferiores ejercían su competencia como dele-
gados de los magistrados provistos de jerarquía y éstos, a su vez, por delegación del emperador,
a quien le pertenecía la competencia originaria; en ese sentido se utiliza el brocardo: "appellatio
devolvit processum ad iudicem superiores secundae instantiae (la apelación devuelve el proceso al
juez superior de segunda instancia).
Por tanto, apelada la resolución, se devolvía la competencia al magistrado delegante, quedando en
consecuencia suspendida la competencia del juez inferior y prohibida a éste la posibilidad de inno-
var sobre la materia decidida hasta que se resuelva el recurso, existiendo empero la posibilidad de

14 Obra citada.

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Arturo Yañez Cortés

ejecutar provisoriamente el fallo con ciertas limitaciones y reservas. En consecuencia, por efecto
devolutivo se ha entendido no propiamente una devolución como sugiere su denominación, sino la
remisión o envío del fallo impugnado al superior, para que conozca y resuelva sobre el punto ape-
lado o lo revise sin suspender la ejecución del fallo en cuestión.
La exigencia para que un tribunal distinto y superior sea el encargado de conocer y resolver la ape-
lación es explicada en relación con el atributo de imparcialidad del órgano jurisdiccional, ya que co-
mo es lógico, fuera muy difícil que el mismo juez que dictó el fallo, pueda resolver la apelación man-
teniendo su imparcialidad. Otro sector doctrinal sobrepone a ese argumento, la incompatibilidad de
funciones procesales en razón fundamentalmente a cuestiones competenciales.
El efecto suspensivo, ha sido considerado como una consecuencia del primero. Su característica
principal denominada por la doctrina obstativa, radica en que impide la formación de cosa juzgada
ya que como efecto de su concesión, se desprende al órgano jurisdiccional apelado del conoci-
miento del proceso hasta que el superior resuelva la impugnación, aunque esa limitación debe en-
tenderse limitada a las cuestiones que son materia del recurso o guardan estrecha vinculación con
el mismo.
Modernamente se critica este recurso por cuanto se indica que en la práctica es imposible que el
órgano jurisdiccional -apelado- pierda por tal motivo o siquiera quede en suspenso su poder juris-
diccional, sino lo que ocurre en realidad es que la competencia no puede ser ostentada para un
mismo caso por dos órganos a la vez, de donde se explica que cuando se impugna un determina-
do fallo emitido por un juez ante el órgano superior, éste ejerce su propia competencia, que nadie
le ha devuelto sino que es inmanente a su función, como lo era también para el inferior.
Tratándose de los recursos concedidos en efecto suspensivo, la doctrina plantea algunas interro-
gantes respecto de su aplicación práctica. Por ejemplo, cuando tratándose de varios imputados,
qué ocurriría sí sólo algunos apelan y otros no ¿la sentencia podrá ejecutarse para quienes consin-
tieron su firmeza? Al respecto, nuestra legislación procesal penal no contiene ninguna solución pa-
ra ese problema, por lo que algunos autores como PASCUAL SERRATS entienden que esos pronun-
ciamientos relativos a quienes no recurrieron podrán ejecutarse, sin perjuicio de que puedan apro-
vecharse posteriormente de lo que resulte favorable para ellos en la resolución posterior a ser lue-
go dictada.
Por ello es que modernamente se habla del efecto no suspensivo, en sentido que la impugnación
no suspende la ejecución de la decisión atacada, es decir, la decisión judicial se ejecuta a pesar
de la concesión del recurso, lo que es también conocido en otras legislaciones bajo el denomina-
tivo de ejecución provisional de las resoluciones. Ese efecto ha sido expresamente introducido a
nuestra economía jurídica a través del art. 15 de la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciuda-
dana que modificó el art. 251 del NCPP.'5
Finalmente, otros autores hablan del efecto extensivo. Surge cuando existiendo varios acusados,
la sentencia afectará a cada uno de diferente manera pues, por ejemplo, para unos será gravosa
y para otros no, por lo que en los casos establecidos por ley, un imputado resulta favorecido por
el recurso interpuesto por otro coimputado, por el Ministerio Público u otra parte procesal, siem-
pre que el recurso haya sido interpuesto en su favor.
Doctrinalmente éste efecto es justificado en sentido de evitar una incongruencia jurídica resultante
de considerar que un mismo hecho no constituyó delito para el imputado recurrente y sí para que
el que no lo hizo, lo que además, vulneraría todo sentido de igualdad jurídica o procesal. Por tan-
to, pretende evitar que no se presenten frente a las mismas condiciones o hechos, diferentes si-
tuaciones o soluciones para los sometidos a aquellas.

15 "Art. 251. (Apelación). La resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, será apelable, en efecto
no suspensivo, en el término de setenta y dos horas...".

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Este efecto se halla también claramente comprendido en nuestro sistema procesal penal, en el art.
397 del NCPP (efecto extensivo) que permite que el recurso interpuesto por uno de los varios im-
putados, favorezca a los demás, salvo se trate de motivos exclusivamente personales.
Si bien de la redacción de la norma, parecería que nuestra legislación sólo contempla este efecto
cuando el recurso haya sido interpuesto por uno de los imputados, sostengo que como el Ministe-
rio Público está sometido por efecto de su propia Ley Orgánica al principio de objetividad' no que-
daría descartada en mi criterio la posibilidad inversa, cuando - en casos excepcionales- el Fiscal ha-
ya recurrido en favor del imputado una determinada resolución. Recuérdese que por los orígenes
europeos del Ministerio Público boliviano, el Fiscal no es un acusador nato sino también cumple fun-
ciones de defensa del Estado y la sociedad.
Finalmente, habrá también hacer referencia a otra clasificación sobre los efectos de los recursos,
que distingue entre medios de impugnación rescindentes que acarrean la remoción de la sentencia
como nula y medios de provocatorios o apelatorios que implican la modificación de la sentencia
impugnada, por ser errónea."
1.9. CLASIFICACION DE LOS RECURSOS EN GENERAL
Siguiendo al autor salvadoreño indicado', los recursos pueden ser clasificados según su naturale-
za y según el tribunal que los resuelve. A continuación desarrollo ambas clasificaciones adecuadas
a la realidad boliviana y a nuestra materia de interés.
Según su naturaleza:
ORDINARIOS: destinados a buscar una resolución justa o más justa; pretendiendo la revisión
sea integral o parcial de lo decidido por considerar la existencia de un agravio o perjuicio. Son
la revocatoria o reposición, la apelación incidental y la apelación restringida.
EXTRAORDINARIOS: que pretende se ajuste a las conclusiones fácticas las correctas definicio-
nes jurídicas, es decir, el recurso de casación (algunos autores incluyen también la revisión de
sentencia ejecutoriada). Tienen por característica principal que exigen motivos taxativos para
su interposición.
RECURSOS SUI GENERIS, ESPECIALES O EXCEPCIONALES: impropiamente denominados re-
cursos, por no revestir de todas o parte de sus características, tales como la revisión de sen-
tencia ejecutoriada y también los que sirven para garantizar la imparcialidad de los órganos ju-
risdiccionales como la excusa y la recusación.
En mi criterio, al no compartir todas las características de los otros tipos de recursos, en és-
te rubro, ingresarían también las denominadas impugnaciones contra resoluciones fiscales; es
decir, la objeción, la impugnación y otras impugnaciones que las llamaré innominadas que, no
comparten la característica común de las restantes, consistente en el ataque o discusión de
una decisión judicial, sino atacan resoluciones adoptadas por el órgano requirente, estando a
disposición de las partes.
RECURSOS CONSTITUCIONALES, como el Hábeas Corpus, Amparo Constitucional, Hábeas Da-
ta y otros contenidos en la Constitución Política del Estado y Ley N 5 1836 del Tribunal Consti-
tucional.
Según el juez o tribunal que los resuelve:

16 Art. 5 de la Ley N° 2175: "En el ejercicio de la acción penal pública, el Ministerio Público tomará en cuenta, no sólo las cir-
cunstancias que permitan probar la acusación, sino también las que sirvan para disminuir o eximir de responsabilidad al
imputado".
17 LEONE GIOVANNI, "Tratado de Derecho Procesal Penal", Tomo III, Ediciones E.J.E.A., Buenos Aires. 1963.
18 ARRIETA GALLEGOS, Francisco; obra citada.

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Arturo Yañez Cortés

Recursos resueltos por el mismo órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada: la
revocatoria y el de explicación y enmienda;
Recursos que son resueltos por un órgano diferente del que dictó la resolución impugnada: ta-
les como las apelaciones incidental y restringida; la casación y otros.
Según PASCUAL SERRATS' 9 existen tres criterios principales a ser tenidos en cuenta para la clasi-
ficación de los recursos, a saber:
Según la decisión objeto de ataque, se distinguen entre recursos PROCESALES dirigidos fren-
te a resoluciones judiciales que no se pronuncian sobre el fondo del asunto tratándose de
adecuar la decisión a las normas reguladoras del proceso; y MATERIALES, dirigidos frente
a resoluciones judiciales en las que se decide sobre el objeto del proceso o el fondo del liti-
gio.
Por el órgano que conoce de la pretensión impugnatoria, diferencia entre RECURSOS DEVOLU-
TIVOS Y NO DEVOLUTIVOS, según atribuya la competencia funcional a juzgador distinto y en
principio superior al que dictó la resolución recurrida o al mismo que la resolvió.
Por el alcance o ámbito de la impugnación, atiende a las posibilidades de impugnación otorga-
das a favor de los recurrentes, pudiéndose diferenciar entre recursos ORDINARIOS y EXTRAOR-
DINARIOS.
Otros autores consultados, añaden también la siguiente:
Según el momento de su planteamiento, distinguiendo entre: a) recursos principales y b) re-
cursos por adhesión, haciendo notar que en realidad, se trata de un solo recurso, en el que
simplemente existe una diferencia temporal respecto al momento en que fue planteado, toda
vez que el de adhesión aprovecha el planteamiento del mismo recurso realizado por la otra
parte.
1.10. EL TRATAMIENTO DE LOS RECURSOS EN LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
Sin perjuicio de las precisiones que al respecto se harán más adelante con relación a los instru-
mentos internacionales, en éste acápite quiero comenzar mencionando que la legislación de la co-
munidad internacional ha otorgado un lugar preminente a los recursos y, en concreto, al derecho
de recurrir en general contra toda resolución vulneradora de derechos, haciendo además una pre-
cisión clave: no basta que el recurso se halle formalmente previsto por la legislación o que sea for-
malmente admisible, sino es necesario, que sea un medio adecuado y eficaz para restablecer el
derecho vulnerado.
Por ello es que se ha acordado una serie de disposiciones que a continuación describo. Se trata
de los siguientes instrumentos internacionales:
La Declaración Universal de Derechos Humanos. Su art. 8 establece que: "toda persona
tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare
contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o la ley".
La Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre. El art. 25, refiere que:
"Toda persona puede recurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos. Asimismo, debe
disponer de un procedimiento rápido y breve por el cual la justicia lo ampare contra actos de
la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de los derechos fundamentales consagrados
constitucionalmente".
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, contiene las siguientes disposicio-
nes al respecto: "Art. 2.- 3. Cada uno de los Estados partes en el presente Pacto se compro-

19 Obra citada, páginas 31 y siguientes.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

mete a garantizar que: a. Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el pre-
sente Pacto hayan sido violados podrá interponer un recurso efectivo, aún cuando tal violación
hubieran sido cometidas por personas que actuaban en ejercicio de funciones oficiales; b. La
autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquier otra autoridad compe-
tente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona
que interponga tal recurso y desarrollará las posibilidades del recurso judicial; c. Las autorida-
des competentes cumplirán toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso".
Posteriormente su art. 9, señala: (...) 4.- Toda persona que sea privada de libertad en virtud
de detención o prisión tendrá derecho a recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a la
brevedad posible sobre la legalidad de su prisión y ordene su libertad si la prisión fuere ile-
gal...".
Finalmente, su art. 14, apartado 5) señala: "...toda persona declarada culpable de un delito
tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos
a un tribunal superior, conforme a lo prescrito por leV'.
La Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Ri-
ca, contiene, con carácter general, las siguientes normas al respecto en su apartado referido
a Garantías Judiciales (art. 8.2): "...Durante el proceso, toda persona, tiene derecho, en ple-
na igualdad, a las siguientes garantías mínimas: h) derecho de recurrir del fallo ante juez o tri-
bunal superior...". Además, se puede citar también a su art. 25 (protección judicial) en senti-
do que: "...toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recur-
so efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen
sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención,
aún cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones
oficiales".
En Europa, el Convenio para la Protección de los Derechos y de las Libertades Funda-
mentales, suscrito en Roma el 4 de noviembre de 1950, en su art. 5.4 (derecho a la libertad
y a la seguridad) establece: "Toda persona privada de su libertad mediante detención preven-
tiva o internamiento tendrá derecho a presentar un recurso ante un órgano judicial, a fin de
que se pronuncie en breve plazo sobre la legalidad de su privación de libertad y ordene su
puesta en libertad si fuera ilegal".
Luego, su art. 13, consigna el Derecho a un recurso efectivo, prescribiendo que: "Toda per-
sona cuyos derechos y libertades reconocidos en el presente Convenio hayan sido violados
tiene derecho a la concesión de un recurso efectivo ante una instancia nacional, incluso cuan-
do la violación haya sido cometida por personas que actúen en el ejercicio de sus funciones
oficiales".
Más adelante, en Estrasburgo, el 22 de noviembre de 1984, se añade el Protocolo N 2 7 al
Convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades
Fundamentales, cuyo art. 2 (Derecho a un doble grado de jurisdicción en materia penal), di-
ce: "1. Toda persona declarada culpable de una infracción penal por un tribunal tendrá dere-
cho a que la declaración de culpabilidad o la condena sea examinada por un tribunal superior.
El ejercicio de este derecho, incluidos los motivos por los cuales pueda ser ejercitado, se re-
gularán por ley. 2. Este derecho podrá ser objeto de excepciones en caso de infracciones de
menor gravedad según las define la ley, o cuando el interesado haya sido juzgado en primera
instancia por el más alto tribunal haya sido declarado culpable y condenado al resolverse un
recurso contra su absolución".
Por su parte, con referencia a lo que debe entenderse como recurso adecuado, la Jurisprudencia
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, señaló que: "...significa que la función de esos
recursos, dentro del derecho interno, sea idónea para proteger la situación jurídica infringida (...).
Por ejemplo, un procedimiento de orden civil (...) como la presunción de muerte por desapareci-

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miento, cuya función es la de que los herederos puedan disponer de los bienes del presunto muer-
to o su cónyuge pueda volver a casarse, no es adecuado para hallar la persona ni para lograr su
liberación si está detenida..."."
Sobre el mismo tema, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido que: "....es-
te recurso establecido a favor del inculpado, le permite proteger sus derechos mediante una nue-
va oportunidad para ejercer su defensa...", agregando que: "...esta revisión en sí tiene como obje-
to el control del fallo como resultado racional de un juicio justo, conforme a la ley y a los precep-
tos de garantía y de la aplicación correcta de la ley penal...".21
Sobre la eficacia del recurso, siempre con carácter general, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, dice: "....un recurso debe ser, además eficaz, es decir, capaz de producir el resultado
para que el ha sido concebido. El de exhibición personal puede volverse ineficaz si se le subordi-
na a exigencias procesales que lo hagan inaplicable, si, de hecho, carece de virtualidad para obli-
gar a las autoridades, resulta peligroso para los interesados intentarlo o no se aplica imparcialmen-
te..."."

El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sostiene que toda persona condenada tie-
ne derecho a disponer, en un plazo razonable y por escrito, de los fallos condenatorios dictados,
debidamente motivados, a efectos de la posible apelación, pues en caso contrario no se les con-
cedería la debida revisión de la sentencia que los condena, ni acceso oportuno a las razones del
fallo, impidiéndoles ejercer eficazmente su derecho de apelar."
Finalmente, el mencionado Comité ha indicado que todo Estado tiene la obligación de reexaminar
en profundidad el fallo condenatorio y la pena impuesta, por lo que desestimar una apelación sin
motivación y sin fallo escrito constituye una violación de este derecho."
1.11. EL DERECHO AL RECURSO COMO COMPONENTE DEL DEBIDO PROCESO O DERE-
CHO FUNDAMENTAL
Tradicionalmente existen en la doctrina dos corrientes contrapuestas respecto del tratamiento del
debido proceso:
La limitada o restringida a determinados elementos derivados esencialmente del juicio pre-
vio y del derecho de defensa, la que en alguna medida ha sido hasta el momento asumida en
nuestro país que, simplemente ha limitado su tratamiento al art. 16 constitucional; y
La concepción amplia, muchísimo más afín en mi concepto con la naturaleza social y de de-
recho de nuestro estado, si bien parte de una concepción relativamente simple del instituto al
entenderlo como el camino a seguir para lograr una sentencia o un proceso justo, deviene en
un complejo y riquísimo tratamiento de éste capital instituto del derecho moderno, identifican-
do en un sistema de números abiertos, una serie de elementos informadores del mismo.
Entre ellos, resalta el derecho a recurrir de una resolución como elemento integrante del debido
proceso, toda vez que en el marco del derecho procesal penal de corte garantista, resulta imposi-
ble concebir siquiera la existencia de una resolución judicial o fiscal, que no pueda ser impugnada
o controlada ante un órgano diferente del funcionario que la emitió. Se trata pues en definitiva, de
plasmar en la práctica un concepto básico del propio Estado de Derecho, contrario a la idea de la
arbitrariedad y el poder ilimitado, por el cual, absolutamente todos estamos sujetos en nuestras
actuaciones al imperio de la ley, de forma tal que ninguna resolución, pueda ser inexpugnable o
inimpugnable.

20 Caso Velásquez Rodríguez. Sentencia del 29 de julio de 1988.


21 Caso Maxwell c/ Reino Unido. Sentencia de 28 de octubre de 1994
22 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Serie C N' 4, párrafo 66.
23 En Comunicación N 2 445/1991, Lynden Champagnie, Delroy Palmer y Oswald Chisholm c/ Jamaica.
24 Comunicación N2 355/1989, George Wilson Reid c/ Jamaica.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Un sector importante de la doctrina, sostiene que el derecho a los recursos se encuentra inmerso
dentro del amplio derecho de la tutela judicial, constituyendo, para unos" una de las garantías mí-
nimas consagradas a partir del Pacto de San José de Costa Rica (art. 8, apartado 2 inciso h), así
como en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
En ese orden, por ejemplo, Susana ALBANESE" recuerda que el art. 8 del Pacto de San José de
Costa Rica reconoce el debido proceso legal que abarca las condiciones que deben cumplirse pa-
ra asegurar la adecuada defensa de aquellos cuyos derechos u obligaciones están bajo considera-
ción legal; entre esas condiciones, distingue la garantía de la doble instancia penal, es decir, "...el
derecho a que un tribunal superior examine o reexamine la legalidad de toda sentencia jurisdiccio-
nal que resulte en un gravamen irreparable a una persona, o cuando ese gravamen afecte los de-
rechos o libertades fundamentales, como es la libertad personal...".
En similar sentido," el derecho de apelar constituye uno de los postulados capitales del debido pro-
ceso, traducido como fundamento del principio de las dos instancias, cuya finalidad radica según
la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia colombiana, en "controlar por juez de superior
categoría lo resuelto por el inferior, con miras a mantener la legalidad, veracidad y justicia de las
decisiones adoptadas por éste"", toda vez que de lo contrario, se entiende que la inviolabilidad de
la defensa sufriría grave deterioro si la persona afectada por un fallo condenatorio no tuviera la po-
sibilidad de ejercer su derecho a recurrir, con el fin de obtener el control judicial de la decisión des-
favorable por una autoridad de mayor rango.
Asimismo, la Comisión Andina de Juristas" incluye entre uno de los componentes del debido pro-
ceso a la denominada "instancia plural" que implica la posibilidad de cuestionar una resolución den-
tro de la misma estructura jurisdiccional que la emitió. Obedece a que toda resolución es fruto del
acto humano, y que por tanto, puede contener errores, ya sea en la determinación de los hechos
o en la aplicación del derecho, los cuales deben ser subsanados.
Además, ese organismo precisa que la revisión judicial permite un control de los tribunales supe-
riores sobre los de inferior jerarquía, estimulando la elaboración de resoluciones suficientemente
fundamentadas, a fin de que no sean susceptibles de ser criticadas o revocadas y además, que
para la vigencia de esa garantía, no basta con el reconocimiento formal del derecho de apelación,
sino que implica la eliminación de todos aquellos obstáculos que impidan ejercerlo, tales como la
exigencia de demasiados requisitos formales o plazos muy breves para su interposición o la demo-
ra en su resolución. Finalmente, ese trabajo hace hincapié que durante todas las etapas subsiguien-
tes de apelación o revisión ante los tribunales superiores, deben respetarse también las garantías
del debido proceso.
Como se advertirá, la doctrina es prácticamente uniforme al precisar como las anteriores formula-
ciones contenidas esencialmente en esos instrumentos internacionales citados y algunos otros, co-
mo el Convenio Europeo de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, que sí bien
como regla general, todas las resoluciones son recurribles, la ley puede establecer excepciones a
la misma —sin que ello implique vulnerar los instrumentos citados-, por lo que el derecho de recu-
rrir el fallo ha sido paulatinamente configurándose en definitiva, como el derecho a recurrir se-
gún las formas establecidas por ley.
Existe también uniformidad en precisar, como resultado de los instrumentos citados y principalmen-
te de la concepción del principio como parte integrante del derecho a tutela judicial efectiva, que
el recurso no puede ser rechazado por adolecer defectos de forma subsanables.
En ese sentido, la doctrina y la jurisprudencia española, desarrollando los derechos fundamentales
contenidos en el art. 24.1 de su Constitución, ha señalado que:"...son incompatibles con el dere-
25 EDWARDS, Carlos Enrique "Garantías Constitucionales En Materia Penal". Editorial "Astrea"; Buenos Aires, 1996.
26 ALBANESE, Susana. "Garantías Judiciales". EDIAR S.A., Buenos Aires, 2000; páginas 126 y siguientes.
27 MADRID — MALO GARIZABAL, Mario "Derechos Fundamentales". 3R Editores, Santa Fé de Bogotá, 1997.
28 Obra citada, página 166.
29 "Protección de los Derechos Humanos. Definiciones Operativas". Lima, 1997; páginas 155 y siguientes.

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Arturo Yañez Cortés

cho a la tutela judicial efectiva, reconocido en el art. 24.1 de la CPE, todas aquellas decisiones ju-
diciales que inadmiten un recurso por omisión de un requisito formal subsanable, sin antes dar
oportunidad a que sea subsanado o que, concedida esta oportunidad, la parte haya subsanado..."
(Sentencia del Tribunal Constitucional Español N' 93/1991 de 6 de mayo) e incluso, el Tribunal Su-
premo español, según Sentencia de 4 de julio de 1991, ha precisado que: "...el derecho funda-
mental a la tutela judicial efectiva, conforme ha declarado esta Sala y el Tribunal Constitucional,
obliga a huir de aquellas interpretaciones meramente formalistas, y restrictivas, de la norma que
impidan el acceso a los recursos...".
Esa doctrina ha comenzado también a ser asumida en nuestro país, a través del denominado prin-
cipio pro actíone mediante la Sentencia Constitucional N°. 1044/2003-R de 22 de julio (senten-
cia fundadora de la línea jurisprudencial) y otras subsiguientes como la 1075/2003-R de 24 de ju-
lio; así como los Autos Supremos 599/03 de 27 de noviembre; 71/04 de 9 de febrero; 93/04 de
17 de febrero y otros posteriores. En ese sentido, la ratio decidendi de la sentencia fundadora y
las posteriores ha sostenido que:
"....Como punto de partida, conviene precisar que del contenido del art. 16. IV CPE, en conexión
con los arts. 14 y 116. VI y X constitucionales, se extrae la garantía del debido proceso, entendida, en
el contexto de las normas constitucionales aludidas, como el derecho que tiene todo encausado a ser
oído y juzgado con las debidas garantías, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
instituido con anterioridad al hecho y dentro de los márgenes de tiempo establecidos por ley. A su vez,
del texto de los referidos preceptos constitucionales, en conexión con el art. art. 6.1 constitucional, se
extrae la garantía de la tutela jurisdiccional eficaz, entendida en el sentido más amplio, dentro del
contexto constitucional referido, corno el derecho que tiene toda persona de acudir ante un juez o tri-
bunal competente e imparcial, para hacer valer SUS derechos o pretensiones, sin dilaciones indebi-
das. A su vez, de ambas garantías se deriva el principio pro actione, que tiende a garantizar a toda
persona el acceso a los recursos y medios impugnativos, desechando todo rigorismo o formalismo ex-
cesivo, que impida obtener un pronunciamiento judicial sobre las pretensiones o agravios invocados.
Nótese además que mediante las resoluciones citadas y otras posteriores como las Sentencias
Constitucionales N's. 888/04-R de 8 de junio y 42/04 de 22 de abril, la jurisprudencia constitucio-
nal ha precisado que el principio proactione, constituye un componente del debido proceso.
1.12. LOS RECURSOS EN LA LEGISLACION BOLIVIANA
1.12.1. BREVE NOTICIA HISTORICA
El Código de Procederes Santa Cruz de 1833 en su libro 4' "De la segunda y tercera instancia",
Título 2' "De los recursos ordinarios" (arts. 1265 y sgtes) contempló el recurso de apelación con-
tra las sentencias definitivas y contra las interlocutorias; el recurso de súplica (arts. 1353 y siguien-
tes) concebido como un recurso ordinario, o apelación concedida por ley en casos determinados
a los litigantes que no se conforman con las sentencias de segunda instancia, pronunciadas por
los tribunales establecidos para conocer en ella. Finalmente, el título 32 se refiere a los recursos
extraordinarios, en concreto al de nulidad definido por su art. 1410 como "...el medio extraordina-
rio y último que la ley reserva a favor de los litigantes, para que puedan quejarse cuando han per-
dido sus pleitos, porque los jueces o tribunales, al conocer de ellos, infringieron alguna ley expre-
sa y terminante".
Posteriormente, en el Título 4' del Procedimiento Criminal de 1858 denominado "Del modo de pro-
ceder contra las sentencias", aparece el art. 294" que refiere que las sentencias que en materia

30 Sobre esa disposición, ya en esa época se comentaba que ese artículo abría el recurso de casación "...que es extraordi-
nario y último, pero que no constituye un tercer grado de jurisdicción. La Corte de Casación no examina los hechos que
han sido apreciados por los jueces inferiores, que son jueces de hecho, y cuya apreciación es soberana a este respecto.
El recurso no tiene otro objeto que verificar la sana aplicación de la ley, sean en la instrucción, sea en la sentencia...". En
"Anotaciones teórico prácticas al Procedimiento Criminal" José Temístocles Revollo, Imprenta de "El Heraldo", Cochabam-
ba, noviembre de 1879, página 114.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

criminal, correccional o de policía, no admitan apelación, lo mismo que el procedimiento que las
haya precedido, pueden anularse en los casos y según las distinciones siguientes: (art. 295) cuan-
do habiéndose pronunciado condenación contra un acusado y cuando la sentencia del tribunal de
distrito, hubiese habido violación u omisión de alguna de las formalidades que esa ley prescribía
bajo pena de nulidad. Lo mismo en los casos de incompetencia, como en los que no se hubiese
decidido sobre una o muchas peticiones del acusado o sobre uno o muchos requerimientos del Mi-
nisterio Público que tiendan a usar de una facultad o derecho concedido por ley, aun cuando la pe-
na de nulidad no se hubiese señalado la falta de formalidad. También (art. 296) en caso de decla-
rarse inocente al acusado, la nulidad de la sentencia que se pronunciare o de que la hubiese pre-
cedido, no podía pedirse por el Ministerio Público, sino para la observancia de la ley y sin perjudi-
car a la parte inocente. También cuando (art. 297) la nulidad proceda de haberse pronunciado en
la sentencia una pena diferente de la que la ley designa o contra la sentencia de absolución cuan-
do se pronuncia en el falso supuesto de no existir una ley penal.
El capítulo 2' "De los recursos de nulidad" en su art. 303, lo dirigía contra las providencias prepa-
ratorias y de procedimiento, o contra las que siendo de esta calidad no admitieren apelación, pun-
tualizando que no tendrá lugar sino después de la sentencia definitiva. Finalmente, su capítulo 3'
se refería a las demandas de revisión.
1.12.2. TRATAMIENTO ACTUAL EN LA LEGISLACION BOLIVIANA
De la revisión de la actual legislación boliviana, se advierte que no existe una disposición concreta
que establezca las bases de su existencia. Aunque, algunos autores se inclinan a señalar que por
lo menos de manera implícita éste derecho se encontraría inmerso en el art. 16 de nuestra Cons-
titución Política en sentido que nadie puede ser condenado a penal alguna sin haber sido oído y juz-
gado previamente en proceso penal, ni la sufrirá si no ha sido impuesta por sentencia ejecutoria-
da.
Empero, la base legal expresa proviene en mi criterio de dos normas de la comunidad internacio-
nal que han sido debidamente introducidas a nuestra economía jurídica. Me refiero a:
La Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa
Rica ratificada por la Ley N' 1430 de 11 de febrero de 1993, cuyo artículo 8 (Garantías Judi-
ciales) en su inciso h) consigna: "...el derecho de recurrir el fallo ante un juez supe-
rior...", plasmando así uno de los elementos que en su concepción más amplia, informan el
debido proceso.
Y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, cuyo art. 14, apartado 5), esta-
blece: "...que toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el
fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal
superior, conforme a lo prescrito por ley'. Instrumento internacional ratificado por Ley de
la República de Bolivia N 2 2119 de 11 de septiembre de 2000.
La formulación contenida en la primera disposición de la Convención Interamericana fue entendida
por algún sector de la doctrina como un mandato para diseñar un sistema de revisión integral del
fallo de primera instancia, es decir, de la manera tradicional que los recursos fueron concebidos
en sistemas inquisitivos- escritos en los cuales el tribunal de segunda instancia e incluso el de ca-
sación podía revisar integralmente el resultado del caso, valorizando nuevamente las pruebas pro-
ducidas, en absoluto perjuicio del principio de inmediación principalmente.
Como bien destaca EDWARDS 31 , se trata de una cuestión altamente problemática a partir del juicio
oral en instancia única, en el cual las cuestiones de hecho no son susceptibles de recurso alguno,
existiendo solamente la posibilidad de recurrir las cuestiones de derecho, presentándose en su cri-
terio, dos alternativas: a) que la garantía constitucional a recurrir comprende tanto las cuestiones
de hecho como las de derecho; b) que la garantía se satisface con la existencia de un recurso,
31 Obra citada, páginas 121 y siguientes.

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Arturo Yañez Cortés

aunque se limite a las cuestiones de derecho; concluyendo que esa garantía constitucional, com-
prende tanto las cuestiones de derecho como las de hecho, pero cuando se trata de un juicio oral
en instancia única, la garantía puede ser reglamentada, limitando la procedencia del recurso a las
cuestiones jurídicas.

Al respecto, Alberto BINDER sostiene que no debemos entender que las disposiciones citadas es-
tén inclinándose por algún tipo de recurso en particular o por una doble instancia en los términos
tradicionales que informaron el proceso penal diseñado por el recién abrogado procedimiento pe-
nal, sino conforme ha interpretado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, se refiere al es-
tablecimiento de un mecanismo de control real sobre el fallo o un derecho a los recursos legales
establecidos normativamente; es decir, según ese autor, que: "...el derecho fundamental consiste
en la facultad de desencadenar un mecanismo real y serio de control del fallo, por parte de un fun-
cionario diferente del que lo dictó y dotado del poder para revisar el fallo anterior —es decir, que
su revisión no sea meramente declarativo sino tenga efectos substanciales sobre el fallo...".

En el ámbito universal, es ya ampliamente conocido el Dictamen del Comité de Derechos Humanos


de las Naciones Unidas emitido el 20 de julio de 2000 con motivo del párrafo 4° del art. 5° del
Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, mediante el cual se
afirmó que:"...la inexistencia de la posibilidad de que el fallo condenatorio y la pena del autor fue-
ran revisadas íntegramente, como se desprende de la propia sentencia de casación (...), limitán-
dose dicha revisión a los aspectos formales o legales de la sentencia, no cumple con las garantías
que exige el párrafo 5, artículo 14, del Pacto. Por consiguiente, al autor le fue negado a la revisión
del fallo condenatorio y de la pena, en violación del párrafo 5 del artículo 14 del Pacto". Con ese
fallo, se abrió un amplio debate doctrinal en España respecto de la compatibilidad del recurso de
casación español con los convenios internacionales de derechos humanos
Volviendo al tema de la omisión de una norma expresa por parte de nuestra legislación, es intere-
sante destacar que la Ley N° 2410 de Necesidad de Reforma de la Constitución Política del Esta-
do, había en su momento (agosto de 2002) planteado introducir al art. 16 de la norma constitucio-
nal, la siguiente disposición:
"III. Toda persona tiene derecho, en igualdad de condiciones y en todo proceso judicial o admi-
nistrativo: (...) f) a recurrir la sentencia condenatoria ante el Juez o tribunal superior"
Infelizmente, la Ley N° 2631 de 20 de febrero de 2004, no ha consignado entre las normas refor-
madas, aquella acertada propuesta destinada a otorgarle raigambre constitucional expresa al ins-
tituto en estudio.

Aunque, cabrá también reiterar que una fuerte corriente de la doctrina se inclina por reconocer en-
tre las derivaciones del principio contenido en el art. 16-IV de nuestra Constitución actual —introdu-
cido recién desde la Constitución Política de 1967-, también a los recursos, a partir del razona-
miento que nadie puede ser condenado a pena alguna sin haber sido oído y juzgado previamente
en proceso legal, ni la sufrirá si no ha sido impuesta por sentencia ejecutoriada y por autoridad
competente, de donde deducen que la norma constitucional glosada se estaría también refiriendo
—implícitamente- a la existencia de los recursos.
A ello, habrá que añadir en mi criterio como ya sostuve, las disposiciones de los instrumentos in-
ternacionales citados, que al haber sido expresamente además introducidos en nuestra legislación
interna, corresponde sean aplicadas sin limitación alguna.
1.12.3. LOS RECURSOS EN EL NUEVO CODIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL
Uno de los principales efectos de la reforma procesal penal que resulta clave para comprender ca-
balmente el nuevo sistema de recursos, se encuentra patentizado precisamente en el giro radical
que ha sufrido su tratamiento. Recordemos que durante la vigencia del sistema inquisitivo (Código
Procesal Penal de 23 de agosto de 1972) estuvo caracterizado en concebir el expediente ("quod

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

non est in acta, non est in mundo" lo que no esta escrito no está en el mundo) como el elemento
central del proceso, en reemplazo del juicio, oral, público y contradictorio, generando una gravísi-
ma distorsión que terminó afectando decisivamente al conjunto del proceso penal al ser concebi-
do el instituto como la simple revisión por los superiores del "juicio" que en realidad era el expe-
diente, dando así lugar a la vulneración de los principios esenciales que integran un verdadero pro-
ceso penal, me refiero principalmente a los de contradicción, inmediatez y oralidad y otros no me-
nos importantes como el de la prohibición de la reforma en perjuicio, por ejemplo.
1.12.4. CARACTERISTICAS GENERALES QUE INFORMAN LA ETAPA DE RECURSOS EN
EL NUEVO CODIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL
Constituyen una de las etapas que integra el nuevo proceso penal junto con la etapa preparatoria,
la etapa del juicio y la etapa de ejecución. Se encuentran previstos en el libro Tercero de la Segun-
da Parte (Procedimientos) del nuevo Código de Procedimiento Penal (arts. 394 a 427).
Como ocurre en todas las regulaciones sobre el tema, nuestro Código admite también la vigencia
de los siguientes principios básicos:
El principio de la taxabilidad o impugnabilidad objetiva, por el cual sólo son recurribles las re-
soluciones expresamente establecidas por ley y no todas; es decir, tenemos el sistema que la doc-
trina denomina de "numerus clausus", en contraposición al sistema de "numerus apertus". Así, el
art. 394, aplica claramente el principio señalado, delimitando claramente que: "...las resoluciones
judiciales solamente son recurribles en los casos expresamente establecidos...".
1. Se trata de una reserva legal hecha por el legislador que bajo pena de inadmisibilidad restrin-
ge la posibilidad de impugnar cualquier género de resolución judicial sino en las condiciones
y casos expresamente establecidos, lo que nos lleva a referirnos al control de admisibilidad,
a cargo del órgano jurisdiccional.
Sobre esta problemática, la doctrina es uniforme al señalar que le corresponde al órgano ju-
risdiccional examinar los requisitos o presupuestos de admisibilidad. Es más, nuestro NCPP
en su art. 396 establece incluso que, salvo el recurso de revisión, los recursos serán inter-
puestos ante el tribunal que dictó la resolución impugnada, el que no puede pronunciarse so-
bre su admisibilidad, por lo que en nuestro derecho interno, el examen de los requisitos de
admisibilidad está reservado al órgano jurisdiccional encargado de resolver el recurso.
Estos requisitos, entendidos como normas de orden público cuyo cumplimiento se halla re-
servado a las partes, reconocen doctrinalmente la vigencia de tres tipos de principios regula-
dores, cuyos fundamentos tienen que ver con el debido proceso que impone al órgano juris-
diccional un deber de favorecer los derechos e intereses cuya tutela se reclama ante el mis-
mo, sin denegar esa protección a través de la aplicación escasamente reflexiva o despropor-
cionada de las normas procesales que prevén una resolución de inadmisión.
Estos principios, desarrollados por Rosa PASCUAL SERRATS, 32 son los siguientes:
a) Principio de interpretación más favorable. Con base a este principio, le corresponde al
órgano jurisdiccional interpretar las normas relativas a la admisibilidad de los recursos en el
sentido que sea más favorable a la admisión del recurso, de manera que no toda irregulari-
dad formal puede ser considerada como insalvable para su prosecución, especialmente si el
legislador no lo exige de manera taxativa.
La autora señala tres requisitos necesarios para la aplicación del principio: al) que haya dis-
tintos modos de entender la norma, ya que de lo contrario, lo que se haría es cambiarla o
substituirla; a2) que resulte proporcionado y razonable en atención a la prosecución del pro-
ceso, siempre que el interesado haya actuado de buena fe y no ocasione a la parte contraria
restricción alguna de sus garantías procesales; y, a3) que no puede conducir al desconoci-
32 Obra citada, páginas. 79 y siguientes.

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Arturo Yañez Cortés

miento e ineficacia de los presupuestos procesales legalmente establecidos para la admisión


de los recursos, ni dejar al arbitrio de las partes la forma de su cumplimiento.
Principio de proporcionalidad; por el cual, según la jurisprudencia establecida por el Tribu-
nal Constitucional español, los defectos determinantes deben interpretarse con criterios de
proporcionalidad que tengan en cuenta los efectos de la inobservancia de la regla en relación
con la finalidad de los requisitos y presupuestos procesales, de modo que la mayor severidad
en la exigencia del mismo guarde proporción de medio a fin, eludiéndose interpretaciones ri-
goristas que no correspondan en absoluto con la finalidad de la exigencia legal.
Principio de subsanación, que según el Tribunal Constitucional Español citado por PASCUAL
SERRATS, consiste en que "...el rechazo de un recurso defectuosamente preparado o inter-
puesto no podrá dictarse sin dar antes ocasión a la subsanación, cuando ésta, examinada la
ratio de su exigencia procesal, sea susceptible de reparación sin menoscabo de la regulari-
dad del procedimiento y sin daño a la posición de la parte adversa, y siempre que en definiti-
va no sea de apreciar una posición negligente o contumaz en el recurrente, actitudes que no
pueden presumirse sólo porque el mismo haya incurrido en error'.
Empero, modulando la aplicación de este principio, la misma autora advierte que no todos los
defectos en los que haya incurrido el recurrente pueden ser subsanables; por ejemplo sí ca-
rece de legitimación para plantear el recurso o si la resolución no es impugnable por disposi-
ción de la norma, o sí el recurso ha sido planteado de manera extemporánea o ante un órga-
no que no tiene competencia.
La autora citada, identifica los siguientes presupuestos que deben concurrir para otorgar al
recurrente la posibilidad de subsanar los defectos del recurrente: cl) Diligencia y buena fe
del interesado, lo que conlleva a que el defecto no obedezca a una actitud negligente; c2)
que no suponga perjuicio o merma para otros derechos o intereses igualmente legítimos, es
decir, no lesione otros derechos constitucionales; y, c3) que no dañe la regularidad del pro-
ceso.
Nuestro NCPP reconoce también el principio de taxabilidad o impugnabilidad subjetiva
por el cual se ha establecido también legislativamente que pueden recurrir solamente aque-
llos sujetos a quienes se les ha reconocido expresamente ese derecho. Se trata también de
otra reserva legal que admite los recursos sólo de quienes se encuentran legitimados para
hacerlo. En ese sentido, el mismo art. 394 del NCPP dispone que "...el derecho de recurrir
corresponderá a quien le sea expresamente permitido por ley, incluida la víctima aunque no
se hubiere constituido en querellante... ".
Como derivación de la impugnabilidad subjetiva, el art. 395 regula la adhesión, a favor de
quien tenga derecho a recurrir, el que podrá adherirse fundadamente al recurso concedido a
cualquiera de las partes, dentro del período de emplazamiento, ya que los demás recurren-
tes o adherentes, pueden invocar motivos diferentes al del resistido, debiendo la voluntad del
imputado prevalecer por sobre la voluntad de su defensor.
Sobre la adhesión, la doctrina" exige cuatro requisitos que resultan perfectamente aplicables
a nuestra legislación. Son: a) que la parte que se adhiera debe tener derecho a recurrir; b)
sólo puede producirse dentro del término del emplazamiento; c) la parte que se adhiere —ba-
jo sanción de inadmisibilidad -está obligada a expresar los motivos de su recurso; y d) debe
producirse al recurso concedido a cualquiera de las partes.
El principio denominado doctrinalmente como "tantum devolutum quantum appelatum"
(solo se conoce en apelación de aquello que se apela), por el cual el tribunal que resuelve el
recurso no puede conocer fuera de los puntos recurridos o que entra el en ámbito de la ape-
33 Obra citada, página 87.
34 Jorge Luis Arce Víquez, obra citada.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

lación, todo aquello que en virtud del recurso interpuesto es elevado al tribunal superior. Es-
te principio, se encuentra también previsto en el NCPP mediante su art. 398 que señala "...los
tribunales de alzada circunscribirán sus resoluciones a los aspectos cuestionados de la reso-
lución...".
4. El principio o efecto extensivo o comunicante, previsto en el art. 397 del NCPP expresa-
do cuando en una causa existan coimputados, el recurso interpuesto por uno de ellos, favo-
recerá a los demás, salvo que los motivos en que se basó el recurso fueron exclusivamente
personales.
Finalmente, los arts. 400 y 413 introducen de manera taxativa corno no había ocurrido hasta
el momento, el principio de la prohibición de reforma en perjuicio o reformatio in
peius, por el cual sí sólo una de las partes objetó determinada resolución, la decisión que re-
suelva el recurso no puede perjudicar a la única parte recurrente o que a falta de recurso con-
trario no se puede empeorar la situación del recurrente.
El art. 396 del NCPP, establece las Reglas Generales a las que están sometidos los recursos y
son las siguientes:
Tendrán efecto suspensivo, salvo disposición contraria.
La resolución no puede ser ejecutada durante el término para recurrir, mientras se tramite y resuel-
va el mismo; para evitar los perjuicios irreparables que podría ocasionar la ejecución de la deci-
sión.
Debe sin embargo considerarse que por disposición del art. 15 de la Ley del Sistema Nacional de
Seguridad Ciudadana (Ley N° 2494 de 4 de agosto de 2003) se ha modificado el art. 251 del
NCPP, relativo a las medidas cautelares de carácter personal, establece ahora que "...la resolución
que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, será apelable, en el efecto no sus-
pensivo, en el término de setenta y dos horas...". Es decir, se ha introducido a nuestra economía
jurídica por la vía de la excepción, el efecto no suspensivo, además de los otros ya existentes.
Podrán ser desistidos con costas por la parte que los haya interpuesto, sin perjudicar a los
demás recurrentes o a los que oportunamente se hayan adherido. Para desistir de un recur-
so, el defensor deberá tener mandato expreso del imputado.
En este caso, la doctrina suele diferenciar el desistimiento según la parte que se trate, exigien-
do que en el caso del desistimiento formulado por el imputado, debe ser éste quien personal-
mente lo haga o su defensor —siempre que esté taxativamente autorizado para hacerlo- mien-
tras que tratándose del desistimiento presentado por el Ministerio Público, éste deberá ser ne-
cesariamente fundamentado al tratarse del órgano que ejerce la acción penal pública en repre-
sentación del Estado y la sociedad.
Los recursos se interpondrán, en las condiciones de tiempo y forma que se determina en
este Código, con indicación específica de los aspectos cuestionados de la resolución.
Es decir que para su interposición válida, deben observarse que el plazo respectivo concedido es
improrrogable y perentorio, pudiendo estar determinado por horas o días y ser formulado de ma-
nera oral o escrita.
La fundamentación consiste en explicar de manera concreta, razonable y suficiente, la crítica a los
puntos cuestionados de la resolución, de forma que cuando sea resuelta, se dé respuesta puntual
a ésos puntos específicos.
Salvo el recurso de revisión, los recursos serán interpuestos ante el tribunal que dictó la
resolución impugnada, quien no se pronunciará sobre su admisibilidad.

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Arturo Yañez Cortés

Sí existiera defecto u omisión de forma, el Tribunal de alzada otorgará un plazo de 3 días al recu-
rrente, para que lo amplíe o corrija, bajo apercibimiento de rechazo y en el caso de ser inadmisi-
ble, lo rechazará, sin pronunciarse en el fondo.
Respecto de la aplicación en la práctica de las anteriores características, más adelante abundare-
mos en ese tema conforme analicemos cada recurso en particular.
1.13. UN CASO SUI GENERIS: LAS IMPUGNACIONES CONTRA LAS DECISIONES FISCALES
No se puede omitir considerar en este trabajo dedicado a los medios de impugnación en general,
a las impugnaciones fiscales que, en mi criterio constituyen una clase especial de medios impug-
natorios que, no necesariamente comparten todas las características anteriormente analizadas co-
munes a los recursos de orden judicial, pero, si gran parte de las mismas, lo que justifica desde
todo punto de vista su introducción en el presente estudio.
En efecto, de la confrontación de las características a las que se encuentran sometidos los recur-
sos judiciales en general, mutatis mutandis es fácil concluir poniendo de relieve la escasa norma-
tiva existente sobre las impugnaciones fiscales, que la principal diferencia caracterizadora de ésta
clase especial de recursos, constituye que son deducidos contra resoluciones fiscales y son resuel-
tos en la órbita del Ministerio Público, es decir, sin ninguna intervención del órgano jurisdiccional.
Empero, las impugnaciones fiscales reúnen prácticamente todas las características comunes de
los restantes recursos, tales como: la existencia de una resolución previa -en éste caso fiscal no
jurisdiccional- que no se encuentra ejecutoriada y la presencia del agravio. Además, el recurso es-
tá dirigido a corregir los errores cometidos por la resolución impugnada y al igual que en el caso
de los recursos jurisdiccionales, las impugnaciones contra resoluciones fiscales se encuentran so-
metidas a requisitos de plazo, forma y lugar.
De la misma manera que en el caso general, en las impugnaciones contra resoluciones fiscales,
se puede también reconocer la presencia de requisitos comunes de índole subjetivo tales como la
exigencia para interponerlos de ostentar la calidad de parte -salvo el art. 324 del NCPP cuando no
existe querellante-; la exigencia de hacerlo ante el órgano competente y la referida a la deducción
oportuna, toda vez que se encuentran sometidos a un plazo definido. Mientras, entre los requisitos
de naturaleza objetiva puede reconocerse también claramente la exigencia de tratarse de un me-
dio idóneo para impugnar la resolución fiscal y que sea jurídicamente posible.
Siguiendo siempre con la comparación realizada entre ambos medios impugnativos, se advierte
que si bien la legislación aplicable a las impugnaciones contra resoluciones fiscales no prevé ex-
presamente un efecto determinado; en la práctica, se reconoce claramente el efecto no suspensi-
vo, ya que no existe la mínima posibilidad siquiera para ejecutar la resolución fiscal impugnada,
mientras no haya sido resuelta por el superior jerárquico.
Finalmente, es dable advertir, a diferencia de los recursos contra resoluciones judiciales, que des-
de la Ley de Fianza Juratoria contra la retardación de Justicia Penal (Ley N' 1685 de 2 de febrero
de 1996) nuestra legislación procesal ya no contempla la posibilidad de revisión de resoluciones
judiciales, mientras que en el caso de la impugnación contra el sobreseimiento -art. 324 del NCPP-
se ha introducido expresamente la posibilidad de desarrollar el medio impugnativo incluso de ofi-
cio, cuando no existiera querellante.
1.14. SISTEMAS DE RECURSOS EN LA LEGISLACION COMPARADA
Como se advertirá con mayor precisión en los capítulos siguientes, pese a que nuestro NCPP es
producto del movimiento de reforma procesal penal latinoamericano caracterizado fundamental-
mente por el reemplazo del sistema inquisitivo o mixto por uno de corte acusatorio oral, uno de
los institutos que mayores diferencias presenta en su tratamiento en los diversos CCPPPP, es en
el sistema de recursos.

-53-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

En ese sentido, para hacer la comparación que sigue, se han escogido algunos de los principales
CCPPPP fruto de ese movimiento, empezando obviamente por el Código Procesal Penal Modelo
para Iberoamérica y luego por otros que son también resultado de ese proceso:
CUADRO DESCRIPTIVO 1.1
SISTEMA DE RECURSOS DEL CODIGO PROCESAL PENAL
MODELO PARA IBEROAMERICA
Nombre del Recurso Regulación
o medio impugnativo y otras Características

Reposición (arts. 336 — 337) Contra las resoluciones dictadas si audiencia previa, para que el mismo tribunal que
las dictó examine nuevamente la cuestión y dicte la resolución que corresponda

Contra la sentencia o contra la resolución que ponga fin a la acción, a la pena o a


Casación (arts. 338 — 344) una medida de seguridad y corrección, imposibilite que ellas continúen, impida el
ejercicio de la acción o deniegue la extinción, conmutación o suspensión de la pe-
na.
Sólo podrá ser fundado en que la sentencia se basa en la inobservancia o errónea
aplicación de un precepto legal. Cuando éste constituye un defecto de pronuncia-
miento, el recurso sólo será admisible si el interesado ha reclamado oportunamen-
te su subsanación o hecho protesta de recurrir en casación, salvo los motivos ab-
solutos de casación formal.

Fuente: elaboración propia y CPP Modelo para Latinoamérica.

Como se advierte del cuadro precedente, el Procesal Penal Modelo, sólo contempló dos recursos,
precisando que aquél, según sus bases, adopta el sistema de única instancia para el juzgamiento
de los hechos. Es también interesante poner de relieve que ésta norma modelo, no contempla en-
tre los medios recursivos a la simplemente llamada "Revisión" (arts. 359 a 370) cuyo régimen se
encuentra dentro del libro tercero de IMPUGNACIONES, a continuación de la disposiciones genera-
les, reposición y casación, denotando así claramente la diferencia de genero a especie existente
entre éstos últimos recursos y el primer medio impugnativo.
El Código Procesal Penal de la Provincia de Córdova (Ley N° 8123) sancionada el 5 de diciembre
de 1991 y vigente desde el 16 de enero de 1996, a partir de sus arts. 443 y siguientes, contem-
pla el siguiente sistema de recursos:

CUADRO DESCRIPTIVO 1.2


SISTEMA DE RECURSOS DEL CPP DE LA PROVINCIA DE CORDOVA

Nombre del Recurso Regulación

o medio impugnativo y otras Características

Reposición (arts. 457 — 459) Contra autos que resuelvan sin substanciación un incidente o artículo del proceso, pa-
ra que el mismo juez o tribunal los revoque o modifique por contrario imperio

Apelación (arts. 460 — 467) Procede sólo contra resoluciones de los jueces de instrucción, siempre que sean de-
claradas apelables o causen gravamen irreparable

Casación (arts. 468 — 482) Procede contra las sentencias definitivas o autos que pongan fin a la pena, o hagan
imposible que continúen o que denieguen la extinción, conmutación o suspensión de
la pena, salvo casos expresamente previstos. Puede ser interpuesto por inobservan-
cia o errónea aplicación de la ley sustantiva o inobservancia de las normas estableci-
das bajo pena de inadmisibilidad, caducidad o nulidad, siempre que con excepción de
los casos de nulidad absoluta, el recurrente hubiere reclamado oportunamente la sub-
sanación del defecto si era posible o hubiera hecho protesta de recurrir en casación.

- 54-
Arturo Yañez Cortés

Nombre del Recurso Regulación


o medio impugnativo y otras Características

Inconstitucionalidad Contra las sentencias definitivas o autos que pongan fin a la pena, o hagan imposi-
(arts. 483 -484) ble que continúen, o que denieguen la extinción, conmutación o suspensión de la
pena, cuando se cuestione la constitucionalidad de una ley, decreto, reglamento o
resolución que estatuyan sobre materia regida por la Constitución provincial y la
sentencia o el auto fuere contrario a las pretensiones del recurrente. Es resuelto
por el Tribunal Superior.

Queja (arts. 485 — 488) Cuando sea denegado indebidamente un recurso que procediere ante otro Tribunal,
para que se lo declare mal denegado.

Revisión (arts. 489 — 499) Procede en todo tiempo y a favor del condenado por sentencia firme; por los mo-
tivos contemplados en los seis incisos del art. 489—. Tiende a demostrar la inexis-
tencia del hecho, que el condenado no lo cometió o que falta totalmente la prueba
en que se basó la condena, salvo la aplicación del principio de favorabilidad.
Fuente: CPP de Córdova y elaboración propia

Por su parte, el sistema contenido en el Código Procesal Penal de Costa Rica (actualizado a mar-
zo de 1999), a partir de sus arts. 422 y siguientes, contempla los recursos que aparecen en el
cuadro descriptivo lll. Nótese que en ese sistema, el legislador no ha incluido el "Procedimiento pa-
ra la revisión de sentencia" (arts. 408 — 421), lo que denota que el instituto de la revisión recibe
en esa legislación el tratamiento adecuado en tanto se trata de una nueva acción o demanda y no
un recurso en sentido estricto.

CUADRO DESCRIPTIVO 1.3


SISTEMA DE RECURSOS DEL CPP DE COSTA RICA (LEY N 5 7594)
Nombre del Recurso Regulación
o medio impugnativo y otras Características

Revocatoria Procede solamente contra las providencias y autos que resuelvan sin substan-
(arts. 434 — 436) ciación un trámite del procedimiento, para que el mismo tribunal examine nue-
vamente la cuestión y resuelva.

Procede además de lo dispuesto en procedimiento contravencional y ejecución


Apelación (arts. 437 — 442) penal, solamente contra resoluciones de los tribunales de procedimiento pre-
paratorio e intermedio, siempre que sean declaradas apelables, causen grava-
men irreparable, pongan fin a la acción o imposibiliten que ésta continúe.

Procederá cuando la resolución inobservó o aplicó erróneamente un precepto


legal. Cuando el precepto invocado como inobservado o erróneamente aplica-
do sea defecto del procedimiento, el recurso será admisible sólo si el interesa-
Casación (arts. 443 — 451) do reclamó oportunamente su saneamiento o hizo protesta de recurrir en ca-
sación, salvo defectos absolutos y los producidos después de clausurado el de-
bate.
Fuente: CPP de Costa Rica, actualizado al 24/111/99 y elaboración propia

En criterio de varios analistas, el nuevo Código Procesal del Paraguay de 8 de julio de 1998 es el
que mayores similitudes presenta con nuestro NCPP, lo cual puede ser también advertido del aná-
lisis de su sistema de recursos muy similar al nuestro. De acuerdo con sus disposiciones, se en-
cuentra previsto entre sus arts. 449 a 489, incluyendo entre los mismos también al de revisión,
conforme se aprecia en el cuadro descriptivo siguiente:

-55-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

CUADRO DESCRIPTIVO 1.4


SISTEMA DE RECURSOS DEL CPP DE PARAGUAY
(LEY N' 1268 DE 8 DE JULIO DE 1998)
Nombre del Recurso Regulación
o medio impugnativo y otras Características

Reposición (art. 458) Procederá solamente contra las decisiones que resuelvan un trámite o inciden-
te del procedimiento.

Apelación (arts. 461 — 465) Procede contra determinadas resoluciones tales como sobreseimiento provisio-
nal o definitivo, suspensión del procedimiento, la que decide un incidente, una
excepción o acerca de la medida cautelar, la desestimación, la que rechaza la
querella, declara la extinción de la acción penal, la reparación del daño, la sen-
tencia de procedimiento abreviado, libertad condicional, extinción, conmutación
o suspensión de la pena y contra todas aquellas que causen un agravio irrepa-
rable, salvo cuando se la haya declarado irrecurrible.

Apelación Especial Procede contra las sentencias de 1' instancia, se presentará por escrito fundado,

de la Sentencia expresando concreta y separadamente cada motivo con sus fundamentos y la solu-

de 1' Instancia ción que se pretende.
(arts. 468 — 476)

Recurso Extraordinario Contra las sentencias definitivas del tribunal de apelaciones o contra aquellas deci-

de Casación siones que pongan fin al procedimiento, extingan la acción o la pena o denieguen la

(arts. 477 — 480) extinción, conmutación o suspensión de la pena.

Recurso de Revisión Procederá contra la sentencia firme, en todo tiempo y lugar únicamente a favor del
(arts. 481 -489) imputado, según los siguientes casos 1) cuando los hechos tenidos como funda-
mento de la sentencia resulten incompatibles con los establecidos por otra senten-
cia penal firme; 2) cuando la sentencia impugnada se haya fundado en prueba do-
cumental o testimonial cuya falsedad se haya declarado en fallo posterior firme o
resulte evidente aunque no exista un procedimiento posterior; 3) cuando la senten-
cia condenatoria haya sido pronunciada a consecuencia de prevaricato, cohecho,
violencia u otra argumentación fraudulenta, cuya existencia se haya declarado en fa-
llo posterior firme; 4) cuando después de la sentencia sobrevengan hechos nuevos
o elementos de prueba que solos o unidos a los ya examinados en el procedimien-
to, hagan evidente que el hecho no existió, que el imputado no lo cometió o que el
hecho cometido no es punible o corresponda aplicar una norma más favorable; o,
5) cuando corresponda aplicar una ley más benigna, o una amnistía, o se produzca
un cambio en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia que favorezca al con-
denado.
Fuente: elaboración propia sobre la base de la Ley N' 1268

Luego de varios años en trámite, el pasado 29 de julio de 2004, acaba de ser sancionado el nue-
vo Código Procesal Penal del Perú, cuyo libro cuarto está dedicado a la impugnación en general,
abordando los diversos recursos en las secciones posteriores, para terminar, en su sección VII,
con la denominada acción de revisión, correctamente concebida dentro de los medios impugnato-
rios pero, bajo la denominación de acción. Veamos:

-56-
Arturo Yañez Cortés

CUADRO DESCRIPTIVO N 2 1.5


SISTEMA DE RECURSOS PREVISTO EN EL NCPP DEL PERU
DE 29 DE JULIO DE 2004 (DECRETO LEGISLATIVO N° 957)
Nombre del Recurso Regulación
o medio impugnativo y otras Características

Recurso de reposición Procede contra decretos. El auto que los resuelve es impugnable.
(art. 415)

Recurso de apelación Procede contra: a) autos, tales como los de sobreseimiento, cuestiones previas y

(arts. 416 -426) prejudiciales, excepciones, extinción de la acción penal o ponen fin al procedimien-
to; revoquen la condena condicional; la reserva del fallo condenatorio o la conver-
sión de la pena u otros; y b) sentencias

Recurso de casación Procede contra las sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento y los autos

(arts. 427 — 436) que pongan fin al procedimiento , extingan la acción penal o la pena o denieguen
la extinción, conmutación, reserva o suspensión de la pena, expedidos en apela-
ción por las Salas Penales Superiores

Recurso de queja Procede contra la resolución del Juez que declara inadmisible el recurso de ape-
(arts. 437 — 438) lación o contra la resolución de la Sala Penal Superior que declara inadmisible el
recurso de casación.

Acción de revisión Procede sin limitación temporal y sólo a favor del condenado, cuando: después
(arts. 439 — 444) de una sentencia se dictara otra que impone pena o medida de seguridad por el
mismo delito a persona distinta de la primera sancionada y no pudiendo conciliar-
se ambas, resulte de su contradicción la prueba de la inocencia de alguno de los
condenados; cuando la sentencia se haya pronunciado contra otra precedente que
tenga la calidad de cosa juzgada; si se demuestra que un elemento de prueba,
apreciado como decisivo en la sentencia, carece de valor probatorio que se asig-
nara por falsedad, invalidez, adulteración o falsificación; si con posterioridad se
descubren hechos o medios de prueba, no conocidos durante el proceso, que so-
los o en conexión con las pruebas anteriormente apreciadas sean capaces de de-
mostrar la inocencia del condenado; cuando se demuestre, mediante decisión fir-
me, que la sentencia fue determinada exclusivamente por un delito cometido por
el juez o grave amenaza contra su persona o familiares, siempre que en los he-
chos no haya intervenido el condenado; cuando la norma que sustentó la senten-
cia hubiera sido declarada inconstitucional o inaplicable en un caso concreto.
Fuente: Elaboración propia sobre la base del CPP de 29 de julio de 2004

1.15. CLASES DE RECURSOS EN EL NUEVO CODIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL BOLI-


VIANO

Finalmente, la Ley N 2 1970 establece las siguientes clases de recursos sujetos a las característi-
cas generales que figuran en el cuadro descriptivo N2 V:

-57-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

CUADRO DESCRIPTIVO 1.6.


SISTEMA DE RECURSOS DEL NCPP DE BOLIVIA
(LEY N' 1970 DE 25 DE MARZO DE 1999)
Nombre del Recurso Regulación
o medio impugnativo y otras Características

Recurso de reposición Procederá solamente contra las providencias de mero trámite, a fin de que el mis-
(arts. 401 — 402) mo juez o tribunal, advertido de su error, las revoque o modifique.

Recurso de apelación Procederá contra las siguientes resoluciones: la que resuelve la suspensión con-
incidental dicional del proceso; la que resuelve una excepción; la que resuelve medidas cau-
(arts. 403 — 406) telares o su sustitución; la que desestime la querella en delitos de acción privada;
la que resuelve la objeción de la querella; la que declara la extinción de la acción
penal; la que conceda, revoque o rechace la libertad condicional; la que niegue o
revoque la solicitud de ampliación de la etapa preparatoria en delitos relacionados
con organizaciones criminales; la que admita o niegue la suspensión o extinción
de la pena, la que resuelva la reparación del daño; y; las demás señaladas por es-
te Código.

Recurso de apelación Procede por inobservancia o errónea aplicación de la ley. Cuando el precepto le-
restringida gal que se invoque como inobservado o erróneamente aplicado constituya un de-
(arts. 407 — 415) fecto del procedimiento, el recurso sólo será admisible si el interesado ha recla-
mado oportunamente su saneamiento o ha efectuado reserva de recurrir, salvo en
los casos de nulidad absoluta o cuando se trate de los vicios de la sentencia, de
conformidad a lo previsto por los Artículos 169 9 y 3705 de este Código. Sólo po-
drá ser planteado contra las sentencias y con las limitaciones establecidas en los
artículos siguientes.

Recurso de casación Procede para impugnar autos de vista dictados por las Cortes Superiores de Jus-
(arts. 416 — 420) ticia contrarios a otros precedentes pronunciados por otras Cortes Superiores de
Justicia o por la Sala Penal de la Corte Suprema. El precedente contradictorio de-
berá invocarse por el recurrente a tiempo de interponer la apelación restringida.
Se entenderá que existe contradicción, cuando ante una situación de hecho simi-
lar, el sentido jurídico que le asigna el Auto de Vista recurrido no coincida con el
del precedente, sea por haberse aplicado normas distintas o una misma norma
con diverso alcance.

Recurso de revisión Procederá el recurso de revisión de las sentencias condenatorias ejecutoriadas,


(arts. 421 — 427) en todo tiempo y en favor del condenado, en los siguientes casos: Cuando los he-
chos tenidos como fundamento de la sentencia resulten incompatibles con los es-
tablecidos por otra sentencia penal ejecutoriada; cuando la sentencia impugnada
se funde en prueba cuya falsedad se declaró en fallo posterior ejecutoriado; cuan-
do la sentencia condenatoria haya sido pronunciada a consecuencia de delitos
propios de la función judicial, cuya existencia se haya declarado en fallo posterior
ejecutoriado; cuando después de la sentencia sobrevengan hechos nuevos, se
descubran hechos preexistentes o existan elementos de prueba que demuestren:
Que el hecho no fue cometido; que el condenado no fue autor o partícipe de la
comisión del delito, o, que el hecho no sea punible. Cuando corresponda aplicar
retroactivamente una ley penal más benigna; y, cuando una sentencia del Tribunal
Constitucional tenga efecto derogatorio sobre el tipo o norma penal que fundó la
condena.
Fuente: elaboración propia sobre la base del NCPP

-58-
Arturo Yañez Cortés

Pero además, no se puede omitir otra naturaleza de recursos que como indiqué, sin necesariamen-
te compartir todas las características de todos los anteriores, se encuentran también presentes en
la nueva legislación procesal, me refiero a las que voy a denominar genéricamente IMPUGNACIO-
NES CONTRA RESOLUCIONES FISCALES:

CUADRO DESCRIPTIVO 1.7.


IMPUGNACIONES FISCALES SEGÚN LAS LEYES N°s. 1970 Y 2125
(LEY ORGANICA DEL MINISTERIO PÚBLICO)
Nombre del Recurso Regulación
o medio impugnativo y otras Características

Objeción del rechazo Las partes podrán objetar la resolución de rechazo, en 5 días desde su notifica-
(art. 305 del NCPP) ción, ante el mismo Fiscal quien remitirá antecedentes en 24 horas al superior je-
rárquico que deberá en 10 días, determinar la revocatoria o ratificación del mis-
mo.

Impugnación El Fiscal pondrá en conocimiento de las partes el sobreseimiento, que podrá ser
del sobreseimiento impugnado en 5 días a su notificación. Recibida la misma o de oficio si no exis-
(art. 324 del NCPP) tiera querellante, remitirá antecedentes al superior jerárquico para que se pronun-
cie en 5 días ratificando o revocando el sobreseimiento.

Otras (art. 66 de la LOMP) Las partes podrán objetar ante el superior jerárquico las resoluciones fiscales en
el plazo máximo de 3 días a partir de su notificación. Las objeciones deberán ser
resueltas en el plazo máximo de 5 días
Fuente: elaboración propia sobre la base de la NLOMP y NCPP.

A lo largo de los siguientes capítulos analizaré detalladamente cada uno de los recursos, haciendo
especial hincapié en los tres últimos que durante la vigencia plena del nuevo Código han acarrea-
do la mayor cantidad de problemas a los operadores y sobre los que menos se ha escrito y anali-
zado en el país. También, por su naturaleza sui generis, dedicaré un capítulo específico a las im-
pugnaciones contra resoluciones fiscales.

-59-
CAPITULO SEGUNDO

LAS IMPUGNACIONES CONTRA RESOLUCIONES FISCALES:


LA OBJECIÓN, LA IMPUGNACION Y OTRAS

2.1. INTRODUCCION
En el capítulo primero de ésta investigación había claramente diferenciado los medios de impugna-
ción de los recursos, sosteniendo que éstos son el género y aquellos la especie. Había además
adelantado, que tratándose del estudio de los principales medios de impugnación del nuevo siste-
ma procesal penal, también incluiría en éste volumen a los medios de impugnación reconocidos
por el NCPP y la nueva Ley Orgánica del Ministerio Público contra las decisiones adoptadas por los
Fiscales, toda vez que si bien éstos no comparten necesariamente todas las características de los
que son deducidos contra decisiones jurisdiccionales, en sentido amplio constituyen también me-
dios de impugnación; motivo por el cual he visto por conveniente incluirlos en el presente trabajo.
Antes de la reforma procesal penal plasmada en la Ley N 5 1970 y demás normas legales desen-
cadenadas a partir de aquel instrumento, el sistema inquisitivo vigente — contenido contemporánea-
mente en el antiguo Código Procesal Penal de 1972 aunque también fue el sistema predominante
de otros anteriores- se había caracterizado, al tratarse de un instrumento propio de un estado con-
cebido sobre cánones dictatoriales, por concentrar todos los poderes o funciones en las manos
de un órgano: el todopoderoso Juez Instructor.
Este operador así concebido típico de un sistema de corte inquisitivo, concentró en su órbita de
actuación los poderes de investigación, acusación y defensa, por lo que, como bien lo afirmó en
su momento RADBRUCH en su célebre sentencia: "quien tenga a un juez como acusador, tenga por
Dios a su defensor", el sistema procesal penal resultó completamente desnaturalizado y, el Minis-
terio Público, paradójicamente nacido para destruir al sistema inquisitivo, resultó engullido por la
cultura inquisitiva, quedando su participación reducida a la simple emisión de opiniones sin ningún
valor real en el proceso que no sea el referencial, determinando llegue a ser considerado como una
institución anodina, sin ningún perfil político ni institucional y completamente aislada de las razones
históricas y políticas que le dieron origen.'
Recuérdese al respecto que según la doctrina más prestigiosa, los fines históricos perseguidos con
la creación del Ministerio Público, fueron: a) constituir un instrumento destinado a la abolición del
sistema inquisitivo; b) ser un custodio de la ley, en lugar de un organismo concentrado exclusiva-
mente en ejercer la persecución unilateral; y c) ejercitar funciones de contralor sobre la actuación
policial, inherente al sistema de pesos y contrapesos caracterizador del Estado de Derecho.
Hoy, como resultado del proceso de reforma procesal penal y en concreto, por la reasignación de
poderes que la caracteriza, es que en puridad se ha devuelto al Ministerio Público dos funciones
básicas que hacen a su esencia misma. Me refiero a la función investigativa y a la función acusa-
dora, aunque, no debe omitirse considerar en éste último aspecto, que al igual que todos los Mi-
nisterios Públicos latinoamericanos producto de la revolución francesa -a diferencia de los anglosa-
jones- están caracterizados además por ser custodios de la legalidad, lo que descarta la orienta-
ción estrictamente acusadora que otros de raigambre diferente revisten, como son los del ámbito
norteamericano y su órbita de influencia, como Puerto Rico, por ejemplo.
Es en consecuencia como resultado del ejercicio de las funciones investigativas y acusadoras, que
la legislación del nuevo sistema procesal penal, ha entregado al Ministerio Público no sólo la facul-
tad para ejercitar la acción penal pública, sino también, la facultad para decidir, en su calidad de
acusador, sí es que someterá o no al sujeto imputado a las emergencias de la etapa preparatoria

1 Ver YAÑEZ CORTES, Arturo; en "Lineamientos Generales de la LOMP". Documentos de Capacitación del "Curso Inductivo
para Fiscales Adjuntos de Substancias Controladas". Instituto de Capacitación del Ministerio Público. Santa Cruz, 22 al 24
de abril de 2002.

-61-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

y luego, a las del juicio oral, público y contradictorio. Facultad que como se ha visto, anteriormen-
te, estuvo erróneamente confiada al Juez Instructor, lo que generó la distorsión de las funciones
propias del Juez como del Fiscal.
La nueva legislación procesal penal que partiendo del principio de separación de poderes propug-
na la refuncionalización de los poderes de los intervinientes en el proceso penal, le otorga al Fiscal
facultad para rechazar la querella, denuncia o actuaciones policiales, lo que acarrea en la práctica
la no iniciación de la etapa preparatoria y, por otro lado, iniciada ésta a través de la imputación for-
mal, le otorga la facultad para decidir el sobreseimiento del imputado —antigua facultad del juez ins-
tructor-. Como ambas decisiones no pueden ser objeto de impugnación ante el órgano jurisdiccio-
nal puesto que conllevaría una nueva desnaturalización de funciones y podría provocar una suerte
de contaminación del órgano jurisdiccional que debe permanecer imparcial para el juzgamiento, es
que el proceso impugnatorio se mantiene en la órbita del Ministerio Público, encargando el conoci-
miento y resolución al superior jerárquico del Fiscal que asumió la decisión nugatoria del inicio de
la etapa preparatoria o del juicio.
Por otra parte, principalmente durante la etapa preparatoria, el Fiscal como el principal encargado
del desarrollo de esta etapa investigativa en la que actúa bajo el control del órgano jurisdiccional,
debe también asumir una serie de decisiones vinculadas en términos generales con actividades de
investigación, con decisiones que influyen sobre el avance del procedimiento, anticipos de prueba
y autorizaciones sobre afectaciones de garantías procesales o derechos constitucionales; lo que
ha generado que el legislador, en ocasión de la redacción de la NLOMP haya introducido, una ter-
cera clase de impugnaciones, que a diferencia de las anteriores no se encuentran claramente de-
nominadas y se encuentran previstas en el segundo párrafo del art. 66 de la nueva Ley del Minis-
terio Público.
2.2. LEGISLACION COMPARADA
De la revisión de la legislación procesal y fiscal comparada, puedo señalar que no existen supues-
tos similares en los que se contemple algún medio impugnativo contra las decisiones adoptadas
por los Fiscales -especialmente las de rechazo y sobreseimiento- debido, esencialmente a que la
mayoría de los Códigos Procesales Penales consultados, me refiero a los del Ecuador, Costa Rica,
Colombia, Paraguay, Chile, Venezuela o Guatemala y el propio Código Procesal Penal Modelo para
Iberoamerica, prevén -a diferencia del nuestro- una etapa intermedia en la que se discute ya sea la
determinación de acusación como la de sobreseimiento, habiéndose expresamente atribuido tomar
decisiones de la naturaleza citada al Juez encargado de tramitar la preparatoria o instrucción 2 y no
al Fiscal, como ocurre en la Ley N° 1970.
Así por ejemplo, el Código Procesal Penal de Costa Rica, en su art. 317 a) refiriéndose a las
facultades y deberes de las partes durante el procedimiento intermedio, consigna la facultad de las
partes, para objetar ante el tribunal la solicitud que formuló el Ministerio Público o el querellante
por defectos formales o sustanciales.
Por su parte, el Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, a partir de los arts. 348
y siguientes, prevé que el sobreseimiento total o parcial podrá ser dictado de oficio durante la in-
vestigación y que en la investigación fiscal, será requerido en forma fundada por el Fiscal de Ins-
trucción. En caso de desacuerdo entre lo requerido por el Fiscal y el Juez, las actuaciones son en-
viadas al Fiscal de Cámara de Acusación. Si éste coincide con lo solicitado por el Fiscal inferior, el
Juez resolverá en ese sentido, caso contrario, el Fiscal de Cámara formulará el requerimiento de
citación a juicio. La sentencia de sobreseimiento es apelable (art. 352) por el Ministerio Público,
por el querellante particular e incluso en ciertos casos, por el imputado.
También, tratándose del archivo de las actuaciones (art. 334) ese Código Procesal prevé que el
Fiscal de Instrucción podrá disponer por decreto fundado el archivo de las actuaciones cuando no

2 Ver para ampliar el tema "Crítica al Código de Procedimiento Penal boliviano. Medidas Cautelares. La Fase de la Fase Inter-
media". SUAREZ SAAVEDRA, César. Grupo Editorial "Kipus". Sucre — Bolivia, mayo de 2004.

-62-
Arturo Yañez Cortés

se pueda proceder o cuando el hecho en ellas contenido no se encuadre en una figura penal. En
ese caso, las partes podrán oponerse a la decisión del Fiscal y si mediare discrepancia del Juez
de Instrucción, se sigue el procedimiento ya antes descrito. La misma norma prescribe que el ar-
chivo dispuesto por el Juez será apelable por el querellante que se hubiere opuesto e incluso, su
última parte prevé que cuando la decisión del Juez sea revocada, será otro Fiscal de Instrucción el
que prosiga con la investigación.
En el caso del Código Procesal Penal de Chile, sus arts. 250 — 253 establecen claramente que
el sobreseimiento definitivo o el temporal, serán dictados por el órgano jurisdiccional, es decir, el
Juez de garantía y ésta resolución sólo será impugnable por la vía del recurso de apelación ante la
Corte de Apelaciones respectiva.
Como se verá, esos son algunos de los antecedentes en la legislación comparada analizada, los
que mantienen diferencias considerables respecto del tratamiento del tema en nuestra legislación
interna.
Siguiendo esa línea de análisis, es aconsejable también recurrir al proyecto' del actual Código de
Procedimiento Penal, que mediante sus arts. 415 — 423 había propuesto que, por una parte el re-
querimiento del fiscal para acusar debía ser presentado directamente ante el Tribunal de Senten-
cia, mientras que, tratándose del requerimiento de sobreseimiento, planteaba que el mismo era ob-
jeto de una audiencia conclusiva, encargando a su término al Juez de Instrucción remitirlo al fiscal
superior jerárquico para que revoque o ratifique el sobreseimiento, con cuyo resultado decretaba
el sobreseimiento mediante un auto expreso, el que incluso podía ser apelado ante la Corte Supe-
rior de Distrito; es decir, en ese trámite si bien el fiscal tenía una participación importante, el sis-
tema de recursos de las decisiones jurisdiccionales, se desarrollaba en la órbita del Poder Judicial
y no del Ministerio Público, como ahora ocurre. Lamentablemente, no existe una exposición final
de motivos de la Ley N° 1970 que explique las últimas modificaciones introducidas al proyecto en
el Congreso Nacional.'
2.3. REGULACION EN EL NUEVO CODIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL Y EN LA NUEVA
LEY ORGANICA DEL MINISTERIO PUBLICO.
Debo nuevamente puntualizar en el presente capítulo, que analizaré exclusivamente los medios re-
cursivos otorgados por nuestro NCPP y la NLOMP sólo en relación con las decisiones adoptadas
por el Fiscal y que son resueltas en la órbita del Ministerio Público. En consecuencia, dejaré de la-
do los medios impugnatorios en sentido estricto, por corresponder a otra naturaleza de impugna-
ciones, cuyo planteamiento está otorgado en favor de las partes -entre ellas el Fiscal- y correspon-
de sean resueltas por el órgano jurisdiccional.
La práctica procesal resultante de éstos aproximadamente cinco años de vigencia del NCPP, ha de-
mostrado la existencia de cierto grado de confusión respecto del tratamiento de los dos principa-
les medios de impugnación otorgados a las partes en relación con las resoluciones fiscales, al ex-
tremo que en ciertos casos se deduce erróneamente un inexistente "recurso de apelación" contra
algunas de las decisiones fiscales o, lo que es más común, se confunde un medio con otro e inclu-
so, con referencia a la tercera clase de impugnaciones, éstas han pasado completamente desa-
percibidas al extremo que según los propios fiscales, no han sido siquiera usadas por las partes.
Por ello, estimo útil comenzar distinguiendo claramente los principales medios impugnatorios que
nuestra novísima legislación procesal penal prevé en favor de las partes para atacar solamente dos
tipos de resoluciones dictadas por los Fiscales: el rechazo y el sobreseimiento. Más adelante, abor-
daré el último género de impugnaciones.

3 "Proyecto de Código de Procedimiento Penal". Ministerio de Justicia, 1997.


4 Se puede consultar la versión adaptada por YAÑEZ CORTES, Arturo; en el Código de Procedimiento Penal electrónico,
disponible en http://www.ncppenalbo-gtz.org

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

1. La OBJECION DEL RECHAZO. Procede para impugnar la decisión de rechazo de la denun-


cia, querella o actuaciones policiales que el Fiscal asume al término de la investigación pre-
liminar (arts. 301 inc. 3 2 en relación con los arts. 304 y 305 del NCPP), lo que acarrearía el
archivo de obrados.
Opera en consecuencia, cuando el Fiscal, luego de haber desarrollado la investigación prelimi-
nar (art. 300), adopta de manera fundamentada según el inciso 3 9 ) del art. 301 del NCPP, la
resolución de rechazo de la denuncia, querella o actuaciones policiales, cuando según el art.
304 del NCPP:
Resulte que el hecho no existió, que no está tipificado como delito o que el imputado no ha par-
ticipado en él;
No se haya podido individualizar al imputado;
La investigación no haya aportado elementos suficientes para fundar la acusación; y,
Exista algún obstáculo legal para el desarrollo del proceso.
En cualesquiera de los anteriores casos, las partes podrán objetar la resolución de rechazo
dentro del plazo de 5 días a partir de su notificación con la resolución -rige entonces el segun-
do párrafo del art. 130 del NCPP.5
La objeción se formula ante el mismo fiscal que emitió la resolución de rechazo, quien debe re-
mitir los antecedentes ante el fiscal superior en jerarquía, dentro de las 24 horas siguientes.
De acuerdo con la organización jerárquica contenida en los arts. 23 y siguientes de la Ley Or-
gánica del Ministerio Público (Ley N 9 2175), el Fiscal encargado de llevar a cabo el procedimien-
to que nos ocupa sería el Fiscal de Materia o el Fiscal Adjunto; por lo que en ambos casos, el
Fiscal superior en jerarquía resulta ser siempre el Fiscal de Distrito.
Este, dentro de los diez días siguientes a la recepción de las actuaciones, determinará: a) la
revocatoria del rechazo, en cuyo caso, debe ordenar la continuación de la investigación; o, b)
la ratificación del rechazo, lo que importa el archivo de obrados.
Tratándose de éste último supuesto, es decir, la ratificación del rechazo y archivo de obrados,
el art. 305 in fine del NCPP permite expresamente la conversión de acciones a pedido de la
víctima o del querellante, según la primera parte del inc. 3 9 ) del art. 26 del NCPP, 6 para lo que
se requiere la autorización del Juez de Instrucción.
Si bien aquella facultad conferida al Juez de Instrucción no se encuentra taxativamente descri-
ta en alguno de los incisos del art. 54 del NCPP, su competencia es indiscutible en razón a la
disposición previamente citada y además, debe inferirse de los dos primeros incisos del cita-
do art. 54, que con carácter general hacen referencia a la facultad de control de la investiga-
ción que ejerce éste órgano jurisdiccional y a la emisión de las resoluciones jurisdiccionales du-
rante la etapa preparatoria.
No es dable admitir en mi criterio como a veces se ha sostenido que la anterior figura consti-
tuya una suerte de invasión de las facultades del Ministerio Público o una limitación a las facul-
tades de la víctima, sino, sostengo que es una expresión más del sistema de pesos y contra-
pesos que en el marco del Estado Democrático de Derecho, impregna nuestra legislación pro-
cesal penal.
Otro caso expresamente previsto se encuentra en el art. 306 del NCPP (proposición de diligencias),
que en cualquier momento durante la etapa preparatoria, concede a las partes la facultad de pro-
poner actos o diligencias al Fiscal, quien podrá aceptarlos sí es que los considera lícitos, pertinen-
tes y útiles o alternativamente negar su aceptación de manera fundamentada (Arts. 124 de la
5 "Art. 130.- (Cómputo de Plazos) (...) los plazos determinados por días comenzarán a correr al día siguiente de practicada
la notificación y vencerán a las veinticuatro horas del último día hábil señalado..."
6 "Art. 26.- (Conversión de acciones). A pedido de la víctima, la acción penal podrá se convertida en acción privada en los
siguientes casos: (...) 3 2) Cuando se haya dispuesto el rechazo previsto en el art. 304..."

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Arturo Yañez Cortés

LOMP— y 73 del NCPP), en cuyo caso, si las partes estiman que el Fiscal ha rechazado diligen-
cias consideradas esenciales, pueden objetar ese rechazo ante el superior jerárquico, quien debe
resolver dentro del plazo máximo de 72 horas.
2. La IMPUGNACION DEL SOBRESEIMIENTO, procede como la denominación utilizada indi-
ca, sólo para atacar la decisión fiscal de sobreseer al imputado una vez concluida la etapa pre-
paratoria, cuando: a) resulte evidente que el hecho no existió, no constituye delito o que el im-
putado no participó en él; y b) cuando estime que los elementos de prueba recolectados duran-
te el desarrollo de la etapa preparatoria, son insuficientes para fundamentar la acusación.
En éste caso, según el art. 324 del NCPP, el Fiscal debe poner en conocimiento de las partes
su resolución de sobreseimiento, la que como toda resolución fiscal debe ser fundamentada co-
mo exige expresamente el art. 73 del NCPP en relación con el art. tilde la LOMP, teniendo las
partes el plazo de 5 días -computables también a partir del día siguiente de la notificación y de
vencimiento a las 24 horas del último día hábil señalado- para formular la impugnación ante el
mismo Fiscal que emitió el sobreseimiento.
El Fiscal que emitió la resolución de sobreseimiento, debe remitir los antecedentes ante el supe-
rior jerárquico dentro de las 24 horas siguientes de recibida la impugnación o, de oficio, cuan-
do no exista querellante. Como en el anterior caso, dada la organización jerárquica actual de la
Fiscalía, sólo el Fiscal de Materia o el Adjunto podrá sobreseer y en consecuencia, siempre el
jerárquico resultará el Fiscal de Distrito.
Este, dispone de un plazo de cinco días para resolver la impugnación, computables desde la re-
cepción de los antecedentes. Su resolución puede ser: a) revocatoria del sobreseimiento, en cu-
yo caso, debe intimar al fiscal inferior o a cualquier otro para que en plazo máximo de 10 días
acuse ante el juez o tribunal de sentencia, según los arts. 341 y 342 del NCPP.
En este supuesto, surge una encrucijada difícil de resolver en la práctica. Hasta que punto será
conveniente obligar al Fiscal inferior a presentar una acusación respecto de una investigación so-
bre la que luego de una investigación de aproximadamente seis meses consideró que no corres-
pondía acusar o, por otro lado, sí es que será atinado encargar la acusación a un Fiscal diferen-
te, que no conoció los antecedentes y pese a ello queda obligado a deducir la acusación en el
plazo de 10 días. Como se advertirá, no existe una regla que sea de aplicación para todos los
casos, por lo que en mi concepto, el Fiscal de Distrito deberá analizar cuidadosamente cada ca-
so en concreto según sus particularidades, para determinar cual de las dos posibilidades es la
más conveniente.
La otra forma de resolución de la impugnación a cargo del Fiscal de Distrito, es decir, el caso
b) en sentido de ratificar el sobreseimiento decretado, acarrea: i) la conclusión del proceso a fa-
vor del imputado en cuyo favor se decidió; ii) la cesación de las medidas cautelares que fueron
impuestas durante la etapa preparatoria desarrollada previamente; y iii) la cancelación de los an-
tecedentes penales.
En mérito a la prohibición de persecución penal múltiple (art. 4 del NCPP), el sobreseimiento no
impugnado o el ratificado por el Fiscal superior jerárquico – Fiscal de Distrito- impide un nuevo
proceso penal por el mismo hecho, pudiendo la víctima reclamar el resarcimiento del daño por
la vía civil, salvo que el sobreseimiento se haya fundado en la inexistencia del hecho o en la no
participación del imputado.
La salvedad anterior proviene de una consecuencia lógica: no procede el reclamo del resarci-
miento civil de los daños, respecto de un sujeto que mediante esa resolución ejecutoriada, se
ha establecido que no ha participado en el hecho generador de la responsabilidad.
En el segundo supuesto, habiéndose decidido que el hecho no existió, no existe situación fácti-
ca generadora de responsabilidad ni siquiera de orden civil.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Contrariamente, tratándose del sobreseimiento fundado en la declaratoria de falta de tipicidad


del hecho, o en la insuficiencia de elementos de prueba para fundamentar la acusación, es po-
sible, a partir de la existencia del hecho y la conexión del sujeto con el mismo, pretender en la
vía civil el resarcimiento del daño, conforme regulan las normas de aquella materia.
Finalmente, cabe dejar sentado que a diferencia del anterior caso —objeción- tratándose de la im-
pugnación, no está permitida la conversión de acciones, ya que el art. 26 del NCPP en sus tres
supuestos, no considera habilitante para ése efecto la ratificación del sobreseimiento, sino sólo
la ratificación del rechazo de la querella, denuncia o actuaciones policiales.
Con el propósito de dejar claramente establecidas las semejanzas y diferencias entre ambos me-
dios impugnatorios contra resoluciones fiscales e incluso la existencia de un tercer medio a ser
analizado más adelante, se ha desarrollado el cuadro descriptivo siguiente:
CUADRO DESCRIPTIVO N' 2.1
MEDIOS DE IMPUGNACION CONTRA DECISIONES FISCALES
MEDIO OBJETO Y ÓRGANO Y FORMA DE RE-
IMPUGNATIVO OPORTUNIDAD CAUSALES SOLUCIÓN CONSECUENCIAS OBSERVACIONES

OBJECION Rechazo de denuncia, El hecho no existió, no está ti- En 10 días, el Fiscal de Dis- El archivo no impide
querella o actuacio- pificado como delito o el impu- trito; puede: ratificar y archi- la conversión de la
nes policiales. Al tér- tado no participó; no se pudo vo de obrados o, revocar or- acción pública en
mino de la investiga- individualizar al imputado; la in- denando continuación de la I privada
ción preliminar, 5 días vestigación no aportó elemen- investigación
de notificada la parte, tos suficientes para acusar o
con el rechazo. exista obstáculo legal para el
desarrollo del proceso.

Rechazo de proposi- Las partes consideren que las Por el superior jerárquico,
ción de diligencias diligencias propuestas son en el plazo máximo de 72
(Art. 306 del NCPP) esenciales horas

IMPUGNACION Sobreseimiento. Al El hecho no existió; no constF En 10 días, el Fiscal de Dis- No se puede conver- Si no existe quere-
término de la prepara- tuye delito o el imputado no trito puede: ratificar, crispo- tir la acción penal liante, se remiten
toria, a los 5 días de participó y los elementos pro- niendo conclusión del proce- pública en privada.
I antecedentes al
notificada la parte batorios son insuficientes para so, cesación de cautelares,1 Fiscal superior de
con el sobreseimien- fundar la acusación y cancelación antecedentes ' Impide un nuevo pro- oficio
to. penales o, revocar ordenan- ceso penal por el
do al mismo fiscal o a otro mismo hecho.
que acuse en 10 días
La Víctima puede re-
clamar civilmente el
resarcimiento, cuan-
do el hecho haya
existido.

OTRAS Procede contra otras No se encuentran taxativamen- Deducibles en 3 días a partir


IMPUGNACIONES resoluciones fiscales te descritas de su notificación y serán re- Prevista en el pá-
innominadas sueltas en el plazo máximo rrafo 1 del art. 66
de 5 días de la LOMP

Fuente: elaboración propia en base a las Leyes N's 1970 y 2175.

2.4. REGULACION EN LA NUEVA LEY ORGANICA DEL MINISTERIO PÚBLICO


La nueva Ley Orgánica del Ministerio Público de 13 de febrero de 2001 es una de las normas que
ha tenido que ser modificada como resultado del cambio radical al sistema procesal introducido
por el NCPP. Por ello, es obvio que sus disposiciones debían guardar estrecha concordancia con
aquél instrumento; sin embargo, en el caso que nos ocupa tratándose de los medios impugnativos
fiscales, no ha ocurrido aquella coherencia como se verá a continuación.

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Arturo Yañez Cortés

En efecto, el art. 66 de la Ley Orgánica del Ministerio Público señala contradictoriamente que la im-
pugnación al rechazo o sobreseimiento — recuérdese que según el NCPP el medio idóneo contra el
rechazo es la objeción y contra el sobreseimiento es la impugnación- será resuelto en audiencia pú-
blica convocada a pedido de parte o de oficio si no existe querellante particular y dentro de los
diez días de recibidas las actuaciones.
De manera completamente errada, induce a considerar la impugnación como el medio idóneo pa-
ra atacar tanto la resolución de sobreseimiento como el rechazo, siendo que, como se ha visto,
cada recurso es diferente y procede por tanto, para cada resolución según el caso y en diferentes
momentos procesales.
Empero, como se analiza más adelante cuando se presenta la jurisprudencia relacionada al institu-
to, el Tribunal Constitucional ha realizado una interpretación en la vía jurisprudencial resolviendo en
alguna manera ese problema, aunque en mi criterio la interpretación hasta el presente requiere de
una precisión básica sobre los verdaderos alcances derogatorios sostenidos por aquél Tribunal, los
que serán abordados en ocasión del análisis jurisprudencial.
Mediante las SSCC N9s. 271/03-R y otras posteriores, ha interpretado que resultado del sistema
escalonado de derogaciones y abrogaciones contenido en las Disposiciones Finales Sexta inc.
en relación con la Octava del NCPP', el art. 66 de la LOMP habría quedado derogado por aquellas
disposiciones del NCPP, siendo en consecuencia, plenamente aplicables todas las normas relativas
a la objeción, impugnación y otras contenidas en la Ley N 5 1970 en reemplazo del artículo citado
de la LOMP.
Considero que esa interpretación de la razón de la decisión de las SSCC N 2s. 271/03-R y 028/04-
R, si bien formalmente es la adecuada, al no haberse precisado claramente sus alcances puede re-
sultar excesiva sí es que lleva a deducir la derogatoria íntegra del art. 66 de la LOMP que, como
hemos visto arriba, no sólo prevé el señalamiento de audiencia, forma de resolución y plazos, sino
también, lo que es más importante en éste rubro, hace referencia además de los recursos de ob-
jeción e impugnación, a otro género de impugnaciones contra otro tipo de resoluciones emitidas
por el representante fiscal y que no se encuentran -como en los casos anteriores- taxativamente de-
nominadas y, que mal podría haber sido derogadas por el NCPP. Tanto es así que luego de la inau-
guración de la línea jurisprudencial aludida mediante la SC N 5 271/03- R -sentencia fundadora de la
línea- la propia jurisprudencia -ahí nace en mi criterio la contradicción o por lo menos la falta de pre-
cisión- hace referencia a esa posibilidad, cuando la SC N 5 920/04-R, consigna esa posibilidad.
3. Otras Impugnaciones. En consecuencia, además de los dos anteriores casos estudiados en
detalle, corresponde también hacer referencia a la segunda parte del comentado art. 66 (recurso
jerárquico) de la LOMP, que otorga a las partes, el plazo máximo de tres días a partir de su notifi-
cación, para objetar ante el superior jerárquico otras resoluciones fiscales que a diferencia de
los casos anteriores que se encontraban taxativamente identificadas, no ocurre lo propio pero, han
sido establecidas según mi concepción fundamentalmente para asegurar de la manera más amplia
el derecho de apelación (en sentido genérico) que tienen las partes intervinientes en un proceso
penal, que como se ha visto, constituye un elemento integrante del debido proceso.
Se trata entonces de la introducción expresa mediante la NLOMP de otro tipo de impugnaciones
establecidas con carácter general en favor de las partes para atacar cualquier otro tipo de deci-
siones fiscales asumidas a lo largo, esencialmente, de la etapa preparatoria, sin perjuicio de aque-
llas apelaciones que las partes pueden formular como emergencia de los pedidos fiscales y las re-
soluciones judiciales consecuentes, que es diferente.

7 SEXTA.- (Derogatorias y Abrogatorias). (...) Quedan derogadas las siguientes disposiciones legales (...) 3) Las normas
procesales penales previstas en leyes especiales así como toda otra disposición legal que sean contrarias a este Código;
OCTAVA.-(Abrogatorias, derogatorias y modificaciones). Las abrogatorias, derogatorias y modificaciones tendrán
efecto, según el caso, al momento de la vigencia anticipada o plena previstas en la parte final de este Código.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Entiendo que en este caso, la LOMP se está refiriendo a cualquier otro tipo de resoluciones fiscales
-excluyendo consiguientemente al rechazo y a la objeción- que los representantes del órgano requi-
rente asumen durante, especialmente la etapa preparatoria. La misma norma, culmina señalando
que las objeciones deberán ser resueltas por el superior jerárquico en el plazo máximo de cinco días.
¿Cuáles serán entonces aquellas otras resoluciones fiscales impugnables por ésta vía? Los casos
más claros al respecto tienen que ver con las decisiones fiscales asumidas en algunos de los inci-
sos del art. 297 del NCPP (Dirección Funcional), esencialmente los primeros tres incisos sobre el
cumplimiento obligatorio de los funcionarios policiales de todas las órdenes relativas a la investiga-
ción del delito emitidas por la Fiscalía; la asignación directa y obligatoria de funcionarios policiales
para la investigación del hecho delictivo y la separación de la investigación del funcionario policial
asignado.
Reitero, aún a riesgo de ser reiterativo que la jurisprudencia del Tribunal Constitucional que es glo-
sada luego, ha sostenido que ese artículo estaría derogado por la disposición final 6" del NCPP
—ver SSCC N gs. 271/03 de 5 de marzo ó la 28/04 de 6 de enero- para luego, de manera contra-
dictoria en mi entender, extrañar en la SC N" 920/04 de 15 de junio, la utilización del procedimien-
to de objeción previsto en el mismo artículo 66 de la LOMP que anteriormente se había sostenido
que estaba derogado. Lo anterior, me lleva a sostener que debió precisarse conforme era eviden-
te, que en realidad lo que resulta derogado es el plazo para interponer la objeción más no la posi-
bilidad de interponer ese procedimiento impugnativo.
2.5. JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
¿Cuál es el medio impugnativo contra el sobreseimiento dictado por el Fiscal?
La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N' 533/2004-R de 7 de abril precisa que el
único medio recursivo contra la resolución de sobreseimiento dictada por el Fiscal de Materia cons-
tituye la impugnación, descartando en consecuencia claramente la posibilidad de utilizar cualquier
otro medio, llámese objeción, revocatoria u otro.
...111.3 No obstante lo anotado, con referencia a la resolución pronunciada por el Fiscal de Dis-
trito, conforme lo establece el art. 305 del CPP únicamente puede ser objetada la resolución fiscal de
rechazo de la denuncia o querella, no así la imputación que no puede ser rechazada ya que la figu-
ra jurídica de la objeción no está prevista como medio de impugnación para el rechazo de la impu-
tación, como tampoco lo está el recurso de revocatoria, por ello al rechazarlos la autoridad fiscal ac-
tuó correctamente. Por las circunstancias expuestas es necesario recordar que la jurisdicción consti-
tucional actúa para proteger derechos cuando han sido antes agotados los medios legales que la ley
prevé para esa finalidad, de modo que no se convierta en un mecanismo alternativo o sustitutivo de pro-
tección, teniendo en cuenta el carácter subsidiario del amparo ya que sólo puede interponérselo cuan-
do se han agotado los medios de defensa, o cuando el que se tiene resulta ineficaz para la protección
inmediata que se busca, según lo establece el parágrafo IV del art. 19 de la Constitución en el que se
alude a que la sentencia concederá el amparo solicitado "siempre que no hubiera otro medio o recur-
so legal, para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenaza-
dos", lo que no ocurre en el presente caso, en el que los recurrentes no agotaron las vías y recursos le-
gales que la ley les reconoce para la defensa de sus derechos que consideran lesionados..."

¿Debe ser fundamentada la resolución dictada por el Fiscal


de Distrito resolviendo la impugnación?
Según la razón de la decisión contenida en la SC N" 129/2004-R de 28 de enero, tanto la resolu-
ción de rechazo emitida por el Fiscal de Materia, como la resolución que resuelve la objeción plan-
teada contra aquella, deben ser necesariamente fundamentadas, esto es, deben referirse taxativa-
mente a la prueba en que apoya su fallo explicando además, los elementos de hecho y derecho en
que funda su resolución.

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Arturo Yañez Cortés

"...Con relación al mismo punto pero respecto a la decisión de la co-recurrida Fiscal de Distrito, de
los antecedentes que cursan en el expediente se tiene la evidencia de que ésta no ha realizado ninguna
evaluación de las pruebas presentadas por los recurrentes y menos ha satisfecho los cuestionamientos
de la objeción, pues simplemente se ha referido en forma general a la actuación del co-recurrido, sin es-
tablecer sus propias consideraciones y menos su análisis jurídico respecto de la prueba, de modo que no
ha cumplido con lo exigido por las normas procesales penales, que imponen dictar resoluciones debida-
mente motivadas.
IIL5Con relación a la actuación de ambos recurridos referida a que hubiesen omitido aplicar al ca-
so concreto las normas previstas por los arts. 65 al 68 LDAu, no obstante que fueron las conductas des-
critas en dichas normas las que sustentaron su denuncia, cabe señalar que ese extremo ha sido demos-
trado, toda vez que si bien el Fiscal de Materia refirió las citadas disposiciones legales en la parte de
los antecedentes del hecho, lo hizo simplemente refiriendo la denuncia planteada por los hoy recu-
rrentes, pues en la parte de los fundamentos jurídicos de su resolución de rechazo no hizo referencia
alguna a las normas previstas por los citados artículos, por lo mismo no hizo aplicación de dicha nor-
mativa sin explicar los motivos o razones jurídicas para la no aplicación de las mencionadas normas
al caso concreto. En efecto, el Fiscal de Materia, funda su decisión de rechazar la denuncia en la nor-
ma prevista por el art. 362 CP que establece dos requisitos para la configuración del tipo jurídico que
constituye el delito contra la propiedad intelectual; empero, el Fiscal no tomó en cuenta que los recu-
rrentes no plantearon la denuncia por la comisión del delito contra la propiedad intelectual, sino por el
delito de violación a los derechos de autor tipificado por la norma prevista por el art. 68 LDAu, de ma-
nera que el Fiscal de Materia incurrió en una omisión indebida, agravando la situación al no expli-
car las razones jurídicas para no aplicar la normativa especial a la resolución del caso concreto; omi-
sión indebida que lesiona los derechos a la seguridad jurídica de los recurrentes, toda vez que el referi-
do recurrido no hizo aplicación objetiva del ordenamiento jurídico referido, al contrario hizo una apli-
cación caprichosa de una norma que, en cuanto a la tipificación de los hechos denunciados, no corres-
pondía ser aplicada, salvo con relación a la sanción a imponerse, para el caso de encontrar culpables
a los autores del delito denunciado.
De su parte la co-recurrida Fiscal de Distrito, con relación a la no aplicación de las normas espe-
ciales al caso concreto, también incurrió en una omisión indebida toda vez que, no sólo omitió evaluar
la prueba producida, como se tiene referido en el punto anterior de esta Sentencia, sino también no ha
fundamentado su decisión en las normas prevista por los arts. 65 al 68 LDAu, aplicable al caso concre-
to; habrá de recordar que en el marco del principio fundamental de la motivación de decisiones, toda
resolución debe contar con una debida fundamentación jurídica, de manera que la autoridad compe-
tente, deberá resolver cada uno de los puntos que el solicitante o requirente ha puesto a su conoci-
miento, lo que no implica necesariamente que la resolución deba ser favorable, sino que contenga la
explicación del por qué se toma la decisión. En la especie, si los recurrentes como denunciantes, en su
objeción señalaban que no denunciaron el delito previsto en el art. 362 CP, sino el previsto en el art. 68
LDAu, que en su criterio es el que debe ser sancionado en lo principal y otros elementos, la Fiscal de-
bió analizar y resolver cada uno de esos puntos, vale decir, debió explicar por qué el rechazo se basaba
en el delito previsto en el Código penal y no así en la Ley de derechos de autor, por qué las conductas
de este cuerpo legal no pueden ser investigadas ni sancionadas; ya que éstos fueron los puntos de cues-
tionamiento en la objeción y sobre ellos, la co-recurrida, debió fundamentar y tomar su decisión...".

¿Cuándo se debe celebrar audiencia pública para resolver la objeción al rechazo?


De acuerdo con la razón de la decisión de la SC N 2 129/2004-R de 28 de enero, la realización de
una audiencia para resolver la objeción al rechazo no es aplicable a todos los casos sino, solamen-
te cuando no existiera querellante o cuando la parte lo ha solicitado expresamente.
"...Finalmente, respecto a que la recurrida hubiera obviado la celebración de la audiencia para re-
solver la objeción al rechazo, pese a que el art. 305 CPP con relación al art. 66 LOMP lo exigen, lo
aseverado no responde a las normas previstas en dichos artículos, sino a una equívoca interpretación
de la parte recurrente, pues si bien este último artículo se refiere a que la impugnación al rechazo o so-
breseimiento debe ser resuelto en audiencia pública, este actuado por mandato del mismo artículo es

-69-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

obligatorio únicamente en dos circunstancias: a) a pedido de la parte que impugna y b) de oficio si no


existe querellante particular. En la especie no concurrieron ninguno de los presupuestos referidos, por
lo que sobre este punto denunciado no existe omisión indebida alguna..."

¿Cuál es la norma aplicable respecto al plazo para plantear la objeción?


¿El art. 66 de la Ley del Ministerio Público o el art. 305 del NCPP?

La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N' 0028/2004-R de


6 de enero, zanja el problema de aplicación al que habíamos hecho referencia líneas arriba respec-
to de la contradicción entre el plazo concedido para objetar el rechazo por el art. 66 de la LOMP
(3 días) y el concedido por el art. 305 del NCPP para el mismo efecto (5 días), recurriendo al sis-
tema de derogatorias y abrogatorias del NCPP, concluyendo que el plazo aplicable al caso, es el
previsto por el NCPP. La Sentencia sostiene que:
"...111.2. Por lo precedentemente anotado, corresponde compulsar únicamente la actuación de la au-
toridad fiscal recurrida, una vez formulada la queja por la recurrente; en ese ámbito, de los antecedentes
que informan el cuaderno procesal, el fiscal Arzabe emitió la resolución de 19 de febrero de 2003, recha-
zando la querella interpuesta por la actora, siendo notificada el 17 de marzo de 2003, habiendo objetado
la determinación el 21 de marzo del mismo año, es decir a los cuatro días, sin que el fiscal Arzabe haya
remitido los antecedentes ante la autoridad fiscal recurrida, motivo por el cual la recurrente, el 3 y 14 de
abril de 2003, formuló queja ante la demandada, quien dispuso el informe del fiscal de materia, que seña-
ló que la objeción fue planteada fuera del término establecido por el art. 66 de la Ley Orgánica del Minis-
terio Público de aplicación preferente -según el fiscal- de acuerdo a lo dispuesto por la disposición final
tercera de la citada ley, razón por la cual la fiscal demandada no conoció el fondo de la objeción.
Al respecto, este Tribunal Constitucional en la SC 271/2003-R de 5 de marzo, ha establecido que: "Por
mandato de la Disposición Final Primera del Código de procedimiento penal, éste entró en vigencia ple-
na a partir del 31 de mayo de 2001, y debe aplicarse a todas las causas que se inicien a partir de esa fe-
cha, determinando su Disposición Final Sexta que quedan derogadas entre otras, las normas procesales
penales previstas en leyes especiales, así como toda otra disposición legal que sea contraria a ese Códi-
go. En ese entendimiento, las normas procesales contenidas en la Ley Orgánica del Ministerio Público
que entró en vigor a partir de su publicación el 20 de febrero de 2001, en forma anterior a la vigencia
plena del CPP, han quedado abrogadas en virtud de la citada Disposición Final Sexta CPP, entre ellas
el art. 66 LOMP.
Por consiguiente, al haberse presentado la denuncia el 24 de octubre de 2002, en plena vigencia del
Código de procedimiento penal, la norma aplicable para objetar la resolución de rechazo es el art. 305
de esa ley, evidenciándose que la Aduana Nacional presentó dicha objeción en el plazo de cinco días há-
biles a partir de su notificación, conforme prescribe el art. 130 tercer y cuarto párrafos CPP. Es decir
que la autoridad recurrida, al no haber considerado la objeción por estar presentado fuera del plazo se-
ñalado en el art. 66 LOMP abrogado, a lo que se agrega que pronunció la resolución más de dos meses
después del plazo de los diez días que prescribe el art. 305 CPP, ha violado la seguridad jurídica proce-
sal y las garantías del derecho al debido proceso, dando lugar a la tutela solicitada, para restablecer los
derechos conculcados."
La línea jurisprudencia! señalada es aplicable al caso de autos, habida cuenta que la autoridad fiscal
recurrida, ante la queja formulada en forma reiterada por la recurrente y conocido el 2 de junio de 2003
el informe del fiscal asignado al caso, en el que se explicó el motivo para la falta de remisión de antece-
dentes ante la objeción formulada respecto a la resolución de rechazo, debió disponer la observancia del
art. 305 CPP por el inferior jerárquico, no siendo justificativo el argumento de que la autoridad judicial
es la única autoridad competente para anular y reparar vicios procesales; toda vez que el Ministerio Pú-
blico tiene como finalidad la defensa de la legalidad (art. 3 LOMP), sin soslayar que los fiscales de Dis-
trito tienen entre sus atribuciones la de: "controlar el desempeño de los fiscales a su cargo..."; por lo que,
sin perjuicio del control jurisdiccional que ejerce el juez de instrucción durante el desarrollo de la etapa
preparatoria, tienen facultades de ejercer un control interno respecto a la labor desarrollada por los infe-
riores en jerarquía.

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Arturo Yañez Cortés

Consiguientemente, al constatarse que la recurrente presentó la objeción a la resoluciónde rechazo en


el plazo legal de cinco días hábiles a partir de su notificación, conforme prescribe el citado art. 305 CPP,
y que la autoridad recurrida no adoptó las medidas conducentes a pronunciarse sobre la objeción presen-
tada, pese a la queja de la actora, ha incurrido en un acto ilegal atentatorio contra la seguridad jurídica
procesal y la defensa, de manera que corresponde en este caso, brindar la tutela reclamada... "
En similar sentido se había anteriormente pronunciado la SC N 2 0271/2003-R de 5 de marzo, en
la que ya se había sostenido que el plazo previsto por el art. 66 de la LOMP se encuentra deroga-
do por la Disposición Final 62 del NCPP, concluyendo en consecuencia que el plazo para objetar la
resolución fiscal es el previsto en el NCPP y no en el art. 66 de la NLOMP.
"...El recurrente indica que la Fiscal recurrida violó el derecho al debido proceso de la Aduana Na-
cional al no haberse pronunciado en el findo y dentro del plazo legal sobre la objeción al rechazo de que-
rella presentado de su parte respecto a uno de los denunciados, aplicando erradamente el art. 66 LOMP
que se encuentra derogado. Por consiguiente, corresponde analizar si los hechos demandados ameritan
la protección otorgada por el art. 19 de la Constitución Política del Estado (CPE).
Por mandato de la Disposición Final Primera del Código de procedimiento penal, éste entró en vi-
gencia plena a partir del 31 de mayo de 2001, y debe aplicarse a todas las causas que se inicien a partir
de esa fecha, determinando su Disposición Final Sexta que quedan derogadas entre otras, las normas pro-
cesales penales previstas en leyes especiales, así como toda otra disposición legal que sea contraria a ese
Código. En ese entendimiento, las normas procesales contenidas en la Ley Orgánica del Ministerio Pú-
blico que entró en vigor a partir de su publicación el 20 de febrero de 2001, en forma anterior a la vigen-
cia plena del CPP, han quedado abrogadas en virtud de la citada Disposición Final Sexta CPP, entre ellas
el art. 66 LOMP.
Por consiguiente, al haberse presentado la denuncia el 24 de octubre de 2002, en plena vigencia
del Código de procedimiento penal, la norma aplicable para objetar la resolución de rechazo es el art.
305 de esa ley, evidenciándose que la Aduana Nacional presentó dicha objeción en el plazo de cinco
días hábiles a partir de su notificación, conforme prescribe el art. 130 tercer y cuarto párrafos CPP. Es
decir que la autoridad recurrida, al no haber considerado la objeción por estar presentado del pla-
zo señalado en el art. 66 LOMP abrogado, a lo que se agrega que pronunció la resolución más de dos
meses después del plazo de los diez días que prescribe el art. 305 CPP, ha violado la seguridad jurídica
procesal y las garantías del derecho al debido proceso, dando lugar a la tutela solicitada, para restable-
cer los derechos conculcados ...."
Sin embargo, la anterior línea jurisprudencial que sostuvo la derogatoria del art. 66 de la LOMP no
es mantenida de manera coherente tratándose de los otros casos de impugnación previstos tam-
bién en el art. 66 de la NLOMP, cuando en el siguiente caso contenido en la SC N 2 920/2004-R de
15 de junio, es decir, en fecha posterior a los ejemplos jurisprudenciales anteriores, en el que se
extraña contradictoriamente al anterior entendimiento el uso de la facultad de objeción previsto pre-
cisamente en el art. 66 de la LOMP que anteriormente había sido considerado derogado; lo que
me lleva a sostener que en realidad, lo que debiéramos entender como derogado del art. 66 de la
LOMP es el plazo para objetar las resoluciones fiscales más no la posibilidad de además de obje-
tar e impugnar esas resoluciones. La sentencia señala:
"...111.3.De otro lado, de acuerdo a las normas del art. 66 de la Ley Orgánica del Ministerio Publi-
co (LOMP), las partes pueden objetar las resolucionesfiscales ante el superior jerárquico, concreta-
mente la norma señalada dispone lo siguiente: "Las partes podrán objetar ante el superior jerárquico
las resoluciones fiscales en el plazo máximo de tres días a partir de su notificación. Las objeciones de-
berán ser resueltas en el plazo máximo de cinco días", esto significa que la parte afectada, en este ca-
so el recurrente tenía la posibilidad de reclamar el acto ilegal ante el Fiscal de Distrito, que además de
acuerdo a las normas del art. 53 inc. 8) de la LOMP, tiene atribución para "impartir órdenes e instruc-
ciones a los fiscales y funcionarios dependientes, tanto de carácter general como relativas a asuntos es-
pecíficos, en los términos y alcances establecidos en la ley", por tanto se debe reconocer que las actua-
ciones de los fiscales se encuentran sujetas a revisión por parte de sus superiores, en el caso de los fis-

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

cales de materia y adjuntos ante el Fiscal de Distrito y en el caso de estos por el Fiscal General de la
República, de acuerdo a las normas previstas por el art. 36 inc. 7) de la LOMP.
111.4.De acuerdo a la expuesto, el recurrente tenía la posibilidad de acudir en recurso jerárquico,
para objetar ante el Fiscal de Distrito la actuación ilegal y arbitraria del Fiscal Adjunto de Guaqui, sin
embargo en la prueba aportada no se observa el agotamiento de este recurso ordinario, por lo que no
siendo el recurso de amparo constitucional sustitutivo de otros recursos ordinarios o extraordinarios por
su carácter subsidiario, corresponde aplicar las sub reglas de improcedencia del recurso por subsidiarie-
dad establecidas por este Tribunal, que desarrollando la uniforme jurisprudencia constitucional en la SC
1337/2003-R, de 15 de septiembre, ha expresado que el recurso de amparo es improcedente cuando: "(..)
1) las autoridades judiciales o administrativas no han tenido la posibilidad de pronunciarse sobre un
asunto porque la parte no ha utilizado un medio de defensa ni ha planteado recurso alguno, así: a) cuan-
do en su oportunidad y en plazo legal no se planteó un recurso o medio de impugnación y b) cuando no
se utilizó un medio de defensa previsto en el ordenamiento jurídico; (..)". En el presente caso, se consta-
ta que el recurrente además de no haber recurrido en recurso jerárquico, no ha presentado solicitud de
revocatoria del ilegal acto ante la propia autoridad que cometió la ilegalidad, por tanto no recurrió an-
te ninguna instancia para la reposición de sus derechos posiblemente vulnerados, por lo que el recurso
debe ser declarado improcedente...".

Posteriormente se dicta esta Sentencia, la N 2 1369/2004-R de 23 de agosto, en la que nuevamen-


te se hace referencia a las disposiciones y plazos del art. 66 de la LOMP, considerando que:
"...111.2. A objeto de resolver la problemática planteada, corresponde recordar que el legislador; ha
previsto los mecanismos legales a través de los cuales, las partes que intervienen en un proceso de inves-
tigación, pueden ejercer y defender sus derechos en igualdad de condiciones; a cuyo efecto, pueden de-
nunciar, objetar o impugnar los actos procesales que a su juicio son ilegales y lesionan sus derechos fun-
damentales; una de las vías expeditas, tratándose de las actuaciones de los fiscales, es la prevista por el
art. 66 de la LOMP, conforme a establecido la uniforme jurisprudencia del Tribunal Constitucional en
la SC 0920/2004-R, de 15 de junio, al señalar que: "...de acuerdo a las normas del art. 66 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público (LOMP), las partes pueden objetar las resoluciones fiscales ante el su-
perior jerárquico, concretamente la norma señalada dispone lo siguiente: "Las partes podrán objetar
ante el superior jerárquico las resoluciones fiscales en el plazo máximo de tres días a partir de su no-
tificación. Las objeciones deberán ser resueltas en el plazo máximo de cinco días", esto significa que la
parte afectada, en este caso el recurrente tenía la posibilidad de reclamar el acto ilegal ante el Fiscal de
Distrito, que además de acuerdo a las normas del art. 53 inc. 8) de la LOMP, tiene atribución para "im-
partir órdenes e instrucciones a los fiscales y funcionarios dependientes, tanto de carácter general como
relativas a asuntos específicos, en los términos y alcances establecidos en la ley", por tanto se debe re-
conocer que las actuaciones de los fiscales se encuentran sujetas a revisión por parte de sus superiores,
en el caso de los fiscales de materia y adjuntos ante el Fiscal de Distrito y en el caso de estos por el Fis-
cal General de la República, de acuerdo a las normas previstas por el art. 36 inc. 7) de la LOMP..."

¿Son lo mismo la objeción y la oposición? ¿Debe necesariamente objetarse para luego


impetrar la conversión de acciones prevista en el art. 26 del NCPP?
La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N 9 1306/2003- R de 9 de septiembre, por
una parte diferencia claramente una figura de la otra, es decir, la oposición que se suscita por la
víctima cuando no está de acuerdo en que el imputado se acoja a un criterio de oportunidad y la
objeción que se suscita como medio impugnatorio a /la decisión fiscal de rechazar la querella, de-
nuncia o actuaciones policiales. Por otra parte, tratándose de la conversión de la acción penal pú-
blica a privada prevista en el inc. 3 9) del art. 26 del NCPP, sostiene que la objeción no es requisi-
to indispensable para solicitar la conversión de acciones.
"...Que, los recurrentes solicitan tutela a sus derechos a la igualdad jurídica y al debido proceso en
su elemento non bis in idem, consagrados en los arts. 6-1) y 16 CPE, denunciando que han sido vulnera-
dos por los recurridos, pues por una parte el Juez Séptimo de Instrucción en lo Penal admitió la conver-
sión de acción de pública a privada sin considerar que el querellante no objetó la resolución de rechazo

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Arturo Yañez Cortés

ante el Fiscal de Distrito ni formuló oposición y, por su parte, los Vocales co-recurridos incurrieron en
la misma ilegalidad al haber confirmado la resolución del inferior. En consecuencia, en revisión de la re-
solución dictada por el Tribunal de amparo corresponde dilucidar si tales extremos son ciertos y si cons-
tituyen actos ilegales u omisiones indebidas que amenacen restrinjan o supriman derechos o garantías
fundamentales a fin de conceder o negar la tutela solicitada.
111.1 Que, conforme ya se dijo en la SC 803/2003-R, de 12 de junio, la competencia para autorizar la
conversión de acciones, sólo puede darse en los casos previstos en el art. 26 CPP, cuales son: 1) Cuan-
do se trate de un delito que requiera instancia de parte, salvo las excepciones previstas en el artículo 17"
de este Código; 2) Cuando se trate de delitos de contenido patrimonial o de delitos culposos que no ten-
gan por resultado la muerte, siempre que no exista un interés público gravemente comprometido; y 3)
Cuando se haya dispuesto el rechazo previsto en el artículo 304° o la aplicación del criterio de oportuni-
dad previsto en el numeral 1) del artículo 21' de este Código y la víctima o el querellante hayan formu-
lado oposición.
Ahora bien, a fin de dilucidar la problemática planteada, es de relevancia precisar que la norma pre-
vista en el inc. 3) del citado artículo establece dos supuestos: a) el rechazo de la querella y b) la aplica-
ción del criterio de oportunidad. Desglosados los supuestos. queda claro, de que en el primer caso no es
exigible la oposición, sino sólo en el segundo, pues la norma de referencia hace mención expresamen-
te a "oposición" -adviértase que contra el rechazo de la querella no se formula oposición; y conforme
dispone el art. 305 CPP, las partes pueden "objetar", de lo que se colige que existe diferencia concep-
tual entre oposición y objeción.
Que, en efecto, la palabra oposición denota ciertamente que la víctima no acepta la aplicación del
criterio de oportunidad y por eso manifiesta su oposición, lo que implica que es de su interés que no se
aplique, empero en el caso no es esencial ahondar sobre el tema dado que aquí no se dispuso la aplica-
ción de dicho criterio.
111.2 Que, sin embargo, sobre el rechazo debemos reiterar, en principio, lo manifestado en el sentido
de que el art. 26 no reata la oposición a la resolución de rechazo para luego solicitar la conversión de
acciones. En efecto, la oposición opera de forma concurrente pero sólo respecto a la aplicación del cri-
terio de oportunidad. Ahora bien, con relación a la objeción que los recurrentes erradamente manejan in-
distintamente con el término de oposición, es preciso establecer que el art. 305 que refiere a la objeción
contra el rechazo de la querella, expresamente dispone: "Las partes podrán objetar la resolución de re-
chazo, en el plazo de cinco días a partir de su notificación, ante el fiscal que la dictó, quien remitirá an-
tecedentes al fiscal superior en jerarquía, dentro de las veinticuatro horas siguientes.
"El fiscal superior en jerarquía, dentro de los diez días siguientes a la recepción de las actuaciones,
determinará la revocatoria o ratificación del rechazo. Si dispone la revocatoria ordenará la continuación
de la investigación y en caso de ratificación, el archivo de obrados." "El archivo de obrados no impedi-
rá la conversión de acciones a pedido de la víctima o del querellante."
Como se puede establecer a prima facie, de la lectura incluso literal del citado artículo, la objeción
al rechazo de querella, es facultativa en relación a las partes, pues dice "podrán", de modo que la nor-
ma no le obliga a ninguna de ellas a presentar la objeción, entendimiento que concuerda plenamente
con lo previsto en la misma norma cuando se dispone que el "archivo de obrados no impedirá la con-
versión de acciones a pedido de la víctima", de modo, que se concluye con sustento legal que la obje-
ción no es requisito sine qua non para que las partes se habiliten a pedir conversión de acciones.
Que, el razonamiento expuesto, además tiene su sustento lógico, la objeción va dirigida a que el Mi-
nisterio Público ejerza el poder punitivo del Estado en los delitos de acción pública a instancia de parte,
y no le deje a la víctima esta función, vale decir, que la objeción manifiesta el rechazo de esta última a la
decisión del Ministerio Público rebatiendo jurídicamente su decisión a renunciar a ejercer la acción pe-
nal, lo que implica que ese es el único motivo y fin de la objeción en la categoría mixta de delitos, de ma-
nera que si no lo hace significa únicamente que acepta la decisión del Ministerio Público, pero ello, no
puede suponer que como víctima esté renunciando a accionar por su cuenta, por lo que sostener que al
no presentarse objeción se anula la posibilidad de la víctima a solicitar posteriormente la conversión, no
es atendible, pues ello sería desconocer el nuevo sistema procesal boliviano, que ha previsto tal catego-
ría de delitos, así en la Sentencia 803/2003-R de 12 de junio ya referida se dijo: "La opción política asu-
mida por el Estado Boliviano se ubica en el justo medio y -como se puntualizó en la SC 1036/2002-, asig-

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

na dos fines al sistema procesal penal (igual de importantes uno y otro): garantiza la libertad del ciuda-
dano y la seguridad de la sociedad. En este orden de cosas, en el sistema penal elegido, destacan dos de-
rechos de amplio contenido y realización material: el derecho al debido proceso y a la tutela judicial efec-
tiva. En este marco, el legislador ha optado por dividir la acción penal en pública y privada (art. 15
CPP). La primera, la ejerce la Fiscalía, en todos los delitos perseguibles de oficio; " f.] sin perjuicio de
la participación que este Código le reconoce a la víctima" (art. 16 CPP). La segunda, esto es los delitos
de acción privada, es "[...] ejercida exclusivamente por la víctima", poniendo especial énfasis en que "en
este procedimiento especial no será parte la Fiscalía" (art. 19 CPP); estableciendo una categoría mixta
(Los delitos de acción pública a instancia de parte), acción que es ejercida por la Fiscalía una vez que la
parte inste la acción., con las excepciones establecidas en el párrafo segundo del mismo precepto."
Que, la misma sentencia corroborando aún mas el entendimiento expresado señala "(..) el legisla-
dor ha previsto la posibilidad de la conversión de acciones, pero limitada a aquellos supuestos estable-
cidos en el art. 26 CPP, de cuya nomenclatura se entiende que el legislador ha excluido la posibilidad de
conversión de la acción pública en privada, a todas aquellas conductas que, por la gravedad de la acción
y la índole del bien jurídico protegido, lesionan los intereses más vitales y fundamentales del individuo y
la comunidad; reservándolos, consecuentemente únicamente para la persecución estatal; dentro de la
función de defensa de la sociedad y los intereses del Estado, que la Constitución le asigna al Ministerio
Público (art. 124 CPE)."
111.3 Que, mediante la interpretación de las normas legales adjetivas aplicables al caso como de la
jurisprudencia constitucional referida, en el caso de autos, se llega a la conclusión de que la objeción
no es requisito indispensable y previo, para solicitar la conversión de acciones por parte de la víctima,
pues para sustentar esta afirmación se han considerado también las normas previstas en otras disposi-
ciones legales, de manera que se ha realizado una interpretación contextualizada de las mismas, tales co-
mo el art. 304 en su parte in fine, mediante el que el legislador ha considerado la existencia de razones
objetivas que no justifiquen la objeción, pero no por ello el querellante o denunciante pierde el derecho
a que se reabra la investigación lo que reafirma la previsión del art. 23-3) cuando se refiere sólo al caso
previsto en el art. 304 (rechazo).
Que, todo lo expuesto, se basa precisamente en el rol que se ha referido que en el nuevo sistema pro-
cesal penal ha otorgado a la víctima, pues la conversión de la acción está relacionada con su derecho de
acceso a la justicia, por lo mismo, el derecho de accionar, entonces, si el Ministerio Público decide re-
nunciar a su potestad de persecución penal, se activa el derecho de accionar de la víctima, lo que signi-
fica, que en la práctica para darse lugar a la conversión de la acción el presupuesto esencial es que exis-
ta una definición previa del Ministerio Público sobre si ejercerá o no la acción penal, que se da cuando
el Fiscal rechaza una querella o denuncia. En consecuencia, las autoridades judiciales recurridas al ha-
ber dado curso a la conversión de acción no han lesionado los derechos invocados por el recurrente...".

¿Puede solicitarse la explicación, complementación


y enmienda de las resoluciones fiscales?
De acuerdo con lo sostenido en la razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N2
0818/2003-R de 17 de junio, las resoluciones fiscales como el rechazo y el sobreseimiento no son
susceptibles del recurso de explicación, complementación y enmienda, que rige sólo para resolu-
ciones jurisdiccionales. Veamos:
"...Retirado el recurso de amparo constitucional interpuesto contra el Juez de Instrucción Primero
en lo Penal, el recurrente señala que el Fiscal Adjunto y el de Distrito, han vulnerado sus derechos a la
seguridad jurídica, a la petición y al debido proceso, previstos en los arts. 7.a), h) y 16 CPE, porque el
primero no resolvió mediante resolución fundamentada la complementación y enmienda que solicitó del
rechazo de denuncia y querella que presentó contra Rafael Vargas Peña, Carlos E. Balcazar Mendez y
Herland Oliveira Gonzáles por la supuesta comisión de los delitos de lesiones gravísimas, y el segundo
al rechazar la objeción formulada con el argumento de haber sido presentada fuera de los cinco días que
establece la ley. Por consiguiente, corresponde determinar si tales extremos son ciertos y si se justifica
otorgar la tutela que brinda el art. 19 CPE. III.1 De los antecedentes procesales examinados se constata
que el recurrente plantea dos situaciones que deben ser compulsadas: La primera, relativa a no haberse

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Arturo Yañez Cortés

resuelto la complementación y enmienda solicitada por el recurrente contra la Resolución fiscal que re-
chaza la denuncia y querella interpuesta contra Rafael Vargas Peña, Carlos E. Balcázar Méndez y Her-
land Oliveira Gonzáles, por la supuesta comisión de los delitos de lesiones gravísimas, tentativa de ho-
micidio y ejercicio ilegal de la medicina. Con relación a este asunto se tiene que el art. 125 CPP señala:
"El juez o tribunal de oficio podrá aclarar las expresiones oscuras, suplir alguna omisión o corregir cual-
quier error material o de hecho contenidos en sus actuaciones y resoluciones, siempre que ello no impor-
te una modificación esencial de las mismas. Las partes podrán solicitar explicación, complementación y
enmienda de las sentencias y autos interlocutorios dentro del primer día hábil posterior a su notificació-
n".En este contexto, si bien las partes tienen el derecho de solicitar la explicación, complementación o
enmienda, se refiere a las resoluciones dictadas por autoridades judiciales no siendo aplicable la cita-
da disposición legal (art. 125 CPP) a las pronunciadas por los fiscales, quienes ejercen otra función
que no es la jurisdiccional -como en el caso presente- en la que el fiscal está facultado para rechazar
la denuncia o querella mediante resolución fundamentada como lo dispone el art. 304 CPP, concordan-
te con el art. 47, numeral 7) LOMP. Esta resolución es susceptible de objeción ante el fiscal que la emi-
tió quien debe remitir antecedentes al fiscal superior en jerarquía -en este caso el Fiscal de Distrito- den-
tro de las veinticuatro horas siguientes, de conformidad con el art. 305 CPP, a fin de que sea revocada o
ratificada. Esto quiere decir que el Fiscal de Materia demandado, al no pronunciarse sobre la comple-
mentación, explicación y enmienda solicitada, actuó conforme a ley sin vulnerar los derechos invocados
por el recurrente, quien interpuso de forma inadecuada el recurso de reposición, previsto por el art. 401
del citado cuerpo de leyes que solamente procede contra las providencias de mero trámite a fin de que el
juez o tribunal advertido de su error, las revoque o modifique. Resulta en consecuencia. que las resolu-
ciones dictadas por los fiscales no son susceptibles de complementación, explicación y enmienda ni de re-
posición, de acuerdo con las disposiciones legales citadas..."

¿Cómo deben computarse los plazos para plantear la objeción?

La Sentencia Constitucional N 2 0818/2003-R de 17 de junio sostiene mediante su razón de la de-


cisión que según el art. 305 del NCPP, para deducir la objeción, el plazo se computa en días, sien-
do de aplicación en consecuencia los párrafos 3 9; 42 y 59 del art. 130 del NCPP.

"...La segunda, respecto a la objeción formulada contra el rechazo de denuncia y querella, que el
Fiscal de Distrito no consideró con el argumento de que no fue opuesta en el plazo previsto por ley. En
este cuestionamiento es imprescindible referirse al art. 130 CPP que establece el cómputo de plazos,
al señalar que son improrrogables y perentorios, los que empiezan a correr al día siguiente de prac-
ticada la notificación. Los plazos determinados por días comenzarán a correr al día siguiente de prac-
ticada la notificación y vencerán a las veinticuatro horas del último día hábil señalado. Cabe indicar
que el citado art. 130 CPP, de manera expresa señala que "se computará sólo los días hábiles", y los
plazos comunes comenzarán a correr a partir de la última notificación que se practique a los intere-
sados.
En el caso de autos, el recurrente fue notificado con el rechazo de la denuncia y querella el jueves
19 de diciembre de 2002 a horas 16:25 y presentó la objeción el 26 de diciembre a las 17:30 del mis-
mo año. Ahora bien, el plazo para objetar comenzó a correr desde el 20 de diciembre excluyendo los
días 22 y 25 que eran domingo y feriado, y feneció a las veinticuatro horas del 26 (doce de la noche),
constatándose por ello que el recurrente presentó dicha objeción en el plazo legal de cinco días há-
biles a partir de su notificación, conforme prescribe el citado art. 130, tercer y cuarto párrafos CPR
Es decir que la autoridad recurrida, al omitir pronunciarse sobre la objeción presentada, con el justi-
ficativo de haber sido planteada fuera del plazo señalado en el art. 305 CPP, ha incurrido en un acto
ilegal atentatorio contra la seguridad jurídica procesal y garantía del debido proceso, de manera que
corresponde en este caso, brindar la tutela reclamada. En consecuencia, el Tribunal de amparo al ha-
ber declarado improcedente el recurso, ha efectuado una parcial compulsa de los antecedentes proce-
sales...".

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

¿Ante la objeción del rechazo, puede el Fiscal superior jerárquico


ordenar directamente la acusación?
No, de acuerdo con la razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N' 0758/2003-R de 4
de junio, en aplicación del art. 305 del NCPP, producida la objeción del rechazo de la denuncia,
querella o actuación policial, el Fiscal superior jerárquico sólo puede ratificarlo o revocarlo, en cu-
yo caso, corresponde ordenar se continúe la obligación vía imputación formal, más jamás podría
pretender ordenar directamente la acusación pues, equivaldría a omitir gran parte de la etapa pre-
paratoria, toda vez que la imputación formal abre formalmente la etapa investigativa y la acusación,
la concluye.
"...El presente amparo es planteado por los actores arguyendo vulneración de la garantía del de-
bido proceso, el principio de igualdad y los derechos a la defensa, presunción de inocencia y la seguridad
jurídica de sus representados, por cuanto: a) la Fiscal de Distrito a.i. cuando resolvió una objeción de re-
chazo de denuncia, emitió la Resolución 226/02, de 31 de julio, por la que direcciona la investigación a
un solo acto conclusivo al ordenar acusación, b) el Juez Cautelar no ha cumplido con su labor de contra-
lor del proceso y la actuación de los Fiscales, al no haber corregido los defectos de procedimiento por de-
creto de 06 de febrero de 2003 y c) el Fiscal de materia recurrido sin legitimizar su actuación, se hace car-
go de la investigación y en 21 de febrero de 2003, formuló acusación formal. Corresponde analizar, en re-
visión, si en este asunto se debe otorgar la tutela que brinda este recurso extraordinario. (...)
Que, de acuerdo al párrafo segundo del art. 305 CPP cuando el Fiscal superior en jerarquía dispo-
ne la revocatoria de un rechazo de denuncia deberá ordenar la continuación de la investigación. En la
especie la Fiscal de Distrito a.i. recurrida, a través de Resolución 226/02, de 31 de julio, ordenó la acu-
sación, actuación con la que en la misma fecha, es decir el 31 de julio de 2002 se notificó a los imputa-
dos (representados de los recurrentes).
Que, de la actuación referida se advierte irregularidad, por cuanto la determinación de la Fiscal de
Distrito a.i. implica un desconocimiento de las fases de la etapa preparatoria, sin tener en cuenta que
no se puede presentar una acusación sin que exista imputación formal (la que es alternativa al recha-
zo de denuncia); en una situación similar, este Tribunal aprobó la procedencia del recurso por SC
253/2003-R, a la que hacen referencia en su demanda los recurrentes.
Que, es cierto que dicha SC 253/2003-R es un precedente obligatorio y con aplicabilidad a casos fu-
turos por analogía, pero para citársela se debió considerar no sólo el razonamiento del Tribunal, sino
también el conjunto fáctico o hechos que motivaron la protección demandada en esa oportunidad; en la
SC de referencia, el reclamo de que se conminó a una acusación violando la previsión del art. 305 CPP,
fue realizado a través del amparo constitucional planteado de manera casi inmediata....".

¿Es el órgano jurisdiccional competente para conocer el procedimiento


de objeción de una resolución fiscal de rechazo?
Obviamente que no. La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N'0653/2003-R de 14
de mayo, sostiene partiendo de la clara división de funciones reflejada en el principio contenido en
el art. 279 del NCPP, que los jueces nunca realizarán actos de investigación que comprometan su
neutralidad y los fiscales no realizarán actos jurisdiccionales, concluyendo naturalmente que el pro-
cedimiento de objeción debe resolverse en la órbita del Ministerio Público, no pudiendo bajo ningún
supuesto remitir el caso a ningún órgano jurisdiccional.
"...Que, en el caso que se examina a denuncia del recurrente, se inicia un proceso investigativo en
contra de Guillermo Tola Mamani por la supuesta comisión de los delitos de estafa y estelionado, ha-
biendo dispuesto el Fiscal recurrido en 16 de octubre de 2002, se dé aviso al Juez Cautelar del inicio
de las investigaciones; sin embargo de esa determinación, no se pasaron antecedentes a conocimiento
del Juez Cautelar, como se extrae del contenido del requerimiento de 19 de diciembre de 2002 y lo re-
conoce de manera reiterada el propio Fiscal en la audiencia de amparo. (...)
Que, en el caso que se examina, el Fiscal demandado dispuso el rechazo de la denuncia planteada
por el recurrente, quien al tener conocimiento de esa determinación, dentro de plazo legal objetó ese
requerimiento. De obrados se colige que tanto el rechazo de la denuncia (efectuado por el Fiscal), así

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Arturo Yañez Cortés

como la objeción de la resolución de rechazo (realizada por el recurrente), han sido enviadas al Juez
en lo Civil (extremo que se desarrollará en el punto siguiente de la presente Sentencia), no así a cono-
cimiento del Fiscal superior en jerarquía o Fiscal de Distrito.
Que, regularizado el procedimiento y cuando los antecedentes se encuentren en conocimiento del
Fiscal de Distrito (quien no ha sido recurrido en esta acción), en el marco del procedimiento estable-
cido por el art. 305 CPP, corresponderá a esa autoridad pronunciarse sobre la objeción de la resolu-
ción de rechazo efectuada por el recurrente, sea ratificando el rechazo de la denuncia realizado por el
Fiscal de materia, ordenando el archivo de obrados o alternativamente disponiendo la revocatoria, or-
denando la continuación del proceso.
111.3. Que, el art. 46 CPP, regula la actuación de una autoridad judicial, cuando la misma conside-
ra ser incompetente en razón de materia; pese a ello y a lo expresamente establecido en el párrafo se-
gundo del art. 279 CPP que señala que "Los fiscales no podrán realizar actos jurisdiccionales", en la
especie el Fiscal demandado amparado en dicha previsión (art. 46 CPP) realiza un acto jurisdiccional,
al declararse incompetente de conocer el caso 5269, enviándolo a conocimiento del Juez de Instrucción
de Turno en lo Civil.
Que, con esa ilegal actuación, el Fiscal demandado desconoce que en la nueva estructura del
procedimiento penal actual rige el principio acusatorio, según el cual el Fiscal no juzga y en conse-
cuencia no realiza acto jurisdiccional alguno (como lo es una declaratoria de incompetencia y remi-
sión de antecedentes al Juez competente); sólo tiene que limitar su acción a dirigir la investigación
a efecto de realizar la imputación formal (encaminada a presentar en su caso una acusación) o al-
ternativamente a desestimar o rechazar una denuncia, aplicando al efecto el trámite correspondien-
te y no otro, como ocurrió en el presente caso (...).
Que, el Fiscal recurrido por un lado se ha declarado incompetente y ha remitido obrados al Juez
en lo Civil y por otro lado ha ordenado la devolución de un vehículo en controversia. Con esas actua-
ciones ha realizado actos propios de la autoridad judicial, lo que hace viable esta demanda; máxime
además si de antecedentes se constata que ninguna de las actuaciones del proceso investigativo fue-
ron de conocimiento del Juez Cautela,:
Que, al no haberse aplicado correctamente las normas procesales correspondientes, se ha lesiona-
do la garantía al debido proceso que tiene el recurrente, entendida como el derecho que tiene toda per-
sona a un proceso justo y equitativo que se acomode a lo establecido por las disposiciones jurídicas ge-
nerales aplicables. Así lo ha reconocido este Tribunal en SSCC 288/2003-R, 142/2003-R, I19/2003-R,
entre otras ....".

¿La falta de pronunciamiento del Fiscal jerárquico sobre la objeción


del rechazo constituye una violación contra el debido proceso?

Según la razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N' 0387/2003-R de 26 de marzo, al


estar el Fiscal jerárquico obligado a resolver la objeción al rechazo deducida por la parte interesa-
da, su omisión no sólo vulnera el debido proceso sino impide a la parte impetrar la conversión de
acciones prevista en el inc. 3 2) del art. 26 del NCPP.

"...Que, de manera alternativa a una imputación formal, el Fiscal podrá disponer el rechazo de la
querella, cuando en la investigación no se hayan aportado elementos suficientes para fundar la acusa-
ción; las partes pueden objetar ese rechazo, debiendo el fiscal superior en jerarquía determinar la re-
vocatoria o ratificación del rechazo, en el último caso el archivo de obrados, como establecen las pre-
visiones de los arts. 301 inc. 3), 304 inc. 3) y 305 CPP.
Que, en el caso que se analiza, la querella presentada en contra de Reina Cuellar y Jaime Sivila,
ha sido rechazada por requerimiento de 12 de junio de 2002 emitido por la Fiscal de materia recurri-
da, ante quien el recurrente en 05 de julio de 2002 presentó un memorial por el que objeta ese recha-
zo. El fiscal superior en jerarquía o Fiscal de Distrito, mediante requerimiento de 09 de julio de 2002,
ratifica el sobreseimiento con relación a María Lorena Hurtado y con referencia a la objeción de que-
rella no se pronuncia en el fondo, limitándose a expresar que con relación a Reina Cuellar y Jaime Si-
vila, no se ha realizado objeción al rechazo, lo que no es cierto de los datos que cursan en obrados.

-77-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Que, correspondió al Fiscal de Distrito, de acuerdo a sus competencias legales, pronunciarse so-
bre la objeción a la querella realizada por el recurrente, sea ratificando el rechazo realizado por la Fis-
cal de materia y ordenando el archivo de obrados, o alternativamente disponiendo la revocatoria orde-
nando la continuación de la investigación.
Que, al haber omitido esa obligación legal, el Fiscal de Distrito recurrido ha lesionado la garan-
tía al debido proceso que tiene el recurrente, en cuanto se le ha impedido, en su calidad de querellan-
te y víctima, solicitar la conversión de acciones -si así correspondiera-, amparado en las previsiones
del párrafo tercero del art. 305 CPP, norma con la que concuerda la previsión del art. 26 inc. 3) CPP
de convertir la acción pública en privada, para el caso que se haya dispuesto el rechazo de la quere-
lla; motivo por el que es viable la tutela sólo con relación al Fiscal de Distrito demandado...".

¿Puede el Fiscal de Distrito o superior jerárquico revocar de oficio;


es decir, sin objeción, la resolución de rechazo?
Mediante la razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N 9 1073/2002 - R de 9 de septiem-
bre, se hace referencia a la imposibilidad del Fiscal de Distrito actuando como superior jerárquico
para proceder de oficio a revocar la decisión del Fiscal de Materia ya que ésta facultad de aquel,
sólo se activa ante el procedimiento de objeción.
"...Que, resuelto el rechazo de la denuncia, la querella o las actuaciones policiales, el art. 305 CPP,
dispone que las partes podrán objetar la resolución ante el mismo fiscal que las dictó, quien deberá re-
mitir los antecedentes ante el fiscal superior en jerarquía, el cual cumplido el plazo de 10 días, deberá
resolver revocando la resolución ordenando la continuación de la investigación y en caso de ratificación,
el archivo de obrados.
Que, del citado precepto se infiere que la potestad revisora del fiscal superior, sólo se activa cuan-
do las partes involucradas en la investigación aduanera, objetan la resolución del rechazo, lo cual im-
plica que la autoridad superior no podrá activar su potestad revisora de oficio, pues si lo hiciere esta-
ría infringiendo dicho precepto y excediéndose en las atribuciones que le ha conferido la Ley, lo cual
le está expresamente prohibido, pues uno de sus deberes esenciales por mandato de la Ley Fundamen-
tal es defender la legalidad, mandato que también ha sido recogido en la Ley Orgánica del Ministerio
Público que rige sus funciones, que en su art. 40-15), también corrobora la interpretación expuesta pues
dice: "Los Fiscales de Distrito, dentro del ámbito territorial de sus funciones, tienen las siguientes atri-
buciones: ... 15) Resolver las objeciones de las resoluciones de rechazo y sobreseimiento."
Que, para el caso que la autoridad superior en jerarquía observe la negligencia de la función del in-
ferior inmediato y sobre cuya función ejerza tuición, la Ley Orgánica referida, también estípula el proce-
samiento de los representantes del Ministerio Público. En ese contexto y orden al observarse una resolu-
ción contraria a derecho que deje colegir la mala compulsa de pruebas o la omisión de las mismas para
el rechazo, el superior que considere y evidencie la mala actuación deberá buscar los mecanismos e iden-
tificar la falta del fiscal investigador a fin de que sea procesado; empero, no podrá bajo ese justificativo,
salvar la falta del inferior resolviendo de una forma que no está estipulada en la Ley Procesal aplicable,
es decir de oficio.
Que, corroborando la imposibilidad de revocar de oficio la resolución de rechazo por el fiscal supe-
rior jerárquico, en la SC 7/2002, de 1 de enero de 2002, incluso se establece que esta autoridad no pue-
de recibir directamente la impugnación, por lo mismo, debe entenderse que menos puede tomarse la atri-
bución de revocar de oficio, más aun en total indefensión de la parte ahora recurrente en su calidad de
denunciada, dado que para el caso de que se presente objeción al rechazo, la Ley también ha garantiza-
do el derecho a la defensa de las partes interesadas ya sea en su revocatoria o confirmación.
111.3 Que, en el caso concreto, ninguna de las partes, en particular la Administración Aduanera co-
mo posible agraviada con la supuesta comisión del acto lesivo, no objetó la resolución de rechazo dic-
tada por el fiscal de materia a cargo de la investigación y menos lo hizo la parte denunciada, de modo
que el recurrido aún en su calidad de Fiscal de Distrito, no podía revocarla, máxime si para tal efecto,
el art. 66 LOMP, guardando plena concordancia con el art. 305 CPP, establece que la impugnación al
rechazo debe ser resuelta en audiencia pública convocada a pedido de parte, o de oficio si no existe que-
rellante particular, lo que no ocurrió en el caso, habiendo por tanto el recurrido cometido acto ilegal

-78-
Arturo Yañez Cortés

violatorio de los derechos fundamentales citados en la demanda, por lo que a fin de que sean restituidos,
corresponde a este Tribunal otorgar la tutela solicitada...".

¿La resolución de sobreseimiento da fin a la etapa preparatoria? ¿Impugnada


esa resolución, el Juez cautelar tiene todavía control de la investigación?
Según sale de la razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N 2 0833/2004-R de 1 de ju-
nio, la resolución de sobreseimiento dictada por el Fiscal de Materia no puede ser considerada co-
mo el término final de la etapa preparatoria pues, precisamente, cabe todavía ante una resolución
de esa naturaleza el procedimiento de impugnación previsto en el art. 324 del NCPP.

Por otra parte, la razón de la decisión de la misma sentencia, sostiene que aún en éste supuesto,
es decir, el procedimiento de impugnación instado por una de las partes o de oficio, el juez de ins-
trucción mantiene su facultad de controlar de la investigación desarrollada durante la etapa prepa-
ratoria.
"....En forma previa y sin que esto signifique entrar en el fondo del asunto, es necesario establecer
si los hechos denunciados por el recurrente corresponden a la etapa preparatoria del juicio, para que a
partir de ello se determine si podían ser amparados por el Juez de garantías constitucionales a cargo de
precautelar éstas, o no existía autoridad que esté a cargo del control de los actos denunciados; al respec-
to y estableciendo los actos conclusivos de la etapa preparatoria, las normas del art. 323 del CPP, expre-
san: "(Actos conclusivos).- Cuando el fiscal concluya la investigación: 1.Presentará ante el juez o tribu-
nal de sentencia, la acusación si estima que la investigación proporciona fundamento para el enjuicia-
miento público del imputado; 2.Requerirá ante el juez de la instrucción, la suspensión condicional del
proceso, la aplicación del procedimiento abreviado, de un criterio de oportunidad o que se promueva la
conciliación; 3.Decretará de manera fundamentada el sobreseimiento cuando resulte evidente que el he-
cho no existió, que no constituye delito o que el imputado no participó en él y cuando estime que los ele-
mentos de prueba son insuficientes para fundamentar la acusación." De las citadas normas legales, se
colige que concluida la investigación -no la etapa preparatoria- el Fiscal a cargo de la misma tiene las
opciones expresamente señaladas, y de cada una de ellas surgen consecuencias procesales, es así que pa-
ra el caso de concluir como señalan las normas previstas por el numeral 3 del art. 323 del CPP -sobre-
seimiento-, surgen las facultades otorgadas por las normas del art. 324 del mencionado compilado legal.
111.2. El art. 324 del CPP, en su primer y segundo párrafos dispone: "El fiscal pondrá en conocimien-
to de las partes el sobreseimiento decretado, el que podrá ser impugnado dentro de los cinco días siguien-
tes a su notificación. (..) Recibida la impugnación, o de oficio en el caso de no existir querellante, el fis-
cal remitirá los antecedentes dentro de las veinticuatro horas siguientes, al fiscal superior jerárquico pa-
ra que se pronuncie en el plazo de cinco días."; normas que de acuerdo con la doctrina que sustenta el
Código de procedimiento penal, tienen implícita una doble ,finalidad, ya que por una parte precautelan
una de las garantías otorgadas a la víctima, cual es la de impugnar toda decisión que extinga o suspen-
da la acción penal, inmersa en las normas del art. II del CPP; y por otra, al otorgar un plazo perento-
rio para la resolución impone también el respeto al principio de celeridad procesal, como garantía pa-
ra el procesado de no estar sujeto en firma indefinida a una persecución penal; de manera que coin-
cide con el sistema penal garantista vigente en el país; empero, de las normas precedentemente citadas,
se infiere que dictado el sobreseimiento, éste acto no puede dar .fin con la etapa preparatoria del pro-
ceso, ya que puede ser impugnado por el querellante, y de no existir querellante, de oficio deberá ser
enviado ante el Fiscal superior jerárquico, con lo que la etapa preparatoria se extiende hasta la reso-
lución por parte del Fiscal superior jerárquico del sobreseimiento, por vía de impugnación o de oficio.
La falta de resolución en el plazo previsto por las normas del art. 324 del CPP no importa la ejecutoria
del sobreseimiento, ni la conclusión de la etapa preparatoria, ya que las normas del art. 324 del CPP no
prevén ese supuesto, más por el contrario significa la no existencia de acto conclusivo alguno que dé cum-
plimiento con las normas del art. 323 del CPP.
111.3. Por otro lado, es necesario referirse al art. 54.1) del CPP, el cual otorga a los jueces de instruc-
ción la competencia para "(..) El control de la investigación, conforme a las facultades y deberes previs-
tos en este Código: (..)", incluyendo obviamente el control de las garantías constitucionales establecidas

-79-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

en el título I del Libro Primero, referido a principios y disposiciones fundamentales del CPP, entre las
cuales se encuentran aquellas establecidas por la CPE y reclamadas por el recurrente. Al respecto este
Tribunal en la SC 865/2003-R de 25 de junio, ha establecido la siguiente línea jurisprudencia! "Confor-
me los arts. 54.1) y 279 CPP, el Juez de Instrucción tiene la atribución de ejercer control jurisdiccional
durante el desarrollo de la investigación, respecto a la Fiscalía y a la Policía Nacional, por eso la mis-
ma norma legal en sus arts. 289 y 298 in fine obliga al Fiscal a dar aviso de la investigación dentro de
las 24 horas de iniciada la misma; pues es el juez el encargado de precautelar que la fase de la investi-
gación se desarrolle en correspondencia con el sistema de garantías reconocido por la Constitución Po-
lítica del Estado, las Convenciones y Tratados internacionales vigentes y las normas del Código proce-
sal penal; por ello, toda persona relacionada a una investigación, que considere la existencia de una ac-
ción u omisión que vulnera sus derechos y garantías, debe acudir ante esa autoridad.".
En consecuencia, durante la sustanciación de la impugnación al sobreseimiento, por parte del
Fiscal Superior, que en el caso presente es el Fiscal de Distrito, el Juez de Instrucción Penal ejerce
control sobre esos actos que son parte de la etapa preparatoria, por cuanto ante la impugnación al
sobreseimiento ésta aún no ha concluido; de ello se infiere que todo acto u omisión que las partes
consideren lesivo a sus derechos y garantías consagrados por la Constitución Política del Estado y
las Leyes de la República, durante el lapso entre la impugnación al sobreseimiento y la resolución de
éste, deben ser denunciadas ante el Juez Cau telar, habiendo la legislación adjetiva penal establecido
los mecanismos procesales para tal labor...".

¿Cuáles son las consecuencias de la falta de resolución oportuna de la objeción


o de la impugnación por el superior jerárquico? ¿Puede éste perder "competencia"?
¿Es necesario que la resolución sea dictada en audiencia pública?
Mediante la razón de la decisión de la SC N 2 1190/2003-R de 19 de agosto, se sostiene que co-
mo los Fiscales no tienen competencia, ante la falta de pronunciamiento oportuno de la resolución
que resuelve la impugnación contra el sobreseimiento no se puede considerar que habría perdido
la competencia que no la tiene, por lo que ese comportamiento negligente puede dar lugar a res-
ponsabilidad disciplinaria pero en ningún caso, deducir la adopción de determinada resolución sea
esta confirmatoria o revocatoria del sobreseimiento.
Con referencia a la exigencia que esa resolución sea dictada en audiencia pública, la razón de de-
cisión mantiene su postura en sentido de dar por derogado el art. 66 de la NLOMP en virtud de la
Disposición Final 6á del NCPP, entendiendo en consecuencia que no existe ninguna obligación de
señalar y desarrollar ninguna audiencia para adoptar esa resolución.
'...El recurrente afirma que dentro de la acción penal iniciada en su contra por el supuesto delito de
contrabando, el Fiscal de Materia decretó su sobreseimiento, que notificada a la Aduana Regional, ésta
interpuso recurso jerárquico ante la Fiscal de Distrito, la que después de ciento sesenta y nueve días, sin
audiencia alguna y ya sin competencia revocó la misma, cuando la resolución debió haberse emitido a
los cinco días, conforme al art. 324 CPP. Por consiguiente, corresponde determinar en revisión, si tales
extremos son ciertos y si se justifica otorgar la tutela que brinda el art. 19 CPE.
1.1E1 párrafo segundo del art. 324 CPP señala que recibida la impugnación, o de oficio en caso de
no existir querellante, el fiscal remitirá los antecedentes dentro de las veinticuatro horas siguientes al fis-
cal superior jerárquico para que se pronuncie en el plazo de cinco días.
Por su parte, el art. 130 CPP, señala que los plazos son improrrogables y perentorios, salvo disposi-
ción contraria del indicado Código, precepto que es concordante con el art. 116.X CPE que establece el
principio de celeridad como condición esencial de la administración de justicia.
III2En la situación que se revisa, efectivamente la Fiscal de Distrito recurrida resolvió la impugna-
ción presentada por la Aduana Regional después de más de cinco meses de que ésta fuera recibida, en
franca vulneración del art. 324 CPP, incurriendo en una falta grave prevista por el art. 108.3) LOMP. Sin
embargo, la inobservancia del indicado plazo no puede configurar por sí sola la nulidad de la Resolución
dictada fuera del término de ley, en este caso la revocatoria del sobreseimiento dispuesta por la deman-
dada y menos la "aprobación tácita" de la resolución impugnada como pretende el recurrente, al haber-

-80-
Arturo Yañez Cortés

le sido favorable, pues este aspecto no se encuentra expresamente previsto en disposición legal alguna,
ya que conforme al párrafo tercero del art. 324 CPP, para que se disponga la conclusión del proceso, el
fiscal superior jerárquico deberá ratificar el sobreseimiento.
111.3 Tratándose de los Fiscales, no es posible hablar de "pérdida de competencia" de éstos cuando
no han dictado sus resoluciones dentro de los plazos que establece la ley, y si bien en el caso que se exa-
mina, la recurrida ha cometido un acto ilegal al dictar la Resolución de impugnación del sobreseimien-
to fuera del término previsto en el párrafo segundo del art. 324 CPP, la inobservancia de dicho precep-
to, por lo anteriormente expresado, no invalida la Resolución dictada, en este caso la revocatoria del
sobreseimiento, pues ello se encuentra previsto dentro sus atribuciones conforme al art. 40.15) LOMP,
la cual surte plenamente sus efectos, sin perjuicio de la responsabilidad disciplinaria e inclusive penal
que pudiera corresponder a la indicada Fiscal por el incumplimiento de los plazos establecidos en el
CPP, según prescribe el art. 135 del mismo. Al respecto el Tribunal Constitucional se ha pronunciado en
la SC 1173/2003-R al señalar: " Conviene precisar aquí, que una vez que la autoridad competente, sea
judicial o administrativa, define la controversia o pretensión sometida a su conocimiento, y se notifica a
las partes con la resolución pertinente, la misma no puede ser modificada en circunstancia alguna; pues
dicha resolución ya no está bajo el alcance de la competencia de la autoridad que la dictó y, al ingresar
al tráfico jurídico, trasciende tal esfera y límites, salvo los casos expresamente señalados por ley".
111.4 En cuanto a que no se realizó audiencia, motivo por el cual el representado del recurrente no
tuvo la oportunidad de alegar o impugnar la prueba presentada por la Aduana, se tiene que conforme
establece el art. 324 CPP en el trámite de la impugnación del sobreseimiento fiscal, en ninguna de sus
partes señala que ésta debe ser resuelta en audiencia pública, por lo que la recurrida al haber señala-
do audiencia para dicho efecto, ha actuado oficiosamente y litera de procedimiento. sin tomar en cuen-
ta que el art. 66 LOMP que refiriéndose al recurso jerárquico, señala que la impugnación al rechazo
o sobreseimiento será resuelto en audiencia, se encuentra derogada en virtud de la Disposición Final
Sexta CPP. Así lo ha reconocido la SC 0271/2003-R, de 5 de marzo...".

En el mismo sentido, con referencia a la impugnación del sobreseimiento, se pronuncia la razón de


la decisión de la Sentencia Constitucional N 2 0609/2004-R de 22 de abril, cuando refiere que an-
te el atraso en la resolución del Fiscal jerárquico respecto de la impugnación, no cabe declarar su
nulidad sino ese extremo puede dar lugar a la responsabilidad disciplinaria e incluso penal:
111.2. Por otra parte, el art. 324 del CPP, establece que el sobreseimiento decretado por el fiscal de
materia, puede ser impugnado por las partes dentro de los cinco días siguientes a su notificación, de-
biendo remitirse los antecedentes dentro de las veinticuatro horas siguientes ante el fiscal superior je-
rárquico para que se pronuncie en el plazo de cinco días; precepto que no establece la nulidad de las
resoluciones pronunciadas fuera de ese término, como lo ha entendido la jurisprudencia de este Tri-
bunal, contenida en la SC 1190/2003-R de 4 de agosto, al establecer: "Tratándose de los Fiscales, no
es posible hablar de "pérdida de competencia" de éstos, cuando no han dictado sus resoluciones den-
tro de los plazos que establece la Ley, y si bien en el caso que se examina, la recurrida ha cometido un
acto ilegal al dictar la Resolución de impugnación del sobreseimiento fuera del término previsto en el
párrafo segundo del art. 324 CPP, la inobservancia de dicho precepto, por lo anteriormente expresa-
do, no invalida la Resolución dictada, en este caso la revocatoria del sobreseimiento, pues ello se en-
cuentra previsto dentro sus atribuciones conforme al art. 40 inc. 15) de la Ley orgánica del Ministerio
público (LOMP), la cual surte plenamente sus efectos, sin perjuicio de la responsabilidad disciplinaria
e inclusive penal que pudiera corresponder a la indicada Fiscal por el incumplimiento de los plazos es-
tablecidos en el CPP, según prescribe el art. 135 del mismo. Al respecto el Tribunal Constitucional se
ha pronunciado en la SC 1173/2003-R al señalar: "Conviene precisar aquí, que una vez que la autori-
dad competente, sea judicial o administrativa, define la controversia o pretensión sometida a su cono-
cimiento, y se notifica a las partes con la resolución pertinente, la, •nisma no puede ser modificada en
circunstancia alguna; pues dicha resolución ya no está bajo el alcance de la competencia de la autori-
dad que la dictó y, al ingresar al tráfico jurídico, trasciende tal esfera y límites, salvo los casos expre-
samente señalados por Ley".
IlL3. En el caso analizado, los recurrentes pretenden que a través del presente recurso se dejen sin
efecto tanto el Requerimiento conclusivo de 28 de agosto de 2003, como la Resolución 405/03 de 22 de

-81-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

octubre de 2003, porque la primera fue dictada por la Fiscal de Materia fuera del plazo de los seis me-
ses previsto por el art. 134 del CPP, y la segunda, fue pronunciada por la Fiscal de Distrito recurrida
después de los cinco días previstos por el art. 324 del CPP; sin embargo, de las normas legales y la ju-
risprudencia referida en los Fundamentos Jurídicos III.1. y 111.2., se concluye que esto no es posible,
por cuanto, por una parte, el requerimiento conclusivo de sobreseimiento, fue presentado por la Fiscal
de Materia dentro del plazo de cinco días otorgado por el Juez Cautelar, en la conminatoria efectuada
mediante Auto Interlocutorio, el 25 de agosto de 2003, siendo en consecuencia válido; y, por otra, si
bien existe un evidente retraso en la Resolución que resuelve la impugnación al sobreseimiento, no
es menos cierto que el art. 324 del CPP, no contempla la posibilidad de declarar la nulidad de esa Re-
solución por haber sido dictada fuera de plazo, toda vez que, conforme ha quedado establecido en la
SC 1190/2003-R, antes glosada, este extremo sólo puede dar lugar a la responsabilidad disciplina-
ria e incluso penal del funcionario que incumplió con los plazos previstos en el art. 134 del CPP...".

¿El denunciante está facultado para objetar la resolución de rechazo del Fiscal?
Según la razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N' 1224/2004- R de 3 de agosto, el
denunciante que ostenta la calidad de víctima se encuentra plenamente facultado para objetar la
resolución de rechazo del Fiscal, en virtud a que la víctima tiene derecho a ser escuchada antes
de adoptarse cualquier resolución que ponga fin al proceso y, en el caso concreto, los denuncian-
tes no habían precluído su derecho a constituirse como querellantes según el art. 340 del NCPP.
"...111.2. En el caso presente, el Fiscal Macario Gonzáles Durán, rechazó la denuncia invocando las
causales previstas en el art. 304-1 y 3) del CPP refiriendo además que no se pudo individualizar al im-
putado, causales que no han sido debidamente fundamentadas en la Resolución ECOFIN MGD 27/04 de
11 de marzo, por el contrario sólo realizó un detalle de los actuados sin referir cuales fueron los actos de
investigación que lo llevaron a formar convicción para el rechazo, por lo que la Fiscal del Distrito recu-
rrida al evidenciar que se soslayaron actuaciones esenciales en el proceso de investigación, mediante Re-
solución 135/04 de 13 de abril, revocó la referida Resolución y ordenó la continuación de la investiga-
ción conminando al Fiscal asignado al caso a cumplir estrictamente las normas procesales al respecto,
ejerciendo las facultades que le confiere el art. 305 del CPP así como el art. 40-15) de la LOMP, sin que
la recurrente hubiera demostrado acto ilegal alguno que vulnere su derecho demandado, toda vez que el
constituirse en denunciante no le exime de su calidad de sindicada como sospechosa.
El hecho que la Resolución impugnada no haya sido dictada dentro del plazo de los 10 días, no aca-
rrea nulidad alguna y sólo concierne a la responsabilidad funcionaria.
Por otra parte en cuanto al fundamento de la recurrente que el denunciante no es parte en el pro-
ceso las SSCC 1489/2002-R y 1844/2003-R entre otras señalan que la víctima puede participar en el
proceso conforme a las facultades que le confiere el art. 79 del CPP, es decir que puede presentar que-
rella hasta el momento de presentación de la acusación fiscal conforme a lo previsto por el art. 240 del
referido Código: la referida jurisprudencia señala también que la víctima tiene derecho a ser escucha-
da antes de cada decisión que implique la extinción o suspensión de la acción penal.
Por consiguiente al respecto, se debe dejar claramente establecido que no obstante a que en la eta-
pa de investigación el Fiscal Lucio Catacora Agalla'', y Richard Fernández, como denunciantes aún no
formalizaron querella, tienen calidad de víctimas del hecho delictivo investigado, pues el mismo afecta
a sus intereses, si bien los arts. 287 y 290 del CPP, refieren que el denunciante no es parte en el proce-
so y sólo tendrá plena participación cuando formule querella, se refieren a los denunciantes que no tie-
nen calidad de víctimas, puesto que no es menos evidente que los arts. 76-1) y 78 del CPP, facultan a
la víctima (persona directamente ofendida por el delito) a participar en el proceso como querellante,
potestad prevista en el art. 79 del CPP, que claramente señala que la querella puede ser presentada has-
ta el momento de la acusación fiscal conforme a lo previsto por el art. 340 del CPP, por consiguiente el
denunciante que resulta víctima del hecho punible, puede objetar el rechazo de la denuncia, dado que
la Ley le faculta a constituirse en querellante hasta el momento de presentarse la acusación, lo que en
el caso de autos no aconteció al haberse rechazado la denuncia: Más aún cuando por determinación de
la norma referida, la participación de la víctima como querellante no altera las facultades concedidas por
la Ley a los fiscales y a los jueces ni los exime de sus responsabilidades...".

-82-
CAPITULO TERCERO

EL RECURSO DE REPOSICION

3.1. BREVE NOTICIA HISTORICA


Siguiendo a DE SANTO' que cita a su vez otros autores, el origen del recurso de reposición se en-
cuentra en el proceso común, de donde pasa a las Partidas, que restringen el examen de la cues-
tión, permitiendo su interposición únicamente "para los casos de gran daño o de gran vergüenza
para el agraviado" (Ley 13, Título XXIII, Partida III), por la imposibilidad de revocar de oficio provi-
dencias una vez decidida la sentencia definitiva.
GHIRARDI Olsen y GHIRARDI Juan Carlos' sostienen que en Roma, éste recurso en la forma y mo-
dalidades actuales, no llegó a caracterizarse ni podría afirmarse que tuvo entidad independiente,
distinta y diferenciada como ocurrió por ejemplo con la apelación, aunque reconocen la existencia
de antecedentes que bien pueden ser considerados como sus precursores. Señalan que a diferen-
cia de otras resoluciones, las providencias interlocutorias no podían ser objeto de apelación, pero,
aparentemente, cabía la posibilidad de solicitar revocatoria al magistrado que las había pronuncia-
do o que las reformarse éste de oficio.
Indican también, que CELSO, enseñaba que: "lo que el pretor mandó o prohibió, le es lícito revo-
carlo por contrario imperio"; mientras que PAULO sostenía que: "lo que se actuó ante el juez, per-
mitiéndolo éste y consintiéndolo las partes se puede mandar que se revoque en el mismo día a no
ser que haya finalizado el negocio o el pleito".
Los mismos autores, refieren que BARTOLO agrega que la sentencia definitiva, aquella que causa
cosa juzgada, no puede ser revocada por el juez que la dictó, a diferencia de lo que sucede en las
providencias interlocutorias, en relación a las cuales sí se admite esa posibilidad.
Con referencia a los antecedentes españoles, indican que el Fuero Real de España, establecieron
que un fallo cualquiera puede ser modificado por quien lo dicta, por contrario imperio, hasta el ter-
cer día de pronunciada la sentencia, y aun con posterioridad si, a la vista de la apelación de algu-
na de las partes y antes de remitirse el litigio al tribunal de alzada, advierte que ha errado en la
sentencia pronunciada, por lo que sostienen que la interposición del recurso de apelación surtiría
efectos de una reposición que habilitaba al magistrado a rever su resolución. Más adelante puntua-
lizan, que por el contrario, en las Leyes de Partidas, Regía el principio proveniente del derecho ro-
mano, en sentido de mantener exclusivamente reservada la posibilidad de revocatoria de las pro-
videncias interlocutorias por el mismo juez que las dictó, mientras que en las sentencias definiti-
vas, la facultad de modificación del magistrado queda restringida a ciertos casos especiales y ex-
presamente determinados: a) cuando una persona es condenada por una causa que no es grave,
y que no tiene fondos para pagar por ser muy pobre, puede ser revocado el juicio que le impuso
esa pena; b) si una parte emplazada a la presencia del juez no comparece, sin incurrir en rebeldía
(por no haberse negado a concurrir, pero no haberlo hecho por no poder o por no haber entendi-
do que se lo citaba) y luego lo hace solicitando ser escuchada, en tal caso el juzgador puede re-
vocar lo primitivamente decidido y dictar nuevo fallo luego de oír las razones expuestas por las par-
tes.
En nuestro país Bolivia, de manera taxativa el recurso de reposición no aparece en el Código de
Procederes Santa Cruz de 1833 ni el en siguiente, de 1858. Ya en el siglo pasado, en el Código
de Procedimiento de 1972 se prevé la posibilidad de pedir la revocatoria del auto inicial de la ins-
trucción (art. 169) por falta de materia justiciable o tipicidad.

1 DE SANTO, Víctor "Tratado de los Recursos", Editorial Universidad, Buenos Aires; 1987
2 GHIRARDI, Olsen A. - GHIRARDI, Juan Carlos. "Recurso de Reposición". Editorial "Astrea". Buenos Aires, 1991; páginas 3 y
siguientes.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

3.2. NATURALEZA Y CONCEPTO


Respecto de su naturaleza, en la doctrina aparecen algunas posiciones contrapuestas a conside-
rar éste instituto en análisis como un recurso en sentido estricto. Algunos autores, como por ejem-
plo Jorge A. CLARIA OLMEDO', la consideran simplemente como un incidente, toda vez que care-
ce de efecto devolutivo. Jaime GUASP 4 hace referencia a que como la misma identidad del órgano
resuelve la reposición, queda privado del carácter devolutivo que tienen otras impugnaciones, obli-
gando a configurarlo de manera distinta, como simple remedio.
Sin embargo, la mayoría de los autores, así sea admitiendo esa carencia evidente, se inclinan final-
mente por incluir a la reposición también entre los diversos tipos o clases de recursos.
Lino Enrique PALACIO', define al recurso de reposición o revocatoria como "...el remedio procesal
tendiente a obtener que, en la misma instancia donde una resolución fue emitida, se subsanen, por
contrario imperio, los agravios que aquella pudo haber inferido".

Mientras que GERNAERT 6 , lo concibe en los siguientes términos: "...por este medio técnico se pre-
tende que él mismo tribunal unipersonal o colegiado, que dictó la resolución impugnada (únicamen-
te providencia simple, que causa o no gravamen irreparable o providencia dictada sin ponerle tér-
mino a la instancia), la modifique o revoque por contrario imperio; todo ello tendiente a evitar el re-
curso por ante un tribunal de superior jerarquía, favoreciéndose la celeridad y economía procesa-
les...".
Los autores GHIRARDI Olsen y GHIRARDI Juan Carlos' transcriben varias definiciones citando a di-
ferentes autores. Así, según el español José de VICENTE Y CARAVANTES, el recurso de reposición:
"...es el que interpone el litigante que se considera perjudicado por una providencia interlocutoria,
para ante el mismo juez que la dictó, a fin de que, dejándola sin efecto o reponiéndola por contra-
rio imperio, quede el pleito en el mismo estado que tenía antes de dictarla (...) Este recurso sólo
se da, pues, de las providencias interlocutorias, porque -especto de éstas tiene todavía el juez ju-
risdicción para variarlas, por no haber decidido aún la cuestión principal, que es la que termina su
jurisdicción".
Citan también a Jaime GUASP que aunque observa su naturaleza como recurso, lo caracteriza co-
mo: "una impugnación que se ventila en la misma instancia en que se dictó la resolución recurri-
da", para luego definirlo como: "... el recurso que se formula contra la resolución que dicta un ór-
gano jurisdiccional unipersonal, por las propias partes que figuren en el proceso principal en que
esa resolución se ha emitido, para que sea resuelto en el mismo grado de la jerarquía judicial...".
Citan también a Jesús CUADRAO, que sostuvo: "...el recurso de reposición es admitido en todas
las leyes procesales y tiene por objeto que el mismo tribunal que dictó la resolución ponga reme-
dio al agravio que se invoca, evitando a sí las dilaciones y gastos de una segunda instancia".
Carlos J. COLOMBO citado también por los autores preseñalados, propone la siguiente noción: "la
reposición es un recurso ordinario, no devolutivo, dirigido contra resoluciones judiciales limitadas
genéricamente por la ley, por el cual el agraviado reclama al mismo tribunal que dictó el pronun-
ciamiento, su revocación o modificación por contrario imperio".
Finalmente, ambos autores proponen la siguiente: "...es un remedio procesal que tiene como fin
lograr que se subsanen errores o deficiencias o se reparen agravios, en la misma instancia que se
cometieron".

3 Derecho Procesal Penal, Tomo III. Rubinzal — Culzoni Editores, Bs. As., 2001; página 58.
4 Citado por los autores GHIRARDI.
5 PALACIO, Lino Enrique "Derecho Procesal Civil", 1 , edición, Buenos Aires. 1983.
6 GERNAERT, Willmar. "Manual de los Recursos", Buenos Aires; 1985.
7 Obra citada, páginas 13 y siguientes.

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Arturo Yañez Cortés

3.3. FINALIDAD
Existe plena coincidencia en la doctrina acerca que la finalidad del recurso en estudio consiste en
plasmar los principios de economía y celeridad, evitando a las partes la erogación de gastos que
seguramente irrogarían trasladar el caso a un tribunal superior.
Lino Enrique PALACIO señala al respecto que el recurso que nos ocupa está instituido con miras a
la enmienda de los errores de que pueden adolecer las resoluciones que siendo condenatorias, son
las que menor trascendencia revisten durante el curso del proceso y para cuya consideración re-
sulta excluida la necesidad de un trámite complejo y la intervención de órganos judiciales superio-
res en grado al que dictó la decisión impugnada, concluyendo que su fundamento radica en la con-
veniencia de evitar las demoras y gastos que implicaría el trámite a desarrollar en una instancia ul-
terior y claro está, por razones de economía procesal.
Por su parte, FENOCHIETTO y ARAZI', ponen de relieve que se ha legislado éste recurso teniendo
en vista la celeridad y economía que se logra evitando la doble instancia, al permitir reconsiderar
la cuestión al mismo juez, siempre que no se trate de una sentencia o resolución equiparable por
su naturaleza a una decisión definitiva.
Es menester señalar también que existe alguna controversia doctrinal sobre su verdadera utilidad,
ya que algunos autores se inclinan para que el recurso sea suprimido, afirmando que el hombre no
es proclive a admitir sus propios errores, por lo que le acusan de una falta de aplicación práctica.
En contrapartida, la mayoría explica que el Juez se encuentra facultado para revisar su propia re-
solución por razones de contrario imperio, es decir, quien puede lo más puede lo menos o en otros
términos, sí el juez está autorizado para emitir un pronunciamiento judicial goza, simultáneamente,
de la autoridad como para repararlo en el supuesto caso de haber incurrido en un error.
La doctrina costarricense representada por Jorge Luis ARCE VÍQUEZ9 afirma que el fundamento del
recurso de revocatoria o reposición, radica en el principio de economía procesal, ya que el mismo
órgano judicial que dictó la resolución puede revocarla.
Además, puntualiza que en ciertos casos, éste recurso constituye la única posibilidad de revisar
aquellas resoluciones que no admiten otro tipo de reclamo, más en otros, es la forma más directa
de darles solución a resoluciones que también subsidiariamente pueden ser objeto de apelación e
incluso, se permite que el recurso opere de oficio, como facultad del órgano jurisdiccional.
3.4. LEGISLACION COMPARADA

El Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica (arts. 336 y siguientes), propone su pro-
cedencia contra las resoluciones dictadas sin audiencia previa, a fin de que el mismo tribunal que
las dictó examine nuevamente la cuestión y dicte la resolución que corresponda. Debe ser inter-
puesto por escrito fundado, dentro del plazo de tres días y el tribunal deberá resolverlo previa vis-
ta a los interesados en similar plazo. Durante el juicio, las resoluciones podrán ser recurridas sólo
mediante reposición, debiendo en el debate interponerse oralmente y se tramitarán y resolverán in-
mediatamente, sin suspender el debate sí fuera posible. Equivale a la protesta de recurrir en casa-
ción, para el caso de que el tribunal no decida la cuestión de conformidad con el recurso.
El Código Procesal Penal de Costa Rica (Ley N' 7594 actualizada a marzo de 1999) contiene
tres normas específicas al respecto (arts. 434 al 436) estableciendo que procederá solamente
contra las providencias y autos que resuelvan sin sustanciación un trámite del procedimiento, a fin
de que el mismo tribunal que los dictó examine nuevamente la cuestión y dicte la resolución que
corresponda. Salvo en audiencias orales, el recurso se interpondrá en escrito fundado, dentro de
los tres días siguientes a la notificación, debiendo ser resuelto por auto en el mismo plazo, previa
8 Citados por GHIRARDI, página 23 y siguientes.
9 "Recursos", en "Reflexiones Sobre el Nuevo Proceso Penal", Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica — Corte Supre-
ma de Justicia, San José, páginas 695 y siguientes.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

audiencia a los interesados. La resolución que recaiga será ejecutada, salvo que el recurso haya
sido interpuesto en el mismo momento con el de apelación subsidiaria y se encuentre debidamen-
te substanciado.
El Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba (arts. 457 — 459), prescribe que proce-
derá contra los autos que resuelvan sin substanciación un incidente o artículo del proceso, a fin de
que el mismo tribunal los revoqué o modifique por contrario imperio. Se interpondrá dentro del ter-
cer día, por escrito que lo fundamente. El juez lo resolverá por auto en el término de cinco días,
previa vista a los interesados. La resolución que recaiga hará ejecutoria, salvo que hubiera sido de-
ducido junto con el de apelación en subsidio y éste fuera procedente. Este recurso tendrá efecto
suspensivo sólo cuando la resolución recurrida fuere apelable con ese efecto.
El Código Procesal Penal de Paraguay (Ley N' 1268 de 8 de julio de 1998) establece que la
reposición procederá solamente contra las decisiones que resuelvan un trámite o incidente del pro-
cedimiento a fin de que el mismo juez que las dictó, examine nuevamente la cuestión y dicte la re-
solución que corresponda. Salvo cuando el recurso de reposición sea planteado en la audiencia,
éste se interpondrá dentro de los tres días, por escrito fundado. El juez resolverá por auto, previa
audiencia a los interesados, por el mismo plazo. La resolución que recaiga causará ejecutoria, a
menos que el recurso haya sido interpuesto, en el mismo momento y en forma, con el de apela-
ción subsidiaria.
El Código Procesal Penal del Perú (Decreto Legislativo N' 957 publicado el 29 de julio de 2004)
prevé la procedencia del recurso de reposición contra los decretos, a fin de que el Juez que los
dictó examine nuevamente la cuestión y dicte la resolución que corresponda. Durante las audien-
cias, se podrá plantear contra todo tipo de resolución salvo las finales, debiendo el juez resolver
en ese mismo acto sin suspender la audiencia. En cualquier caso, el auto que resuelve la reposi-
ción es inapelable.
3.5. REGULACION EN NUESTRO NCPP
La regulación en nuestro NCPP como en otros similares, es relativamente escasa guardando con-
cordancia con la formulación doctrinal mayoritaria y también con la legislación comparada previa-
mente glosada; aunque resalta en nuestro caso, la falta de exigencia de una audiencia o vista pa-
ra resolución y la inexistencia de recurso ulterior.
Según los arts. 401 y 402 del NCPP, procederá solamente contra las providencias de mero trámi-
te, a fin de que el mismo juez o tribunal, advertido de su error, las revoque o modifique. Deberá in-
terponerse fundadamente y por escrito, dentro de 24 horas de notificada la providencia al recu-
rrente y verbalmente cuando sea interpuesto en las audiencias. El juez debe resolverlo, sin sustan-
ciación en el plazo de 24 horas o en el mismo acto sí se plantea en audiencia, sin recurso ulterior.
No obstante la terminante disposición de la última parte del párrafo segundo del art. 402 del NCPP
en sentido que la resolución dictada con motivo del recurso de reposición, es emitida sin recurso
ulterior; considero - a diferencia de algunas posiciones surgidas que la señalan como violatoria del
derecho de defensa de la parte recurrente perdidosa- que ese extremo no es evidente por las si-
guientes razones: a) ante la negativa del órgano jurisdiccional de reponer la providencia de mero
trámite dictada, le cabe a la parte recurrente, dependiendo del momento en que se encuentre el
proceso y del caso que se trate, interponer el recurso de apelación incidental (sí se está en algu-
no de los casos del art. 403 del NCPP) o caso c Dntra ri o, ante la imposibilidad de usar éste recur-
so, sentar las bases para generar la procedencia del recurso de apelación restringida, para lo que
será imprescindible que la parte oportunamente -a los efectos de lo previsto por el art. 407 del
NCPP- reclame el saneamiento del supuesto defecto de procedimiento y efectué reserva expresa
de recurrir; y b) conforme luego se verá a través de la doctrina constitucional, ante la negativa de
reponer -vía presentación expresa del recurso de reposición- la providencia de mero trámite, se po-
dría acudir a la vía del recurso de Amparo Constitucional, obvio es que además observando las con-
diciones de procedencia expresas para éste recurso heroico.

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Arturo Yañez Cortés

3.6. JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL SOBRE EL RECURSO DE REPOSICION Y SUS EMERGENCIAS


A continuación, se han seleccionado los casos más relevantes de la doctrina constitucional emiti-
da con motivo del recurso en estudio y sus emergencias.
¿Contra que tipo de resoluciones procede el recurso de reposición?
La razón de la decisión de las Sentencias Constitucionales N's 803/2003-R de 12 de junio y
1325/2003 de 12 de septiembre, señala que el mismo sólo está reservado contra las providen-
cias de mero trámite y sin recurso ulterior.
"...Sobre la recurribilidad de la resolución impugnada. El juez recurrido invocó, para sostener su
petitorio de improcedencia del presente recurso, que la recurrente no hizo uso del recurso de reposi-
ción que estaría previsto por ley para el caso en análisis. Sobre el particular cabe precisar que, de un
lado, el recurso de reposición sólo procede contra las providencias de mero trámite (art. 401 CPP), y
la resolución impugnada -como quedó establecido líneas arriba- es un auto interlocutorio, sin que
exista previsión expresa en el Código de procedimiento penal sobre la recurribilidad de la misma, co-
mo lo exige el art. 394 del Código procesal aludido; consiguientemente, conforme al sistema de recur-
sos establecido en el Código, contra dicha resolución no cabía ningún medio de impugnación .De otro
lado, debe también precisarse que el Código de procedimiento penal establece una cláusula de seguri-
dad, tanto para el imputado como para los acusadores, conforme a la cual el juzgador tiene el deber
jurídico de advertir si su resolución es recurrible, por quiénes y en qué plazo (art. 123 CPP); resultan-
do incoherente que el recurrido invoque como medio de defensa, la no utilización, por parte del recu-
rrente del recurso de reposición, siendo que él tenía la obligación de prevenir sobre la procedencia o
no del mismo; consiguientemente, el recurrente, con su actuación, no ha desconocido el carácter sub-
sidiario del recurso de amparo constitucional... ".(SC N' 803/2003-R).
También, se tiene la Sentencia Constitucional N' 1325/2003-R:
"...Por otra parte, corresponde señalar que el recurrente ha realizado un uso inapropiado de los
recursos previstos por ley, puesto que contra el Auto de 2 de mayo de 2003, que impugnan nuevamen-
te a través del amparo, interpuso un "recurso de reposición con alternativa de apelación" invocando
los arts. 401 y siguientes del Código de Procedimiento Penal vigente, cuando conforme a la citada dis-
posición dicho recurso está reservado únicamente contra las providencias de mero trámite, el mismo
que conforme al párrafo segundo del art. 402 CPP no admite recurso ulterior. Sin embargo, el recu-
rrente interpuso apelación incidental, que fue rechazada por extemporánea, no pudiendo salvar su ne-
gligencia con la interposición del presente recurso, siendo de aplicación el art. 96.3) LTC

¿Podría deducirse recurso de reposición contra un auto interlocutorio?


No, como ya se vio en el anterior caso, éste tipo de recurso sólo procede contra providencias de
mero trámite (art. 401 del NCPP) y en consecuencia, no es procedente contra un auto interlocuto-
rio. Así, la razón la decisión de las Sentencias Constitucionales N's 528/2003-R de 22 de abril y
0934/2003-R de 3 de julio, que sostienen:
"...111.2. Que, en cuanto a la vulneración al derecho a la defensa de los recurrentes, por no haberse re-
cibido un memorial en el que se plantearía recurso de reposición, se tiene que los recurrentes no han acre-
ditado ni la presentación de ese memorial y menos el que no se haya querido recibir el mismo, no existien-
do certeza ni prueba para este Tribunal si hubo o no la lesión denunciada en la presente demanda; por es-
ta razón en este punto no se puede dar la tutela solicitada, como ha señalado este Tribunal en SSCC
67/2003-R, 1447/2002-R, 1471/2002-R, entre otras.
Que, además de lo referido en el párrafo anterior y en coherencia a lo señalado en el punto 1111. de la
presente Sentencia, se tiene que el recurso de reposición reconocido en el art. 401 CPP, es un medio de im-
pugnación de providencias de mero trámite. En tal situación, con un recurso de esa naturaleza mal se
puede impugnar un Auto con el que se cambia la constitución de un Tribunal de Sentencia, como lo es
Auto de 27 de enero de 2003 -que no es una providencia de mero trámite-; en consecuencia, los recurren-
tes, no tienen otra vía expedita de impugnación que el presente amparo...".

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

De igual manera, en la siguiente resolución N 2 0934/2003-R de 3 de julio:


" ...Sobre la recurribilidad de la resolución impugnada. El juez recurrido invocó, para sostener su pe-
titorio de improcedencia del presente recurso, que la recurrente no hizo uso del recurso de reposición que
estaría previsto por ley para el caso en análisis. Sobre el particular cabe precisar que, de un lado, el re-
curso de reposición sólo procede contra las providencias de mero trámite (art. 401 CPP), y la resolu-
ción impugnada como quedó establecido líneas arriba- es un auto interlocutorio, sin que exista previ-
sión expresa en el Código de procedimiento penal sobre la recurribilidad de la misma, como lo exige el
art. 394 del Código procesal aludido; consiguientemente, conforme al sistema de recursos establecido en
el Código, contra dicha resolución no cabía ningún medio de impugnación. De otro lado, debe también
precisarse que el Código de procedimiento penal establece una cláusula de seguridad, tanto para el im-
putado como para los acusadores, conforme a la cual el juzgador tiene el deber jurídico de advertir si su
resolución es recurrible, por quiénes y en qué plazo (art. 123 CPP); resultando incoherente que el recu-
rrido invoque como medio de defensa, la no utilización, por parte del recurrente del recurso de reposi-
ción, siendo que él tenía la obligación de prevenir sobre la procedencia o no del mismo; consiguiente-
mente, el recurrente, con su actuación, no ha desconocido el carácter subsidiario del recurso de amparo
constitucional." Por lo expresado, la Corte de amparo, al haber declarado improcedente el recurso, no
ha efectuado una correcta interpretación de los alcances del art. 19 CPE...".

¿Se puede deducir directamente el recurso de Amparo Constitucional,


sin antes haber formulado recurso de reposición?
No, a partir del principio de subsidiariedad que jurisprudencialmente ha desarrollado la doctrina
constitucional como elemento caracterizador del Amparo Constitucional, el Tribunal Constitucional
mediante las Sentencias Constitucionales N 9s. 790/2002-R de 2 de julio; 1078/2002-R de 10 de
septiembre; 1187/2003 de 18 de agosto y 090/2004-R de 21 de enero, ha señalado que ante
una providencia de mero trámite que genere algún tipo de agravio, el interesado debe —previamen-
te- deducir el recurso de reposición, sin poder acudir directamente a la vía del Amparo Constitucio-
nal, ya que el mismo no puede ser utilizado para subsanar la negligencia de las partes. Así:
"...Por otra parte, el art. CPP establece la procedencia del recurso de reposición contra las provi-
dencias de mero trámite, a fin de que el mismo juez o tribunal, advertido de su error, las revoque o mo-
difique, debiendo ser interpuesto fundamentadamente, por escrito, dentro de las veinticuatro horas de
notificada la providencia al recurrente, y verbalmente cuando sea planteado en audiencias. El juez de-
berá resolverlo sin sustanciación en el plazo de veinticuatro horas o en el mismo acto si se plantea en
audiencia, sin recurso ulterior.
111.5. En la especie, el recurrente plantea amparo constitucional porque supuestamente los recurri-
dos habrían conculcado sus derechos de petición, al debido proceso y a la defensa, al no haber deferi-
do su solicitud de anticipo de prueba .Sin embargo, de acuerdo a la norma legal anotada en el nume-
ral precedente, el sindicado, si consideraba que, ilegalmente, no se estaba estimando su solicitud, te-
nía la potestad de plantear reposición , lo que no hizo, inviabilizando la otorgación de la tutela que
brinda este Recurso, puesto que de acuerdo al art. 96-3) de la Ley 1836, del Tribunal Constitucional
(LTC) es improcedente contra las resoluciones judiciales que por cualquier otro recurso puedan ser
modificadas o suprimidas aún cuando no se haya hecho uso oportuno de dicho recurso.
Esa es la linea jurisprudencial trazada por este Tribunal, al amparo de lo dispuesto por los arts.
19-IV CPE y 96-3) LTC, citando al efecto las SSCC 587/00-R, 723/00-R, 805/00-R, 1116/00-R, I 171/00-
R, 120/01-R, 133/01-R, 315/01-R, 411/01-R, 762/01-R, 048/02-R....".

Luego, la Sentencia Constitucional N 2 1078/2002-R:


"...Que en la especie, el recurrente pudo haber interpuesto con el decreto de 16 de abril ahora im-
pugnado recurso de reposición en el plazo de veinticuatro horas a contar de su notificación, conforme
previenen los arts. 401 y 402 de la Ley 1970, ya que el mismo procede contra las providencias de mero
trámite y tiene la , finalidad de que el mismo juez o tribunal, advertido de su error las revoque o modifi-
que. Que al no haberlo hecho así ha dejado precluir su derecho, permitiendo la ejecutoria de la provi-

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Arturo Yañez Cortés

dencia impugnada, sin que pueda suplir esa omisión con la interposición del presente Recurso, el cual
no es sustitutivo de los medios legales que tienen las partes para hacer valer sus derechos; circunstan-
cia que determina la improcedencia del Amparo por la causal contenida en el art. 96-3) de la Ley 1836.
Que la Corte de Amparo al haber declarado improcedente el Recurso, evaluó correctamente los da-
tos del proceso y las normas aplicables al mismo...".
Además, la siguiente Sentencia Constitucional N' 1187/2003-R:
"...Con relación al punto referido a la ampliación del plazo de la etapa de la investigación concedi-
da por el Juez recurrido mediante providencia de 7 de diciembre de 2002, si bien es cierto que esta auto-
ridad cometió un acto ilegal al haber dispuesto esa ampliación por un delito no vinculado a organizacio-
nes criminales, también es evidente que no es posible otorgar la tutela debido a que los recurrentes no
impugnaron el decreto de ampliación mediante el recurso de reposición, previsto por el art. 401 CPP,
dado que el amparo constitucional no es sustitutivo de otros recursos o medios de defensa ni puede ser
utilizado para suplir la negligencia de las partes. Así lo ha establecido la jurisprudencia constitucional
en sus fallos, entre otros la SC 944/2003-R al señalar: " (...) el presente amparo constitucional que por
su carácter subsidiario sólo puede plantearse cuando no existen otros medios legales para la defensa de
los derechos que se consideran lesionados, por lo que no puede ser utilizado como sustituto de otros re-
cursos ni suplir la negligencia de las partes".
En consecuencia, el Tribunal de amparo al haber declarado improcedente el recurso, ha realizado
una adecuada compulsa de los antecedentes y una correcta aplicación del art. 19 CPE....".

Finalmente, en el mismo sentido, la N" 090/2004-R:


"...En el caso examinado, la recurrente solicitó al juez demandado conmine al Fiscal responsable de
la investigación a modificar el horario de la audiencia de inspección y reconstrucción fijado para el 11
de noviembre de 2003 a horas 9:30, con el objeto de que se den condiciones temporales y horarias simi-
lares a las del día en que ocurrió el hecho investigado. Ante esa petición el recurrido dictó la providen-
cia de 4 de noviembre de 2003 -hoy impugnada-, disponiendo se esté a la dirección funcional de las ac-
tuaciones policiales; decreto contra el que la actora debió interponer el recurso de reposición previsto
por el art. 401 CPP y no acudir directamente al presente amparo constitucional que por su carácter
subsidiario debe ser interpuesto previo agotamiento de los medios o recursos legales franqueados por
ley, pues la lesión de los derechos o garantías constitucionales debe ser reparada y restituida en prin-
cipio dentro del proceso donde supuestamente se ha incurrido en el acto ilegal o la omisión indebida
acusados, ya que el ámbito de protección que brinda el amparo constitucional está referido a los casos
en que se agotan las instancias legales ordinarias previstas por ley, pues uno de los elementos que ca-
racteriza y es inherente a este recurso, es como se dijo, la subsidiariedad, y sólo se lo puede interponer
cuando se han agotado todos los medios de defensa o cuando el que se tiene resulta ineficaz para la
protección que se busca. Así la Sentencia Constitucional (SC) 374/2002-R de 2 de abril, ha establecido
que: "Confirme lo ha señalado este Tribunal, la subsidiariedad del amparo constitucional debe ser en-
tendida como el agotamiento de todas las instancias dentro del proceso o vía legal, sea administrativa o
judicial, donde se acusa la vulneración, dado que donde se deben reparar los derechos fundamentales le-
sionados es en el mismo proceso, o en la instancia donde han sido conculcados, y cuando esto no ocurre
queda abierta la protección que brinda el Amparo Constitucional"..

¿El recurso de reposición admite algún otro recurso ulterior?.


Conforme el propio NCPP lo señala expresamente, la doctrina del Tribunal Constitucional sostiene
lo propio a través de la Sentencia Constitucional N' 1325/2003- R de 12 de septiembre de 2003,
que señala:
"...Por otra parte, corresponde señalar que el recurrente ha realizado un uso inapropiado de los re-
cursos previstos por ley, puesto que contra el Auto de 2 de mayo de 2003, que impugnan nuevamente a
través del amparo, interpuso un "recurso de reposición con alternativa de apelación" invocando los arts.
401 y siguientes del Código de Procedimiento Penal vigente, cuando conforme a la citada disposición

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

dicho recurso está reservado únicamente contra las providencias de mero trámite, el mismo que con-
forme al párrafo segundo del art. 402 CPP no admite recurso ulterior. Sin embargo, el recurrente inter-
puso apelación incidental, que fue rechazada por extemporánea, no pudiendo salvar su negligencia con
la interposición del presente recurso, siendo de aplicación el art. 96.3) LTC.
Consiguientemente. la situación planteada no se halla dentro de las previsiones del citado art. 19
CPE, por lo que el Tribunal de amparo al haber declarado improcedente el recurso, ha efectuado una
adecuada compulsa de los antecedentes procesales y dado correcta aplicación al citado precepto consti-
tucional..."

¿Corresponde plantear recurso de reposición con alternativa de compulsa contra un auto?


Conforme se analizó con motivo de los casos anteriores, el recurso de reposición sólo procede úni-
ca y exclusivamente contra providencias de mero trámite y sin recurso ulterior, no pudiendo ser
planteado con alternativa de compulsa. Así establece claramente la ratio decidendi de la Sentencia
Constitucional N2 1027/2002-R de 28 de agosto.
"...El Código de Procedimiento Penal (CPP) en su art. 251 determina que la resolución que dis-
ponga, modifique o rechace las medidas cautelares, será apelable en el término de setenta y dos horas.
Por otro lado, en el Libro Tercero de la citada Ley, se establecen los recursos admitidos en proceso pe-
nal, señalando en el art. 401, que el recurso de reposición procederá solamente contra las providencias
de mero trámite, a fin de que el mismo Juez o Tribunal, advertido de su error, las revoque o modifique,
debiendo ser planteado dentro de las veinticuatro horas de notificada la providencia al recurrente.
111.3. El art. 283-1) del Código de Procedimiento Civil (CPC), dispone la procedencia del recurso de
compulsa por negativa indebida del recurso de apelación. La compulsa, según el art. 285, deberá ser plan-
teada en el plazo fatal de tres días computables a partir de la notificación de la negativa.
111.4. En el caso objeto de análisis, el representante del Ministerio Público planteó "reposición con
alternativa de compulsa" contra el auto que negó la concesión de su recurso de apelación -interpuesto
contra la resolución que declaró procedente la solicitud de cesación de la detención preventiva del recu-
rrente- siendo rechazada con los mismos fundamentos que la negativa aludida.
Es menester reiterar que, de acuerdo a lo sostenido en la SC 745/2002-R, el "recurso de reposición
bajo alternativa de compulsa" no está previsto en la legislación boliviana...".

¿Podría plantearse recurso de reposición contra una resolución emanada del Fiscal?
Como bien se sabe, determinadas resoluciones emanadas del Ministerio Público pueden ser impug-
nadas, no existiendo otro recurso para el efecto y menos el de reposición, cuya procedencia ha si-
do establecida por el legislador solamente contra un género determinado de resoluciones judicia-
les, no fiscales. Es lo que sale de la ratio decidendi de la Sentencia Constitucional N 2 818/203-R
de 17 de junio.
"...En este contexto, si bien las partes tienen el derecho de solicitar la explicación, complementación
o enmienda, se refiere a las resoluciones dictadas por autoridades judiciales no siendo aplicable la citada
disposición legal (art. 125 CPP) a las pronunciadas por los fiscales, quienes ejercen otra función que no
es la jurisdiccional -como en el caso presente- en la que el fiscal está facultado para rechazar la denun-
cia o querella mediante resolución fitndamentada como lo dispone el art. 304 CPP, concordante con el art.
47, numeral 7) LOMP. Esta resolución es susceptible de objeción ante el fiscal que la emitió quien debe
remitir antecedentes al fiscal superior en jerarquía -en este caso el Fiscal de Distrito- dentro de las vein-
ticuatro horas siguientes, de conformidad con el art. 305 CPP, a fin de que sea revocada o ratificada. Es-
to quiere decir que el Fiscal de Materia demandado, al no pronunciarse sobre la complementación, ex-
plicación y enmienda solicitada, actuó conforme a ley sin vulnerar los derechos invocados por el recu-
rrente, quien interpuso de forma inadecuada el recurso de reposición, previsto por el art. 401 del citado
cuerpo de leyes que solamente procede contra las providencias de mero trámite a fin de que el juez o tri-
bunal advertido de su error, las revoque o modifique. Resulta en consecuencia, que las resoluciones dic-
tadas por los fiscales no son susceptibles de complementación, explicación y enmienda ni de reposición,
de acuerdo con las disposiciones legales citadas..."

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CAPITULO CUARTO

LA APELACION EN GENERAL

4.1. GENERALIDADES Y BREVE NOTICIA HISTORICA SOBRE EL RECURSO DE APELACION


Sin todavía ingresar a distinguir como hace nuestra actual legislación procesal penal entre la ape-
lación incidental y apelación restringida, sino refiriéndome inicialmente al instituto genérico de la
apelación, comienzo señalando algunas de sus principales noticias históricas.
El instituto de la apelación es considerado en términos generales, como un medio impugnatorio
concedido a las partes para solicitar y obtener, la reparación de una resolución injusta.
Para Escusol IBARRA, citado por César SAN MARTÍN CASTRO,' el recurso de apelación es conce-
bido, como: "...aquel medio de impugnación de resoluciones judiciales, por el que se pretende que
el órgano jurisdiccional superior jerárquico del que dictó la resolución apelada (es un recurso par-
cialmente devolutivo y vertical), valore los planteamientos del recurrente y deje sin efecto la reso-
lución recurrida o la sustituya por otra que sea acorde con la ley/'.
De la misma manera, el autor consultado citando a Ortells RAMOS, señala que a través de la ape-
lación, el juez revisor podría juzgar y resolver de nuevo cuestiones fácticas y jurídicas ya resueltas
y hacerlo con toda la amplitud que determine el recurrente y que autoricen los poderes oficiales de
aquél órgano jurisdiccional.
Como se advertirá, existen dos grandes concepciones -definitivamente ligadas a la naturaleza del
sistema procesal que se trate- sobre los alcances del recurso de apelación.
La primera que podríamos llamarla amplia que se encuentra directamente vinculada con sistemas
de naturaleza inquisitivo escritos, que entiende que los poderes del juez o tribunal de apelación im-
plican la revisión de los aspectos tanto fácticos como de derecho; mientras que la segunda, que
la denomino restringida, propia de sistemas de naturaleza acusatoria oral, que limita esos poderes
sólo a los elementos de derecho; aunque debo ya reconocerlo, existen también posiciones no tan
extremas que concilian ambos extremos, eso si limitando los casos a determinadas situaciones de
naturaleza excepcional precisamente en resguardo de ciertas características propias del sistema
acusatorio, me refiero a la oralidad y la inmediación.
Sobre los orígenes históricos de la apelación en general, algunos autores como Ernesto RODRÍ-
GUEZ ROSSI ? advirtiéndonos que está tomando sólo un aspecto de la historia de las instituciones
jurídicas, identifica a la apellatio establecida por la ley Julia Judiciaria de Roma, durante el imperio,
que derivó de la intercessio, o sea del derecho de todo magistrado bajo la república de vetar las
decisiones de su igual o inferior; el ofendido, el afectado, podía apellare magistratum, ante un su-
perior, quien estaba facultado para reemplazar la decisión. También, señala los recursos de revo-
catio in duplum por errores in iudicando o in integrum restitutio por errores in iudicando e in proce-
dendo.
De acuerdo con GALLINAL citado por Francisco ARRIETA 3 sus antecedentes son sumamente remo-
tos pero, en España y luego América, surge desde el Fuero Juzgo con el nombre de alzada, así las
leyes del Rey Sabio dicen: "es querella que alguna de las partes face de juicio que fuese dado con-
tra ella, llamando o recorriéndose a enmienda de mayor juez" (Ley l a, título 23, partida 31. Reco-
nocíase el derecho de apelar, o directamente ante el Rey o ascendiendo por grados jerárquicos
hasta la última instancia del monarca. Así lo establece otra de las Leyes de la Partida, cuando man-
da según su redacción original que: "...onde si alguno se agraviare del juicio quel diere aquel que
ha de judgar todos los pleytos de alguna villa, et hobiere alzada a otro judgador o a otro lugar, allí

1 "Derecho Procesal Penal", Editora Jurídica Grijley, Lima - Perú, 1999.


2 RODRIGUEZ ROSSI, Ernesto "Apelación a la Corte Suprema y otras Posibilidades Recursivas", "Ediar", Buenos Aires; 1969.
3 ARRIETA GALLEGOS, Francisco "Impugnación de las Resoluciones Judiciales". Imprenta "La Idea", San Salvador, El Salvador.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusaterio Oral Boliviano

debe ir primeramente: et si se sentire agraviado de lo que allí le mandaren, puédese alzar a otro
mayoral, si lo hí hobiere, quel haya poder de judgar el después al Rey ante que pasare por lo otro
jueces, decimos que bien lo puede hace..." (Ley 18, título 23, partida 31.
En nuestro pais, aparece ya en el Código de Procederes Santa Cruz de 1833 (arts. 1265 y siguien-
tes) considerado como recurso ordinario concedido por ley a todo litigante, cuanao había recibido
algún agravio por la sentencia del juez inferior, para reclamar de ella ante el tribunal superior. La
apelación podía ser legal que era aquella que daba lugar la ley; o ilegal, la que era repulsada por la
misma norma. Producía dos efectos: el suspensivo y el devolutivo. Se podía apelar (art. 1270) de
toda sentencia definitiva pronunciada en causa que se hubiere seguido por los trámites del juicio
ordinario o criminal; de las interlocutorias que se dictaren durante la substanciación de los referi-
dos juicios, cuando ellas ocasionen gravamen irreparable o perjuicio de difícil reparación. El térmi-
no para apelar de sentencias definitivas era de 5 días y 3 de interlocutorias, términos que corrían
de momento a momento desde el de la notificación, siendo fatales, improrrogables e irrestituibles.
4.2. DE SU NATURALEZA LEGAL
La institución en general es considerada ya modernamente como una garantía para el mejor logro
de una resolución justa; como un recurso legal en virtud de la cual la parte que se considera agra-
viada por el fallo de una autoridad judicial, ocurre en revisión ante una autoridad inmediatamente
superior en grado o jerarquía, lo cual implica el reconocimiento de dos o más instancias o de dos
o más grados de jurisdicción para el conocimiento y decisión de los asuntos judiciales.
4.3. DE SUS FUNDAMENTOS PRINCIPALES
Los fundamentos principales del recurso de apelación en general, tienen que ver con:
Enmendar el daño causado a los injustamente agraviados;

Corregir la ignorancia o la malicia de algunos órgnos jurisdiccionales inferiores; y,

Para que las partes que hubiesen recibido algún agravio, por su impericia o negligencia, tra-
ten de reparar ese defecto, obteniendo justicia.
4.4. CARACTERISTICAS
Entre las características del recurso de apelación en general, la doctrina distingue a su objeto, que
se trata del agravio y su necesidad de reparación por acto del superior, lo que supone que la re-
solución no sea necesariamente injusta sino para que el recurso sea concedido, basta que el recu-
rrente la considere como tal. Por ello, el poder de concesión del recurso no queda al arbitrio ex-
clusivo del órgano jurisdiccional que dictó la resolución impugnada o por lo menos, existe el meca-
nismo tendiente a obligarlo a concederlo cuando ha sido indebidamente negado, es decir, la com-
pulsa.
Esa posición ha sido también asumida jurisprudencialmente por la Corte Suprema de Justicia, en
ocasión del Auto Supremo N° 373 de 14 de octubre de 2002, en el que la Sala Penal, sostuvo:
".CONSIDERANDO: Que del estudio de los elementos que informan el presente trámite se verifi-
ca que la compulsa deducida, impugna el Auto de Vista de 7 de agosto del año en curso, que rechazó
el recurso de casación interpuesto contra el Auto de Vista de 17 de julio de 2002, que declaró inadmi-
sibles las apelaciones restringidas interpuestas por memoriales de fs. 128-129 y 131-135 de los obra-
dos originales, alegando la inobservancia del art. 407 segundo parágrafo de la Ley N° 1970 del Códi-
go de Procedimiento Penal.
Que, el art. 417 del Código de Procedimiento Penal establece que el recurso de casación, deberá
ser interpuesto dentro de los cinco días siguientes a la notificación con el Auto de Vista impugnado an-
te la Sala que lo dictó, señalando la contradicción en términos precisos y acompañando como prueba

-92-
Arturo Yañez Cortés

la copia del recurso de apelación restringida; correspondiendo a la Sala remitirlo en 48 horas a la


Corte Suprema de Justicia, sin que el Tribunal de apelación esté facultado por la norma adjetiva al-
guna, para pronunciarse respecto a su admisión.
CONSIDERANDO: Que en la especie, el recurso de casación de Anibal Monte Rey Cusicanqui
fue presentado dentro del término legal cumpliendo los requisitos exigidos por el art. 417 del Código
de Procedimiento Penal, por lo que correspondía a la Sala Penal Primera de la Corte Superior del
Distrito de La Paz, remitir en 48 horas los antecedentes a éste Tribunal, sin pronunciarse sobre as-
pectos ajenos a la competencia asignada por el art. 417 en relación con el art. 51 de la Ley 1970.
Que, si bien el recurso de compulsa no se encuentra específicamente previsto en el nuevo Códi-
go de Procedimiento Penal, no es menos cierto que en el caso que nos ocupa constituye el mecanis-
mo idóneo para plasmar el derecho de recurrir el fallo ante Juez o Tribunal Superior, consagrado
por el inc. h) del art. 8 del Pacto de San José de Costa Rica o Convención Americana de Derechos
Humanos (Ley N° 1430 de 11 de febrero de 1993).
POR TANTO: La Sala Penal de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, con la facultad
conferida por el inc. 5°) del art. 59 de la Ley de Organización Judicial y de conformidad con el art. 291
del Código de Procedimiento Civil, declara LEGAL la compulsa interpuesta, disponiendo se libre la
provisión compulsoria respectiva. Regístrese y hágase saber. Fdo. Dr. Jaime Ampuero García Dr. Car-
los Tovar Gützlaff Dr. Héctor Sandoval Parada..."

Volviendo al tema general, surge nítidamente el problema a resolver que nos ayudará a entender
de mejor manera la distinción contenida en nuestra norma procesal penal ¿la apelación es un me-
dio de reparación de los errores cometidos en la sentencia apelada, o de los errores cometidos en
la instancia previa? Es decir, la alzada consistirá en una revisión de todo el material de hecho y las
cuestiones de derecho o solamente es una revisión de las cuestiones de derecho contenidas en la
resolución, sin ingresar a la renovación plena del juicio. Problemática que será detalladamente es-
tudiada en los capítulos siguientes al desarrollar precisamente las implicancias de nuestros nuevos
recursos de apelación restringida y casación.
Otro elemento a distinguir consiste en los sujetos de la apelación, es decir, radica en determi-
nar quienes tienen la facultad de alzarse contra la resolución dictada.
La doctrina establece una regla perfectamente aplicable al estado actual de nuestra legislación pro-
cesal penal: puede deducir el recurso aquél que ha sufrido agravio en la sentencia o resolución y
esto puede ocurrir siendo parte en el proceso o siendo "ajeno" al mismo, como ocurre con nues-
tro NCPP que expresamente establece que la víctima podrá intervenir en el proceso penal, tenien-
do derecho a ser escuchada antes de cada decisión que implique la extinción o suspensión de la
acción penal e incluso a impugnarla (art. 11) e incluso, en el tema general que nos ocupa, el art.
394 señala taxativamente que el derecho de recurrir corresponderá a quien le sea expresamente
permitido por ley incluida la víctima aunque no se hubiere constituido en querellante.
Finalmente, analizando los efectos de la apelación bastará remitirse a lo expresado en el capítu-
lo primero, abarcando los efectos ya señalados, me refiero al efecto suspensivo, devolutivo, no
suspensivo y extensivo.
4.5. SOBRE LA NECESIDAD DE PREVER UN PROCEDIMIENTO DE APELACION
Actualmente, la existencia de un procedimiento de apelación -sea cual fuere la modalidad a la que
esté sujeta- es una condición indiscutible en todo proceso contemporáneo, debido esencialmente
a su directa conexión con el Estado de Derecho y el debido proceso, entre cuyos elementos, se
distingue el derecho de las partes para impugnar o recurrir del fallo ante una instancia superior, lo
que suele denominarse -genéricamente- como el derecho a la segunda instancia, aunque no nece-
sariamente debiéramos deducir que, con ese término, se está aludiendo a una apelación que deba
versar sobre elementos de derecho y fácticos, sino como una nueva oportunidad para analizar los
fundamentos (pueden ser legales y fácticos o sólo los primeros) de una resolución determinada.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Así por ejemplo Horst SCHONBOHM4 sostiene que: "...en cualquier sistema de estado de derecho
es una condición constitucional que en los procesos judiciales exista la posibilidad de revisar por
lo menos las sentencias de la primera instancia a través de un sistema de recursos efectivos y efi-
cientes. La razón es, que después de la lectura de una sentencia el tribunal pierde el dominio so-
bre la sentencia y ya no puede efectuar cambios (...). Pero como ya los romanos han sabido erra-
re humanun est, en todos los tiempos y en todos los sistemas ocurren errores por parte de los tri-
bunales en la aplicación del derecho, en aclarar adecuadamente los hechos, en la producción y va-
lorización de las pruebas, etc (...). Para corregir esos errores se necesita un sistema de recursos
eficiente que permita corregirlos...".
En nuestro país, como resultado del influjo garantista que ha significado la introducción en los últi-
mos años de una serie de reformas legales tendientes al afianzamiento del Estado democrático de
Derecho y del sistema democrático que les es propio, mediante la creación del Tribunal Constitu-
cional encargado entre otras funciones básicas al control de la salvaguarda de los derechos y ga-
rantías y, también por la vigencia del nuevo sistema procesal penal, es que de manera natural el
derecho a la segunda instancia o el derecho a la apelación, en tanto se trata de un derecho subje-
tivo tendiente a obtener justicia que surge del derecho de defensa del ciudadano y del principio de
seguridad jurídica procesal, ha tenido un amplio desarrollo que no sólo ha alcanzado al ámbito es-
trictamente penal o sancionatorio, sino también hacia otras materias, como la civil.'
Para demostrar mi afirmación, me permito transcribir el principio contenido en la Sentencia Cons-
titucional N° 280/2003-R de 11 de marzo, la que en mi criterio, resume la importancia que el pro-
cedimiento contemporáneo otorga al instituto de la apelación en general.
"...Que por un principio universal de Derecho toda resolución es susceptible de ser impugnada y
por lo mismo de ser revisada, este derecho procesal es ampliamente reconocido en diversos instrumen-
tos internacionales como la Convención Americana sobre Derechos Humanos y por nuestro ordenamien-
to jurídico procesal interno en todas las materias. La revisión opera ante la acción del sujeto procesal
que se considera agraviado con la decisión del juzgador..."
Posteriormente, se han emitido una serie de fallos contenidos en las SSCC N° 108/2004-R de 21
de enero; 1790/ 2003-R de 5 de de diciembre o la 1499/2003-R de 24 de octubre -entre muchas
otras-; en la que se considera que:
"...111.3E1 recurrente ante la omisión señalada, solicitó la nulidad de notificación, que fue indebida-
mente rechazada por las autoridades demandadas, pues no consideraron que la diligencia extrañada pro-
vocó indefensión al recurrente, quien de esa manera se vio privado de acceder al recurso de casación pre-
visto por ley para impugnar el Auto de Vista pronunciado en apelación, cuya ejecutoria fue declarada,
vulnerando de esta forma no sólo el debido proceso, sino el derecho a la defensa, que es irrestricto por
previsión constitucional, así como la seguridad jurídica procesal, pues "el derecho a recurrir" de un fa-
llo, ante el juez o tribunal superior, es universalmente reconocido y así lo establece el art. 8, inciso 11)
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 22 de noviembre de 1969, derecho inviola-
ble del que la persona no puede ser privada por formalismos procesales" (SC 1323/2003-RAC de 12 de
septiembre)... ".
Es importante también destacar sobre el denominado fundamento político del instituto muy bien de-
sarrollado en la Sentencia Constitucional N-5 1075/2003-R de 24 de julio, que al respecto, razona
que:
" ... El sistema de recursos establecido en la Ley 1970.-. El sistema de recursos adoptado por el le-
gislador, en el vigente Código de procedimiento penal, comprende: el recurso de reposición, el recurso de
4 Schónbohm, Horst. "Sistema de Recursos en el marco del Código de Procedimiento Penal". Ponencia del Vi Seminario de
Justicia Constitucional y Estado de Derecho, realizada en Santa Cruz — Bolivia, del 25 al 27 de agosto de 2004, disponible
en www.tc.gov.bo
5 Por ejemplo, la Sentencia Constitucional N° 82/2001-RII de 12 de octubre, que declaró inconstitucional la última parte del
art. 17, párrafo II del Código de Procedimiento Civil, que establecía que la resolución de aceptación de la inhibitoria dicta-
da por el Juez requerido, era inapelable.

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Arturo Yañez Cortés

apelación incidental, el recurso de apelación restringida y el recurso de casación. A su vez, el derecho a


recurrir, es decir, a impugnar las resoluciones judiciales no ejecutoriadas, se encuentra limitado expre-
samente por el artículo 394 CPP, a los casos expresamente señalados por el mismo cuerpo normativo (...)
III3.Fundamento jurídico y político del derecho del imputado a la revisión del fallo condenatorio por
un tribunal superior- El derecho del imputado a la revisión del fallo condenatorio encuentra su funda-
mento jurídico en el reconocimiento constitucional de los derechos fundamentales que pudiesen ser
afectados a consecuencia de un fallo condenatorio que se origine en una errónea aplicación de la nor-
mativa del sistema penal; derecho que ha sido desarrollado por el art. 407 CPP, cuyos alcances encuen-
tran congruencia y son compatibles con los acuerdos internacionales suscritos por el Estado boliviano
(art. 14.5. del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 8.h) de la Convención America-
na sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica)..".
4.6. LA GARANTIA DE LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA COMO FUNDAMENTO DEL ACCE-
SO A LA JUSTICIA Y LOS RECURSOS
En el rubro que se analiza, debo también hacer referencia al denominado "Principio de la Tutela Ju-
dicial Efectiva", desarrollado en nuestro país mediante la jurisprudencia constitucional, en concre-
to a partir de la Sentencia N° 1044/2003 de 22 de julio y otras subsiguientes, como la 1707/03-
R de 24 de noviembre, en las cuales, la razón de la decisión sostuvo que a partir del contenido del
art. 16. IV de la Constitución Política del Estado, en relación con los arts. 14 y 116. VI y X de la
misma, corresponde extraer la garantía del debido proceso y, de esos preceptos, en conexión con
el art. art. 6.1 constitucional, el Tribunal deduce la garantía o principio de la tutela jurisdiccional efi-
caz, definida como: "...el derecho que tiene toda persona de acudir ante un juez o tribunal compe-
tente e imparcial, para hacer valer sus derechos o pretensiones, sin dilaciones indebidas...", lle-
gando también a extraer el principio pro actione.
Con esos antecedentes, es viable sostener que a través de la línea jurisprudencial citada, la juris-
prudencia constitucional fortalece el derecho de la persona a utilizar los medios de impugnación
en general y los recursos en particular pero, dentro de un contexto mucho más amplio, como es
el referido al principio del debido proceso e incluso, va más allá, hasta la garantía de la tutela judi-
cial efectiva o derecho al acceso a la justicia.
4.7. DE LOS PRINCIPIOS DE LA APELACION EN MATERIA PENAL
El destacado autor peruano César SAN MARTÍN CASTRO,' identifica a los siguientes siete princi-
pios relativos a la apelación en nuestra materia, los que como se advertirá, están referidos prin-
cipalmente a los sistemas inquisitivos y escritos establecidos con la lógica de la doble
instancia.
Sin embargo, como su conocimiento nos permitirá luego establecer de mejor manera las diferen-
cias existentes con nuestro sistema actual -adverso a esa lógica- me permito citarlos a continua-
ción:
Limitación del conocimiento del juez ad quem. El juez debe reducir los límites de su resolución
a las cuestiones promovidas en el recurso, sin embargo, remitiéndose a CALAMANDREI, anota que la
apelación moderna está encaminada más que a un nuevo estudio por parte del juez de mérito, a un
nuevo examen de la decisión de primera instancia, a fin de ver si ella, en relación con el material re-
cogido por el primer juez, fue justa y correcta.
Prohibición de pronunciarse sobre los no apelantes. A partir de la vigencia del principio "tantum
devolutum quantum apellatum" que acarrea que el juez esté limitado en su pronunciamiento efectua-
do con motivo de la apelación a los extremos prefijados en el recurso, tampoco podría pronunciarse
sobre la situación de todas las personas afectadas por la decisión. Empero, el autor citado, se remi-
te a lo argüido por María Pía CALDERÓN CUADRADO, en sentido que esas facultades del tribunal de
apelación no pueden llevarse hasta las últimas consecuencias, debido a los intereses que están en
juego en el proceso penal, por lo que contrariamente al axioma referido al comienzo, aplicando el
6 Obra citada, páginas 704 y siguientes; Tomo II.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

principio de la comunidad de la apelación plasmado en el efecto extensivo de la misma, correspon-


de que el condenado obtenga una resolución favorable, aunque no fuera el recurrente.
Extensión de la competencia en los supuestos de estrecha relación. En aquellas hipótesis en
que por la naturaleza del asunto, las decisiones adoptadas deben aplicarse a todas las materias o a
los no recurrentes, por ser fenómenos objetivos con efectos generales o cuando la decisión de se-
gunda instancia resulta más favorable para los no recurrentes.
SAN MARTÍN remitiéndose a LEONE, admite la posibilidad de examen de cuestiones particulares no
deducidas específicamente, cuando: a) si los puntos de la decisión impugnada resultan además es-
trictamente dependientes; b) si los motivos de la apelación reflejan la decisión entera y afectan al fun-
damento mismo de la declaración de responsabilidad; y c) si la indagación a cargo del juez a quem
constituya el presupuesto de la cuestión deducida en los motivos o esté con ella en relación de inse-
parabilidad, conexión, interdependencia o derivación.
Se aplica siempre que los imputados no apelantes se encuentren en la misma situación de quien ape-
ló y les sean aplicables los motivos alegados en el fallo que resuelve la apelación; por ejemplo, cuan-
do existiendo pluralidad de condenados, uno de los cuales apela, si el tribunal de apelación conside-
ra que el hecho es atípico, corresponde extender la absolución a los no apelantes.
Competencia para estudiar los presupuestos de validez del proceso. El autor citado conside-
ra que las normas que regulan causales de nulidad insubsanables -se trataría de los vicios absolutos,
según nuestro NCPP- son de carácter imperativo, por lo que exigen al órgano jurisdiccional anular ta-
les actuaciones, por lo que citando a BELING, afirma que el recurrente no puede impedir el examen
de la admisibilidad de la persecución, que debe realizarse de oficio.
Vigencia de la reformatio en peius. SAN MARTÍN afirma que éste principio no sólo limita el poder
punitivo estatal, garantiza la efectividad de la defensa y favorece al condenado con la revisión de la
sentencia dentro del único marco de las pretensiones solicitadas, sino que además, avala y garanti-
za la operatividad del sistema acusatorio. En ese sentido, puntualiza que por efecto del mismo, es
sólo la parte recurrente quien, hace realidad la doble instancia o doble posibilidad de enjuiciamiento
de la cuestión litigiosa, por tanto, es ella quien delimita el ámbito de conocimiento del tribunal a quem
respecto al objeto procesal de la instancia.
Se remite a CAFFERATA NORES quien considera que el principio en análisis de la manera más gráfica, ga-
rantiza al imputado no sólo la libertad para recurrir sino la tranquilidad para hacerlo, al saber que su re-
curso nunca podrá perjudicarle más que la propia sentencia recurrida, ya que de lo contrario, podría re-
sultar compelido a sufrir la sentencia injusta en su criterio, antes de correr el riesgo de que ésta sea mo-
dificada en su perjuicio.
Posibilidad de apreciar nueva prueba. Señala que la regla general es que el órgano que conoce
la apelación toma su decisión con vista a la prueba aportada por el juez inferior a través de su reso-
lución recurrida, en atención a que la segunda instancia es de control y no de creación. Empero, SAN
MARTÍN sostiene que esa afirmación resulta matizada por ejemplo, cuando habiéndose acompañado
a la apelación documentos públicos o privados, cuya apreciación será viable en la medida que exis-
ta todavía una nueva oportunidad para que las partes conozcan y controviertan la prueba.
El juez ad quem puede condenar al absuelto. Señala que si se estima el recurso por razones de
fondo, no existe razón alguna que impida al juez a quem emitir sentencia condenatoria, es decir, re-
vocando la sentencia de primera instancia. Está claro que esa afirmación se refiere -a diferencia de
nuestro actual sistema- a aquellos en los que rige la pluralidad de instancia que abre la competencia
al tribunal de apelación o expresamente de segunda instancia, a conocer integralmente del juicio his-
tórico y del juicio jurídico, es decir, el tribunal superior estaría facultado para formar su propio con-
vencimiento sobre los hechos y, sobre esa base, dictar una nueva sentencia ya sea absolutoria o con-
denatoria, según sea el caso.
En ese sentido, apunta que, por una parte, un sector doctrinal destaca que la apelación que se sus-
tenta, en lo esencial, en las actas del juicio oral realizado en primera instancia y además en las ac-
tas del sumario ante las deficiencias de las primeras, es propia de un procedimiento escrito y del sis-
tema de la prueba legal y no necesariamente otorga mayores garantías de acierto para el justiciable,
al faltar el contacto directo e inmediato con la prueba.

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Arturo Yañez Cortés

Por otra parte, refiere que otro sector también importante de la doctrina, considera que la diferente apre-
ciación de los elementos probatorios y la posibilidad de que arribe a un resultado contrario del juez infe-
rior, no constituye una vulneración a la presunción de inocencia, en la medida en que las pruebas practi-
cadas en el juicio sean las que proporcionen el fundamento para la convicción del juez a quem; afirman-
do que lo que hay es una discrepancia en la valoración de la prueba hecha por dos órganos judiciales
igualmente libres para valorar en conciencia, pero no una vulneración de la presunción de inocencia.
El autor peruano reconoce que es cierto, que de hecho, reexamen quiere decir renovación integral del jui-
cio por parte de un juez distinto sobre la cuestión aunque sea la parcial y específica sometida a la ape-
lación y que un reexamen de este tipo contradice el principio acusatorio de la inmediación; aunque, remi-
tiéndose a FERRAJOLI, arguye que éste sería precisamente el precio que se debe pagar por el valor de
la doble instancia, si queremos salvar la esencial función garantista que tiene, esto es, garantía de lega-
lidad y garantía de arbitrariedad, el abuso o error judicial.
Finalmente, hace referencia a los argumentos citados por RICCI a favor de la apelación: 1) La garantía
del doble grado está en volver nuevamente sobre el estudio ya realizado, en juzgar de nuevo las prime-
ras impresiones, en confrontar los resultados del uno y del otro examen, y ver cuáles se aproximan ma-
yormente a la verdad, y 2) como toda resolución debe ser motivada, la parte no favorecida puede ex-
traer de ella los criterios que han guiado al juez a quo en el examen, y captar, por tanto, el lado débil de
su causa.

Como se advertirá, por las amplias consideraciones transcritas provenientes del trabajo de César
SAN MARTÍN, que como señalé provienen de un sistema que contempla la pluralidad de instancia,
la problemática sobre los alcances de la apelación es sumamente compleja, lo que se ve significa-
tivamente acentuada, a partir de la introducción de un sistema acusatorio oral, caracterizado por
adoptar un sistema de única instancia, que es a lo que me atendré en los capítulos siguientes.

4.8. ALGUNOS CASOS GENERALES DE JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL

A continuación se presentan algunos casos de jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional


sobre elementos de carácter general sobre el instituto en análisis. Más adelante, cuando se desa-
rrolle cada recurso en concreto, se presentará la jurisprudencia que corresponde en particular a
cada uno de los recursos.

Sobre la definición de recurso, como componente integrante del debido proceso

La Sentencia Constitucional N 5 1693/2003-R de 24 de noviembre, además de definir al instituto


del recurso en general, lo vincula como un elemento integrante del debido proceso.

3 Que conforme ha establecido la jurisprudencia constitucional, el debido proceso constituye


una garantía de legalidad procesal para proteger la libertad, la seguridad jurídica, la racionalidad y fun-
damentación de las resoluciones judiciales o administrativas; de manera que los conflictos o controver-
sias que se presentan en cualquier proceso, sean de carácter judicial, administrativo o disciplinario, es-
tén previamente reguladas en el ordenamiento jurídico, el cual debe señalar las pautas que procuren el
respeto de los derechos y obligaciones de las partes procesales, para que ninguna actuación de las auto-
ridades esté basada o tenga origen en su propio arbitrio: sino, que obedezcan a los procedimientos des-
critos por la Ley y los Reglamentos, en virtud del principio de reserva legal.
Los recursos son medios por los cuales, las partes que intervienen en un proceso pueden solicitar
que el mismo tribunal que dictó un fallo u otro de superior jerarquía revise total o parcialmente dicha
resolución, con el objeto de revocar, modificar o anular, cuyas funciones son: por una parte, de tipo
utilitario o práctico, porque permiten corregir los errores que se dan en la práctica forense-que como
toda actividad humana está siempre sujeta al error- y otra, de tipo político o institucional, porque los
recursos contribuyen a lograr la correcta aplicación del derecho y la justicia en el caso concreto..."

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Sobre el cómputo de plazos, autoridades ante las que puede deducirse


el recurso y su fundamento en el ámbito del debido proceso
La Sentencia Constitucional N g 1583/2003- R de 10 de noviembre, aborda esas temáticas soste-
niendo, que:
"...111.1En principio es necesario precisar que el nuevo Código de Procedimiento Penal, en sus arts.
118 y 130 -entre otros-, establecen las reglas para el cumplimiento de los actos procesales y el cómputo de
los plazos establecidos en este Código.
Estas disposiciones legales preceptúan, por una parte, que los actos procesales se cumplirán en días y
horas hábiles, sin perjuicio de las habilitaciones que señale el Juez o Tribunal, de oficio o a petición de
parte, cuando lo estime necesario, -se entiende que esta última parte está referida a la habilitación que
estas autoridades puedan ordenar durante el desarrollo del juicio u otras actuaciones judiciales-, y por
otra, que los plazos determinados por días comenzarán a correr a partir del día siguiente de practicada
la notificación y vencerán a las veinticuatro horas del último día hábil señalado.
En el caso de análisis, aparentemente, existe un conflicto entre estas dos disposiciones que requieren
una interpretación adecuada, a objeto de evitar conflictos en su aplicación práctica, que puedan generar
perjuicios a las partes que intervienen en el proceso penal y que se reflejan en actos que atentan contra el
debido proceso o el derecho a la defensa, que en definitiva se traduzcan en la conculcación del art. 16 CPE.
De acuerdo a la doctrina y, fundamentalmente, a la jurisprudencia sentada por el Tribunal Constitucio-
nal, el debido proceso -entre otros-, consiste en el derecho que tienen los sujetos procesales de acceder a
los recursos y medios impugnalicios reconocidos por Ley en su favor, desechando rigurosismos o formalis-
mos exagerados, a fin de que se logren los fines prácticos y políticos institucionales del sistema de impug-
nación, que son los de lograr que el mismo Juez o Tribunal u otro de superior jerarquía, corrija los errores
o modifique los fallos y logre la aplicación correcta de la Constitución y las leyes.
111.2 Que el art. 130 parágrafo tercero del citado código procesal, en relación a los plazos señalados
por días, preceptúa que éstos vencerán a las veinticuatro horas del último día señalado, texto legal, que
en virtud del principio de favorabilidad debe ser entendido como el derecho que tienen los sujetos proce-
sales a plantear los recursos que establece la Ley, hasta dentro de las 24 horas del último día hábil, a cu-
yo efecto deberían existir jueces y tribunales o funcionarios judiciales de turno; en defecto de éllos, se ha-
bilitan los Notarios para la presentación de los recursos, quienes son los poseedores de la fe pública y es-
tán sujetos a responsabilidad y por lo mismo, sus actos gozan de la presunción de verdad "Juris Tantum"
con mayor razón si se tiene en cuenta que al no existir una norma expresa al respecto en el Código de
Procedimiento Penal (CPP), es de aplicación el art. 97 de su homólogo civil, que expresamente señala:
"En caso de urgencia, y estando por vencer algún plaza perentorio, los escritos podrán ser presentados
en la casa del secretario o actuario, quien hará constar esta circunstancia en el cargo. Si no fueren en-
contrados, el escrito podrá presentarse ante otro secretario o actuario o ante un notario de fe pública del
respectivo asiento judicial". Consecuentemente, el acto de presentación de un recurso ante Notario de Fe
pública es válido o auténtico hasta tanto no se demuestre lo contrario, y por lo mismo, no puede negarse
un recurso presentado ante este funcionario, basándose en apreciaciones meramente subjetivas.
Por lo expresado, la Corte de amparo, al haber declarado procedente el recurso, ha efectuado una co-
rrecta interpretación de los alcances del art. 19 CPE..."

Sobre los fundamentos jurídicos y políticos del derecho del imputado


a la revisión del fallo condenatorio por un tribunal superior
La Sentencia Constitucional N' 1075/2003 de 24 de julio, hace unas interesantes consideraciones al respecto:
"...El derecho del imputado a la revisión del fallo condenatorio encuentra su fundamento jurídico
en el reconocimiento constitucional de los derechos fundamentales que pudiesen ser afectados a conse-
cuencia de un fallo condenatorio que se origine en una errónea aplicación de la normativa del sistema
penal; derecho que ha sido desarrollado por el art. 407 CPP, cuyos alcances encuentran congruencia y
son compatibles con los acuerdos internacionales suscritos por el Estado boliviano (art. 14.5. del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 8.h) de la Convención Americana sobre Derechos Hu-
manos o Pacto de San José de Costa Rica)... ".

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Arturo Yañez Cortés

CAPITULO QUINTO
EL RECURSO DE APELACION INCIDENTAL
5.1. GENERALIDADES
A nivel general y sin importar su naturaleza, los sistemas procesales penales suelen diferenciar en
relación al momento en que se plantea la apelación, a las apelaciones planteadas contra las resolu-
ciones dictadas durante la etapa principal -el juicio y su principal producto: la sentencia- y las otras
planteadas contra las restantes resoluciones dictadas en otras etapas -preparatoria, de ejecución,
etc, etc- de ahí que, como en nuestro caso lo sugiere, ésta clase de recurso es denominado "apela-
ción incidental" denotando así claramente la diferencia respecto de la otra clase de apelaciones que
atacan resoluciones dictadas no como emergencia de una cuestión incidental (toda articulación pro-
cesal ajena a la cuestión principal pero vinculada a la contienda), sino como emergencia de la reso-
lución principal o de fondo.
Por ello es que como se verá en ocasión de la regulación del instituto, en el caso boliviano, la ape-
lación incidental procede principalmente para impugnar resoluciones dictadas a lo largo de la etapa
preparatoria y excepcionalmente para impugnar algunas otras emitidas durante la etapa de ejecu-
ción, pudiéndose claramente advertir la exclusión del instituto para atacar decisiones dictadas a lo
largo de la etapa del juicio.
Ello obedece a la imposibilidad práctica que podría surgir de plantearse una apelación de éste tipo
que debe ser resuelta mediante un procedimiento (arts. 404 al 406 del NCPP) que acarrearía la sus-
pensión de la audiencia de juicio, situación no prevista en los tres casos del art. 335 del NCPP' y que
en definitiva, desnaturalizaría la vigencia del principio de continuidad que entre otros, caracteriza el
nuevo sistema y que está concebido según el art. 334 del NCPP como la realización del juicio sin in-
terrupción hasta la emisión de la sentencia, pudiendo suspenderse sólo en los casos taxativamente
previstos en el artículo 335 citado.
Es además por el mismo motivo, que nuestro NCPP ha previsto a partir de los artículos siguientes
(407 a 415) el recurso de apelación restringida, que en el caso del ámbito estrictamente procedi-
mental que nos ocupa -es decir descartando la apelación contra la sentencia- procede mediante és-
ta vía, debiendo haber el agraviado reclamado oportunamente su saneamiento o efectuado reserva
de recurrir, en cuyo caso, el trámite de la apelación se posterga para el momento en que finalmen-
te se emite la sentencia y -si todavía le genera agravio a la parte- ésta finalmente lo deduce formal-
mente.
Nótese entonces, que precisamente esa suerte de postergación del trámite de éste recurso, obede-
ce claramente dada la naturaleza del NCPP, a la imposibilidad de suspender el desarrollo de la au-
diencia de juicio que se encuentra sometida a los principios de continuidad, inmediación y otros, pa-
ra suscitar el trámite de apelación que podría surgir a partir de cualesquier resolución emitida por el
Juez o Tribunal de Sentencia a lo largo de la audiencia de juicio, motivo por el cual, el legislador, fiel
a la esencia del nuevo sistema procesal, posterga su tratamiento hasta un momento posterior, en el
que -sí es que todavía la parte se considera agraviada puesto que al término del juicio podría haber
resultado ganadora - puede efectivamente plantear su recurso, sobre el que ya oportunamente debió
de haber sentado las bases con su reclamo de saneamiento o reserva de recurrir.
5.2. LEGISLACION COMPARADA
Debo comenzar como en los otros capítulos, revisando el Código Procesal Penal Modelo Para
lberoamerica, el que no prevé ningún tipo de recurso de apelación incidental o similar; pues, con-
templa en esa calidad sólo al recurso de reposición y al recurso de casación.
1 Art. 335 (Casos de suspensión) La audiencia del juicio se suspenderá únicamente cuando: 1) No comparezcan testigos, peritos o intérpretes cuya
intervención sea indispensable; o cuando sobreviniera la necesidad de producir prueba extraordinaria; 2) Algún juez u otro sujeto procesal tengan
un impedimento físico debidamente comprobado que les impida continuar su actuación en el juicio, salvo que se trate del fiscal o el defensor y que
ellos puedan ser sustituidos inmediatamente; 3) El fiscal o el querellante por el descubrimiento de hechos nuevos requieran ampliar la acusación, o
el imputado o su defensor lo solicite después de ampliada, siempre que, por las características del caso, no se pueda continuar inmediatamente.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Por su parte, un Código sumamente similar al nuestro, como es el Procesal Penal del Paraguay
de 1998, bajo el denominativo de "recurso de apelación" -diferente del otro recurso denominado
"apelación especial de la sentencia de primera instancia" - contempla la procedencia de aquel, con-
tra las siguientes resoluciones: el sobreseimiento provisional o definitivo; la que decide la suspen-
sión del procedimiento; la que decide un incidente o una excepción; el auto que resuelve sobre la
procedencia de una medida cautelar o su sustitución; la desestimación; la que rechaza la querella;
el auto que declara la extinción de la acción penal; la sentencia sobre la reparación del daño; la
sentencia dictada en el procedimiento abreviado; la concesión o rechazo de la libertad condicional
o los autos que denieguen la extinción, conmutación o suspensión de la pena; y, contra todas aque-
llas que causen un agravio irreparable, salvo cuando expresamente se la haya declarado irrecurri-
ble ese código.
Este recurso denominado también recurso de apelación general, debe ser interpuesto por escrito
dentro del término de cinco días, debidamente fundado y ante el mismo juez que dictó la resolu-
ción. Cuando el recurrente intente producir prueba en la segunda instancia, la ofrecerá junto con el
escrito de interposición, señalando concretamente el hecho que pretende probar.
Presentado el recurso, con las copias para el traslado, el juez emplazará a las otras partes para
que en el plazo común de cinco días contesten el recurso y, en su caso, ofrezcan prueba. Si se
producen adhesiones durante el emplazamiento, correrá traslado a las otras partes para que con-
testen la adhesión en el mismo plazo. Luego, sin más trámite e inmediatamente, remitirá las actua-
ciones al tribunal de apelaciones para que resuelva. Sólo se remitirá copia de las actuaciones per-
tinentes, o se formará un cuaderno especial, para no demorar el trámite del procedimiento, aun-
que, excepcionalmente, el tribunal de apelaciones podrá solicitar otras copias o el expediente prin-
cipal; lo que no implicará la paralización de la marcha del procedimiento.
Recibidas las actuaciones el tribunal de apelaciones, dentro de los diez días, decidirá la admisibili-
dad del recurso y la procedencia de la cuestión planteada, todo en una sola resolución. Si alguna
parte ha ofrecido prueba y el tribunal la estima necesaria y útil, fijará una audiencia oral dentro de
los quince días de recibidas las actuaciones y resolverá inmediatamente después de realizada la
audiencia. Quien ha ofrecido prueba para la segunda instancia tomará a su cargo la presentación
de dicha prueba en la audiencia y el tribunal resolverá únicamente con la prueba que se incorpore
y con los testigos que se hallen presentes.
La resolución del tribunal de apelaciones estará sujeta, en lo pertinente, a las formalidades previs-
tas para los autos y las sentencias y, en todo caso, fundamentará sus decisiones.
El Código de Procedimiento Penal del Ecuador (2000), prevé también ésta clase de recurso,
denominándolo "recurso de apelación" -diferente del recurso de nulidad y del recurso de casación-
. Se encuentra regulado en cuanto a sus causales de procedencia, en los casos siguientes: del au-
to de sobreseimiento; del auto de llamamiento a juicio; de los autos de nulidad, prescripción y de
inhibición por causa de incompetencia; del auto de prisión preventiva; de las sentencias de acción
privada, de reparación del daño y de proceso abreviado.
El recurso puede ser interpuesto por cualquiera de las partes, mediante escrito fundamentado, an-
te el juez o tribunal, dentro del plazo de tres días de notificada con la providencia impugnada, de-
biendo ser elevado sin dilación alguna a la Sala de la Corte Superior, la que debe resolverlo en quin-
ce días, desde su recepción, aunque previamente debe pronunciarse, como cuestión previa, sobre
su admisibilidad. Contra el fallo de fondo, no procede recurso alguno.
Es interesante destacar sobre la legislación comparada en análisis, la disposición contenida en el
348 que señala si la Corte Superior no resolviera la apelación del auto de sobreseimiento en el pla-
zo máximo de 90 días, éste auto quedará confirmado en todas sus partes. De igual manera, llama
la atención el art. 346 al establecer que sí al resolver la apelación, la Corte Superior considera que
no procede el sobreseimiento sino el auto de llamamiento a juicio, debe dictarlo.

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Arturo Yañez Cortés

Otra legislación similar, es el Código Orgánico Procesal Penal Venezolano de 23 de enero de


1998, que diferenciando también como en el anterior caso éste género de apelación contra autos,
de la apelación de la sentencia definitiva, establece las siguientes Decisiones recurribles. 1 2. Las
que pongan fin al proceso o hagan imposible su continuación; 2 2 . Las que resuelvan una excepción;
32 . Las que rechacen la querella; 4 2. Las que declaren la procedencia de una medida cautelar pri-
vativa de libertad o sustitutiva; 5 2 . Las que causen un gravamen irreparable, salvo que sean decla-
radas inimpugnables por este Código; 6'. Las que concedan o rechacen la libertad condicional o
denieguen la extinción, conmutación o suspensión de la pena; 7 2. Las señaladas expresamente por
la ley.
En esa legislación, el recurso de apelación se interpondrá por escrito debidamente fundado ante
el tribunal que dictó la decisión, dentro del término de cinco días. Cuando el recurrente promueva
prueba para acreditar el fundamento del recurso, deberá hacerlo en el escrito de interposición. Pre-
sentado el recurso, el juez emplazará a las otras partes para que lo contesten dentro de tres días
y, en su caso, promuevan prueba. Transcurrido dicho lapso, el juez, sin más trámite, dentro del pla-
zo de veinticuatro horas, remitirá las actuaciones a la Corte de Apelaciones para que ésta decida.
Sólo se remitirá copia de las actuaciones pertinentes o se formará un cuaderno especial, para no
demorar el procedimiento.
Excepcionalmente, la Corte de Apelaciones podrá solicitar otras copias o las actuaciones origina-
les, sin que esto implique la paralización del procedimiento. Recibidas las actuaciones la Corte de
Apelaciones, dentro de los diez días siguientes, si estima admisible el recurso, resolverá sobre la
procedencia de la cuestión planteada en una sola decisión.
Si alguna de las partes ha promovido prueba y la Corte de Apelaciones la estima necesaria y útil,
fijará una audiencia oral dentro de los diez días siguientes a la recepción de las actuaciones y re-
solverá al concluir la audiencia. El que haya promovido prueba tendrá la carga de su presentación
en la audiencia. La Corte de Apelaciones resolverá, motivadamente, con la prueba que se incorpo-
re y los testigos que se hallen presentes.
Finalmente, el flamante Código Procesal Penal del Perú de julio de 2004, prevé el recurso de
apelación en general, dividiendo su tratamiento en dos clases, contra sentencias —que no es el ca-
so- y, el que en el presente capítulo interesa, la apelación de autos. Su art. 416 refiere que el mis-
mo procederá contra: 1) los autos de sobreseimiento y los que resuelvan cuestiones previas, cues-
tiones prejudiciales y excepciones, o que declaren extinguida la acción penal o pongan fin al pro-
cedimiento o la instancia; 2) los autos que revoquen la condena condicional; la reserva del fallo
condenatorio o la conversión de la pena; 3) los autos que se pronuncien sobre la constitución y so-
bre aplicación de medidas coercitivas o de cesación de la prisión preventiva; y 4) contra los autos
expresamente declarados apelables o que causen gravamen irreparable.
El recurso es resuelto en audiencia, siendo competente la Sala Penal de la Corte Superior cuando
las resoluciones impugnadas fueron expedidas por el Juez de la investigación preparatoria, Juzga-
do Penal (unipersonal o colegiado), mientras que si fueron emitidas por el Juzgado de Paz Letra-
do, es competente el Juez Penal unipersonal.
5.3. BREVE NOTICIA HISTORICA DEL RECURSO DE APELACION INCIDENTAL
El recurso de apelación incidental o algún instituto similar que pueda ser considerado como ante-
cedente remoto, no aparece contemplado en el Código de Procederes Santa Cruz de 1833; ni en
el Procedimiento Criminal de 1858, aunque éste último, en sus arts. 303 y siguientes, hace refe-
rencia al recurso de nulidad contra las providencias preparatorias y de procedimiento, o contra las
que siendo de esta calidad no admitieren apelación.
Su antecedente legislativo más inmediato está en el antiguo CPP de 1972 que preveía su plantea-
miento en los casos de falta de jurisdicción y contra resoluciones dictadas en cuestiones previas
y judiciales; del auto inicial de la instrucción cuando se negó su revocatoria y se planteó alternati-
vamente ese recurso y del auto de procesamiento.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

5.4. REGULACION EN NUESTRO NCPP


5.4.1. De las características de su procedencia
El recurso de apelación incidental se halla previsto entre los arts. 403 y 406 de nuestro Código de
Procedimiento Penal, aunque como se verá en el análisis que sigue, también se ha previsto su pro-
cedencia para algunos otros casos excepcionales presentados durante la etapa de ejecución.
La característica principal que denota el régimen de apelación incidental, es que ha sido concebida
principalmente para atacar las resoluciones que se emiten durante la etapa preparatoria del proce-
so, aunque, por excepción se presentan también algunos otros casos, en los que se prevé su plan-
teamiento contra resoluciones dictadas durante la etapa de ejecución como se verá más adelante.
5.4.2. De su interposición
El recurso debe ser interpuesto por escrito, debidamente fundamentado, ante el mismo tribunal
que dictó la resolución, dentro de los tres días de notificada con la misma. Por tanto, tratándose
de un plazo establecido en días, corresponde sea computado según los párrafos 3 y siguientes del
art. 130 del NCPP2
Si el recurrente quiere producir prueba en segunda instancia, la acompañará y ofrecerá junto con
el escrito de interposición, señalando concretamente el hecho que pretende probar. Presentado el
recurso, el juez emplazará a las otras partes para que en el plazo de tres días contesten el recur-
so y, en su caso, acompañen y ofrezcan prueba. Si se producen adhesiones durante el emplaza-
miento, correrá traslado a las otras partes para que contesten la adhesión en el mismo plazo. Con
la contestación o sin ella, dentro de las veinticuatro horas siguientes, remitirá las actuaciones a la
Corte Superior de Justicia para que ésta resuelva.
5.4.3. Del efecto en que se concede
El efecto en que se concede este tipo de apelaciones - salvo la excepción del caso 3°) del art. 403
que se puntualiza más adelante- es suspensivo, según la norma general del art. 396 inc. 1°) del
NC PP.
5.4.4. Del trámite
Recibidas las actuaciones en la Corte Superior de Justicia, ésta decidirá, en una sola resolución,
la admisibilidad del recurso y la procedencia de la cuestión planteada, dentro de los diez días si-
guientes, salvo lo dispuesto en el Artículo 399' del NCPP, es decir, el rechazo sin trámite, pero,
previa la otorgación de un lapso para subsanar los defectos formales del recurso conforme juris-
prudencialmente ha sido precisado a través de los Autos Supremos N' s. 599 de 27 de noviembre
de 2003; 71 de 9 de febrero de 2004; 93 de 17 de febrero de 2004 y otros, así como las Sen-
tencias Constitucionales N' s. 1044/2003-R de 22 de julio; 1146/2003-R de 12 de agosto;
1855/2003-R y subsiguientes, que hacen referencia al principio pro actione. Razonamientos que
son aplicables tanto al recurso de apelación incidental como de apelación restringida.
Si alguna de las partes ha ofrecido prueba y el tribunal la estima necesaria y útil, señalará una au-
diencia oral dentro de los quince días de recibidas las actuaciones y resolverá en la misma audien-
cia aplicando en lo pertinente las reglas del juicio oral y público únicamente con la prueba que se
incorpore y con los testigos que se hallen presentes.
5.4.5. De la resolución
La resolución del recurso de apelación incidental, en todos los casos es competencia de las Cor-
tes Superiores de Distrito, a través de sus Salas Penales (art. 51 inc. 1° del NCPP).
2 "Art. 130. (...) Los plazos determinados por días comenzarán a correr al día siguiente de practicada la notificación y vencerán
a las veinticuatro horas del último día hábil señalado. Al efecto, se computará sólo los días hábiles, salvo que la ley disponga
expresamente lo contrario o que se refiera a medidas cautelares, caso en el cual se computarán días corridos...".

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Arturo Yañez Cortés

5.4.6. De sus causales de procedencia


Según el art. 403 del NCPP, procederá la apelación incidental en los siguientes casos expresos:
La que resuelve la suspensión condicional del proceso;
Se refiere al caso previsto en el art. 24 del NCPP en sentido que la suspensión condicional del pro-
ceso sólo será apelable por el imputado cuando las reglas impuestas en aplicación del art. 24 sean
a) ilegítimas; b) afecten a su dignidad, o c) sean excesivas. Asimismo, del análisis de los arts. 301
inc. 4°) y 323 inc. 2) en relación con el inc. 4°) del 326 todos del NCPP, se advierte que como en
la mayor parte de los casos, ésta apelación incidental será planteada ya sea al inicio de la etapa
preparatoria (al término de la investigación preliminar) o a su conclusión.
La que resuelve una excepción.
Se refiere al procedimiento previsto en los arts. 308 y siguientes del NCPP sobre las excepciones
de prejudicialidad, incompetencia, falta de acción, extinción de la acción penal, cosa juzgada y li-
tispendencia; que están sometidas en su trámite a las emergencias de los arts. 314 y 315 del mis-
mo, cuando, han sido planteadas en la etapa preparatoria.
Sin embargo, la propia norma -art. 314 del NCPP- permite también expresamente que las excep-
ciones puedan ser planteadas durante el juicio, en cuyo caso, deducido el recurso de apelación in-
cidental contra esa resolución, surgen problemas respecto del trámite configurado en los arts. 404
a 406 del NCPP, toda vez que éste trámite implica necesariamente un lapso de duración de apro-
ximadamente 15 días, lo que entra en colisión con el principio de continuidad que informa el desa-
rrollo de la audiencia del juicio.
Ese problema aún no ha sido específicamente resuelto jurisprudencialmente, habiéndose mientras
tanto procedido de estas dos maneras, cuando el recurso de apelación incidental es deducido: a)
suspender la audiencia de juicio mientras se resuelve la apelación incidental, lo que obviamente es
criticado ya que esa suspensión no se encuentra prevista en ninguno de los casos del art. 335' del
NCPP y además, vulnera el principio de continuidad por el cual una vez iniciado el juicio, éste de-
be realizarse sin interrupción hasta emitirse la sentencia (art. 334 del NCPP); b) otra alternativa
que ha surgido en la práctica, ha sido la de reservar la apelación incidental deducida para el mo-
mento en que se tramitaría la apelación restringida de la sentencia, otorgándole en consecuencia
un tratamiento similar a cuando se presenta un defecto de procedimiento y se deduce el recurso.
Se critica esta postura arguyendo que resulta ocioso continuar el trámite del juicio, existiendo la
posibilidad que luego -al resolverse la apelación deducida- puede revocarse determinado elemento
que finalmente acarreé la no continuación del proceso, por ejemplo, una excepción de incompeten-
cia o cosa juzgada. Por su parte, quienes la propugna sostienen que el órgano jurisdiccional que
asumió la decisión que generó la apelación, por elemental coherencia con su decisión, debe con-
tinuar el trámite hasta su conclusión.
3) La que resuelve medidas cautelares o su sustitución;
Esta apelación se encuentra prevista en el art. 251 del NCPP otorgando la posibilidad a las partes
para apelar en el término de 72 horas -rige la primera y tercera parte del art. 130 del NCPP'- la re-
solución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares.

3 Articulo 335,.-(Casos de suspensión). La audiencia del juicio se suspenderá únicamente cuando: I) No comparezcan testigos, per-
itos o intérpretes cuya intervención sea indispensable; o cuando sobreviniera la necesidad de producir prueba extraordinaria; 2)
Algún juez u otro sujeto procesal tengan un impedimento físico debidamente comprobado que les impida continuar su actuación
en el juicio, salvo que se trate del fiscal o el defensor y que ellos puedan ser sustituidos inmediatamente; 3) El fiscal o el querel-
lante por el descubrimiento de hechos nuevos requieran ampliar la acusación, o el imputado o su defensor lo solicite después de
ampliada, siempre que, por las características del caso, no se pueda continuar inmediatamente.
4 Art. 130 (Cómputo de plazos). "...Los plazos determinados por horas comenzarán a correr inmediatamente después de ocurrido
el acontecimiento que fija su iniciación, sin interrupción (...) al efecto, se computará sólo los días hábiles, salvo que la ley dispon-
ga expresamente lo contrario o que se refiera a medidas cautelares, caso en el cual se computarán días corridos".

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Adviértase que en éste único caso, el trámite es diferente del resto de los casos de apelaciones
incidentales, toda vez que una vez interpuesto el recurso, las actuaciones que corresponda se re-
miten en 24 horas ante la Sala Penal de la Corte Superior de Distrito de turno, la que con la com-
petencia conferida por el art. 51 inc. 1°) del NCPP, debe resolver sin más trámite que no sea la ce-
lebración de audiencia, dentro de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones, sin recurso
ulterior.
Asimismo, por expresa disposición del art. 15 de la Ley N° 2494 del Sistema Nacional de Seguri-
dad Ciudadana, en éste caso se ha modificado el efecto suspensivo que con carácter general se
previó para los recursos previstos a través del art. 396 inc. 1°), estableciendo que en este caso,
la apelación se concederá en efecto no suspensivo, lo que implica que la decisión apelada se eje-
cuta a pesar de la interposición del recurso.
La que desestima la querella en delitos de acción privada;

Este caso de apelación incidental se encuentra previsto en el art. 376 del NCPP que somete la de-
sestimación de la querella a los casos siguientes: a) cuando el hecho no esté tipificado como de-
lito; b) cuando exista necesidad de algún antejuicio previo; o, c) cuando falte alguno de los requi-
sitos previstos para la querella previstos por el art. 290 del NCPP, se refiere al: nombre y apellido
del querellante; su domicilio real y procesal; tratándose de personas jurídicas: su razón social, do-
micilio y nombre del representante legal; la relación circunstanciada del hecho, sus antecedentes
o consecuencias conocidas y sí es posible, la indicación de los presuntos autores o partícipes, víc-
timas, damnificados y testigos; el detalle de los datos o elementos de prueba y la prueba docu-
mental o indicación de donde se encuentra.
La que resuelve la objeción de la querella ;

Se refiere al caso del art. 291de1 NCPP que otorga al fiscal o al imputado la facultad para objetar
la admisión de la querella y la personería del querellante ante el Juez de Sentencia en el plazo de
tres días computables desde su notificación; en cuyo caso, para resolver la impugnación, el órga-
no jurisdiccional debe convocar a una audiencia oral a realizarse dentro de los tres días de su pre-
sentación.
6) La que declara la extinción de la acción penal;
Se refiere a la resolución dictada como emergencia de cualquiera de los once motivos relativos a
la extinción de la acción penal previstos por el art. 27 del NCPP; es decir:
6.1) Por la muerte del imputado.
6.2) Por la declaratoria de amnistía.
6.3) Por el pago del máximo previsto para la pena de multa, en el caso de delitos sancionados
sólo exclusivamente con esa clase de pena; es decir, los delitos de: Omisión de declaración
de bienes y rentas (art. 149); Abandono de cargo (art. 156); Nombramientos ilegales (art.
157); Desobediencia a la autoridad (art. 160); Evasión por culpa (art. 182); Recepción de
buena fe (art. 192); Utilización de lo ya usado (art. 196); Desvío de clientela (art. 237); Co-
rrupción de dependientes (art. 238); Substracción de energía (art. 330) y Apropiación inde-
bida de tesoro, cosa perdida o tenida por error o caso fortuito (art. 347).
6.4) Por la aplicación de uno de los criterios de oportunidad previstos en el art. 21 del NCPP; es
decir: a) cuando se trate de un hecho de escasa relevancia social por la afectación mínima
del bien jurídico protegido; b) cuando el imputado haya sufrido como consecuencia del he-
cho, un daño físico o moral más grave que la pena por imponerse; c) cuando la pena que se
espera por el delito de cuya persecución se prescinde carece de importancia en considera-
ción a una pena ya impuesta por otro delito; d) cuando sea previsible el perdón judicial; y e)
cuando la pena que se espera carezca de importancia en consideración a las de otros deli-
tos, o a la que se le impondría en un proceso tramitado en el extranjero y sea procedente la
extradición solicitada.

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Arturo Yañez Cortés

6.5) Por el desistimiento o abandono de la querella respecto de los delitos de acción privada; lo
que según el art. 292 del NCPP se produce cuando el querellante no haya concurrido a pres-
tar testimonio sin justa causa; no concurra a la audiencia conclusiva; no acuse o no ofrezca
prueba para fundar su acusación; no concurra al juicio o se ausente del mismo sin autoriza-
ción del Juez o cuando el representante o sucesor del querellante no concurra a proseguir el
proceso, dentro de los 60 días siguientes a su incapacidad o muerte.
6.6) Por la reparación integral del daño particular o social causado, realizada hasta la audiencia
conclusiva, en los delitos de contenido patrimonial o en los delitos culposos que no tengan
por resultado la muerte, siempre que lo admita la víctima o el fiscal. Al respecto, el art. 65
de la Ley Orgánica del Ministerio Público (Ley N° 2175), contempla esa posibilidad siempre
que además de las condiciones anteriores, no exista un interés público gravemente compro-
metido, en cuyo caso el Fiscal ya sea de oficio o a petición de parte, podrá exhortar a las
partes para que manifiesten cuales son las condiciones en que aceptarían conciliarse.
Se refiere también a la resolución emitida con motivo del art. 134 del NCPP que contempla la
posibilidad de declarar la extinción de la acción penal cuando transcurrido el término de la etapa
preparatoria y habiendo sido conminado el Fiscal de Distrito para que el Ministerio Público presen-
te cualquier solicitud conclusiva en el plazo de 5 días, no lo haga.
La que concede, revoca o rechaza la libertad condicional;
Es decir en los supuestos previstos en los arts. 433 y 435 del NCPP en relación con el inc. 2°) del
art. 55 que atribuyen competencia al Juez de Ejecución Penal para conocer y resolver ese trámi-
te.
Como este caso está inmerso en la etapa de ejecución, constituye una de las excepciones anota-
das al principio a la regla general respecto de la procedencia del recurso de apelación incidental
contra resoluciones dictadas a lo largo de la etapa preparatoria.
La que niega o revoca la solicitud de ampliación de la etapa preparatoria en delitos
relacionados con organizaciones criminales.
El art. 134 del NCPP prevé la ampliación del término de duración de la etapa preparatoria, sólo
cuando la investigación sea compleja en razón a que los hechos estén vinculados a delitos come-
tidos por organizaciones criminales, es decir, en el único caso del art. 132 bis del Código Penal.'
9) La que admite o niega la suspensión o extinción de la pena.
Tratándose del primer caso, se refiere a un supuesto excepcional cuando éste beneficio no haya
sido concedido con motivo de la sentencia, conforme prevé la regla del art. 365 en relación con
el art. 366 del NCPP que permite la concesión del beneficio a través de la sentencia dictada con
motivo del proceso principal, en cuyo caso habría que deducir apelación restringida según la últi-
ma parte del art. 407 del NCPP'. Consecuentemente, en el caso, se trata de la concesión o recha-
zo del beneficio de suspensión de la pena cuando esté es resuelto mediante una resolución dife-
rente de la sentencia dictada con motivo principal.
Con relación al segundo caso, es decir, la extinción de la pena, entiendo que ese pedido deberá
ser planteado como cualquier incidente ya sea durante el proceso o a su conclusión, en cuyo ca-
5 Art. 132 bis del Código Penal. (Organización Criminal). El que formare parte de una asociación de tres o más personas
organizada de manera permanente, bajo reglas de disciplina o control, destinada a cometer los siguientes delitos: genoci-
dio, destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional, sustracción de un menor o incapaz, privación de li-
bertad, vejaciones y torturas, secuestro, legitimación de ganancias ilícitas, fabricación o tráfico ilícito de sustancias contro-
ladas, delitos ambientales previstos en leyes especiales, delitos contra la propiedad intelectual, o se aproveche de estruc-
turas comerciales o de negocios, para cometer tales delitos, será sancionado con reclusión de uno a tres años. Los que di-
rijan la organización serán sancionados con reclusión de dos a seis años. La pena se aumentará en un tercio cuando la or-
ganización utilice a menores de edad o incapaces para cometer los delitos a que se refiere este ARTÍCULO, y cuando el
miembro de la organización sea un funcionario público encargado de prevenir, investigar o juzgar la comisión de delitos.
6 Art. 407. "...Este recurso sólo podrá ser planteado contra las sentencias...".

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

so, la resolución del órgano jurisdiccional será impugnable mediante el recurso de apelación inci-
dental, según el inciso analizado.
La que resuelve la reparación del daño.
Es el caso previsto en el art. 387 del NCPP cuando el Juez de Sentencia según su competencia
atribuida por el inc. 3°) del art. 53 de la misma norma procesal, dicta resolución que pone térmi-
no al procedimiento para la reparación del daño (arts. 382 - 388 del NCPP) dictando resolución de
rechazo de la demanda o de reparación de daños, pudiendo las partes intervinientes -según el art-
387- apelar de la resolución en efecto devolutivo, sin recurso ulterior, quedando el demandante exi-
mido de prestar fianza de resultas.
Las demás señaladas por este Código.
Se refiere a las siguientes:
11.1. La apelación incidental prevista en el art. 255 del NCPP, que faculta a los propietarios de
los bienes incautados y al imputado, plantear ante el Juez de Instrucción que resolvió incidentes
sobre la calidad de los bienes, debiendo éste, con la facultad conferida en el art. 54 inc. 7°) del
NCPP resolver mediante resolución fundamentada ratificando la incautación del bien objeto del in-
cidente o revocándola. Resolución que es recurrible mediante apelación incidental, sin recurso ul-
terior.
11.2. De similar manera, el art. 256 del NCPP prevé también el denominado incidente sobre acreen-
cias, competencia también del juez de instrucción (art. 54 inc. 7°). La resolución a ser dictada,
será también recurrible mediante apelación incidental, sin recurso ulterior.
11.3. La apelación que cabría en el caso de la última parte del art. 307 del NCPP, cuando el Juez
Instructor rechaza el pedido de anticipo de prueba, señalando la norma que: "....se podrá acudir
directamente al tribunal de apelación, quien deberá resolver dentro de las 24 horas de recibida la
solicitud, ordenando la realización del acto, si lo considera admisible, sin recurso ulterior".
11.4. La apelación prevista en el art. 432 del NCPP respecto a que la Fiscalía o el condenado podrán
plantear -ante el Juez de Ejecución Penal- incidentes relativos a la ejecución de la pena, quien, en
audiencia oral y pública los resolverá, pudiendo esa resolución ser apelada ante la Corte Superior
de Justicia.

11.5. Por otra parte, el art. 251 del NCPP modificado por el art. 15 de la Ley N° 2494, señala que
la resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, puede ser también ob-
jeto de apelación en efecto no suspensivo; contiene también otro caso de apelación incidental,
aunque su tratamiento se encuentra sometido a algunas diferencias de los anteriores casos ana-
lizados.
Ese tratamiento diferenciado de los anteriores casos de apelación incidental, obedece claramente
a la naturaleza de las resoluciones que se impugna en el caso del art. 251 del NCPP que, están
referidas a la libertad de la persona y por tanto, tratándose del bien o derecho más preciado del
ciudadano después de su vida, su protección legal a través del sistema de recursos, genera en mi
criterio éste tratamiento diferenciado de las restantes apelaciones incidentales tendientes a prote-
ger otros bienes de menor importancia, como son por ejemplo, los bienes, la concesión de cier-
tos beneficios, el avance del proceso y otros contemplados en los diferentes incisos del art. 403
y otros casos más.
Es por ello que la apelación incidental contra cualesquier resolución dictada con motivo de las me-
didas cautelares que como indica taxativamente la norma del art. 251 disponga, rechace o modi-
fique -incluso de oficio en ciertos casos- será apelable incidentalmente en el plazo de setenta y dos
horas, debiendo ser remitidas en 24 horas las actuaciones ante la Corte Superior de Distrito a la

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Arturo Yañez Cortés

Sala Penal de turno -art. 51-1 del NCPP- para resolución "sin más trámite y en audiencia" dentro de
los tres días siguientes de recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior.
A continuación se desglosan las diferencias existentes entre las apelaciones incidentales llamare-
mos comunes de las mismas pero dirigidas a las resoluciones emitidas con motivo de las medidas
cautelares:
CUADRO 5.1.
DIFERENCIAS ENTRE APELACION INCIDENTAL DEL ART. 251
Y LAS CONTENIDAS EN EL ART. 403 Y OTROS DEL NCPP

Rubro Apelación Incidental del art. 403 Apelación incidental
y otros del NCPP del art. 251 del NCPP
Procedencia Cualquiera de los once casos del art. 403 del NCPP Contra la resolución que disponga, modifi-
que o rechace medidas cautelares

Plazo de interposición Tres días de notificada la resolución Setenta y dos horas

Cómputo del plazo Rige el pfo 3° del art. 130 del NCPP Rige el pfo 2° del art. 130 del NCPP

Concesión del recurso Emplazamiento de las partes para contestación, posibi- Las actuaciones deben ser remitidas en
lidad de adhesión y ofrecimiento de prueba (arts. 404 — 24 horas al Tribunal de alzada sin ningún
405) otro trámite

Trámite y resolución Recibidas las actuaciones, la Corte debe pronunciarse Recibidas las actuaciones, el tribunal re-
del recurso sobre la admisión del recurso -pudiendo usar el art. 399 solverá sin más trámite y en audiencia,
del NCPP- y la procedencia de la cuestión, dentro de los dentro de los tres días siguientes, sin re-
10 días siguientes. Se podrá también producir prueba. curso ulterior.
Fuente: elaboración propia en base a Leyes NI's. 1970 y 2494

5.5. JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SOBRE EL RECURSO DE


APELACION INCIDENTAL

A continuación me permito desarrollar la jurisprudencia emitida con motivo del recurso en estudio
por la Corte Suprema de Justicia:

¿Existe algún recurso ulterior contra la resolución de apelación incidental?

Si bien tratándose de los once casos de apelación incidental previstos en los arts. 403 - 406 del
NCPP -a diferencia de la del caso del art. 251 sobre medidas cautelares- no existe disposición ex-
presa en sentido que la resolución emitida con motivo de la resolución de ese recurso no admite
recurso ulterior, la jurisprudencia emitida por la Sala Penal ha sido clara y concluyente al determi-
nar que ese tipo de resoluciones no admiten ningún recurso ulterior, como el de casación. En ese
sentido el Auto Supremo N° 131 de 11 de marzo de 2003 señaló que:

"...según la interpretación del art. 416 del Código de Procedimiento Penal, el recurso de casación
procede para impugnar Autos de Vista dictados por las Cortes Superiores contrarios a otros preceden-
tes pronunciados por otras Cortes Superiores o por la Sala Penal de la Corte Suprema, sólo tratándo-
se de las "apelaciones restringidas" previstas por el TITULO IV, del Libro Tercero del Código de Pro-
cedimiento Penal.
Ahora bien, el art. 403-9) de la Ley N° 1970, establece que procede el recurso de "apelación inci-
dental", cuando se admite o niega la suspensión condicional o extinción de la pena, entre otros.
Que, en el presente caso, Thomas Porr, interpone el recurso de apelación contra la sentencia de fs.
250-251 que concede la suspensión condicional de la pena a los condenados Modesto Magallanes Ves-
pa y Juan Padilla Mendoza; esta apelación es sólo incidental según el espíritu del citado art. 403 del

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Código de Procedimiento Penal, y no admite recurso ulterior, de manera que el Tribunal de casación,
no tiene competencia para pronunciarse al respecto; por cuanto estas resoluciones, sólo son suscep-
tibles de apelación incidental, de ahí que el art. 394 del Código de Procedimiento Penal, dispone que
las resoluciones judiciales serán recurribles en los casos expresamente establecidos por este Código.
POR TANTO: La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, en desacuerdo con el requerimiento del
Fiscal Adjunto, declara INADMISIBLE in-limine, el recurso de casación interpuesto por Thomas Porr
y dispone la devolución de obrados a la Corte de alzada..."
De la misma manera, el Auto Supremo N° 510 de 13 de octubre de 2003, indicó:

"...Que, según la interpretación del art. 416 del Código de Procedimiento Penal, el recurso de ca-
sación procede para impugnar Autos de Vista dictados por las Cortes Superiores contrarios a otros pre-
cedentes pronunciados por otras Cortes Superiores o por la Sala Penal de la Corte Suprema, como re-
sultado de las "apelaciones restringidas" previstas por el TITULO IV, del Libro Tercero del Código de
Procedimiento Penal.
Por otra parte, el art. 403-2) de la Ley N° 1970, establece que procede el recurso de "apelación in-
cidental", entre otros, de la resolución que resuelve una excepción.
Que, en el presente caso, los imputados Carlos Ezequiel Rivas Encinas y Adieta Caballero de Ri-
vas, en la vía incidental oponen a fs. 63-64, la excepción de prescripción de la acción, ratificándola en
la audiencia del juicio oral; el Tribunal de sentencia mediante auto de fs. 66 vlta., acepta el incidente
de prescripción, dispone la extinción de la acción penal, con el archivo de obrados. De esta resolución
el acusado particular Augusto Mercado Olmos, interpone el recurso de apelación incidental y la Sala
Penal Segunda de la Corte Superior de Cochabamba como Tribunal de alzada, declara improcedente
la apelación incidental mediante Auto de Vista de fs. 228 y vlta.. De cuyo fallo, recurre de casación Au-
gusto Mercado Olmos a fs. 244-245.
CONSIDERANDO: Que, la apelación planteada por el querellante contra la resolución que
acepta la prescripción de la acción, es sólo incidental según el espíritu del citado art. 403 del Código
de Procedimiento Penal, más no restringida, de manera que el Tribunal de casación, no tiene com-
petencia para pronunciarse al respecto; por cuanto estas resoluciones, sólo son susceptibles de ape-
lación incidental, sin ulterior recurso; de ahí que el art. 394 del Código de Procedimiento Penal, dis-
pone que las resoluciones judiciales serán recurribles sólo en los casos expresamente establecidos
por este Código.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, declara INADMISI-
BLE in-limine, el recurso de casación interpuesto por Augusto Mercado Olmos y dispone la devolución
de obrados a la Corte de alzada..."

En el mismo sentido, el Auto Supremo N° 547 de 29 de octubre de 2003:


"...Que, la nueva normativa penal vigente en el nuevo Código de Procedimiento Penal, exige para
la admisión del recurso de casación que el mismo además de cumplir con las formalidades de una de-
manda nueva de puro derecho, observe todos los requisitos exigidos en los arts. 416 y 417 del Código
de Procedimiento Penal.
De conformidad con el art. 416 concordante con el art. 50 del Código de Procedimiento Penal, el
recurso de casación procede sólo para impugnar Autos de Vista dictados por las Cortes Superiores,
dentro las apelaciones restringidas planteadas contra las sentencias de primera instancia, invocando
para su procedencia el precedente contradictorio, que no es otra cosa que Autos de Vista o Autos Su-
premos pronunciados en casos similares.
Que en el caso de autos, el recurso de casación deducido a fs. 222-223, impugna un Auto de Vis-
ta que resuelve una apelación incidental formulada contra la resolución de fs. 179 de obrados que
desestimó la querella interpuesta por los recurrentes contra Edgar Landivar Chávez en aplicación
del art. 376 inc. 1) del Código de Procedimiento Penal, fallo contra el cual no procede el recurso de
casación al no hallarse comprendido en los alcances de los arts. 416 y 417 de La Ley 1970 de 25 de
marzo de 1999, en cuya virtud en aplicación de la parte final del art. 399 del Procedimiento Penal,
corresponde sin considerar el fondo del recurso interpuesto rechazar el mismo.

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Arturo Yañez Cortés

POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, con la
facultad conferida en el art. 59-1) de la Ley de Organización Judicial y aplicando el segundo parágra-
fo del art. 399 del Código de Procedimiento Penal; declara INADMISIBLE el recurso deducido a fs.
222- 223 de obrados. ".

Lo propio sostuvieron los Autos Supremos N°s. 145 de 15 de marzo de 2004 y 142 de 10 de mar-
zo de 2004 y el Auto Supremo N° 340 de 7 de junio de 2004.

¿ Se encuentra facultado el tribunal de alzada para rechazar el recurso de


casación planteado contra una resolución que resuelve la apelación incidental?.

En este caso, la jurisprudencia del Supremo Tribunal ha sufrido una modificación radical ya que en
el primer caso jurisprudencial citado, a través del AS N° 208 de 21 de abril de 2003, se advertirá
que inicialmente se consideró que en aplicación de la última parte del art. 399, el tribunal de alza-
da estaba facultado para rechazar el recurso de casación interpuesto contra el auto de vista que
resolvió una apelación incidental. Sin embargo, posteriormente, el 2 de octubre de 2003, median-
te Auto Supremo N 5 487, modifica la línea jurisprudencia! resolviendo en éste caso, que en aplica-
ción del art. 396 inc. 4°) del NCPP, la Corte de alzada no se encuentra facultada para rechazar el
recurso interpuesto así sea éste inadmisible, por lo que declaró legal la compulsa.
A continuación se transcriben las partes relevantes de ambos Autos Supremos, comenzando por
el primero, es decir el N° 208 de 21 de abril de 2003:
"...VISTOS: La compulsa de fs. 57-58, interpuesto por Florencio Zegarra Rocha, impugnando el
decreto de 21 de febrero de 2003 y los autos de 22 y 29 de mayo de 2003, cursantes en los folios 45, 51
y 54 de obrados, pronunciados por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de La Paz, dentro del
proceso penal seguido por el Ministerio Público contra el recurrente, por la comisión del delito de mal-
versación; sus antecedentes, y
CONSIDERANDO: Que de la revisión de los antecedentes, se establece que mediante decreto cur-
sante a fs. 45 vta. de fecha 21 de febrero de 2003, el Tribunal ad-quem rechaza la concesión del recur-
so de casación, con el fundamento de que los Autos de Vista pronunciados sobre incidentes, entre ellos
la prescripción, no son susceptibles de recurso de casación y que dicho recurso sólo procede contra re-
soluciones restringidas, conforme dispone el art. 416 del Código de Procedimiento Penal. Ante dicho
rechazo, el recurrente anuncia compulsa a fs. 48 a 50, que no es admitido alegando que la negativa ex-
presada por decreto de 21 de febrero de 2003 se sujeta estrictamente al procedimiento previsto en la
Ley No. 1970; lo que determinó que el procesado a fs. 57 a 58 de obrados formalice compulsa alegan-
do indebido rechazo a los recursos de casación y compulsa planteados hecho que en forma directa in-
fringe el art. 289 del Código de Procedimiento Civil.
CONSIDERANDO: Que, el art. 394 del Código de Procedimiento Penal, claramente señala que,
sólo podrán ser recurribles las resoluciones judiciales expresamente establecidos en dicha norma le-
gal, que en el caso presente, el Auto de Vista pronunciado dentro de la apelación incidental emergente
del incidente opuesto de prescripción, no es recurrible de casación toda vez que el art. 416 del antes
referido Código, en su segundo parágrafo señala, que para la procedencia del recurso de casación a
tiempo de plantear la apelación restringida debe invocarse el precedente contradictorio, lo que signi-
fica que dicho recurso sólo procede contra Autos de Vista dictados dentro de una apelación restringi-
da (apelación de sentencia) y no una apelación incidental como es el caso de autos.
De lo expuesto se establece que el Tribunal ad-quem ha obrado bien, al haber aplicado la facul-
tad conferida por el art. 399 parágrafo segundo del Código de Procedimiento Penal que le permite
rechazar sin trámite la casación deducida por ser inadmisible, al no estar previsto por ley y como con-
secuencia no dio curso a la compulsa anunciada. El Tribunal Supremo, con acertado criterio y velan-
do por la dinámica en los procesos y la economía de las partes, ha orientado en ese mismo sentido su
criterio en recursos de ésta naturaleza y en aplicación del art. 2°. del Código de Procedimiento Civil,
de lo que se infiere que en autos se ha obrado con absoluto criterio jurídico y conforme a normas pro-
cesales que son de cumplimiento obligatorio.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, con la
facultad conferida por el art. 59 inc. 5) de la Ley de Organización Judicial, declara ILEGAL la com-
pulsa interpuesta a fs. 57-58 de obrados en aplicación del art. 287 del Código de Procedimiento Civil
y en cumplimiento del art. 296 del mismo Código, se impone costas y multa al compulsante cuya tasa-
ción hará el inferior ..." (AS N° 208 de 21 de abril de 2003).

Luego se emitió el siguiente Auto Supremo N° 487 de 2 de octubre de 2003:


"Que de la revisión de los antecedentes, se establece que mediante decreto cursante a fs. 18 del tes-
timonio de fecha 28 de agosto de 2003, la Sala Penal Tercera de la Corte Superior de La Paz rechaza
la concesión del recurso de casación interpuesto contra el Auto de Vista de 18 de junio de 2003 y com-
plementario de 25 de julio de 2003, con el fundamento de que contra los Autos de Vista pronunciados
en una apelación incidental, no es viable el recurso de casación.
Impugnando el referido decreto de rechazo al recurso de casación deducido, el recurrente anuncia
compulsa y solicita testimonios de algunas piezas del proceso y a fs. 49-51 de obrados plantea compul-
sa.
CONSIDERANDO: El compulsante fundamenta la procedencia del recurso de casación señalan-
do que el art. 416 del Procedimiento Penal, determina que procede el recurso de casación para impug-
nar autos de vista dictados por las Cortes Superiores de Justicia, contrarios a otros precedentes; seña-
la que en su memorial de 27 de agosto de 2003, acompañó precedentes contradictorios, cumpliendo así
con los requisitos previstos en el art. 416 y sgtes. del procesal penal, por ello el recurso de casación de-
ducido ha sido indebidamente rechazado, motivo por el cual pide que la compulsa planteada sea decla-
rada legal y en aplicación del art. 291 del Código de Procedimiento Civil se libre la provisión compul-
Soria disponiendo la remisión del expediente original.
Que, el art. 396 del Código de Procedimiento Penal, establece las reglas generales que regirán
los recursos; dicha norma en su inc. 4) señala "Salvo el recurso de revisión, los recursos serán in-
terpuesto ante el Tribunal que dictó la resolución impugnada, quien no se pronunciará sobre su ad-
misibilidatr, norma que el Tribunal ad-quem no ha dado cumplimiento al pronunciarse y rechazar
el recurso de casación deducido, obrando sin competencia.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, con la
facultad conferida por el inc. 5) del art. 59 de la Ley de Organización Judicial y de conformidad con el
art. 291 del Código de Procedimiento Civil, declara LEGAL la compulsa deducida, disponiendo se li-
bre la provisión compulsoria respectiva..."

5.6. JURISPRUDENCIA EMITIDA POR EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL SOBRE EL RECUR-


SO DE APELACION INCIDENTAL

Esta es la jurisprudencia constitucional relevante sobre el instituto:

¿Puede deducirse un recurso de Amparo Constitucional ante la omisión


del planteamiento de apelación incidental?.

No. A través de la razón de la decisión contenida en la Sentencia Constitucional N° 1089/2003-R


de 4 de agosto y otras citadas en el fallo, se deja establecido que la interposición del recurso de
Amparo Constitucional, no puede suplir la falta oportuna de presentación del recurso de apelación
incidental.
'...En el presente amparo el recurrente arguye que el Juez recurrido no se ha pronunciado sobre la
excepción de incompetencia que planteó en el juicio penal por acción privada seguido contra su repre-
sentado, lo que conculca los derechos contenidos en los artículos "7 numeral 'h', 'd' y j" y 16-II CPE.
En ese sentido, corresponde, en revisión, analizar si en la especie se debe otorgar la tutela pretendida,
tomando en cuenta los caracteres propios de este recurso. ( ...) III.2.E1 art. 403-2) CPP establece que
la apelación incidental procede contra las resoluciones que resuelven una excepción. En el caso some-
tido a examen, el Auto de 15 de mayo de 2003, resolvió la excepción de falta de acción y omitió pro-

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Arturo Yañez Cortés

nunciarse sobre la excepción de incompetencia también formulada por el recurrente, frente a lo cual,
según la norma citada, el nombrado tenía la potestad de interponer recurso de apelación incidental
pero no lo hizo, pretendiendo subsanar su error a través del amparo constitucional que es un recur-
so extraordinario y subsidiario, procede única y exclusivamente cuando se han agotado los recursos
y medios existentes para que la persona exija se respeten los derechos y garantías que estima lesio-
nados, cuando la Ley no contempla ningún otro recurso o medio, o cuando existiendo esos medios,
no le aseguren la inmediatez y eficacia necesaria en la protección frente a un inminente e irrepara-
ble daño, lo que no ocurre en la especie, lo que acarrea su improcedencia.
Esa es la linea jurisprudencia' trazada por este Tribunal, al amparo de lo dispuesto por los arts.
19-1V CPE y 96-3) LTC, citando al efecto las SSCC I I71/2000-R, 871/200I-R, 076/2002-R, 523/2002-
R, 1255/2002-R, 1476/2002-R, 256/2003-R, 442/2003-R, 626/2003-R. y muchas otras.
De todo lo expuesto, se concluye que la Corte de amparo, al declarar improcedente el recurso, ha
evaluado en forma correcta los datos del proceso y las normas aplicables al mismo...".
En el mismo sentido, ver la Sentencia Constitucional N 5 0860/2004 de 7 de junio.

¿Es necesario que la notificación con el auto que resuelve, rechaza


o modifica la aplicación de medidas cautelares sea notificado personalmente
para habilitar la interposición del recurso de apelación incidental previsto
en el art. 251 del NCPP? ¿Cómo debiera procederse en audiencia?
La razón de la decisión de las Sentencias Constitucionales N°s. 1491/2003-R de 20 de octubre y
la 612/2004-R de 22 de abril; señaló que:
"....el art. 251 del CPP, establece que la resolución que disponga, modifique o rechace las medidas
cautelares, será apelable, en el efecto suspensivo, en el término de setenta y dos horas, en cuyo caso
las actuaciones pertinentes serán remitidas ante la Corte Superior de Justicia en el término de veinti-
cuatro horas, previa notificación a las partes con el decreto que ordene dicha remisión conforme ha en-
tendido este tribunal en la SC 1491/2003-R, de 20 de octubre, al señalar: "Dado el carácter garantis-
ta del Nuevo Código de procedimiento penal, toda resolución que imponga una medida cautelar per-
sonal debe ser notificada necesaria y obligatoriamente en firma personal, confirme dispone el art.
163 inc. 3) del CPP, a objeto de que las partes puedan hacer uso del recurso de apelación previsto por
el art 251 del CPP, con la aclaración de que, no es suficiente que las partes sean notificadas con di-
cha resolución en audiencia por su lectura, por cuanto es necesaria la entrega de una copia al inte-
resado y la constancia de su recepción; por otra parte, interpuesto el recurso oralmente en la misma
audiencia o por escrito, dentro del plazo de las 72 horas previstas por esta norma legal, el juez o tri-
bunal dictará el decreto correspondiente, ordenando la remisión de actuados pertinentes ante el tribu-
nal de alzada en el plazo de 24 horas, decreto con el que también las partes deben ser notificadas en
la forma establecida por el art. 162 del CPP, a objeto de que en resguardo de sus derechos y pretensio-
nes, y cumpliendo con sus deberes procesales se apersonen ante este tribunal". (Sentencia Constitucio-
nal N° 612/2004-R).

¿Cuáles son las formalidades que deben observarse en la notificación


de las resoluciones que habilitan la apelación incidental?
A través de la Sentencia Constitucional N° 639/2003-R de 9 de mayo se identifican las formalida-
des a ser observadas:
"...111.4 Que, en el caso presente, en la audiencia verificada el 21 de diciembre de 2002 el Tribu-
nal de Sentencia de Concepción dispuso la cesación de la detención preventiva del recurrente impo-
niéndole medidas sustitutivas a la detención (medidas cautelares de carácter personal), por lo que pa-
ra cumplir con el voto de la Ley no bastaba la notificación realizada en audiencia conforme a la pre-
visión de la última parte del art. 160 citado sino que debía cumplirse con la notificación personal,
conforme lo determinó el mismo Tribunal en su resolución, cuando señala: "quedando las partes no-
tificadas en sala con la resolución verbal. ln cual será notificada formalmente por escrito".
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Que, la notificación personal con las formalidades correspondientes alcanza también al Ministe-
rio Público, conforme se desprende de la salvedad prevista por el art. 162 CPP. En la especie, no pue-
de considerarse cumplida la notificación personal al Ministerio Público con la realizada en audiencia
ni con la que se practicó a su asistente, en el primer caso, porque no se puede dejar de lado la exigen-
cia legal para practicase una notificación personal con el cumplimiento de determinadas formalidades,
ello con el objeto de que conozca a detalle los fundamentos jurídicos de la decisión para ejercer su de-
recho de impugnarla mediante apelación; y, en el segundo caso, la notificación realizada al asistente
del Fiscal tampoco es válida puesto que al no encontrarse al titular debió notificarse en el domicilio
real (Fiscalía) dejando una copia de la resolución y de la advertencia en presencia de un testigo, lo que
no aconteció en el caso presente conforme se desprende de la diligencia sentada, en consecuencia, esas
notificaciones no pueden ser consideradas como válidas por encontrarse viciadas de nulidad resultan-
do válida la practicada posteriormente en 6 de enero de 2003 al cumplir con las exigencias legales, co-
rriendo desde esa fecha el plazo para la interponer el recurso de apelación incidental previsto por el
art. 404 CPP...".

¿Es posible plantear el recurso de Amparo Constitucional por la falta


de impugnación mediante apelación incidental?

En base al principio de subsidiariedad' que regula el trámite del recurso de Amparo Constitucional,
la razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N° 294/2004-R de 3 de marzo, señala que
este recurso no puede ser utilizado para enmendar la omisión de interposición del recurso de ape-
lación incidental:
"...La recurrente alega la vulneración de su derecho propietario por las autoridades demandadas,
ya que éstas rechazaron la solicitud de revocatoria de la incautación y confiscación del inmueble sobre
el que tiene derecho ganancialicio, no obstante haber demostrado que es propietaria del mismo y que
lo adquirió en forma lícita. Consiguientemente, corresponde analizar en revisión, si los hechos recla-
mados se encuentran dentro del ámbito de protección que otorga el art. 19 CPE.
IIL 1. El Capítulo II, Titulo II, Libro Quinto del Código de procedimiento penal, que derogó entre
otros preceptos, el art. 104 de la ley 1008, estableció el nuevo régimen jurídico de los bienes sujetos a
confiscación y decomiso. Conforme al cual, el art. 253 CPP señala que "El fiscal, durante el proceso,
hasta antes de dictarse sentencia, mediante requerimiento fundamentado, solicitará al juez de la ins-
trucción la incautación de bienes sujetos a decomiso o confiscación, de conformidad con el Código Pe-
nal y con la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, especificando los que quedarán a
su disposición a efectos de prueba". Seguidamente, el art. 254 de la misma norma adjetiva establece
que el juez de la instrucción, si existen indicios suficientes acerca de la condición de bienes sujetos a
decomiso o confiscación, mediante resolución fundamentada, dispondrá su incautación, anotación pre-
ventiva y su entrega a la Dirección de Registro, Control y Administración de Bienes incautados, extre-
mos que conforme se constata de obrados han sido observados tanto por el Fiscal como por el Juez ins-
tructor
111.2. A su vez, en cuanto al procedimiento para que los propietarios de los bienes puedan impug-
nar la incautación, el art. 255 prevé la vía incidental, estableciendo de manera precisa lo siguiente:
"ARTICULO 255°.- (INCIDENTE SOBRE LA CALIDAD DE LOS BIENES).-
1. Durante el proceso, hasta antes de dictarse sentencia, los propietarios de bienes incautados po-
drán promover incidente ante el juez de la instrucción que ordenó la incautación, en el que se debatirá:
Si el bien incautado está sujeto a decomiso o confiscación de acuerdo a Ley;
Si el bien incautado ha sido adquirido en fecha anterior a la resolución de incautación y con des-
conocimiento del origen ilícito del mismo o de su utilización como objeto del delito. En todo caso de-
berá justificar su origen.

7 Sobre la naturaleza subsidiaria del recurso de Amparo Constitucional, el magistrado del Tribunal Constitucional Dr. José An-
tonio Rivera S., en "Jurisdicción Constitucional", Segunda edición actualizada, Grupo Editorial "Kipus", 2004, pág. 371; se-
ñala que ello obedece a que " ...su procedencia está condicionada a que no exista otro medio o recurso legal para la pro-
tección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados, es decir, no tiene la finalidad de sus-
tituir o reemplazar los medios o recursos legales establecidos en el ordenamiento jurídico..." .

-112-
Arturo Yañez Cortés

El imputado únicamente podrá fundar su incidente en la causal establecida en el numeral uno de


este parágrafo.
II. El juez de la instrucción, mediante resolución fundamentada:
Ratificará la incautación del bien objeto del incidente; o,
Revocará la incautación, disponiendo, en su caso, la cancelación de la anotación preventiva y
ordenará a la Dirección de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados la devolución de
los bienes o del dinero proveniente de su venta, con más los intereses devengados a la fecha.
Esta resolución será recurrible mediante apelación incidental sin recurso ulterior".
De lo anterior se desprende que es en este estado de la causa (hasta antes de sentencia) en la que los
propietarios, sea el imputado o un tercero, deben promover el incidente, el mismo que estará circuns-
crito a dilucidar los extremos descritos por el art. 255.1 CPP y destinado a que el juez de la instrucción
que ordenó la incautación, en base a los alegatos y elementos de convicción producidos en el inciden-
te, mediante resolución fundamentada, revoque la medida o ratifique la incautación del bien objeto del
incidente; resolución que puede ser impugnada mediante recurso de apelación incidental, sin recurso
ulterior.
III.3.En la problemática planteada, se tiene que el Juez demandado ordenó, en tiempo oportuno,
a solicitud del fiscal, la incautación del inmueble de propiedad de la recurrente y de su esposo; sin
embargo, la actora no utilizó los medios de defensa aludidos, lo que determinó que a través de la Sen-
tencia condenatoria 279/2003 de 9 de junio, el Juzgador recurrido, a petición fiscal, ordenara, con-
forme a ley, la confiscación del indicado bien, de lo que se constata que la recurrente pretendió pro-
mover el incidente en forma totalmente extemporánea y cuando ya había precluído su derecho; ra-
zón por la cual, de manera fundamentada y en uso de sus atribuciones, el Juez recurrido rechazó el
indicado incidente, y en apelación, los vocales demandados, declararon improcedente el recurso con-
tra la indicada resolución de rechazo, sin que con esas actuaciones hayan cometido acto ilegal con-
tra la recurrente, quien, como quedó precisado, no ¡utilizó oportunamente la vía incidental prevista
por el art. 255 CPP para presentar su reclamo, como señalan claramente los recurridos en las reso-
luciones impugnadas.
111.4. Consiguientemente, la omisión señalada no puede ser enmendada a través de la interposición
del presente amparo, el cual, por su carácter subsidiario, exige para su procedencia, el agotamiento
previo de todos los medios legales dentro del proceso, lo que no sucede en el caso de autos. Este enten-
dimiento fue adoptado por el Tribunal Constitucional en casos similares, a través de las SSCC
247/2003-R y 1388/2003-R
Consecuentemente, el Tribunal de amparo al haber declarado improcedente el recurso, ha hecho
una correcta evaluación del caso así como de los alcances del art. 19 CPE ..."
En el mismo sentido, se tiene la Sentencia Constitucional N° 854/2003-R de 24 de junio, en la que
se precisa que el recurso de Amparo Constitucional no procederá contra resoluciones judiciales que
podían haber sido modificadas sí se hubiera interpuesto el recurso -se entiende oportunamente-
"...Que, en el presente caso se tiene que Roque Pedraza Pedraza (representado del recurrente), es
la supuesta víctima del delito de robo de aeronave denunciado; en tal situación se lo notificó en 14 de
febrero de 2003 con el Auto de la misma fecha, por el que la Jueza Cautelar demandada "ratifica la re-
solución de fecha 28 de enero de 2003 en la que se declara la extinción de la acción penal" (textual).
Que, el recurrente como representante legal de la supuesta víctima, tuvo conocimiento de la de-
cisión que implicó la extinción de la acción penal, pudiendo haber impugnado esa decisión a través
de la apelación incidental reconocida en la previsión del art. 403 inc. 6) CPP; sin embargo lejos de
plantear el mencionado recurso, el 10 de abril del presente año plantea el presente amparo impug-
nando dicho Auto de 28 de enero de 2003 y solicita se deje sin efecto el mismo.
Que, el recurso de amparo no procederá contra resoluciones judiciales que por cualquier otro re-
curso puedan ser modificadas, aún cuando no se haya hecho uso oportuno de dicho recurso, al tenor
de lo previsto en el art. 96-3) LTC; cuando como en el presente caso, por negligencia del recurrente
no se interpuso el recurso de apelación incidental y dejó precluir su derecho, permitió que la deci-
sión judicial que es contraria a sus intereses se ejecutorie; así lo entendió este Tribunal cuando negó
la tutela demandada, en SC 1333/2002, de 1 de noviembre, en la que se señala:

-113-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

"Que en el caso presente, el recurrente pretende a través del presente amparo lograr la extinción
de la acción penal seguida en su contra, cuando tal situación no la reclamó oportunamente ante el Juez
recurrido, pues cuando éste pronunció el auto de 8 de junio de 2002 declarando la extinción de la ac-
ción penal contra los demás imputados, el recurrente no solicitó complementación y enmienda para ser
incluido en esa decisión y menos planteó recurso de apelación en el plazo de ley, conforme al art. 403.6)
CPP, dejando precluir su derecho y permitiendo la ejecutoria de esa resolución adversa, sin que pueda
utilizar el amparo en sustitución de los medios legales señalados, aún cuando no hubiera hecho uso
oportuno de ellos, cayendo el recurso por estas circunstancias, en la causal de improcedencia conteni-
da en el art. 96.3) de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC)".

En similar sentido, la Sentencia Constitucional N 2 0691/2004-R de 11 de mayo, que permite la pro-


cedencia del recurso de amparo constitucional al haberse planteado previamente el recurso de ape-
lación incidental y no existir ningún otro medio legal para reparar el agravio.

'...Es imperioso dejar claro que contra la tácita decisión del Juez Cautelar de rechazar la amplia-
ción de la imputación contra Mario Coro Vargas, no existe recurso que hubiera podido ser interpues-
to por la querellante o por el Ministerio Público, pues esa posibilidad no está enmarcada a ninguno
de los casos que enumera el art. 403 del CPP, tampoco podía merecer un recurso de reposición, por-
que esa determinación está implícita en un Auto y no en una mera providencia, debiendo recordar
que el art. 394 de la normativa procesal penal dispone que las resoluciones judiciales serán recurri-
bles en los casos expresamente establecidos en ese Código.
Consecuentemente, el Juez incurrió en un acto ilegal al declarar extinguida la acción penal en el
Auto 695/2003 de 8 de octubre, sobre la base de que "no se toma en cuenta la segunda imputación for-
mal, ya que no está a derecho", toda vez que carece de potestad de dejar de lado una imputación, in-
gresando al campo de atribución privativa del representante del Ministerio Público que, de acuerdo al
art. 304, tiene la facultad de rechazar, mediante resolución fundamentada, la denuncia, la querella o
las actuaciones policiales en los casos expresamente detallados en esa disposición, por una parte, y por
otra, el Juzgador no tomó en cuenta que cuando se trata de varios imputados, el cómputo de los seis
meses de la etapa preparatoria comienza a desarrollarse a partir de la última notificación, como lo ha
declarado reiterativamente este Tribunal diversas SSCC, como las signadas con los números
0173/2003-R, 1251/2003-R, 1756/2003-R, 0122/2004-R, siendo que esta última señala: "...partiendo
del razonamiento formulado en la SC 1036/2002-R de 29 de agosto, se concluye que en caso de existir
varias imputaciones o como en el presente caso, -más de una imputación- presentadas en tiempos dife-
rentes, el término de los seis meses de la etapa preparatoria establecido por el art. 134 del CPP, debe
computarse desde la notificación con la última imputación formulada, en resguardo de los derechos y
garantías de la persona sindicada de la presunta comisión de un delito. De donde resulta, que la am-
pliación de la imputación en contra de otros imputados, en los casos que corresponda, implica la am-
pliación automática del plazo establecido por el art. 134 CPP...".
Por ende, sin desconocer el alcance de la norma ni la voluntad del legislador, en virtud de una in-
terpretación armónica de la norma, es legal la ampliación o modificación de la imputación hasta an-
tes de la acusación, si la hubiere (SC 1756/2003-R), y, en ese sentido, en la especie, el cómputo de los
seis meses de la etapa preparatoria comenzaron a correr desde el 19 de agosto de 2003, fecha en que
se notificó al abogado de Mario Coro Vargas, según la diligencia de fojas 289, resultando ilegal la de-
claratoria de extinción de la acción penal efectuada por el Juez Cautelar, así como la confirmación de
esa decisión por parte de los vocales co-recurridos a través del Auto de Vista impugnado, todo lo que
acarrea la procedencia del presente amparo para reparar las ilegalidades detectadas que han vulne-
rado el derecho a la seguridad jurídica y la garantía del debido proceso, no quedando a los actores
otro medio que utilizar u otro recurso que interponer pues ya hicieron uso de la apelación inciden-
tal prevista en el art. 403.6) del CPP, como se tiene constatado.
De todo lo expuesto, se concluye que la Corte de amparo, al declarar improcedente el recurso, no
ha evaluado correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo ..."

-114-
Arturo Yañez Cortés

¿Puede el tribunal de alzada que resuelve el recurso de apelación incidental


sobre medidas cautelares aplicar de oficio una medida de esa naturaleza.?

A través de la razón de la decisión contenida en las Sentencias Constitucionales citadas en la


202/2004-R de 9 de febrero de 2004, se ha resuelto que:
"...Por otra parte, el tribunal de alzada, a tiempo de conocer la apelación incidental en contra de
la Resolución 270/2003 de 30 de septiembre por la que el juez cautelar determina la aplicación de me-
didas sustitutivas a favor del imputado, debió circunscribirse a los aspectos cuestionados de dicha re-
solución según prevé el art. 398 CPP, y no disponer su revocatoria ordenando la detención preventi-
va del ahora recurrente, teniendo en cuenta que la revocatoria por incumplimiento de las medidas
impuestas, corresponde al juez cautelar o de primera instancia. Así lo ha establecido la jurispruden-
cia de este Tribunal como se demuestra a través de las siguientes sentencias: SC 1176/2002-R, de 26 de
septiembre"(...) por otra parte, si bien es evidente que el art. 250 CPP, dispone que el Auto que impon-
ga o rechace una medida es revocable o modificable aún de oficio, esta prescripción legal debe vincu-
lársela con el art. 247 CPP, pues son las circunstancias previstas en este articulo las que darán lugar
ya sea a revocar o a modificar las medidas cautelares impuestas.
(..) el citado precepto también deja colegir claramente que quién podrá revocar o modificar de
oficio, es el Juez que esté en conocimiento de la causa, es decir el que esté a cargo del proceso, de
modo que deberá entenderse que el Tribunal de Apelación no tiene esa permisibilidad estatuida en el
art. 250 referido, pues únicamente podrá dejar sin efecto ya sea la detención preventiva o las medi-
das sustitutivas de la misma cuando conoce un recurso de apelación, en cuyo caso por mandato del
art. 398 de la citada Ley 1970, no puede extender su determinación más allá de lo impugnado como
ya se ha referido." SC 0371/2003-R, de 26 de marzo"... la previsión del art. 250 CPP sobre el carác-
ter de las decisiones de medidas cautelares es aplicable al Juez Cautelar o de primera instancia, en-
contrándose las facultades del tribunal de alzada contempladas en el art. 251...". SC 1813/2003-R, de
5 de diciembre"(...) Respecto al Auto de Vista pronunciado por las autoridades recurridas es necesario
puntualizar, que por previsión expresa del art. 338 CPP, los tribunales de alzada, circunscribirán sus
resoluciones a los puntos cuestionados de la resolución. Por otra parte, si bien el art. 250 CPP precep-
túa que el Auto que imponga una medida cautelar personal o la rechace, es revocable o modificable
aún de oficio: empero, esta potestad de revisión de oficio, está reservada a los jueces y tribunales que
conocen y tramitan la causa, y por lo mismo, esta facultad no es extensiva a las Cortes de Apelación."

¿La apelación incidental no es procedente contra una resolución que resuelve


el dominio de un bien entre el denunciante y querellante, diferente de la que
se refiere a la aplicación de medidas cautelares reales?

La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N° 150/2004-R de 3 de febrero de 2004, señala:


"...111.4 Cabe aclarar que al haberse resuelto el incidente de entrega de movilidad a favor un de-
positario y al no tratarse de la imposición de una medida cautelar de carácter real sobre bienes pro-
pios del imputado, sino, de derechos controvertidos entre la primera denunciante y la recurrente, que
podrán ser resueltos en la vía judicial pertinente, no procede ningún recurso de apelación inciden-
tal, contra dicha determinación, por no encontrarse incluido este caso dentro de las normas previs-
tas por el art. 403 CPP, por lo que corresponde se otorgue la tutela solicitada..."

¿Puede deducirse el recurso de apelación incidental previsto en el art. 403 inc.


8 del NCPP, tratándose de la ampliación de la etapa de la instrucción
en el caso del art. 134 del NCPP?
A través de la SC N° 122/2004 — R de 28 de enero de 2004, la jurisprudencia del Tribunal Cons-
titucional diferencia la ampliación del término de la etapa preparatoria en razón a la existencia de
varias imputaciones formales realizadas en tiempos diferentes—susceptible del recurso de apela-
ción incidental- de la resolución que admite o rechaza la ampliación de la etapa tratándose de de-
litos cometidos por organizaciones criminales, es decir, el art. 132 bis del Código Penal.

-115-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

"...111.4 Respecto a la imputación formulada en contra de la recurrente y la consiguiente amplia-


ción del plazo de la etapa preparatoria, corresponde señalar, que partiendo del razonamiento formula-
do en la SC 1036/2002-R de 29 de agosto, se concluye que en caso de existir varias imputaciones o co-
mo en el presente caso, -más de una imputación- presentadas en tiempos diferentes, el término de los
seis meses de la etapa preparatoria establecido por el art. 134 del CPP, debe computarse desde la no-
tificación con la última imputación formulada, en resguardo de los derechos y garantías de la persona
sindicada de la presunta comisión de un delito. De donde resulta, que la ampliación de la imputación
en contra de otros imputados, en los casos que corresponda, implica la ampliación automática del pla-
zo establecido por el art. 134 CPP, la que debe diferenciarse de la ampliación dispuesta por el juez de
instrucción, a pedido del fiscal, cuando la investigación sea compleja, en razón a que los hechos se en-
cuentren vinculados a delitos cometidos por organizaciones criminales, cuya decisión, es facultad pri-
vativa de la autoridad judicial; determinación que en todo caso, debe ser impugnada por medio del
recurso de apelación incidental , en función a lo dispuesto por el art. 403.8 CPP y por lo mismo, no
se puede plantear directamente el amparo; lo contrario implicaría desconocer el principio de subsi-
diariedad de este recurso extraordinario....".

En similar sentido, ver la Sentencia Constitucional N2 0720/2004-R de 11 de mayo.

¿Cuáles son las causales de procedencia de la apelación incidental


tratándose del caso del art. 403, inc. 62)?

En la jurisprudencia contenida en las Sentencias Constitucionales N°s 1803/2003-R de 5 de di-


ciembre y 687/2003 de 21 de mayo, se realizan las siguientes precisiones sobre las causales de
procedencia de la apelación incidental tratándose del caso del inc. 6°).
"...111.2 Antes de analizar el amparo objeto de ésta sentencia, corresponde aclarar que este Tribu-
nal ha emitido diferentes resoluciones, imponiendo una línea jurisprudencia' respecto al motivo de tu-
tela del presente caso.
Así tenemos la SC 687/2003-R de 21 de mayo, que al respecto, indicó: "El art. 394 CPP establece
que las resoluciones judiciales serán recurribles en los casos expresamente establecidos por ese Códi-
go. Dentro de ese contexto, el art. 403 CPP determina las resoluciones contra las que procede el re-
curso de apelación incidental, no estando en ninguno de esos supuestos las resoluciones que decla-
ran el abandono del proceso. Consiguientemente, tanto el reclamo del recurrente sobre la supuesta pre-
sentación del recurso incidental en el plazo de ley, como la nulidad de obrados que planteó por este
motivo, carecen de asidero legal y no corresponde su análisis, aspecto que no fue advertido por el Tri-
bunal de amparo a tiempo de dictar la resolución venida en revisión".
Conforme se verifica de la jurisprudencia citada, es evidente que la norma prevista en el art. 403
CPP, indica cuáles son las resoluciones que pueden ser recurribles en la vía incidental, donde lógi-
camente no se encuentra como recurrible la resolución que declara simplemente el abandono de que-
rella, siendo por ello, presuntamente inatendible el amparo interpuesto en el caso presente respecto a
este punto, pero corresponde aclarar que la resolución que declare el abandono de querella, no es re-
currible sólo cuando se circunscribe a dicho abandono, pero no así cuando también se declara la ex-
tinción de la acción, porque al dictarse una resolución con una decisión que suprime toda posibili-
dad de acceso a la justicia por parte del accionante, necesariamente debe ser recurrible, en este en-
tendido el legislador boliviano ha previsto el derecho a la segunda instancia, pues así en el art. 403
citado, dispone: "El recurso de apelación incidental procederá contra las siguientes resoluciones: ...
6. La que declara la extinción de la acción penal:" En este orden, deberá entenderse que lo estable-
cido en la sentencia constitucional referida, si bien marca como regla general que la resolución de
abandono de querella no es recurrible en apelación incidental si lo es cuando en esa misma resolución
se declara también la extinción penal, estableciéndose con ello una sub-regla a tomarse en cuenta a
tiempo de conceder o negar una apelación.
Revisando detenidamente la norma prevista en el art. 27.5 CPP, se verifica que una de las causa-
les de extinción de la acción penal en delitos de acción privada, es justamente el desistimiento o aban-
dono de la querella, ésta se da cuando el querellante o su mandatario no concurren a la audiencia de
conciliación, sin justa causa, conforme establece la norma prevista en el art. 381 CPP. La justa causa

-116-
Arturo Yañez Cortés

es un justificativo que debe acreditar el querellante o su apoderado, mediante prueba que se halla so-
metida a las mismas reglas del proceso penal ordinario, ésta debe ser actual, veras y especialmente per-
tinente, teniendo el juez que la resuelve, facultad propia para admitirla o rechazarla, en base a los prin-
cipios de imparcialidad e independencia consagrados en la norma prevista en el art. 116. VI CPE, con-
cordante con la norma prevista en el art. 3 CPP, no pudiendo ser por ello objeto de amparo constitu-
cional, salvo que se verifique en dicho análisis la violación de algún derecho o garantía constitucional.
De lo expuesto, se tiene que todas las Resoluciones que declaran la extinción de la acción penal,
conforme establece la norma prevista en el art. 403.6 CPP, son recurribles incidentalmente y se so-
meten al trámite establecido por las normas previstas en los arts. 404 al 406 CPP, debiendo en tal ca-
so las autoridades competentes, determinar si es o no admisible el recurso, declarándolo procedente o
improcedente, en base a los datos que fueron de su conocimiento y con la imparcialidad e independen-
cia señaladas en el párrafo anterior de esta sentencia, verificando siempre la legalidad de la prueba,
conforme exige la norma prevista por el art. 13 CPP.
111.3 Este Tribunal, en la Jurisprudencia que ha sentado en diferentes fallos ha establecido que, los
derechos a la seguridad jurídica y al debido proceso son fundamentales en la tramitación de los proce-
sos, habiendo establecido que el primero es una "(...) condición esencial para la vida y el desenvolvi-
miento de las naciones y de los individuos que la integran, representa la garantía de la aplicación ob-
jetiva de la ley, de tal modo que los individuos saben en cada momento cuáles son sus derechos y sus
obligaciones, sin que el capricho, la torpeza o la mala voluntad de las autoridades pueda causarles per-
juicio"; en tanto que, del debido proceso resulta ser "(..) una exigencia para que el juzgador, al admi-
nistrar justicia a nombre del Estado, ajuste el proceso que conoce al procedimiento establecido por la
ley y con las garantías que ella prevé" SC 1713/2003 de 24 de noviembre.
En el caso presente, al tratarse de delitos cuya conversión de acciones fue expresamente autoriza-
da, el Juez de Sentencia Segundo de la Capital de Santa Cruz, a tiempo de determinar el abandono de
la querella, declaró extinguida la acción penal, por ser los delitos juzgados de acción privada, por la
conversión de acción mencionada, remitiendo luego antecedentes ante las ahora autoridades recurri-
das para que éstas resuelvan el recurso de apelación incidental interpuesto contra la resolución que
emitió.
Las recurridas, analizaron la prueba ofrecida por el querellante, consideraron en base a los prin-
cipios de imparcialidad e independencia, que los justificativos alegados y presentados eran suficientes
para declarar admisible y procedente el recurso, conforme a la norma prevista por el art. 406 CPP, no
constatándose ninguna infracción al derecho a la seguridad jurídica, puesto que la apelación contra
las resoluciones que declaran la extinción de la acción penal, es legal, conforme establece la norma
prevista por el art. 403.6 CPP; tampoco existe violación a las reglas del debido proceso porque con-
forme a las normas mencionadas, se tramitó los incidentes y el recurso de apelación incidental, emer-
gentes del aludido proceso penal, donde los recurrentes han participado y conocido de todas las actua-
ciones y resoluciones emitidas."

En el mismo sentido, la Sentencia Constitucional N° 1820/2003-R de 5 de diciembre de 2003; pre-


cisa que ante la declaratoria de la extinción de la acción penal por abandono de querella, el recur-
so a plantear es el de apelación incidental y no otro.
"En el caso examinado, la autoridad jurisdiccional, en aplicación de las citadas disposiciones le-
gales señaló la audiencia de conciliación a la que no concurrieron la parte querellante ni la querella-
da, motivando que se emita la resolución que declaró abandonada la querella y consiguientemente, ex-
tinguida la acción penal en favor del imputado, disponiendo el archivo de obrados de acuerdo con los
arts. 27.5), 292 y 381 CPP, resolución que al tener carácter definitivo debió ser impugnada median-
te el recurso de apelación incidental previsto por el art. 403.6) de la Ley 1970 y no como procedió la
autoridad recurrida que a simple solicitud de la parte querellante, y no obstante de haber perdido
competencia para seguir conociendo del caso con una figura jurídica no prevista en la normativa ju-
rídico- procesal penal, "repone" el Auto de extinción de la acción penal, señalando nueva audiencia
de conciliación la que en efecto no se llevó a cabo, por cuanto el Juez de la causa advertido de que ello
no era procedente, pronunció resolución por la que mantiene vigente la de abandono de querella, ex-
tinción penal y archivo de obrados, actuando correctamente y conforme a procedimiento".

-117-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

¿La resolución que declara el abandono de la querella, es recurrible?

Sí, según la razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N' 0665/2004- de 4 de mayo que
realiza una interpretación integral y sistemática del sistema de recursos, generando una modifica-
ción de la linea jurisprudencial establecida por la N' 687/2003-R y la modulación de la N'
1803/2003-R, se afirma que como esa resolución dictada dentro de los procesos por acciones pri-
vadas pone fin al procedimiento, a diferencia de las acciones privadas, corresponde deducir el re-
curso de apelación incidental.

..Según la norma prevista por el art. 394 del CPP las resoluciones judiciales serán recurribles en
los casos expresamente establecidos por dicho Código; esa norma concuerda con las previstas por el
art. 403 del CPP, en las que no se menciona de manera expresa y exclusiva la resolución que decla-
re el abandono de querella; una interpretación literal y aislada de dichas normas podría conducir a
una conclusión errónea de afirmar que la resolución que declara el abandono de querella no es im-
pugnable o recurrible. Para evitar esa conclusión corresponde efectuar una interpretación sistema-
tizada de las normas procesales referidas, aplicando el principio de la concordancia práctica, de ma-
nera que en esa labor hermenéutica deberán considerarse el conjunto de normas que regulan la sus-
tanciación de la acción penal privada, incluyendo en ellas las que regulan lo referido a la querella,
el abandono de la querella, los efectos de dicho abandono y, finalmente, lo referido a los derechos y
garantías de la víctima.
En esa interpretación sistematizada deberá tomarse en cuenta lo siguiente: a) según la norma pre-
vista por el último párrafo del art. 292 del CPP el abandono de la querella impide toda posterior per-
secución penal por parte del querellante; b) según la norma prevista por el art. 18 del citado Código
la acción penal privada se ejerce exclusivamente por la víctima que resulta ser la querellante; c) según
la norma prevista por el art. 27.5 del CPP la acción penal se extingue por el abandono de la querella
en los delitos de acción privada; y d) conforme a la norma prevista por el art. 403.6 del citado Código
el recurso de apelación incidental procede contra la resolución judicial que declara la extinción de la
acción penal. Efectuada la interpretación se llega a la conclusión de que la resolución judicial que
declara el abandono de querella en la acción penal privada es impugnable o recurrible por la vía de
la apelación incidental. Esta conclusión implica un cambio de la línea jurisprudencia' establecida en
la SC 687/2003-R, de 21 de mayo y la modulación de la SC 1803/2003-R, de 5 de diciembre, en el sen-
tido de que no es exigible que el Juez, al declarar el abandono de querella en los delitos de orden pri-
vado, deba necesariamente declarar en forma expresa la extinción de la acción penal pura que se ac-
tive la impugnación por la vía de la apelación incidental.
111.3. ( ...) En la problemática planteada, el proceso penal seguido por Fernando Diego Sánchez y
otra en representación de la CBN S.A. en contra de los recurrentes se inició a denuncia de parte por la
supuesta comisión de los delitos de giro de cheque en descubierto, abuso de confianza y apropiación
indebida, los que en virtud de lo dispuesto en el art. 20 del CPP son delitos de acción privada, habien-
do el Juez de la causa, a petición de los ahora recurrentes, declarado el abandono de la querella, me-
diante Resolución 536/2003 de 9 de octubre, aduciendo la falta de tramitación de la parte querellante
por más de sesenta días, amparando su determinación en los arts. 292 y 270 del CPP, decisión que fue
ratificada por Resolución 554/2003, de 23 de octubre, pronunciada por el Juez de la causa a tiempo de
conocer el incidente de nulidad de notificación que presentó la parte querellante, por lo que los quere-
llantes interpusieron recurso de apelación incidental contra las referidas Resoluciones, bajo el argu-
mento de la indebida aplicación del art. 292 del CPP para declarar el abandono de la querella.
Tramitado el recurso como se ha concluido, los vocales recurridos conocieron la apelación y la re-
solvieron; empero; con ese acto y la Resolución que dictaron no han actuado ultra petita y menos han
conculcado los derechos consagrados por los arts. 7 inc. a) y 16.IV de la CPE, ya que si bien el Juez
de la causa, a tiempo de declarar el abandono de la querella, no declaró el archivo de obrados ni de-
terminó la consiguiente extinción de la acción penal, de dicha omisión no puede concluirse que al
haberse declarado únicamente el abandono de querella no procede el recurso de apelación, pues con-
forme se ha establecido, al tratarse de delitos de acción privada la declaratoria del abandono de que-
rella pone fin a la prosecución del proceso lo que implica que extingue la acción penal, es por ello

-118-
Arturo Yañez Cortés

que los vocales recurridos, atendiendo la naturaleza del proceso y los efectos de la decisión recurri-
da, que en los hechos era definitiva al declarar el abandono de la querella, conocieron el recurso de
apelación y resolvieron lo que consideraron en derecho, sin que por ello dicha actuación resulte in-
debida como consideran los recurrentes, quienes se sujetan a una interpretación aislada del art. 403
inc. 6) del CPP, para pretender la tutela mediante esta vía, dado que si bien las normas previstas por
el art. 403 del CPP establecen las resoluciones contra las que procede el recurso de apelación inci-
dental, dentro de las que no se encuentra como recurrible la resolución que declara simplemente el
abandono de querella, no es menos evidente que la exclusión de dichas resoluciones sólo puede dar-
se en delitos de acción pública, ya que ésta será continuada por el Ministerio Público, situación que
no ocurre en los delitos de acción privada, de tal modo que al determinarse el abandono de querella,
se está poniendo fin a la prosecución de la causa, decisión que según los datos del proceso, puede ser
errónea o arbitraria, razón por la cual, es justo asegurar a las partes, bajo el principio de igualdad
procesal, el derecho de recurrir de las resoluciones que a criterio de ellas les causa agravio, como ha
ocurrido en el presente caso ..."
Sobre la apelación incidental prevista en la última parte del art. 255
en relación con el inciso 11 del art. 403 del NCPP.
A través de la Sentencia Constitucional N° 1279/2003-R de 1 de septiembre, se hace referencia
a los otros casos de apelaciones incidentales innominados previstos en el inc. 11 del art. 403 del
NCPP. Así:
"111.4 Por otra parte, en caso de que el Juez Cautelar hubiera dispuesto la incautación de los bie-
nes reclamados, conforme al art. 253 CPP, el recurrente puede ocurrir ante esa autoridad judicial in-
terponiendo el incidente previsto por el art. 255 de dicha disposición legal, cuya resolución además
es recurrible mediante apelación incidental medios legales que se encuentran expeditos y que no pue-
den ser sustituidos por el amparo constitucional, dado el carácter subsidiario que le caracteriza".

¿Puede admitirse y resolverse al mismo tiempo un recurso


de apelación incidental?

La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N' 1383/04-R de 20 de agosto, sostiene


que la Sala Penal de la Corte Superior puede en una misma resolución decidir la admisibilidad del
recurso de apelación incidental y resolver el fondo del mismo, cuando señala:

" ...En este sentido, si se tiene en cuenta que en la apelación incidental la Corte Superior del Dis-
trito a través de una sola Resolución puede decidir la admisibilidad del recurso y la procedencia de
la cuestión planteada según prevé el primer párrafo del art. 406 del CPP, se infiere que cuando una
de las partes tiene dudas sobre la imparcialidad de alguno de los miembros de la Sala que debe inter-
venir en el conocimiento de la causa, debe plantear la recusación a partir del momento en que tiene co-
nocimiento de su participación, y en todo caso, hasta antes de que se dicte la Resolución pertinente...."

¿Puede interponerse directamente el recurso de apelación incidental


contra una providencia? ¿O en ese supuesto es necesario previamente
haber pedido la reposición de aquella?

Adviértase que en el caso de jurisprudencia glosado, se trata de una providencia de mero trámite,
por lo que independientemente de lo adecuado o no de asumir la determinación que se trata me-
diante ése tipo de resolución, la Sentencia Constitucional N' 1322/04-R de 19 de agosto, afirma
que previamente a la deducción del recurso de apelación incidental, es necesario usar el art. 401
del ncpp pidiendo la reposición del decreto.

"...1113. En el caso analizado, los representados del recurrente están siendo investigados por los
delitos de tráfico de sustancias controladas; en consecuencia, el dinero incautado está dentro de los
bienes que, de acuerdo al art. 253 del CPP antes citado, pueden ser incautados.

-119-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

En virtud a ello, la Fiscal, solicitó a la Jueza de Instrucción de Bermejo, disponga la incautación


de dineros que 1ABSA adeudaba a los sindicados (cheque Serie A 1135 de 31 de julio de 2003 por la
suma de Bs132.910,60.-) petitorio que fue atendido indebidamente mediante providencia de 4 de ju-
lio de 2003 cuando debió ser mediante resolución fundamentada que disponga el mandamiento de
incautación (art 129.8 del CPP), sin que los representados del recurrente hubieran interpuesto el re-
curso de reposición previsto en el art. 401 del CPP por tratarse de una mera providencia, advirtién-
dole que tal determinación debió ser tomada mediante resolución fundamentada que disponga el
mandamiento de incautación; por consiguiente ese aspecto ya no puede ser reclamado, en aplicación
de lo dispuesto por el art. 96.3) de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), que señala que el ampa-
ro no procede contra las resoluciones judiciales que por cualquier otro recurso puedan ser modifica-
das o suprimidas aún cuando no se haya hecho uso oportuno de dicho recurso. Los representados del
recurrente se avocaron a interponer apelación incidental que no correspondía por las razones expresa-
das anteriormente, que dio lugar a que la Sala Penal compuesta por los vocales recurridos, mediante
Resolución 09/2004 en cuanto al dinero incautado disponga que ese aspecto sea resuelto en otra ins-
tancia es decir en sentencia, lo cual no implica ilegalidad alguna, dado que los afectados pueden asu-
mir defensa durante la etapa preparatoria y aún durante el proceso para probar la legalidad de los di-
neros incautados cuya valoración corresponde inexcusablemente a las autoridades jurisdiccionales..."

¿Durante la audiencia de juicio, podrá deducirse recurso de apelación


incidental tratándose de una resolución relativa a medidas cautelares?

La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N' 1298/04 de 12 de agosto, sostiene que


tratándose de un agravio surgido con motivo del régimen de medidas cautelares, durante la audien-
cia de juicio, el recurso a interponer es el de apelación incidental y no, el de apelación restringida
que está reservado sólo para sentencias.

" _111.2. Por otra parte, antes de ingresar al análisis de fondo del presente recurso, corresponde
indicar que de acuerdo a la norma contenida en el art. 403 del CPP, referida a la apelación incidental
se establece que la misma procede, entre otras causas, contra las resoluciones que resuelven las me-
didas cautelares o su sustitución, debiendo ser interpuesta ante el mismo Tribunal que dictó la Reso-
lución dentro del plazo de los tres días de notificado el recurrente, conforme establece el art. 404 del
CPP; luego, el Juez emplazará a las otras partes, para que en el plazo de tres días contesten el recur-
so, debiendo remitir en el plazo de veinticuatro horas de vencido el término ante la Corte Superior de
Justicia para que resuelva.
Asimismo, la apelación restringida sólo podrá ser planteada contra las sentencias conforme dis-
pone la parte in fine del art. 407 del CPP, debiendo observarse en su interposición los requisitos esta-
blecidos en el art. 408 del procedimiento citado. Consiguientemente, se entiende que la detención pre-
ventiva solicitada dentro del juicio oral debe ser tratada y resuelta como un incidente, contra cuya re-
solución debe interponerse el recurso de apelación incidental en los términos anteriormente cita-
dos..."

¿Desde cuándo corre el término para deducir el recurso de apelación incidental,


cuando se ha solicitado la explicación y enmienda de una resolución según
el art. 125 del NCPP?
La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N' 1111/2004 de julio, establece claramen-
te que:
" _111.1. En el caso que se examina, la Gerencia Regional de la Aduana fue notificada con la Re-
solución 307 de 11 de noviembre de 2003, por la que se declara procedente el incidente de actividad
procesal defectuosa y se ordena la devolución de la mercadería, el 26 de noviembre de 2003. En vista
de lo cual y dentro del plazo establecido por la segunda parte del art. 125 del CPP se solicitó explica-
ción y complementación, por lo que en este caso, el término establecido por el art. 404 del indicado

-120-
Arturo Yañez Cortés

Código, para interponer recurso de apelación incidental, corría a partir de la notificación con el Au-
to de explicación y complementación. Sin embargo, conforme se tiene evidenciado en los antecedentes
que cursan en obrados, dicha notificación no ha ocurrido, por lo que el recurso de apelación de la re-
currente no fue interpuesto extemporáneamente, por cuanto sólo después de absuelta expresamente la
complementación y enmienda se tiene el texto del Auto definitivo pertinente. En la situación examina-
da, el Juez recurrido no resolvió propiamente la solicitud a través de una resolución fundamentada, ex-
plicando o complementando lo solicitado o negando la solicitud, con lo que se vulneró lo establecido
por el art. 124 del CPP, limitándose a señalar "estése a los datos del proceso", expresión que resulta
vaga e imprecisa para que el apelante pueda impugnar la resolución correspondiente.
111.2. Consecuentemente, el Juez recurrido al haber dispuesto la ejecutoria de la Resolución 307 de
11 de noviembre de 2003 y rechazado el recurso de apelación incidental interpuesto por la Aduana, ha
incurrido en un acto ilegal que vulnera la garantía del debido proceso, de la cual deriva el principio
pro actione, que tiende a garantizar a toda persona el acceso a los recursos y medios impugnativos, de-
sechando todo rigorismo o formalismo excesivo, que impida obtener un pronunciamiento judicial sobre
las pretensiones o agravios invocados (SC 1044/2003-R, de 22 de julio), máxime cuando de conformi-
dad al art. 78 del CPP el Juez tiene la obligación de informar a la víctima sobre los resultados del pro-
ceso..."

¿Durante la audiencia de juicio, corresponde interponer el recurso de


apelación incidental tratándose de un incidente de exclusión de prueba?
La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N° 0771/2004-R de 14 de mayo, refiere que
en ese caso, no corresponde apelar incidentalmente cual si se tratara de una excepción, sino que
si se considera que existe una errónea aplicación de la ley o es un defecto del procedimiento, co-
rresponderá realizar la reserva de recurrir con miras a deducir luego, contra la sentencia que con-
sideró la prueba tachada como ilegal, el recurso de apelación restringida contra la misma.
"..Los recurrentes sostienen que las autoridades recurridas al declarar la inadmisibilidad del re-
curso de apelación incidental contra la Resolución de 3 de diciembre de 2003, dictado por el Tribunal
Segundo de Sentencia que rechazó la solicitud de exclusión de prueba, han vulnerado su derecho de re-
currir e impugnar y hacer uso de todos los recursos legales que las leyes franquean. Corresponde en
consecuencia analizar si concierne o no la tutela pretendida.
111.1. El art. 314 del CPP establece que las excepciones y las peticiones o planteamientos de las
partes que, por su naturaleza o importancia, deban ser debatidas o requieran de producción de prue-
ba, se tramitarán por la vía incidental sin interrumpir la investigación y serán propuestas por escrito
fundamentado en la etapa preparatoria y oralmente en el juicio, ofreciendo prueba y acompañando la
documentación correspondiente. Planteada la excepción o el incidente, el Juez o Tribunal la correrá en
traslado a las otras partes para que, dentro de los tres días siguientes a su notificación, contesten y
ofrezcan prueba.
Las resoluciones judiciales serán recurribles en los casos expresamente establecidos por ese Códi-
go, correspondiendo ese derecho a quien le sea expresamente permitido por Ley, incluida la víctima
aunque no se hubiere constituido en querellante, como señala el art. 394 del CPP.
Las partes pueden oponerse a la acción penal, mediante las siguientes excepciones de previo y es-
pecial pronunciamiento 1.-prejudicialidad; 2.-incompetencia; 3.- falta de acción, porque no fue legal-
mente promovida o porque existe un impedimento legal para proseguirla; 4.-extinción de la acción pe-
nal según lo establecido en los arts. 27 y 28 del CPP; 5.-cosa juzgada y 6.- litispendencia conforme a
lo previsto en el art. 308 del CPP.
Por su parte el art. 407 del CPP, señala que el recurso de apelación restringida será interpuesto
por inobservancia o errónea aplicación de la Ley. Cuando el precepto legal que se invoque como inob-
servado o erróneamente aplicado constituya un defecto del procedimiento el recurso solo será admisi-
ble si el interesado ha reclamado oportunamente su saneamiento o ha efectuado reserva de recurrir,
salvo en los casos de nulidad absoluta o cuando se trate de los vicios de la sentencia, de conformidad
a lo previsto por los arts. 168 y 370 del CPP señalado. Este recurso sólo podrá ser planteado contra
las sentencias y con las limitaciones establecidas en los artículos siguientes.

-121-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

La jurisprudencia constitucional sobre apelaciones en materia penal ha señalado en la SC


1112/2003-R, entre otras que las resoluciones sólo son recurribles de acuerdo a lo señalado por el sis-
tema de recursos establecido en el procedimiento penal como indica el art. 394 del CPP, aplicable pa-
ra el presente caso.
111.2. En el caso presente los recurrentes solicitaron la exclusión de la prueba obtenida por el Mi-
nisterio Público alegando su ilegalidad por la vía incidental, pretendiendo se tramite como si se tra-
tara de una excepción, sin tomar en cuenta que las excepciones están claramente señaladas en el art.
308 del CPP entre las que no se encuentra la exclusión de prueba que resulta una petición que sí de-
be ser tramitada por la vía incidental pero no como una excepción sin interrumpir la investigación y
debe ser propuesta por escrito fundamentado en la etapa preparatoria y oralmente en el juicio, con-
forme señala el art. 314 del CPP, pues no está previsto para las exclusiones la apelación incidental
confirme a lo señalado por el art. 403 del CPP, puesto que si en ellas se considera que existe erró-
nea aplicación de la Ley o el hecho constituye un defecto de procedimiento, la Ley establece la ape-
lación restringida contra la sentencia que valoró una prueba ilegal, para lo cual se debe realizar re-
serva de recurrir como señala el art. 407 del CPP
Por tanto las vocales recurridas al haber declarado inadmisible la apelación incidental interpues-
ta contra la Resolución de 3 de diciembre de 2003, que rechazó la exclusión de prueba, dictada por
el tribunal de Sentencia de Trinidad, ha obrado confirme a Ley..."

-122-
CAPITULO SEXTO

EL RECURSO DE APELACION RESTRINGIDA

6.1. GENERALIDADES
A diferencia de la anterior legislación procesal penal, una de las consecuencias más objetivas del
NCPP emergentes precisamente de la naturaleza acusatoria oral del NCPP, es la introducción y tra-
tamiento del recurso de apelación restringida. Al respecto, se ha puntualizado que su denomina-
ción correcta debiera ser "apelación restringida al derecho", puesto que como denotan los moti-
vos de su procedencia, sólo podrá ser interpuesto ya sea por inobservancia o errónea aplicación
de la ley o el derecho.
Adviértase que resultado de la naturaleza precitada, para resolver ésta clase de apelación, el tribu-
nal de alzada sólo dispondrá en el mejor de los casos del acta de registro del juicio y de los escri-
tos de apelación restringida, contestaciones y adhesiones; es decir, habiendo sido desterrado el
antiguo expediente, el órgano jurisdiccional que conoce la apelación - no segunda instancia- no es-
tá en condiciones materiales para realizar un examen integral del proceso, lo que genera que pre-
cisamente, el fallo verse sobre la aplicación que el juez o tribunal de sentencia ha hecho ya sea de
la ley procesal -durante el juicio- o de la ley penal material -en ocasión de la sentencia-, con las sal-
vedades anotadas o por anotar.
Es también por los mismos motivos, como se verá más adelante en ocasión del acápite dedicado
al tratamiento del instituto en la legislación comparada, que algunas legislaciones no contemplan
en sentido estricto un recurso de apelación contra las sentencias dictadas al término de un juicio
oral, sino que, directamente han previsto legislativamente el recurso de casación, toda vez que se
entiende, que no existiendo cuestiones de hecho sino de derecho que discutir, ésta debe ventilar-
se directamente a través del recurso de derecho por definición, es decir, el de casación.
6.2. BREVE NOTICIA HISTORICA

El antecedente general más remoto en nuestra legislación, salvando las obvias diferencias resul-
tantes de las características de esa legislación pues era imposible concebir el recurso en los tér-
minos actuales, constituye el Art.1265 del Código de Procederes Santa Cruz de 1833, que entre
los recursos ordinarios, contempló el recurso de apelación o alzada, definido como un recurso or-
dinario que la Ley concede a todo litigante, cuando ha recibido algún agravio por la sentencia del
juez inferior, para reclamar de ella ante el tribunal superior.
El uso de ese derecho fue concedido por esa legislación a cualquier otro interesado, entendiendo
como tal -ya en ésa época- a todo aquel a quien perjudica la sentencia —surge nítidamente ya el
agravio como fundamento del recurso-, debiendo anotarse que éste recurso era tanto aplicable a
materia criminal como la civil. La apelación en estudio podía ser legal: aquella que da lugar la ley;
o ilegal: la que la repulsa. Se producía en dos efectos, suspensivo y devolutivo.
6.3. LEGISLACION COMPARADA
El Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica aconsejaba no incluir éste recurso, pun-
tualizando que: "...el Código adopta el sistema de única instancia para el juzgamiento de los he-
chos, según sus bases y conforme a la advertencia ya indicada y, en general, se inclina hacia la in-
tegración colegiada de los tribunales de juicio. Empero, en los países en los que, a pesar de la ad-
vertencia hecha, se adoptare la integración unipersonal del tribunal de juicio -en lo posible sólo pa-
ra delitos de menor gravedad-, el art. 342 podrá agregar un párrafo con la siguiente redacción:
Salvo en los casos en que corresponda el procedimiento abreviado, también será admisible el re-
cursos de casación contra la sentencia de un juez unipersonal cuando la decisión fuera manifiesta-
mente contraria a la prueba del debate."

-123-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Por ello, preveía que además de los casos especialmente previstos, se podía deducir el recurso
de casación contra la sentencia o contra la resolución que ponga fin a la acción, a la pena o a una
medida de seguridad y corrección, imposibilite que ellas continúen, impida el ejercicio de la acción,
o deniegue la extinción, conmutación o suspensión de la pena. Permite también la adhesión para
el querellante, quedando su recurso limitado a los mismos agravios por los que recurrió el minis-
terio público.

Sugería sea interpuesto dentro del plazo de diez días, por escrito, ante el tribunal que dicto la re-
solución recurrida, con expresión de los fundamentos. El recurrente deberá indicar separadamen-
te cada motivo y con posterioridad al vencimiento del plazo del recurso no podrá invocar otro dis-
tinto. Citará concretamente los preceptos legales que considere erróneamente aplicados o inob-
servados y expresará, también concretamente, cuál es la aplicación que pretende. Sólo podrá ser
fundado en que la sentencia se basa en la sentencia se basa en la inobservancia o errónea aplica-
ción de un precepto legal. Cuando el precepto legal que se invoque como inobservado o errónea-
mente aplicado constituya un defecto del pronunciamiento, el recurso sólo será admisible si el in-
teresado ha reclamado oportunamente su subsanación o hecho protesta de recurrir en casación,
salvo en los casos denominados como Motivos absolutos de casación formal en los que no es ne-
cesaria la protesta previa, cuando se invoque la inobservancia o errónea aplicación de las disposi-
ciones concernientes:
al nombramiento y capacidad de los jueces y a la constitución del tribunal;
a la presencia del ministerio público en el debate o de otro interviniente cuya presencia pre-
vé la ley;
a la intervención, asistencia y representación del imputado en el debate, en los casos y for-
mas que la ley establece;
a la publicidad y continuidad del debate;
5) a los defectos de la sentencia enumerados en el art. 328.
Con referencia al trámite, prevé que el tribunal que dictó la resolución recurrida decidirá sobre los
requisitos formales para la procedencia del recurso, expresados en los artículos anteriores. Si lo
admite, remitirá de oficio las actuaciones al Tribunal de Casación, después de haber notificado a
todos los intervinientes, emplazándolos para que comparezcan ante ese Tribunal y, en caso, fijen
de nuevo domicilio especial, dentro del quinto día siguiente al de la notificación. Este plazo se am-
pliará en dos días cuando la distancia entre los tribunales sea superior a quinientos kilómetros y en
otros dos días cuando esa distancia supere los mil kilómetros. Si no lo admite, quien recurrió po-
drá reponer la decisión, limitándose a criticar el fundamento por el cual se rechaza el recurso, re-
solviendo el tribunal sin más trámite.
Una vez recibidas las actuaciones, el Tribunal de Casación debe examinar el recurso interpuesto y
las adhesiones que se hubieran producido, para luego pronunciarse sobre la procedencia formal
del recurso.
Posteriormente se celebra audiencia con los intervinientes que comparezcan. Cuando el recurso
resida en un defecto de procedimiento y se discuta la forma en que fue llevado a cabo el acto, en
contraposición a lo señalado por el acta del debate o por la sentencia, se podrá ofrecer prueba
con ese objeto. La prueba se recibirá en la audiencia, conforme a las reglas que rigen para el jui-
cio, en lo pertinente.
Terminada la audiencia el tribunal pasará a deliberar, según las reglas del art. 319, en lo pertinen-
te. Si por lo avanzado de la hora o por la importancia y complejidad de las cuestiones planteadas
fuere necesario diferir la deliberación y el pronunciamiento, el tribunal se constituirá nuevamente

-124-
CAPITULO SEXTO

EL RECURSO DE APELACION RESTRINGIDA

6.1. GENERALIDADES
A diferencia de la anterior legislación procesal penal, una de las consecuencias más objetivas del
NCPP emergentes precisamente de la naturaleza acusatoria oral del NCPP, es la introducción y tra-
tamiento del recurso de apelación restringida. Al respecto, se ha puntualizado que su denomina-
ción correcta debiera ser "apelación restringida al derecho", puesto que como denotan los moti-
vos de su procedencia, sólo podrá ser interpuesto ya sea por inobservancia o errónea aplicación
de la ley o el derecho.
Adviértase que resultado de la naturaleza precitada, para resolver ésta clase de apelación, el tribu-
nal de alzada sólo dispondrá en el mejor de los casos del acta de registro del juicio y de los escri-
tos de apelación restringida, contestaciones y adhesiones; es decir, habiendo sido desterrado el
antiguo expediente, el órgano jurisdiccional que conoce la apelación - no segunda instancia- no es-
tá en condiciones materiales para realizar un examen integral del proceso, lo que genera que pre-
cisamente, el fallo verse sobre la aplicación que el juez o tribunal de sentencia ha hecho ya sea de
la ley procesal -durante el juicio- o de la ley penal material -en ocasión de la sentencia-, con las sal-
vedades anotadas o por anotar.
Es también por los mismos motivos, como se verá más adelante en ocasión del acápite dedicado
al tratamiento del instituto en la legislación comparada, que algunas legislaciones no contemplan
en sentido estricto un recurso de apelación contra las sentencias dictadas al término de un juicio
oral, sino que, directamente han previsto legislativamente el recurso de casación, toda vez que se
entiende, que no existiendo cuestiones de hecho sino de derecho que discutir, ésta debe ventilar-
se directamente a través del recurso de derecho por definición, es decir, el de casación.
6.2. BREVE NOTICIA HISTORICA
El antecedente general más remoto en nuestra legislación, salvando las obvias diferencias resul-
tantes de las características de esa legislación pues era imposible concebir el recurso en los tér-
minos actuales, constituye el Art.1265 del Código de Procederes Santa Cruz de 1833, que entre
los recursos ordinarios, contempló el recurso de apelación o alzada, definido como un recurso or-
dinario que la Ley concede a todo litigante, cuando ha recibido algún agravio por la sentencia del
juez inferior, para reclamar de ella ante el tribunal superior.
El uso de ese derecho fue concedido por esa legislación a cualquier otro interesado, entendiendo
como tal -ya en ésa época- a todo aquel a quien perjudica la sentencia —surge nítidamente ya el
agravio como fundamento del recurso-, debiendo anotarse que éste recurso era tanto aplicable a
materia criminal como la civil. La apelación en estudio podía ser legal: aquella que da lugar la ley;
o ilegal: la que la repulsa. Se producía en dos efectos, suspensivo y devolutivo.
6.3. LEGISLACION COMPARADA
El Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica aconsejaba no incluir éste recurso, pun-
tualizando que: "...el Código adopta el sistema de única instancia para el juzgamiento de los he-
chos, según sus bases y conforme a la advertencia ya indicada y, en general, se inclina hacia la in-
tegración colegiada de los tribunales de juicio. Empero, en los países en los que, a pesar de la ad-
vertencia hecha, se adoptare la integración unipersonal del tribunal de juicio -en lo posible sólo pa-
ra delitos de menor gravedad-, el art. 342 podrá agregar un párrafo con la siguiente redacción:
Salvo en los casos en que corresponda el procedimiento abreviado, también será admisible el re-
cursos de casación contra la sentencia de un juez unipersonal cuando la decisión fuera manifiesta-
mente contraria a la prueba del debate."

-123-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Por ello, preveía que además de los casos especialmente previstos, se podía deducir el recurso
de casación contra la sentencia o contra la resolución que ponga fin a la acción, a la pena o a una
medida de seguridad y corrección, imposibilite que ellas continúen, impida el ejercicio de la acción,
o deniegue la extinción, conmutación o suspensión de la pena. Permite también la adhesión para
el querellante, quedando su recurso limitado a los mismos agravios por los que recurrió el minis-
terio público.
Sugería sea interpuesto dentro del plazo de diez días, por escrito, ante el tribunal que dicto la re-
solución recurrida, con expresión de los fundamentos. El recurrente deberá indicar separadamen-
te cada motivo y con posterioridad al vencimiento del plazo del recurso no podrá invocar otro dis-
tinto. Citará concretamente los preceptos legales que considere erróneamente aplicados o inob-
servados y expresará, también concretamente, cuál es la aplicación que pretende. Sólo podrá ser
fundado en que la sentencia se basa en la sentencia se basa en la inobservancia o errónea aplica-
ción de un precepto legal. Cuando el precepto legal que se invoque como inobservado o errónea-
mente aplicado constituya un defecto del pronunciamiento, el recurso sólo será admisible si el in-
teresado ha reclamado oportunamente su subsanación o hecho protesta de recurrir en casación,
salvo en los casos denominados como Motivos absolutos de casación formal en los que no es ne-
cesaria la protesta previa, cuando se invoque la inobservancia o errónea aplicación de las disposi-
ciones concernientes:
al nombramiento y capacidad de los jueces y a la constitución del tribunal;
a la presencia del ministerio público en el debate o de otro interviniente cuya presencia pre-
vé la ley;
a la intervención, asistencia y representación del imputado en el debate, en los casos y for-
mas que la ley establece;
a la publicidad y continuidad del debate;
5) a los defectos de la sentencia enumerados en el art. 328.
Con referencia al trámite, prevé que el tribunal que dictó la resolución recurrida decidirá sobre los
requisitos formales para la procedencia del recurso, expresados en los artículos anteriores. Si lo
admite, remitirá de oficio las actuaciones al Tribunal de Casación, después de haber notificado a
todos los intervinientes, emplazándolos para que comparezcan ante ese Tribunal y, en caso, fijen
de nuevo domicilio especial, dentro del quinto día siguiente al de la notificación. Este plazo se am-
pliará en dos días cuando la distancia entre los tribunales sea superior a quinientos kilómetros y en
otros dos días cuando esa distancia supere los mil kilómetros. Si no lo admite, quien recurrió po-
drá reponer la decisión, limitándose a criticar el fundamento por el cual se rechaza el recurso, re-
solviendo el tribunal sin más trámite.

Una vez recibidas las actuaciones, el Tribunal de Casación debe examinar el recurso interpuesto y
las adhesiones que se hubieran producido, para luego pronunciarse sobre la procedencia formal
del recurso.

Posteriormente se celebra audiencia con los intervinientes que comparezcan. Cuando el recurso
resida en un defecto de procedimiento y se discuta la forma en que fue llevado a cabo el acto, en
contraposición a lo señalado por el acta del debate o por la sentencia, se podrá ofrecer prueba
con ese objeto. La prueba se recibirá en la audiencia, conforme a las reglas que rigen para el jui-
cio, en lo pertinente.
Terminada la audiencia el tribunal pasará a deliberar, según las reglas del art. 319, en lo pertinen-
te. Si por lo avanzado de la hora o por la importancia y complejidad de las cuestiones planteadas
fuere necesario diferir la deliberación y el pronunciamiento, el tribunal se constituirá nuevamente

-124-
Arturo Yañez Cortés

En relación a la denominada "Sentencia de segunda instancia" (art. 425) quiero destacar su nume-
ral 2 que taxativamente señala que la Sala Penal sólo valorará independientemente la prueba ac-
tuada en la audiencia de apelación, y las pruebas pericia!, documental, preconstituida y anticipada,
no pudiendo otorgar diferente valor probatorio a la prueba personal que fue objeto de inmediación
por el juez de primera instancia, salvo que su valor probatorio sea cuestionado por una prueba ac-
tuada en segunda instancia.
Nótese que las facultades del tribunal de segunda instancia son sumamente amplias, pues, según
el art. 425 - 3, puede declarar la nulidad de la sentencia apelada en todo o en parte y disponer la
subsanación por parte del juez que corresponda; puede también, dentro de los límites del recurso,
confirmar o revocar la sentencia apelada (absolver o condenar, modificar la sanción impuesta, así
como imponer, modificar o excluir penas accesorias, conjuntas o medidas de seguridad). Esta sen-
tencia se pronuncia siempre en audiencia pública.
6.4. REGULACION EN NUESTRO NCPP
El denominado "Recurso de Apelación Restringida" en nuestra legislación procesal penal, se en-
cuentra previsto entre los arts. 407 a 415 del NCPP y sometido a la regulación que se describe
a continuación detalladamente:
6.4.1. Del plazo de interposición y su cómputo
El recurso de apelación restringida deberá ser interpuesto por escrito, en el plazo de quince días
de notificada la sentencia, por lo que al tratarse de un plazo establecido en días, rigen para su cóm-
puto, los párrafos segundo y siguientes del art. 130 del NCPP.
6.4.2. De los requisitos del recurso
Debe ser presentado por escrito ante el juez o tribunal que dictó la resolución impugnada se-
gún el inciso 49 del art. 39 del NCPP y en su texto deberán citarse de manera concreta o ex-
presa:
Las disposiciones legales que se consideren violadas, tratándose de un agravio que aborda
la mala aplicación de la ley procesal; o
Las disposiciones que se impugnan como erróneamente aplicadas, tratándose de una mala
interpretación o aplicación de la ley penal material.
En ambos casos, es necesario que el recurrente exprese cuál es la aplicación que pretende;
es decir, a partir de los motivos que alega, deberá indicar según su criterio, cual es la solu-
ción que el tribunal de alzada debiera dar a su caso.
Deberá además indicar de manera separada - es decir una por una sí son varias- cada viola-
ción con sus respectivos fundamentos en cada caso; no pudiendo posteriormente, invocar
otra violación.
Además, el recurrente debe manifestar expresamente cuando durante el trámite del recurso
ante el tribunal de alzada, va a fundamentar oralmente su recurso.
Cuando el recurso se fundamente en un defecto de forma o de procedimiento, se podrá
acompañar y ofrecer prueba con ese objeto. En este caso, la prueba debe ofrecerse al inter-
poner el recurso, al contestarlo o al adherirse a él. Se aplicarán las normas previstas para la
producción de prueba en el recurso de apelación incidental; es decir, se remite a la última
parte del art. 406 del NCPP.2
1 Art. 130 (Cómputo de plazos) "...Los plazos determinados por días comenzarán a correr al día siguiente de practicada la notifi-
cación y vencerán a las veinticuatro horas del último día hábil señalado. Al efecto, sólo se computará los días hábiles, salvo que
la ley disponga expresamente lo contrario o que se refiera a medidas cautelares, caso en el cual se computarán días corridos
(...) los plazos sólo se suspenderán durante las vacaciones judiciales; y podrán declararse en suspenso por circunstancias de
fuerza mayor debidamente fundamentadas que hagan imposible el desarrollo del proceso".
2 "Si alguna de las partes ha ofrecido prueba y el tribunal la estima necesaria y útil, señalará una audiencia oral dentro de los quin-
ce días de recibidas las actuaciones y resolverá en la misma audiencia aplicando en lo pertinente las reglas del juicio oral y pú-
blico únicamente con la prueba que se incorpore y con los testigos que se hallen presentes".

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

6.4.3. Del emplazamiento y la remisión.


Una vez interpuesto el recurso ante el juez o tribunal de sentencia que dictó la resolución, éste no
tiene facultades para pronunciarse sobre su inadmisibilidad, debiendo simplemente ponerlo en co-
nocimiento de las otras partes, para que dentro del término de diez días lo contesten fundamenta-
damente.
Si se ha producido una adhesión según los alcances del art. 3953 del NCPP, se emplazará a con-
testarla dentro de los cinco días.
Vencidos los plazos con contestación o sin ella, se remitirán las actuaciones en el término de tres
días ante el tribunal de alzada y se emplazará a las partes para que comparezcan en el plazo de
diez días a contar desde la remisión.
6.4.4. De los motivos del recurso: la tradicional distinción entre vicios o errores in iudi-
cando de los vicios o errores in procedendo
El recurso de apelación restringida sólo podrá ser planteado contra las sentencias y será interpues-
to por los siguientes motivos:
Inobservancia de la ley substantiva o adjetiva. Respecto de los alcances de este motivo,
la jurisprudencia contenida en las SSCC N°s. 1056/03-R; 1146/03 R y otras, sostuvo que ese su-
puesto se presenta cuando la autoridad judicial no observó la norma o creó cauces paralelos a los
establecidos en la misma. Precisan además que ese motivo aplica tanto a la ley substantiva como
a la adjetiva
Errónea aplicación de la ley penal material.. Las Sentencias Constitucionales N°s.
1146/03-R; 1075/03 - R; 727/2003-R y otras, sostienen que a diferencia del primero, si bien se
ha utilizado la norma -substantiva o adjetiva- correcta, sin embargo, su aplicación es errónea.
Las anteriores resoluciones precisan además que la norma substantiva puede ser erróneamente
aplicada por: 1) errónea calificación de los hechos (tipicidad); 2) errónea concreción del marco pe-
nal; y 3) errónea fijación judicial de la pena.
Mientras que los supuestos de errónea aplicación de la ley adjetiva son: 1) los defectos de proce-
dimiento en general; y, 2) los previstos en los arts. 169 (defectos absolutos) y 370 (defectos de
sentencia) del NCPP, con excepción del inciso 1°) del último, que alude expresamente a la inobser-
vancia o errónea aplicación de la ley substantiva.
Cuando el precepto legal que se invoque como inobservado o erróneamente aplicado constituya
un defecto del procedimiento, el recurso sólo será admisible si el interesado ha reclamado oportu-
namente su saneamiento o ha efectuado reserva de recurrir, salvo en los casos de nulidad absolu-
ta o cuando se trate de los vicios de la sentencia, de conformidad a lo previsto por los Artículos
169° y 370° de este Código.
Tradicionalmente la doctrina suele distinguir tratándose de los motivos que validan el recurso de
casación o de apelación restringida según el sistema que se trate, a partir de su configuración en-
tre vicios de juicio o vicios de actividad, llamados también vicios o errores in iudicando o vicios o
errores in procedendo.
Según Rosario FERNANDEZ VINDAS 4 , los primeros se producen cuando el vicio versa acerca de
de la incorrección en el juicio. En ese tipo de error distingue los factores de vicio en el hecho y el
vicio in iuris que es el que se da en la inteligencia, interpretación o contenido del razonamiento uti-

3 Art. 395 (Adhesión). "Quien tenga derecho a recurrir podrá adherirse fundamentadamente al recurso concedido a cualquie-
ra de las partes, dentro del periodo de emplazamiento".
4 Rosario FERNANDEZ VINDAS "Defensa Pública: Teoría General de la Impugnación en Materia Penal". MSD /USAD. La Paz,
Octubre de 1995.

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Arturo Yañez Cortés

lizado por el órgano jurisdiccional para asumir una decisión. Mientras, en el caso de los errores in
procedendo ocurren cuando el vicio versa sobre la irregularidad de la actividad procesal a través
de la cual se produjo la decisión, es decir, un vicio del procedimiento por la forma irregular de que
se sirvió el órgano jurisdiccional para llegar a la decisión.

Puntualiza que como es usualmente aceptado el principio que las cuestiones de hecho no son sus-
ceptibles de impugnar por la vía del recurso de casación o, en nuestros términos actuales, median-
te el recurso de apelación restringida; es esencial distinguir entre las cuestiones de hecho de las
de derecho, las que sí bien suelen ser separadas con alguna dificultad por la doctrina, en la prác-
tica la diferenciación resulta incluso aún mucho más complicada.

En ese sentido es que me he permitido dedicar todo el capítulo octavo a este propósito. Sin em-
bargo, me permito transcribir algunas de las precisiones realizadas por la magistrada costarricen-
se. Señala que las cuestiones de puro derecho consisten en las materialidades que se susten-
tan los conceptos e institutos jurídicos, vale decir los acontecimientos históricos ocurridos en la vi-
da real. En consecuencia, se trata de las relativas a la estructuración subjetiva y objetiva, física y
psíquica de lo sucedido, tales como la individualización de los sujetos activo y pasivo y la circuns-
tancia de tiempo, lugar y modo de ejecución del hecho.

Por su parte, Lino Enrique PALACIO' que a su vez cita a otros autores ya clásicos para el instituto
como MANZZINI o DE LA RUA, es preciso tener en cuenta que el error in iudicando concierne ex-
clusivamente a la justicia de la sentencia, mientras que en el error in procedendo puede concurrir,
además de una injusticia, un vicio originario anterior a la resolución y que por ello, genera su inva-
lidez.

El autor citado, distingue entre los errores o vicios in procedendo, a los siguientes': a) según cons-
tituyan una actividad defectuosa u omisiva del juez o de cualquiera de los restantes sujetos proce-
sales y no sean objeto de una sentencia o auto equiparable a ella; b) errores in iudicando en la apli-
cación de normas procesales y existencia de un vicio originario que afecta la secuencia procesal;
c) defectos imputables a la resolución en si misma (ausencia de motivación, motivación insuficien-
te, etc).

Tratándose del segundo vicio u error, me refiero al iudicando, consiste según el autor citado, en el
error padecido por el tribunal en la selección o en el alcance de la norma que da el sentido del ca-
so sometido a decisión, de modo que la infracción puede materializarse en forma negativa, cuan-
do se omite aplicar a un hecho la norma que genuinamente lo conceptualiza (Ej: tentativa de trans-
porte de substancias controladas por delito consumado) o positiva, cuando se aplica al hecho una
norma que no es la adecuada (Ej: robo por hurto o viceversa) o cuando a pesar de haberse aplica-
do la norma adecuada se le otorga un alcance diverso al que realmente reviste o se le imputa una
consecuencia que no le corresponde (Ej: aplicar la pena de días multa sin estar prevista en el tipo
o una pena que supere el límite fijado por el mismo).

6.4.5. Del trámite.

Recibidas las actuaciones, si se ha ofrecido prueba (art. 410 del NCPP) o se ha solicitado expre-
samente la audiencia de fundamentación (última parte del art. 408 del NCPP), el tribunal convoca-
rá a una audiencia pública dentro de los diez días.

Concluida la audiencia o si no se convocó a la misma, la resolución se dictará en el plazo máximo


de veinte días.

5 PALACIO, Lino Enrique. "Los Recursos en el Proceso Penal". Editorial Abeledo — Perrot. 2' Edición. Buenos Aires — Argenti-
na; 2001.
6 Obviamente toma como base a la legislación argentina.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

6.4.6. De la audiencia de prueba o de fundamentación


La audiencia de prueba o de fundamentación se regirá, en lo pertinente, por las reglas previstas
para el juicio oral. Se refiere a las normas del Capítulo III del Título II del Libro I de la Segunda Par-
te de la Ley N° 1970.
Quien haya ofrecido prueba deberá presentarla en la audiencia y el tribunal resolverá únicamente
con la que se incorpore y con los testigos que se hallen presentes.
En la audiencia de fundamentación complementaria, los miembros del tribunal podrán interrogar li-
bremente a los recurrentes sobre los aspectos insuficientes de la fundamentación o de la solución
propuesta, la doctrina que sustenta sus pretensiones o la jurisprudencia que se utilizó, sin que ello
implique prejuzgamiento.
La inasistencia a la audiencia no provocará deserción del recurso, pero quien la solicitó y no con-
curriera, será responsable por las costas.
6.4.7. De la resolución del recurso.'
Cuando no sea posible reparar directamente la inobservancia de la ley o su errónea aplicación, el
tribunal de alzada anulará total o parcialmente la sentencia y ordenará la reposición del juicio por
otro juez o tribunal.
La primera posibilidad procede en la práctica cuando durante el desarrollo del juicio se hayan pro-
ducido nulidades absolutas, es decir insubsanables, que generen la necesidad ineludible de repetir
todo el juicio, en cuyo caso, deberá ser llevado a cabo necesariamente por un juez o tribunal dife-
rente del que conoció el caso.
En el segundo supuesto, se actúa en resguardo del principio de inmediatez, aunque como se verá
más adelante, por vía excepcional la última parte del art. 413 permite directamente dictar nueva
sentencia, siempre y cuando sea evidente que no es necesario realizar el juicio de reenvío. Esta si-
tuación se daría por ejemplo cuando corresponde modificar la pena impuesta o incluso modificar
el tipo penal o la materialidad de la sentencia, al haberse suscitado un error en la aplicación del de-
recho a los hechos, que así, se mantienen intangibles.
Cuando la anulación sea parcial, se indicará el objeto concreto del nuevo juicio.
Cuando el recurso haya sido interpuesto sólo por el imputado o, en su favor, en el juicio de reen-
vío no se podrá imponer una sanción más grave que la impuesta en la sentencia anulada, ni des-
conocer los beneficios que en ésta se hayan otorgado. Se trata en consecuencia de una derivación
del principio de reforma en perjuicio, al que también se ha expresamente sometido el resultado tra-
tándose del juicio de reenvío (art. 413 del NCPP).
Cuando sea evidente que para dictar una nueva sentencia no es necesaria la realización de un nue-
vo juicio, el tribunal de alzada resolverá directamente. Este último aspecto, que en la práctica a
partir de las limitaciones propias de la naturaleza del juicio oral y del sistema acusatorio, ha resul-
tado sumamente polémico, ha sido desarrollado ampliamente en los capítulos siguientes.
Cuando por efecto de la sentencia deba cesar la detención del imputado, el tribunal de alzada or-
denará directamente la libertad.
6.4.8. De la rectificación
Los errores de derecho en la fundamentación de la resolución impugnada, que no hayan influido en
la parte dispositiva, no la anularán, pero serán corregidos en la nueva sentencia, así como los erro-
res u omisiones formales y los que se refieran a la imposición o el cómputo de penas.

7 Todo el Capitulo Octavo ha sido dedicado a este punto.

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Arturo Yañez Cortés

Así por ejemplo, se tiene el siguiente ejemplo jurisprudencia!, contenido en el Auto Supremo N°
232/04 de la Sala Social, en el que no habiendo ejercitado esa facultad la Corte de alzada, en res-
guardo del principio de legalidad, se tuvo que recurrir a hacer esa precisión en ocasión del Auto
Supremo que declaró infundado el recurso de casación.
"...CONSIDERANDO: Que conforme señala el art. 416 del Código Procesal, se entenderá que
existe contradicción cuando ante una situación de hecho similar, el sentido jurídico que le asigna el Au-
to de Vista recurrido no coincida con el del precedente, sea por haberse aplicado normas distintas o
una misma norma con diverso alcance. En la especie, de la confrontación de los precedentes contra-
dictorios presentados por el recurrente con el nuevo entendimiento asumido por la Sala Penal a partir
del Auto Supremo transcrito y otros posteriores como los AASS N°s. 132, 134 y 135 de 9 de marzo de
2004, se concluye que no existe contradicción en los términos ya señalados y menos en los exigidos por
la segunda parte del art. 419 de la Ley N° 1970.
Sin embargo, del análisis del Auto de Vista recurrido, se advierte que de manera contraria a lo tam-
bién dispuesto en calidad de doctrina legal aplicable establecida a través del Auto Supremo N° 597
de 27 de noviembre de 2003 para el caso en concreto, la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de
La Paz, no ha cumplido de manera cabal el entendimiento asumido por el Tribunal Supremo, toda
vez que vulnerando la disposición contenida en el art. 29 del Código Penal (Ley N° 1768 de 10 de
marzo de 1997), ha mantenido la errónea calificación de mil días multa, cuando el máximo de esta
pena es de quinientos días multa. Extremo que en aras del principio de legalidad, por el cual corres-
ponde aplicar al caso concreto la pena previamente establecida por la ley penal material, debe ser co-
rregido en la presente resolución, toda vez que constituye la última oportunidad disponible para el
imputado.
POR TANTO: La Sala Social y Administrativa de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en
aplicación del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, declara INFUNDADO el recurso de casa-
ción deducido por FERNANDO CASTRO ALVAREZ (fs. 250 - 253), con la modificación que la pena
de días multa se reduce al máximo expresamente señalado por el artículo 29 del Código Penal, es de-
cir a quinientos días multa. RELATOR: Ministro, Dr. Eduardo Rodríguez Veltzé. Regístrese, hágase sa-
ber y devuélvase.Fdo. Dr. Eduardo Rodríguez Veltzé. Dr. Carlos Rocha Orosco. Sucre, 4 de junio de
2004.
Finalmente, el tribunal, sin anular la sentencia recurrida, podrá realizar una fundamentación com-
plementaria.
6.5. ALGUNAS PUNTUALIZACIONES DOCTRINALES
No obstante que los alcances de los recursos de apelación y casación en la doctrina, merecerán
más adelante todo un capítulo íntegros, considero importante ahora destacar por tratarse de las
primeras consideraciones doctrinales que se han realizado de manera puntual sobre nuestro recur-
so de apelación restringida, las valiosas consideraciones vertidas por el Dr. Horst SCHONBOHM9,
en ocasión de un evento recientemente realizado en nuestro país.
Ese autor, profundo conocedor de nuestro sistema procesal penal a partir del valioso apoyo pres-
tado en su calidad de Asesor Principal del Proyecto Reforma Procesal Penal de la GTZ, comenta
ha dedicado una parte importante de su ponencia citada al análisis del recurso de apelación res-
tringida y sus emergencias, las que por su importancia y actualidad, son transcritas íntegra y tex-
tualmente a continuación:
"...Según el artículo 407 párrafo 1, la apelación restringida será interpuesta por una inobservancia
o errónea aplicación de la ley. Eso significa, que a través de la apelación restringida no se abre
una segunda instancia completa sino una restringida a una revisión de la sentencia en primera ins-
tancia en los aspectos de la aplicación del derecho. En el fondo no es una apelación sino lo que

8 Ver el Capitulo VIII.


9 Ponencia presentada en el VII Seminario de Justicia Constitucional y Estado de Derecho, realizado en Santa Cruz, del 25 al
27 de agosto de 2004; disponible en http://www.ncppenalbo-gov.bo

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

se llama en otros sistemas de América Latina una casación o por ejemplo en el proceso penal ale-
mán, una revisión.
El inciso 2 del mismo artículo limita el derecho a apelar todavía más en los casos de inobservan-
cia o errónea aplicación de normas procesales: la apelación solamente se permite si el interesado
ha reclamado oportunamente su saneamiento o ha efectuado reserva de recurrir durante la audien-
cia de juicio, salvo en caso de nulidad o vicio de sentencia mencionados en los artículos 169 o
370. En la práctica forense esta norma ha dado una serie de problemas. ¿Cómo hay que proceder
si en el proceso de primera instancia el juez ha incurrido en una violación de una norma procesal
que los afectados hubiesen podido recurrir en su momento sobre cual el tribunal hubiese tenido
que informarlos?. ¿Si él no da esta información a los afectados en su momento y por esta razón no
mantiene una reserva de recurrir esto permite negar el derecho a los afectados para interponer
una apelación restringida según el inciso 2? En mi criterio el caso debería ser que no, ya que los
afectados deben mantener la posibilidad para interponer la apelación restringida. La razón es que
en estos casos el tribunal ha cometido dos violaciones: no observar o aplicar en forma errónea una
norma procesal y, como la ley le obliga, omitió informar a los interesados su derecho de reclamar-
lo. Esta omisión no puede justificar que por esta razón además los afectados pierdan su derecho
para apelar.
El objetivo de las limitaciones de la apelación restringida es dar una protección de los derechos a
través de permitir recursos solamente para la revisión de estos elementos que son independientes
del tiempo recorrido del hecho o sea que se excluye por esta razón revisar la comprobación de
los hechos. Eso solamente se realiza en primera instancia. Con esto se limita la duración del pro-
ceso y además el problema de la comprobación de los hechos que más difícil es si ha transcurri-
do más tiempo.

Surge la pregunta, si con esas restricciones las normas sobre la apelación restringida se cumplen
las exigencias constitucionales para dar por satisfecho el derecho a recurrir una resolución. Antes
de responder a esta interrogante es necesario examinar el alcance de la apelación restringida pa-
ra después interpretar las normas que exigen una segunda instancia y determinar cual debe ser el
alcance de esta segunda instancia y así finalmente tener un criterio para determinar si la apelación
restringida coincide con las exigencias constitucionales o no.
Según el artículo 407 la apelación restringida solamente abre la competencia para el análisis de la
sentencia, si ésta se basa por lo menos parcialmente en una observancia o errónea aplicación de
la ley. Esta norma no deja completamente claro, si es suficiente una observancia o errónea aplica-
ción de la ley o si esta debe haber afectado también al interesado en sus derechos. ¿Si el intere-
sado no ha sido afectado por la inobservancia o errores de aplicación de la ley en sus intereses ju-
rídicos, entonces tiene el derecho para interponer la apelación restringida? Por principio, uno tiene
solamente la facultad para interponer este recurso, si tiene para esto un interés jurídico -agravio-.
Esto no necesariamente ocurre si la inobservancia o errónea aplicación de la ley no ha tenido con-
secuencias negativas para el interesado. En el caso contrario se obligaría a la segunda instancia
aclarar una cuestión teórica que no tiene efecto sobre el resultado de la sentencia. Por razones de
la economía procesal esto se quiere evitar. Pero, ¿se puede concluir de manera contraria al artícu-
lo 414? Según esta norma, los errores de derecho en la fundamentación de la resolución impug-
nada, que no hayan influido en la parte dispositiva, no la anularán, pero serán corregidas en la nue-
va sentencia, como también los errores formales, etc. Esta disposición no significa nada más que
se puede rectificar esos errores cuando se revisa la sentencia, pero esta norma no abre el cami-
no para una apelación restringida. Es decir, significa que solamente cuando ya por otras razones
se está revisando la sentencia se puede también corregir este tipo de errores.
Según el artículo 407 párrafo 1, la apelación restringida abre el camino para una revisión de la sen-
tencia solamente para defectos de la aplicación de la ley. Pueden ser defectos en la aplicación del
derecho material o también procesal. La ley se ha violado si no se la ha aplicado correctamente.
El concepto de la ley en el sentido del artículo 407 hay que interpretarlo en forma amplia: según

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Arturo Yañez Cortés

mi criterio, se trata de todas las normas legales, constitucionales, y también los principios del de-
bido proceso y las disposiciones de los tratados internacionales firmados y así incorporados al sis-
tema legal boliviano. En la aplicación de las normas sobre la apelación restringida han surgido en
la práctica algunos problemas que a continuación se desarrollarán en forma de ejemplos:
Hay la duda, si procede la apelación restringida también si el objeto de la violación es una norma
procesal que tiene solamente una función de orden. Este es el caso del artículo 201 según el cual
se tiene que informar al testigo al inicio de la declaración de sus obligaciones y de la responsabi-
lidad por su incumplimiento. ¿Si el juez se olvida en la audiencia dar esa información esto realmen-
te abre el camino para interponer el recurso de la apelación restringida? Yo creo que no, porque
esto es solamente una violación de una norma procesal que tiene una función de ordenamiento.
Distinto es si se olvida informar al testigo según el artículo 196 que él puede abstenerse de testi-
ficar contra el imputado por ser cónyuge o conviviente o pariente consanguíneo hasta el cuarto gra-
do. En este caso esta norma también protege al imputado. Según mi criterio hay que interpretar
la norma del artículo 407, de tal forma, que se pueda apelar la sentencia también en el caso que
se haya olvidado dar la información según el artículo 196 si se trata de una declaración de un tes-
tigo con relación de parentesco con uno de los co-imputados si la materia también tiene relevan-
cia para quien apela.

Otro problema surge si la norma violada solamente protege los intereses de terceros. ¿Esto tam-
bién da el derecho para interponer una apelación restringida? Según el artículo 197 las personas
deberán abstenerse de declarar sobre los hechos que hayan llegado a su conocimiento en relación
de su oficio o profesión y se relacionan con deberes de secreto de reserva legalmente estableci-
dos. Si se toma la declaración a estos testigos sin que estos hubiesen sido liberados por el inte-
resado de guardar secreto, esto no debería permitir interponer una apelación restringida. La razón
es que la norma del artículo 197 tiene el único objetivo de proteger los intereses de terceros en
mantener en secreto ciertas informaciones y solamente ellos pueden liberar al testigo de mante-
ner el secreto.
De los artículos 407, párrafo 1 y 3, hay que concluir, que la sentencia debe basarse en la violación
a la norma. Principalmente son deficiencias ocurridas en un juicio oral por el tribunal. Las decisio-
nes tomadas antes del juicio oral -principalmente durante la etapa preparatoria- son recurribles a
través de la apelación incidental.
Pero, ¿ si las violaciones de las normas por ejemplo realizadas por la policía o los fiscales antes
del inicio del juicio son de importancia?, ¿si estos errores han llevado al tribunal a incurrir en otros
errores procesales y si se prolongan hasta el juicio oral y si afectan la sentencia?. Por ejemplo, po-
dría concretizarse la acusación del fiscal según el artículo 342 cuando este difiere de la acusación
de un particular. Debe estar completamente aclarado sobre que base se abre el juicio. Si no eso
significaría una violación del principio acusatorio y limitaría al imputado en su derecho a la defen-
sa. Si la norma procesal violada por el tribunal solamente pretende proteger lo's derechos de una
parte. esto no debería facilitar a la otra parte una apelación restringida basándose en esta viola-
ción. Si el juez se hubiera olvidado dar las explicaciones al imputado según el artículo 346 párra-
fo 1, segunda frase y posteriormente se absuelve al imputado, esto no debería dar el derecho al
fiscal a apelar esta sentencia con el argumento que se hubiese olvidado de hacer las explicacio-
nes respectivas al imputado según el artículo 346. Lo mismo valdría en el caso del juez que se ol-
vida de dar la última palabra al imputado al final de la audiencia según el artículo 356 párrafo 6...".
6.6. LA CONSTITUCIONALIDAD DE LA APELACION RESTRINGIDA BOLIVIANA
En su ponencia citada líneas arriba, el autor SCHONBOHM, se pregunta: ¿Responde la ape-
lación restringida boliviana a las exigencias del artículo 8.2 del Pacto de San José y al art.
14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos para una segunda instancia? ¿La
apelación en Bolivia es un recurso demasiado restringido para ser constitucional? Responde
que en su criterio, en ninguna de esas normas se especifica puntualmente cual es el alcance

-133-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

que debiera tener ese recurso, es decir, si es suficiente sólo la correcta aplicación de la ley o
si se exige también se ingrese a revisar la determinación de los hechos, aconsejando por tan-
to determinar el contenido y el alcance de las mismas respecto del recurso de alzada, seña-
lando que: "Lo importante en un proceso penal es: que permita una adecuada aclaración de los
hechos, determinación de la responsabilidad penal, que además abra el camino a una segunda ins-
tancia. Si esto se limita a una revisión de la aplicación del derecho por el tribunal de primera ins-
tancia, esto debo estar según mi criterio en el margen discrecional del legislador. Pero hay que ga-
rantizar aclarar en la etapa preparatoria y en el juicio oral los posibles hechos delictivos y todo lo
que determina la responsabilidad penal de la persona. Como está diseñada la primera instancia es-
ta cumple con este fin. En un caso así es suficiente una revisión en segunda instancia solamente
de la aplicación del derecho. Si la errónea aplicación del derecho lleva como consecuencia deter-
minar de nuevo los hechos y no se puede reparar directamente la inobservancia de la ley, el tribu-
nal de alzada tiene que reponer el juicio con otro juez o tribunal (artículo 413). El tribunal constitu-
cional de Bolivia como por ejemplo también la Corte Suprema de Costa Rica han decidido en for-
ma correcta en varias sentencias que una revisión de la correcta aplicación del derecho en segun-
da instancia sin reentrar a la revisión de los hechos es constitucional y tampoco viola los artículos
8.2 h del Pacto de San José y 14.5 del PIDCP...".

6.7. LA SENTENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS EN EL


CASO HERRERA ULLOA VERSUS COSTA RICA.
No puede pasar desapercibida la última Sentencia dictada por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos el pasado 2 de julio de 2004, dentro del denominado "Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Ri-
ca"' en la que la Corte Interamericana, se sostiene que la legislación costarricense para recurrir a
una sentencia en lo penal de primera instancia, que permite solamente una revisión de la correcta
aplicación del derecho, violaría el artículo 8.2 h) de la Convención Americana o Pacto de San Jo-
sé, por el cual, todas las personas tienen el derecho de recurrir el fallo ante el juez o tribunal su-
perior.
Además, siempre según la Corte Interamericana, este derecho significa que, de acuerdo al objeti-
vo y fin de la Convención Americana en el sentido de dar una eficaz protección de los derechos hu-
manos, el recurso para abrir el camino a la segunda instancia debe ser un recurso ordinario eficaz
mediante el cual un juez o tribunal superior procura la corrección de decisiones jurisdiccionales
contrarias al derecho (n° 161 de la sentencia). Aunque la Corte admite que los Estados tienen un
margen de apreciación para regular el ejercicio de este recurso, no se podría establecer restriccio-
nes.
Por ello, la Corte aduce (N° 165) que independientemente de la denominación que se le de al re-
curso existente para recurrir un fallo lo importante, es que dicho recurso garantice un examen in-
tegral de la decisión recurrida, concluyendo que la legislación costarricense no satisface el requi-
sito de ser un recurso amplio de manera tal que permitiera que el tribunal superior realizara un exa-
men comprensivo e integral de todas las cuestiones debatidas y analizadas en el tribunal inferior.
(N°. 167). Señala además que el artículo 443 del código procesal penal de Costa Rica establece
que el recurso de casación procederá cuando la resolución inobservó o aplicó erróneamente un
precepto legal y su artículo 369 que los defectos de la sentencia que justifican la casación como
por ejemplo que el imputado no este suficientemente individualizado, que falte la determinación cir-
cunstancial del hecho que el tribunal estimo como acreditado, que se base en medios de elemen-
tos probatorios no incorporados legalmente al juicio o incorporados con lectura con violación de
las normas establecidas en el código. Además en el artículo 445 se determina que el recurso de
casación será interpuesto ante el tribunal que dictó la resolución mediante escrito fundado en que,
en el que se citarán con claridad las disposiciones legales que se consideren inobservadas, erró-
neamente aplicadas y se expresara cual es la pretensión así corno también deberá indicarse por
separado cada motivo con sus fundamentos. En criterio de SCHONBOHM, estas normas la legisla-

10 Disponible en http:///www.cidh.or.cr

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Arturo Yañez Cortés

ción costarricense son una legislación muy similar a los arts. 407 y siguientes del código procesal
penal boliviano, puntualizando luego respecto de los alcances de la sentencia comentada que:
"...No estoy de acuerdo con esa opinión de la Corte Interamericana. Al inicio de su argumentación
la Corte Interamericana en el n° 161 de la sentencia afirma correctamente que una interpretación
del articulo 8.2 h de acuerdo al objetivo y fin de la Convención Americana, significa que un recur-
so ordinario debe ser eficaz mediante el cual un juez o un tribunal superior procura la corrección
de decisiones jurisdiccionales contrarias al derecho. Surge la pregunta ¿por qué razón un recurso
no coincide con esta exigencia si se restringe a abrir la segunda instancia para la examinación, si
la sentencia se basa por lo menos parcialmente en una inobservancia o errónea aplicación de la
ley?. Sin la mayor explicación en el n°. 165 de su sentencia la Corte concluye de su interpretación
inicial del artículo 8.2 h) que el recurso debe garantizar un examen integral de la decisión recurri-
da. Este concepto es ampliado posteriormente por la Corte, con una fundamentación adicional en
el n° 167 donde dice que el recurso debe ser amplio de manera tal que permitiera Que el tribunal
superior realizara un análisis o examen comprensivo integral de todas las cuestiones debatidas y
analizadas en el tribunal inferior. Esta interpretación de la Corte se aleja considerablemente del tex-
to del artículo 8.2. h de la Convención Americana según el cual se establece que toda persona tie-
ne derecho de recurrir del fallo ante el juez o tribunal superior. ¿Una revisión integral de la correc-
ta aplicación de la ley en su primera instancia no satisface esta exigencia del artículo mencionado?
Toda la argumentación de la corte hace entender, que la revisión de la correcta aplicación de la
ley por el tribunal de primera instancia no es suficientemente eficaz si no se permite revisar tam-
bién todas las cuestiones debatidas analizadas en el tribunal inferior. Esta opinión es por lo menos
cuestionable. En muchos sistemas procesales penales, existen regulaciones que solamente permi-
ten revisar una sentencia de primera instancia si se ha aplicado correctamente el derecho como
es el caso por ejemplo de Costa Rica o también en Bolivia. Se ha explicado al inicio que significa
el concepto de la correcta aplicación del derecho o de la ley en este contexto. También, en el có-
digo procesal penal alemán por ejemplo, se limita el derecho a recurrir en los casos mas graves
solamente a una revisión de la correcta aplicación del derecho por la primera instancia. Solamen-
te en los casos de menor gravedad existe el recurso de apelación que abre a la segunda instancia
el camino para realizar una revisión integral de la sentencia de primera instancia como lo exige tam-
bién la Corte Interamericana. Esto significa, que en la segunda instancia se tiene que repetir inte-
gralmente el proceso penal realizado en la primera instancia. La razón, es que sin esto el tribunal
de alzada no puede valorar adecuadamente las pruebas producidas en primera instancia que debe
hacer también con un enfoque integral. Sin repetir todo el proceso, se atropella al principio de la
inmediatez. Existen fuertes argumentos para permitir que el recurso contra una sentencia en pri-
mera instancia se limite a revisar los aspectos de la correcta aplicación de la ley y del derecho.
Una condición debe ser, que el proceso en primera instancia está diseñado de tal manera, que real-
mente permita la adecuada aclaración de los hechos. La premisa de la corte, en el sentido que so-
lamente una revisión integral de todas las cuestiones debatidas y analizadas en el tribunal inferior
o sea revisar también todas las cuestiones de hecho significaría un recurso eficaz en el sentido
de la Convención Americana contrasta con la realidad. Si se analizaría por ejemplo las sentencias
de segunda instancia en las cuales se ha reproducido el proceso de la primera instancia, el resul-
tado no es, que la aclaración de los hechos sea necesariamente más eficiente que en primera ins-
tancia, aunque pueden haber errores en primera instancia. La experiencia nos señala, que los erro-
res también ocurren igual en segunda instancia.

Otro aspecto es que entre más tiempo pasa entre los hechos objeto del proceso y la realización
del proceso en el cual se producen las pruebas, estas son menos precisas, sufren variaciones y
son menos claras. Por esta razón es importante, que la primera instancia permita un decisión pron-
ta y una producción de la prueba relativamente cercana a los hechos objetos del proceso. En otros,
esta es una de las razones por las cuales en la mayoría de los procesos penales latinoamericanos
se ha limitado la etapa preparatoria a cargo de la fiscalía para aclarar los hechos y recolectar las
pruebas en un plazo prudente.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Por estos aspectos se discute por ejemplo actualmente en Alemania, limitar la segunda instancia
en el caso de los delitos de menor gravedad también solamente a una revisión de la correcta apli-
cación del derecho y de la ley y mantener solamente una secunda instancia para interponer un re-
curso contra una sentencia.
Por todo lo expuesto, aún tomando en cuenta la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos del dos de julio del 2004 en el caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica, las normas bolivianas
para la apelación restringida no violan el artículo 8.2 h de la Convención Americana...".
6.8. JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA SOBRE EL INSTITUTO

¿Cuál es el plazo de interposición del recurso de apelación incidental?

El Auto Supremo N° 301 de 18 de mayo de 2004, declara ilegal la compulsa interpuesta como
consecuencia del rechazo de un recurso de apelación restringida interpuesto fuera del término de
15 días previsto por el art. 408 del NCPP.
"....CONSIDERANDO: Que de la revisión de los antecedentes, se establece que mediante Auto de
Vista de fs. 57 y vita., de fecha 30 de abril del año en curso, la Sala Penal Primera de la Corte Supe-
rior de Oruro, rechaza el recurso de apelación restringida interpuesta por el imputado Florencio
Choque Aguilar contra la sentencia condenatoria pronunciada en su contra, por haber sido inter-
puesto extemporáneamente, fuera del término de los 15 días previsto por ley, y como consecuencia
declara ejecutoriada la sentencia. Ante dicho rechazo, Florencio Choque Aguilar anuncia compulsa a
fs. 59, formalizándola a fs. 64-66 de obrados, alegando indebido rechazo al recurso de apelación res-
tringida, hecho que vulnera su legítimo derecho de acceso a un recurso garantizado por la Constitu-
ción, las Convenciones y Tratados Internacionales y el Código de Procedimiento Penal.
CONSIDERANDO: Que, el recurso de compulsa, en su trámite esta regulado por el Código de
Procedimiento Civil. De la revisión de antecedentes se evidencia que el rechazo del recurso de apela-
ción restringida contra la sentencia de primera instancia, se debió al hecho de haber sido interpues-
to fuera del término de los 15 días que establece el art. 408 del Código de Procedimiento Penal, to-
mando en cuenta para ello el informe del Notario de Fe Pública de la localidad de Huanuni de Is.45.
De donde resulta que la decisión de la Corte de alzada es correcta. POR TANTO: La Sala Penal de la
Corte Suprema de Justicia, con la facultad conferida por el art. 59 inc. 5) de la Ley de Organización
Judicial y en aplicación del art. 287 del Código de Procedimiento Civil, declara ILEGAL la compulsa
interpuesta a fs. 64-66 de obrados ....".

¿Pueden recurrirse en casación las resoluciones de apelaciones incidentales?


A través del Auto Supremo N° 142 de 10 de marzo 2004, la Sala Penal puntualiza que sólo son
recurribles en casación, las resoluciones emergentes de apelaciones restringidas y no las que pro-
vienen de la resolución de incidentales.
" ...Que, en el presente caso, la señora Fiscal Dra. Jeanette T Fernández Postigo, en la vía inci-
dental opone a fs. 44, la excepción de extinción de la acción penal por prescripción; el Juez de Instruc-
ción Tercero en lo Penal de la ciudad de Cochabamba mediante auto de fs. 57 y vlta., declara PROBA-
DA la excepción de extinción de la acción penal por prescripción planteada por la Fiscal a favor de
Julieta Muriel Zabala con relación al delito de estafa. De esta resolución las acusadoras particulares
María Carmen Ustariz de Gonzáles y María Nelvy Ustariz Ustariz, interponen el recurso de apelación
incidental a fs. 59. La Sala Penal Segunda de la Corte Superior de Cochabamba como Tribunal de al-
zada, declara improcedente la apelación incidental mediante Auto de Vista de fs. 77 y vlta., de cuyo fa-
llo, recurren de casación las mismas querellantes a fs. 83-84. CONSIDERANDO: Que, la apelación
planteada por las querellantes contra la resolución que declara probada la extinción de la acción pe-
nal por prescripción, es sólo incidental según el espíritu del citado art. 403 del Código de Procedi-
miento Penal, de manera que el Tribunal de casación, no tiene competencia para pronunciarse al
respecto; por cuanto estas resoluciones, sólo son susceptibles de apelación incidental, sin ulterior re-

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Arturo Yañez Cortés

curso; de ahí que el art. 394 del Código de Procedimiento Penal, dispone que las resoluciones judi-
ciales serán recurribles sólo en los casos expresamente establecidos por este Código. POR TANTO:
La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, declara INADMISIBLE in-limine, el re-
curso de casación interpuesto por María Carmen Ustariz de Gonzáles y María Nelvy Ustariz Ustariz,
y dispone la devolución de obrados a la Corte de alzada...".

6.9. JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL SOBRE EL INSTITUTO

¿Contra qué clase de resoluciones procede el recurso de apelación restringida?

Conforme sale en la razón de la decisión de la SC N° 1791/2003-R de 5 de diciembre, el recurso


de apelación restringida sólo procede contra sentencias, descartándose claramente la posibilidad
de incoarlo contra cualquier otro tipo de resoluciones,:
" ... En lo que concierne al Auto de Vista de 15 de mayo de 2003, que declaró inadmisible la ape-
lación restringida, no se evidencia acto ilegal alguno, por el contrario el rechazo se enmarca dentro de
lo preceptuado por el art. 399 CPP, puesto que la apelación restringida predicha en los arts. 407 y
408 CPP, sólo procede contra las sentencias, más aún cuando el art. 394 CPP, señala que las resolu-
ciones judiciales serán recurribles en los casos expresamente establecidos por ese Código y por quien
esté legitimado por Ley para hacerlo. Mandato que ha sido recogido por la SC 687/2003-R....".
En el mismo sentido, la Sentencia 1298/04-R de 12 de agosto, que puntualiza respecto al re-
curso de apelación restringida que:
"...Asimismo, la apelación restringida sólo podrá ser planteada contra las sentencias conforme
dispone la parte in fine del art. 407 del CPP, debiendo observarse en su interposición los requisitos
establecidos en el art. 408 del procedimiento citado. Consiguientemente, se entiende que la detención
preventiva solicitada dentro del juicio oral debe ser tratada y resuelta como un incidente, contra cuya
resolución debe interponerse el recurso de apelación incidental en los términos anteriormente citados.
(...) 111.4. Contrastando los preceptos normativos y la línea jurisprudencial citada con el caso en aná-
lisis, se establece que el recurrente denunció que los Vocales demandados, a tiempo de dictar el Auto
de Vista del recurso de apelación interpuesto contra la Sentencia condenatoria, no se pronunciaron so-
bre la violación de su derecho a la libertad, lesionando así, sus derechos y garantías constitucionales,
empero, conforme establece la normativa procedimental anteriormente citada, el actor, erróneamente
pretendió que la detención preventiva dispuesta en su contra sea revocada a través del recurso de ape-
lación restringida que interpuso contra la sentencia condenatoria, cuando lo conveniente era inter-
poner el recurso de apelación incidental cumpliendo el mandato del art. 403.3) del CPP, consiguien-
temente, los Vocales recurridos al haber adecuado su conducta al marco normativo procedimental, no
han lesionado los derechos y garantías del actor, puesto que sus actuaciones no infieren de manera al-
guna en la privación de libertad de éste..."

¿Contra qué clase de sentencias procede el recurso de apelación restringida?


¿Se puede recurrir al Amparo Constitucional ante la no apelación de la misma?

Siguiendo la línea sentada en el anterior caso, en la Sentencia Constitucional N 9 0100/2004-R de


21 de enero, se precisa que procediendo la apelación restringida sólo contra sentencias, aquellas
pueden provenir tanto de las emergentes del procedimiento ordinario o de las del procedimiento
abreviado y que, en ambos casos, la omisión de apelación contra cualquiera de ellas, no puede
pretender ser suplida mediante el Amparo Constitucional.
"...El recurrente alega que los recurridos vulneraron sus derechos a la presunción de inocencia y
al debido proceso, bajo el argumento de haber sido sentenciado en un procedimiento abreviado, en cu-
ya audiencia conclusiva no participó un traductor que le explique los alcances del trámite y de la de-
cisión adoptada. Por consiguiente, corresponde analizar si los hechos denunciados se encuentran den-
tro del ámbito de protección otorgado por el art. 19 CPE.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

111.1. El art. 407 CPP señala: "El recurso de apelación restringida será interpuesto por inobservan-
cia o errónea aplicación de la ley.
Cuando el precepto legal se invoque como inobservado o erróneamente aplicado constituya un defec-
to del procedimiento, el recurso sólo será admisible si el interesado ha reclamado oportunamente su sa-
neamiento o ha efectuado reserva de recurrir, salvo en los casos de nulidad absoluta o cuando se trate de
los vicios de la sentencia, se conformidad a los previsto por los artículos 169 y 370 de este Código.
Este recurso sólo podrá ser planteado contra las sentencias y con las limitaciones establecidas en
los artículos siguientes".
De la norma procesal citada, se establece que el recurso de apelación restringida procede única-
mente con relación a sentencias, las que pueden emerger como consecuencia de: I) la realización del
juicio ordinario sujeto a las previsiones contenidas en los arts. 329 al 372 CPP; y, 2) la aplicación del
procedimiento especial denominado abreviado conforme a las disposiciones señaladas en los arts.
373 y 374 del cuerpo legal citado. Consecuentemente emitida la sentencia por el Juez de Instrucción
en ejercicio de la competencia asignada por el art. 54.3) CPP, puede ser impugnada a través del re-
curso de apelación restringida por inobservancia o errónea aplicación de la ley.
111.2. En la especie, el recurrente no interpuso el recurso de apelación restringida respecto a la sen-
tencia condenatoria emitida por la autoridad judicial demandada en aplicación del procedimiento es-
pecial abreviado, no pudiendo pretender subsanar su negligencia mediante el presente amparo consti-
tucional, que es un recurso extraordinario y subsidiario, que procede única y exclusivamente cuando se
han agotado los recursos y medios existentes para que la persona exija se respeten los derechos y ga-
rantías que estima lesionados, cuando la Ley no contempla ningún otro recurso o medio, o cuando exis-
tiendo esos medios, no le aseguren la inmediatez y eficacia necesaria en la protección frente a un inmi-
nente e irreparable daño, lo que no ocurre en la especie..."

¿Cuáles son los requisitos de forma y de fondo a ser observados con motivo
de la apelación restringida? ¿Cuáles son sus finalidades? ¿Cuál es el significado
de la inobservancia y de la errónea aplicación de ley?
La doctrina constitucional distingue ambos órdenes de requisitos a través de las SSCC Nos.
1075/2003-R de 24 de julio (sentencia fundadora de la línea) y otras posteriores como la 1146/
2003-R; señaló que:
"...Sobre la determinación de los requisitos de forma para la apelación restringida.- La ley señala
ciertas exigencias en la interposición de los recursos, referidas a requisitos de forma o de fondo. Son
requisitos de forma todos aquellos medios a través de los cuales se comunica una inobservancia o
errónea aplicación de la ley. A su vez, el fondo del recurso está constituido por el objeto de comuni-
cación, es decir, el hecho o motivo por el cual se impugna la sentencia (Ej.. defectuosa valoración de
la prueba).
La impugnación a una resolución judicial definitiva no ejecutoriada (apelación restringida en nues-
tro sistema) es, ante todo, un planteamiento ante el mismo juez pero está dirigida al tribunal superior,
invocando (haciendo saber) que en el procedimiento de aplicación de la sanción penal se ha inobser-
vado o se ha aplicado en forma errónea la ley. Por imperativo del art. 408 CPP, la apelación restrin-
gida debe efectuarse de la siguiente forma: 1) por escrito, 2) citando, por separado y en forma funda-
mentada las disposiciones legales que se consideren violadas o erróneamente aplicadas y 3) expresan-
do la aplicación que se pretende.
Estas exigencias, tienen la finalidad de que el Tribunal que conozca el recurso no tenga que in-
dagar qué ha querido decir el recurrente, cuál ha podido ser la norma procesal o sustantiva que el
procesado entiende inobservada o violada. Pues, una tarea así para el tribunal que debe conocer el re-
curso, dada la recargada e intensa actividad judicial, podría determinar el colapso (la mora judicial),
imposibilitando el cumplimiento de las exigencias constitucionales de celeridad procesal..."
Siguiendo el mismo entendimiento jurisprudencial, la 1146/2003-R de 12 de agosto, reitera el mis-
mo concepto, pero además que:

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Arturo Yañez Cortés

"...Que, en la SC 1075/2003-R de 24 de julio, que trata una problemática similar, este Tribunal ha
dejado establecido como premisa jurisprudencial general los siguiente que: "El derecho del imputado
a la revisión del fallo condenatorio encuentra su fundamento jurídico en el reconocimiento constitucio-
nal de los derechos fundamentales que pudiesen ser afectados a consecuencia de un fallo condenatorio
que se origine en una errónea aplicación de la normativa del sistema penal; derecho que ha sido desa-
rrollado por el art. 407 CPP, cuyos alcances encuentran congruencia y son compatibles con los acuer-
dos internacionales suscritos por el Estado boliviano (art. 14.5. del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, art. 8.h) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San Jo-
sé de Costa Rica)."
De igual forma y regulando los alcances del art. 407 CPP en cuanto a la expresión contenida en el
mismo "inobservancia o errónea aplicación de la ley" la misma sentencia dice: "Conviene precisar qué
alcances tienen, en el contexto del Código, las expresiones "inobservancia de la ley" y "errónea apli-
cación de la ley". El primer supuesto se presenta cuando la autoridad judicial no ha observado la
norma o, lo que es lo mismo, ha creado cauces paralelos a los establecidos en la ley (así, SC
1056/2003-R). En el segundo caso, si bien se observa la norma, la autoridad judicial la aplica en for-
ma errónea. En este punto, corresponde puntualizar que la inobservancia de la ley o su aplicación
errónea, puede ser tanto de la ley sustantiva como la ley adjetiva. Así, la norma sustantiva puede ser
erróneamente aplicada por: 1) errónea calificación de los hechos (tipicidad), 2) errónea concreción del
marco penal o, 3) errónea fijación judicial de la pena (SC 727/2003-R)."
"Los supuestos de errónea aplicación de la ley adjetiva son: I) los defectos de procedimiento en
general y 2) los expresamente establecidos en los arts. 169 y 370 CPP. Conforme a esto, los supuestos
previstos en los dos preceptos referidos -excepto el inciso 1) del art. 370, que alude a la inobservancia
o errónea aplicación de la ley sustantiva- están referidos a: 1) inobservancia de la ley adjetiva, 2) erró-
nea aplicación de la ley adjetiva, cuando no se comprueban los hechos acusados conforme a los pará-
metros exigidos por ley (de modo integral, conforme a las reglas de la sana crítica). Esto significa que
los hechos acusados deben ser probados y que sólo es válida la comprobación realizada conforme a
ley. En este sentido, una acusación y/o querella, no estará comprobada conforme a ley cuando: LEI he-
cho no existió2.EI hecho no se ha probado en forma suficiente (inc. 3 al 11 del art. 370, art. 169 y de-
más defectos de procedimiento impugnados oportunamente)
El hecho existió pero no se puede individualizar al agente (inc. 2 del art. 370)"
El mismo fallo, antes de ingresar a compulsar el caso concreto, refiriéndose a la apelación restrin-
gida y sus requisitos, in extenso establece: "Sobre la determinación de los requisitos de forma para la
apelación restringida.- La ley señala ciertas exigencias en la interposición de los recursos, referidas a
requisitos de forma o de fondo. Son requisitos de forma todos aquellos medios a través de los cuales se
comunica una inobservancia o errónea aplicación de la ley. A su vez, el fondo del recurso está consti-
tuido por el objeto de comunicación, es decir, el hecho o motivo por el cual se impugna la sentencia
(Ej: defectuosa valoración de la prueba)."
"La impugnación a una resolución judicial definitiva no ejecutoriada (apelación restringida en
nuestro sistema) es, ante todo, un planteamiento ante el mismo juez pero está dirigida al tribunal supe-
rior, invocando (haciendo saber) que en el procedimiento de aplicación de la sanción penal se ha inob-
servado o se ha aplicado en forma errónea la ley Por imperativo del art. 408 CPP, la apelación res-
tringida debe efectuarse de la siguiente forma: 1) por escrito, 2) citando, por separado y en forma fun-
damentada las disposiciones legales que se consideren violadas o erróneamente aplicadas y 3) expre-
sando la aplicación que se pretende."
"Estas exigencias, tienen la finalidad de que el Tribunal que conozca el recurso no tenga que inda-
gar qué ha querido decir el recurrente, cuál ha podido ser la norma procesal o sustantiva que el pro-
cesado entiende inobservada o violada. Pues, una tarea así para el tribunal que debe conocer el recur-
so, dada la recargada e intensa actividad judicial, podría determinar el colapso (la mora judicial), im-
posibilitando el cumplimiento de las exigencias constitucionales de celeridad procesal."

¿El recurrente está obligado a solicitar expresamente en el memorial


apelación restringida la audiencia de fundamentación de su recurso?
¿O puede hacerlo posteriormente?

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

A través de la razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N° 0321/2004- R, de 10 de mar-


zo, se señala:
...en cuanto al señalamiento de la audiencia para la fundamentación oral y la recepción de prue-
ba, cabe aclarar que en ambos casos el verificativo de la audiencia no constituye un actuado obliga-
torio e ineludible, por el contrario, el recurrente, en el primer caso, a tiempo de la interposición del
recurso debe manifestar si fundamentará oralmente su recurso para que el Tribunal de apelación se-
ñale audiencia y, en el segundo, el tribunal señalará la audiencia correspondiente si lo estima nece-
sario y útil. Así se colige de la previsión de los arts. 408 in fine, 410 concordante con el art. 406 CPP.
En el caso en análisis, el recurrente no demostró que a tiempo de interponer el recurso de apelación
restringida hubiera manifestado que fundamentaría oralmente su recurso para que el tribunal de ape-
lación se vea compelido a señalar la audiencia y menos demostró que hubiera ofrecido prueba -enten-
diéndose que la misma está limitada sólo al caso de que el recurso se hubiera fundamentado en un de-
fecto de forma o de procedimiento-; por lo que no corresponde otorgar la tutela solicitada..."

En la misma línea, se tiene la Sentencia Constitucional N' 1811/2003-R de 5 de diciembre que par-
tiendo de la precisión sobre los requisitos de fondo y forma que debe cumplir el recurso de apela-
ción restringida, puntualiza los aspectos referidos a la producción de prueba en alzada. Dice:
"...En cuanto a la denuncia hecha en sentido de que las autoridades recurridas, han lesionado su
derecho a la defensa al haber declarado la inadmisibilidad de su recurso de apelación restringida, no
obstante de guardar las formalidades legales y haberle impedido producir su prueba pericial; es nece-
sario precisar, que el nuevo sistema procesal penal, en los arts. 394 y sgts. CPP, establecen las normas
generales y los requisitos de tiempo y forma que se deben observar a tiempo de interponer los diferen-
tes recursos, siendo facultad privativa de los Tribunales de apelación o alzada, velar por el cumplimien-
to de las normas que regulan el trámite y resolución de dichos recursos, y por ende, pronunciarse so-
bre la admisibilidad de los mismos.
Que por previsión expresa del art. 407 CPP, el recurso de apelación restringida se interpondrá por
inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva o adjetiva, esto es cuando el vicio versa sobre
la incorrección del juicio contenido en la sentencia o violación de ley sustantiva, o sobre la irregulari-
dad en la actividad procesal, en el segundo caso, el recurso será admisible si el interesado ha reclama-
do oportunamente, su saneamiento o ha efectuado reserva de recurrir durante la sustanciación del jui-
cio, salvo en los casos de nulidad absoluta o vicios de sentencia previstos en los arts. 169 y 370 CPP.
Conforme señalan los arts. 408 y 410 CPP, a tiempo de interponer el recurso de apelación restrin-
gida, deberá citarse inexcusablemente, de manera concreta y precisa las disposiciones legales que se
consideran violadas o erróneamente aplicadas, además de expresar cual es la aplicación que se pre-
tende, indicando separadamente cada violación con sus fundamentos, con el advertido de que poste-
riormente no podrá invocarse otra violación; esta exigencia se explica, porque el Tribunal tiene que sa-
ber cual es la norma procesal o sustantiva que el procesado considera inobservada o erróneamente
aplicada y fundamentalmente, cual es su pretensión; por otra parte, si hien es cierto, que el recurren-
te tiene derecho de ofrecer prueba en grado de apelación; empero, esta prueba únicamente puede ser
producida para acreditar defectos de procedimiento y de ninguna manera para acreditar o desvirtuar
los hechos juzgados, en razón de que en el nuevo sistema de impugnación, el tribunal se limita a re-
visar el juicio de derecho y por lo mismo, desaparece la posibilidad de la doble instancia que permi-
ta al Tribunal de Apelación , ingresar a considerar los hechos debatidos en el juicio oral y público, y
menos, admitir o incorporar prueba encaminada a demostrar o desvirtuar los hechos que fueron ob-
jeto del debate. En el caso de análisis, de antecedentes se establece que el recurrente, al margen de no
haber cumplido en la interposición de la apelación restringida con los requisitos de contenido, preten-
dió incorporar prueba pericial, ante el Tribunal de alzada en franca contravención a las citadas nor-
mas procesales que al ser de orden público son de cumplimiento obligatorio. De donde resulta, que las
autoridades demandas al haber declarado la inadmisibilidad de la apelación interpuesta por el recu-
rrente no han incurrido en acto ilegal alguno y menos, han vulnerado su derecho a la defensa, con ma-
yor razón si se tiene en cuenta, que este tenia expedita la vía para interponer el recurso de casación
contra el auto de vista que declaro la inadmisibilidad del referido recurso en función a lo dispuesto por
el art 416 CPP, situación que también inviabiliza el amparo en virtud del principio de subsidiariedad.

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Arturo Yañez Cortés

111.6 En lo referente al señalamiento de audiencia a petición de parte o de oficio, el art. 411 CPP
enseña que "Recibidas las actuaciones, si se ha ofrecido prueba o se ha solicitado expresamente la au-
diencia de fundamentación, el tribunal convocará a una audiencia dentro los diez días de recibidas las
actuaciones", al respecto es necesario señalar que la conjunción "o" no debe ser entendida como con-
juntiva, sino disyuntiva, lo que nos lleva al entendimiento de que, si la parte recurrente considera que
debe realizar fundamentación complementaria de su apelación, éste deberá solicitar expresamente que
se señale audiencia para ese objeto, si por el contrario, simplemente ha ofrecido prueba, dicha audien-
cia deberá ser señalada aún de oficio con la finalidad de incorporar la prueba conforme a las reglas
del juicio oral, entendimiento que se extrae de la interpretación conjunta de los artículos 411 y 412
CPP, que hacen referencia a la audiencia de prueba o audiencia de fundamentación, que nos lleva a la
conclusión de que la audiencia de fundamentación complementaria de la apelación restringida tiene
que ser necesariamente pedida por el interesado y, la audiencia de prueba, puede ser señalada aún de
oficio y, cuando el pedido sea simultáneo la audiencia tiene que ser única, bajo el principio de concen-
tración y celeridad..."

¿Es posible obviar la primera parte del art. 399 del NCPP tratándose del
incumplimiento de requisitos de forma en el recurso de apelación restringida?

La doctrina constitucional glosada en el caso, aplicó un cambio radical en el tratamiento de las ape-
laciones restringidas que también fue acogido en el mismo sentido por la jurisprudencia de la Cor-
te Suprema de Justicia mediante el Auto Supremo N' 599 de noviembre de 2003 y otros posterio-
res, corrigiendo así el gravísimo error cometido por algunas Salas Penales de ciertas CCSSDD que,
ante la omisión de alguno de los requisitos de forma en el recurso de apelación restringida, proce-
dían in limine a declarar la inadmisibilidad del recurso, es decir, sin dar oportunidad a la parte a
que subsane esos requisitos; entendimiento que como hemos visto en doctrina en ocasión de las
características básicas de los recursos, guarda relación con la concepción doctrinal mayoritaria so-
bre los recursos que admite que ese tipo de omisiones, puedan ser subsanadas, con la única ex-
cepción de la presentación extemporánea del recurso.
Al respecto, comienzo con la resolución fundadora de la línea, la N 2 1044/2003 —R de 22 de julio,
que sostuvo:
"...Como punto de partida, conviene precisar que del contenido del art. 16. IV CPE, en conexión
con los arts. 14 y 116. VI y X constitucionales, se extrae la garantía del debido proceso, entendida, en
el contexto de las normas constitucionales aludidas, como el derecho que tiene todo encausado a ser
oído y juzgado con las debidas garantías, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
instituido con anterioridad al hecho y dentro de los márgenes de tiempo establecidos por ley. A su vez,
del texto de los referidos preceptos constitucionales, en conexión con el art. art. 6.1 constitucional, se
extrae la garantía de la tutela jurisdiccional eficaz, entendida en el sentido más amplio, dentro del con-
texto constitucional referido, como el derecho que tiene toda persona de acudir ante un juez o tribunal
competente e imparcial, para hacer valer sus derechos o pretensiones, sin dilaciones indebidas. A su
vez, de ambas garantías se deriva el principio pro actione, que tiende a garantizar a toda persona el
acceso a los recursos y medios impugnativos, desechando todo rigorismo o formalismo excesivo, que
impida obtener un pronunciamiento judicial sobre las pretensiones o agravios invocados.
Consiguientemente, si bien la recurrente invocó, erróneamente, como lesionado su derecho a las
garantías que nacen del debido proceso, tal error no impide a este tribunal ingresar a analizar el as-
pecto de fondo; dado que, como se dejó precisado líneas arriba, al influjo del principio de igualdad
consagrado por la Constitución, nace la garantía de la tutela judicial efectiva, a la que es acreedor to-
do querellante.."
Más adelante, la N2 1146/2003-R de 12 de agosto, que afirma:
"Sobre el objeto de impugnación en el caso de autos y su inadmisión.- En el caso analizado, el ob-
jeto del recurso de apelación restringida, no obstante su ampuloso y desordenado argumento expositi-

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

yo, se reconduce a la supuesta valoración defectuosa de la prueba, sin embargo la recurrente no preci-
só la concreta disposición legal violada, lo que comporta una errónea aplicación de la ley adjetiva.
Consiguientemente, el recurso fue inadmitido porque la recurrente no expresó en forma concreta la dis-
posición legal violada o erróneamente aplicada y tampoco señaló cómo entiende que debería ser apli-
cada. En concreto, la recurrente no cumplió con uno de los requisitos de forma establecidos en el art.
408 CPP."
Si bien las formas exigidas por ley, como quedó expresado líneas arriba, tienen la finalidad de con-
tribuir a la celeridad procesal, mediante la claridad y precisión en la formulación de la apelación res-
tringida y por ello el Código de procedimiento penal faculta al superior (de alzada) disponer que el re-
currente corrija los defectos de forma de su apelación, bajo apercibimiento de rechazo, no es menos
evidente que el rechazo sólo puede ser dispuesto cuando previamente se ha concedido el plazo esta-
blecido en el art. 399 CPP; pues, si se tienen en cuenta que los requisitos de forma tienen por finali-
dad facilitar a la autoridad judicial el conocimiento del objeto de impugnación, la misma ley, para
lograr esta finalidad, sin violar el principio pro actione (SC 1044/2003-R), establece que no se debe
rechazar un recurso por defectos de firma in limine, sino que se debe conceder el plazo establecido
por ley y, si la parte recurrente no corrige o amplía su recurso, corresponde recién su rechazo; con-
siguientemente, al no haber procedido así, las autoridades recurridas han sometido a la recurrente a
un proceso indebido(..)".
111.2 Que, siendo clara la línea jurisprudencial referida, en cuanto a cómo deben proceder los Tri-
bunales que les corresponda conocer una apelación restringida, no cabe mayor análisis sobre el tema,
sino sólo resolver el caso planteado con supuestos similares. En efecto, en la especie los recurridos ba-
san su rechazo fundamentalmente en que la recurrente no explicó la aplicación pretendida de las dis-
posiciones legales citadas como vulneradas, menos fundamentó en derecho las conculcaciones y tam-
poco invocó el precedente contradictorio exigido por el art. 416 CPP y que al ser la apelación restrin-
gida el único medio para impugnar la sentencia, deben expresarse en ella los agravios sufridos en lo
relativo a la inobservancia errónea de la ley, pues debe cumplirse con los arts. 396, 407 y 408 CPP;
empero del análisis de la apelación restringida presentada por la recurrente, se tiene que ha cum-
plido con los aspectos de fondo y, en parte, con los de forma. En tal virtud, si la Corte entendía que
las cuestiones de forma no habían sido observadas, debió conminar a la apelante a que precise lo ob-
servado, pero no rechazar in límine -como sucedió también en la problemática que se resolvió que
dio lugar a la jurisprudencia citada- el recurso sin dar oportunidad a que la recurrente subsanara
los defectos de forma, como permiten las normas previstas en el art. 399 CPP
111.3 Que, por otro lado, si bien en la problemática analizada, la recurrente planteó recurso de ca-
sación ante la Corte Suprema de Justicia y el mismo fue rechazado, esta actuación, no incide en nada
con el derecho a la revisión del fallo condenatorio a través del recurso de apelación restringida, dado
que ésta tiene como fin el control de los fallos dictados por los jueces, y el recurso de casación tiene
como objetivo uniformar la jurisprudencia.
Que, por lo expuesto, corresponde otorgar la tutela solicitada, pues se ha demostrado que los re-
curridos actuaron indebidamente vulnerando las normas del debido proceso al declarar improcedente
el recurso de apelación restringida de la recurrente, por lo mismo también suprimieron su derecho a la
defensa, derechos que compete a este Tribunal restituirlos inmediatamente, por ser una de sus funcio-
nes atribuidas en cuanto concierne a velar por el efectivo ejercicio de los derechos y garantías funda-
mentales.
Que, en consecuencia el Tribunal del recurso, al haber declarado improcedente el amparo no ha
dado correcta aplicación al art. 19 CPE."

Y también la Sentencia Constitucional N 5 1855/2003-R de 12 de diciembre:


" ...El recurrente afirma que se han vulnerado sus derechos al debido proceso y a la tutela judicial
efectiva, por cuanto los recurridos a tiempo de conocer su recurso apelación restringida, han detecta-
do el incumplimiento del art. 408 CPP en cuanto a la fundamentación de agravios, no aplicaron el art.
399 del indicado Código, otorgándole el término de tres días para que fundamente en la forma extra-
ñada. Por consiguiente, corresponde determinar en revisión, si tales extremos son ciertos y si se justi-
fica otorgar la tutela que brinda el art. 18 CPE.I

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Arturo Yañez Cortés

111.1 Frente a un problemática similar, este Tribunal en la SC 1075/2003-R de 24 de julio, refirién-


dose a los requisitos de forma para la apelación restringida, estableció:
"La impugnación a una resolución judicial definitiva no ejecutoriada (apelación restringida en
nuestro sistema) es, ante todo, un planteamiento ante el mismo juez pero está dirigida al tribunal supe-
rior, invocando (haciendo saber) que en el procedimiento de aplicación de la sanción penal se ha inob-
servado o se ha aplicado en forma errónea la ley. Por imperativo del art. 408 CPP, la apelación res-
tringida debe efectuarse de la siguiente forma: 1) por escrito, 2) citando, por separado y en forma fun-
damentada las disposiciones legales que se consideren violadas o erróneamente aplicadas y 3) expre-
sando la aplicación que se pretende.
Estas exigencias, tienen la finalidad de que el Tribunal que conozca el recurso no tenga que inda-
gar qué ha querido decir el recurrente, cuál ha podido ser la norma procesal o sustantiva que el pro-
cesado entiende inobservada o violada. Pues, una tarea así para el tribunal que debe conocer el recur-
so, dada la recargada e intensa actividad judicial, podría determinar el colapso (la mora judicial), im-
posibilitando el cumplimiento de las exigencias constitucionales de celeridad procesal."
Compulsando el caso concreto y la actuación de las autoridades recurridas, se otorgó la tutela, se-
ñalando:"En el caso analizado, el objeto del recurso de apelación restringida, no obstante su ampulo-
so y desordenado argumento expositivo, se reconduce a la supuesta valoración defectuosa de la prue-
ba, sin embargo la recurrente no precisó la concreta disposición legal violada, lo que comporta una
errónea aplicación de la ley adjetiva. Consiguientemente, el recurso fue inadmitido porque la recurren-
te no expresó en forma concreta la disposición legal violada o erróneamente aplicada y tampoco seña-
ló cómo entiende que debería ser aplicada. En concreto, la recurrente no cumplió con uno de los re-
quisitos de forma establecidos en el art. 408 CPP. Si bien las formas exigidas por ley, como quedó ex-
presado líneas arriba, tienen la finalidad de contribuir a la celeridad procesal, mediante la claridad
y precisión en la formulación de la apelación restringida, y por ello el Código de procedimiento pe-
nal faculta al superior (de alzada) disponer que el recurrente corrija los defectos de forma de su ape-
lación, bajo apercibimiento de rechazo, no es menos evidente que el rechazo sólo puede ser dispues-
to cuando previamente se ha concedido el plazo establecido en el art. 399 CPP; piles, si se tienen en
cuenta que los requisitos de forma tienen por finalidad facilitar a la autoridad judicial el conocimien-
to del objeto de impugnación, la misma ley, para lograr esta finalidad, sin violar el principio pro ac-
tione (SC I044/2003-R), establece que no se debe rechazar un recurso por defectos de forma in limi-
ne, sino que se debe conceder el plazo establecido por ley y, si la parte recurrente no corrige o am-
plía su recurso, corresponde recién su rechazo; consiguientemente, al no haber procedido así, las au-
toridades recurridas han sometido a la recurrente a un proceso indebido, el mismo que está vinculado
con su derecho a la libertad, por operar como causa y ser inminente la ejecución del mandamiento de
condena, por lo que es preciso brindar la protección que brinda el art. 18 constitucional."
En entendimiento anterior ha sido reiterado en la SC 1146/2003-R de 12 de agosto.
111.2 La anterior línea jurisprudencia' es de aplicación a la problemática que ahora se analiza, por
cuanto los vocales recurridos conforme expresan en el Auto de Vista impugnado, habiendo advertido
que "las apelaciones restringidas" -en plural, pues no se hace la particularización de cada caso- no se
encontraban fundamentadas y que los recursos en su formulación no se habían ceñido estrictamente a
lo dispuesto por el art. 408 CPP, debieron dar aplicación a lo previsto por el art. 399 del indicado Có-
digo, otorgándole al recurrente, en este caso, el plazo de tres días para que amplíe o corrija los de-
fectos formales, bajo apercibimiento de rechazo, y no rechazar in límine el recurso sin darle la opor-
tunidad de salvar tales observaciones, para que si era pertinente lo alegado pueda ser considerado en
la alzada, habiéndosele restringido así su derecho a la defensa, en una etapa del proceso en la que
por el sistema de recursos adoptado en nuestra legislación, puede significar la última oportunidad
que tenga el justiciable para modificar su situación jurídica-.
¿Cuál es la oportunidad o momento en que debe invocarse el precedente
contradictorio exigido por el art. 416 en relación con los arts. 407 y 408 del NCPP?
La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional Ng 1401 de 26 de septiembre de 2003, que
es la fundadora de la línea, se razona que en los casos en los que no exista precedente a tiempo
de interponer el recurso de apelación restringida, cabe invocarlo en el recurso de casación.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

"...El actor considera que las autoridades recurridas han vulnerado sus derechos a la seguridad
jurídica, a la defensa y al debido proceso, al haber admitido, a través del AS 243 de 6 de mayo de 2003,
los recursos de casación presentados por el Ministerio Público y los acusadores particulares. En el pri-
mer caso, porque no se tomó en cuenta que el Ministerio Público, al no haber formalizado el recurso
de apelación anunciado, habría supuestamente renunciado al recurso de casación; en el segundo, en
razón a que la parte querellante no presentó en su recurso de apelación, el precedente contradictorio
a que se refiere el art. 416 CPP. Corresponde establecer si las lesiones a los derechos invocados son
evidentes, y si ameritan la tutela que brinda el art. 19 CPE.
111.1 Para resolver la problemática planteada se hace necesario, como punto de partida, referirse
al texto de los preceptos que supuestamente han sido aplicados indebidamente por los recurridos, y que
serán objeto de la interpretación que resolverá la problemática del recurso; esto es, determinar el mar-
co jurídico sobre la admisibilidad del recurso de casación. En este cometido se tiene lo siguiente:
"ARTICULO 416.- El recurso de casación procede para impugnar autos de vista dictados por las
Cortes Superiores de Justicia contrarios a otros precedentes pronunciados por las Cortes Superiores de
Justicia o por la sala penal de la Corte Suprema.
El precedente contradictorio deberá invocarse por el recurrente a tiempo de interponer la apela-
ción restringida. Se entenderá que existe contradicción, cuanto ante una situación de hecho similar, el
sentido jurídico que le asigna el Auto de Vista recurrido no coincida con el del precedente, sea por ha-
berse aplicado normas distintas o una misma norma con diversos alcances .ARTICULO 417.- El recur-
so deberá interponerse dentro de los cinco días siguientes a la notificación del Auto de Vista impugna-
do ante la sala que lo dictó, la que remitirá los antecedentes a la Corte Suprema de Justicia dentro de
las cuarenta y ocho horas siguientes.
En el recurso se señalará la contradicción en términos precisos y como única prueba admisible se
acompañará copia del recurso de apelación restringida en el que se invocó el precedente. El incumpli-
miento de estos requisitos determinará su inadmisibilidad"." ARTICULO 418".- (ADMISION DEL RE-
CURSO).- Recibidos los antecedentes, la sala penal de la Corte Suprema de Justicia, dentro de los cin-
co días siguientes, establecerá si concurren los requisitos exigidos, en cuyo caso admitirá el recurso. Si
lo declara inadmisible, devolverá actuados al tribunal que dictó el Auto de Vista recurrido.
Admitido el recurso, se pondrá en conocimiento de las salas penales de todas las Cortes Superio-
res de Justicia los antecedentes del caso para que se inhiban de dictar Autos de Vista en los recursos
en los que se debaten las mismas cuestiones de derecho, hasta que se les haga conocer la resolución
del recurso de casación."
111.2 El primer problema que debemos resolver está vinculado a precisar qué se debe entender por
la exigencia contenida en el párrafo segundo del art. 416 CPP, referido a que "...El precedente contra-
dictorio deberá invocarse por el recurrente a tiempo de interponer la apelación restringida. "Ahora
bien, si se entendiera que lo que la ley exige aquí es la existencia de un Auto de Vista, que se impug-
na, por haber sido dictado en contradicción con otros Autos de Vista pronunciados por las Cortes Su-
periores de Justicia o por la Sala Penal de la Corte Suprema, estaríamos frente a una exigencia de
realización imposible y, consiguientemente no tendría posibilidad de tener realización material el re-
curso de casación, dado que en esta etapa del proceso no se tiene aún el Auto que entraría en con-
tradicción con otro fallo preexistente sobre la misma problemática; lo que no se condice con el sen-
tido y fin de todo precepto legal, que nace a la vida jurídica con vocación de realización plena; pues,
la norma legal, es el instrumento de que se vale el Estado para posibilitar la coexistencia humana,
bajo pautas previsibles y realizables. Puestas las cosas así, como no podía ser de otro modo, la pro-
blemática que nos presenta el caso de autos debe ser interpretada desde la Constitución; pues, al ser
ésta la base sobre la que se configura y desarrolla todo el ordenamiento jurídico de la nación, la in-
terpretación que se haga debe guardar compatibilidad con los preceptos, valores y principios que in-
forma el orden constitucional, en la materia objeto de interpretación.
111.2.1 En este cometido, conviene recordar que el recurso de casación es un medio de impugnación
que la ley concede a las partes, para que el más alto Tribunal de la Justicia ordinaria del país, resuel-
va, en base al derecho objetivo, la probable contradicción existente entre el fallo dictado en el caso con-
creto impugnado, con otro dictado por la misma Sala Penal, por otra Corte, o por la Sala Penal de la
Corte Suprema. Lo que significa que el recurso de casación es un medio de defensa al que pueden ac-

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Arturo Yañez Cortés

ceder las partes para impugnar un Auto de Vista no ejecutoriado que consideren desfavorable. En con-
cordancia con esto, se tiene que el art. 16.11 de la Constitución, establece que "El derecho de defensa
de la persona en juicio es inviolable"; lo que determina que la interpretación que se haga de los pre-
ceptos legales en análisis, debe desarrollar de la mejor manera posible, el inviolable derecho a la de-
fensa que proclama la Constitución. 111.2.2 Conforme a la directriz constitucional aludida, del conteni-
do del título en el que se inserta el precepto en análisis, se extrae, que el precedente contradictorio co-
mo exigencia para acceder al recurso de casación, a que se refiere la ley, no puede ser otro que un Au-
to de Vista preexistente, al que la Sentencia impugnada contradice.
La interpretación a la que se arriba -la de precisar el precedente al que la sentencia impugnada
contradice- además de ser conforme a la Constitución, cumple con los principios que orientan el siste-
ma de recursos establecidos en el Código de procedimiento penal, conforme a los cuales, los mismos
deben ser planteados con claridad y precisión, sin omitir los contenidos referenciales de rigor; por lo
demás, útiles y necesarios para que el Tribunal de alzada, sepa qué se impugna y cómo se considera
que debe ser aplicada la norma. De acuerdo a esto, en el caso del recurso de la apelación restringida,
se exige, entre otras cosas, que se citen "...las disposiciones legales que se consideren violadas o erró-
neamente aplicadas ..."; que se especifique "...cuál es la aplicación que se pretende...indicando sepa-
radamente cada violación con sus fundamentos". Estas exigencias, como lo dejó sentado la SC
1075/2003 " ...tienen la finalidad de que el Tribunal que conozca el recurso no tenga que indagar qué
ha querido decir el recurrente, cuál ha podido ser la norma procesal o sustantiva que el procesado en-
tiende inobservada o violada. Pues, una tarea así para el tribunal que debe conocer el recurso, dada
la recargada e intensa actividad judicial, podría determinar el colapso (la mora judicial), imposibili-
tando el cumplimiento de las exigencias constitucionales de celeridad procesal".
111.2.3 Consiguientemente, de lo anterior también se extrae, que no será exigible la invocación del
precedente contradictorio, en los términos precisados en el anterior punto(FJ: 111. 2.2), cuando la
sentencia que se impugna no contradiga Auto de Vista alguno, dado que tal supuesto podría surgir,
recién, después de pronunciado el fallo sobre la sentencia impugnada, por el Tribunal de Alzada.
111.2.4 En coherencia con el entendimiento interpretativo precisado, debe entenderse que, en los
supuestos en los que a tiempo de interponer el recurso de apelación incidental, no exista precedente
(Auto de Vista) que la sentencia impugnada contradiga, la invocación del precedente contradictorio,
debe ser realizada, recién, a tiempo de presentar el recurso de casación. Conforme a ello, en el caso
de autos, del contraste entre el supuesto de hecho analizado y la admisión del recurso de casación in-
terpuesto por los acusadores particulares, se establece que el Auto Supremo 243, ha sido dictado con-
forme a las reglas procesales aplicables al caso, dado en el momento de interponer el recurso de ape-
lación restringida, la sentencia impugnada no contradecía ningún precedente (Auto de Vista).
En conexión con lo manifestado precedentemente, la parte in fine del segundo párrafo del art. 417
CPP que señala: "...y como única prueba admisible se acompañará copia del recurso de apelación res-
tringida en el que se invocó el precedente", debe entenderse en sentido de que tal extremo está dirigi-
do a los supuestos en que esa exigencia sea pertinente al caso concreto, en los términos fi jados en los
fundamentos jurídicos expresados en la presente resolución. 111.3 En cuanto al otro punto invocado en
la expresión de agravios, referida a que el recurso de casación interpuesto por el Fiscal debía ser re-
chazado por no haber éste apelado, carece de fundamento válido en derecho, por cuanto los principios
que dan vida a uno y otro recurso, son de naturaleza distinta. Pues, mientras que el recurso de apela-
ción se estructura como un mecanismo para revisar decisiones judiciales probablemente erróneas (SC
0727/2003-R); mediante el recurso de casación se pretende uniformar criterios interpretativos. Es más,
dos decisiones judiciales contradictorias debidamente motivadas pueden resultar correctas; sin embar-
go, el legislador ordinario ha instituido este recurso, bajo la idea de que la ausencia de un mecanismo
que uniformice los criterios jurisprudenciales de las distintas cortes del País, provocaría una disper-
sión jurisprudencial, creando un sentimiento de inseguridad jurídica colectiva, con las consecuencias
perniciosas que ello podría conllevar para la seguridad jurídica; sin embargo, conviene aclarar, que si
bien el fin que se persigue con el recurso de casación es el de uniformar la jurisprudencia, en forma
consecuencial, instituido como está el recurso, se constituye en un mecanismo idóneo de defensa, al que
las partes tienen el derecho a acceder, en los términos establecidos en la ley.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

De lo anterior se establece que los Ministros de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, al
haber admitido el recurso de casación interpuesto por el Fiscal, en el que de manera clara y precisa se
invoca el precedente que contradice el Auto de Vista impugnado, han actuado conforme a ley, sin lesio-
nar los derechos a la seguridad jurídica, a la defensa y al debido proceso, invocados por el recurrente.
Consiguientemente, el Tribunal de amparo, al haber declarado improcedente el recurso, aunque
con distinto fundamento, ha realizado una correcta aplicación de los arts. 19 CPE, así como de las nor-
mas legales precedentemente aludidas..."

En la misma línea, se tiene la 546/2004-R de 12 de abril de 2004, que sostiene:


"...La recurrente solicita tutela a sus derechos a la igualdad, a la seguridad jurídica, a la defensa,
a la segunda instancia y al debido proceso, consagrados en los arts. 6.1, 7 inc. a) y 16 de la CPE, de-
nunciando que han sido vulnerados por los recurridos, puesto que dentro del injusto proceso penal que
le sigue FUNBODEM, han declarado inadmisible el recurso de casación que presentó con el fundamen-
to de que no cumplió con los arts. 416 y 417 del CPP, al no citar el precedente contradictorio al pre-
sentar su apelación restringida, con lo que han incurrido en actos ilegales y omisiones indebidas pues-
to que: a) no tomaron en cuenta que no podían hacerlo ya que no sabían cuál sería el fundamento del
Auto de Vista que se dictaría; b) en otro caso similar al suyo declararon admisible el recurso aún cuan-
do no se citó el precedente en la apelación restringida; c) hicieron juicios de valor que conciernen al
fondo y es propio de la casación; d) no consideraron que en la SC "370/02, de 2 de abril de 2002", se
dice que el no haber encontrado jurisprudencia contradictoria, no es suficiente para no otorgarlo, da-
do que el recurrente no cuenta con otra instancia para asegurar el respeto a sus derechos; y que ade-
más en la SC "1044/03-R" se dice que no se puede rechazar un recurso por defectos de forma, sino
conceder un plazo para ser subsanado, pues recién en la casación se puede decidir si el precedente in-
vocado es o no contradictorio; y e) fue sometida a un proceso penal cuando debió ser sometida a un
proceso civil. En consecuencia, en revisión de la Resolución del Tribunal de amparo, corresponde di-
lucidar si tales extremos son evidentes y si constituyen un acto ilegal lesivo de los derechos fundamen-
tales referidos, a fin de otorgar o negar la tutela solicitada.
111.2. De los fundamentos jurídicos expuestos en la SC 1401/2003-R de 26 de septiembre, referidos
precedentemente, se infiere que este Tribunal, realizando una interpretación de las normas previstas
por el art. 416 del CPP, ha extraído dos sub-reglas con relación al cumplimiento del requisito proce-
sal previsto por dichas normas, a saber: 1" El precedente contradictorio, como requisito para acceder
al recurso de casación a que se refiere la ley, no puede ser otro que un Auto de Vista (o Auto Supre-
mo) preexistente, al que la sentencia impugnada contradice, en cuyo caso será exigible la invocación
del precedente contradictorio al tiempo de plantear la apelación restringida; y 2" Cuando la senten-
cia no contradiga ningún precedente anterior, sino es el Auto de Vista dictado en apelación el que
contradice el precedente, la invocación deberá efectuarse a tiempo de presentar el recurso de casa-
ción, no al plantear la apelación restringida.
111.3. Ahora bien, para resolver la problemática planteada a los antecedentes del proceso penal que
dio lugar a la Resolución impugnada en el presente recurso, y se lo hace en los siguientes términos: I°
La recurrente, juntamente con otras dos personas, fue sometida a proceso penal acusada de haber co-
metido los delitos de estafa, falsedad material e ideológica, uso de instrumento falsificado y asociación
delictuosa, incursos en las sanciones previstas por los arts. 335, 198, 203 y 132 del CP, delitos que ha-
bría cometido al acceder y obtener créditos de la entidad financiera FUNBODEM.2° Sustanciado el
juicio oral, el Tribunal Primero de Sentencia del Distrito Judicial de Santa Cruz, dictó Sentencia en fe-
cha 24 de febrero de 2003, en la que declaró absuelta de pena y culpa a Nancy Karenina Bravo Noga-
les, hoy recurrente, de la comisión de los delitos de falsedad material, falsedad ideológica y asociación
delictuosa; de otro lado la declaró autora y culpable de la comisión de los delitos de estafa y uso de
instrumento falsificado, imponiéndole la pena de cinco años de privación de libertad a cumplirse en el
centro de Reclusión de esa ciudad.3° La procesada, hoy recurrente, juntamente con otra co-procesada,
mediante memorial de 10 de marzo de 2003, planteó recurso de apelación restringida contra la men-
cionada Sentencia, expresando una amplia fundamentación, que centralmente gira en torno a que el
Tribunal le condenó de la comisión de delitos inexistentes, ya que los hechos por los que fue juzgada se
refieren a operaciones comerciales de préstamo de dinero y de garantías a esos préstamos de dinero;

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Arturo Yañez Cortés

además se denuncia infracción de normas procesales, vulneración de derechos fundamentales y garan-


tías constitucionales, así como defectos de forma y contradicciones en la Sentencia apelada.
4° El recurso de apelación restringida, fue conocida y resuelta por la Sala Penal Primera de la Cor-
te Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz, la que previo cumplimiento de los actos procesales pre-
vistos por ley; en fecha 9 de junio de 2003, emitió el Auto de Vista, declarando procedente en forma
parcial la apelación restringidinterpuesta por la procesada Nancy Karenina Bravo Nogales, hoy recu-
rrente; empero, confirmó la Sentencia apelada modificando simplemente la pena impuesta, reduciendo
a cuatro años de reclusión. 5° Contra el referido Auto de Vista, la procesada, hoy recurrente, planteó
recurso de casación, mediante memorial de 21 de junio de 2003, con el fundamento de que, a través del
Auto de Vista, se la condenó sin que su conducta se adecué a ningún delito, ya que los hechos imputa-
dos son de orden netamente civil-comercial de préstamo de dinero, por lo que la entidad financiera de-
bería recurrir a la justicia civil-comercial y no a la penal. Es en el memorial del recurso, que recién
la recurrente invoca el precedente contradictorio contenido en la jurisprudencia establecida en el Au-
to Supremo emitido en el caso signado como 199909-Sala Penal-2-005, en el que el Tribunal Supre-
mo, a decir de la recurrente, "había absuelto de culpa y pena al procesado por el delito de estafa pre-
visto y sancionado por el art. 335 del Código Penal y apercibido a los tribunales de instancia por tra-
mitar indebidamente una acción penal, sobre la base de relaciones jurídicas netamente civiles (...)".
Para acreditar la existencia del precedente contradictorio invocado, la recurrente acompañó el referi-
do Auto Supremo de 29 de septiembre de 1999, obtenido de la Página WEB del Poder Judicial (fs. 557
del expediente original remitido a requerimiento del Magistrado Relator).
111.4. Analizados los antecedentes referidos precedentemente, se extraen las siguientes conclusiones:
I° El precedente contradictorio invocado por la procesada, hoy recurrente, fue establecido en el Auto
Supremo de 29 de Septiembre de 1999, lo que significa que dicho precedente existía en el momento en
el que se dictó la Sentencia condenatoria que emitió el Tribunal Primero de Sentencia de la Capital,
en el proceso penal sustanciado contra la recurrente; Sentencia que fue confirmada en grado de ape-
lación mediante el Auto de Vista contra el que interpuso recurso de casación la recurrente. 2° Del aná-
lisis de los fundamentos expuestos en la apelación restringida planteada por la procesada, hoy recu-
rrente, contra la Sentencia de 24 de febrero de 2003; así como de los fundamentos expresados en el
recurso de casación interpuesto contra el Auto de Vista de 9 de junio de 2003, se infiere que el prece-
dente invocado por la recurrente, habría sido contradicho ya al dictarse la Sentencia, toda vez que el
A uto Supremo que estableció el precedente determinó que en aquellos casos de préstamos de dineros
reglados por las normas civiles, el incumplimiento de la obligación no da lugar al delito de estafa, en
cambio en la sentencia, según los fundamentos expuestos por la recurrente en su apelación, se la ha-
bría condenado por hechos emergentes de una operación de préstamo de carácter civil
3° Existiendo el precedente contradictorio en el momento de dictarse la Sentencia, es aplicable la
1° sub-regla establecida en la SC 1401/2003-R de 26 de septiembre; lo que supone que la procesada,
hoy recurrente, debió invocar dicho precedente contradictorio al plantear el recurso de apelación;
empero, de los antecedentes que cursan en el expediente original remitido a este Tribunal se eviden-
cia que no lo hizo, de manera que incumplió con el requisito procesal previsto por el art. 416 del CPP.
111.5. Así establecidos los antecedentes y extraídas las conclusiones que preceden, contrastadas
ellas con los fundamentos expresados por la recurrente en el presente recurso, en sentido de que las au-
toridades recurridas no tomaron en cuenta que no podía invocar el precedente ya que no sabía cuál se-
ría el fundamento del auto de vista que se dictara al resolver su apelación, cabe señalar que los Minis-
tros recurridos, al declarar inadmisible el recurso de casación planteado por la recurrente, a través del
Auto Supremo 425 de 28 de agosto de 2003, no han incurrido en acto o decisión indebida o ilegal al-
guno, por lo mismo no han lesionado los derechos fundamentales invocados por la recurrente. En efec-
to, conforme se ha referido precedentemente, el precedente invocado por la recurrente, al plantear el
recurso de casación, declarado inadmisible por los recurridos, existía al momento de dictarse la Sen-
tencia condenatoria en su contra, por lo mismo debió ser invocado al plantear la apelación restrin-
gida, conforme a la norma prevista por el art. 416, segundo párrafo, del CPP; empero, al no haber-
se dado cumplimiento a dicho requisito procesal el recurso de casación planteado por la recurrente
resulta inadmisible, situación que ha sido declarada por los ministros recurridos en estricto cumpli-
miento de las normas previstas por los arts. 416, 417 y 418 del CPP.111.6. Con relación al segundo fun-

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

damento expresado por la recurrente, en sentido de que, los ministros recurridos, en otro caso similar
al suyo declararon admisible el recurso aun cuando no se citó el precedente en la apelación restringi-
da; corresponde señalar que ello no es evidente, por las siguientes razones de orden legal: En primer
lugar, cabe recordar que la condición para la aplicación de un precedente obligatorio es la existen-
cia de la analogía entre los supuestos fácticos planteados en el caso resuelto por la decisión judicial
en la que se genera el precedente, con los supuestos fácticos presentados en el caso al que se preten-
de la aplicación del precedente. En segundo lugar, en el caso resuelto por los recurridos, mediante el
Auto Supremo impugnado en este recurso, los supuestos fácticos no son análogos a los supuestos fác-
ticos planteados en el caso que fue resuelto por el Auto Supremo 243 de 6 de mayo de 2003, en el que
se declaró la admisión del recurso de casación planteado por el Ministerio Público y los acusadores
particulares. En efecto, en el caso resuelto por el Auto Supremo 243, los recurridos evidenciaron que
al momento de dictarse la Sentencia, por lo tanto al presentarse la apelación restringida, no existía el
precedente contradictorio; por lo mismo no fue la Sentencia la que contradijo al precedente sino el Au-
to de Vista; en consecuencia, a ese supuesto fáctico era aplicable la 2" sub-regla establecida por la SC
1401/2003-R de 26 de septiembre. En cambio, en el caso del Auto Supremo 425, impugnado en el pre-
sente amparo, se evidenció que el precedente contradictorio existía en el momento de dictarse la Sen-
tencia, por lo tanto es aplicable la l u sub-regla establecida en la SC 1401/2003-R, lo que significa que
debió invocarse, el precedente contradictorio, al presentarse la apelación restringida. En tercer lugar,
al no existir analogía en los supuestos fácticos, no es exigible la aplicación del precedente estableci-
do por la Corte Suprema de Justicia mediante el Auto Supremo 243, al caso resuelto mediante el AS
425, hoy impugnado; en consecuencia, los ministros recurridos no han incurrido en acto o decisión ile-
gal o indebida alguna. 1/1.7. Respecto al fundamento referido a que el recurso de casación no debió ser
rechazado porque, conforme a la "SC 370/2002 de 2 de abril de 2002", el no encontrar el precedente
contradictorio no es suficiente, cabe señalar que esa frase ha sido extraída por la recurrente de la Sen-
tencia Constitucional referida; empero, no ha sido comprendida en su real y verdadero contexto por la
recurrente, puesto que de la lectura completa del párrafo que compone el fundamento de la citada Sen-
tencia, se tiene que al contrario de lo que asevera la recurrente, sustenta la interpretación que se ha
hecho en cuanto a la exigencia del precedente contradictorio, pues la ratio decidendi que dio lugar a
la tutela no fue la prescindencia de la cita del precedente contradictorio para dar curso a un recurso
de casación, sino la falta de sorteo de la causa, pues este Tribunal al resolver el caso fáctico dijo: "( ...)
los vocales recurridos dictaron el Auto de Vista de 5 de noviembre de 2001, sin observar lo dispuesto
por el art. 122 con relación al 74 de la Ley de Organización Judicial N" 1455, que establecen la distri-
bución de causas a los vocales de cada Sala en forma semanal y mediante sorteo. El sorteo de la cau-
sa, conforme lo viene sosteniendo este Tribunal en uniforme jurisprudencia, garantiza en todo sistema
procesal penal el derecho al Juez imparcial, aspecto que da lugar a la procedencia de este Recurso,
puesto que se ha vulnerado la Ley Fundamental en sus arts. 7-a) ,que reconoce el derecho a la seguri-
dad jurídica, entendida como una condición esencial para la vida y el desenvolvimiento de las nacio-
nes y de los individuos que la integran, representa la garantía de la aplicación objetiva de la ley, de tal
modo que los individuos saben en cada momento cuáles son sus derechos y sus obligaciones, sin que el
capricho, la torpeza o la mala voluntad de las autoridades pueda causarles perjuicio; y 16-I V, que re-
conoce el derecho al debido proceso".
111.8. Con referencia a que se debió otorgar un plazo para que se subsanen las cuestiones de forma
tal como se resolvió en la SC "N" 1044/03-R'', cabe referir que lo resuelto en la citada sentencia no
guarda mínima relación con lo resuelto por los Ministros recurridos, pues la problemática resuelta en
el citado fallo trata en exclusivo de supuestos vicios en la realización de una notificación.
111.9. Con relación al fundamento de que los recurridos, en su misma resolución, se contradicen al
señalar primero que no se citó el precedente contradictorio y luego ingresar al fondo del recurso para
señalar que no se puntualizó con precisión la contradicción existente entre el fallo citado como juris-
prudencia con el impugnado, vale decir, con el Auto de Vista que confirmó su condenatoria y, que ade-
más, el caso resuelto en el Auto Supremo de precedente no era similar al de la recurrente, cabe seña-
lar que, de la revisión del Auto Supremo impugnado, se establece que esa consideración fue expresada
por los recurridos a mayor abundamiento; empero ello, de ninguna manera puede dejar inferir que sí
se cumplió con el requisito exigido por las normas previstas por el art. 416 del CPP, cuando como se

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Arturo Yañez Cortés

ha demostrado no ocurrió así, por lo mismo no existe contradicción alguna en el Auto Supremo objeto
de la denuncia en el amparo. 111.10. En cuanto a que igualmente se hubiera decidido contradictoria-
mente porque se dijo que tampoco se advierten vicios absolutos o vicios de sentencia previstos en los
arts. 169 y 370 del CPP, esa consideración no puede ser tomada como un análisis de fondo, dado que
en la función que la Ley de Organización Judicial a través de sus normas previstas en el art. 15, todo
juzgador en grado de segunda y última instancia, debe hacer una revisión minuciosa de todo el proce-
so incluido el fallo que revisa para establecer si existen o no vicios procesales que impliquen inobser-
vancia de plazos como las leyes que normen la tramitación de los procesos, por lo que, cuando los juz-
gadores en esta tarea expresan consideraciones para dar o no lugar al saneamiento no puede tachar-
se tal acto de contradictorio con lo expresado con relación a lo resuelto en el fondo de lo planteado,
pues su criterio se realiza al margen de lo que en el fondo del recurso hubieran planteado los recurren-
tes en casación...".

¿Se puede acudir al recurso de Amparo Constitucional cuando, durante


el juicio, ante un vicio de procedimiento, no se reclamó oportunamente
su saneamiento o se efectuó reserva de recurrir?
A través de la Sentencia Constitucional N 9 0297/2004-R de 5 de marzo y en aplicación al princi-
pio de subsidiariedad desarrollado por la doctrina constitucional, la razón de la decisión concluye
que esa omisión de la parte ante un vicio o defecto de procedimiento, no puede ser subsanada por
la presentación posterior del recurso de Amparo Constitucional previsto en el art. 19 constitucio-
nal.
"...El recurrente arguye que las autoridades recurridas han vulnerado el derecho a la defensa y la
garantía del debido proceso, al haberle rechazado la prueba extraordinaria que ofreció en audiencia
como resultado de la declaración de un testigo de contrario, así como al excluir una prueba ofrecida
oportunamente. En ese sentido, corresponde, en revisión, analizar si en la especie se debe otorgar la
tutela pretendida.
HL 1. El amparo constitucional ha sido instituido como un recurso extraordinario que otorga pro-
tección inmediata contra los actos ilegales y las omisiones indebidas de autoridades o particulares que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías fundamentales de la perso-
na, reconocidos por la Constitución y las Leyes, siempre que no existiera otro recurso legal para dicha
protección.
111.2. La Jurisprudencia Constitucional en la SC 1082/2003-R señala "(....) cuando el art. 19 CPE,
establece que concederá el amparo solicitado siempre que no hubiere otro medio o recurso legal
para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.',11e-
va implícito el mandato del legislador constituyente de que las supuestas lesiones a los derechos fun-
damentales y garantías constitucionales se reparen en la jurisdicción ordinaria, y sólo en defecto de és-
ta, y siendo cierta y efectiva la lesión al derecho invocado, la jurisdicción constitucional otorgue la tu-
tela, salvo los casos de daño irreparable, en los que la protección resultaría ineficaz, por tardía ( así,
SC 462/2003-R entre otras)."
111.3. De modo general la prueba ofrecida se judicializa o produce en juicio, con la acusación o al
contestar la misma; ello no significa, que las partes no puedan ofrecer o producir pruebas adicionales
durante el juicio oral, tal es el caso de la prueba extraordinaria a que hace referencia el art. 335 CPP,
que es aquella que surge en el desarrollo del juicio, cuya naturaleza y pertinencia debe ser debatida en
la audiencia a objeto de su admisión o su rechazo; en caso de que la misma fuera rechazada por el Juez
o tribunal, la parte perjudicada con esa decisión, de acuerdo a procedimiento, tiene el derecho a hacer
uso de los recursos que la Ley franquea y ante la subsistencia del rechazo, anunciar que hará uso del
recurso de apelación restringida (art. 407 CPP). Esta exigencia se explica porque en función a lo dis-
puesto por el art. 407 CPP, cuando existe un defecto de procedimiento -como es el caso-, el interesado
debe reclamar oportunamente, su saneamiento o efectuar reserva de recurrir salvo los casos expresa-
mente señalados por los arts. 169 y 370 del citado código.
111.4. En el caso presente, ante el rechazo de la prueba extraordinaria y del recurso de reposición
la defensa del recurrente debió anunciar el recurso de apelación restringida como era su obligación,

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

omisión que pretende subsanar a través del recurso de amparo, por consiguiente al no haber agota-
do aún las instancias ordinarias que la Ley le otorga, conforme al sistema de recursos establecidos
en el art. 407 del Código de Procedimiento Penal, no se abre la tutela que brinda el amparo consti-
tucional por su carácter subsidiario y extraordinario, lo que impide ingresar a conocer el fondo del
asunto, cuya revisión es facultad de las autoridades jurisdiccionales superiores, sólo en el caso en el
que dichas instancias se hubieran agotado, o cuando el daño fuese irreparable por falta de oportuni-
dad, es posible invocar la tutela inmediata del amparo.
Por otra parte en cuanto a la decisión adoptada en la audiencia de 25 de agosto en la que el Tri-
bunal, excluyó la prueba producida por la defensa del recurrente, actuado que si bien resulta indebido
y coarta el derecho a la defensa por cuanto no es admisible la exclusión de la prueba mediante una pro-
videncia sino a través de un auto debidamente fundamentado, se omitió además comunicar a las par-
tes si esa Resolución era recurrible o no como manda el art. 123 CPP, no se puede soslayar el hecho
de que la defensa no interpuso el recurso de reposición previsto en el art. 401 CPP observando tales
irregularidades y menos anunció la interposición del recurso de apelación restringida conforme al art.
407 CPP, por consiguiente al no haber agotado esa vía, es de aplicación el art. 96-3) LTC, por el prin-
cipio de subsidiariedad que caracteriza al recurso de amparo como se dijo anteriormente.
De todo lo expuesto, se concluye que la Corte de amparo, al haber declarado improcedente el re-
curso, ha evaluado correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo..."

En similar sentido, pero refiriéndose a la apelación restringida, la Sentencia Constitucional N'


879/2003-R de 30 de junio, que indicó:
"...En el presente amparo el recurrente arguye que ha sido condenado en proceso penal por la au-
toría de dos delitos excluyentes, lo que conculca su derecho a la seguridad jurídica y la garantía del
debido proceso. En ese sentido, corresponde, en revisión, analizar si en la especie se debe otorgar la
tutela pretendida.
IIL I. El amparo constitucional ha sido instituido como un recurso extraordinario que otorga protec-
ción contra los actos ilegales y las omisiones indebidas de autoridades o particulares que restrinjan, su-
priman o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías fundamentales de la persona, reconoci-
dos por la Constitución y las Leyes, siempre que no existiera otro recurso legal para dicha protección.
111.2. La primera parte del art. 407 CPP establece que el recurso de apelación restringida será in-
terpuesto por inobservancia o errónea aplicación de la ley. El plazo que el art. 408 del mismo Código
señala para la formulación de la alzada es de quince días de notificada la Sentencia.
En el caso objeto de examen, el recurrente no planteó el recuso de apelación restringida contra
la Sentencia de 23 de marzo de 2002, pretendiendo subsanar su desidia con la interposición del pre-
sente amparo, que entre sus principales características tiene la subsidiariedad, que determina que
procede única y exclusivamente cuando se han agotado los recursos y medios existentes para que la
persona exija se respeten los derechos y garantías que estima lesionados, cuando la Ley no contem-
pla ningún otro recurso o medio, o cuando existiendo esos medios, no le aseguren la inmediatez y efi-
cacia necesaria en la protección frente a un inminente e irreparable daño, aspectos que no se pre-
sentan en el caso de autos, en el que se constata claramente la negligencia y desinterés con que actuó
el hoy demandante toda vez que, si ciertamente le era imposible cancelar los honorarios de un aboga-
do patrocinante particular, tenía la facultad de solicitar la atención de un abogado de Defensa Públi-
ca, pero no lo hizo y dejó que su derecho a la alzada precluya, lo que motiva la improcedencia de este
recurso.
Esa es la línea jurisprudencial trazada por este Tribunal, al amparo de lo dispuesto por los arts.
19-1V CPE y 96-3) LTC, citando al efecto las SSCC 1171/2000-R, 12020/2001-R, 871/2001-R,
076/2002-R, 523/2002-R. 1255/2002-R, 1476/2002-R, 256/2003-R, 442/2003-R, 626/2003-R....".

¿Es ineludible reclamar oportunamente el saneamiento de los defectos


de procedimiento o efectuar reserva de recurrir?.

La Sentencia Constitucional N' 1708/2003-R de 24 de noviembre, arguye que para dar base al re-
curso de apelación restringida apoyado en la existencia de algún defecto de procedimiento duran-

-150-
Arturo Yañez Cortés

te la celebración de la audiencia de juicio, debe cumplirse ineludiblemente con la previsión del art.
407 del NCPP en su segundo acápite. Así:
"...En cuanto a la actuación de los miembros del Tribunal de Sentencia, los recurrentes pretenden
que a través de esta acción extraordinaria se ingrese a analizar la valoración de la prueba aportada
en el juicio respecto a la existencia o inexistencia de hipotecas, asunto que constituye facultad privati-
va de los jueces y tribunales ordinarios, puesto que según ha señalado la jurisprudencia constitucional
"la facultad de valoración de la prueba aportada corresponde privativamente a los órganos jurisdic-
cionales ordinarios, por lo que el Tribunal Constitucional no puede pronunciarse sobre cuestiones que
son de exclusiva competencia de los jueces y tribunales ordinarios, menos atribuirse la facultad de re-
visar la valoración de la prueba que hubieran efectuado las autoridades judiciales competentes", ya
que el amparo constitucional tiene como finalidad concreta la protección de derechos y garantías fun-
damentales, cuando se constata su vulneración o amenaza, lesión que en el caso de autos no se presen-
ta. Así, las SSCC 1062/2003-R, 1033/2003-R, 993/2003-R, 710/2003-R y 1358/2003-R, entre otras.
111.4 El art. 407 CPP señala que el recurso de apelación restringida será interpuesto por inobser-
vancia o errónea aplicación de la ley; y que tratándose de defectos de procedimiento, el recurso solo
será admisible si el interesado ha reclamado oportunamente su saneamiento o ha efectuado reserva de
recurrir, salvo los casos de nulidad absoluta o vicios de la sentencia conforme a lo previsto por los arts.
169 y 370 CPP.
En el caso que se examina, los vocales de la Sala Penal co-recurridos, a tiempo de dictar el Auto
de Vista 30/2003 de 12 de abril, resolviendo la apelación restringida en contra de la Sentencia inter-
puesta por el recurrente, advirtieron que éste no reclamó oportunamente los defectos de procedimien-
to en el curso del juicio ni efectuó reserva de recurrir, por lo que circunscribieron su análisis respec-
to a la supuesta inobservancia o errónea aplicación de ley sustantiva, habiendo determinado con ple-
nitud de jurisdicción y competencia que el Tribunal a quo hizo correcta aplicación del art. 337 CP,
consecuentemente el declarar inadmisible el recurso de apelación, no han incurrido en acto ilegal al-
guno que justifique otorgar la tutela reclamada...".
En la misma línea jurisprudencial, la N9 1461/2002- de 28 de noviembre, arguyó que:
" ...En el caso que se examina, se constata que en el proceso penal que se sigue a instancias del Mi-
nisterio Público y querella de Susana Velásquez en contra de José Alvarez Villalba representado del re-
currente- por la supuesta comisión de los delitos de estupro agravado y abandono de mujer embaraza-
da, previstos por los arts. 309, 310-4) y 250 del Código Penal (CP), los vocales recurridos anularon
por Auto de 17 de septiembre de 2002, su similar de 10 de septiembre del mismo año que admitió el re-
curso de apelación restringida interpuesto por el imputado, con el argumento de que no se cumplió con
los requisitos exigidos por los arts. 407 y 408 CPP al haber omitido efectuar el reclamo del saneamien-
to oportunamente.
111.1 En este sentido, el art. 407 CPP prevé el recurso de apelación restringida, por inobservancia
o errónea aplicación de la ley, estableciendo que cuando el precepto legal que se invoque como inob-
servado o erróneamente aplicado constituya un defecto del procedimiento el recurso sólo será admisi-
ble si el interesado ha reclamado oportunamente su saneamiento o ha efectuado reserva de recurrir,
salvo en los casos de nulidad absoluta o cuando se trate de los vicios de la sentencia, de conformidad
a lo previsto por los art. 169 y 370 del mismo Procedimiento.
111.2 En el caso de autos, los presupuestos enunciados que hacen a su procedencia fueron cumpli-
dos por el imputado, quien en la audiencia del juicio oral, efectuó en forma oportuna la reserva de
recurrir, la que fue reiterada posteriormente, desvirtuando de esta manera el fundamento del Auto de
17 de septiembre de 2002 de haber sido omitida. De manera que constituyendo el fundamento de este
amparo, la nulidad del Auto que admite el recurso de apelación restringida, cumplido como ha sido el
saneamiento como la reserva de recurrir, se evidencia que las autoridades demandadas actuaron ile-
galmente al no haber dispuesto se imprima el trámite señalado por el art. 411 del nuevo Código de Pro-
cedimiento Penal que establece: "Recibidas las actuaciones, si se ha ofrecido prueba o se ha solicita-
do expresamente la audiencia de fundamentación, el Tribunal convocará a una audiencia pública den-
tro de los diez días de recibidas las actuaciones". "Concluida la audiencia o si no se convocó a la mis-

-151-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

ma, la resolución se dictará en el plazo de veinte días". Por el contrario, apartándose de dicha norma-
tiva aplican erróneamente el art. 406 del mismo cuerpo de leyes que es aplicable en los casos de ape-
lación incidental, teniendo presente que lo previsto por el art. 411 CPP párrafo tercero sólo es aplica-
ble para la recepción de prueba 111.3 Las autoridades demandadas, pretenden justificar su ilegal ac-
tuación amparándose en el at. 168 CPP, que dispone: "Siempre que sea posible el juez o tribunal, de
oficio o a petición de parte, advertido el defecto, deberá subsanarlo inmediatamente, renovando el ac-
to, rectificando el error o cumpliendo el acto omitido". El texto citado no constituye un fundamento vá-
lido pues no existe error que subsanar sino más bien que al haber declarado inadmisible un recurso de
apelación, contradiciendo su anterior resolución, han vulnerado el derecho a la seguridad jurídica pre-
visto por el art. 7.a) CPE, que significa "la garantía de la aplicación objetiva de la Ley, de tal modo
que los individuos saben en cada momento cuáles son sus derechos y sus obligaciones", consignados
en el art. 16.11.IV CPE que reconoce el derecho a la defensa y al debido proceso, reafirmados por los
arts. 8.1.2 inc. h), y 25.1.2) de la Convención Americana de Derechos Humanos o el Pacto de San Jo-
sé de Costa Rica, por cuanto la resolución cuestionada no es susceptible de los recursos previstos por
los arts. 401, 403 y 416 CPP, por no encontrarse dentro de los casos que señalan dichos preceptos.
El caso planteado, según se ha visto, se encuentra dentro de las previsiones y alcances del art. 19
de la Ley Fundamental, que ha instituido el amparo constitucional para precautelar los derechos y ga-
rantías fundamentales de las personas ante actos ilegales de funcionarios o particulares que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir tales derechos. Consiguientemente, el Tribunal de amparo
al declarar procedente el recurso aunque con distintos fundamentos, ha dado una correcta aplicación
al citado precepto constitucional..."

En sentido contrario, es decir, cuando no se trata de un defecto de procedimiento sino de


la errónea aplicación de la ley penal material, no es exigible el reclamo oportuno de sanea-
miento ni la reserva de recurrir, toda vez que como fluye de manera natural y lógica, el agravio no
surge a lo largo de la audiencia de juicio, sino, luego como resultado de la sentencia y a partir de
su emisión. Al respecto, la Sentencia Constitucional N 2 0954/2003-R de 8 de julio, cuya ratio de-
cidendi, sostiene:
"...El recurrente denuncia la vulneración de la presunción de inocencia y el derecho a la defensa
por parte de los recurridos, quienes declararon inadmisible su recurso de apelación restringida, efec-
tuando una interpretación errónea de la norma procesal que la regula, corresponde analizar en revi-
sión, si tales aseveraciones son ciertas, y si dan lugar o no a brindar la tutela que otorga el art. 19 CPE.
III. I El amparo constitucional ha sido instituido como un recurso extraordinario que otorga protec-
ción inmediata contra los actos ilegales y las omisiones indebidas de autoridades o particulares que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías fundamentales de la perso-
na, reconocidos por la Constitución y las Leyes.
111.2 El art. 407 CPP prevé el recurso de apelación restringida por inobservancia o errónea apli-
cación de la ley, estableciendo que cuando el precepto legal que se invoque como inobservado o erró-
neamente aplicado constituya un defecto del procedimiento, el recurso sólo será admisible si el intere-
sado ha reclamado oportunamente su saneamiento o ha efectuado reserva de recurrir, salvo en los ca-
sos de nulidad absoluta o cuando se trate de los vicios de la sentencia, de conformidad a lo previsto
por los art. 169 y 370 del mismo Procedimiento.
111.3 En la especie, consta que el recurrente interpuso el recurso de apelación restringida dentro
del plazo establecido por ley ante la supuesta inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva
y porque la sentencia se hubiera basado en hechos inexistentes o no acreditados o en valoración de-
fectuosa de la prueba. Por consiguiente, así formulado el recurso, no era exigible de ningún modo el
requisito de reclamo oportuno o reserva de recurso, como indebidamente interpretaron los recurri-
dos a tiempo de declarar la inadmisibilidad del recurso de apelación restringida, vulnerando el dere-
cho u la defensa del recurrente, entre cuyas manifestaciones se halla el de impugnar las resolucio-
nes que le causen agravio durante el desarrollo de un determinado proceso.
A propósito, el Tribunal Constitucional, a través de la SC 925/2001-R, afirma que "el derecho a re-
currir de un fallo ante el juez o tribunal superior, es universalmente reconocido y así lo establece el art.

-152-
Arturo Yañez Cortés

8, inciso h) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 22 de noviembre de 1969, dere-


cho inviolable del que la persona no puede ser privada por formalismos procesales".
En consecuencia, el Tribunal de amparo al haber declarado procedente el recurso, ha valorado co-
rrectamente los hechos e interpretado a cabalidad los alcances del art. 19 CPE ..."

¿Se puede correr en vista fiscal el recurso de apelación restringida?

Si bien la razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N 2 1868/2003 de 15 de diciembre


resulta en mi criterio también aplicable a cualesquier otro tipo de recursos previstos en el nuevo
sistema procesal penal, en el caso que nos ocupa, concerniente al de apelación restringida, se po-
ne de relieve la impropiedad de enviar el recurso en vista fiscal debido a la naturaleza de parte que
fruto del acusatorio, ostenta el Ministerio Público, constituyendo ese defecto, un error relativo, por
lo que puede ser subsanable.
" ...EI recurrente arguye que los Conjueces recurridos, al haber decretado "Vista Fiscal", incurrie-
ron en demora culpable y dictaron el Auto de Vista 162/2003 de 29 de abril, sin competencia al haber-
se excedido del plazo previsto en el art. 411 CPP. En ese sentido corresponde en revisión analizar si en
la especie se debe otorgar la tutela pretendida.
IILL En la problemática planteada por el recurrente se presentan dos situaciones para el análisis,
por una parte, el Conjuez Humberto Morales Rocha, en conocimiento del recurso de apelación restrin-
gida presentada por el recurrente, decretó "Vista fiscal" (sic) el 31 de marzo de 2003, sin tomar en
cuenta que el Código de procedimiento penal vigente, ya no establece esa figura, en razón a que el
Ministerio Público es actualmente parte en el proceso como acusador, cometiendo de esa manera un
defecto relativo. Sin embargo, el recurrente pudo oportunamente haber observado ese decreto por me-
dio de los recursos ordinarios que la Ley le confiere, al no haberlo hecho ha convalidado ese defecto
conforme dispone el art. 170 CPP, por consiguiente no puede reclamarlo por la vía del amparo...".

Sobre el juicio de reenvío y los principios del no bis in ídem


y de la prohibición de la reforma en perjuicio.
El art. 413 del NCPP (resolución del recurso) prevé la posibilidad de anular totalmente el juicio, dis-
poniendo su reenvío por otro juez o tribunal. Al respecto, la ratio decidendi de la Sentencia Consti-
tucional NI2 1799/2003 de 5 de diciembre, afirma que el juicio de reenvío no conculca el principio
universal del no bis in idem o prohibición de la persecución múltiple y además, que también en ese
caso, resulta de aplicación la regla de la prohibición de la reforma en perjuicio. También, se hacen
algunas precisiones sobre la anulación parcial del fallo.
"...El recurrente solicita protección a sus derechos a la seguridad jurídica y tutela judicial efecti-
va, por haberse violado los principios de cosa juzgada y non bis in idem, debido a que las autoridades
recurridas han dictado resoluciones por las que se desestimó la excepción de cosa juzgada que plan-
teó, con el argumento que la nulidad de la sentencia no es parcial al haber recaído sobre todos los su-
jetos procesales, ilegalidad con la que pretenden sustanciar en su contra un nuevo proceso sobre los
mismos hechos y sin considerar que existe en su favor una sentencia absolutoria ejecutoriada. En con-
secuencia, en revisión de la resolución del Tribunal de amparo, corresponde dilucidar si tales extremos
son evidentes y si constituyen actos ilegales y/u omisiones indebidas, lesivas a los derechos fundamen-
tales y/o garantías constitucionales referidos, a fin de otorgar o no la tutela solicitada.
III. I Con relación a la garantía del principio non bis in idem, consagrado en la norma del art. 4
CPP y su vinculación con la norma del art. 413 CPP que regula la función del Tribunal de alzada de
anular total o parcialmente una sentencia, cuando constata que el inferior no observó la ley o la apli-
có erróneamente, este Tribunal en SC 727/2003-R de 3 de junio, ha manifestado lo siguiente:
"Sobre la supuesta violación al principio non bis in idem.- Bajo la rúbrica de "Persecución penal
única", el art. 4 CPP, consagra la garantía del non bis in idem, cuando señala que "Nadie será proce-
sado ni condenado más de una vez por el mismo hecho, aunque se modifique su calificación o se ale-
guen nuevas circunstancias". Del contenido del precepto glosado, se extrae que la norma no prohibe

-153-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

el desarrollo de un nuevo juicio oral (...) a consecuencia de la nulidad determinada por un Tribunal
Superior en la función de control de la correcta aplicación de la norma, que la ley le asigna; dado
que, la realización de un nuevo juicio oral no comporta la realización de un nuevo proceso, por cuan-
to el primero es sólo una fase del segundo". Del entendimiento jurisprudencial referido se tiene que el
principio non bis idem -según el cual se prohibe a las autoridades investigar, juzgar o condenar a una
persona más de una vez por el mismo hecho respecto del cual ya se tramitó un proceso y se pronunció
una decisión final- no se vulnera como emergencia de una resolución de un recurso de apelación res-
tringida, que ha dispuesto la anulación total o parcial de una sentencia y ha ordenado la reposición
del juicio por otro tribunal vía reenvío; por cuanto ello no implica que vuelva a tramitarse todo el
proceso, es decir las tres partes que lo componen (preparatoria, intermedia y juicio propiamente di-
cho), sino sólo una de ellas que es la última y relativa al juicio oral que por si sola y desde ningún
punto de vista puede comportar la realización de un nuevo proceso.
En el caso que motiva la presente acción extraordinaria, a tiempo de resolverse el recurso de ape-
lación restringida se dispuso la anulación de la sentencia y su reposición ante otro tribunal, en cumpli-
miento a esa determinación los jueces recurridos como miembros del Tribunal Cuarto de Sentencia dic-
taron nuevo auto de apertura de juicio contra el recurrente y otros, el primero que al considerar que su
persona no puede ser nuevamente procesada por haber sido absuelto en la primera sentencia ejecuto-
riada, planteó excepción de cosa juzgada que luego de ser rechazada lo motivó a plantear este ampa-
ro indicando haberse vulnerado el principio non bis in idem. Conforme al entendimiento jurispruden-
cia! mencionado, el criterio del recurrente es totalmente equivocado, pues como emergencia de la
anulación dispuesta en la resolución de la apelación restringida, no vuelve a tramitarse en su contra
(ni en la de los otros acusados) un nuevo proceso penal, sino la última parte del mismo que es la re-
lativa al juicio oral y público, vale decir que no se quebranta la norma contenida en el art. 4 CPP, se-
gún la cual "Nadie será procesado ni condenado más de una vez por el mismo hecho" y con ello me-
nos se desconoce el principio non bis in idem.
111.2 Con relación al argumento del recurrente en sentido de que su persona no planteó recurso
de apelación restringida por haberse dictado a su favor una sentencia absolutoria que k fue favora-
ble y que por ello no le alcanzarían los efectos de la decisión de anulación de sentencia, correspon-
de manifestarse que es cierto lo afirmado por el recurrente en sentido de que su persona no fue quién
planteó recurso de apelación, pero no es menos cierto que la anulación dispuesta no es parcial, co-
mo entiende equivocadamente el recurrente, pues en esa decisión no se dispuso el reenvió discrimi-
nando los procesados que apelaron de los que no apelaron. Además debe tenerse presente la afirma-
ción realizada por el recurrente, en sentido de que no puede desconocerse los beneficios que le otor-
garon en la sentencia que se anuló, con lo que se habría vulnerado el art. 413 CPP, cuyo párrafo ter-
cero expresa: "cuando el recurso haya sido interpuesto sólo por el imputado o, en su favor, en el jui-
cio de reenvío no se podrá imponer una sanción más grave que la impuesta en la sentencia anulada,
ni desconocer los beneficios que en esta se hayan otorgado". Este Tribunal, en este recurso de ampa-
ro constitucional, se encuentra imposibilitado de establecer los alcances e interpretación de esa norma
respecto al caso concreto, pues esa labor deberá ser cumplida en primer lugar por las autoridades ju-
diciales ordinarias competentes las que en su oportunidad, vale decir a tiempo de dictar nueva senten-
cia en el juicio de reenvío, deberán tener en cuenta todas las disposiciones jurídicas aplicables y que
forman parte de nuestro ordenamiento jurídico.
111.3 Finalmente no podría dejarse de considerar el argumento del recurrente en sentido de que la
Sentencia 001/2002 de 22 de marzo -que dispuso a su favor la absolución de culpa y pena- no fue ape-
lada ni por el Fiscal tampoco por el acusador particular, razón por la que el 7 de mayo de 2002 el Tri-
bunal Segundo de Sentencia declaró la sentencia ejecutoriada en su favor, pero pese a existir una sen-
tencia absolutoria ejecutoriada se tramita en su contra un nuevo proceso. La Resolución de 7 de mayo
de 2002 no fue adjuntada por el recurrente al expediente; sin embargo, la existencia de la misma en un
determinado momento (antes de que se haya dispuesto la anulación de la sentencia) no ha sido desco-
nocida por las autoridades recurridas, razón por la que se pasa a realizar las consideraciones que se
detallan seguidamente.
Debe tenerse en cuenta que la anulación de la sentencia fue por un defecto procesal contemplado
en el art. 370 inc. 11) CPP con relación al art. 169.3) del mismo cuerpo adjetivo de la materia, defec-

-154-
Arturo Yañez Cortés

to absoluto que no era susceptible de ser convalidado, razón por la que se dispuso la anulación y se or-
denó la reposición del juicio por otro tribunal; anulación y reposición que implica que nuevamente se
realice una de las etapas del proceso, relativa al juicio oral en toda su extensión.- actos preparatorios,
sustanciación del juicio o debate y nueva sentencia, quedando sin efecto jurídico todos los actos y de-
cisiones que se dictaron antes y como consecuencia de la primera sentencia que fue anulada, retrotra-
yéndose el juicio al momento de iniciarse uno nuevo; es decir que la emisión de la Resolución de 7 de
mayo de 2002 quedó sin valor y dejó de tener existencia jurídica, razón por la que mal puede el recu-
rrente apoyarse en la misma para pedir protección, que por las razones ampliamente expuestas no es
viable otorgársele.
En consecuencia el Tribunal del recurso, al haber declarado improcedente el amparo, ha dado una
correcta aplicación al art. 19 CPE...".

Respecto de la apelación restringida contra la sentencia que concede


el beneficio de la suspensión condicional de la pena.

Se trata en consecuencia, de un caso en el que además, de resolver sobre la culpabilidad del im-
putado, al mismo tiempo, le concede el beneficio citado, en cuyo supuesto, la razón de la decisión
de la Sentencia Constitucional N 2 1751/2003 de 1 de diciembre, considera que puede impugnar-
se mediante apelación incidental.
" ...Finai ,ente, respecto al recurso de apelación interpuesto contra la sentencia que concede la
suspensión ce,. ‘ ,1 icional de la pena -que a juicio de los recurrentes no procede- corresponde señalar, que
haciendo una interpretación sistémica de la normativa procesal vigente, las partes que intervienen en
el proceso, tienen el legítimo derecho de impugnar las resoluciones que dicten los jueces o tribunales
respecto a las resoluciones a la suspensión condicional de la pena, teniendo en cuenta que el art. 20 de
la Ley de Fianza Juratoria a tiempo de modificar el art. 284 CPP 1972, en su parte in-fine, expresa-
mente determina que procede la apelación de las sentencias -ente otras- que resuelven la suspensión
condicional de la pena, norma procesal que al no ser contraria a otras es de aplicación, por otra par-
te el art. 365 CPP faculta al Juez o Tribunal, si corresponde, a tiempo de dictar sentencia condenato-
ria, determinar la suspensión condicional de la pena, la que es susceptible de apelación restringida en
función a lo dispuesto por el art. 407 parte in-fine; asimismo en caso de que la suspensión condicio-
nal de la pena fuese determinada en ejecución de sentencia es también susceptible de apelación, en
la vía incidental por previsión expresa del art. 432 CPP, y lo que es más, conforme disponen los arts.
518, 219 y 225-5) de su homólogo civil; todas las resoluciones dictadas en ejecución de sentencia, son
susceptibles del recurso de apelación, disposiciones legales que al no oponerse a otras en el ámbito
procesal penal son de aplicación; consecuentemente, no se puede privar del derecho que tienen las
partes que intervienen en el proceso, de impugnar esta resolución, a fin de que en las emergencia de
un proceso fenecido se observen las disposiciones legales y se respeten sus derechos...".

En relación con el efecto suspensivo de la apelación restringida.


En el siguiente caso, la doctrina constitucional contenida en la Sentencia N 2 1691/2003-R de 24
de noviembre, pone de relieve que la concesión de la apelación restringida es en efecto suspensi-
vo y sus emergencias, entre las cuales, destaca que lo resuelto en la sentencia impugnada, no pue-
de ser aún ejecutado.
"...En el caso que se examina, la Sentencia por la cual se suspende condicionalmente la pena im-
puesta al recurrente, fue impugnada a través de un recurso de apelación restringida, el cual conforme
a las reglas previstas en el art. 396.1) CPP tiene efecto suspensivo, motivo por el cual dicha Resolu-
ción no se encuentra ejecutoriada, por lo que aún no le corresponde al beneficiado cumplir las obli-
gaciones impuestas en la misma, ya que ello sólo será posible cuando la Sentencia haya adquirido la
calidad de cosa juzgada.
Consiguientemente, el eventual incumplimiento por parte del recurrente a las reglas de conducta
impuestas en una Sentencia que no se encuentra ejecutoriada, no pueden acarrearle consecuencia al-

-155-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

guna, menos la privación de su libertad. Por ello, la exigencia de que todos los lunes se presente al Juz-
gado a 'firmar asistencia", constituye un acto arbitrario de los recurridos que desconocen el princi-
pio de presunción de inocencia consagrado por el art. 16.1 CPE, situación que se agrava al haberse ex-
pedido mandamiento de condena, y como consecuencia de ello procedido a la detención del actor, por
inobservancia a lo dispuesto en una Sentencia que no tiene aún el valor de cosa juzgada por encontrar-
se pendiente de resolución el recurso de apelación restringida que ha sido interpuesto, habiéndose aten-
tado así contra su derecho a la libertad, en franco desconocimiento de los preceptos contenidos en los
arts. 16.1V de la Ley Fundamental y 1 CPP que establecen: "Nadie será condenado a sanción alguna
si no es por sentencia ejecutoriada (...)".

¿Cuáles son los alcances del juicio de reenvío y sus emergencias?

En ejercicio de la facultad prevista en la primera parte del art. 413 del NCPP, ante la imposibilidad
de reparar directamente la inobservancia de la ley procesal o la errónea aplicación de la ley penal
material, le corresponde al tribunal de alzada anular la sentencia y ordenar la reposición del juicio
por otro juez o tribunal, lo que implica la imposibilidad de simplemente anular la sentencia y preten-
der que sea otro juez o tribunal el que dicte una nueva, puesto que ello acarrearía la vulneración
de por lo menos, el principio de inmediatez sino también el de continuidad. Al respecto, se tiene la
Sentencia Constitucional N' 1606/2003-R de 10 de noviembre, cuya ratio decidendi, afirma:

"...Por su parte, el art. 413 CPP respecto a la resolución del recurso señala que cuando no sea po-
sible reparar directamente la inobservancia de la ley o su errónea aplicación, el tribunal de alzada anu-
lará total o parcialmente la sentencia y ordenará la reposición del juicio por otro juez o tribunal.
111.2 En el caso que se examina, los vocales recurridos al disponer la anulación total del juicio y su
reenvío al juez llamado por ley, por interpretación errónea del art. 164 CP hecha por el "a-quo" (apli-
cación errónea de la ley sustantiva), no han incurrido en acto ilegal alguno, sino que han actuado den-
tro del marco de sus atribuciones legales, puesto que contrariamente a lo sostenido por la recurrente,
la anulación de todo el proceso se justifica por el hecho de que, conforme a la nueva normativa pro-
cesal penal vigente, las sentencias deben ser dictadas inmediatamente después de la deliberación, de
lo contrario se desnaturalizaría el juicio oral (art. 123 CPP), además que en este caso, la nueva sen-
tencia, no puede ser sino resultado de dicha deliberación, por ello es inadmisible la pretensión de la
actora de que únicamente se anule la sentencia apelada.
De otro lado, la realización del nuevo juicio no implica vulneración al principio de "non bis in
idem" invocado por la recurrente, conforme al entendimiento jurisprudencial contenido en la SC
0727/2003-R de 3 de junio, ello no está prohibido por el art. 4 CPP que consagra ésta garantía, es así
que la Sentencia señala: "Del contenido del precepto glosado, se extrae que la norma no prohibe el de-
sarrollo de un nuevo juicio oral (en el caso de autos, circunscrito a la determinación judicial de la pe-
na) a consecuencia de la nulidad determinada por un Tribunal Superior en la función de control de la
correcta aplicación de la norma, que la ley le asigna; dado que, la realización de un nuevo juicio oral
no comporta la realización de un nuevo proceso, por cuanto el primero es sólo una fase del segundo;
consiguientemente, no se aprecia violación alguna a la garantía invocada".
En cuanto a que la apelante no hubiere solicitado oportunamente el saneamiento procesal y que el
tribunal de alzada hubiese compulsado prueba, ello no es evidente, pues se debe tener presente que
conforme se expresó "ut supra", en la especie se trata de aplicación errónea de ley sustantiva, mien-
tras que dicho reclamo es pertinente cuando se trata de defectos procedimentales; en tanto la prue-
ba presentada por la apelante fue rechazada...".

El verificativo de las audiencia de fundamentación oral y recepción


de prueba, ¿son obligatorios?

En la razón de la decisión de la Sentencia Constitucional 1176/2004-R de 29 de julio, se sos-


tiene que no, sino se encuentran sometidos a los presupuestos señalados a continuación:

-156-
Arturo Yañez Cortés

"...111.3. Finalmente, en cuanto al señalamiento de la audiencia para la limdamentación oral y la


recepción de prueba, cabe aclarar que en ambos casos el verificativo de la audiencia no constituye un
actuado obligatorio e ineludible, por el contrario, quien interpone el recurso, en el primer caso, a
tiempo de la interposición del mismo debe manifestar si fundamentará oralmente su recurso para que
el Tribunal de apelación señale audiencia y, en el segundo, el tribunal señalará la audiencia corres-
pondiente si lo estima necesario y útil. Así se colige de la previsión de los arts. 408 in fine, 410 con-
cordante con el art. 406 del CPP. En el caso en análisis, los recurrentes a tiempo de interponer el re-
curso de apelación restringida no manifestaron que fundamentarían oralmente su recurso para que el
Tribunal de apelación se vea compelido a señalar la audiencia y menos demostró que hubiera ofrecido
prueba...".

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-157-
CAPITULO SEPTIMO

EL RECURSO DE CASACION

7.1. GENERALIDADES
Casación deriva del verbo "casar" (caso, casare) que significa anular, quebrar, caer o derribar al-
guna cosa. Según Daniel GONZÁLES y Mario HOUED', la anterior significación es sumamente im-
portante porque denota desde ya, que el acogimiento de este recurso origina la anulación del fallo
y no propiamente su revocatoria.
Algunos autores, como por ejemplo Fernando DE LA RÚA 2 , para encarar su estudio aconsejan de-
limitar claramente sus límites procesales, esto es su naturaleza como medio de impugnación dedi-
cado al examen de los errores de derecho y así separarlo de sus connotaciones político —institu-
cionales, es decir la función de uniformar la jurisprudencia para asegurar la unidad del derecho ob-
jetivo y ejercer control sobre los jueces. Sin embargo, atendiendo al propósito de este mi trabajo,
trataré de abordar ambos aspectos.
7.2. ORIGEN Y EVOLUCION DEL RECURSO DE CASACION
Uno de los autores que más ha contribuido al estudio de la institución, CALAMANDREI 3 , se remon-
ta los precedentes más mediatos del recurso de casación a un periodo que abarca tres etapas: a)
en el Derecho Romano, que se asentaba en la idea que una sentencia injusta por error de derecho
se estimada más gravemente viciada que la injusta por un error de hecho; b) cuando se conside-
ró que las partes debían tener un remedio diverso de los demás establecidos para el caso de una
simple injusticia; y c) en el llamado Derecho intermedio (dentro del desarrollo del Derecho Roma-
no) cuando se incorporan los errores in procedendo como motivos del recurso.
Coincidentemente, el boliviano Pastor ORTIZ MATOS' identifica al primer antecedente de la casa-
ción en el derecho romano, concretamente en la nulidad de las sentencias, mediante a) la "Resti-
tutio" creada para enervar los efectos lesivos de los contratos, idea que fue llevada al derecho pro-
cesal otorgando poder al pretor para enervar los efectos lesivos de un fallo; y b) la nulidad de las
sentencias cuando se comprobaba que padecían faltas en la constitución o en el desarrollo de la
relación procesal. En época posterior, aparece también la c) "Apellatio suplicatio" que sólo proce-
día contra sentencias definitivas y era resuelta por el magistrado superior.
Sin embargo, la mayoría de la doctrina sobre el tema -incluido el propio CALAMANDREI que deno-
mina al Consejo que veremos luego como el "arquetipo de la casación"-, concuerdan situar al ver-
dadero origen de la institución en las denominadas "Instituciones del Derecho Francés", propiamen-
te en el denominado "Conseil des parties" (Consejo de las Partes) aparecido como una sección del
antiguo "Conseil du Roi" (Consejo del Rey), de este Consejo se había desprendido el llamado "Con-
seil étroit o privé" , hasta que en 1578 se dividió en dos: el Consejo de Estado encargado de los
asuntos políticos y el Consejo de las partes concebido para la resolución de los asuntos judiciales;
los que mantuvieron su autonomía hasta la Revolución Francesa. Al respecto, DE LA RÚA citando
a CALAMANDREI afirma que "...en la lucha librada en Francia entre el poder real y los parlamentos,
un arma frecuente utilizada por el soberano para paralizar los intentos de ingerencia de estos, fue
la de anular de son propre mouvement los actos llevados a cabo por tales parlamentos en ocasión
de ejercer sus funciones jurisdiccionales y que en cualquier forma pareciesen contrarios a su vo-
luntad; y especialmente anuller, passer, sus sentencias cuando siendo contrarias a las ordenanzas,
edictos y declaraciones regias, debían considerarse nuls et de nul effet etl valeur..."

1 GONZALES, Daniel y HOUED Mario "Algunas consideraciones sobre la evolución de la casación penal" en "Revista de la Aso-
ciación de Ciencias Penales de Costa Rica" , Septiembre 1995, año 7, N2 10
2 DE LA RUA, Fernando. "El Recurso de Csación" Víctor P. de Zavalía — Editor. Buenos Aires; 1968
3 CALAMANDREI, Piero. "Casación Civil", EJEA Editores, Buenos Aires; 1959.
4 ORTIZ MATOS, Pastor. "El Recurso de Casación en Bolivia" Editorial Judicial, Corte Suprema de Justicia, Sucre — Bolivia;
1997

-159-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Es importante destacar claramente como lo hace ese autor, que el Consejo de las Partes cumplía
funciones políticas en interés del rey y también actuaba como un verdadero órgano jurisdiccional
aunque carecía de la función -diríamos moderna- de unificación de interpretación judicial y claro es-
tá, de independencia, ya que no debemos olvidar que durante esa época, todavía las funciones po-
líticas, legislativas y judiciales estaban concentradas en poder del soberano.
Producida la Revolución Francesa (1789) sus vencedores proclamaron la total desvinculación de
las nuevas instituciones con las del ancien regime, suprimiendo el Consejo de las Partes, aunque
la esencia que había inspirado el surgimiento de aquel Consejo como contralor de la legalidad y jus-
ticia se mantuvo, pero ahora con el nombre de Tribunal o Corte de Casación, creado según decre-
to de 27 de noviembre -1 de diciembre de 1790 que magnificaba la omnipotencia de la ley y la
igualdad de todos los ciudadanos frente a la misma.
Lo anterior constituye un reflejo obvio de las ideas revolucionarias inspiradas en los textos de MON-
TESQUIEU y ROSSEAU que consideraron el concepto de la ley a la jerarquía máxima de los valores
filosóficos de la época, de donde se explica la desconfianza de la actividad desplegada por los jue-
ces en su interpretación, surgiendo así entonces la moderna concepción del recurso de casación.
En ese marco es que nace el Tribunal de Casación, aunque cabe advertir que esta corte no fue ca-
balmente un órgano judicial, sino un organismo que actuó junto con la asamblea legislativa, para
así impedir a los tribunales que bajo el pretexto de interpretar las leyes invadieran las funciones
que la correspondían privativamente a esta.
Los autores citados, advierten que la idea original de los legisladores revolucionarios fue concebir
el instituto de la casación como órgano de control constitucional, al lado del poder legislativo, pa-
ra esencialmente prevenir las desviaciones de los jueces del texto de la ley, ya que ello era consi-
derado como una intromisión a la esfera de actuación del poder legislativo y por tanto, un quebran-
to de la separación de poderes.
En ese sentido, algunos autores como César SAN -FÍAS BALLESTER 5 manifiesta que el recurso en
estudio no ha sido establecido para satisfacer entre las partes el deber práctico de la justicia, ni
para dar a cada uno lo suyo, sino para defender la ley, por lo cual afirma que: "...el recurso de ca-
sación crea una especie de álgebra legal por medio de la jurisprudencia, por lo cual puede afirmar-
se que el tribunal de casación no juzga del derecho del litigante, sino del derecho de la ley. El re-
curso de casación es un litigio entre la ejecutoria y la ley: el tribunal de casación no juzga el plei-
to, sino la sentencia ejecutoria...", posición que como se verá más adelante, ya ha sido actualmen-
te superada por la doctrina.
Para Fernando DE LA RÚA', en la práctica se fue consolidando la verdadera fisonomía de la institu-
ción que nos ocupa, transformándose en un verdadero órgano público colocado en la cúspide de
las jerarquías judiciales, lo que llevó en reconocimiento a esa su naturaleza a que fuera denomina-
da como Corte de Casación: "...más allá de las declaraciones y recelos, el Tribunal fue cumplien-
do una verdadera y propia función jurisdiccional que nuevas ideas, a la luz de los errores origina-
les, esclarecieron y precisaron aún más...".
Bajo esa denominación entonces, es que se consagra definitivamente hasta nuestros días el carác-
ter jurisdiccional del órgano y su contenido como medio de impugnación otorgado a las partes en
remedio de los defectos del proceso o, en palabras de DE LA RÚA: "...la diferencia que se quiere
ver entre el Tribunal y la Corte reconociendo al primero sólo la función negativa de anulación, y su-
mándole a ésta la positiva de unificar la jurisprudencia, sucumbe ante la disparidad de los términos
usados para el razonamiento: mientras la anulación es una función reglada por la ley, perfecciona-
da en la Corte, la tarea de uniformación del derecho está fuera de la ley, presente sólo en la vo-
luntad del legislador, pero fuera y más allá del proceso...".

5 SENTIAS BALLESTER, César "Tratado Práctico del Recurso de Casación", Editorial "Nereo", Barcelona; 1963.
6 Obra citada.

-160-
Arturo )(aljez Cortés

Luego, a través de las otras naciones europeas y claro está, posteriormente mediante la influencia
que ejercieron en América, los americanos adoptamos en nuestras legislaciones la institución que
nos ocupa, conservando sus elementos fundamentales delineados por la doctrina y tradición fran-
cesa. Entre las primeras está España, donde el antecedente más remoto sobre el recurso de ca-
sación se lo encuentra en la Ley del Fuero Juzgo (Ley 28, Título I, Libro 2 2) que permitía al magis-
trado "deshacer las sentencias en determinados casos" y posteriormente, en la Ley dada por Don
Juan de Segovia en 1390 que admitió el recurso de segunda suplicación registrado en los juicios
fenecidos en segunda instancia en revista. La ley disponía las condiciones de ese recurso y esta-
bleció que para suplicar ante el Rey, era necesario que los pleitos sean cuantiosos. Cervantes se-
ñala que ese recurso fue sancionado en 1700 mediante la Novísima Recopilación, con el nombre
de "rehuso de injusticia notoria por haberse juzgado lo que resultaba contra autos" o "infringiendo
notoriamente las disposiciones del derecho".'
Es precisamente de la legislación española, de donde nuestro país adoptará importantes bases pa-
ra organizar nuestra propia estructura jurídica que ha pervivido hasta la actualidad.
Tomando como base lo señalado por el autor boliviano Pastor ORTIZ MATOS' que divide el desa-
rrollo histórico de la casación en períodos, en nuestra materia habría que identificar ese proceso
rescatando por lo menos los iniciales; es decir, el primero que abarca desde la Constitución de Cá-
diz (19 de marzo de 1812), la declaración de independencia (1825) y la aprobación de nuestra pri-
mera Constitución Política del Estado (1826). La primera norma, estableció Tribunales de justicia
en lo criminal y civil y creó el Tribunal Supremo de Justicia, con la atribución de conocer de los re-
cursos de nulidad que se interpongan contra las sentencias dadas en última instancia para el pre-
ciso efecto de reponer al proceso, encargándoles a las Audiencias de ultramar -entre las que se
encontraba la Real Audiencia de Charcas- conocer los recursos de nulidad. Producida la indepen-
dencia, el 19 de noviembre de 1826 se sanciona nuestra primera Constitución denominada Boliva-
riana, que en su art. 110 -9) atribuye a la Corte Suprema de Justicia competencia para conocer los
recursos de nulidad contra las sentencias dadas en última instancia por las Cortes de Distrito.
El segundo periodo que va desde la Constitución Bolivariana y el Código de Procederes Santa Cruz,
se encuentra caracterizado esencialmente por éste instrumento legal que rigió tanto para materia
criminal como civil, aunque, como hace precisa Waldo MOLINA' antes debiera considerarse la de-
nominada "Ley de Procedimientos para la Administración de Justicia en la república Boliviana" de
8 de enero de 1827, que se constituyó en el primer Código de procedimientos de nuestra nacien-
te república.
Posteriormente, el 6 de noviembre de 1832 en la sala de sesiones del Congreso en Chuquisaca se
sanciona el Código de Procederes Santa Cruz'', el que es decretado con esa denominación el 11
de marzo de 1833 en el palacio de gobierno de Chuquisaca, destinado a regir desde el siguiente
2 de abril. Su art. 1061 señala que la Corte Suprema de Justicia es el tribunal competente para
conocer: "...de los recursos de nulidad que se interpongan contra las sentencias de las cortes su-
periores y tribunales especiales que causen ejecutoria...".
Sus arts. 1265 y siguientes, contemplaban la apelación o alzada definiéndolo genéricamente co-
mo un recurso ordinario que la ley concede a todo litigante, cuando ha recibido algún agravio por
la sentencia del juez inferior, para reclamar de ella ante el tribunal superior; mientras que a partir
de sus arts. 1338 y siguientes, se contempla el modo de proceder en segunda instancia, siendo
la causa criminal, dividiendo su trámite según sea a instancia de parte (art. 1338) o de oficio (art.
1343) aunque en ambos casos se advierte nítidamente la exigencia de expresión de agravios, la
posibilidad de producir prueba y especialmente la disposición contenida en su art. 1350 en senti-

7 ORTIZ MATOS, Pastor. Obra citada, página 27.


8 ORTIZ MATOS, Pastor. Obra citada, páginas 39 y siguientes.
9 MOLINA GUTIERREZ, Waldo. "Recursos de Casación y Nulidad en la Legislación Boliviana". Editorial Jurídica "legada", La
Paz; 1995, páginas 121 y siguientes.
10 Imprenta "Pace et Justitia", 1833; Sucre.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

do que: "...no habrá lugar al recurso de nulidad de las sentencias de segunda instancia, cuando
sean conformes de toda conformidad a las de primera...".
En el título III "De los recursos extraordinarios" del libro 4 "De la segunda y tercera instancia", Capí-
tulo uno del Código analizado, se encontraban las disposiciones relativas a la nulidad (adviértase que
el término casación no aparece aún en nuestra incipiente legislación de la época) y su art. 1410,
definía al recurso de nulidad de la siguiente manera: "...el medio extraordinario y último que la ley
reserva a favor de los litigantes, para que puedan quejarse cuando han perdido sus pleitos, porque
los jueces o tribunales, al conocer de ellos, infringieron alguna ley expresa y terminante...". El re-
curso en estudio sólo podía admitirse de la sentencia que cause ejecutoria y cuando el que lo inter-
ponía señalaba la ley o leyes quebrantadas y las fojas del proceso en que aparecía el agravio (art.
1411); declarando la norma que -entre otros- no había lugar al recurso en los procesos criminales
cuando la segunda sentencia sea conforme en todas sus partes con la de primera instancia (art.
1412 inc. 3') o también de las sentencias definitivas o interlocutorias, de que pudiéndose haber ape-
lado o suplicado, no se interpuso en tiempo uno de estos recursos ordinarios (art. 1413 inc. 32).
El término fatal que no admitía prórroga ni restitución para interponerlo era de 8 días que corrían
desde el momento de la notificación, todo el que pretendía usarlo debía prestar de antemano fian-
za saneada de 50 pesos si era contra sentencia del juez de letras y de 150 pesos si era contra al-
gún tribunal especial y de 300 pesos si era contra una sentencia de corte superior, aunque queda-
ba exceptuado de esa condición "...los pobres de solemnidad declarados y los indígenas particu-
lares..." (art. 1416).
Debía ser interpuesto ante el mismo tribunal o juez que pronunció la sentencia, expresando los mo-
tivos en que se fundaba, debiendo además el escrito ser firmado por: "...abogado conocido..."
(art. 1418). El recurso era resuelto según su arts. 1421 — 1422 en una vista en la que el escriba-
no de cámara leía los escritos de los recurrentes y de todas las partes del proceso que se hubie-
ran citado como puntos de infracción de la ley y luego el tribunal pronunciaba el auto respectivo,
el que declaraba sí había o no la nulidad (art. 1424). Sí la declaraba, se reponía el proceso al es-
tado en que aquella tuvo lugar con la responsabilidad respectiva, caso contrario, habiendo decla-
rado no haber la nulidad (art. 1425) se imponía responsabilidad al abogado del recurrente con la
pérdida de la cantidad afianzada.
Finalmente, su art. 1428 preveía que: "...cualquiera corte que en el examen de las causas que le
pertenecen, encontrare vicios que anulen el proceso por haberse faltado a alguna ley expresa, de-
berá reponerlo al estado en que se noten, aunque no se hubiese dicho de nulidad...".
7.3. FUNCIONES DEL RECURSO DE CASACION
Comienzo transcribiendo algunas posiciones doctrinales:
Así, FENECH" señala que: "...a diferencia de los tribunales de tercera instancia, el de casación tie-
ne una finalidad, al menos en su original aspecto histórico, metaprocesal, a saber la defensa de la
ley; y con ella del poder legislativo, frente a los tribunales de justicia como representantes del Po-
der Judicial, siendo su misión esencial y primordial garantizar la separación del Poder Legislativo
y del Poder Judicial, controlar éste y mantener la unidad de jurisprudencia, misión ésta que ha si-
do a través de su historia adoptada a las necesidades de cada momento histórico hasta llegar a
la concepción actual cuya finalidad está integrada por el control meramente jurídico del procedi-
miento y de la decisión de un tribunal penal para establecer si la aplicación de la ley al hecho nor-
malmente inatacable declarado probado se ha efectuado de un modo jurídicamente correcto tan-
to desde el punto de vista del derecho material como desde el derecho procesal penal...".
Mientras, para MANZINF 2 la casación debe circunscribirse a ejercitar un control técnico jurídico del
fallo, ya que es el único que al final servirá como criterio unitario para la resolución de futuros ca-
sos con caracteres similares. Criterio también compartido por Ernest BELING.
11 FENECH, Miguel "Derecho Procesal Penal", Madrid, Editorial "Labor" S.A., 1952
12 MANZINI, Vicenzo. "Tratado de Derecho Procesal Penal" Buenos Aires, Editorial Jurídica Europa — América.

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Arturo Yañez Cortés

Para Alcalá ZAMORA Y CASTILLO" este recurso cumple una doble finalidad: tutelar el interés públi-
co al tratar de mantener la exacta observancia de la ley, que presumiblemente se quebranta en el
fallo recurrido, procurando que el Poder Judicial juzgue rectamente los casos que le toca resolver
sin mal interpretar la norma jurídica, respetando las disposiciones procesales y aplicando las leyes
uniformemente; en suma, se satisfaga el interés estatal en asegurar la exacta observancia de la
ley en la administración de justicia; mientras que también trata de proteger los derechos de las par-
tes, de darles la posibilidad de impugnar ante el tribunal superior, el fallo que consideran que les
causa perjuicio, buscan que se les repare esos perjuicios sufridos. En consecuencia, la casación
tendría según el autor citado una doble finalidad ya que las partes encuentran en ella un instrumen-
to para la defensa de sus derechos (ius litigatoris) y el Estado, por obra del tribunal de casación,
mantiene la unidad del orden jurídico (ius constitutionis).
Como vimos, el argentino Fernando DE LA RÚA sostiene que la función política de uniformar la ju-
risprudencia es la finalidad esencial del recurso de casación. No obstante, señala que es una fun-
ción extraprocesal, ya que se ubica fuera del recurso mismo como un fin inmediato que se encuen-
tra implícito dentro del instituto jurídico.
El también argentino CLARÍA OLMEDO" identifica estas dos finalidades de la casación: 1) el man-
tenimiento del orden jurídico penal por el tribunal único que en definitiva aplicará el derecho y, 2)
la defensa de los derechos individuales y el afianzamiento de las garantías de libertad y de igual-
dad.
Por su parte, CAFFERATA NORES señala que el recurso de casación tiene un propósito unificador
de las interpretaciones jurisprudenciales, mediante la actuación de un mismo tribunal superior que
controla la interpretación de la ley sustantiva o procesal en cada caso sometido a su competencia
funcional.
VESCOVI I5, afirma que "...luego de una revolución histórica en la cual se ha producido alguna alte-
ración de sus finalidades esenciales, hace ya más de un siglo que la más relevante doctrina sobre
el tema asignaba a nuestro instituto estas dos finalidades esenciales: la defensa del derecho obje-
tivo y la unificación de la jurisprudencia...".
Para el español GIMENO SENDRA 16 , el recurso de casación penal: "....tiene una función predomi-
nantemente parciaria en el sentido de que principalmente tiende a defender los intereses y dere-
cho de las partes procesales, aunque es cierto que con él se persigue una clara función de pro-
tección o salvaguarda de las normas del ordenamiento jurídico (función nomotiláctica) y unificado-
ra de la jurisprudencia en la interpretación y aplicación de las normas jurídicas...."
En similar sentido, la doctrina española representada por Vicente José MARTINEZ PARDO' sostie-
ne que los fines primordiales de la casación son: a) la revisión o control de la aplicación de la ley
hecha por los tribunales de instancia; y b) la unificación de criterios jurisprudenciales, remitiéndo-
se a GIMENO SENDRA para señalar que la principal misión del Tribunal Supremo español es asegu-
rar la vigencia del principio de igualdad, de forma que todo ciudadano tenga la certeza y seguri-
dad que la norma procesal y material será efectivamente aplicada por igual en todas y cada una
de las secciones de las audiencias provinciales que integran ese país. Finalmente, aquél autor aña-
de a la doble función citada, otra, c) que radica en velar por el cumplimiento de las garantías cons-
titucionales.
En conclusión, podemos advertir que tradicionalmente se le ha atribuido una función política a par-
tir precisamente de su origen ya analizado, es decir, para preservar la autoridad del legislador y la

13 ALCALA ZAMORA Y CASTILLO, Niceto "Derecho Procesal Penal" Buenos Aires, Editorial "Guillermo Kraft Ltda"; 1945.
14 CLARIA OLMEDO, Jorge. "Enciclopedia Jurídica Omeba".
15 VESCOVI, Enrique "Los recursos judiciales y demás medios impugnativos en Iberoamérica". Buenos Aires. Ediciones Depal-
ma; 1988.
16 GIMENO SENDRA, Vicente "Derecho Procesal Civil" Editorial "Tirant Lo Blanch"; 1999.
17 MARTINEZ PARDO, Vicente José, en "El recurso de casación penal como segunda instancia" en www.uv.es

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

jerarquía del emperador, impidiendo así la rebelión del juez, de ahí nace su denominada función
nomofiláctica, mediante la cual se pretende que un órgano especial, por lo general el más alto
tribunal de justicia, aprovechando la iniciativa privada, vigila y fiscaliza la observancia de las leyes
por parte de los tribunales, con el propósito de que prevalezca la Ley. Se trata de una posición que
la doctrina contemporánea considera como tradicional.
En contrapartida, modernamente se hace referencia a su denominada función dikelógica que
consiste en hacer justicia en el caso concreto sometido al recurso. Por ejemplo DE LA RUA afirma
que la sentencia es la aplicación silogística de la norma abstracta al material concreto de la acción
(hechos), lo que lleva a preguntarse, cuál fuera entonces el alcance de un recurso al que le ha si-
do negado el examen de la materia del silogismo, por lo que algunos autores sostienen que negar
al tribunal de casación el re-examen fáctico, presupuesto del razonamiento del mérito no sería otra
cosa que negarle la posibilidad de cumplir con su fin ultimo de hacer justicia. En otras palabras, el
contralor jurídico a la valoración del concepto o del instituto, dejando de lado su objeto material
(los hechos) es también limitar la finalidad misma del instituto.
En similar sentido se pronuncia Luis Alonso SALAZAR RODRÍGUEZ' cuando sostiene que el dere-
cho como tal, y dentro de este se incluye por supuesto el derecho procesal; es un medio y no un
fin y en consecuencia, el fin que persigue el Derecho es la Justicia.
Por ello arguye que el recurso de casación, se debe orientar a lograr la Justicia en el caso concre-
to, por lo que la estructura de este recurso y sus finalidades no dependen de su configuración en
el texto concreto de una ley, sino de principios y garantías que sean comunes a todo Estado de
Derecho. En este sentido su principal finalidad consiste en la exclusión de la arbitrariedad en apli-
cación del derecho. De esta manera el recurso de casación cumple también otras dos funciones
básicas: el mantenimiento de la unidad del orden jurídico y la garantía del derecho a la igualdad.
Estas funciones se satisfacen mediante la elaboración y aplicación de conceptos jurídicos riguro-
sos, es decir, mediante definiciones precisas y valorativas fundamentadas.
También señala que la casación ante todo deberá procurar hacer justicia, resolver el caso de con-
formidad con la norma aplicable pero teniendo siempre presente que ante todo, la solución ha de
ser siempre la más adecuada ya que no debe perderse de vista, que una vez emitida la sentencia
por la Sala de Casación, el pronunciamiento contenido en ella será definitivo, lo cual significa que
salvo las hipótesis del recurso de revisión, no habrá posibilidad alguna de que el asunto pueda vol-
verse a considerar. Lo anterior obliga al Tribunal de Casación a prestar una atención particulariza-
da de cada caso que conoce, con el propósito de que la resolución emitida sea la más justa y ade-
cuada.
Esta es la función que se ha denominado dikelógica del recurso de casación. Sobre ella, VESCOVI
señala "... lo cierto es que el carácter jurisdiccionalista de la casación española, que se transmite
a nuestros regímenes y aparece en todos los modernos, le hace por lo menos agregar otro fin
esencial" 19
Mientras HITTERS" menciona como función dikelógica, la de hacer justicia del caso concreto, apa-
reciendo entonces como un medio impugnativo (recurso), impulsado por el particular que sufre un
agravio de la sentencia (aunque éste suponga una violación de una norma de Derecho o de la doc-
trina legal o jurisprudencia dominante).
7.4. DEFINICION
Fernando DE LA RÚA" se refiere al recurso de casación como: "...una institución procesal muy an-
tigua, cuyo origen se vincula con la idea de reafirmar la vigencia de la ley, y por ese camino, la au-
18 SALAZAR RODRÍGUEZ, Luis Alonso. "Una nueva visión del recurso de casación por el fondo". En "Ciencias Penales", Revis-
ta de la Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica". N° 17, marzo de 2000.
19 Obra citada, página 6.
20 Obra citada, página 7.
21 DE LA RUA, Fernando "Teoría General del Proceso" Ediciones Depalma, Buenos Aires; 1991.

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toridad del poder encargado de dictarla...", para luego definirla como: "...medio de impugnación
por el cual, por motivos de derecho específicamente previstos por ley, una parte postula la revi-
sión de los errores jurídicos atribuidos a la sentencia de mérito que la perjudica, reclamando la co-
rrecta aplicación de la ley sustantiva, o la anulación de la sentencia, y una nueva decisión, con o
sin reenvío a nuevo juicio...".
A partir de la anterior definición, DE LA RÚA identifica los siguientes elementos esenciales desde
su punto de vista procesal: a) se refiere únicamente a las cuestiones de derecho sustantivo o pro-
cesal, lo que implica excluir las cuestiones de hecho y por lo mismo de todo lo relacionado con la
valoración de las pruebas; b) supone un interés de la parte que lo interpone, por lo que la senten-
cia debe causarle perjuicio; c) el tribunal de casación puede resolver anulando la sentencia cuan-
do advierte vicios formales o puede ejercer competencia positiva adecuando la interpretación de
la ley, que emite en sede del recurso, a los hechos definitivamente fijados en el mérito, sin alterar-
los. El autor citado afirma respecto de la supresión del reenvío que evita el tránsito de la causa por
instancias sucesivas, acortando de esa manera la duración del proceso sin que se altere la esen-
cia de la función de la Corte de Casación.
7.5. OBJETO DEL RECURSO
Se refiere al tipo de resolución contra la cual es deducible el recurso de casación; entonces, por
lo general se trata de sentencias o resoluciones que ponen fin al litigio. Por ejemplo, el art. 338
del Código Procesal Penal Modelo para lberoámerica, establece que además de los casos espe-
cialmente previstos, se podrá deducir el recurso contra la sentencia o contra la resolución que pon-
ga fin a la acción, a la pena o a una medida de seguridad y corrección, imposibilite que ellas con-
tinúen, impida el ejercicio de la acción o deniegue la extinción, conmutación o suspensión de la pe-
na.
En nuestra actual legislación procesal penal, el tratamiento es algo más limitado que el ejemplo
analizado del Código tipo, ya que el objeto del recurso de casación (art. 416 del NCPP) está esta-
blecido sólo para impugnar AUTOS DE VISTA dictados por las Cortes Superiores de Distrito, sin
que existan otro tipo de resoluciones adicionales que las señaladas.
7.6. DE LOS LÍMITES DEL RECURSO DE CASACION: LA PROHIBICION DE LA REFORMA
EN PERJUICIO
Hasta antes de la Ley de Fianza Juratoria contra la Retardación de Justicia Penal (Ley N 2 1685 de
2 de de febrero de 1996), cuyo art. 15 derogó la consulta de autos y sentencias judiciales substi-
tuyéndola por el recurso de apelación, las facultades de los tribunales superiores habían sido en-
tendidas como las más amplias, lo que acarreó frecuentemente incluso la posibilidad de agravar la
situación del apelante.
Es a partir de esa importantísima y revolucionaria Ley, que se introduce en nuestro país, aunque
de manera implícita, el instituto de la prohibición de la reforma en perjuicio.
Como había señalado al inicio, uno de los elementos que informan al instituto de los recursos y en
especial al del recurso de casación, es la prohibición de reforma en perjuicio o reformatio in peius,
que implica que a falta de recurso contrario no se puede empeorar la situación de recurrente. La
expresión le pertenece a ULPIANO "licet enim nonumquam bene latas sentencias in peius reformer
(a veces es lícito reformar en peor sentencias bien dictadas) y es de aplicación en todas las mate-
rias y especialmente en materia procesal penal.
La doctrina encuentra justificación a través de los siguientes argumentos: MANZINI considera que
debe ser incluida por motivos de oportunidad considerando que si es contraria a una eficaz políti-
ca penal, no todo lo que sirva a esa política responde a principios de justicia y equidad y teniendo
en cuenta opiniones y sentimientos arraigados y difundidos entre la población en el momento his-
tórico. FLORIAN, la justifica por poderosas razones prácticas ya que el levantamiento de la prohi-

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

bición limitaría de tal manera el ejercicio del recurso, que casi lo suprimiría. BELING aduce una ra-
zón lógica señalando que el recurrente no puede interponer un remedio jurídico para empeorar su
situación, recordando como su supresión fue utilizada por el nazismo; mientras que Niceto ALCA-
LÁ Y ZAMORA y Ricardo LEVENE aducen razones de justicia, opinando que si la prohibición desa-
pareciera el recurrente sería objeto de la más cruel de las burlas. Artemio MORENO la concibe co-
mo muro de contención a los avances del poder jurisdiccional y sostiene que la institución cumple
una función de estabilidad, moderación y certidumbre.
Siguiendo a Fernando DE LA RÚA," me permito destacar algunas de las posibilidades que su apli-
cación práctica acarreó en materia penal en la doctrina y jurisprudencia Argentina y que —salvando
las diferencias obvias con nuestra legislación- bien pueden ser también aplicables a nuestra reali-
dad:
Opera a favor del imputado, se refiere a que la prohibición opera a favor del imputado pe-
ro no a la inversa respecto del Ministerio Público o querellante, por lo que aunque el imputado
haya consentido su condena y el fallo haya sido apelado por el Fiscal, en ciertos casos, éste
puede ser absuelto (por ejemplo sí el hecho no fuera delito) e incluso se admite que sí el re-
curso del imputado está limitado a un aspecto determinado, el tribunal podría resolver otor-
gándole una solución más favorable.
Principio del interés y del agravio, que rigen como presupuesto y medida del recurso, por
lo que para que una parte recurra es necesario que el fallo le afecte. Así el Ministerio Público
o el acusador particular no podrían apelar sí las resoluciones no han sido contrarias a sus pre-
tensiones o el imputado sí ha sido absuelto, aunque la jurisprudencia argentina admite que sí
el imputado apeló de la pena, puede ser absuelto.
Sobre la extensión, medida de la pena y la aplicación de una pena mayor que la pe-
dida, el autor citado refiere que la Corte admitió que mediando recurso fiscal el tribunal de al-
zada podía hacerlo, aunque reconoce que por efecto de las modernas tendencias procesales
se aproximan a la limitación de la pena según el pedido del Fiscal.
Sobre la correlación respecto del hecho y las personas, señala que la resolución debe re-
ferirse al mismo acontecimiento que constituye el objeto del proceso, independientemente de
su calificación y a las mismas personas, es decir que por el recurso de uno no se debiera ele-
var la pena del otro o extender a otros la condena, ya que se si no se observa la congruencia
se incurre en violación de la defensa en juicio.
Con referencia a la calificación legal, señala que se ha admitido la calificación inocua es de-
cir que no cause daño, pero opina que lo correcto es que el cambio a una calificación más gra-
ve no se refleje en la decisión, aunque la pena no varíe: el tribunal puede, si lo desea, salvar
su criterio en los fundamentos.
Sobre la forma de cumplimiento de la pena, señala que a falta de recurso acusatorio no
se puede agravar el modo dispuesto por el fallo recurrido, por ejemplo, sí se habría dispues-
to la suspensión condicional de la pena, no se podría resolver que la pena sea de cumplimien-
to efectivo.
La jurisprudencia argentina comentada por De la Rúa se pronuncia también sobre la pena in-
ferior al mínimo y la pena accesoria, afirmando que la prohibición rige también aunque la
pena aplicada haya sido inferior al mínimo legal ya que el error jurídico no autoriza a corregir-
lo en perjuicio del recurrente, lo que también ocurre si se omitió declarar la aplicación de una
pena accesoria.
Acerca del concurso de delitos, indica que el cambio de encuadramiento lo mismo que la
admisión de una agravante, no puede traducirse en el agravamiento de la pena.
22 Obra citada "Teoría General del Proceso"

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Arturo Yañez Cortés

Refiriéndose a las costas, afirma que la prohibición no se limita a la pena o beneficios acor-
dados, sino a todos los aspectos de la situación obtenida, lo cual debe cuidarse cuando se
trate de suplir la omisión de resolver sobre ellas.
Finalmente con relación a la detención preventiva y excarcelación, De la Rúa puntualiza
que el principio resulta de aplicación tanto para la sentencia definitiva como para otras resolu-
ciones de cualquier naturaleza, entre las cuales es obvio que alcanza a la detención preventi-
va y a la excarcelación.
Por otra parte, refiriéndose a la sentencia anulada -posibilidad que prevé el art. 413 del NCPP- DE
LA RÚA advierte que la nulidad no debiera eliminar el acto sino sólo debe privarlo de sus efectos
normales o inmediatos, subsistiendo para otros, entre los cuales opera como límite al futuro fallo,
es decir que la anulación de la sentencia no permite agravar el resultado del proceso ya que la ac-
tividad de la defensa no podría derivar en perjuicio para quien se defiende en elemental respeto de
las situaciones obtenidas. Termina sentenciando que: "...la nulidad no es abstracta, sino resultado
de una actividad cuyo fin preciso es mejorar la propia situación de quien la plantea...".
Finalmente, a manera de resumen de lo tratado, transcribo lo señalado por el autor citado en el
ámbito estrictamente penal: "...esto significa, en materia penal, que a falta de recurso acusatorio,
no se puede imponer al imputado una pena más grave en especie, calidad o cantidad, ni agravar
su forma de cumplimiento. La restricción rige aunque la pena sea inferior al mínimo legal, y es apli-
cable a la pena accesoria omitida aunque se la considere inherente a la pena principal. No se pue-
de privar al recurrente de beneficios acordados, ni modificar en su contra la calificación del hecho
por otra más grave (aunque en los fundamentos se salve el propio criterio, sin influír en el disposi-
tivo). No se puede imponer restricciones o sujeciones no incluidas en la sentencia impugnada (...).
La prohibición se cumple no agravando la situación del recurrente: si se absuelve por un delito en
caso de concurso, o se admite atenuantes o excluye agravantes, o se declara una calificación más
benigna, el principio se satisface con que se mantenga la misma pena y no se aplique una pena
mayor (sólo que en tal caso se actuará contra su espíritu, que debiera provocar una disminución
en realidad legalmente incensurable). El principio opera a favor del imputado tanto si él recurre o
lo hace el ministerio fiscal, el tribunal de alzada puede mejorar la situación del imputado no recu-
rrente, absolviéndolo o atenuando el rigor de la condena; lo mismo que si el imputado recurre por
un aspecto de la resolución (ej: la pena) puede favorecérselo en otros más amplios (ej: absolver-
lo)...".
7.7. LEGISLACION COMPARADA
Vamos a analizar esencialmente los motivos o causales de procedencia del recurso, su trámite y
forma de resolución.
El Código Procesal Modelo para Iberoamérica, propuso que el recurso sólo podrá ser funda-
do en que la sentencia se basa en la inobservancia o errónea aplicación de un precepto legal. Cuan-
do el precepto legal que se invoque como inobservado o erróneamente aplicado constituya un de-
fecto del pronunciamiento, el recurso sólo será admisible si el interesado ha reclamado oportuna-
mente su subsanación o hecho protesta de recurrir en casación.
Sin embargo, no será necesaria la protesta previa, tratándose de los denominados motivos abso-
lutos de casación formal, cuando se invoque la inobservancia o errónea aplicación de las disposi-
ciones concernientes a: 1) al nombramiento y capacidad de los jueces y a la constitución del tribu-
nal; 2) a la presencia del ministerio público en el debate o de otro interviniente cuya presencia pre-
vé la ley; 3) a la intervención, asistencia y representación del imputado en el debate, en los casos
y formas que la ley establece; 4) a la publicidad y continuidad del debate; 5) a los defectos de la
sentencia.
En lo que hace al trámite, el Código tipo otorga competencia al tribunal que dictó la resolución re-
currida, para decidir sobre los requisitos formales para la procedencia del recurso. Una vez admi-

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

tido, remitirá de oficio las actuaciones al Tribunal de Casación. Recibidas las actuaciones, el Tribu-
nal de Casación examina el recurso interpuesto y las adhesiones que se hubieran producido, para
decidir, definitivamente, sobre la procedencia formal del recurso. Abierto el recurso, las actuacio-
nes quedarán por seis días en la oficina del tribunal para que los interesados puedan examinarlas.
Vencido ese plazo, el presidente fijará audiencia para informar, con intervalo no menor de diez días,
notificando a todos los intervinientes que hayan comparecido.
Cuando el recurso resida en un defecto de procedimiento y se discuta la forma en que fue llevado
a cabo el acto, en contraposición a lo señalado por el acta del debate o por la sentencia, se po-
drá ofrecer prueba con ese objeto. La prueba se recibirá en la audiencia, conforme a las reglas
que rigen para el juicio, en lo pertinente.
Terminada la audiencia el tribunal pasará a deliberar, según las reglas del art. 319, en lo pertinen-
te. La sentencia se pronunciará siempre en audiencia pública, por su lectura. Si la sentencia aco-
ge el recurso, constatando la inobservancia o la errónea aplicación de la ley que soluciona el caso
resuelto, sobre la base intangible de las comprobaciones de hecho ya fijadas por la resolución re-
currida, el Tribunal de Casación decidirá por sí el caso, en tanto para ello no sea necesario un nue-
vo debate. En los demás casos, anulará, total o parcialmente, la decisión recurrida y ordenará la
renovación del trámite por el tribunal competente y desde el momento en que corresponda. Los
jueces que concurrieron a dictar la decisión anulada no podrán intervenir en el nuevo trámite. Cuan-
do la anulación fuere parcial, el tribunal indicará el objeto concreto del nuevo trámite o decisión. La
misma regla regirá cuando, según el art. 352, el tribunal haya dispuesto el reenvío por un aspec-
to parcial del caso, que requiere un nuevo debate. Los errores de derecho en la fundamentación
de la resolución recurrida, que no influyan en su parte resolutiva, deberán ser corregidos aunque
no provoquen su anulación. De la misma manera serán corregidos los errores materiales en la de-
signación o en el cómputo de las penas.
El Código Procesal Penal de Paraguay (Ley N 2 1268 de 8 de julio de 1998) define el obje-
to del recurso en sentido que sólo podrá deducirse el recurso extraordinario de casación contra
las sentencias definitivas del tribunal de apelaciones o contra aquellas de ese tribunal que pongan
fin al procedimiento, extingan la acción o la pena o denieguen la extinción, conmutación o suspen-
sión de la pena.
Los motivos de procedencia son: 1) cuando en la sentencia de condena se imponga una pena pri-
vativa de libertad mayor a diez años, y se alegue la inobservancia o errónea aplicación de un pre-
cepto constitucional; 2) cuando la sentencia o el auto impugnado sea contradictorio con un fallo
anterior de un Tribunal de Apelaciones o de la Corte Suprema de Justicia; o,3) cuando la senten-
cia o el auto sean manifiestamente infundados.
La legislación paraguaya prevé la denominada Casación Directa, cuando una sentencia de primera
instancia pueda ser impugnada por algunos de los motivos establecidos en el artículo anterior, se
podrá interponer directamente el recurso extraordinario de casación. Se interpondrá ante la Sala
Penal de la Corte Suprema de Justicia. Para el trámite y la resolución de este recurso serán apli-
cables, analógicamente, las disposiciones relativas al recurso de apelación de la sentencia.
Finalmente, el Código Procesal Penal de Costa Rica (arts. 443 y siguientes) establece que pro-
cederá cuando la resolución inobservó o aplicó erróneamente un precepto legal. Cuando el precep-
to legal que se invoque como inobservado o erróneamente aplicado constituya un defecto del pro-
cedimiento, el recurso sólo será admisible si el interesado ha reclamado oportunamente su sanea-
miento o ha hecho protesta de recurrir en casación, salvo en los casos de defectos absolutos y
los producidos después de clausurado el debate. Además de los casos especiales previstos, sólo
se podrá interponer el recurso de casación contra la sentencia y el sobreseimiento dictados por el
tribunal de juicio.
Deberá ser interpuesto ante el tribunal que dictó la resolución, dentro del plazo de quince días de
notificada, mediante escrito fundado, en el que se citarán, con claridad, las disposiciones legales

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que se consideren inobservadas o erróneamente aplicadas y se expresará cuál es la pretensión.


Deberá indicarse, por separado cada motivo con sus fundamentos. Fuera de esta oportunidad no
podrá aducirse otro motivo.
Interpuesto el recurso, el tribunal que dictó la sentencia emplazará a los interesados para que com-
parezcan ante casación en el plazo de cinco días, a contar desde que las actuaciones fueran reci-
bidas. Si el tribunal de casación estima que e recurso o la adhesión no son admisibles, así lo de-
clarará y devolverá las actuaciones al tribunal de origen. Si se declara admisible y no debe convo-
carse a una audiencia oral, ni debe ordenarse la recepción de pruebas, en la misma resolución dic-
tará sentencia. En caso contrario, esta deberá dictarse después de la audiencia y de recibida la
prueba. Si al interponer el recurso, al contestarlo o al adherirse a él, alguno de los interesados ha
ofrecido prueba que deba ser recibida en forma oral o considera necesario exponer oralmente sus
alegaciones, o bien, cuando el tribunal la estime útil, este fijará una audiencia oral dentro de los
quince días de recibidas las actuaciones. Podrá ofrecerse prueba cuando el recurso se fundamen-
te en un defecto de procedimiento y se discuta la forma en que fue llevado a cabo un acto, en con-
traposición a lo señalado en las actuaciones, en el acta o registros del debate, o en la sentencia.
Si el tribunal lo estima necesario podrá ordenarla de oficio.
Si el tribunal de casación estima procedente el recurso, anulará, total o parcialmente, la resolución
impugnada y ordenará la reposición del juicio o de la resolución. Cuando la anulación sea parcial,
se indicará el objeto concreto del nuevo juicio o resolución. En los demás casos, enmendará el vi-
cio y resolverá el asunto de acuerdo con la ley aplicable.
El Código Procesal Penal del Perú (2004), contempla la procedencia del recurso de casación
en su art. 427 contra las sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento y los autos que pon-
gan fin al procedimiento, extingan la acción penal o la pena o denieguen la extinción, conmutación,
reserva o suspensión de la pena, siempre que hayan sido emitidos en apelación por las Salas Pe-
nales Superiores. Sin embargo, se somete ese recurso a algunas limitaciones tales como: tratán-
dose de autos que pongan fin al procedimiento, o de sentencias, cuando el delito imputado más
grave tenga señalado en la ley, en su extremo mínimo, una pena privativa de libertad mayor de seis
años; cuando siendo sentencias, se imponga la pena de seguridad del internación o tratándose de
responsabilidad civil, el monto fijado sea de determinado monto o no pueda ser valorado económi-
camente. Además, de manera excepcional, en casos distintos de los precitados, esa norma permi-
te discresionalmente a la Sala Penal de la Corte Suprema, admitirlo cuando lo considere necesario
para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial.
Las causales previstas por el art. 429 para interponer el recurso, son: 1) Si la sentencia o auto fue-
ron expedidos con inobservancia de algunas de las garantías constitucionales de carácter proce-
sal o material, o con una indebida aplicación de las mismas; 2) si la sentencio a o auto incurre o
deriva de una inobservancia de las normas procesales sancionadas con nulidad; 3) si importan una
indebida aplicación, una errónea interpretación o una falta de aplicación de la ley penal o de otras
normas necesarias para su aplicación; si han sido expedidos con falta o manifiesta ilogicidad de la
motivación cuando el vicio resulte de su propio tenor; o si cualquiera de esas resoluciones se apar-
tan de la doctrina jurisprudencial establecida por la Corte Suprema o en su caso, por el Tribunal
Constitucional.
La legislación analizada exige indicar separadamente cada causal invocada, citar concretamente
los preceptos legales que considere erróneamente aplicados o inobservados, precisar el funda-
mento o fundamentos doctrinales y legales que sustentan su pretensión y expresar específicamen-
te la aplicación que se pretende.
La sentencia casatoria, su declara fundado el recurso, además de declarar la nulidad de la senten-
cia o auto recurridos, podrá decidir por sí el caso, en tanto para ello no sea necesario un nuevo
debate, u ordenar el reenvío. Si opta por la anulación sin reenvío, en la misma sentencia se pronun-
ciará sobre el fondo dictando el fallo que deba reemplazar el recurrido. Si decide la anulación con

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

reenvío, indicará el Juez o Sala Penal Superior competente y el acto procesal a ser renovado. El
órgano jurisdiccional que reciba los autos, procederá de conformidad con lo así resuelto. También,
la Sala de oficio o a pedido del Ministerio Público, podrá decidir según la naturaleza del asunto, que
lo resuelto constituye doctrina jurisprudencial vinculante a los órganos jurisdiccionales penales di-
ferentes a la propia Corte Suprema, la cual permanecerá hasta que otra decisión la modifique. Es-
ta resolución deberá ser publicada en el diario oficial.
Finalmente, su art. 436 prescribe que no será susceptible de impugnación la sentencia dictada en
el juicio de reenvío por la causal acogida en la sentencia casatoria, lo que es diferente, cuando se
refiere a causales distintas de las ya resueltas.
7.8. REGULACION EN BOLIVIA
A continuación, analizo brevemente el tratamiento del recurso en nuestro NCPP, reservando el aná-
lisis, doctrina y jurisprudencia relativa a cada tema, para los subsiguientes capítulos, en los que ca-
da elemento será ampliamente abordado.
7.8.1. Procedencia.
Según el art. 416 del NCPP, el recurso de casación procede para impugnar exclusivamente autos
de vista dictados por las Cortes Superiores de Justicia que sean contrarios a otros precedentes
pronunciados ya sea 1) por otras Cortes Superiores de Justicia o, 2) por la Sala Penal de la Cor-
te Suprema de Justicia.
Nótese que sólo los Autos de Vista pronunciados por las CCSSDD o los Autos Supremos pronun-
ciados por la Corte Suprema de Justicia son las resoluciones idóneas para invocar el precedente
contradictorio, no reuniendo esa calidad ninguna otra resolución de diferente naturaleza, por ejem-
plo, las Sentencias Constitucionales.
Sobre éste ultimo supuesto, es decir la invocación de Sentencias Constitucionales como preceden-
tes se tiene la jurisprudencia contenida en los AASS N°s. 262 de 11 de mayo de 2004 y 269 de
12 de mayo de 2004. Este último sostiene:
"...Que en el caso de autos, los recurrentes no han invocado ningún precedente válido, requisito
ineludible para la procedencia del recurso de casación, pues las Sentencias Constitucionales Nos.
1606/2003-R, 019/01-R, 417/01- R y 623/02-R invocados como precedentes, no son consideradas co-
mo precedentes contradictorios al tenor del art. 416 de la Ley 1970; en consecuencia el recurso de ca-
sación deducido no cumple con los requisitos formales previstos en los arts. 416 y 417 del ya referido
Código..."

7.8.2. Oportunidad de invocación del precedente contradictorio.


Según el art. 416 del NCPP, el precedente contradictorio debe ser invocado por el recurrente a
tiempo de interponer la apelación restringida.
Sin embargo, como resulta en extremo lógico, según la jurisprudencia contenida en los Autos Su-
premos N's. 4/02 de 29 de abril; 414/02 de 19 de octubre; 95/04 de 18 de febrero y 140/04
de 10 de marzo, se admite la invocación del precedente en ocasión del recurso de casación, cuan-
do la sentencia fue inicialmente favorable a la parte —es decir no existía agravio- pero luego, en ape-
lación surge el agravio, motivo por el cual, es en el momento de interponer el recurso de casación
contra el fallo de apelación, que se permite a la parte invocar el precedente contradictorio.
7.8.3. ¿Cuándo se entiende que existe contradicción?
Cuando ante una situación de hecho similar, el sentido jurídico que le asigna el Auto de Vista recu-
rrido no coincide con el sentido del precedente, sea por: 1) haberse aplicado normas distintas; o,
2) una misma norma pero con alcance diverso.

-170-
Arturo Yañez Cortés

7.8.4. Requisitos que debe observar el recurso de casación.


Del plazo y su cómputo
En cuanto al plazo, debe ser interpuesto dentro de los cinco días siguientes a la notificación con
el auto de vista impugnado ante la misma Sala que lo emitió. Tratándose de un término que se com-
puta en días, es de aplicación para el cómputo del plazo, el segundo párrafo del art. 130 del NCPP
que dispone: "....los plazos determinados por días comenzarán a correr al día siguiente de practi-
cada la notificación y vencerán a las veinticuatro horas del último día señalado"; debiendo compu-
tarse solo los días hábiles.
Requisitos de forma
En el recurso se debe señalar la contradicción que se presenta entre el auto de vista impugnado y
el precedente contradictorio alegado. Contradicción que debe señalarse en términos precisos y,
como única prueba admisible se acompañará copia del recurso de apelación restringida en el que
se invocó el precedente.
Adviértase, que la norma no exige la presentación de una copia del fallo que contiene el preceden-
te contradictorio —aunque es aconsejable hacerlo cuando se dispone- sino simplemente, la copia
del recurso de apelación restringida en el se lo invoca.
Tampoco es necesario presentar una copia legalizada o autenticada de alguna manera del fallo don-
de cursa el supuesto precedente contradictorio, aunque es obvio que ésta pieza debe correspon-
der exactamente a la original. La práctica está demostrando que en esa calidad se suele acompa-
ñar la mayor parte de las veces fotocopias simples de autos de vista y tratándose de fallos dicta-
dos por la Corte Suprema, éstos son bajados de su página web.
7.8.5. Inadmisibilidad del recurso
El incumplimiento de los requisitos anteriores, acarrea su declaratoria de inadmisibilidad. Sin em-
bargo, es ineludible que en aplicación del principio pro actione recogido por el art. 399 del NCPP,
previamente se haya concedido a la parte, un plazo para que subsane los defectos de forma, lo
que ha sido taxativamente señalado tanto por la jurisprudencia constitucional inicialmente -Senten-
cia Constitucional N Ç' 1044/2003-R de 22 de julio- y posteriormente por la de la Corte Suprema -
Auto Supremo N9 599 de 27 de noviembre de 2003-.
7.8.6. Admisión del recurso y remisión a la Corte Suprema de Justicia
Planteado el recurso ante la misma Sala que emitió el auto de vista recurrido, ésta debe remitir los
antecedentes a la Corte Suprema dentro de las 48 horas siguientes.
Cuando hablamos de los antecedentes, es preciso considerar como tales el acta de registro del
juicio, la sentencia, el o los recursos de apelación restringida, el auto de vista y el o los recursos
de casación, no correspondiendo acompañar pruebas materiales, toda vez que como se sabe, es-
te recurso no ingresará a valorar ninguna evidencia material sino sólo la aplicación de la ley o de-
recho a los hechos juzgados.
7.8.7. Trámite del recurso en la Corte Suprema de Justicia
Recibidos estos antecedentes, la Sala Penal de la Corte Suprema dentro de los cinco días siguien-
tes, establecerá si concurren los requisitos exigidos en el art. 417, en cuyo caso admitirá el recur-
so, debiendo poner en conocimiento de las Salas Penales de las Cortes Superiores de Distrito de
todo el país, los antecedentes del caso, (por lo general copias de la sentencia, auto de vista y del
o los recursos), para que mientras no se resuelva éste recurso, se inhiban de dictar autos de vis-
ta en los recursos que se debaten las mismas cuestiones de derecho, hasta que se les haga co-
nocer el resultado del recurso de casación en cuestión.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

7.8.8. Resolución del recurso


Admitido el recurso, sin más trámite y dentro de los diez días siguientes, la Sala Penal de la Corte
Suprema dictará resolución por mayoría absoluta de votos, determinando sí existe o no contradic-
ción en los términos del art. 416 del NCPP.
No obstante, debo precisar que la práctica procesal resultante hasta no hace poco', debido al es-
caso número de Ministros del Supremo Tribunal y a que la única Sala Penal -compuesta únicamen-
te por dos Ministros- debe resolver tanto los recursos de casación de la estructura liquidadora co-
mo de la nueva, ese plazo ha quedado completamente relativizado puesto que admitido el recur-
so, el caso hace turno para sorteo, fecha desde la cual recién se computa el plazo de los diez días,
lo que al margen de comenzar a generar algún grado de demora procesal, ocasiona que fallos de
las Cortes Superiores sobre los mismos asuntos de derecho que se debaten en el recurso admiti-
do, no puedan emitirse en espera del pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia.
En la resolución o Auto Supremo, sí existe contradicción en los términos del art. 416 del NCPP, la
Sala Penal establece la doctrina legal aplicable, que no es otra cosa que la interpretación que la
Corte Suprema hace de determinada norma aplicable al caso o hecho concreto, lo que implica ne-
cesariamente dejar sin efecto el auto de vista que motivó el recurso, devolviéndose los actuados
a la Corte Superior para que pronuncie resolución de acuerdo con la doctrina legal establecida, que
resulta obligatoria para aquella Corte.
Cabe precisar que en algunos casos, como por ejemplo en el Auto Supremo N 2 232/04 de 4 de
junio dictado por la Sala Social y Administrativa, ante la existencia de errores que la Corte de ape-
lación no los corrigió oportunamente con la competencia prevista en el art. 414 del NCPP pero que
no acarrean la existencia le contradicción entre el fallo impugnado y el precedente contradictorio
invocado, con el propósito de evitar mayores perjuicios a las partes pero, esencialmente, por un
sentido de justicia, habiéndose declarado el recurso infundado, se ha tenido que recurrir a realizar
alguna precisión, por ejemplo en el cómputo de la pena. Por ello, se señaló:
"...CONSIDERANDO: Que conforme señala el art. 416 del Código Procesal, se entenderá que
existe contradicción cuando ante una situación de hecho similar, el sentido jurídico que le asigna el Au-
to de Vista recurrido no coincida con el del precedente, sea por haberse aplicado normas distintas o
una misma norma con diverso alcance. En la especie, de la confrontación de los precedentes contra-
dictorios presentados por el recurrente con el nuevo entendimiento asumido por la Sala Penal a partir
del Auto Supremo transcrito y otros posteriores como los AASS N°s. 132, 134 y 135 de 9 de marzo de
2004, se concluye que no existe contradicción en los términos ya señalados y menos en los exigidos por
la segunda parte del art. 419 de la Ley N' 1970.
Sin embargo, del análisis del Auto de Vista recurrido, se advierte que de manera contraria a lo tam-
bién dispuesto en calidad de doctrina legal aplicable establecida a través del Auto Supremo N° 597 de
27 de noviembre de 2003 para el caso en concreto, la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de La
Paz, no ha cumplido de manera cabal el entendimiento asumido por el Tribunal Supremo, toda vez que
vulnerando la disposición contenida en el art. 29 del Código Penal (Ley N° 1768 de 10 de marzo de
1997), ha mantenido la errónea calificación de mil días multa, cuando el máximo de esta pena es de
quinientos días multa. Extremo que en aras del principio de legalidad, por el cual corresponde aplicar
al caso concreto la pena previamente establecida por la ley penal material, debe ser corregido en la
presente resolución, toda vez que constituye la última oportunidad disponible para el imputado.
POR TANTO: La Sala Social y Administrativa de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en
aplicación del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, declara INFUNDADO el recurso de casa-
ción deducido por FERNANDO CASTRO ALVAREZ O's. 250 - 253), con la modificación que la pena
de días multa se reduce al máximo expresamente señalado por el artículo 29 del Código Penal, es de-
cir a quinientos días multa. RELATOR: Ministro, Dr. Eduardo Rodríguez Veltzé. Regístrese, hágase sa-
ber y devuélvase. Fdo. Dr. Eduardo Rodríguez Veltzé. Dr. Carlos Rocha Orosco. Sucre, 4 de junio de
2004 ....".
23 La Sala Penal estuvo trabajando con dos Ministros hasta el pasado mes de septiembre de 2004.

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Arturo Yañez Cortés

Caso contrario, es decir, sí en criterio de la Corte Suprema no existe contradicción entre el prece-
dente alegado y el auto de vista impugnado, el recurso es declarado infundado y se devuelven an-
tecedentes a la Corte de origen. Importa entonces la ejecutoria del fallo.
7.8.9. Efectos
Resuelto el recurso, la Sala penal pone en conocimiento de los tribunales y jueces del país, las re-
soluciones en las que se establece la doctrina legal aplicable, la que será obligatoria para aquellos
y sólo podrá modificarse — por la Sala Penal de la Corte Suprema- por medio de una nueva resolu-
ción dictada con motivo de otro recurso de casación.
7.9. JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
A continuación, se presentan los casos más relevantes de la jurisprudencia emitida por el Supre-
mo Tribunal respecto de la admisibilidad del recurso de casación, toda vez que en el capítulo no-
veno se dispone de la doctrina legal aplicable, es decir, los fallos de fondo.

¿Pueden ser invocadas como precedentes contradictorios


las Sentencias Constitucionales?

No, la razón de la decisión contenida en los AASS siguientes, precisa claramente la imposibilidad
de invocar en esa calidad cualquier otra resolución que no sea las específicamente contempladas
en el art. 416 del NCPP, entre los cuales, no se encuentran las Sentencias Constitucionales emiti-
das por el Tribunal Constitucional.
AUTO SUPREMO N° 141. Sucre, 10 de marzo de 2004
Que en caso de autos, del examen de los actuados procesales, se establece que el recurrente
a tiempo de interponer apelación restringida así como en el recurso de casación deducido no ha in-
vocado ningún precedente válido, pues las sentencias constitucionales cuyas fotocopias adjunta, no
son precedentes al tenor del art. 416 del Procedimiento Penal, en consecuencia el recurso deducido
no cumple con los requisitos formales exigidos para su admisión previstos en los arts. 416 y 417 del
referido Código; omisión que no puede suplirse de oficio por ser base y sustento legal para la proce-
dencia del recurso de casación, por cuanto el recurrente se limita a efectuar una larga relación de los
fallos de instancia, sin tener en cuenta que el nuevo Código de Procedimiento Penal ha restringido la
interposición del recurso de casación a los casos en los que se debe uniformar jurisprudencia al exis-
tir precedente contradictorio; por lo que el Tribunal de casación no puede ingresar a considerar el re-
curso deducido al no ser posible establecer el sentido jurídico contradictorio entre el Auto de Vista im-
pugnado y el precedente, que en la especie no existe...".
De la misma manera:
AUTO SUPREMO N" 59. Sucre, 5 de febrero de 2004
."...CONSIDERANDO: Que en caso de autos, del examen de actuados y del contenido del recurso
de casación deducido a fs. 159-160, se establece que la recurrente no ha invocado ningún precedente,
requisito ineludible por ser base y sustento legal para la procedencia del recurso de casación, omisión
que no puede suplirse de oficio. La Sentencia Constitucional así como las fotocopias de un recurso
de casación que se adjuntan no constituyen precedentes al tenor del art. 416 de la Ley 1970. En con-
secuencia el recurso deducido no cumple con los requisitos establecidos en los arts. 416 y 417 de la
ya mencionada norma, por cuanto la recurrente se limita hacer una impugnación del Auto de Vista, sin
tener en cuenta que, en el nuevo procedimiento penal se ha restringido la interposición del recurso de
casación a los casos en los que se debe uniformar la jurisprudencia, al existir precedentes contradic-
torios. Esta forma inadecuada de recurrir priva al Tribunal de Casación la consideración del recurso,
al no ser posible establecer el sentido jurídico contradictorio entre el auto impugnado y el precedente
invocado.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Finalmente, el siguiente que se pronuncia en el mismo sentido:


AUTO SUPREMO N" 339. Sucre, 7 de junio de 2004
"...Estando cumplido los requisitos formales que exigen los arts. 416 y 417 del Código de Proce-
dimiento Penal, cuyo precedente fue presentado anteladamente por el imputado a tiempo de interponer
la apelación restringida, sin que dicha obligatoriedad en esa etapa sea el sentido coincidente de la in-
terpretación que hace el Tribunal Constitucional en su STC. 1401/2003-R, de 26 de septiembre de 2003
en las "Conclusiones de los paragrafos 11.2.3 y 111.2.4; resulta que esta forma anticipada de ofrecimien-
to del precedente, de ninguna manera resta que en casación sea considerada de oportuna y válida en
cuanto al llenado del ritual formal previsto por el art. 416 de la L. N° 1970; bajo cuyo razonamiento
reflexivo y amplio corresponde al Supremo Tribunal admitir el recurso de casación venido a fs. 151 y
vlta.; sentando que la STC. N° 1461/2002-R, de 28 de noviembre de 2002, que acompaña en casación
no constituye precedente, al no estar catalogada como tal, dentro de las resoluciones judiciales de la
justicia ordinaria que tienen su origen en Cortes Superiores de Justicia del país y en la Corte Supre-
ma de Justicia de la Nación, conforme previene el art. 416 de la Ley Procesal Penal...".

¿Puede invocarse como precedente contradictorio las sentencias


dictadas por los jueces o tribunales de sentencia?

Siguiendo la anterior línea jurisprudencial sentada respecto del art. 416 del NCPP, la Corte Supre-
ma ha establecido también la imposibilidad de invocar como precedente contradictorio una senten-
cia dictada por un juez o tribunal de sentencia.
AUTO SUPREMO N" 41. Sucre, 22 de enero de 2004
"...CONSIDERANDO: Que, del análisis de los antecedentes procesales y el recurso interpuesto,
se evidencia que el presupuesto legal contenido en el parágrafo segundo del art. 416 del Código de Pro-
cedimiento Penal, referente al precedente contradictorio, no fue invocado por los recurrentes en apela-
ción restringida, requisito sustancial de procedencia para ser admitido el recurso de casación. De otro
lado, el recurso de casación de fs. 252-254, cita como precedente la resolución No. 240/99 dictada
por el Juez de Partido en lo Penal de la ciudad de El Alto, empero, como se sabe sólo pueden servir
de precedentes, los Autos de Vista y Autos Supremos, pronunciados por las Salas Penales de las Cor-
tes Distritales o Corte Suprema, conforme a la primera parte del citado art. 416 del mismo Código
Adjetivo Penal; lo que impide se abra la competencia del Tribunal de casación. Por lo expuesto, y al
no haber cumplido con los requisitos previstos en los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Pe-
nal, no existe base legal para que el Máximo Tribunal, pueda considerar el recurso interpuesto...".

¿En qué oportunidad debe ser invocado el precedente contradictorio?

La razón de la decisión de los AASS que siguen sostiene que el precedente contradictorio debe ser
invocado necesariamente en ocasión de la presentación del recurso de apelación restringida; ca-
so contrario, corresponde declarar la inadmisibilidad del recurso de casación intentado.
Adviértase que en todos estos casos el agravio para el recurrente surgió en ocasión de la senten-
cia impugnada y no posteriormente en ocasión del Auto de Vista, caso en el que se ha desarrolla-
do otra línea jurisprudencial que será explicada más adelante.
AUTO SUPREMO N" 138. Sucre, 10 de marzo de 2004
"...CONSIDERANDO: Que, de acuerdo a la nueva normativa Procesal Penal, el recurso de casa-
ción para ser admitido debe ser interpuesto cumpliendo los presupuestos legales y requisitos estableci-
dos en los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal. Es decir, que en apelación restringida
debe haberse invocado el precedente contradictorio, y en casación señalar la contradicción del fallo
impugnado, con precedentes jurisprudenciales emitidos por las Salas Penales de las Cortes Superiores
o, bien por la Sala Penal de la Corte Suprema, acompañando para el efecto copia del recurso de ape-
lación restringida, a objeto de verificar si se han cumplido con los requisitos de ley

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Arturo Yañez Cortés

CONSIDERANDO: Que, del análisis de los antecedentes procesales y el recurso interpuesto, se evi-
dencia que el presupuesto legal contenido en el parágrafo segundo del art. 416 del Código de Procedi-
miento Penal, referente al precedente contradictorio, no fue invocado por el recurrente en la apela-
ción restringida, requisito sustancial de procedencia para ser admitido el recurso de casación, lo que
impide su consideración por el Tribunal de casación...".
En similar sentido se pronuncia el siguiente Auto Supremo:
AUTO SUPREMO N" 92. Sucre, 17 de febrero de 2004
"...CONSIDERANDO: Que en el caso de autos, del examen de los actuados procesales se estable-
ce que el recurrente tanto en la apelación restringida como en el recurso de casación no invoca nin-
gún precedente contradictorio incumpliendo los requisitos fórmales exigidos en los arts. 416 y 417 de
la Ley No. 1970 de 25 de marzo de 1999. En efecto, el recurrente se limita a efectuar una relación de
hechos e impugnar al auto recurrido, sin tomar en cuenta que el nuevo Código de Procedimiento Pe-
nal ha restringido la interposición del recurso de casación a los casos en los que se debe unijOrmar ju-
risprudencia al existir precedentes contradictorios; esta forma inadecuada de deducir el recurso de ca-
sación hace que el Tribunal de Casación no tenga abierta su competencia para conocer el mismo, al
no ser posible establecer el sentido jurídico contradictorio entre el Auto de Vista impugnado con el pre-
cedente. De lo expuesto se infiere que el recurso de casación deducido es inadmisible ....'".

¿Cuáles son los requisitos que debe cumplir el recurso de casación


al ser interpuesto? ¿Cuáles son las resoluciones que conforman el precedente
contradictorio?

El Auto Supremo N 2 345 de 7 de junio de 2004, describe de manera general los requisitos que de-
be cumplir el recurso en estudio, con especial puntualización al plazo de presentación.
"...CONSIDERANDO: Que la interposición del recurso de casación, se debe cumplir con los si-
guientes requisitos: a) incoar el recurso dentro de los cinco días de haber sido notificado con el Au-
to de Vista, b) citar el precedente contradictorio en el recurso de casación y c) precisar la situación
de hecho similar y establecer el sentido jurídico contradictorio entre el precedente y Auto de Vista im-
pugnado. El precedente contradictorio se encuentra confirmado por Autos de Vista y Autos Supre-
mos, y sólo éstos últimos uniforman la jurisprudencia y son de cumplimiento obligatorio.
CONSIDERANDO: Que el recurso de casación de Casilda Díaz Méndez fue interpuesto fuera del
plazo procesal de los cinco días; en efecto, a fs. 264, consta que fue notificada con el Auto de Vista el
14 de abril a horas 17:45 venciendo el plazo para recurrir el 20 de abril a horas 24, conforme a los
arts. 130 y 417 del C.P.P., habiéndose presentado el recurso recién el 21 de abril a horas 8:30. En ma-
teria penal los plazos tienen características de ser improrrogables y perentorios, es decir que causan
estado; además, la inconcurrencia de uno de los requisitos exigidos faculta al Tribunal de Casación de-
clarar inadmisible el recurso de casación.
CONSIDERANDO: Que la recurrente denuncia que se ha infringido el principio de legalidad, el
debido proceso, hubo inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva, contradicción entre la
parte dispositiva y considerativa de la sentencia, e incongruencia entre la sentencia y la acusación. La
enunciación de estas denuncias no tiene respaldo real ni legal, a todo esto se suma, el incumplimiento
de todos los requisitos exigidos para la admisión del recurso de casación...".

¿Qué otros requisitos, además de los anteriores, debe cumplir el recurso de casación?

Además del requisito referido a haber invocado un precedente contradictorio según prevé el art.
416 del NCPP, en aplicación de la última parte del art. 417 del mismo, la jurisprudencia exige se-
ñalar en términos claros y precisos la contradicción existente entre la resolución impugnada y el
precedente invocado.
AUTO SUPREMO N" 61. Sucre, 5 de Febrero de 2004

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

"...Que, del examen de los actuados procesales se evidencia que Eulogio Coronel Apaza plantea el
recurso de apelación restringida a fs. 70-74 sin invocar el precedente contradictorio, y en casación, si
bien cita casos de jurisprudencia respecto a los delitos de encubrimiento, transporte, fabricación, aso-
ciación delictuosa y tentativa en tráfico de sustancias controladas, empero no especifica ni señala la
contradicción existente entre el auto impugnado y los casos citados en términos claros y precisos;
además ninguno de los precedentes acompañados se refieren al delito de tráfico de sustancias con-
troladas por el que fue condenado.
Por lo expuesto, y al no haberse cumplido con los requisitos previstos en la tercera parte del art.
416 y apartado segundo del art. 417 del Código de Procedimiento Penal, corresponde declarar su inad-
misibilidad....".

También el siguiente Auto Supremo N2 54 de 23 de enero de 2004:


"...CONSIDERANDO: Que, de la revisión de antecedentes, se advierte que Rubén Rojas Saavedra
y Maribel Méndez Arias, a tiempo de interponer el recurso de apelación restringida a fs. 230-234, no
especifican menos invocan el precedente contradictorio; ni lo hacen en casación, donde no señalan
la contradicción existente entre el Auto de Vista impugnado y el precedente, limitándose a hacer una
relación de los antecedentes así como del corpus y animus, firma inidónea de plantear un recurso a
la luz las disposiciones legales citadas.
Dada la finalidad que le otorga la ley procesal al recurso de casación en el nuevo Código de Pro-
cedimiento Penal de uniformar la jurisprudencia, la invocación del precedente contradictorio se con-
vierte en el presupuesto exigible de carácter formal para establecer la doctrina legal aplicable, por lo
que la omisión del ritual sagrado no es susceptible de ser suplido de oficio por el Máximo Tribunal.
Por lo expuesto, se demuestra que los recurrentes no han cumplido con la segunda y tercera parte
del art. 416, segundo y tercer periodo del art. 417 de la Ley 1970, lo que hace inadmisible el recurso
deducido ....".
De la misma manera:
AUTO SUPREMO N" 50. Sucre, 23 de enero de 2004
"...CONSIDERANDO: Que, la nueva normativa procesal penal, acorde con la doctrina penal, re-
conoce que el recurso de casación se caracteriza no solamente por estar equiparada a una demanda
nueva de puro derecho, sino que para su interposición y admisión es pertinente que el recurrente haya
invocado en apelación restringida el precedente contradictorio, señalando en casación la contradicción
del fallo que se pretende rever, con precedentes jurisprudenciales emitido por las Salas Penales de las
Cortes Superiores o, bien por la Sala Penal de la Corte Suprema, acompañando para el efecto copia
del recurso de apelación restringida, a objeto de verificar si se han cumplido con los requisitos que es-
tablecen los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal.
CONSIDERANDO: Que, de la revisión de antecedentes, se advierte que Gumersindo Bazán Rodrí-
guez y Arminda Ventura Gallardo, a tiempo de interponer el recurso de apelación restringida a fs. 90-
92, no especifican menos invocan el precedente contradictorio; ni lo hacen en casación, menos se-
ñalan la contradicción existente entre el Auto de Vista impugnado y algún precedente contradictorio,
que sirva de base para establecer el sentido jurídico distinto que le hubiere dado la Corte de alzada
ante una situación de hecho similar, sea por haberse aplicado normas distintas o una misma norma
con diverso alcance, lo que impide su consideración por el Tribunal de casación.
Dada la finalidad que le otorga la ley procesal al recurso de casación de uniformar la jurispruden-
cia, la invocación del precedente contradictorio se convierte en el presupuesto exigible de carácter for-
mal para establecer la doctrina legal aplicable, por lo que la omisión del ritual sagrado no es suscep-
tible de ser suplido de oficio por el Máximo Tribunal.
Por lo expuesto, se demuestra que los recurrentes no han cumplido con la segunda y tercera parte
del art. 416, segundo y tercer período del art. 417 de la Ley 1970, lo que hace inadmisible el recurso
deducido...".
También el siguiente Auto Supremo N 2 49 de 23 de enero de 2004, que además precisa la natu-
raleza del precedente contradictorio invocado:

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Arturo Yañez Cortés

"...De otro lado, si bien en el recurso de casación de fs. 189-192, se acompañan casos de jurispru-
dencia como precedente contradictorio, empero no señalan en términos claros y precisos la contra-
dicción existente con el Auto de Vista impugnado, tal como lo establece el art. 417 del Código de Pro-
cedimiento Penal; además el precedente acompañado sólo se refiere a uno de los delitos (abuso de
confianza), sin hacer alusión para nada al de apropiación indebida.
Por lo expuesto, y al no haberse cumplido con los requisitos previstos en la segunda parte de los
arts. 416 y apartado segundo del 417 del Código de Procedimiento Penal, corresponde declarar su
inadmisibilidad...".

¿Además de los requisitos anteriores, es necesario también presentar


copia del recurso de apelación restringida?

La razón de la decisión de los AASS siguientes, hace también hincapié en la necesidad de acom-
pañar al recurso de casación una copia del recurso de apelación restringida.
AUTO SUPREMO N' 90. Sucre, 17 de febrero de 2004
"...CONSIDERANDO: Que, la nueva normativa procesal penal, acorde con la doctrina penal, re-
conoce que el recurso de casación se caracteriza no solamente por estar equiparada a una demanda
nueva de puro derecho, sino que para su interposición y admisión es pertinente que el recurrente haya
invocado en apelación restringida el precedente contradictorio, señalando en casación la contradicción
del fallo que se pretende rever, con precedentes jurisprudenciales emitidos por las Salas Penales de las
Cortes Superiores o, bien por la Sala Penal de la Corte Suprema, acompañando para el efecto copia
del recurso de apelación restringida, a objeto de verificar si se han cumplido con los requisitos que es-
tablecen los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal.
CONSIDERANDO: Que, de la revisión de antecedentes, se advierte que Mary Carmela Peredo
Pinto, a tiempo de interponer el recurso de apelación restringida a fs. 83-85 vlta., no especifica menos
invoca el precedente contradictorio; ni lo hace en casación, menos señala la contradicción existente
entre el Auto de Vista impugnado y algún precedente, que sirva de base para establecer el sentido jurí-
dico distinto que le hubiere dado la Corte de alzada ante una situación de hecho similar, sea por ha-
berse aplicado normas distintas o una misma norma con diverso alcance, lo que impide su considera-
ción por el Tribunal de casación...".

¿Qué características deben reunir los precedentes contradictorios invocados?

Los AASS que siguen hacen referencia a las características que deben reunir las resoluciones de
las Salas Penales de las CCSSDD o Corte Suprema, toda vez que jurisprudencialmente se ha pre-
cisado que los fallos invocados en calidad de precedentes contradictorios deben tratarse de he-
chos y delitos similares a los que se juzga.
AUTO SUPREMO N' 143. Sucre, 10 de marzo de 2004
" ...CONSIDERANDO: Que de la revisión de antecedentes, se advierte que Juan Francisco María
Bedregal Villanueva, a tiempo de interponer el recurso de apelación restringida a fs. 142-150 vlta., no
especifica menos acompaña el precedente contradictorio; y en casación no señala en términos precisos
la contradicción existente entre el Auto de Vista impugnado y los casos de jurisprudencia citados. Que
los Autos Supremos pronunciados por la Sala Civil del Máximo Tribunal, y las Sentencias Constitu-
cionales, acompañadas no constituyen precedentes conforme dispone el art. 416 del Código de Pro-
cedimiento Penal; y de la Sala Penal A.S. N° 77 de 18 de marzo de 1978 y 145 de 14 de octubre de
1981, estos se tratan de casos y delitos distintos al que se juzga. El recurso de casación que se exami-
na esta fundamentado con el criterio del antiguo Código de Procedimiento Penal, por cuanto hace una
relación extensiva de las supuestas infracciones en que hubieren incurrido el Juez y Tribunal de alza-
da, acusando la violación de los arts. 16 y 31 de la C.P.E.; 90, 204, 209 del Código de Procedimiento
Civil y 411 del Código de Procedimiento Penal como causal de nulidad, y como causal de casación la
violación de los arts. 13, 216, 370 numeral 4), 414 y 360 del mismo Código Sustantivo; pidiendo se anu-
le obrados hasta el vicio más antiguo, o se case el Auto de Vista, pronunciándose en el fondo declarar

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

probada la querella condenando al imputado a la pena máxima; forma de resolución no prevista por el
art. 419 de la Ley 1970; defecto procesal que demuestra que la parte recurrente no ha cumplido con la
segunda y tercera parte del art. 416 y segundo y tercer período del art. 417 de la Ley 1970, lo que ha-
ce inadmisible el recurso ....".

Sobre el mismo tema, se tiene el siguiente Auto Supremo NI2 140 de 10 de marzo de 2004, cuya
razón de la decisión sostuvo:
" ...CONSIDERANDO: Que en caso de autos, la querellante, al estar conforme con la sentencia de
primera instancia no usó el recurso de la apelación restringida, sin embargo al haber sido revocado
por el Auto de Vista, a fs. 143-146 de obrados Laura Mercedes Campos Sandi Vda. de Álvarez, inter-
pone recurso de casación. Revisado el recurso deducido con objetividad, se establece que los fallos in-
vocados como precedentes, no guardan similitud con el Auto de Vista impugnado, tenida cuenta que
las circunstancias son substancialmente diferentes, en efecto el Auto de Vista de 23 de marzo de 2001
y el A. S. No. 168, que se adjunta en fotocopias, condena al imputado por el delito de estafa y lo ab-
suelve de la imputación de los delitos de falsedad de documento privado, uso de instrumento falsifi-
cado y abuso de confianza, fallos que no son contradictorios al Auto de Vista recurrido, en cuanto al
A.S. 405 de 15 de octubre de 2002, tampoco es contradictorio, porque en este caso se juzga por los
delitos de falsedad ideológica y uso de instrumento falsificado, lo que no sucede en autos donde so-
lamente se ha juzgado por el delito de uso de instrumento falsificado, y de acuerdo al art. 362 del Có-
digo de Procedimiento Penal, el imputado no puede ser condenado por un hecho distinto, atribuido
en la acusación o su ampliación. De lo expuesto se establece que desde ningún punto de vista se pue-
de calificar como contradictorios los precedentes invocados; de lo que se infiere no haberse dado cum-
plimiento a la formalidad legal prevista en el tercer parágrafo del art. 416 del Código de Procedimien-
to Penal, que exige que el precedente sea similar en la naturaleza, contenido y finalidad al auto impug-
nado. El Supremo Tribunal no puede suplir de oficio tal omisión y por consiguiente no puede estable-
cer el sentido jurídico contradictorio entre el Auto de Vista impugnando con los precedentes invocados,
al no estar abierta su competencia para el análisis del recurso deducido ....".
También:
AUTO SUPREMO N" 139. Sucre, 10 de marzo de 2004
" ...CONSIDERANDO: Que, de la revisión de antecedentes, se advierte que Jorge José Téllez Ro-
jas Carmen Fortunata Estrada de Téllez, a tiempo de interponer el recurso de apelación restringida a
fs. 100-104, no especifican menos invocan el precedente contradictorio, y si bien acompañan en casa-
ción, como precedente los Autos de Vista N° 658/03 y el de fecha 21 de julio de 2003, estos se refie-
ren a hechos y delitos diferentes, por lo mismo sus razonamientos no son atinentes al caso de autos;
de otro lado no señalan en términos claros y precisos la contradicción existente con el Auto de Vista
impugnado. Además sólo sirven de precedentes Autos de Vista y Autos Supremos, conforme al art. 416
del Código de Procedimiento Penal, lo que impide su consideración por el Tribunal de casación..."

En el siguiente Auto Supremo se hace nuevamente referencia respecto de las características del
precedente invocado y otras de las exigencias que debe cumplir recurso, es decir, precisar con-
tradicción entre el fallo y precedente:
AUTO SUPREMO N" 136. Sucre, 9 de marzo de 2004
" ...CONSIDERANDO: Que en el caso de autos, el querellante, tanto en la apelación restringida así
como en el recurso de casación de fs. 73-74, invoca como precedente el Auto de Vista No. 22 de 4 de
Septiembre de 2003 pronunciado por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de Potosí, preceden-
te que corresponde a un proceso seguido por la comisión de los delitos de falsedad material, conduc-
ta antieconómica, apropiación indebida y ahuso de confianza, fallo que no guarda similitud con el
Auto de Vista impugnado, tenida cuenta que las circunstancias son substancialmente diferentes; ade-
más, el recurrente no ha puntualizado en forma clara y precisa la contradicción existente entre el fa-
llo recurrido y el precedente invocado, limitándose a hacer una larga relación de impugnación del
Auto de Vista, sin tener en cuenta que el nuevo Código de Procedimiento Penal, restringe la interposi-

-178-
Arturo Yañez Cortés

ción del recurso de casación a los casos en los que se debe uniformar la jurisprudencia al existir pre-
cedente contradictorio, en consecuencia el recurso deducido no cumple con los requisitos formales pre-
vistos en los arts. 416 y 417 del Procedimiento Penal, por lo que priva al Tribunal de Casación su con-
sideración al no ser posible establecer el sentido jurídico contradictorio entre el Auto de Vista impug-
nado y el precedente invocado....".
Nuevamente en el siguiente Auto Supremo, se insiste en que el precedente invocado debe corres-
ponder a hechos similares.
AUTO SUPREMO N° 91. Sucre, 17 de febrero de 2004
"...CONSIDERANDO: Que en el caso de autos, del examen de los actuados procesales, se estable-
ce que si bien la recurrente en el recurso de casación deducido a fs. 88-89, invoca como precedente el
Auto de Vista de 7 de abril del 2000 y A.S. de 21 de abril de 2001, sin embargo no puntualiza ni de-
muestra la existencia de contradicción con el auto impugnado y el precedente, porque sencillamente
no corresponde a un caso similar al de autos; el precedente invocado juzga un caso de lesiones leves
entre personas adultas, mientras que en el caso presente se está ante lesiones graves y gravísimas co-
metidas en contra del bebe de un año y medio de edad, por consiguiente no existe similitud y no pue-
de considerarse como precedentes. En consecuencia el recurso de casación interpuesto no cumple con
los requisitos fórmales exigidos por los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal, lo que de-
termina que la competencia del Tribunal de Casación no este abierta para considerar el mismo, al no
ser posible establecer el sentido jurídico contradictorio entre el auto impugnado y el precedente...".
En el mismo sentido el Auto Supremo No 62 Sucre 5 de febrero de 2004
"...CONSIDERANDO: Que en el caso de autos, del examen de los actuados procesales se estable-
ce, que los recurrentes en el memorial de fs. 266-268 interponen recurso de casación y adjuntan como
precedente contradictorio fotocopia del Auto Supremo N° 619 de 25 de octubre del 2000, sin puntua-
lizar en términos claros la contradicción existente entre el precedente y el Auto de Vista impugnado;
que analizado el contenido del precedente invocado se evidencia que tiene características diferentes
al caso de autos, no siendo un caso similar, y tampoco es contradictorio, lo que determina que no se
considere como precedente; en consecuencia, el recurso de casación deducido no cumple con los re-
quisitos formales previstos en los arts. 416 y 417 de la Ley IV' 1970, por lo que priva al Tribunal de Ca-
sación su consideración, al no ser posible establecer el sentido jurídico contradictorio entre el Auto de
Vista impugnado y el precedente al no tener abierta su competencia...".

Finalmente, en el siguiente Auto Supremo se realiza una mayor precisión respecto de las caracte-
rísticas del precedente contradictorio invocado señalando que:
AUTO SUPREMO N' 98. Sucre, 18 de febrero de 2004
" ...CONSIDERANDO: Que, de acuerdo a la normativa penal vigente, el recurso de casación para
ser admitido, no sólo debe cumplir con las formalidades de una demanda nueva de puro derecho, sino
que debe ser interpuesto observando los requisitos legales establecidos en los arts. 416 y 417 del Có-
digo de Procedimiento Penal.
Que, del examen de los actuados procesales se evidencia que Orlando Canseco Gonzáles plantea
el recurso de apelación restringida a fs. 64-66 sin invocar el precedente contradictorio, y en el de ca-
sación, si bien cita un caso de jurisprudencia, es respecto al delito de abuso de confianza y estafa,
previsto por los arts. 346 y 335 del Código Penal y no al de apropiación indebida, tipificado por el art.
345 del mismo Código Penal, donde los hechos, circunstancias y las consecuencias son diferentes y
no guardan similitud en razonamientos y decisión como en el caso de autos, además que no especi-
fica ni señala la contradicción existente entre el auto impugnado y el caso citado en términos claros
y precisos.
Por lo expuesto, y al no haberse cumplido con los requisitos previstos en la segunda, tercera parte
del art. 416 y apartado segundo del 417 del Código de Procedimiento Penal, corresponde declarar su
inadmisibilidad.".

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

¿Será suficiente para lograr la admisibilídad del recurso invocar


el precedente contradictorio actualizado?

Obviamente que no, pues al margen del cumplimiento de las otras condiciones ya puntualizadas,
es necesario precisar en términos claros y precisos la contradicción existente entre la resolución
impugnada y el precedente invocado.
AUTO SUPREMO N° 40. Sucre, 22 de Enero de 2004
"...Que, del examen de los actuados procesales se evidencia que Juan Alfonso Saico Aquino plan-
tea el recurso de apelación restringida a fs. 120-122 y el de casación a fs. 138-139 vita., citando un ca-
so de jurisprudencia respecto al delito de estelionato, empero no especifica ni señala la contradicción
existente entre el auto impugnado y el caso citado en términos claros y precisos; olvidando que el nue-
vo Código de Procedimiento Penal restringe el recurso de casación a los casos en los que se debe uni-
formar la jurisprudencia al existir precedentes contradictorios por lo que priva al Tribunal de casación
a abrir su competencia. Por lo expuesto, y al no haberse cumplido con los requisitos previstos en la ter-
cera parte del art. 416 y apartado segundo del 417 del Código de Procedimiento Penal, corresponde
declarar su inadmisibilidad..."
También:
AUTO SUPREMO N° 343. Sucre, 7 de junio de 2004
"...CONSIDERANDO: Que la normativa penal vigente en el nuevo Código de Procedimiento Pe-
nal, exige para la admisión del recuso de casación que el mismo además de cumplir con las formalida-
des de una demanda nueva de puro derecho, observe todos los requisitos exigidos en los arts. 416 y 417
de la Ley N' 1970 de 25 de marzo de 1999.
Que el art. 416 del ya mencionado Código, establece que el recurso de casación procede para im-
pugnar Autos de Vista dictados por las Cortes Superiores de Justicia que sean contrarios a otros pre-
cedentes pronunciados por las Salas Penales de las Cortes Superiores o la Corte Suprema, debiendo en
el recurso de casación puntualizar en términos claros y precisos la contradicción existente entre el Au-
to impugnado y el precedente invocado conforme al segundo parágrafo del art. 417 del Código de Pro-
cedimiento Penal.
CONSIDERANDO: Que en el caso de autos, del examen de los antecedentes cursantes, se estable-
ce que la recurrente a tiempo de interponer el recurso de casación ha citado como precedente contra-
dictorio el Auto de Vista N" 13 de 12 de enero de 2004, pronunciado por la misma Sala que dictó el au-
to impugnado, sin embargo no es suficiente la simple cita del precedente para poder establecer la con-
tradicción entre la resolución impugnada y el precedente invocado, sino que se debe demostrar en
forma puntual la contradicción existente, tal cual exige el segundo parágrafo del art. 417 del ya men-
cionado Código; por consiguiente en el caso de autos no se ha dado cumplimiento a lo exigido por el
art. 417 del Código de Procedimiento Penal, para la procedencia del recurso de casación, por cuanto
la recurrente se limita a impugnar el Auto de Vista, sin tomar en cuenta que el nuevo Código ha res-
tringido la procedencia del recurso de casación a los casos en los que se debe uniformar jurispruden-
cia al existir precedente contradictorio, esta forma inadecuada de recurrir priva al Tribunal de Casa-
ción su consideración, al no ser posible establecer el sentido jurídico contradictorio del Auto de Vista
impugnado con el precedente invocado..".

¿El precedente contradictorio invocado, debe estar actualizado con la posición


doctrinal asumida por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia?

Obviamente que sí, pues como ya se ha puntualizado en el inicio del presente capítulo, la doctrina
legal establecida por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia podrá ser modificada sólo por
la misma, lo que implica que los precedentes contradictorios invocados deben estar actualizados
con la posición doctrinal asumida por el Tribunal Supremo.
AUTO SUPREMO N° 135. Sucre, 9 de marzo de 2004

-180-
Arturo Yañez Cortés

" ...CONSIDERANDO: Que de acuerdo a la normativa penal vigente en el Código de Procedimien-


to Penal, el recurso de casación para ser admitido debe cumplir con las formalidades de una demanda
nueva de puro derecho, además de observar los presupuestos legales establecidos en los arts. 416 y 417
del Código de Procedimiento Penal.
Que en el caso de autos, se establece que si bien el recurrente ha invocado como precedente con-
tradictorio el Auto Supremo No. 41 de 27 de enero de 2003, sin embargo dicho lidio no puede ser
aceptado como precedente contradictorio, debido a que el Tribunal de Casación, en uso de la facul-
tad conferida por el último parágrafo del art. 420 del Código de Procedimiento Penal, ha estableci-
do una nueva doctrina legal respecto a los delitos de transporte de sustancias controladas, a partir
del A.S. No. 417 de 19 de agosto del 2003, donde ya no se reconoce la tentativa de transporte de sus-
tancias controladas y se considera transporte consumado sin importar la distancia recorrida o que
fuera interrumpido antes de llegar a su destino. De lo expuesto se establece que el recurso de casa-
ción deducido no cumple con los requisitos previstos en los arts. 416 y 417 del Código de Procedimien-
to Penal al invocar como precedente un fallo que no corresponde a la nueva la doctrina legal vigente,
más aún si consideramos que el Auto de Vista impugnado no es contradictorio a la nueva doctrina
adoptada que rige respecto a los delitos de transporte de sustancias controladas, y por consiguiente no
es posible establecer el sentido jurídico contradictorio entre el precedente y el auto impugnado...".
De la misma manera, el siguiente:
AUTO SUPREMO N" 134. Sucre, 9 de marzo de 2004
" ...Que, en el caso de autos, se evidencia que el recurrente, al interponer la apelación restringida
a fs. 139-141, no invoca el precedente contradictorio, y si bien lo hace en el recurso de casación seña-
lando como tal el Auto de Vista N" 178/03 de fecha 4 de agosto de 2003; empero esta resolución no es-
ta conforme a la nueva doctrina establecida por el Máximo Tribunal, respecto al delito de transpor-
te de sustancias controladas, a partir del A.S. N° 417 de 19 de agosto de 2003, donde con la facultad
conferida por el art. 420 del Código de Procedimiento Penal, considera el delito de transporte consu-
mado sin importar la distancia recorrida o que el ilícito fuera interrumpido antes de llegar a su des-
tino; de lo expuesto se establece que el recurso de casación deducido no cumple con los requisitos
previstos en los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal. más aún si se tiene en cuenta que
el Auto de Vista impugnado no es contradictorio a la nueva doctrina adoptada que rige respecto al
delito de transporte de sustancias controladas...".

También, en el mismo sentido:


AUTO SUPREMO N° 132. Sucre, 9 de marzo de 2004
" ...Que, en el caso de autos, se evidencia que si bien el recurrente, a tiempo de interponer la ape-
lación restringida a fs. 74-76, invoca como precedentes contradictorios los Autos Supremos Nos.
285/1998 y 255/1997; empero en el recurso de casación omite cumplir con este requisito, menos seña-
la la contradicción existente entre el Auto de Vista impugnado y algún precedente; es tan escueto el re-
curso, que pide un tiempo prudencial para fundamentar el recurso lo que es inadmisible. De otro lado,
se tiene que el Tribunal de casación, en uso de la facultad conferida por el último parágrafo del art.
420 del Código de Procedimiento Penal ha establecido una nueva doctrina legal respecto al delito de
transporte de sustancias controladas, a partir del A.S. N" 417 de 19 de agosto de 2003, donde se con-
sidera el delito de transporte consumado sin importar la distancia recorrida o que el mismo fuera in-
terrumpido antes de llegar a su destino. De lo expuesto se establece que el recurso de casación dedu-
cido no cumple con los requisitos previstos en los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal,
más aún si consideramos que el Auto de Vista impugnado no es contradictorio a la nueva doctrina
adoptada que rige respecto al delito de transporte de sustancias controladas...-.

-181-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

¿Corresponde admitir un recurso cuando el tribunal de apelación omitió


dar aplicación al art. 399 del NCPP? ¿Cuál es el motivo para admitir el recurso
aunque no exista precedente contradictorio?

La Corte Suprema ha comenzado a admitir recursos de casación, incluso en mi criterio sin la exis-
tencia de un precedente contradictorio inicial al respecto, cuando los tribunales de apelación omi-
tieron dar cumplimiento a la taxativa disposición del art. 399 del NCPP, considerando que ese error
constituye un defecto absoluto. Veamos los AASS respectivos:

AUTO SUPREMO N° 97. Sucre, 18 de febrero de 2004


"...CONSIDERANDO: Que, si bien es evidente que para la procedencia del recurso de casación
se deben cumplir con los requisitos exigidos por los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Pe-
nal, no es menos cierto que la revisión excepcional y eventual de oficio procede cuando existen vio-
laciones flagrantes al debido proceso y defectos absolutos de procedimiento insubsanables o de la
sentencia, confirme disponen los arts. 169 y 370 del Código de Procedimiento Penal.
Que, en el sub-lite, el Auto de Vista impugnado declara inadmisible el recurso de apelación restrin-
gida de fs. 223-229, por no cumplir con las exigencias formales establecidas en el art. 407 del Código
de Procedimiento Penal, sin que previamente hubiese dado aplicación a la norma prevista por el art.
399 del citado Código Adjetivo Penal; forma de resolución que vulnera las normas del debido proce-
so y suprimen el derecho a la defensa, preconizado por el art. 16 de la C.P.E, lo que constituye defec-
to absoluto, previsto por el art. 169-3) de la Ley Procesal Penal, no susceptible de convalidación, y al
ser las normas procesales de orden público y de cumplimiento obligatorio, es pertinente la admisión
del recurso de casación.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, en cumplimiento del
art. 418 del Código de Procedimiento Penal, ADMITE el recurso de casación interpuesto Freddy Yuj-
ra Argani, disponiendo que por Secretaría de Cámara se remita a todas las Sala Penales de las Cortes
Superiores del país, fotocopias de: Sentencia de fs. 208-213, Auto de Vista de fs. 280 y vita., y el pre-
sente Auto Admisorio, para que se inhiban de dictar fallos en los que se debaten las mismas cuestiones
de derecho, hasta que se haga conocer la resolución del recurso de casación interpuesto...".

Posteriormente, se emite el siguiente:

AUTO SUPREMO N°271. Sucre, 12 de mayo de 2004


"...CONSIDERANDO: Que la normativa penal vigente establecida por la Ley No. 1970, exige pa-
ra la admisión del recurso de casación que el mismo además de cumplir con las formalidades de una
demanda nueva de puro derecho, observe todos los requisitos exigidos en los arts. 416 y 417 de la ya
mencionada norma legal.
Que, en el caso sub-lite se evidencia que el tribunal ad-quem ha declarado improcedente el re-
curso de apelación restringida interpuesta por el procesado, con el fundamento de que el mismo no
cumple con los requisitos de forma esenciales previstos en el art. 408 del Código de Procedimiento
Penal, sin antes haberle otorgado al recurrente el plazo de tres días establecido por el primer pará-
grafo del art. 399 del Código de Procedimiento para que amplíe o corrija su recurso, bajo apercibi-
miento de rechazo, constituyendo dicha omisión un defecto absoluto que atenta al derecho de
recurrir, previsto en el art. 169 inc. 3) del Código de Procedimiento Penal, por lo que corresponde ad-
mitir el recurso de casación deducido.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, con la
facultad conferida por el art. 59 inc. 1) de la Ley de Organización Judicial, aplicando el art. 418 del
Código de Procedimiento Penal, ADMITE el recurso de fs. 249-250, debiendo remitirse a todas las Sa-
las Penales de las Cortes Superiores del país, la sentencia de fs. 217-223, A. V. de fs. 242 y el presente
auto de admisión, para fines del parágrafb segundo del art. 418 de la Ley 1970 de 25 de marzo de
1999...".

También:

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Arturo Yañez Cortés

AUTO SUPREMO N° 93. Sucre, 17 de febrero de 2004


"...Que en el caso de autos, se evidencia que la recurrente tanto en la apelación restringida como
en el recurso de casación ha invocado precedentes como el A. S. No 631 de 11 de diciembre de 2003,
el mismo que admitió un recurso de casación deducido, porque del Tribunal ad-quem declaró inadmi-
sible la apelación restringida por incumplimiento a los requisitos exigidos en los arts. 407 y 408 del
Código de Procedimiento Penal, sin antes haber otorgado al recurrente el plazo establecido por el pri-
mer parágrafo del art. 399 del ya referido Código, siendo el presente caso similar al precedente invo-
cado, corresponde admitir el recurso deducido por cumplir con los requisitos exigidos en los arts. 416
y 417 del Código de Procedimiento Penal..."

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CAPITULO OCTAVO

APUNTES DOCTRINALES Y DE DERECHO COMPARADO SOBRE LOS ALCANCES


DE LOS RECURSOS DE APELACION Y CASACION

8.1. INTRODUCCION
Como se ha visto a lo largo de los anteriores capítulos, entre las diferentes legislaciones compara-
das existen algunas diferencias en el tratamiento que otorgan a los denominados -por nosotros- re-
cursos de apelación restringida y casación. Por ello, salvando las diferencias del caso, me permi-
tiré en el presente capítulo desarrollar algunos conceptos extraídos de una investigación doctrinal
realizada con el propósito de contribuir a fijar una posición respecto de los verdaderos alcances
de nuestros recursos de apelación restringida y casación en el nuevo sistema procesal penal boli-
viano.
Para el efecto, me he permitido recurrir a doctrina y legislación comparada de origen argentino,
colombiano, alemán y español, en lo posible tratando de remitirme a la doctrina más reciente, por
lo que la mayoría de la bibliografía consultada data de finales de la década de los noventa o prin-
cipios de éste siglo.
8.2. POSICIONES DOCTRINALES SOBRE EL ALCANCE DE AMBOS RECURSOS
Para el autor argentino Carlos CREUS', los recursos atribuyen competencia al tribunal de alzada
para controlar la sentencia recurrida desde el punto de vista del mérito de la causa, fáctico y jurí-
dico (vale decir, pronunciarse sobre la estimativa de los hechos que ella ha evaluado y del derecho
que ha aplicado), como ocurre -dice- en los recursos de apelación y revisión, o sólo hacerlo sobre
el último, como sucede tratándose de los recursos de casación, inaplicabilidad de la ley e incons-
titucionalidad. Reconoce que dependiendo de los sistemas, estos presentan cierto grado de hibri-
dez, al otorgarle competencia al tribunal ad -quem para entrar a estimar además ciertas cuestio-
nes de hecho.
Conviene respecto de los límites de la jurisdicción del tribunal de alzada, que éste tiene una juris-
dicción limitada a los puntos de la sentencia que han sido recurridos, es decir, aquellos que han si-
do objeto de los agravios expresados en el recurso, por lo cual puntualiza que es necesario que el
apelante haya expresado con precisión los motivos de su disconformidad con el fallo apelado. Tam-
bién, señala que tratándose de un sistema oral, normalmente exigen el adelantamiento de la con-
creción de los puntos de disconformidad en el momento de la interposición del recurso, mientras
que los sistemas escritos las partes fundamentan cuando fundamentan su recurso en un momen-
to posterior a la presentación de su recurso.
Sobre el recurso de apelación en concreto, enseña que se trata de un medio impugnativo es pro-
pio del régimen de juicio escrito, al permitir revisar tanto el mérito de la causa con relación a aque-
lla (la prueba respecto de los hechos) incluyendo el derecho sustancial aplicable, cuanto lo referi-
do a la observancia de normas procesales, por lo que la sentencia puede pronunciarse sobre la re-
construcción histórica del hecho y las normas de fondo y forma aplicadas. En el juicio oral, por el
contrario, el recurso de apelación es un medio impugnativo que se reduce a la revisión de las re-
soluciones de carácter incidental, incluyendo la relativa a la paralización o extinción del proceso en
ellas antes de la sentencia, pero no procede contra ésta.
Señala que esa diferencia obedece a que en el sistema escrito el tribunal de alzada puede exami-
nar el mérito de la prueba que se tuvo en cuenta para dictar la sentencia sobre la base de las cons-
tancias escritas de la documentación de los actos de prueba llevados durante el juicio, lo que es
imposible tratándose del sistema oral, donde esa documentación no vuelca pormenorizadamente
lo manifestado durante la audiencia, puntualizando que uno de los problemas más difíciles para el

1 "Derecho Procesal Penal ". Editorial Astrea; Bs. As. Argentina, 1996.

-185-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

juez y el tribunal de alzada es discriminar cuando existe realmente un gravamen de naturaleza irre-
parable.
El autor consultado distingue en su derecho el recurso e incidente de nulidad del recurso de casa-
ción. Señala que en los Códigos en los que rige la oralidad del juicio se conserva en incidente de
nulidad pero no se contempla el recurso de nulidad, cuyos motivos quedan comprendidos en el re-
curso de casación. También identifica los vicios nulificatorios de la sentencia, que son en general
los mismos con los que se puede atacar cualquier acto procesal; es decir, la violación u omisión
de las formas prescritas para ella bajo sanción de nulidad, cuando aquella ha recaído en un proce-
so con actos viciados de nulidad que no quedó subsanada o cuando ella misma vulnera la garan-
tía de defensa en juicio (por falta de fundamentación, por ejemplo), cuando los vicios no alcanzan
a reunir esas características no acarrean la nulidad del fallo y sólo pueden ser corregidos por el tri-
bunal de alzada cuando su competencia así lo permite.
En su ponderado criterio, el tribunal de alzada está facultado para confirmar, revocar o reformar la
sentencia recurrida. Cuando declara la nulidad de la sentencia, algunas legislaciones disponen se
dicte la nueva sentencia que corresponda, en otras, expresa o implícitamente, limitan las faculta-
des del tribunal a la declaración de nulidad, previendo el reenvío de la causa a otro juez (del mis-
mo grado del que pronunció la sentencia anulada) para que pronuncie la nueva sentencia, afirman-
do que no es aconsejable disponer que el mismo juez que pronunció la sentencia anulada, sea el
que luego pronuncie la nueva.
Con referencia a la casación en el juicio oral, CREUS hace notar que este recurso constituye la vía
fundamental para atacar la sentencia dictada en juicio oral, dada la particular forma de documen-
tación de la audiencia de juicio, que convierte en impracticable el recurso de apelación, aunque
también reconoce que algunos sistemas escritos también lo contemplan.
Sobre los motivos del recurso de casación, identifica que estos son la errónea aplicación o inob-
servancia de la ley. La errónea aplicación entraña una interpretación indebida, es decir, no admiti-
da por ella por no ser adecuada a su contenido normativo según sus sentidos literales posibles;
mientras que la inobservancia está constituida por la inaplicación de la ley en el caso, cuando de-
bió emplearse para juzgarlo. Ambos pueden referirse tanto a la ley sustantiva como a la procesal.
Indica que tradicionalmente la doctrina ha restringido el recurso de casación a un debate sobre el
derecho, descartando todo debate sobre los hechos, aunque luego reconoce que ese límite se ha
esfumado un tanto en la nueva doctrina, porque en ocasiones el debate sobre el derecho precisa
de estimativas particulares de los hechos.
Cuando el tribunal halla fundados los motivos del recuso, el contenido de la sentencia puede ser:
a) Acogiendo el recurso y dictando la sentencia que corresponda cuando sea pertinente, señala
por ejemplo cuando tiene que limitarse a corregir la interpretación de la ley sustantiva aplicada por
el tribunal del juicio o a suplir alguna omisión de éste, posibilidad que no existe cuando el acogi-
miento del recuso hace necesario un nuevo debate sobre los hechos, en cuyo caso tiene que dis-
poner el reenvío del proceso a otro tribunal de juicio para que produzca nuevo debate y sobre esa
base dicte nueva sentencia; b) Acogiendo el recurso y anulando la sentencia cuando en el curso
del proceso no se hubiesen violado normas procesales, en cuyo caso también tiene que disponer
el reenvío de la causa, pero el proceso tiene que renovarse a partir del acto que provocó la nuli-
dad de la secuencia procesal (salvo que hubiera ocurrido en la audiencia de debate, que tiene que
volverse a realizar íntegramente ante el nuevo tribunal).
Carlos CREUS opina que el tribunal del recurso, sin llegar a esos pronunciamientos, puede corre-
gir errores jurídicos de la sentencia recurrida que no hubiesen sido fundamentales para determinar
la decisión del tribunal del juicio, por ejemplo: invocación material incorrecta de un artículo de la
ley, errores en la designación de la pena (reclusión por presidio), su monto (se fijó una pena que
excede el máximo de la pena legal) o su cómputo (errónea deducción de la detención preventiva).

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Arturo Yañez Cortés

Finalmente, el autor identifica otro recurso en la legislación argentina denominado inaplicabilidad de


la ley o doctrina legal, que dice ser en algunos aspectos parecido al de casación que ha recibido
diferentes tratamientos en ese país según la legislación provincial. Por ejemplo, en la provincia de
Buenos Aires, este recurso tiene como finalidad corregir la violación o errónea aplicación de la ley
o su incorrecta interpretación, teniendo en cuenta precedentes jurisprudenciales del mismo tribu-
nal que decide el recurso (la Corte Suprema) o de sancionar violaciones procesales fundamentales
de la causa. La sentencia que resuelve el recurso puede rectificar la recurrida pronunciando otra
distinta o anular el procedimiento a partir del hecho viciado, remitiendo la causa a otro tribunal pa-
ra que tramite nuevamente el proceso y dicte una nueva sentencia.
En la provincia de Santa Fe, se convoca al tribunal para decidir una interpretación de la ley cuando
existe jurisprudencia contradictoria en el mismo tribunal de alzada, s resolución se limita a señalar
la interpretación de la ley que considera adecuada, reenviando la causa a otro tribunal del mismo
grado que el que dictó la sentencia recurrida, para que pronuncie una nueva sentencia aplicando
la interpretación declarada por el tribunal del recurso en calidad de doctrina legal.
Otro autor consultado bibliográficamente sobre el tema es el también argentino Jorge A. CLARIÁ
OLMEDO' quien distingue los sistemas procesales donde rige para el juicio la doble instancia, la
sentencia y otras resoluciones son apelables, pudiendo alegarse también la nulidad por vía de re-
curso, mientras que en los sistemas con instancia única, la sentencia sólo es recurrible en casa-
ción. En este último caso, su fundamentación se limita exclusivamente a motivos de derecho, sean
de fondo o de forma, por lo que el campo de los hechos fundamentadores de la pretensión queda
excluido del control en casación.
Empero, también cita excepciones a esa regla como el Código de la Provincia de la Rioja que au-
toriza la casación por error de hecho en la apreciación de las pruebas, si resulta de documentos
o actos auténticos que demuestren la equivocación evidente del juzgador.
Opina que la incensurabilidad del juicio de hecho contenido en la sentencia, resulta de la elimina-
ción de la segunda instancia que caracteriza al juicio oral, sin embargo, considera que el Tribunal
de casación puede ameritar hechos mientras no sean los de la causa que integran la plataforma
del pronunciamiento de mérito. Se trata dice de los hechos de proceso (activos u omisivos) referi-
dos al trámite para llegar o para obtener la sentencia; de las conductas previstas por la norma pro-
cesal, o sea para proceder frente al caso dado, que se cumplen ajustándose o no a lo previsto.
Cita como ejemplos de cuestiones de hecho en materia penal y por ello excluidas del control de
casación, por ejemplo a la valoración de circunstancias que se refieren a agravantes y atenuantes
genéricos de la pena; conclusión apoyada en el principio in dubio pro reo, no extensible a la inter-
pretación de la ley; todo lo referido al análisis crítico de los elementos probatorios introducidos al
debate y a la determinación de los hechos que sirven de base al pronunciamiento de mérito.
Como suele ocurrir en la mayoría de los textos doctrinales consultados, identifica como uno de los
fundamentos del recurso de casación, el vicio in iudicando como la inobservancia o errónea apli-
cación de la ley sustantiva, es decir, la ley sustantiva comprende todo cuanto el juzgador ha asu-
mido jurídicamente con respecto a la cuestión de fondo en la sentencia. La expresión inobservan-
cia en su criterio pretende captar una conducta omisiva en la aplicación del derecho, omisión de
lo ordenado por la norma ante la materialidad fijada, mientras que por errónea aplicación ha de en-
tenderse que se da a la norma un significado diverso al correspondiente al caso o se aplica una
norma que no corresponde, la valoración jurídica resulta equivocada por defecto de interposición
o elección de la norma correspondiente. Mientras, el vicio in procedendo consiste en términos
generales en la inobservancia de normas procesales que, como motivo de casación, debe tratar-
se de normas que conforme al respectivo código se establecen bajo la sanción de nulidad o inad-
misibilidad que no hubiere quedado subsanada o superada. El medio para evitar que el vicio que-
de subsanado es el reclamo oportuno de corrección del defecto o la protesta de recurrir, lo que

2 Derecho Procesal Penal" Tomo II. Rubinzal — Culzoni Editores, Argentina; 2001.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

no rige en caso de nulidades absolutas ya que pueden y deben ser declaradas en cualquier esta-
do y grado del proceso, mientras que en las relativas, la alegación para corregir el vicio debe ha-
ber sido posible en su oportunidad.

Advierte que tratándose del recurso de casación no está prevista ninguna actividad probatoria, de-
bido a la calidad de los motivos que son estrictamente jurídicos. Empero, tratándose del vicio in iu-
dicando ante la prohibición de rever los hechos de la causa fijados por el Tribunal del mérito, reco-
noce otras situaciones que plantean por lo menos, los siguientes dos casos de excepción:
Recurso motivado en vicio in procedendo que exige analizar conductas del trámite cumplido, o
sea hechos del proceso (no de la causa), cuya evidencia no surja de las constancias del expe-
diente, vale decir, de una argución de falsedad de documento público que debe plantearse por
el recurrente simultáneamente con la expresión de los motivos y tramitarse en un incidente du-
rante la alzada, previo a la discusión, recibiéndose las pruebas correspondientes.
Invocación de una causal extintiva de la acción penal, para cuya evidencia se requiera obtener
elementos de convicción que no consten o sólo consten insuficientemente en autos.

Respecto a los alcances del fallo a ser dictado, puntualiza que puede tener los siguientes sentidos:

El rechazo del recurso en cuanto al fondo por no ser fundados los motivos propuestos. Ese
fallo produce cosa juzgada con respecto a los puntos impugnados en la sentencia de méri-
to.
El acogimiento del recurso (total o parcialmente) por considerar fundado el motivo del agra-
vio, quedará en consecuencia casado el pronunciamiento de mérito, actuando el tribunal co-
mo rescidens. Pero las consecuencias de ese pronunciamiento serían variadas en atención
a la naturaleza del motivo asumido y de la resolución casada, siendo: a) en caso de vicio in
procedendo incito en una resolución que puso fin al proceso antes de su pleno desarrollo,
declarará la nulidad del fallo y del debate que lo procedió, y en su caso los actos anteriores
que lo afectaron, mandando a renovar el proceso desde el trámite que se indique, por un tri-
bunal (rescisorium) que para el juicio estará integrado por jueces distintos a los que pronun-
ció la sentencia anulada, es decir, el reenvío; b) en caso de in iudicando, el tribunal debe ca-
sar la sentencia y constituido en tribunal rescisorium, resolverá el caso de acuerdo con la ley
o doctrina aplicables.
3) Tratándose de casos de errores de derecho en la motivación o errores materiales e la desig-
nación o cómputo de la pena, y siempre que los primeros no hubieren influido en el disposi-
tivo, pueden ser rectificados sin casar la sentencia, vale decir en la sentencia que confirma
la impugnada.

El autor, al igual que el anterior, se refiere también al recurso de inaplicabilidad de la ley, legislado
por los CPPPP de Buenos Aires y Santa Fe que en cuanto al fondo es una verdadera casación y en
cuanto a la forma también en alguna medida, que se resuelve, especialmente en de la última pro-
vincia, sentando la doctrina legal aplicable sobre la base de precedentes invocados.

Para el también argentino Lino Enrique PALACIO' el recurso de apelación constituye un recurso or-
dinario cuyo objeto consiste en lograr que un tribunal superior en grado al que dictó la resolución
impugnada, tras un nuevo examen tanto de las cuestiones de derecho cuanto de las de hecho, y
en la medida de los agravios articulados, disponga la revocación o la nulidad de aquella así como,
en su caso, la de los actos que la precedieron. Cabe entonces a través de este recurso no sólo la
reparación de cualquier error de juicio o de juzgamiento (error in iudicando), con prescindencia de
que se haya producido en la aplicación de las normas jurídicas (error in iure) o en la apreciación de

3 "Los Recursos en el Proceso Penal" 2' Edición, Ed "Abeledo — Perrot" Buenos Aires. Argentina, 2001.

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Arturo Yañez Cortés

los hechos o valoración de la prueba (error in facto), sino también cualquier tipo de errores in pro-
cedendo, comprendiendo en consecuencia tanto a los que afectan directamente a la resolución im-
pugnada como aquéllos que afectan a los actos anteriores al pronunciamiento de la decisión.
En cuanto al contenido de la resolución, indica que el tribunal de alzada puede confirmar o revocar
la resolución recurrida e incluso declarar su nulidad y la de los actos que la precedieron.
Con referencia al recurso de casación, señala que desde el punto de vista político, la casación pue-
de concebirse como un remedio encaminado a lograr la uniformidad en la interpretación del dere-
cho, aunque reconoce que al menos en el caso del Código de Buenos Aires, la doctrina resultante
de los fallos del tribunal de casación no es obligatoria.
Sobre los motivos en lo que puede fundarse el recurso, siguiendo la legislación italiana, distingue
los vicios o errores iuris (vicios de juicio) de los vicios o errores in procedendo (vicios de actividad),
señalando que el error in iudicando concierne exclusivamente a la justicia de la resolución, en el
error in procedendo puede concurrir, además de una injusticia, un vicio originario anterior a la re-
solución que, por ello, genera su invalidez. Los errores in procedendo son susceptibles de distin-
guirse según se trate: a) de una actividad defectuosa omisiva tanto del juez como de cualquiera
de los restantes sujetos procesales y no sean objeto de una específica resolución anterior a la sen-
tencia definitiva o auto equiparable a ella; b) errores in iudicando en la aplicación de normas pro-
cesales y existencia de un vicio originario que afecta la secuencia procesal; c) defectos imputables
a la resolución en sí misma (ausencia de motivación, motivación insuficiente, etc).
Tratándose de los errores in iudicando, puntualiza que su motivo tradicional relativo a la inobser-
vancia o errónea aplicación de la ley sustantiva, en la realidad constituye un pleonasmo carente de
utilidad ya que tanto la inobservancia como la errónea aplicación de la ley acarrean siempre la vio-
lación o quebrantamiento de la norma por lo que citando a FLORIAN 4 respecto de igual norma en
el Código Italiano, es claro que los vicios se identifican o por lo menos sólo se distinguen con difi-
cultad. Por ello, indica que debe entenderse que el vicio examinado consiste en el error padecido
por el tribunal en la selección o en el alcance de la norma que da el sentido del caso sometido a
decisión, de modo que la infracción puede materializarse en forma negativa o positiva, citando co-
mo ejemplos cuando se omite aplicar a un hecho la norma que genuinamente lo conceptualiza; o
cuando se aplica al hecho una norma que no es la adecuada o cuando a pesar de haberse aplica-
do la norma adecuada se le otorga un alcance diverso al que realmente reviste o se le imputa una
consecuencia que no le corresponde.
El autor sentencia el tema en cuestión mediante un comentario sumamente revelador para los al-
cances del tema que nos ocupa, que por su importancia capital, me permito transcribirlo textual-
mente, dice:
"No debe empero verse en ello una tajante e irreductible distinción entre las cuestio-
nes de hecho y las cuestiones de derecho, porque el juicio jurídico es esencialmente
unitario. La sentencia no entraña, en efecto, la conclusión de un silogismo en el que
la premisa menor esté representada por los hechos y la mayor por la norma jurídi-
ca, pues semejante raciocinio importa desconocer el acto de comprensión estimati-
va que todo juez realiza al valorar tanto la conducta como las menciones dogmáticas
contenidas en las normas. De allí que en la llamada intangibilidad de los hechos en
casación sólo debe verse el respeto (en principio) del acontecimiento histórico fijado
por el tribunal de juicio, pero nunca la renuncia a la valoración de signo axiológico
en función del que exhiben las normas que lo conceptualizan".
Termina estableciendo los efectos de la casación. Tratándose de la violación de la ley sustantiva,
señala que es un recurso de naturaleza positiva, porque el órgano competente tiene la facultad de
dictar sentencia sobre el fondo del asunto sometido a su consideración (iudicium rescissorium) con

4 Elementos de Derecho procesal penal", Barcelona, 1933.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

exclusión del reenvío, es decir, sin alterar las conclusiones de hecho definitivamente fijadas por el
tribunal de juicio y dentro del límite acotado por los agravios del recurrente, incumbe rectificar el
juicio de derecho contenido en la sentencia impugnada y proclamar la ley o doctrina jurídica aplica-
ble al caso, aunque, como el tribunal no se halla vinculado por las normas jurídicas invocadas por
el recurrente, se encuentra habilitado para calificar jurídicamente, en forma autónoma, los hechos
de la causa, siempre que no existiendo recurso fiscal, ello implique transgredir la prohibición de la
reforma en perjuicio.
Cuando prospera el motivo de casación relativo a la inobservancia de las normas establecidas ba-
jo pena de inadmisibilidad, caducidad o nulidad, el tribunal sólo puede ejercer competencia negati-
va (iudicium rescindens) y limitarse a disponer el reenvío de la causa. La nulidad puede afectar só-
lo a la sentencia (por ejemplo por insuficiencia de fundamentación, contradicción entre sus funda-
mentos y la parte dispositiva) o también a ésta y a los actos que la precedieron y comprometieron
precisamente a su validez. Puede ser parcial cuando aparte de la disposición anulada, la resolución
contiene disposiciones cuya subsistencia no depende de la validez de la anulada o no se hallan ines-
cindiblemente relacionadas con ella, por ejemplo cuando se anula la sentencia respecto de la falta
de fundamentación de la pena aplicada, quedando firme el pronunciamiento en lo que concierne a
la responsabilidad del imputado.
Finalmente, la legislación argentina permite la corrección de los errores de derecho en la fundamen-
tación de la sentencia impugnada que no hayan influido en la resolución, sin anular la sentencia.
El ideólogo de la reforma procesal penal latinoamericana, el argentino Alberto M. BINDER 5 , estable-
ce claramente la diferencia y pertenencia de los sistemas de apelación y casación señalando que
la idea que subyace tratándose de los recursos es la del control, que se ha plasmado a través de
dos grandes mecanismos: el primero permite el dictado de un nuevo fallo integral y el segundo, es
un control sobre la aplicación del derecho y sobre las condiciones de legitimidad del fallo (condi-
ciones ligadas generalmente a las garantías judiciales, incluida la garantía de una sentencia funda-
mentada). El primero, el recurso de apelación que permite la dictación de un nuevo fallo integral
sobre el caso estuvo ligado a sistemas procesales en los que no se respetaba totalmente el prin-
cipio de inmediación, tratándose fundamentalmente de procesos escritos en los que el tribunal de
segunda instancia se limitaba a leer esos registros y sobre la base de esa lectura a dictar un nue-
vo fallo integral, es decir, realizaba una nueva valoración de la prueba.
Mientras por el contrario, el recurso de casación estuvo ligado históricamente a sistemas en los
que la inmediación -sobre todo en la valoración de la prueba- era más estricta, como sucede en los
sistemas con juicio oral y, por lo tanto, el segundo tribunal revisor no tenía posibilidad de revisar
esa valoración de la prueba sino era observándola de nuevo.
Reconoce sin embargo que la evolución de la conflictividad social y la propia necesidad política de
un mayor control, hicieron evolucionar al recurso de casación hacia formas más amplias, de ma-
yor control, pero, dice que a pesar de eso, el recurso de tiene un límite que hasta ahora ha sido
infranqueable: se trata, fundamentalmente, de un control sobre la sentencia y sobre sus fundamen-
tos, ya que por imperativo del principio de inmediación no puede ir más allá de ese control, lo que
tiene principalmente dos consecuencias: 1) el recurso de casación normalmente anula la senten-
cia y reenvía el caso al tribunal inferior para que se dicte una nueva sentencia, solo excepcional-
mente anula (casa) la sentencia de primera instancia y dicta directamente la sentencia correcta,
por ejemplo, cuando el error en la aplicación del derecho es muy evidente y no se necesita prue-
ba para tomar una decisión en contrario (por ejemplo, se ha condenado por un delito que no exis-
te), el juez revisor puede dictar un nuevo fallo; 2) el recurso de casación no puede controlar la va-
loración de la prueba como proceso interno del juez. Lo único que puede controlar es la expresión
que de ese proceso ha hecho el juez, en la fundamentación de esa sentencia. De ese modo el con-
trol se limita a determinar si esa expresión o fundamentación de la valoración de la prueba ha se-
guido los pasos lógicos que normalmente aceptamos como propios de un pensamiento correcto.
5 "Introducción al Derecho Procesal Penal", 2' Edición, Editorial Ad-Hoc, Buenos Aires, 1999; páginas 285 y siguientes.

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Otro autor, Augusto M. MORELLO 6 también de la república argentina, realiza un completo análisis
de todos los aspectos relativos a la casación en el derecho comparado y la legislación, permitién-
dome por su importancia, transcribir algunos de sus conceptos más valiosos.
Reconoce en el ámbito general que es importante razonar sobre la necesidad de efectuar un pru-
dente control casacional sobre la motivación fáctica, circunstancia que proviene de la misma exi-
gencia de motivar las resoluciones jurídicas. Deber categórico predicable a toda resolución, "...sin
que dependa de contingencias y debiendo circunscribirse a hechos o circunstancias y no
puramente al derecho, porque en última instancia no sólo se halla éste en el campo de
la comprensión de ese remedio (la casación) o garantía que ejerce el justiciable, sino
que esa dupla indisociable: hechos /derecho, vienen a integrar el contenido esencial del
derecho a la tutela judicial efectiva...".
Añade luego que no ha de extrañar que se concluya que el principio de la intangibilidad de la apre-
ciación, hecha en instancia de grado, es una afirmación que está obligada a hacer concesiones;
en efecto, por una parte se predica la soberanía de los órganos de instancia en juzgamiento de los
hechos y estimación de la prueba, más de inmediato y pese a todo, tal principio encuentra y segui-
rá encontrando más excepciones de las que serían deseables, no sólo en el derecho español sino
en otros países de nuestro entorno jurídico. Continúa diciendo que conlleva sin embargo, un precio
por demás oneroso, acoger la excepción (el control también de los hechos) configurándose un hí-
brido que deforma la figura; la situación en su criterio, no puede sino inquietar por cuanto esa bi-
furcación de senderos representa un claro elemento desnaturalizador de lo que ha de ser el recur-
so de casación y de las finalidades que debe cumplir. La principal consecuencia de la actitud ante-
rior (hacia el control de los hechos) es el entorpecimiento que ocasiona a la realización de la tarea
uniformadora que le corresponde como instrumento orientado a la salvaguarda del principio de
igualdad ante la ley, como mecanismo llamado a dotar al ordenamiento jurídico y a sus destinata-
rios de una mínima seguridad y certidumbre jurídica. Lo cual queda en una simple manifestación
teórica si en la práctica de la casación se aprovecha la apertura de la puesta a fin de revisar el jui-
cio de hecho para entrar en la justicia del caso concreto, buscando dar la razón al litigante que la
tenga.: "...no dudando, para ello, directa o indirectamente, en asumir el examen fáctico
hasta donde sea preciso, sustituyendo, cambiando, reordenando o valorando de nuevo
los hechos, o el mérito de la prueba absurdamente desvirtuada en el fallo, impidiendo
así la sentencia justa...".
Acertadamente plantea en consecuencia, un adecuado punto de equilibrio, un registro intermedio:
"...en general un no a los hechos, pero sí a su examen y consideración cuando el desvío
de lo juzgado, por caso, en el núcleo de la prueba, tiene gruesas fallas lógicas y la eva-
luación de los medios ha llevado a resultados insostenibles (absurdo y/o arbitrariedad),
desvirtuándose el sentido de la misma, supuestos en los que la revisión deviene insosla-
yable para que la solución jurídica sea correcta y al cabo, también justa...".
Termina sentenciando en sus palabras que se trata de una casación bastarda y no pura, pero pro-
badamente, en sí funcional y eficiente del recurso extraordinario y más apropiada a los fines de la
justicia. Quizás menos científica en una lectura demasiado ortodoxa y clásica de la casación pero
más atrevida y que tiende a afianzarla, bregando sin rigidez, por una decisión justa que es la estre-
lla polar norte del servicio y del Poder Judicial.
En el campo estrictamente penal, trae a colación que si bien es cierto que la apreciación de la prue-
ba constituye, por vía de principio, facultad de los jueces de la causa y no es susceptible de revi-
sión en la instancia extraordinaria, no es menos cierto, sin embargo, que tal regla en modo alguno
ha sido óbice para que la Corte Suprema conozca en todos aquellos supuestos cuyas particulari-
dades hacen excepción de ella, con base en la doctrina de la arbitrariedad; toda vez que con
ésta se tiene a resguardar la garantía de la defensa en juicio y el debido proceso, exigiendo que

6 "La Casación Un modelo intermedio eficiente". Segunda edición actualizada, Editorial "Abeledo Perrot", Buenos Aires; 2000

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

las sentencias sean fundadas y constituyan una derivación razonada del derecho vigente, con apli-
cación a las circunstancias comprobadas de la causa.
Como colofón indica que ha terminado por consolidarse en la Argentina, un prudente sendero que,
sí bien no facilita a pleno la revisión del juicio de hecho, tampoco levanta, monolíticamente un mu-
ro bloqueador, con lo que se perfila este modelo intermedio tan bien planteado por este autor,
quien esta consciente que no comulga con lo que ha sido hasta ahora la tradición, pero apunta que
es innegable que se recorta, sin embargo, como una apertura, un motivo propio, definido de admi-
sibilidad, que se halla autorizado jurídicamente por el cabal reconocimiento institucional (doctrinas
del absurdo y de la arbitrariedad de sentencia).
Según Carlos Enrique EDWARDS,' entre las garantías mínimas consagradas expresamente en los
tratados internacionales sobre derechos humanos, aparece también la posibilidad que tiene el im-
putado de recurrir el fallo condenatorio. Advierte, que una cuestión problemática se presenta con
relación al juicio oral en materia penal en instancia única, en el cual, las cuestiones de hecho no
son susceptibles de recurso alguno, existiendo solamente la posibilidad de recurrir las cuestiones
de derecho, presentándose en consecuencia, las siguientes dos alternativas: a) que la garantía
constitucional a recurrir comprenda tanto las cuestiones de hecho como las de derecho; en cuyo
caso resultaría desnaturalizada la esencia misma del juicio oral en materia penal caracterizado por
ser de instancia única al substanciarse ante un tribunal colegiado, quedando finiquitadas las cues-
tiones de hecho; o b) que la garantía constitucional resultaría satisfecha con la facultad de recurrir,
aunque sólo se limite a las cuestiones de derecho, sosteniendo citando a MINVIELLE 8 que el art. 8.
2 inc. h) del Pacto de San José de Costa Rica, no implica la ilegitimidad de los procesos de instan-
cia única, siempre que contra la sentencia que lo decide sean admisibles recursos y aunque ellos
no importen una segunda instancia, esto es, una revisión de toda la primera instancia o de todas
las cuestiones resueltas por la sentencia que la culmina (fácticas o jurídicas), por lo que debiera
entenderse que la normativa internacional mencionada se cumpliría con la sola previsión del recur-
so de casación.
El autor citado, termina planteando su propia interpretación, sosteniendo que esa garantía consti-
tucional, al referirse al derecho de recurrir el fallo, comprende tanto las cuestiones de hecho co-
mo las de derecho; pero cuando se trata de un juicio oral en instancia única, la garantía puede ser
reglamentada, limitando la procedencia del recurso a las cuestiones jurídicas.
El español Juan - Luis GÓMEZ COLOMER9 refiriéndose al procedimiento penal alemán -nótese que
una de las fuentes más importantes de nuestro NCPP ha sido la Ordenanza Procesal Alemana- re-
firiéndose al sistema de recursos previsto en esa norma indica que la casación es de un lado un
recurso que tan sólo permite un examen "in jure"; pero, de otro, es un recurso que tan solo puede
interponerse por los motivos taxativamente limitados por la Ley, dándose un presupuesto general
(violación de la Ley). Según su sistema, el recurrente tiene dos posibilidades: 1) interponer prime-
ro la apelación y luego la casación; ó, 2) o interponer directamente la casación, en cuyo caso es-
tá autorizado para utilizar él "per saltum", ya que el recurrente salta directamente al Tribunal de
Apelación.
Continúa señalando que aunque el recurso de casación puede servir tanto para garantizar la uni-
dad jurídica, como para asegurar la aplicación justa de la Ley al caso concreto, el legislador ha
querido regular este medio de impugnación, indudablemente con el fin de garantizar una protec-
ción jurídica real, a través de la cual se pueda examinar por un Tribunal de grado superior, no las
apreciaciones del Juez del hecho, sino si en su aplicación este juez ha violado o no una ley. De ahí
que, fundamentalmente, el tribunal de casación deba examinar las reclamaciones, es decir, como
dice la doctrina alemana, las manifestaciones que hace el recurrente al Tribunal ad quem de haber-
se violado una ley por el órgano a quo de fondo, por violación o infracción de la ley penal material

7 "Garantias Constitucionales en el Proceso Penal". Editorial Astrea. Buenos Aires — Argentina; 1996.
8 Obra citada, página 122 y siguientes.
9 "El Proceso Penal Alemán. Introducción y Normas Básicas", Casa Editorial "Bosch", Barcelona; 1985.

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o de la ley procesal penal, por tanto, en una palabra, entra el tribunal de casación a considerar las
objeciones que el participante en el proceso penal hace de la aplicación de la ley. Pero al lado de
ellas, son también admisibles, como hemos indicado, reclamaciones relativas a la forma, al que-
brantamiento de la forma exigida, que el participante hace de la aplicación de la ley procesal, es
decir, los defectos procesales que hace valer.
Uno de los motivos de casación es la violación de la ley, la que surge, bien porque no ha sido apli-
cada, bien porque lo ha sido incorrectamente y señala que: "...frecuentemente puede llegar a
existir una gran dificultad en separar las cuestiones de hecho, no recurribles en casa-
ción, de las jurídicas, a la hora de analizar si se ha violado una ley, pues en muchas ocasiones
ello puede resultar irrealizable y sin embargo es clave para que el recurso pueda llegar a buen tér-
mino...". La doctrina ha propuesto al respecto considerar susceptibles de casación, por haberse
violado una ley, todos los casos en los que pueda entrarse sin tener que practicar prue-
bas, no siendo procedente cuando el tribunal de casación tenga que esclarecer la cau-
sa de nuevo, aunque también se ha admitido la posibilidad de revisar en casación la vio-
lación de una ley cuando esta se ha aplicado a unos hechos falsamente constatados y
ello se desprenda de los autos. Termina señalando la poca ayuda que en su concepto la juris-
prudencia alemana ha proporcionado para resolver esta ardua cuestión, porque no pudo fijar has-
ta ésa época (1985) criterios unitarios.
Sobre la forma de resolución del recurso de casación, si considera admisible el recurso y funda-
do, revocará la sentencia recurrida y al mismo tiempo, revocará también las constataciones fácti-
cas (los hechos probados) que motivasen a la sentencia y sólo ellos, en tanto estuviesen afecta-
dos por la violación legal. Como consecuencia de ello y dado que el tribunal no puede hacer nue-
vas observaciones, remitirá la causa a la instancia precedente, por regla general. El autor consul-
tado precisa que se dice a la instancia precedente y no al tribunal que dictó la sentencia recurrida
y revocada, aunque el otro tribunal está vinculado a la decisión del tribunal de casación.
Puntualiza que excepcionalmente, el tribunal de casación tiene que decidir él mismo, sin reenvío,
cuando sin ulteriores discusiones fácticas se tuviera que fallar el archivo o la absolución, a conde-
na a pena absolutamente determinada (es decir, la de cadena perpetua) o cuando el tribunal con-
siderase inapropiada, de conformidad con la solicitud del Fiscal, la pena mínima legal o la dispen-
sa de pena. Este es el único caso en el que no hay reenvío, en todos los demás, sea la infracción
legal material o procesal, se produce la remisión de los autos a la instancia precedente.
Sin embargo, el mismo autor reconoce que en la práctica se dicta también sentencia, es decir, tam-
poco hay reenvío, por el tribunal de casación en los casos denominados de corrección del fallo de
culpabilidad, los que se producen cuando el tribunal de casación observa, por ejemplo, que habién-
dose condenado por hurto, realmente los hechos delictivos constituyen una estafa, supuesto en el
que no reenvía la causa, aunque estima la casación, sino que directamente revoca la condena por
hurto y corrige el fallo; la pena tiene que ser en este caso necesariamente en la misma cantidad
que la que se impuso en instancia, pues nunca puede imponer cantidad distinta y si hay que medir
de nuevo la pena, tendría en ese casos que remitir o reenviar la causa.
El mismo autor español' hace un interesante estudio comparativo sobre el tratamiento del recur-
so de apelación en la legislación europea. Así, por ejemplo señala que:
• En Alemania, cabe el recurso de apelación contra las sentencias dictadas en los asuntos leves
y menos graves, pero no contra las sentencias de los asuntos graves y más graves, casos en
los que procede únicamente el recurso de casación, cuestión doctrinalmente polémica desde
la aprobación en 1877 de la StrafprozeBordung. En tanto el proceso goza de dos instancias,
es decir, se reconoce en esos casos competencia de los tribunales penales inferiores, el re-
curso de apelación (Berufung), está ante una auténtica segunda instancia, un nuevo examen

10 "El Proceso Penal en el Estado de Derecho. Diez Estudios Doctrinales" "Trazos de la mal llamada segunda instancia penal"
Palestra Editores, Perú; 1999.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

completo de la causa, salvo que el recurrente limite el recurso a un aspecto o aspectos deter-
minados.

En Italia, el Codice di procedura Penale de 1988 mantiene el carácter de medios de impugna-


ción tanto del recurso de apelación (apello) que tiene naturaleza de ordinario, como el de ca-
sación, previsto básicamente para garantizar la uniformidad de la jurisprudencia y de la certe-
za del derecho, disciplinándose el segundo como la normal sucesión de primero y admitiéndo-
se la casación per saltum. El recurso de apelación se configura limitadamente como el espa-
ñol, no cabe contra toda resolución, ni tampoco son admisibles cualesquiera medios de prue-
ba, por lo que no estamos ante una verdadera segunda instancia.
En Francia, el Código de 1957 regula el recurso de apelación (appel), siendo un recurso ordi-
nario contra los autos del juez instructor y otras resoluciones, en ningún caso la sentencia del
tribunal de escabinos, puesto que se analizan por el tribunal superior tanto cuestiones fácticas
como jurídicas, en toda su amplitud posible, sí bien en la práctica más orientado a cuestiones
de dirección procesal.

En Portugal, el Código de Processo Penal de 1987 ha pretendido simplificar notablemente el


régimen de recursos, estableciéndose un recurso contra las sentencias del "juiz singular" y del
"tribunal do júri", del que conoce el "tribunal de relacao" y otro contra las decisiones de éste,
del que conoce el "Supremo Tribunal de Justicia", pero con idéntico procedimiento en princi-
pio, pudiéndose conocer en el primero de ellos tanto cuestiones fácticas como jurídicas, mien-
tras que en el segundo (equivalente a la casación) parece que sólo de cuestiones jurídicas.
Con referencia a los países anglosajones Inglaterra y Estados Unidos básicamente, aunque con di-
ferencias entre ambos, conocen el recurso de apelación. En Inglaterra sólo cabe contra las senten-
cias condenatorias, ilimitadamente si se pretende discutir ante el tribunal superior cuestiones jurí-
dicas y previa autorización si sólo temas fácticos, no siendo en ningún caso una auténtica segun-
da instancia; como tampoco en Estados Unidos de Norteamérica, donde el recurso de apelación
se concede en todo caso al acusado condenado por el jurado, pues el tribunal que conoce de él,
compuesto exclusivamente por uno o varios magistrados de carrera, se basa en motivos procesa-
les graves que han supuesto una infracción del proceso debido, como vulneraciones probatorias,
comportamiento ilegal del Ministerio Público, instrucciones erróneas del juez al jurado, parcialidad
del juez técnico, inconstitucionalidad de la ley, etc.
Por su parte, los también españoles Leonardo PRIETO — CASTRO Y FERRANDIZ y Eduardo GUTIÉ-
RREZ DE CABIEDES y FERNÁNDEZ DE HEREDIA," señalan que el recurso de casación español pre-
senta dos modalidades: por infracción de ley y por quebrantamiento de forma procesal. En el pri-
mer caso, la Sala del Tribunal Supremo limita su trabajo al examen de la aplicación del derecho,
con exclusión del de los hechos, aunque se abre la posibilidad de entrar al campo fáctico y proba-
torio mediante un motivo especial que toma como base "documentos que obren en autos".
En resumen, indican que el recurso de casación penal español cumple dos finalidades: vigilar para
que los órganos de instancia apliquen rectamente las normas jurídicas y contribuir a la seguridad
jurídica mediante una interpretación unitaria de dichas normas, correcta y justa; y en la modalidad
de infracción de ley hace que el Tribunal Supremo actúe como órgano de instancia en los casos en
que declara la casación de la sentencia impugnada y dicte la que establece el derecho del caso
concreto.
El también español Miguel FENECH 12 recogiendo la doctrina procesal italiana (Manzini) hace la si-
guiente puntualización respecto a la determinación del hecho como una etapa que forma parte del
proceso intelectual que da como resultado la resolución judicial (las otras son la calificación jurídi-
ca y la aplicación de la norma) señalando que: "...para la declaración o determinación del hecho

11 "Derecho Procesal Penal" 4' edición, Editorial "Tecnos", Madrid — España; 1989.
12 "Derecho Procesal Penal", Editorial "Labor" S.A., Barcelona - España; 1960.

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Arturo Yáñez Cortés

en su elemento físico y psíquico, a los fines de aplicación del derecho hay que distinguir la asun-
ción y la valoración de la prueba, de las deducciones lógico jurídicas que el juzgador obtiene de ta-
les pruebas...". En su criterio, todo lo que concierne a la prueba constituye una apreciación eviden-
temente de mero hecho, fuera del caso en que dicho error resulte de documentos auténticos que
muestren la equivocación evidente del juzgador y no estuvieren desvirtuados por otras pruebas.
Pero aún fuera de este caso el control del tribunal de casación puede ejercerse sobre el elemento
lógico de la declaración, esto es, sobre la correspondencia de las conclusiones con las premisas.
Señala sobre el particular que: "...si las premisas no justifican la conclusión, no se trata ya
de una apreciación de hechos, sino de un error lógico jurídico, que no puede escapar a
la casación...", si bien en esta hipótesis nos encontraríamos al parecer, ante un caso de casa-
ción por quebrantamiento de forma producido por defectos en la redacción de la sentencia por
existir contradicción entre los hechos que se consideren probados, aunque, dice que como el Tri-
bunal Supremo Español declaró, la contradicción entre hechos y fallo no es la que se comprende
en este precepto, debiendo por tanto ser examinada como error de derecho por defectuosa apli-
cación de la ley en cuanto no se obtiene la consecuencia o efecto querido por ésta.
Nuevamente en Latinoamérica, el peruano César SAN MARTÍN CASTRO' con referencia al recurso
de apelación, señala que existen dos posiciones doctrinales. La primera indica que una apelación
que se sustenta en lo esencial, en las actas del juicio oral realizado en primera instancia y además,
en las actas del sumario ante las deficiencias de las primeras, es propia de un procedimiento es-
crito y del sistema de la prueba legal y no necesariamente otorga mayores garantías de acierto pa-
ra el justiciable, al faltar el contacto directo e inmediato con la prueba. Otro sector, considera que
la diferente apreciación de los elementos probatorios y la posibilidad de que arribe a un resultado
contrario al realizado por el juez a quo no constituye una vulneración a la presunción de inocencia,
en la medida en que las pruebas practicadas en el juicio sean las que proporcionen el fundamento
para la convicción del juez a quem; por consiguiente, lo que hay es una discrepancia en la valora-
ción de la prueba hecha por dos órganos judiciales igualmente libres para valorar en conciencia,
pero no una vulneración de la presunción de inocencia.
Refiriéndose al recurso de casación, entre los motivos por infracción de la ley, el autor señala al
error facti, señalando que en puridad ese motivo es perturbador e incompatible con la específica
naturaleza del recurso de casación, puesto que la valoración probatoria, en sí misma, como juicio
sustitutivo del tribunal superior está descartada por la legislación peruana, pero reconoce que la pro-
pia norma obliga al Tribunal Supremo de ese país a revisar las actuaciones probatorias y sobre ba-
se, con relación a la afirmación conclusiva del tribunal de instancia, determinar la existencia de un
error positivo o un error negativo, es decir, en el primer caso, cuando se advierte que se consignan
como hechos probados hechos que aparecen desvirtuados por un acto de prueba acreditativo del
error; y en segundo caso, cuando se colige que se afirma como hechos probados hechos carentes
de acreditación, extremo éste que incide en el ámbito propio de la presunción de inocencia.
El autor del país vecino, remitiéndose a la doctrina colombiana' refiere que los procesalistas de
esa nacionalidad consideran que "...la apreciación de una prueba origina la violación indi-
recta de la ley sustancial, y puede ser el resultado de un error de derecho o de un error
de hecho". Según esa posición doctrinal el error de derecho se da: a) cuando el sentenciador ad-
mite y valora una prueba irregularmente aportada; y b) cuando el sentenciador valora o le da un
mérito superior o inferior a un elemento probatorio, distinto del que le da la ley, para agregar que
éste último supuesto sólo será significativo dentro de un sistema procesal penal que consagra el
criterio de conciencia en la valoración probatoria, cuando la ley de modo excepcional hubiera asig-
nado a una determinada prueba una calidad privilegiada o plena, negada en el fallo recurrido. Co-
mo estos constituyen propiamente errores de derecho que inciden en la aplicación de la ley penal
y que mantienen relación con las referencias normativas de los elementos probatorios, en la legis-

13 "Derecho Procesal Penal", Tomo II, Editora Jurídica "Grijley", Lima; 1999
14 Martínez Raye, Gilberto "Procedimiento Penal Colombiano" Editorial "Temis", Bogotá; 1994.
lragorri Diez, Benjamín "Instituciones de Derecho Procesal Penal", Editorial "Temis", Bogotá; 1974.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

lación colombiana se deben abordar como supuestos claramente reconducibles, según su Código
de 1991. Sobre el error de hecho, señala que se presenta, cuando a) el sentenciador ignora una
prueba que válidamente aportada, se encuentra en el proceso; b) el sentenciador presuma una
prueba de naturaleza conclusiva; y c) desconoce o distorsiona una prueba en forma tal como si no
existiera, puntualizando que la finalidad de ese motivo de casación: "...consiste esencialmente
en subsanar ostensibles errores del juzgador de segundo grado y no en producir un re-
planteamiento valorativo de los elementos de juicio tenidos en cuenta con un mínimo de
razones lógicas y jurídicas por el juzgador de instancia, porque así se desquiciaría la auto-
nomía conceptual de que goza para la apreciación racional de determinadas pruebas, convirtiendo
injustificadamente el recurso extraordinario de casación en una tercera instancia...". Finalmente de-
ja en claro que las simples discrepancias de valoración probatoria, dentro de las estipulaciones de
la norma que regula la prueba, no son suficientes para configurar esa causal.

Según el autor Enrique BACIGALUP0, 15 pueden ser motivo de control en la casación respecto de la
prueba de los hechos, los siguientes motivos: 1. Cuando el tribunal infringió la prohibición de valo-
rar ciertas pruebas, ya sea por: a) haber sido ilegalmente obtenidas; o b) no haber sido produci-
das en el juicio oral y, por lo tanto, obtenidas en vulneración de los principios de oralidad, inmedia-
ción, publicidad y contradicción. 2. Cuando el tribunal ponderó la prueba infringiendo la interdicción
de arbitrariedad de los poderes públicos porque su razonamiento choca con las reglas de la lógi-
ca o con la experiencia, o porque se apartó infundadamente de los conocimientos científicos. 3.
Cuando el tribunal infringió el principio in dubio pro reo pues teniendo dudas condenó, en lugar de
absolver. Termina puntualizando que esos planteamientos son aplicables a su legislación, "...en
resguardo del principio de inmediación propio del tribunal de instancia y en garantía de
la función casatoria atribuida al Supremo Tribunal. No se trata entonces, de que la Sala
Penal Suprema reemplace la apreciación del Superior Tribunal por la suya propia, sino
de advertir errores de hecho, relevantes o manifiestos, que tengan incidencia en la apli-
cación del derecho sustantivo".
El español Juan MONTERO AROCA' distingue entre la apelación plena y la apelación limitada. La
primera supone que el tribunal superior, al realizar el examen del tema de fondo y al decidir sobre
el mismo, cuenta con todos los materiales de hecho y probatorios con que contó el tribunal de la
primera instancia, más aquellos otros materiales que las partes han aportado en el procedimiento
de la segunda. Esto es, manteniéndose el objeto del proceso, la apelación plena implica permitir
las partes adicionar alegaciones de hechos (siempre que no se modifique la causa de pedir que sir-
ve para identificar el objeto del proceso y la persona acusada) y proponer y practicar nuevos me-
dios de prueba, con lo que el tribunal superior puede contar, para tomar su decisión, con elemen-
tos de los que no conoció el órgano de la primera instancia. Por el contrario, estamos ante una
apelación limitada cuando el tribunal superior basará su examen y decisión en los mismos térmi-
nos materiales de que dispuso el órgano inferior, sin que las partes puedan adicionar nuevos he-
chos o nuevas pruebas (salvo supuestos excepcionales que no desvirtúan lo dicho). A pesar de es-
ta limitación, la función del tribunal superior no consiste únicamente en revisar lo hecho por el in-
ferior, sino que ha de realizar un nuevo examen. Señala que su doctrina tradicional expresa gráfi-
camente ese hecho diciendo: "...que el juez de la apelación no comprueba un resultado como
se comprueba una operación matemática, sino que la hace otra vez con los mismos datos".
Con referencia al juicio oral, inmediación y recurso, MONTERO AROCA señala que el juicio oral ha
de responder a los principios de oralidad, concentración e inmediación. Este último supone que el
juez o los magistrados han de formar sobre su convicción sobre los hechos con las pruebas prac-
ticadas oralmente en su presencia, con lo visto y con lo oído en el juicio, no con la plasmación o
reflejo documental que queda de las actuaciones de las pruebas practicadas. Esto es lo que justi-
fica una consecuencia básica de la inmediación: la imposibilidad de que se produzcan cambios en
las personas físicas que componen el órgano jurisdiccional durante la realización del juicio oral y,

15 "La impugnación de los hechos probados en la casación penal y otros estudios" Editorial "Had-Hoc", Buenos Aires; 1994.
16 "Principios del proceso penal. Una explicación basada en la razón". Editorial "Tirant lo Blanch", Valencia; 1997.

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Arturo Yañez Cortés

consecuentemente, que sólo pueden concurrir a dictar la sentencia el juez o los magistrados ante
los que se ha desarrollado la audiencia o juicio oral. Si en un procedimiento escrito la convicción
judicial se forma sobre el reflejo documental de las actuaciones judiciales, en un procedimiento oral
esa convicción sólo puede basarse en lo visto y en lo oído personalmente en el juicio. La inmedia-
ción explica que en el proceso penal se deba distinguir entre actos de investigación, que se reali-
zan en el procedimiento preliminar y actos de prueba, propios del juicio oral, y el que la convicción
judicial sobre los hechos sólo pueda atender a los actos de prueba, dado que éstos son los únicos
que se realizan en presencia de aquél o aquéllos que deben dictar sentencia. Finalmente, afirma
que esas consideraciones levaron a los redactores de la Ley de Enjuiciamiento Criminal Española
a no regular un recurso de apelación en el proceso penal, convencidos de que la oralidad y la in-
mediación de la segunda fase del mismo era incompatible con un recurso de apelación, en el que
el segundo tribunal tendría que entrar a decidir sobre los hechos, lo que supondría, primero, inter-
pretar la prueba y después, valorarla, sin haberla presenciado.
Finalmente, el alemán Horst SCHONBOHM," respecto de que si el tribunal de alzada realiza una
constatación de los hechos, sostiene que: "....esta es únicamente competencia de la primera ins-
tancia. Ahí es donde se tiene que esclarecer los hechos que se necesitan para comprobar la cul-
pabilidad y determinar la responsabilidad penal. Por ello, la apelación restringida no se puede fun-
damentar con el argumento que se hubiese tenido que entender la declaración de un testigo en
otro sentido o se hubiese tenido que valorar pruebas en forma distinta. Esta facultad es competen-
cia exclusiva de la primera instancia, pues caso contrario, el tribunal de alzada invadiría la compe-
tencia del tribunal de primera instancia. Pero sí se puede fundamentar la apelación restringida con
el argumento, que las conclusiones de las pruebas como resultado de la sana crítica, no coinciden
con las reglas de la lógica como también lo determina el art. 370 inciso 6 18. De esta manera la se-
gunda instancia está ligada a la concertación de los hechos realizados por la primera instancia. De
otras fuentes el tribunal de alzada no puede informarse pero si la sentencia con sus concertacio-
nes no permite la apreciación jurídica artículo 370 inciso 519, se abre el camino para la apela-
ción...".
8.3. ALGUNAS CONCLUSIONES PRELIMINARES
Ahora bien, del análisis de las varias posiciones doctrinales brevemente formuladas que correspon-
den a diversos sistemas procesales, que a su vez, difieren con el regulado por la Ley N° 1970 pe-
ro también mantienen puntos de contacto, me permiten formular algunas conclusiones prelimina-
res, que serán ampliadas en el capítulo referido al futuro de nuestro recurso de casación y de ape-
lación restringida.
En principio, advierto que existe acuerdo doctrinal en que los sistemas escritos permiten la llama-
da apelación plena por la cual el tribunal de segunda instancia puede ingresar a revisar tanto ele-
mentos fácticos como jurídicos; mientras que tratándose de sistemas orales, en los que la etapa
de juicio se desarrolla sobre la base de los principios de oralidad, publicidad y especialmente in-
mediación, surge la dificultad para ingresar al análisis de cuestiones de hecho.
Empero, como la mayoría de los autores consultados reconocen, esa rigidez en la separación en-
tre sistemas y sus consecuencias derivativas, admiten excepciones a la regla sobre la intangibili-
dad de los hechos, sin que exista a nivel de la legislación comparada pleno acuerdo sobre sus cau-
sales, ya que para unos, la excepción debe hallarse en resguardo de la doctrina de la arbitrariedad
o absurdo como la doctrina argentina; para otros es una consecuencia de la errónea aplicación de
la ley según determinados casos que pueden devenir en la injusticia del fallo, demostrados según

17 En su ponencia "Sistema de Recursos en el marco del Código de Procedimiento Penal", presentada en el VII Seminario de
Justicia Constitucional y Estado de Derecho, realizado en Santa Cruz — Bolivia, del 25 al 27 de agosto de 2004; disponi-
ble en http://www.tc.gov.bo
18 "..los defectos de la sentencia que habilitan la apelación restringida, serán los siguientes: (...) inc. 6°). Que la sentencia se
base en hechos inexistentes o no acreditados o en valoración defectuosa de la prueba".
19 "inc. 59 Que no exista fundamentación de la sentencia o que ésta sea insuficiente o contradictoria".

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

unos mediante documentos públicos o para otros, por el complejo proceso de razonamiento que
el juez hace del derecho a los hechos, la conocida en nuestro medio por subsunción del derecho
al hecho, en los que pueden existir errores para cuya corrección no es necesario repetir el juicio.
Todo ello encuentra su fundamento en la finalidad de la administración de justicia, que busca no so-
lamente emitir una sentencia legal, sino sobre todo justa.
Sobre éste último punto, como bien señalan varios autores consultados, existen graves problemas
a la hora de separar incluso teóricamente las cuestiones de hecho de las jurídicas y peor en la prác-
tica, puesto que como se transcribió, el juicio jurídico es esencialmente unitario, por lo que en mi
criterio, a partir del nuevo proceso penal de corte acusatorio oral configurado en la Ley N° 1970
y su sistema de recursos, correspondiera mantener incólume la calificación de los hechos realiza-
da por el tribunal o juez del juicio, es decir, no agregar nuevos hechos; lo que no implicaría sin em-
bargo renunciar a la facultad del tribunal de apelación sobre la base de los motivos argüidos por la
parte apelante, pueda excepcionalmente realizar una crítica al resultado del juicio, cuando las pre-
misas a las que llegó el órgano jurisdiccional que llevó adelante el juicio no coincidan con su resul-
tado final plasmado en la sentencia.
Lo anterior, entiendo, guarda plena relación con las facultades conferidas al tribunal de alzada por
el art. 413 del NCPP que permite expresamente al tribunal reparar directamente la inobservancia
de la ley o su errónea aplicación dictando incluso una nueva sentencia, en relación con el art. 370
del mismo, especialmente sus incisos 1°) y 6°) especialmente éste último que considera como de-
fecto de sentencia que habilita la apelación restringida, que la resolución se haya basado en he-
chos inexistentes o no acreditados o en valoración defectuosa de la prueba.
De lo contrario, es decir, sí es que la intención de nuestro legislador no hubiera sido la de permitir
en ciertos casos -como defecto de sentencia- la revisión no de los hechos en que se basó la sen-
tencia, sino la revisión del proceso mental que el juzgador realizó para llegar a ese resultado vía
fundamentación de la sentencia manteniendo incólumes los presupuestos fácticos, no hubiera in-
cluido entre los motivos que habilitan la apelación restringida, esos incisos que expresamente per-
miten al tribunal de alzada modificar el resultado o sentencia, sin necesidad del juicio de reenvío.
Al respecto, debe tenerse en cuenta que en la práctica no existen sistemas procesales penales pu-
ros —acusatorio versus inquisitivo- como en la doctrina o en la teoría aparecen claramente diferen-
ciados, ya que de ser así nuestro sistema proclamado como acusatorio oral, no debiera contem-
plar ningún recurso de apelación restringida y peor con las facultades referidas, sino directamente
el recurso de casación.
Finalmente, estoy consiente que esa posición formulada no está libre de riesgos, más aún cuando
todavía permanece en todos nosotros todavía una fuerte carga del anterior sistema, que podría ge-
nerar un tratamiento sumamente amplio en lo que hace a los alcances del recurso de apelación
restringida como ha estado ocurriendo en muchos casos de los conocidos en casación por la Sa-
la Peal de la Corte Suprema de Justicia provenientes de diversas Cortes Superiores. Empero, se
debe tener en cuenta como ya se señaló, que la finalidad expresa de la administración de justicia
radica en otorgar una tutela judicial efectiva a las partes, lo cual es imposible de lograr si la sen-
tencia no es esencialmente, justa.

-198-
CAPITULO NOVENO

ACTIVIDAD PROCESAL DEFECTUOSA

9.1. INTRODUCCIÓN

En este capítulo, abarcaré los defectos absolutos (art. 169), los defectos relativos (art. 170) y ade-
más, los defectos de la sentencia (art. 370) ya que si bien estos últimos no se encuentran dentro
del acápite sobre la actividad procesal defectuosa (título VIII del libro III) sino en el rubro relativo a
la deliberación y sentencia, constituyen también indudablemente una clase de aquella.

Para tener una visión clara de éstos problemas procesales que resultan algo complejos, es nece-
sario hacer algunas consideraciones respecto de su tratamiento doctrinal actual, no sin antes ad-
vertir al lector que se trata de un tema que no está agotado ya que se encuentra en permanente
desarrollo, y por tanto, no debiera esperar una posición que siquiera se aproxime a lo "definitivo",
como ocurre en algunos otros temas.

9.2. EL TRATAMIENTO DE LAS NULIDADES PROCESALES EN LA DOCTRINA CONTEMPO-


RANEA LATINOAMERICANA

El tratamiento de las nulidades procesales es un tema tan vasto que actualmente existe una canti-
dad considerable de bibliografía dedicada a su análisis en particular. Sin el menor ánimo de agotar
tan apasionante problema y como el tema general que aborda éste trabajo está referido a los me-
dios de impugnación, trataré a continuación de condensar la más prestigiosa literatura contempo-
ránea producida en nuestro continente, sin dejar de lado en ningún momento el sistema impugna-
tivo del que deriva.
Actualmente, el mejor aporte crítico a la tradicional postura lo aporta el tratadista argentino Alber-
to M. BINDER', quien advirtiéndonos que su propuesta no cierra todavía una investigación, formu-
la una dura crítica a la tradicional "teoría unitaria", concebida en sus palabras como el intento de
construir un cuerpo doctrinal uniforme para tratar los distintos casos de invalidez de los actos pro-
cesales, sin importar los intereses en juego o los principios que se quiere proteger, lo que ha lle-
vado por diferentes mecanismos al ritualismo procesal, tan propio de los sistemas de corte inqui-
sitivo, alejando así el centro de atención de los verdaderos intereses en juego. Es decir, se pone
en el centro del problema el quiebre formal, más no el verdadero problema que la justicia penal de-
be resolver o por lo menos intentar hacerlo, mediante el proceso penal.
Para ello -con beneficio de inventario- considera posible construir una explicación más sencilla, sos-
teniendo que un acto procesal será inválido cuando no cumple con los requisitos que la Ley proce-
sal, los Tratados Internacionales y la Constitución prevén para ellos. Sin embargo, reconoce tam-
bién que ese concepto no sirve de mucho ya que señala algo elemental y no se refiere a sus fina-
lidades, puntualizando que fuera aconsejable cuando se protege al sistema de garantías, realizar
una interpretación extensiva y progresiva.
Siempre con los advertidos ya señalados, sostiene que: "...el eje de una teorización debe girar al-
rededor de la función o finalidad de las formas específicamente procesales, como prácticas insti-
tucionales, sin perjuicio del telón de fondo histórico que constituye el problema de las formas en
la evolución jurídica...". 2 ; planteando abandonar aquella clásica postura que muchas legislaciones
procesales todavía proclaman, en sentido de contener una norma limitativa y taxativa que opera co-
mo norma general rectora del tratamiento de las nulidades, prohibiendo toda otra nulidad que la
expresamente prevista por ley (sistema restrictivo de numerus clausus pas de nullité sans texte).Tó-
1 BINDER, Alberto M. "El Incumplimiento de las Formas Procesales. Elementos para una critica a la teoría unitaria de las nul-
idades en el proceso penal". Editorial "Ad — Hoc"; Buenos Aires, noviembre de 2000.
2 Obra citada, página 22.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

mese como ejemplo de esa concepción al art. 308 del antiguo Código de Procedimiento Penal'.
Esa concepción contenida en el antiguo sistema procesal, provenía de una lógica en la que prima-
ba una presunción en favor de la validez de la ley y de las formas institucionales.
Además, nos advierte que si no está claro lo que deben proteger las formas procesales, entonces
protegerán la rutina, los ritos y los ritmos de la burocracia judicial.
Finalmente, plantea que la norma general sobre el tema, no puede ser otra que una cláusula abier-
ta de base constitucional sin vínculo alguno con una interpretación restrictiva, idea de legalidad o
tipicidad de las nulidades, dejando en claro que nunca la nulidad debe ser declarada a favor de la
ley, sino siempre para proteger un interés concreto que ha resultado dañado en el curso del pro-
ceso penal.
Ahí es donde surge la diferenciación básica que hace entre los principios y las formas. En su pon-
derado criterio, existen principios propios del Estado de Derecho que se encuentran plasmados en
las Constituciones y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos que protegen al ciudadano
cuando se encuentra sometido a un proceso penal. Para asegurar que esos principios sean efec-
tivamente respetados, es que se han creado las formas, requisitos o secuencias legales que son
de cumplimiento obligatorio, pero, su cumplimiento no debe ser comprendido de ninguna manera
como un fin en sí mismo, sino simplemente como el medio para asegurar el cumplimiento de los
principios de fondo que buscan ser protegidos o asegurados mediante esas formas; por tanto, lo
principal resulta el restablecimiento del principio de fondo afectado y no el simple restablecimien-
to de la forma.
Por lo anterior, si el principio no puede ser en la práctica restaurado inmediatamente, correspon-
derá declarar la nulidad del acto, logrando a través de ese mecanismo, garantizar la vigencia del
principio vulnerado.
Entre las respuestas a los actos defectuosos, entiende a la actividad jurisdiccional de reparación
del principio afectado, de reconocimiento que la violación de una forma no ha afectado un princi-
pio o la declaración de que el acto no puede producir efectos o queda interrumpida la secuencia
necesaria, es decir, la declaración de nulidad en sentido estricto. Puntualiza además, que no todo
quebrantamiento de las formas generará un acto inválido pero, siempre generará un acto defec-
tuoso.
En lo que hace a la distinción de entre los defectos absolutos y relativos que como se verá más
adelante nuestro NCPP ha seguido, BINDER aconseja abandonar la dualidad entre nulidades abso-
lutas y relativas, ya que no aportan demasiada claridad y fundan un falso paralelismo con los con-
ceptos de nulidades de los actos jurídicos, sosteniendo que sólo se debería utilizar en la teoría de
las nulidades, el binomio reparación - nulidad, sin incluir conceptos intermedios.
Termina reiterando la idea de abandonar el clásico tratamiento mediante el sistema unitario de las
nulidades, para reemplazarlo por una teoría de las nulidades vinculada al sistema de garantías, que
puede incluso prescindir del concepto de nulidades relativas y absolutas, diciendo "...constatado
un quebrantamiento formal (garantía) que debilita un principio de protección judicial del imputado
(perjuicio) existen dos respuestas: reparar la vigencia de esos principios (saneamiento) o privar de
efectos a ese acto (nulidad)...".
Es también importante señalar la importante posición del costarricense Fernando CRUZ CASTRO'
que identificando el tratamiento de las nulidades en los sistemas inquisitivos como una de las cau-
sas generadoras de retraso judicial, señalaba acertadamente que: "...las nulidades son como algo

3 "Art. 308 (No habrá nulidad si no existe previsión expresa de la ley). Ningún trámite ni acto judicial en materia penal será
declarado nulo si la nulidad no estuviere formalmente prevista en las disposiciones del presente Código ".
4 Obra citada, página 104.
5 En "Las Experiencias de Reforma Procesal en Latinoamérica y perspectivas para Bolivia". Ministerio de Justicia — USAID; La
Paz, 1995; páginas 27 y siguientes.

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Arturo Yañez Cortés

atípico; es un mal terrible del sistema judicial. Todo son nulidades, se anula todo para atrás y lo
que quedó del expediente después de un año y medio de discutir es la carátula del mismo. Esto
también conlleva un formalismo excesivo y un retraso innecesario en nuestro sistema de justicia...",
por lo que sostenía que los conceptos clásicos de nulidad absoluta y relativa debían ser transfor-
mados, trayendo a colación la posición asumida por su Sala en Costa Rica, preguntando ¿Cuándo
anula la Sala? Solamente anula cuando se viola garantías constitucionales, en los demás casos co-
rrige o reformula, pero no anula retroactivamente.
Ingresando al tema de los defectos o la nulidad de la sentencia, seguiré al autor Carlos CREUS6,
no sin antes advertirles que respecto del anterior, existen marcadas diferencias en cuanto a las
concepciones que enseñan sobre el tema general de las nulidades.
Este autor distingue que en los sistemas de juicio oral como el nuestro, la nulidad de la sentencia
puede obedecer a los siguientes rubros generales: a) defectos en la deliberación del tribunal; en
ese sentido por ejemplo en nuestro NCPP los defectos previstos en los incisos 8); 10) y 11) del
art. 370 del NCPP; b) defectos en el contenido del fallo; por ejemplo los contenidos en los incisos
1); 2); 5) y 6) del artículo ya señalado; c) defectos en la comunicación de las partes; es decir los
relativos a la notificación a las partes con la sentencia u otras resoluciones, por ejemplo el art 114
del NCPP, el inc. 2°) del art. 163 o el art. 166 del mismo, aunque todos ellos no están inmersos
en el rubro de los defectos de la sentencia; y finalmente d) defectos de registro, estos últimos pre-
vistos en nuestro NCPP no como vicios de la sentencia, sino inmediatamente después, en los arts.
371 y 372 del NCPP.
9.3. LEGISLACION COMPARADA
Hecha esa breve pero necesaria revisión de algunas de las principales posturas doctrinales, vea-
mos ahora como es que los distintos CCPPPP emergentes del proceso reformista latinoamericano
han regulado en la práctica la actividad procesal defectuosa.
El Código Procesal Penal Modelo para Iberoamerica, en su art. 227, señala que no será ne-
cesaria la protesta previa y podrán ser advertidos aun de oficio, los defectos concernientes a la in-
tervención, asistencia y representación del imputado en inobservancia de derechos y garantías pre-
vistos por la ley fundamental y por los tratados suscriptos por el Estado. Además, prevé que los
defectos deberán ser subsanados, siempre que sea posible, renovando el acto, rectificando su
error o cumpliendo el acto omitido, ya sea de oficio o a instancia del interesado.
Con referencia a los vicios de sentencia, su art. 328 propuso que los mismos habilitan la casación,
siendo los siguientes: 1) que el acusado o las partes civiles no estén suficientemente individualiza-
dos; 2) que falte la enunciación de los hechos imputados o la enunciación de los daños y la preten-
sión reparatoria del actor civil; 3) que falte, sea insuficiente o contradictoria la motivación; 4) que
falte o sea incompleta en sus elementos esenciales la parte resolutiva; que falte la fecha o la firma
de los jueces, según lo dispuesto en el inc. 6 del art. 323; 5) la inobservancia de las reglas y del
plazo previstos en los arts. 319 y 324, último párrafo; 6) la inobservancia de las reglas del art.
322.
Por su parte, el Código Procesal Penal del Paraguay de 1998, tiene también un sistema bas-
tante similar al nuestro contemplando tanto nulidades absolutas y relativas, además de vicios de
sentencia. Así, en ésta última calidad, su art. 403 contempla como tales a los siguientes: 1) que
el imputado no esté suficientemente identificado; 2) que carezca la enunciación del hecho objeto
del juicio y la determinación circunstanciada de aquél que el tribunal estimó acreditado; 3) que se
base en medios o elementos probatorios no incorporados legalmente al juicio o incorporados por
su lectura en violación a las normas de este Título; 4) que carezca, sea insuficiente o contradicto-
ria la fundamentación de la mayoría del tribunal. Se entenderá que la fundamentación es insuficien-

6 CREUS, Carlos. "Invalidez de los Actos Procesales Penales. Nulidad. lnadmisibilidad. Inexistencia". Editorial "Astrea"; Bue-
nos Aires, 1995.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

te cuando se utilicen formularios, afirmaciones dogmáticas, frases rutinarias o se utilice, como fun-
damentación, el simple relato de los hechos o cualquier otra forma de reemplazarla por relatos in-
sustanciales. Se entenderá que es contradictoria la fundamentación cuando no se han observado
en el fallo las reglas de la sana crítica, con respecto a medios o elementos probatorios de valor
decisivo; 5) que la parte dispositiva carezca de elementos esenciales; 6) que carezca de la fecha
del acto y no sea posible fijarla o falte la firma de alguno de los jueces y no se pueda determinar
si ha participado en la deliberación, salvo los casos de excepción previstos legalmente; 7) la inob-
servancia de las reglas previstas para la deliberación y redacción de la sentencia; y, 8) la inobser-
vancia de las reglas relativas a la congruencia entre la sentencia, la acusación y el auto de apertu-
ra a juicio.
Con relación a las nulidades absolutas, su art. 166 señala que serán consideradas como tales
aquéllas concernientes a la intervención, asistencia y representación del imputado, en los casos y
formas que este código establezca, o las que impliquen inobservancia o violación de derechos y
garantías previstos en la Constitución, el Derecho Internacional vigente y este código. Las nulida-
des deberán ser inmediatamente saneadas, renovando el acto, rectificando el error, o cumpliendo
el acto omitido, de oficio o a petición del interesado. Bajo pretexto de renovación del acto, rectifi-
cación del error o cumplimiento del acto omitido no se podrá retrotraer el procedimiento a perío-
dos ya precluídos, salvo los casos expresamente señalados por este código.
Sobre las nulidades relativas, ese instrumento señala que excepto los casos de nulidad absoluta,
sólo se podrá solicitar el saneamiento de la nulidad: 1) mientras se realiza el acto o dentro de las
veinticuatro horas de realizado, cuando quien lo solicita haya estado presente en él; y, 2) antes de
dictarse la decisión impugnada, cuando no haya estado presente. Si por las circunstancias del ac-
to ha sido imposible advertir oportunamente su nulidad, el interesado deberá reclamarla dentro de
las veinticuatro horas después de conocerla. Las nulidades relativas quedarán convalidadas: 1)
cuando las partes no hayan solicitado oportunamente su saneamiento; 2) cuando quienes tengan
derecho a solicitarlo hayan aceptado, expresa o tácitamente, los efectos del acto; y, 3) si, no obs-
tante su irregularidad, el acto ha conseguido su fin con respecto a todos los interesados.
Es también similar el tratamiento del Código Procesal Penal de Costa Rica, pues contiene al
igual que el nuestro un principio general formulado en sentido que: podrán ser valorados pa-
ra fundar una decisión judicial ni utilizados como presupuestos de ella, los actos cumplidos con
inobservancia de las formas y condiciones previstas en la Constitución, en el Derecho Internacio-
nal o Comunitario vigentes en Costa Rica y en este Código salvo que el defecto haya sido sanea-
do, de acuerdo con las normas que regulan la corrección de las actuaciones judiciales...". Ade-
más, se establece que excepto en los casos de defectos absolutos, el interesado deberá protes-
tar por el vicio, cuando lo conozca, debiendo la protesta deberá describir el defecto y proponer la
solución correspondiente.
Luego, se establece que salvo los casos de defectos absolutos, los vicios quedarán convalidados
en los siguientes casos: a) Cuando las partes o el Ministerio Público no hayan solicitado oportuna-
mente su saneamiento; b) Cuando quienes tengan derecho a impugnarlo hayan aceptado, expresa
o tácitamente, los efectos del acto; c) Si, no obstante su irregularidad, el acto ha conseguido su
fin respecto de los interesados o si el defecto no ha afectado los derechos y las facultades de los
intervinientes.
Su art. 178, establece con referencia a los defectos absolutos que no será necesaria la protesta
previa y podrán ser advertidos aun de oficio, los defectos concernientes: a) A la intervención, asis-
tencia y representación del imputado en los casos y formas que la ley establece o los que impli-
quen inobservancia de derechos y garantías previstos por la Constitución Política, el Derecho Inter-
nacional o Comunitario vigentes en el país y la ley. b) Al nombramiento, capacidad y Constitución
de jueces o tribunales; y c) A la iniciativa del Ministerio Público en el ejercicio de la acción penal y
su participación en el procedimiento. Los defectos deberán ser saneados, siempre que sea posi-

-202-
Arturo Yañez Cortés

ble, renovando el acto, rectificando el error o cumpliendo con el acto omitido, de oficio o a instan-
cia del interesado.
Tratándose de los vicios de la sentencia, su art. 369, determinan que los mismos justificarán la ca-
sación y serán los que siguen: a) Que el imputado no esté suficientemente individualizado; b) Que
falte la determinación circunstanciada del hecho que el tribunal estimó acreditado; c) Que se base
en medios o elementos probatorios no incorporados legalmente al juicio o incorporados por lectu-
ra con violación de las normas establecidas en este Código; d) Que falte, sea insuficiente o contra-
dictoria la fundamentación de la mayoría del tribunal o no se hubieran observado en ella las reglas
de la sana crítica, con respecto a medios o elementos probatorios de valor decisivo; e) Que falte
en sus elementos esenciales la parte dispositiva; f) Que falte la fecha del acto y no sea posible fi-
jarla o falte la firma de alguno de los jueces y no se pueda determinar si ha participado en la deli-
beración, salvo los casos de excepción previstos legalmente; g) La inobservancia de las reglas pre-
vistas para la deliberación y redacción de la sentencia; h) La inobservancia de las reglas relativas
a la correlación entre la sentencia y la acusación; i) La inobservancia o errónea aplicación de la ley
sustantiva.
Finalmente, el recientemente promulgado Código Procesal Penal del Perú de 29 de julio de
2004, contiene el denominado principio de taxatividad (art. 149), por el cual, la inobservancia de
las disposiciones establecidas para las actuaciones procesales es causal de nulidad en los casos
previstos por ley; previendo también dos tipos o clases de nulidad, la absoluta (art. 150) y la rela-
tiva (art. 151).
En el primer caso, es decir, la nulidad absoluta, se establece que no será necesaria la solicitud de
nulidad de algún sujeto procesal y podrán ser declaradas aun de oficio, los defectos concernien-
tes: a) la intervención, asistencia y representación del imputado o de la ausencia de su defensor
en los casos que es obligatoria su presencia; b) al nombramiento, capacidad y constitución de jue-
ces o salas; c) a la promoción de la acción penal, y a la participación del Ministerio Público en las
actuaciones procesales que requieran su intervención obligatoria; y d) a la inobservancia del con-
tenido esencial de los derechos y garantías constitucionales.
Tratándose de la nulidad relativa, el Código peruano, prevé los siguientes principios: 1. Excepto en
los casos de defectos absolutos, el sujeto procesal afectado deberá instar la nulidad por el vicio,
cuando lo conozca. 2. La solicitud de nulidad deberá describir el defecto y proponer la solución
correspondiente. 3. La solicitud deberá ser interpuesta dentro del quinto día de conocido el defec-
to. 4. La nulidad no podrá ser alegada por quien la haya ocasionado, haya concurrido a causarla
o no tenga interés en el cumplimiento de la disposición vulnerada. Tampoco podrá ser alegada lue-
go de la deliberación de la sentencia de primera instancia o, si se verifica en el juicio, luego de la
deliberación de la sentencia de la instancia sucesiva.
Prevé también que salvo los casos de defectos absolutos, los vicios quedarán convalidados en los
siguientes casos: a) Cuando el Ministerio Público o los demás sujetos procesales no hayan solici-
tado oportunamente su saneamiento; b) Cuando quienes tengan derecho a impugnarlo hayan acep-
tado, expresa o tácitamente, los efectos del acto; c) Si, no obstante su irregularidad, el acto ha
conseguido su fin respecto de los interesados o si el defecto no ha afectado los derechos y las fa-
cultades de los intervinientes. 2. El saneamiento no procederá cuando el acto irregular no modifi-
que, de ninguna manera, el desarrollo del proceso ni perjudique la intervención de los interesados.
Finalmente, los defectos deberán ser saneados, siempre que sea posible, renovando el acto, rec-
tificando el error o cumpliendo con el acto omitido, de oficio o a instancia del interesado. 2. Bajo
pretexto de renovación del acto, rectificación del error o cumplimiento del acto omitido, no puede
retrotraerse el proceso a períodos ya precluidos, salvo los casos expresamente previstos por ese
Código.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

9.4. REGULACION EN NUESTRO NCPP


9.4.1. Del principio regulador y su excepción
El principio regulador se encuentra contenido en el art. 167 del NCPP, y establece la imposibilidad
de valorar para fundar una decisión judicial ni utilizar como presupuesto de la misma, los actos que
hayan sido cumplidos con inobservancia de las formas y condiciones previstas en la Constitución
Política del Estado, Convenciones y Tratados Internacionales vigentes y el propio NCPP, salvo que
el defecto pueda ser subsanado o convalidado, lo que implica que en éste último supuesto, la nor-
ma se está refiriendo a los defectos relativos, pues, según precisan los arts. 169 y 170 del NCPP,
sólo éstos pueden ser convalidados.
9.4.2. De la impugnabilidad subjetiva
La última parte del art. 167, condiciona la impugnación del defecto —sea absoluto o relativo- a que
la decisión judicial u omisión de procedimiento, cause agravio a la parte. Es decir, no cualquier de-
fecto es necesariamente invocable, sino sólo aquellos que causen un perjuicio o agravio (diferen-
cia entre lo pedido y lo finalmente resuelto) a la parte interesada. Como se verá, nuestra legisla-
ción en éste punto sigue la corriente doctrinal comentada al inicio, en sentido de vincular el defec-
to con el agravio, como condición indispensable para que opere el sistema de nulidades.
9.4.3. De las vías de subsanación
En ese sentido, la propia norma faculta al juez o tribunal -cuando sea posible hacerlo- proceder in-
mediatamente advertido de su error a subsanar el defecto ya sea de oficio o a pedido de la parte
agraviada, mediante las siguientes vías: a) renovando el acto fallido; b) rectificando el error come-
tido; c) cumpliendo el acto omitido.
9.4.4. De los defectos absolutos
Conforme prevé el art. 169, ésta clase de defectos no son susceptibles de convalidación o subsa-
nación, siendo éstos los concernientes a:
La intervención del juez y del fiscal en el procedimiento y a su participación en los
actos en que ella sea obligatoria. Por ejemplo, es obvio que el juez unipersonal o los jue-
ces técnicos y ciudadanos según el mínimo establecido en el art. 52 deben necesariamente
participar en toda la audiencia de juicio, o en el caso del Fiscal, según los arts. 342 y 343 del
NCPP, a partir de la presentación de su acusación, su participación en la audiencia de juicio
es imprescindible, salvo el caso que el proceso se lleve únicamente sobre la base de la acu-
sación particular.
La intervención, asistencia y representación del imputado, en los casos y formas que
el NCPP establece. Este es como se ha visto en la doctrina, un caso típico de defecto ab-
soluto que genera la declaratoria de nulidad absoluta en razón que el precepto consagra en la
práctica la garantía o principio constitucional de la defensa en juicio (art.16-II), lo que se halla
recogido por ejemplo, entre otros varios, a partir del citado precepto constitucional y el art.
84 del NCPP, en los arts. 94; 104; 344; 346 y 356, los que plasman el principio doctrinal de-
nominado como necesariedad de la defensa. Adviértase que en éste rubro y mediante las for-
mas señaladas en los artículos mencionados no se está protegiendo esas normas como tales,
sino el principio que subyace en ellas: el derecho de defensa del imputado.
3) Los que impliquen inobservancia o violación de derechos y garantías previstos en la
Constitución Política del Estado, las Convenciones y Tratados internacionales vigen-
tes y en el NCPP. Nuevamente, estamos ante un típico defecto que genera la nulidad del pro-
ceso, el que parecería plasmar aquella posición doctrinal estudiada propuesta por BINDER, re-
lativa al establecimiento de: "...una cláusula abierta de base constitucional sin vínculo alguno
con una interpretación restrictiva, idea de legalidad o tipicidad de las nulidades..."'.

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Arturo Yáñez Cortés

Es evidente que como ya ha venido ocurriendo, una norma general de esos alcances plantea algu-
nas dificultades a la hora de la aplicación concreta del derecho a los hechos juzgados. No obstan-
te, dado el plausible giro que nuestro sistema penal ha tendido hacia el garantismo, ésta causal de-
be ser comprendida dentro de ese contexto y en mi criterio, bajo el principio doctrinal antes cita-
do, por el cual, la nulidad no debe ser declarada a favor de la ley misma (nulidad por la simple nu-
lidad), sino para proteger un interés concreto que ha resultado dañado a lo largo del trámite, me
refiero por ejemplo al derecho de defensa del imputado; a la efectiva participación de la víctima en
el procedimiento -ver por ejemplo el principio contenido en los arts. 11 y 77 de nuestro NCPP- o,
también los derechos previstos en los arts. 8 y 10 del mismo, reitero, siempre en la medida que
su inobservancia hayan acarreado un perjuicio respecto de la persona en favor de quienes se ha-
ya establecido.
4) Los que estén expresamente sancionados con nulidad. Por ejemplo, las que resulten
de la vulneración de las garantías constitucionales previstas en los arts. 1 (ninguna condena
sin juicio previo); 2 (legitimidad) o también la prevista en el art. 93 (métodos prohibidos para
la declaración); entre algunos otros más.
9.4.5. De los defectos relativos
A diferencia del anterior caso, estos defectos pueden quedar convalidados o subsanados, en los
siguientes casos:
Cuando las partes no hayan solicitado oportunamente que sean subsanados. Por
ejemplo, durante la audiencia de juicio, en ocasión de la discusión final (art. 356 del NCPP), se
omitió seguir el orden establecido para las conclusiones sin que las partes lo hayan observa-
do; o también, en la misma audiencia cuando participó de la misma en calidad de testigo un
policía uniformado o hayan personas en el público portando un distintivo de un gremio, parti-
do o de alguna asociación (art. 332 inc. 2' del NCPP) o finalmente, sí la prueba testifical ha si-
do recibida en un orden diferente al establecido en el art. 350 del NCPP, no haciendo ninguna
de las partes manifestado su objeción. Son tres ejemplos, pero sin duda habrán muchos otros
más.
Cuando quienes tengan derecho a solicitarlo hayan aceptado, expresa o tácitamen-
te, los efectos del acto. Los ejemplos pueden ser varios, verbigracia cuando se practica una
notificación al imputado que contiene un error en el lugar de la notificación (art. 166 inc. 1) pe-
ro, éste no obstante el mismo, deduce un recurso o concurre a un llamado del juez. Luego,
no podrá reclamar de ese error que ha sido de esa manera aceptado implícitamente por el
mismo o también, cuando sin que haya sido previamente citado, el imputado se presenta es-
pontáneamente (art. 223 del NCPP) ante el Fiscal, pidiendo se le reciba su declaración.
3) Si no obstante su irregularidad, el acto ha conseguido su fin con respecto a todos los
interesados. Por ejemplo, si practicada una notificación en forma diferente a la prevista por
los arts. 160 y siguientes del NCPP, el imputado apela de un fallo determinado, dado que co-
noce los detalles de la resolución que impugna. También (art. 346 del NCPP) si el juez omite
advertir al imputado que tiene derecho a abstenerse de declarar, pero, pese a esa omisión, el
imputado se acoge a su derecho al silencio.
9.4.6. De los defectos de la sentencia

En el rubro dedicado a la deliberación y sentencia (capítulo IV del título II del libro I de la segunda
parte), se encuentran descritos taxativamente los defectos de la sentencia, los que según el prin-
cipio establecido por el propio art. 370, habilitan expresamente la presentación del recurso de ape-
lación restringida conforme a los arts. 407 y siguientes del NCPP.

7 Obra citada, páginas 28 y 29.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Se trata en consecuencia del motivo de apelación restringida al que se refiere la última parte del
art. 407 del NCPP; es decir, cuando el precepto invocado constituya un defecto del procedimien-
to respecto del cual no es necesario haber reclamado oportunamente su saneamiento durante el
desarrollo del juicio, toda vez que el vicio o defecto surge no durante la audiencia de juicio sino
posteriormente, en ocasión de la emisión o dictado de la sentencia.
Por ello, los defectos que son descritos a continuación constituyen también actividad procesal de-
fectuosa que son cometidos por el órgano jurisdiccional -Juez o Tribunal de Sentencia- en un mo-
mento claramente determinado y delimitado: la emisión de la sentencia. Son:
La inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva. Ya sea por errónea califica-
ción de los hechos (tipicidad), 2) errónea concreción del marco penal o, 3) errónea fijación ju-
dicial de la pena (ver la Sentencia Constitucional N' 1075 /2003-R).
Que el imputado no esté suficientemente individualizado. Se refiere a la previsión con-
tenida en el art. 83 del NCPP (identificación) en relación con la última parte del inciso 1°) del
art. 360 del mismo (requisitos de la sentencia).
Que falte la enunciación del hecho objeto del juicio o su determinación circunstan-
ciada. Se refiere a los requisitos de la sentencia previstos mediante los incisos 2 2) y 32) del
citado art. 360 del NCPP que exigen como requisitos de la sentencia la enunciación del hecho
y de las circunstancias que fueron objeto del juicio y que el voto de los miembros del tribunal
sobre cada una de las cuestiones planteadas en la deliberación, con exposición de los moti-
vos de hecho y de derecho en que se fundan.
Que se base en medios o elementos probatorios no incorporados legalmente al jui-
cio o incorporados por su lectura en violación a las normas del Título II (juicio oral y
público), del libro primero (procedimiento común) de la segunda parte (procedimien-
tos) del NCPP. Se trata por ejemplo del incumplimiento de las reglas previstas para la incor-
poración de prueba en el art. 333 del NCPP (oralidad); o las del art. 307 (anticipo de prueba)
o también las del art. 355 (otros medios de prueba), entre otras varias.
Que no exista fundamentación de la sentencia o que ésta sea insuficiente o contra-
dictoria. Es un típico defecto de fundamentación de determinadas resoluciones. Su exigencia
es tal que doctrinalmente constituye uno de los elementos primordiales del debido proceso, lo
que se encuentra incluso también internamente admitido por la doctrina constitucional. Al res-
pecto, cabe considerar que de manera taxativa, el art. 124 (fundamentación) del NCPP man-
da que las sentencias y autos interlocutorios deberán ser fundamentados expresando los mo-
tivos de hecho y derecho en que se ha basado la decisión y el valor que se ha otorgado a los
medios de prueba, precisando además que la fundamentación no podrá ser reemplazada por
la simple relación de los documentos o la mención de los pedidos de las partes.
Que la sentencia se base en hechos inexistentes o no acreditados o en valoración
defectuosa de la prueba. Esta causal es una de las más difíciles de delimitar por cuanto, un
sector entiende que está abriendo de manera indiscriminada la posibilidad de revalorizar los
hechos realizada por el juez o tribunal de sentencia. Sin embargo, como se explica abundan-
temente en ocasión del capítulo VIII dedicado a los alcances de la apelación restringida, con-
vengo que la intención del legislador ha sido la de a partir de la delimitación de hechos reali-
zada por el juez o tribunal de sentencia, posibilitar un nuevo examen del proceso mental de
aplicación del derecho a esos hechos así delimitados e incluso, ingresar a analizar la valora-
ción de la prueba en la medida que ello sea compatible con el principio de inmediación, por
ejemplo, sí la defectuosa valoración sale de un documento u otra prueba no sometida a este
principio. No obstante, el lector debe considerar que éste elemento hasta el momento de edi-
ción del presente trabajo no ha sido aún precisado como es de esperar por la vía de la juris-
prudencia.
8 Ver por ejemplo las SSCC NI's. 1393/04 de 31 de agosto; 992/03 de 15 de julio y la 973/03 de 14 de julio; entre otras.

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Arturo Yañez Cortés

Que la condena en el proceso ordinario se funde en el reconocimiento de culpabili-


dad efectuado en el procedimiento abreviado denegado; toda vez que por disposición
de la última parte del art. 374 (trámite y resolución), le está prohibido al órgano jurisdiccional
que conoce el proceso ordinario como emergencia del fracaso del procedimiento abreviado,
fundar la condena en la admisión de los hechos que realizó el imputado en ocasión del proce-
dimiento abreviado abortado.
Que exista contradicción en su parte dispositiva o entre ésta y la parte considerati-
va. Se trataría de un caso en el que la parte dispositiva sea contradictoria, por ejemplo cuan-
do se absuelva al imputado pero se le imponga una pena privativa de libertad o absuelto, se
le imponga otro tipo de penas —no medidas de seguridad- o también, lo más frecuente, cuan-
do se vulnere el principio de congruencia del art. 362 que impide que el imputado sea conde-
nado por un hecho distinto al atribuido en ocasión de la acusación (art. 341) o de su amplia-
ción (art. 348). Aunque, esta causal también aparece específicamente luego prevista en el úl-
timo inciso del art. 370, el 119.
Que no conste la fecha y no sea posible determinarla, o falte la firma de alguno de
los jueces y no se pueda determinar si ha participado en la deliberación, salvo los
casos de excepción previstos legalmente. Se trata de dos casos diferentes. El primero se
entiende se refiere a la fecha de emisión de la sentencia (ver el requisito del inc. 1 2 del art.
360) lo que guarda relación con la secuencia cronológica que los arts. 358 y sgtes., del NCPP
establecen para que una vez culminado el debate, se ingrese a la deliberación, votación y emi-
sión de la sentencia, con las excepciones establecidas en la última parte de aquél artículo men-
cionado. Es más, en vista del acta de registro del juicio, es relativamente fácil determinar la
fecha de emisión de la sentencia.
Por otra parte, tratándose de la falta de firma de alguno de los jueces y la imposibilidad de de-
terminar si participó en el debate, es menester remitirse también a la exigencia de los incisos
1 2), 32) y 52) además de la última parte del art. 360 del NCPP, que establece las excepciones
pertinentes.
La inobservancia de las reglas previstas para la deliberación y redacción de la sen-
tencia. Se trata entonces del conjunto de reglas taxativamente fijadas en el art. 359 del NCPP
para ese momento procesal, las que en gran medida se hallan también reflejadas a través de
artículo siguiente, el 360 (requisitos de la sentencia).
11) La inobservancia de las reglas relativas a la congruencia entre la sentencia y la acu-
sación. Recuérdese que como ya se dijo más antes en ocasión del comentario del inciso 89,
en virtud del principio de inmediación consignado en el art. 362 del NCPP, no es posible sea
condenado por un hecho distinto al atribuido en la acusación o su ampliación, debiendo preci-
sarse que como la regla hace taxativa referencia a hecho, no debiera erróneamente entender-
se como algunas veces ha ocurrido, con el tipo penal que puede configurar el hecho juzgado.
9.5. JURISPRUDENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
Comienzo señalando las líneas jurisprudenciales referidas a los defectos absolutos y relativos, pa-
ra luego abordar los relativos a los defectos de sentencia.
¿Tratándose de la presencia de vicios absolutos, el recurso de casación podrá
ser admitido aún sin la invocación oportuna del precedente contradictorio?

Inicialmente, por ejemplo a través del Auto Supremo N° 280/04 y otros anteriores, la línea juris-
prudencial de la Sala Penal había sostenido que:
"...El pretender la nulidad de los actos procesales, no impele al recurrente el tener que invocar
los precedentes que en casos similares se haya dado una decisión de nulidad por las causales que in-
dica, así se extrae del contenido de los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal...".

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Posteriormente, la línea jurisprudencial ha sufrido un cambio bastante considerable, llegando a sos-


tener que aunque no se haya invocado el precedente contradictorio exigido por los arts. 408 en
relación con el 406 del NCPP, con carácter excepcional tratándose de la presencia de vicios abso-
lutos o también de los defectos de sentencia, cabe admitir el recurso de casación así deducido,
siempre y cuando se haya vulnerado alguno de los elementos que informan el debido proceso, es-
pecialmente, el derecho de defensa del imputado.
Auto Supremo N° 284, de 13 de mayo de 2004
"...CONSIDERANDO: Que, si bien es evidente que para la procedencia del recurso de casación
se deben cumplir con los requisitos exigidos por los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Pe-
nal, no es menos cierto que la revisión excepcional y eventual de oficio procede cuando existen vio-
laciones flagrantes al debido proceso y defectos absolutos de procedimiento insubsanables o de la
sentencia, conforme disponen los arts. 169 y 370 del Código de Procedimiento PenaL Que, en el sub-
lite, el Auto de Vista impugnado declara improcedente las apelaciones restringidas deducidas por las
acusadoras particulares e imputados, con el fundamento de que dichas apelaciones no cumplieron con
las exigencias fórmales establecidas en los arts. 403 y 404 del Código de Procedimiento Penal. Que di-
chos preceptos no corresponden a la apelación restringida, siendo los correctos, los arts. 407 y 408 del
Código de Procedimiento Penal. En tales circunstancias el art. 399 del Código Adjetivo Penal, obliga
al Tribunal de alzada a conminar al recurrente para que subsane los defectos u omisiones de forma que
contiene su recurso, bajo apercibimiento de rechazo; por lo que al no haber actuado así la Corte de
alzada, ha vulnerado las normas del debido proceso, suprimiendo el derecho a la defensa, preconi-
zada por el art. 16 de la C.P.E., lo que constituye defecto absoluto según el art. 169-3) de la Ley Pro-
cesal Penal, no susceptible de convalidación, y al ser las normas procesales de orden público y cum-
plimiento obligatorio, es pertinente la admisión del recurso de casación...".
En el mismo sentido, el Auto Supremo N° 287, de 13 de mayo de 2004, que también sostuvo:
"...CONSIDERANDO: Que, si bien es evidente que para la procedencia del recurso de casación
se deben cumplir con los requisitos exigidos por los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Pe-
nal, no es menos cierto que la revisión excepcional y eventual de oficio procede cuando existen vio-
laciones flagrantes al debido proceso y defectos absolutos de procedimiento insubsanables o de la
sentencia, conforme disponen los arts. 169 y 370 del Código de Procedimiento PenaL Que, en el sub-
lite, el Auto de Vista impugnado declara inadmisible el recurso de apelación restringida de fs. 176-177
interpuesto por el imputado Juan Emilio Varela Imana, por no cumplir con las exigencias formales es-
tablecidas en el art. 407 y 408 del Código de Procedimiento Penal, sin que previamente se hubiese da-
do aplicación a la norma prevista por el art. 399 del citado Código Adjetivo Penal; omisión que vulne-
ra las normas del debido proceso y suprime el derecho a la defensa, preconizado por el art. 16 de la
C.P.E, lo que constituye defecto absoluto, previsto por el art. 169-3) de la Ley Procesal Penal, no sien-
do susceptible de convalidación, por ser las normas procesales de orden público y de cumplimiento
obligatorio...".

También el Auto Supremo N° 329, de 28 de mayo de 2004, que señala:


"...CONSIDERANDO: Que, de la revisión de antecedentes, se advierte que Horacio Pio Gutiérrez
Reyes, a tiempo de interponer el recurso de apelación restringida a fs. 168-175, no especifica menos in-
voca el precedente contradictorio; ni lo hace en casación, menos señala la contradicción existente en-
tre el Auto de Vista impugnado y algún precedente, que sirva de base para establecer el sentido jurídi-
co distinto que le hubiere dado la Corte de alzada ante una situación de hecho similar, sea por haber-
se aplicado normas distintas o una misma norma con diverso alcance, lo que impide su consideración
por el Tribunal de casación.

Dada la finalidad que le otorga la ley procesal al recurso de casación de uniformar la jurispruden-
cia, la invocación del precedente contradictorio se convierte en el presupuesto exigible de carácter for-
mal para establecer la doctrina legal aplicable, por lo que la omisión del ritual sagrado no es suscep-

-208-
Arturo Yañez Cortés

tibie de ser suplido de oficio por el Máximo Tribunal; a menos que concurran defectos absolutos de
procedimiento previstos por el art. 169 del Código de Procedimiento Penal, o vicios de la sentencia
establecidos en el art. 370 del mismo Procedimiento, para tomar las medidas de saneamiento, lo que
no se advierte en el presente caso, mucho más si el recurrente a tiempo de interponer el recurso de Ha-
beas Corpus, denuncio irregularidades en la tramitación de la presente causa que vulneran sus dere-
chos a la libertad y el debido proceso, aspectos que fueron considerados por la Sentencia Constitucio-
nal N° 0321/2004-R, llegando a la conclusión de que de todas las irregularidades acusadas, una era
evidente, porque no se le notificó con el Auto de Vista de fs. 299 en forma personal; vicio que fue sub-
sanado notificando al imputado Horacio Pio Gutiérrez Reyes con el indicado Auto de Vista, conforme
sale de la diligencia de fs. 384. En el recurso de casación se acusa las mismas irregularidades, que co-
mo se dijo, no son tales ...".

¿Constituyen defectos absolutos la suspensión de los actos preparatorios


del juicio, la no transcripción de la parte resolutiva de la sentencia o la falta de
habilitación de horas hábiles para el desarrollo de la audiencia de juicio?

No, la razón de la decisión contenida en el Auto Supremo N 2 373 de 22 de junio de 2004, estable-
ce claramente que los mencionados errores no constituyen defecto absoluto al no estar expresa-
mente consignados como tales por el art. 169 del NCPP.

"...Que partiendo de estos conceptos doctrinales, y conforme a la normativa procesal legal vigen-
te, los defectos relativos si no han sido oportunamente observados por los legitimados, resultan conva-
lidados, más aún si el acto ha conseguido el propósito con el que ha sido establecido.

Así, en oportunidad de los actos preparatorios de la etapa de juicio, es decir, dentro de las 48 ho-
ras de recibida la acusación fiscal y ofrecida las pruebas de cargo, el Juez debe radicar la causa, no-
tificar al querellante para que presente la acusación y ofrezca prueba de cargo, así como al imputado
para el mismo objeto, luego, dictará el auto de apertura de juicio oral señalando día y hora de su ce-
lebración y convocando a la conformación de jueces ciudadanos. En cambio, la apertura o sustancia-
ción de la audiencia de juicio, se inicia con el juramento a los jueces ciudadanos, lectura de la acusa-
ción y del auto de apertura, fundamentación del fiscal y las partes, declaración del o los imputados,
producción de la prueba, en forma continuada e ininterrumpida hasta pronunciar la sentencia o la par-
te resolutiva de la misma.
De lo anterior resulta, que los actos preparatorios, pueden ser suspendidos por motivos justifica-
bles, hecho éste que no constituye defecto absoluto. De igual manera, la no transcripción de la par-
te resolutiva de la sentencia, no constituye causal de nulidad siempre que conste en el acta de regis-
tro la lectura de la parte resolutiva, porque el acta es la constancia y da fe lo que aconteció durante
el desarrollo del juicio. Tampoco es necesario que el Juez o Tribunal en forma expresa habilite ho-
ras para la lectura de la parte resolutiva de la sentencia; por cuanto, en aras del principio de conti-
nuidad (art. 334 de la Ley N° 1970) que caracteriza el desarrollo de la audiencia de juicio, éste debe
realizarse en forma ininterrumpida hasta pronunciar la sentencia o la parte resolutiva de la misma,
por lo que la audiencia puede incluso prolongarse hasta altas horas de la noche inclusive, si fuera
necesario.

Consecuentemente; los hechos anteriormente relacionados no constituyen defectos absolutos, por


no estar expresamente consignados en esa calidad por el art. 169 del Código de Procedimiento Pe-
nal, no siendo entonces pertinente anular la sentencia y disponer el reenvío del juicio como errónea-
mente lo hizo la Corte de alzada; sino, admitiendo que los defectos relativos quedaron convalidados
en los tres casos expresamente previstos por el art. 170 de la norma procesal, corresponde ingresar a
considerar la apelación restringida interpuesta contra la sentencia, debiéndose en el presente recurso
dejar sin efecto el Auto de Vista impugnado..."

-209-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

¿Constituye defecto absoluto la no exhibición de la prueba instrumental


antes de publicitaria?

La razón de la decisión contenida en el Auto Supremo N° 307/03 de 11 de junio, sostiene que esa
situación observada por el recurrente no constituye defecto absoluto. Sin embargo, debo precisar
que en el caso en concreto, esa omisión fue claramente desvirtuada por el acta de registro del jui-
cio, es decir, la situación alegada no se produjo en la realidad.
"...Analizado cuidadosamente el proceso, se establece que en obrados no se presenta defectos ab-
solutos que den curso a la anulación total del proceso, la no exhibición de la prueba instrumental an-
tes de publicitaria no es defecto absoluto, por consiguiente no es causal de nulidad, más aún si en
autos el certificado de fs. 112 rebate dicho argumento, al acreditarse que la prueba instrumental de
descargo se corrió traslado a la parte acusadora, en cuanto al otro fundamento señalado para la anu-
lación, de que la Juez en su sentencia habla de valoración de la prueba y dispone la judicialización
de la misma, en la lectura detenida de la sentencia no encontramos en parte alguna dichos términos,
más por el contrario se evidencia que a tiempo de analizar y valorar las pruebas ofrecidas tanto de
cargo como de descargo la Juez señala textual, "también existen contradicciones en las declaraciones
prestadas en la audiencia del juicio con las pruebas literales judicializadas"; este análisis mal podría
calificarse como un error inadmisible como argumenta el Tribunal de alzada, por el contrario es atri-
bución privativa del Juez el valorar y calificar las pruebas como faculta el art. 173 del Código de Pro-
cedimiento Penal.
Por lo expuesto se evidencia que el Tribual de Alzada, ha obrado ultra perita al anular la senten-
cia en su totalidad, porque no estaba facultado a ingresar a una valoración fáctica del proceso al no
estar abierta su competencia al haber establecido que la apelación restringida interpuesta era inviable
lo que significa inadmisible, más aún si en autos no se presenta defectos absolutos que den lugar a la
nulidad.."

¿La falta de conformidad de la sentencia con el voto de uno de los jueces


técnicos constituye defecto absoluto?
Cabe comenzar precisando en el caso analizado que se trata de un proceso en el que el voto de
uno de los jueces técnicos prevaleció por sobre los de los restantes —técnico y ciudadanos- lo que
en criterio de la Corte Suprema, constituye el defecto absoluto previsto en el inc. 4°) del art. 169
en relación con el art. 123 de la Ley de Organización Judicial.
"...Extrañamente en la parte resolutiva del fallo del Tribunal de Sentencia prevalece la opinión de
la Juez Técnica Cristina Rodríguez Zegarra, toda vez que éste voto no cuenta con el respaldo de Gui-
llermo Cuentas Román, Juez Técnico, de otra parte, en el voto de los tres Jueces Ciudadanos ya ano-
tados existe coincidencia. De lo referido, se concluye que no existe conformidad con el voto de la Juez
Técnica Cristina Rodríguez Zegarra y de forma alguna podría prevalecer la opinión de la misma., as-
pecto que acarrea la nulidad establecida por el art. 123 de la Ley de Organización Judicial, concor-
dante con el art. 169 inciso 4) del Nuevo Código de Procedimiento Penal, que prescribe que los de-
fectos absolutos, no serán susceptibles de convalidación, procediendo la nulidad en los casos expre-
samente señalados, como en el de autos..."

Con referencia a las lineas jurisprudenciales emitidas sobre los defectos de sentencia, puedo se-
ñalar los siguientes casos:

¿Ante la presencia de un defecto de sentencia, es pertinente admitir


el recurso de casación deducido?

En el caso de análisis, la Sala Penal de la Corte Suprema considera que habiendo omitido la Cor-
te de alzada reparar en uno de los defectos de sentencia previstos por el art. 370 del NCPP, en
aplicación del art. 15 de la Ley de Organización Judicial, corresponde admitir el recurso deducido.

-210-
Arturo Yañez Cortés

" ...CONSIDERANDO: En el caso de autos, del examen de los antecedentes cursantes, se estable-
ce que el Auto de Vista recurrido no ha reparado los defectos de la sentencia previsto en el inc. 10)
del art. 370 del Código de Procedimiento Penal, por lo que corresponde aplicar el art. 15 de la Ley
de Organización Judicial, y admitir el recurso deducido ...". (Auto Supremo N° 369, de 22 de junio
de 2004).

¿Puede prescindirse la invocación oportuna del precedente cuando


existen defectos de sentencia?

Conforme ya se analizó al inicio en ocasión de la jurisprudencia sobre los defectos absolutos y re-
lativos, la línea jurisprudencial de la Corte Suprema ha llegado a admitir los recursos de casación
incoados sin el cumplimiento de la exigencia de los arts. 408 y 416, cuando de los antecedentes
disponibles se advierte la existencia de defectos de sentencia. Así, el Auto Supremo N° 331 de 22
de julio de 2003, entre otros varios.

"...Atenta la nueva construcción, naturaleza y finalidad que le otorga la Ley Procesal Penal al re-
curso de casación, en la que la invocación del precedente contradictorio se convierte en el presupues-
to sine quanon de carácter formal para su admisión, la omisión del ritual sagrado no es susceptible de
ser suplido de oficio por el Supremo Tribunal, salvo que en el caso de impugnación se descubran de-
fectos absolutos contenidos en el art. 169 del Código de Procedimiento Penal o, se adviertan vicios
de la sentencia previstos en el art. 370 del mencionado Procedimiento. los que no se presentan en el
caso examinado ..."

¿Constituye defecto absoluto la falta de sorteo de la causa?

El Auto Supremo 656, de 25 de octubre de 2004, afirma que ésta omisión constituye un defecto
absoluto, sosteniendo que:

"..DOCTRINA LEGAL APLICABLE.- la jurisdicción y la competencia de todo Tribunal nace de la


ley por expresa disposición de los artículos 26-27 y siguientes de la Ley de Organización Judicial, la
que al sostener el carácter de orden público por el servicio permanente que la administración de justi-
cia representa para las personas, sus cualidades intrínsecas contenidas en la norma orgánica, no pue-
de ser objeto de interpretaciones y aplicaciones erróneas que conduzcan al tribunal a asumir conoci-
miento y decisiones en la misma causa para resolver cuestiones de forma o de fondo, si antes no se hu-
biera producido el sorteo de la causa; acto procesal inequívoco e ineludible a producirse por expresa
disposición del artículo 74 de la L.O. 1 norma que en sus alcances es extensiva a los Vocales de Cor-
tes Superiores de Justicia del país y cuya omisión se califica como causal de nulidad conforme a la par-
te in fine de la misma disposición legal. Toda decisión judicial en que se considere y resuelva una ape-
lación restringida dentro de un proceso penal, ineludiblemente debe ser previamente sorteada la causa
entre los miembros integrantes del Tribunal de la Corte de Alzada, al tomar en cuenta que de allí se
computa el plazo legal de los 20 días para emitir la resolución según la preceptiva del artículo 411 de
la Ley 1970; con mayor razón si con anterioridad el mismo Tribunal pronunció un primer Auto de Vis-
ta que presentó contradicción con otros precedentes, motivando que en el recurso de Justicia de la Na-
ción dejó sin efecto el Auto de Vista conforme a la doctrina legal establecida, la que al tenor del segun-
do periodo del artículo 420 del Código de Procedimiento Penal tiene carácter obligatorio y vinculan-
te en lo concerniente a los razonamientos jurídicos que la resolución contiene.Por lo precedentemen-
te fundamentado, ante el defecto absoluto advertido en la decisión de la causa en que el Tribunal, de
Alzada incurrió, corresponde al Supremo Tribunal, en aplicación de la parte in fine del segundo pe-
riodo del artículo 419 del Código de Procedimiento Penal, dejar sin efecto el Auto de Vista de 20 de
marzo de 2004 y disponer que la misma Sala dicte nuevo Auto de Vista conforme a la doctrina legal
establecida en el Auto Supremo 424 de 19 de agosto de 2003 y el presente Auto Supremo'".

-211-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

¿Constituye defecto el pronunciamiento del fallo fuera del plazo


previsto por procedimiento?

El Auto Supremo N' 580 de 4 de octubre, sin precisar sí se trata de un defecto relativo o absolu-
to —se entiende que se trata de éste último caso- sostiene que el pronunciamiento del auto de vis-
ta fuera del plazo previsto por ley, constituye defecto al generar la actuación del tribunal sin com-
petencia.
"...Hay nulidad cuando el acto contiene un vicio estructural, y si un tribunal actúa sin competen-
cia, sus actos son nulos; la nulidad es consecuencia del vicio que adolece un acto jurídico cuando se
lo efectúa con violación o apartamiento de ciertas formas u omitiendo los requisitos necesarios para la
validez del mismo. Las normas procesales están impuestas por la ley en aras del debido proceso, las
que no pueden ser alteradas por las partes ni por el juez, pues su infracción acarrea consecuencias se-
gún la gravedad de la falta. Corresponde al Supremo Tribunal ejercer el control del cumplimiento de
los plazos perentorios, la observancia de la ley, el debido proceso y la actividad jurisdiccional, con el
único objeto de enmendar omisiones o errores procesales que afecten las garantías y derechos consti-
tucionales y pongan en riesgo el sistema procesal penal, ya que, por mandato del artículo 90 del Códi-
go de Procedimiento Civil de aplicación general, las normas procesales son de orden público y por tan-
to de cumplimiento obligatorio. En este contexto, los plazos procesales para pronunciar resolución se-
ñalados por el Código de Procedimiento Penal son también de cumplimiento obligatorio conforme
reconoce el artículo 249 de la Ley de Organización Judicial cuando dispone que los Magistrados y
Jueces están obligados a pronunciar las providencias, autos interlocutorios, sentencias, autos de vis-
ta i' de casación en los términos señalados por los códigos de procedimiento...".

9.6. JURISPRUDENCIA EMITIDA POR EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


Comienzo con la relativa a los defectos absolutos previstos en el art. 169 del NCPP.
¿La vulneración del principio del juez natural, puede reputarse
como un defecto absoluto?
La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N' 1376/04-R de 25 de agosto sostiene que
la vulneración del principio de juez natural constituye un defecto absoluto según la causal del art.
169 inciso 3' del NCPP.
"....111.7. Sobre la denuncia en sentido de que la recurrida indebidamente presentó acusación tam-
bién por delitos de orden privado y si bien rectificó su requerimiento, su accionar no puede subsanar-
se de esa forma; cabe señalar que efectivamente la Fiscal recurrida incurrió en una acción indebida
e ilegal viciando de nulidad absoluta sus actos que no son sujetos de convalidacibn como disponen
las normas previstas por el art. 169.3 del CPP, de manera que con esa actuación la recurrida no sólo
infringió las normas procesales que limitan el ejercicio de la acción penal del Ministerio Público sino
también vulneró las normas del debido proceso, por lo que con relación a este punto de la denuncia
también corresponde otorgar tutela, tal como se procedió en el caso resuelto mediante la SC
1036/2002-R citada, en la que a tiempo de analizar una actuación similar de otro Fiscal recurrido, es-
te Tribunal sostuvo lo siguiente: "Asimismo, al no tener potestad el Ministerio Público para ejercer la
acción penal privada que -como quedó precisado- corresponde de manera privativa a la victima, tam-
poco tenía potestad de emitir requerimiento conclusivo en relación a delitos de acción privada; pues,
aquél constituye un acto que pone fin a la etapa preparatoria por delitos de acción pública". Por otra
parte, con esta actuación la recurrida igualmente desconoció el derecho al juez natural, puesto que
partiéndose de la premisa legal de que los delitos de acción privada deben ser conocidos por los jue-
ces de sentencia tal como disponen las normas previstas por el art. 53 del CPP, la Fiscal recurrida no
podía pretender que el recurrente sea juzgado por un tribunal de sentencia, lo que constituye no só-
lo un acto ilegal sino también un defrcto absoluto no susceptible de convalidación como ya se dijo.
de modo que a tiempo de corregirlo, tamhién se restituye el derecho al juez natural que es reconoci-
do a todo imputado y procesado....".

-212-
Arturo Yañez Cortés

¿El incumplimiento de las exigencias relativas a la imposición de medidas


cautelares personales, puede ser reputado como defecto absoluto?
La Sentencia Constitucional I\l2 0982/2004-R de 18 de junio, sostiene a través de su razón de la
decisión que tratándose de la aplicación de medidas cautelares de naturaleza personal, la violación
de los derechos del imputado puede ser alegada en cualquier momento frente al juez y que en ca-
so de ser evidentes, no pueden ser convalidados al estar inmersos el en inc. 32) del art. 169 del
NCPP.
"111.2.1. La SC 0957/2004-R, de 17 de junio, sobre la revisión de la legalidad o ilegalidad de la
aprehensión por parte del juez cautelar, ha establecido que:
" ...] los arts. 5 y y 84 del CPP, establecen que todo imputado goza de los derechos y garantías re-
conocidos en la Constitución, las Convenciones y Tratados Internacionales vigentes y el mismo Códi-
go, desde el primer acto del proceso hasta su finalización. En el mismo sentido, los arts. 9 y 14 del Pac-
to Internacional de Derecho Civiles y Políticos, 7 y 8 de la Convención Americana de Derechos Huma-
nos, señalan los derechos que tiene toda persona que se encuentra privada de libertad, entre los que se
encuentran los siguientes: 1) a que se le especifique claramente el motivo de su privación de libertad;
2) a informar por sí mismo, o a que se informe inmediatamente a su familia, a su defensor o a la per-
sona que el detenido indique, el hecho de su privación de libertad; 3) a entrevistarse privadamente con
su abogado; 4) a que se le nombre un traductor o intérprete cuando no comprenda el idioma español;
5) a no ser obligado a declarar contra sí mismo y, en caso de consentir a prestar su declaración, a no
hacerlo bajo juramento; 6) a no ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degra-
dantes; 7) a solicitar al juez que defina su situación jurídica y califique la legalidad de la aprehensión
no dispuesta por él; 8) a que se le notifique personalmente con la imputación formal en el lugar de su
detención.
Estos derechos, constituyen exigencias y límites infranqueables para los funcionarios policiales, fis-
cales y jueces cautelares y su respeto es una condición inexcusable, tanto para la legitimidad de la de-
tención como para cualquier consecuencia que de ésta pudiera resultar, y que puede traducirse en ele-
mentos de convicción a ser utilizados, por ejemplo, para disponer la detención preventiva del imputa-
do. En consecuencia, la violación de estos derechos puede ser alegada en cualquier momento frente
al juez y, en caso de que éste la considere verdadera, deberá corregirla, anulando aquellos actos que
implicaron vulneración a los derechos y garantías del detenido. Este entendimiento está presente en
el art. 169.3) del Código de procedimiento penal, que al referirse a los defectos absolutos, señala que
no serán susceptibles de convalidación los defectos concernientes a "3) Los que impliquen inobser-
vancia o violación de derechos y garantías previstos en la Constitución Política del Estado, las Con-
venciones y Tratados internacionales vigentes y en este Código.
De acuerdo a lo anotado, al juez no le está permitido convalidar los actos en los que se vulneraron
esos derechos; al contrario, tiene el deber, impuesto por la norma antes transcrita, de pronunciarse so-
bre la legalidad de los mismos; por consiguiente, frente a una presunta aprehensión ilegal, le corres-
ponde al juez cautelar, conforme lo establece el art. 54.1) del CPP, controlar la investigación y, en con-
secuencia, proteger los derechos y garantías en la etapa investigativa; por lo que, frente a una petición
efectuada por el imputado, en sentido de que se pronuncie sobre la legalidad de su detención, el juez
está impelido, antes de pronunciar la resolución sobre cualquier medida cautelar, a analizar los si-
guientes aspectos: 1)Legalidad formal de la aprehensión.- Es decir, deberá evaluar si se observaron los
presupuestos constitucionales y legales para la aprehensión: a) orden escrita emanada de autoridad
competente —salvo caso de flagrancia- b) adopción de la medida en base a las formalidades legales
(aprehensión en caso de desobediencia a la citación prevista en el art. 224 del CPP o resolución debi-
damente fundamentada si se trata de la atribución conferida al fiscal de acuerdo al art. 226); c) el cum-
plimiento del término previsto por ley para remitir al aprehendido ante autoridad judicial (art. 226). Si
después del análisis formal realizado por el juzgador, se concluye que se observaron las normas para
la aprehensión del imputado, el juez deberá examinar la legalidad material de la aprehensión.2)Lega-
lidad material de la aprehensión.- Cuando el fiscal aprehendió directamente al imputado, haciendo uso
de la facultad prevista en el art. 226 del CPP, el juez deberá evaluar los siguientes aspectos: a) la exis-

-213-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

tencia de suficientes indicios para sostener la autoría del imputado en el momento de la aprehensión;
b) si el delito imputado tiene una pena privativa de libertad cuyo mínimo legal es igual o superior a dos
años y c) si existieron los elementos de convicción suficientes para sostener que el imputado podía ocul-
tarse, fugarse o ausentarse del lugar u obstaculizar la averiguación de la verdad (art. 226 del CPP). Si
del análisis efectuado, el juzgador concluye que tanto el aspecto formal como material fue observado
al momento de la aprehensión, determinará la legalidad de la aprehensión y, con los elementos de con-
vicción existentes, pronunciará la Resolución mediante la cual aplicará la medida cautelar pertinente,
si es el caso, ajustada a los previsto por el art. 233 del CPP, definiendo la situación jurídica del impu-
tado.
Si al contrario, del análisis efectuado por el juez cautelar, se concluye que no se observaron las
formalidades o existió infracción a la legalidad material en la aprehensión ordenada, el juez anula-
rá la actuación realizada con violación a las normas constitucionales y legales, y pronunciará la re-
solución de medidas cautelares, en base a los elementos de convicción existentes, que no hayan sido
obtenidos en infracción a los derechos y garantías del imputado, a consecuencia del acto ilegal de-
clarado nulo. Entendimiento que ya fue asumido por este Tribunal en la SC 562/2004-R, de 13 de
abril

En el mismo sentido se había también pronunciado la Sentencia Constitucional N' 957/2004-R de


17 de junio.

¿Cuáles son algunos de los derechos a ser respetados en favor del imputado
cuya omisión podría generar defectos procedimentales?

La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N' 824/04-R de 27 de mayo, describe un


conjunto de derechos a lo largo del proceso, que deben ser respetados a favor del imputado, más
aún cuando está privado de libertad y que según los casos, pueden constituir defectos absolutos
o relativos en la medida que puedan ser subsanados o no.
"111.4. La necesidad de notificación legal del imputado con la imputación formal.- Es necesario re-
calcar que el imputado privado de libertad está sujeto a un conjunto de protecciones que tienen como
objetivo precautelar su seguridad e integridad física, así como permitirle que desde los momentos ini-
ciales del proceso, y en especial en esta situación extrema (privación de libertad), pueda actuar como
sujeto procesal, ejerciendo las facultades que como tal se le reconocen. Se procura evitar en la máxi-
ma medida posible que las condiciones extremas de falta de autonomía y vulnerabilidad que la priva-
ción de libertad representa puedan transformarse en objeto de abuso por parte de los responsables de
la persecución penal.
Por esta razón, los arts. 5 y 84 del CPP establecen que todo imputado goza de los derechos y ga-
rantías reconocidos en la Constitución, las Convenciones y Tratados internacionales vigentes y el mis-
mo Código desde el primer acto del proceso hasta su finalización. En la circunstancia de que la perso-
na esté privada de libertad podemos establecer los siguientes derechos: a) a que se le especifique cla-
ramente el motivo de su privación de libertad y se le exhiba la orden que la fundamenta, excepto en el
caso de flagrancia; b) a informar por sí mismo o a que se informe inmediatamente a su familia, a su
defensor o a la persona a quien indique, por los medios más expeditos, el hecho de su privación de li-
bertad; c) a entrevistarse privadamente con su abogado; d) a que se le nombre un traductor o intérpre-
te cuando no comprenda el idioma español; e) a ser conducido sin demora ante el Fiscal si éste orde-
nó su aprehensión; fi a no ser obligado a declarar contra sí mismo y, en caso de consentir a prestar de-
claración a no hacerlo bajo juramento; fi el derecho a no ser sometido a tortura ni a otros tratos crue-
les, inhumanos o degradantes; g) a solicitar al juez que defina su situación jurídica y califique la lega-
lidad de la aprehensión no dispuesta por él; h) a que se le notifique personalmente con la imputación
formal en el lugar de su detención.
Todas estos derechos constituyen exigencias y límites infranqueables para los funcionarios poli-
ciales, fiscales y jueces cautelares y su respeto es una condición absoluta, tanto para la legitimidad
de la detención como para cualquier fruto que de esta pudiera resultar y que pueda traducirse en an-
tecedentes o medios de prueba a ser utilizados, por ejemplo, para disponer la detención preventiva.

-214-
Arturo Yañez Cortés

En consecuencia la violación de estos derechos puede ser alegada en cualquier momento frente al
juez y, en caso de que éste la considere verdadera, deberá corregirla, ordenando la libertad del impu-
tado si es el caso, enmendando las condiciones de detención que vulneran sus derechos o anidando
del proceso los antecedentes de los que surja la violación del derecho.
En el caso presente, el recurrente fue aprehendido en flagrancia para luego ser puesto a disposi-
ción del Fiscal, quien recibió su declaración informativa en presencia de una abogada, para finalmen-
te imputarle la supuesta comisión del delito de transporte de sustancias controladas y solicitar la im-
posición de la medida cautelar de detención preventiva. El Juez Cautelar recurrido en conocimiento de
la imputación y la solicitud de medida cautelar no dispuso la notificación del imputado con este actua-
do, no obstante la importancia del mismo, pues a partir de la notificación personal con la imputación
se inicia el proceso, conforme lo ha aclarado la subregla contenida en la SC 1036/2002-R, que señala:
"Consecuentemente, dado el carácter público del proceso, el cómputo de los seis meses previstos por
el art. 134 CPP para el desarrollo de la Etapa Preparatoria, empieza a partir de que el Juez cautelar
pone en conocimiento del encausado la imputación formal, siendo éste el actuado jurisdiccional que
marca el inicio del proceso penal, y a partir de ahí, se tiene un término máximo de seis meses para pre-
sentar la acusación, ampliable únicamente en el supuesto establecido por el segundo párrafo del art.
134 CPP; sin que esto quiera decir que la extinción opere ipso facto, como lo ha entendido la jurispru-
dencia de este Tribunal Constitucional en las SSCC 764/2002-R y 895/2002-R; pues deben desarrollar-
se las formalidades establecidas por el mismo artículo 134 CPP".
De lo señalado se establece que en los hechos no se inició el proceso penal contra el recurrente al
no habérsele notificado con la imputación formal lo que además conlleva una evidente vulneración de
su derecho a la defensa pues éste sin conocer los términos de la imputación mal podía preparar su de-
fensa, sometiéndosele por lo tanto a indefensión, deslegitimizando toda actuación posterior al no ha-
berse subsanado esta grave omisión que atenta directamente contra los derechos del recurrente impu-
tado.
111.5. La realización de audiencia para definir la situación jurídica del imputado.- La determina-
ción de la situación jurídica del imputado debe ser asumida necesariamente en audiencia, esto para ga-
rantizar el derecho a la defensa material y técnica (art. 8 del CPP) y los principios de oralidad e inme-
diación que rigen el proceso cautelar, que al no ser observados vulneran el irrestricto derecho a la de-
fensa proclamado por la Constitución (art. 16.11) subregla establecida en la jurisprudencia de este Tri-
bunal en las SSCC 547/2002-R, I521/2002-R, 261/2003-R, 521/2003-R, 660/2003-R, al señalar que
"[...j la audiencia pública es una formalidad inexcusable para resolver una solicitud de medidas cau-
telares e imponerlas finalmente al imputado. Este entendimiento, subyace en el nuevo sistema procesal
acogido por nuestra legislación, habiendo la jurisprudencia constitucional emitido fallos de manera
uniforme en este sentido, así en la SC 547/2002-R de 13 de mayo de 2002, este Tribunal fundamentó su
decisión señalando que: (..) la Jueza recurrida dispuso igualmente en forma escrita la detención pre-
ventiva del recurrente, sin tomar en cuenta que la Ley 1970 establece el régimen oral para los juicios
penales, lo que significa que toda determinación debe realizarse en audiencia, en presencia de las par-
tes procesales y de sus abogados, a fin de que éstos puedan asumir defensa en igualdad de condicione-
s".Este entendimiento, es aplicable al caso analizado, por cuanto el Juez recurrido omitió la realiza-
ción de la audiencia pública para disponer la detención preventiva del recurrente, vulnerando de ese
modo su derecho a la defensa y tornando en ilegal la referida medida y por lo tanto indebida la deten-
ción del recurrente, la que no puede ser subsanada por el sólo transcurso del tiempo.
111.6. Sobre la notificación con el Auto que dispone la detención preventiva del recurrente.- Tenien-
do en cuenta que en materia procesal penal las exigencias para garantizar el debido proceso son ma-
yores que en otra materias, por cuanto se encuentra en juego la libertad, sobre la notificación con las
Resoluciones que impongan medidas cautelares personales en el sistema del nuevo Código de procedi-
miento penal, el art. 163 señala: "Se notificarán personalmente: 2) Las sentencias y resoluciones de
carácter definitivo; 3) Las resoluciones que impongan medidas cautelares personales"; esta misma dis-
posición legal agrega que además debe hacerse entrega de una copia de la resolución al interesado y
una advertencia por escrito acerca de los recursos posibles y el plazo para interponerlos, dejando cons-
tancia de la recepción, con la aclaración de que los privados de libertad serán notificados en el lugar
de su detención.

-215-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

En el caso de autos, las exigencias de la norma glosada no han sido cumplidas, existiendo un gra-
ve error en la notificación con la Resolución que hoy impugna el recurrente, ya que ésta le fue notifi-
cada en el tablero después de tres días de haberse librado el mandamiento, conforme se tiene de la di-
ligencia que corre a fs. 24 vta., cuando debió ser puesta a conocimiento suyo, en forma personal, en el
recinto penitenciario donde se encuentra privado de libertad, omisión ilegal que no puede ser conva-
lidada y vulnera una vez más la garantía del debido proceso dejando aquí también en indefensión al
recurrente, dado que además de las ilegalidades citadas anteriormente también se le impidió conocer
oportunamente la Resolución judicial aludida y ejercitar su derecho a la defensa, ocasionado una
nueva vulneración a sus derechos y garantías..."

¿Cuáles son las exigencias para que, mediante el recurso de Amparo


Constitucional, puedan ser corregidos los defectos absolutos?

La Sentencia Constitucional N 2 593/2004-R de 22 de abril y también la N 2 1216/04-R de 30 de ju-


lio, sostienen mediante sus respectivas razones de la decisión que cuando se haya producido al-
guna acción u omisión que configure un defecto de esa naturaleza, es necesario previamente que
el interesado haya invocado la lesión sufrida y que no haya sido reparada por los órganos jurisdic-
cionales ordinarios mediante los recursos legales previstos.
"...111.1. El art. 169.3 del CPP al referirse a los defectos absolutos de la actividad procesal, seña-
la que no serán susceptibles de convalidación los defectos concernientes a los que impliquen inobser-
vancia o violación de derechos y garantías previstos en la Constitución Política del Estado, las Con-
venciones u Tratados internacionales vigentes y el citado Código, norma que se halla relacionada con
el art. 407 del CPP que al referirse a la apelación restringida señala: "Cuando el precepto legal que
se invoque como inobservado o erróneamente aplicado constituya un defecto de procedimiento, el re-
curso sólo será admisible si el interesado ha reclamado oportunamente su saneamiento o ha efectuado
reserva de recurrir, salvo en los casos de nulidad absoluta o cuando se trate de los vicios de la senten-
cia de conformidad a lo previsto por los arts. 169 y 370 de este Código" (...)
111.3. Debe precisarse que tratándose de defectos absolutos, éstos deben ser corregidos, aún de ofi-
cio, por el Tribunal de alzada o casación, según el caso, inclusive en los supuestos en que los mismos
no hubieran sido invocados por el recurrente oportunamente en el desarrollo del proceso (art. 407
del CPP); lo que no ocurre en materia de amparo, dado que para que se active la protección que brin-
da el art. 19 de la CPE, es imprescindible que el recurrente hubiera invocado la lesión al derecho al
debido proceso, en uno de sus elementos, y que ésta no hubiera sido reparada por lo órganos juris-
diccionales ordinarios, a través de los recursos que dispensa la ley".

Anteriormente, la Sentencia Constitucional 1069/2003- R de 30 de julio, en similar sentido pero


con mayor precisión, había sostenido que la cobertura del recurso de Amparo Constitucional se ac-
tiva en los casos analizados, siempre y cuando no existiera otro recurso legal para otorgar protec-
ción contra los actos ilegales y omisiones indebidas.
"En el presente amparo el recurrente arguye que los Vocales recurridos han dictado el Auto de Vis-
ta de 15 de marzo de 2003, por el que declararon procedente la apelación interpuesta por el Fiscal y
los querellantes contra la decisión del Tribunal de Sentencia de anular obrados, sin tomar en cuenta
que como sindicado no fue notificado con la imputación formal ni con la ampliación de la querella, que
no existe acusación presentada en forma oportuna sobre la que se asiente el juicio oral, y que se dio un
tiempo muy breve entre la imputación y la remisión del expediente al Tribunal de Sentencia, todo lo que
ha lesionado sus derechos a la seguridad jurídica, a la defensa y la garantía del debido proceso. En ese
sentido, corresponde, en revisión, analizar si en la especie se debe otorgar la tutela pretendida.
111.1. El amparo constitucional ha sido instituido como un recurso extraordinario que otorga
protección contra los actos ilegales y las omisiones indebidas de autoridades o particulares que res-
trinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías fundamentales de la perso-
na, reconocidos por la Constitución y las Leyes, siempre que no existiera otro recurso legal para di-
cha protección.

-216-
Arturo Yañez Cortés

111.2. En la especie, confirme los antecedentes remitidos al Tribunal Constitucional, se eviden-


cia que no se ha notificado conforme a ley al recurrente con la imputación formal, sin embargo, no
se puede soslayar el hecho de que el actor no observó ni impugnó las irregularidades anotadas y aho-
ra demandadas, o sea que no .formuló reclamo alguno sobre los actos ilegales que denuncia, cuando
hien podía haber planteado un incidente por defecto absoluto, en el marco del art. 169-3) CPP, pero
no lo hizo, resultando insuficiente que haya reclamado los extremos que acusa en su memorial de
amparo, al contestar la apelación presentada por el Fiscal i' la parte querellante contra el Auto de
anulación de obrados del Tribunal de Sentencia, puesto que, a más, el Tribunal de alzada debe abo-
carse a considerar y resolver únicamente los puntos apelados y no los que haya traído a colación la
parte adversa en su respuesta a la apelación. Por consiguiente -a diferencia de las situaciones que die-
ron lugar a la emisión de las SSCC 1036/2002-R, 1262/2002-R, 1481/2002-R, para citar algunas, en
las que se encuentran diferencias fácticas de fondo con el presente asunto- en este caso, el actor no ha
agotado la vía que la ley le ofrece dentro del juicio oral, para reclamar las ilegalidades que denuncia,
suscitando el referido incidente o a través de una excepción, que según la ley son de trámite rápido y
expedito, no pudiendo pretender que el amparo constitucional se convierta en un recurso sustitutivo de
los medios legales ordinarios para demandar el respeto de los derechos conculcados.Es ese sentido se
ha pronunciado este Tribunal en sus SSCC 166/2003-R. 509/2003-R, 534/2003-R...."

¿La vulneración del derecho de defensa técnica constituye un defecto absoluto?

Este aspecto ha sido precisado claramente mediante la razón de la decisión de la Sentencia Cons-
titucional N2 0445/2004-R de 24 de marzo, que considera que la indefensión que el imputado su-
frió en ocasión de determinado actuado procesal, en el caso la audiencia de cesación de la deten-
ción preventiva, está inmersa en la causal 3 del art. 169 del NCPP.

'...111.2. El art. 94 del CPP ha previsto como una condición de validez legal que el acusado esté
asistido de su abogado defensor, es decir; que ejerza efectivamente su derecho a la defensa material y
técnica, y "En caso de inasistencia se fijará nueva audiencia para el día siguiente, procediéndose a su
citación formal".

A su vez, el art. 169.3) del mismo cuerpo legal, establece como absolutos no susceptibles de con-
validación, "Los que impliquen inobservancia o violación de derechos y garantías previstos en la
Constitución Política del Estado, las Convenciones y Tratados Internacionales vigentes y en este Có-
digo".
En el caso que se examina, del propio informe de la Jueza co-recurrida se evidencia que esta auto-
ridad judicial no celebró la audiencia de cesación de detención preventiva que estaba señalada para el
27 de enero de 2003 a horas 9:00 ante la inconcurrencia del abogado defensor de la recurrente con
quien momentos antes había conversado comunicándole que telefónicamente el Fiscal co-demandado
le indicó que había acusado formalmente a la actora. Sin embargo, dicha Jueza no actuó conforme a
procedimiento regular, porque estaba en el deber de señalar nueva audiencia para el día siguiente,
cual exige el art. 94 citado.
Defecto procesal absoluto que está vinculado a la libertad de locomoción de la recurrente, impli-
cando vulneración del debido proceso, respecto del cual la jurisprudencia constitucional en las SSCC
1227/2003-R y 1266/2003-R ha señalado que: "La importancia del debido proceso está ligada a la
búsqueda del orden justo. No es solamente poner en movimiento mecánico las reglas de procedimien-
to sino buscar un proceso justo, para lo cual hay que respetar (...) los derechos fundamentales como
el derecho a la defensa, a la igualdad, etc., derechos que por su carácter fundamental no pueden ser
ignorados ni obviados bajo ningún justificativo o excusa por autoridad alguna, pues dichos manda-
tos constitucionales son la base de las normas adjetivas procesales en nuestro ordenamiento jurídi-
co, por ello los tribunales y jueces que administran justicia, entre sus obligaciones, tienen el deber de
cuidar que los juicios se lleven sin vicios de nulidad ...Ese criterio es el que uniformemente ha ma-
nifestado este Tribunal en sus SSCC 103/2001-R, 380/2002-R, 418/2002-R, 1514/2002-R, y muchas
otras".

-217-
Régimen de Impu g nación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

En esa perspectiva, ante el defecto absoluto en que incurrió la Jueza co-demandada, con su ac-
tuación fuera del marco de la ley, corresponde aprobar la Resolución de la Corte de hábeas con la mo-
dificación de que la Jueza co-recurrida sea quien señale nueva audiencia de cesación de la detención
preventiva de la recurrente, resolviendo lo que competa en derecho, sin disponer su libertad, por estar
bajo competencia de la autoridad judicial co-recurrida, aspecto sobre el que se ha pronunciado la uni-
forme jurisprudencia de este Tribunal, citando al efecto las SSCC 129/2003-R, 1714/2003-R,
1768/2003-R y 1873/2003-R...".

¿El órgano jurisdiccional deberá, incluso de oficio, pronunciarse


sobre la existencia de un vicio absoluto?

La Sentencia Constitucional N 2 1714/2003-R de 25 de noviembre, afirma que —en el caso concre-


to- el Tribunal de Sentencia está plenamente facultado para revisar aún de oficio el cumplimiento
de las normas procesales que impliquen incurrir en las causales previstas como defectos absolu-
tos.
"111.3. El art. 167 CPP, dispone que no pueden ser valorados para fundar una decisión judicial ni
utilizados como presupuestos de ella, los actos cumplidos con inobservancia de las formas y condicio-
nes previstas en la Constitución Política del Estado, convenciones y Tratados internacionales vigentes
y en ese Código, salvo que el defecto pueda ser subsanado o convalidado.
El art 169.2) y 3) CPP, señala que la intervención, asistencia y representación del imputado, en los
casos y formas que ese Código establece, así como los que impliquen inobservancia o violación de de-
rechos y garantías previstos en la Constitución Política del Estado, las Convenciones y Tratados Inter-
nacionales vigentes y en ese cuerpo legal, constituyen defectos absolutos y no son susceptibles de con-
validación. De lo que se colige que el Tribunal de Sentencia está facultado para revisar aún de ofi-
cio el cumplimiento estricto de las normas para evitar la vulneración de los derechos y garantías de
las partes...".

¿Cuáles son las diferencias en la doctrina constitucional de la nulidad


de obrados de la simple corrección? ¿Constituye defecto absoluto la renuncia
del Ministerio Público de la acción penal pública para convertirla en acción
penal privada? ¿Cuál la relevancia del art. 15 de la Ley de Organización Judicial
en el nuevo sistema procesal penal?

La Sentencia Constitucional N1 2 0600/2003-R de 6 de mayo es bastante amplia al responder esas


interrogantes, por lo que las respuestas aparecen destacadas en negrillas:
"...111.2 Que, la problemática planteada debe ser dilucidada tomando en cuenta los derechos fun-
damentales precedentemente referidos, toda vez que el recurrente solicita la tutela de los mismos. A ese
efecto, resulta necesario establecer el sentido de las normas previstas por los arts. 167 y 168 CPP, ya
que en ellas sustentó su decisión de anular obrados el Juez Cuarto de Sentencia, misma que fue asumi-
da por el Juez Tercero de Sentencia.
En ese orden se tiene que el Libro Primero, en su Título VIII, establece normas que regulan la for-
ma de subsanar la actividad procesal defectuosa, entre ellas está inserto el art. 167 citado que en su
primer parágrafo textualmente dice: "No podrán ser valorados para dar una decisión judicial ni utili-
zados para presupuestos de ella, los actos cumplidos con inobservancia de las formas y condiciones
previstas en la constitución política del Estado, Convenciones y Tratados Internacionales vigentes y en
este Código, salvo que el defecto pueda ser subsanado o convalidado." Subsiguiente a dicha disposi-
ción, el legislador ha previsto las formas de corrección de los defectos procesales que puedan suceder
durante la tramitación del proceso, así art. 168 titulado "Corrección" dispone lo siguiente: "Siempre
que sea posible, el juez o tribunal de oficio o a petición de parte, advertido el defecto, deberá subsa-
narlo inmediatamente, renovando el acto, rectificando el error o cumpliendo el acto omitido."
Que del texto de las normas transcritas, se colige que el nuevo Sistema Procesal permite la co-
rrección de los actos procesales erróneos subsanando, renovando o rectificando, lo que importa un

-218-
Arturo Yañez Cortés

reconocimiento de la existencia de las actuaciones procesales, los que al tener defectos subsanables
pueden ser corregidos; por lo mismo la norma prevista por el art. 168 CPP no permite declarar la nu-
lidad de obrados, que conceptualmente es diferente a la corrección, pues la primera permite al juz-
gador modificar o reparar todos los defectos o errores procesales que pudiese advertir durante la tra-
mitación del proceso, en cambio la segunda importa retrotraer el proceso hasta el punto original en
que se produjo el vicio, implica un desconocimiento de los actos procesales realizados por tener vi-
cios absolutos, lo que significa que dichos actos nunca nacieron a la vida jurídica, por lo mismo el
juzgador no puede subsanarlos y proseguir el proceso sin retrotraer el procedimiento; por ello el le-
gislador ha previsto la norma contenida en el art. 169 de la Ley N° 1970 en la que se enumeran los
defectos absolutos. En consecuencia, la nulidad se opera frente a esos defectos absolutos que no son
susceptibles de convalidación.
111.3 Que, entre los defectos absolutos identificados por el art. 169 CPP no está comprendida la
decisión que adopte el Ministerio Público de renunciar a ejercer la acción penal en los delitos de or-
den público de carácter patrimonial autorizando la conversión de acción, como erradamente ha en-
tendido el Juez Cuarto de Sentencia, en una incorrecta interpretación de las normas previstas por el
art. 26 CPP; pues esta disposición legal que regula la conversión de la acción penal pública en acción
privada, no condiciona, en todos los casos previstos en ella, como requisito previo y sine qua non a la
conversión, la realización obligada de la investigación. En consecuencia, resulta que la referida auto-
ridad judicial, ha asumido una decisión incorrecta, partiendo de una interpretación inadecuada de las
normas procesales que regulan la conversión de acciones, a cuya consecuencia se han lesionado los
derechos fundamentales a la seguridad jurídica y el de acceso a la justicia de la empresa representada
por el recurrente ( ...)
111.4 Que, es preciso señalar que lo afirmado por el recurrente, en sentido de que el art. 15 LOJ
no tiene mayor relevancia en el sistema procesal penal actual de naturaleza acusatoria, no es correc-
to, pues los arts. 167 y 168 CPP, definitivamente están ligados a la obligación de saneamiento proce-
sal que tienen los jueces y tribunales, ya que anular tal obligación que se traduce en una potestad
procesal, sería condenar al proceso a vicios procesales que en los hechos producirían un caos jurí-
dico, pues la nulidad de ciertos actuados está prevista en el Código de Procedimiento Penal vigente
y es considerada como unos defectos absolutos que no pueden ser convalidados, así entre dichos de-
fectos absolutos, tenemos la nulidad de la notificación por defectos en su realización, en cuyo caso, co-
rresponde subsanarlo conforme al art. 168 CPP...".

¿La falta de control jurisdiccional de la investigación y la inexistencia


de imputación formal del fiscal, constituyen defectos absolutos
o pueden ser subsanados?

La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N 2 972/2002- R de 13 de agosto sostiene


que ambas omisiones constituyen defectos absolutos según la causal 19 del art. 169 al estar vin-
culadas al debido proceso y al derecho de defensa, por lo que no es de aplicación el art. 168 del
NCPP que permite los defectos sean subsanados.
"...111.4. Que la falta de intervención del juez y del fiscal en aquellos actos en los que su partici-
pación es obligatoria, constituyen defectos absolutos que no pueden ser susceptibles de convalidación
alguna; en consecuencia, ameritan su nulidad, como se colige de la previsión del art. 169-1) CPP
Que en la especie ante el reconocimiento del Fiscal recurrido de la existencia de errores "involun-
tarios", el Juez de Sentencia N' 2 de Potosí dispone que el fiscal acusador salve "las omisiones y de-
fectos procesales en los que hubiere incurrido", en aplicación del art. 168 CPP.
Que en el presente caso no es de aplicación el art. 168 CPP, por cuanto no se trata de simples de-
fectos que puedan ser subsanados de oficio o a pedido de parte, sino que se está frente a defectos ab-
solutos al ser evidente la falta de control jurisdiccional de la investigación por el Juez Cautelar, así
como también la inexistencia de imputación formal por parte del FiscaL
Que las ilegalidades de referencia, lesionan no sólo las previsiones contenidas en los arts. 54 incs.
1 y 2, 289, 301 y 302 CPP, sino que como se manifestó, se ha vulnerado la garantía al debido proceso

-219-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

y derecho a la defensa de la recurrente, reconocido por el art. 16-II y IV constitucional; razones que
por si solas hacen viable la tutela demandada.
111.5. Que los co-recurridos, han incurrido en las ilegalidades referidas precedentemente, por cuan-
to el Delegado Distrital del Consejo de la Judicatura de Potosí al informar al Consejo de la Judicatu-
ra de la acusación formal del Fiscal, sin hacer constar que no existe imputación formal, ha permitido
que sobre la base de su informe y demás antecedentes, el Consejo de la Judicatura ilegalmente dispon-
ga la suspensión de la recurrente.
Que asimismo, el Juez de Partido de Betanzos, recurrido, al tener conocimiento de la acusación,
dispuso la radicatoria del proceso, sin revisar antecedentes y tener en cuenta que en el caso, no existió
imputación formal ni se dio cumplimiento a las previsiones del Procedimiento Penal, referidas a la eta-
pa preparatoria..."

¿Cuál la vía procesal para reclamar una supuesta actividad defectuosa


que configuraría un defecto relativo o también un defecto absoluto?
La ratio decidendi de la Sentencia Constitucional N 2 0325/2003-R de 14 de marzo precisa que la
vía para reclamar de una supuesta actividad procesal defectuosa constituye la deducción de un in-
cidente denunciando la producción de un defecto relativo o de uno absoluto.
"Que, el hecho de que el Fiscal reciba la declaración del imputado (en presencia de su abogado
defensor de oficio) en un recinto militar o base aérea y no así en la PTJ, es un extremo que de manera
verbal debió ser denunciado y reclamado en audiencia de medidas cautelares, lo que en el caso no se
dio, pues el abogado defensor de Félix Wilder Machaca Copageña, se limitó a solicitar a la autoridad
judicial aplique a favor de su defendido una medida substitutiva a la detención preventiva, pero en mo-
mento alguno realizó reclamo sobre supuestas irregularidades procedimentales (como se evidencia a fs.
59 vta. de obrados). Que, al no haberse realizado el reclamo de manera verbal y en su oportunidad.
esa supuesta actividad procesal defectuosa bien pudo y puede ser impugnada por el imputado (repre-
sentado de los recurrentes), quien si es que considera conveniente y necesario, podrá plantear ante
la Jueza Cautelar un incidente en el que denuncie la existencia de defectos absolutos o en su caso
defectos relativos, previstos en los arts. 167 y siguientes CPP

¿En qué casos quedan convalidados los defectos relativos?


La Sentencia Constitucional N 2 1069/2001-R de 4 de octubre se refiere a que los defectos relati-
vos quedarán convalidados siempre y cuando, la forma para la que fue instituida, no obstante el
defecto, cumplió su finalidad o la parte perjudicada acepta el efecto, caso contrario el defecto no
queda convalidado e incluso, puede ser objeto del recurso constitucional que corresponda.
"...Que, el artículo 166 de la Ley N° 1970, señala como una de las causales de nulidad de la noti-
ficación cuando: "...3) Si en la diligencia no consta la fecha y hora de su realización y, en los casos
exigidos, la entrega de la copia y la advertencia correspondiente; La notificación será válida cuan-
do a pesar de los defectos enunciados haya cumplido su finalidad". Asimismo, el artículo 170 del mis-
mo cuerpo legal establece que: "Los defectos relativos quedarán convalidadas en los siguientes casos:
1) Cuando las partes no hayan solicitado oportunamente que sean subsanados; 2) Cuando quienes ten-
gan derecho a solicitarlo hayan aceptado, expresa o tácitamente, los efectos del acto; y;3) Si no obs-
tante su irregularidad, el acto ha conseguido su fin con respecto a todos los interesados."
Que, de dichos preceptos legales se colige claramente que la notificación que adolezca de defec-
tos en su realización, si bien constituye un defecto relativo que no causa necesariamente la nulidad,
esta situación sólo se da cuando ha cumplido su finalidad o cuando las partes aceptan dicho defec-
to, lo que no ocurrió en el caso de autos, dado que el Abogado Defensor al ser notificado sin hora que
acredite su oportunidad y dentro del plazo de las 24 horas, no pudo comunicarle al recurrente de la au-
diencia señalada, lo cual observó en el acto procesal; empero, la Jueza recurrida no reparó tal defec-
to procesal y prosiguió con la celebración de la audiencia, en lugar de suspenderla y ordenar una nue-
va notificación, en resguardo no sólo del derecho a la defensa, sino también al debido proceso y el prin-
cipio de igualdad protegidos por la Constitución y las Leyes..".

-220-
Arturo Yañez Cortés

Tratándose de vicios de la sentencia, ¿es necesario que la parte


haya reclamado durante la audiencia de juicio?

La razón de la decisión de la Sentencia Constitucional N 2 0954/2003-R de 8 de julio, precisa la sal-


vedad prevista en la última parte del primer párrafo del art. 407 del NCPP, que como es obvio, tra-
tándose del recurso de apelación restringida apoyado en los vicios de la sentencia, no exige el re-
clamo de saneamiento de los mismos pues, éstos surgen en ocasión del dictado de la sentencia y
no antes.

"..111.2 El art. 407 CPP prevé el recurso de apelación restringida por inobservancia o errónea apli-
cación de la ley, estableciendo que cuando el precepto legal que se invoque como inobservado o erró-
neamente aplicado constituya un defecto del procedimiento, el recurso sólo será admisible si el intere-
sado ha reclamado oportunamente su saneamiento o ha efectuado reserva de recurrir, salvo en los ca-
sos de nulidad absoluta o cuando se trate de los vicios de la sentencia, de conformidad a lo previsto
por los art. 169 y 370 del mismo Procedimiento.
1113 En la especie, consta que el recurrente interpuso el recurso de apelación restringida dentro del
plazo establecido por ley ante la supuesta inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva y
porque la sentencia se hubiera basado en hechos inexistentes o no acreditados o en valoración de-
fectuosa de la prueba. Por consiguiente, así formulado el recurso, no era exigible de ningún modo el
requisito de reclamo oportuno o reserva de recurso, como indebidamente interpretaron los recurridos
a tiempo de declarar la inadmisibilidad del recurso de apelación restringida, vulnerando el derecho a
la defensa del recurrente, entre cuyas manifestaciones se halla el de impugnar las resoluciones que le
causen agravio durante el desarrollo de un determinado proceso.

A propósito, el Tribunal Constitucional, a través de la SC 925/2001-R, afirma que "el derecho a re-
currir de un fallo ante el juez o tribunal superior, es universalmente reconocido y así lo establece el art.
8, inciso h) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 22 de noviembre de 1969, dere-
cho inviolable del que la persona no puede ser privada por formalismos procesales".
En consecuencia, el Tribunal de amparo al haber declarado procedente el recurso, ha valorado co-
rrectamente los hechos e interpretado a cabalidad los alcances del art. 19 CPE..."

¿Constituye un defecto de la sentencia su falta de fundamentación?

La ratio decidendi de la Sentencia Constitucional N 2 0207/2004-R de 9 de febrero sostiene que


uno de los vicios de la sentencia constituye precisamente su falta de fundamentación y, lo que es
más importante aún, que esa exigencia obedece a que se trata de uno de los elementos básicos
que informan el debido proceso.

"...111.3. El art. 124 CPP establece que las sentencias y autos interlocutorios serán fundamentados
y expresarán lo motivos de hecho y de derecho en que basan sus decisiones y el valor otorgado a los
medios de prueba. Fundamentación que no podrá ser reemplazada por la simple relación de los docu-
mentos o la mención de los requerimientos de las partes. Por otra parte, el art. 360, establece que la
sentencia deberá contener una exposición de los motivos de hecho y de derecho en que se funda y, fi-
nalmente, el art. 370 CPP determina como defecto de la sentencia la falta de fundamentación o que
esta sea insuficiente o contradictoria.
En coherencia con estas normas, la jurisprudencia de este Tribunal ha señalado en las SSCC
1369/2001-R, 934/2003-R y 757/2003 entre otras, que "Una de las garantías básicas del debido proce-
so, es que toda resolución debe ser debidamente motivada, comprendiendo, al menos, los siguientes
puntos: 1) La especificación de los hechos objeto del proceso, 2) Los elementos de juicio que inducen
a sostener que el procesado es autor del ilícito que se le atribuye y, 3) La calificación legal de tal con-
ducta. En caso de coprocesados, se debe individualizar; para cada uno, los hechos, las pruebas y la ca-
lificación legal de la conducta, tal como lo ha entendido la jurisprudencia de este Tribunal en las SSCC
222/2001 y 1371/2002, entre otras, que señalan: " [..] el Auto de 2 de septiembre de 2002 por el que

-221-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

se amplía la causa contra los recurrentes, carece de motivación y de elementos de convicción para sus-
tentar la ampliación; tampoco se ha individualizado a los supuestos partícipes del delito, ni la conduc-
ta y la tipicidad que les correspondería a cada uno de ellos, incumpliendo las exigencias de los arts. 85
y 129.3) CPP.1972; constituyéndose, por tanto, en una resolución arbitraria que lesiona de manera
inadmisible las garantías del debido proceso, conforme ha reconocido la uniforme jurisprudencia sen-
tada por este Tribunal, a través de la SC 222/2001-R, entre otras, que señala "la motivación de los au-
tos y sentencias se constituyen en una de las exigencias básicas del Debido Proceso; motivación que en
el caso del Auto Inicial de la Instrucción, debe comprender entre otras cosas: a) la descripción y valo-
ración clara de los elementos de prueba que dan mérito a la apertura de la causa b) La tipificación le-
gal del hecho, individualizando a cada imputado. Que, en el caso de autos, ninguna de las exigencias
antes descritas han sido cumplidas por el juzgador, constatándose por tanto una infracción al debido
proceso consagrado por la Constitución así como las normas de desarrollo aplicable al caso concreto
(art. 85 y 129.3 del CPP.), incurriendo de esta manera en procesamiento y persecución indebida..."

-222-
CAPITULO DECIMO

LA DOCTRINA LEGAL APLICABLE Y EL PRECEDENTE CONTRADICTORIO

10.1. EL DIFICIL ENCAJE DEL SISTEMA DE OBLIGATORIEDAD DE PRECEDENTES JURIS-


PRUDENCIALES EN EL SISTEMA NORMATIVO BOLIVIANO.
Uno de los elementos más novedosos producto de la reforma procesal penal, es el referido a la in-
troducción a nuestro sistema jurídico del sistema de la obligatoriedad de los precedentes, lo que
ha significado un cambio radical a la tradicional forma de entender el derecho en nuestro país, que
hasta ese momento' consideró a la jurisprudencia sólo y hasta en algunos casos despectivamen-
te, como una simple fuente auxiliar del derecho, a diferencia de la ley que era la única considera-
da como fuente formal del mismo.
Al respecto, el jurista colombiano Diego Eduardo LÓPEZ MEDINA' en un formidable trabajo en el
que describe magistralmente todo el proceso de cambio atravesado con similar motivo en su na-
tal Colombia acerca de la obligatoriedad del precedente constitucional y sus connotaciones jurídi-
co-políticas y que puede ser también aplicado en muchos de sus aspectos a la situación actual bo-
liviana, describe el siguiente panorama que me permito transcribirlo toda vez que refleja perfecta-
mente la situación anterior a la reforma y que todavía en medida significativa permanece aún en
nuestro país:
"...El sistema jurídico colombiano, neo-romanista y positivista por filiación, ha asumido tradicional-
mente que (i) los jueces meramente aplican la ley, sin crearla, (h) que los pronunciamientos judicia-
les son importantes para ilustrar las normas positivas sólo cuando éstas son oscuras o ambiguas, (III)
que la obligación judicial de fallar conforme a derecho se cumple preferente o exclusivamente median-
te la obediencia a las reglas establecidas por el constituyente o el legislador y (iv) como corolario de
lo anterior, que los jueces están atados a la ley pero son independientes frente a las sentencias judi-
ciales con las que se han fallado casos anteriores. La jurisprudencia, en ese sentido, ha sido siempre
considerada como una fuente secundaria o auxiliar del derecho que sólo opera en casos de silencio
de la fuente primaria. Como resultado de estas convicciones básicas, (y) el derecho se enseña en las
escuelas como un cuerpo complejo de reglas primordialmente establecidas en normas jurídicas posi-
tivas de naturaleza legislativa, frecuentemente codificadas. Frente a esta primacía indisputada del de-
recho legislado, la jurisprudencia de los jueces se limita a resolver diferencias interpretativas, vacíos
ocasionales, contradicciones o problemas de balanceo que se encuentren en los textos positivos".
Como se advertirá, la situación descrita es prácticamente la misma que la existente en Bolivia, has-
ta el momento de introducción de la doctrina del precedente a la economía jurídica ordinaria boli-
viana, que hasta ese momento, con la excepción anotada en el ámbito de la jurisdicción constitu-
cional, había permanecido completamente ajena a ésa lógica, al extremo que la jurisprudencia del
Supremo Tribunal era simplemente señalada como un refuerzo más del argumento principal centra-
do y apoyado exclusiva y esencialmente en la legislación positiva.
Se trata en definitiva de dos maneras diferentes de concebir el derecho y que se encuentran pro-
fundamente ligadas con los orígenes en los que se apoya desde antiguo nuestro sistema legal. Al
respecto, siguiendo al español Juan MARTÍNEZ MOYA' es necesario hacer una puntualización con
relación a los sistemas o modelos universales de derecho: el sistema Derecho continental o roma-
no — germánico y el sistema o modelo del common law. La diferencia fundamental entre ambos sis-
temas es que en el continental el derecho se configura básicamente como un conjunto de normas
generales y abstractas que los jueces aplicarán para resolver los casos concretos; mientras que

1 Aunque habrá que considerar también que anteriormente, en 1998, la Ley N' 1836 del Tribunal Constitucional ya había in-
troducido esa lógica al sistema jurídico boliviano.
2 "El Derecho de los Jueces". Editorial Legis S.A., Bogotá - Colombia; 2000.
3 MARTINEZ MOYA, Juan. "El Precedente Jurisprudencia)". Cooperación Española en Bolivia. Programa Justicia. Sucre - Boli-
via, abril de 2004; páginas 36 y siguientes.

-223-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

en el common law, el derecho se configura más bien como una creación de los jueces, esto es co-
mo el conjunto de las resoluciones que los jueces van dando a los casos que se les presentan, por
lo que en los sistemas del derecho continental -como el nuestro- prima la idea de la legislación o
la codificación, mientras que el derecho anglosajón es un derecho casuístico, en el que lo funda-
mental es el precedente.
Empero, el autor nos advierte que actualmente ambos sistemas están evolucionando en sentido
convergente, lo cual también, a partir de la creación del Tribunal Constitucional en la reforma Cons-
titucional de 1994 y la Ley N° 1836 ocurre en nuestra realidad.
Es interesante poner de relieve que para éste autor, la diferencia más notoria entre los jueces que
aplican el sistema anglosajón o del common law respecto de los jueces continentales o romano -
germánicos como los nuestros, estriba en que el razonamiento se produce a la forma inversa. El
de los jueces del sistema continental parte de proposiciones generales o abstractas para buscar
las soluciones concretas y es por ello un razonamiento fundamentalmente deductivo; mientras que
el sistema anglosajón realiza un razonamiento fundamentalmente inductivo, que intenta establecer
partiendo de un caso concreto, una razón más general, para establecer a través de ella la solución
del nuevo caso.
Corresponde reconocer que el nuevo NCPP cambió rotundamente -aunque aún no completamente-
aquél fenómeno denominado por el autor colombiano nombrado como "tradicionalismo de fuentes"
entendido como: "...el hábito intelectual de los estudiosos de derecho para quienes un proble-
ma jurídico se resuelve predominante o exclusivamente mediante el análisis más o menos de-
tallado de las reglas de origen legislativo que se han promulgado al respecto", para a partir del
nuevo sistema de recursos y especialmente, el de apelación restringida y casación, introducir al
panorama jurídico boliviano, una nueva visión más reflexiva, argumentativa y flexible en la resolu-
ción de los conflictos, que está traducida en la doctrina legal aplicable, que no es otro concepto
que la interpretación que el Supremo Tribunal hace de la norma legal, a partir de la cual, ésta se
constituye la doctrina legal aplicable que deberá ser confrontada con cualquier otra interpretación
realizada por el órgano jurisdiccional, surgiendo así, el concepto del precedente obligatorio.
Al respecto, César SAN MARTIN CASTRO' precisa que en aquellos ordenamientos jurídicos carac-
terizados por ejercitar un control concentrado de la constitucionalidad, cabe distinguir que el mo-
delo utilizado para los fallos del Tribunal Constitucional es el del stare decisis o del precedente,
mientras que para la jurisdicción ordinaria el modelo es el propio de la jurisprudencia: el conjunto
de sentencias o fallos dictados por los tribunales sobre materias específicas pero orientadas en
sentido uniforme, es decir, como criterio resultante de una serie de fallos concordantes para resol-
ver determinada cuestión jurídica.
10.2. NOCION ACERCA DE LA IDEA DE DOCTRINA LEGAL APLICABLE
Con esos antecedentes, propongo este acercamiento al concepto, en sentido que la Doctrina Le-
gal Aplicable, constituye la interpretación de la ley realizada por el más alto tribunal de justicia del
Estado -cuando la norma le atribuye la competencia para hacerlo- en calidad de vinculante u obli-
gatorio, quedando por tanto los jueces y tribunales inferiores a partir de ese entendimiento, obliga-
dos a aplicarlo a posteriores resoluciones en las que se discutan situaciones fácticas similares.
Siguiendo al español Juan MARTÍNEZ MOYA en su obra varias veces citada en éste capítulo, cuan-
do se cuestiona si la jurisprudencia es fuente del derecho, cabe responder que cuando un juez tra-
ta de encontrar la ratio decídendi o criterio de decisión para un caso concreto, es frecuente que
lo encuentre en una decisión anterior (precedente), por lo que señala que el precedente en rigor,
es un caso ya decidido, que actúa como directriz de la decisión del nuevo caso planteado.
Cuando ese precedente es considerado como una fuente del derecho, se entiende que tiene un va-
lor vinculante absoluto, aunque luego, matiza su afirmación señalando que en realidad, un valor vin-
4 En "Jurisdicción Constitucional y Justicia Penal". Ponencia presentada en el VII Seminario Internacional "Justicia Constitucio-
nal y Estado de Derecho", realizado en Santa Cruz de la Sierra, del 25 al 27 de agosto de 2004.

-224-
Arturo Yañez Cortés

culante absoluto sólo puede tener la decisión de un caso respecto de otro tan exactamente igual
que exige la eadem ratio decidendi, lo que en la práctica resulta muy difícil que se dé, por lo que
en cu criterio, en la mayor parte de los casos, el precedente actuaría tan sólo como una pista me-
diante la cual el juez busca el principio o la norma aplicable al caso concreto a resolver.
Concluye afirmando que el precedente no es per se, fuente del derecho, si por fuente entendemos
la fuente de producción o el origen de las normas; el precedente constituye una forma de manifes-
tación o de aparición exterior, en definitiva, el resultado de un razonamiento operado sobre un ca-
so concreto con las premisas de quien lo ha decidido.
10.3. TIPOS BASICOS DE VINCULACION AL PRECEDENTE JURISPRUDENCIAL
La doctrina contemporánea representada esencialmente en el presente trabajo por el autor espa-
ñol Juan MARTÍNEZ MOYA pero también por otros autores citados por el mismo, como Juan Anto-
nio XIOL RIOS; Francisco BLASCO GASCÓ; José PUIG BRUTAU y otros, sostiene que dependiendo
de la manera como el tema es tratado por la legislación interna de cada país -que en todo caso
muestra simples matices- es una realidad indiscutible que la jurisprudencia de los Tribunales Supre-
mos y Constitucionales vincula jurídicamente y que por tanto, la discusión se ha concentrado en
las causas de ese valor vinculante y su alcance, siendo la doctrina del precedente la que ayuda a
explicar esas cuestiones.
Es decir, la tendencia actual estaría encaminada en contemplar la jurisprudencia no como un pro-
blema de creación del derecho, sino de vinculación, es decir, los fundamentos y alcances del pre-
cedente.
Las consideraciones anteriores me llevan a puntualizar algunos rasgos básicos de esa doctrina, da-
da la aplicabilidad y actualidad al tema general que nos ocupa.
La doctrina discute en qué debe consistir la fuerza vinculante de la jurisprudencia para que pueda
cumplir su declarada función de servir como criterio general, que complemente el derecho escrito
y asegure la generalidad de su aplicación, distinguiendo para el efecto tres tipos básicos de vin-
culación de los tribunales a la jurisprudencia:5
El persuasivo o intelectual: es una postura extrema en cuanto a la debilidad del grado de
vinculación. Constituye la base práctica e imprescindible para la existencia de una generali-
zación de los criterios jurisprudenciales, pero no se encuentra respaldada por ningún meca-
nismo de exigibilidad, por lo que simplemente se cumple en virtud del imperio de su razón y
no por razón de su imperio.
La asimilación a la ley, es el polo opuesto al anterior, por lo que sus consecuencias resul-
tan difícilmente admisibles, ya que el apartamiento conciente del juez de la jurisprudencia re-
sultaría asimilado al apartamiento conciente de la ley y por tanto, hasta podría dar lugar al
prevaricato.
Finalmente, como estímulo para la uníformídad. Es una posición ecléctica de las dos an-
teriores, que entiende que la fuerza vinculante de la jurisprudencia derivaría de que su no se-
guimiento acarrearía la revocación de las resoluciones opuestas a la misma.
Por su parte, César SAN MARTIN CASTRO en su obra antes citada, explica la existencia de tres ti-
pos de vinculación a la denominada jurisprudencia vertical, es decir, la emanada de la Corte Supre-
ma de Justicia efectuada en su función de uniformidad de la ley mediante la jurisprudencia. Los ti-
pos son:
La vinculación intelectual, basada en la convicción o fuerza persuasiva de los fallos supremos.

5 LOPEZ GUERRA, Luis. "La fuerza vinculante de la jurisprudencia", en "Actualidad Jurídica Aranzadi". Número 442 de 8 de
junio de 2000.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

La vinculación estricta, que supone una obligación de acatamiento por todos los tribunales y
jueces, bajo las responsabilidades de ley; y, finalmente
La vinculación disuasoria, que en su concepto entraña el riesgo de revocación de un fallo que
se aparta de ella, a través de la vigencia de un recurso de unificación de doctrina jurispruden-
cial, una suerte de interpretación correcta de la ley. Posición última a la que pareciera se ads-
cribe nuestro NCPP.
10.4. LOS FUNDAMENTOS RACIONALES DE LOS PRECEDENTES JURISPRUDENCIALES
También, el autor seguido sostiene que el precedente jurisprudencial es un argumento o técnica ar-
gumentativa que encuentra su justificación en la asistencia que brinda al juez en el razonamiento
jurídico y en la justificación de sus decisiones, surgiendo en la doctrina los siguientes fundamentos
racionales de los precedentes:6
El argumento ab ejemplo. Explica que las decisiones judiciales ofrecen ejemplos, guías o cri-
terios de interpretación del derecho que aparecen recogidos en la ratio decidendi de las decisio-
nes anteriores.
El argumento de autoridad. Justifica el uso de los precedentes que logran ejercer su influen-
cia en el razonamiento de otros jueces o en la solución de otros casos, por el simple hecho de
su fuente material.
La regla de justicia, exige que seres o situaciones que integran una misma categoría o grupo
sean tratados de forma similar, de forma que en aras del principio de igualdad se garantice una
aplicación e interpretación igualitaria de la norma.
10.5. LEGISLACION COMPARADA SOBRE LA DOCTRINA LEGAL APLICABLE.
A manera de antecedente, cabe remitirse en legislación comparada al derecho español, en el que
la doctrina legal aplicable es asimilada al concepto de jurisprudencia, exigiendo la doctrina que pa-
ra considerar esa interpretación como tal es necesario que cumpla los siguientes requisitos: 1) Que
sea reiterada o repetida pues se considera que una única sentencia no crea jurisprudencia; 2) Que
la doctrina esté contenida en el motivo decisorio del fallo; y 3) Que emane del Tribunal Supremo.
También, el concepto aparece en el derecho argentino, en el ámbito del derecho civil y penal. Por
ejemplo, el art. 161 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires encarga a la Corte Supre-
ma establecer la doctrina legal aplicable en esa provincia. El art. 496 del Código Procesal Penal
de la provincia de Buenos Aires (Ley N° 11.922), refiriéndose al recurso de inaplicabilidad, señala:
"Si la Suprema Corte estimare que la sentencia recurrida aplicó mal la ley sustantiva, deberá de-
clararlo así y dictar resolución en el caso con arreglo al texto expreso de la norma en cuestión, fi-
jando la doctrina legal aplicable. Caso contrario, rechazará el recurso y condenará en costas al re-
currente.".
10.6. REGULACION EN NUESTRO NCPP Y ALCANCES
Pese a los elementos anteriores, el tratamiento normativo que hace nuestra novísima legislación
procesal penal actual es relativamente escaso y en mi concepto, hasta pobre para un instituto de
tal trascendencia, por cuanto solamente existen dos normas que hacen referencia expresa al te-
ma; me refiero a los arts. 419 y 420 del NCPP, ambos insertos en la regulación del recurso de ca-
sación.
El primer artículo, el 419, se refiere a que la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia una vez
declarada la admisibilidad del recurso incoado y ante la existencia de contradicción entre el o los
precedentes invocados provenientes necesariamente de resoluciones pronunciadas por alguna de
las Salas Penales de las Cortes Superiores de Distrito o Sala Penal de la Corte Suprema de Justi-
6 PERELMAN, Ch. "The New Rethoric and the Humanities", citado por Leonor MORAL SORIANO, en "Los Precedentes del Tri-
bunal Supremo: el acercamiento de la jurisprudencia a la teoría de los precedentes.

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Arturo Yáñez Cortés

cia, es decir, cuando ante una situación de hecho similar, el sentido jurídico que le asigna el Auto
de Vista recurrido no coincide con el precedente contradictorio invocado, ya sea por haberse apli-
cado normas distintas o una misma norma con diverso alcance, declarará la existencia de contra-
dicción y establecerá la doctrina legal aplicable dejando sin efecto el fallo recurrido y devolviendo
los actuados, para que la Corte que pronunció el fallo dice uno nuevo aplicando la doctrina legal
establecida.
Según el segundo, es decir el art. 420 del NCPP, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia
pondrá en conocimiento de los tribunales y jueces inferiores las resoluciones de los recursos de
casación en los que se haya establecido la doctrina legal aplicable, la que es obligatoria para los
tribunales y jueces inferiores y, sólo podrá ser modificada a través de una nueva resolución que
sea dictada con motivo de otro recurso de casación, extremo también ratificado a través de la doc-
trina legal aplicable contenida en los Autos Supremos N's 417 de 19 de agosto de 2003; 58 de
5 de febrero de 2002; 132, 134 y 135 de 9 de marzo de 2004.
10.7. SOLUCIONES JURISPRUDENCIALES Y DOCTRINALES A LOS PROBLEMAS SURGI-
DOS CON MOTIVO DE LA VINCULATORIEDAD DEL PRECEDENTE
Como fruto -entre otros factores- de la escasa regulación sobre el tema, es que han surgido algu-
nos problemas en su aplicación efectiva, al extremo que al inicio de la vigencia plena, según esta-
dísticas de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, el 85% de los recursos de casación eran
declarados inadmisibles, cifra que paulatinamente está reduciéndose.

La obligación del juez o tribunal inferior de acatar el entendimiento de la


Corte Suprema ¿vulnera el principio de independencia judicial?.
En la doctrina, no existe acuerdo mayoritario sobre el tema, aunque sí suele admitirse que ello ocu-
rre en alguna medida. Por ejemplo, Pedro GARECA PERALES' señala al respecto que: "...la crea-
ción de la doctrina legal aplicada, con el sello de obligatoriedad consagrado en el segundo pe-
riodo del art. 420 de la Ley Procesal Penal, reduce la posibilidad de la independencia que tie-
ne los tribunales inferiores por mandato constitucional, puesto que no podrían cambiar la ju-
risprudencia acuñada erga omnes por el Supremo Tribunal, por estar reservada esa atribu-
ción exclusivamente a la Corte Suprema de Justicia en su Sala Penal...".
Al respecto, el apartado VI del art. 116 de la Constitución Política del Estado sienta el principio
constitucional concebido en términos que los Jueces y Magistrados son independientes en la ad-
ministración de justicia y no están sometidos sino a la Constitución y la Ley.
En el derecho comparado, se encuentran similares cuestionamientos. Por ejemplo en el derecho
español con motivo del establecimiento del valor vinculante de la jurisprudencia del Tribunal Supre-
mo para con los tribunales inferiores y especialmente el encaje de ese concepto al ordenamiento
jurídico. Así, el español Juan MARTÍNEZ MOYA' refiere las posturas críticas formuladas por GARCÍA
DE ENTERRÍA y Luis DIEZ — PICAZO, señalando que el establecimiento de una norma de tal conte-
nido, supondría un cambio radical en el sistema jurídico de ese país europeo para situarlo en el sis-
tema del Common Law. Los argumentos utilizados para apoyar la crítica realizada a esta postura
son los siguientes: a) entrañaría un ataque despiadado a la independencia de los jueces y tribuna-
les; b) entiende que esa reforma no se justifica desde el principio de la seguridad jurídica, porque
en criterio de DIEZ — PICAZO la relación dialéctica entre jurisprudencia y seguridad jurídica es muy
difícil ya que si es ardua la dificultad para determinar la existencia de jurisprudencia, mayor es to-
davía la dificultad para definirla y concretarla; c) con todo, afirma que nadie ha dudado nunca del
valor que puede tener la jurisprudencia ni de su eficacia ya que todos los abogados hemos estado
siempre dispuestos a sacrificar lo que consideramos brillantes construcciones a la simple cita de
7 "Nueva Doctrina Legal en la Justicia Penal Boliviana y el Precedente Constitucional", Sucre - Bolivia; 2003, páginas 143 y
siguientes
8 Obra citada; páginas 11 y siguientes.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

una buena sentencia que nos viniera al pelo y todos los jueces han estado siempre dispuestos a
resolver sus asuntos con una sentencia como anillo al dedo; pero en su criterio una cosa es el va-
lor de integración que la jurisprudencia pueda tener y otra cosa muy distinta es su eficacia coacti-
va.
A favor de la norma que otorgue fuerza vinculante a la jurisprudencia, el mismo autor cita a Her-
nando SANTIAGO, para quien el núcleo de la defensa de una norma de ese alcance estriba en la
seguridad jurídica como valor esencial del Estado de Derecho. Seguridad jurídica entendida como
expectativa del ciudadano, razonablemente fundada, sobre cuál ha de ser la actuación del poder
en la aplicación del Derecho. Previsibilidad y certeza del derecho, tanto en su formulación como en
su aplicación, descartando en consecuencia el deseo de convertir al Juez en creador del derecho
para un caso concreto.
En ese sentido, sostengo que el mantenimiento del principio de independencia judicial no resulta
anulado pero si limitado de alguna manera con la introducción del sistema de obligatoriedad de los
precedentes, debiendo precisarse que la vinculatoriedad del precedente surge no porque se trate
de una norma jurídica per se sino, porque la vinculatoriedad resulta precisamente determinada por
una norma jurídica en concreto, respecto de la cual, el juez está obligado a aplicarla en virtud de
la formulación constitucional del propio principio de independencia que sostiene que los jueces son
independientes y no están sometidos sino a la ley. Esta postura es defendida por Francisco BLAS-
CO GASCÓ', cuando señala: "la vinculación del precedente interpretativo se debe buscar no en el
precedente mismo, sino en la norma o conjunto de normas jurídicas (incluidos los principios gene-
rales) que lo dispongan o de las que se derive. Así se evita el repetido conflicto entre interpreta-
ción vinculante e independencia judicial porque los jueces y magistrados son independientes en tan-
to sometidos al imperio de la .

10.7.1. La obligatoriedad de la doctrina legal aplicable y sus efectos


Este problema referido tiene que ver con la característica de la obligatoriedad de la doctrina legal
aplicable y sus efectos, a partir de la falta de cumplimiento por parte de algunas CCSSDD del en-
tendimiento resuelto por la Corte Suprema de Justicia en esa calidad.
Como el nuevo sistema otorga a la Corte Suprema de Justicia en tanto se trata del máximo tribu-
nal de justicia del país, la función unificadora de la jurisprudencia, el sistema está apoyado en dos
supuestos básicos: el establecimiento de la doctrina legal aplicable y su obligatoriedad para los
jueces y tribunales inferiores. Para ese efecto, la legislación actual no ha establecido ningún meca-
nismo conducente al respeto de ese mecanismo, toda vez que como se ha indicado, la nueva nor-
ma procesal no contiene ninguna otra regulación sobre el instituto que las dos normas citadas al
inicio.
Tampoco lo ha hecho la Ley N° 1817 del Consejo de la Judicatura de 22 de diciembre de 1997-es
decir anterior al NCPP-; ya que tratándose de una norma de naturaleza disciplinaria, establece a
través de su art. 37-I que todo funcionario judicial es responsable por las acciones u omisiones que
obstaculicen el normal desenvolvimiento de las actividades del Poder Judicial o atenten contra la
correcta y oportuna administración de justicia. Empero, cuando hace el desarrollo de las conduc-
tas u omisiones consideradas faltas muy graves (art. 39); faltas graves (art. 40) y faltas leves (art.
39) no contempla ninguna situación que contemple el incumplimiento de la doctrina legal aplicable
establecida por la Corte Suprema de Justicia, lo que impide —por elemental aplicación del principio
de legalidad- pretender su cumplimiento a través del procedimiento disciplinario.
Por tanto, ante el incumplimiento de la doctrina legal aplicable que genera serios perjuicios a las
partes e incluso la posibilidad que la acci6n penal sea declarada extinguida por efecto del venci-
miento de duración máxima de duración del proceso (art. 133 del NCPP); en mi criterio no le ca-

9 BLASCO CASCO, Francisco."La Norma jurisprudencial: nacimiento, eficacia y cambio de criterio". Editorial "Tirant Lo
Blanch". Valencia; 2000.

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Arturo Yañez Cortés

be a la Sala Penal otro mecanismo que, habiéndose previamente admitido el recurso, dejar sin efec-
to nuevamente el fallo y establecer otra vez la doctrina legal omitida, pudiendo aplicar una multa
de orden económico al juez o tribunal renuente, aunque también debe advertirse que a diferencia
del anterior CPP por la permisión expresa de su art. 307 10 ; el nuevo, no prevé esa situación, aun-
que en mi criterio, al no estar taxativamente prohibida podría ser utilizada.
Sin embargo, considero que tampoco debiéramos llevar el cumplimiento de la doctrina legal apli-
cable al extremo de un dogma de naturaleza indiscutible y por tanto, imposible de ser modificada.
La propia doctrina admite la posibilidad de la modificación de la doctrina —por vía excepcional y
siempre debidamente fundamentada- aceptando incluso que aquella modificación pueda provenir
no necesariamente del más alto tribunal de justicia sino incluso de tribunales o jueces inferiores,
cuando se hayan suscitado nuevas circunstancias y razones que permitan reconsiderar la anterior
doctrina legal.
La doctrina española sobre el particular" concibe posible la existencia de un necesario equilibrio
entre la independencia judicial, principio de legalidad y fuerza vinculante de la jurisprudencia, a tra-
vés del camino de la proclamación legal del reconocimiento de la fuerza vinculante de la jurispru-
dencia, quedando así indemnes los principios de independencia y legalidad, debiendo quedar siem-
pre abierta la puerta al apartamiento del precedente, como algo sustancial al concepto de jurispru-
dencia que se encuentra precisamente caracterizada por ser dinámica, pero siempre desde una
perspectiva de racionalidad y razonabilidad. Para el efecto, sostiene que la regla general sería la
del respeto al precedente y por excepción, se impondría la carga de la argumentación o fundamen-
tación del órgano que considere que corresponde apartarse del precedente.
Sobre la naturaleza del precedente obligatorio.
Se debe entender que sólo revisten esa calidad los fallos dictados por: a) cualquier Sala Penal de
cualquier Corte Superior; y b) la Sala o Salas Penales de la Corte Suprema, o ¿también podría ser
atribuida a cualquier otro fallo dictado por ejemplo por la Sala Plena ya sea de la Corte Suprema
de Justicia o de alguna Corte Superior?.
Al respecto, la norma procesal del art. 416 que rige el tema es precisa y terminante al identificar
como a las únicas resoluciones que revisten la calidad para ser invocadas como precedentes con-
tradictorios a los Autos de Vista dictados por cualquiera de las Salas Penales de las Cortes Supe-
riores de Distrito y a los Autos Supremos dictados por la Sala Penal de la Corte Suprema, lo que
pareciera no dar lugar a que cualquier otra resolución emitida por otros tribunales; aunque, surge
la duda respecto de los alcances que podría tener un Auto Supremo emitido no por la Sala Penal
sino por la Sala Plena, podría ser invocado como precedente contradictorio? Considero que si, to-
da vez que la Sala Plena es el máximo órgano del Tribunal Supremo, compuesto no por dos o tres
Ministros como ocurre con la Sala Penal sino por doce y, también tiene competencia para conocer
de materia penal en determinados casos, pudiendo en consecuencia establecer doctrina legal apli-
cable.
La jurisprudencia emitida hasta el momento por el Supremo Tribunal en vigencia plena del nuevo
sistema, se inclina claramente a corroborar lo sostenido —aunque no se ha presentado ningún ca-
so respecto de fallos de Sala Plena-; por ejemplo tratándose de una sentencia, cuando mediante
el Auto Supremo N' 399 de 18 de agosto de 2003, se declara en el fondo infundado el recurso,
habiéndose sostenido en la parte considerativa del fallo la inexistencia de contradicción entre el fa-
llo y los varios precedentes invocados, señalando, entre otros motivos, que "...la sentencia invo-
cada, no se la analiza por no estar considerada como precedente..." (AS N' 399 de 18 de agos-
to de 2003).

10 Art. 307 "...En los casos 1) y 2) de este artículo se condenará en costas al recurrente y en los demás, se sancionará con
responsabilidad al tribunal ad quem, salvo que tratándose de casación aquella fuere excusable".
11 MARTINEZ MOYA, Juan. Obra citada, página 50 y ss.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Tampoco puede invocarse como precedente una sentencia dictada por un Juez o Tribunal de Sen-
tencia, en cuyo caso, la jurisprudencia de la Sala Penal ha declarado el recurso como inadmisible;
así:
"De otro lado, el recurso de casación de fs. 252-254, cita como precedente la resolución N°240/99
dictada por el Juez de Partido en lo Penal de la ciudad de El Alto, empero, como se sabe, sólo pue-
den servir de precedentes, los Autos de Vista y Autos Supremos pronunciados por las Salas Penales
de las Cortes Distritales o Corte Suprema, conforme a la primera parte del citado art. 416 del mismo
Código Adjetivo Penal: lo que impide se abra la competencia del Tribunal de casación". (AS N' 41 de
22 de enero de 2004).
En el mismo sentido, el Auto Supremo N' 38 de 22 de enero de 2004, que señala:
"Que en el caso de autos, se establece que la recurrente ha invocado como precedentes contradic-
torios tanto en la apelación restringida como en el recurso de casación, las sentencias N" 001/2002 de
20 de febrero de 2002 y de 8 de mayo de 2003 pronunciadas por los Jueces 3" y 2" de Sentencia de la
ciudad de El Alto respectivamente, las que no pueden ser tomadas como precedentes en consideración
a que las sentencias de primera instancia no constituyen precedentes contradictorios al tenor del art.
416 del Código de Procedimiento Penal... -

Con referencia al valor de cualquier Sentencia Constitucional citada como precedente con-
tradictorio.
En aplicación de la primera parte del art. 416 del NCPP, la Corte Suprema ha limitado conforme
señala la norma a considerar como precedente contradictorio sólo a los Autos de Vista dictados
por alguna de las Salas Penales de cualesquier Corte Superior de Distrito y no a una Sentencia
Constitucional. Al respecto, la línea jurisprudencial comienza a partir del Auto Supremo N' 421 de
29 de octubre de 2002, señalando que:
"Para el presente asunto el recurrente debe observar que el precedente contradictorio solo se fun-
da en Auto de Vista o Auto Supremo y no así en Sentencia Constitucional (...) POR TANTO: La Sala
Penal de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de acuerdo al art. 59-1 de la Ley de Organización
Judicial con relación al art. 50 y 417 del CPP declara INADMISIBLE el recurso de casación....".

Posteriormente, la línea jurisprudencial ha sido corroborada a través de los siguientes AASS emiti-
dos por la Sala Penal: 161 de 20 de marzo de 2003; 167 de 20 de marzo de 2003; 489 de 2 de
octubre de 2003; 59 de 5 de febrero de 2004, además de los AASS N. 141 de 10 de marzo de
2004 y N' 1 de 7 de enero de 2004, que señaló concluyentemente que:
...CONSIDERANDO: Que en el caso de autos, del examen de los actuados procesales, se esta-
blece que el recurrente ha invocado como precedentes, la Sentencia Constitucional N° 313/2003- R
de 20 de marzo de 2003, fallo que no es considerado precedente al tenor del art. 416 de la Ley 1970
(...). En consecuencia, el recurso de casación deducido no cumple con los requisitos previstos en los
arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal, por cuanto el recurrente se limita hacer una rela-
ción de hechos e impugnar el auto recurrido, sin tener en cuenta que el nuevo Código de Procedimien-
to Penal, restringe la interposición del recurso de casación a los casos en los que debe uniformar ju-
risprudencia cuando existe un precedente que sea contradictorio al auto impugnado. Esta forma ina-
decuada de recurrir, priva al tribunal de casación su consideración al no poder establecer el sentido
jurídico contradictorio entre el auto impugnado y el precedente por no tener abierta su competencia.
POR TANTO: La Sala Penal ( ...) declara INADMISIBLE e recurso de casación..."

En el mismo sentido se tiene el Auto Supremo N' 59 de 5 de febrero de 2004 que considera:

"...que en el caso de autos, del examen de actuados y contenido del recurso de casación deducido
a fs. 159-160, se establece que la recurrente no ha invocado ningún precedente, requisito ineludible por
ser base y sustento legal para la procedencia del recurso de casación, omisión que no puede suplirse

-230-
Arturo Yañez Cortés

de oficio. La Sentencia Constitucional así como las fitocopias de un recurso de casación que se ad-
juntan no constituyen precedentes a tenor del art. 416 de la Ley N° 1970...".
Con similar línea jurisprudencial se pueden citar los AASS N°s. 262 y 269 de 11 y 12 de mayo de
2004 respectivamente.
El falso dilema entre la simple invocación del precedente contradictorio o el acompaña-
miento de copia del mismo; e, incluso, ha sido también confundido con la exigencia de la última
parte del art. 417 del NCPP en sentido de acompañar al recurso de casación, la copia del memo-
rial del recurso de apelación restringida en el que se invocó el precedente. La línea jurisprudencial
sentada por la Sala Penal del Tribunal Supremo aplicando adecuadamente el sentido de los arts.
416 y 417 del NCPP puede ser resumida en los siguientes puntos: a) el precedente contradictorio
debe ser simplemente invocado a tiempo de formular la apelación restringida, lo que implica seña-
lar claramente la naturaleza de la resolución, sí es posible su número y obviamente la fecha y lu-
gar donde fue emitida. Por tanto no es necesario acompañar copia de la resolución en la que apa-
rezca el mismo; b) sí es necesario presentar junto con el memorial del recurso de casación, la co-
pia del recurso de apelación restringida en el que se invocó el precedente contradictorio. Empero,
es necesario aclarar que sí bien el incumplimiento de los anteriores puntos podrá generar la inad-
misibilidad del recurso, es aconsejable para facilitar la labor de análisis de los tribunales, acompa-
ñar sí es posible, una copia del fallo, sin que esa omisión sea motivo legal para proceder a su de-
claratoria de inadmisibilidad.
La jurisprudencia sobre el elemento en cuestión, sí bien no analiza el tema de manera expresa, se-
ñala por ejemplo, que:
"CONSIDERANDO: Que, de acuerdo a la nueva normativa Procesal Penal, el recurso de casa-
ción para ser admitido debe ser interpuesto cumpliendo los presupuestos legales y requisitos estableci-
dos en los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal. Esto es, que en apelación restringida se
haya invocado ya el precedente contradictorio, y en casación se señale la contradicción del fallo que
se pretende rever, con precedentes jurisprudenciales emitidos por las Salas Penales de las Cortes Su-
periores o, bien por la Sala Penal de la Corte Suprema, acompañando para el efecto copia del recurso
de apelación restringida, a objeto de verificar si se han cumplido con los requisitos de ley (...)
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, en aplicación del úl-
timo párrafo del art. 417 con relación a la primera parte del art. 418 del Código de Procedimiento Pe-
nal, declara INADMISIBLE el recurso de casación deducido ..." (Auto Supremo N 2 457 de 16 de
septiembre de 2003)
Otro es el momento de la invocación del precedente contradictorio; qué pasa cuando la Sen-
tencia es favorable y, obviamente al no existir agravio, el sujeto no apela, pero luego, sí cambia su
situación procesal en el Auto de Vista, es decir, surge el agravio, ¿puede recurrir? Se le exigirá la
invocación del precedente? En qué momento? Para resolver este problema, cabe recurrir a uno de
los fundamentos de los recursos en general, que justifican la institución, es decir, la existencia de
agravio (diferencia entre lo resuelto y lo pedido por el sujeto) determinando el momento en que és-
te surge, a partir del cual, el agraviado se encuentra legitimado para presentar su recurso, siendo
aplicables a partir de ese momento los presupuestos de admisibilidad aplicables al recurso en
cuestión.
En ese sentido, la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia a partir del Auto Supremo N 2 414
de 19 de octubre de 2002 considera que cuando no se interpuso el recurso de apelación restrin-
gida —por inexistencia de agravio- corresponderá invocarse el precedente contradictorio en ocasión
de presentarse el recurso de casación, se entiende, al haber resultado modificada la situación pro-
cesal del sujeto, o lo que es lo mismo, al haber surgido el agravio. El mencionado Auto Supremo
ha señalado:
"Del examen de los actuados procesales se evidencia que el recurrente, estando confirme con el
fallo, no hizo uso del recurso de apelación restringida, pero sí contesto a la alzada de fs. 95 -96. Sien-

-231-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

do el Auto de Vista modfficatorio de la sentencia apelada Gustavo Paz Balderrama interpone recur-
so de casación expresando que existe contradicción entre el auto impugnado y los precedentes con-
tradictorios contenidos en el auto de vista de fs. 73 y vlta., y AASS, de manera que, el recurso de fs. 116
- 118 vlta., cumple con los requisitos formales exigidos en la parte in fine del art. 417 del nuevo Códi-
go de Procedimiento Penal.
POR TANTO: La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia (....) declara ADMISIBLE el recurso
deducido..."

En similar sentido se pronunció también el Auto Supremo N' 4 de 29 de abril de 2002, en el que
la Corte consideró:
"Evidenciándose el cumplimiento de los requisitos exigidos por el art. 417 del Código de Procedi-
miento Penal, toda vez que por la anulación de la primer sentencia no era exigible la invocación del
precedente contradictorio previsto en el art. 416 de la norma adjetiva citada al interponer la apelación
restringida, corresponde en cumplimiento del art. 418 del mismo procedimiento, ADMITIR el recur-

De la misma manera se pronuncia el Auto Supremo N 2 140 de 10 de marzo de 2004, que admite
expresamente que como en el caso, la querellante no había usado del recurso de apelación restrin-
gida al haber estado conforme con la sentencia - se entiende entonces la inexistencia de agravio-
al haber sido revocada la resolución por Auto de Vista -surgió el agravio- interpone el recurso de
casación que es analizado. Así:
"....CONSIDERANDO.: Que la normativa penal vigente en el nuevo Código de Procedimiento Pe-
nal, exige para la admisión del recurso de casación que el mismo además de cumplir con las formali-
dades de una demanda nueva de puro derecho, observe todos los requisitos exigidos en los arts. 416 y
417 del Código de Procedimiento Penal.
Que el art. 416 del ya referido Código, establece que el recurso de casación procede para impug-
nar Autos de Vista dictados por las Cortes Superiores de Justicia que sean contrarios a otros preceden-
tes pronunciados por las Salas Penales de las Cortes Superiores o la Corte Suprema, entendiéndose que
existe contradicción, cuando en una situación de hecho similar, el sentido jurídico que se asigna al Au-
to de Vista impugnado no coincida con el o los precedentes invocados, sea por haberse aplicado nor-
mas distintas o una misma norma con diverso alcance; debiendo haberse invocado el precedente a
tiempo de interponer la apelación restringida y en el recurso de casación al margen de invocar se de-
be puntualizar en términos claros y precisos la contradicción existente entre el auto impugnado y el pre-
cedente, conforme señala el art. 417 del procesal penal.
CONSIDERANDO: Que en caso de autos, la querellante, al estar confirme con la sentencia de
primera instancia no usó el recurso de la apelación restringida, sin embargo al haber sido revocado
por el Auto de Vista, a fs. 143-146 de obrados Laura Mercedes Campos Sandi Vda. de Álvarez, inter-
pone recurso de casación..."

También, el Auto Supremo N' 95 de 18 de febrero de 2004, puntualiza claramente al admitir el re-
curso de casación, que si bien cierto que el recurrente por haber sido absuelto en sentencia no
apeló de la sentencia, pero luego, habiéndose revocado la resolución por Auto de Vista, deduce el
recurso invocando en la oportunidad el precedente, dándose por cumplidos los requisitos exigidos
por los arts. 416 y 417 del NCPP.
"...CONSIDERANDO: Que la normativa penal vigente en el nuevo Código de Procedimiento Pe-
nal, exige para la admisión del recurso de casación que el mismo además de cumplir con las formali-
dades de una demanda nueva de puro derecho, observe todos los requisitos exigidos en los arts. 416 y
417 del Código de Procedimiento Penal.
Que en caso de autos se evidencia que si hien es cierto que el recurrente no hizo uso de la apela-
ción restringida por haber sido absuelto, al ser revocada la sentencia, en el recurso de casación de-
ducido ha invocado como precedentes, los Autos Supremos Nos. 237 de 27 de junio del 2002, 335 de
3 de julio de 2001, 331 de 27 de agosto de 2002 y 394 de 10 de octubre de 2002 así como el Auto de

-232-
Arturo Yañez Cortés

Vista No. 5 de 29 de julio de 2003 pronunciado por la Sala Penal Primera de Oruro, de lo que se esta-
blece que el recurso cumple con los requisitos exigidos para su admisión, previstos en los arts. 416 y
417 del Código de Procedimiento Penal.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, con la
facultad conferida por el art. 59 inc. 1) de la Ley de Organización Judicial y aplicando el art. 418 del
Código de Procedimiento Penal, ADMITE el recurso de casación deducido...".

Sobre el origen del precedente contradictorio:


Es decir, sí es que debe provenir del antiguo Código Penal o del reformado mediante Ley N° 1768
de 10 de marzo de 1997. Al respecto, sí bien aún no existe todavía un antecedente jurisprudencial
que de manera expresa se pronuncie sobre el tema en concreto, puedo concluir al respecto que
está en directa relación con las características del precedente invocado, especialmente, debe tra-
tarse del entendimiento que el máximo tribunal de la nación haya realizado respecto de una norma
positiva, es decir, vigente en el momento en que se presenta el recurso, lo que nos lleva a anali-
zar las características del precedente contradictorio invocado.
Sobre las características del precedente contradictorio invocado, se tiene por ejemplo el Au-
to Supremo N 2 140 de 10 de marzo de 2004, que exige que los hechos juzgados en el preceden-
te contradictorio invocado deben guardar similitud con el Auto de Vista impugnado, es decir, que
las circunstancias no sean substancialmente diferentes. El Auto Supremo señala:

"...Revisado el recurso deducido con objetividad, se establece que los fallos invocados como pre-
cedentes, no guardan similitud con el Auto de Vista impugnado, tenida cuenta que las circunstancias
son substancialmente diferentes, en efecto el Auto de Vista de 23 de marzo de 2001 y el A. S. No. 168,
que se adjunta en fotocopias, condena al imputado por el delito de estafa y lo absuelve de la imputa-
ción de los delitos de falsedad de documento privado, uso de instrumento falsificado y abuso de con-
fianza, fallos que no son contradictorios al Auto de Vista recurrido, en cuanto al A.S. 405 de 15 de oc-
tubre de 2002, tampoco es contradictorio, porque en este caso se juzga por los delitos de falsedad ideo-
lógica y uso de instrumento falsificado, lo que no sucede en autos donde solamente se ha juzgado por
el delito de uso de instrumento falsificado, y de acuerdo al art. 362 del Código de Procedimiento Pe-
nal, el imputado no puede ser condenado por un hecho distinto, atribuido en la acusación o su amplia-
ción. De lo expuesto se establece que desde ningún punto de vista se puede calificar como contradicto-
rios los precedentes invocados; de lo que se infiere no haberse dado cumplimiento a la formalidad le-
gal prevista en el tercer parágrafo del art. 416 del Código de Procedimiento Penal, que exige que el
precedente sea similar en la naturaleza, contenido y finalidad al auto impugnado. El Supremo Tribu-
nal no puede suplir de oficio tal omisión y por consiguiente no puede establecer el sentido jurídico con-
tradictorio entre el Auto de Vista impugnando con los precedentes invocados, al no estar abierta su
competencia para el análisis del recurso deducido".

En el mismo sentido, el Auto Supremo N' 136 de 9 de marzo de 2004, señala:

"CONSIDERANDO: Que en el caso de autos, el querellante, tanto en la apelación restringida así


como en el recurso de casación de fs. 73-74, invoca como precedente el Auto de Vista No. 22 de 4 de
Septiembre de 2003 pronunciado por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de Potosí, preceden-
te que corresponde a un proceso seguido por la comisión de los delitos de falsedad material, conducta
antieconómica, apropiación indebida y abuso de confianza, fallo que no guarda similitud con el Auto
de Vista impugnado, tenida cuenta que las circunstancias son substancialmente diferentes; además,
el recurrente no ha puntualizado en forma clara y precisa la contradicción existente entre el fallo recu-
rrido y el precedente invocado, limitándose a hacer una larga relación de impugnación del Auto de Vis-
ta, sin tener en cuenta que el nuevo Código de Procedimiento Penal, restringe la interposición del re-
curso de casación a los casos en los que se debe uniformar la jurisprudencia al existir precedente con-
tradictorio, en consecuencia el recurso deducido no cumple con los requisitos formales previstos en los
arts. 416 y 417 del Procedimiento Penal, por lo que priva al Tribunal de Casación su consideración al

-233-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

no ser posible establecer el sentido jurídico contradictorio entre el Auto de Vista impugnado y el pre-
cedente invocado...".

El Auto Supremo N' 139 de 10 de marzo de 2004, precisa además que los precedentes contra-
dictorios invocados no deben estar referidos a hechos y delitos diferentes, de forma que sus razo-
namientos no sean atinentes al caso de autos.
"CONSIDERANDO: Que, de la revisión de antecedentes, se advierte que Jorge José Téllez Rojas
y Carmen Fortunata Estrada de Téllez, a tiempo de interponer el recurso de apelación restringida a fs.
100-104, no especifican menos invocan el precedente contradictorio, y si bien acompañan en casación,
como precedente los Autos de Vista N' 658/03 y el de fecha 21 de julio de 2003, estos se refieren a he-
chos y delitos diferentes, por lo mismo sus razonamientos no son atinentes al caso de autos; de otro
lado no señalan en términos claros y precisos la contradicción existente con el Auto de Vista impugna-
do. Además sólo sirven de precedentes Autos de Vista y Autos Supremos, conforme al art. 416 del Có-
digo de Procedimiento Penal, lo que impide su consideración por el Tribunal de casación.
Dada la finalidad que le otorga la ley procesal al recurso de casación de uniformar la jurispruden-
cia, la invocación del precedente contradictorio se convierte en el presupuesto exigible de carácter for-
mal para establecer la doctrina legal aplicable, por lo que la omisión del ritual sagrado no es suscep-
tible de ser suplido de oficio por el Máximo Tribunal.
Por lo expuesto, se demuestra que los recurrentes no han cumplido con la segunda y tercera parte
del art. 416, segundo y tercer periodo del art. 417 de la Ley 1970, lo que hace inadmisible el recurso
deducido."
El Auto Supremo N' 136 de 9 de marzo de 2004 exige que el precedente invocado guarde simili-
tud con el Auto de Vista impugnado, al igual que el Auto Supremo N' 96 de 18 de febrero de 2004
y el Auto Supremo N' 98 de 18 de febrero de 2004; éste último señala que:
"...CONSIDERANDO: Que, de acuerdo a la normativa penal vigente, el recurso de casación para
ser admitido, no sólo debe cumplir con las formalidades de una demanda nueva de puro derecho, sino
que debe ser interpuesto observando los requisitos legales establecidos en los arts. 416 y 417 del Có-
digo de Procedimiento Penal.
Que, del examen de los actuados procesales se evidencia que Orlando Canseco Gonzáles plantea
el recurso de apelación restringida a fs. 64-66 sin invocar el precedente contradictorio, y en el de ca-
sación, si bien cita un caso de jurisprudencia, es respecto al delito de abuso de confianza y estafa, pre-
visto por los arts. 346 y 335 del Código Penal y no al de apropiación indebida, tipificado por el art.
345 del mismo Código Penal, donde los hechos, circunstancias y las consecuencias son diferentes y no
guardan similitud en razonamientos y decisión como en el caso de autos, además que no especifica ni
señala la contradicción existente entre el auto impugnado y el caso citado en términos claros y preci-
sos. Por lo expuesto, y al no haberse cumplido con los requisitos previstos en la segunda, tercera par-
te del art. 416 y apartado segundo del 417 del Código de Procedimiento Penal, corresponde declarar
su inadmisibilidad..."
Finalmente, el precedente contradictorio invocado debe corresponder a la doctrina legal aplica-
ble actualizada al caso. Recuérdese que por expresa disposición del art. 420 del NCPP, la Cor-
te Suprema a través de su Sala Penal puede cambiar el entendimiento de determinada doctrina le-
gal aplicable establecida previamente, lo que efectivamente ya ha ocurrido tratándose del entendi-
miento que la Corte asumió respecto del delito de transporte de sustancias controladas, en grado
de tentativa. En ese sentido, señalo el Auto Supremo N' 135 de 9 de marzo de 2004, por el cual,
declara inadmisible un recurso de casación que estuvo apoyado en una doctrina legal aplicable que
ya había sido cambiada por otro Auto Supremo, resultando en consecuencia que la doctrina invo-
cada no era contradictoria al Auto de Vista impugnado. El fallo dice:
"...Que en el caso de autos, se establece que si bien el recurrente ha invocado como precedente con-
tradictorio el Auto Supremo No. 41 de 27 de enero de 2003, sin embargo dicho fallo no puede ser acep-
tado como precedente contradictorio, debido a que el Tribunal de Casación, en uso de la facultad

-234-
Arturo Yañez Cortés

conferida por el último parágrali, del art. 420 del Código de Procedimiento Penal, ha establecido una
nueva doctrina legal respecto a los delitos de transporte de sustancias controladas, a partir del A.S.
No. 417 de 19 de agosto del 2003, donde ya no se reconoce la tentativa de transporte de sustancias
controladas y se considera transporte consumado sin importar la distancia recorrida o que fuera in-
terrumpido antes de llegar a su destino. De lo expuesto se establece que el recurso de casación dedu-
cido no cumple con los requisitos previstos en los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal
al invocar como precedente un fallo que no corresponde a la nueva la doctrina legal vigente, más aún
si consideramos que el Auto de Vista impugnado no es contradictorio a la nueva doctrina adoptada que
rige respecto a los delitos de transporte de sustancias controladas, y por consiguiente no es posible es-
tablecer el sentido jurídico contradictorio entre el precedente y el auto impugnado.."
En el mismo sentido, se tienen los AASS N'i's 134 y 132, ambos del 9 de marzo de 2004 y el 58
de 5 de febrero de 2004, que afirman:
"...CONSIDERANDO.: Que, de acuerdo a la normativa Procesal Penal vigente, el recurso de ca-
sación para ser admitido debe cumplir con las formalidades de una demanda nueva de puro derecho,
además de observar los presupuestos legales establecidos en los arts. 416 y 417 del Código de Proce-
dimiento Penal.
Que, en el caso de autos, se evidencia que el recurrente, al interponer la apelación restringida a fs.
139-141, no invoca el precedente contradictorio, y si bien lo hace en el recurso de casación señalando
como tal el Auto de Vista N" 178/03 de fecha 4 de agosto de 2003; empero esta resolución no esta con-
forme a la nueva doctrina establecida por el Máximo Tribunal, respecto al delito de transporte de sus-
tancias controladas, a partir del A.S. IV" 417 de 19 de agosto de 2003, donde con la facultad conferi-
da por el art. 420 del Código de Procedimiento Penal, considera el delito de transporte consumado
sin importar la distancia recorrida o que el ilícito fuera interrumpido antes de llegar a su destino; de
lo expuesto se establece que el recurso de casación deducido no cumple con los requisitos previstos en
los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal, más aún si se tiene en cuenta que el Auto de
Vista impugnado no es contradictorio a la nueva doctrina adoptada que rige respecto al delito de trans-
porte de sustancias controladas...." (AS N° 134 de 9 de marzo de 2004).
"...Que, en el caso de autos, se evidencia que si bien el recurrente, invoca como precedentes con-
tradictorios los Autos Supremos Nos. 46/2003; 82/2003; 123/2003; 132/2003; 153/2003 y 119/2002, sin
embargo dichos fallos no pueden ser aceptados como precedentes contradictorios, debido a que el
Tribunal de Casación, en uso de la facultad conferida por el último parágrafo del art. 420 del Códi-
go de Procedimiento Penal ha establecido una nueva doctrina legal respecto al delito de transporte
de sustancias controladas, a partir del A.S. N" 417 de 19 de agosto de 2003, donde se considera el de-
lito de transporte consumado sin importar la distancia recorrida o que el ilícito fuera interrumpido
antes de llegar a su destino; de lo expuesto se establece que el recurso de casación deducido no cum-
ple con los requisitos previstos en los arts. 416 y 417 del Código de Procedimiento Penal al invocar co-
mo precedente fallos que no corresponden a la nueva doctrina legal vigente, por lo que el Auto de Vis-
ta impugnado no es contradictorio a la nueva doctrina adoptada que rige respecto al delito de trans-
porte de sustancias controladas, y por consiguiente no es posible establecer el sentido jurídico con-
tradictorio entre el precedente y el auto impugnado.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, en aplicación del art.
418 del Código de Procedimiento Penal, declara INADMISIBLE el recurso de casación interpuesto por
Wilson Salvatierra Esquivel..." (AS N' 58 de 5 de febrero de 2004).
Finalmente, el Auto Supremo N° 232/04 de 4 de junio, dictado por la Sala Social y Administrativa:
"...CONSIDERANDO: Del análisis de los fundamentos del recurso de casación que nos ocupa en
relación con lo establecido por los arts. 419 y 420 del Código de Procedimiento Penal, es menester co-
menzar poniendo de relieve que, conforme el legislador procesal ha fijado puntualmente, la doctrina
legal establecida por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia será obligatoria para todos los tri-
bunales y jueces inferiores, pudiendo ser modificada por medio de una nueva resolución dictada con
motivo de otro recurso de casación. Para ello, la primera parte del art. 420 citado, impone la obliga-
ción a la Sala Penal de poner en conocimiento de los Jueces y Tribunales, las resoluciones de los re-

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

cursos de casación en las que se haya establecido la doctrina legal aplicable, lo que denota incuestio-
nablemente, su carácter obligatorio a partir de la fecha de su emisión.
En ese sentido, debe tenerse en cuenta que la doctrina legal establecida en calidad de obligatoria
para los Jueces y Tribunales de la República, constituye la interpretación que realiza el Tribunal Su-
premo respecto de los alcances de una determinada norma legal aplicable a un caso determinado, de
donde se colige claramente que aquel entendimiento, no puede ser jamás equiparado -como el recu-
rrente pretende al invocar el art. 33 constitucional- con los efectos que tienen las normas legales, en-
tre otros, los concernientes a su irretroactividad como regla general. ( ...).
CONSIDERANDO: Que conforme señala el art. 416 del Código Procesal, se entenderá que exis-
te contradicción cuando ante una situación de hecho similar, el sentido jurídico que le asigna el Auto
de Vista recurrido no coincida con el del precedente, sea por haberse aplicado normas distintas o una
misma norma con diverso alcance. En la especie, de la confrontación de los precedentes contradicto-
rios presentados por el recurrente con el nuevo entendimiento asumido por la Sala Penal a partir del
Auto Supremo transcrito y otros posteriores como los AASS N°s. 132, 134 y 135 de 9 de marzo de
2004, se concluye que no existe contradicción en los términos ya señalados y menos en los exigidos
por la segunda parte del art. 419 de la Ley N° 1970.......

10.8. DOCTRINA LEGAL APLICABLE EMITIDA POR LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA (SA-
LA PENAL) DURANTE EL LAPSO 2001 — 2004
Del análisis de conjunto de la doctrina legal aplicada por la Sala Penal de la Corte Suprema de Jus-
ticia, se puede fácilmente concluir a diferencia de la no menos interesante doctrina constitucional
sentada por el Tribunal Constitucional, que aquella está referida como corresponde esencialmente
al derecho penal material con algunas excepciones en el ámbito procesal referidas especialmente
al planteamiento de los recursos.'
A continuación, se desarrolla toda la doctrina legal aplicable H establecida por la Sala Penal del Su-
premo Tribunal en el escaso lapso de vigencia del NCPP, es decir, a partir de la vigencia plena (ma-
yo de 2001) hasta el presente (diciembre de 2004), la que ha sido clasificada según las diversas
hipótesis planteadas por las partes recurrentes y se presenta dividida en dos ámbitos: 1.EI proce-
sal penal; y, 2. El penal material.
1. AMBITO PROCESAL PENAL

¿Los jueces ciudadanos tienen la misma jerarquía que los jueces técnicos?

Sí, en aplicación de la norma del art. 64 del NCPP, la doctrina legal aplicable establecida en el Au-
to Supremo N 2 241 de 27 de junio de 2002, hace prevalecer esa lógica ante la errónea concep-
ción del Tribunal de Sentencia que al dictar resolución hizo prevalecer la opinión de uno de los jue-
ces técnicos por encima de la opinión del otro juez técnico y de los votos de los jueces ciudada-
nos, generando así la emisión de un fallo en las formas no permitidas por ley, es decir, conculcan-
do las normas previstas para la deliberación y redacción de la sentencia (arts. 359 y sgtes., del
NCPP) y la existencia del defecto absoluto previsto por el inc. 4 2 del art. 169 del mismo en rela-
ción con el art. 123 de la Ley de Organización Judicial. La doctrina legal en cuestión señala que:
"...Extrañamente en la parte resolutiva del jallo del Tribunal de Sentencia prevalece la opinión de
la Juez Técnica Cristina Rodríguez Zegarra, toda vez que éste voto no cuenta con el respaldo de Gui-
llermo Cuentas Román, Juez Técnico, de otra parte, en el voto de los tres Jueces Ciudadanos ya ano-
tados existe coincidencia. De lo referido, se concluye que no existe conformidad con el voto de la Juez
Técnica Cristina Rodríguez Zegarra y de forma alguna podría prevalecer la opinión de la misma., as-

12 Ver YAÑEZ CORTES, Arturo. "Los impulsos de la doctrina del Tribunal Constitucional de Bolivia al desarrollo del Derecho Penal.
Las tesis de Klaus Tiedemann", en "Estado de Derecho y la Justicia Constitucional en el Siglo XXI. Memoria del Primer Congre-
so Boliviano de Derecho Constitucional". Grupo Editorial "Kipus", Cochabamba; Septiembre de 2004, páginas 419 — 438.
13 Para resaltar de mejor manera la interpretación de la norma realizada por la Corte Suprema, se ha puesto en negrillas los
elementos más relevantes.

-236-
Arturo Yañez Cortés

pecto que acarrea la nulidad establecida por el art. 123 de la Ley de Organización Judicial, concor-
dante con el art. 169 inciso 4) del Nuevo Código de Procedimiento Penal, que prescribe que los defec-
tos absolutos, no serán susceptibles de convalidación, procediendo la nulidad en los casos expresamen-
te señalados, como en el de autos ( ...).
DOCTRINA LEGAL APLICABLE. Que la revisión de oficio a que se refiere el art. 15 de la Ley
de Organización Judicial, tanto por el Tribunal de Casación, como del Tribunal de alzada es de carác-
ter obligatorio, aspecto que en autos no ha dado cumplimiento el Tribunal de Alzada. La revisión no
sólo se refiere al estricto cumplimiento de los plazos perentorios sino la observancia también de la ley.
En el caso de autos el art. 359 de la Ley N° 1970, no fue observado al no haberse respetado los tres
votos mayoritarios de las Juezas ciudadanas del Tribunal 4° de Sentencia del Distrito Judicial de La
Paz.
En cuanto a la aplicación del art. 413 o 414 del nuevo Código de Procedimiento Penal; el prime-
ro repara la inobservancia o errónea aplicación de la Ley anulando la sentencia total o parcialmente
disponiendo la reposición del juicio por otro Juez o Tribunal; y el segundo tan solo perfecciona la sen-
tencia sin anularlo rectificando los errores de derecho con la fundamentación del Auto de Vista. La re-
posición del juicio oral se debe disponer por ser de orden público y de carácter obligatorio, para ha-
cer prevalecer las decisiones con voto mayoritario, así sean de juezas ciudadanas, por cuanto los jue-
ces técnicos como los legos gozan de igual jerarquía.
Que, por lo expuesto se conclu ye la inexistencia de un fallo dictado conforme a Ley, sin la obser-
vancia de las reglas previstas para la deliberación y redacción de la sentencia, así como la inobservan-
cia de las reglas relativas a la congruencia entre la sentencia y la acusación, cuya fundamentación de
los fallos de grado son insuficientes y contradictorios que amerita una nulidad total de los mismos sin
ser necesario considerar el fondo del recurso.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, en uso
de la atribución conferida por el Art. 59 numeral 1) de la Ley de Organización Judicial concordante al
Art. 419 del nuevo Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista de fs. 188-
189 vlta. de obrados disponiendo que la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial
de La Paz pronuncie nueva Resolución conforme al art. 413 de la Ley 1970, ordenando la reposición
del juicio por otro Tribunal de Sentencia.
En aplicación del art. 420 de la Ley N° 1970, remítase copias del presente Auto Supremo a todas
las Cortes Superiores del país en sus Salas Penales para que por intermedio de su Presidente, ponga
en conocimiento de las Salas, Tribunales y Jueces en materia penal.
RELATOR: Ministro Dr. Héctor Sandoval Parada.
Regístrese, archívese y hágase saber.
Fdo. Dr. Jaime Ampuero García
Dr. Carlos Tovar Gützlaff
Dr. Héctor Sandoval Parada
Sucre, 27 de junio de 2002
Proveído.-Dr. Edgar Molina Aponte.-Secretario de Cámara."

¿Es necesario que el apelante presente personalmente su recurso


de apelación restringida?

No, la doctrina legal aplicable establecida mediante el Auto Supremo N 2 301 de 30 de julio de
2002, sostiene que los únicos presupuestos habilitantes al momento de analizar la admisibilidad
del recurso de apelación restringida, constituye el plazo de 15 días, con indicación de las disposi-
ciones legales consideradas violadas o erróneamente aplicadas y la forma en que debieron ser apli-
cadas, y no la exigencia que sea presentado personalmente por el recurrente, lo que de ser exigi-
do, generaría la desnaturalización del componente del debido proceso del acceso a la justicia en
sentido que todo imputado tiene el derecho de apelar la sentencia condenatoria. El fallo dice así:

"DOCTRINA LEGAL APLICABLE: Que, el derecho de recurrir se encuentra precisado de mane-


ra expresa en el art. 394 del nuevo Código de Procedimiento Penal cuando señala: "El derecho de re-

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

currir corresponderá a quien le sea expresamente permitido por Ley" y el mismo Código de referencia
indica, en forma terminante en el art. 400, que: "Cuando la resolución sólo haya sido impugnada por
el imputado o su defensor no podrá ser modificada en su perjuicio", de donde se concluye que no siem-
pre puede recurrir el interesado, sino aún el defensor por lo que no es necesaria la presentación per-
sonal del recurso.
Que, de acuerdo a las garantías procesales que reconoce el art. 16 de la Constitución Política del
Estado, resulta que la decisión de la Corte de Alzada al rechazar el recurso de apelación restringida
interpuesto por el imputado dentro del término previsto por el art. 408 del nuevo Código de Procedi-
miento Penal, con el argumento de que el recurso no fue presentado personalmente por Antonio Fer-
nando Arauco Koester en la Secretaría del Juzgado, no sólo que muestra una incongruencia doctri-
nal, sino que, desnaturaliza la esencia y relevancia del debido proceso y el derecho de acceso a que
tiene todo imputado de apelar y recurrir a todas las instancias de la estructura jurisdiccional, en bus-
ca de rever la sentencia condenatoria. En efecto, el presupuesto habilitante para el planteamiento del
recurso de apelación restringida es que sea presentado dentro del plazo de los quince días de notifi-
cada con la sentencia a las partes del litigio, con indicación de las disposiciones legales que se con-
sideren violadas o erróneamente aplicadas, motivando la forma en que debían ser aplicadas, y no co-
mo en el caso de autos, que equivocadamente se añade el presupuesto de la presencia personal del
sujeto pretensor en el momento de la presentación del recurso en Secretaría del Juzgado, a pesar de
llevar la firma del sujeto legitimado.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, en uso de las
específicas atribuciones conferida por el art. 59 numeral 1) de la Ley de Organización Judicial con re-
lación al art. 419 del Código de Procedimiento Penal, deja SIN EFECTO el Auto de Vista de fecha 23
de marzo de 2002 de fs. 122 y vlta., pronunciado por la Sala Penal Tercera de la Corte Superior del
Distrito Judicial de Cochabamba, y determina que el Tribunal de Alzada considere la apelación inter-
puesta.
En cumplimiento estricto del art. 420 de la Ley N° 1970 remítase copias del presente Auto de Su-
premo a todas las Cortes Superiores del país, para que por intermedio de cada Presidente, ponga en
conocimiento de las Salas, Tribunales y Jueces Penales para su aplicación obligatoria.
RELATOR: Ministro Dr. Carlos Tovar Gützlaff.
Regístrese, hágase saber y devuélvase actuados.
Fdo. Dr. Jaime Ampuero García
Dr. Carlos Tovar Gútzlaff
Dr. Héctor Sandoval Parada
Sucre, 30 de julio de 2002
Proveído.- Dr. Edgar Molina Aponte.- Secretario de Cámara".

¿En qué caso el padre del imputado puede deducir recurso


de apelación incidental?

La doctrina legal aplicable del Auto Supremo N' 103 de 20 de febrero de 2004, afirma que tratán-
dose del procedimiento contra menores imputables regulado por el art. 389 del NCPP, aquello es
posible a partir del principio que contiene su inciso 4') 14 , por lo que en éste tipo de procedimien-
to que modifica el común, el padre del imputado en tanto y en cuanto participa de la defensa del
imputado, está plenamente facultado para plantear el recurso incidental previsto por los arts. 403
y siguientes del NCPP. La parte considerativa y doctrina legal aplicable, señala que:
"DOCTRINA LEGAL APLICABLE: Que, el derecho de recurrir se encuentra precisado de mane-
ra expresa en el art. 394 del Código de Procedimiento Penal. Que el recurso incidental que planteó el
padre del procesado con la facultad conferida por el art. 389 inc. 4) del Código Penal, cumplía lo es-
tablecido en los arts. 403, 404 y 405 del Código de Procedimiento Penal, para ser elevado ante el Tri-
bunal de alzada, pero el Tribunal de Sentencia No. 4 de la ciudad de La Paz al no remitir obrados al

14 "Los padres o quienes lo hayan tenido a su cuidado, guarda o tutela, podrán asistir al juicio y participar en la defensa del
imputado".

-238-
Arturo Yañez Cortés

Tribunal de apelación, vulnera las normas del debido proceso, suprimiendo su derecho a la defensa, re-
conocidos por el art. 16 de la Constitución Política del Estado; derechos que competía al Tribunal de
alzada restituirlos inmediatamente en ejercicio de la facultad otorgada por el art. 15 de la Ley de Or-
ganización Judicial y el tercer parágrafo del art. 407 del Código de Procedimiento Penal, que permite
al Tribunal de apelación admitir y entrar al fondo de un recurso de apelación restringida, cuando se
detecta la existencia de defectos absolutos y vicios de sentencia en el juicio oral, previstos en los arts.
169 y 370 del Código de Procedimiento Penal los que no pueden ser convalidados.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, en uso
de sus específicas atribuciones conferidas por el art. 59 inc. 1) de la Ley de Organización Judicial, con
relación al art. 419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista de fecha
11 de agosto de 2003, cursante en los folios 273-274, pronunciado por la Sala Penal Segunda de la Cor-
te Superior del Distrito de La Paz, y determina que el Tribunal de Alzada, pronuncie nuevo Auto de Vis-
ta, conforme a la doctrina legal aplicable.
Para fines del art. 420 del Código de Procedimiento Penal, remítase copia del presente Auto Supre-
mo a todas las Salas Penales de las Cortes Superiores del país.
RELATOR: Ministro Dr. Jaime Ampuero García.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 20 de febrero de 2004

¿La víctima puede deducir recurso de apelación restringida sin ser querellante?

Sí, según sostiene el Auto Supremo N° 575 de 4 de octubre de 2004 que en realidad, aplica lo pre-
visto en el art. 1 1 de la Ley N° 1970.
"...El espíritu de la nueva normativa penal en consonancia con la doctrina contemporánea sobre
la apelación restringida, enseña que el derecho a recurrir corresponde a quien le sea expresamente per-
mitido por ley, incluida la víctima aunque no se hubiere constituido en querellante. Que tratándose
de imputados menores de edad, los que ejerzan la patria potestad o sus tutores podrán intervenir en el
proceso asumiendo su defensa, sin perjuicio de su propia intervención estando legitimados a interpo-
ner los recursos que franquea la ley, sin necesidad de mandato por expresa determinación de la Ley;
por lo que el Tribunal de Alzada no está facultado a rechazar el recurso así formulado in limine sin vul-
nerar las normas del debido proceso, en cuanto al derecho de defensa y derecho a obtener tutela judi-
cial efectiva, mediante un fallo o segunda opinión que resuelva su pretensión impugnatoria..".

¿El Tribunal de Apelación pierde su competencia cuando ha dictado su fallo


fuera del plazo establecido por el art. 411 del Código de Procedimiento Penal?

La doctrina legal aplicada en ocasión del Auto Supremo N° 344 de 17 de septiembre de 2002, apli-
cando el principio de revisión de oficio previsto en el art. 15 de la Ley de Organización Judicial' en
relación con el art. 25-1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos' y lo que es suma-
mente importante de destacar, reconociendo la inexistencia de invocación de precedente
contradictorio sobre el fondo del recurso, señala:
"DOCTRINA LEGAL APLICABLE: El recurso de casación que impugna el Auto de Vista se re-
fiere a la figura material de complicidad y la pena que le debería corresponder, al respecto el recurren-
te adjunta Autos Supremos, sin invocar el precedente contradictorio en el recurso de apelación restrin-
gida.Sin embargo, los Tribunales se encuentran en la obligación de dar cumplimiento al art. 15 de la

15 "Art. 15. Revisión de oficio. Los tribunales y jueces de alzada en relación con los de primera instancia y los de casación respecto de aquellos,
están obligados a revisar los procesos de oficio, a tiempo de conocer una causa, si los jueces y funcionarios observaron los plazos y leyes que
norman la tramitación y conclusión de los procesos para aplicar en su caso las sanciones pertinentes".
16 "Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la
ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la Ley o la presente Convención, aún cundo tal
violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales"

-239-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Ley de Organización Judicial con relación al art. 25-1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) de 22 de noviembre de 1969, para garantizar y amparar
contra actos que violen los derechos fundamentales, en el caso sub-lite, el Tribunal de Alzada pierde
competencia al dictar el Auto de Vista impugnado fuera del plazo procesal previsto por la parte in fi-
ne del art. 411 del nuevo Código de Procedimiento Penal.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, de acuerdo con
el art. 15 de la Ley de Organización Judicial con relación a los arts. 169-1, 357, 358 y 361 de la Ley
N° 1970 deja SIN EFECTO el Auto de Vista de _fecha 22 de junio de 2002 de fs. 137 pronunciado por
la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, debiendo pronunciar
nuevo Auto de Vista otro Tribunal de Alzada.
Dando cumplimiento al art. 420 de la Ley N° 1970 remítase copias del presente Auto Supremo a to-
das las Cortes Superiores del país, para que, por intermedio de cada Presidente, pongan en conoci-
miento de las Salas, Tribunales y Jueces Penales.
RELATOR: Ministro Dr. Carlos Tovar Gützlaff.
Regístrese, hágase saber y devuélvase actuados.
Fdo. Dr. Jaime Ampuero García
Dr. Carlos Tovar Gützlaff
Dr. Héctor Sandoval Parada
Sucre, 17 de septiembre de 2002

¿La incompetencia por razón de materia puede ser declarada aún de oficio?

¿Cuándo se pueden resolver las excepciones planteadas?

Según la doctrina legal emitida con motivo del Auto Supremo IV 2 414 de 19 de agosto de 2003,
señala expresamente que éste tipo de incompetencia debe ser declarada de oficio y en cualquier
estado de la causa.

El mismo Auto arguye también con referencia al momento de resolución de las excepciones que el
Juez o Tribunal de Sentencia puede resolverlas ya sea durante la audiencia del juicio oral o en la
sentencia. La doctrina legal aplicable de la mencionada resolución, señala:

"DOCTRINA LEGAL APLICADA: "La incompetencia por razón de la materia será declarada,
aún de oficio, en cualquier estado del proceso; sin embargo las excepciones de ésta naturaleza que
hubieren sido planteadas y resueltas tanto en fase conclusiva como en el juicio oral, público y con-
tradictorio, en la que en grado de apelación hayan intervenido con razonamientos y criterios jurídi-
cos los Tribunales superiores, no serán nuevamente susceptibles de pronunciamientos contradicto-
rios e incongruentes, a fin de no restar validez a resoluciones judiciales dictadas con oportunidad, le-
galidad y justicia, impedir que se planteen por los mismos motivos y evitar en MI caso que éstas ex-
cepciones en su resolución sean indeterminadas en el tiempo; por ello el Tribunal de sentencia tiene
plena potestad legal para resolverlas en audiencia del juicio oral antes de sentencia o bien en senten-
cia, en el marco de las previsiones contenidas por los arts. 314° y 315° de la Ley Procesal Penal.".
En consecuencia, al advertir la contradicción existente entre los precedentes y el Auto de Vista ob-
jeto de impugnación tanto por el Ministerio Público como por los acusadores particulares, correspon-
de a la Sala Penal Tercera de la Corte Superior de Justicia del Distrito de La Paz, dictar un nuevo Au-
to de Vista en el fondo en los términos y forma que señala el art. 413" del Código de Procedimiento Pe-
nal, aplicando la Doctrina Legal adoptada en el presente Auto Supremo, garantizando así el principio
de imparcialidad jurisdiccional que debe caracterizar a todo Tribunal y procediendo en los cánones que
al Supremo Tribunal le otorga la primera parte del art. 419"y primero y segundo periodo del art. 420'
todos del Código de Procedimiento Penal.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, en uso
de la _facultad conferida por el segundo periodo del art. 419" del Código de Procedimiento Penal, DE-
JA SIN EFECTO el Auto de Vista de fecha 24 de marzo de 2003 de fs. 412-415, y determina que la

-240-
Arturo Yañez Cortés

Sala Penal Tercera de la Corte Superior de Justicia del Distrito de La Paz, pronuncie un nuevo Auto de
Vista, conforme a la Doctrina Legal establecida.
Para fines del art. 420" de la Ley Procesal Penal, remítase copias del presente Auto Supremo a to-
das las Cortes Superiores de Justicia del país, para que por intermedio de sus presidentes, pongan en
conocimiento de las Salas Penales, Tribunales de Sentencia, Jueces de Sentencia y Jueces Cautelares
la jurisprudencia vinculante, que por disciplina precedencia) corresponde ser observada "erga om-
nes".
RELATOR: Ministro Dr. Jaime Ampuero García.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 19 de agosto de 2003

¿Cuál es la consecuencia de un Tribunal integrado contraviniendo la Ley?


¿Se trataría de un defecto absoluto?

Según la doctrina legal aplicable correspondiente al Auto Supremo N 2 409 de 19 de agosto de


2003, la consecuencia que acarrea un tribunal integrado de manera contraria a la ley, es que sus
actos son declarados nulos según la causal de nulidad absoluta prevista en el inciso 3) del art. 169
del NCPP". En ese sentido, la Corte Suprema ha establecido que:
"DOCTRINA LEGAL APLICABLE.- La Jurisdicción, es la potestad que tiene el Estado de admi-
nistrar justicia, a través de los órganos del Poder Judicial conforme a la Constitución Política del Es-
tado y las leyes. Es decir no es delegable y sólo emana de la Ley. La jurisdicción como función, es la
actividad pública realizada por órganos competentes, con las formas requeridas por la ley, en virtud
del cual, por acto de juicio, se aplica el orden jurídico establecido, para dirimir conflictos y controver-
sias, mediante decisiones susceptibles de adquirir la autoridad de cosa juzgada.
En cambio la competencia es el límite de la jurisdicción, es decir, la aptitud de un Juez, para cono-
cer, instruir y juzgar en un proceso, en razón de materia, cantidad y lugar. Dicho de otra manera, la
competencia es la facultad que tiene un Tribunal o Juez para ejercer la jurisdicción en un determina-
do asunto.
Cuando un Tribunal actúa sin competencia, sus actos son nulos; la nulidad es el vicio que ado-
lece un acto jurídico cuando se lo ha efectuado con violación o apartamiento de ciertas formas y omi-
tiendo los requisitos necesarios para la validez del mismo, o por ausencia de algunos requisitos lega-
les que privan de sus efectos normales. Huy nulidad cuando el acto contiene un vicio estructural esen-
cial, o cuando en su producción no se observaron el orden lógico de realización dentro del proceso. Al
respecto, Alsina dice: "Los aspectos como la lealtad en el debate, la igualdad en la defensa y la recti-
tud en la decisión exigen que el proceso se desarrolle con observancia de reglas preestablecidas". Las
normas procesales están impuestas por la ley en aras del debido proceso, y a las que no pueden alte-
rar las partes ni el Juez, pues su infracción deriva consecuencias según la gravedad de la falta, desde
una mera irregularidad, o bien la nulidad del acto, o su inexistencia.
De las anteriores consideraciones doctrinales, se infiere que un Juez, Vocal o Ministro, es com-
petente, cuando interviene legalmente en un proceso, en mérito a la voluntad concreta de la Ley. Pa-
ra que el Juez o Tribunal pueda resolver válidamente sobre el fondo de un asunto, es preciso, que sea
competente. Se trata de un presupuesto procesal ineludible. Lo contrario, significa usurpación de fun-
ciones, y las resoluciones dictadas por Tribunal que no ejerza jurisdicción o potestad que no emane de
la ley, son nulas de pleno derecho, conforme determina el art. 31 de la Constitución Política del Esta-
do y art. 46 del Código de Procedimiento Penal, norma que determina la nulidad de los actos, por inob-
servancia de las reglas de la competencia; de ahí que la sentencia o Auto de Vista dictado por "Tri-
bunal integrado contraviniendo a lo dispuesto por ley", acarrea la nulidad; lo que en la especie se ha
dado; pues el Vocal Dr. Oswaldo Fong Roca, ha intervenido en el Auto de Vista de fecha 5 de febrero
del año en curso, cuando aún no fue convocado para formar Sala, lo que afecta seriamente la com-

17 "inciso 3

-241-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

petencia del Tribunal que dictó el Auto de lista impugnado y constituye un defecto absoluto, según
la preceptiva del art. 169-3) del Código de Procedimiento Penal, no siendo susceptible de convalida-
ción.
El Control del cumplimiento de los plazos perentorios, la observancia de la ley, el debido proceso
y la actividad jurisdiccional, en casos extremos, como el presente, corresponde al Supremo Tribunal
abrir su competencia, con el único objeto de enmendar omisiones o errores procesales, que afecten las
garantías y derechos constitucionales y pongan en riesgo el sistema procesal penal.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, en aplicación al se-
gundo parágrafo del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vis-
ta impugnado, y dispone que la misma Sala Penal de la Corte Superior de Chuquisaca, pronuncie nue-
vo Auto de Vista conforme a la doctrina legal aplicable.
Para fines del art. 420 del Código de Procedimiento Penal, remítase copia del presente Auto Supre-
mo, a todas las Cortes Superiores del país, para que por intermedio de sus Presidentes, ponga en co-
nocimiento de los Jueces penales de su Distrito.
RELATOR: Ministro Dr. Jaime Ampuero García.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 19 de agosto de 2003

¿Cuándo la Corte Suprema (Sala Penal) considera que corresponde


anular un proceso?

Nuevamente recurriendo a la amplísima facultad de revisión de oficio conferida a los tribunales su-
periores por el art. 15 de la Ley de Organización Judicial, la Corte Suprema considera que esa fa-
cultad se encuentra restringida para aquellos casos en los que se identifiquen violaciones flagran-
tes al debido proceso y existan defectos procesales absolutos que determinen la nulidad. En ese
sentido, el Auto Supremo 1\1 2 307 de 11 de junio de 2003, sostiene que:
"Por lo expuesto se evidencia que el Tribunal de Alzada, ha obrado ultra petita al anular la sen-
tencia en su totalidad, porque no estaba facultado a ingresar a una valoración fáctica del proceso al
no estar abierta su competencia al haber establecido que la apelación restringida interpuesta era in-
viable lo que significa inadmisible, más aún si e autos no se presenta defectos absolutos que den lugar
a la nulidad.
DOCTRINA LEGAL: En ningún fallo puede existir incongruencia y contradicción entre los funda-
mentos expuestos en la parte considerativa con la parte resolutiva, considerando que esta última se
constituye en la síntesis de la resolución.
Las normas procesales son de orden público y por consiguiente de cumplimiento obligatorio, si en
la apelación restringida se observa defectos de procedimiento y el recurrente no ha efectuado reclamo
oportuno para su saneamiento ni reserva de recurrir, la apelación es inadmisible, conforme al segun-
do parágrctfo del art. 407 del Código de Procedimiento Penal.
Por otra parte, si bien es cierto que el art. 15 de la Ley de Organización Judicial faculta a los Tri-
bunales de Alzada como de casación revisar de oficio los procesos que llegan a su conocimiento, sin
embargo dicha facultad esta restringida para casos donde se encuentren violaciones flagrantes al de-
bido proceso y existan defectos procesales absolutos que determinen la nulidad, no siendo correcto
anular un proceso sino se encuentra en la situación referida.
CONSIDERANDO: Que habiéndose determinado la existencia de contradicción entre lo resuelto
por el Tribunal ad-quem y el precedente invocado por el recurrente contenido en el A. V . No. 50 de 30
de agosto de 2002, pronunciado por el mismo tribunal en un caso similar, de cuyo análisis emergió la
necesidad de establecer la doctrina aplicable para casos como el de autos. Por lo que corresponde apli-
car el art. 419 del Código de Procedimiento Penal y dejar sin efecto el fallo impugnado.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, de con-
formidad con el segundo parágrafo del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFEC-
TO el Auto de Vista impugnado y determina que la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de La Paz,

-242-
Arturo Yañez Cortés

dicte nuevo fallo conforme a la doctrina establecida y las normas legales procesales para el caso con-
creto.
Para fines del art. 420 del Código Adjetivo Penal, remítase copias del presente A.S. a todas las Cor-
te Superiores del País, para que por intermedio de sus presidentes se ponga en conocimiento de los Vo-
cales de las Salas Penales, Tribunales y Jueces de materia penal.
RELATOR: Ministro Dr. Héctor Sandoval Parada.
Regístrese y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 11 de junio de 2003

¿A qué se encuentra limitada la revisión de oficio en el entendimiento


del art. 15 de la Ley de Organización Judicial?

Mediante la doctrina legal aplicada por el Auto Supremo N2 320 del 14 de junio de 2003, se pre-
cisa que la aplicación del citado art. 15 de la Ley de Organización Judicial es excepcional y por tan-
to se encuentra limitada cuando exista una violación de un acto procesal insubsanable, es decir,
ante la existencia de un vicio absoluto.

"DOCTRINA LEGAL: (...) La revisión de oficio por parte del tribunal de apelación como el de
casación se encuentra limitada en razón de la existencia de una violación de un acto procesal insub-
sanable, que no sea producto de la desidia de las partes, manteniéndose excepcional t' eventualmen-
te la doctrina legal de la revisión de oficio.
En consecuencia el tribunal de alzada debió extrañar la falta de referencia de los hechos acusados
en la sentencia, resolver el incidente de atipicidad, la falta de individualización del o sujeto activo, y la
falta de fundamentación de la valoración de prueba excluida de acuerdo a la sana crítica.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, declara DE-
JAR SIN EFECTO el Auto de Vista impugnado, y determina que la misma Sala Penal que dictó el au-
to de vista, dicte nuevo fallo conforme la doctrina legal establecida, aplicando el art. 413 del nuevo Có-
digo de Procedimiento Penal.
Para fines del art. 420 de la Ley Procesal Penal, remítanse copias del presente Auto Supremo a to-
das las Cortes Superiores de Justicia del país, para que por intermedio de sus Presidentes, pongan en
conocimiento de las Salas, Tribunales de Sentencia, Jueces de Sentencia y Jueces Cautelares la juris-
prudencia vinculante, que por disciplina precedencial debe ser observada "erga omnes".
RELATOR: Ministro Dr. Jaime Ampuero García.
Regístrese, hágase saber cúmplase y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 14 de junio de 2003".

¿La sentencia es válida sí, posterior a la deliberación y votación,


no ha sido suscrita por algunos jueces por impedimento ulterior?
La doctrina legal aplicable contenida en el Auto Supremo N 2 309 de 11 de junio de 2003, en apli-
cación del art. 360 del NCPP, afirma que al constar la causa del impedimento en concreto, la ne-
gativa de firmar la sentencia de algunos jueces ciudadanos por causas exógenas no invalida el fa-
llo, ya que la decisión del tribunal colegiado en su momento fue ejercida con plena jurisdicción y
competencia a nombre del Estado y al ser de orden público, no podría quedar librada a actos de
liberalidad personal al margen de la ley procesal penal. La resolución afirma que:
"...DOCTRINA LEGAL APLICADA: En la fase del juicio oral, público y concentrado confor-
me dispone el art. 1 del Cód. de Pdto. Pen„ el sistema procesal penal universalmente se halla resguar-
dado por las garantías constitucionales que son de orden público y de cumplimiento obligatorio, dimen-
sión judicial que en su desarrollo las partes asumen el papel protagónico de someterse a las reglas del

-243-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

debido proceso en igualdad de armas que el Tribunal colegiado en su situación de inter. Partes, man-
tiene el justo equilibrio en sus decisiones, siguiendo los principios rectores de imparcialidad e indepen-
dencia, consagrado en el art. 116 — VI- de la Constitución Politica del Estado, sin que les sea autori-
zado a los jueces ciudadanos fracturar la unidad del proceso por factores exógenos originadas en su-
puestas presiones sociales de amedrentamientos y amenazas con el propósito vedado de retractarse
de actos de deliberación y votación en la decisión judicial emitida en el juicio oral, usando escena-
rios y mecanismos ajenos a su investidura, que no conducen sino a la dilación de la justicia y su con-
siguiente descrédito, que a la postre lejos de invalidar la sentencia votada rehusando a firmar. ésta
se salva con la constancia del registro del impedimento sobreviniente, conforme valida el último pe-
riodo del artículo 360"de la Ley Procesal Penal; disposición que en su interpretación extensiva no es
restrictiva, sino amplificadora y constructiva" y, de suyo no puede estar supeditada a las mareas y va-
cilaciones subjetivas de jueces ciudadanos que no cumplen con los deberes previstos en los arts. 64 y
65 del Código de Procedimiento Penal, concordante con el art. 252 de la Ley de Organización Judi-
cial, así como no puede servir de base la retractación de éstos para anular la sentencia por supuesta
incongruencia; máxime si la incongruencia proviene del Tribunal de alzada que incurre en defecto
absoluto al emitir el Auto de vista impugnado".
Por lo expuesto, siendo evidente la contradicción en la que ha incurrido el Tribunal de alzada al
pronunciar la Resolución N" 725/2002 de fecha 27 de noviembre de 2002 y la Complementaria de fs.
297 con la última parte resolutiva del auto de vista de fecha 2 de septiembre de 2002 de fs. 165, dicta-
do por la Sala Penal Tercera del mismo Distrito Judicial y dentro de la misma causa penal en la que se
reconoce haberse emitido por el Tribunal Colegiado el veredicto de sentencia condenatoria contra los
imputados Gumercindo Paye Mamani, Alicia Gregoria Meave de Monje y María Paz Quispe de Gutié-
rrez, por la comisión de los delitos previstos en los arts. 153 y 179 bis del Código Punitivo, correspon-
de que la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito de La Paz, que dictó el Auto de Vista, dicte nue-
va resolución, aplicando la Doctrina Legal adoptada en el presente Auto Supremo, garantizando así
con probidad y prevalencia las sentencias colegiadas, conforme a los cánones legales que al Supremo
Tribunal le confieren la primera parte del art. 419"y el primero y segundo periodo del art. 420" todos
de la Ley Procesal Penal.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, en uso
de la facultad conferida por el segundo periodo del art. 419 y art. 420 del Código de Procedimiento Pe-
nal, DEJA SIN EFECTO los Autos de Vista de fechas 27 de noviembre y 17 de diciembre de 2002 cur-
sante a fs. 292-293 vlta y 297, y determina que la misma sala que dictó el Auto de Vista recurrido pro-
nuncie nuevo Auto de Vista, conforme a la doctrina legal establecida (art. 419 — N.C.P.P.).
Para fines del art. 420 del Código de Procedimiento Penal, remítase copias del presente Auto Su-
premo a todas las Cortes Superiores de Justicia del país, para que por intermedio de su Presidente, pon-
ga en conocimiento de las Salas, Tribunales de Sentencia, Jueces de Sentencia y Jueces Cautelares la
jurisprudencia vinculante, que por disciplina jurisprudencia! debe ser observada "erga omnes".
RELATOR: Ministro Dr: Héctor Sandoval Parada.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 11 de junio de 2003
¿El retiro de la acusación del Ministerio Público impide la prosecución del proceso?
No, siempre y cuando se trate de un proceso en el que también se haya deducido acusación par-
ticular; en cuyo caso, para la prosecución del proceso y en concreto de la etapa de juicio, es in-
distinto que cualquiera de los acusadores — así sea el Ministerio Público- retire su acusación, toda
vez que siendo la acusación la base del proceso, ésta puede provenir tanto del órgano requirente
como del querellante. Al respecto, la doctrina legal establecida en el Auto Supremo N 2 47 de 28
de enero de 2003, señala que:
"DOCTRINA LEGAL. Los recursos son instrumentos de control de la actividad procesal, princi-
palmente de la función jurisdiccional, éstos se encuentran al alcance del poder de quienes ejercen la

-244-
Arturo Yañez Cortés

acción penal y primordialmente de la defensa. El control del debido proceso en casos extremos, como
el caso presente, corresponde al Supremo Tribunal abrir su competencia, con el único objetivo de en-
mendar omisiones o errores procesales. Este control de la actividad jurisdiccional en última instancia
se ejerce, previniendo a las partes no hacer uso abusivo del precedente que se establece, a no ser que,
el caso en cuestión revista graves errores ponga en zozobra el sistema procesal penal.
La acusación es la base para la apertura del juicio oral. El poder de acusación ostenta tanto el
Fiscal como el querellante, el primero porque es el titular de la acción penal que funge como parte
también en el proceso, y el segundo porque se constituye en parte genuina del proceso. La prosecu-
ción del juicio penal ejerce indistintamente el fiscal o el querellante, el retiro de la acusación por uno
de ellos no afecta al desarrollo del proceso penal, menos si sólo el querellante continua con la acti-
vidad procesaL
Es necesario dejar claramente establecido que el art. 413 no da rasgo alguno de una doble instan-
cia. El Tribunal de Alzada se encuentra obligado a ajustar su actividad jurisdiccional a los siguientes
aspectos: a) directamente podrá reparar la inobservancia o errónea aplicación de la ley, b) cuando no
fuera posible reparar directamente, entonces recién podrá anular total o parcialmente la sentencia dis-
poniendo la reposición del juicio por otro Tribunal, quien dictará nueva sentencia, y c) cuando com-
pruebe que no es necesario la realización de un nuevo juicio dictará nueva sentencia directamente el
Tribunal de Alzada.
En consecuencia el Tribunal de Alzada al declarar PROCEDENTE el recurso de apelación restrin-
gida interpuesto por Juan Carlos Espada Escarcha y Marcela Elizabeth Santillan de Espada, debió in-
gresar a resolver el fondo del asunto de acuerdo al mandato de los arts. 413 con relación al 398 y 407
del Código de Procedimiento Penal.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, declara DE-
JAR SIN EFECTO el Auto de Vista impugnado, y determina que la misma Sala Penal que dictó el Au-
to de Vista, dicte nuevo fallo conforme la doctrina legal establecida aplicando el art. 413 del nuevo Có-
digo de Procedimiento Penal.
No interviene el Ministro Dr. Carlos Tovar Giitzlaff, por encontrarse ausente con licencia.
Devuélvase actuados al Tribunal de Alzada.
RELATOR MINISTRO: Dr. Héctor Sandoval Parada
Fdo. Dr. Jaime Ampuero García
Dr. Héctor Sandoval Parada
Sucre, 28 de enero de 2003".

¿Puede declararse in limine la admisión del recurso de apelación


restringida arguyéndose defectos de forma?
No, conforme se analizó en el presente trabajo en ocasión de las características a las que se en-
cuentra sometido el tratamiento de la admisibilidad de los recursos y el de apelación restringida en
concreto —principio pro actione según la doctrina constitucional'-, por efecto del art. 399 del NCPP
y en relación con los fines que persigue la exigencia de cumplimiento de los requisitos de forma
previstos en los arts. 407 y 408 del mismo, la doctrina legal aplicable contenida a partir del Auto
Supremo N° 599 de 27 de noviembre de 2003, sostiene que en ningún caso el tribunal de alzada
está facultado a rechazar el recurso de apelación in limine sin haberle, previamente otorgado al re-
currente, la oportunidad de subsanar los defectos de forma de su recurso, conforme expresamen-
te lo permite el art. 399 del NCPP. La doctrina legal, dice:
"DOCTRINA LEGAL APLICABLE. Que el espíritu de la nueva normativa procesal penal en
consonancia con la doctrina contemporánea sobre la apelación restringida que constituye el único
medio para impugnar la sentencia, enseñan que el propósito de los requisitos de forma exigidos por
los arts. 407 y 408 del Código de Procedimiento Penal radican en facilitar a la autoridad el conoci-
miento cabal y objetivo de la pretensión impugnatoria del recurrente, por lo que para lograr ese pro-
pósito, el art. 399 del Código de Procedimiento Penal obliga al Tribunal de alzada a conminar al re-
currente para que subsane los defectos u omisiones de forma que contiene su recurso, bajo apercibi-
18 Ver las Sentencias Constitucionales Ni's. 1044/03 de de 22 de julio; 1075/03 de 24 de julio y otras subsiguientes.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

miento de rechazo; por lo que en ningún caso el Tribunal está facultado a rechazar el recurso así
formulado in limine, es decir, sin haberle previamente dado la oportunidad de subsanar las formali-
dades extrañadas. Lo contrario, implicaría vulnerar las normas del debido proceso, en sus componen-
tes del derecho de defensa y derecho a obtener tutela judicial efectiva, en el caso, mediante un fallo o
segunda opinión que resuelva su pretensión impugnatoria.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, en apli-
cación del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista impug-
nado cursante a fs. 68 y vlta. de obrados, disponiendo que la Sala Penal Primera de la Corte Superior
de Santa Cruz, cumpla con la doctrina legal aplicable establecida al respecto.
De la misma manera, a los efectos de lo previsto por el art. 420 del Código de Procedimiento Pe-
nal, hágase conocer la presente resolución a todas las Cortes Superiores de Distrito del país.
RELATOR: Ministro Dr. Jaime Ampuero García.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 27 de noviembre de 2003".
En el mismo sentido, el Auto Supremo N' 71 de 9 de febrero de 2004, cuya doctrina legal aplica-
ble señala:
"...Que, el espíritu de la nueva normativa procesal penal en consonancia con la doctrina contem-
poránea sobre la apelación restringida que constituye el único medio para impugnar la sentencia, en-
señan los requisitos de forma exigidos por los arts. 407 y 408 del Código de Procedimiento Penal ra-
dican en facilitar a la autoridad el conocimiento cabal y objetivo de la pretensión impugnatoria del re-
currente en el marco de un mayor control jurisdiccional de la sentencia apelada, por lo que para lo-
grar este propósito, el art. 399 del Código de Procedimiento Penal obliga al Tribunal de alzada a con-
minar al recurrente para que subsane los defectos u omisiones de forma que contiene su recurso, ba-
jo apercibimiento de rechazo, a cuyo efecto debe conceder el plazo de tres días para que el recurren-
te precise en términos concretos su impugnación; por lo que en ningún caso el Tribunal está facul-
tado a rechazar el recurso así formulado in limine, es decir, sin haberle previamente dado la oportu-
nidad de subsanar las formalidades extrañadas. Lo contrario, implicaría vulnerar las normas del de-
bido proceso, en su componente del derecho de defensa y derecho a obtener tutela judicial efectiva, en
el caso, mediante un fallo o segunda opinión que resuelva su pretensiónimpugnatoria. Además cuando
se da esta figura, debe declararse INADMISIBLE el recurso y no IMPROCEDENTE, como errónea-
mente lo hace el Tribunal de alzada. La improcedencia es pertinente, cuando se admite el recurso y se
entra al análisis de fondo.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, en aplicación del art.
419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista impugnado cursante a
fs. 495-497, disponiendo que la Sala Penal Tercera de la Corte Superior de La Paz, cumpla con la doc-
trina legal aplicable establecida al respecto.
De la misma manera, a los efectos de lo previsto por el art. 420 del Código de Procedimiento Pe-
nal, hágase conocer la presente resolución a todas las Cortes Superiores de Distrito del país.
RELATOR: Ministro Dr. Jaime Ampuero García.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo.-Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 9 de Febrero de 2004
En similar sentido, el Auto Supremo N' 527 de 20 de septiembre de 2004, cuya doctrina legal apli-
cable señala:
"...Que la doctrina contemporánea, respecto al recurso de apelación restringida, establece que no
se puede rechazar un recurso por defectos de forma "in límine" sino que se debe permitir que la par-
te recurrente corrija o amplíe su recurso, concediéndole para ese efecto el plazo establecido por Ley.

-246-
Arturo Yañez Cortés

Que en circunstancias como la correspondiente al caso de autos, la Corte de alzada, si advierte que las
cuestiones de forma no fueron cumplidas, debe conminar al apelante a que subsane lo observado, en
aplicación de la previsión contenida en el artículo 399 del Código de Procedimiento Penal, y no decla-
rar inadmisible el recurso desconociendo las normas del debido proceso. Que corresponde al Supremo
Tribunal ejercitar su función de control a fin de enmendar omisiones o errores procesales que afecten
las garantías y derechos constitucionales y pongan en riesgo el sistema procesal penal.
DOCTRINA LEGAL APLICABLE: que el espíritu de la nueva normativa penal en consonancia con
la doctrina contemporánea sobre la apelación restringida que constituye el único medio para impug-
nar la sentencia, enseñan que el propósito de los requisitos de forma exigidos por los artículos 407 y
408 de la Ley N° 1970, radica en facilitar a la autoridad el conocimiento cabal y objetivo de la pre-
tensión impugnatoria del recurrente, por lo que para lograr este propósito, el artículo 399 del Códi-
go de Procedimiento Penal obliga al Tribunal de alzada a conminar al recurrente para que subsane
los defectos u omisiones de forma que contiene su recurso, bajo apercibimiento de rechazo; por lo
que en ningún caso el Tribunal está facultado a rechazar el recurso así formulado in tintine, es de-
cir, sin haberle previamente dudo la oportunidad de subsanar las formalidades extrañadas. Lo con-
trario, implicaría vulnerar las normas del debido proceso, en sus componentes del derecho de defen-
sa y derecho a obtener tutela judicial efectiva, en el caso, mediante un fallo o segunda opinión que
resuelva su pretensión impugnatoria...".
O también, el Auto Supremo N' 526 de 20 de septiembre de 2004, cuya razón de decisión hace
especial hincapié en la obtención de una segunda opinión como componente del derecho de la tu-
tela judicial efectiva:
"...DOCTRINA LEGAL APLICABLE: que dentro del espíritu de la nueva normativa procesal pe-
nal, en consonancia con la doctrina contemporánea, la apelación restringida constituye el único medio
legal para impugnar una sentencia de primera instancia. Que los requisitos de forma exigidos por los
artículos 407 y 408 del Código de Procedimiento Penal para su procedencia, tienden a facilitar a la
autoridad superior el conocimiento cabal y objetivo de la pretensión del recurrente, por lo que ante
la existencia de defectos u omisiones de forma en el recurso deducido, corresponde al Tribunal de
Apelación antes de pronunciar el Auto de Vista, hacer saber al recurrente que tiene el plazo de tres
días para que subsane omisiones, corrija o complemente su recurso, conforme dispone el artículo 399
del Código de Procedimiento Penal; lo contrario implica vulnerar las normas que garantizan el de-
bido proceso y fundamentalmente el derecho a la defensa irrestricta entre los que se encuentra el de
recurrir y contar así con una tutela Midal efectiva, mediante una segunda opinión que resuelva la
impugnación fbrmulada

Ver también los Autos Supremos N 9s. 465 de 24 de agosto; 519 y 520 de 20 de septiembre de
2004; 376 de 23 de junio de 2004; 551; 553; 559; 560; 564; 566 y 567 de 1 de octubre de
2004; 574; 576; 577; 578; 579 y 581 de 4 de octubre de 2004, además del N 9 634 de 20 de
octubre; 632 y 636 de 20 de octubre y 647 de 21 de octubre del mismo año, entre muchos otros,
con idéntica doctrina legal aplicable.

¿Cuáles son los alcances del recurso de apelación restringida?


Mediante este primer Auto Supremo N' 316 de 13 de junio de 2003, se comienza a fijar la doctri-
na legal aplicable sobre los alcances del recurso de apelación restringida al catalogárselo como de
puro derecho, lo que impide que el tribunal de apelación pueda retrotraer su actividad a valorar nue-
vamente la prueba valorada por el juez o tribunal de sentencia. Nótese que en Auto Supremo en
cuestión, se comienza estableciendo la regla, toda vez que la línea jurisprudencial comenzará a ser
modulada posteriormente en ocasión de otros AASS posteriores.
La doctrina legal aplicable en el Auto Supremo en estudio, afirma que:
"DOCTRINA LEGAL APLICADA: "Generar una interpretación unificadora, última y final de la
ley, que se convierta en una especie de principio rector de la obra jurisdiccional a desarrollar por los

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Tribunales y Jueces de la República, es asumir con independencia y legalidad igualitaria el norte de la


decisión. En esta concepción y siguiendo la perspectiva que nos marca el art. 407 del Código de Pro-
cedimiento Penal, se establece diáfanamente que el recurso de apelación restringida por naturaleza
y finalidad legal y doctrinal, es esencialmente de puro derecho y en su análisis el tribunal no puede
retrotraer su actividad jurisdiccional a circunstancias, hechos y pruebas fácticas que ya fueron so-
metidas al control oral, público y contradictorio por el órgano judicial de sentencia; siendo a su vez
ineludible que quien reclama un vicio oculto en ésta esfera del Tribunal Superior, tenga que haber-
lo hecho el reclamo oportunamente en el proceso; salvo que se trate de defectos absolutos especifi-
cados en el art. 169 del Procesal Penal".
Por lo expuesto y en aplicación del último periodo del art. 413 de la Ley Procesal Penal y al ad-
vertir la contradicción existente entre el precedente y el auto de vista impugnado por la Fiscal Adjun-
ta recurrente, corresponde a la misma Sala de la Corte Superior de Justicia del Distrito de Cochabam-
ba, dicte un nuevo Auto de Vista aplicando la Doctrina Legal adoptada en el presente Auto Supremo,
garantizando así el principio de la imparcialidad jurisdiccional y procediendo en los cánones que al
Supremo Tribunal le confieren la primera parte del art. 419 y el primero y segundo periodo del art. 420
todos de la Ley Procesal Penal.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, en uso
de facultad conferida por el segundo periodo del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, de acuer-
do con el requerimiento fiscal de fs. 365-366, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista de 16 de enero de
2003, de fs. 346-347 vlta., y determina que la misma Sala de la Corte Superior de Justicia del Distrito
de Cochabamba, pronuncie un nuevo Auto de Vista, conforme a la doctrina legal establecida en el art.
419 del C.P.P.
Para fines del art. 420 de la Ley procesal Penal, remítanse copias del presente Auto Supremo a to-
das las Cortes Superiores de Justicia del país, para que por intermedio de sus Presidentes, pongan en
conocimiento de las Salas, Tribunales de Sentencia, Jueces de Sentencia y Jueces Cautelares la juris-
prudencia vinculante, que por disciplina precedencial debe ser observada "erga omnes".
RELATOR: Ministro Dr. Héctor Sandoval Parada.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero Garcia
Sucre, 13 de junio de 2003"

¿Cuáles son las formas de resolución de la apelación restringida?

A través de la doctrina legal aplicable contenida en el Auto Supremo N g 416 de 19 de agosto de


2003, se establece que sí el tribunal de alzada -al comprobar los documentos base del juicio- lle-
ga al convencimiento pleno que el hecho no existió, no constituye delito o que los imputados no
participaron en los hechos juzgados; debe resolviendo en apelación restringida, resolver directa-
mente los extremos apelados, utilizando necesariamente las formas de resolución que le franquea
la ley procesal penal, garantizando así la vigencia de los principios de universalidad, legalidad y pro-
bidad jurisdiccional.
En mi criterio, habría que advertir que en éste caso, ya surge -aunque incipientemente - el poste-
rior desarrollo que la Corte habrá luego de sostener, sobre los verdaderos alcances de la permi-
sión contenida en la última parte del art. 413 del NCPP que obliga al tribunal de alzada a resolver
directamente el litigio sin necesidad de reenvío, cuando no sea necesario la realización de un nue-
vo juicio. La doctrina legal del caso, señala:
"DOCTRINA LEGAL APLICADA: "Si el Tribunal de alzada en el marco constitucional del art.
116-VI de la Carta Fundamental del Estado, art. 10 de la Declaración Universal de los Derechos Hu-
manos y art. 3 del Código de Procedimiento Penal, con legítima independencia y razonamiento jurídi-
co fundamentado, forma convencimiento pleno que el hecho objeto de acusación particular no existió,
no constituye delito o que los imputados no participaron en él; conclusión que se genera al comprobar
que los documentos base del juicio, tienen por fuente auténtica la autonomía de la voluntad, son con-

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Arturo Yañez Cortés

vencionales y por consiguiente de naturaleza civil, en aplicación del principio doctrinal de la univer-
salidad de la administración de justicia por la cual ésta debe necesariamente resolver el conflicto que
las partes han sometido a su conocimiento mediante las vías procedimentales respectivas, no tiene otra
salida que resolver la causa dictando otra sentencia resolviendo directamente los extremos apelados,
confirme a las previsiones de los arts. 398, 413 del Cód. Pdto. Pen. pese a! avance del trámite del pro-
ceso de acción privada que ha llegado hasta e! estado de dictar sentencia, sin que las partes hayan
observado la competencia del Juez".
Por lo anteriormente expuesto y haciendo uso de la facultad que confiere al Supremo Tribunal el
art. 15 de la Ley de Organización Judicial, cuando advierte que en el proceso se han pronunciado de-
cisiones en el fondo, totalmente ajenas a las firmas de resolución que taxativamente y en forma im-
perativa señala la Ley Procesal Penal, que en el fondo no sólo afectan al principio de legalidad for-
mal, sino material, corresponde regularizar procedimiento, determinando que la Sala Penal Tercera
de la Corte Superior de Justicia del Distrito de La Paz, dicte un nuevo Auto de Vista aplicando la Doc-
trina Legal adoptada en el presente Auto Supremo, garantizando así los principios de universalidad,
legalidad y probidad jurisdiccional que debe caracterizar a todo Tribunal y procedimiento con las fa-
cultades que al Supremo Tribunal le confiere la primera parte del art. 419, primero y segundo perio-
do del art. 420 ambos de la Ley Procesal Penal.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, en ejer-
cicio de la atribución 1" del art. 59 de la Ley de Organización Judicial y en aplicación del segundo pe-
riodo del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista de fecha
09 de abril de 2003 de fs. 108-109, y determina que la Sala Penal Tercera de la Corte Superior de Jus-
ticia del Distrito de La Paz, pronuncie un nuevo Auto de Vista, conforme a la Doctrina Legal estable-
cida.
Para fines del art. 420 de la Ley Procesal Penal, remítase copias del presente Auto Supremo a to-
das las Cortes Superiores de Justicia del país, para que por intermedio de sus presidentes, pongan en
conocimiento de las Salas Penales, Tribunales de Sentencia, Jueces de Sentencia y Jueces Cautelares
la jurisprudencia vinculante, que por disciplina precedencia! corresponde ser observada "erga om-
nes"
RELATOR: Ministro Dr. Héctor Sandoval Parada.
Regístrese, hágase saber a todas las Cortes y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 19 de agosto de 2003

Posteriormente, el 26 de noviembre de 2003, se dicta un nuevo Auto Supremo, el N 2 593 en el


que se continúa el desarrollo jurisprudencial de los alcances de la apelación restringida y especial-
mente, sus formas de resolución, en concreto, a la que se refiere la última parte del art. 413 del
NCPP. En este Auto Supremo, la doctrina legal aplicable afirma la vigencia del principio de intangi-
bilidad de valoración de los hechos, para luego, establecer la excepción aunque sin señalar de ma-
nera clara como luego ocurrirá en posteriores fallos, los motivos expresos que justifican esa deci-
sión. La doctrina señala que:
"El hecho de que el Tribunal de alzada, considere que no existe prueba convincente para la conde-
na del imputado, no es defecto absoluto, por consiguiente no es causal de nulidad, al contrario el Tri-
bunal de primera instancia tiene facultad privativa de analizar y valorar la prueba ofrecida, conforme
al art. 173 del Código de Procedimiento Penal.
De lo expuesto, se colige que existe incongruencia entre la parte considerativa y la resolutiva del
auto recurrido, porque si considera el Tribunal que no está probado el delito de suministro de sustan-
cias controladas, no existe motivo para anular la sentencia y disponer el reenvío para un nuevo juicio;
en ese caso debió dictar nueva sentencia resolviendo lo que por ley corresponda, conforme manda la
última parte del art. 413 del Código de Procedimiento Penal. Consecuentemente, la resolución del Tri-
bunal de apelación no guarda coherencia y simetría necesaria entre los razonamientos esbozados en la
parte considerativa y la dispositiva, anclando así la decisión en el defecto previsto en el art. 370-8) del
Código Adjetivo Penal.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

DOCTRINA LEGAL: Que, conforme a la normativa legal vigente, la apelación restringida, por su
naturaleza y finalidad, es esencialmente de puro derecho y en su análisis el Tribunal no puede retro-
traer su actividad jurisdiccional a circunstancias, hechos y pruebas fácticas que ya fueron sometidas
al control oral, público y contradictorio por el órgano judicial de sentencia, consecuentemente no
existe la doble instancia y el Tribunal de alzada se encuentra obligado a ajustar su actividad juris-
diccional a los siguientes aspectos: Anular total o parcialmente la sentencia, ordenando la reposición
del juicio por otro Juez o Tribunal, cuando no sea posible reparar directamente la inobservancia de
la ley o su errónea aplicación; cuando la nulidad sea parcial, se indicará el objeto concreto del nue-
vo juicio; y cuando sea evidente que para dictar una nueva sentencia no es necesaria la realización
de un nuevo juicio, resolverá directamente.
Consecuentemente; en aquellos supuestos en que el Tribunal de alzada comprueba la inobser-
vancia de 1a ley o su errónea aplicación; por cuyo motivo tenga la convicción plena de la inculpabi-
lidad del imputado, no es pertinente anular totalmente la sentencia y disponer abrir nuevo juicio; si-
no dar cumplimiento a la última parte del art. 413 del Código de Procedimiento Penal, esto es, dic-
tar directamente una nueva sentencia, definiendo la situación jurídica del imputado.
El control del debido proceso y la actividad jurisdiccional en casos extremos, como el presente,
amerita al Supremo Tribunal abrir su competencia de oficio, con el único objeto de enmendar omisio-
nes o errores procesales, que afecten las garantías y derechos constitucionales y pongan en riesgo el
sistema procesal penal.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, en aplicación del art.
419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista impugnado, disponien-
do que la Sala Penal Tercera del Distrito Judicial de La Paz, pronuncie nueva resolución de acuerdo a
la doctrina legal establecida.
Para fines del art. 420 del Código de Procedimiento Penal, remítanse copias del presente Auto Su-
premo a todas las Cortes Superiores de Justicia del país, para que por intermedio de sus Presidentes,
pongan en conocimiento de las Salas Penales, Tribunales de Sentencia, Jueces de Sentencia y Jueces
Cautelares la jurisprudencia vinculante, que debe ser observada "erga omnes".
RELATOR: Ministro Dr. Jaime Ampuero García.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 26 de noviembre de 2003".

En el mismo sentido, se pronuncia la doctrina legal aplicable contenida en el Auto Supremo N' 73
de 10 de febrero de 2004, que en un caso similar ha sostenido nuevamente que:

"..Que, conforme a la normativa legal vigente, la apelación restringida, por su naturaleza y finali-
dad legal, es esencialmente de puro derecho y en su análisis el Tribunal no puede retrotraer su activi-
dad jurisdiccional a circunstancias, hechos y pruebas fácticas que ya fueron sometidas al control oral,
público y contradictorio por el órgano judicial de sentencia, consecuentemente no existe la doble ins-
tancia y el Tribunal de alzada se encuentra obligado a ajustar su actividad jurisdiccional a los siguien-
tes aspectos: Anular total o parcialmente la sentencia, ordenando la reposición del juicio por otro Juez
o Tribunal, cuando no sea posible reparar directamente la inobservancia de la ley o su errónea aplica-
ción; cuando la nulidad sea parcial, se indicará el objeto concreto del nuevo juicio; y cuando sea evi-
dente que para dictar una nueva sentencia no es necesario la realización de un nuevo juicio, resolverá
directamente, tal como enseña el art. 413 del Código de Procedimiento Penal.
Consecuentemente; "En aquellos supuestos en que el Tribunal de alzada comprueba la inobser-
vancia de la ley o su errónea aplicación; por cuyo motivo tenga la convicción plena de la inculpabi-
lidad del imputado, no es pertinente anular totalmente la sentencia; sino dar cumplimiento a la últi-
ma parte del art. 413 del Código de Procedimiento Penal, esto es, dictar directamente una nueva sen-
tencia, definiendo la situación jurídica del imputado.
El control del debido proceso y la actividad jurisdiccional en casos extremos, como el presente,
amerita al Supremo Tribunal abrir su competencia de oficio, con el único objeto de enmendar omisio-

-250-
Arturo Yañez Cortés

nes o errores procesales, que afecten las garantías y derechos constitucionales y pongan en riesgo el
sistema procesal penal.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, en aplicación del art.
419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista impugnado, disponien-
do que la Sala Penal Tercera del Distrito Judicial de La Paz, pronuncie nueva resolución de acuerdo a
la doctrina legal establecida.
Para fines del art. 420 del Código de Procedimiento Penal, remítase copias del presente Auto Su-
premo a todas las Cortes Superiores de justicia del país, para que por intermedio de sus Presidentes,
pongan en conocimiento de las Salas Penales, Tribunales de Sentencia, Jueces de Sentencia y Jueces
Cautelares la jurisprudencia vinculante, que por disciplina precedencial debe ser observada "ergo om-
nes
RELATOR: Ministro Dr. Héctor Sandoval Parada.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 10 de febrero de 2004

También debo hacer referencia al Auto Supremo N' 618 de 4 de diciembre de 2003, que nueva-
mente haciendo referencia a la inexistencia de doble instancia y a los alcances de la última parte
del art. 413 del NCPP, señala:
"Que, conforme a la normativa legal vigente, la apelación restringida, por su naturaleza y finali-
dad legal, es esencialmente de puro derecho y en su análisis el Tribunal no puede retrotraer su activi-
dad jurisdiccional a circunstancias, hechos y pruebas fácticas que ya fueron sometidas al control oral,
público y contradictorio por el órgano judicial de sentencia, consecuentemente no existe la doble ins-
tancia y el Tribunal de alzada se encuentra obligado a ajustar su actividad jurisdiccional a los siguien-
tes aspectos: Anular total o parcialmente la sentencia, ordenando la reposición del juicio por otro Juez
o Tribunal, cuando no sea posible reparar directamente la inobservancia de la ley o su errónea aplica-
ción; cuando la nulidad sea parcial, se indicará el objeto concreto del nuevo juicio; y cuando sea evi-
dente que para dictar una nueva sentencia no es necesario la realización de un nuevo juicio, resolverá
directamente.
Consecuentemente; "En aquellos supuestos en que el Tribunal de alzada comprueba la inobser-
vancia de la ley o su errónea aplicación: por cuyo motivo tenga la convicción plena de la culpabili-
dad del imputado, no es pertinente anular totalmente la sentencia y disponer abrir nuevo juicio; si-
no dar cumplimiento a la última parte del art. 413 del Código de Procedimiento Penal, esto es, dic-
tar directamente una nueva sentencia, definiendo la situación jurídica del imputado". Como sucede
en el caso de autos, en que la Corte de alzada, revoco la sentencia y definió la situación jurídica de los
imputados, condenándoles por el delito de estafa.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, en aplicación del art.
419 del Código de Procedimiento Penal, con la intervención del Presidente y Ministro de la Sala So-
cial y Administrativa Dr. Eduardo Rodríguez Veltzé declara INFUNDADO el recurso de casación in-
terpuesto por Carlos Antonio Ormachea Zalles y Elsy Maldonado Dorado.
No interviene el Ministro Dr. Jaime Ampuero García, por encontrarse ausente en misión oficial.
RELATOR: Ministro Dr. Héctor Sandoval Parada
Regístrese, hágase saber y devuélvase
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Eduardo Rodríguez Veltzé
Sucre, 4 de diciembre de 2003"

Sobre los alcances del recurso de apelación restringida, en concreto, acerca de las facultades del
tribunal de alzada al aplicar la última parte del art. 413 del NCPP, estas aparecen mejor desarro-
lladas en al Auto Supremo N' 104 de 20 de febrero de 2004, que manteniendo el principio o regla
general respecto de la inexistencia de segunda instancia y del principio de intangibilidad de los he-
chos, establece claramente la excepción —admitida como se ha visto por la doctrina- en sentido

-251-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

que cuando resulta evidente la no necesariedad del juicio de reenvío, por ejemplo, cuando el error
en la aplicación del derecho a los hechos —que permanecen intangibles- es tan evidente
que no se requiere prueba de ninguna clase para sumir la decisión en contrario. El valio-
so razonamiento que desarrolla la línea jurisprudencial comentada, se encuentra contenido en el
Auto Supremo de referencia, cuya parte considerativa y doctrina legal aducen que:
"CONSIDERANDO: Que, admitido el recurso de casación y la adhesión, corresponde en el marco
legal, analizar los fundamentos que fueron expuestos y la forma de resolución del Auto de Vista impug-
nado, estableciéndose que el Auto de Vista impugnado no está dentro de los alcances del art. 413 del
Código de Procedimiento Penal, por cuanto esta norma legal, prescribe que: "( Resolución del recur-
so). Cuando no sea posible reparar directamente la inobservancia de la ley o su errónea aplicación, el
Tribunal de alzada anulará total o parcialmente la sentencia y ordenará la reposición del juicio por
otro juez o tribunal. Cuando la anulación sea parcial se indicará el objeto concreto del nuevo juicio".
Que en el caso de autos, la Sala Penal Primera de la Corte Superior de Justicia de La Paz median-
te el Auto de Vista impugnado, se arroga de manera errónea la calidad de "Tribunal de segunda ins-
tancia" (sic) y lo que es peor, a través de los apartados 6, 7 y 8 del considerando final de la resolución
cursante de fs. 342 a 345 ingresa a valorizar nuevamente la prueba testifical y documental producida
durante la etapa del juicio, en absoluta vulneración del principio de inmediación que informa el desa-
rrollo de la etapa del juicio y que según el art. 330 de la Ley N° 1970 implica el contacto directo del
órgano jurisdiccional y las partes con la prueba, llegando a concluir que la prueba producida por el
Ministerio Público y por el acusador particular no ha sido suficiente para destruir el estado de inocen-
cia de los imputados, por lo que absuelve a la imputada Alicia Gregoria Meave de Monje y según el
art. 397 del Código de Procedimiento Penal, extiende los efectos absolutorios del fallo a los otros co-
imputados Gumercindo Paye Mamani y María Paz Quispe de Gutiérrez.
Que cuando en criterio del Tribunal de Apelación se registra la figura de la errónea valoración de
la prueba por parte del Juez o Tribunal de Sentencia, le corresponde al Tribunal de alzada anular la
sentencia y ordenar la reposición del juicio por otro Juez o Tribunal, puesto que no le está permitido
revisar las cuestiones de hecho ya valoradas por los Tribunales inferiores, sino garantizar el debido
proceso y la correcta aplicación de la ley.
Lo anterior no debe ser entendido en sentido que jamás el Tribunal de Apelación restringida pue-
da hacer uso de la facultad expresamente permitida por la última parte del art. 413 del Código de
Procedimiento Penal, para aquellos casos en los que puede resolver directamente, esto es, en los ca-
sos que resulta evidente la no realización del juicio de reenvío, cuando por ejemplo, el error en la
aplicación del derecho es tan evidente que no requiere prueba de ninguna clase para asumir la deci-
sión en contrario.
CONSIDERANDO: Que del examen del proceso, se advierte que la resolución emitida por la Cor-
te de Alzada ha incurrido en la causal 5) del art. 370 del Código de Procedimiento Penal, toda vez que
la fundamentación que hace en la parte considerativa respecto de la actividad probatoria realizada no
guarda como se ha visto concordancia con la parte dispositiva del Auto de Vista, ya que al absolver a
los imputados tal decisión tomada implica una nueva revalorización substancial y de fondo, puesto que
de acuerdo a lo dispuesto por el art. 363 del Código de Procedimiento Penal se dictará sentencia ab-
solutoria cuando: 1) No se haya probado la acusación o esta haya sido retirada del juicio, 2) La prue-
ba aportada no sea suficiente para generar en el Juez o Tribunal la convicción sobre la responsabili-
dad penal del imputado, 3) Se demuestre que el hecho no existió, no constituye delito o que el imputa-
do no participó en él, o 4) Exista cualquier causa eximente de responsabilidad penal. Mientras que se
dictará sentencia condenatoria cuando la prueba aportada sea suficiente para generar en el Juez o Tri-
bunal la convicción sobre la responsabilidad penal del imputado.
Que, esta clase de resolución, se encuentra entre los vicios absolutos de la sentencia, conforme dis-
pone el art. 370-5) del Código de Procedimiento Penal, por lo que corresponde dejar sin efecto la mis-
ma y establecer la doctrina legal aplicable.
DOCTRINA LEGAL APLICABLE. Que, de acuerdo con la nueva concepción doctrinaria, la ape-
lación restringida es el medio legal para impugnar errores de procedimiento o de aplicación de normas
sustantivas en los que se hubiera incurrido durante la substanciación del juicio o la sentencia; no sien-

-252-
Arturo Yañez Cortés

do la resolución que resuelve la apelación restringida el medio impugnativo idóneo para revalorizar
lu prueba o revisar cuestiones de hecho a cargo de los jueces o Tribunales inferiores, sino para ga-
rantizar los derechos j • garantías constitucionales, los Tratados Internacionales, el debido proceso y
la correcta aplicación de la ley. Por ello, no existiendo doble instancia en el actual sistema procesal
penal, el Tribunal de alzada se encuentra obligado a ajustar su actividad jurisdiccional ya sea a anu-
lar total o parcialmente la sentencia y ordenar la reposición del juicio por otro Juez o Tribunal, cuan-
do no sea posible reparar directamente la inobservancia de la ley o su errónea aplicación y cuando
sea evidente que para dictar una nueva sentencia no sea necesaria la realización de un nuevo juicio,
se entiende por no requerir la práctica de prueba de ninguna naturaleza, podrá resolver directamen-
te.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, en aplicación del art.
419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista impugnado y determina
que la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, dicte nuevo fallo con-
forme a la doctrina legal establecida y las normas legales previstas para el caso en concreto.
De la misma manera a los efectos de lo previsto por el art. 420 del Código de Procedimiento Pe-
nal, hágase conocer la presente resolución a todas las Cortes Superiores de Distrito del país
RELATOR: Ministro Dr. Héctor Sandoval Parada.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 20 de febrero de 2004".
Más adelante, el 20 de septiembre de 2004, mediante la doctrina legal aplicable contenida en el
Auto Supremo N2 525, se reitera que:
" ...CONSIDERANDO: que dentro del juicio señalado al exordio, el Tribunal Tercero de Sentencia
de la ciudad de Cochabamba, pronunció la resolución de fojas 64 a 66, declarando a la imputada Ro-
sa Peralta López, autora de la comisión del delito de transporte de sustancias controladas, previsto por
el artículo 55 de la Ley 1008, condenándola a la pena de 8 años de presidio a cumplir en el Penal de
mujeres de San Sebastián, más el pago de 250 días multa, a razón de Bs. 1 por día, con costas, daños
y perjuicios a favor del Estado, a calificarse en ejecución de sentencia, por haber llegado el Tribunal
a la convicción de que la acusación del Ministerio Público fue probada.
Que interpuesta apelación restringida por la imputada, la Sala Penal Tercera de la Corte Superior
de Cochabamba, mediante Auto de Vista de fojas 104 a 105 vuelta, declara procedente la apelación
planteada, y REVOCA la sentencia apelada, absolviendo de culpa y pena a Rosa Peralta López del de-
lito de transporte de sustancias controladas, previsto por el artículo 55 de la Ley 1008.
Que del anterior fallo, recurre de casación el Fiscal Adjunto de Sustancias Controladas, invocan-
do el Auto Supremo N" 377 y el Auto de Vista N" 102/2002 como precedentes contradictorios.
CONSIDERANDO: que admitido el recurso de casación deducido por el Fiscal Adjunto, correspon-
de en el marco legal impugnado, analizar los fundamentos que fueron expuestos, que se traducen en los
siguientes aspectos:
Señala que, el Tribunal ad-quem, revocó la sentencia por haberse vulnerado los derechos y garan-
tías constitucionales de la imputada con infracción del artículo 13 del Código de Procedimiento Penal,
por cuanto la requisa practicada a la imputada se la hubiese realizado sin Requerimiento Fiscal, cons-
tituyendo este hecho una nueva valoración de la prueba ofrecida y judicializada durante el desarrollo
del juicio, convirtiendo la apelación restringida en un nuevo juicio, vulnerando el principio de igual-
dad al que tienen derecho las partes; por lo que si el Tribunal de alzada consideró que el a-quo no rea-
lizó una adecuada valoración de la prueba de cargo, debió disponer la nulidad total de la sentencia y
determinar la reposición del juicio por otro Tribunal, pero de ninguna manera dictar nueva sentencia
que implique una nueva valoración de la prueba, fallo que es contradictorio al Auto de Vista N"
102/2002 dictado por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de La Paz.
CONSIDERANDO: que analizada la forma de resolución del Auto de Vista impugnado, se esta-
blece que la misma no está dentro de los alcances del artículo 413 del Código de Procedimiento Pe-
nal, por cuanto esta norma legal, prescribe (Resolución del recurso). Cuando no sea posible reparar

-253-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

directamente la inobservancia de la ley o su errónea aplicación, el Tribunal de alzada anulará total


o parcialmente la sentencia y ordenará la reposición del juicio por otro Juez o Tribunal.
Que en el sub-lite, el Auto de Vista de fojas 104 a 105 vuelta, declara procedente la apelación res-
tringida interpuesta por Rosa Peralta López, valora nuevamente la prueba y como producto de ello
llega a la conclusión de no estar probada la acusación, consecuentemente revoca la sentencia apela-
da y pronuncia otra, absolviendo de culpa y pena a la imputada por el delito que fue objeto de juicio;
sin tomar en cuenta que cuando se da esta figura el Tribunal de alzada, debe anular totalmente la
sentencia y ordenar la reposición del juicio, por Otro Tribunal; además de que ya no le está permiti-
do al Tribunal de apelación restringida, revisar las cuestiones de hecho que valoran los Tribunales
inferiores, sino garantizar el debido proceso y la correcta aplicación de la Ley. Además que en su ape-
lación restringida Rosa Peralta López, reclama Jandamentahnente que su conducta se adecuaba a la
tentativa de transporte de sustancias controladas, previsto por el artículo 55 de la Ley 1008 con rela-
ción al artículo 8 del Código Penal, invocando como precedente el Auto Supremo N' 22 de fecha 19
de octubre de 1999, pidiendo al Tribunal de alzada se pronuncie en este sentido o se anule obrados
por haberse violado el artículo 226 del Código de Procedimiento Penal (fojas 126 a 127 vuelta).
Que esta clase de resolución, al margen de haberse pronunciado ultra petita, porque la apelante
pedía se cambie la tipificación o se anule la sentencia totalmente, se encuentra entre los vicios abso-
lutos de la sentencia, conforme lo dispone el artículo 370-8) del Código de Procedimiento Penal, por
lo que corresponde dejar sin efecto la misma y establecer la doctrina legal aplicable.
DOCTRINA LEGAL APLICABLE: que de acuerdo a la nueva concepción doctrinaria la apela-
ción restringida es el medio legal para impugnar errores de procedimiento o de aplicación de normas
sustantivas en los que se hubiera incurrido durante la sustanciación del juicio o la sentencia; no es el
medio jerárquico para revalorizar la prueba o revisar las cuestiones de hecho que lo hacen los Jueces
o Tribunales inferiores, sino para garantizar los derechos y garantías constitucionales, los Tratados In-
ternacionales, el debido proceso y la correcta aplicación de la Ley. Por ello no existe la doble instan-
cia y el Tribunal de alzada se encuentra obligado a ajustar su actividad jurisdiccional a los siguien-
tes aspectos: anulará total o parcialmente la sentencia y ordenará la reposición del juicio por otro
Juez o Tribunal, cuando no sea posible reparar directamente la inobservancia de la Ley o su errónea
aplicación; cuando la nulidad sea parcial, se indicará el objeto concreto del nuevo juicio; y cuando
sea evidente que para dictar una nueva sentencia no es necesaria la realización de un nuevo juicio,
resolverá directamente.
POR TANTO: la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, en aplicación del artículo 419 del Có-
digo de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista impugnado y determina que la Sa-
la Penal Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, dicte nuevo fallo confor-
me a la doctrina legal establecida y las normas legales previstas para el caso en concreto ....".

¿Qué le corresponde hacer al Tribunal de alzada cuando anula el proceso


y dispone el reenvío?

¿Puede el Tribunal de alzada volver a valorar la prueba mediante el recurso


de apelación restringida? ¿Existe la doble instancia?

Ambas preguntas son absueltas por la doctrina legal aplicable contenida en el Auto Supremo N2
317 de 13 de junio de 2003, que sostiene con referencia a la primera interrogante que tratándo-
se de la aplicación del art. 413 del NCPP, en concreto del reenvío, el tribunal de alzada deberá in-
defectiblemente indicar el objeto concreto del nuevo juicio y emitir obrados para la reposición o
reenvío del mismo.
Con referencia a la segunda interrogante, sostiene que el recurso de apelación restringida no cons-
tituye el medio jerárquico destinado a revalorizar nuevamente la prueba o revisar las cuestiones de
hecho analizadas por los jueces o tribunales inferiores, concluyendo que no existe rasgo alguno de
doble instancia. A continuación se transcribe la doctrina legal aplicable en su integridad:

-254-
Arturo Yañez Cortés

"DOCTRINA LEGAL APLICABLE.- Que de acuerdo a la nueva concepción doctrinaria la ape-


lación restringida es el medio legal para impugnar errores de procedimiento o de aplicación de normas
sustantivas en los que se hubiera incurrido durante la sustanciación del juicio o la sentencia; no sien-
do el medio jerárquico para revalorizar la prueba o revisar las cuestiones de hecho que hacen los Jue-
ces o Tribunales inferiores, sino para garantizar los derechos y garantías constitucionales, los Trata-
dos Internacionales, el debido proceso y la correcta aplicación de la Ley. Por ello no existe la doble
instancia y el Tribunal de alzada se encuentra obligado a ajustar su actividad jurisdiccional a los si-
guiente aspectos: anular total o parcialmente la sentencia y ordenará la reposición del juicio por otro
Juez o Tribunal, cuando no sea posible reparar directamente la inobservancia de la ley o su errónea
aplicación; cuando la nulidad sea parcial, se indicará el objeto concreto del nuevo juicio; y cuando sea
evidente que para dictar una nueva sentencia no es necesario la realización de un nuevo juicio, resol-
verá directamente.
Conclusivamente, "En aquellos supuestos en que el Tribunal de alzada se incline por anular par-
cialmente la sentencia del Juez o Tribunal de Sentencia, sea por la imposibilidad de reparar directa-
mente la inobservancia de la ley o su errónea aplicación; por mandato del primer y segundo periodo
del art. 413 de la Ley Procesal Penal, deberá indefectiblemente indicar el objeto concreto de nuevo
juicio y remitir obrados a otro Juez o Tribunal para la reposición del mismo, en el marco de las ga-
rantías procesales, constitucionales y supranacionales que establecen los instrumentos internaciona-
les". Cumplimiento que importa tener que salvar los vicios procedimentales y los fundamentos del
hecho del proceso contenidos en la ratio decidendi de la presente decisión.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, en apli-
cación del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista impug-
nado y determina que la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz,
dicte nuevo fallo conforme a la doctrina legal establecida y las normas legales previstas para el caso
en concreto.
Para fines del art. 420 del Código Adjetivo Penal, remítase copia del presente Auto Supremo, a to-
das las Cortes Superiores del país, para que por intermedio de su Presidente, ponga en conocimiento
de las Salas Penales y Jueces en materia penal.
RELATOR: Ministro Dr. Héctor Sandoval Parada.
Regístrese, hágase saber, cúmplase y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada •
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 13 de junio de 2003".
Empero, mediante el Auto Supremo N2 450 de 19 de agosto de 2004, la Corte ingresa ya a hacer
algunas precisiones e incluso excepciones respecto de aquellas líneas jurisprudenciales, partiendo
del control del debido proceso e incluso haciendo referencia al control de oficio:
" ...CONSIDERANDO: que el Auto de Vista impugnado es incongruente y contradictorio entre la
parte considerativa y la resolutiva pues considera que la apelación restringida interpuesta por el acu-
sador particular no cumple con los requisitos formales exigidos por el artículo 407 del Código de Pro-
cedimiento Penal y por ello señala que no corresponde ningún análisis, sin embargo de lo cual, en
la parte dispositiva, ANULA la sentencia precisamente por las causas que fueron motivo de la fun-
damentación de la apelación restringida, esto es, porque consistieron en señalar que el Juez inferior
en grado incurrió en defectuosa valoración de la prueba por lo que, al haber formado convicción la
Corte de Alzada que la conducta del imputado se adecua al tipo del delito de estelionato, previsto por
el artículo 337 del Código Penal, dispuso que se proceda a un nuevo juicio. Que se advierte que efec-
tivamente la Corte de Alzada incurrió en incongruencia entre la parte considerativa y la resolutiva
en el Auto de Vista impugnado pues si consideró que el tribunal de sentencia hizo defectuosa valora-
ción de la prueba con relación a lo dispuesto por el artículo 337 del Código Penal, llegando a la con-
clusión de que el tractor Caterpillar D8-H, serie 46A-21180 formó parte de la garantía que Antonio
Amado Murillo Terán ofreció al Banco Nacional de Bolivia por un préstamo de dinero en moneda
extranjera, debió pronunciarse sobre el fondo del asunto, de conformidad a lo previsto en la última
parte del artículo 413 del Código de Procedimiento Penal, definiendo así la situación jurídica de los

-255-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

imputados y no anulando la sentencia, disponiendo el reenvío a otro Juez de Sentencia para un nue-
vo juicio. Consecuentemente, la resolución del Tribunal de Apelación no guarda coherencia entre los
razonamientos esbozados en la parte considerativa y en la dispositiva, razón por la cual es aplicable
al caso la disposición contenida en el numeral 8 del artículo 370 de Procedimiento Penal.
DOCTRINA LEGAL: Que conforme a la normativa legal vigente, la apelación restringida, por su
naturaleza y finalidad legal, es esencialmente de puro derecho, motivo por el cual, en su análisis, el Tri-
bunal no puede retrotraer su actividad jurisdiccional a circunstancias, hechos y pruebas fácticas que
ya fueron sometidos al control oral, público y contradictorio por el órgano judicial de sentencia. Con-
secuentemente, no existe la doble instancia y, por ello, el Tribunal de Alzada se encuentra obligado a
alguna de las siguientes decisiones: a) Anular total o parcialmente la sentencia ordenando la reposi-
ción del juicio por otro juez o tribunal cuando no sea posible reparar directamente la inobservancia de
la ley o su errónea aplicación; b) Cuando la nulidad sea parcial, indicar el objeto concreto del nuevo
juicio; c) Cuando sea evidente que, para dictar una nueva sentencia no es necesaria la realización de
un nuevo juicio, resolver directamente el caso.
Consecuentemente; "En aquellos supuestos en que el Tribunal de alzada comprueba la inobservan-
cia de la ley o su errónea aplicación, por cuyo motivo tenga la convicción plena de la culpabilidad del
imputado, no es pertinente anular totalmente la sentencia y disponer que se abra nuevo juicio sino dar
cumplimiento a lo establecido por la última parte del artículo 413 del Código de Procedimiento Penal,
dictando directamente una nueva sentencia que defina la situación jurídica del imputado".
El control del debido proceso y la actividad jurisdiccional en casos extremos como el presente,
amerita que el Supremo Tribunal abra su competencia de oficio, con objeto de enmendar omisiones
o errores procesales que afecten las garantías y derechos constitucionales y pongan en riesgo el sis-
tema procesal penal.
POR TANTO: la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, en aplicación de lo establecido por el
artículo 419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista impugnado y dis-
pone que la Sala Penal Segunda del Distrito Judicial de Cochabamba pronuncie nueva resolución de
acuerdo a la doctrina legal establecida.Para fines del artículo 420 del Código de Procedimiento Penal,
remítase copia del presente Auto Supremo a todas las Cortes Superiores del país para que, por inter-
medio de sus Presidentes, pongan en conocimiento de los Jueces y Tribunales penales de su Distrito...".

Cabe finalmente hacer referencia a éste caso jurisprudencial, en el que sí bien no está bajo doctri-
na legal aplicable se comienzan a introducir algunas consideraciones respecto a la facultad de va-
loración de la prueba, en concreto, se parte del principio de que el juicio es esencialmente unita-
rio, admitiéndose en consecuencia la dificultad para separar las cuestiones de hecho de las de de-
recho, haciéndose además énfasis en que la resolución debe evitar mantener una situación injus-
ta. Es el Auto Supremo N2 520 de 20 de septiembre de 2004.
"CONSIDERANDO: que el caso de autos tuvo origen en los siguientes antecedentes: 1.- En el mes
de julio del año 2002 el ciudadano Juan Miguel Ramírez Alípaz publicó en uno de los diarios de circu-
lación nacional un artículo en el que señala al Comandante de la Fuerza Naval de Bolivia, Jorge Ba-
dani Lenz, como responsable de daño económico al Estado por la venta de un buque a bajo precio. En
el mismo sentido, e igualmente en el mes de julio de ese año 2002, hizo públicas declaraciones el ex-
gerente de Tráfico y Operaciones de la Empresa "Líneas Navieras Bolivianas" (LINABOL), Xavier
Gonzalo Díaz Torrez.2.- El 29 de julio del mencionado año 2002, Jorge Badani Lenz presentó querella
contra Juan Miguel Ramírez Alípaz y contra Xavier Gonzalo Díaz Torrez por los delitos de difamación,
calumnia e injuria. Al término del proceso sustanciado en atención a esa querella, el Juez de Sentencia
declaró a los imputados autores de los delitos de difamación y calumnia tipificados, respectivamente,
por los artículos 282 y 283 del Código Penal y absolviéndolos del delito de injurias tipificado por el
artículo 287 del mencionado Código.3.- Apelada esa sentencia por los imputados, la Sala Penal Pri-
mera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz anuló totalmente dicha sentencia y declaró
absueltos a ambos imputados por considerar insuficiente la prueba de cargo aportada, sin lugar a cos-
tas a favor de los imputados por no haberse fundado el fallo en la inocencia de los mismos. Contra el
Auto de Vista respectivo interpusieron recurso de casación tanto los imputados como el acusador par-
ticular, los imputados reclamando por no haberse dispuesto pago de costas ni resarcimiento de daños

-256-
Arturo Yañez Cortés

y perjuicios y, el acusador particular, sosteniendo que el Tribunal de Alzada carecía de competencia


para volver a valorar la prueba y afirmando que, además, incurrió en errónea interpretación del ar-
tículo 283 del Código Penal que tipifica como calumnia a una falsa imputación sobre comisión de
un delito manifestada por cualquier medio. Los imputados invocaron como precedentes contradicto-
rios una Resolución dictada el 12 de abril de 2002 por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior
de Justicia de Cochabamba y una Resolución de 26 de febrero de 2002 dictada por la Sala Penal Se-
gunda de la Corte Superior de Justicia de La Paz. De su parte, el acusador particular apoyó su pre-
tensión en el Auto Supremo número 146 de 24 de abril de 2002.
CONSIDERANDO: que con referencia a los dos precedentes invocados por los imputados, se tiene
que el primer precedente, relativo a un proceso contra dos personas por giro de cheque en descubier-
to y abuso de confianza, absolvió de culpa y pena a una de ellas sin mención alguna a costas y absol-
vió de culpa y pena a la otra con costas a su favor por no haberse probado la acusación, y se tiene que
el segundo precedente, concerniente a un proceso contra varias personas por contrabando, absolvió de
culpa y pena a una de ellas respecto a las imputaciones por complicidad y encubrimiento, sin costas,
por haberse generado duda razonable en el Tribunal de Alzada ( ...).
CONSIDERANDO: que con referencia al recurso de casación interpuesto por el acusador particu-
lar, se tiene que éste fundamentó dicho recurso principalmente en una observación al criterio expuesto
en el Auto de Vista que consideró que, para la configuración del tipo penal de calumnia es necesario
que la imputación respectiva se formule ante una autoridad judicial o policial. Sostuvo que ese criterio
expuesto en el Auto de Vista, constituye una errónea aplicación de la norma contenida en el artículo
283 del Código de Procedimiento Penal que califica como calumnia a una falsa imputación "por cual-
quier medio" sobre comisión de un delito. Sobre ese punto, expresó que, al parecer, el Tribunal de Al-
zada aplicó al delito de calumnia la regla establecida por el artículo 166 del Código Penal para el de-
lito de acusación y denuncia falsa que tiene como característica esencial el hecho de que debe ser for-
mulado en sede judicial o policial, como hace notar el Auto Supremo número 146 de 24 de abril de
2002.
Que analizado el argumento expuesto por el recurrente en sentido de que el Tribunal de Alzada
carecía de competencia para volver a valorar la prueba, según se desprende de lo previsto en el artí-
culo 398 del Código de Procedimiento Penal que dispone que ese tipo de Tribunal debe circunscribir
sus resoluciones a los aspectos cuestionados, corresponde señalar que el juicio es esencialmente uni-
tario, razón por la cual es difícil separar las cuestiones de hecho de las de derecho, circunstancia que
hace que el Tribunal de Alzada, si descubre fallas de orden .lógico que produzcan como resultado una
decisión injusta, puede adoptar otra decisión que responda al sentido propio de la previsión conteni-
da en el artículo 407 del Código de Procedimiento Penal.
Que por lo expuesto, se llega a concluir que el tribunal de Alzada, con referencia a los puntos ob-
servados por el acusador particular recurrente, ha fallado en conformidad a la expresa facultad que le
otorga el artículo 413 del Código de Procedimiento Penal ..."

¿Anulada la sentencia y ordenado el reenvío, será el tribunal competente


el que ya conoció la etapa de juicio?

El Auto Supremo N' 582 de 4 de octubre de 2004, refiere que tratándose de un defecto que sur-
gió durante la sentencia, lo que corresponde es que el juicio de reenvío sea conocido por otro tri-
bunal diferente del que dictó la sentencia anulada.
"CONSIDERANDO: que el Auto de Vista impugnado anula la sentencia de primera instancia con
el fundamento de que, si bien el Tribunal se pronunció sobre los delitos de abuso de confianza con agra-
vación de víctimas múltiples por lo que fue sometido a juicio el imputado, empero omitió hacerlo res-
pecto al delito de estafa, por lo que no cumple con las exigencias contenidas en los artículos 359-2),
360-2), 3 y 4, y 370-1), 3), 6), 10), 11) del Código de Procedimiento Penal, pues no consta la conside-
ración de rigor, la enunciación del hecho para la condena o absolución, la valoración de la prueba res-
pecto a este delito, la deliberación y voto de los jueces, resultando deficiente el fallo respecto a los tér-
minos de la acusación; y al disponer la devolución de la causa al Tribunal de origen a efecto de que
pronuncie nueva sentencia, está atentando al debido proceso, a la acción penal pública y al derecho in-

-257-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

violable de la defensa.En efecto, cuando el Tribunal de apelación manda a que se dicte nueva senten-
cia por el mismo Tribunal atenta al principio de imparcialidad del juzgador, al imponerle que revise su
propia sentencia contraviniendo el espíritu del artículo 413 de la Ley 1970.
DOCTRINA LEGAL APLICABLE
El artículo 413 del Código de Procedimiento Penal obliga al Tribunal de Alzada a ajustar su acti-
vidad jurisdiccional a los siguientes aspectos: a) a reparar directamente la inobservancia o errónea
aplicación de la ley; b) a anular total o parcialmente la sentencia cuando no fuera posible reparar di-
rectamente disponiendo la reposición del juicio por otro Tribunal, el que dictará nueva sentencia, y c)
a dictar nueva sentencia directamente cuando compruebe que no es necesaria la realización de un nue-
vo juicio. En consecuencia, el Tribunal de Alzada, al declarar procedente el recurso de apelación res-
tringida interpuesto por los querellantes particulares, debió anular parcialmente la sentencia y dis-
poner la realización de un nuevo juicio por otro Tribunal indicando el objeto concreto del nuevo jui-
cio de acuerdo al mandato del parágrafo segundo del artículo 413 con relación al 398 y 407 del Códi-
go de Procedimiento Penal ..."

¿La falta de resolución de un incidente durante el juicio puede ser subsanable


mediante la emisión de sentencia absolutoria?
No, la doctrina legal aplicable establecida en el Auto Supremo Ng- 320 de 14 de junio de 2003, ex-
plica que la omisión en la resolución oportuna de un incidente, no puede ser subsanado mediante
la absolución del imputado:
"DOCTRINA LEGAL: Que si un bien jurídico agrupa a tipos penales afines, entonces para esta-
blecer el hecho similar, los tipos penales deben responder a un bien jurídico, en ese contexto se debe
establecer el sentido jurídico contradictorio cuando se trata de hechos que corresponda al derecho sus-
tantivo.
La falta de resolución de un incidente en la sentencia no es subsanable por una declaración de
absolución, ambos aspectos son distantes, y cada uno deberá .fundamentarse por cuerda separada,
debiendo existir una coherencia incuestionable en el contenido de la sentencia.
Al sujeto activo debe individualizarse para adecuar la descripción de la norma penal completa que
cursa en el art. 142 del Código Penal, y con una norma penal incompleta se debe respetar el principio
de legalidad.
La exclusión de las fotocopias ofrecidas y producidas en el juicio, no impide su valoración de
acuerdo a la sana crítica por parte del tribunal de sentencia.
El principio de congruencia se refiere a que la sentencia debe referirse a los hechos acusados pro-
bados y no probados, aspecto que necesariamente debe encontrarse fundamentado tanto de hecho co-
mo de derecho.
La revisión de oficio por parte del tribunal de apelación como el de casación se encuentra limita-
da en razón de la existencia de una violación de un acto procesal insubsanable, que no sea producto de
la desidia de las partes, manteniéndose excepcional y eventualmente la doctrina legal de la revisión de
oficio.
En consecuencia el tribunal de alzada debió extrañar la falta de referencia de los hechos acusados
en la sentencia, resolver el incidente de atipicidad, la falta de individualización del o sujeto activo, y la
falta de fundamentación de la valoración de prueba excluida de acuerdo a la sana crítica.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, declara DE-
JAR SIN EFECTO el Auto de Vista impugnado, y determina que la misma Sala Penal que dictó el au-
to de vista, dicte nuevo fallo conforme la doctrina legal establecida, aplicando el art. 413 del nuevo Có-
digo de Procedimiento Penal.
Para fines del art. 420 de la Ley Procesal Penal, remítanse copias del presente Auto Supremo a to-
das las Cortes Superiores de Justicia del país, para que por intermedio de sus Presidentes, pongan en
conocimiento de las Salas, Tribunales de Sentencia, Jueces de Sentencia y Jueces Cautelares la juris-
prudencia vinculante, que por disciplina precedencial debe ser observada "erga omnes".
RELATOR: Ministro Dr. Jaime Ampuero García.
Regístrese, hágase saber cúmplase y devuélvase

-258-
Arturo Yañez Cortés

Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada


Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 14 de junio de 2003".

¿Cuándo es exigible la invocación del precedente contradictorio?


Sí bien en el caso en estudio, la respuesta a la interrogante no ha sido establecida mediante doc-
trina legal aplicable, considero de suma importancia incluir en éste acápite, esta suerte de excep-
ción a la exigencia de invocar el precedente contradictorio en ocasión del recurso de apelación res-
tringida (art. 416 del NCPP), la que surge a partir de la consideración que la Corte realiza, que la
contradicción podría surgir recién en ocasión de la emisión del Auto de Vista que resuelve la sen-
tencia apelada, en cuyo caso, la exigencia de invocación del precedente aplica al recurso de casa-
ción.
En ese sentido, la jurisprudencia emitida por la Corte Suprema en ocasión del Auto Supremo N'
595 de 26 de noviembre de 2003, enseña que:
...según la interpretación que hacen los arts. 407 y 408 del Código de Procedimiento Penal, para
la interposición del recurso de apelación restringida, es requisito indispensable de forma haber invo-
cado cualquier precepto legal como inobservado o erróneamente aplicado; y de fondo, que está cons-
tituido por el objeto de comunicación, es decir, el hecho o motivo por el cual se impugna la sentencia,
que constituye defecto de procedimiento o vicios de la sentencia, previsto por los arts. 169 y 370 de es-
te Código de la ley, y sólo será admisible si el interesado ha reclamado oportunamente su saneamien-
to o ha efectuado reserva de recurrir.
De ahí que la apelación restringida contra la sentencia de primera instancia, es sobre todo un plan-
teamiento ante el mismo Juez pero está dirigida al Tribunal superior, denunciando que en el procedi-
miento de aplicación de la sanción penal se ha inobservado o se ha aplicado en forma errónea la ley;
y que por prescripción del art. 408 debe ser interpuesta: a) por escrito, b) citando, por separado y en
forma fundamentada las disposiciones legales que se consideren violadas o erróneamente aplicadas y
c) expresando la aplicación que se pretende. En ninguna parte de estas disposiciones, se exige como re-
quisito sine quanom, invocarse precedente contradictorio, es decir, que al Tribunal de alzada, no le es-
tá permitido exigir este requisito, por no ser motivo de su competencia porque sólo debe abocarse al
control de los fallos dictados por los jueces; y solo está facultado el Tribunal de casación, conforme lo
determinan los arts. 416 y 417 de la Ley 1970, con el objetivo de uniformar la jurisprudencia.
De lo anterior, se extrae, que no será exigible la invocación del precedente contradictorio, cuando
la sentencia que se impugna no contradiga algún Auto de Vista, o Auto Supremo dado que tal supues-
to podría surgir, recién, después de pronunciado el fallo sobre la sentencia apelada, por el Tribunal
de alzada, circunstancia en la cual si, es de carácter imperativo la invocación del contradictorio, en
el recurso de casación..."

¿El señalamiento de la audiencia de fundamentación a la que se refiere


el art. 411 del NCPP es una facultad del tribunal de apelación o es que, una
vez solicitado expresamente, debe ser señalado necesariamente?

¿Al tribunal de apelación restringida le está permitido rechazar el recurso


por defectos de forma subsanables? ¿Existe alguna salvedad al respecto?
El Auto Supremo N° 372 de 22 de junio de 2004, comienza extrayendo del principio del debido
proceso las bases legales del derecho de apelación y en concreto, del derecho de defensa y a la
tutela judicial efectiva, por lo que a través de su doctrina legal aplicable, sostiene que: a) el tribu-
nal que conoce el recurso de apelación restringida no puede omitir señalar la audiencia de funda-
mentación impetrada expresamente por el recurrente según el art. 411 del NCPP; y b) el tribunal
de apelación no puede rechazar por defectos de forma subsanables el recurso de apelación res-
tringida, salvo el único caso en que el defecto es insubsanable cuando el recurso ha sido presen-
tado fuera del término previsto por el art. 408 del NCPP. Veamos:

-259-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

"...CONSIDERANDO: Que el respeto del derecho al debido proceso constituye un fundamento


esencial del Estado de derecho que ha superado los límites del derecho procesal penal, para conver-
tirse en un principio regulador del ejercicio del jus puniendi, estando compuesto entre otros, por el
derecho que tienen las partes para recurrir los fallos dictados en su contra. En ese sentido, el art. 8.2
inciso h) del Pacto de San José de Costa Rica ha establecido entre las garantías judiciales, el dere-
cho de recurrir el fallo ante un Juez o Tribunal superior, al igual que el art. 14.3 inc. 5) del Pacto In-
ternacional de Derechos Civiles y Políticos (Ley de la República de Bolivia N° 2119 de 11 de septiem-
bre de 2000) que proclama el derecho de toda persona declarada culpable de un delito para que el
fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto, sean sometidos a un Tribunal superior, confor-
me a lo prescrito por ley.
Doctrinalmente, el derecho de las partes para recurrir es una consecuencia directa de dos prin-
cipios esenciales: el derecho de defensa y el derecho a la tutela judicial efectiva; que entre otras con-
secuencias conforme ha declarado el Tribunal Supremo Español por Auto de 5 de marzo de 1992,
obliga a huir de aquellas interpretaciones meramente formalistas y restrictivas de la norma que im-
pidan el acceso a los recursos.
En nuestra legislación, este derecho se encuentra previsto por los arts. 394 y siguientes del Código
de Procedimiento Penal, entre los que destaca el art. 399, que impone la imposibilidad de rechazar por
defectos de forma el recurso de apelación restringida -único medio impugnatorio contra sentencias-,
sin previamente haberle concedido al recurrente un plazo para subsanar los defectos observados.
CONSIDERANDO: Que de la revisión cuidadosa de los actuados procesales y en especial de los
recursos deducidos contra la sentencia así como del Auto de Vista impugnado, encontramos, que
ciertamente el Tribunal ad-quem, ha infringido el art. 411 del Código de Procedimiento Penal, al no
haber señalado día y hora de audiencia de Jandamentación que fue expresamente impetrada en el
otrosí 11 de su recurso de apelación restringida, debiéndose dejar claramente establecido que en vir-
tud de los arts. 410 a 412 de la Ley N° 1970. la audiencia a ser realizada ante el Tribunal de apela-
ción, puede ser de prueba -en el caso del art. 410, cuando el recurso haya sido apoyado en un defec-
to de forma o procedimiento-; o de findamentación complementaria (arts. 411 y 412 in fine). En am-
bos casos, el Tribunal de apelación está obligado a señalar la audiencia, concretizando así la tutela
judicial efectiva, que como se ha visto, implica el derecho de la parte para ser oída por el Tribunal.
Asimismo, al haber concluido que el recurrente no dio cumplimiento a los requisitos establecidos
en el art. 408 del Procesal Penal erróneamente calificados de fondo; se ha incurrido en violación del
art. 399 de la Ley N° 1970, conforme ha establecido ésta Sala en su uniforme jurisprudencia conteni-
da en los AA. SS. Nros. 605 y 606 de 2 de diciembre de 2003 ó el 599 de 27 de noviembre de 2003 en-
tre otros, correspondiendo ante ése supuesto, conminar al apelante a que subsane los elementos obser-
vados de su recurso sin rechazarlo in limite, sometiendo así al recurrente a un proceso indebido, más
aun si se tiene en cuenta que los requisitos de forma tienen la finalidad de facilitar al Tribunal de alza-
da sobre el objeto de impugnación.
DOCTRINA LEGAL:
Las normas procesales que efectivizan derechos fundamentales que hacen al debido proceso, co-
mo el derecho de defensa y el derecho a la tutela judicial efectiva, son de orden público y de cumpli-
miento obligatorio; por lo que por una parte, si se ha solicitado expresamente audiencia de funda-
mentación del recurso, el Tribunal no puede omitir fijar día y hora de la audiencia para tal fin.
Por otro lado, el Tribunal de apelación no puede rechazar el recurso de apelación restringida por
defectos de firma subsanables -salvo la presentación fiera del plazo previsto por el art. 408 que es
imposible de subsanar- estando, mas bien obligado a conceder al recurrente la oportunidad de sub-
sanar los defectos de forma en el plazo establecido por el art. 399 del Código de Procedimiento Pe-
nal. Si la parte recurrente no corrige o amplia su recurso, recién corresponde su rechazo.
De lo expuesto, se evidencia la existencia de un fallo dictado sin la observancia de las reglas del
debido proceso y las garantías constitucionales, que constituye un defecto absoluto al tenor del art.
169-3) del Código de Procedimiento Penal , la que amerita en aplicación del art. 419 del Código de
Procedimiento Penal, dejar sin efecto el Auto de Vista recurrido, para que las omisiones observadas,
sean subsanadas.

-260-
Arturo Yañez Cortés

POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, en uso
de la facultad conferida por el art. 59 inc. 1) de la Ley de Organización Judicial, y en aplicación del
art. 419 del Código de Procedimiento penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista de fs. 96-98 de obra-
dos, disponiendo que la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Chuquisaca,
pronuncie nueva resolución conforme a la doctrina legal establecida y las normas legales previstas pa-
ra el caso concreto. RELATOR: Ministro Dr. Héctor Sandoval Parada. Regístrese, hágase saber y de-
vuélvase. Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada. Dr. Jaime Ampuero García. Sucre, 22 de junio de 2004 ...".

¿Resultan convalidados los defectos relativos si es que no han sido


oportunamente observados por las partes?
La doctrina legal aplicable del AS N° 373 de 22 de junio de 2004, resolvió que a diferencia de los
defectos absolutos, los defectos relativos que no hayan sido observados por las partes durante la
tramitación del proceso, resultan convalidados, más aún si es que los actos procesales cumplie-
ron el propósito para el que fueron establecidos y además, no se encuentran específicamente pre-
vistos como defectos absolutos por el art. 169 del NCPP. Dice así:
"...CONSIDERANDO: Que admitido el recurso de casación al haber cumplido los requisitos pre-
vistos en los arts. 417 y 418 de la Ley N° 1970; corresponde al Tribunal de casación ingresar a anali-
zar la veracidad de los motivos argumentados por las partes recurrentes.
Que de la revisión de los datos del proceso, se advierte que en la parte considerativa del fallo im-
pugnado, el Tribunal de alzada llega a la convicción de que se han cometido los defectos relativos es-
tablecidos en el inciso 3) del art. 170 con relación a los arts. 336, 361 y 118 todos del Código de Pro-
cedimiento Penal, los que en su criterio constituirían causales de nulidad no susceptibles de convali-
dación, por lo que anula totalmente la sentencia de primera instancia y ordena la reposición del juicio
por otro Tribunal; sin tomar en cuenta que los defectos señalados, no son defectos absolutos que im-
portan la imposibilidad de convalidación, sino relativos, los que quedan convalidados en los siguien-
tes casos: 1) Cuando las partes no hayan solicitado oportunamente que sean subsanados; 2) Cuando
quienes tengan derecho a solicitarlo hayan aceptado, expresa o tácitamente, los efectos del acto; y, 3)
Si no obstante su irregularidad, el acto ha conseguido su fin con respecto a todos los interesados.
Con ese antecedente, del análisis del acta del registro del juicio oral, se constata que ni el Minis-
terio Público ni las partes, hicieron observación alguna a estos defectos relativos, o pidieron su sanea-
miento procesal, menos reserva de recurrir de apelación; por lo que en concepto del art. 170 de la Ley
1970 quedaron convalidados, precisamente porque no obstante su irregularidad, se llevó a cabo el jui-
cio penal, respetando las garantías constitucionales de los sujetos procesales, los convenios y tratados
internacionales, para culminar con la sentencia correspondiente.
De lo expuesto, se colige la incongruencia entre la parte considerativa y la resolutiva del auto re-
currido, toda vez que habiendo el Tribunal de alzada sostenido la presentación de defectos relativos y
advirtiéndose que los mismos han sido convalidados conforme expresamente lo permite el art. 170 de
la Ley N° 1970, se concluye que no existía motivo alguno para anular totalmente la sentencia y dispo-
ner el reenvío del juicio; debiendo, en este caso ingresar el Tribunal de alzada a considerar la apela-
ción restringida resolviendo lo que por ley corresponda, conforme manda el art. 413 del Código de Pro-
cedimiento Penal.
DOCTRINA LEGAL: El Tribunal de casación no es un Tribunal de instancia con potestad para
examinar "ex novo" la causa y corregir todos los errores de hecho y de derecho que pueda cometer
el Juez de Sentencia o la Corte de alzada, sino, le corresponde analizar la debida aplicación de las
normas constitucionales, materiales y sustantivas que hacen los Tribunales inferiores.
Que partiendo de estos conceptos doctrinales, y conforme a la normativa procesal legal vigente,
los defectos relativos si no han sido oportunamente observados por los legitimados, resultan conva-
lidados, más aún si el acto ha conseguido el propósito con el que ha sido establecido.
Así, en oportunidad de los actos preparatorios de la etapa de juicio, es decir, dentro de las 48 ho-
ras de recibida la acusación fiscal y ofrecida las pruebas de cargo, el Juez debe radicar la causa, no-
tificar al querellante para que presente la acusación y ofrezca prueba de cargo, así como al imputa-
do para el mismo objeto, luego, dictará el auto de apertura de juicio oral señalando día y hora de su

-261-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

celebración .1' convocando a la conformación de jueces ciudadanos. En cambio, la apertura o sustan-


ciación de la audiencia de juicio, se inicia con el juramento a los jueces ciudadanos, lectura de la
acusación y del auto de apertura, fundamentación del fiscal y las partes, declaración del o los impu-
tados, producción de la prueba, en forma continuada e ininterrumpida hasta pronunciar la senten-
cia o la parte resolutiva de la misma.
De lo anterior resulta, que los actos preparatorios, pueden ser suspendidos por motivos justifica-
bles, hecho éste que no constituye defecto absoluto. De igual manera, la no transcripción de la parte
resolutiva de la sentencia, no constituye causal de nulidad siempre que conste en el acta de registro la
lectura de la parte resolutiva, porque el acta es la constancia y da fe lo que aconteció durante el desa-
rrollo del juicio. Tampoco es necesario que el Juez o Tribunal en forma expresa habilite horas para la
lectura de la parte resolutiva de la sentencia; por cuanto, en aras del principio de continuidad (art. 334
de la Ley N° 1970) que caracteriza el desarrollo de la audiencia de juicio, éste debe realizarse en for-
ma ininterrumpida hasta pronunciar la sentencia o la parte resolutiva de la misma, por lo que la au-
diencia puede incluso prolongarse hasta altas horas de la noche inclusive, si fuera necesario.
Consecuentemente; los hechos anteriormente relacionados no constituyen defectos absolutos,
por no estar expresamente consignados en esa calidad por el art. 169 del Código de Procedimiento
Penal, no siendo entonces pertinente anular la sentencia y disponer el reenvío del juicio como erró-
neamente lo hizo la Corte de alzada; sino, admitiendo que los defectos relativos quedaron convalida-
dos en los tres casos expresamente previstos por el art. 170 de la norma procesal, corresponde ingre-
sar a considerar la apelación restringida interpuesta contra la sentencia, debiéndose en el presente
recurso dejar sin efecto el Auto de Vista impugnado.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, en aplicación del art.
419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vista impugnado, disponien-
do que la Sala Penal Segunda del Distrito Judicial de Cochabamba, pronuncie nueva resolución de
acuerdo con la doctrina legal establecida. En cumplimiento del art. 420 del Código de Procedimiento
Penal, hágase conocer la presente resolución a todas las Cortes Superiores del país. RELATOR: Mi-
nistro Dr. Héctor Sandoval Parada. Regístrese, hágase saber y devuélvase. Fdo. Dr. Héctor Sandoval
Parada. Dr. Jaime Ampuero García Sucre 22 de junio de 2004".

¿En qué casos corresponderá imponer costas?

Si bien este caso jurisprudencial no ha sido resuelto mediante doctrina legal aplicable, por su im-
portancia me he permitido también incluirlo, toda vez que si bien no desarrolla en toda su amplitud
el tema, por lo menos fija ya una posición inicial respecto del inciso 2) del art. 363 del NCPP, se-
ñalando que cuando la absolución se haya apoyado en el mismo, no corresponde castigar en cos-
tas. Es el Auto Supremo N 2 520 de 20 de septiembre de 2004.
"...CONSIDERANDO: que el caso de autos tuvo origen en los siguientes antecedentes: 1.- En el
mes de julio del año 2002 el ciudadano Juan Miguel Ramírez Alípaz publicó en uno de los diarios de
circulación nacional un artículo en el que señala al Comandante de la Fuerza Naval de Bolivia, Jorge
Badani Lenz, como responsable de daño económico al Estado por la venta de un buque a bajo precio.
En el mismo sentido, e igualmente en el mes de julio de ese año 2002, hizo públicas declaraciones el
ex-gerente de Tráfico y Operaciones de la Empresa "Líneas Navieras Bolivianas" (L1NABOL), Xavier
Gonzalo Díaz Torrez.2.- El 29 de julio del mencionado año 2002, Jorge Badani Lenz presentó querella
contra Juan Miguel Ramírez Alipaz y contra Xavier Gonzalo Díaz Torrez por los delitos de difamación,
calumnia e injuria. Al término del proceso sustanciado en atención a esa querella, el Juez de Sentencia
declaró a los imputados autores de los delitos de difamación y calumnia tipificados, respectivamente,
por los artículos 282 y 283 del Código Penal y absolviéndolos del delito de injurias tipificado por el
artículo 287 del mencionado Código.3.- Apelada esa sentencia por los imputados, la Sala Penal Pri-
mera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz anuló totalmente dicha sentencia y declaró
absueltos a ambos imputados por considerar insuficiente la prueba de cargo aportada, sin lugar a
costas a favor de los imputados por no haberse fundado el fallo en la inocencia de los mismos. Con-
tra el Auto de Vista respectivo interpusieron recurso de casación tanto los imputados como el acusa-
dor particular; los imputados reclamando por no haberse dispuesto pago de costas ni resarcimiento

-262-
Arturo Yañez Cortés

de daños y perjuicios y, el acusador particular, sosteniendo que el Tribunal de Alzada carecía de com-
petencia para volver a valorar la prueba y afirmando que, además, incurrió en errónea interpretación
del artículo 283 del Código Penal que tipifica como calumnia a una falsa imputación sobre comisión
de un delito manifestada por cualquier medio (...).
Que para los fines de la decisión que al respecto se deba asumir, corresponde tener en cuenta que,
según lo determinado por el artículo 266 del Código de Procedimiento Penal, las costas serán im-
puestas al imputado "siempre que la absolución se base en la inocencia del imputado o se dicte so-
breseimiento porque el hecho no existió, no constituye delito o el imputado no participó en él", prin-
cipio concordante con las reglas para emisión de una sentencia absolutoria según lo establecido por
el artículo 363 del mismo Código, cuyo numeral 2) menciona la circunstancia de presentación de una
prueba que no llega a ser "suficiente para generar en el juez o tribunal la convicción sobre la res-
ponsabilidad penal del imputado", principios y reglas aplicables al caso de autos pues el Auto de Vis-
ta impugnado declaró absueltos a los imputados por insuficiencia de pruebas y no en mérito a una
declaración de inocencia, razón por la cual se puede advertir que no existe contradicción entre lo dis-
puesto por el Auto de Vista impugnado y lo determinado en los precedentes presentados por los im-
putados recurrentes, circunstancia que hace que, en aplicación de las disposiciones contenidas en los
artículos 416 y 419 del Código de Procedimiento Penal, deba declararse infundado el recurso de ca-
sación interpuesto por dichos imputados.".
2. AMBITO PENAL MATERIAL

¿La tenencia o transporte de alcohol potable, por sí misma constituye delito


según la Ley N9 1008 del Régimen de la Coca y Substancias Controladas?

La doctrina legal aplicable establecida por la Corte Suprema de Justicia afirma que no toda vez que
no se encuentra prohibido por ley, salvo que se demuestre que está destinada a las actividades ilí-
citas del narcotráfico. En ese sentido, el Auto Supremo N 2 190 de 21 de mayo de 2002, señala
que:

"DOCTRINA LEGAL VINCULANTE: Que, la tenencia, transporte o expendio de alcohol al por


mayor o menor, no está prohibido por ley y no constituye delito, de ahí que las normas que las regu-
lan sean de orden administrativo y tributario, con .fines impositivos y de control, por lo que para cons-
tituir delito, necesaria e ineludiblemente tiene que estar relacionado con las actividades de producir,
fabricar y transformar la hoja de coca en cocaína. Esta fue la razón de su incorporación mediante Re-
solución Administrativa N° 48/90 de 10 de septiembre de 1990 a la lista del ANEXO V de la Ley 1008.
Ante la emergencia que personas dedicadas a la actividad ilícita del narcotráfico, por las dificultades
para hacer ingresar al país sustancias químicas de otros países utilicen para la extracción del alcaloi-
de de la hoja de coca y su transformación en productos más sofisticados como el clorhidrato, vieron
que del alcohol de uso común y corriente, sometido a un proceso de destilación, se podía extraer el Eter
Etílico.
La Ley 1008, norma los delitos referidos a la actividad de producir, traficar, transportan suminis-
trar y consumir cocaína; por otro lado el grupo referido a la importación de sustancias controladas,
obligación de denunciar y venta en farmacia, forman las faltas y contravenciones, aplicándose a este
tipo de infracciones sanciones administrativas y no punitivas como las establecidas para el primer gru-
po. Esta división lleva a concluir que, mientras los primeros son tipos penales que configuran delitos;
los del segundo grupo, se refieren a faltas y contravenciones. La conducta descrita en el tipo penal es-
ta formada por dos elementos esenciales que deben concurrir simultáneamente para constituir delito:
el elemento objetivo, constituido por la acción del sujeto activo y el elemento subjetivo, que es el ele-
mento volitivo traducido en la intensión y voluntad de hacer algo.
CONSIDERANDO: Que, dentro del proceso señalado al exordio, el Tribunal de Sentencia Penal
N° 1 de la ciudad de Oruro, pronunció sentencia condenatoria contra Irineo Mamani Huanca, por la
comisión del delito de tentativa de tráfico ilícito de sustancias controladas previsto en los arts. 48 y 33

-263-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

inc. m) de la Ley 1008 con relación al art. 8vo. del Código Penal. El Tribunal llega a la conclusión que
el procesado no tenía autorización de la Dirección General de Sustancias Controladas para poseer, al-
macenar ni comercializar el alcohol potable; sin embargo, la valoración de las pruebas incorporadas
lícitamente al proceso, llevó a la convicción de sostener que el acusado ha adecuado su conducta a las
previsiones contenidas en las referidas normas de la Ley 1008, toda vez que el alcohol se encuentra
dentro de la lista del Anexo V de la indicada Ley.
Que, la sentencia recurrida en apelación es confirmada con los mismos fundamentos que esgrimió
el Juez de Sentencia Penal N°1, dejando establecido, que el procesado es condenado por haber sido en-
contrado en propiedad de más de 27.000 litros de alcohol potable, sin contar con la debida autoriza-
ción de las autoridades del ramo y que por estar comprendido dentro de la lista del Anexo V de la Ley
1008, constituye sustancia controlada.
CONSIDERANDO: Que, contra el fallo de segundo grado, Irineo Mamani Huanca, a fs. 341-344
recurre de casación por ser atentatorio a sus intereses, recurso de casación que fue admitido por Auto
Supremo de fs. 348 conforme lo establecen los arts. 416, 417 y 418 del Nuevo Código de Procedimien-
to Penal, por lo que corresponde ingresar a su consideración de fondo.
El recurrente apoya su pretensión en los precedentes contradictorios contenidos en los Autos Su-
premos: N° 114 de fecha 31 de marzo de 2000 pronunciada por la Sala Penal en recurso de casación
dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Bruno Viza Colque y Silverio Col-
que Viza por la comisión del delito de "tráfico de sustancias químicas controladas", y N" 116 de fecha
11 de junio de 1999, seguido por el Ministerio Público contra Raúl Primitivo Chuquimia Villegas, por
la comisión del delito de transporte de sustancias controladas. Precedentes que fueron invocados en su
recurso de apelación restringida.
El recurrente sostiene, que los Tribunales de instancia al emitir su fallo impugnado no han tomado
en cuenta su avanzada edad de más de 74 años, que lo hace merecedor a que se le aplique la Ley del
Indulto de 26 de septiembre de 2000, que al igual que Silverio Colque Viza de 63 años de edad, debió
ser absuelto de pena y culpa del delito de "tráfico de sustancias químicas controladas".
Refiriéndose al otro precedente, señala que de la misma manera se absolvió de culpa y pena a Raúl
Primitivo Chuquimia Villegas, -confeso en la internación al territorio nacional de varios sacos de so-
da cáustica- y que de igual modo, por este concepto también su persona debió ser absuelto; toda vez,
que la soda cáustica y otros productos como el kerosene, gasolina, diesel, papel higiénico, cal, lavan-
dina y otros de amplio uso doméstico, como el alcohol potable son también de uso común y corriente.
Continua señalando, que tanto en su depósito como en su tienda, no se encontró ninguna pizca de
cocaína, ácido sulfúrico como tampoco se advirtió la existencia de algún laboratorio o destiladora pa-
ra obtener ETER ETÍLICO, por el contrario, considera que demostró a fs. 130 y 138 (RUC) que cuen-
ta con la debida autorización de la Alcaldía de Oruro para vender alcohol al raleo, situación que es
respaldada por los balances y comprobantes de impuestos sobre las utilidades cursantes a fs. 140-151
y fs. 152-158, que no sólo demuestran la forma como era vendido el alcohol, sino que jamás fue desti-
nado o desviado a las actividades ilícitas del narcotráfico.
Finalmente manifiesta, que hubo simplemente falta administrativa en las oficinas de Registro y
Control de Sustancias Controladas, ya que en primer lugar le autorizan, la adquisición y posteriormen-
te los efectivos del Grupo de Investigación de Sustancias Químicas G.I.S.U.Q., lo persiguen nada más
ni nada menos que por tráfico, habiendo sido condenado a seis años y seis meses de presidio.
CONSIDERANDO: Que, de la revisión y análisis de los precedentes invocados, pronunciados por
la Sala Penal de la Excma. Corte Suprema de Justicia, se tiene:
El Auto Supremo N° 114 de 31 de marzo de 2000 pronunciado por la Sala Penal Primera de la Exc-
ma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, se refiere al recurso de revisión extraordinaria de senten-
cia condenatoria ejecutoriada interpuesto por Bruno Visa Colque, mismo que fue declarado improce-
dente, por lo que no corresponde su consideración.

-264-
Arturo Yañez Cortés

El segundo precedente invocado, A.S. N° 116 de 1 de junio de 1999 está referido al proceso penal
seguido por el Ministerio Público contra Raúl Primitivo Chuquimia Villegas, por la comisión del deli-
to de tráfico de sustancias controladas, en dicho proceso, el Tribunal de Sustancias Controladas de pri-
mera instancia absuelve de culpa y pena al procesado de la comisión del delito previsto y sancionado
por el art. 48 con relación al art. 33 inc. m) de la Ley 1008, por existir sólo prueba semi plena confor-
me al art. 244-1) del Código de Procedimiento Penal anterior. No obstante que el procesado fue dete-
nido en circunstancias que intentaba hacer ingresar al país (localidad de Tambo Quemado fronteriza
con el país de Chile) 3.000 kilos de hidróxido de Sodio (soda cáustica), que se encuentra en la lista de
precursores como sustancia controlada, sin contar con la debida autorización o resolución administra-
tiva o el manifiesto que la Aduana exige para su traslado al interior del país. Para llegar a esta deter-
minación, los jueces consideraron la licitud de la compra realizada por el procesado Raúl Primitivo
Chuquimia Villegas y la inexistencia de vínculos con las actividades propias del narcotráfico, situación
que los llevó a sostener que no es suficiente demostrar la adecuación de la conducta al tipo penal, si-
no que la tipicidad este relacionada con la actividad de narcotráfico.
En segunda instancia, la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial de Oruro, por Auto
de Vista de 16 de diciembre de 1996, confirma la sentencia de primera instancia, y en casación la Sa-
la Penal de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, por Auto Supremo N" 116 de 11 de ju-
nio de 1999, declara INFUNDADO el recurso deducido por el representante del Ministerio Público,
quedando firme y ejecutoriada la sentencia de primer grado, que sirve de precedente al caso de autos.
CONSTITUCIÓN DE TÉRMINOS CONTRADICTORIOS: Que, del análisis de la exposición del re-
currente y de las resoluciones de los Tribunales de instancia, se llega a establecer que existe contradic-
ción entre los fallos examinados contenido en el Auto Supremo N° 116 de 11 de junio de 1999, toda vez,
que los precursores —soda cáustica y alcohol potable- son sustancias controladas contenidas en el ANE-
XO V de la Ley 1008, estableciéndose que el sentido jurídico aplicado por el Tribunal de Alzada no
coincide con el precedente invocado por el recurrente, por lo que corresponde determinar la doctrina
aplicable.
Que, la hoja de coca en su estado natural no produce ningún efecto nocivo para la salud humana,
pero sometida a un proceso de transformación con otros elementos químicos da como resultado cocaí-
na (pasta base), esta a su vez, mediante otro proceso puede dar lugar a derivados más sofisticados; en-
tonces, se vio la necesidad de regular no sólo la producción y comercialización de la hoja de coca si-
no también aquellos elementos químicos que son útiles para la transformación de la hoja de coca en
cocaína, de ahí la relación directa que tienen las sustancias controladas y las actividades descritas en
el inc. m) del art. 33 de la Ley 1008, para poder constituir delito.
Que, de acuerdo al sentido que expresa el precedente contradictorio citado, la simple tenencia con
fines lícitos de sustancias controladas contenidas en los ANEXOS de la Ley 1008, entre las que se en-
cuentra el "alcohol potable", por si sola no constituye delito sino se demuestra que tal sustancia está
destinada -en sus diversos usos- a las actividades ilícitas del narcotráfico. En efecto, dada la múltiple
utilidad que tiene el alcohol en sus diferentes formas de uso, como: en la medicina, en los diversos pro-
ductos farmacéuticos o su consumo como bebidas espirituosas, demuestran que el alcohol es un pro-
ducto que se usa y se consume de diversa forma.
CONSIDERANDO: Que, por la exposición y la fundamentación, en el sub-lite, la Corte de alzada
ha dado diverso alcance y aplicado indebidamente la norma contenida en el art. 48 de la Ley 1008 al
hecho similar en cuestión, sentido que no coincide con el Auto Supremo N° 116 de 11 de junio de 1999,
invocado como precedente, en los términos del apartado tercero del art. 416 del Código de Procedi-
miento Penal; por lo que corresponde resolver sobre el particular.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, de conformi-
dad al segundo parágrafo del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Au-
to de Vista impugnado y determina que la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial de Oru-

-265-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

ro, dicte nuevo fallo conforme a la doctrina legal establecida.


Para fines del art. 420 del Código adjetivo citado, remítase copia del presente Auto Supremo, a to-
das las Cortes Superiores del país, para que por intermedio de sus Presidentes, ponga en conocimien-
to de los Jueces Penales de su Distrito.
RELATOR: Ministro Dr. Carlos Tovar Gützlaff.
Regístrese, hágase saber, cúmplase y devuélvase.
Fdo. Dr. Jaime Ampuero García
Dr. Carlos Tovar Gútzlaff
Dr. Héctor Sandoval Parada
Sucre, 21 de mayo de 2002
Proveído. - Dr. Edgar Molina Aponte. - Secretario de Cámara".

¿Existe tentativa de transporte de substancias controladas?


A través de la doctrina legal contenida en el Auto Supremo N 2 417 de 19 de agosto de 2003, la
Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, termina de establecer su posición respecto a un tema
que desde antiguo ha sido en nuestro país objeto de permanente discusión doctrinal y jurispruden-
cial: la inexistencia de tentativa tratándose del delito de transporte de substancias controladas (art.
55 de la Ley N2 1008) inclinándose a considerar los delitos previstos en aquella norma penal ma-
terial especial, de naturaleza formal y no de resultado, concluyendo así que no existe tentativa de
transporte.
Además, aparece también en este importante Auto Supremo por primera vez una puntualización
respecto a la potestad encargada a la Corte Suprema (Sala Penal), para modificar la doctrina legal
aplicable establecida en anteriores AASS, es decir, ¿cómo? y ¿cuando ésta puede ser modificada?

"DOCTRINA LEGAL APLICABLE: (Congruencia) El Auto de Vista deberá circunscribirse inde-


fectiblemente a los puntos resueltos por el inferior y que hubieren sido objeto de apelación y fundamen-
tación, por ello la pertinencia del Auto de Vista con los puntos resueltos por el inferior, deriva de la co-
rrespondencia que aquél debe tener con los extremos de la apelación y que inexcusablemente debe con-
tener la fundamentación, respecto a los hechos fácticos debatidos y traídos en apelación.
(Calificación del delito) El Supremo Tribunal de Justicia, tiene la potestad de modificar por me-
dio de una nueva resolución, la doctrina legal que con motivo de otro recurso de casación hubiere
establecido, conforme dispone la segunda parte del art. 420 del Código de Procedimiento Penal; de
ahí que la jurisprudencia, si bien sienta doctrina sobre alguna institución o algún punto no aclara-
do por el Código, no constituye de ninguna manera, fuente productora de derecho penal, sino que se
traducen en criterios interpretativos teleológicos del sentido y alcance de la ley sobre un caso parti-
cular, que como se dijo, la misma puede modificar a veces la doctrina sentada en resoluciones ante-
riores.
Los delitos emergentes de la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, son de carác-
ter formal y no de resultados; al respecto la doctrina moderna sostiene que el transporte de sustan-
cias controladas de un lugar a otro, sin autorización legal sea este aéreo, terrestre, lacustre u Otro
medio, se halla penado por ley y que éste delito queda consumado en el momento en que se descubre
e incauta la droga, siendo indiferente si la sustancia controlada llegó o no a su destino ni la distan-
cia recorrida. De ahí que en delitos de narcotráfico, la parte sustantiva de la Ley 1008, tiene como
vertiente la teoría finalista del delito, en la que los medios empleados no son tan importantes, sino el
fin que persigue el delito propiamente dicho; por ello tratándose de transporte de sustancias contro-
ladas el "animus delicti" trazado por el art. 55 de la Ley 1008, con claridad señala que comete este
delito. "El que ilícitamente y a sabiendas trasladare o transportare cualquier sustancia controlada".
Para configurar este hecho ilícito, sólo se requiere de dos elementos: a) que el agente sepa que lo que
transporte es ilícito y b) que el traslado de la sustancia controlada se realice por cualquier medio de
transporte, sea terrestre, aéreo, acuático u otro que implique traslado o desplazamiento, sin que la in-
terrupción en la comisión del delito, sea un elemento determinante para no considerar como consu-

-266-
Arturo Yañez Cortés

mado el mismo, si de por medio existieron factores preparatorios certeros e inequívocos, que marca-
ron indefectiblemente la relación de causa-efecto". Por consiguiente será delito consumado, cuando
el agente realiza actos previos, como ser adquirir la droga, almacenar la misma, esconder, trasladar
de un lugar a otro, es decir, que absorve en si todos los actos ejecutivos precedentes, los cuales se in-
tegran y se compenetran en aquel para formar un solo ente jurídico.
(Tipicidad). De otro lado, al estudio del delito y sus elementos se lo denomina "La teoría del deli-
to", y esta ha de fundarse, según la ley, en la acción y no en la personalidad del autor. Consecuente-
mente, delito es toda conducta típicamente antijurídica y culpable descrita por la Ley penal cuyo resul-
tado es la pena o las medidas preventivas o represivas. En cambio la tipicidad, es la adecuación de la
conducta del sujeto al tipo penal, es decir que el hecho se adecua al tipo.
Que, partiendo de estos conceptos, se tiene que la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Con-
troladas, es una ley especial, en ella están consignados los delitos y las penas en el Título III, que cons-
tituye la parte sustantiva de la ley, por ello no puede confundirse una conducta que se encuentra expre-
samente tipificada como delito, por otra del Código Penal, este es el caso del art. 76 de la citada Ley
1008 que establece que: "el cómplice de un delito relativo a sustancias controladas, será sancionado
con dos terceras partes de la pena imponible al autor"; esta norma debió ser aplicada a la conducta
de los imputados Germán Pablo Bautista y Alejandrina Ramos Vargas, y no el art. 23 del Código Pe-
nal, que sólo funciona en los delitos ordinarios previstos en el Código Punitivo.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, de conformidad al se-
gundo parágrafo del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO el Auto de Vis-
ta impugnado y determina que la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La
Paz, dicte nuevo fallo conforme a la doctrina legal establecida.
Para fines del art. 420 del Código Adjetivo citado, remítase copia del presente Auto Supremo, a to-
das las Cortes Superiores del país, para que por intermedio de sus Presidentes, ponga en conocimien-
to de los Jueces Penales de su Distrito.
RELATOR: Ministro Dr. Hector Sandoval Parada.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 19 de agosto de 2003".
Luego, a través de la doctrina legal aplicable contenida en el Auto Supremo N 5 597 de 27 de no-
viembre de 2003, aquel entendimiento respecto de la inexistencia de tentativa tratándose del deli-
to de transporte de substancias controladas, es reafirmado considerando que:
"...DOCTRINA LEGAL APLICABLE : Que los fallos pronunciados por Sala Penal de la Exce-
lentísima Corte Suprema, constituyen precedentes y son vinculantes y no son de ninguna manera fuen-
te productora del derecho penal, sino que traducen criterios de interpretación teleológicos del sentido
y alcance de la ley en un caso particular, jurisprudencia que sienta doctrina sobre alguna institución o
algún punto no claro de la norma, la misma que puede modificarse con una nueva doctrina sentada en
resoluciones posteriores. Es así que con relación al delito de transporte de sustancias controladas, con
la facultad conferida por la parte segunda del art. 420 del Código de Procedimiento Penal, se ha es-
tablecido una nueva doctrina a partir del A.S. No. 417 de 19 de agosto de 2003, la misma sostiene,
que el transporte de sustancias controladas de un lugar a otro, sin autorización legal, sin importar el
medio, se halla penado por ley y el delito queda consumado en el momento en que se descubra e in-
caute la droga, siendo indiferente si la sustancia controlada llegó o no a su destino ni la distancia re-
corrida, en consecuencia se aplica la teoría finalista del delito, en la que los medios empleados no
son tan importantes sino el fin que persigue el delito propiamente dicho. Por consiguiente será deli-
to consumado, cuando el agente realiza actos previos, como ser adquirir la droga, almacenar la mis-
ma, esconder, trasladar de un lugar a otro, en sí todos los actos ejecutivos precedentes, los cuales se
integran y se compenetran para formar un solo ente.
En cuanto a la pena que se ha de imponer sea esta principal o la accesoria, corresponde a tiempo
de fijar la misma, contemplar lo previsto en los arts. 37, 38, 39 y 40 del Código Penal, la misma que
por ninguna circunstancia debe superar el máximo previsto por ley para cada delito.

-267-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, de con-
formidad al segundo parágrafo del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO,
el Auto de Vista impugnado y determina que la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito
Judicial de La Paz, dicte nuevo fallo conforme a la doctrina legal establecida.
Para fines del art. 420 del Código de Procedimiento Penal, remítase copia del presente Auto Supre-
mo a todas las Salas Penales de las Cortes Superiores del país.
RELATOR: Ministro Dr. Héctor Sandoval Parada.
Regístrese y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 27 de noviembre de 2003".
Más adelante, el 20 de septiembre de 2004, a través de la doctrina legal aplicable contenida en el
Auto Supremo N" 528, la Corte ha mantenido ese entendimiento considerando que:
'...CONSIDERANDO: que del análisis del recurso de casación interpuesto por el Fiscal, se infie-
re que éste consideró como agravio el hecho de haberse condenado al imputado Michael Hernaldo Ve-
lásquez Rodríguez por el delito de tentativa de transporte de sustancias controladas previsto por el ar-
tículo 55 de la Ley 1008 con relación al artículo 8 del Código Penal sin que ese hecho hubiese sido par-
te integrante del requerimiento acusatorio y, se absuelve a Pedro Guillermo Espinoza Moyano y María
Isabel Ramírez Orellana pese a que estos tuvieron participación activa en el hecho, por cuanto Michael
Hernaldo Velásquez Rodriguez fue el que adquirió la droga en Cochabamba para trasladarla hasta la
ciudad de Oruro y los otros dos cooperaron en el hecho, así el primero facilitó su mochila para que Es-
pinoza colocara su ropa y María Isabel Ramírez Orellana fue la que adquirió los pasajes y llevaba el
dinero de los otros. Que los fundamentos del Auto de Vista recurrido contradice al Auto Supremo N°
315 de 13 de junio de 2003.
Que al respecto, es innegable que los fundamentos del Auto de Vista impugnado expuestos en la
parte considerativa y dispositiva, son contrarios al Auto Supremo N" 315 de fecha 13 de junio de 2003
y, sobre todo a la nueva corriente jurisprudencial sentada por la Corte Suprema en lo concerniente al
delito de transporte de sustancias controladas, por lo que corresponde establecer la doctrina legal apli-
cable.
DOCTRINA LEGAL APLICABLE: de acuerdo a la nueva corriente doctrinal el delito de transpor-
te de sustancias controladas previsto por el artículo 55 de la Ley del Régimen de la Coca y Sustan-
cias Controladas es de carácter formal y no de resultados. Por ello, el transporte de un lugar a otro
sin autorización legal por vía aérea, terrestre, lacustre u otro medio se halla penado por ley y queda
consumado en el momento en que se descubre e incauta la droga, siendo indiferente si la sustancia
controlada llegó o no a su destino ni la distancia recorrida, si de por medio existieron factores pre-
paratorios certeros e inequívocos, que marcaron la relación de causa a efecto. Por consiguiente, es
delito consumado cuando el agente realiza actos previos como adquirir la droga, almacenar la mis-
ma, esconderla, trasladarla de un lugar a otro, pues concentra en sí todos los actos ejecutivos prece-
dentes los cuales se integran y compenetran en aquél para formar un solo ente jurídico. Esta doctri-
na legal se halla sustentada por el Supremo Tribunal a partir del Auto Supremo N" 417 de fecha 19
de agosto de 2003, por lo que, al ser de carácter vinculante, es de aplicación obligatoria por todos los
jueces y tribunales del país... "

Ver en el mismo sentido, el Auto Supremo N's. 451 de 19 de agosto de 2004;

¿Cuáles son las consecuencias que acarrea el presupuesto de volúmenes


mayores de droga, tratándose de la Ley 1512 1008?

Partiendo de algunas consideraciones que; no dejan de ser importantes sobre la imprecisión y con-
tradicción que incurren varios de los tipos penales comprendidos en la Ley N" 1008, especialmen-
te los diferentes incisos del art. 33 con los tipos penales posteriormente descritos, a través del
Auto Supremo N' 594 de 26 de noviembre de 2003, la Corte otorga relevancia al denominado "pre-

-268-
Arturo Yañez Cortés

supuesto de volúmenes mayores de droga" como circunstancia agravante para las conductas re-
primidas por la Ley del régimen de coca y substancias controladas. Al respecto, la doctrina legal
afirma:
"..DOCTRINA LEGAL APLICADA: Bajo el hilo de esta reflexión es cierto que existen razones po-
derosas de carácter axiológicas y de organización social para que las normas sean precisas y desde
luego para que lo sean en la mayor de las medidas posibles; tal precisión tiene unos límites lógicos —la
precisión máxima comportaría la descripción exhaustiva de cada comportamiento prohibido individua-
lizado por su autor y por sus circunstancias- y desde luego unos costes de justicia que aumentan con la
especificación de los comportamientos.
Una norma rígida en exceso puede dejar fuera importantes atentados contra el bien jurídico pro-
tegido, que a diferencia de una norma más flexible, es capaz de cubrir a través de una razonable sub-
sunción judicial. Esto es lo que justifica que en materia de la Ley 1008, se admita la utilización de
conceptos indeterminados en los tipos penales, al punto de ser tolerable el margen de imprecisión,
siempre que los rasgos esenciales de la conducta prohibida y de la pena se expresen en la norma pe-
nal, de modo que las personas puedan desarrollar razonablemente su libertad sin miedo a penas sor-
presivas y puedan confiar en que las sanciones más graves puedan recaer sobre ellos, cuando el dé-
ficit de la norma adquiere dimensiones mayores que se traducen en detrimento de la salud de la po-
blación. Ahora bien, como la descripción indeterminada del art. 33 inc. m) de la L. N" 1008, involu-
cra a las demás conductas antijurídicas, entre ellas el transporte de sustancias controladas previsto
en el art. 55 de la Ley Especial, la circunstancia de la agravante contenida en el segundo periodo del
art. 48 de la Ley referida, enlazada a las especificadas en el numeral 2) del art. 38 del Código Penal,
no es ajena en su estimación para otros tipos penales, si de suyo está comprobada la existencia de vo-
lúmenes mayores en la siembra, fabricación, transporte, tráfico, comercialización y otros, tanto de
alcaloides en estado base o cristalizado como en el uso de precursores químicos.
La jurisprudencia del Supremo Tribunal ha seguido esta línea en materia sancionadora, cuando
concurre el presupuesto de "volúmenes mayores" de droga o sustancias controladas incautadas; de ahí
que la Doctrina Legal Aplicada no viene a ser sino una valiosa confirmación para que los jueces y tri-
bunales de la república la apliquen en forma obligatoria, en los términos dispuestos por el segundo pe-
riodo del art. 420 de la Ley Procesal Penal; máxime si el Tribunal de alzada a tiempo de pronunciar el
Auto de Vista de 13 de mayo de 2003 de fs. 179-187, objeto de impugnación por el Fiscal de Materia,
ha omitido aplicar la agravante contenida en las disposiciones legales arriba mencionadas.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación, en ejer-
cicio de la atribución 1" del art. 59 de la Ley de Organización Judicial y de acuerdo a la facultad con-
ferida por el segundo periodo del art. 419 del Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EFECTO
el Auto de Vista impugnado de fecha 10 de mayo de 2003 de fs. 179-187 (Cuerpo 1), sólo en cuanto a
la fijación de la pena impuesta a los imputados y, determina que la Sala Penal Primera de la Corte Su-
perior de Justicia del Distrito de Santa Cruz, dicte nuevo fallo con relación a la pena conforme a la
Doctrina Legal establecida y cumpliendo las normas legales extrañadas.
Coi, los razonamientos jurídicos y legales esgrimidos líneas arriba, se declaran INFUNDADOS
los recursos de casación interpuestos por los imputados a fs. 216-219 vlta., 225-226 vlta. y 227-228 vi-
ta., en conformidad a la segunda línea del segundo periodo del art. 419 de la Ley Procesal Penal.
Para fines del art. 420 del Código de Procedimiento Penal, remítase copia del presente Auto Supre-
mo a todas las Cortes Superiores del País, para que por intermedio de sus Presidentes, pongan en co-
nocimiento de las respectivas Salas Penales, Tribunales de Sentencia, Jueces de Sentencia y jueces de
garantía en materia penal.
RELATOR: Ministro Dr. Jaime Ampuero García.
Regístrese, hágase saber y devuélvase.
Fdo. Dr. Héctor Sandoval Parada
Dr. Jaime Ampuero García
Sucre, 26 de noviembre de 2003"

Además, éste Auto Supremo adquiere también relevancia cuando sí bien no a través de la doctrina
legal aplicable, reafirma la vigencia del principio acusatorio, cuando razona que: " Por regla ge-

-269-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

neral efectivamente el llamado principio acusatorio, tiene por finalidad asegurar la imparciali-
dad del Juez o Tribunal y, correctamente comprendido comporta, además de la separación de
las funciones de investigar y juzgar y su atribución a órganos diferentes, estas dos conse-
cuencias: 1). La supeditación del juicio oral, público y contradictorio, a la existencia de una
acusación formal por parte del Ministerio Público o del querellante; y 2). La vinculación de la
sentencia al hecho objeto de la acusación y a la persona del imputado..."

¿Cuáles son las figuras penales inmersas en el art. 204 del Código Penal?

La doctrina legal aplicable contenida en el Auto Supremo N' 289 de 29 de julio de 2002, conside-
ra que dentro del tipo penal del art. 204 del Código Penal (Ley N 2 1768 de 10 de marzo de 1997);
es decir, cheque en descubierto, la existencia de tres figuras penales dentro de un mismo tipo,
cuando sostiene que:

"...DOCTRINA LEGAL APLICABLE. Art. 204 del Código Penal. La lectura analítica de este ti-
po penal nos presenta tres definiciones que se traducen en tres figuras penales dentro de un mismo
tipo: En la primera parte se tiene que el giro de cheque en descubierto es un delito que no se consu-
ma con la acción sino que realizado el hecho da la oportunidad de librarse de la calificación delicti-
va si el girador paga dentro de las setenta y dos horas de haber recibido la notificación de insolven-
cia, reputándose como cumplimiento de cualesquier obligación civil; en caso de no pago se penaliza
la conducta. Las dos figuras restantes emergen del segundo acápite, cuando el cheque ha sido gira-
do sin estar autorizado para ello, y cuando es utilizado como instrumento de crédito o garantía; en
ambos casos, la conducta del sujeto que realiza estas operaciones esta penalizada al igual que en el
primer caso con pena privativa de libertad de uno a cuatro años de reclusión y multa de treinta a cien
días, con la diferencia que de probarse los dos últimos extremos los cheques son nulos de pleno de-
recho. La figura del cheque en descubierto, introducida al catálogo de delitos previstos en el Código
Penal, responde a una necesidad de fortalecer y proteger legalmente la confianza en el uso del cheque
como medio de pago que sustituye al dinero ahorrando problemas en su manejo. El cheque es un ins-
trumento de pago a la vista o a su presentación, y cuando se lo emite en descubierto se interpreta la
conducta como engaño o falsedad porque se escribe algo que no esta de acuerdo con la verdad y rea-
lidad. CONSIDERANDO.- Que, habiéndose determinado la existencia de contradicción entre lo re-
suelto por el Tribunal ad-quem y el precedente contradictorio invocado por el recurrente contenido en
el Auto Supremo N° 103 de 20 de mayo de 1982, de cuyo análisis emergió la necesidad de establecer
la doctrina aplicable para casos como el de autos, corresponde, en aplicación del art. 419 del Código
de Procedimiento Penal, dejar sin efecto el fallo impugnado. Que, siendo atribución del juzgador, con-
forme a los arts. 37, 38, 39 y 40 del Código Penal, determinar la mayor o menor sanción a aplicarse
en delitos con penas indeterminadas, la doctrina aplicable no es imperativa en el presente caso.
POR TANTO: La Sala Penal de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, de conformi-
dad al segundo parágrafo del art. 419 del nuevo Código de Procedimiento Penal, DEJA SIN EECTO
el Auto de Vista impugnado y determina que la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito
Judicial de Cochabamba, dicte nuevo fallo conforme a la doctrina legal establecida y las normas lega-
les previstas para el caso en concreto
Para fines del art. 420 del Código adjetivo citado, remítase copia del presente Auto Supremo, a to-
das las Cortes Superiores del país, para que por intermedio de su Presidente, ponga en conocimiento
de las Salas, Tribunales y Jueces en materia penal.
RELATOR: Ministro Dr. Jaime Ampuero García. Regístrese, hágase saber, cúmplase y devuélvase.
Fdo. Dr. Jaime Ampuero García
Dr. Carlos Tovar Gútzlaff
Dr. Héctor Sandoval Parada
Sucre, 30 de julio de 2002
Proveído.- Dr. Edgar Molina Aponte.- Secretario de Cámara.

-270-
CAPITULO DECIMO PRIMERO

EL MAL LLAMADO "RECURSO" DE REVISIÓN DE


SENTENCIAS CONDENATORIAS EJECUTORIADAS

11.1. BREVE NOTICIA HISTORICA


Citando a Tomás JOFRÉ, Ernesto RODRÍGUEZ ROSSI', los orígenes de este instituto están situados
también en la antigua Roma, cuando dice: "...la revisión, acto de valiosa garantía contra la fragili-
dad de los juicios romanos, era admitida hasta por las antiguas leyes de Roma...". Se refiere a la
"integrum restitutio"conocida también como "restitutio in integrum" aplicada a las sentencias y que
constituyó en su tiempo un remedio excepcional de impugnación, cuando no se podía hacer valer
otro u otros medios.
Otros autores, indican que procede del Code d'instruction Criminelle Francés de 1808 que fue in-
troducido en España mediante la Ley de 18 de junio de 1870 y luego a sus leyes de enjuiciamien-
to.
En nuestro país, el instituto aparece a partir del Código del Procedimiento Criminal de 1858, cu-
yos arts. 326 a 330 se refieren a las denominadas "De las Demandas de Revisión".
En esa época, las causales establecidas para el instituto consistían en las siguientes: a) cuando un
acusado hubiera sido condenado por un delito y otro lo hubiere sido por otra sentencia como au-
tor del mismo y sí las dos sentencias, siendo inconciliables, fueran prueba de la inocencia del uno
o del otro condenado, en cuyo caso la ejecución de ambas sentencias debía suspenderse, aun
cuando la petición de nulidad de una de ellas se hubiere rechazado; b) cuando después de una con-
denación de homicidio, el ministro de justicia enviare a la Corte piezas o documentos presentados
después de la condenación, capaces de dar bastantes indicios a cerca de la existencia de la per-
sona, cuya muerte hubiese dado lugar a la condenación; c) cuando después de la condenación de
un acusado, se pida el juicio de uno o muchos de los testigos por haber dado falso testimonio en
el proceso y si la acusación contra ellos es admitida, ó si solo se decreta su arresto, se suspen-
derá la ejecución de la sentencia de condenación, aún cuando la Corte Suprema hubiere rechaza-
do la petición del condenado. Luego, si finalmente los testigos resultaren condenados por falso tes-
timonio, el ministro de justicia de oficio o a instancia del condenado o del fiscal, debía encargar al
Fiscal de la Corte Suprema que denuncie el hecho ante éste tribunal.
En todos los casos, el tribunal encargado de conocer la considerada -adecuadamente- demanda de
revisión, era la Corte Suprema de Justicia, interviniendo tanto el Ministro de Justicia como el Fiscal
de la Corte Suprema.
11.2. GENERALIDADES
El mal llamado "recurso" de revisión se trata en esencia de una nueva acción impugnatoria o de-
manda contra la cosa juzgada fundamentada en razones de justicia, por la que se pretende la re-
visión del fallo por resultar incompatible con situaciones relevantes posteriormente descubiertas,
que demuestran su manifiesta injusticia.
Valentín CORTÉS DOMÍNGUEZ, citado por César SAN MARTÍN CASTRO' pone de relieve que la fun-
ción del tribunal de revisión no consiste en determinar si existe o no alguna causa o motivo que in-
valide la sentencia, sino sólo y exclusivamente si a la vista, fundamentalmente de circunstancias
que no han sido tenidas en cuenta por el juzgador, la sentencia debe rescindirse por ser esencial-
mente injusta.

1 RODRIGUEZ ROSSI, Ernesto en "Apelación a la Corte Suprema y Otras Posibilidades Recursivas", "EDIAR", Buenos Aires;
1969.
2 "Derecho Procesal Penal", Volumen II, Editorial Jurídica Grijley. Lima — Perú; 1999.

-271-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

La doctrina moderna es mayoritaria al considerarla como un medio impugnaticio autónomo, preci-


sando que no se trata de un recurso en sentido estricto, pues insiste en que aquel se concede con-
tra las sentencias firmes o ejecutoriadas, es decir que alcanzaron validez de cosa juzgada, a dife-
rencia de los recursos en sentido estricto en los que contrariamente, la condición indispensable ra-
dica precisamente en que no exista esa autoridad de cosa juzgada peculiar de la revisión.
Empero, existen también autores que están de acuerdo con la denominación de recurso, por ejem-
plo Ernesto RODRÍGUEZ ROSSI en su obra citada, que partiendo de la definición de recurso formu-
lada como el: "...modo de promover en juicio el contralor de la legalidad de la sentencia...", sin im-
portar la condición objetiva de la cosa juzgada de la sentencia, concluye que se trata de un verda-
dero recurso ya que por medio del mismo se realiza una función de control de la resolución en las
circunstancias que la ley determina y teniendo en cuenta el bien jurídico protegido como son la li-
bertad, el honor y la administración de justicia.
Según el español Juan Luis GOMEZ COLOMER, 3 su fundamento reside en un elemental sentido de
justicia, ya que se explica que el fin del proceso penal como medio para la fijación de la verdad
real, no tolera que el efecto preclusivo de la sentencia, al ganar firmeza, pueda prevalecer aún con-
tra esa verdad.
En el instituto que nos ocupa, cobra mayor importancia la clasificación realizada de los recursos
en resindentes y rescisorios. Los primeros consisten en la indagación por el grado competente
sobre la existencia de causas que justifiquen la revisión, es decir, el examen intrínseco de la cues-
tión, mientras que los rescisorios abren los recursos intrínsecamente llegando a dictar una nueva
sentencia.
11.3. JUSTIFICACION DOCTRINAL: COSA JUZGADA VERSUS JUSTICIA
Tradicionalmente, la cosa juzgada ha sido concebida como una situación o declaración jurídica te-
nida como incontrovertiblemente verdadera, toda vez que desde el punto de vista jurídico procesal
no existe ordinariamente ningún recurso contra la misma. Para el magistrado José Antonio RIVERA
SANTIBÁÑEZ,' la cosa juzgada es la autoridad y eficacia de una sentencia judicial toda vez que con-
tra no existen medios de impugnación que permitan modificarla; al extremo que antiguamente,
SCASSIA, acuñó el brocardo: "res iudicata facit de albo nigrum et de quadrato rotundum"
(la cosa juzgada hace de lo blanco negro, origina y crea las cosas; transforma lo cua-
drado en redondo; altera los lazos de sangre y cambia lo falso en verdadero). Empero,
esas concepciones han sido paulatinamente modificadas al influjo elemental del sentido de justicia,
especialmente en materia penal, por el cual de manera excepcional y en ciertas situaciones con-
cretas, la verdad establecida judicialmente no puede racionalmente sostenerse frente a situaciones
fácticas manifiestamente injustas, por ejemplo, el caso más radical pero el que mejor ilustra la ne-
cesidad de la institución, es cuando el considerado muerto por una sentencia está vivo, existiendo
una persona declarada culpable por ese hecho.
La doctrina contemporánea concibe a la cosa juzgada como un instituto de derecho procesal es-
tablecido en función de la seguridad jurídica para evitar el estado de incertidumbre que de no exis-
tir caracterizaría las relaciones sociales y jurídicas. Por ello, la paulatina introducción del instituto
de la revisión en las diferentes economías jurídicas contemporáneas, implica que se ha dejado de
lado la antigua concepción de la cosa juzgada como dogma inimpugnable e inmutable, admitiéndo-
se de manera excepcional que por elementales razones de justicia, ésta puede ser, primero impug-
nada y luego modificada.
Para ello, se ha recurrido a hacer hincapié en la tradicional distinción entre la cosa juzgada formal
de la material. Siguiendo a José Antonio RIVERA SANTIBÁÑEZ en su obra ya citada, se indica que
3 En "Introducción al Proceso Penal Español". Nuevo Foro Penal, abril — junio de 1985.
4 En "El Amparo Constitucional contra sentencias judiciales con autoridad de cosa juzgada. Una perspectiva del tema en Bo-
livia": "Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano". Edición 2003. Konrad Adenauer Stiftung, Montevideo — Uru-
guay, páginas 210 y siguientes.

-272-
Arturo Yañez Cortés

la cosa juzgada formal significa la imposibilidad de anular la sentencia por medio de los recur-
sos, ya porque la última instancia ha dicho la última palabra, ya porque ha transcurrido el tiempo
para interponerlos o porque se ha desistido o renunciado a ellos; mientras que la cosa juzgada
material significa que el fallo contenido en la sentencia es de tal suerte decisivo, que excluye to-
talmente cualquier nuevo examen del negocio y cualquier resolución nueva distinta sobre la misma
relación jurídica frente a los que han sido partes, sea por el mismo tribunal que dictó la primera o
por otro diferente; de manera que el fallo recaído no puede ser examinado en su exactitud de fon-
do por otro tribunal. Frente a esas posiciones en alguna medida extremas, el autor citado señala
que surgen posiciones moderadas que aconsejan que aquella necesidad de firmeza de un fallo ju-
dicial que reviste calidad de cosa juzgada, debe ceder, en determinadas condiciones —se entiende
excepcionales- ante la necesidad de que triunfe la verdad, remitiéndose a lo señalado por el maes-
tro uruguayo Eduardo COUTURE' en relación a que la razón natural aconseja que el escrúpulo de
la verdad sea más fuerte que el escrúpulo de certeza y que siempre, en presencia de una nueva
prueba o de un nuevo hecho fundamental antes desconocido, pudiera recorrerse de nuevo el ca-
mino andado para restablecer el imperio de la justicia.
Sí bien actualmente, la importancia de la cosa juzgada constituye un bien capital para el Estado De-
mocrático de Derecho, que entre otros bienes, está obligado a garantizar seguridad jurídica, por
lo que debe necesariamente existir un momento preciso en que se considere que el proceso penal
ha finalizado y por tanto, opere el principio de la prohibición de la persecución penal múltiple' por
el cual el Estado no puede ejercer nuevamente la persecución penal contra la persona que ya ha
sido juzgada por un hecho que revista identidad de sujeto, objeto y causa (ne bis in idem); empe-
ro, la doctrina contemporánea sobre nuestra materia admite ciertas excepciones, basadas en las
siguientes circunstancias:'
Cuando la valoración jurídica del caso ha cambiado en virtud del principio de retroactividad de
la ley penal más benigna;
Cuando la sentencia o resolución final -adviértase entonces que no necesariamente debe tra-
tarse de sentencia- se ha fundado en prueba falsa, o ha dejado de tener en cuenta prueba de-
terminante sobre el hecho, que sólo se conoció con posterioridad a la sentencia;
c) Cuando la resolución es producto de un órgano jurisdiccional inicuo o prevaricador.
11.4. PROCEDENCIA: ¿SOLO PARA EL CONDENADO O TAMBIEN PARA EL ABSUELTO?
Actualmente la doctrina discute si la revisión de cosa juzgada debe regir sólo a favor del imputado
o también en su contra. Sobre el tema, Alberto M. BINDER 8 diferencia dos casos: 1) sí el absuelto
no ocultó ni fraguó ninguna prueba, es decir el error judicial no se realizó por alguna acción u omi-
so imputable al sujeto absuelto, la resolución ejecutoriada debe mantener su condición de irrevisa-
bilidad; 2) cuando el imputado ha realizado algún acto de ocultación o falsificación de prueba, sos-
tiene que aún esa actividad debiera ser comprendida como parte integrante de su derecho de de-
fensa; es decir, el hecho de no presentar las pruebas que obran en su contra o incluso de haber
provocado por hechos ilícitos el resultado absolutorio, debiera caer dentro de su derecho de de-
fensa en relación con la imposibilidad de autoincriminación, por lo que cabría también descartar la
posibilidad de revisión; aunque, en mi criterio deberá también precisarse que sí bien la absolución
quedaría firme por la imposibilidad de revisar esa resolución, nada impide, que el sujeto pueda ser
objeto de una nueva acción penal -diferente- por esas acciones realizadas con motivo del anterior
proceso.

5 "Fundamentos del Derecho Procesal Civil", Editorial "Depalma", Buenos Aires, 1985; citado por José Antonio Rivera Santi-
báñez, página 215.
6 "Nadie será procesado ni condenado más de una vez por el mismo hecho, aunque se modifique su calificación o se ale-
guen nuevas circunstancias". (Art. 4 del NCPP y 8.4 Pacto de San José o Convención Americana).
7 BINDER BARZZIZA, Alberto M. "Introducción al Derecho Procesal Penal", 2' edición, AD-Hoc S.R.L., Buenos Aires; 1999.
8 Obra citada, páginas 304 y siguientes.

-273-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

César SAN MARTÍN, refiere que el Código Procesal Penal Peruano de 1991, siguiendo la pauta ger-
mana que admite la revisión tanto a favor como en contra del condenado, amplió la procedencia
del instituto también a favor de las sentencias absolutorias, lo que en criterio de GOMEZ ORBANE-
JA citado por el autor peruano, equivale a la desaparición de la cosa juzgada en el ámbito penal.
Sin embargo, se hace referencia a que fuera posible admitirla en el supuesto de falsedad documen-
tal relevante para la resolución o a causa de una testimonial o informe pericial falso o a causa de
prevaricación o cohecho de los jueces.
CORTÉS DOMÍNGUEZ, señala que permitir la revisión de las sentencias absolutorias como ocurre
con las condenatorias, sumirían a la administración de justicia en un enorme descrédito propician-
do una seguridad en sí mismo injusta, no siendo comparable al daño que sufre la sociedad al con-
denar a alguien inocente.
Lo que interesa es destacar la diferencia de tratamiento que la doctrina pone de relieve entre la ne-
cesariedad de revisión de una sentencia condenatoria y la imposibilidad de hacer lo mismo tratán-
dose de la absolutoria, arguyendo para el efecto motivos de seguridad jurídica y que del mal ejer-
cicio del jus puniendi estatal que acarrea la obligación que tiene su órgano acusador para destruir
el estado de inocencia del acusado, no puede hacerse responsable el imputado así haya sido in-
justamente absuelto.
En nuestro país, no cabe duda que a partir del principio contenido en la parte inicial del art. 421
del NCPP, ésta acción cabe sólo contra sentencias condenatorias ejecutoriadas, descartándose in-
dubitablemente la tesis opuesta, tal como sale del Auto Supremo N° 274 dictado por la Sala So-
cial y Administrativa de la Corte Suprema, cuya razón de la decisión, apunta:
"...del examen del recurso de revisión de sentencia planteado y de los antecedentes presentados, s<
establece que el recurso planteado no cumple con los requisitos de procedencia, de acuerdo a los as-
pectos legales siguientes: 1) la sentencia, cuya revisión se pretende, no es condenatoria como lo exige
la primera parte del art. 421 del Cód. de Pdto. Penal vigente, sino es absolutoria. 2) El impetrante no
se encuentra legitimado para interponer el presente recurso conforme lo dispone el art. 422 de la Ley
N" 1970, pues no reúne ninguna de las condiciones establecidas por la citada norma legal. POR TAN-
TO: La Sala Social y Administrativa de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, conociendo el caso
por excusa declarada legal de los Ministros que componen la Sala Penal, sin entrar en mayores consi-
deraciones de orden legal declara INADMISIBLE el recurso de revisión de sentencia, formulado por
Néstor Lizarazu Fernández. Regístrese y hágase saber. Fdo. Dr. Carlos Rocha Orozco. Dra. Virginia
Kolle Caso. Sucre, 9 de agosto de 2004"..
11.5. RECURSO VERSUS NUEVA ACCION O DEMANDA
La respuesta al problema se basa esencialmente en dilucidar sí el instituto en cuestión se trata
efectivamente de un recurso o más bien, -pese a la denominación que recibe en nuestro Código y
en muchos otros surgidos de la misma corriente- estando inmerso dentro del universo de los me-
dios impugnativos en general, se trata de una acción o demanda.
La doctrina reconoce la existencia de controversia en sentido que este mecanismo extraordinario
por el cual, por razones de justicia se ataca la validez de cosa juzgada de una sentencia, constitu-
ye en puridad un recurso o es una demanda o acción nueva, emergente de una anterior.
La posición ampliamente mayoritaria de la misma, se inclina a considerar la revisión extraordinaria
de sentencia condenatoria ejecutoriada, como una nueva demanda o acción, que sí bien no es un
recurso en sentido estricto, está considerado como un medio de impugnación en general.
Así, para CLARÍA OLMED0, 9 se trata de una: "demanda impugnativa extraordinaria y excepcional,
que procede por motivos taxativamente fijados", para atacar sentencias que alcanzaron validez de
cosa juzgada.

9 "Tratado de Derecho Procesal Penal", Buenos Aires; 1996.

-274-
Arturo Yañez Cortés

Julio B. MAIER m puntualiza en su estudio sobre una de las principales fuentes de nuestra nueva le-
gislación procesal boliviana, me refiero a la Ordenanza Procesal Alemana que este procedimiento
denominado "revisión del procedimiento" se encuentra previsto en un libro separado al de los re-
cursos, lo que demuestra que no lo considera como tal, aunque le aplica el régimen correspondien-
te a aquellos, puesto que participa de su naturaleza con la sola especialidad de que se dirige con-
tra la cosa juzgada y por ello constituye un remedio extraordinario.
A continuación, en el marco del tema general, se hace un análisis comparativo doctrinal de ambas
posiciones en función a sus principales características:
CUADRO COMPARATIVO N 2 11.1.

CARACTERISTICAS DE LOS RECURSOS Y DE LA NUEVA ACCION O DEMANDA


TRATANDOSE DE LA REVISION DE SENTENCIAS CONDENATORIAS EJECUTORIADAS

RECURSO EN SENTIDO ESTRICTO NUEVA ACCION O DEMANDA IMPUGNATICIA

Está siempre dirigido a revisar decisio- Pretende revisar una sentencia condenatoria que alcanzó validez de cosa
nes que aún no alcanzaron validez de juzgada
cosa juzgada

Debe interponerse dentro de plazo fatal Puede ser interpuesto en todo tiempo, es decir, no existe un plazo fatal
concedido para ese efecto para ese efecto

Sólo puede ser interpuesto por quien te- Puede ser interpuesto por el condenado, así como sus familiares, herede-
niendo estatus de parte, se encuentra ros e incluso otros organismos (Ej: Ministerio Público, Defensoría del Pue-
legitimado por haber sufrido un agravio blo o Juez de Ejecución); que no necesariamente tuvieron estatus de par-
por la resolución te durante el proceso

Busca provocar un nuevo examen de la Pretende un nuevo examen de la resolución, pero a través de un nuevo pro-
resolución dentro del mismo proceso ceso o acción diferente del principal

La eficacia del recurso depende de vi- Depende de vicios denunciados con referencia a situaciones de hecho
cios referidos a una situación fáctica o producidas o conocidas de forma SOBREVINIENTE a la resolución, no sien-
norma jurídica ANTERIOR a la resolución do procedente por vicios o errores jurídicos, pues no necesariamente to-
recurrida da condena errada es revisable

No está en función del contenido mate- Está en función al contenido material del fallo, pues sólo procede contra
rial del fallo recurrido sentencia de naturaleza CONDENATORIA EJECUTORIADA

Sí es procedente, no surge la indemni- Pretende también la indemnización de la parte


zación

Fuente: elaboración propia, a partir de investigación doctrinal

11.6. PRINCIPIOS DOCTRINALES APLICABLES

Con referencia al tema estrictamente procedimental, resaltan estos dos principios generales adver-
tidos por la doctrina que, a diferencia del antiguo CPP, se encuentran contemplados en el NCPP a
través de sus arts. 421 incs. 5 y 6) y 425.

• Siempre se debe juzgar el caso conforme a la Ley más benigna o en función del denomina-
do principio de favorabilidad, lo que es aplicable tanto a las causales de procedencia como
al trámite de reenvío que podría resultar de la revisión; y

10 "La Ordenanza Procesal Alemana". Ediciones "Depalma"; Buenos Aires, 1998.

-275-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

• La vigencia del principio de prohibición de reforma en perjuicio, por el cual, el fallo de


proceso de reenvío no podrá ser más grave que el del proceso anulado, lo que ha sido expre-
samente previsto en la última parte del art. 425 de la Ley N' 1970."
Por otra parte, con referencia a la legislación boliviana, es atinente también considerar que la dis-
posición primera (causas en trámite) de las disposiciones transitorias de la parte final del NCPP,
establece que las causas en trámite, es decir, que no hayan sido concluidas aún, continuarán ri-
giéndose por el Código de Procedimiento penal anterior, debiendo ser concluidas - según la dispo-
sición tercera -, hasta el plazo máximo del 31 de mayo de 2004. Vencido ese plazo, acaba la ul-
tractividad del anterior CPP y no se podrá plantear ningún recurso de revisión extraordinaria de sen-
tencia sobre la base al antiguo CPP, pese a que doctrinalmente se concede al condenado o sus fa-
miliares, ese derecho en todo tiempo, es decir, no esta sujeto a ningún plazo.
11.7. MOTIVOS DE REVISION ACEPTADOS POR LA DOCTRINA CONTEMPORANEA
La doctrina contemporánea agrupa los motivos de revisión de la sentencia condenatoria ejecuto-
riada, en dos grandes grupos:
Revisión propter falsa o ex capite falsi: se refiere a la revisión por hechos falsos, es decir,
en virtud de conductas antijurídicas que influyeron causal, indirecta o directamente en la reso-
lución revisada, falseando su premisa de hecho;
Revisión propter nova o ex capite novorum; es decir, por hechos nuevos, cuando por cual-
quier hecho o medio de prueba posterior a la terminación del pleito se evidencie la equivoca-
ción del fallo, bastando que le hecho no haya figurado en la causa, y por tanto, que no haya si-
do tenido en cuenta por el juzgador.
Como se advierte del estudio de la jurisprudencia de nuestra Corte Suprema, los anteriores presu-
puestos doctrinales han sido precisados en la realidad cotidiana. Por ejemplo, a través del Auto Su-
premo de la Sala Penal N' 101 de 12 de febrero de 2003, se señala:
"...que, doctrinalmente, la revisión de sentencia penal ejecutoriada encuentra fundamento cuando
-entre otros motivos- los fallos dictados no han considerado prueba determinante sobre el hecho juz-
gado debido a que fue conocida con posterioridad a la sentencia (revisión propter nova o ex capite
novorum. Es decir, no toda condena equivocada es revisable, sino solamente aquella que ha sido An-
dada en información falsa o ha sido dictada sin haber considerado información de características lo
suficientemente relevantes que, en caso de haber sido conocida durante el proceso, hubiera cambiado
rotundamente su resultado".

Lo contrario, implicará que cualquier prueba nueva -un certificado de antecedentes de reciente da-
ta por ejemplo- que no reúne la calidad de relevante, justificaría por sí misma la revisión del fallo,
lo que como se ha visto, no hace a la esencia del instituto.
11.8. LEGISLACION COMPARADA
Pese al acuerdo doctrinal sobre la verdadera naturaleza de la revisión como demanda nueva y no
recurso en sentido estricto, todavía la mayoría de los CCPPP mantienen el instituto dentro de sus
sistemas de recursos, a excepción del Código Procesal Penal Modelo para Latinoamérica,
que adecuadamente lo consigna dentro del libro de Impugnaciones (arts. 332 a 370) diferencian-
do claramente entre las mismas a los recursos de reposición (arts. 336 - 337) y de casación (arts.
338- 358) y luego a continuación la denominada simplemente revisión (arts. 359 a 370) sujeta a
la siguiente regulación: procede contra las sentencias firmes, sin limitación temporal y sólo en fa-
vor del condenado o incluso de aquel a quien se le hubiera impuesto una medida de seguridad y
corrección.

11 "Art. 425. (Nuevo Juicio) (..) El fallo que se dicte en el nuevo juicio no podrá contener una sanción más grave que la impues-
ta en la primera sentencia".

-276
Arturo Yañez Cortés

Sólo procederá en disfavor del imputado, contra el sobreseimiento (absolución anticipada) o la sen-
tencia absolutoria fundados en la extinción de la persecución penal por muerte del imputado, cuan-
do se sostenga que él vive. En ese caso, comprobada la falsedad de la declaración o registro, se
revocará la decisión anterior, y el procedimiento se reiniciará, según su estado.
Podrán promover la revisión en favor del imputado: 1) el condenado o aquel a quien se le hubiera
aplicado una medida de seguridad y corrección, aun cuando ellas hubieren sido ejecutadas total o
parcialmente; si es incapaz, sus representantes legales; y si ha fallecido, su cónyuge, sus ascen-
dientes, descendientes o hermanos; 2) El Ministerio Público; 3) El tribunal de ejecución;
Con referencia a los motivos o causales, el CPP Modelo propone un principio general en sentido
que procederá cuando nuevos hechos, o elementos de prueba, por sí solos o en conexión con los
medios de prueba ya examinados en el procedimiento, sean idóneos para fundar la absolución del
condenado o una condena menos grave, por aplicación de un precepto penal más benigno, u otra
decisión sobre una medida de seguridad y corrección, esencialmente diversa de la anterior; seña-
lando luego, los denominados "motivos especiales de revisión", que son: 1) la presentación des-
pués de la sentencia, de documentos decisivos ignorados, extraviados o que no se los hubiere in-
corporado al procedimiento; 2) la demostración de que un elemento de prueba decisivo, aprecia-
do en la sentencia, carece del valor probatorio asignado, por falsedad, invalidez, adulteración o fal-
sificación; 3) la demostración de que en sentencia ha participado un juez que ha cometido, en re-
lación a la causa, una grave infracción a sus deberes, amenazada con pena o con exclusión del
cargo, aunque fuere imposible proceder por una circunstancia sobreviniente y siempre que en la in-
fracción no haya participado el mismo condenado; 4) la anulación o revisión firme de una senten-
cia judicial en la cual se fundaba la sentencia penal; 5) la aplicación retroactiva de una ley penal
más benigna que la aplicada en la sentencia.
Deberá ser promovida por escrito ante el Tribunal de Casación o la Corte Suprema, según los ca-
sos, con la referencia concreta de los motivos en que se funda y de las disposiciones legales apli-
cables, debiéndose acompañar, en el mismo momento, toda la prueba documental que se invoca
o indicar el lugar o archivo donde ella está.
Cuando la demostración del motivo que sustenta la revisión no surge de una sentencia judicial irre-
vocable, el recurrente deberá indicar todos los medios de prueba que acrediten la verdad de sus
afirmaciones.
Su interposición no suspenderá la ejecución de la sentencia. Sin embargo, en cualquier momento
del trámite, el tribunal competente podrá suspender la ejecución de la sentencia recurrida y dispo-
ner la libertad del imputado, incluso aplicando, si correspondiere, una medida de coerción.
Con referencia al trámite y admisibilidad, encarga al tribunal competente decidir sobre su proce-
dencia, aunque podrá, si el caso lo permite, otorgar un plazo al impugnante para que complete los
requisitos faltantes. Inmediatamente después de admitida la impugnación, el tribunal dará interven-
ción al ministerio público o al condenado, según el caso, y dispondrá, si fuere necesario, la recep-
ción de los medios de prueba que ofreció el recurrente o que crea útiles para la averiguación de la
verdad. Concluida la instrucción se designará una audiencia para que se expidan quienes intervie-
nen en la revisión, pudiendo ellos acompañar notas escritas que funden su petición. El tribunal, al
pronunciarse sobre la revisión, la rechazará o anulará la sentencia. Si anula la sentencia, remitirá a
nuevo juicio cuando el caso lo requiera, o pronunciará directamente la sentencia definitiva. El nue-
vo juicio será tramitado conforme a las reglas respectivas. El ofrecimiento de prueba y la senten-
cia no podrán fundarse en una nueva apreciación de los mismos hechos del proceso, con indepen-
dencia de los motivos que tornaron admisibles la revisión.
La sentencia ordenará, según el caso, la libertad del imputado, la restitución total o parcial de la
suma de dinero pagada en concepto de multa, la cesación de la inhabilitación, la medida de segu-
ridad y corrección que corresponda o practicará un nuevo cómputo. También podrá pronunciarse,

-277-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

a instancia, sobre la indemnización y la reparación sólo se podrá conceder al condenado o, des-


pués de su muerte, a los herederos forzosos que lo solicitaren.
Finalmente, establece que ni el rechazo de la revisión, ni la sentencia confirmatoria de la anterior,
perjudicarán la facultad de peticionar nuevamente la revisión, fundada en elementos distintos; pe-
ro las costas de una revisión rechazada estarán siempre a cargo de quien la interponga, salvo el
caso del ministerio público.
De la misma manera, el CPP de Costa Rica que adecuadamente no lo ha incluido dentro de su
sistema de recursos, denominándolo además expresamente como: "Procedimiento para la Revisión
de la Sentencia". Puntualiza también que procederá contra las sentencias firmes y en favor del con-
denado o de aquel a quien se le haya impuesto una medida de seguridad y corrección.
Los motivos de procedencia que contempla ésta norma son los siguientes: a) Cuando los hechos
tenidos como fundamento de la condena resulten inconciliables con los establecidos por otra sen-
tencia penal firme; b) Cuando la sentencia se haya fundado en prueba falsa; c) Si la sentencia con-
denatoria ha sido pronunciada a consecuencia de prevaricato, cohecho, violencia o cualquier otro
delito o maquinación fraudulenta, cuya existencia se hubiera declarado en fallo posterior firme sal-
vo que se trate de alguno de los casos previstos en el inciso siguiente; d) Cuando se demuestre
que la sentencia es ilegítima como consecuencia directa de una grave infracción a sus deberes co-
metida por un juez, aunque sea imposible proceder por una circunstancia sobreviviente; e) Cuando
después de la condena sobrevengan o se descubran nuevos hechos o nuevos elementos de prue-
ba que solos o unidos a los ya examinados en el proceso, evidencien que el hecho no existió, que
el condenado no lo cometió o que el hecho cometido encuadra en una norma más favorable; f)
Cuando una ley posterior declare que no es punible el hecho que antes se consideraba como tal o
cuando la ley que sirvió de base a la condenatoria haya sido declarada inconstitucional; g) Cuando
la sentencia no ha sido dictada mediante el debido proceso u oportunidad de defensa. La revisión
procederá aun en los casos, en que la pena o medida de seguridad hayan sido ejecutadas o se en-
cuentren extinguidas.
Son sujetos legitimados para promover la revisión: a) El condenado o aquel a quien se le ha apli-
cado una medida de seguridad y corrección; si es incapaz, sus representantes legales; b) El cón-
yuge, el conviviente con por lo menos dos años de vida común, los ascendientes, descendientes
o hermanos, si el condenado ha fallecido; y c) El Ministerio Público.
Con referencia a las formalidades exigidas para su admisibilidad, la legislación costarricense exige
al igual que la nuestra, que sea interpuesta por escrito, ante el tribunal de casación penal corres-
pondiente, conteniendo, bajo pena de inadmisibilidad, la concreta referencia de los motivos en que
se basa y las disposiciones legales aplicables. Se acompañará, además, la prueba documental que
se invoca, indicando, en su caso, el lugar o archivo donde ella está.Asimismo, deberán ofrecerse
los elementos de prueba que acreditan la causal de revisión que se invoca.
De manera mucho más clara que en nuestro caso -que tuvo que precisarse jurisprudencialmente-
la legislación analizada prevé que cuando la demanda haya sido presentada fuera de las hipótesis
que la autorizan, sin observar las formalidades establecidas, o resultara manifiestamente infunda-
da, el tribunal, de oficio, declarará su inadmisibilidad; aunque -también otorga la posibilidad no con-
templada en nuestra legislación- de subsanarla, cuando se trate de errores formales.
La legislación examinada precisa además que no será será admisible plantear, por la vía de revi-
sión, asuntos que ya fueron discutidos y resueltos en casación, salvo que se fundamenten en nue-
vas razones o nuevos elementos de prueba. Finalmente, el trámite y los efectos son similares al
nuestro.
En sentido contrario, al igual que nuestro NCPP, otros Códigos Procesales Penales emergentes del
movimiento reformista latinoamericano han mantenido el instituto que nos ocupa dentro de su acá-
pite referido a los recursos en general.

-278-
Arturo Yañez Cortés

Así, el Código de Procedimiento Penal del Ecuador de 2000, dentro de la denominada "Eta-
pa de impugnación" (arts. 324 a 368) contiene los capítulos referidos a reglas generales, recurso
de nulidad, recurso de apelación, recurso de casación y, por último, recurso de revisión, que po-
drá interponerse en cualquier tiempo, después de ejecutoriada la sentencia condenatoria y en los
causas siguientes: 1. Si se comprueba la existencia de la persona que se creía muerta. 2 Si exis-
ten, simultáneamente, dos sentencias condenatorias sobre un mismo delito contra diversas perso-
nas, sentencias que, por ser contradictorias revelen que una de ellas está errada. 3. Si la senten-
cia se ha dictado en virtud de documentos o testigos falsos o de informes periciales maliciosos o
errados. 4. Cuando se demostrare que el sentenciado es responsable del delito que se lo conde-
nó. 5. Cuando se haya promulgado una ley posterior más benigna, y 6. Cuando no se hubiere com-
probado conforme a derecho, la existencia del delito a que se refiere la sentencia. La legislación
examinada puntualiza que en excepto en éste último caso, es necesario presentar nuevas pruebas
que demuestren el error de hecho de la sentencia impugnada.
El recurso es de competencia de la Corte Suprema de Justicia, que pondrá en conocimiento de las
partes el proceso, abrirá término de prueba de 10 días, luego el Ministro Fiscal General emitirá su
dictamen y se convocará a una audiencia de alegación. Finalmente, se dictará sentencia. Ni el re-
chazo de la revisión, ni la sentencia confirmatoria de la anterior, impedirá que pueda promoverse
una nueva revisión, pero fundamentada en causa diferente. No contiene ninguna disposición sobre
la prohibición de reforma en perjuicio ni dispone la publicación de la nueva sentencia.
El Código Procesal de Paraguay de 1998, mantiene también dentro del capítulo general de re-
cursos, al denominado "Recurso de revisión" que procede contra la sentencia firme, en todo tiem-
po y -lo señala expresamente- únicamente a favor del imputado, en los siguientes casos: 1) cuan-
do los hechos tenidos como fundamento de la sentencia resulten incompatibles con los estableci-
dos por otra sentencia penal firme; 2) cuando la sentencia se haya fundado en prueba documental
o testimonial cuya falsedad se haya declarado en fallo posterior firme o resulte evidente aunque no
exista procedimiento posterior; 3) cuando la sentencia condenatoria haya sido pronunciada a con-
secuencia de prevaricato, cohecho, violencia u otra argumentación fraudulenta, cuya existencia se
haya declarado en fallo posterior firme; 4) cuando después de la sentencia sobrevengan hechos
nuevos o elementos de prueba que solos o unidos a los ya examinados en el procedimiento, ha-
gan evidente que el hecho no existió, que el imputado no lo cometió o que el hecho cometido no
es punible o corresponda aplicar una norma más favorable, o 5) cuando corresponda aplicar una
ley más benigna, o una amnistía, o se produzca un cambio en la jurisprudencia de la Corte Supre-
ma de Justicia que favorezca al condenado.
De manera similar al nuestro, siendo la Corte Suprema de Justicia competente para conocer el trá-
mite, ésta podrá disponer todas las indagaciones y diligencias que considere útiles; producir prue-
ba, incluso de oficio; pudiendo finalmente anular la sentencia pronunciando nuevo fallo cuando re-
sulte absolución o extinción de la acción o la pena o sea evidente que no es necesario un nuevo
juicio; o disponer nuevo juicio o reenvío a cargo de otros jueces y sujeto a la prohibición de refor-
ma en perjuicio. También establece la indemnización en favor del condenado o sus herederos y fi-
nalmente, que el rechazo del recurso, no impedirá la interposición de uno nuevo fundado en moti-
vos distintos.
De igual manera, su art. 480 precisa que para el trámite y resolución del recurso, serán aplicables,
analógicamente, las disposiciones relativas al recurso de apelación de sentencia, salvo en lo rela-
tivo al plazo para resolver.
Finalmente, el más reciente, el Código Procesal del Perú (29 de julio de 2004) aunque incluye
el instituto dentro del capítulo de impugnaciones, lo denomina acertadamente "acción de revisión",
diferenciándolo entonces de los diferentes recursos ya estudiados.
Procede sin limitación temporal y sólo a favor del condenado, según los siguientes casos: 1) Cuan-
do después de una sentencia se dictara otra que impone pena o medida de seguridad por el mis-

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

mo delito a persona distinta de la primera sancionada y no pudiendo conciliarse ambas, resulte de


su contradicción la prueba de la inocencia de alguno de los condenados; 2) cuando la sentencia se
haya pronunciado contra otra precedente que tenga la calidad de cosa juzgada; 3) si se demues-
tra que un elemento de prueba, apreciado como decisivo en la sentencia, carece de valor proba-
torio que se asignara por falsedad, invalidez, adulteración o falsificación; 4) si con posterioridad se
descubren hechos o medios de prueba, no conocidos durante el proceso, que solos o en conexión
con las pruebas anteriormente apreciadas sean capaces de demostrar la inocencia del condena-
do; 5) cuando se demuestre, mediante decisión firme, que la sentencia fue determinada exclusiva-
mente por un delito cometido por el juez o grave amenaza contra su persona o familiares, siem-
pre que en los hechos no haya intervenido el condenado; 6) cuando la norma que sustentó la sen-
tencia hubiera sido declarada inconstitucional por el Tribunal Constitucional o inaplicable en un ca-
so concreto por la Corte Suprema.
Se encuentran legitimados para interponer la acción: a) el Fiscal Supremo en lo penal; b) el conde-
nado. Si fuere incapaz por su representante legal; si hubiere fallecido o estuviere imposibilitado,
por su cónyuge, ascendientes o descendientes.
La presentación de la demanda no suspende la ejecución de la sentencia. En caso de hallar funda-
da la acción, se podrá pronunciar directamente la sentencia absolutoria o remitir a nuevo juicio. Si
se la deniega, no impide al condenado presentar una nueva demanda de revisión, siempre que se
funde en otros hechos o pruebas.
11.9. REGULACION EN NUESTRO NCPP
11.9.1. De su procedencia
Nuestra nueva legislación establece que el impropiamente denominado recurso de revisión de las
sentencias condenatorias ejecutoriadas, procederá en todo tiempo y en favor del condenado; lo
que implica descartar completamente la posibilidad de deducir la demanda contra una sentencia
absolutoria, lo que como se ha visto, ya ha sido precisado jurisprudencialmente a través del Auto
Supremo N 2 274 de 9 de agosto de 2004, dictado por la Sala Social.
Adviértase también que a diferencia de algunos casos de la legislación comparada que se señalan
luego, en éste punto, nuestro NCPP hace un tratamiento genérico de la procedencia, usando el tér-
mino "sentencia condenatoria ejecutoriada" a diferencia de otros, como el de Costa Rica, en el que
aparece la puntualización expresa, sobre la procedencia de la revisión, tratándose también de la
imposición de una medida de seguridad.
En nuestro caso, a partir de la redacción de los arts. 25 y siguientes de nuestro actual Código Pe-
nal que establece que la sanción comprende tanto las penas como las medidas de seguridad, lue-
go la enumeración que hace de las penas principales y accesorias el art. 26 y finalmente, la clasi-
ficación de las penas privativas de libertad contenido en el art. 27 y teniendo en consideración que
en virtud al principio constitucional del juicio previo, cualquier sanción debe ser impuesta necesa-
riamente —luego del proceso respectivo- a través de una sentencia condenatoria; puedo deducir
que la revisión de sentencia condenatoria ejecutoriada, implica la posibilidad de revisar cualquier ti-
po de pena.
11.9.2. De las causales o motivos a ser argüidos y demostrados
Las causales o motivos que deben ser demostrados en la demanda de revisión que reconoce
nuestra nueva legislación procesal, son las siguientes:
1) Cuando los hechos tenidos como fundamento de la sentencia resulten incompatibles con los
establecidos por otra sentencia penal ejecutoriada. En éste caso, para que la acción sea admi-
tida es imprescindible que el actor presente copia legalizada o testimonio de la sentencia que
demuestre fehacientemente la incompatibilidad de ésta nueva sentencia con la que invoca sea

-280-
Arturo Yañez Cortés

revisada, además, claro está, de acreditar su ejecutoria. En ese sentido, puedo señalar el AS
N' 68 de 9 de febrero de 2004, en el que el Tribunal razonó que:
"Que, al haberse apoyado el recurso deducido en el inc. 19 del art. 421 antes mencionado Códi-
go, correspondía a la recurrente adjuntar como prueba y como precedente, la otra sentencia penal
ejecutoriada, mediante la cual se demuestre que los fundamentos de la sentencia impugnada resul-
tan incompatibles con dicho fallo..."

Cuando la sentencia impugnada se funde en prueba cuya falsedad se declaró en fallo posterior
ejecutoriado; al igual que el anterior caso, la causal habrá que ser acreditada fehacientemente
a través de otra sentencia ejecutoriada.
Cuando la sentencia condenatoria haya sido pronunciada a consecuencia de delitos propios de
la función judicial cuya existencia se haya declarado en fallo posterior ejecutoriado.
En este caso, deberá acompañarse la resolución ejecutoriada que demuestre la comisión de algu-
no de los delitos contemplados en el Título III, Capítulo I del Libro II del Código Penal.
Debo puntualizar que en mi criterio, la referencia que contiene ésta causal en sentido de "delitos
propios de la función judicial" es demasiado amplia, toda vez que sí entendemos que se refiere a
los "Delitos contra la función Judicial" comprendidos entre los arts. (arts. 166 a 179 bis), se dedu-
ce que no necesariamente todos los tipos penales comprendidos en ese rubro, podrían justificar la
procedencia de la causal, ya que si bien es indudable que la causal estaría justificada ante una sen-
tencia de prevaricato, falso testimonio, acusación y denuncia falsa, soborno, cohecho pasivo del
juez, simulación de delito o autocalumnia por ejemplo; no es menos cierto que tratándose de los
delitos de encubrimiento, receptación, negativa o retardo de justicia, desobediencia judicial o de-
sobediencia a resoluciones en procesos de hábeas corpus y amparo constitucional, entre otros, es
obvio que la causal no se daría por justificada.
Cuando después de la sentencia sobrevengan hechos nuevos, se descubran hechos preexis-
tentes o existan elementos de prueba que demuestren:
Que el hecho no fue cometido,
Que el condenado no fue autor o partícipe de la comisión del delito, o,
Que el hecho no sea punible.
Como se advertirá, éste inciso contiene -a partir del principio general contenido al inicio- tres hipó-
tesis claramente diferenciadas que en consecuencia, deben ser independientemente invocadas se-
ñalando en cuál o cuales de los incisos se apoya la demanda. Además, debe presentarse la prue-
ba directamente relacionada con las causales o motivos invocados.
Del análisis de las revisiones presentadas desde la vigencia plena del NCPP puede fácilmente co-
legirse que éste inciso es el que con mayor frecuencia recurren los interesados, aunque, como los
ejemplos jurisprudenciales enseñan, suele cometerse el error —que genera la inadmisibilidad- de se-
ñalar genéricamente el inciso 4 2) del art. 421, sin precisar el inciso pertinente.
Al respecto, puedo identificar al Auto Supremo N 2 42 de 22 de enero de 2004 dictado por la Sala
Penal que, para declarar inadmisible la demanda de revisión consideró entre otros argumentos, que
no es suficiente la simple mención de la causal 4 2 del art. 421 de la Ley N 2 1970, sino es necesa-
rio dar aplicación al texto legal que regula el trámite.
5) Cuando corresponda aplicar retroactivamente una ley penal más benigna. En este caso, en mi
criterio, la discusión se remite esencialmente a la favorabilidad o benignidad de la nueva nor-
ma. Sobre éste argumento, al final del presente capítulo se ha insertado un acápite respecto
de una decisión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos referida a una petición
apoyada en la mencionada causal y la negación de la benignidad del art. 133 del Código Penal
actual (Ley N 2 1768 de 10 de marzo de 1997), en comparación con el anterior (Decreto Ley
N9 10426 de 23 de agosto de 1972).

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

6) Cuando una sentencia del Tribunal Constitucional tenga efecto derogatorio sobre el tipo o nor-
ma penal que fundó la condena. En el caso, habría que presentar copia legalizada de la Sen-
tencia Constitucional que con los alcances del art. 58-II de la Ley N' 1836 del Tribunal Consti-
tucional, que derogó el tipo penal que se trate. Adviértase de la redacción del inciso, que se
encuentra fundado en la derogatoria de una norma penal material y no de una norma substan-
cial o procesal.
11.9.3. De los sujetos legitimados
Se encuentran legitimados para interponer el recurso:

El condenado o su defensor. Si el condenado es incapaz, sus representantes legales;


El cónyuge, conviviente o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de
afinidad, o por adopción, si el condenado ha fallecido;
La Fiscalía y el juez de ejecución penal; y,
El Defensor del Pueblo.

Adviértase, a diferencia de los otros regímenes sobre el instituto en la legislación comparada que,
nuestro CPP es el único que atribuye legitimación activa al Defensor del Pueblo para plantear de-
mandas de revisión extraordinaria de sentencia, aunque, hasta el presente, jamás ha presentado
ante la Corte Suprema de Justicia alguna demanda de esa naturaleza.

11.9.4. Del procedimiento


Con referencia al procedimiento, la norma exige interponerlo por escrito, acompañando la prueba
correspondiente, debiendo contener, bajo pena de inadmisibilidad: a) la concreta referencia de los
motivos en que se funda; b) las disposiciones legales aplicables, además de claro está, c) la prue-
ba que debe estar relacionada con los motivos en que se apoya. Ese entendimiento, surge nítida-
mente de la abundante jurisprudencia transcrita a lo largo del presente capítulo, lo que me exime
en la oportunidad de hacer mayores comentarios sobre las condiciones de admisibilidad.
El tribunal podrá disponer todas las indagaciones y diligencias que considere útiles y delegar su
ejecución en alguno de sus miembros. También podrá producir prueba de oficio en la audiencia.
La norma establece que para el trámite del recurso de revisión regirán las reglas de la apelación
restringida (arts. 407 — 415 del NCPP), en cuanto éstas sean aplicables. Esta disposición es bas-
tante imprecisa, lo que ha generado en la práctica su falta de uso, aunque, lo que la Corte ha res-
catado de aquellas normas en el trámite de revisión una vez declarada su admisibilidad, ha sido de
alguna manera los arts. 409 y 412, cuando habiendo el recurso sido admitido, es puesto en cono-
cimiento de las otras partes y en ciertos casos justificados —en los que se requiera recibir decla-
raciones o producir algunas otras pruebas- se ha convocado y celebrado una audiencia pública.
11.9.5. De la forma de resolución
Respecto de la forma de resolución, el art. 424 del NCPP establece que el tribunal resolverá el re-
curso: 1) rechazándolo cuando sea improcedente; y 2) anulando la sentencia impugnada, en cuyo
caso dictará la sentencia que corresponda o dispondrá la realización de un nuevo juicio. Si dispo-
ne la realización de un nuevo juicio, no podrán intervenir los mismos jueces que dictaron la senten-
cia, ésta, no podrá fundarse en una nueva valoración de la prueba que dio lugar a la sentencia anu-
lada y el nuevo fallo no podrá contener una sanción más grave que la impuesta en la primera sen-
tencia; es decir, la nueva resolución queda sujeta a la prohibición de reforma en perjuicio, en su
concepción más amplia.
Sobre el trámite y la forma de resolución, en el primer momento de vigencia plena del NCPP, las
diferentes Salas de la Corte no asumieron una posición uniforme toda vez que en ciertos casos, el
recurso era declarado inadmisible en base a consideraciones de fondo que no necesariamente se
referían a las condiciones de admisibilidad contenidas en el art. 423 del NCPP. Posteriormente, con

-282-
Arturo Yañez Cortés

la llegada de más recursos, la actuación de las diversas Salas se ha uniformado, por lo que aho-
ra, primero se analiza las condiciones de admisibilidad y luego, sí ha superado ésta etapa previa y
desarrollado el trámite, la resolución final o sentencia, analiza los argumentos de fondo de la revi-
sión para fallar en una de las dos maneras previstas en el mencionado art. 424 del NCPP (ver es-
quema al final del presente capítulo).
11.9.6. Efectos de la sentencia
Cuando la sentencia sea absolutoria o declare la extinción de la pena, se ordenará la inmediata li-
bertad del injustamente condenado, la rehabilitación plena del injustamente inhabilitado, el pago de
la indemnización y/o la devolución de la cantidad pagada en concepto de pena pecuniaria y los ob-
jetos confiscados.

Sí la sentencia sólo disminuye el tiempo de privación de libertad que resta por cumplir al condena-
do, deberá contener el nuevo computo precisando el día de finalización de cumplimiento de la pe-
na.

Un elemento de nuestro régimen que en mi criterio se encuentra plenamente justificado y que no


parece en la mayoría de la legislación comparada consiste en la disposición de la última parte del
art. 426 del NCPP, sobre los efectos de la absolución, en sentido que la resolución final dispondrá
la publicación de la parte resolutiva de la sentencia que•declaró la absolución o extinción de la pe-
na en un medio de comunicación social de alcance nacional.
11.9.7. Efectos del rechazo
Finalmente, de la misma manera que toda la legislación comparada, nuestra legislación contiene el
precepto por el cual, el rechazo del recurso de revisión no impedirá la interposición de uno nuevo;
pero, fundado en motivos distintos. Sí bien nuestra norma no precisa sí el rechazo se refiere a la
declaratoria de inadmisibilidad o a la de improcedencia del mal llamado recurso, la jurisprudencia
permite deducir, que alcanzaría a ambos casos. En ese sentido, puedo señalar el Auto Supremo
N° 113 de 10 de marzo de 2004 (Sala Social) que de manera general sostiene:
"...Que en autos, Silverio Amadeo Rodríguez Johannssen se limitó a presentar su solicitud de revi-
sión extraordinaria de sentencia, sin acompañar prueba nueva ni relevante que demuestre conforme se
tiene anotado, la naturaleza injusta de los fallos cuya revisión pretende. Advirtiéndose asimismo, que
los motivos en los que apoya su demanda relacionados con el supuesto incumplimiento de determina-
das garantías constitucionales y posibles errores de fundamentación del Auto Supremo; no constituyen,
conforme al art. 421 del Código Procesal, causales idóneas que, por su sola invocación justifiquen la
revisión del fallo. No estando honrados los requisitos legalmente previstos para revisar la sentencia
condenatoria ejecutoriada, corresponde rechazar el recurso por improcedente, sin perjuicio de que el
recurrente intente la interposición de uno nuevo debidamente fundado..."

11.10.DOCTRINA DE LA CORTE SUPREMA SOBRE LA DEMANDA DE REVISION DEL NCPP


Consecuencia del análisis anterior, distingo también otro principio sobre el que existe acuerdo doc-
trinal mayoritario en sentido que las causas o motivos que justifiquen la revisión de sentencia con-
denatoria ejecutoriada deben ser amplias, aunque deberán estar clara y taxativamente determina-
das por la norma, como ocurre con el art. 421 del NCPP que describe seis clases de causales cla-
ramente diferenciadas unas de las otras e incluso, el inciso 4 2) a partir del principio general conte-
nido en su primera parte, describe tres casos también diferentes.
La doctrina añade otro principio universal sobre el instituto en análisis: su naturaleza estrictamen-
te excepcional, es decir, no debe ser considerada en aquellos sistemas en los que se habla de la
existencia de tercera instancia, como una cuarta o en términos prácticos, como sí se tratara de
ejercitar una opción impugnatoria más que debe ser necesariamente utilizada usualmente como
ocurre con los recursos ordinarios (reposición, apelación, casación, etc, etc).

-283-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

En ese sentido, se deberá tomar en cuenta la exigencia de la Corte Suprema relativa a que el de-
mandante debe necesariamente precisar en cual o cuales de los varios artículos y en algunos ca-
sos incisos, se fundamenta la acción, toda vez que su incumplimiento, como acertadamente impo-
ne el art. 423, acarreará la declaratoria de inadmisiblidad del "recurso" aunque, siempre existirá la
posibilidad de plantearlo nuevamente, pero, fundado en motivos distintos (art. 420 del NCPP). En
ese sentido, se ha resuelto:
"...CONSIDERANDO: en la especie, el recurso analizado no ha cumplido con esos elementales
presupuestos que justifican la admisibilidad de su recurso incoado, toda vez que sí bien ha cumplido
con la exigencia de la presentación escrita del recurso, no es menos evidente que el mismo es suma-
mente confuso, lo que no permite siquiera inferir los motivos en que está fundado, ya que sí bien in-
voca el inciso 4°) del art. 421 del Pdto Penal, no precisa en cual de las tres causales que componen
el mencionado inciso 4°) se encuentra fundado. En relación a la exigencia de acompañar la prueba
correspondiente, el recurso se ha limitado a presentar nuevamente algunas piezas procesales que du-
rante el proceso principal ya fueron valoradas y otras pruebas —las certificaciones de fs. 181 a 193- que
no revisten la calidad de prueba relevante idónea para demostrar alguno de los motivos justificantes
de revisión de un fallo condenatorio que alcanzó calidad de cosa juzgada.
POR TANTO: la Sala Social y Administrativa de la Corte Suprema de Justicia, conociendo el ca-
so en razón a la excusa declarada legal de los magistrados que componen la Sala Penal, en aplicación
del art. 423 del Código de Procedimiento Penal, declara INADMISIBLE el recurso de revisión ex-
traordinaria de sentencia formulado por HERIBERTO RODRIGUEZ VIZA. Regístrese y hágase saber.
Fdo. Dr. Carlos Rocha Orosco. Dr. Eduardo Rodriguez Veltzé". (Auto Supremo N° 193 de 23 de abril
de 2004. Sala Social y Administrativa).
En mi criterio, la exigencia sobre los requisitos de admisibilidad que contiene el art. 423 del NCPP
no debe ser entendida como contraria a la anterior formulación doctrinal en sentido de la amplitud
de las causas de revisión, sino precisamente, es acorde con la naturaleza estrictamente excepcio-
nal del instituto, lo que conlleva a que su admisión deberá estar plena e incluso previamente justi-
ficada con la prueba y fundamentación debida. Así:
"...En ese sentido, en aplicación del art. 423 del Código de Procedimiento Penal aplicable al ca-
so de autos, para la admisión del recurso de revisión el actor deberá hacer concretó referencia de los
motivos en que funda su pedido, las disposiciones legales aplicables y acompañar la prueba que de-
muestre los extremos en que funda su acción.
En el caso que nos ocupa, tratándose del inciso 3°) del art. 309 del antiguo Código en relación
con el apartado 2°) del art. 421 de la Ley N° 19701a presentación del fallo ejecutoriado que demues-
tre que la sentencia impugnada estaba fundada en prueba cuya falsedad se declaró judicialmente.
Mientras, con referencia al segundo motivo, el inc. 4°) del art. 309 del Código abrogado en relación
con el apartado 4) del señalado art. 421, impone demostrar que después de la sentencia sobrevinie-
ron hechos nuevos, se descubrieron hechos preexistentes o existieron elementos de prueba que acre-
diten cualquiera de los tres casos previstos en ese inciso.
En autos, la prueba acompañada al expediente -que como se indicó por exigencia del art. 423 de
la Ley N° 1970 debe demostrar los motivos del recurso- consistente en copias legalizadas de la Sen-
tencia, Auto de Vista y Auto Supremo, no constituye prueba idónea para el efecto exigido por el art.
423 del Código de Procedimiento Penal para admitir el recurso de revisión; de donde se concluye que
la actora no ha cumplido con las exigencias legales para lograr la admisión de su recurso.
POR TANTO: La Sala Social y Administrativa de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Na-
ción, conociendo el trámite en mérito a la excusa declarada legal de los miembros de la Sala Penal, en
aplicación del art. 423 del Código de Procedimiento Penal declara INADMISIBLE el recurso de re-
visión de sentencia intentado por ISABEL TRIGO ORELLANA. Regístrese y hágase saber. Fdo. Dr.
Carlos Rocha Orosco. Dr. Eduardo Rodríguez Veltzé". (Auto Supremo N° 194 de 23 de abril de
2004, Sala Social y Administrativa).
Sobre las causales o motivos de revisión, debo comenzar puntualizando como lo ha hecho ya cla-
ramente la jurisprudencia del Tribunal Supremo en nuestro país (por ejemplo mediante el Auto Su-

-284-
Arturo Yañez Cortés

premo de la Sala Penal N' 101 de 12 de febrero de 2003) que, no toda condena equivocada es
necesariamente revisable, ni la acción de revisión debe ser orientada a determinar la demostración
de la existencia de alguna causal invalidante de la sentencia (Auto Supremo de la Sala Civil N' 230
de 28 de julio de 2003). Así, la primera resolución sostuvo que:
"...CONSIDERANDO: Que doctrinalmente, la revisión de sentencia penal ejecutoriada encuentra
fundamento cuando -entre otros motivos- los fallos dictados no han considerado prueba determinante
sobre el hecho juzgado debido a que fue conocida con posterioridad a la sentencia (revisión propter no-
va o ex capite novorum). Es decir, no toda condena equivocada es revisable, sino solamente aquella
que ha sido fundada en información falsa o ha sido dictada sin haber considerado información de
características lo suficientemente relevantes que, en caso de haber sido conocida durante el proceso,
hubiera cambiado rotundamente su resultado...".
Mientras que la segunda, que:
" ...CONSIDERANDO: Que conforme refiere la primera parte del art. 423 de la Ley N° 1970, el re-
curso de revisión debe estar acompañado de la prueba correspondiente conteniendo bajo pena de inad-
misibilidad, la concreta referencia de los motivos en que se funda y las disposiciones legales aplicables.
Que al respecto la doctrina sobre el particular en relación con los fundamentos utilizados por el re-
currente exige tratándose del mal llamado recurso de revisión que en rigor constituye una nueva ac-
ción o demanda excepcional, que la nueva prueba acompañada a la misma deberá ser de una calidad
indiscutibleuwnte relevante, de tal forma que sí el órgano jurisdiccional la hubiera conocido, el re-
sultado habría sido absolutamente distinto.
De igual manera, existe pleno acuerdo normativo y doctrinal en sentido que están excluidos del
ámbito de la revisión, los vicios de procedimiento o juzgamiento, es decir, no importa a los efectos de
ésta nueva acción determinar la existencia de alguna causa o motivo que invalide la sentencia, sino
lo que importa, es que en consideración a nuevas y relevantes circunstancias que no fueron tenidas
en cuenta por los juzgadores, se demuestre que la sentencia dictada es manifiestamente injusta...".
Acorde con la noción en sentido que constituye un instituto procesal establecido por ley para im-
pugnar una resolución penal con autoridad de cosa juzgada, sobre la base de pruebas nuevas des-
cubiertas o conocidas con posterioridad al proceso, de forma tal que demuestran la manifiesta in-
justicia del resultado o sentencia condenatoria, conforme señalan taxativamente las causales del
art. 421 del NCPP; la acción entonces debe estar dirigida a demostrar alguna de esas más de seis
causales a través de prueba nueva y relevante que demuestre la manifiesta injusticia del resultado.
Prueba que en todo caso deberá ser ya acompañada a la demanda o por lo menos establecer de
modo fehaciente, su existencia.
De acuerdo con la uniforme jurisprudencia que el Supremo Tribunal ha sentado a través de sus Sa-
las que conocen la revisión de fallos, la calidad de la prueba que se acompaña a la demanda, de-
be ser necesariamente por un lado nueva y por otro relevante, caso contrario, genera la de-
claratoria de inadmisibilidad de la acción.
Como se verá, el entendimiento jurisprudencial asumido por el Tribunal Supremo respecto de la na-
turaleza de la prueba acompañada a la demanda, conecta inseparablemente la calidad de prueba
nueva a la de relevante y, a su vez, conecta ambas características indisolubles con las causales en
las que el condenado fundamenta su demanda de revisión.
En suma, podemos afirmar que tratándose de este tipo de acción extraordinaria, la prueba debe
ser nueva y relevante en función a la(s) causal(es) argüidas por el condenado; caso contrario, el
mal llamado recurso, será declarado inadmisible, no pudiendo el interesado presentar otro, salvo
que lo haya fundado en otros motivos diferentes del anterior. En ese sentido, se tiene por ejemplo:
"En el caso que se examina, se establece que el recurrente no ha dado cumplimiento con el presu-
puesto establecido por el artículo 421-4) del nuevo -Códigó' de Procedimiento Penal, como es el de de-
mostrar con prueba .fehaciente que sobrevinieron nuevos hechos que permitan presumir su inocen-

-285-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

cia o pruebas que ponga de manifiesto hechos preexistentes no considerados en el _juicio que conduz
can a presumir que el delito no fue cometido o que no fue autor o partícipe en la comisión del delito
que se imputa. Las literales arrimadas a la demanda constituyen fotocopias de las actuaciones inves-
tigativas y jurisdiccionales oportunamente considerados por los de instancia en el proceso principal,
consiguientemente resulta impertinente un nuevo análisis y consideración de las mismas, más aún si el
fundamento de la demanda que se analiza reitera los términos de su defensa.
De lo anterior, se concluye que no existen, en la demanda, elementos formales valederos que per-
mitan tachar de injusto el fallo condenatorio dictado en su contra lo que determina su inadmisibilidad".
(Auto Supremo N 2 51 de 12 de marzo de 2003, Sala Social y Administrativa).
Un error recurrente advertido en la significativa cantidad de acciones de revisión planteadas a par-
tir de la vigencia plena del NCPP, tiene que ver con la errada pretensión de las partes a considerar
éste instituto, cual si se tratara de una suerte de "cuarta instancia", pretendiendo que el órgano ju-
risdiccional competente para conocerlo, realice una nueva valoración de la prueba que ya fue valo-
rada durante el proceso principal por el Juez o Tribunal de Sentencia.
Sobre el particular, la jurisprudencia ha sido reiterativa al considerar que:
"...la finalidad del recurso de revisión extraordinaria de sentencia es anular sentencias condena-
torias firmes con autoridad de cosa juzgada, sobre la base de situaciones surgidas o conocidas después
de de su pronunciamiento y para su admisión exige el cumplimiento de los requisitos formales estable-
cidos en el art. 423 del Código de Procedimiento Penal según la causal que se invoque, sin que le sea
permitido al tribunal de revisión apreciar y evaluar nuevamente la prueba que dio lugar al fallo cu-
ya revisión se pretende, por cuanto su apreciación y valoración son de competencia exclusiva y pri-
vativa de los órganos jurisdiccionales establecidos por ley." (Auto Supremo N2 96 de 26 de febrero
de 2003, Sala Civil).
De igual manera, la jurisprudencia ha dejado claramente establecido que están excluidos del ámbi-
to de la revisión, los vicios de procedimiento e incluso de juzgamiento que se hayan producido du-
rante el proceso principal cuyos fallos se pretende sean revisados.
Al respecto, la jurisprudencia ha sido clara y terminante al señalar, por ejemplo, mediante al Auto
Supremo N2 56/04 de 10 de marzo de 2004 (Sala Social y Administrativa), que:
"...conforme dispone la legislación aplicable y orienta la uniforme jurisprudencia emitida por la
Corte Suprema de Justicia, el recurso de revisión de sentencia penal importa una nueva acción o de-
manda de carácter excepcional por medio de la cual se examina la sentencia condenatoria a condición
de que el recurrente demuestre que concurren los requisitos taxativamente previstos por la ley para re-
velar la naturaleza injusta de la condena. Al efecto, debe acompañar prueba nueva y relevante que, de
haber sido conocida durante el proceso, hubiera cambiado significativamente su resultado. En conse-
cuencia, se excluyen del ámbito de la revisión, entre otros, la valoración de la prueba ya producida
durante el proceso original, por cuanto tal valoración es exclusiva de los jueces y tribunales que la
conocieron. También están excluidos los vicios del procedimiento o juzgamiento que no resulten
substanciales a las garantías del debido proceso, ya que, a los efectos de ésta nueva acción no corres-
ponde determinar la validez de la sentencia, sino los elementos relevantes que no fueron tenidos en
cuenta por los juzgadores. Así se ha resuelto mediante los Autos Supremos In. 101 de 12 de febrero
de 2003; 96 de 26 de febrero de 2003 ó 230 de 28 de julio de 2003 (Sala Civil)".

Y también que:

"...el mal llamado recurso de revisión extraordinaria de sentencia ejecutoriada es un instituto que
la ley ha establecido para impugnar una resolución penal con autoridad de cosa juzgada, sobre la ba-
se de pruebas nuevas descubiertas con posterioridad al juicio y sentencia que pretenda sea revisada,
en esencia constituye una nueva causa, sin que sea posible afectar una nueva valoración de la prue-
ba ya valorada durante el proceso, por cuanto su valoración es de competencia exclusiva de los ór-

- 2 86-
Arturo Yañez Cortés

ganos jurisdiccionales establecidos por ley, sin que sea posible hacer una revaloración." (Auto Supre-
mo de la Sala Social y Administrativa N5 77/04 de 10 de marzo de 2004).
Con referencia a la pretensión -también errada- de fundar la acción que nos ocupa en la violación
de algunas garantías constitucionales otorgadas en favor del imputado o en supuestos errores o
deficiente fundamentación de alguno de los fallos dictados a lo largo del proceso, el AS N 5 56/04
de 10 de marzo de 2004, señala que:
"...Que en autos, Silverio Amadeo Rodríguez Johannsen se limitó a presentar su solicitud de revi-
sión extraordinaria de sentencia, sin acompañar prueba nueva ni relevante que demuestre conforme se
tiene anotado, la naturaleza injusta de los fallos cuya revisión pretende. Advirtiéndose asimismo, que
los motivos en los que apoya su demanda relacionados con el supuesto incumplimiento de determi-
nadas garantías constitucionales y posibles errores de fundamentación del Auto Supremo; no cons-
tituyen, conforme al art. 421 del Código Procesal, causales idóneas que, por su sola invocación jus-
tifiquen la revisión del fallo".
En similar sentido, el Auto Supremo N 5 385 de 22 de julio de 2004 (Sala Penal) sostiene que:
"...CONSIDERANDO: Que, del análisis de los fundamentos de la demanda, se infiere que más que
una revisión de sentencia, se trata de un recurso de casación que en su oportunidad y dentro del juicio
oral y contradictorio no fue interpuesto por el interesado. En el presente recurso de revisión se denun-
cian defectos en la tramitación del proceso principal, inobservancia o errónea aplicación de la ley y,
mala valoración de la prueba, consecuentemente la violación del art. 173 del Código de Procedimien-
to Penal; se reitera, que no existe prueba alguna contundente en su contra, sino por el contrario, du-
da razonable, sobre su participación en el hecho, porque su persona el día que se cometió el delito se
encontraba en la ciudad de Cochabamba, alojado en la casa de la Sebastiana Fernández Huarachi.
Ahora bien, estos aspectos, ya fueron considerados y resueltos dentro del juicio penal principal, y re-
sultado de ello es la sentencia condenatoria, por los delitos de robo agravado y asesinato. En efecto,
sobre el alivi o coartada que aduce Eugenio Mamani Condori, de haber estado en la ciudad de Cocha-
bamba, la fecha en que se cometió el delito, es necesario aclarar que este aspecto fue expresamente
considerado y resuelto en la sentencia a fs. 510-523. Que, las pruebas ofrecidas como nuevas no son
evidentes ni contundentes para demostrar hechos sobrevinientes nuevos o preexistentes que eviden-
cien que el condenado no fue autor o partícipe de la comisión del delito, conforme el numeral 4)-h
del art. 421 del Código de Procedimiento Penal invocados por el recurrente; además, la demanda no
contiene las disposiciones legales aplicables, conforme señala el art. 423 del citado Código de Proce-
dimiento Penal, todo lo cual hace inadmisible la revisión impetrada, no siendo suficiente la simple
mención de las causal del art. 421 de la Ley 1970, sino que es necesario dar aplicación al texto legal
que regula el trámite. POR TANTO: la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, en aplicación del
art. 423 del Código de Procedimiento Penal, declara INADMISIBLE la revisión de sentencia interpues-
ta por Eugenio Mamani Condori, salvando el derecho que le confiere el art. 427 del mismo cuerpo le-
gal de presentar un nuevo recurso con las formalidades de ley..."
11.11. SOLUCIONES JURISPRUDENCIALES DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA" A
PROBLEMAS PRESENTADOS
Como resultado de la transición entre el antiguo y el nuevo sistema procesal, aunque sin perder de
vista la discusión de fondo sobre la concepción del instituto de revisión como recurso o nueva ac-
ción o demanda impugnatoria; el problema que con mayor frecuencia se ha presentado especial-
mente al comienzo de la vigencia plena del NCPP, está referido a que si corresponde plantear la
revisión de una causa llevada a cabo con el anterior procedimiento de 1973 sobre la base del nue-
vo tratamiento otorgado al instituto por los arts. 421 y siguientes del NCPP; o en sentido adverso,
si es que para la revisión de los procesos tramitados con el anterior procedimiento, debe seguir
utilizándose todavía aquél procedimiento.
12 Adviértase que la mayoría de la jurisprudencia de la Corte Suprema desglosada sobre el instituto en estudio, ha sido emi-
tida tanto por la Sala Civil como la Social y Administrativa del Supremo Tribunal, en virtud a la excusa declarada legal de
los Ministros de la Sala Penal, fundada en haber resuelto anteriormente el asunto principal.

-287-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Para resolver el problema, es menester partir de una norma básica contenida en el NCPP, me re-
fiero a su Disposición Final Primera, que taxativamente señala que esa nueva norma procesal en-
trará en vigencia plena veinticuatro meses después de su publicación -es decir el 31 de mayo de
2001- y se aplicará a todas las causas que se inicien a partir del vencimiento de ese plazo, lo que
conlleva a deducir que, tratándose la revisión de un medio impugnativo deducido por intermedio de
una nueva acción o causa y no la continuación del anterior sistema de recursos previsto por el pro-
cedimiento abrogado, corresponde también para el caso de las causas tramitadas con aquel, plan-
tear la revisión, siguiendo las normas del NCPP.
La jurisprudencia ha sentado ya una línea jurisprudencial uniforme al respecto -salvo ciertos recur-
sos en los que por sus características peculiares resulta imposible adecuar sus términos al NCPP-
en sentido que pese ha haber sido erróneamente planteado el recurso invocando el CPP de 1973
ya abrogado, ampliando la favorable y restringiendo lo odioso, la demanda es analizada a los efec-
tos del NCPP. En ese sentido, se tiene por ejemplo los siguientes AASS:
El emitido por la Sala Civil con el N 2 290, de 15 de septiembre de 2003 que considera:
"...En consecuencia, estando en vigencia el nuevo Código de Procedimiento Penal que además
otorga un tratamiento mucho más benigno a ese instituto jurídico y que expresamente dispone me-
diante su primera Disposición Final, que se aplicará a todas las causas que se inicien a partir del ven-
cimiento de ese plazo, corresponde tramitar el caso según las disposiciones de la Ley N" 1970".
En el mismo sentido, el Auto Su, ,o N2 192 de 30 de mayo de 2003 dictado también por la Sa-
la Civil que señala:
...Conforme prescribe la disposición final primera de la Ley N' 1970 del Nuevo Código de Pro-
cedimiento Penal, ingresará en vigencia plena en fecha 31 de mayo de 2001 y se aplicará a todas las
causas que se inicien a partir de ese plazo. En la especie, tratándose del mal llamado recurso de revi-
sión extraordinaria de sentencia que en rigor se trata de una nueva demanda o acción, ésta fue incoa-
da en fecha 6 de diciembre de 2002, por lo que corresponde sea tramitada aplicando las disposiciones
sobre el tema contenidas en la nueva norma procesal penal, es decir, los arts. 421 y siguientes."
Finalmente, el Auto Supremo N° 194 de 23 de abril de 2004 dictado por la Sala Social y Adminis-
trativa que, señala:
"CONSIDERANDO: Que la demanda de revisión extraordinaria de sentencia planteada por la
condenada ISABEL TRIGO ORELLANA, se encuentra apoyada en lo dispuesto por los incisos 3°) y 4°
del art. 309 del Código de Procedimiento Penal abrogado.
Que conforme ha establecido la uniforme jurisprudencia emitida por las diferentes Salas que com-
ponen en Tribunal Supremo (AASS N°s. 290 de 15 de septiembre de 2003 ó 230 de 28 de julio de 2003,
ambos dictados por la Sala Civil), el mal llamado recurso de revisión extraordinaria de sentencia eje-
cutoriada, en realidad constituye una nueva acción o demanda, por lo que su tratamiento se encuentra
sometido a la disposición final primera de la Ley N° 1970 de 31 de mayo de 1999, que establece que
las normas del nuevo Código Procesal Penal, serán aplicadas a todas las causas que se inicien a par-
tir del vencimiento del plazo de vacación legal, es decir, el 31 de mayo de 2001.
Que la presente demanda ha sido presentada en fecha 23 de marzo de 2004, es decir, durante la vi-
gencia plena del nuevo Código de Procedimiento Penal, por lo que correspondía al actor adecuar la
misma a lo previsto por los arts. 421 y siguientes de la Ley N° 1970.
CONSIDERANDO: que sin embargo de lo señalado, del análisis de las dos causales alegadas por
Isabel Trigo Orellana pertenecientes a la legislación abrogada (incisos 3 y 4 del art. 309), se advierte
que se encuentran también comprendidas e incluso tratadas con mayor benignidad en la nueva legis-
lación procesal penal, concretamente, mediante las causales previstas por los apartados 2°) y 4°) del
art. 421 de la Ley N° 1970; por lo que ampliando lo favorable y restringiendo lo odioso, se ingresa a
analizar los fundamentos argüidos por la demandante".

-288-
Arturo Yañez Cortés

Conforme afirman los AASS citados y otros en la misma línea jurisprudencial, es evidente que com-
parando el tratamiento otorgado por el CPP abrogado de 1973 y el NCPP, éste último resulta más
benigno en tanto y en cuanto, las causales o motivos de procedencia y otros de sus elementos,
son mucho más amplios en comparación con el antiguo régimen.'3

CUADRO COMPARATIVO N' 11.2.

TRATAMIENTO OTORGADO AL INSTITUTO DE REVISION


POR EL CPP DE 1973 Y EL NCPP

CPP DE 1973 y D.S. N° 23930 NCPP

No existe previsión al respecto Procede en todo tiempo y lugar

Cuando un acusado hubiere sido condenado por un Cuando los hechos tenidos como fundamento de la sentencia resulten
delito y otro lo hubiere sido por sentencia diferente, incompatibles con los establecidos por otra sentencia penal ejecutoriada;
autor del mismo delito, y si las dos sentencias, sien- Cuando la sentencia impugnada se funde en prueba cuya falsedad se
do inconciliables, fueren la prueba de la inocencia declaró en fallo posterior ejecutoriado;
del uno y otro condenado; Cuando la sentencia condenatoria haya sido pronunciada a consecuencia de
Cuando condenada una persona por homicidio de delitos propios de la función judicial, cuya existencia se haya declarado en
otra que hubiere desaparecido, se presentara está o fallo posterior ejecutoriado;
fuere exhibida alguna prueba fehaciente de que vive; Cuando después de la sentencia sobrevengan hechos nuevos, se descubran
Cuando la sentencia se fundare en declaraciones de hechos preexistentes o existan elementos de prueba que demuestren:
testigos, y éstos fueren condenados por falso testi- Que el hecho no fue cometido. Que el condenado no fue autor o partícipe
monio; de la comisión del delito, o, que el hecho no sea punible.
Cuando después de la sentencia, se descubrieren Cuando corresponda aplicar retroactivamente una ley penal más benigna; y,
nuevas e irrefutables pruebas de la inocencia del Cuando una sentencia del Tribunal Constitucional tenga efecto derogatorio
condenado; sobre el tipo o norma penal que fundó la condena.
Cuado después de la condenación, se llegaré a con-
statar que el crimen no existió.

Podrán promover el recurso: el condenado o su rep- El condenado o su defensor. Si es incapaz, sus representantes legales; el
resentante legal; el cónyuge, los ascendientes, cónyuge, conviviente o pariente dentro del 4' grado de consanguinidad o 2'
descendientes o hermanos, si el condenado hubiere de afinidad, o por adopción, si el condenado ha fallecido; la Fiscalía y el Juez
fallecido o se encontrare ausente sin saberse su de Ejecución Penal y el Defensor del Pueblo.
paradero; el Ministerio Público

No existe previsión al respecto El fallo que se dicte en el nuevo juicio está sujeto al principio de prohibición
de reforma en perjuicio

No existe previsión al respecto El rechazo del recurso, no impedirá la interposición de uno nuevo fundado
en motivos distintos

Fuente: elaboración propia en base a CCPPPP de 1973 y 1999 y DS N° 23930

Como consecuencia de la naturaleza excepcional del instituto y otros factores que se anotan, la
mayoría de las revisiones incoadas son declaradas inadmisibles por el Supremo Tribunal debido al
manifiesto incumplimiento de los requisitos de admisibilidad previstos en el art. 423 del NCPP, es
decir: la presentación de prueba nueva y relevante que se encuentra directamente relacionada con
la concreta referencia de los motivos -léase causales del art. 421 del NCPP- en que se funda, ha-
biéndose establecido las líneas jurisprudenciales citadas contenidas en el AS N° 51 de 12 de mar-
zo de 2003 de la Sala Social y Administrativa.

13 La doctrina constitucional a través de las SSCC N's. 1006/2004-R; 512/03-R; 136/03-R y otras, concibe al principio de
favorabilidad, en sentido que: "...el intérprete está obligado a optar por aquel entendimiento interpretativo que desarrolle
de mejor forma y con la mayor efectividad, los derechos, principios y valores que consagran el orden constitucional ...".

-289-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Otro problema surgido como consecuencia de los últimos recursos incoados como emergencia del
nuevo proceso penal contenido en la Ley N' 1970, tiene que ver con la errónea fundamentación
que se hace pretendiendo que mediante el instituto en cuestión, se proceda a valorar nuevamente
la prueba ya valorada en su momento por los jueces que conocieron el proceso principal; al res-
pecto se cita la jurisprudencia contenida en los AASS N°s. 96 de 26 de febrero de 2003 (Sala Ci-
vil); 56 y 77 de 10 de marzo de 2004 (Sala Social).
11.12. JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL SOBRE EL INSTITUTO
Sí bien la doctrina constitucional sobre el instituto en examen hasta el presente no ha sido, como
en otros casos, amplia; habrá que destacar esencialmente la Sentencia Constitucional N2
803/2003-R de 12 de junio de 2003, que tanto a través de obiter dicta como ratio decidendi, se-
ñala que mediante éste procedimiento se está dejando abierta la posibilidad en favor de la víctima
para que ejerza la acción contra un tercero, si es que cree y tiene la posibilidad de fundamentar
que a quien acusa es con probabilidad auto del hecho punible imputado.
Luego, la Sentencia Constitucional glosada puntualiza que: a) el mal llamado recurso de revisión
—cuya denominación debiera cambiarse en una futura reforma- no comporta una instancia del pro-
ceso, sino se trata de otro proceso mediante el cual se revisa lo actuado en el primer proceso; b)
concibe a la revisión de sentencia, como un derecho del condenado distinto y autónomo del dere-
cho de ejercer la acción penal; y c) que ante el rechazo del recurso, el condenado puede plantea
una nueva solicitud, siempre que lo funde en motivos distintos; para, luego aclarar que el hecho de
haber sido declarada "infundada" la revisión, no supone la imposibilidad de plantear una nueva.
11.13. LA CAUSAL DEL ART. 421 INCISO 5') DEL NCPP Y LA RESOLUCION N' 37/04 DE
LA COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Por su importancia, actualidad y directa conexión con la causal prevista en el art. 421 inciso 52)
de nuestro NCPP; me permito incluir una última resolución dictada por la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos como emergencia de fallos dictados por el Poder Judicial boliviano; entre
ellos, el Auto Supremo N° 223 de 21 de junio de 2002 dictado por la Sala Penal como consecuen-
cia de una acción de revisión de sentencia condenatoria en el que se alegaba la favorabilidad del
nuevo tipo penal del art. 133 del Código Penal (terrorismo) a partir de la reforma introducida por
la Ley N 2 1768 y en consecuencia se impetraba su aplicación retroactiva a un caso juzgado y con-
denado con la anterior norma, que el Supremo Tribunal había declarado INADMISIBLE, sobre la ba-
se de las siguientes consideraciones legales:
"...Que de la revisión del cuaderno procesal se establece que el procesado Jhonny Justino Peralta
Espinoza, por sentencia dictada por el Juez 6to. de Partido en lo Penal de la ciudad de La Paz, de fe-
cha 21 de agosto de 1992, ha sido condenado por los delitos de terrorismo agravado y asociación de-
lictuosa, previstos y sancionados por los arts. 133 segunda parte y 132 primera parte del Código Pe-
nal, imponiéndole la pena privativa de libertad en presidio de treinta años, a cumplir en el Centro Pe-
nitenciario de San Pedro de Chonchocoro, la misma que ha pasado en autoridad de cosa juzgada.
Que el recurrente con los mismos argumentos y persiguiendo la rebaja de la pena impuesta, inten-
tó otra acción con anterioridad, la misma que fue resuelta en grado de apelación por la Corte Superior
de Justicia del Distrito de La Paz, en su Sala Penal Segunda por Auto de Vista signado con la Resolu-
ción N' 598/99 de 1"de noviembre de 1999, revocando en todas sus partes la sentencia de 28 de agos-
to de 1999 que concedía la rebaja de la pena a veinte años de presidio en favor de Jhonny Justino Pe-
ralta Espinoza, declarando improcedente la misma: resolución que pese a haber sido recurrida de ca-
sación por ser producto de un incidente, la Sala Penal Primera de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, por Auto Supremo N° 34 de 16 de enero de 2001 declaró improcedente el recurso, lo que expli-
ca que el interno por otra vía y con el mismo objeto de justificación intentó la revisión de sentencia con-
denatoria.
De otra parte, si bien es cierto que el art. 133 del Código Penal modificado por la Ley 1768 de 11
de marzo de 1997 sanciona el delito de terrorismo con una pena de presidio hasta de veinte años fun-

-290-
Arturo Yañez Cortés

damentalmente Jhonny Justino Peralta pinoza, ha sido condenado no sólo por el delito de terroris-
mo agravado, sino también por el ilícito de asociación delictuosa, incurso en la sanción de los arts. 133
y 132 del Código Penal, habiendo merecido la pena de treinta años de presidio, decisión judicial que
se interpreta como concurso real de delitos; elemento que para el caso de autos se constituye en el ma-
yor sustento de justificación para declarar la inadmisibilidad del recurso intentado..."
Como consecuencia de esas resoluciones, el interesado acudió al sistema interamericano de pro-
tección de los Derechos Humanos, presentando una denuncia ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos acusando al Estado Boliviano de vulnerar los principios de legalidad y retroac-
tividad previstos en el art. 9 del Pacto de San José de Costa Rica. "
La Comisión, por resolución N° 37/04 de 12 de marzo de 2004 15 declaró inadmisible la petición
al considerar que los hechos denunciados, no caracterizaban una violación de los derechos huma-
nos protegidos por la Convención citada.
Al respecto, es interesante destacar algunos de los considerandos del informe citado emitido por
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, referidos a los alcances de la modificación rea-
lizada por la Ley N° 1768 a la pena correspondiente al delito de terrorismo y su carácter de favo-
rable o no respecto de la anterior legislación penal material. En ese sentido, la Comisión ha razo-
nado, que:
"...Del análisis de los preceptos citados anteriormente y de las resoluciones de los tribunales de
justicia bolivianos se desprenden diversas circunstancias motivo de análisis por parte de la Comisión.
En cuanto a la penalidad la Comisión nota que de acuerdo a la legislación en base en la cual fue sen-
tenciado Jhonny Justino, la sanción para el delito de terrorismo agravado era de 30 años de prisión y
que de acuerdo con la nueva legislación penal la pena máxima para el culpable de ese delito es de 20
años. Sin embargo, el nuevo Código Penal establece que la sanción a la pena máxima procederá sin
perjuicio de las penas que correspondan si a propósito del delito de terrorismo se cometieren delitos
contra la vida y la seguridad común, entre otros.
En cuanto a la determinación de la ley más favorable o de la favorabilidad puede ser, en gene-
ral, sencillo cuando se trata simplemente de comparar los marcos penales. Sin embargo, ello puede re-
sultar complejo si hay variaciones en las circunstancias atenuantes, en las disposiciones procesales y
en las circunstancias que determinan la sanción.
Según lo argumentado por el peticionario al aplicar el artículo 133 modificado la pena que le
correspondería a la víctima sería de 20 años. Sin embargo, la Comisión no encuentra arbitrariedad en
la decisión de los tribunales bolivianos al computar la pena de acuerdo a la nueva disposición legal és-
ta sería de 30 años de presidio. Lo anterior se deduce de la propia normativa, dado que según el nue-
vo articulado la sanción máxima del delito de terrorismo es de veinte años, y luego el artículo añade
que ésta corresponderá sin perjuicio de la pena que le corresponda si se cometieren delitos contra la
seguridad común, la vida, la integridad corporal, la libertad de locomoción o la propiedad, con la fi-
nalidad de subvertir el orden constitucional o mantener en estado de zozobra, alarma o pánico colec-
tivo a la población o a un sector de ella.
29. Al computar la pena, siguiendo lo dispuesto en el último apartado del artículo 133 del nuevo
Código, la víctima sería sancionada en concurso a la pena máxima del delito de terrorismo, a saber 20
años de presidio por ser ésta la máxima, sumado a la sanción que le correspondería por el delito de
asesinato y el delito contra la seguridad común. Asimismo, cabe destacar que el nuevo Código Penal
al modificar el delito de terrorismo también modificó la normativa previamente establecida para el ase-
sinato. De acuerdo al nuevo Código la sanción del asesinato, que era pena de muerte, ahora es de 30
años de presidio. De manera que, en virtud de los hechos por los cuales el señor Jhonny Justino fue
condenado le correspondería cumplir con una pena de 30 años de presidio, aun cuando la pena máxi-
ma establecida para el delito de terrorismo haya sido rebajada a 20 años.

14 "Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivos según el derecho
aplicable. Tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable en el momento de la Comisión del delito. Si con posterio-
ridad a la comisión del delito la ley dispone la imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello".
15 El texto completo de la resolución puede ser obtenido en: http://www.cidh.oas.org

-29 1 -
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

El nuevo Código Penal no realizó un cambio en la valoración del injusto, sino más bien lo que
hizo fue desglosar el injusto. Por una parte, el artículo 133 se hace cargo de la sanción que le corres-
ponderá al que sea culpable por el delito de terrorismo y, asimismo establece que corresponderá apli-
car otras normas del Código Penal para sancionar al que sea culpable si a consecuencia del delito de
terrorismo se cometieren otros delitos.
Respecto de la determinación de la favorabilidad de una ley, ésta no puede ser apreciada en
abstracto, sino en concreto, en relación al caso específico en consideración. De esta forma, específica-
mente respecto del caso concreto del señor Jhonny Justino, la C1DH considera que no hay violación al
principio de legalidad, ya que en las circunstancias de su caso, la legislación modificada no constituía
una norma más benigna. Asimismo, la Comisión estima que la interpretación dada por los tribunales
bolivianos no son contrarias a estos estándares.
32. Por lo anterior, la Comisión considera que no tiene competencia para resolver el asunto de fon-
do y por lo tanto, se inhibe de analizarlo debido a que los hechos no caracterizan una violación a los
derechos consagrados en la Convención Americana....".
Como consecuencia de esta resolución, se entiende que a la pena de 15 a 20 años de presidio
prevista en el art. 133 del Código Penal (Ley N° 1768 de 10 de marzo de 1997) para el delito de
terrorismo, debe añadírsele —hasta el límite máximo de 30 años según la disposición expresa de
la última parte de su art. 27-1)- las otras penas correspondientes a los delitos contra la seguridad
común, la vida, la integridad corporal, la libertad de locomoción o la propiedad, que como resulta-
do de la actividad terrorista hayan sido cometidos.
TRAMITE PARA REVISION EXTRAORDINARIA DE SENTENCIA
CONDENATORIA EJECUTORIADA
( Artículos 421 — 427 de la Ley N° 1970 )

E
N

E INADMISIBLE
N Por falta de fundamentación o
prueba nueva, según primera
parte del art. 423 d el NCPP

PRESENTAC ION
DEL RECURSO
según el art. 423 AUTO SUPREMO
del NCP P
E - RECHAZA por improcedente

U Artículo 2.- ADMITE


- ANULA sentencia
Pone en
^ Artículo- impugnada dictando una
o conocimiento de
otras partes y/o nueva o DISPONE realizar
dispone indagaciones nueva jucio

A o diligencias, seg ún
art. 423 en relación 4 10 días ► Según art, 424 del N CPP
con el art. 409 del
NCPP

-292-
CAPITULO DECIMO SEGUNDO

MEDIOS DE IMPUGNACION PREVISTOS EN LEYES ESPECIALES

12.1. INTRODUCCION
A diferencia de lo que ocurrió cuando entró en vigencia el anterior Código de Procedimiento Penal
que estuvo limitado al simple reemplazo de un Código procesal por otro, tratándose del NCPP se
ha enfocado el cambio como un proceso que además de la adecuación normativa, es decir la mo-
dificación del código procesal, implica una serie de otras áreas tales como la adecuación institu-
cional, liquidación y descongestionamiento, difusión y capacitación, que todavía hoy, pese a los pro-
blemas estructurales que nuestro país enfrenta, estarán en desarrollo en los próximos años.
Dentro del área de adecuación normativa, el documento "Aspectos Básicos para la Implementación
del nuevo Código de Procedimiento Penal",' había ya sostenido en su momento que: "...debido a
que la reforma procesal penal introduce un cambio radical en el sistema de administración de jus-
ticia penal, muchas leyes y normas que atañen al funcionamiento de las instituciones operadoras
del sistema, así como otras especiales que se hallan relacionadas, deberán ser modificadas o nue-
vamente formuladas para adecuarse al nuevo Código de Procedimiento Penal...". Normas que fue-
ron denominadas como complementarias a la reforma.
A partir de ese diagnóstico, se había concluido acertadamente que el proceso de reforma del sis-
tema de administración de justicia penal, no se agotaba con la simple modificación del Código de
Procedimiento Penal, Ley de Organización Judicial, Ley Orgánica del Ministerio Público y otras nor-
mas orgánicas similares, sino también -toda vez que la reforma tendría un claro impacto en otras
disposiciones normativas conexas- se hacía necesario adecuar a la lógica del sistema acusatorio
oral, otras disposiciones complementarias; entre ellas, las antiquísimas Leyes de Responsabilida-
des de 31 de octubre de 1884 y 23 de octubre de 1944 y a la "Ley de Responsabilidades contra
Magistrados de la Corte Suprema de Justicia" de 7 de noviembre de 1890.
Empero, no se había alertado de una dificultad preexistente para la reforma de éstas, que radica
en que ambas se encuentran sometidas a las normas macro de la Constitución Política del Estado
que, pese a su orientación democrática y republicana, al provenir de un momento histórico diferen-
te del actual y las obvias dificultades para su reforma, devino en constituirse en un serio obstácu-
lo para encarar la reforma integral de ambas normas.
12.2. LEGISLACION COMPARADA
Obviamente que el tratamiento que la legislación comparada otorga a éste tipo de procedimientos
es sumamente variado, al depender de una serie de factores que rebasan los límites estrictamen-
te jurídicos llegando a los de naturaleza política y dependen también de los respectivos ordena-
mientos constitucionales.
Sin embargo, por el orden que se ha tratado de seguir en el presente trabajo relativo al tratamien-
to de los medios impugnativos en los diferentes ordenamientos afines al movimiento de reforma
de la justicia penal en Latinoamérica, a continuación se presenta algunos de los casos más rele-
vantes que aparecen en el derecho comparado, concretamente en los CCPPPP.
Así, el Código Procesal Penal de Costa Rica, prevé el denominado "Procedimiento para juzgar
a los miembros de los supremos poderes" (arts. 391 — 401), que se rige por las disposiciones co-
munes, salvo algunas excepciones impuestas en las normas analizadas. Prevé que la acción penal
pública será ejercida por el Ministerio Público, sin perjuicio de la querella que podrá ser presenta-
da por la víctima o por cualquier persona si se trata de un delito funcional e incluso, si se trata de
un delito de acción privada, por el ofendido de manera exclusiva. El Fiscal General es el funciona-
rio encargado de realizar la investigación inicial tendente a recabar los datos indispensables para
1 Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, 1998.

-293-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

formular la acusación u solicitar la desestimación ante la Corte Suprema de Justicia. Presentada la


querella o la acusación ante la Corte Suprema, ésta podrá desestimarla si los hechos no constitu-
yen delito o el imputado no tiene derecho al antejuicio, caso contrario, lo traslada a la Asamblea
Legislativa, que si autoriza la prosecución del proceso, éste se desarrolla en la Sala Penal de la
Corte Suprema de Justicia, según las normas comunes pudiendo si corresponde, aplicar las nor-
mas para asuntos de tramitación compleja.
En el tema estricto de los recursos, éste procedimiento admite el recurso de casación contra la
sentencia dictada por la Sala Penal, el que es de conocimiento del pleno de la Corte Suprema de
Justicia, previa sustitución de sus magistrados de la Sala Penal que intervinieron en el juicio.
De igual manera, el Código de Procedimiento Penal del Ecuador (2000) en sus arts. 376 —
382 contempla el denominado "Procedimiento por razón del fuero". Según el caso, es decir depen-
diendo que se trate de funcionarios que gozan de fuero de Corte Superior o de Corte Suprema de
Justicia, el Ministro Fiscal de Distrito o el Ministro Fiscal General, será el encargado de desarrollar
la instrucción, según también las normas generales del código procesal, en cuanto sean aplicables,
por lo que el control de la instrucción y de la etapa intermedia, están a cargo Presidente de la Cor-
te Superior o Suprema, según el caso.
En el caso del tema de nuestro interés, los recursos, sus arts. 380 y 382 prevén los siguientes:
las partes pueden deducir recurso de apelación ya sea del auto de sobreseimiento o del auto de
llamamiento a juicio, ante la Sala de la Corte Superior o la Sala de lo Penal de la Corte Suprema,
sin recurso ulterior. Asimismo, una vez dictada la sentencia al término de la etapa de juicio que se
tramita según el procedimiento ordinario, es posible interponer tanto los recursos de casación e
incluso el de revisión, que se substanciarán también según las normas ordinarias ante la Sala que
no intervino en el proceso.
Finalmente, el Código Procesal Penal de Chile (2000), prevé el "Procedimiento relativo a perso-
nas que gozan de fuero constitucional", que se desarrollo según sus normas generales u ordina-
rias, previo desafuero que es competencia de la Corte de Apelaciones correspondiente, en cuyo,
caso, su art. 418 permite que esa resolución sea apelable ante la Corte Suprema de Justicia.
Como se habrá advertido entonces, pese a su diversidad de tratamiento, también en éste tipo de
procedimientos surgen con nitidez diversos recursos impugnativos establecidos_ en función del prin-
cipio del derecho de recurrir cualesquier decisión que caracteriza al Estado de derecho. Sin em-
bargo, como se verá en el caso boliviano debido a las actuales disposiciones constitucionales que
datan desde antiguo, el tratamiento normativo del respeto de ese derecho básico ha resultado en
cierto caso anulado y en otro, relativizado.
12.3. DEL RESPETO AL DERECHO DE APELACION EN ESTE TIPO DE PROCEDIMIENTOS
Limitándome al tratamiento del sistema impugnativo en éste tipo de procedimientos caracterizados
por la permanencia de la idea del fuero -por ello bastante reñida con la idea del Estado de dere-
cho, debo reconocer que en nuestro caso, las posibilidades reformatorias no son muy amplias de-
bido esencialmente a la naturaleza de los órganos encargados del juzgamiento de esas altas auto-
ridades y la resultante dificultad para establecer instancias superiores.
Como consecuencia de esa situación, es que como ha ocurrido en nuestro país, tratándose de los
procesos de responsabilidad contra altos dignatarios de Estado regidos por el art. 118 inc. 5°) de
la Constitución Política del Estado y la Ley N° 2445 de 13 de marzo de 2003, la sentencia es dic-
tada por la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia en única instancia y sin ulterior recurso, al
no existir otro Tribunal superior que podría conocer del recurso impugnativo.
Esa situación excepcional ha intentado ser justificada por la doctrina y jurisprudencia, especialmen-
te la de origen español, arguyendo que la imposibilidad de acudir a una instancia superior resulta-
ría compensada ya que en ese tipo de procesos el enjuiciamiento se realiza ante el órgano supe-

-294-
Arturo Yañez Cortés

rior del ordenamiento jurídico del sistema legal del Estado que reúne la mayor capacidad jurídica y
está facultado para crear jurisprudencia y que por lo general se encuentra compuesto por un con-
junto de magistrados; por lo que ese procedimiento se halla revestido de particulares garantías.
Empero, esa posición doctrinal es criticada por otro importante sector de la doctrina, como por
ejemplo GARCÍA PÉREZ y ARANGUENA 2 que a su turno señalan que esa situación, implica un cam-
balache ya que a cambio del juzgamiento por el Tribunal Supremo, al imputado se le quitan los re-
cursos, mientras que el segundo indica que esa especial protección y particulares garantías esta-
blecidas en esos procesos, no son suficientes para justificar una restricción de tal magnitud a ese
derecho fundamental, señalando que no es proporcional la restricción del derecho de recurrir, res-
pecto de la garantía que pretendidamente la justifica y legitima.
No obstante, habrá que considerar que el Protocolo N° 7 al "Convenio para la Protección de los
Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales", suscrito en Estrasbufgo, el 22 de noviem-
bre de 1984, sí bien consagró en su art. 2 el "Derecho a un doble grado de jurisdicción en mate-
ria penal", al proclamar que toda persona culpable de una infracción penal tendrá derecho a que la
declaración de culpabilidad o la condena será examinada por un tribunal superior lo que deberá ser
regulado por ley; introduce taxativamente algunas excepciones a ese principio, una de las cuales,
es precisamente: "...cuando el interesado haya sido juzgado en primera instancia por el más alto
tribunal..." .
Las anteriores posiciones doctrinales e incluso normativas, demuestran lo complejo del tratamien-
to del sistema recursivo tratándose de ésta clase de procesos especiales o, en puridad, fueros es-
tablecidos en favor de determinados funcionarios públicos en razón a la especial naturaleza de las
funciones que ejercen, lo que denota la que debería ser sil principal característica: su excepciona-
lidad, en sentido que ése procedimiento privilegiado sólo debe ser aplicado en los casos estricta-
mente necesarios, sin que el mismo constituya la regla sino la excepción.
12.4. LA LEY N5 2445 DE 13 DE MARZO DE 2003.
12.4.1. Naturaleza y alcances
Establece la sustanciación y resolución de los juicios de responsabilidades contra: a) Presidente
de la República; b) Vicepresidente de la República; c) Ministros de Estado; y d) Prefectos de De-
partamento; por cualquier delito cometido durante el ejercicio de sus funciones, es decir, sin dis:
tinción de ninguna naturaleza (art. 1), lo cual desnaturaliza la principal característica de ésta ley es-
pecial: su excepcionalidad, convirtiéndola más bien, en una regla de tratamiento preferencial en fa-
vor de esos altos funcionarios de Estado.
12.4.2. Inexistencia de procedimientos impugnativos
Como ya se manifestó al inicio, debido a la naturaleza del órgano jurisdiccional que conoce éste
procedimiento -la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia- al no existir ningún otro tribunal de
justicia superior al mismo, no existe posibilidad de procedimiento impugnatorio contra la sentencia
que dicta éste tribunal.
Tampoco la norma en cuestión se remite en los aspectos no previstos en la misma, a ninguna otra
norma procesal como fuera aconsejable, por lo cual no podemos inferir la posibilidad de impugnar
algunas otras decisiones adoptadas durante su desarrollo. Aunque, también en esos casos, toda
vez que los procedimientos se desarrollan ante las cabezas de los organismos respectivos, no exis-
tiría órgano donde acudir; lo que por ejemplo ocurre con el Fiscal General de la República encarga-
do de determinar la existencia de materia justiciable formulando el requerimiento acusatorio o en
su caso, ante su inexistencia, proceder al rechazo de la proposición acusatoria, dictaminando el
archivo de obrados.

2 Citados por PASCUAL SERRATS, Rosa. "La Impugnación en el Derecho Boliviano". Editorial "El País", Santa Cruz, 2004.

-295-
Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Cabe sin embargo, considerar la posibilidad del planteamiento del recurso de reposición contra al-
gunas determinaciones que tanto la Sala Penal -durante el sumario- y especialmente, la Sala Plena
—durante el juicio- podrían asumir, ello debido a que como bien se sabe, para la resolución de és-
ta clase de recurso, no es necesaria la existencia de un tribunal superior.
12.5. LA LEY PROCESAL PARA EL JUZGAMIENTO DE ALTAS AUTORIDADES DEL PODER
JUDICIAL Y DEL FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA (LEY N 2 2623 DE 22 DE DI-
CIEMBRE DE 2003).
12.5.1. Alcances y naturaleza
Como su denominación lo indica expresamente, se trata de una norma de naturaleza procesal ta-
xativamente establecida para el juzgamiento de las siguientes autoridades pertenecientes a la ór-
bita del Poder Judicial y del Ministerio Público: a) Ministros de la Corte Suprema de Justicia; b) Ma-
gistrados del Tribunal Constitucional; c) Consejeros de la Judicatura y d) Fiscal General de la Re-
pública; por delitos cometidos en el ejercicio específico de sus funciones, puntualizando clara y
acertadamente —a diferencia de la Ley N° 2445- que los delitos comunes no vinculados al ejercicio
de sus funciones, serán juzgados por la justicia ordinaria.
Dejando de lado una cuestión clave en mi criterio respecto de la pertinencia de haber establecido
un procedimiento como el que nos ocupa, destinado no sólo al desarrollo del denominado juicio po-
lítico sino también a la imposición de penas privativas de libertad (ver el párrafo I de su art. 29 y
el art. 28.5), otorgando de esa manera al órgano legislativo facultades propias del órgano judicial,
lo cual es sumamente discutible en vista de la doctrina de la división de poderes que informa nues-
tro Estado democrático de Derecho 3; me concentraré en analizar el sistema de recursos previsto
en la norma.
Es menester comenzar poniendo de relieve que este nuevo régimen de responsabilidades contra
altas autoridades del Poder Judicial y del Fiscal General de la República, se encuentra caracteriza-
do por el art. 9 (Aplicación supletoria) que establece la aplicación supletoria de las disposiciones
del Código Penal y del nuevo Código de Procedimiento Penal, en todo lo que no esté regulado en
esa Ley y no sea contrario a su sentido y finalidad.
12.5.2. Apelaciones en el régimen de medidas cautelares personales y reales
Tratándose del régimen de medidas cautelares, el art. 3 establece que las cautelares personales
en los casos que procedan, serán aplicables a partir del momento de la acusación formal ante la
Cámara de Senadores y, en el caso de las reales, que éstas se aplicarán conforme al régimen del
NCPP; lo que me lleva a sostener en relación con el art. 9 (aplicación supletoria) que todo el régi-
men de apelación de las medidas cautelares sean personales o reales previsto en los arts. 250 y
251 de la Ley N' 1970 resulta de aplicación a éste procedimiento, aunque cabe determinar el "tri-
bunal" que conociera del asunto, que en mi criterio, tendría que ser —al tratarse de una clase de
apelación incidental- la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, según la dis-
posición del art. 11 — IV de la norma en cuestión.
12.5.3. Apelaciones durante la etapa preparatoria.
No obstante que contradictoriamente la Ley N' 2623 en su sección I del Capítulo II hace referen-
cia a un mal denominado "procedimiento del sumario", luego, más adelante se refiere a la etapa
preparatoria, estableciendo mediante su art. 11- IV que las resoluciones emitidas durante ésta eta-
pa, únicamente serán recurribles mediante recurso de apelación incidental, la que será de conoci-
miento de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, sin recurso ulterior. Sus

3 Recuérdese por ejemplo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, señaló: "Ningún Estado puede imponer penas sin
la garantía del juicio previo. En un Estado constitucional y democrático de derecho, donde se respeta la separación de poderes,
toda pena establecida en la ley debe ser impuesta judicialmente y tras haberse establecido la culpabilidad de una persona den-
tro de un juicio justo con todas las garantías". (Caso 10.670 Alcides, Julio César y Abraham Sandoval Flores. Perú).

-296-
Arturo Yañez Cortés

resoluciones serán adoptadas por mayoría absoluta de votos de los presentes y en lo pertinente,
se aplicarán las reglas del NCPP.
12.5.4. Objeción de la querella
El párrafo II del art. 13 (inicio de la etapa preparatoria) establece que en el caso que se haya pre-
sentado querella (art. 10 —II), ésta podrá ser objetada por el imputado o el Comité del Ministerio
Público y Policía Judicial ante la Comisión de Constitución, Justicia y Policía Judicial de la Cámara
de Diputados, dentro de los tres días posteriores a su notificación, debiendo ser resuelta por la Co-
misión en igual plazo. En lo pertinente, el trámite y la resolución se sujetarán a lo previsto en el
NC PP.
En éste caso, cabe también remitirse a lo previsto en el art. 33 —len relación con el inciso 5') del
art. 403 del NCPP.
12.5.5. Inexistencia de recurso contra la resolución de rechazo.
El párrafo 1.2 del art. 13 (inicio de la etapa preparatoria) en relación con los arts. 14 (deliberación
sobre el informe preliminar) y 15 (Votación del informe preliminar) prevén la posibilidad del recha-
zo de la denuncia, querella o actuaciones policiales, lo que acarrearía la extinción de la acción y el
archivo de obrados.
En ese caso, según el último párrafo del art. 15, la resolución adoptada por la Comisión, no será
susceptible de recurso ulterior; lo cual en mi criterio, constituye una gravísima violación del tantas
veces analizado derecho de apelación de las partes, toda vez que ésta resolución que pone térmi-
no definitivo al procedimiento, resulta impugnable por disposición de la propia norma, pese a que
podría y debería haberse contemplado conforme sucede con el procedimiento ordinario, la posibi-
lidad de impugnación.
Incluso —de no ser que la propia norma lo prohíbe expresamente- podríamos haber deducido la pro-
cedencia del recurso de apelación incidental contra ésta resolución que declara la extinción de la
acción penal a partir del párrafo I del art. 33 de ésta Ley, que prevé el recurso de apelación inci-
dental contra las resoluciones interlocutorias expresamente señaladas en el NCPP, cuyo art. 403
inciso 6') incluye a la resolución que declara la extinción de la acción penal.
Lo propio ocurre con la disposición del art. 22 (votación) referida al proyecto de acusación, el que
luego de debate en la Cámara de Diputados, para continuar el trámite ingresando al juicio, debe
contar con el voto afirmativo de la mayoría absoluta de los miembros presentes. Caso contrario,
se tendrá por rechazado y se declarará extinguida la acción penal debiendo procederse al archivo
de obrados.
Se trata de una suerte de "procedimiento intermedio" en el cual, se supone por lo menos que los
miembros de ése órgano político debieran analizar la existencia de mérito del proyecto de acusa-
ción; empero, nuevamente la resolución que adopten, sí es negativa resultaría inimpugnable, vulne-
rando el elemento componente del debido proceso referido al derecho de apelar de una resolución
que por si fuera poco, pone fin al procedimiento.
Sin embargo, de una interpretación integral de la norma, deduzco en mi criterio la procedencia en
éste caso concreto del recurso de apelación incidental, a partir de lo previsto por el párrafo 1 del
art. 33 de la Ley N' 2623 en relación con el inciso 6') del art. 403 del NCPP.
12.5.6. De la Sección III referida a los Recursos
A partir de su art. 31 y hasta el art. 35, es decir, toda la sección III de la Ley N' 2623, está dedi-
cado al tratamiento del sistema de recursos en particular.

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

El art. 31 (Disposición General) vuelve a remitirse sin perjuicio de las normas establecidas en esa
Ley, en cuanto al trámite, a lo dispuesto en el NCPP y en su caso, a los Reglamentos de cada una
de las Cámaras Legislativas.
12.5.7. Recurso de Reposición
Contemplado en su art. 32. Su finalidad radica en que el tribunal advertido de su error, revoque o
modifique su decisión.
Procederá contra las providencias de mero trámite dictadas durante la etapa preparatoria y la eta-
pa del juicio y contra las resoluciones interlocutorias dictadas durante ésta última etapa. En todos
los casos, deberá estar debidamente fundamentado.
La resolución será de competencia del mismo tribunal que dictó la resolución impugnada. Será
adoptada por simple mayoría de votos.
Durante la etapa preparatoria deberá ser interpuesto por escrito dentro de las 24 horas de notifi-
cada la resolución, teniendo el tribunal igual plazo para resolverlo.
Durante la audiencia de juicio, se interpondrá oralmente en la misma audiencia y deberá ser resuel-
to en el mismo acto.
12.5.8. Recurso de Apelación Incidental
Procederá contra las resoluciones interlocutorias expresamente señaladas en el NCPP dictadas du-
rante la etapa preparatoria, lo que implica remitirse a los incisos pertinentes del art. 403 del mis-
mo, es decir que el recurso de apelación incidental en éste tipo de procesos procederá contra las
siguientes resoluciones:
La que resuelve una excepción;
La que resuelve medidas cautelares o su substitución —recuérdese en éste caso lo manifestado
con motivo de las apelaciones de medidas cautelares.

La que desestime la querella en los delitos de acción privada. Si bien el procedimiento estable-
cido a lo largo de la Ley N 9 2623 pareciera contemplar delitos de acción privada, no es menos
cierto que la única limitación existente en la norma sobre la naturaleza de los delitos es la contem-
plada en el art. 1, cuya condición se ha limitado a los delitos cometidos durante el ejercicio de sus
funciones, lo cual no obsta que alguno de los delitos del art. 20 del NCPP puedan ingresar en el
ámbito competencial de la norma.

La que resuelve la objeción de la querella, según la previsión de su art. 33 — I.


La que declare la extinción de la acción penal. En éste caso, cabría también considerar como
adelanté en ocasión de la resolución que rechaza el proyecto de acusación e importa el archivo de
obrados (art. 22), que como la norma no lo prohíbe expresamente como en el caso del art. 18,
procede ésta apelación incidental al tratarse de una resolución que declara la extinción de la ac-
ción penal.

La que conceda, revoque o rechace la libertad condicional.

g) La que niegue o revoque la solicitud de ampliación de la etapa preparatoria en delitos relaciona-


dos con organizaciones criminales; toda vez que según los arts. 9 (aplicación supletoria) y espe-
cialmente la última parte del art. 16 de la Ley N 1 2623, cuando la investigación sea compleja, a
pedido fundado del Comité del Ministerio Público y Policía Judicial, la Comisión de Constitución, Jus-
ticia y Policía Judicial de la Cámara de Diputados, podrá ampliar el término de desarrollo de la eta-
pa preparatoria de los tres meses iniciales, hasta 30 días adicionales.

-298-
Arturo Yañez Cortés

La que admita o niegue la suspensión o extinción de la pena. Entiendo que en éste tipo de pro-
cesos proceden los beneficios posteriores a la sentencia como el perdón judicial, la libertad con-
dicional y la suspensión condicional de la pena; motivo por el cual sostengo la procedencia del re-
curso de apelación incidental en esos casos.
La que resuelva la reparación del daño, que deriva del art. 5 (Daños y perjuicios) de la Ley N2
2623.
Adviértase que no se incluyó el inciso 1) del art. 403 del NCPP relativo a la resolución de la sus-
pensión condicional del proceso, debido a que esa salida alternativa se encuentra expresamente
prohibida en éste tipo de procedimiento especial, según dispone el art. 4 de la Ley N 5 2623.
El recurso de apelación incidental será interpuesto por escrito dentro de los tres días de notifica-
do con la resolución impugnada, ante la Comisión de Constitución, Justicia y Policía de la Cámara
de Diputados, la que deberá notificar a las otras partes para que en igual plazo contesten el recur-
so. Vencido ese plazo remitirá las actuaciones a conocimiento de la Comisión de Derechos Huma-
nos de la Cámara de Diputados para que resuelva en sesión de Comisión por mayoría absoluta de
votos. La resolución deberá abarcar la admisibilidad y la procedencia del recurso, teniendo un pla-
zo de 10 días siguientes a la recepción de las actuaciones.
12.5.9. Recurso de Apelación Restringida.
Podrá ser interpuesto por escrito y debidamente fundamentado ante la Cámara de Senadores, den-
tro de los quince días de notificado el recurrente con la sentencia condenatoria.
En consecuencia, al tratarse del cómputo del plazo en días, rige lo previsto en el tercer parágrafo
del art. 130 del NCPP. 4 Asimismo, de lo expresamente señalado en el artículo glosado, cabría de-
ducir que, tratándose de sentencia absolutoria (art. 29 — II) no existe posibilidad de apelación.
Según el art. 34 — I, procede por inobservancia o errónea aplicación de la Ley y, sólo contra la sen-
tencia condenatoria dictada por la Cámara de Senadores.
La resolución del recurso será de competencia de ambas cámaras legislativas reunidas en sesión
de Congreso. La resolución será adoptada dentro de los 20 días siguientes de recibidas las actua-
ciones y será adoptada por el voto de dos tercios de sus votos presentes.
Cabe precisar que resulta absurdo desde cualquier punto de vista mínimamente jurídico, que -con
excepción del recurso de reposición que es universalmente aceptado sea resuelto por el mismo ór-
gano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada- el recurso de apelación restringida contra
una sentencia vaya a ser resuelto, nuevamente ;por los mismos "jueces" que conocieron el de-
sarrollo del trámite ya sea durante la etapa preparatoria y durante el juicio;.
Es más, a partir del art. 9 (aplicación supletoria) remitiéndonos entonces supletoriamente a las dis-
posiciones del NCPP, es obvio que cualquier abogado defensor, sabrá deducir contra todos los que
intervinieron previamente en el proceso, el respectivo pedido de excusa y/o recurso de recusación,
amparado en el inciso 1) del art. 316 del NCPP que, considera como causal, el haber intervenido
en el mismo proceso como juez, fiscal, abogado, etc, etc; con lo cual, la etapa de recursos de és-
te procedimiento especial habrá de enfrentar graves problemas en su realización, al margen del
elemento de fondo respecto de la naturaleza de éste procedimiento al que ya me referí al inicio.
12.5.10. Recurso de Revisión Extraordinaria
Finalmente, el art. 35 de la Ley N 5 2623 se refiere a este mal denominado "recurso" que como se
ha visto a lo largo del presente trabajo, se trata en esencia de una nueva acción o demanda.

4 Art. 130 (Cómputo de plazos) (...) los plazos determinados por días comenzarán a correr al día siguiente de practicada la
notificación y vencerán a las 24 horas del último día hábil señalado. Al efecto se computará sólo los días hábiles, salvo que
la ley disponga lo contrario o que se refiera a medidas cautelares , caso en que se computarán días corridos".

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Régimen de Impugnación en el Sistema Acusatorio Oral Boliviano

Procede en todo tiempo a favor del condenado y según los motivos expresamente señalados en el
NCPP, es decir, las causales previstas en el art. 421 del mismo.
Deberá ser presentado por escrito, debidamente fundamentado ante la Cámara de Senadores, la
que lo resolverá dentro de los 20 días siguientes, por simple mayoría de votos de los presentes.
Valga también para éste caso, el comentario realizado en ocasión del recurso de apelación restrin-
gida de la sentencia condenatoria, pues, resulta muy difícil que el mismo órgano que dispuso la
condena compuesto seguramente por los mismos integrantes que dictaron sentencia condenato-
ria, vayan luego a revisar su anterior resolución, más aún cuando es bien sabido que éstas resolu-
ciones -por tratarse de órganos de índole político partidista- no se adoptan en función a las prue-
bas producidas durante el juicio, sino en base a consignas e intereses partidarios, lo cual, nueva-
mente, desnaturaliza este juzgamiento por la vía penal a cargo del órgano legislativo.

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ANEXOS
AUTOS SUPREMOS PARA PRECEDENTES CONTRADICTORIOS: CODIGO PENAL
ART TIPO PENAL AUTOS SUPREMOS
Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha
118 Sabotaje 302 18-V-04
123 Sedición 593 14-XI-01
130 Instigación Pública a Delinquir 593 14-XI-01 372 13-VII-00 754 24-XI-00
131 Apología Pública de un Delito 754 24-XI-00
132 Asociación Delictuosa 479 15-VIII-04 83 11-11-04 541 29-X-03 540 23-X-03 482 23-IX-03
469 23-IX-03 318 13-VI-03 270 16-V-03 252 10-V-03 184 08-IV-03
120 08-111-03 63 01-11-03 388 10-X-02 277 29-VII-02 266 22-VII-02
132 Organización Criminal 16 13-1-04 276 21-V-01
bis
133 Terrorismo 367 30-IX-02 223 21-VI-02 3 08-1-02 577 20-IX-00 372 13-VII-00
134 Desórdenes o Perturbac. Públicas 593 14-XI-01
142 Peculado 97 18-11-04 523 21-X-03 539 24-VII-03 320 14-VI-03 317 13-VI-03
521 06-V-03 206 10-IV-03 25 17-1-03 23 17-1-03 23 17-1-03
7 04-1-03 366 30-IX-02 116 04-IV-02 306 22-V-01 264 18-V-01
117 05-1V-01 43 16-1-01 831 13-XII-00 648 07-XI-00 595 19-X-00
167 20-111-98
143 Peculado Culposo 317 13-VI-03 25 17-1-03 306 22-V-01 117 5-IV-01 43 16-1-01
595 19-X-00 32 15-XII-99
144 Malversación 23 17-1-03 117 05-IV-01
145 Cohecho Pasivo Propio 318 13-VI-03 294 03-VI-03 3 08-1-02 117 05-IV-01 69 17-11-01
57 15-11-01 179 14-X-99
146 Uso Indebido de Influencias 364 25-VII-03 196 09-IV-03 84 12-11-03 145 23-IV-01 179 14-X-99
147 Beneficios en Razón del Cargo 318 13-VI-03 117 05-IV-01 179 14-X-99
150 Negociaciones Incompatibles 490 02-X-03 196 09-IV-03
con Ejercicio de Funciones
151 Concusión 117 05-IV-01
153 Resoluciones Contrarias a la 309 11-VI-03 831 13-XII-00
Constitución y a las Leyes
154 Incumplimiento de Deberes 398 23-VII-04 374 22-VI-04 523 21-X-03 490 02-X-03 364 25-VII-03
319 14-VI-03 318 13-VI-03 317 13-VI-03 302 10-VI-03 251 06-V-03
84 12-11-03 25 17-1-03 356 17-IX-02 420 15-VIII-01 119 18-1V-01
613 07-XI-00 440 04-IX-00
155 Denegación de Auxilio 149 24-IV-02 149 12-111-01 76 11-111-00
158 Cohecho Activo 318 13-VI-03 117 05-IV-01 69 17-11-01
159 Resistencia a la Autoridad 619 25-X-00
160 Desobediencia a la Autoridad 431 18-VIII-04 593 14-XI-01 55 14-11-01 619 25-X-00 189 20IV-00
103 09-111-00
AUTOS SUPREMOS PARA PRECEDENTES CONTRADICTORIOS: CODIGO PENAL
ART TIPO PENAL AUTOS SUPREMOS
Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha
163 Anticipación o Prolongación de 277 29-VII-02
Funciones
166 Acusación y Denuncia Falsa 520 20-IX-04 455 23-V111-04 105 01-111-04 307 31-VII-02 146 24-IV-02
139 05-IV-02 353 12-VII-01 649 07-XI-00 579 31-X-00 99 18-V-99
45 19-1-99
169 Falso Testimonio 145 23-IV-01 272 18-V-98
171 Encubrimiento 298 17-V-04 10 13-1-04 16 13-1-04 31 19-1-04 57713-XI-01
351 11-VII-01 1 05-1-01 828 13-XII-00 595 19-X-00 584 22-IX-00
468 23-VIII-00 464 08-IX-00 207 24-V-00 185 24-V-00
172 Receptación 457 23-V111-04 16 13-1-04 540 23-X-03 393 25-VII-01 306 22-V-01
652 07-XII-00 595 19-X-00 464 08-IX-00 101 14-11-98
173 Prevaricato 55 29-1-04 535 22-X-03 534 22-X-03
176 Patrocinio Infiel 40 23-1-01
177 Ne.ativa o Retardo de Justicia 534 22-X-03 65 31-1-00
178 Omisión de Denuncia 595 19-X-00
179 Desobediencia Judicial 619 25-X-00
179 Desobediencia a Resoluciones 401 18-VIII-03
bis en Procesos de Habeas Corpus
y Amparo Constitucional
180 Evasión 62 01-11-03 577 13-XI-01 487 25-VIII-00 36 25-X-99
181 Favorecimiento a la evasión 356 17-IX-02 594 14-XI-01
186 Falsificación de Moneda 821 12-XII-00
190 Falsificación de Sellos, Papel 725 20-XI-00
Sellado y Timbres
191 Impresión Fraudulenta de Sello Oficial 101 12-11-03 207 27-V-02 595 19-X-00
193 Falsificación y Aplicación Inde- 219 24-IV-03 649 07-XI-00 613 07-XI-00
bida de Marcas y Contraseñas
196 Utilización de lo ya usado 15 18-1-00
198 Falsedad Material 473 25-VI 11-04 459 23-VIII-04 456 23-VIII-04 408 02-V111-04 336 04-VI-04
317 19-V-04 314 19-V-04 71 09-11-04 31 19-1-04 10 13-1-04
616 15-XI-01 560 09-XI-01 523 23-X-01 506 11-X-01 86 22-11-01
198 Falsedad Material (continuación) 62 16-11-01 68 19-1-01 23 16-1-01 11 15-1-01 705 12-XII-00
604 07-XI-00 639 27-X-00 468 12-1X-00 262 09-VI-00 163 03-1V-00
103 15-XII-99 52 05-1X-99 56 20-1-99
AUTOS SUPREMOS PARA PRECEDENTES CONTRADICTORIOS: CODIGO PENAL
ART TIPO PENAL AUTOS SUPREMOS
Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha
199 Falsedad Ideológica 473 25-VIII-04 472 25-VIII-04 471 25-VIII-04 459 23-VIII-04 408 02-VIII-04
317 19-V-04 314 19-V-04 10 13-1-04 561 06-XI-03 537 23-X-03
523 21-X-03 454 16-IX-03 410 19-VIII-03 400 18-VIII 318 13-Vi-03
317 13-VI-03 165 27-IV-01 87 09-XI-01 40 23-1-01 33 16-1-01
739 22-XI-00 708 17-XI-00 687 10-XI-00 606 23-X-00 532 11-IX-00
430 28-VIII-00 422 15-VIII-00 173 07-I\/-00 32 13-1-99 564 14-XII-98
547 09-XII-98
200 Falsificación de Documento 473 25-V111-04 471 25-VIII-04 461 24-VIII-04 454 16-IX-04 297 30-VII-02
Privado 207 27-V-02 168 30-IV-02 134 20-11-01 87 09-11-01 62 16-11-01
793 30-XI-00 570 31-X-00 495 12-X-00 443 04-IX-00 107 08-VI-99
202 Supresión o Destrucción de 69 17-11-01 158 30-111-00
Documentos
203 liso de Instrumento Falsificado 473 25-VIII-04 472 25-VIII-04 471 25-VIII-04 461 24-VIII-04 408 02-VIII-04
336 04-VI-04 314 19-V-04 71 09-1104 31 19-1-04 134 20-11-01
87 09-11-01 708 17-XI-00 422 15-VII-00 173 07-IV-00 32 13-1-99
564 14-XII-98
204 Cheque en Descubierto 408 19-VIII-03 403 18-VIII-03 379 07-VIII-03 314 13-VI-03 143 18-111-03
48 28-1-03 406 15-X-02 289 29-VII-02 42 24-1-00 120 11-VI-99
493 25-XI-98 326 29-V1-98 275 18-V-98 86 12-11-98 79 12-11-98
205 Giro Defectuoso de Cheque 376 23-VI-04 236 26-IV-01 112 16-11-00 83 21-111-00 6 07-1-99
350 10-VII-98
206 Incendio 484 24-VIII-00
(210 Conducción Peligrosa de 321 26-VIII-02 459 18-IX-01 404 25-V11-01 828 13-XII-00 701 12-XII-00
Vehículos
211 Fabricación, Comercio o Tenencia de 372 13-VIII-00
Substancias Explosivas, Asfixiantes
214 Atentado Contra la Seguridad de 266 22-VII-02
Servicios Públicos
221 Contratos Lesivos al Estado 193 14-V-01 117 05-IV-01 831 13-XII-00 616 07-XI-00 382 11-V111-00
222 Incumplimiento de Contratos 374 22-VI-04 616 07-X1-00 382 11-VIII-00
223 Destrucción o Deterioro de Bienes 94 22-11-01 831 13-XII-00 652 07-XII-00
del Estado y la Riqueza Nacional
224 Conducta Antieconómica 374 22-VI-04 318 13-VI-03 181 08-IV-03 831 13-XII-00 616 07-XI-00
595 19-X-00
228 Contribuciones y Ventajas Ilegítimas 201 27-V-02 93 22-11-01 623 07-XI-00
229 Sociedades o Asociaciones Ficticias 454 16-IX-03 616 07-XI-00
231 Evasión de Impuestos 55 14-11-01
AUTOS SUPREMOS PARA PRECEDENTES CONTRADICTORIOS: CODIGO PENAL
ART TIPO PENAL AUTOS SUPREMOS
Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha
232 Sabotaje 302 18-V-04 710 18-XI-00 649 07-XI-00 167 20-IX-99
235 Fraude Comercial 616 07-XI-00 613 07-XI-00
236 Engaño en Productos Industriales 616 07-XI-00 613 07-XI-00
237 Desvío de Clientela 266 22-VII-02 434 27-X-98
240 Bigamia 77 10-11-04 400 18-VIII-03 81 21-11-01 83 12-11-98
241 Otros Matrimonios Ilegales 83 12-11-98
242 Responsabilidad del Oficial del 103 15-XII-99
Registro Civil
243 Simulación de Matrimonio 103 15-XII-99
246 Sustracción de un Menor o Incapaz 448 17-IX-01
250 Abandono de Mu¡er Embarazada 107 01-111-04 85 12-11-04 23 12-1-01 499 29-V111-00 131 08-111.00
75 11-111-00
251 Homicidio 524 20-IX-04 414 03-VIII-04 305 18-V-04 297 17-V-04 120 02-111-04
473 23-IX-03 316 13-VI-03 236 30-1V-03 220 24-IV-03 150 19-111-03
25 21-X-03 437 07-XI-02 431 07-XI-02 344 17-IX-02 304 30-VII-02
285 29-VII-02 284 29-VII-02 279 29-VII-02 230 25-V1-02 553 08-XI-01
522 23-X-01 507 11-X-01 455 17-IX-01 444 30-VIII-01 362 18-VII-01
272 19-V-01 256 17-V-01 420 17-VIII-00 548 09-XII-98
252 Asesinato 522 20-IX-04 479 25-VIII-04 414 03-VIII-04 308 18-V-04 103 20-11-04
83 11-11-04 31 19-1-04 19 14-1-04 8 08-1-04 540 23-X-03
528 21-X-03 474 23-IX-03 409 19-V111-03 233 30-IV-03 212 24-IV-03
210 24-IV-03 148 19-111-03 144 18-111-03 338 11-XI-02 239 30-VII-02
227 25-VI-02 211 28-V-02 209 28-V-02 151 01-V-02 54 26-11-02
1 07-1-02 605 15-XI-01 600 15-XI-01 596 14-XI-01 586 14-XI-01
576 13-XI-01 572 10-XI-01 540 01-XI-01 514 22-X-01 483 03-X-01
480 27-1X-01 426 16-V111-01 413 25-VII-01 398 25-VI-01 393 25-VII-01
375 23-VII-01 347 11-VII-01 197 21-V-01 420 17-V111-00
253 Parricidio 239 30-IV-03 883 22-XII-00 581 31-X-00 192 24-V-00
254 Homicidio por Emoción Violenta 414 03-V111-04 220 24-IV-03 210 24-IV-04 144 18-111-03 90 09-11-01
866 19-XII-00 611 24-X-00 504 30-VIII-00 468 23-VIII-00 467 23-VIII-00
429 17-V111-00 420 17-V111-00 403 15-VIII-00 291 25-VII-00 273 09-VI-00
233 03-VI-00 67 19-11-00 91 13-XII-99 531 03-X11-98 165 20-111-98
46 28-1-98
257 Homicidio 403 15-V111-00 74 25-XI-99
258 Infanticidio 75 11-111-00 74 25-XI-99
259 Homicido en Riña o a Consecuencia 574 13-XI-01 503 11-X-01 754 24-XI-00 708 12-XII-00 507 01-IX-00
de Agresión 30 13-1-99
AUTOS SUPREMOS PARA PRECEDENTES CONTRADICTORIOS: CODIGO PENAL
ART TIPO PENAL AUTOS SUPREMOS
Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha
260 Homicidio Culposo 525 21-X-03 236 30-IV-03 150 19-111-03 80 04-11-03 279 29-VII-02
230 25-VI-02 543 30-X-00 542 30-X-00 351 15-VII-98 146 10-111-98
261 Homicidio y Lesiones Graves y 365 22-VI-04 337 07-VI-04 78 10-11-04 205 10-IV-03 328 27-VIII-02
Gravísimas en Accidentes de 321 26-V111-02 199 22-V-02 88 08-111-02 2 07-1-02 583 13-XI-01
Tránsito 517 22-X-01 404 25-VII-01 87 22-11-01 828 13-XII-00 807 04-XII-00
238 02-XII-99 185 14-X-99 181 25-111-98 169 20-111-98 144 10-111-98
262 Omisión de Socorro 334 03-1X-02 199 22-V-02 583 13-XI-01 422 15-V111-01 404 25-VII-01
184 03-V-01 119 18-1V-01 114 29-111-01 852 16-XII-00 807 04-XII-00
238 02-XI-99 185 14-X-99 144 10-111-98
270 Lesiones Gravísimas 84 11-11-04 383 07-VII-03 203 10-IV-03 144 18-111-03 58 01-11-03
44 1-03 437 07-XI-02 359 30-IX-02 263 22-VII-02 69 04-111-02
367 18-VII-01 287 22-V-01 229 05-1V-01 205 02-1V-01 200 24-V-01
178 13-111-01 119 18-1V-01 47 17-1-01 877 21-XII-00 594 31-X-00
323 03-VI-00 305 09-V111-00 368 11-IX-98 25 19-1-98
271 Lesiones Graves y Leves 463 24-V111-04 310 18-V-04 305 18-V-04 383 07-VII-03 442 30-VIII-01
253 17-V-01 158 27-1V-01 135 23-1V-01 133 21-1V-01 131 20-1V-01
119 18-IV-01 69 24-1-01 14 09-1-01 806 04-XII-00 776 28-XI-00
502 30-V111-00 389 11-V111-00 323 03-V1-00 167 05-1V-00 117 11-VI-99
75 13-IX-99
273 Lesión Seguida de Muerte 103 20-11-04 149 24-IV-02 553 08-XI-01 503 11-X-01 227 05-1V-01
149 12-111-01 10 15-1-01 650 07-XI-00 619 25-X-00 189 24-V-00
167 05-1V-00 434 27-X-98 276 18-V-98
274 Lesiones Culposas 263 22-VII-02
277 Contagio Venéreo 166 20-111-98
278 Abandono de Menores 144 18-11-00
281 Denegación de Auxilio 149 24-IV-02 149 12-111-01 76 11-111-00
282 Difamación 520 20-IX-04 45 28-VII-03 877 21-XII-00 158 30-111-00
283 Calumnia 520 20-IX-04 372 22-VI-04 105 01-111-04 399 18-VIII-03 45 28-1-03
307 31-VII-02 472 21-1X-01 877 21-XII-00
285 fPropalación de Ofensas 45 28-1-03
287 Injuria 520 20-IX-04 372 22-VI-04 399 18-VIII-03 45 28-1-03 877 21-XII-00
293 Amenazas 58 01-11-03 485 03-X-01 46 07-11-01 619 25-X-00
294 Coacción 16 13-1-04 46 07-11-01
298 Allanamiento de Domicilio o Sus 531 22-X-03 280 29-VII-02 102 09-111-01 75 24-1-01 877 21-XII-00
Dependencias 97 25-111-00
AUTOS SUPREMOS PARA PRECEDENTES CONTRADICTORIOS: CODIGO PENAL
ART TIPO PENAL AUTOS SUPREMOS
Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha
303 Atentados Contra la Libertad de 97 25-111-00 413 12-X-98
Trabajo
308 Violación 523 20-IX-04 418 16-VIII-04 312 19-V-04 311 18-V-04 538 23-X-03
217 24-IV-03 213 24-IV-03 210 24-IV-03 407 15-X-02 311 23-V-01
862 19-X11-00 783 28-XI-00 642 07-XI-00 640 07-XI-00 580 31-X-00
570 19-IX-00 545 30-X-00 406 15-VIII-00 388 27-VII-00 331 05-VI-00
325 03-VI-00 324 15-VI-00 285 24-VII-00 280 29-IV-00 275 09-VI-00
264 29-IV-00 252 08-VI-00 245 07-VI-00 212 25-IV-00 166 04-IV-00
141 11-111-00 137 10-111-00 125 24-IV-00 89 09-11-00 106 08-VI-99
36 25-X-99 184 25-111-98 131 09-111-98
308 Violación de Niño, Niña o 418 16-VIII-04 118 02-111-04 115 02-111-04 20 14-1-04 538 23-X-03
bis Adolescente 217 24-IV-03 178 07-IV-03 68 03-11-03 6 04-1-03 259 22-VII-02
258 22-VII-02 68 04-111-02 481 27-IX-01 481 27-IX-01
308 Violación en Estado de Inconsciencia 418 16-VIII-04
ter
309 Estupro 523 20-IX-04 107 01-111-04 85 12-11-04 480 23-IX-03 274 19-V-01
141 24-IV-01 139 23-1V-01 763 25-XI-00 453 05-IX-00 442 19-VIII-00
75 11-111-00 89 13-XII-99
310 Agravación 303 18-V-04 118 02-111-04 79 11-11-04 6 08-1-04 180 07-IV-03
361 30-IX-02 141 05-IV-02 8 15-1-02 607 15-XI-01 500 08-X-01
349 11-VII-01 260 18-V-01 246 17-V-01 245 17-V-01 217 02-1V-01
125 19-IV-01 28 16-1-01 846 15-XII-00 629 07-XI-00 585 31-X-00
309 02-VI-00 286 29-V-00 79 13-111-00 5 05-1-00 500 25-XI-98
312 Abuso Deshonesto 418 16-VIII-04 410 03-VIII-04 5 08-1-04 480 23-IX-03 407 15-X-02
275 29-VII-02 198 22-V-02 38 05-11-02 37 05-11-02 589 14-XI-01
138 20-11-01 872 20-XII-00 312 02-VI-00 283 24-VII-00 132 09-111-98
313 Rapto Propio 326 27-VI-01
314 Rapto Impropio 317 26-VIII-02
315 Con Mira Matrimonial 79 04-11-03
318 Corrupción de Menores 418 16-VIII-04 85 12-11-04 275 29-VII-02 36 25-X-99
319 Corrupción Agravada 418 16-VIII-04 275 29-VII-02 141 11-111-00 29 26-1-00
320 Corrupción de Mayores 275 29-VII-02 132 09-111-98
326 Hurto 461 24-VIII-04 457 23-VIII-04 109 01-111-04 21 14-1-04 374 01-VIII-03
75 03-11-03 53 08-11-02 35 04-11-02 9 15-1-02 575 13-XI-01
326 Hurto (continuación) 460 18-IX-01 458 18-IX-01 363 18-VI-01 345 09-VI1-01 218 02-IV-01
94 22-11-01 77 20-11-01 50 12-11-01 37 16-1-01 859 18-XII-00
761 25-XI-00 726 21-XI-00 692 12-XII-00 618 25-X-00 452 05-IX-00
278 10-VI-00 163 25-1V-00 151 21-111-00 48 25-1-00 169 20-IX-99
165 20-IX-99 135 12-VIII-99 131 30-VII-99
AUTOS SUPREMOS PARA PRECEDENTES CONTRADICTORIOS: CODIGO PENAL
ART TIPO PENAL AUTOS SUPREMOS
Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha
328 De Uso 9 15-1-02 54 08-11-00
331 Robo 519 20-IX-04 461 24-VIII-04 31 1-04 136 05-IV-02 53 08-11-02
606 15-XI-01 221 02-IV-01 163 23-IV-01 92 16-11-01 36 22-1-01
877 21-XI-00 694 12-XII-00 510 04-IX-00 190 24-V-00 554 14-XII-98
368 11-IX-98 273 18-V-98 87 12-11-98 84 12-11-98
332 Robo Agravado 457 23-VIII-04 83 11-11-04 80 11-11-04 409 19-VIII-03 274 19-V-03
159 29-IV-03 147 19-111-03 62 02-11-03 192 22-V-02 115 04-IV-02
67 01-111-02 54 26-11-02 4 14-1-02 547 07-XI-01 393 25-VIII-01
301 22-V-01 877 21-XI-00 652 07-XII-00 560 30-X-00 421 15-V111-00
381 25-VII-00 264 29-1V-00 254 09-VI-00 251 28-1V-00 185 24-V-00
167 05-1V-00 132 24-1V-00 94 10-11-00 3 05-1-00 92 13-XII-99
368 11-IX-98 215 09-IV-98 200 27-IV-98 101 14-11-98 85 12-11-98
333 Extorsión 518 20-IX-04 461 24-VIII-04 450 19-VIII-04 124 02-111-04 277 29-VII-02
188 21-V-02 3 08-1-02 560 09-XI-01 313 28-V-01 15 16-1-01
527 30-X-00 487 25-VIII-00 547 09-XII-98 96 14-11-98
334 Secuestro 16 13-1-04 482 23-IX-03 120 03-IV-02 3 08-1-02 276 21-V-01
527 30-X-00 487 25-VIII-00 52 05-XI-99 96 14-11-98
335 Estafa 526 20-IX-04 518 20-IX-04 500 10-IX-04 468 24-VIII-04 461 24-VIII-04
459 23-VIII-04 456 23-VIII-04 455 23-VIII-04 352 14-VI-04 316 19-V-04
289 17-V-04 100 19-11-04 99 19-11-04 81 11-11-04 69 09-11-04
29 19-1-04 17 13-1-04 14 13-1-04 389 25-V11-01 73 19-11-01
864 19-XII-00 843 15-XII-00 838 14-XII-00 821 12-XII-00 820 24-XI-00
792 30-XI-00 791 30-XI-00 769 27-IX-00 687 11-XII-00 676 11-XII-00
646 07-XI-00 578 21-IX-00 573 31-X-00 517 05-IX-00 514 18-X-00
447 05-IX-00 442 04-1X-00 441 04-IX-00 432 28-VIII-00 416 14-VIII-00
404 14-VIII-00 402 14-V111-00 276 09-VI-00 145 14-111-00 95 11-11-00
63 31-1-00 18 17-1-00 15 14-1-00 137 12-VIII-99 96 15-V-99
83 13-XII-99 5 29-IX-99 537 08-XII-98 319 29-VI-98 171 20-111-98
158 13-111-98
336 Abuso de Firma en Blanco 411 10-X-02 547 09-X11-98 303 21-V-98
337 Estelionato 527 20-IX-04 500 10-IX-04 461 24-V111-04 450 19-VIII-04 373 22-VI-04
289 17-V-04 69 09-11-04 14 13-1-04 417 27-VII-01 403 25-VII-01
337 Estelionato (continuación) 251 17-V-01 217 30-V-01 197 29-111-01 186 04-V-01 113 29-111-01
107 15-111-01 96 07-111-01 66 10-1-01 48 17-1-01 851 16-XII-00
837 14-XII-00 802 02-XII-00 770 27-XI-00 687 11-XII-00 676 11-XII-00
578 21-IX-00 573 31-X-00 567 19-IX-00 521 30-X-00 517 05-IX-00
467 12-IX-00 447 05-IX-00 404 14-VIII-00 145 14-111-00 140 10-111-00
83 06-11-00 215 19-XI-99 96 15-V-99 83 13-XII-99 52 19-1-99
585 19-XII-98 226 04-V-98 171 20-111-98 77 12-11-98 2 06-1-98
AUTOS SUPREMOS PARA PRECEDENTES CONTRADICTORIOS: CODIGO PENAL

ART TIPO PENAL AUTOS SUPREMOS


Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha
339 Destrucción de Cosas Propias Para 63 31-1-00
Defraudar
344 Alzamiento de Bienes o Falencia Civil 8 08-1-01 120 28-11-00 350 10-VII-98 226 04-V-98
345 Apropiación Indebida 473 25-VIII-04 471 25-VIII-04 461 24-VIII-04 258 06-V-04 121 02-111-04
14 13-1-04 404 18-VIII-03 312 13-VI-03 307 11-VI-03 42 27-1-03
301 30-VIII-02 604 15-XI-01 590 14-XI-01 471 21-IX-01 58 15-11-01
19 10-1-01 861 19-XII-00 843 15-XII-00 786 29-XI-00 764 25-XI-00
702 12-XII-00 655 03-XI-00 620 07-XI-00 586 28-IX-00 496 12-X-00
442 04-IX-00 436 04-IX-00 420 15-VIII-00 418 14-VIII-00 416 14-VIII-00
410 14-VIII-00 212 24-V-00 157 25-IV-00 139 10-111-00 96 24-111-00
88 08-11-00 78 13-111-00 52 26-1-00 21 17-1-00 465 23-XI-98
348 06-VII-98 73 04-11-98
346 Abuso de Confianza 471 25-VIII-04 258 06-V-04 21 14-1-04 14 13-1-04 312 13-VI-03
308 11-VI-03 307 11-VI-03 56 01-11-03 301 30-VII-02 273 B 24-VII-02
133 05-IV-02 46 06-11-02 401 25-VII-01 135 20-11-01 88 22-11-01
78 20-11-01 21 11-1-01 19 10-1-01 867 19-XII-00 764 25-XI-00
702 12-XII-00 679 11-XII-00 586 28-IX-00 496 12-X-00 442 04-IX-00
436 04-IX-00 418 14-VIII-00 416 14-VIII-00 410 14-VIII-00 139 10-111-00
88 08-11-00 52 26-1-00 21 17-1-00 73 04-11-99 465 23-XI-98
348 06-VII-98
346 Agravación en Caso de Víctimas 318 13-VI-03 48 28-1-03 821 12-XII-00 676 11-XII-00
bis Múltiples
350 Abigeato 452 19-VIII-04 109 15-11-00 11 12-1-00 153 12-111-98
351 Despojo 377 23-VI-04 73 10-11-04 42 27-1-03 99 14-111-02 98 14-111-02
48 17-1-01 495 12-X-00 401 14-VIII-00 97 25-111-00 54 08-11-00
352 Alteración de Linderos 377 23-VI-04 48 17-1-01
353 Perturbación de Posesión 465 24-VIII-04 378 23-VI-04 42 27-1-03 48 17-1-01 619 25-X-00
97 25-111-00
357 Daño Simple 519 20-IX-04 377 23-V1-04 337 07-VI-04 58 01-11-03 321 26-VIII-02
98 14-111-02 75 24-1-01 36 22-1-01 97 25-111-00 53 19-1-99
358 Daño Calificado 378 23-VI-04 315 19-V-04 531 22-X-03 181 08-IV-03 266 22-VII-02
30 04-11-02 710 18-XI-00 401 14-VIII-00
360 Usura 616 15-XI-01 564 14-XII-98 162 19-111-98
363 Manipulación Informática 206 10-IV-03 266 22-111-02
bis
363 Alteración, Acceso y Uso Indebido 206 10-IV-03
ter de Datos Informáticos
AUTOS SUPREMOS PARA PRECEDENTES CONTRADICTORIOS: LEY 1008
ART TIPO PENAL AUTOS SUPREMOS
Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha
46 Plantas Controladas 264 22-VII-02 614 15-XI-01 150 20-111-00 43 19-1-99 20 19-X-99
47 Fabricación 463 24-VIII-04 291 17-V-04 251 27-IV-04 238 15-IV-04 227 14-IV-04
123 02-111-04 112 01-111-04 477 23-IX-03 252 10-V-03 617 15-X1-01
234 26-IV-01 611 07-XI-00 391 27-VII-00
48 Tráfico 524 20-IX-04 520 20-IX-04 480 25-VIII-04 477 25-VIII-04 469 24-VIII-04
464 24-VIII-04 458 23-VIII-04 454 23-VIII-04 370 22-VI-04 313 19-V-04
300 17-V-04 299 17-V-04 290 17-V-04 249 26-IV-04 248 26-IV-04
246 16-IV-04 245 16-IV-04 244 16-IV-04 243 16-IV-04 241 15-IV-04
239 15-1V-04 237 15-IV-04 236 15-IV-04 230 14-IV-04 229 14-IV-04
228 14-IV-04 226 14-IV-04 225 13-IV-04 223 13-IV-04 221 13-IV-04
220 13-IV-04 128 09-111-04 82 11-11-04 72 10-11-04 70 09-11-04
12 13-1-04 532 22-X-03 530 22-X-03 529 21-X-03 527 21-X-03
526 21-X-03 520 21-X-03 485 29-IX-03 477 23-IX-03 476 23-1X-03
475 23-IX-03 472 23-IX-03 445 10-IX-03 407 18-VIII-03 382 07-VIII-03
376 01-V111-03 375 01-VIII-03 373 01-VIII-03 343 24-VII-03 342 24-V11-03
341 24-VII-03 313 13-VI-03 292 03-VI-03 291 03-VI-03 290 03-VI-03
278 19-V-03 273 19-V-03 269 16-V-03 268 16-V-03 254 10-V-03
252 10-V-03 247 06-V-03 246 06-V-03 245 06-V-03 241 06-V-03
240 30-1V-03 238 30-IV-03 237 30-IV-03 225 24-IV-03 218 24-IV-03
211 24-1V-03 200 10-IV-03 185 08-IV-03 179 07-IV-03 153 20-111-03
151 19-111-03 141 18-111-03 137 13-111-03 134 11-111-03 130 10-111-03
129 11-111-03 128 10-111-03 127 10-111-03 125 08-111-03 121 08-111-03
119 08-111-03 74 03-11-03 71 03-11-03 43 27-1-03 357 17-IX-02
614 15-XI-01 373 23-VIII-03 247 17-V-01 90 22-11-01 797 02-XII-00
771 27-XI-00 719 20-XI-03
49 Consumo y Tenencia para el 213 02-IV-01 56 15-11-01 29 16-1-01 813 06-XII-00 163 20-IX-99
Consumo 491 25-XI-98 353 24-VII-98
51 Suministro 222 13-IV-04 114 01-111-04 70 09-11-04 377 01-VIII-03 325 27-VIII-03
293 03-VI-03 253 10-V-03 242 06-V-03 85 12-11-03 73 03-11-03
67 03-11-03 434 07-XI-02 382 10-X-02 323 26-VIII-02 295 30-VII-02
282 29-VII-02 204 27-V-02 178 01-V-02 162 29-IV-02 29 04-11-02
591 14-XI-01 520 22-X-01 466 19-IX-01 430 16-VIII-01 425 16-VIII-01
416 27-V11-01 414 26-VII-01 411 25-VII-01 407 25-VII-01 391 25-VII-01
51 Suministro (continuación) 386 25-V11-01 378 24-VII-01 374 23-VII-01 371 23-VII-01 361 18-VII-01
346 11-VII-01 283 22-V-01 281 21-V-01 266 19-V-01 265 19-V-01
252 17-V-01 249 17-V-01 223 02-IV-01 210 02-1V-01 207 02-1V-01
205 26-V-01 203 13-111-01 175 13-111-01 121 20-11-01 110 16-11-01
106 16-11-01 98 16-11-01 83 21-11-01 78 25-1-01 45 02-11-01
30 17-1-01 25 15-1-01 7 08-1-01 830 13-XI1-00 813 06-XII-00
809 05-XII-00 803 04-XII-00 796 01-XII-00 645 31-X-00 406 14-VIII-00
43 19-1-99
53 Asociación Delictuosa y 477 25-VIII-04 251 27-IV-04 244 16-IV-04 228 14-1V-04 125 02-111-04
Confabulación 28 19-1-04 472 23-IX-03 362 25-VII-03 252 10-V-03 382 24-VII-01
234 26-1V-01 90 22-11-01 878 21-XII-00 378 15-VII-00 340 06-VI-00
156 25-1V-00 177 30-IX-99 520 09-XII-98 222 21-IV-98
54 Inducción 178 01-V-02 565 09-XI-01 372 23-VI-01 210 02-1V-01 696 12-XII-00
19 17-1-00
AUTOS SUPREMOS PARA PRECEDENTES CONTRADICTORIOS: LEY 1008
ART TIPO PENAL AUTOS SUPREMOS
Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha Número Fecha
55 Transporte 528 20-IX-04 525 20-IX-04 524 20-IX-04 521 20-IX-04 476 29-VIII-04
470 24-V111-04 469 24-VIII-04 462 24-VIII-04 458 23-VIII-04 454 23-VIII-04
451 19-VIII-04 379 23-V1II-04 371 22-VI-04 370 22-VI-04 366 22-VI-04
335 01-VI-04 313 19-V-04 307 19-V-04 290 17-V-04 249 26-IV-04
247 22-IV-04 243 16-IV-04 242 16-IV-04 240 15-IV-04 235 15-IV-04
232 14-IV-04 226 14-IV-04 223 13-IV-04 220 13-IV-04 532 22-X-03
530 22-X-03 529 21-X-03 521 21-X-03 520 21-X-03 519 21-X-03
518 21-X-03 501 13-XII-03 484 29-IX-03 478 23-IX-03 417 19-VIII-03
413 19-V1II-03 412 19-V111-03 402 18-VI1I-03 276 19-V-03 258 14-V-03
222 24-IV-03 214 24-IV-03 152 19-111-03 132 11-111-03 123 08-111-03
82 12-11-03 81 04-11-03 391 10-X-02 390 10-X-02 387 10-X-02
381 10-X-02 380 10-X-02 326 27-VIII-02
56 Instigación 524 20-IX-04 141 18-111-03 225 24-VI-02 141 18-111-02 617 15-XI-01
234 26-1V-01 215 30-V-01 524 07-IX-00 502 12-X-00 93 10-11-00
60 Obligación de Denuncia por el 472 23-IX-03 614 15-XI-01 787 29-XI-00 445 19-VIII-00 190 22-X-99
Propietario
61 Encubrimiento en Lugares Públicos 10 10-1-00
64 Inventarios y Registros 206 28-V-01
66 Cohecho Pasivo 354 17-IX-02 396 25-VII-01 382 24-V11-01 69 17-11-01 448 19-VIII-00
378 15-VIII-00 68 29-1-99 490 25-XI-98
67 Cohecho Activo 396 25-VII-01 382 24-VII-01 719 20-XI-00 378 15-VIII-00
68 Concusión Propia 294 03-VI-03 535 27-X-01 174 13-111-01 847 15-XII-00 719 20-XI-00
448 26-IX-00 107 15-11-00 550 09-XII-98 123 05-111-98 6 12-1-98
69 Concusión Impropia 251 27-IV-04 72 04-111-02 588 14-XI-01 384 25-VII-01 74 24-1-01
242 07-VI-00 550 09-XII-98 222 21-IV-98
72 Evasión 128 09-111-04 356 17-IX-02 594 14-XI-01 382 24-VII-01 261 18-V-01
234 26-1V-01 174 13-111-01 788 29-XI-00 574 20-IX-00 57 27-1-00
550 09-XII-98 245 12-V-98
73 Favorecimiento a la Evasión 356 17-IX-02 255 13-IV-04 225 13-IV-04 594 14-XI-01 478 27-IX-01
382 24-VII-01 261 18-V-01 174 13-111-01 788 29-XI-00 574 20-IX-00
57 27-1-00 550 09-XII-98
74 Excarcelación 161 25-IV-00
75 Encubrimiento 229 14-IV-04 228 14-IV-04 225 13-1V-04 221 13-IV-04 220 13-IV-04
417 19-VIII-03 376 01-VIII-03 341 24-VII-03 278 19-V-03 273 19-V-03
252 10-V-03 247 06-V-03 200 10-1V-03 129 11-111-03 127 10-111-03
125 08-111-03 121 08-111-03 352 17-IX-02 323 26-VIII-02 303 30-VII-02
300 30-VII-02 268 24-V11-02 253 19-VII-02 238 27-VI-02 212 28-V-02
197 22-V-02 195 22-V-02 132 04-IV-02 118 04-IV-02 110 03-IV-02
56 27-11-02 43 06-11-02 23 02-11-02 599 15-XI-01
76 Complicidad 300 17-V-04 290 17-V-04 251 27-IV-04 248 26-IV-04 246 16-IV-04
230 14-1V-0 ,; 225 13-IV-04 224 16-IV-04 222 13-IV-04 220 13-IV-04
123 02-111-04 82 11-11-04 529 21-X-03 484 29-IX-04 445 10-IX-03
132 04-IV-02 118 04-IV-02 72 04-111-02 23 02-11-02 719 20-XI-00
712 14-X11-00 378 15-VI1I-00 340 06-VI-00 84 02-111-99 222 21-IV-98
78 Uso de Armas 251 27-IV-04 225 13-IV-04 472 23-IX-03 234 29-IV-01 94 16-11-01
719 20-XI-00 445 19-VIII-00 550 09-VIII-98 417 21-X-98

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