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PRIMERA CLONACIÓN HUMANA

Embriones humanos clonados en Corea del Sur

Tras la clonación se les ha dado muerte para obtener de ellos células madre
Científicos de Corea del Sur y Norteamérica han logrado obtener
embriones humanos por clonación, extrayendo de 16 voluntarias
coreanas células ováricas no germinales e introduciéndolas en
óvulos a los que previamente les había sido retirado el núcleo y que
habían sido obtenidos de la misma mujer. Sacrificando esos
embriones humanos los científicos han aislado células madre.

NOTA de aceb: Aunque a finales de 2005 hemos conocido que


Hwang mintió al manipular sus datos y que su pretensión no fue
sino una farsa engañosa, la realidad es que existe un colectivo
científico-técnico y un lobby económico empeñados en
conseguir lo que el veterinario coreano y sus colaboradores no
han sabido hacer: conseguir células madre por medio de
clonación humana mediante técnicas de transferencia
nuclear. Por ello, creemos que es importante comentar la
noticia, manteniendo el texto en su versión original. (28-12-
2005)

El trabajo ha sido dirigido por un veterinario experto en clonación, Woo Suk


Hwang, junto con Shin Yong Moon de la Universidad Nacional de Seúl. Estos
investigadores han seguido un procedimiento similar al que se utilizó para clonar
la oveja Dolly. El experimento se publica con fecha 13 de febrero de 2004 en la
revista Science.
El artículo de Science proporciona una descripción detallada de cómo crear
embriones humanos por clonación. Expertos en este campo de investigación y
ajenos al presente trabajo lo juzgado convincente.
Sin embargo en un artículo aparecido recientemente en la prensa, López
Moratalla, prestigiosa experta en el tema, afirma que con el experimento de
Seúl no se ha obtenido un clon humano; ni tan siquiera un embrión clónico.
Existen barreras biológicas que impiden copiar seres humanos.

Valoración de la Dra. López Moratalla


Extraemos a continuación algunas de las afirmaciones de la prestigiosa
científica:
La revista Science publica un artículo que ha despertado gran expectación. Se ha
conseguido "una línea celular derivada de una célula madre embrionaria de un
blastocisto humano clónico". ¿Qué significa este resultado?
"Desde luego, un paso adelante en la manipulación de células para que tengan la
dotación genética deseada, y puedan obtenerse en cantidad, para estudios en el
área de la biomedicina. Se ha cultivado una célula madre embrionaria de forma que
se ha "inmortalizado": se ha convertido en línea celular, la han llamado SCNT-hES-1,
que puede guardarse, venderse y ser utilizada por diferentes investigadores. La célula
madre es del tipo embrionario y procede de una agrupación celular (no de un
verdadero blastocisto, o embrión de cinco días), que proviene de un "nuclóvulo"
humano (que no es un cigoto). Un "nuclóvulo" es la célula resultante de tomar un
óvulo, quitarle su núcleo y transferirle el núcleo de una de las células que acompañan
y rodean al óvulo.
"No se ha obtenido un clon humano, ni siquiera un embrión clónico. Experimentos
anteriores habían conseguido por el mismo sistema clones de ratón, pero no de
primates a pesar de más de 700 intentos. La razón es muy sencilla, el "nuclóvulo"
requiere ser "reprogramado" para que la dotación genética se adecue a la que
corresponde a un nuevo individuo cigoto, y que éste se desarrolle a blastocisto
primero, e incluso continúe y pudiera llegar a nacer (énfasis añadido).
"Puede que algún día se consiga clonar un primate o un ser humano, pero seguimos
lejos. Las barreras biológicas que dificultan este paso, gracias a Dios, son fuertes. Esas
barreras, hoy por hoy, nos protegen de la insensatez de copiar seres humanos para
intereses de terceros. Pero aun así, esta experimentación es innecesaria y usa a las
mujeres, que "donan" sus óvulos, como conejillos de Indias. Hablar de clonación es una
forma interesada de captar atención."

Células madre embrionarias


Sin embargo, la opinión pública y el mundo científico han acogido la noticia
como una auténtica clonación humana. En estas líneas pretendemos clarificar
éticamente la situación, suponiendo que efectivamente han sido clonados con
intención terapéutica los primeros embriones humanos. Pensamos que en
cualquier caso es la aceptación de esta realidad la que se pretende introducir
de una manera trivializada y en clave utilitarista en el mundo científico y en la
opinión pública. El precedente de la oveja Dolly hace previsible que pueda no
hallarse lejos la primera clonación humana verdadera.
Al anunciar el éxito de sus trabajos, los autores insisten en la finalidad terapéutica
de las clonaciones efectuadas. Éstas abren la puerta, según ellos, a obtener
copias de la misma persona (clones) para producir a partir de ellas células
madre de composición genética idéntica a la del individuo clonado. Así -dicen-
se evita el rechazo de éstas células.
Las células madre embrionarias son totipotentes, es decir, células
extremadamente inmaduras que pueden transformarse en las de cualquier
tejido del cuerpo, si bien los mecanismos de esta transformación y la manera de
dirigirla aún no se conocen. Por su enorme versatilidad, las células madre podrían
utilizarse en un futuro para regenerar tejidos en patologías como la enfermedad
de Parkinson o las alteraciones del miocardio.

Células madre adultas


Sin embargo, para conseguir células madre no es indispensable sacrificar
embriones humanos. También es posible obtenerlas de niños o de adultos: son las
llamadascélulas madre adultas. Se trata de células multipotentes, capaces de
originar los diferentes tipos celulares que integran todo un tejido.
Hoy en día es posible conseguir células madre adultas a partir de tejidos muy
diversos. Al hallarse parcialmente diferenciadas se evita la producción de tejidos
no deseados y tumores, cosa que sí ocurre con las células madre, excesivamente
inmaduras, que han sido obtenidas sacrificando embriones humanos (Problems
in Embryonic Stemcells). Es posible obtenerlas del enfermo que las va a necesitar,
evitándose así completamente el rechazo. Y lo que es aún más importante: a
diferencia de las embrionarias, el uso de estas células madre no ofrece
inconvenientes éticos.
Las células madre adultas no se limitan a producir únicamente un tejido. Se ha
comprobado que las células madre adultas pueden ser reprogramadas y
convertidas en células primitivas e inmaduras, totipotentes, capaces de producir
después tejidos diferentes de aquel del que fueron extraídas.

Respeto al ser humano


La aberración ética que supone el intento llevado a cabo en Corea del Sur
resulta patente a poco que reflexionemos en lo ocurrido. Han querido producirse
embriones humanos por clonación con la única y exclusiva finalidad de
sacrificarlos para utilizar sus células en beneficio de otros seres humanos.
Estos embriones son seres humanos gemelos de la persona que ha
proporcionado su material genético para engendrarlos: hermanos gemelos de su
propia madre. Sin embargo, aparte de éste parentesco y de la forma singular
con que inician su existencia, estos embriones humanos no difieren en nada de
los demás. Son seres humanos normales. Y, como los demás embriones jóvenes,
se hallan en las fases iniciales de su desarrollo, en pleno proceso espontáneo y
natural de crecimiento y maduración, evolucionando activamente hacia el
estado de persona adulta. Como nos ocurrio a nosotros no hace tantos años:
todos hemos sido en un momento dado una de estas criaturas.
Sin embargo, en este caso se trata de criaturas que no han sido engendradas
por amor ni con amor. Nadie se ha preocupado por ellas, nadie las ha querido
por sí mismas a pesar de tratarse de seres humanos. Tan humanos como nosotros.
El destino de estos embriones no ha sido menos trágico. No vinieron al mundo
para vivir. Únicamente quitándoles la vida ha sido posible obtener sus células
madre. En realidad no entró nunca en la consideración de los científicos la
posibilidad de dejarles crecer y permitir que lleguen finalmente a nacer. El
objetivo de investigadores y técnicos fue superar con éxito el reto que se les
propuso. La finalidad de las empresas que habían invertido su dinero era
conseguir multiplicar sus ganancias. A pesar de las repetidas afirmaciones sobre
su utilidad terapéutica, no resulta claro que el bien del enfermo haya sido el
primer incentivo del trabajo. Además, resulta difícil pensar que un médico digno
de tal nombre pueda aprobar esta "medicina".

Motivos de la campaña a favor de las células embrionarias


A menudo la información que se ofrece sobre células madre embrionarias no es
transparente y puede con verdad hablarse de "labor de propaganda". Con
frecuencia se omiten selectivamente determinados datos que pueden resultar
decisivos para conseguir una opinión realmente informada. Entre ellos: la
eficacia comprobada de lascélulas madre adultas, los grandes progresos en su
investigación y sus múltiples ventajas sobre las embrionarias (C. Ward Kischer,
2003); los problemas no resueltos que comporta el uso de células madre
embrionarias (Problems in ESC Research), como la alteración de los genes, la
aparición de cáncer, envejecimiento precoz en caso de obtención por
clonación, etc; las declaraciones de los científicos más importantes en la
investigación de las células madre embrionarias poniendo en duda las
posibilidades reales de uso de éstas células en medicina regenerativa, (Gearhart,
1998), etc.
Entre los motivos de esta fuerte presión sobre los medios de difusión se cuentan
sin duda el afán de prestigio de los científicos y los intereses económicos de las
poderosas empresas que esponsorizan esta línea de investigación. Las empresas
del sector de la reproducción asistida podrían asimismo encontrar en la
producción de células madre una salida a la vez discreta y lucrativa a los
millones de embriones humanos congelados, cuya existencia constituye
actualmente una carga económica, un motivo de escándalo y una fuente de
litigios.
Valoración ética
Si bien desde el punto de vista científico existen todavía muchos interrogantes
acerca de la eficacia de ambos tipos celulares, es una realidad bien
contrastada que se pueden utilizar células madre adultas para alcanzar los
mismos fines que se pretenden con las embrionarias. Por ello, el uso de células
madre adultas es sin duda un método más razonable y más humano de avanzar
en el nuevo campo de investigación y en las múltiples aplicaciones terapéuticas
que con él se vislumbran. Estas aplicaciones son sin duda una fuente de gran
esperanza para muchas personas que sufren.
La bioética nunca podrá aprobar que seres humanos sean destruidos y utilizados
en beneficio de otros seres humanos. Menos aún tratándose de criaturas inermes,
absolutamente dependientes de la responsabilidad de los adultos. Actuar de
otra forma supondría abdicar del respeto debido a todo hombre y a toda mujer.
Desde el punto de vista ético, este experimento es pernicioso. Destructor. No sólo
de vidas humanas: también de valores sociales y de auténtico progreso. Es
urgente evitar su repetición.

Reto a la coherencia ética


Las voces que proponen esta manipulación argumentando que de ella pueden
derivarse grandes beneficios para quienes sufren enfermedades actualmente
incurables, deben abrirnos los ojos para descubrir en nuestro medio una
alarmante escasez de valores y un exceso de hedonismo materialista y de
relativismo ético.
Es urgente proceder a un rearme moral y a un decidido compromiso personal a
favor de un mundo más humano en el que la afirmación universal de la dignidad
humana se acompañe del ejercicio real del respeto hacia todo el que la posee
y de la condena decidia de cualquier tipo de homicidio.
Mientras de la violencia sólo cabe esperar violencia, la paz brota
necesariamente del respeto. Sólo una sociedad que muestre con hechos su
respeto al hombre y a la mujer, al niño y a la niña (nacidos o no), será capaz de
asegurar para todos la paz social y la libertad

AREA X (Especial para Urgente24) – Un grupo de científicos estadounidenses


ha conseguido por primera vez células madre embrionarias con el mismo ADN
de un adulto, con lo que se ha dado un paso más hacia una posible clonación
humana.

Según los resultados de un ensayo publicados en la revista ‘Cell’, el trabajo es


el primer éxito en humanos de la técnica que dio origen a la oveja Dolly, pero
los autores insisten en que no se trata de obtener personas clonadas, sino en
llegar a la fase de blastocito del embrión (alrededor de los cinco o seis días de
desarrollo) para extraer las células madre.

“Estas podrían luego diferenciarse en tejidos que el paciente necesitara para


un autotrasplante, que como tendrían el mismo material genético que el
receptor, podrían usarse sin riesgo de rechazo”, explicó el jefe del
estudio Shoukhrat Mitalipov, de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregon.

Además, describe que la técnica utilizada es la de transferencia nuclear. “Se


toma un óvulo de una donante, se le extrae el núcleo y se le inserta de una
célula adulta del posible receptor. Luego, la célula se activa, y empieza a
dividirse en los primeros pasos del desarrollo embrionario. Al llegar a la fase de
blastocito, se destruye y se obtienen las células madre. Esto sucede porque al
cambiar el material el óvulo deja de tener una sola cadena de ADN para
tener dos, que es la situación que se da en la naturaleza cuando hay una
fecundación”, dijo.

Este método ya se había ensayado con éxito en animales pero nunca había
funcionado en personas, y los autores del artículo son conscientes de que se
ha dado, al menos en teoría, un paso hacia la clonación humana, por lo que
subrayan que esta investigación “está directamente dirigida a conseguir
células madre para usarlas en el futuro para combatir enfermedades”.

Sin embargo, “los avances en la técnica de transferencia nuclear conducen a


menudo a la discusión pública sobre los aspectos éticos de la clonación
humana, ese no es nuestro objetivo. Y tampoco creemos que nuestro hallazgos
puedan ser utilizados por otros para avanzar en esa dirección”, resume
Mitalipov.

La oposición de la Iglesia

La Conferencia Episcopal Española se ha remitido a un documento aprobado


en 2006 para mostrar hoy su rechazo a la primera clonación de células madre
embrionarias con fines terapéuticos llevada a cabo por un grupo de
investigadores de la Universidad de Oregón.

En sus orientaciones sobre la licitud de la reproducción humana artificial


aprobadas en la LXXXVI Asamblea Plenaria, los obispos afirmaban
que “cuando se producen seres humanos en el laboratorio, se comete una
injusticia con ellos, porque se les está tratando como si fueran cosas”.

El embrión humano merece el respeto debido a la persona humana porque


“no es una cosa ni un mero agregado de células vivas, sino el primer estadio
de la existencia de un ser humano. Todos hemos sido también embriones”,
recordaba la Conferencia Episcopal citando palabras de Juan Pablo II en su
carta Evangelium vitae.

Ante la posibilidad de la clonación terapéutica, los obispos españoles


alertaban que con ella se abrirá la puerta también a la clonación reproductiva
porque es ya una clonación de seres humanos: “Se trata en efecto, de
producir seres humanos clónicos a los que, además, no se les dejará nacer,
sino que se les quitará la vida utilizándolos como material de ensayo científico
a la búsqueda de posibles terapias futuras”.

Por ello, consideraban la clonación terapéutica una “injusticia


doble” al “primero producir embriones clónicos y luego utilizarlos como
material para investigaciones biomédicas”.
Del mismo modo se expresó ayer el cardenal de Boston y responsable del
Comité Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de USA, Sean
O’Malley, que advirtió que la técnica “va en contra de la dignidad de las
personas porque trata a los seres humanos como productos”.

Logran un embrión humano por clonación Aunque descartan su implantación


y desarrollo en un útero femenino, el embrión humano clonado se ha usado
sólo como “fábrica” de células embrionarias para un posible uso terapeútico.
L

Un equipo de investigadores estadounidenses ha conseguido –con la misma técnica


de la ‘oveja Dolly’- obtener un embrión humano a partir de una célula adulta, el
primer paso a la clonación. La técnica es la transferencia nuclear, que se hizo famosa
en todo el mundo con la clonación de la oveja Dolly, hace más de 15 años. Desde
entonces, científicos de diferentes partes del planeta han podido clonar múltiples
animales, como perros, camellos o vacas, pero con humanos se había fracasado
siempre hasta ahora. Pero en este último experimento con esta técnica de clonación
a partir de un óvulo de una donante y una célula de la piel de un paciente se ha
conseguido un embrión, y destruyéndolo células madre embrionarias. La investigación,
dirigida por Shoukhrat Mitalipov, científico de origen ruso que trabaja en el Centro
Nacional de Oregón para la Investigación sobre Primates (ONPRC, según sus siglas en
inglés), es en realidad una continuación de los estudios que, desde hace años, lleva
realizando en estos animales y que le condujeron en 2007 a la obtención de células
madre de embriones de macacos. Ahora, con la modificación de la técnica
empleada en estos monos, ha conseguido dar el salto que muchos científicos habían
intentado durante años pero que nadie había logrado. EMBRIONES Y CÉLULAS MADRE
HUMANOS Obviando el hecho del embrión humano creado y destruido los
investigadores se han centrado en destacar que "Nuestros resultados ofrecen una
nueva forma de generar células madre de pacientes con tejidos y órganos dañados o
deteriorados", ha explicado en un comunicado Mitalipov. "Estas células madre pueden
regenerar y reemplazar a aquellas células dañadas y mejorar enfermedades que
afectan a millones de personas". "Este trabajo abre la puerta a que otros grupos del
planeta intenten reproducir estos resultados. Dentro de poco, esta técnica se verá
como una alternativa disponible", afirma Javier García-Sancho, presidente electo de
la Sociedad Española de Terapia Génica y Celular. Sin embargo, como apunta Felipe
Prosper, director del Área de Terapia Celular de la Clínica Universitaria de la
Universidad de Navarra, esta investigación, "aunque bonita y espectacular, no creo
que tenga ninguna repercusión clínica. Desde que Yamanaka desarrollara el método
de reprogramación celular, hay una manera más sencilla y menos costosa de
conseguir células pluripotentes o iPS" que tienen una misma aplicación terapéutica
que las embrionarias. Además, estos investigadores señalan que tanto las iPS como
estas células madre embrionarias obtenidas a partir de la transferencia nuclear no han
demostrado su seguridad, por lo que todavía no se podrían usar en la medicina
regenerativa. Para eso, concluyen todos, hacen falta muchas más investigaciones y
tiempo. Este descubrimiento reabre el debate ético de la clonación en sí, y también
del uso de embriones humanos como si se tratarse de meros objetos. La ética de
muchos cristianos y no cristianos se opone a esta práctica por considerar al embrión
como un ser humano. ¿ESTÁ YA AQUÍ LA CLONACIÓN HUMANA? Jorge Cuadros,
miembro de la junta directiva de la Asociación para el Estudio de la Biología de la
Reproducción (Asebir) descarta el siguiente paso para lograr por completo la
clonación humana, que sería que este embrión así producido se implantase en el
útero de una mujer y llegue a desarrollarse hasta nacer. “Hay que pensar que la
técnica que ha usado Mitalipov es la misma que había utilizado en primates no
humanos en 2007, cuando consiguió, en un trabajo importantísimo, crear dos líneas
celulares [cultivos de células madre que se perpetúan en laboratorio]”, explica. “Han
pasado ni más ni menos que seis años hasta que lo ha conseguido repetir en humanos.
Y, en ese tiempo, ha intentado clonar los macacos sin conseguirlo”, dice el biólogo.
“Lo más que ha conseguido, aunque no lo ha publicado, es, tras implantar 67
embriones a 10 hembras, un embarazo, que acabó en aborto”, cuenta. El especialista
en reproducción cree, por tanto, que pensar en la clonación humana “sigue siendo
una barbaridad y ciencia ficción”. “La transferencia nuclear es una técnica insegura e
ineficaz. La hemos probado en animales, con tasas de éxito del 1%. Eso quiere decir
que en el otro 99% ha habido abortos o crías que han muerto nada más nacer, y
muchos de los pocos animales que se han conseguido tienen malformaciones o
enfermedades graves. Que eso pase en animales nos da pena, pero en humanos sería
inaceptable”, dice Cuadros. “En lo que va a ser útil es en la medicina regenerativa”,
insiste. LA TÉCNICA EN DETALLE Si vamos al detalle, en este caso el equipo de Mitalipov,
del que forma parte la embrióloga española, Nuria Martí Gutiérrez, utilizó óvulos de
gran calidad procedentes de voluntarias sanas a los que retiró el núcleo, y dentro de
su citoplasma introdujo el núcleo de una célula de la piel (fibroblasto) de un paciente
con síndrome de Leigh. Este proceso se llevó a cabo en una solución enriquecida con
cafeína, que inhibe unas enzimas que entorpecían el proceso. Tras someterlos a la
técnica de electroestimulación, se consiguió obtener un embrión del que derivaron
células madre.
Leer
más: http://protestantedigital.com/sociedad/29362/Logran_un_embrion_humano_por_
clonacion

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