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Introducción
En este momento inicia una nueva profecía de parte del profeta Hageo, es el tercer mensaje que
encontramos en nuestro libro. Recordando:
Texto Bíblico
10 A los veinticuatro días del noveno mes, en el segundo año de Darío, vino palabra de Jehová
por medio del profeta Hageo, diciendo: 11 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Pregunta ahora a
los sacerdotes acerca de la ley, diciendo: 12 Si alguno llevare carne santificada en la falda de su
ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será
santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. 13 Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa
de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, ¿será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y
dijeron: Inmunda será.14 Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo y esta gente delante de mí,
dice Jehová; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.
Desarrollo
V. 10 Este tercer mensaje inicia según el texto en a los veinticuatro días del noveno
mes, (Diciembre 520 a.C.) han pasado dos meses desde la segunda profecía. En este
momento se esperaban las lluvias tempranas para regar las nuevas cosechas. En el
periodo anterior habían experimentado la sequía, la escasez y el desaliento de no haber
obtenido los resultados esperados de su trabajo. ¿Ocurriría un cambio en esta
oportunidad? ¿Obtendrían mejores resultados ahora que estaban obedeciendo la orden de
Dios a través de Hageo? (1:14). Estas dudas responde el profeta en este tercer mensaje.
Ilustración: Muchas gotas de agua clara no purifican la inmundicia de una botella con agua. Una
gota de suciedad contaminará una botella con agua.
Conclusión
El pueblo debía seguir trabajando en la obra de Dios, en el templo, pero debían tener claridad que
para que su obra fuera aceptada por el Señor tenía que ser hecha con las intenciones de corazón
correctas.