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Luego de derrocar a Perón, en el grupo que hizo el golpe se advertía una heterogeneidad. Eduardo
Lonardi se presentó como presidente provisional para indicar su decisión de restaurar el orden
constitucional. Rodeado por los grupos católicos y por militares de tendencia nacionalista, proclamo
que no había vencedores ni vencidos y procuro establecer acuerdos con las principales fuerzas que
habían sostenido a Perón, en particular los sindicalistas.
El proyecto nacional y popular seguía teniendo vigencia, siempre que fuera depurado de sus
elementos corruptos o indeseables. Los dirigentes sindicales se mostraron contemporizadores
aunque hubo manifestaciones contra los militares. Los partidarios de Lonardi compartían el
gobierno con representantes de los grupos antiperonistas, respaldados por la Marina. En el ejercito
se impusieron los partidarios de una política de abierta ruptura con el derribado régimen peronista.
Dos meses después (13/11) Lonardi debio renunciar y fue reemplazado por el general Aramburu,
mas afin a los sectores liberales y antiperonistas. Este episodio puso en evidencia la complejidad de
la herencia del peronismo. La formula con la que se había constituido aquel movimiento ya había
hecho crisis hacia 1950, y Peron mismo inicio en 1952 una reorientación sustancial de sus políticas
para adecuarse a las nuevas circunstancias. Las características de su movimiento, las fuerzas sociales
que lo apoyaban y que el mismo había movilizado y constituido le impidieron encarar decididamente
el nuevo rumbo. Caido Peron esas mismas fueras se convirtieron en un obstáculo insalvable para los
intentos de sus sucesores, se proponían reordenar sustancialmente la sociedad y a economía.
En 1955 ese reordenamiento era estimulado y hasta exigido por un mundo que, concluida la etapa
de la reconstrucción de la posguerra y ya en plena Guerra Fria, planteaba desafíos novedosos. Al
igual en la Argentina peronista, en EE.UU y en Europa los Estados intervenían decididamente,
ordenando la reconstrucción económica y organizado los vastos acuerdos entre empresas y
trabajadores. En 1947, los acuerdos monetarios de Woods establecieron el patrón dólar y los
capitales volvieron a fluir libremente por el mundo. Ls áreas cerradas fueron desapareciendo y las
grandes empresas comenzaron a instalarse en los mercados antes vedados. La economía de
Argentina crecio, el Fondo Monetario Internacional propuso políticas llamadas “ortodoxas”:
estabilizar la moneda abandonando la emisión fiscal, dejar de subvencionar a los sectores
“artificiales”, abrir los mercados y estimular las actividades de exportación tradicionales.
Progresivamente empezó a formularse una política alternativa sobre la Comision Economica para
America Latina (CEPAL): los países “desarrollados” podían ayudar a los “subdesarrollados” a eliminar
los factores de atraso mediante adecuadas inversiones en los sectores clave, que estos
acompañarían con reformas “estructurales”, como la reforma agraria. Las recetas “monetarista”
(revitalizar los viejos aliados, los sectores oligárquicos, quizás a las dictaduras) y “estructuralistas”
(“modernización” de la sociedad con el establecimiento de democracias estables, similares a las de
los países desarrollados) compitieron en opinión y en las políticas.
Para adecuarse a este mundo del capitalismo, el liberalismo y la democracia, era necesario
modernizar y adecuar la economía, transformar el aparato productivo. 1955 en Argentina las
herramientas de esa modernización generaban polémicas en aquellos que confiaban en el capital
extranjero y quienes desconfiaban de él. Algunos sectores de empresas locales descubrieron el
beneficio, otros aspiraron a ponerles trabas y encontraron eco en las fuerzas políticas.
Los empresarios coincidían en que cualquier modificación debía modificar el estatus logrado por los
trabajadores durante el peronismo. Esto implicaba restringir el poder de los sindicatos, recortas los
ingresos y recuperar la autoridad patronal eran los puntos salientes de una actitud mas general
contra la situación de mayor igualdad social lograda por los trabajadores. La exclusión del peronismo
de la política fue para los vencedores de 1955 el requisito para poder operar esa transformación en
las relaciones sociedad. Entre las fuerzas sociales embarcadas en la transformación, que no habían
terminado de definir sus objetivos, primicias y alianzas, y las antiguas que tenían resistencia se
produjo un “empate”.
Libertadores y Desarrollistas
Aramburu asumió la decisión de desmontar el aparato peronista. El partido peronista fue disuelto y
se intervinieron la confederación general del trabajo y los sindicatos. Dirigentes políticos y
sindicalistas fueron detenidos, sometidos a un prolijo escrutinio por comisiones investigadoras y por
ultimo proscripto políticamente. La administración publica y las universidades fueron depuradas de
peronistas. Se prohibio cualquier propaganda favorable al peronismo , empezó a ser designado
como el “tirano prófugo” o “dictador depuesto”. Se derrogo la Costitucion de 1949.
Esta política fue respaldada por la Marina, bastion del antiperonismo. 1956 levantamiento de
peronistas fueron reprimidos por el gobierno con violencia y ordenando el fusilamiento de civiles y
de los principales jefes militares. Las depuraciones fueron mas frecuentes y un grupo antiperonista
fue ganando el control del Ejercito.
Los militares se propusieron compartir el gobierno con los civiles. Proscripto el peronismo,
convocaron a los partidos que compartían ese pacto a integrar la Junta Consultiva una suerte de
Parlamento sin poder de decisión.
En la política económica, Prebisch del CEPAL elaboro un plan con algunos principios de la doctrina
y un programa ortodoxo de estabilización y liberación. Los instrumentos que tenia el Estado para
intervenir fueron desmontados. Se devaluo el peso y el sector agrario recibió un importante
estimulo, con lo que se esperaba equilibrar las cuentas externas. Se aprobó el ingreso de la
Argentina al FMI y al Banco Mundial, y se obtuvo la ayuda para los problemas mas urgentes. No
hubo una legislación clara sobre el capital extranjero cuya concurrencia siguió despertando dudas.
Combinando eficiencia y represión, patrones y gerentes empezaron a recupera autoridad en las
plantas. Los salarios reales cayeron fuertemente en 1957. Las huelgas fueron numerosas y
combativas. La nostalgia de lo perdido resultaba una utopia, simplemente querían el
funcionamiento normal y correcto de los mecanismos capitalistas, que incluían el estado benefactor
y la justicia social. Surgieron nuevos dirigentes sindicales, formados en las duras luchas de esos años.
En 1957 se reunio el Congreso Normalizador de la CGT y los peronistas, accedieron a su control,
aunque compartiéndolo con algunos sectores independientes.
En 1957 por dificultades económicas y una creciente oposición sindical y política, el gobierno
provisional empezó a cumplir con el compromiso de restablecer la democracia. Peron ordeno votar
en blanco y esos votos fueron los más numerosos. Frondizi se lanzo al juego con un discurso
moderno, referencias claras a los problemas estructurales del país y una propuesta novedosa.
Negocio con el propio peron su apoyo electoral prometiendo el levantamiento de la proscripcion.
Gano Frondizi en 1958. Este aspiraba a renovar los acuerdos entre empresarios y trabajadores. Se
aspiraba a desarrollar una tendencia adicta, nacional y desarrollista. El realismo político incluia una
tendencia a inclinarse por la negociación táctica con las grandes corporaciones. Los partidos (UCR
del Pueblo) manifestaron rechazo hacia el gobierno que consideraban ilegitimo, al punto de pensar
en un golpe militar.
El nuevo gobierno tenia amplia mayoría en el Congreso, pero su poder era claramente precario. Los
votos eran prestados y la ruptura con peron era una posibilidad muy real. Las Fuerzas Armadas no
simpatizaban con quien rompió la proscripción de los antecedentes izquierdistas. Los partidos
políticos no llegaban a conformar una red de seguridad para las instituciones y el partido oficial era
incapaz de cualquier iniciativa autónoma. Frondizi aumento los salarios un 60%, una amnistía y el
levantamiento de las proscripciones, como la sanción de la nueva ley de asociaciones profesionales.
Frondizi asumió lo que llamo la “batalla del petróleo”, es la negociación con compañías extranjeras
de la exploración y puesta en explotación de las reservas. Politica económica fueron leyes de
radicación de capital extranjero y de promoción industrial. Por ellas se aseguraban a los inversores
extranjeros libertad para remitir ganancias y aun para repatriar el capital. Se establecia un régimen
especial a las inversiones en sectores juzgados clave para la nueva etapa de desarrollo: la siderurgia,
la petroquímica, celulosa, automotriz, energía y naturalmente petróleo. Habria trato preferencial
en materia de derechos aduaneros, créditos, impuestos, suministro de energía, y compras del
Estado, asi como en la protección arancelaria del mercado local. Los resultados de las inversiones
extranjeras subieron. La producción de acero y automotores crecio de modo espectacular y casi se
llego al autoabastecimiento de petróleo.
La fuerte expansión hizo probablemente mas intensa la crisis cíclica trienal anunciado a fines de
1958 por una fuerte inflación y dificultades serias en la balanza de pagos. 1958 se pidió ayuda al FMI
y se lanzo un Plan de Estabilizacion, cuya receta recesiva se profundizo, cuando Frondizi convoco al
Ministerio de Economia al ingeniero Alsogaray. Aplico un ortodoxo programa de devaluación,
congelamiento de salarios y supremasion de controles y regulaciones estatales cuyas consecuencias
fueron una fuerte perdida en los ingresos de los trabajadores y una desocupación generalizada.
El plan de estabilización puso fin a una precaria convivencia entre el gobierno y los sindicatos
peronistas, la ley de asociaciones profesionales, que establecía el sindicato único y el descuento por
planilla. Los efectos de la política de estabilización y la dureza con que el gobierno reprimio
protestas, la huelga del frigoríficos, pusieron a los sindicatos en pie de guerra. Las huelgas se
intensificaron, el gobierno respondio interviniendo los sindicatos y empleando al Ejercito para
reprimir. Los empresarios despedían a los cuadros mas combativos de cada planta.
1959 fue un punto de inflexión. La intensa ola de protesta sindical iniciada a la caída de Peron, en
los sindicatos se consolidaba un nuevo tipo de dirección, recurriendo incluso a la corrupción o al
matonismo para acallar las disidencias. Vandor, jefe del sindicato metalúrgico, fue la figura principal
especializada en administrar la desmovilización, con paros generales duros de palabra pero poco
combativos y negociaciones permanentes cono todas los factores de poder. La Martina fue mas
homogénea en su rechazo a la política presidencial, pero en el Ejercito domino un faccionalismo
creciente. Frondizi despidió a Alsogaray y Montero, y se lanzo a enfrentar al peronismo. Los
peronistas ganaron ampliamente en provincia, Frondizi las intervino a todas. Depusieron a frondizi
en 1962 por Guido.
Los que rodeaban a Frondizi rodearon a Guido buscando negociar una alternativa política que
tuviera en cuenta al peronismo. Tres meses después impusieron un gabinete antiperonista. La
crisis política y económica se potenciaron mutuamente. Fugazmente Fede Pinedo dispuso una
devaluación, que favorecio a los grupos agropecuarios y a sus amigos, fue reemplazado por
Alsogaray, quien repitió su receta estabilizadora, que además golpeo al sector industrial local. Una
oposición alternativa empezó a dibujarse en el Ejercito. Se formo en torno a los jefes y oficiales del
arma de Caballeria. Creian que la asociación de peronismo y comunismo era exagerada. Los azules
ganaron a los rojos. El triunfo de los azules llevo a Ongania al peronismo. Se trataba de un grupo
políticos provenientes de la democracia cristiana y del nacionalismo a la búsqueda de una formula
que reuniera militares, empresarios y sindicalistas. Hubo un enfrentamiento entre el Ejercito y la
Marina, fue violento, hubo bombardeos y cuartele destruidos, la marina fue derrotada.
Los sindicalistas hicieron valer su poder, practicando hasta sus ultimas consecuencias el doble
juego . En 1963 lograron que la CGT fuera normalizada, presionar al gobierno con Semana de
Protesta y negociaron su participación en el frente. Las negociaciones no terminaron bien, peron
proclamo candidato a Solano Lima. En 1963 los peronistas votaron en blanco y fueron a Arturo
Illia.
Illia gobernó entre 1963 y 1966. Las principales fuerzas corporativas habían hecho un alto pero
estaban lejos de comprometerse con el nuevo gobierno. El nuevo gobierno radical le dio mucha
mas importancia al Congreso y a la escena política democrática. Su presidencia se definio por el
respeto de las normas, la decisión de no abusar de los poderes presidenciales y la voluntad de no
exacerbar los conflictos y buscar que estos decantaran naturalmente. Las criticas se centraron en
esa modalidad. La política económica, dado por un grupo de técnicos de CEPAL, un Estado muy
activo en el control y la planificación de la economía. Se beneficio después de la crisis 62-63, la
recuperación industrial y buenas exportaciones. Los ingresos de los trabajadores se elevaron y el
Congreso voto la ley de salario minimo. El gobierno controlo los precios. Frente al capital
extranjero procuro reducir la discrecionalidad de las medidas de promoción. Caso especial los
contratos petroleros.
Intento aplicar los recursos de la ley de asociaciones para controlar a los dirigentes sindicales.
Estos respondieron con un Plan de Lucha que consistio en la ocupación escalonada, sin desbordes
ni amenazas a la propiedad y desmontada con igual celeridad y pulcritud. En el primer semestre de
1964 los sindicalistas encabezaron la reorganización del Partido Justicialista (peronista) lo que fue
llevado a un enfrentamiento con Peron, amenazando su liderazgo. El operativo retorno termino
con Peron retenido en Brasil. En 1965 envio a su esposa, Isabel, como su representante personal.
Pinedo dispuso en 1962 una devaluación del 80%. Diez años siguientes desde el fin del peronismo,
la economía crecio. En el sector industrial, fue el resultado de los sectores nuevos y la retracción
de los tradicionales. En el sector agrícola empezaron a sentirse los efectos de las mejoras
tecnológicas. Todo crecimiento de este significaba un aumento de las importaciones y concluia en
un déficit serio en la balanza de pagos. El endeudamiento externo y la necesidad de cumplir con
los servicios agregaban un elemento a la crisis y un motivo de interés para los acreedores y sus
agentes. Los planes de estabilización del FMI consistían en una fuerte devaluación y luego en
políticas recesivas que reducían el empleo industrial y los salarios, y con ellos las importaciones,
hasta recuperar el equilibrio perdido, creando las condiciones para un nuevo crecimiento.
La fuerte migración del campo a la ciudad formaba una tendencia iniciada en 1940. Los lugares de
origen fueron en la zona pampeana donde la crisis agrícola completo su obra de expulsión. El
empleo industrial se estanco y retrocedio, y su lugar fue ocupado por la construcción, que junto al
pequeño comercio absorbieron los migrantes internos. Crecio el numero de la clase media. Su
presencia puso de relieve el papel decisivo que en esta etapa siguió teniendo la educación, la via
de ascenso por excelencia de los sectores medios. Las ganas de incorporarse en los foros
intelectuales y políticos mas activos tuvo fallas, los egresados universitarios aumentaron mucho
mas que la cantidad de empleo. Se reducia el valor del titulo. Pese a la caída del régimen odiado,
las viejas clases altas no recuperaron su prestigio, la posesión de un apellido o la frecuentación de
las secciones de sociales. Los cambios de la vida fueron notables. La pastilla anticonceptiva y una
actitud mas flexible sobre la conductas sexuales y sobre las relaciones familiares modificaron la
relación entre hombre y mujeres, y la conversación se nutrio de términos tomados de la sociología
y del psicoanálisis. Era significativo que los nuevos sectores populares no pusieron sus esperanzas
en la casa propia sino en el televisor y luego aparatos electrónicos o la motocicleta/automovil.
Los intelectuales antiperonistas pasaron a regir las instituciones oficiales y el campo de la cultura
todo, dominado por la preocupación de la apertura y la actualización. El principal foco de
renovación cultural estuvo en la universidad. Estudiantes e intelectuales progresistas se
propusieron desperonizar la universidad y luego modernizar sus actividades. Exigían
modernización, se implementaron laboratorios. La universidad se convirtió en una “isla
democrática” en un país que lo era cada vez menos.
El ensayo autoritario
Un amplio consenso acompaño el golpe, los grandes sectores empresariales y muchos grupos de
extrema izquierda.
La primera fase del gobierno se caracterizo por un “shock autoritario”. Se disolvió el parlamento, los
partidos políticos, cuyos bienes fueron confiscados y vendidos, para confirmar lo irreversible de la
clausura de la vida política. Los militares fueron apartados de las decisiones políticas. Los ministros
fueron reducidos y se creo el Estado Mayor de la Presidencia integrado por los Consejos de
seguridad, desarrollo económico y ciencia y técnica. Unificadas las decisiones, se comenzó a
encorsetar a la sociedad. La represión del comunismo se extendió a todas aquellas expresiones de
pensamiento critico. El blanco principal fue la universidad, visto como la cuna del comunismo.
Fueron intervenidas y se acabo su autonomía academica. 1966 “ la noche de los bastones largos”
la policía interrumpio la UBA y apaleo alumnos y profesores. Renunciaron docentes. La censura se
extendió, como la pollera corta o el pelo largo, el amor libre, la pornografía y el divorcio.
Antes que se hubiese definido una política económica se redujo al personal de la administración
publica y en algunas empresas del estado. Las protestas sindicales fueron acalladas. En 1967
lanzaron un Plan de Accion, pero hubo despidos masivos, retiros de personería sindical,
intervenciones a los sindicatos y el uso de todos los resortes que la ley le daba al Estado para
controlar al gremialismo discolo. En los primeros meses no se había tomado una política económica
clara. 1966 el hermano de Alsogaray comandante del Ejercito y Vasena ministro de economía. Plan
Krieger-Vasena apunta a superar la crisis cíclica y a lograr una estabilización prolongada que
eliminara una de las causas de la puja sectorial. Se proponía racionalizaar el funcionamiento de la
economía toda y facilitar asi el desempeño de las empresas mas eficientes. Contaba para ello con
las poderosas herramientas de un Estado perfeccionado en sus orientaciones intervencionistas. La
inflación, se recurrio a la autoridad estatal para regular grandes variables. Sometidos los sindicatos,
se congelaron los sueldos, luego de un modico aumento y se suspendieron las negociaciones
colectivas. Se congelaron tarifas de servicios públicos y combustibles y se establecio un acuerdo de
precios con las empresas lideres. Se establecio una devaluación del 40% y una retención a las
exportaciones agropecuarias. Se reducio la inflación en 1969, las cuentas del estado estaban
equilibradas al igual que su balanza de pagos.
A lo largo de 1968 se empezó a notar los primeros indicios del fin. Grupos sindicales hacían protestas
que eran controladas mediante amenazas y ofrecimientos. En 1969 ocurrio el Cordobazo.
El Cordobazo vino con una ola de protestas estudiantiles de diversas universidades de provincias y
una fuerte agitación sindical. La CGT local realizo una huelga general y ganaron el centro de la
ciudad. Hubo represión policial. Se recurrio al ejercito, tomando el control de nuevo. La ola del
Cordobazo trajo consigo un nuevo activismo sindical, destacaban las plantas de las grandes
empresas. Con obreros estables, especializados y bien pagos, los conflictos no se limitaron a lo
salarial y se extendieron a las condiciones de trabajo, los ritmos, los sistemas de incentivos, etc.
Hubo otros episodios similares al de 1969 por toda Argentina. Todos estos motivados por un
aumento de tarifas, un impuesto, etc. Toda la gente salía a reclamar por lo mismo.
Todos los males de la sociedad se centraban en un punto, el poder autoritario y los grupos
minoritarios que lo apoyaban, culpables de la explotación y violencia de la sociedad. Hasta la iglesia,
tardicional baluarte de los sectores oligárquicos se sumaba a esta primavera. 1968 la iglesia se
movilizo en las zonas mas pobres promoviendo la formación de organizaciones solidarias e
impulsaron reclamos y acciones de protestas, que incluían huelgas de hambre. Las universidades se
fueron convirtiendo en centros de agitación y de reclutamiento. Los que optaron por el peronismo
terminaron de redondear su revisión ideologica y de encontrar el lugar que ese movimiento
ocupaba en el gran proceso de construcción del socialismo. El mal estaba en los pocos que estaban
en el poder. Desde 1967 surgieron distintos grupos FAP, Descamisados, FAR,etc. Los montonero su
acta oficial de nacimiento fue el secuetro y fusilamiento de Aramburu por venganza.
Militares en retirada
La movilización popular fue identificándose cada vez mas con el peronismo y con el mismo Peron.
Las FF.AA fueron avisadas que debían buscar una salida al callejo en que estaban metidas. Debian
negociar con las diversas fuerzas sociales y con el mismo Peron. En 1970 designaron presidente a
Levigston. Junto a Ferrer propuso reditar la formula nacionalista y populista. Se protegio a los
sectores nacionales del empresariado, por la via del crédito y de los contratos de las empresas del
Estado. El "compre argentino” sintetizaban esa política. Sus estrategas confiaban en que se crearían
condiciones para una salida política adecuada y una democracia autentica. Dispuestos a negociar
refloto la CGT. Los sindicales lanzaron un plan de lucha que no tuvo respuestas. La hora del pueblo,
se acordaba poner fin a las proscripciones electorales y asegurar el respeto de las minorías y a las
normas constitucionales. Levigston fue incapaz de manejar el espacio de negociación que se estaba
abriendo. Fue reemplazado por Lanusse. Este anuncio el restablecimiento de la actividad política
partidarias y la próxima convocatoria a elecciones generales. Algunos sectores del estado y FF.AA
iniciaron una represión ilegal, secuestro, tortura y desaparición de militantes. El Peronismo volvió
a ganar en las elecciones del 1973 Campora ganador.
1973: Un balance
La vuelta de Peron
1973 asume Campora, vuelve Peron al país. En ezeiza ocurre un enfrentamiento entre grupos
armados de distintas tendencias del peronismo provoco una masacre. El 1º de Julio Peron muere e
Isabel lo reemplaza. Peron armo un proyecto en tres bases: un acurdo democrático con las fuerzas
políticas, un pacto social con los grandes representantes corporativos y una conducción mas
centralizada de su movimiento. No pudo ser realizado.
Las empresas nacionales fueron respaldadas con líneas especiales de crédito y con el mecanismo
del compre argentino en las empresas publicas; para lograr mayor eficiencia y control estas se
integraron en una Corporacion de Empresas Nacionales. La inflación se freno bruscamente, mientras
que la excelente conyuntura del comercio exterior permitio superar la angustiante situación de la
balanza de pagos y acumular un buen superávit, y las mejoras salariales y el incremento de gastos
del Estado estimulaban el aumento de la actividad interna. Desde 1973 el incremento del consumo
hizo reaparecer la inflación mientras que el aumento del precio del petróleo en el mundo encarecio
las importaciones, empezó a complicar las cuentas externas e incremento los costos de las
empresas.
Isabel trato de formar su plan. Propuso homomgeneizar el gobierno, colocando amigos en puestos
claves rompiendo lo que hizo Peron. 1975 problemas de la balanza de pagos, inflación desatada y el
estado estaba totalmente desbordado. Celestino Rodrigo (Rodrigazo) produjo una devaluación del
100% y un aumento de las tarifas. Hubo huelgas y hubo resistencia del gobierno. Crisis económica,
inflación, el gobierno llegaba a su etapa final. Golpe de Estado.
Capitulo 7 El proceso 1976-1983
VIDELA
El estado Terrorista
El caos económico 1975, la crisis de autoridad, las luchas faccionistas, el terror sembrado por la
Triple A, todo ello creo las condiciones para la aceptación de un golpe de estado que prometia
restablecer el orden y asegurar el monopolio estatal de la fuerza. La propuesta de los militares era
eliminar el problema de raíz que se encontraba en la sociedad misma. Las ordenes bajaban, por la
cadena de mandos. Se trato de una acción terrorista clandestina: secuestro, tortura, detención y
ejecución. Operaban por la noche, en los domicilios de las victimas. Al secuetro le seguía el saqueo.
Violaciones sexuales. Muchas detenidas dieron a luz y sus hijos fueron llevados por los militares. Los
cadáveres se ocultaban, no hubo muertos sino “desaparecidos”. Fue entre 1976- 1978. El estado se
desdoblo, una parte clandestina y terrorista y la otra publica y apoyada en un orden jurídico. Su
verdadero objetivo eran los vivos, el conjunto de la sociedad que tenia que ser controlada y
dominada por el terror y la palabra. La cultura del miedo. El gobierno militar nunca logro despertar
ni entusiasmo ni adhesión explicita en el conjunto de la sociedad, pese a que lo intento. Mundial
1978 Argentina obtuvo el titulo.
Conducida por Martinez de Hoz, ministro de economía de Videla. Debia enfrentar la crisis cíclica
aguda, complicada por la crisis política y social y el fuerte desafio de las organizaciones armadas al
poder del Estado. La inestabilidad política y social nacia de la impotencia del poder político ante los
grandes grupos corporativos que alternativamente se enfrentaban, generando desorden y caos, o
se unian para beneficiarse con las prebendas que arrancaban al Estado. Se trataba de encontrar la
formular del orden y la seguridad. Según el balance el Estado benefactor e intervencionista era el
culpable del desorden social. El poder económico se concentro en un conjunto de grupos
empresarios que acapararon las prebendas estatales y redujeron los márgenes de la puja
corporativa. Esto requirió una fuerte intervención del estado, para reprimir y desarmar a los actores
del juego corporativo, para imponer las reglas que facilitaran el crecimiento de los vencedores y
para trasladar hacia ellos los recursos del conjunto de la sociedad. Esto planteaba un problema
político, la conducción económica debía durar en el poder un tiempo como para que los cambios
fueran irreversibles. Marinez de Hoz contaba con el apoyo de los organismos internacionales y los
bancos extranjeros. La relación con los militares fue mas compleja, se expresaban en apoyos, critica
o bloqueos a su gestión, con las que el ministro tuvo que encontrar un punto de encuentro. Los
militares juzgaban que el control de los sindicatos y la fuerte reducción de los ingresos laborales
debían equilibrarse, por razones de seguridad. Tambien defendieron la pervivencia de las empresas
estatales. Las relaciones con los empresarios tampoco fueron fáciles. Su carta de triunfo era haber
colocado durante años a la economía en una situación inestable tal que el cambio de piloto causara
un desastre. Cuando esto dejo de funcionar, la concentración y el endeudamiento ya habían creado
los mecanismos para asegurar la continuidad de sus políticas.
Luego de intervenir la CGT y los sindicatos, suprimieron las negociaciones colectivas y prohibieron
las huelgas, se congelaron los salarios, que en 1976 cayeron un 40%. Con la ayuda de los créditos
extranjeros la crisis cíclica se supero sin desocupación. Desde 1977 la reforma financiera elimino la
regulación estatal de la tasa de interés y se permitio la proliferación de bancos e instituciones
financieras. El estado no dispuso de créditos subsidiados para asignar según sus prioridades. La
competencia entre las instituciones financieras mantuvo alta la tasa de interés y con ella la inflación,
que nunca se pudo reducir. El estado garantizaba no solo los títulos que emitia, sino los depósitos a
plazo fijo, tomados a tasa libre por entidades privadas, de modo que, ante una eventual quiebra, se
devolvía todo el deposito a los ahorristas. La segunda gran modificación se produjo en 1978 llamada
“pauta cambiaria”, se trato de fortalecer la previsibilidad cambiaria y asi reducir por pasos la
inflación. El gobierno fijo una tabla de devaluación mensual del peso. Pero la inflación subsistio y el
peso se revaluo de modo considerable respecto al dólar. Se sumo a la progresiva apertura
económica y la progresiva reducción de aranceles. Las consecuencias del dólar barato y los bajos
impuestos fue una inundación de productos importados a precio infimo, que afecto con dureza a la
industria local. La tabla no redujo ni las tasas de interés ni la inflación. El estado financio su déficit
operativo y sus obras publicas con endeudamiento externo, una cadena de felicidad que se corto.
A principios de 1980 habia altas tasas de interés que eran inconciliables con las tasas de beneficios
normales, ninguna actividad productiva resultaba rentable ni podía competir con la especulación.
Muchas empresas fueron a la quiebra, el banco central decidio la quiebra del banco privado.
1981 debia asumir Viola como presidente. A lo largo de ese año el peso fue devaluado un 40%,
mientras que la inflación era de un 100% anual. La devaluación fue horrible para las empresas
endeudadas en dólares. La era de la plata dulce terminaba.
La reducción de funciones del Estado, su conversión en “subsidiario” fue uno de los propósitos de
Hoz. Entre los militares había varios que se unian a la idea nacionalista y dirigista, otros aspiraban a
sumarse a los beneficios del mana estatal. Ambos coincidían en el mantenimiento de las empresas
publicas y en el desarrollo de los grandes emprendimientos estatales. Los militares defendieron su
supervivencia, e incluso toleraron el sobreempleo, toleraron su intima degradación, para que
algunos hicieran su fortuna a costa de ellas. La llamada “privatización periférica” permitio crecer a
su costa a los competidores privados. Asi se endeudaron y deterioraron las empresas de servicios,
mientas al mismo tiempo el Estado se hacia cargo de infinidad de empresas y bancos quebrados por
obra de su política económica. El gasto publico aumento en forma sostenida, alimentando primero
con la emisión y luego con el endeudamiento externo. Las FF.AA se repartieron prolijamente la
administración del estado y la ejecución de las obras publicas, multiplicando las demandas de
recursos.
A partir de 1980 los dirigentes discutían la cuestión de la salida política. Les preocupaba la salida de
la crisis política, el aislamiento, y la adversa opinión internacional. Ellos lo minimizaban tildándolos
de “campaña anti Argentina”. Pero además existían enfrentamientos intestinos (internos). La
designación de Viola como presidente, trajo oposición de la Marina y se agudizaron con la decisión
del presidente de cambiar el rumbo económico del país. Viola quiso aliviar la situación de los
empresarios locales haciéndose cargo de sus deudas! (El estado se hace cargo de sus deudas
privadas) y los convocó a discutir pero no logró ningún apoyo consistente. Galtieri lo reemplazó y se
presentó como el salvador del Proceso. Quería alinear al país con Estados Unidos y apoyarlo en la
guerra en América Central. Estados Unidos levantó las sanciones por las violaciones a los derechos
humanos que le habían hecho. Hablaba de volver al país a la institucionalización, pero nunca
mencionaba fechas. La conducción económica fue encargada a Alemann, rodeado de economistas
cercanos a Martínez de Hoz desregulando y desestatizando (plan de privatizaciones), volviendo a la
senda inicial y agudizando la recesión y la tensión social (protestas de sindicatos y empresarios). En
éste contexto de crisis social, lanzó su plan de ocupar las islas Malvinas, que venían siendo
reclamadas a Gran Bretaña, como un reclamo nacional unánime para ganar legitimidad popular.
También solucionaría el problema del canal del Beagle con Chile. Nacionalismo chauvinista.
Mesianismo militar. El plan ya había sido propuesto antes, y Videla y Viola lo habían vetado, pero
ahora Galtieri en la presidencia, la llevó a cabo. La idea era sencilla, pensaba que tendrían el apoyo
norteamericano y que GB, aceptaría la ocupación a cambio de algunas concesiones y
compensaciones. En ninguna hipótesis se pensaba en una guerra.
El 2 de abril de 1982, Las Fuerzas Armadas ocuparon las Malvinas y las instituciones de la sociedad
manifestaron su adhesión: partidos políticos, sindicatos, pueblo en general. Mario Benjamín
Menéndez asumiría como nuevo gobernador de las islas. Rebautizaron el Puerto Stanley como
Puerto Argentino. Habían triunfado en el Campeonato Mundial de Fútbol, y habían ganado una
batalla. Los militares buscaban saldar su deuda con la sociedad. Masa acrítica festejó grandes
“logros”. Thatcher también pensaba usar una victoria militar para consolidarse internamente y
obtuvo la solidaridad de la Comunidad Europea y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
que declaró a la Argentina nación agresora. Estados Unidos intentaba mediar entre sus dos aliados
sin buenos resultados. Latinoamérica apoyaba solo de palabra, en la práctica el apoyo a la argentina
era casi nulo.
El gobierno argentino intentó presionar a Estados Unidos mediante acuerdos preexistentes (como
el Tratado Interamericano de Asistencia reciproca, que anteriormente EEUU había empleado para
alinear tras de si a sus vecinos en sus conflictos contra el Eje o contra Cuba) pero este apoyó a Gran
Bretaña (le dio poyo logístico). Argentina no tenía aliados militares (países del 3er mundo, URSS y
hasta Cuba, todos aliados que lo alejaban de su idea de entrar al “primer mundo”). Las tropas
argentinas poco entrenadas y desabastecidas no resistieron, pero la manipulación de la información
hacía creer al pueblo en la Plaza de Mayo que la victoria estaba cercana. Las voces críticas
reclamaban contra una guerra y Alfonsín (líder de los radicales opositores al radicalismo oficial que
había aceptado mansamente los términos del gobierno) propuso un gobierno civil de transición.
Finalmente, las tropas argentinas se rindieron el 14 de junio de 1982. El saldo fue: 700 muertos o
desaparecidos, 1300 heridos. El pueblo fue convocado a la Plaza de Mayo y quienes no admitían la
rendición fueron reprimidos. Los generales exigían a Galtieri su renuncia.
La vuelta de la democracia
La derrota agudizó la crisis del régimen militar. El Ejército impuso a su candidato Bignone, y asumió,
porque la Marina y la Aeronáutica se retiraron de la Junta, que luego fue reconstituida. La salida
electoral calmó los reclamos de las fuerzas políticas pero el gobierno quería acordar la garantía de
no investigación sobre la “guerra sucia” ni nada ilegal que habían hecho. Todo esto se hacía público
por una prensa que ignoró la censura formal. Las aspiraciones militares se incluyeron en unas
propuestas presentadas en noviembre de 1982 y rechazadas por la opinión pública general y por los
partidos que convocaron poco después a una marcha civil en defensa de la democracia. El gobierno
fijo fecha de elecciones para fines de 1983, aunque siguió buscando lo que constituía cualquier
cuestionamiento futuro al desempeño pasado de los militares. Un documento final debía clausurar
el debate sobre los desaparecidos, con la afirmación de que no había sobrevivientes y de que todos
los muertos habían caído combatiendo. Una ley estableció una autoamnistía eximiendo a los
responsables de cualquier eventual acusación.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos, Madres de Plaza de Mayo, nueva ética en la
práctica política. La crisis económica generó motivos legítimos y movilizadores (impuestos elevados,
efectos de la indexación, elevación de los alquileres, deudas impagas), cuestionando la política
económica y la clausura de lo público. La sociedad intentaba resolver sus problemas al margen del
gobierno y sobre la base de la solidaridad, fomentando una cultura no oficial. El activismo
universitario y la participación sindical renacieron. El enemigo común estimulaba una nueva
primavera. Se repudiaba la violencia y la idea de encontrar un actor único. Los sindicalistas
reclamaron contra la crisis y a favor de la democracia. Se normalizaron los sindicatos. Reclamaban
contra la crisis económica y a favor de la democracia. Los sindicalistas pusieron sus esfuerzos en la
recuperación del control de los sindicatos intervenidos, la “normalización” que negociando con el
gobierno combinando la presión y el acuerdo. 2 grupos: la línea combativa, la CGT de la calle Brasil
conducida por Ubaldini y la negociadora que era la CGT de la calle Azopardo.
Reaprendizaje de los valores democráticos y republicanos. RENOVACIÓN! Gran afiliación de la gente
común a los partidos políticos. Demuestra un gran compromiso o al menos en la teoría, con la
democracia. El peronismo se convirtió en un aceptable partido, habiendo perdido su verticalismo
por la falencia del vértice (gobierno de Isabel de Perón), pero la renovación no fue completa porque
algunos caudillos provincianos mantuvieron su poder. El radicalismo se renovó con Alfonsín; quien
creó el Movimiento de Renovación y Cambio para disputar el liderazgo a Ricardo Balbin. Alfonsín
había criticado durante el Proceso a los militares, denunciado los desaparecidos, había mantenido
una posición de no festejo frente a la guerra, e hizo de la democracia su bandera. A la derecha, las
fuerzas se habían comprometido con el Proceso y no resultaban atractivas. La izquierda había sido
duramente golpeada y no estaba actualizada. Muchas ideas de la izquierda fueron tomadas por
Alfonsín. Radicales y peronistas cosecharon amplios apoyos y dejaron poco espacio para otros
partidos.
La sociedad miraba con esperanzas a la vuelta a la democracia (pluralismo, acuerdos sobre formas,
subordinación de la política a la ética). El peronismo (con su candidato Italo Luder) encaró su
campaña convocando a la liberación contra la dependencia con poca convicción, y la UCR ganó las
elecciones presidenciales con Alfonsín por amplia mayoría, que apelaba a la Constitución y
aseguraba que se haría justicia con los responsables del régimen y que la democracia podía resolver
los problemas inmediatos y a largo plazo. La sociedad olvidó cuántos problemas quedaban
pendientes y el poco margen de maniobra tendría el nuevo gobierno.
Era tanta la necesidad de volver a la democracia, que se postergó la dimensión esencial de la práctica
política: la discusión civilizada y plural de programas y opciones. En cambio se confió en el poder y
la capacidad de la civilidad unida para solucionar cualquier problema: “democracia boba” aséptica
y conformista.
Menem logró la aprobación del Senado, convocó a una consulta popular y amenazó con hacer
aprobar la ley por una interpretación jurídica de la Constitución.
La UCR estaba a la defensiva, sin planes y dividida: los gobernadores provinciales dependían del
fisco nacional, mientras que Alfonsín se oponía. Sorpresivamente en noviembre de 1993 Menem y
Alfonsín se reunieron en secreto y acordaron impulsar la reforma constitucional con la cláusula de
reelección y reducción del margen de la hegemonía presidencial (ballotage, reducción del
mandato de 6 a 4 años, con una reelección, creación del cargo de Jefe de Gobierno, designación
de los senadores por voto directo).
Pacto de Olivos es el nombre con el que se conoce en Argentina a una serie de acuerdos firmados entre el
ex presidente Raúl Alfonsín y el entonces presidente Carlos Menem en el año 1993 que llevaron a la
Reforma de la Constitución Argentina de 1994. A cambio, el peronismo se comprometió a incluir en la
Constitución Nacional la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, la creación de un Consejo de la
Magistratura, la elección directa de los senadores, un senador por la minoría, de tres senadores por distrito,
extensión del período de sesiones ordinarias del Congreso (de 7 a 9 meses), mecanismos para atenuar el
sistema presidencialista (jefe de Gabinete, regulación de los decretos de necesidad y urgencia), la inclusión
de los derechos humanos de tercera y cuarta generación (derechos del consumidor, ambientales y a la
información), la validez de los tratados internacionales por sobre las leyes nacionales, la acción de amparo,
la acción colectiva, los delitos contra la constitución.
A lo largo de 1994, mientras se reformaba la constitución, comenzaron a notarse los efectos de la
suba de las tasas mundiales de interés y Cavallo lanzó la Segunda Reforma del Estado: nuevas
privatizaciones (centrales nucleares y el Correo Argentino), y severo ajuste de las transferencias de
fondos a las provincias. Pero los peronistas históricos decían que había que actuar en función de
las próximas elecciones. Duhalde participó de esta peronización del gobierno. Crisis mexicana del
tequila: México devaluó su moneda y hubo un retiro de fondos internacionales de la Argentina (Se
fugaron 8.000 millones de dólares y el país tuvo que ser socorrido mediante préstamos
internacionales, que elevaron el endeudamiento público). Déficit fiscal, recesión, desocupación,
frente a lo que se dio una poda presupuestaria, la reducción de sueldos estatales, un fuerte
aumento de impuestos y apoyo de los organismos internacionales.
Menem encarnaba el orden y la estabilidad en las nuevas elecciones, en las que se enfrentó al
FREPASO (Frente País Solidario (FREPASO) fue una confederación de partidos políticos de Argentina
constituida en 1994 por el Frente Grande, el partido PAI (Política Abierta para la Integridad Social), la Unidad
Socialista integrada por los partidos Socialista Popular y Socialista Democrático, y el Partido Demócrata
Cristiano. Se disolvió de hecho luego de la crisis política de diciembre de 2001). La formula Menem-
Ruckauf derrotó a Bordón-Álvarez (FREPASO) por la mitad de los votos. Los radicales quedaron en
3er lugar.
Una jefatura decadente
Comenzó el declive. Era acosado de muchos lados, sobre todo del peronista. El sistema bancario
pudo ser salvado de la crisis del tequila a costa de una concentración y extranjerización. Las
empresas pudieron superar los problemas derivados de la sobrevaluación del peso por la fuerte
caída de los salarios reales y la mejora en la productividad. La desocupación se instaló
definitivamente. Por otro lado, la deuda externa crecía sostenidamente(de 60 mil millones en
1992, se pasa a 100 mil millones en 1996) y la economía argentina dependía fuertemente de los
capitales externos. Terminaron los tiempos de la afluencia fácil de capitales externos, y la
restricción generó la suba de las tasas de interés, recesión, penuria fiscal y mayores dosis de ajuste
y reforma, quedando poco margen para el clientelismo de Menem: el gobierno quedó atrapado
entre las exigencias de mayor ajuste y los reclamos crecientes de una sociedad que iba
recuperando su voz. Desocupación instalada.
Cavallo inició una serie de privatizaciones, declaró la emergencia provisional y restringió los fondos
transferidos a los gobiernos provinciales, que debieron sacrificar fuentes de clientelismo y realizar sus
propios ajustes (privatización, transferencia a la Nación de sus sistemas jubilatorios, reducción de las
plantas de empleados). El peronismo tradicional reclamó contra una política poco peronista por el
malestar social y atacaron al ministro. Cavallo se enfrentó con la banda gobernante por la Ley de
Patentes Medicinales (Menem defendía a su lobby de laboratorios locales, y Cavallo seguía las políticas
norteamericanas), y por la privatización del correo. Cavallo acusó a Yabrán y a otros ministros cercanos
al presidente, e instaló en la discusión pública el tema de la corrupción gubernamental. En Julio de
1996, Menem lo relevó y lo reemplazó por Roque Fernández (liberal ortodoxo), que presidía el Banco
Central, y no tenía pretensiones políticas y estaba exclusivamente preocupado por ajustar las cuentas
fiscales, subiendo el precio de los combustibles, elevando el Impuesto al Valor Agregado, reduciendo el
número de empleados públicos, recortando el presupuesto e impulsando las privatizaciones (vendió
más acciones de YPF a REPSOL, Empresa Española) Fernández chocó con resistencias en el sector
político del gobierno preocupado por las futuras elecciones. La legislación sobre flexibilización laboral
no fue aceptada por el Congreso, Menem intentó sortearlo por medio de un Decreto de Necesidad y
Urgencia que fue objetado por la justicia. En 1997, dejó de lado la reforma y pensó en los votantes.
Llegó a un acuerdo con los gremialistas garantizándoles el monopolio en la negociación de los
convenios colectivos, con unos artículos vetados por Fernández para lograr la aprobación de los
empresarios. Fernández también rechazó un fondo de mejoramiento salarial para los docentes y un
proyecto de construcción de autopistas (10 mil km. De autopistas) que hubieran significado un
descenso de la desocupación pero un gran déficit estatal. Defendió el criterio del contador. No tenía
muchas alternativas porque la coyuntura internacional era desfavorable:
En julio de 1997 Tailandia devaluó su moneda y se desató la crisis (caída de la Bolsa de Hong
Kong), los financieros miraron con desconfianza a los mercados emergentes, entre los cuales
estaba Argentina. Los derrumbes siguieron: Brasil devaluó el real en 1999. Duro golpe para la
Argentina ya afectada por el encarecimiento del crédito y la caída en el precio de las
exportaciones, además imposibilitada de adoptar la solución devaluatoria. Menem y Cavallo
habían impulsado la integración acelerada en el Mercosur, sin acordar política monetaria. En 1995
la apertura del mercado Brasilero había sido providencial para la Argentina. Había vendido
alimentos, petróleo y automotores. Pero en 1997 los productores de azúcar Argentinos
denunciaron que Brasil hacía dumping (Práctica comercial que consiste en vender un producto por
debajo de su precio normal, o incluso por debajo de su coste de producción, con el fin inmediato de ir
eliminando las empresas competidoras y apoderarse finalmente del mercado ) e impulsaron una ley
arancelando la importación proveniente de ese país. Menem la vetó. La devaluación del real de
1999, contrajo el mercado por las encarecidas exportaciones argentinas y desató una oleada de
reclamos y protección, mientras que las empresas mas grandes, con mayor libertad de acción,
empezaron a considerar la posibilidad de trasladarse a Brasil.
La crisis de 1988 fue más profunda y prolongada que la del tequila: aumento de los intereses de la
deuda, escasez y alto costo del crédito, caída de los precios de productos exportables y recesión
interna. Trasnacionalización (varios bancos y empresas fueron comprados por corporaciones
multinacionales o por grandes fondos de inversión). El gobierno llegó a su fin con un gran déficit, y
comenzó a sufrir una oposición social cada vez más activa.
1995 fue un año muy crítico: varias provincias se levantaron encabezadas por empleados públicos
que cobraban en bonos, en Tucumán se cerraron varios ingenios y en Tierra del Fuego el retiro de
varias fabricas electrónicas. En 1996 las organizaciones gremiales: CGT, MTA y CTA, organizaron
dos huelgas generales contra la ley de flexibilización laboral y la política económica. La oposición
política (FREPASO y UCR) impulsaron una protesta: movilizaciones, huelgas, “cacerolazos”. La
Iglesia sumó su voz a las protestas tras el reemplazo de Quarracino (más favorable al gobierno).
Los gremios docentes (CTERA) instalaron una “carpa blanca” frente al Congreso como una noticia
permanente (La Carpa blanca fue una de las protestas más extensas de la década de 1990 en la República
Argentina, llevada a cabo por los sectores docentes, quienes reclamaban un aumento en los fondos
económicos destinados a la educación, a través de la sanción de una Ley de Financiamiento Educativo y la
derogación de la Ley Federal (se alarga la primaria y se achica a 3 años la secundaria). La carpa fue instalada
frente al Congreso Nacional en 1997 y levantada tras incluso un simbólico enrejado en 1999). También
hubo cortes de ruta (piqueteros) por la privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. El
gobierno a veces apeló a la Justicia y a la Gendarmería; a veces negoció (Planes Trabajar).
El gobierno también sumó problemas en su frente interno: resurrección del peronismo histórico.
Duhalde anunció su postulación, pero Menem lanzó su candidatura informalmente. Cavallo
denunciaba los negocios ilícitos y la corrupción gubernamental se hizo pública. Hubo un destape
impulsado por el periodismo indagador y la guerra interna del peronismo. Caso Cabezas: un
periodista fue asesinado y su cuerpo fue dejado en la residencia de Duhalde; la investigación llegó
a Yabrán, a quien Cabezas había fotografiado, y a Menem; Yabrán se suicidó. Otros casos de
corrupción salieron a la luz con la venta ilegal de armas a Croacia y a Ecuador, aduanas paralelas,
coimas pagadas por la empresa IBM a directores del Banco Nación y la explosión de la fábrica de
armamentos de Río Tercero, que habría borrado las huellas del contrabando de armas a costa de
muchas vidas. También la Policía de Buenos Aires (La Bonaerense) quedó implicada en varios casos
de corrupción (como el Caso Cabezas o el atentado a la AMIA). En 1997, El partido justicialismo
sufrió una derrota en las elecciones legislativas. Menem intentó su reelección por medio de una
interpretación caprichosa de la Constitución, un plebiscito que demandara la reforma
constitucional, una presión a los gobernadores para alinearlos detrás de sí y dejar desamparado a
Duhalde que también buscaba ser presidente. La oposición vislumbraba el éxito electoral. Los
peronistas abandonaron a Menem, y este desistió de su candidatura (luego intentó nuevamente,
pero la Justicia declaró que su proyecto era ilegal).
El peronismo llegó a las elecciones sin líder y perdió.
Desde 1995 fue creciendo una fuerza política opositora. Despues de que Menem ganó la 2da
presidencia, el gobierno sufrió 3 derrotas electorales. El resultado advertía un gran crecimiento del
partido FREPASO (disidentes del PJ y la UCR, la Unidad Socialista y otros pequeños grupos
provenientes de la izquierda o el populismo) nunca llegó a tener una inserción territorial ni
organización suficientes, pero entusiasmó a muchos buscando una renovación política y humana,
y la constitución de una fuerza de centroizquierda alternativa de los dos partidos tradicionales,
acentuando en los problemas sociales y las cuestiones éticas y políticas). El candidato a Presidente
por ésta fuerza era José Bordón, lo abandonó. Chacho Álvarez quedó como dirigente principal. El
FREPASO entusiasmó a muchos y fue expresión de una modesta primavera.
La UCR pasó la crisis que arrastró a Alfonsín y superó las divisiones internas obteniendo éxitos
electorales con Fernando de la Rúa electo como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La
UCR y el FREPASO confluyeron en un nuevo partido llamado: La Alianza para la Justicia, el Trabajo
y la Educación, triunfando en las elecciones legislativas.
La Alianza avanzó mientras el justicialismo sufría sus luchas internas, y puso el acento en la
recuperación de la equidad social y las instituciones republicanas y la lucha contra la corrupción.
La fórmula De la Rúa-Chacho Álvarez venció a Duhalde-Ortega (del partido justicialista). Otra
fuerza política creada por Cavallo “Acción para la república” representó a la centro derecha. De la
Rúa recibió un poder limitado en lo político y condicionado por la crisis económica. Al momento de
asumir la Alianza tenía mayoría en Diputados, y el justicialismo en el Senado y controlaba la
mayoría de las gobernaciones y la condición de la crisis económica, y la dificultad de transformar
una alianza electoral en una fuerza gobernante.