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RESUMEN
CENTRO
INTERNACIONAL En este trabajo se reúnen experiencias en investigación y acciones de
DE LA PAPA
(CIP)
promoción para el desarrollo, en sistemas de producción agropecuarios de
escasos recursos y ubicados en un contexto macro de globalización de la
economía, se exponen algunos resultados acerca de los tipos de productores
y los factores que limitan o potencian el desarrollo de determinadas
economías campesinas y, particularmente, que posibilitan o no su inserción
en el mercado regional, nacional e internacional. Se trata de exponer casos
familias en contextos regionales que han obtenido relativo éxito en la
UNIVERSIDAD producción para el mercado y , al mismo tiempo, han mejorado el manejo de
NACIONAL AGRARIA
LA MOLINA (UNALM) sus agroecosistemas con un enfoque agroecológico y han ascendido en los
estratos sociales. Los resultados de esta investigación corresponden
mayormente a los trabajos del CIED en cuatro cedes regionales, ubicadas en
cuadro departamentos del Perú: Cajamarca (sierra del extremo norte), Lima
(Lurín, en la sierra central), Arequipa (Tambo, en la costa sur) y en Puno
(Capachica y en otros distritos de la zona andina del sur) y abarcan el periodo
de 1986 a 1997.
RED INTERNACIONAL
DE
METODOLOGIA DE
INVESTIGACION DE Palabras claves: Casos exitosos, agroecología, ingresos, mercado.
SISTEMAS
DE PRODUCCION Contenido
(RIMISP)
• INTRODUCCION
• ANTECEDENTES
Regresar a la • METODOLOGIA
INTRODUCCION
-Tratar de verificar que entre los pequeños agricultores y campesinos existen factores para que
puedan no solamente sobrevivir, sino también para que puedan desarrollarse.
- Que entre esos factores los factores que impulsan el desarrollo está la agricultura agroecológica
(Altieri, M. 1997; Yurjevic, A. 1995), que es una alternativa importante para dar salida de la pobreza
en el medio rural y para mejorar el medio ambiente y para que participen con mayor competitividad
en el mercado regional, nacional e internacional.
ANTECEDENTES
Como se sabe, la pequeña agricultura es mayoritaria en el campo peruano, tanto en la sierra como
en la costa y la selva. Los productores que tiene extensiones de tierras menores a 3 Has, ocupan
el 55.4% del total de unidades productivas en todo el país (disponen del 3.2% del total de la
superficie agropecuaria). Los que tienen entre 3 y 9.9 Has son el 29% (disponen del 7.3%). Los
que tienen de 10 a 49.9 Has son el 12.6% (disponen del 12%) y las unidades de producción que
tienen desde 50 Has representan escasamente al 3% de las unidades agrícolas en el país
(disponen del 78%). En efecto, el 84% del total de unidades agropecuarias del país tienen menos
de 10 Has y poseen el 46% del total de las tierras agrícolas del país (Eguren, A. 1997), pero
controlan escasamente el 10.5% del total de la extensión tierras agrícolas y de pastos (INEI-
MINAG, 1996).
En la ganadería también es alta la proporción que depende de los pequeños productores, los
cuales poseen el 69% del ganado vacuno del país, el 64% de los ovinos, el 46% de las alpacas y el
54% de las llamas. En suma, como sostiene F. Eguren (1997) el peso de la pequeña propiedad en
campo peruano no sólo se debe a su número, sino también a la magnitud de recursos que poseen
en conjunto". Es necesario recalcar que en esa supremacía de las pequeñas unidades agrícolas,
sin embargo, tienen acceso a una escasa superficie de tierras (la carencia es sobre todo en tierras
de pastoreo), siendo esta una limitación para el desarrollo agrícola y ganadero de manera
extensiva e intensiva, frente a lo cual la estrategia de estas pequeñas unidades productivas es
especializarse en la producción de alimentos de origen agrícola y pecuario con el uso de
tecnologías principalmente tradicionales de bajos costos.
Por otro lado, la supremacía de este tipo de la pequeña propiedad tiende a aumentar a través del
tiempo (Alfaro, J. 1997, Valcárcel, M. 1997 y Arnillas, F. et al, 1998); así, entre 1972 y 1994, el
minifundio (propiedades menores a 3 Has) crece a una tasa anual de 0.3%, lo que significa 59,929
nuevas unidades en ese lapso y el promedio de hectáreas por minifundista aumenta muy
ligeramente: 0.2 Ha. En el mismo periodo, la pequeña propiedad propiamente dicha (entre 3 y 9,9
Ha) creció a una tasa anual de 2.3%. En términos absolutos ese incrementó fue de 173,844
nuevas unidades; es decir, el 52.2% más que las existentes en 1972 y aumenta casi tres veces
más que el minifundio, y el doble del promedio de crecimiento del conjunto de unidades
agropecuarias. Una razón principal de ese crecimiento fue la parcelación de las empresas
asociativas y la ampliación de la frontera agrícola, sobre todo en la selva.
Nos es fácil distinguir a nivel empírico esos cambios, sin embargo, se pueden alcanzar algunas
cifras que permite tener una imagen de la situación socio-económica y productiva en el medio rural.
Así, por ejemplo, (según Arnillas, F. et al, 1998) la oferta nacional de alimentos de origen
agropecuario tiene una tendencia decreciente, el PBI real agropecuario per cápita muestra un
descenso de 25% desde inicios de 1970 y una caída de 4.6% en el periodo de 1988-1994 , aunque
el incremento del PBI agropecuario entre 1993 al 1996 es del orden del 22%.
Entre las hipótesis más importantes que se han elaborado para que estas pequeñas economías
agrícolas se desarrollen, se tienen las siguientes:
-El obstáculo para salir del círculo vicioso de que la pobreza rural se debe a que no hay mercado
porque hay pobreza rural y hay pobreza rural porque no hay mercados, para eso es necesario
variables exógenas como la innovación de la tecnología, las instituciones y también la cantidad de
bien públicos en el campo (infraestructura de comunicaciones) (Figueroa, A. 1996).
-Que los proyectos de desarrollo rural que tratan de buscar el desarrollo rural (es el caso de las
ONGs) por una suma de éxitos locales es un método ineficiente, no logran un desarrollo global,
debido a que, aún si tuviera éxito local. La difusión de esta nueva tecnología de desarrollo rural no
sería espontánea debido a los altos costos de información y de aprendizaje tecnológico con que
opera la economía campesina.
-Por otra parte, estos proyectos pueden lograr innovaciones tecnológicas o institucionales, cambios
en la productividad, en la organización local, etc.; pero, no podrán elevar los ingresos de los
campesinos debido a que esos ingresos dependen no solo de la cantidad producida sino de los
precios de mercado y de las políticas macroeconómicas del Estado y no del proyecto. Por lo tanto,
la ejecución de un proyecto tiene que estar inscrita en el marco del tipo de mercados y de una
política estatal de desarrollo rural.
-Las posibilidades de desarrollo rural están relacionadas también con la necesidad de aplicar
políticas para crear y desarrollar el mercado financiero. Las ONGs en el campo tienen la
oportunidad de mostrar modelos para lograr sistemas de crédito relacionado con propuestas para
la innovación tecnológica y, al mismo tiempo, que se mejoran los recursos naturales y productivos.
De lo que se trata para mostrar esos modelos de desarrollo, es de identificar los casos éxitos o
prototipos de campesinos y agricultores pequeños que han demostrado que es viable el desarrollo
rural en las pequeñas unidades productivas.
-Un factor extremadamente funcional en esta tarea de lograr el desarrollo rural a nivel global es la
cultura en sus múltiples dimensiones y, en particular, el cambio de las mentalidades de los
productores: el fortalecimiento y cambios de determinados valores que garanticen el desarrollo,
pero también la revaloración de los valores tradicionales que tengan funcionalidad con ese
desarrollo.
METODOLOGIA
El estudio se ha efectuado en tres zonas del país donde predomina el régimen de producción que
se basa en la pequeña propiedad agropecuaria, que tienen distintos grados de relaciones con el
mercado.
Para este trabajo se da especial énfasis a los cambios en los ingresos de los campesinos, sus
ascensos en los estratos sociales y el incremento de su capacidad de articularse con una
economía de mercado.
d) Asambleas comunales, rondas, comités, etc. para reconstruir los procesos de cambios.
Especialmente, para el análisis de los ingresos se han utilizado las siguientes variables e
indicadores:
-La línea del sueldo mínimo vital en el Perú en el año 1996 (803 $USA), sería la línea del estrato
más pobre (ese sueldo no le alcanza para satisfacer las necesidades alimentarias).
-La línea de la pobreza rural o canasta mínima familiar indicada por el Banco Mundial y CLADES
(Yurjevic: 1995), es el estrato de subsistencia porque satisface sus necesidades medias mínimas
(500 $USA per cápita = 2,500 $USA por 5 miembros que componen la familia media en estas
comunidades).
-La línea de los campesinos medios, es el intervalo de más de 2,500 $USA hasta antes de los
6,000 $ USA.
-Los ingresos de los "ricos" en el medio rural, según la revista "Cuánto" (6,000 $USA), es el estrato
rico.
En los resultados se exponen los incrementos o decrementos de los ingresos familiares, así como
el ascenso de las familias en los estratos sociales a partir de las intervenciones del proyecto en las
comunidades campesinas.
RESULTADOS
Entre los años 1994 y 1997, el CIED ha trabajado en cuatro distritos y en 28 caseríos (donde viven
alrededor de 2,240 familias), allí en forma genérica han ocurrido los siguientes cambios socio-
económicos (Cuadro 1): en los tres distritos en las actividades agropecuarias han aumentado los
ingresos netos por familia, aunque en ritmos muy desiguales (27%, 6.6% y 360%,
respectivamente).
Cuando medimos esos cambios al interior de los distritos, se observa que las modificaciones socio-
económicas son muy heterogéneas, siendo una expresión muy clara la modificación que ha
ocurrido en las proporciones porcentuales de los estratos sociales (Cuadro 1), lo cual indica un
dinamismo importante de ascensos o descensos de las familias en su situación socio-económica,
pues, unas familias se han enriquecido o han alcanzado niveles de satisfacción de sus
necesidades medias. Por ejemplo, en Paccha y en Carahuanga, el ascenso de las familias al
estrato alto y medio se ha incrementado; en cambio, Conchán y Lajas, se han reducido estos
estratos y ha aumentado el estrato bajo; es decir, aquí se han empobrecido el 15% de las familias
que antes pertenecían a los estratos superiores.
Por otro lado, el autoconsumo (que sirve para cubrir en parte la situación de seguridad alimentaria),
en el mismo periodo, ha bajado proporcionalmente en comparación a la producción destinada a la
venta. Eso indica que el incremento de la producción ha ido ligada al reforzamiento de una
economía de mercado, sobre todo en las familias del estrato alto y medio. Al respecto se destaca
que el estrato alto, en los tres distritos, en 1994 destinaban la mayor parte de su producción al
autoconsumo y para la reproducción de sus sistemas productivos (para la autosufiencia de semillas
y el pago en productos a cambio de energía humana); en cambio, en 1997, se destina al mercado
una parte predominante de la producción.
Una última observación al respecto es la siguiente, en el mismo periodo, se han producido cambios
en los excedentes netos (ingresos netos menos gastos para necesidades medias) como valores
para ser aprovechados por el resto de la sociedad, y que puede destinarse a la acumulación
interna. Esos cambios, en las tres distritos, tienen el siguiente sentido:
.En Paccha, Conchán y lajas los estratos alto y medio, en 1997, han registrado excedentes
(indicados con el signo + en el cuadro 1); en tanto que, el estrato bajo aún sigue teniendo una
economía de infrasubsistencia (arroja saldos negativos). En cambio, en Carahuanga solamente el
estrato alto ha pasado a producir excedentes.
.Esa población que ahora produce excedentes representa al 20% del total de la población
estudiada.
En conclusión, los campesinos de los tres distritos, han mejorado su situación socio-económica,
pero en forma heterogénea o desigual, lo cual es normal en todo proceso de cambios, por un lado,
un porcentaje de familias han incrementado sus ingresos y son los estratos alto y medio más
favorecidos con estos cambios, sobre todo en Paccha y Carahuanga; pero, por otro lado, los
campesinos pobres, que no tienen ingresos en sus predios que les alcance para satisfacer sus
necesidades medias (por lo tanto, tienen que emigrar periódica o definitivamente) siguen siendo
predominantes, aunque han disminuido en su proporción en dos distritos: en Paccha y en
Carahuanga.
PACCHA-CHOTA
ESTRA.ALTO O 15 O 6,234 0 20 0 55 0
ESTRAT.MEDIO O 55 O 2,438 0 45 0 38 0
Entre todos los cultivos agrícolas (de 3 a 22 cultivos como variables independientes) de los
caseríos estudiados, los que tienen una influencia mayor en el valor neto de la producción agrícola
(variable dependiente) en 1994 y en 1997, son los siguientes (seleccionados de acuerdo a
regresión múltiple con el método de Stepwise con dos análisis transversales):
(1) En 1994 en los caseríos de Paccha, los cultivos con mayor influencia fue la papa y la cebada
(con un regresor múltiple de R2=.89). En 1997, los cambios fueron en el siguiente sentido: para el
caso de los caseríos de Paccha, los cultivos con mayor influencia pasó a ser el café, la piña y la
papa que tiene altos parámetros de regresión (R2=. 76).
(2) En 1994 en los caseríos de Conchan y Lajas los cultivos más influyentes era la papa y el maíz
(con un regresor múltiple de R2= .82).En cambio en 1997, en estos caseríos los principales
productos que explican los ingresos pasaron a ser la papa, el maíz y el frijol (con un regresor
múltiple de R2=.82).
(3) En el caserío de Carahuanga, en 1994, solamente un cultivo (la cebada) tenía una influencia
determinantes en los ingresos netos de cada familia (R2= .92). En 1997 se diversifican los cultivos,
donde son tres: papa, habas y maíz, los que tienen la mayor influencia en los ingresos netos ( con
un R2= .92).
Los cambios anteriores se pueden interpretar de la siguiente manera: Entre 1994 y 1997, se han
producido cambios significativos en cuanto el incremento de la diversidad de cultivos que más
influyen en los ingresos netos de las familias, con los cuales se han articulado más al mercado
regional y nacional.
En un análisis semejante al anterior, pero en lo que respecta a la ganadería, se han obtenido los
siguientes resultados: en el año 1994, en todos los caseríos de Paccha, Conchán y Lajas, las
especies ganaderas más importante que tenían mayor influencia en los ingresos netos totales de
cada familia, fueron los vacunos y los ovinos (con un regresor múltiple de R2= .77); en cambio,
para 1997, solamente el ganado vacuno tuvo influencia determinante en los ingresos netos (con un
regresor de R2= .92). En Carahuanga la supremacía en la composición de ingresos netos era el
ganado vacuno y en 1997 esa supremacía se incrementado aún más (del R2=.85 en 1994 al R=
.92 en 1997).
Los cambios que se vienen observando en las comunidades de Puno (en la región sur del Perú)
desde inicios de la década del 80, son manifiestos debido a los siguientes factores: el desarrollo
del mercado regional (legal e ilegal), el aumento de la población urbana andina, la mayor
articulación de esta sub-región con el mercado urbano-industrial y minero de la costa sur, el trabajo
de algunas instituciones estatales y privadas, así como los procesos de reestructuración de las
grandes empresas asociativas que ha beneficiado a muchas comunidades; pero esos cambios son
muy desiguales entre comunidades y dentro de las mismas comunidades.
En esos procesos de cambios, determinados campesinos pasan por un proceso de ascenso social,
en tanto que la mayoría sigue dentro de una pobreza generalizada; no obstante, aquellos
campesinos que están ascendiendo en los estratos sociales, nos dan rutas o lecciones para el
desarrollo sostenible en esta zona de ecosistemas tan frágiles, por encontrarse a más de 3,850
m.s.n.m. y atacada por continuas heladas y sequías.
El trabajo de promoción del desarrollo que viene haciendo el CIED en 11 comunidades campesinas
de Capachica, ha consistido principalmente en la reconstrucción de infraestructura agrícola
(andenes, waru warus y sistemas de riego), mejoramiento de los cultivos (semillas y manejo
agrícola), sobre todo para la producción de papa, cebada, quinua y pastos cultivados y
mejoramiento de ganado vacuno y ovinos (de cría y engorde con ayuda de cobertizos); también se
ha incentivado el desarrollo de la pesca. En todas esas actividades, la formación y la capacitación
campesina ha sido el eje principal.
Antes de la promoción de los proyectos (en el año 1993) de engorde de ganado vacuno,
infraestructura agrícola y cultivos el promedio de ingresos del total de las familias fue de 1,864 $
USA. Después, en el año 1996, con los proyectos ese promedio subió a 2,595 $USA (engorde de 4
vacunos en un año, más ingresos provenientes de los cultivos en waru warus y andenes).
Ese incremento de ingresos (ingresos por 5 miembros de cada familia) ha permitido que las
familias participantes asciendan en los estratos sociales (el análisis es con 190 familias), con las
siguientes características :
Antes de la aplicación de los proyectos, las familias del estrato muy pobre (salario mínimo vital) era
el 63.1% (con ingresos iguales o menores a 1,600 $USA) (gráfico 1); con los proyectos (gráfico 2)
ese porcentaje se reduce al 24.7% y 73 familias (de las cuales 60 trabajaron con estos proyectos)
pasan a un estrato inmediatamente superior, más arriba del salario mínimo y el eje de la canasta
básica familiar (2,500 $ USA).
Los campesinos medios (desde el eje de 2,500 $USA hasta antes de la línea superior de los 6,000
dólares) con los proyectos y otras actividades se incrementan del 7.9% al 21.6% (26 familias suben
a este estrato medio, de los cuales 20 han sido identificados que han trabajo con los proyecto). En
el estrato alto o ricos (con ingresos mayores a 6,000 $USA) ha disminuido el número de 15 a 14
familias (9 han trabajo en estos proyectos), pero han incrementado sus ingresos (todos han pasado
a ubicarse por encima de los 7,500 $USA).
Las familias que han paso a los estratos superiores, en conjunto representan el %, se han
vinculado mayormente con los mercados de la costa sur del Perú (Tacna, Moquegua, Arequipa) y
Lima, mediante la venta de ganado vacuno.
Es decir, de acuerdo al análisis del impacto de estos proyectos, se verifica que en las comunidades
se puede lograr el cambio de estratos de las familias campesinas, que es posible combatir la
pobreza y que un sector de familias campesinas pasan a un proceso de acumulación de medios de
producción y capital en general.
Gráfico 1. Número de hijos por familia e ingresos totales (US$) sin proyecto de engorde e
infraestructura: en 11 comunidades de Capachica-Puno. 1993
$ usa
+-------------+------------------------+
I 7500¦ 4 ¦ +
N¦8¦
G ¦ 3 ¦ ¦ 7.9%
R 6000+-------------+ ------------------------+
E¦¦¦
S 5000¦ ¦ +
O¦¦¦
S ¦ 2 ¦ ¦ 7.9%
¦5¦¦
T¦8¦¦
O 2500+----------7 -+------6-----------------+
T R 1 5 ¦ 21.0%
A ¦ ¦ 13 8 R
L 1600+5--7---6 ----8---------2---------3----+
E ¦15 10 9 12 ¦ 63.1%
S 0¦ 21 ¦ 12 10 +
+-------------+------------------------+
0369
HIJOS FAMILIA
--------------------------------------------------------------
Gráfico 2. Número de hijos por familia e ingresos totales (US$) sin proyecto, con proyecto de enforde e infraestructura: en
11 comunidades de Capachica-Puno. 1996
I¦35¦
N¦6¦
G 7500¦ ¦ +
R ¦ ¦ ¦ 7.3%
E¦¦¦
S 6000+-------------+------------------------+
O¦¦¦
S 5000¦ ¦ +
¦5¦¦
T¦8¦¦
O ¦ 11 ¦ 9 ¦ 21.6%
T¦26¦
A 2500R1 ------------15-----10-----15---------R
L ¦ 12 15 ¦ 1 10 10 ¦ 46.3%
1600+--5-8-5----6-6 -----------------------+
¦ 7 ¦ 5 5 ¦ 24.7%
+-------------+------------------------+
0369
En esta parte del trabajo se analiza los procesos de cambios de los pequeños productores
agrícolas modernos de la costa en el sur del Perú, ubicados en el valle de Tambo en el
departamento de Arequipa , donde el CIED, en coordinación con la Universidad de San Agustín y
otras instituciones de carácter internacional como el CIP, vienen trabajando con 300 pequeños
agricultores (con no más de 3 ha. bajo riego y de baja productividad) en tres distritos de la
provincia de Islay -Arequipa y en los Valles de la costa en Moquegua y Tacna (desde el año 1991 a
la actualidad). Son agricultores que de ser abastecedores del mercado regional han pasado a ser
productores para el mercado internacional.
Ese paso hacia una agricultura para la exportación -para lo cual esta agricultura ha requerido que
alcance niveles de competitividad- ha tenido las siguientes bases:
-Ha sido fundamental organizar a los agricultores en grupos denominados GAT's ( son los Grupos
de Asistencia Técnica, en Tambo se organizaron 28 GAT's, compuestos por 500 agricultores y en
Tacna se organizaron 6 GAT's compuestos por 100 agricultores) para desarrollar sus capacidades
para el manejo de tecnologías cuidadosas de los recursos productivos naturales, pero, al mismo
tiempo, desarrollar sus capacidades para manejar el crédito (en este sistema de exportación
entraron dando crédito a los campesinos el Banco de Crédito, Bancosur, ADEX y la cooperación
internacional;), para reducir los costos de producción, incrementar la rentabilidad y dominar las
relaciones con el mercado exterior.
-Ante la eliminación del Banco Agrario, los prestamistas locales elevaron los intereses hasta 12%
mensual, lo cual reducía las posibilidades de desarrollo de las economías de los agricultores. En
este contexto de empobrecimiento de los agricultores por los altos intereses y ante la falta de una
oferta tecnológica apropiada para estos sistemas de producción, el CIED logró difundir nuevas
alternativas tecnológicas para que estos agricultores logren niveles tecnológicos más elevados y
puedan ser competitivos no solamente en el mercado nacional sino también en el mercado
internacional. La Banca privada, intercedida también por el CIED, logró incentivar el desarrollo
mediante créditos con intereses más onerosos del 2.1% de interés mensual.
Los programas que tuvieron impactos muy positivos en los cambios dentro de un proceso de
transición con una orientación agroecológica en este valle son: el manejo integrado de plagas, la
capacitación para la gestión en crédito y comercialización. Un impacto claro de las intervenciones
de estos programas fue la reducción drástica de fertilizantes y pesticidas químicos en los cultivos.
Se ha superado la tradición de un mal manejo de la tecnología moderna con recomendaciones
acerca de la cantidad y la oportunidad de la utilización de los fertilizantes, en combinación con
prácticas agroecológicas para el manejo de suelos, rotación de cultivos, eliminación de los
nemátodos de la semillas del ajo mediante termoterapia y control biológico de plagas (por ejemplo,
con trampas amarillas).
El incremento de la productividad del trabajo, como efecto más importante en esos cambios, se
explica, en primer lugar, en razón de que disminuye la cantidad de mano de obra al disminuir el
uso innecesario de agroquímicos -como ha sido explicado por todos los agricultores entrevistados -;
en segundo lugar, aumenta la productividad de los cultivos debido al mejoramiento de la técnicas
del manejo de las semillas y de las prácticas culturales y, en tercer lugar, aumenta la rentabilidad
económica porque disminuyó los costos de producción gracias a la disminución del uso de
agroquímicos y mano de obra. La productividad se ha incrementado sobre todo en el ajo y la
cebolla amarilla,así como también se ha incrementado la exportación a los mercados
internacionales (cuadro 2).
Productividad % de Productividad % de
tm/ha exporta-ción tm/ha exporta-ción
promedio promedio
AJO 4 20 8 40
CEBOLLA AMARILLA 30 10 45 30
RENTA.
RENTA.
En ese proceso, también puede determinarse que el impacto de las alternativas no es aún
homogéneo, porque esos cambios son muy desiguales, pues hay agricultores que son "punta" y
tienen una rentabilidad cada vez mayor en comparación a los más atrasados (entre 1991 y 1995, el
coeficiente de variabilidad se ha incrementado de 110% a 210%). Eso indica, como en todo
proceso de cambios, que hay agricultores que vienen adoptando las nuevas alternativas en forma
más integral y profunda que los demás agricultores. Esos agricultores "punta" o más adoptadores
se vienen convirtiendo en los prototipos que indican cómo debe ser el cambio tecnológico y social
para obtener un mayor éxito productivo y económico.
Por otra parte, como impacto y efecto de las estrategias de los agricultores, para ser más eficientes
en sus respuestas al incremento de la economía de mercado en el país y en coparticipación con la
institución de desarrollo que trabaja en ese ámbito, el agroecosistema en el valle de Tambo está
cambiando - aún lentamente- mediante la introducción de la diversidad de cultivos para lograr el
equilibrio ecológico y, al mismo tiempo, como un potencial para la exportación, como son los
nuevos cultivos como la cebolla amarilla (con gran potencial para la exportación a EEUU y Europa),
la páprika (para el mercado español) y la recuperación del ají común (para exportar a Bolivia) y el
mejoramiento del ajo (es exportado a Colombia). Además, se intensifica la diversidad de cultivos
como el camote, las hortalizas y las aceitunas para el mercado interno.
Desde el siglo pasado hasta antes de los años 30, el agroecosistema básico de producción de
todos estos valles interandinos del departamento de Lima se basaba en una producción agrícola
diversificada (producción de cultivos de pan llevar como el maíz y la papa y algunos frutales
tradicionales como el chirimoyo, los limones y los pacaes) y ganadería (Cotler, J.: 1959 y Celestino,
O.: 1972).
A partir de la década del 30 y, sobre todo, desde la primera mitad de la década del 60, el patrón de
cultivos sufre cambios drásticos en estos valles interandinos cercanos a las costa central. Primero,
se impone el monocultivo de la alfalfa con la crianza de ganado vacuno y, posteriormente, se inicia
una nueva monoproducción a base de frutales (manzano y membrillo), productos que son
destinados principalmente para el mercado de Lima. Las relaciones socio-económicas también se
modernizan, dando lugar a la destrucción de la propiedad comunal de la tierra y al surgimiento de
una diferenciación profunda de estratos sociales.
En ese periodo, principalmente en la década del 60 y 70, se efectúa el proceso que los propios
campesinos de Antioquía y Cochahuaico (en el alto Lurín) denominan como el "boom" de la fruta,
por su alta productividad e ingresos realizados mediante la venta en el mercado principalmente
limeño. La base de la productividad del agroecosistema fue la innovación de frutales provenientes
del exterior, la monoproducción y el alto uso de fertilizantes, insecticidas y pesticidas; sin embargo,
ese periodo de auge económico tuvo un alto costo que tuvieron que pagar las generaciones
presentes y las del futuro porque a fines de la década del 80 y en la actual década, se produjeron
los siguientes cambios negativos que afectaron a esa producción:
-Bajó la productividad por el envejecimiento de los árboles frutales y por el excesivo aumento de
las plagas, frente a las cuales los agroquímicos perdieron su eficacia.
Algunas familias del estrato medios y alto (el 10%), desde hace aproximadamente 15 años
empezaron a manejar un modelo de desarrollo distinto al que se basa en la monoproducción que
venía imperando en las décadas del 60 y 70. Ese nuevo modelo que se podría caracterizar como
"agroecológico espontáneo" (porque no fue propiciado por ninguna institución) viene a ser el
modelo prototipo o "exitoso" en la zona , porque a tiempo estos campesinos se empezaron a dar
cuenta que el modelo del "boom de los árboles frutales" en las décadas del 60 y 70 ya entraba en
crisis y empezaba a fracasar y era necesario superar ese modelo.
Este grupo de campesinos tiene actualmente los más altos ingresos por unidad hectárea (10,000
soles de ingresos netos por hectárea en campañas que duran un año y medio), aventajando
significativamente a los campesinos del estrato bajo (3,000 soles de rentabilidad por hectárea).
Esos agricultores desde hace 15 años ha renovado las plantas frutales e introdujeron otras
variedades de manzano (delicia y winder), ahora tienen un rendimiento normal, no ha bajado la
productividad como en los demás casos que se quedaron con plantas antiguas. Estos agricultores
producen por hectárea más del doble (2,000 cajones) que los demás campesinos (entre 600 y
1000 cajones). ha recuperado el uso y distribución del agua en curvas de nivel como se hacía en el
pasado y no en declive (ahorra tiempo, pero erosiona los suelos) como se viene haciendo en las
últimas décadas. Aquel sistema de riego permite que no se erosionen los suelos y unido a un
abonamiento y fertilización adecuada, la fertilidad de la tierra se conserva y redunda en una mejor
productividad y conservación del medio ambiente.
-Este "buen agricultor" (según la expresión de los propios agricultores), en forma espontánea o
incentivados por las instituciones que promocionan el desarrollo con una base agroecológica (la
UNA y el CIED, entre otras) ha aumentado la crianza de animales de corral, conejos y otros. El
incremento de esta diversidad de animales les ha permitido integrarlos al desarrollo agrícola en
especial los árboles frutales, porque tienen mayor cantidad de abonos para sus chacras. Inclusive
el 15% de agricultores ahora elabora compust para sus chacras o para la venta para otros
agricultores Por otro lado, ha incrementado la diversidad de cultivos, ha vuelto a recuperar el
antiguo cultivo del maíz, camote, papa y hortalizas para mejorar sus seguridad alimentaria y su
competitividad en el mercado de Lima.
Estos agricultores agroecológicos han empezado a sembrar nuevos especies de árboles frutales
(chirimoya, paltos y lúcumas) , ese incremento de la diversidad y el control de malezas mediante el
barbecho oportuno, se ha constituido en control biológico frente a las plagas. Ahora, relativamente
ha empezado a reducir el uso de agroquímicos y ha incrementado la rentabilidad a base del uso de
prácticas agroecológicas espontáneas y las difundidas por algunas instituciones.
Una condición es que los cambios tecnológicos, cuando se pretenden que sean sobre una base
agroecológica, deben ser integrales; es decir, que la propuesta sea bajo la forma de un nuevo
modelo alternativo con base agroecológica para planificar y organizar a todo el predio y no
mediante una sustitución aislada de insumos convencionales por insumos orgánicos.
Las propuestas tecnológicas para que sean adoptadas por una cantidad importante de la población
en el campo, deberían demostrar, con pruebas ex-ante, que garantizan no solamente el incremento
de la productividad agrícola, sino también que pueden obtener una rentabilidad marginal
(ganancias adicionales que se esperan obtener, en comparación a los costos adicionales que
implica la nueva práctica tecnológica), aquí la importancia de contar con indicadores de impactos
para medir el efecto de la incorporación de las nuevas alternativas tecnológicas con base
agroecológica.
Debe reconocerse que, en la mayoría de casos de productores exitosos han incorporado las
recomendaciones tecnológicas de fuera o las han experimentado en sus chacras para que se
adapten esas tecnologías en sus sistemas de producción (lo mismo ha ocurrido con las tecnologías
tradicionales que han sido recuperadas y revaloradas). Estas tecnologías adaptadas o recuperadas
es necesario que se refieran también a las actividades de post-cosecha, para obtener los acabados
necesarios y suficientes para superar los controles de calidad.
Por otra parte, otra condición necesaria es que debería lograrse una concertación inter-
institucional, no solamente entre diversos grupos de pequeños productores, sino también una inter-
relación entre los productores y las instituciones privadas y estatales, como son: los centros de
investigación y promoción, con la Banca, con los "brokers" nacionales y extranjeros, así como con
los comerciantes locales e importadores de otros países.
Por otra parte, si no hay financiamiento oportuno es muy difícil para los agricultores adoptar y
seguir todas las recomendaciones técnicas que se propongan; por el contrario, los agricultores al
recibir el crédito a destiempo o después de la siembra, pueden utilizar ese crédito en otras
actividades que le aseguren mayor rentabilidad.
Sin embargo, los sistemas de crédito deberán entrar con mucha cautela en estos sistemas de
producción de agricultores con bajos recursos, cuando estos aún no han cambiado de mentalidad
(cultura), porque su racionalidad productiva y distributiva es muy diversificada y se comportan en
forma ambivalente: como empresa y a la vez como familia. Por esa razón, muchos agricultores
cuando han recibido créditos de la banca formal o de las ONGs una parte de ese préstamo lo han
derivado para atender sus necesidades domésticas o para atender otros cultivos o crianzas
ganaderas (de acuerdo a la diversidad que manejan). Esta racionalidad afecta obviamente la
productividad y la calidad de los cultivos que en principio fueron programados para el mercado
nacional o para la exportación y, por lo tanto para pagar los créditos.
Sin embargo, la biodiversidad no debe verse como opuesta a una economía de mercado o
negativa frente a la confianza en el crédito. La diversidad productiva en la dimensión económica o
del mercado trae ventajas para los pequeños productores en el siguiente sentido, si en un tiempo
determinado los comerciantes comprar a precios bajos algunos de sus productos, los pequeños
productores saben que en lo posterior siempre habrán precios altos para otros de sus productos,
con lo cual van compensar lo que se ha perdido con la primera venta.
Relacionado con lo anterior, también debe considerarse como una limitación de los pequeños
agricultores para entrar con mayor profundidad al mercado, es su lógica económica para lograr
costos de oportunidad más altos; por ejemplo, el costo de oportunidad que logran en dos procesos:
a) Tratar de obtener cuanto más rápido el dinero en efectivo por la venta de un producto (la
preferencia por la liquidez para satisfacer sus necesidades de subsistencia) y b) tratar de que una
parte de sus productos cosechados sean destinados al autoconsumo, porque eso les genera
mayor costo de oportunidad debido a la disposición autónoma de alimentos y a la ausencia de la
ganancia comercial.
Los éxitos alcanzados por los productores que han mejorado las tecnologías, que han alcanzado
mejores niveles de productividad, rentabilidad y han aprendido el manejo de una economía de
mercado, han demostrado que una situación indispensable es que ellos deben participar en la
generación de una tecnología propia, en la obtención del financiamiento, en el manejo de las
nuevas tecnologías de post-cosecha, en la búsqueda de mercado y en las negociaciones.
Que no es posible que hayan ese tipo de productores competitivos si es que no se produce una
transición de una forma tradicional de encarar la producción hacia un enfoque de mayor eficiencia,
que incorpore las estrategias crediticias formales en sus programaciones productivas, que se
produzca una transición de una "cultura productivista a base del subsidio hacia una cultura
competitiva de mercado y en especial de exportación".
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