Professional Documents
Culture Documents
ISSN: 2215-2458
intersed@cariari.ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica
Costa Rica
ABSTRACT
Inter Sedes
La nueva novela histórica: Espacio para el encuentro entre literatura e historia en... 71
Inter Sedes
La nueva novela histórica: Espacio para el encuentro entre literatura e historia en... 73
[la] inserción de las novelas históricas en el mar- Lo anterior nos sitúa en la relación
co de los discursos contemporáneos en los que que se establece entre la forma de escri-
por definición se inscribe: el de la novela y el de
bir —por parte del narrador— que ine-
la historiografía. El de la novela, porque es el gé-
nero literario a cuyas convenciones está sometido, vitablemente está condicionado por una
y el de la historiografía, porque con ella compar- forma de leer el texto como lo ha creído
te tema y objetivos: la escritura de la historia...” María C. Pons (1996). Algunos teóricos
(Grinberg Pla 1). definen este asunto como la relación o
contrato de lectura establecido que com-
María Cristina Pons (1996) ha desta-
promete tanto al emisor como al receptor.
cado que la reciente narrativa en el pla-
Es decir, la relación “contractual” implica
no histórico alberga la característica de
una forma de percepción de “la realidad”
funcionar como una relectura que cues-
en este caso histórica con que se está “no-
tiona el pasado, cabalgando sobre los lo-
velando”. El lector se enfrenta a un nivel
mos de la reescritura de la Historia o
de valoración histórica que rompe con los
una interpretación de ésta. Y agrega la
modelos convencionales; es una posibili-
académica: Esta reescritura incorpora,
dad que conduce hacia la deconstrucción
más allá de los hechos históricos mis-
del saber histórico (White 1992).
mos, una explícita desconfianza hacia el
La nueva novela histórica como pro-
discurso historiográfico en su produc-
puesta interpretativa ha tenido auge en
ción de las versiones oficiales de la Histo-
las últimas tres décadas en América Lati-
ria (Pons 16).
na y el Caribe; representa una forma par-
No es ocioso observar que el discur-
ticular de valoración del tiempo ya sea
so histórico responde a intereses creados
presente o pasado, por tanto:
por parte de los grupos de poder tanto
económicos como políticos. La Historia un presente que funciona como punto de conver-
como tal no es neutral dado que ha sido gencia de un tiempo pasado y de otro futuro y se
utilizada como arma para el combate ubica en la voz del narrador (...) Sin embargo, la
ideológico en diferentes momentos y lu- novela histórica constituye tan solo una parte de
gares del mundo. Así el discurso novelís- la apropiación del pasado por las sociedades con-
temporáneas...” (Kohut 19 y 20).
tico nos facilita explicar ese imaginario
colectivo del cual se apropian los secto-
res dominantes para manipularlo en
provecho propio. Hayden White (1992) 4. La ambivalente globalización
explica esa relación en la medida en que en América
garantizan la creencia de que la propia
realidad social puede vivirse y compren- Habíamos mencionado que poste-
derse de forma realista como relato rior a la Segunda Guerra Mundial hubo
(White 12). Se considera que en el mar- una compleja y asombrosa transforma-
co de la globalización, la Historia ad- ción social. Los cambios en la ciencia y la
quiere una funcionalidad distinta para tecnología modificaron las formas de vi-
articularse como metarrelato; por lo que da de millones de personas en los países
el discurso histórico es visualizado en industrializados. El protagonismo del Es-
tanto forma estética, dando cabida a una tado dentro de la lógica del capitalismo y
interminable polémica académica que el socialismo, asumió una gama de fun-
no tiene fin. ciones estratégicas (Graciarena 1999).
Inter Sedes
74 Javier Rodríguez Sancho
Sin embargo, las décadas de los años se- rurales y urbanas evidencian los desafue-
tentas y ochentas propiciaron una serie ros del mal llamado “desarrollo económico”
de cambios en la estructura formal del y el mito del “progreso”.
Estado. Las crisis del modelo capitalista
y socialista toparon con sus propios lími- 4.1 Debates en torno a la
tes que golpearon el desempeño y las ac- posmodernidad en América
tividades estatales (Stiglitz 2002). Las Latina y el Caribe
políticas neoliberales dirigidas desde la
administración Reagan y apoyadas por Al calor de lo arriba expuesto, diver-
la “dama de hierro” Margareth Thatcher sos teóricos han sostenido una amplia
ofrecieron “respuestas rápidas” pero peli- polémica en torno a los cambios sufridos
grosas al modificar y comprimir el aparato por las sociedades contemporáneas. Aun-
estatal con lo que la “Edad de Oro” había que sin ponerse de acuerdo se considera
perdido su brillo según lo explica Erick que las condiciones sociales actuales han
Hobsbawm (1996). Por otra parte, el uni- marcado pautas diferenciadas en compa-
verso soviético se desplomó estrepitosa- ración con la primera mitad del siglo
mente en las postrimerías de la “Década XX. La sociedad está permeada por una
Perdida” y para 1991 era una esperanza ro- crisis sostenida de códigos y valores sim-
ta que había comenzado con la Revolu- bólicos que avizoran un cambio de épo-
ción de Octubre de 1917. ca; las condiciones actuales evidencian
El ocaso del siglo XX mostró un con- novedosas formas de subsistencia indivi-
flictivo panorama internacional: milita- dual y colectiva desgarradoras.
rismo, galopante deterioro del ambiente, Algunos académicos afirman que la
corrupción, narcotráfico, entre otras ca- esencia en lo que se ha dado por llamar co-
lamidades. Según el último informe de mo posmodernidad está contenida en la
Naciones Unidas, más de la mitad de la metáfora oriental de la Torre de Babel. Lo
población del mundo vive por debajo de cierto es que la variedad de elementos que
la línea de la pobreza, asediados por el involucra no encuentra una explicación
analfabetismo, las carencias nutriciona- contundente entre los estudiosos del fenó-
les, la no disponibilidad de servicios bási- meno por lo que es combatida sin cuartel
cos tales como: agua potable, educación para desarraigar el término del vocabula-
primaria, electricidad, salud comunita- rio académico. En el contexto americano
ria, entre otros rubros claves que afectan ciertos discursos en torno a la visualización
gravemente la calidad de vida. En Améri- de la posmodernidad son confusos e im-
ca Latina y el Caribe son más de precisos, razón por la cual, debemos admi-
227.000.000 los pobres de acuerdo con tir que existen diversos niveles y significa-
los números del PNUD (2003). dos de la misma. Parafraseando a Federic
La globalización y su culto por la eco- Jameson (1997) es importante tener pre-
nomía de mercado marcaron la ruta fini- sente su argumento en tanto:
secular de una buena porción de países
del planeta. La concentración de la ri- suponer una evolución discontinua de las diferen-
tes sociedades de los diferentes mundos, del prime-
queza en manos de pocas transnaciona-
ro hasta el tercero, y la globalización de la cultura.
les definió reglas injustas en la conduc- Histórica y cronológicamente hablando, existen va-
ción de las economías contemporáneas. rios niveles de modernización que se sobreponen y
Las abismales diferencias entre las zonas que hacen imposible nombrar la existencia de un
Inter Sedes
La nueva novela histórica: Espacio para el encuentro entre literatura e historia en... 75
Inter Sedes
76 Javier Rodríguez Sancho
Inter Sedes
La nueva novela histórica: Espacio para el encuentro entre literatura e historia en... 77
Inter Sedes
78 Javier Rodríguez Sancho
Inter Sedes
La nueva novela histórica: Espacio para el encuentro entre literatura e historia en... 79
Inter Sedes
80 Javier Rodríguez Sancho
Inter Sedes
La nueva novela histórica: Espacio para el encuentro entre literatura e historia en... 81
Inter Sedes
La nueva novela histórica: Espacio para el encuentro entre literatura e historia en... 83
7. Sincretismo fraguado entre el catolicismo occi- Espinoza, Mauricio. 2002. “La era del “cuarto gé-
dental y rituales africanos traídos por los negros nero” En: La Nación, Suplemento Ancora, San
de Dahomey. Los pueblos esclavos lo usaron en José, 21 de julio.
contra de los colonizadores europeos. En su cos-
movisión existe una preocupación más por lo co-
García Canclini, Néstor.1989. “El debate posmo-
tidiano y terreno que por el reino de los cielos.
No es casual el título de la novela.
derno en Iberoamérica” En: Cuadernos Hispa-
noamericanos. México D.F
8. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Es-
pañola [DRAE] ha considerado que la noción: Graciarena, Jorge.1999. “Estado periférico y eco-
Occidente se asocia con Europa o los países cu- nomía capitalista: transiciones y crisis” En:
yas lenguas y culturas tienen su origen principal en Marcelo Carmagnani y otros. Para una histo-
Europa. La última versión del Diccionario ria de América I: las estructuras. México D.F
(2001) le otorga el mérito a los Estados Unidos. Fondo de Cultura Económico.
Eco, Humberto.1987. Apostillas a “El nombre de la ___. 1993. La nueva novela histórica de la América
rosa”. Buenos Aires, Editorial Lumen-Edito- Latina:1979-1992. México D.F Fondo de Cul-
rial de la Flor. tura Económica.
Inter Sedes
84 Javier Rodríguez Sancho
Ouabbou Tabrait. 2001. Carlos Fuentes: el discurso Rodríguez Sancho, Javier 2002. “¿El reino de este
histórico en La muerte de Artemio Cruz. San José, mundo en Haití?: historia y literatura según
Universidad de Costa Rica. Carpentier” En: Revista Comunicación. Cartago,
ITCR.volumen 12, Nº 1, año 23, enero-junio.
Pons, Ana Cristina.1996. Memorias del olvido: Del
Paso, García Márquez, Saer y la nueva novela ___. 2002. “El pavo real y la mariposa: algunas con-
histórica de finales del siglo XX. Madrid, Siglo sideracioneshistórico-literarias” En: Káñina.
XXI Editores. San José, Universidad de Costa Rica.N° 2, vo-
lumen XXVI, julio- diciembre.
PNUD. 2003.” Informe sobre desarrollo humano”
En: www.undp.org/hd2003 Sánchez Molina, Ana.1998. La América múltiple
de Alejo Carpentier: una nueva utopía de in-
Pulgarín, Amalia.1995. Metaficción historiográfi- tegración latinoamericana” En: Fronteras: espa-
ca: la nueva novela en la narrativa hispanoameri- cios de encuentros y transgresiones. San José.
cana posmoderna. Madrid, Editorial Funda- EUCR.
mentos.
___. 1997. Alejo Carpentier: cronista mayor de indias
Quesada Monge, Rodrigo. 2001.El legado de la gue- de la época contemporánea. Heredia. EUNA.
rra hispano-antillana-norteamericana. San José,
EUNED. Sokal, Allan.1996. “Transgressing the boundaries:
toward a transformative hermeneutics of
Reynoso, Carlos. 2000. Apogeo y decadencia de los estu- Quantum Theory” In: Social Text. Paris, Nº 14.
dios culturales. Barcelona, Editorial Gedisa S.A.
Stiglitz, Joseph 2002. El malestar en la globalización.
Richard, Nelly .2001. “Globalización académica, es- Buenos Aires, Editorial Taurus S.A.
tudios culturales y crítica latinoamericana “
En: Daniel Mato, comp. Estudios latinoamerica- Torres Martínez, Raúl.1991.”La cuádruple revolu-
nos sobre cultura y transformaciones sociales en tiem- ción tecnológica y el subdesarrollo: función
pos de globalización. Buenos Aires. CLACSO. de la universidad” En: Revista Estudios. Buenos
Aires, Nº 9.
Ramírez Mercado, Sergio.2000. Mentiras verdade-
ras. México D.F, Editorial Alfaguara. Torres Rivas, Edelberto. 2001. “Acerca del pesimis-
mo en las ciencias sociales” En: Revista de Cien-
Rodríguez Cascante, Francisco. 2002. “ Hibrida- cias Sociales. San José, Nº 94, IV. Universidad
ción y heterogeneidad en la modernidad lati- de Costa Rica.
noamericana: la perspectiva de los estudios
culturales” En: Revista Comunicación. Cartago, White, Hayden.1992. El contenido de la forma: narra-
ITCR, Volumen 12, Nº 1, año 23, enero-junio. tiva, discurso y representación histórica. Barcelona,
Ediciones Paidos.
Rodríguez Monegal, Emir.1981. “Lo real y lo ma-
ravilloso en El reino de este mundo” En: Revista Williams, Raymond L.1995. The postmodern novel in
Iberoamericana, Vol. XXX-VII, Nº 76 y 77, julio- Latin America culture and the crisis of truth. New
diciembre. York City. St. Martin´s Press.
Inter Sedes