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Recensiones

En definitiva, este trabajo pretende dar cuenta Pese a todo el estatus de estas obras es, cuanto
de que todas las categorías con las que funciona- menos, problemático. Estos cursos no constituyen
mos: género, amor, heterosexualidad etc., no son un corpus cerrado y completo sino más bien la ex-
en modo alguno verdades intemporales, sino que posición pública de investigaciones en ciernes que
dependen de la consideración de una mirada, y representan, en ocasiones, una reelaboración crí-
que todos estos conceptos surgen en un momento tica de las propias posiciones de Foucault. En este
histórico dado en base a una serie de prácticas so- espacio abierto de interpretaciones se inserta la
ciales. Y del mismo modo, cuando finalicen estas obra de Judith Revel Foucaul, un pensamiento de
prácticas sociales, también finalizarán las catego- lo discontinuo, que trata de arrojar algo de luz
rías que comenzaron con ellas. sobre las complejas relaciones que el plantea-
Así, bajo algunas de estas categorías, este libro miento foucaultiano despliega en sus casi tres dé-
explica cómo a lo largo de la historia, se produce cadas de producción.
una opresión simbólica de las mujeres. Y todo este Esta autora se ha especializado en sus últimas
análisis ha sido posible bajo las aportaciones de investigaciones en el análisis del Foucault de los
Francisco Vázquez García, Elvira Burgos, Silvia años ochenta, momento en que el filósofo francés
Tubert, Raquel Osborne, Isabel Morant, María desplaza el centro de interés de sus reflexiones de
José de la Pascua, Maite Larrauri, Emilia Mª la política hacia los modos de subjetivación. En
Durán y Olaya Fernández Guerrero. este sentido, la obra que nos ocupa aparece como
un elemento fundamental en la clarificación de ese
NOTAS movimiento, que para la autora supone más bien
un desarrollo coherente que un retorno a ciertos
1
Mª Isabel del Val Valdivieso y Henar Gallego elementos que el filósofo francés habría descar-
(eds), Las huellas de Foucault en la historiografía. tado años atrás.
Poderes, cuerpos y deseos. Ed. Icaria, Barcelona, En estas páginas Revel se propone la nada des-
2013, p.23 preciable tarea de presentar una lectura de con-
2
Ibid., pp.73-74 junto de la obra foucaultiana, tomando como
problema central el de la discontinuidad. Esta idea
Antonio MORENO PARRIZAS permite vehicular un doble movimiento: por un
lado analizar las diferentes elaboraciones de la no-
ción de discontinuidad en la filosofía de Michel
REVEL, J. (2010). Foucault: un pensamiento de
Foucault, y por otro aplicar esa misma categoría a
lo discontinuo. Buenos Aires. Amorrortu. 2014.
los movimientos internos de tal obra, de suerte que
la propuesta foucaultiana aparece como una refle-
Desde la muerte de Michel Foucault en 1984
podemos encontrar dos grandes momentos de con- xión discontinua acerca de la discontinuidad
vulsión para sus lectores e intérpretes. El primero misma. Es así como la “caja de herramientas” del
de ellos lo constituyó la publicación, en 1994, de pensador francés tiene que habérselas con sus pro-
los cuatro tomos de Dits et Écrits en los que se re- pias construcciones, en un movimiento que carga
cogían todos sus artículos, entrevistas, conferen- de interés la presente obra.
cias, seminarios y demás textos relativamente Partiendo de esta premisa podrá entenderse
breves. El segundo momento, más reciente, co- mejor una de las decisiones fundamentales de
mienza con la paulatina publicación desde 1997 Revel a la hora de abordar esta tarea: la recons-
de los cursos que el pensador francés dictó en el trucción de la reflexión foucaultiana no se inscri-
Collège de France. Estos trece volúmenes se han birá sobre la base única y primera de sus grandes
convertido en el legado, en cierta medida póstumo, obras (los “libros”), sino sobre toda la “masa do-
de Foucault. Aunque se conoce su renuncia ex- cumental” que forma la producción completa del
presa a que se publicaran sus trabajos en curso des- autor. Con ello, tanto los textos compilados en Dits
pués de su muerte, la editorial Gallimard y los et Écrits como los cursos dictados en el Collège
herederos del filósofo acordaron desempolvar las de France pasan a ocupar un lugar central en la
viejas cintas magnetofónicas y las anotaciones de labor de pensar con Foucault.
aquellos cursos y sacarlos a la luz.

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La relevancia de esta decisión se traduce en una Revel trata de mostrar cómo, atendiendo a la cre-
aproximación a las cesuras internas de la obra fou- ciente influencia de la filosofía nietzscheana, “la
caultiana desde una posición que permite introdu- genealogía se constituye gradualmente y desde el
cir matices y mediaciones, haciendo que las propio interior de la arqueología” (p. 78). Más que
supuestas rupturas se conviertan más bien en des- una ruptura, según la autora, en este movimiento
plazamientos en los que se puede rastrear una debemos ver un despliegue que marca el primer
cierta coherencia interna. Así la tesis central de la hito en la quiebra de las separaciones entre los tres
obra defiende que, desde los primeros estudios en ámbitos centrales de la reflexión de Michel Fou-
los años sesenta acerca del cambio histórico y de cault: saber, poder y ética.
cómo es posible el paso de una episteme a otra, la La segunda gran cesura de la obra Foucaultiana
pregunta por las transformaciones (en el seno de coincide también (aproximadamente) con el cam-
la historia, del poder, de los cuerpos, de las cien- bio de década. A comienzos de los años ochenta y,
cias, de los sujetos…) vertebra toda la investiga- para sorpresa de muchos de sus contemporáneos,
ción de Michel Foucault. De este modo el se produce una especie de repliegue de la obra fou-
conjunto de su propuesta filosófica muestra una caultiana sobre sí misma con la reaparición de un
coherencia que no perciben quienes la diseccionan elemento denostado años atrás: el sujeto. Este vi-
tratando de encontrar en ella unas rupturas insal- raje ha sido usualmente interpretado como una de-
vables que nos permitirían distinguir un primer, rrota del Foucault político y un abandono de toda
segundo y enésimo Foucault no sólo divergentes, posibilidad de construcción de un nosotros, en pos
sino incompatibles. del retorno al individuo (incluso a veces asociado
Lo más interesante de la lectura de Revel con- a un acercamiento displicente hacia el neolibera-
siste, a mi entender, en que frente a esa interpreta- lismo y su promesa de relajación de los modos dis-
ción, no trata de defender una coherencia basada ciplinarios). Sin embargo para Revel tiene un
en la continuidad absoluta que convirtiera la obra significado completamente opuesto. Según su re-
foucaultiana en un desarrollo homogéneo y acu- construcción no se tratará ya de un Foucault cau-
mulativo. En el juego conceptual que la autora tivado por el fin del disciplinamiento y el
toma del propio Foucault discontinuidad no se surgimiento de la gubernamentalidad neoliberal,
opone a continuidad, sino que ambas nociones van sino que este movimiento hacia el “cuidado de sí”
a ser transformadas por una definición del cambio se debe entender como una tendencia coherente
basada en la incesante mutación y en la emergen- con las reflexiones políticas de la década anterior
cia de lo diferente en el seno mismo de la conti- y con la emergencia de la noción de control. Esta
nuidad. Con ello Judith Revel pretende instalar las idea que se puede rastrear, aunque no sin proble-
mediaciones conceptuales necesarias en las su- mas, en algunas páginas de Vigilar y Castigar y
puestas cesuras de la filosofía foucaultiana para que fue desarrollada posteriormente por Gilles De-
tratar de mostrar una coherencia interna que atra- leuze en un texto ya célebre, marcaría el tránsito
viesa tres décadas de pensamiento. Se trata, por de una organización asentada en la disciplina a otra
tanto, de aplicar el concepto de discontinuidad, tal basada en el control. El foco de atención pasa en-
y como lo define Foucault, sobre la propia obra del tonces de los procesos de disciplina (elemento fun-
filósofo. damental de la desubjetivación fordista) a las
Pertrechados con este andamiaje metodológico formas de control individualizado (subjetivación
y conceptual alcanzamos la que se señala como neoliberal); y de un discurso eminentemente polí-
primera gran crisis de su filosofía a comienzos de tico a otro centrado en los procesos de subjetiva-
los años setenta. Los comentaristas han apuntado ción de los individuos. De este modo las
en estos años el paso de un Foucault interesado por reflexiones éticas del Foucault de los ochenta se
la arqueología de los saberes, a otro que tiene por pueden leer como un desarrollo coherente de las
objetivo principal desarrollar una reflexión política investigaciones biopolíticas de la década anterior,
sobre el presente, en un movimiento que va de la deslizando únicamente su objeto.
arqueología a la genealogía y que establecería una Así ese viraje de Foucault hacia el sujeto, que
ruptura tanto metodológica como de contenido. es también un giro simultáneo hacia la ética y la
Sin embargo, en la obra que nos ocupa, Judith estética, es entendido por Judith Revel no como

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una aceptación implícita del individualismo neo- parece recuperar algunos de los elementos de la
liberal, sino como una exigencia también con la tan criticada concepción jurídica del poder.
alteridad. De este modo no se concibe el cuidado Judith Revel nos presenta a un Foucault que co-
de sí sin el cuidado de los otros, y el retorno al necta con las reflexiones de buena parte del pos-
mundo grecolatino (especialmente su estudio de toperaismo italiano. En este sentido, aunque a
los cínicos) aparece como un desarrollo de las in- veces pueda parecer (y la discusión en nuestros
quietudes políticas que centraron sus estudios en días así lo demuestra) que se tensione excesiva-
los años anteriores y como la búsqueda de una vida mente la filosofía foucaultiana para hacerla entrar
otra que se traduce en una “militancia como testi- por pasos demasiado angostos y lejanos de sus for-
monio por la vida” (p. 225). mulaciones originales, sin duda la propuesta de
Esta redefinición de las relaciones entre política esta autora resulta estimulante ya que nos obliga a
y ética permite a la autora abordar la cuestión de (re)pensar a Foucault a la luz del presente. Si hoy
la invención de sí partiendo de las reflexiones se quiere replantear el proyecto de una “ontología
acerca del poder. El problema es que, con ello, la crítica de nosotros mismos” sin duda debe hacerse
idea foucaultiana de una interioridad de la resis- sobre el eje de las transformaciones en la moder-
tencia respecto del poder parece tensarse hasta el nidad tardía (de las que nuestro autor pese a su pre-
punto de quebrarse en dos polos cuasi dialécticos. matura muerte ya trató de dar cuenta) y para ello
La resistencia es entendida por Revel como el pro- la filosofía italiana de las últimas décadas ofrece
ceso de subjetivación a través del cual puede apa- herramientas de gran valor.
recer esa invención de sí que es productiva y La gran duda que no resuelve esta obra es saber
genera espacios de libertad. El poder, sin embargo, si en esa incesante búsqueda de un hilo conductor
es presentado ahora como una fuerza meramente que vertebre y muestre la “extrema coherencia” (p.
gestionaria (p. 209). Este movimiento, que remite 168) de la obra de Foucault, no se acaban per-
a la distinción que Deleuze rescata de Spinoza diendo los elementos de discontinuidad o ruptura
entre potestas y potentia, abre el camino a inter- que el mismo autor reconoció, en aras de presentar
pretaciones que finalmente parecen hacer de la re- una lógica interna que podría parecer finalmente
sistencia una figura exterior (y quizá anterior) al acumulativa. La autora es plenamente consciente
poder. En este sentido cabe reseñar la proximidad de que puede ser objeto de este reproche y se ade-
de esta propuesta con los análisis de Antonio Negri lanta señalando que, del mismo modo que se trans-
y Michael Hardt, especialmente en lo que con- forman los sistemas de saberes/poderes que
cierne a su distinción entre biopoder (que parasita Foucault analiza, su filosofía “es también en sí,
la creatividad de las multitudes) y biopolítica (po- una dinámica de la extensión y del reajuste cuya
tencia de esas multitudes conectadas), que en la úl- linealidad resulta problemática, pero cuya cohe-
tima década ha constituido uno de los focos rencia radical no puede, en ningún caso, reducirse
fundamentales de reinterpretación de la analítica a una lógica de la corrección o de la desmentida”
del poder foucaultiana. (p. 170).
En mi opinión el gran problema al que se en- Pese a todas las dificultades que tal interpreta-
frenta esta interpretación del binomio poder-resis- ción presenta, si tuviéramos que inclinarnos por el
tencia es que se termina alejando excesivamente Foucault de las rupturas o por el de la discontinui-
de aquella formulación aparecida en La voluntad dad, lo haríamos por este último, entendiendo que
de saber y que resulta esencial para entender la las apreciaciones de Judith Revel se ajustan a una
obra de Michel Foucault: “donde hay poder, hay lectura completa de la producción del filósofo
resistencia, y no obstante (precisamente por esto), francés que refleja su complejidad y su incesante
ésta nunca está en posición de exterioridad res- movimiento de reconstrucción.
pecto del poder”. La idea de un poder que es pro-
ductivo antes que coactivo es, a mi entender, una Emmanuel CHAMORRO SÁNCHEZ
de las grandes aportaciones del análisis del poder
foucaultiano y en algunas formulaciones de la dis-
tinción entre biopoder y biopolítica ese matiz cen-
tral queda desdibujado, en un movimiento que

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