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Contrato de intermediación laboral:

Intermediación laboral:

La intermediaria destaca trabajadores a una usuaria, laborando el personal dentro del centro de
operaciones y usualmente subordinados a la última. La intermediaria se caracteriza por cobrar
tarifas basadas en la remuneración y respectivo costo laboral de cada trabajador más una utilidad
(plus contract ), que es habitualmente una comisión porcentual.

En sentido clásico, alude a empresas que únicamente suministran trabajadores, su valor agregado
está en la pronta colocación de un trabajador que reúna las calificaciones requeridas, y en la
terminación a tiempo de la relación laboral de acuerdo a las necesidades de la empresa usuaria.
Pero una vez que el trabajador es colocado, la dirección y control de los trabajos recae sobre la
empresa usuaria, quedando en manos de la intermediaria el pago de la remuneración y derechos
laborales y la asunción de la calidad de empleador.

MARCO LEGAL PERUANO:

Ley Nº 27626 del 9/01/2002; DS Nº 003-2002-TR del 28/04/02 (Ley y


Reglamento de Intermediación Laboral)
Nuestras primeras leyes de estabilidad laboral, Decreto Ley Nº 22126 y Ley 24514, no legislaron la
intermediación laboral. Más bien legislaron el supuesto del personal que pertenecía a un tercero
pero que laboraba dentro del recinto de una empresa usuaria. Esta figura estaba prohibida, salvo
para tareas complementarias y especializadas como limpieza, vigilancia y mantenimiento.

En razón de este antecedente legislativo, cuando en el año 2002 se legisla por primera vez sobre
intermediación laboral, se opta por abarcar en forma mixta a dos supuestos diferentes: la
intermediación propiamente dicha, que consiste en el mero suministro de personal a un tercero,
situación que en el mundo sólo está permitida ante una coyuntura temporal y efímera (en el Perú
se admite para reemplazos y para labores ocasionales por plazo máximo de seis meses,
restricciones que desalentaron su uso); pero también la ley abarcó un caso distinto: aquellos que
estuvieron siempre legislados por nuestras antiguas leyes de estabilidad laboral citadas, es decir,
el caso de tercerización de servicios complementarios pero que por su propia naturaleza implican
y exigen el desplazamiento de personal.

El caso de mero suministro de personal temporal se conoce como intermediación para servicios, y
la situación de destaque de personal para realizar labores complementarias o especializadas se
conoce como intermediación para servicios complementarios o especializados. De esta manera se
mezcló la intermediación sensu stricto con aquella tercerización que implica desplazamiento de
personal en una sola ley, la Ley Nº 27626, conocida como Ley de Intermediación Laboral.
Ante la drástica restricción al uso de la intermediación temporal, las intermediarias buscaron
actuar en el ámbito de los servicios complementarios y especializados, habiendo sido el Ministerio
de Trabajo desde 2002 hasta abril de 2007 (mes en que ocurre la reforma del DS 008- 2007-TR),
proclive a aceptar la intermediación en todo tipo de tareas distintas al core business de la
empresa, brindando así autorizaciones para auxilio/apoyo secretarial, contable, legal, informático,
etc. Sólo las tareas directamente relacionadas con la producción u objeto social estaban vedadas
para la intermediación, no existiendo tope porcentual alguno. Sólo para intermediación temporal
hay límite de 10% sobre el total de trabajadores de la usuaria.

Modificación del Reglamento de Intermediación Laboral aprobada


DS Nº 008-2007-TR del 27/04/07; RM Nº206-2007-TR del 13/08/07
(RENEEIL -nuevo Registro)
En la práctica, se ha “ampliado” según a nueva reglamentación (Decreto Supremo Nº 008-2007-
TR) el concepto de las actividades principales, las cuales no pueden ser objeto de intermediación
laboral. La actividad principal de una empresa abarca todas las fases de la producción,
administración y organización. Sólo las tareas complementarias y especializadas pueden ser
entregadas a intermediarios.

El "test de complementariedad / especialidad" se cumple respondiendo a la siguiente


interrogante: ¿Se interrumpe o no el proceso productivo/organizativo de una empresa si se dejara
de realizar la tarea bajo análisis? Si interrumpe, entonces la naturaleza de la labor es principal y no
complementaria. Se da por lo tanto inicio a una profunda reforma: las “services” complementarias
y especializadas quedarán como antes lo estaban con el Decreto Ley Nº 22126 y con la Ley Nº
24514, y como también lo sugirió en su recta lectura la Ley Nº 27626: sí deben organizar el
servicio, sí deben ofrecer un resultado, no son meras “enganchadoras” de mano de obra, no son
“planilleras”, como en cambio sí lo son –de alguna forma– las empresas de servicios temporales,
pues las últimas, tan solo destacan al trabajador, quien queda a merced de la dirección de la
usuaria tras ocurrir la colocación del trabajador.

Además, según la misma norma, en la práctica quedan como actividades factibles de contratar
mediante intermediación laboral básicamente aquellas que señala el cuadro Nº 24 de la
Resolución Ministerial (cuadro que prevé: lavandería, limpieza, vigilancia, courier y mensajería,
jardinería, embalaje y dotación de personal temporal). Ciertamente se pueden añadir otras
actividades, pero bajo el "test de complementariedad/especialidad".

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