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"F a l a c i a" se dice en general de toda idea o creencia equivocada. Nosotros la utilizaremos en
sentido algo mas restringido denominando así a un modo de argumentación incorrecta, aunque
sicológicamente persuasiva
Muchas de ellas son tan tentadoras , y por lo tanto tan comunes que incluso tienen sus propios
nombres , siendo entonces el segundo vicio argumental y el primero la ambigüedad.
Uno de los errores más comunes es extraer conclusiones de una muestra demasiado pequeña.
Si el primer lituano que encuentro tiene un temperamento vehemente , espero que todos los
lituanos tengan un temperamento vehemente.
Recuerde las reglas anteriores, ejemplo se requiere más de un ejemplo , que sea representativo,
un argumento basado en autoridad requiere que la misma tenga l información y cualificación que
pueda justificar el juicio que cita.
Las explicaciones alternativas pueden ser olvidadas si usted acepta la primera explicación que se le
ocurra.
No se precipite usualmente hay muchas más explicaciones alternativas de las que piensa.
ARGUMENTUM AD POPULUM
(o "pour la galerie" o para la tribuna):
También de alto contenido emotivo, se caracteriza por intentar ganar –mediante frases efectistas -
la adhesión del Se busca ganar el consenso popular a favor o en contra de cierta conclusión, por
medio de la exaltación de los sentimientos que predominan en esa multitud y que no se encuentra
sustentada en pruebas valederas, sino él en hecho de que un número de personas así lo creen.
público.
La propaganda hecha mano a este recurso explicando las bondades de un producto "porque es el
más vendido". El discurso político ha hecho de él un refinado arte de la pleitesía al numero.
"Somos mas" contiene tal irresistible encanto que con irreflexiva superficialidad se supone a
exento de todo yerro ("el pueblo nunca se equivoca").
Falacia Ad Verecundiam:
reside en defender una opinión sin presentar pruebas, sólo apelando a una autoridad que no es
legitima o validada, para ser una autoridad en la materia.
Podríamos llamarla "Falacia de la Autoridad Reverenda", entendiendo por tal la que parece digna
de respeto y veneración, esto es, casi infalible y, a todas luces, indiscutible. Imaginemos que, es lo
que ocurre cuando se cita a un deportista como autoridad.