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va en el momento impresionan~e de

la invasión de venados en el jardín de


la granja vacía y a punto de ser ab~n­
donada por Hammett y Hel!man, qu.e
contemplan deslumbrados a los aru-
males.
lillian Hellmanconcluye el libro
afirmando que el pasado" .. .perma-
nece para siempre en cada uno de
nosotros, y asi debe ser". Lo qu~ en
realidad permanece -yeso sostiene
al Iibro- son los sentimientos que
ese pasado propició .en su momento,
ese caos inas ible de emociones y per-
cepciones que filtran el tiempo y el
recuerdo y que, al racionalizarse,
volverse palabras, aspiran, en el me-
jor de los casos, a despertar, años
después, el mismo impacto, aun en este tipo de razonamiento, una rigu- -El Nuevo Mundo es el continen-
quienes son ajenos a esos días. Tiem- rosa selección y sistematización de te americano.
po de canallas, producto del amor y los hechos que habrán de pasar a for- -España es la encargada de brin-
el odio, de la añoranza y el rechazo, mar parte del sistema discursivo. Sólo dar el acceso al Nuevo Mundo.
es una experiencia intima que atañe participarán' en este sistema los he- En torno a este corpus central se irá
a todos, por referirse al enfrenta- chos que coadyuven a demostrar lo organizando el discurso. y á su orga-
miento con la intolerancia del poder que quiere demostrarse; el resto, nicidad contribuirán "razones" ex-
y la desesperación, que cada dia es- todo lo que no contribuya a esa fina- traídas de todos los 'n ive les en los que
tán más presentes en nuestra cotidia- lidad única y absoluta que se en- se desarrolla la vida , desde la geogra-
nidad. cuentra en la base del delirio, no será fía y la historia hasta los infinitos es-
sino ruido en el interior del sistema e pacios siderales. Sigamos paso a paso
• lillian Hellman, Tiempo de canallas, trad. inevitablemente habrá que suprimir- el desarrollo de este discurso, más
de Rosario Ferré, México, 1980, Fondo de Cul- lo. Pero no son los hechos en sí los cercano a la poesía que a la ciencia:
tura Económica, Colección Popular191 , 166pp . que determinan el carácter delirante abandonémonos por un momento a
pp.
del discurso, sino más bien las rela- las fantásticas evoluciones del- deli-
ciones que el discurso establece en- rio.
tre ellos, los nexos en los que se les La península ibérica -rcomlenza el
obliga a intervenir, el corpus signifi- razonamiento de Larrea- representa
cativo que nace de esos nexos y rela- el.punto más extremo del viejo mun-
ciones. Los hechos, incluso, podrían do, sus fronteras constituyen el límite
no existir: la imaginación delirante se del antiguo continente. Y ese límite
encargaría de producirlos, pues su ú- está señalado precisamente por las
nica finalidad es demostrar, con la ra- columnas de Hércules. Hércules sim-
cionalidad y la coherencia necesa- boliza la fuerza material del viejo.
rias, esa idea que nace no de la con- mundo.y en sus columnas está ins-
frontación con la realidad sino del crita la leyenda: "Non plus ultra". Es
deseo, de la pasión que habita al fon- decir: no hay nada "más allá" de esa
LOS CAf\.1INOS do del deseo. fuerza material que caracteriza a Oc-
DEL DELI RIO' Es justamente en este sentido que cidente. Sin embargo, y contrariando
se construye el discurso de Larrea. la leyenda, España siglos después
Introducción a un nuevo mundo descubrirá América; es decir, descu-
POR ARMANDO PEREIRA nace del deseo del desterrado por brirá la existencia real de un "más
encontrar una región propicia al de- allá", y ese "más allá" de la fuerza
El discurso delirante se funda sobre la senvolvimiento del espíritu, de ese material de Occidente será el nuevo
base de la coherencia de sus formu- espíritu que ha perdido la tierra bajo mundo, desde entonces encargado
laciones. Nace como discurso apartir sus pies y que se ve obligado a pro- de representar la fuerza del espíritu.
de la existencia de una idea rectora, ducir un espacio sobre el cual pensar Así, el descubrimiento de América ha
una idea única y suficiente, una idea y desenvolverse. Ese espacio será hecho posible el cumplimiento del
eje en torno a la cual se irán sumando América, el nuevo continente, esa reino de Dios en la tierra. "El descu-
todos aquellos elementos que la sus- región a la que lo ha confinado el brimiento de América constituyó,
tenten y fundamenten. Para el deli- destierro, esa región en la que el pues -aunque contemporáneamen-
rio, cualquier cosa puede llegar a te- poeta español creerá descubrir los .te no se sintiera sino de modo muy
ner el valor de un signo, de un indi- signos propicios para la existencia del vago-, el primer paso efectivo hacia
cio, en la medida en que, al entrar a la verificación del más allá integral
espíritu.
formar parte del mecanismo del dls- tan sumamente apetecido. La idea de
La idea, la tesis principal que rige el
curso, participe y remita a la idea rec-
, ensayo de Larrea se desgrana en cua- esa región' ulterior que hasta enton-
tora, a esa pasión dominante que late
tro puntos: - , ces pertenecía al reino absoluto de lo
en el Centro del delirio. Es ésto preci- - La existencia, tanto en el orden abstracto, empieza a dibujarse con-
samente lo que hace necesaria, para material como en el orden espiritual, creta aunque apenas perceptible-
de un más al/a. mente en el horizonte. El mundo

39 -La historia se encuentra en las in-


mediaciones de ese más allá, en el
umbral del Nuevo Mundo.
nuevo posee ya, como resultado de
las dos tendencias, un campo propio
y mensurable dentro de la superficie
terrestre... Puede decirse , por consi- tremo occidente. las tres se hallan
guiente, que en aquel momento de construidas sobre tres sepulcros' co- \
fuerte exaltación histórica, se lleva a rrespondientes, en esa tenebrosa é-
efecto una suerte de fecundación es- poca de muerte de la conciencia, a
piritual. las dos esencias biológicas tres distintas modalidades de una '
complementariamente polarizadas, misma esperanza en la resurrección:
la material y la espiritual, los mundos el de Cristo, el de Pedro y el de San-
de Dios y del César, entran en con- tiago." Cada una de estas tres ciuda-
tacto, sé compenetran, dando lugar, des tienen una determinada ubica-
bajo el signo de un nuevo mundo, a ción en el espacio que coincide
un tercer germen independiente en asombrosamente con su significa-
el que la esencia de los dos anteriores ción en el tiempo: de Oriente a Oc- :
, se resume". Según esto, el descubri- cidente, siguiendo el curso del astro "
miento del nuevo mundo significó la solar, Jerusalem constituye el pasado
realización en la tierra de una sintesis de la cristiandad, Roma el presente y
entre el mundo material y el mundo Compostela el futuro. "Si la primera '
espiritual, entre el reino del César y se enclava en los dominios del Padre,
el reino de Dios, y la encargada de al oriente, de donde el sol procede -', -
llevarla a cabo ha sido España, a tra- - Asia-, y si la segu nda marca el ze-
vés de su hazaña marítima. por el signo de la guerra, vive sus últi- nit en el centro del mundo del Hijo
Tiempo después, ya en la primera mos momentos, vive el apocalipsis. -Europa-, ¿qué puede indicar .la
mitad de este siglo, España intentará Hayademás otro signo que contribu- tercera ciudad si no es el futuro mun-
realizar, en su propia tierra, ese se- ye a realizar aún más esta imagen: el do del Espíritu a donde la luz se diri-
creto anhelo de crear un nuevo águila imperial que pasa a convertir- ge cuando en los otros lugares reinan
mundo en el que la fuerza material se en el emblema de la España victi- las tinieblas?" Yese lugar al que se di-
(el ejército, la represión, las guerras, . maria, águila que, además, constitu- rige la luz del espíritu, cuando el res-
etc.) desaparezca para que reine, en ye el símbolo del apocalipsis. to permanece en la sombra, es preci-
su lugar, la fuerza del espíritu. El paso A partir de este momento, el análi- samente América . Las procesiones á
decisivo en este sentido es la instau- sis de larrea deriva hacia la historia. Santiago de Compostela, durante
ración de la República , que venía a Su búsqueda intentará reconstruir, a toda la Edad Media, deberán enten-
poner fin al despotismo político de la lo largo del tiempo, esa "razón" que derse, entonces, como " una intui-
aristocracia absolutista española. los hace de España el pueblo "elegido", ción extrarracional " , como "Ios an-
primeros signos que caracterizan a la el pueblo "predestinado" para fun- helos impersonales de toda aquella
República son, por una parte, la re- dar, en otra parte (ya que en la propia masa humana" por acceder a la re-
ducción de la fuerza material, la fuer - España no ha sido posible), el nuevo gión del espíritu, por abandonar la
za armada y represiva, a su mínima mundo, el reino de Dios en la tierra, oscura zona de las sombras y dar el
expresión y, por otra, la exaltación de la región inédita del espíritu . Ysu salto definitivo hacia la luz, hacia el
nuevos valores, valores espirituales : búsqueda, búsqueda esencialmente futuro espiritual del hombre. No es
el arte, la poesía; la música, el pensa- delirante, "encontrará" los primeros casual, entonces, que Santiago de .
miento. Este gesto inauguraldel espí- indicios de esa predestinación en tres Compostela, la tercera ciudad, la últi- .
ritu republicano tenía necesariamen- órdenes diferentes: el topográfico, el ma de las tres ciudades del peregri-
te que chocar con los comporta- histórico y el cósmico. No hay una naje cristiano, se halle situada preci- .
mientos de todo un continente que a sola región en la tierra ni en el espa- samente en el Fini sterre, al final de la
lo largo de su historia se había carac- cio que no contribuya a mostrar .el tierra, exactamente allí donde el rei-
'te rizado por ser la expresión de la irrefutable descubrimiento de La- no de Dios comienza: su límite es el
fuerza material. El viejo continente, rrea. Los signos de esa evidencia es- cielo, esa tierra divina. Y ya abando-
entonces" corta desde sus raíces las tán ahí para ser leídos y es él, Juan sin nados al puro y libre fluir del delirio,
veleidades espirituales de la nueva tierra, el elegido para leerlos. Siga- no nos parecerá casualidad tampoco,
España, emplea la fuerza bruta, utili- mos la fascinante lectura de Larrea. sino más bien un signo premonitorio,
za la, armas de la muerte para extir- En el mundo antiguo reinaba el hecho de que compostela signifi- .
par el germen espiritual de una nue- Roma como la única ciudad, como que "campo de la estrella"; es decir :' .
va vida que se gestaba en el interior " la ciudad por antonomasia". De ella cielo. Los indicios que hacen irrecu-
. de una de sus regiones: la península partían y a ella llegaban todos los ca- sable la predestinación de España ha-
ibérica. minos del orbe civilizado, Roma era cia la fundación del continente del
los republicanos vencidos pasa- el centro del Imperio, el foco absolu- espíritu son evidentes; sólo un ciego
rán, desde entonces, a encarnar la to de la vida de Occidente. Sin em- -un espíritu enceguecido por la ló-
imagen de la víctima, víctima que se- bargo, siglos después, con la des- gica de la razón material- no podría-
gún el texto bíblico (que constituye composición y más tarde con la de- verlos.
uno de los principales apoyos ideoló- sintegración del mundo antiguo, Pero los signos premonitorios que
gicos del ensayo de larrea) está al aparecen también otras ciudades, los . convierten al español en el pueblo
principio y al fin de la creación: "yo caminos de la fe se bifurcan: desde elegido para realizar el reino de Dios
soy el alfa y el omega, el principio y el ahora, conducirán también a otros en la tierra, no se quedan a un puro
fin", -dice la víctima. y es ésto lo que centros de carácter sagrado. Roma nivel topográfico. Su significación se' .
, le-permite suponer al ensayista espa- tendrá que compartir su hegemonía extiende a la hagiografía, penetra y ,
.ño l que la Españaguerrerista y en ge- como ciudad-centro del mundo con desborda la leyenda, recorre la histo-
neral todo el viejo mundo dominado Jerusalem y Compostela. "la cristian- ria hasta preñarla de un sentido nue-
dad paseé desde entonces tres ciu- vo y profundo que el discurso de La- -
dades de carácter religioso y dina- rrea tratará de develar. Porque San-

'40 mismo peregrinante, tres focos so-


ciales diferenciados: una al oriente,
otra en el centro, la tercera en ~I ex-
tiago, el apóstol, es el salvador de la
cristiandad. Sus fabulosas interven-
cione s contra los moros, a lo largo de
troducción . a un nuevo mundo de
Juan Larrea, nos ofrecen la posibili-
dad de una lectura distinta, una lec-
tura habitada por la imaginación y la
poesía, por' el asombro y el gozo. Y
esos placeres inútiles , sin provecho
alguno para la ciencia y el saber, son
sin duda mucho más recomendables
para la constitución de ese nuevo es-
plritu que con tanto ahínco, en el pa-
roxismo de su hermoso delirio, bus-
caba tarrea,
, ~f ensayo de Juan Larrea que aqul se co-
menta aparecióoriginalmente en Espana Pere-
grina, esa olvidada revista del exilio español
que marcó un momentosignificativo enel pen-
samientode su época. .
Espana Peregina, México, núms. 1 y 2, marzo,
,1940.-
ocho siglos de reconquista, lo colo- Mundo, América, son elementos que
can en la avanzada de los ejércitos de
Cristo: "Véasele montado en su ca-
r
están en constante juego sutil pro-
fundísimo. Una vez m ás los motivos llEVARSE DE lA
ballo sin mancha, en el equus, como espirituales vienen . a confirmar el
una personificación del espíritu de tema básico . Ahora es la existencia MANO A lA MAGA...
equidad, en equilibrio como el fiel de Compostela o ciudad de Santiago,
de la balanza de la justicia y blan- situada en la punta del Finisterre y en POR FABIENNE BRADU
diendo ésta su espada, sembrando el las proximidades de América la que
pavor y desbaratando los ejércitos in- indica que el nuevo mundo a que sir- Morelli habla llegado al restaurante
fieles." Porque su espada no lleva ve de hito, ese cielo metafórico, se "La Palette" con la esperanza de en-
inscrito el signo de la guerra, más halla más allá de la fuerza, 'más allá contrarse a Cortázar pero la sala esta-
bien: hace la guerra a la guerra, si del mundo grecolatino, másallá de la ba casi desierta y sólo después de dos
contiende es para expulsar a las tierra de Adán, en el reino verdadero miradas circulares sobrevolando el ,
huestes de Mahoma, al Anticristo, de del espíritu." lugar, se cercioró de que no estaba
las cristianas tierras de España. "Suce- Pero las fantásticas evoluciones del ahí.
de, pues, que la Edad Media españ ó- pensamiento de Larrea no se detie- Se iba a sentar cerca de la entrada
la se caracteriza fundamentalmente nen aquí. En el colmo de su paroxis- . cuando un hombre de mala facha y
en el plano filosófico por ser una lu- mo, desencadena el curso de la sinta- con barba de varios días le jaló de la
cha de una doctrina de paz contra xis hasta abarcar el espacio sideral. manga invitán~ole . a sentarse a' su
una doctrina guerrera yanticaritativa Pues la razón delirante encuentra mesa.
de fuerza, o sea, contra una modali- (debeencontrar) también allí los in- -¿Tú también vienes a buscarlo?
dad pseudoespiritualizada de la dicios últimos que fundamentan y - ¿Aquién? -contestó Morelli sin-
esencia de Hércules, siendo Santiago concluyen, en un apoteótico finale, tiéndose como atrapado. '
el defensor de los cristianos contra esta feraz y hermosa sinfonía del de- -A él, a Cortázar, Ya sé que eres
esa sistemática violencia." " lirio, más cercana al arte y a la poesía Morelli, su cómplice, su factotum, en
La victoria de Santiago contra el que a la verdad y la ciencia . El Cami- fin, aquel que entre nosotros está
Anticristo mahometano es lo que no de Santiago, esa nebulosa estelar más cerca de él.
abre las puertas y desbroza el camino que cruza nuestro cielo, no conduce, -Pues, sí, eso dicen. Vine a buscar-
para la aparición, en 1492, del nuevo como ' se creía originalmente, a la lo porque algunas cosas me sig~e':l
.mundo. Sólo cuando es vencido por constelación de Hércules; a la cons- molestando en esta Rayuela, algunas
completo el Anticristo, sólo cuando telación de la fuerza. Cálculos re- cosas tuyas precisamente.. .
es extirpado de raíz el mito de la cientes, "realizados en este umbral -¡Quién lo hubiera dichol Tú,
fuerza bruta, cuando árabes y judíos de la universalidad", "en los prime- Morelli, la voz reflexiva,sonabas en la
abandonan la península y ésta alcan- ros albores del nuevo mundo", afir- , novela demasiado seguro mientras
za la unidad política de todos sus rei- man, por el contrario, que su curso se yo me hundía cada vez más con algu-
nos, sólo entonces aparece en toda dirige haciala constelación de la Lira. nas piruetas hábiles. Pues, Cortázar
su plenitud el nuevo mundo del espí- Es decir, el Camino de Santiago, que nos abrió la última casilla de la rayue-
ritu, sólo entonces podrán ser descu- apunta hacia el nuevo mundo, nos la, el cielo, yestamos ahí reunidos, en
biertos y conquistados para la cris- conduce ya no a la guerra y la des- el azul amenazado por algunos nu -
tiandad, una vez más por España, las trucción, sino a la reg ión del arte y la barrones grises, para disparar voces.
tierras de América. El hallazgo es poesía, esa región del espíritu que Es- -Oliveira, ¿en el fondo qué pasa-
profundamente revelador; los signos paña ha descubierto en el más allá ba con la Maga? "-preguntó Morelli
premonitorios no pueden, ser más del Finisterre, en el reino de Dios en con su habitual mirada de sujeto cog-
claros y, ante ellos, el discurso de la- la tierra, en el Nuevo Mundo, en noscitivo que siempre trata de man-
rrea estalla exultante: "¿Cabe mayor América. , tenerse por encima de las batallas ab-
perfección, mejor musical acuerdo, Si bien el delirio es un síntoma per-: surdas. ' ,
en la trama significativa de estas figu- fectamente desmontable y suscepti- -Pues, en el' fondo, no estoy tan
ras? Más allá de la fuerza, Nuevo ble de análisis y conocimiento a par- seguro. Ya se han dicho tantas cosas
tir del psicoanálisis, sus producciones sobre mi, sobre mis andanzas racio-

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no siempre deben leerse como .sig- nalistas dentro de la laberíntica hu-
nos reveladores de ese slntoma. manidad. Esa humanidad en descom-
Otras veces, como es el caso de In- posición contra la cual traté de lu-
char en el espacio de algunas pá?i- respeto al mismo tiempo. Yo, conde-
nas, atado por mi propia jnente, In- nado a ser absuelto irremediable-
tentando romper las barreras que el mente por la Maga que juzga sin sa-
autor elevaba entre mí y la Maga pa~a berlo. Ah, déjame entrar, déjame ver
impedirme la lucidez o la locura. A fI- algún día 'co mo ven tus ojos ."
nal de cuentas no pude evitar ésta Escúchame Morelli, ya sé que todo
aunque la situara, para mi gran desi- eso te fastidia pero déjame decirlo:
'lusión, entre las paredes concretas de todo hasta el final. ¿Sabes cómo in-
un manicomio, allí, en alguna parte terpreto ahora, 17 años después de
de Argentina. Algo me im~edía lan- haberla pronunciado, está últ ima fra-.
zarme definitivamente hacia la Ma- se que salió de mi obligada boca
ga, algo ... como un veneno que escupía como"
- ¿Te acuerdas de las mujeres vam- ahora escupo mi necedad?
piresas de Edgar Allan Poe? . -No me sorprendería, aunque
'¿Te acuerdas de la Berenice de Ara- tengo cierta curiosidad por saberlo
gon? -replicó M..orelli que se iba relajan -
-Mira, parece que mi creador ha- do poco a poco, viendo a Oliveira
bía elaborado, algún tiempo antes de encaminarse cada vez más por el pa-
mi nacimiento literario, una teoría tierna de la Maga. Bueno, me debatía sillo de las confesiones tardías.
poética so b re e 1 " cama Ieorusrno
. ". en una tormentosa relación con ella - Pues, mi deseo era aceptar vivir
Esa idea de la ausencia de identidad y conmigo mismo pues estaba empe- lo que me atraía tanto en la Maga.
que define al poeta, no era tan mala, ñado en taparme los oídos con una Deseaba su feminitud, mi feminitud
aunque no tan suya - John K~ats ya I~ cera cerebral. Yo, con mucho orgullo que ella me reflejaba como un espe-
había soplado algunas ideas al prl~~I­ le digo en la página 95: jo implacable. Sentía a la Maga como
pio y su encierro con la traducción "- ¿y no se te ha ocurrido sospe- una cosa pegajosa, inseparable .de
de Edgar A. Poe acabó de edificar- char que detrás de ese Mondrian mí; la Maga estaba en cada disco de
la- pero me parece una lástima que puede empezar una realidad Vieira jazz, en cada vaso de whisky, en cada
no 'la haya ensayado conmigo sino da Silva?" noche y en cada terreno baldío de
con la Maga. En su Imagen de John Ella me contesta con una implaca- París. Era como el canto de las sirenas
Keats, Cortázar había ideado que el ble visión de mi ser fantoche: en el jazz nocturno, empapado de
conocimiento poético opera "por sudor y del alcohol, de miradas tur-
"-Oh sí. Pero vos hasta ahora no bias que no resisten la luz de cierta
irrupción, por asalto e ingreso afecti- te has salido de la realidad Mondrian.
vo a la cosa, cediendo en ese acto su verdad porque está precisamente ahí
Tenés miedo, querés estar seguro. donde no están las palabras.
conciencia de ser sujeto cognoscen- No sé qué ... Sos como un médico, no
te y renunciando a ser 'ese alguien - ¿Otra vez vas a repetir las mismas
como un poeta."
que conoce' para sumir~e e~ la ~osa cosas de siempre? Pensaba que real-
- ¿Qué pretendes decir con eso? mente tenías algo novedoso que
deseada y ser en ella. Mas aun: sien - ¿No crees que ya has tenido suficien-
do -la cosa misma mientras dura el contarme. Si no es así, mira, me voyy
tes oportunidades de hablar de la te quedarás rumiando tus angustias
acto del conocimiento poético". Ve- Maga?
rás, Morelli, éste fue en cierta medi- sólo .. .
-No, pocas veces he hablado de -No, espérate. Te digo que desea-
da su ' proceder con la Maga y su ne-
ella porque una novela, según mi au- ba ver con los ojos de la Maga por-
gación conmigo. Esole impidió.hacer
surgir el verdadero reto de mi rela- tor, debe saber pensar sobre sí mis- que estaba cansado de mi gesto tan-
ción con la Maga . Tratándome como ma. A mí me hizo pensar sobre lo tas veces repetido de rechazarla para
un representante -a veces caricatu- que vivía pero cómo me cansó este instalarla frente a mí e intentar obser-
resco- de la gran batalla contra la papel forzoso que me atribuía. Mo- var, gracias a la d istancia del espejo
Razón desde dentro de la razón, salí relli, ¿te acuerdas que en la página que asemeja pero no fusiona, su
arrastrando mis harapientas ideas, los 116, hice unas declaraciones sobre la manera de percibir el mundo y las -
andrajos de mi saber trastornado. No Maga que hoy me parecen revelado- cosas. Por eso en esa novela se habla
me dejó descubrir la alternativa qu~ ras, sobre todo ahora que las leo des- tanto de espejos o de espejismos. No
me desesperaba por encontrar en mi pués de tanto tiempo? Por aquel en- sé bien hasta qué punto sabía de lo
recorrido por la humanidad. En reali- tonces, en mi tono había admiración que se trataba. Creo más bien qu~ lo
dad, . si la Maga sigue presente en y desesperanza: intuía, que algún caparazón me .Im-
Buenos Aires, en el manicomio, es "Hay ríos metafísicos, ella los nada pedía lanzarme a descubrir la ternble
porque representa la nostalgia de como esa golondrina está nadando incertidumbre que representaba la
ser, del ser que yo había intu ido asu- en el aire, girando alucinada en tor- Maga. Aceptar que la Maga era otra
mir en París. no al campanario, dejándose caer parte mía, en cierta medid.a alguna
-Dilo más explícitamente -gritó para levantarse mejor con el impulso. tentación de mi ser o de mi querer-
Morelli sintiendo que Oliveira, con Yo describo y defino y deseo esos ser que mi autor no se atrevió (o no
los hombros bajos y las lágrimas en los ríos, ella los nada. Yo los busco, los se le ocurrió) fusionar en una sola vo-
ojos, estaba a punto de confesar qué encuentro, los miro desde el puente, luntad. No quiero decir que yo y la
lo había llevado a ese triste descenso ella los nada. Yno lo sabe, igualita a la Maga formáramos un sólo ente, no,
parlas infiernos, rayuela abajo. golondrina. No necesita saber come, eso está descartado de antemano;
yo, puede vivir en el desorden sin sino dejar que la Maga fluya en míy
-Mira, mi retorcimiento se debía que ninguna conciencia de orden la me devele aquella parte mía que tan-
en parte a una terrible resistencia a retenga. Ese desorden que es su or- to se le parece. Quizá necesitaba dar -
escuchar la voz lacerante, cuerda y
den misterioso, esa bohemia del algún paso intermedio, eso es, que
cuerpo y del alma que le abre de par pudiera yo descubrir en una "otre-

42 en par las verdaderas puertas. S~ vida '


no es desorden más que para rru.en-
terrado en prejuicios que desprecio y
dad" un índice que señalara alguna
complementariedad de mi ser, algo
que me ensanchara, que me hiciera
nunca. Me vaya buscar en mí lo que
algún día la Maga me reveló. Vaya
cumplir lo que algún día dije, por ahí
de la página 90:
, "Llevarse de la mano a la Maga, lle-
vársela bajo la lluvia, como si fuera el .
humo del cigarrillo, algo que es parte
de uno, bajo la lluvia."

"CUANDO LOS PROFE-


TAS SE AGOTAN DEBEN
HABLAR LAS PI EDRAS"
POR EUGENIO AGUIRRE
Así la voz, el reclamo doloroso, mor-
daz, terriblemente sincero y honesto
salir enriquecido, vivir más en 'paz pelo en la página 95, las palabras que de Henry Miller ante el oprobio que
conmigo mismo . me susurraba: le causa la sociedad americana de su
- ¿Hay que encontrar algún culpa- "Yo te comprendo. Vos buscás tiempo y su propia situación existen-
ble en esta historia? ¿Alguien te ha algo que no sabés lo que es. Yo tam- cial. Lanzado, como un corcel des-
impedido ensayar por lo menos algu- bién y tampoco sé lo que es. Pero son bocado, Miller apedrea, rompe, des-
na otra posibilidad de ser, aquella dos cosas diferentes ... " Estoy seguro garra, derrumba, apalea y viola los
que ahora ves tú y que hubiera podi- ahora que la Maga "sabía" lo que yo principios puritanos, hipócritas y pe-
do modificar sensiblemente tu rela- buscaba en mí, en ella. Pero tal como queño burgueses de sus contempo-
ción con el mundo y con la Maga? la construyó nuestro autor, no podía ráneos, para luego construir, estruc- :
-La culpa, creo, la tenemos todos. "saberlo" de la misma manera que turar y cimentar una narrativa testi-
yo "sabía" las cosas. Y sospecho que monial,' un ojo,parlante que, a través
Yo, por haber 'ace ptado ese papel
que un autor me ofreció con la mejor tampoco él lo "sabía", que la Maga de un lenguaje escatológico, nos va a
nos ha dejado plantados a todos no- introducir en su mundo descarnado,
voluntad del mundo. La Maga, quizá,
sotros y se ha llevado la vida. en su sórdida placenta, en su soledad
por no haber verbal izado esta tenta-
y miseria. Va a ser nuestro Virgilio en
ción mía, por no haberla conceptua- Luego, regresé a Buenos Aires y
una tourné por el infierno de su
lizado para que yo la entendiera me- traté de encontrar a laMaga en la Ta- cuerpo, de su cerebro y de sus senti-
jor. Creo que ella sospechaba dema- lita, pero la Talita era más resistente, mientos. No mencionamos a su "al-
siado la realidad de mi deseo. En su la Talita invadió el puente que sepa-
rna", porqueno lo creemos tan mez-
carta a Rocamadour, única afirma- raba nuestras dos ventanas, se sentó quino como para pensar que exista.
ción de su yo hablante y escribiente en él obscenamente, burlándose de La narrativa ge Miller es machaco-
en toda la novela, hay una frase que mí, de mis hechizas esquizofrenias. na, reiterativa, obsesiva, sobre todo
se me quedó untada de misterio: Ahí, en Buenos Aires, estaban la en aquellas novelas en.donde el sexo
madre-patria que me vigilaba cons- campea como paladín embrutecido,
"Ya no lloro más, estoy contenta, tantemente con su ojo castrador, que ciego y demoledor: Trópico de Cán-
pero es tan difícil entender las cosas, me obligaba a alimentarme de fan- cer, Trópico de Capricornio, Prima-
necesito tanto tiempo para entender tasmas, a tener aún menos posibilida- vera negra, Sexus, Nexus, y El mundo
un poco eso que Horacio y los otros des de 'modificar. mi omnipotente y del sexo. En ellas el escritor usa de su
entienden en seguida, pero ellos que omnipresente identidad masculina: prepotencia sexual y de su coitoma-
todo lo entienden tan bien no te De nuevo me tienes aquí, Morelli, nía paraconvencernos o simplemen-
pueden entender a ti y a mí, no en- porque París es la ciudad de la Maga, te confirmarnos que es el orgasmo el
tienden que yo no puedo tenerte de mi feminitud. Porque la Maga es principal objetivo humano, el para-
conmigo, darte de comer y cambiar- la mujer de una sola ciudad. La Maga digma vivencial del cual parten todos
te los pañales, hacerte dormir o ju- no tenía contorno físico preciso para los caminos hacia la felicidad o la
gar, no entienden y en realidad ,no mí: era la piel translúcida de una fina .desdicha y todos los sismos necesa-
les importa, y a mí que tanto me im- 'cara. La idea presentida de mi fernini- rios para construir al hombre. Miller
porta solamente sé que no te puedo tud sin más esbozos que el deseo de no es un Fénix salido de las cenizas,
tener conmigo, que es malo para los ser también ésta. Recuerdo que otra ' es un monumento alado que brota
dos, que tengo que estar sola con mujer que andaba por Rayuela dijo ' del semen para expresarse con la lira
Horacio, vivir con Horacio, quién de la Maga: de un poeta.
sabe hasta cuándo ayudándolo a bus- "Ella sufre en alguna parte. Siem-
car lo que él busca y que también tú pre ha sufrido. Es muy alegre, adora
buscarás, Rocamadour, porque serás el amarillo, su pájaro es el mirlo, su ,GENIO Y LUJURIA
un hombre y también buscarás como hora la noche, su puente el Pont des
. un gran tonto." Y sabes, Morelli, no ,HENRYMILLER POR NORMAN
Arts."
me mires así con tus ojos de enfermo MAILER.
y mira, Morelli, no sé por qué te
\
mental, porque vaya seguir hablan- estoy diciendo todas estas cosas aho- Contrariamente a lo que podía espe-
do, porque ahora entiendo. Entien- ra, sentado en esta mesa y teniendo rarse, en esta completa y bien estruc-
do cuando la Maga me acariciaba el que soportar tus miradas burlonas. turada antología de la obra de Henry
¡Ya basta de interrogatoriosl Si ves a Miller, Norman Mailer nos falla

43
Cortázar, dile que no voy el buscar como crítico. Acostumbrados a su
más a la Maga por las calles, absurda- habitual perspicacia, su contundente I
mente, aunque la desee más que talento y su arrogante método ex-
"ü- -- miasmática, y más que nada como el
'"
F, gurú más sobresaliente del país de la
I jodienda. Por supuesto, la conducta
sexuada de Mailer sólo puede ser
comparada con la de Miller.
Como antólogo Mailer resulta me-
jor. Laclasificación del material reco- -
gido en Gemio y lujuria es excelente;
corresponde a lo mejor de la obra de
Miller y nos proporciona un panora-
ma muy completo y atractivo que ,
constituye un verdadero estimulante .
para adentrarnos más en la obra yen
,
,,,
la vida del autor antologado.
Es Genio y lujuria una plataforma
haportante para el conocimiento de
...
,. ............L."-W>N""""""',v\N\MMN,,,,,,,,,,,,,,,"""'_ _..L.
~~...::::;; ""':L...""_ _-=:::;"'l-..J la literatura americana conternporá-
nea, para entender el desarrollismo
preslvo, nos sorprende la flojedad, para el cual el sexo tiene una pre- castrante del sistema y para tener la
condescendencia y cortedad con ponderancia singular, pero también más completa alegoría de sus fijacio-
que Mailer sitúa a Miller dentro del la tiene la conflictiva social en que nes, mutaciones y aberraciones.
universo literario. Nos parece que al vive y en la que se va deteriorando la también lo es para observar la in-
viejo león se le comienzan a caer los imagen de su patria. Basta con aden- fluencia de los movimientos surrea-
dientes y que, como típico hijo pró- trarnos en Trópico de Capricornio lista y Dada en los escritores nortea-
digo, retorna a la matriz que le ha ve- para entender que, abiertamente y mericanos, su feliz aceptación e in-
nid óalimentando: la putrefacta Nor- . entre líneas, Miller está criticando al terpretación dentro de un marco
tearnérica O" Amúrrica", usando un sistema americano, está berreando idiosincrásico ajeno pero receptivo .
vocablo de Miller. . contra la explotación capitalista, y, sobre todo, para vivir intensamen-
'Su entusiasmo por la obra de Mi- aunque paradójicamente no se com- te los amargos sinsabores del oficio
Iler lo lleva a consecuencias falsas y prometa con ninguna ideología polí- de escritor.
parciales, a afirmaciones tales como tica. Está muy lejos de ser un lohn
, equiparar el lenguaje de éste con los Reed, quizás debido a que su sexua-
- de Marlciwe y Shakespeare; a situar- lidad y mach ismo le proporcionan ES UN AGRESTE OBOE
lo por encima de Hemingway, Stein- una tercera opción que lo encasilla
beck, Dos Passos, Faulkner; a equi- en una carcomida caja de cristal que
, pararlo con Balzac, y lo más aberran- podríamos denominar como indivi- Savia modern a, pr ime ra e dició n facsimilar, '
te, por tratarse de un hombre obvia- dualismo marginado, carente de Colección de Revistas Litera rias Mexicanas
mente erudito, a decir: "Los perso- conciencia proletaria. Sin embargo, Modernas. F.C.E., Mé xico , 1980.
najes de Miller llegan a crear un París Miller es un escritor que .cuestiona a
más real que sus adoquines, hasta la sociedad, la critica y la sacude; no POR GUILLERMO SHERIDAN
.despertar en nosotros una recelosa en valde Mailer se atreve a decir que
sorpresa; ningún escritor francés, cada vez que Miller fornica, lo hace, Usted puede comprar al crédito UN
por importante que sea, Rabelais, ni más ni menos que con América; y PIANO U ORGANO de la Cable
Proust, Maupassant, Hugo, Huys- vaya si Miller fornica sucio y con de- Company. La fotografía más artística
mans, Zolá, o incluso Balzac o Céli- sesperación. de la República es la de José María
ne, ha logrado pintar a nuestros ojos Al mismo tiempo y en una forma Lupercio Gudadalajara Ja/. Savia mo-
un París tan vívido. ¿Dónde se ha vis- paralela, Miller va anticipándose a derna, escuela y reafirmación de la
to que un escritor extranjero descri- los problemas sociales de su país me- Revista Moderna (sobre la cual versó,
ba un país mejor que los nativos?" diante una posición visionaria que le por cierto, el discurso de entrada a la
Esto suena a la babeante relación de permite conceptuar lo que será, ape- Academia de Julio Torri) tiene, por lo
un turista gringo que compara a la nas veinte años después, el enaje- menos, el mérito de poseer uno de
Alhambra con el Empire State, res- nante comportamiento urbano, el los nombres más ridículos jamás
pecto de la.arquitectura mudéjar. El desarrollo industrial, la mecaniza- otorgados a empresa literaria alguna.
magnífico escritor de Los desnudos y ción y sus repercusiones en el indivi- La pretendidad cordialidad entre ese
los muertos, de Los ejércitos de la duo como entidad receptora de los jugo c1orofilado y una modernidad
noche, de Un fuego en la luna, etc., descalabros del sistema. En estos te- empeñosa y, por lo mismo, imposta-
se ciega ante el resplandor de plásti- mas Mailer lo entiende" está de da, cuaja muy a fuerzas y bautiza el
ca y de neón de sus valores naciona- acuerdo con su perspectiva y, al cap- empeño de Alfonso Cravioto y Luis
les. Si su deformación crítica, frente a tar el objetivo crítico de sus metáfo- Castillo Ledón. Llamada "Revista
los escritores europeos, es deplora- ras sexuales, sabe traducirlo con un Mensual de Arte", Savia moderna
ble, más lo es su absoluta ignorancia lenguaje inteligente. aparece en marzo de 1906 en la Clu-'
. respecto de la narrativa latinoameri- Resulta curioso observar cómo dad de México con una portada bas-
cana contemporánea Miller, a la que Mailer, aunque insista en el hecho tante siniestra debida al inquieto pin-
ni siquiera menciona. de que él es mejor escritor que Mi- cel de un Diego Rivera apenas fuga-
Por otro lado, Mailer clasifica a Mi- lIer y le repruebe sus defectos de es- do de la adolescencia, que, según
lIer como "un escritor sexual" y lo tructuración sintáctica en algunos de Monterde, representa a "un corre-'
descalifica como escritor social. Sí, sus libros (Big Sur), lo reconoce dor indígena". Monterde recordaba
efectivamente Miller es -un escritor como maestro y lo sigue en algunos esto varios años despues (en 1963), y
de sus trazos singulares, sobre todo por eso confunde a una rara criatura .

44 .e n el uso de la frase corta pero pro- poseedora de una "nalgabien docu-


funda, en la imagen despectiva y pu- mentada" -como diría Leduc-, cal-
rulenta, en la metáfora hedionda y zada a la usanza griega y que carga a
durísimas penas una · lira de ocho gas (sic). [unto a todo ese muestrario misma como . la firmada por Rafael
cuerdas contra su tórax henchido en de convenciones y lugares propios lópez que ilustra a Savia moderna,
dos partes, con un indígena corredor del modernismo, sin embrago, resul- en el segundo número"traflsportada
que no es ni uno ni lo otro. Dentrás tabien interesante percibir la mecá- al .cielo entre Glorias, reinas de Saba,
de ella -motivo caro del momento- nica de este curioso ejercicio de lo Bacas y Venus, mientras riega por la
se adivina el perfil de una nave griega cultural en la apoteosis porflriana. El tierra su "semen fecundante y vital".
bordada de grecas sobre el agua. la grupo que hace la revista se atreve a En ese sentido es curioso el doble pa-
mujer -savionda, moderna- traza practicar, aunque solapadamente, la pel que la revista juega en su mo-
un escorzo imposible alpulsar con la crítica ("yo no soy un crítico, soy un mento: consagrar y difundir al mis-
siniestra los tensos alambres del ins- sensitivo", dice alguien por ahí), pro- mo tiempo, publicar los versos y eri-
trumento, mientras que de su cintu- pone la pertinencia artística de la fo- . gir partenónes como acto slmultá-:
rón pende una sem itúnica tieza que tograffa, seadmira de las "raras" es- neo. Una de las cosas que más llaman
no logra ocultar la turbulencia de su tatuas de Rodin pero las reproduce, la atención es la publicación, en el
sexo. La Palestina es la primera casa señala la olvidada belleza de la arqui- número 2, de una serie de fotografías
del mundo EN EFECTOS ART/ST/COS tectura nacional, participa de la nos- que ilustran la "Sala de Armas" re-
DE PELETERIA Y HERRAJES. Sierra y talgia beligerante de la Reforma, fes- cientemente decorada por Antonio
Fernández, electricistas titulados. teja, desde lejos, los estrenos teatra- Fabrés para la casa que habitaba Díaz
la revista -que costaba 50 centa- les de París y Madrid y, sobre todo, en la callé de Cadena. ¿Dónde habrá
vos contra el peso que costaba Con- sostiene unas columnas mensuales, quedado .este prodigioso rnonumen- .
temporáneos 22 años después y con- escritas por Henríquez Ureña, dedi- . to a la megalomanía y al kltschi Bal-
tra el 1.50 de El Hijo Pródigo en 1946 y cadas a calibrar las novedades biblio- cones, vitrinas, panoplias y muebles
contra los 20 pesos de ahora que co- gráficas y hemerográficas en el mun- concebidos y realizados en el más ex-
bra cualquier revista- aparece con la do de lengua española. La Tabacalera quisito y elaborado art deco abori-
usual discreción de sus hermanas y Mexicana 'ganó el GRAN PREMIO de gen que son una maravilla en su pro-
sus hijas: "Al iniciar una labor como Saint Louis Missouri por la bondad fusión de formas coleoptéricas, enjo-
la nuestra, ampl ia de libertad, bella de sus cigarros. yadas, mesas etéreas de intermina-
de juventud, y excelsa de arte, huel- Junto a los aires helénicos y japo- bles patas, armeros que culminan en
ga toda frase que revele programa, y neses conviven en esta revista, pródi- monstruos prodigiosos, techos de
todo pensamiento sospechoso de ga y hermosamente ilustrada, traduc- bronce y cristal. Otro elemento im-
sectarismo (...) Clasicismo, Romanti- ciones de Osear Wilde y Poe, carica- -' portante es la labor que el grupo de
cisma, Modernismo... diferencias turas, fotografías y manuscristos de la revista realizaba paralelamente a
odiosas. Monodien las cigarras, tri- o nuestros principales modernistas y ella: organizan una exposición de
nen las aves y esplendan las auroras. prematuras apoteosis de la revista obras de arte á cargo de Tablada y del
El arte es vasto, dentro de él, cabre- Dr. AtI (que todavía no se llamaba así)
mos todos". Emulsión de Scott rehú- con trabajos de Rivera, Zárraga, Gar- • I
sense las imitaciones. duño, Montenegro, Clausell y Gedo-
I
Por supuesto todos cabían, pero vius. De pronto aparece una perla: I
los modernistas fueron los que cu- "Mercenario", quizá uno de los pri-
pieron más. Y con ellos su infalta- meros poemas de un Alfonso Reyes
ble, dulzona retórica. Urbina, Gu~ié­ que cuenta apenas con 17 ~ños: .
rrez Nájera, Cravioto, Colín, Othó
(de quien se incluye un curiosísimo Esposa: yo también soy prepoten-
diálogo entre Cervantes y Gutierre te,
de Cetina, cada uno diciendo lo su- . Pórque yo tengo el oro' en mis es-
yo: "En un lugar de la Mancha Ojos . pigas
claros, serenos de cuyo nombre no y en tu ubérima carne mi reina-
quiero si de un dulce mirar sois ala- do ...
bados acordarme ... ") pueblan las pá-
ginas de la revista con todos los sig- Genial monumento tambaleante
nos del pleno modernismo polimor- de toda una época, Savia moderna
fo, polifónico, polivalente. Junto a rebasa la 'me ra curiosidad o el morbo
ellos, los discípulos : Rafael .lópez y de ' imposibles nostalgias: es una re-
Antonio Caso lr .; o los simuladores, vista de una riqueza iconográfica sor-
como un tal Manuel Bermejo capaz prendente (fotos de Othón y Urbina
de versos como estos, dignos de en- que desaffan todo relato, por ejem-
trar a cualquier antología de rimas plo), un muestrario formidable de
improbables: cursilerías y autosuficiencia que per-
o mite de pronto miradas sorprendidas
Su acento tierno y celeste a nuestra falsa edad de oro cultural,
Solloza como un agreste un espacío mullido e incómodo que
Oboe, I
algo tiene de infantil y algo de cadá-
y en su voz cada palabra ver. Su reimpresión facsimilar por el
Es una nota macabra Fondo de Cultura Económica no sólo
De Poe .. . ofrece un instrumento de trabajo in-
comparable para los interesados,
y así lo demás: ahorcados, ajusti- sino una contundente pieza más para
ciados, oceánidas y víoletas nlbelun- el mosaico definitorio de nuestra
moderna cultura nacional. SEÑORAS'

45 y SEÑOR1TAS la conservación del cu-. .


tis lo obtendréis usando La Kaloder.-
mina Imper~al Crema Boreuid« .. :

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