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Capítulo

2
Amplitud del movimiento
(movilidad)

E
l movimiento de un segmento corporal se produ- culo biarticular que opera en el codo. Si contrae y mueve
ce cuando los músculos o bien fuerzas externas el codo en flexión y el antebrazo en supinación al tiempo
mueven los huesos. Los huesos se mueven unos que mueve el hombro en flexión, se acortará hasta un
respecto a otros mediante las articulaciones que los co- punto conocido como insuficiencia activa, pasado el
nectan. La estructura de las articulaciones, así como la cual no podrá acortarse más. Éste es un extremo de su
integridad y flexibilidad de los tejidos blandos que las extensibilidad. El músculo se elonga por completo si se
rodean, afecta al grado de movimiento que se produce extiende el codo, se mueve el antebrazo en pronación, al
entre dos huesos cualesquiera. El máximo movimiento tiempo que extiende el hombro. Cuando se elonga por
posible se denomina amplitud del movimiento (ROM = completo, es una posición conocida como insuficiencia
range of motion) (movilidad). Cuando se mueve un seg- pasiva. Los músculos biarticulares o multiarticulares
mento en toda su amplitud, todas las estructuras de la funcionan normalmente en la porción media de su ex-
región resultan afectadas: músculos, superficies articu- cursión funcional, donde existen relaciones ideales de
lares, cápsulas, ligamentos, fascias, vasos y nervios. Las
tensión y longitud.13
actividades de la amplitud del movimiento se describen
con mayor facilidad haciendo referencia a la movilidad Para mantener la amplitud del movimiento normal, los
articular y la extensibilidad muscular. Para describir la segmentos deben moverse periódicamente en toda su
movilidad articular se emplean términos como flexión, amplitud, sea la amplitud articular o la amplitud muscu-
extensión, abducción, aducción y rotación. La amplitud lar. Se reconoce que muchos factores pueden reducir la
del movimiento articular suele medirse con un gonióme- movilidad, como enfermedades sistémicas, articulares,
tro y se registra en grados.2,15,16 La extensibilidad muscu- neurológicas o musculares; lesiones traumáticas o quirúr-
lar se vincula a la excursión funcional de los músculos. gicas; o simplemente la inactividad o inmovilización por
La excursión funcional es la distancia que un músculo cualquier motivo. Desde el punto de vista terapéutico, las
es capaz de acortarse después de haberse elongado al actividades de la amplitud del movimiento tienen como
máximo.13 En algunos casos, en la excursión funcional o fin el mantenimiento de la articulación existente y la movili-
extensibilidad de un músculo influye directamente la ar- dad de los tejidos blandos, lo cual reduce al mínimo los
ticulación que cruza. Por ejemplo, la extensibilidad del efectos de la formación de contracturas.3
músculo braquial está limitada por la amplitud disponi-
ble de la articulación del codo. Esto es cierto en el caso
OBJETIVOS
de los músculos uniarticulares (músculos con sus inser-
ciones proximales y distales en los huesos dispuestos a
ambos lados de una articulación). En el caso de los mús- Después de estudiar este capítulo, el lector podrá:
culos biarticulares y poliarticulares (músculos que cru-
1. Describir la amplitud del movimiento y lo que la afecta.
zan dos o más articulaciones), su extensibilidad supera
los límites de cualquiera de las articulaciones que cru- 2. Definir la amplitud del movimiento pasiva, activa y ac-
zan. El músculo bíceps braquial es un ejemplo de mús- tiva-asistida.

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36 Ejercicio terapéutico

3. Identificar indicaciones y objetivos para las activida- II. Indicaciones y objetivos de los ejercicios
des de la amplitud del movimiento activa o pasiva.
de movilidad
4. Identificar las limitaciones de las actividades de la
amplitud del movimiento activa y pasiva.
5. Identificar contraindicaciones para la amplitud del
A. Movilidad pasiva
movimiento. 1. Cuando un paciente no puede o se supone que no
6. Describir procedimientos para aplicar las técnicas de puede mover activamente un segmento o segmentos del
la amplitud del movimiento. cuerpo, como en estado de coma, parálisis o reposo
completo en cama, o cuando hay una reacción inflama-
7. Aplicar técnicas para la amplitud del movimiento arti- toria y la movilidad activa es dolorosa, se emplea movili-
cular y muscular empleando los planos anatómicos de dad pasiva controlada para reducir las complicaciones
movimiento. de la inmovilización con el fin de:5
8. Aplicar técnicas para la amplitud combinada del mo- a. Mantener la integridad de la articulación y los tejidos
vimiento. blandos.
9. Aplicar técnicas de la amplitud del movimiento em- b. Reducir al mínimo los efectos de la formación de con-
pleando autoasistencia y asistencia mecánica, como son tracturas.
una vara, un pasamanos, poleas, tablas deslizantes y
aparatos de suspensión. c. Mantener la elasticidad mecánica de los músculos.

10. Describir los beneficios y procedimientos para el em- d. Ayudar a la circulación y la dinámica vascular.
pleo del equipo de movimiento pasivo continuado (MPC). e. Mejorar el movimiento sinovial para la nutrición de
los cartílagos y la difusión de materiales en la articula-
ción.
f. Reducir o inhibir el dolor.
I. Definiciones de los ejercicios de la g. Ayudar al proceso de curación después de una lesión
amplitud del movimiento (movilidad) o cirugía.
h. Ayudar a mantener la conciencia de movimiento del
A. Cinesiterapia pasiva paciente.
2. Cuando un terapeuta evalúa las estructuras inertes
Movimiento dentro de los límites de la movilidad articu-
(ver capítulo 1), la movilidad pasiva se emplea para de-
lar (ROM) sin restricción de un segmento que se produ-
terminar las limitaciones del movimiento, determinar la
ce por completo por acción de una fuerza externa; no hay
estabilidad articular y determinar la elasticidad de los
contracción muscular voluntaria. La fuerza externa pue-
músculos y otras partes blandas.
de proceder de la gravedad, de una máquina o de otra
persona u otra parte del propio cuerpo de la persona.5 3. Cuando un terapeuta está enseñando un programa de
Movilidad pasiva y estiramiento pasivo no son sinóni- ejercicio activo, la movilidad pasiva se emplea para de-
mos; véanse en el capítulo 5 las definiciones y descrip- mostrar el movimiento deseado.
ciones de estiramiento pasivo. 4. Cuando un terapeuta está preparando un paciente pa-
ra los estiramientos, la movilidad pasiva se emplea con
frecuencia antes de las técnicas de estiramiento pasivo.
B. Cinesiterapia activa Las técnicas para aumentar la amplitud del movimiento
cuando el movimiento está restringido se describen en
Movimiento dentro de los límites de la movilidad sin
los capítulos 5 y 6.
restricción de un segmento, que se produce por acción
de una contracción activa de los músculos que cruzan esa
articulación.
B. Movilidad activa y activa-asistida
1. Cuando un paciente pueda contraer activamente los
C. Cinesiterapia activa-asistida músculos y mover un segmento con o sin ayuda, y no haya
Un tipo de movilidad activa donde una fuerza externa contraindicaciones, se empleará la movilidad activa para:
proporciona ayuda, mecánica o manual, dado que el a. Cumplir los mismos objetivos de la movilidad pasiva
músculo principal requiere asistencia para completar el con los beneficios añadidos producto de la contracción
movimiento. muscular.
Conceptos y técnicas generales 37

b. Mantener la elasticidad y contractilidad fisiológicas b. Aumentará la fuerza o resistencia física


de los músculos participantes. c. Ayudará a mejorar la circulación en el grado en que lo
c. Proporcionar retroalimentación sensorial procedente hace la contracción activa de un músculo voluntario.
de los músculos que se contraen.
d. Proporcionar un estímulo para la integridad de los
huesos y tejidos articulares. B. Limitaciones de la movilidad activa
e. Aumentar la circulación y prevenir la formación de 1. En los músculos fuertes, no mantendrá ni aumentará
trombos. la fuerza (ver capítulo 3).
f. Desarrollar la coordinación y las destrezas motoras pa- 2. No desarrollará la destreza ni la coordinación excepto
ra actividades funcionales. en los patrones de movimiento utilizados.
2. Cuando un paciente presenta una musculatura débil
(grado malo a regular en la prueba muscular), se emplea
la movilización activo-asistida con el fin de ofrecer ayu-
da suficiente a los músculos de modo cuidadosamente IV. Precauciones y contraindicaciones para
controlado para que puedan funcionar al máximo nivel y
fortalecerse de modo progresivo. los ejercicios de movilidad
3. Cuando un paciente entra en un programa de prepara-
ción física aeróbica, se usa la movilización activa-asisti- A. Aunque la movilización activa y la pasiva están con-
da o activa para mejorar las respuestas cardiovascular y traindicadas en cualquier circunstancia cuando el mo-
respiratoria si se hace con múltiples repeticiones y se vimiento de una porción podría interrumpir el proceso
controlan los resultados (ver capítulo 4). de curación, la inmovilidad completa provoca la forma-
ción de adherencias y contracturas, la circulación se
enlentece y se prolonga el tiempo de recuperación. A la
luz arrojada por la investigación de Salter21 y otros,14 se
C. Consideraciones especiales ha demostrado que iniciar pronto la cinesiterapia pasi-
1. Cuando se inmoviliza un segmento del cuerpo duran- va y continuada dentro de la amplitud indolora es be-
te un período de tiempo, se emplea la movilización en neficioso para la curación y temprana recuperación de
regiones por encima y por debajo del segmento inmovi- muchas lesiones articulares y de tejidos blandos (ver
lizado con el fin de: sección IX.A). Históricamente, la movilización estaba
contraindicada justo después de desgarros agudos,
a. Mantener las áreas en un estado todo lo normal que fracturas e intervenciones quirúrgicas, pero, dados los
sea posible. beneficios del movimiento controlado –que se ha de-
b. Prepararlo para nuevas actividades, como caminar mostrado que reducen el dolor y aumentan el ritmo de
con muletas. recuperación–, se recurre al movimiento controlado
desde el principio siempre y cuando se vigile la toleran-
2. Cuando un paciente está encamado, se emplea la mo-
cia del paciente. Es obligatorio que el terapeuta reco-
vilización para evitar las complicaciones debidas a la re-
nozca el valor y el abuso potencial del movimiento y se
ducción de la circulación, la desmineralización ósea y la
limite a la amplitud, velocidad y tolerancia del paciente
reducción de la función cardíaca y respiratoria.
durante la fase aguda de la recuperación.5 Está con-
traindicado provocar traumatismos adicionales en la
parte lesionada. Son signos de un movimiento excesivo
o erróneo el aumento del dolor y de la inflamación
III. Limitaciones de la amplitud del (mayor hinchazón, calor y enrojecimiento) (véanse en
movimiento el capítulo 7 los principios del uso de los distintos ti-
pos de movimiento activo y pasivo terapéutico).
B. Por lo general la movilización activa de las extremida-
A. Limitaciones del movimiento pasivo
des superiores y la deambulación limitada cerca de la ca-
1. Tal vez sea difícil conseguir una verdadera amplitud ma se toleran como ejercicios tempranos después de un
del movimiento pasiva cuando el músculo está inervado infarto agudo de miocardio, una operación de derivación
y el paciente está consciente. aortocoronaria o una angioplastia coronaria transluminal
2. El movimiento pasivo no: percutánea.4,7 Es necesario una monitorización cuidadosa
de los síntomas, el esfuerzo percibido y la tensión arterial.
a. Impedirá la atrofia muscular.
Si la respuesta del paciente o la enfermedad es potencial-
38 Ejercicio terapéutico

mente mortal, la movilización pasiva se iniciará con mu- 2. No se aplica ninguna resistencia activa ni ayuda por
cho cuidado en las articulaciones principales junto con al- parte de los músculos del paciente que cruzan la articu-
go de movilización activa en los tobillos y pies para evitar lación. De ser así, se convierte en un ejercicio activo.
la estasis venosa y la formación de trombos. Las activida- 3. El movimiento se lleva a cabo dentro de la amplitud
des individualizadas se inician y avanzan gradualmente a del movimiento libre, es decir, la amplitud posible sin
medida que aumenta la tolerancia del paciente.4,7 que haya dolor ni el movimiento sea forzado.
C. La movilización no es sinónimo de estiramiento. Vé- J. Si el plan de asistencia consiste en el empleo de la mo-
anse en los capítulos 5 y 6 las precauciones y contraindi- vilización activa-asistida o activa:
caciones para las técnicas de estiramientos activos y pa-
sivos. 1. Se mostrará al paciente cuál es el movimiento deseado
empleando un movimiento pasivo, luego se le pedirá que
ejecute el movimiento. El terapeuta coloca las manos en
posición para ayudar o guiar al paciente si fuera necesario.

V. Procedimientos para aplicar las técnicas 2. Sólo se presta ayuda cuando se necesite que el movi-
miento sea armonioso. Cuando haya debilidad, tal vez
de la amplitud del movimiento se requiera ayuda sólo al comienzo o al final de la ROM.
3. La movilización se ejecuta dentro de la amplitud posi-
A. Basándose en la evaluación de las deficiencias y el ni-
ble del movimiento.
vel funcional del paciente, se determinará cuándo se
cumplirán los objetivos de las movilizaciones, pasiva, K. Las técnicas de la movilización pueden realizarse en:
activa-asistida y activa. 1. Los planos anatómicos de la amplitud del movimien-
B. Se coloca al paciente en una posición cómoda que to (frontal, sagital, transverso).
permita al terapeuta mover el segmento en toda la am- 2. Amplitud de la elongación muscular (antagonista a la
plitud disponible. Nos aseguraremos de que el paciente línea de tracción del músculo).
presente una alineación correcta del cuerpo.
3. Patrones combinados (movimientos combinados que
C. Se liberará la región de cualquier, ropa, férula y venda- incorporan varios planos de movimiento).
je que restrinja el movimiento. Se cubrirá con tallas si
4. Patrones funcionales (movimientos empleados en ac-
fuera necesario.
tividades de la vida diaria).
D. El terapeuta se coloca de modo que haga un empleo
L. Se monitorizará el estado general del paciente duran-
correcto de la mecánica de su cuerpo.
te y después del procedimiento. Repárese en cualquier
E. Para controlar el movimiento, se sujeta la extremidad cambio de los signos vitales, cualquier cambio del calor
por las articulaciones. Si las articulaciones duelen, se y el color del segmento y cualquier cambio de la ampli-
modifica la prensión, pero siempre aportando el apoyo tud del movimiento, el dolor o la calidad del movimien-
necesario para el control. to.
F. Se sostendrán las áreas de poca integridad estructural M. Se documentarán las reacciones observables y men-
como articulaciones hipermóviles, puntos de fractura re- surables al tratamiento.
ciente o segmentos paralizados de una extremidad.
N. Se modifica o avanza el tratamiento cuando sea nece-
G. Se moverá el segmento en toda su amplitud libre de sario.
dolor. No se forzará más allá de la amplitud permitida. Si
se fuerza el movimiento, se convertirá en una técnica de
estiramiento (véanse en el capítulo 5 los principios y téc-
nicas de los estiramientos).
VI. Técnicas para la movilidad articular y
H. Se realizarán los movimientos con fluidez y rítmica-
mente, de 5 a 10 repeticiones. El número de repeticiones
muscular empleando los planos anatómicos
depende de los objetivos del programa y del estado del de movimiento
paciente y su respuesta al tratamiento.
I. Si el plan de asistencia incluye la utilización de la ROM Las descripciones siguientes son, en su mayor parte,
pasiva: propias para pacientes tumbados en decúbito supino.
Son posibles posiciones alternativas para muchos movi-
1. La fuerza del movimiento es externa, a cargo del tera-
mientos y, en el caso de algunos movimientos, necesa-
peuta o de un aparato mecánico. Cuando sea apropiado,
rias. En aras de la eficacia, se realizarán todos los movi-
el paciente puede aportar la fuerza enseñándosele a mo-
mientos posibles en una misma posición, cambiando
ver esa parte con una extremidad sana.
Conceptos y técnicas generales 39

Figura 2.1. Colocación y posiciones de las manos para (A) iniciar y (B) completar la flexión del hombro.

luego la posición del paciente para realizar todos los


movimientos apropiados en esa nueva posición, progre-
sando el tratamiento con la mínima alteración de la pos-
tura del paciente. Los distintos somatotipos y las limita-
ciones ambientales pueden precisar variaciones de la
colocación sugerida para las manos. El terapeuta debe
emplear una buena mecánica corporal mientras aplica
estabilización y movimiento sobre el paciente para cum-
plir los objetivos terapéuticos y evitar lesiones en es-
tructuras debilitadas, que es la consideración primaria.
NOTA: El término “mano superior” alude a la mano del
terapeuta más cercana a la cabeza del paciente; “mano
inferior” es la que está más cerca del pie del paciente.
Las movilizaciones de los antagonistas se agrupan para
facilitar la aplicación. Figura 2.2. Hiperextensión del hombro con el paciente en decúbito lateral.

2. Hombro: extensión (hiperextensión) (fig. 2.2)


A. Extremidad superior
POSICIONES ALTERNANTES
1. Hombro: flexión y extensión (fig. 2.1 A y B) Es posible la extensión pasado el punto cero si el hom-
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS bro del paciente en decúbito supino se halla en el borde
de la cama, o si el paciente se coloca en decúbito lateral
Se sujeta el brazo del paciente por debajo del codo con
o prono.
la mano inferior. Con la mano superior, se cruza por enci-
ma y se sujeta la muñeca y la palma de la mano del pa-
ciente. Se levanta el brazo en toda su amplitud posible y 3. Hombro: abducción y aducción (fig. 2.3)
se vuelve a la posición inicial.
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS
NOTA: Para que el movimiento sea normal, la escápula
debe ser libre para girar hacia arriba mientras se flexiona Se colocan las manos igual que para la flexión, pero el
el hombro. Si sólo se quiere que haya movimiento en la brazo se aleja del costado. El costado puede estar flexio-
articulación glenohumeral, la escápula se estabiliza tal y nado.
como se describe en la sección sobre estiramientos (ca- NOTA: Para conseguir abducción completa, debe haber
pítulo 5). rotación externa del húmero y rotación ascendente de la
escápula.
40 Ejercicio terapéutico

Figura 2.3. Abducción del hombro con el codo flexionado. Figura 2.4. Posición para iniciar la rotación (a) interna y (b) externa del hom-
bro.

4. Hombro: rotación interna (medial) y externa 5. Hombro: abducción (extensión) y aducción


(lateral) (fig. 2.4) (flexión) horizontales (fig. 2.5 A y B)
POSICIÓN INICIAL DEL BRAZO POSICIÓN DEL BRAZO

Si es posible, el brazo se mueve 90 grados en abducción, Para conseguir abducción horizontal completa, el hom-
el codo se flexiona 90 grados, y el antebrazo se mantiene bro debe situarse sobre el borde de la cama. Se empieza
en una posición neutra. También puede girarse con el con el brazo flexionado o en 90 grados de abducción.
brazo del paciente al lado del tórax, si bien no será posi-
ble que haya rotación interna total.
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS

La colocación de las manos es la misma que para la fle-


COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS
xión, si bien el terapeuta gira el cuerpo y mira la cabeza
Se coge la mano y la muñeca con el dedo índice entre el del paciente mientras el brazo del paciente se aleja del
pulgar y el índice del paciente. El terapeuta coloca el costado y cruza el cuerpo.
pulgar y los dedos a ambos lados de la muñeca del pa-
ciente para estabilizarla. Con la otra mano estabiliza el
codo. Se gira el húmero moviendo el antebrazo como si
fuera el radio de una rueda.

Figura 2.5. (A) Abducción y (B) aducción horizontales del hombro.


Conceptos y técnicas generales 41

6. Escápula: elevación/depresión,
protracción/retracción y rotación
ascendente/descendente
POSICIONES ALTERNANTES

En decúbito prono, con el brazo del paciente junto al


costado (fig. 2.6), o en decúbito lateral, con el paciente
mirando al terapeuta y el brazo del paciente sujeto bajo
el brazo inferior del terapeuta.

COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS

Se ahueca la mano sobre el acromion y se coloca la otra


rodeando el ángulo inferior de la escápula. Para los mo-
vimientos de elevación, depresión, protracción y retrac- Figura 2.6. Movimientos escapulares con el paciente en decúbito prono.
ción, también se mueve la clavícula cuando los movi-
mientos escapulares se producen desde el acromion. En
la rotación se dirigen los movimientos escapulares des-
de el ángulo inferior.

7. Codo: flexión y extensión (fig. 2.7)


COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS

La colocación de las manos es la misma que para la fle-


xión del hombro, excepto en que el movimiento se pro-
duce en el codo al flexionarse y extenderse.
NOTA: Se controla la supinación y pronación del ante-
brazo con los dedos rodeando la muñeca. La flexión y
extensión del codo se realizan con el antebrazo en pro-
nación y supinación. El hombro no debe abducirse
cuando se extienda el codo; esto enmascara la verdadera
amplitud.
Figura 2.7. Movimientos del codo con el antebrazo en supinación.

8. Elongación de los músculos biarticulares que


cruzan el hombro y el codo
a. Músculo bíceps braquial (fig. 2.8).
POSICIÓN DEL PACIENTE

En decúbito supino, con el hombro sobre el borde de la


camilla, para que pueda extenderse más allá de la posi-
ción neutra.

COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS

Primero se mueve el antebrazo del paciente en prona-


ción cogiéndolo por la muñeca, y luego se extiende el
codo sosteniéndolo por debajo. A continuación se ex-
tiende el hombro (hiperextensión) hasta que el paciente
sienta malestar en la región anterior del brazo. En este
punto se alcanza la elongación disponible completa del
músculo bíceps (biarticular). Figura 2.8. Amplitud final del movimiento del músculo bíceps braquial.
42 Ejercicio terapéutico

b. Cabeza larga del músculo tríceps braquial (fig. 2.9).


POSICIONES ALTERNANTES

Cuando la amplitud de este músculo sea casi normal, el


paciente permanecerá sentado o de pie para conseguir
la amplitud completa. Cuando la limitación de la elon-
gación del músculo sea acusada, la maniobra puede rea-
lizarse en decúbito supino.

COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS

Primero, se flexiona el codo del paciente en toda su ex-


tensión con una mano sobre la porción distal del ante-
brazo; luego se flexiona el hombro elevándolo sobre el
húmero con la otra mano debajo del codo. Se alcanza la
amplitud completa cuando el paciente experimenta ma-
lestar en la región posterior del brazo.
Figura 2.9. Amplitud final del movimiento de la cabeza larga del músculo
tríceps braquial.

9. Antebrazo: pronación y supinación (fig. 2.10)


COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS

Se sujeta la muñeca del paciente, sosteniendo la mano


con el índice y colocando el pulgar y el resto de los de-
dos a ambos lados de la porción distal del antebrazo. El
movimiento es un rodamiento del radio sobre el cúbito
por la porción distal del radio. Se estabiliza el codo con
la otra mano.

COLOCACIÓN ALTERNATIVA DE LAS MANOS

Se sujeta la porción distal del antebrazo del paciente en-


tre las palmas de las manos.
NOTA: La pronación y supinación deben realizarse con
el codo flexionado y extendido.
Cuidado: No debe someterse la muñeca a tensión giran- Figura 2.10. Pronación del antebrazo.
do la mano; se controla el movimiento de pronación y
supinación moviendo el radio sobre el cúbito.

10. Muñeca: flexión (flexión palmar) y extensión


(dorsiflexión), desviación radial y cubital (fig. 2.11)
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS

Para todos estos movimientos de la muñeca, se sujeta la


mano del paciente justo distal a la articulación y se esta-
biliza el antebrazo con la otra mano.
NOTA: La elongación de los músculos extrínsecos de los
dedos afectará a la amplitud del movimiento de la mu-
ñeca si aquéllos se someten a tensión. Para conseguir la
amplitud completa de la articulación de la muñeca, hay
que dejar que los dedos se muevan con libertad mien-
tras el terapeuta mueve la muñeca.

Figura 2.11. Amplitud del movimiento de la muñeca.


Conceptos y técnicas generales 43

11. Mano: convexidad y concavidad del arco de la


mano en las articulaciones carpometacarpianas e
intermetacarpianas (fig. 2.12)
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS

El terapeuta mira hacia la mano del paciente; coloca los


dedos en la palma de la mano del paciente y los pulga-
res sobre la cara posterior. Se hacen rodar los metacar-
pianos para aumentar el arco y luego se aplana.

COLOCACIÓN ALTERNANTE DE LAS MANOS

Se pone una mano sobre la cara posterior de la mano del


paciente con los dedos y el pulgar ahuecados y cubrien-
do los metacarpianos.
NOTA: Son importantes la extensión y abducción del
pulgar en la articulación carpometacarpiana para man-
tener el espacio interdigital y el movimiento funcional
de la mano. La movilización aislada de flexión-extensión
y abducción-aducción de esta articulación se realiza co-
mo se describe en el punto 12.
Figura 2.12. Movilización en convexidad y concavidad de la mano.

12. Articulaciones del pulgar y los dedos: flexión y MÉTODO ALTERNATIVO


extensión y abducción y aducción (de las Se pueden mover varias articulaciones simultáneamente
articulaciones metacarpofalángicas de los dedos) si se proporciona la estabilización adecuada. Ejemplo:
(fig. 2.13 A y B) para mover las articulaciones metacarpofalángicas de
los dedos 2 a 5, se estabilizan los metacarpianos con una
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS
mano y se mueven todas las falanges proximales con la
Cada articulación de la mano del paciente puede mo- otra.
verse por separado estabilizando el hueso proximal con
NOTA: Para conseguir la máxima amplitud del movi-
el índice y el pulgar de una mano, y moviendo el hueso
miento articular, no se ejerce tensión sobre los múscu-
distal con el índice y el pulgar de la otra. Dependiendo
los extrínsecos que van a los dedos. La tensión sobre los
de la posición del paciente, el antebrazo y la mano se
músculos puede aliviarse alterando la posición de la
estabilizan sobre la camilla o contra el cuerpo del tera-
muñeca a medida que se mueven los dedos.
peuta.

Figura 2.13. Movilización de (A) la articulación metacarpofalángica del pulgar y (B) de la articulación interfalángica de un dedo.
44 Ejercicio terapéutico

13. Estiramiento de los músculos extrínsecos de la interfalángicas proximales. Se sostienen estas articula-
muñeca y la mano ciones; luego se extienden las articulaciones metacarpo-
falángicas.
TÉCNICA GENERAL
Se estabilizan todas las articulaciones de los dedos y se
Los músculos de una articulación se estiran al mismo empieza a extender la muñeca. Cuando el paciente sien-
tiempo, se estabiliza esa articulación y luego se estira el te malestar en el antebrazo, es porque los músculos es-
músculo sobre la siguiente articulación hasta que los tán completamente estirados.
músculos poliarticulares alcancen la máxima longitud.
Para reducir al mínimo la compresión de las pequeñas b. Músculos extensores de los dedos (fig. 2.14B)
articulaciones de los dedos, se empieza el movimiento COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS
con la articulación más distal. Primero se flexionan las articulaciones interfalángicas
a. Músculos flexores profundo y superficial de los dedos distales del paciente y se mantienen. A continuación se
(fig. 2.-14A) flexionan las articulaciones interfalángicas proximales y
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS
luego las articulaciones metacarpofalángicas. Al tiempo
que se estabilizan todas estas articulaciones en posición
Primero se extienden las articulaciones interfalángicas flexionada, se empieza a flexionar la muñeca hasta que
distales, se estabilizan y se extienden las articulaciones el paciente sienta malestar en el dorso de la mano.

Figura 2.14. Recorrido externo de (A) los músculos flexores y (B) extensores extrínsecos de los dedos.

B. Extremidad inferior amplitud completa de la flexión de la rodilla, la cadera


debe flexionarse para liberar la tensión del músculo rec-
1. Cadera y rodilla: flexión y extensión simultáneas to femoral (ver punto 3).
(fig. 2.15 A y B)
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS 2. Cadera: extensión (hiperextensión) (fig. 2-16)
Se sostiene la pierna del paciente con los dedos de la POSICIONES ALTERNATIVAS
mano superior debajo de la rodilla del paciente y la ma-
El paciente debe estar en decúbito prono o lateral si su
no inferior debajo del talón. A medida que la rodilla se
movimiento es normal o casi normal.
flexiona en toda su amplitud, se desplazan los dedos al
lado del muslo.
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS
NOTA: Para conseguir la amplitud completa de la fle-
xión de cadera, la rodilla también debe flexionarse para Si el paciente está en decúbito prono, se levanta la mano
liberar la tensión de los isquiotibiales. Para alcanzar la inferior debajo de la rodilla del paciente; se estabiliza la
Conceptos y técnicas generales 45

Figura 2.16. Colocación de las manos para completar la amplitud total de la


extensión de la cadera con el paciente en decúbito lateral.

Figura 2.15. (A) Inicio y (B) conclusión de la flexión combinada de cadera y


rodilla.

Figura 2.17. Movilización con participación del grupo de músculos isquioti-


biales.
pelvis con la mano o el brazo superiores. Si el paciente
está en decúbito lateral, se desplaza la mano inferior de- VARIACIÓN
bajo del muslo y se coloca sobre la superficie anterior; se Si los isquiotibiales están tan tensos que limitan la ex-
estabiliza la pelvis con la mano superior. tensión de la rodilla, la amplitud disponible del músculo
NOTA: Si la rodilla se extiende por completo, el músculo se consigue extendiendo la rodilla lo que deje el múscu-
recto femoral se estira, y la amplitud completa de exten- lo sin mover la cadera.
sión de la cadera queda limitada por la tensión sobre el
músculo (ver punto 3, parte b).
COLOCACIÓN ALTERNATIVA DE LAS MANOS

Si la rodilla requiere apoyo, se apoyará la pierna del pa-


3. Estiramiento de los músculos biarticulares que ciente en el brazo inferior con el codo flexionado debajo
cruzan la cadera y la rodilla de la pantorrilla y la mano cruzando la cara anterior de la
rodilla del paciente. La otra mano sostiene o estabiliza
a. Grupo de músculos isquiotibiales (fig. 2.17)
cuando se requiere.
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS

Se coloca la mano inferior bajo el talón del paciente y la b. Músculo recto femoral
otra sobre la cara anterior de la rodilla del paciente. Se POSICIÓN Y MOVIMIENTO DEL PACIENTE
mantiene la rodilla en extensión mientras se flexiona la
cadera. En decúbito supino con las rodillas flexionadas sobre el
borde de la camilla. Se continúa flexionando la rodilla
46 Ejercicio terapéutico

del paciente hasta que sienta malestar en la cara ante- pulgar y los dedos empujan hacia arriba con el antebra-
rior del muslo, lo que significa que se ha alcanzado la zo.
amplitud completa disponible. NOTA: Si la rodilla está flexionada, puede obtenerse la
amplitud completa de la articulación tibioastragalina. Si
POSICIÓN Y MOVIMIENTO ALTERNATIVOS
la rodilla está extendida, puede conseguirse el estira-
miento del músculo gastrocnemio (biarticular), si bien
En decúbito prono; se flexiona la rodilla del paciente el gastrocnemio limitará la amplitud completa en dorsi-
hasta que sienta malestar en la cara anterior del muslo flexión. La dorsiflexión debe realizarse en ambas posi-
(ver fig. 5.18). Si el paciente tiene mucha flexibilidad, la ciones de la rodilla para dar amplitud a la articulación y
cadera tal vez tenga que extenderse después de que la al músculo.
rodilla esté completamente flexionada (parecido a las
figs. 2.16 y 5.9, excepto porque la rodilla está completa-
mente flexionada antes de extender la cadera).

4. Cadera: abducción y aducción (fig. 2.18)


COLOCACIÓN Y MOVIMIENTO DE LAS MANOS

Se sostiene la pierna del paciente con la mano superior


debajo de la rodilla y la mano inferior debajo del tobillo.
Para conseguir la amplitud completa en aducción, la
pierna contraria necesita estar en una posición de ab-
ducción parcial. Se mantienen la cadera y rodilla del pa-
ciente en extensión y neutras respecto a la rotación
Figura 2.18. Abducción de la cadera, manteniéndola en extensión y neutra
cuando se realiza la abducción y aducción.
a la rotación.

5. Cadera: rotación interna (medial) y externa


(lateral)
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTOS DE LAS MANOS CON LA CADERA Y LA
RODILLA EXTENDIDAS

Se sujeta con la mano superior la pierna del paciente


proximal a la rodilla, y proximal al tobillo con la mano
inferior. Se hace rodar el muslo hacia dentro y afuera.

COLOCACIÓN Y MOVIMIENTOS DE LAS MANOS CON LA CADERA Y LA


RODILLA EXTENDIDAS (fig. 2.19)
Se flexionan 90 grados la cadera y la rodilla del paciente;
Figura 2.19. Rotación de la cadera en 90 grados de flexión.
se sostiene la rodilla con la mano superior. Se aguanta el
muslo con el brazo inferior, y también la porción proxi-
mal de la pantorrilla con la mano inferior. Se gira el fé-
mur moviendo la pierna como un péndulo. Esta coloca-
ción de las manos proporciona cierto apoyo a la rodilla,
aunque debe hacerse con precaución si la rodilla pre-
senta inestabilidad.

6. Tobillo: dorsiflexión (fig. 2.20)


COLOCACIÓN Y MOVIMIENTOS DE LAS MANOS

Con la mano superior se estabiliza la pierna en torno a


los maléolos. Se coge el talón del paciente con la mano
inferior y se coloca el antebrazo a lo largo de la planta
del pie. Se mueve el calcáneo en dirección distal con el Figura 2.20. Dorsiflexión del tobillo.
Conceptos y técnicas generales 47

7. Tobillo: flexión plantar 8. Articulación subastragalina: inversión y eversión


COLOCACIÓN Y MOVIMIENTOS DE LAS MANOS
(fig. 2.21 A y B)
Se coloca la mano superior en el dorso del pie y se em- COLOCACIÓN Y MOVIMIENTOS DE LAS MANOS

puja para que adopte flexión plantar; la otra mano sos- Se coloca el pulgar medial y los dedos laterales a la arti-
tiene el talón. culación a ambos lados del talón; se gira el talón hacia
NOTA: En el caso de pacientes encamados, el tobillo dentro y afuera.
tiende a asumir una posición de flexión plantar por el NOTA: La supinación del antepié puede combinarse con
peso de las mantas y la tracción de la gravedad, por lo inversión, y la pronación puede combinarse con ever-
que tal vez no sea necesario practicar este movimiento. sión.

Figura 2.21. Posición final para (A) la inversión y (B) eversión de la articulación subastragalina.

9. Articulación transversa del tarso: supinación y


pronación (fig. 2.22)
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTOS DE LAS MANOS

Se estabilizan el astrágalo y el calcáneo del paciente con


la mano superior. Con la mano inferior se sujetan los
huesos navicular y cuboides. Se eleva y hace descender
suavemente el arco plantar.

10. Articulaciones de los dedos del pie: flexión y Figura 2.22. Posición final para la supinación de la articulación transversa
extensión, y abducción y aducción (articulaciones del tarso.
metatarsofalángicas e interfalángicas) (fig. 2.23)
COLOCACIÓN Y MOVIMIENTOS DE LAS MANOS

Con una mano se estabiliza el hueso proximal a la arti-


culación que se va a mover, y se mueve el hueso distal
con la otra mano. La técnica es la misma que para la mo-
vilización de los dedos de la mano.

MÉTODO ALTERNATIVO

Pueden moverse simultáneamente varias articulaciones


de los dedos del pie si se tiene cuidado de no oprimir
ninguna estructura.
Figura 2.23. Extensión de la articulación metatarsofalángica del dedo gordo.
48 Ejercicio terapéutico

C. Columna cervical
POSICIÓN DEL TERAPEUTA Y COLOCACIÓN DE LAS MANOS

De pie en el extremo de la camilla, el terapeuta sujeta


con firmeza la cabeza del paciente colocando ambas ma-
nos debajo de la región occipital (fig. 2.24).

1. Flexión (inclinación hacia delante)


MOVIMIENTO

Se eleva la cabeza como si el paciente estuviera asintien-


do.

2. Extensión (inclinación hacia atrás o


hiperextensión)
MOVIMIENTO

Se echa la cabeza hacia atrás. Figura 2.24. Colocación de las manos para movimientos cervicales; en el
dibujo se muestra el movimiento de flexión.
NOTA: Si el paciente está en decúbito supino, la cabeza
debe sobresalir del extremo de la camilla. El paciente
también puede estar en decúbito prono o sentado.

3. Flexión lateral (inclinación hacia los lados)


MOVIMIENTO

Se mantiene la columna cervical neutra a la flexión y ex-


tensión mientras el terapeuta la dirige inclinándola ha-
cia un lado y aproximando la oreja hacia el hombro.

4. Rotación (fig. 2.25)


MOVIMIENTO

Gira la cabeza hacia uno y otro lado.

Figura 2.25. Colocación de las manos y amplitud final de la rotación cervi-


D. Columna lumbar cal hacia la izquierda.

1. Flexión (fig. 2.26)


COLOCACIÓN Y MOVIMIENTOS DE LAS MANOS

Se dirigen las rodillas del paciente hacia el pecho levan-


tando las piernas por debajo de las rodillas (flexión de la
cadera y la rodilla). La flexión de la columna se produce
cuando se flexionan las caderas en toda su amplitud y la
pelvis comienza a rotar en sentido posterior. Puede ob-
tenerse mayor amplitud de flexión levantándolas por de-
bajo del sacro del paciente con la mano inferior.

2. Extensión
POSICIÓN DEL PACIENTE Figura 2.26. Se consigue la flexión lumbar flexionando la cadera del pacien-
En decúbito prono. te hasta que la pelvis rote en sentido posterior.
Conceptos y técnicas generales 49

COLOCACIÓN Y MOVIMIENTOS DE LAS MANOS

Con las manos debajo de los muslos, se levantan éstos


hasta que la pelvis rote en sentido anterior y se extienda
la columna lumbar.

3. Rotación (fig. 2.27)


POSICIÓN DEL PACIENTE

En decúbito supino con las rodillas flexionadas.

COLOCACIÓN Y MOVIMIENTOS DE LAS MANOS


Figura 2.27. La rotación de la columna lumbar se consigue cuando el tórax
Se empujan lateralmente las rodillas del paciente en
está estabilizado y la pelvis se levanta todo lo posible de la camilla.
una dirección hasta que la pelvis del lado contrario se
eleve de la camilla. Se estabiliza el tórax del paciente 3. Los patrones de los puntos 1 y 2 pueden practicarse
con la mano superior. Se repite el ejercicio en sentido con el codo flexionado o extendido, o el codo puede pa-
contrario. sar de una posición a otra mientras el hombro recorre
toda la amplitud del movimiento.

VII. Técnicas para la movilidad empleando B. Extremidad inferior


los patrones combinados de movimiento 1. El paciente permanece en decúbito supino. Se empie-
za con la cadera del paciente extendida, en abducción y
Puede practicarse una movilización eficaz y eficiente rotación interna. Al tiempo que se flexiona la cadera del
combinando varios movimientos articulares que se cru- paciente, se mueve simultáneamente en aducción y ro-
zan en varios planos. Los ejemplos siguientes constitu- tación externa. A continuación, la extremidad inferior
yen partes de patrones parecidos a los patrones de mo- vuelve a la posición inicial.
vimiento de la facilitación neuromuscular propioceptiva
2. Se empieza con la cadera extendida, en aducción y ro-
(FNP). Al emplear estos patrones de movilidad activa o
tación externa. A medida que se flexiona la cadera del
pasiva, los objetivos y el programa pueden pasar con fa-
paciente, se mueve simultáneamente en abducción y ro-
cilidad a las técnicas de facilitación. Remitimos al lector
tación interna. A continuación, la extremidad inferior
a la bibliografía24,25 si quiere una explicación y progresión
vuelve a la posición inicial.
de las técnicas de FNP. El terapeuta también puede de-
sarrollar otros patrones basándose en el resultado fun- 3. Los patrones de los puntos 1 y 2 pueden realizarse con
cional deseado. la rodilla flexionada o extendida, o bien puede pasar de
una posición a otra mientras la cadera recorre toda la
amplitud del movimiento.

A. Extremidad superior
1. El paciente permanece en decúbito supino o posición
sedente. Se empieza con el hombro del paciente exten- VIII. Técnicas para la movilidad empleando
dido, en abducción y rotación interna, y el antebrazo en
pronación. Mientras se flexiona el hombro del paciente,
autoasistencia y asistencia mecánica
simultáneamente se mueve en aducción y gira externa- (movilización autoasistida y movilización
mente, y se mueve el antebrazo en supinación. Luego se pasiva instrumental)
devuelve el brazo a la posición inicial.
2. Se empieza igual que en el punto 1, excepto porque el
hombro se desplaza en aducción y no en abducción.
A. Autoasistencia
Mientras se flexiona el hombro del paciente, se mueve Cuando existen debilidad o parálisis unilateral, puede
simultáneamente en abducción y rotación externa, y el enseñarse al paciente a usar la extremidad sana para
antebrazo se mueve en supinación. A continuación el mover la extremidad afecta en la amplitud del movi-
brazo vuelve a la posición inicial. miento.23
50 Ejercicio terapéutico

1. Brazo y antebrazo
Se enseña al paciente a cruzar sobre el cuerpo la extre-
midad normal y asir la extremidad afecta por la muñeca,
sosteniendo la mano y la muñeca.

a. Flexión y extensión del hombro


El paciente levanta la extremidad afecta por encima de
la cabeza y la devuelve de nuevo junto al costado (fig.
2.28a).

b. Abducción y aducción horizontales del hombro


Se empieza con el brazo en 90 grados de abducción; el
paciente cruza la extremidad sobre el pecho y la devuel-
ve junto al costado (fig. 2.28b).

c. Rotación del hombro


Se comienza con el brazo en 90 grados de abducción y el Figura 2.28. El paciente realiza la movilización autoasistida para (a) la fle-
codo flexionado 90 grados; el paciente gira el antebrazo xión y extensión del hombro, o (b) la abducción y aducción horizontales.
(fig. 2.29).

d. Flexión y extensión del codo


El paciente flexiona el codo hasta que la mano está cer-
ca del hombro y luego baja la mano hacia el lado de la
pierna.

e. Pronación y supinación del antebrazo


Empezando con el antebrazo cruzado y apoyado sobre el
cuerpo, el paciente gira el radio en torno al cúbito. Debe
recalcarse al paciente que no tuerza la mano en la articu-
lación de la muñeca.

Figura 2.29. Posición de los brazos del paciente para la movilización auto-
2. Muñeca y mano
asistida durante la rotación interna y externa del hombro.
El pulgar de la extremidad normal del paciente se mueve
hacia la mano afecta y los dedos sanos se extienden a lo
largo del dorso de la mano.

a. Flexión y extensión de la muñeca, y desviación radial y


cubital
El paciente mueve la muñeca en todas direcciones sin
aplicar presión sobre los dedos (fig. 2.30).

b. Flexión y extensión de los dedos de la mano


El paciente utiliza el pulgar de la extremidad sana para
extender los dedos de la mano afecta y ahueca los dedos
sanos sobre el dorso de los dedos afectos para flexionar-
los (fig. 2.31).
Figura 2.30. El paciente realiza varios movimientos de muñeca autoasisti-
dos.
Conceptos y técnicas generales 51

Figura 2.31. El paciente realiza la flexión y extensión autoasistidas de los Figura 2.32. El paciente realiza la extensión autoasistida del pulgar.
dedos de la mano.

c. Flexión del pulgar con oposición y extensión con


reposición
El paciente ahueca los dedos de la extremidad sana so-
bre el borde radial de la eminencia tenar del pulgar afec-
to y coloca el pulgar sano sobre la superficie palmar del
pulgar afecto para extenderlo (fig. 2.32). Para flexionar y
oponer el pulgar, el paciente ahueca la mano sana sobre
la superficie dorsal de la mano afecta y empuja el primer
metacarpiano hacia el dedo meñique.

3. Cadera y rodilla
El paciente se halla en decúbito supino y se le enseña a Figura 2.33. Posición del pie del paciente para iniciar la movilización auto-
asistida de la cadera.
deslizar el pie sano debajo de la rodilla de la extremidad
afecta (fig. 2.33).

a. Flexión de cadera y rodilla


Se enseña al paciente a iniciar el movimiento elevando
la rodilla afecta con el pie sano. A continuación, el pa-
ciente puede sujetar la rodilla con la mano sana y acer-
carla hacia el pecho.

b. Abducción y aducción de la cadera


Se enseña al paciente a deslizar el pie sano rodilla abajo
hasta el tobillo de la extremidad afecta para mover la
pierna de un lado a otro.

4. Tobillo y dedos del pie


El paciente se sienta con la extremidad afecta cruzada
sobre la sana de modo que la porción distal de la pierna
descanse sobre la rodilla sana. Con la mano sana se
mueve el tobillo afecto para que adopte posiciones de
dorsiflexión y flexión plantar, inversión y eversión, y fle- Figura 2.34. Posición del paciente y colocación de las manos para los movi-
xión y extensión de los dedos del pie (fig. 2.34). mientos autoasistidos del tobillo.
52 Ejercicio terapéutico

B. Ejercicios con bastón


Cuando el paciente tiene control sobre los músculos vo-
luntarios de una extremidad superior afecta, pero requie-
re dirección o coordinación para completar la amplitud
del movimiento del hombro o el codo, se utiliza un bastón
(una vara, barra en T o un objeto parecido) como ayuda.

POSICIÓN DEL PACIENTE

La elección de la postura se basa en el nivel funcional


del paciente. La mayoría de las técnicas se realizan en
decúbito supino si se necesita protección máxima. Ha-
cerlo sentados o de pie requiere más control.

PROCEDIMIENTO

Inicialmente, se guía al paciente enseñándole el movi-


miento correcto de cada actividad para asegurarse que Figura 2.35. El paciente utiliza un bastón para la flexión autoasistida del
no emplea movimientos sustitutivos. El paciente sujeta hombro.
el bastón con las dos manos; la extremidad sana guía a
la extremidad afecta. El paciente puede estar sentado,
de pie o en decúbito supino.

1. Flexión del hombro y vuelta a la normalidad


(fig. 2.35)
Se sujeta el bastón con las manos y los brazos extendi-
dos. Se eleva el bastón hacia delante y hacia arriba en
toda la amplitud disponible, con los codos extendidos
todo lo posible. El movimiento escapulohumeral debe
ser armonioso; no debe haber elevación escapular ni
movimiento del tronco.

2. Abducción y aducción horizontal de los hombros


Se levanta el bastón 90 grados de flexión (al igual que en la
fig. 2.35). Se mantienen los codos extendidos, el paciente Figura 2.36. El paciente utiliza un bastón para la rotación autoasistida del
mueve el bastón adelante y atrás sobre el pecho en toda la hombro.
amplitud disponible. No debe haber rotación del tronco.

3. Rotación interna y externa de los hombros


(fig. 2.36) consigue moviendo el bastón de un lado a otro sobre el
Los hombros del paciente se mueven 90 grados en ab- tronco mientras se mantienen los codos a los lados. La
ducción y los codos se flexionan 90 grados. Para la rota- rotación debe producirse en el húmero; no debe haber
ción externa, el bastón se dirige hacia la cabeza del pa- flexión ni extensión de los codos.
ciente; para la rotación interna, el bastón se mueve hacia
la línea de la cintura.
4. Flexión y extensión de los codos
Los antebrazos del paciente pueden estar en pronación
POSICIÓN ALTERNATIVA (ver fig. 8.8) o supinación; las manos sujetan el bastón, con los bra-
Los brazos del paciente penden a los lados y se flexio- zos extendidos. Se enseña al paciente a flexionar y ex-
nan los codos 90 grados. La rotación de los brazos se tender los codos.
Conceptos y técnicas generales 53

5. Hiperextensión de los hombros


El paciente puede estar sentado o en decúbito prono. El
paciente coloca el bastón detrás de las nalgas, lo sujeta
con las manos y extiende los brazos, y luego lo levanta
hacia atrás alejándolo del tronco. El paciente debe evitar
mover el tronco.

6. Variaciones y combinaciones de movimientos


Por ejemplo, el paciente empieza con el bastón detrás
de las nalgas (como en el punto 5) y luego lo sube por
detrás de la espalda para mover las escápulas hacia fue-
ra, y conseguir la rotación interna de los hombros y la
flexión de los codos.

C. Escalera de dedos
La escalera de dedos es un aparato que puede aportar al
paciente un refuerzo objetivo y, por tanto, motivación Figura 2.37. Abducción del hombro empleando una escalera de dedos.
para conseguir la amplitud del movimiento del hombro.
Precaución: Hay que enseñar al paciente los movimien-
tos correctos para que no los sustituya inclinando late- mente la anchura de los hombros del paciente. Se pasa
ralmente el tronco, poniéndose de puntillas o encogién- una cuerda por encima de ambas poleas y se rematan
dose de hombros. los extremos de la cuerda con dos asas. El paciente pue-
de estar sentado, de pie o en decúbito supino, con los
hombros alineados bajo las poleas.
1. Flexión de hombros
El paciente permanece de pie mirando la escalera de de- 1. Flexión (fig. 2.38 A) y abducción (fig. 2.38 B) del
dos a un brazo de distancia, y coloca el dedo índice o el hombro
corazón en un peldaño de la escalera. El brazo se flexio-
na subiendo la escalera con los dedos. El paciente se Se enseña al paciente a sujetar un agarradero con cada
acerca a ésta a medida que vaya elevando el brazo. mano y, con la mano sana, a tirar de la cuerda y levantar
la extremidad afecta bien hacia delante (flexión) bien
hacia el costado (abducción). El codo debe mantenerse
2. Abducción de hombros (fig. 2.37) en extensión si es posible. El paciente no debe encoger-
se de hombros (elevación escapular) ni inclinar el tron-
El paciente permanece de pie y al costado de la escale-
co. Se guiará y enseñará al paciente para que el movi-
ra, con el hombro afecto mirando la escalera y a un
miento sea suave y armonioso.
brazo de distancia. El paciente necesita girar externa-
mente el hombro mientras mueve el brazo en abduc- Precaución: Es fácil realizar incorrectamente las activida-
ción. des con ayuda de poleas para los hombros, y ello provoca
la compresión del húmero contra el acromion. La com-
presión continuada producirá dolor y deterioro funcio-
nal. La selección correcta del paciente y una buena for-
D. Poleoterapia mación evitan este problema. Si el paciente no aprende a
Si se enseña correctamente, la poleoterapia puede utili- usar la polea con técnicas correctas, no se realizarán es-
zarse con eficacia para que la extremidad afecta se mue- tos ejercicios. Si aumenta el dolor o se reduce la movili-
va en toda la amplitud del movimiento. dad, se interrumpirá esta actividad (ver capítulo 8).

UBICACIÓN DE LAS POLEAS 2. Rotación interna y externa del hombro (fig. 2.39)
Se sujetan dos poleas de una barra elevada por encima El paciente se sitúa con el brazo en 90 grados de abduc-
del paciente o sitas en el techo separadas aproximada- ción y el codo flexionado 90 grados. El brazo se apoya en
54 Ejercicio terapéutico

E. Tabla deslizante
Estos aparatos suelen emplearse después de interven-
ciones quirúrgicas en la cadera para favorecer la movili-
dad (véase el capítulo 11). Con instrucciones correctas
son útiles, aunque el decir al paciente que sólo mueva la
pierna suele dar lugar a un movimiento erróneo o a la
falta de interés.

PROCEDIMIENTO

Se coloca la tabla debajo de la extremidad afectada. En


el caso de que se tuviera, se ceñirá un patín al pie. Si no
se cuenta con él, se pondrá talco o una toalla debajo de
la extremidad para reducir la fricción de la pierna que se
desplaza por la tabla.

1. Abducción y aducción de la cadera


POSICIÓN DEL PACIENTE
Figura 2.38. (A) Flexión y (B) abducción del hombro empleando poleas altas
para ayudar al movimiento. El paciente se halla en decúbito supino. El pie debe
apuntar hacia arriba para que la cadera esté en posición
neutra a la rotación. La pierna no debe rodar hacia fuera
mientras el paciente la mueve de un lado a otro.

2. Flexión y extensión de la cadera


POSICIÓN DEL PACIENTE

El paciente se halla en decúbito supino. Desliza el pie


arriba y abajo por la tabla, dejando que la rodilla tam-
bién se flexione y extienda. La cadera no debe girar ni
moverse en abducción o aducción.

POSICIÓN ALTERNATIVA

El paciente yace en decúbito lateral, con la cadera afecta


en el lado superior. La tabla se sitúa entre las piernas y
se apoya en almohadas si es necesario. La tabla desli-
zante también puede colocarse sobre una plataforma
elevada.
Figura 2.39. Posición para la rotación del hombro con poleas altas que ayu-
dan a realizar el movimiento. Precaución: Si se recurre al decúbito lateral después de
cirugía de cadera, la cadera afecta no debe moverse en
aducción.
el respaldo de la silla si el paciente está sentado, o en la
camilla si está en decúbito supino. A continuación, el
paciente eleva el antebrazo con la polea, generando ro-
tación del brazo. F. Suspensión
Esta técnica se emplea para liberar una parte del cuerpo
de la resistencia de la gravedad mientras se mueve. Esa
3. Flexión del codo
parte se suspende de un cabestrillo atado a una cuerda
Con el brazo estabilizado a lo largo del costado del tron- que permanece fija en un punto apropiado por encima
co, el paciente eleva el antebrazo y flexiona el codo. del segmento corporal.8,9
Conceptos y técnicas generales 55

1. Dos tipos de suspensión


a. Suspensión vertical
El punto de fijación (anclaje) de la cuerda se halla por
encima del centro de gravedad del segmento móvil. Ese
segmento puede moverse como un péndulo describien-
do un arco (fig. 2.40). Por lo general, la amplitud del mo-
vimiento es pequeña, por lo que este tipo de suspensión
se usa sobre todo como sostén.
b. Suspensión axial
El punto de fijación de todas las cuerdas que sostienen
el segmento se halla en el eje de la articulación que se va
a mover (fig. 2.41). El segmento se moverá sobre un pla-
no horizontal, paralelo al suelo. Este tipo de fijación per-
mite el máximo movimiento de la articulación.

2. Beneficios de la suspensión para los ejercicios de


la movilidad9
a. Se requiere participación activa; por tanto, el paciente
aprende a utilizar los músculos adecuados para generar
el movimiento deseado.
b. Se favorece la relajación gracias a un sostén seguro y
un movimiento rítmico y armónico.
c. Se requiere poco trabajo de los músculos estabiliza-
dores, porque el segmento móvil está en suspensión.
Figura 2.40. Suspensión vertical: (A) El movimiento de un péndulo y la inser-
d. Pueden introducirse modificaciones en el sistema pa- ción de la cuerda sobre el centro de gravedad de la extremidad hacen que
ra aumentar el grado de resistencia del ejercicio.8-12 (B) el pie se mueva como un péndulo. (Dibujo de Hollis, 8 pág. 71, reprodu-
cido con autorización).

Figura 2.41. Suspensión axial: (A) Con un lápiz que atraviesa un círculo de papel se muestra que el papel se mueve en paralelo al suelo cuando se hace pivo-
tar el lápiz. (B) La inserción de todas las cuerdas por encima de la articulación hace que la extremidad se mueva en paralelo al suelo. (Dibujo de Hollis, 8 pág.
71, reproducido con autorización).
56 Ejercicio terapéutico

Figura 2.42. Abducción y aducción


del hombro con suspensión axial
(____. ____. línea axial) (A) en decú-
bito supino y (B) en decúbito prono.
Esta posición se emplea para la
abducción y aducción de la escápula.
(Dibujo de Hollis,8 pág. 76, reproduci-
do con autorización).

e. Después de instruir al paciente, con frecuencia éste rapeuta. Siempre que se use equipamiento, las preocu-
puede ejercitarse sin necesidad de que esté el terapeuta. paciones primarias deben ser:

3. Ejemplos de movilidad activa empleando 1. Objetivos


suspensión del tipo axial ¿Cumple el movimiento los objetivos?
Remitimos al lector a los números 8 a 12 de la bibliogra-
fía donde aparecen descripciones exhaustivas de las ins-
talaciones para la poleoterapia. 2. Mecánica correcta del segmento en movimiento
a. Abducción y aducción del hombro con suspensión ¿Se proporciona suficiente estabilización y una instruc-
axial (fig. 2.42). ción adecuada para evitar movimientos sustitutivos?
b. Flexión y extensión de la cadera con suspensión axial
(fig. 2.43). 3. Comodidad y seguridad del paciente
¿Se han eliminado todos los peligros posibles de un equi-
pamiento defectuoso o de una instrucción incorrecta?
G. Unidad de ejercicio recíproco
Este aparato puede instalarse para permitir cierto grado
de flexión y extensión de la rodilla y cadera de una extre-
midad inferior afecta empleando la fuerza de una extre-
midad inferior sana. El aparato es móvil en el sentido de
que puede instalarse en la cama del paciente, en la silla
de ruedas o en una silla normal. Puede ajustarse la cir-
cunferencia de movimiento así como el recorrido de las
extremidades inferiores. Una unidad de ejercicio recí-
proco presenta beneficios adicionales para el ejercicio
porque se emplea en la adquisición de patrones recípro-
cos, en el entrenamiento de resistencia física y para ini-
ciar un programa de fortalecimiento (ver capítulo 3, fig.
3.28).

H. Aplicaciones
La variedad de aplicaciones de los aparatos mecánicos Figura 2.43. Flexión y extensión de la articulación coxofemoral con suspen-
para las movilizaciones asistidas es interminable, estan- sión axial (____. ____. línea axial). (Dibujo de Hollis,8 pág. 75, reproducido
do sólo limitada por la imaginación y los recursos del te- con autorización).
Conceptos y técnicas generales 57

IX. Movimiento pasivo continuado 1. El aparato puede aplicarse a la extremidad afecta in-
mediatamente después de la operación mientras el
(movilización pasiva instrumental) paciente está todavía bajo los efectos de la anestesia
o, al menos, en un plazo de 3 días después de la opera-
El movimiento pasivo continuado (MPC), en contraste ción si los vendajes impiden una movilización tempra-
con el movimiento pasivo intermitente, es un movimien- na.
to ininterrumpido que se prolonga durante períodos lar-
2. Se determina la amplitud y posición del arco de movi-
gos de tiempo.5 Suele aplicarse con un aparato mecáni-
miento para la articulación. Un arco reducido de 20 a 30
co que mueve continuamente la articulación deseada
grados tal vez sea el apropiado justo después de la ope-
dentro de una amplitud del movimiento controlada sin
ración. Los grados se reajustan a diario o en un intervalo
esfuerzo del paciente hasta 24 horas diarias durante 7 o
apropiado para avanzar con la amplitud a medida que el
más días sucesivos. El movimiento es pasivo para que el
paciente lo tolere.
cansancio muscular no interfiera el movimiento. Se utili-
za una máquina porque una persona no podría aplicar el 3. Se determina el ritmo de movimiento; por lo general
movimiento controlado continuamente durante perío- un ciclo por minuto o cada 2 minutos se tolera bien.
dos extensos de tiempo. La técnica del tratamiento se 4. El tiempo de trabajo con la máquina de MPC varía se-
basa en la investigación y los protocolos desarrollados gún los distintos protocolos; desde 24 horas seguidas
por Robert Salter.21 hasta 1 hora tres veces al día.6,14,21 Cuanto más tiempo se
aplique al día, más corto será el período de hospitaliza-
ción, menor será el número de complicaciones postope-
A. Beneficios del MPC 5,17-22 ratorias y mayor será la amplitud del movimiento en el
momento del alta,6 aunque no se hayan encontrado dife-
1. El MPC es eficaz porque reduce los efectos negativos rencias significativas en un estudio que comparó 5 horas
de la inmovilización articular en afecciones como artri- diarias de MPC con 20 horas diarias.1
tis, contracturas y fracturas intraarticulares; porque de-
5. Los tratamientos de fisioterapia suelen iniciarse du-
crece la frecuencia de complicaciones postoperatorias, y
rante períodos en los que no se trata al paciente con
porque mejora la tasa de recuperación y la amplitud del
MPC e incluyen ejercicios activos asistidos o con cabes-
movimiento después de muy variados procedimientos
trillo.
quirúrgicos.
6. La duración mínima suele ser 1 semana o cuando se
2. Se ha demostrado que el MPC:
consiga una amplitud del movimiento satisfactoria. Se
a. Previene el desarrollo de adherencias y reduce la for- prosigue con un programa de ejercicio terapéutico con-
mación de contracturas. sistente en ejercicios activos hasta que el paciente logre
b. Reduce el dolor postoperatorio. unos objetivos funcionales apropiados.
c. Mejora el estado nutricional de la extremidad al po-
tenciar la circulación gracias a la acción continua de
bombeo. C. Equipamiento (fig. 2.44)
d. Aumenta la lubricación sinovial en la articulación. Varias empresas fabrican en la actualidad máquinas de
e. Reduce el derrame en la articulación y el edema de la MPC. Están pensadas para ser ajustables, controladas
herida, con lo cual mejora la curación de la herida. con facilidad, versátiles y portátiles. Algunas funcionan
con baterías para que el paciente lleve el aparato consi-
f. Aumenta el ritmo de curación y regeneración del cartí-
go hasta 8 horas mientras realiza las actividades diarias.
lago intraarticular.
Las baterías se recargan mientras la persona duerme. Se
g. Permite una recuperación más rápida de la amplitud han creado máquinas para casi todas las articulaciones
del movimiento. periféricas del cuerpo.

B. Procedimiento1,6,14,21
NOTA: Se ha creado variedad de protocolos basándose
X. Amplitud del movimiento mediante
en la experiencia individual de los cirujanos. La respues- patrones funcionales
ta del paciente, el procedimiento quirúrgico o la enfer-
medad tal vez requieran modificar la amplitud, el tiempo Para conseguir el movimiento mediante patrones fun-
y la duración de la aplicación del MPC. cionales, primero se determina qué patrón de movi-
58 Ejercicio terapéutico

Figura 2.44. Aparato CM-100 Continuous


Motion Device. (Por cortesía de Empi Inc.,
St. Paul, MN.)

miento se desea, luego se mueve la extremidad siguien- XI. Resumen


do ese patrón mediante asistencia manual, asistencia
mecánica si fuera apropiada, o autoasistencia del pa-
Se han descrito los beneficios, limitaciones, indicacio-
ciente. El patrón funcional puede ser beneficioso al ini-
nes, contraindicaciones y técnicas para ejercicios activos
ciar el aprendizaje de las actividades de la vida diaria, así
y pasivos de la amplitud del movimiento. Las técnicas
como al enseñar actividades funcionales a pacientes con
consisten en movilización manual empleando planos
deficiencias visuales.
anatómicos y patrones combinados, movilización autoa-
sistida y movilización mecánica asistida.

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