integrado por magistrados en tres salas, y se integraran, cada una, por un
magistrado designado por el gobierno federal, un magistrado representante de los trabajadores, designado por la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, y un magistrado “tercer arbitro”. El Tribunal es competente para conocer de: -conflictos colectivos que surjan en el Estado y los sindicatos y de los conflictos sindicales e antisindicales. la ley en cita también prevé la posibilidad de que se establezcan salas auxiliares en las capitales de los estados, con la misma integración de las salas y con competencia para conocer de los conflictos individuales, pero hasta los alegatos de las partes, sin poder emitir el laudo. Tribunales administrativos. Al analizar el derecho procesal administrativo nos referimos brevemente al Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa y al Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal, e indicamos que en algunos estados también se han creado tribunales fiscales o administrativos de carácter local. Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa dotado de plena autonomia para dictar sus fallos. esto significa que es un tribunal administrativo de justicia delegada. Se integra por una Sala Superior y por las salas regionales. La Sala Superior se compone de 11 magistrados y funciona en Pleno, integrado por los 11 magistrados, aunque basta la presencia de siete para satisfacer el quorum; y en dos Secciones, compuestas cada una por cinco magistrados con un quorum de cuatro magistrados. El Pleno tiene funciones administrativas, resolución de conflictos de competencias entre las salas regionales y conoce de juicios de nulidad que decida atraer a su conocimiento por estimar “que sea necesario establecer, por primera vez, la interpretación directa de una ley o fijar el alcance de los elementos constitutivos de una contribución, hasta fijar jurisprudencia” El Pleno puede atraer a su conocimiento los juicios de la competencia de las Secciones, cuando estas lo soliciten y el Pleno lo considere conveniente Las Secciones de la Sala Superior conocen de los siguientes Juicios de nulidad fiscal: a) los que se promuevan en contra de las resoluciones dictadas en materia de comercio exterior previstas en el art. 94 de la Ley de Comercio Exterior, a excepción de los actos de aplicación de las cuotas compensatorias; b) los que se inicien en contra de resoluciones fiscales que se hayan fundado o dejado de fundar en tratados o acuerdos internacionales para evitar la doble tributación o en materia comercial, suscritos por México c) los que la Seccion determine atraer a su conocimiento porque “el valor del negocio exceda de tres mil quinientas veces el salario mínimo general diario del área geográfica correspondiente al Distrito Federal, vigente en el momento de la emisión de la resolución combatida" Las salas regionales del Tribunal se integran, cada una, por tres magistrados. Para la distribución de la competencia de estas salas, el territorio nacional se divide en las regiones que determine la Sala Superior, en cada una de las cuales habrá el número de salas regionales que señale la propia Sala Superior. Los acuerdos que dicte esta sobre esta materia deberán publicarse en el DOF. A través de las salas regionales se ejercen normalmente las funciones jurisdiccionales del Tribunal, salvo los juicios que sean de la competencia de la Sala Superior. Ya hemos indicado que conforme a su Ley Orgánica, este tribunal ya tenía competencia para conocer no solo de asuntos estrictamente fiscales o tributarios, sino también de algunos asuntos administrativos en sentido amplio De este modo, las salas regionales son competentes para conocer de los juicios que se promuevan en contra de los siguientes tipos de resoluciones definitivas: 1. Las propiamente fiscales (relativas a la determinación de la existencia de una obligación fiscal o su liquidación: la negativa de devolución de ingresos previstos en el cff, indebidamente percibidos por el Estado: la imposición de multas administrativas, y las que causen cualquier otro agravio en materia fiscal). 2. Las que afecten prestaciones de seguridad social que las leyes concedan en favor de los miembros del Ejército, de la Fuerza Aérea y de la Armada, así como de los servidores públicos federales, o de sus familiares o derechohabientes, y a cargo del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas o del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, respectivamente, o del erario federal. 3. Las que se dicten sobre interpretación y cumplimiento de contratos de obras públicas celebrados por las dependencias de la administración pública federal centralizada. 4. Las que constituyan creditos por responsabilidades contra servidores públicos federales, así como contra particulares involucrados en dichas responsabilidades Las salas regionales también conocen de los juicios que promuevan las autoridades federales para demandar la anulación de resoluciones administrativas favorables a particulares El decreto publicado en el DOF del 31 de diciembre de 2000 , que reformo a la LOTFJFA, otorgo a las salas regionales competencia para conocer de los juicios que Sujetos del proceso se promuevan en contra de las resoluciones definitivas “dictadas por las autoridades administrativas que pongan fin a un procedimiento administrativo, a una instancia o resuelvan un expediente, en los términos de la Ley Federal de Procedimiento Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal De acuerdo con lo que dispone el art. 10 de la LTCADF, este Tribunal es “un tribunal administrativo con la organización y competencia que esta Ley establece, dotado de plena autonomía para dictar sus fallos e independiente de las autoridades administrativas”. Es también un tribunal de justicia delegada. El Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal se compone de una Sala Superior, integrada por cinco magistrados, y por tres salas ordinarias, de tres magistrados cada una. Cuando a juicio de la Sala Superior el servicio lo requiera, se podrán formar salas auxiliares, integradas también por tres magistrados. La Sala Superior elige cada dos años, de entre sus miembros, al presidente del Tribunal, quien también lo será de la Sala Superior (arts. 5o. y 6o. de la LTCADF). Las funciones del presidente del Tribunal son muy similares a las del presidente de la Suprema Corte .La Sala Superior es competente, entre otras cosas, para fijar la jurisprudencia del Tribunal y resolver los recursos que se interpongan en contra de las resoluciones de las salas del Tribunal. Las salas del Tribunal son los juzgadores de primera instancia, y son competentes para conocer, entre otros asuntos, de: 1. Los juicios promovidos en contra de los actos administrativos que las autoridades de la administración pública del Distrito Federal dicten, ordenen, ejecuten o traten de ejecutar en agravio de personas físicas o morales. 2. Los juicios en contra de los actos administrativos de la administración publica paraestatal del Distrito Federal, cuando actúen con el carácter de autoridades. 3. Los juicios que se promuevan en contra de resoluciones definitivas en materia fiscal dictadas por la administración pública del Distrito Federal (en los mismos términos que los indicados para el Tribunal Fiscal de la Federación). 4. Los juicios interpuestos en contra de la falta de contestación de las mismas autoridades, dentro de un plazo de 30 días naturales, a las promociones presentadas ante ellas por los particulares, a menos que las leyes o los reglamentos fijen otros plazos o la naturaleza del asunto lo requiera. 5. Los juicios que se hagan valer en contra de lo que se llama resolución negativa ficta en materia fiscal, que es aquella que se presume cuando las autoridades fiscales del Distrito Federal no emitan resolución sobre la petición o solicitud del demandante, dentro del plazo de cuatro meses contados a partir de la presentación de la última promoción de este, a menos que las leyes fiscales fijen otros plazos. 6. Los juicios que se promuevan en contra de lo que se denomina resolución positiva ficta, es decir, aquella que alguna ley presuma afirmativa a una solicitud, cuando las autoridades de la administración pública del Distrito no den respuesta dentro del plazo que prevea dicha ley, así como los juicios que se inicien en contra de la negativa de las autoridades a certificar la configuración de dicha resolución positiva ficta. 7. Las quejas por incumplimiento de las sentencias que dicten. 8. Los juicios que promuevan las autoridades para demandar la anulación de resoluciones fiscales favorables a personas físicas o morales y que causen lesión a la Hacienda Pública del Distrito Federal (art. 23 de la LTCADF). Tribunales agrarios De acuerdo con lo que dispone la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios, estos son “los órganos federales dotados de plena jurisdicción y autonomía para dictar sus fallos, a los que corresponde la administración de justicia agraria en todo el territorio nacional". Los tribunales agrarios son: a) el Tribunal Superior Agrario, y b) los tribunales unitarios agrarios. Tribunal Superior Agrario El Tribunal Superior Agrario se integra por cinco magistrados, uno de los cuales lo preside. Es el tribunal fundamentalmente de segunda instancia, pues conoce de los recursos de revisión promovidos en contra de las sentencias dictadas por los tribunales unitarios agrarios (art. 9o. de la lota. El Tribunal Superior Agrario conoce de los juicios agrarios a través de los cuales se deben resolver los asuntos relativos a ampliación o dotación de tierras, bosques y aguas, así como a la creación de nuevos centros de población, que Se encontraban en trámite al 7 de enero de 1992 , fecha en que entro en vigor la reforma al art. 27 constitucional Tribunales unitarios agrarios Los tribunales unitarios agrarios están a cargo de un magistrado. Estos tribunales ejercen su jurisdicción dentro de los límites territoriales de los distritos determinados por el Tribunal Superior Agrario, y conocen de los juicios agrarios en primera instancia. Entre dichos juicios podemos mencionar los que versan sobre; a) controversias por límites de terrenos entre dos o más núcleos de población ejidal o comunal, y de estos con pequeños propietarios o sociedades o asociaciones; b) restitución de tierras, bosques y aguas a los núcleos de población ejidal o comunal; c) el reconocimiento del régimen comunal, y d) la nulidad de resoluciones dictadas por las autoridades agrarias que alteren, modifiquen o extingan un derecho o determinen la existencia de una obligación (art. 18 de la lota). Tribunales militares Los órganos encargados de ejercer la jurisdicción en el orden penal militar son los siguientes: a) el Supremo Tribunal Militar b) los consejos de guerra ordinarios c) los consejos de guerra extraordinarios d) los juzgados militares Supremo Tribunal Militar El Supremo Tribunal Militar se compone de un presidente (general de brigada, militar de guerra) y de cuatro magistrados (generales de brigada o auxiliares). Además del grado militar, los magistrados deben tener el título de licenciado en derecho. Este es un tribunal de segunda instancia, por lo que conoce de los recursos de apelación (y reposición) que procedan en contra de las resoluciones dictadas por los consejos de guerra ordinarios y los juzgados militares. También conoce, entre otras cosas, de los conflictos de competencia entre los juzgados militares y de la calificación de las excusas Consejos de guerra ordinarios Estos consejos se integran con un presidente (general o coronel) y cuatro vocales (desde mayor hasta coronel). Para cada consejo hay tres miembros suplentes. Los consejos de guerra ordinarios, como su nombre lo indica, son los juzgadores de primera instancia ordinarios, pues “son competentes para conocer de todos los delitos en contra de la disciplina militar, cuyo conocimiento no corresponda a los jueces militares o a los consejos de guerra extraordinarios” . Conviene aclarar que los consejos de guerra ordinarios no conocen de todo el proceso, sino solo de la audiencia final en la que se pronuncia la sentencia. La pre instrucción y la instrucción de los procesos, incluidas las conclusiones de las partes, se desarrollan ante el juzgado militar que corresponda. Consejos de guerra extraordinarios Los consejos de guerra extraordinarios se componen de cinco militares que deberán ser, por lo menos, oficiales y, en todo caso, de categoría igual o superior a la del acusado. Estos consejos “son competentes para juzgar en campana, y dentro del territorio ocupado por las fuerzas que tuviere bajo su mando el comandante investido de la facultad de convocarlos, a los responsables de delitos (sic) que tengan señalada pena de muerte”. En los buques de la Armada, los consejos “son competentes para conocer, en tiempos de paz y solo cuando la unidad naval se halle fuera de aguas territoriales, de los delitos castigados con pena de muerte, cometidos por marinos a bordo; y en tiempos de guerra, de los mismos delitos, cometidos, también a bordo, por cualquier militar”. Para que los consejos de guerra extraordinarios puedan conocer los delitos mencionados se requiere, además, que concurran las circunstancias siguientes: a) que el acusado haya sido aprehendido en flagrante delito b) que, en opinión del jefe militar facultado para convocar al consejo, “la no inmediata represión del delito implique... un peligro grave para la existencia o conservación de una fuerza o para el éxito de sus operaciones militares, o afecte la seguridad de las fortalezas y plazas sitiadas o bloqueadas, perjudique su defensa o tienda a alterar en ellas el orden público”. Juzgados militares Los juzgados militares tienen como titular un juez, general brigadier de servicio o auxiliar. Los jueces militares también deben tener el título de licenciado en derecho Además de instruir los procesos de la competencia de los consejos de guerra ordinarios, los juzgados militares conocen y resuelven los procesos por delitos sancionados con pena de prisión cuyo término medio aritmético no exceda de un ano, o sancionados con suspensión o con destitución. Colaboradores del juzgador Con esta expresión designamos a todos aquellos funcionarios judiciales que deben intervenir en los actos procesales del juzgador o que deben realizarlos por instrucciones de este. Estos funcionarios judiciales prestan sus servicios normalmente bajo la dependencia jerárquica del juzgador. El colaborador más importante del juzgador es el secretario judicial. Podemos distinguir las siguientes clases de secretarios judiciales: 1. El secretario de acuerdos, quien es el principal colaborador del juzgador, tiene a su cargo, entre otras funciones, autorizar las actuaciones judiciales con su firma, bajo pena de nulidad; documentar los actos procesales y llevar el control de los expedientes; dar cuenta al juzgador de todos los escritos de las partes, con el respectivo proyecto de resolución o “acuerdo", así como ser el titular de la fe pública judicial. 2. El secretario proyectista, quien, como su nombre lo indica, se encarga de elaborar los proyectos de sentencias, para someterlos a la consideración del juez o del magistrado ponente, cuando se trate de un órgano jurisdiccional colegiado. En la Suprema Corte de Justicia estos funcionarios reciben el nombre de secretarios de estudio y cuenta. 3. El secretario actuario, a quien corresponde llevar a cabo los actos de comunicación y ejecución procesal que deban realizarse fuera del local donde tenga sus oficinas el juzgador. El nombre de este funcionario proviene del latín actuarais, con el que se designaba al oficial que redactaba las actas públicas y las decisiones o los decretos de los jueces.38 Estos funcionarios reciben también los nombres de ejecutores o diligéncianos. Además de los secretarios judiciales, algunas leyes prevén otro tipo de colaboradores del juzgador, como ocurre en el Distrito Federal con los conciliadores en los juzgados civiles y de lo familiar, quienes deben estar presentes en las audiencias previas, de conciliación y de excepciones procesales, y proponer a las partes. | 6.12. Oficinas judiciales auxiliares_________________ Además de los tribunales y los juzgados, las leyes suelen regular otras oficinas, dependientes del mismo Poder Judicial, a las que se encargan funciones auxiliares de la función jurisdiccional atribuida a los primeros. Para proporcionar un ejemplo de este tipo de oficinas, nos vamos a referir brevemente a las principales que prevé la LOTSJDF: 1. El Archivo Judicial, en el que se guardan los expedientes concluidos por el Tribunal Superior y los juzgados locales del Distrito Federal, así como aquellos en los que no se haya llevado a cabo ningún acto procesal durante seis meses, aunque el juicio o el procedimiento no haya terminado. 2. La Oficina de los Anales de Jurisprudencia y del Boletín Judicial. Anales de Jurisprudencia es una publicación bimestral en la que se dan “a conocer estudios jurídicos y los fallos más notables que sobre cualquier materia pronuncie el Tribunal Superior de Justicia". 3. El Instituto de Estudios Judiciales tiene a su cargo los programas y cursos para la preparación, especialización y actualización de los funcionarios judiciales. 4. La Dirección de Consignaciones Civiles, que tiene competencia para conocer de las diligencias preliminares de consignaciones. 5. La Dirección de Turno de Consignaciones Penales, que recibe diariamente las consignaciones que hace la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y las distribuye por turno entre los juzgados competentes. 6. La Oficialía de Partes Común, que recibe todas las demandas y escritos con los que se inicien procedimientos judiciales de la competencia de los juzgados civiles, de lo familiar, del arrendamiento inmobiliario y de paz en materia civil, y se los turna; y recibe también los escritos “de término" (en el último día del vencimiento del plazo) que se presenten después de las horas de labores de los juzgados pero antes de las 21 horas. Hay también una Oficialía de Partes Común para las Salas. 7. El Servicio Médico Forense (semefo), que proporciona y coordina los servicios de los peritos medico forenses (rendición de dictámenes, certificados de lesiones, necropsias, etc.). 6.13. Auxiliares de la administración de justicia; En términos generales, podemos afirmar que tanto los particulares como las autoridades tienen el deber de cooperar con la administración de justicia -e l conjunto de órganos que ejercen la función jurisdiccional, la función de impartir justicia-, para que aquella pueda cumplir con sus atribuciones legales. Sin embargo, determinados particulares y autoridades auxilian en forma más directa y permanente a la administración de justicia. Entre los particulares podemos destacar, en primer término, a aquellas personas que fungen como administradores o vigilantes de la administración en los juicios universales; los síndicos e interventores en los juicios de concurso civil, y los albaceas e interventores en los juicios sucesorios. También debemos señalar a los depositarios e interventores en los embargos de bienes o de empresas, respectivamente. Entre las autoridades podemos mencionar a las oficinas encargadas de llevar a cabo el registro o la inscripción de determinados actos jurídicos, como el Registro Civil, el Registro Público de !a Propiedad y del Comercio, etc. También son auxiliares de la administración de justicia los jefes y agentes de la policía, así como la Dirección General de Servicios Coordinados de Prevención y Readaptación Social, dependencia de la Secretaria de Gobernación que tiene a su cargo la ejecución de las penas privativas de libertad impuestas por los juzgadores federales y los del Distrito Federal. Cabe señalar que la Ley de Concursos Mercantiles creo el Instituto de Especialistas de Concursos Mercantiles, como órgano auxiliar del Consejo de la Judicatura Federal, encargado de controlar el registro de los visitadores, conciliadores y síndicos, designarlos en los juicios de concurso mercantil ante los jueces de distrito y reglamentar y supervisar sus servicios.