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Fernández
El Evangelio
de cada día
Comentario
y oración
SAN PABLO
VÍCTOR MANUEL FERNÁNDEZ
Comentario y oración
SAN PABLO
Distribuyen:
S A N PABLO
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PRESENTACIÓN
1
Puede utilizarse también la agenda 365 días con Cristo , Año del Señor o La Palabra
día a día de editorial San Pablo.
TIEMPO DE ADVIENTO
5
Domingo 1° de Adviento
AÑO A : MT 2 4 , 3 7 - 4 4
Oración:
6
Domingo 1° de Adviento
AÑO B: MC 1 3 , 3 3 - 3 7
Oración:
7
Domingo 1° de Adviento
AÑO C : LC 2 1 , 2 5 - 2 8 . 3 4 - 3 6
Oración:
"Señor, ayúdame a recordar que todo se acaba, que debo gozar
de las cosas sabiendo que no son eternas y que no son ellas el
centro de mi corazón, porque fui creado para ti, y mi corazón
sólo estará satisfecho cuando descanse en ti".
8
a
Semana 1 de Adviento
LUNES: MT 8, 5 - 1 1
Oración:
9
a
Semana 1 de Adviento
MARTES: LC 1 0 , 2 1 - 2 4
Oración:
10
a
Semana 1 de Adviento
MIÉRCOLES: MT 1 5 , 2 9 - 3 7
Oración:
11
a
Semana 1 de Adviento
JUEVES: MT 7 , 2 1 . 2 4 - 2 7
Oración:
12
a
Semana 1 de Adviento
VIERNES: MT 9 , 2 7 - 3 1
Oración:
"Señor, creo en tu poder y en tu amor, pero aumenta mi fe. Mi
confianza es débil, porque muchas veces pongo mi apoyo sólo en
los poderes naturales y humanos; pero me estás invitando a con-
fiar sobre todo en tu fuerza. Pongo mi vida en tus manos, te pre-
sento mis enfermedades físicas y los males de mi corazón, Médi-
co Divino".
13
a
Semana 1 de Adviento
SÁBADO: MT 9 , 3 5 - 1 0 , 1 . 6-8
Oración:
14
Domingo 2° de Adviento
AÑO A : MT 3, 1 - 1 2
Oración:
"Señor, dame el deseo de pasar por el desierto, y de encontrar
ese desierto en mi vida cotidiana, esos espacios de liberación
que purifican mi vida manchada, que dan lugar a tu presencia
luminosa, para que tú puedas invadir mi existencia".
15
Domingo 2° de Adviento
AÑO B: Mc 1 , 1-8
Oración:
16
Domingo 2° de Adviento
AÑO C : LC 3 , 1-6
Toda la introducción que hace Lucas nos quiere indicar que estamos
verdaderamente ante un hecho histórico; no se trata sólo de un símbolo
sino de algo que realmente sucedió en la historia (en líneas generales).
Jesús no fue un ser aislado de lo que sucedía en el mundo, sino que por
ser verdaderamente hombre a él también le afectaba lo que le sucedía a su
pueblo bajo el pesado dominio del imperio romano.
Pero este texto comienza presentando la figura de el Bautista en el de-
sierto, y esa misión aparece ante todo como una invitación al arrepentimien-
to, como un llamado a reconocer que la propia vida necesita un cambio.
El cambio que pide Juan no es puramente externo, no es sólo un cam-
bio de costumbres, sino una conversión del corazón que se expresa en el
arrepentimiento sincero. Porque es en la intimidad del corazón donde debe
prepararse el camino del Señor; sobre todo allí deben rellenarse los ba-
rrancos, enderezarse lo torcido y abajar los montes y las colinas.
El hombre debe reconocer entonces lo que está vacío, lo que está nece-
sitado, las carencias de su interior (barrancos); pero también lo que está de
más, los sentimientos de orgullo, la vanidad y el odio (montañas), y los
distintos comportamientos pecaminosos (caminos torcidos).
Así quedará abierto el paso para el Mesías, de manera que "todo mor-
tal verá la salvación de Dios".
Cada uno de nosotros necesita invocar la gracia de Dios para poder
despejar bien el camino a la acción de Dios, sabiendo que ni siquiera nues-
tra preparación interior es algo que podemos hacer con nuestras propias
fuerzas humanas. Es necesario el auxilio del Espíritu Santo.
Pero también es cierto lo que enseñaba San Agustín: "El Dios que te
creó sin ti no te salvará sin ti".
Oración:
17
a
Semana 2 de Adviento
LUNES: LC 5, 1 7 - 2 6
Oración:
18
a
Semana 2 de Adviento
MARTES: MT 1 8 , 1 2 - 1 4
Oración:
19
a
Semana 2 de Adviento
MIÉRCOLES: MT 1 1 , 2 8 - 3 0
Oración:
20
a
Semana 2 de Adviento
JUEVES: MT 1 1 , 1 1 - 1 5
21
a
Semana 2 de Adviento
VIERNES: MT 1 1 , 1 6 - 1 9
Aquí tenemos otro texto que nos muestra una característica importante
de la vida terrena de Jesús. Él no era un asceta sacrificado, un modelo
lejano de perfección, un profeta absorto en la presencia divina, como Juan
el Bautista.
Jesús era criticado más bien por ser un comilón y un borracho, y ami-
go de la gente despreciable. La figura de Jesús que nos muestra este texto
es la de un Dios que no sólo se hace hombre, sino que se mete completa-
mente en el mundo, que no tiene miedo de juntarse con cualquiera, que
camina por los callejones de los pecadores, que trata con las prostitutas
ante la mirada acusadora de los moralistas, que sale a comer y a beber con
los rechazados por la sociedad.
Es fascinante descubrir que el Hijo de Dios, que estaba por encima de
todo, decidiera con amor hacerse uno más de nosotros, uno del montón, un
hijo de nuestra tierra mezclado con cualquiera de nosotros.
Para él todos somos importantes, no hay ninguno excluido de su visita;
para él todos son dignos de que él se acerque a su casa y comparta su
intimidad.
Verdaderamente Jesús compartió y comparte nuestra vida pequeña en
todo, menos en el pecado. No era una suerte de puritano que quería apare-
cer en la sociedad como modelo de pura sobriedad, de áspera renuncia y
de perfección, sino un enamorado del ser humano, que quería vivir hasta
el fondo la existencia del hombre y acercarse como nadie al hermano caído.
Por eso no tiene sentido escapar de él cuando nos hemos sumergido en
la miseria, precisamente cuando él más nos está buscando.
Oración:
22
a
Semana 2 de Adviento
SÁBADO: MT 1 7 , 1 0 - 1 3
Oración:
23
Domingo 3° de Adviento
AÑO A : MT 1 1 , 2 - 1 1
Oración:
24
Domingo 3° de Adviento
AÑO B: JN 1 , 6 - 8 . 1 9 - 2 8
Una vez más nos encontramos con Juan el Bautista, que se nos presen-
ta como testigo de la luz. Él era como el centinela que espera la salida del
sol para anunciarlo a los demás (Jer 3 1 , 6 ) . Pero así se nos indica quién es
el importante, quién es la luz, quién es la verdadera esperanza del hombre.
Por más que tengamos que acudir muchas veces a instrumentos huma-
nos que Dios utiliza para ayudarnos, el sentido de nuestra vida no se en-
cuentra en ellos, sino en el trato personal con Cristo. Alcanzamos el senti-
do de nuestra existencia cuando aceptamos que de él viene nuestra salvación,
que él es el camino, que él es vida para nosotros.
Y ya que él es el único salvador, ninguna otra criatura es digna ni si-
quiera de reclinarse ante él, por más noble, santa y ejemplar que sea su
vida.
Por eso es conveniente revisar cada tanto nuestra vida y nuestro cora-
zón, para ver si no estamos endiosando personas o cosas, si no estamos
colocando en el lugar de Dios a una criatura limitada, que no puede ser el
sentido de nuestra vida ni nuestra salvación.
Sólo en Dios podemos apoyar nuestra existencia. Y afirmándonos en
él se hace posible vivir con gozo y paz el amor a los demás, porque pode-
mos amarlos con libertad, sin querer poseerlos, sin necesidad de perse-
guirlos constantemente o de aferramos enfermizamente a ellos.
Juan era un hombre santo y atractivo, pero era sólo el lucero que anun-
cia el nacimiento del día, la llegada del sol; y frente al sol desaparece. El
mismo, precisamente porque era santo, tenía el deseo de desaparecer para
que pudiera brillar Jesús. Él se alegraba de saber que su pequeña luz des-
aparecía ante la llegada del verdadero sol (Jn 3, 29-30).
Oración:
25
Domingo 3° de Adviento
AÑO C : LC 3 , 1 0 - 1 8
Oración:
26
a
Semana 3 de Adviento
LUNES: MT 2 1 , 2 3 - 2 7
Oración:
27
a
Semana 3 de Adviento
MARTES: MT 2 1 , 2 8 - 3 2
En este texto Jesús muestra de una manera breve y directa las dos acti-
tudes que puede haber ante la voluntad de Dios: la del que hace alarde de
su entrega, de su perfección y de su generosidad, pero que cuando llega el
momento no sabe reconocer ni cumplir lo que Dios concretamente le pide;
y la del que reconoce su incapacidad, su fragilidad y su imperfección, pero
que finalmente abre su corazón y se entrega.
Dios siempre prefiere al que dice no, pero después va, antes que al que
dice sí, pero luego no va.
Pero Jesús muestra también cómo se concretizaban en su época esas
dos actitudes, y se detiene a ejemplificarlo precisamente con los pecado-
res y prostitutas; porque ellos con sólo escuchar el anuncio de Juan el
Bautista se habían convertido, mientras las personas consagradas a Dios
que veían y escuchaban nada menos que al Mesías, eran incapaces de abrir
el corazón; se creían profundamente religiosos y servían a Dios, pero al
Dios que se adaptaba a sus ideas y tradiciones, un Dios creado por ellos a
la medida de sus propias estructuras y costumbres.
Muchas veces nos detenemos más a contemplar las estructuras y tradi-
ciones que la acción de Dios en la vida de las personas.
Por eso a veces nos conviene tratar de descubrir sinceramente cuáles
son las cosas que nos apasionan para ver si nuestras opciones son las de
Dios. A Jesús le apasiona sobre todo el corazón humano, mucho más que
todo lo que pueda rodear al hombre, mucho más que las apariencias mun-
danas y religiosas.
Oración:
28
a
Semana 3 de Adviento
MIÉRCOLES: LC 7, 1 9 - 2 3
"¿Eres tú el que tenía que venir?" Jesús se nos presenta aquí como el
que tenía que venir, el esperado, el que necesitábamos. Él mismo quiso
preparar a su pueblo para que su llegada fuera la, respuesta a una larga
espera.
Porque Dios no quiere responderle al hombre preguntas que el hombre
no se hace, y por eso trata primero de entrar en la vida del hombre desper-
tando en su corazón las preguntas más profundas, para poder así llegar a lo
hondo de su corazón con la respuesta.
Eso nos explica por qué existió el largo Antiguo Testamento, tiempo
de preparación para el pueblo que iba a recibir a Jesús, el Mesías.
Pero también en el corazón de los seres humanos de nuestra época hay
una esperanza oculta, un sueño, una necesidad a la que sólo Jesús puede
dar una respuesta. El futuro es una dimensión de nuestra vida a la que no
podemos renunciar, y en todo ser humano hay una secreta esperanza de un
futuro mejor y un cierto temor a lo que pueda pasar. Y también hoy el
Mesías, Jesús, es nuestra mayor esperanza.
Pero si bien en aquella época se esperaba que el Mesías se manifestara
con prodigios y curaciones, Jesús indica que esos no son más que signos
de otra misión más importante: "llevar a los pobres la buena noticia". Su
misión es ante todo acercar el anuncio de la salvación a los que se sienten
necesitados del Dios que puede salvarlos.
Oración:
29
a
Semana 3 de Adviento
JUEVES: LC 7, 2 4 - 3 0
Oración:
30
a
Semana 3 de Adviento
VIERNES: JN 5, 3 3 - 3 6
Oración:
31
Ferias de Adviento
DÍA 1 7 / 1 2 : MT 1 , 1 - 1 7
Algunas personas creen que es inútil leer estas genealogías, que no son
más que listas de nombres. Quizá nosotros mismos alguna vez hemos teni-
do esa impresión negativa, cuando nos hemos angustiado escuchando esa
monótona lista de generaciones y generaciones.
En este caso, se trata de la lista de los antepasados de Jesús. Pero en
realidad es la culminación de las genealogías que aparecen en el antiguo
libro del Génesis, donde se nos narra la creación de todo el universo y del
ser humano.
¿Qué puede enseñarnos esta genealogía?
Nos muestra que Jesús no es alguien aislado de toda la historia ante-
rior, sino que en él se cumplen las promesas de Dios, y que en Jesús logra
su fruto más perfecto la bendición de Dios a la humanidad.
En esta genealogía de Mateo, Jesús es el que viene a cumplir las pro-
mesas de Dios a su pueblo amado, a pesar de los pecados que hubo en la
historia de ese pueblo (la prostitución de Tamar en v. 3 y el pecado de
David en el v. 6); mientras que en la genealogía de Lucas, que se remonta
a Adán, Jesús es el resultado más bello de la fecunda bendición que Dios
dio al hombre cuando lo creó.
Aquella bendición originaria de Dios, en los comienzos de la humani-
dad, alcanza su máxima expresión en Jesús, que es el fruto más precioso
que Dios quiso producir cuando bendijo a la humanidad al principio de los
tiempos.
También con nuestra historia, llena de pecados e infidelidades, Dios
puede terminar haciendo algo bello, si somos capaces de dejarlo entrar en
nuestra vida con su luz y su poder.
Oración:
32
Ferias de Adviento
DÍA 1 8 / 1 2 : MT 1 , 1 8 - 2 4
Oración:
33
Ferias de Adviento
19/12: Lc 1, 5-25
Oración:
34
Ferias de Adviento
20/12: Lc 1, 26-38
Oración:
35
Ferias de Adviento
21/12: Lc 1, 39-45
Oración:
36
Ferias de Adviento
22/12: Lc 1, 46-56
Este evangelio nos ofrece el sublime canto de María, que expresa su
admiración y gratitud por la obra de Dios en su vida. Adora a Dios, pero
reconoce también la presencia y la obra de Dios en su propia existencia de
pequeña servidora. Todo su ser parece elevarse en este canto para mani-
festar su gratitud al Señor.
Es un himno lleno de citas del Antiguo Testamento donde María apa-
rece representando al pueblo piadoso que fue fiel a Dios y que confía en
él, más que en sus propias fuerzas o en glorias humanas.
Aquí se nos invita a liberar nuestro corazón en la oración de alabanza.
Porque no sólo nos acercamos a Dios para satisfacer nuestras necesidades,
ni para rendirle cuentas sobre nuestra vida, sino también, y sobre todo,
para adorarlo con todo nuestro amor, para reconocer su belleza, su santi-
dad, su gloria. Se trata de salir un poco de nosotros mismos y de nuestro
mundo cerrado, para dejarnos admirar por la grandeza de Dios. Y eso mi-
tiga maravillosamente nuestras angustias, nuestros miedos, nuestras
insatisfacciones, porque nos recuerda que él es grande, que él es el impor-
tante.
Una característica destacada de María en este texto es la felicidad, el
gozo, el júbilo. A ella se aplica la figura de la hija de Jerusalén que des-
borda de gozo y grita de alegría en Sofonías 3, 14.17: "Lanza gritos de
gozo, hija de Jerusalén... Alégrate y exulta de todo corazón... Yavé, tu
Dios, está en medio de ti como un poderoso salvador".
De hecho María dice: "Mi espíritu se estremece de alegría" (v. 47), y
afirma: "todas las generaciones me llamarán feliz" (v. 48). Y si tenemos
en cuenta que la felicidad en el evangelio de Lucas es también signo de
santidad, de posesión del Reino (ver las bienaventuranzas de Lc 6, 20ss.),
María se nos presenta aquí como el gran modelo de los hijos del Reino,
llamados a conocer ese gozo que sólo Dios puede regalar al triste corazón
humano.
Oración:
37
Ferias de Adviento
23/12: Lc 1, 57-66
Oración:
"Te pido Señor que toques mi boca para que aprenda a alabarte
por tu obra en mi vida, para que en medio de las cosas que no
comprendo, pueda adorar tu presencia que termina iluminando
todo".
38
Domingo 4° de Adviento
AÑO A : MT 1 , 1 8 - 2 4
Oración:
39
o
Domingo 4 de Adviento
AÑO B: Lc 1, 26-38
Nada es imposible para Dios. Y este texto nos habla del poder de Dios
que se manifestó en el seno de María cuando concibió a Jesús. Momento
sublime en que el Hijo de Dios tomó un minúsculo pedacito de este mundo
y se hizo verdaderamente hombre. Nosotros, que celebramos con fe el na-
cimiento de Jesús, tenemos que detenernos a celebrar también el momento
en que el Hijo infinito de Dios entró en este mundo humano haciéndose
carne en el seno de María, el instante en que lo divino se unió más que
nunca con lo humano.
Y en este texto bíblico se destaca la figura de la mujer, ya que el Padre
Dios no quiso prescindir de su maternidad para realizar su plan de salva-
ción, y en el diálogo del ángel con María se muestra la delicadeza de Dios
con María, su criatura elegida para hacer presente en este mundo al Hijo
amado. Dios quiso necesitar del "sí" de una mujer.
En la primera respuesta de María se advierte que había en ella una
opción por la virginidad (v. 34). En la segunda respuesta (v. 38), donde
María no dice "cumpliré" sino "que se cumpla", se ve la convicción de que
todo depende de la iniciativa divina, de su plan y de su poder, ya que el
niño que nacerá estará por excelencia "consagrado" a los planes del Padre.
Cuando el ángel saluda a María llamándola "llena de gracia" (kejari-
tomene), se trata de una palabra griega que no aparece en ninguna parte, lo
cual significa que la gracia de Dios se hizo presente en María de un modo
particular, único. Porque si leemos Hechos 6, 8, allí se dice que el diácono
Esteban estaba "lleno de gracia", pero para eso se usa una expresión grie-
ga más común (pléres járitos). Cuando decimos que María estaba llena de
gracia nos referimos a algo superior, y por eso se usa una expresión exclu-
siva que podríamos traducir más bien "la que está poseída por la gracia".
La que tenía el privilegio único y exclusivo de engendrar a Jesús había
sido tomada por la gracia para ser una morada digna de tanta grandeza.
Oración:
40
Domingo 4° de Adviento
AÑO C: Lc 1, 39-45
Oración:
41
TIEMPO DE NAVIDAD
43
Navidad
NOCHEBUENA: LC 2 , 1 - 1 4
Oración:
44
Navidad
DÍA DE NAVIDAD: JN 1 , 1 - 1 8
Oración:
45
La Sagrada Familia
AÑO A : MT 2 , 1 3 - 1 5 . 1 9 - 2 3
Oración:
46
La Sagrada Familia
AÑO B: LC 2 , 2 2 - 4 0
Oración:
47
La Sagrada Familia
AÑO C : LC 2 , 4 1 - 5 2
Oración:
48
Día segundo de Navidad (san Esteban)
2 6 / 1 2 : MT 1 0 , 1 7 - 2 2
Jesús anuncia los conflictos que deberán sufrir los discípulos porque el
mensaje del evangelio no siempre es bien recibido, provoca resistencia en
los corazones aferrados al mal y a sus propios proyectos egoístas.
En el v.16 usa símbolos de animales para indicar la actitud de los cris-
tianos en medio del mundo hostil. Deben reconocer que son como ovejas
en medio de lobos, por lo cual deben estar atentos, pero no reaccionar
respondiendo al mal con mal. Él no les pide que, frente a los lobos, actúen
también ellos como lobos y se arriesguen a ser destruidos. Algo semejante
se quiere expresar en la invitación a ser astutos como las serpientes pero
sencillos como las palomas.
El creyente que está convencido profundamente del mensaje del evan-
gelio debe jugarse por él, debe estar dispuesto a reconocerlo públicamente
aun en medio de burlas, oposiciones y reacciones negativas. Pero eso no
significa que deba colocarse frente a los demás con la actitud de un gue-
rrero, ni que deba buscar la manera de adquirir poder para destruir a los
enemigos de la fe. Debe vivir en medio del mundo adverso con la sencillez
de una paloma y la mansedumbre de una oveja, sin aferrarse a poderes
terrenos.
De todos modos, la sencillez y la mansedumbre no implican que deba
exponerse innecesariamente. Debe ser astuto, estar atento, debe usar su
inteligencia y la luz que Dios le da para saber dónde y cuándo no es conve-
niente perder el tiempo para no "echar perlas a los cerdos" y arriesgarse
sin necesidad.
Sin embargo, la astucia nunca debe convertirse en falsedad o en ocul-
tamiento. San Esteban, el primer mártir, se presenta como modelo de los
que deben llegar hasta dar la sangre a causa de la oposición del mundo
(Hech 7, 51-60).
Oración:
49
Día tercero de Navidad (san Juan)
2 7 / 1 2 : JN 2 0 , 2 - 8
Oración:
"Señor, hazme crecer en la fe, para que pueda mirar las cosas
que suceden a la luz de tu Palabra y pueda encontrar el sentido
profundo de las cosas. Dame un corazón dócil como el de Juan
para descubrirte resucitado en mi vida".
50
Día cuarto de Navidad(santos Inocentes)
2 8 / 1 2 : MT 2 , 1 3 - 1 8
Una vez más aparece la figura de José, que tiene que arriesgarse por
María y por el niño. Vemos en él como una continuación de la figura noble
de los grandes patriarcas del Antiguo Testamento.
Pero en este texto aparece también el drama de la matanza de los ni-
ños, que se explica por el temor de Herodes, de que el niño terminara
eclipsando su fama y quitándole poder. Efectivamente, el poder de Herodes
era cuestionado por no ser descendiente de David, y el niño recién nacido,
que sí lo era, aparecía como destinatario de los anuncios proféticos, según
la interpretación de los magos venidos de Oriente. Herodes decide así li-
berarse de todo el que pudiera desplazarlo y manda matar a todos los me-
nores de dos años. En ese contexto se ubica esta narración de la huida a
Egipto, y así el niño reproduce la historia sufrida de su propio pueblo.
Los niños inocentes, que mueren injustamente, son como un símbolo
de todos los que son perseguidos y destruidos por la maldad de los que
tienen el poder del dinero y de las armas.
Jesús y su familia representan a todos los pobres que deben ir de un
lugar a otro para poder salvar sus vidas, exiliados, rechazados. Por eso,
este texto es también una invitación a orar por esas situaciones angustio-
sas.
Pero también podemos preguntarnos si nosotros no hemos usado de
alguna manera nuestro pequeño poder, nuestra lengua, nuestras influen-
cias, para eliminar de nuestras vidas a las personas buenas que nos hacen
sombra, que nos quitan autoridad y prestigio, que nos molestan o desagra-
dan.
Oración:
"Hoy quiero pedirte Señor, por todos los inocentes que sufren a
causa de la desmedida sed de poder de los injustos. Toca con tu
gracia los corazones crueles y despiadados, para que reconoz-
can su propia oscuridad y se abran a tu luz".
51
Día quinto de Navidad
29/12: Lc 2, 22-35
Oración:
52
Día sexto de Navidad
30/12: Lc 2, 36-40
ORACIÓN:
53
Día séptimo de Navidad
3 1 / 1 2 : JN 1 , 1 - 1 8
Oración:
54
Santa María, Madre de Dios
DÍA 1 DE ENERO: LC 2 , 1 6 - 2 1
Oración:
55
Segundo domingo después de Navidad
JN 1 , 1 - 1 8
Oración:
"Te doy gracias, Señor Jesús, por el inmenso amor que tienes a
tu Pueblo, porque siendo el Hijo de Dios eternamente feliz, tu
amor te llevó a compartir nuestra vida humana, a caminar por
nuestros senderos, a sufrir nuestras angustias, a entregarte por
nosotros hasta el fin".
56
Día 2 de enero
JN 1 , 1 9 - 2 8
Oración:
57
Día 3 de enero
JN 1 , 2 9 - 3 4
Oración:
58
Día 4 de enero
JN 1 , 3 5 - 4 2
Oración:
59
Día 5 de enero
JN 1 , 4 3 - 5 1
Oración:
60
Día 6 de enero
Oración:
61
Día 7 de enero
MT 4, 1 2 - 1 7 . 2 3 - 2 5
Oración:
"Señor, abre mi oído interior para que pueda escuchar cada día
tu llamado. Sácame de mi comodidad para que yo esté donde
deba estar, donde mi presencia y mi palabra sean necesarias para
hacer el bien".
62
Día 8 de enero
Mc 6, 34-44
Una vez más nos encontramos con Jesús que multiplica los panes y
manifiesta la compasión de su corazón ante el hombre necesitado, pero
respondiendo a esas necesidades a través de sus discípulos.
Además, este texto nos muestra que el pan de Jesús es para todos, no
sólo para algunos privilegiados. Es pan abundante, pan que sobra, y así
nos preanuncia la abundancia del cielo, donde el egoísmo humano ya no
podrá interferir en los planes de Dios, que creó bienes de sobra para ali
mentar a sus hijos amados.
Esta realidad aparece anticipada en la Eucaristía, donde Jesús reparte
un pan que no es para una clase social o para los poderosos, sino pan para
todos, sobreabundancia de una mesa divina.
Mirando a Jesús que reparte alimento, se nos invita a reconocer a Jesús
como el que viene a saciar nuestra vida necesitada. Pero él mismo se ha
convertido en un pan para nosotros.
Mirando nuestro corazón podemos advertir que esta lleno de ídolos,
tristezas, recuerdos, proyectos, lleno de cosas que hemos guardado dentro
para intentar saciar nuestras necesidades más hondas, pero nada de eso
nos hace sentir verdaderamente satisfechos. Es hora de aceptar que sea él
nuestro alimento, para que ninguna otra cosa sea capaz de quitarnos su
alegría.
Oración:
63
Domingo del Bautismo del Señor
Oración:
"Jesús, lleno del Espíritu Santo, te pido que me renueves con la
fuerza de ese Espíritu y me capacites para cumplir mejor la mi-
sión que me has dado en esta tierra. Tú que te dejaste llevar a la
entrega total por el impulso del Espíritu, concédeme que tam-
bién yo pueda ser dócil a su dinamismo".
64
TIEMPO DURANTE EL AÑO
65
a
Semana 1 durante el año
LUNES: MC 1 , 1 4 - 2 0
Oración:
66
a
Semana 1 durante el año
MARTES: MC 1 , 2 1 - 2 8
Oración:
67
a
Semana 1 durante el año
MIÉRCOLES: MC 1 , 2 9 - 3 9
Oración:
68
a
Semana 1 durante el año
JUEVES: MC 1 , 4 0 - 4 5
Oración:
69
a
Semana 1 durante el año
VIERNES: MC 2, 1-12
Oración:
70
a
Semana 1 durante el año
SÁBADO: MC 2 , 1 3 - 1 7
Oración:
71
Domingo 2° durante el año
AÑO A : JN 1 , 2 9 - 3 4
Oración:
72
Domingo 2° durante el año
AÑO B: JN 1 , 3 5 - 4 2
Este precioso texto nos narra el encuentro de Jesús con sus primeros
discípulos. Pero, a diferencia del llamado que aparece en los demás evan-
gelios, presenta a unos discípulos que ya estaban preparados para escu-
char el llamado. Habían sido ya instruidos por Juan el Bautista, o eran
judíos piadosos, formados por sus padres con un corazón sensible a la
espera del Mesías.
El encuentro de Jesús con ellos tiene características personales, ínti-
mas, destacando la mirada de Jesús que conoce a los que llama, les ofrece
un trato directo, les regala la intimidad de su habitación, los seduce con su
figura.
Pero al mismo tiempo este texto nos muestra la dinámica del encuentro
con Jesús, que siempre nos impulsa a comunicarlo a otros, a compartirlo, a
llevarlo a los demás. Uno de ellos encontró a su hermano "y lo condujo a
Jesús" (v. 42).
Es hermoso escuchar a Andrés diciendo: "¡Hemos encontrado al
Mesías!". El Mesías, esperado por su pueblo durante siglos, ansiado por
los pobres sufridos y desorientados, reclamado por los que necesitaban
fuerza y consuelo. El Mesías prometido, el que traería la verdadera luz, el
agua pura, el que podía cumplir las esperanzas más profundas, ése mismo
había llegado, estaba caminando por ahí, y lo hemos encontrado.
Podemos unirnos al apóstol Andrés para decir a los demás que también
nosotros lo hemos encontrado, que es simple y bello, que es fuerte y fiel,
que es bueno estar con él, que vale la pena dejarse encontrar por él.
La lectura de este texto siempre será una invitación para agradecer y
reavivar el propio encuentro personal con el Señor.
Oración:
73
Domingo 2° durante el año
AÑO C : JN 2 , 1 - 1 1
Este episodio de la boda de Caná abre una sección del evangelio donde
Se narran los signos más maravillosos que Jesús realizó. Esta sección ter-
minará en el capítulo 12, donde se muestra la incredulidad de aquellos que
viendo tantas señales rechazaron a Jesús (12, 37).
Se destaca aquí la intervención de la Madre del Señor que intercede
indicando a Jesús que se acabó el vino. A pesar del aparente reproche de
Jesús, él escuchó la súplica de María, resolvió el problema de los novios
que se habían quedado sin vino para ofrecer, y así "manifestó su gloria y
creyeron en él sus discípulos". Esto indica que la intervención de María
tuvo finalmente un efecto positivo.
Cuando Jesús explica a María que todavía no ha llegado su hora, se
refiere a la cruz, donde María deberá ejercer una función destacada (Jn 19,
25-27), mucho más importante que interceder por los novios que no tienen
vino. Junto a la cruz ella será la Madre de una nueva humanidad, redimida
por Jesús; junto a la cruz ella aportará el aspecto femenino de la nueva
creación, porque del costado abierto de Jesús nace una humanidad purifi-
cada, fortalecida, allí brotan las fuentes que nos pueden hacer renacer para
una vida eterna.
Y en todo nacimiento hay una madre. Ella no es la redentora, pero es la
que Jesús, el único salvador, ha querido regalarnos como madre, para que
nos acompañe con su fuerza materna y se compadezca de cada uno de
nosotros como mostró su compasión en las bodas de Caná.
Ella es la primera redimida por su propio hijo, porque él la preparó con
su poder divino para acompañarlo siempre en su obra redentora, desde que
fue engendrado hasta que entregó su sangre por nosotros.
Oración:
74
a
Semana 2 durante el año
LUNES: MC 2 , 1 8 - 2 2
Oración:
75
a
Semana 2 durante el año
MARTES: MC 2 , 2 3 - 2 8
Oración:
"Señor, te doy gracias por tu amor que sólo busca mi bien. Ayú-
dame a descubrir tu verdadera voluntad para mi vida en medio
de todas mis costumbres, prácticas y leyes. Dame el gozo de des-
cansar en tu presencia".
76
a
Semana 2 durante el año
MIÉRCOLES: Mc 3, 1-6
Oración:
77
a
Semana 2 durante el año
JUEVES: MC 3, 7 - 1 2
Oración:
78
a
Semana 2 durante el año
VIERNES: MC 3, 1 3 - 1 9
Esta escena del llamado a los doce apóstoles nos muestra que la inicia-
tiva es de él, ya que "llamó a los que él quiso". Nadie puede sentirse digno
de este llamado, ni creer que es llamado porque ha cautivado a Dios con
sus dotes personales, con su santidad o con sus obras.
En ese pequeño grupo de elegidos podemos descubrir una gran varie-
dad: conservadores y progresistas, vasallos de los romanos y revoluciona-
rios. De esas historias variadas Jesús quiso hacer una comunidad que trans-
formara el mundo, y a pesar de las diferencias logró unirlos en una misma
misión.
El sentido del llamado era enviarlos a predicar, pero también con po-
der para liberar a la gente de sus males. No se trataba sólo de predicar,
sino de ser instrumentos de un poder divino que libera a la gente de sus
angustias.
Sin embargo, el texto dice en primer lugar que los llamó "para que
estuvieran con él". Es la intimidad con él lo que da sentido y vigor a la
tarea que les encomienda, intimidad que luego de su partida se convertirá
en una presencia poderosa que seguirá actuando a través de ellos (Mc 16,
20). No se trata entonces de una relación afectuosa que se queda en la
conciencia de los discípulos, sino de un encuentro de amor que impulsa a
la misión, que debe ser comunicado a los demás.
Podemos preguntarnos si en nuestras vidas están presentes estas dos
dimensiones sin oponerlas entre sí: la contemplación íntima y la actividad.
Más aún, tendríamos que intentar que el encuentro íntimo con Jesús nos
ayude a descubrirlo presente en la actividad, a darle una "mística" a la
actividad, a vivir una "espiritualidad en la acción".
Oración:
79
a
Semana 2 durante el año
SÁBADO: MC 3, 2 0 - 2 1
Oración:
"Señor Jesús, que siempre vas más allá de mis cálculos, de mis
planes, de mi capacidad de comprensión, dame la gracia de no
querer sujetarte, de no querer adaptarte a los límites de mi men-
talidad, y tómame con tu loco amor".
80
Domingo 3° durante el año
AÑO A : MT 4 , 1 2 - 2 3
Oración:
"Señor, abre mi oído interior para que pueda escuchar cada día
tu llamado. Sácame de mi comodidad para que yo esté donde
deba estar, donde mi presencia y mi palabra sean necesarias para
hacer el bien".
81
Domingo 3° durante el año
AÑO B: Mc 1, 14-20
Oración:
82
Domingo 3° durante el año
Oración:
"Te doy gracias Jesús, que anunciaste la buena noticia a los po-
bres, que nos trajiste la verdadera libertad. Gracias porque en ti
se manifiesta el rostro misericordioso del Padre, que ofrece gra-
cia y perdón, que da una nueva oportunidad".
83
a
Semana 3 durante el año
LUNES: MC 3, 2 2 - 3 0
Oración:
84
a
Semana 3 durante el año
MARTES: MC 3, 3 1 - 3 5
Oración:
85
a
Semana 3 durante el año
MIÉRCOLES: MC 4, 1 - 2 0
Oración:
86
a
Semana 3 durante el año
JUEVES: MC 4, 2 1 - 2 5
Oración:
87
a
Semana 3 durante el año
VIERNES: MC 4, 2 6 - 3 4
Seguimos con las semillas. Aquí se nos ofrecen dos parábolas más, que
tienen que ver con el mundo vegetal, y que por eso son aptas para explicar
de qué manera va creciendo el Reino de Dios.
El Reino de Dios, igual que una semilla, crece por el poder que el mis-
mo Dios le infunde, más que por los planes y realizaciones del hombre.
Por eso aun en medio del sueño del hombre, el Reino sigue creciendo.
Esa acción invisible, que a veces comienza con la apariencia simple de
una semilla de mostaza, termina produciendo algo grande, una realidad
llena de vida que puede acoger a todos los hombres, así como una multitud
de pájaros van a anidar entre las ramas que surgieron de la pequeña semi-
lla de mostaza.
Este texto es una invitación a la espiritualidad de la confianza, una
confianza que nos lleva a suplicar al Señor que actúe con su gracia en lo
secreto de nuestra vida, más allá de lo que nosotros podamos comprender
o planificar.
Su gracia divina nos sostiene y se anticipa a nuestras decisiones y es-
fuerzos. Y donde podamos encontrar algo bueno, bello y auténtico, si
agudizamos nuestra mirada, podremos descubrir que allí está actuando la
gracia de Dios. "Busca algo bueno y encontrarás gracia".
Oración:
88
a
Semana 3 durante el año
SÁBADO: MC 4, 3 5 - 4 1
Oración:
89
Domingo 4° durante el año
AÑO A : MT 5, 1 - 1 2
Oración:
90
Domingo 4° durante el año
AÑO B: MC 1 , 2 1 - 2 8
Oración:
91
Domingo 4° durante el año
AÑO C : LC 4 , 2 1 - 3 0
Aquí se nos muestra toda la sencillez de Jesús, que por una parte es
admirado, pero por otra parte es rechazado. La gente de Nazaret, la ciudad
donde creció, estaba admirada por la belleza de su predicación, pero no
podía aceptarlo como maestro, y mucho menos como el Mesías, porque
era uno del montón, era el hijo del pobre José, pertenecía a una familia
humilde del pueblo, no era un personaje prestigioso ni uno de los podero-
sos de la alta sociedad.
Jesús compartió hasta tal punto la vida de los pobres que fue despre-
ciado igual que ellos, que se lo relegaba igual que a ellos, que se le negaba
un lugar en la sociedad igual que a ellos. Por más atractiva que fuera su
persona y por más bellas que fueran sus palabras, eso no bastaba para que
lo aceptaran. Y Jesús renunciaba a deslumbrarlos con su poder, porque
sabía que si no creían en su palabra "no creerán aunque resucite un muer-
to" (Lc 16,31).
Jesús imagina un reproche por esa ausencia de prodigios, suponiendo
que le dicen el refrán "médico, cúrate a ti mismo", y les responde con otro
refrán conocido en su pueblo "nadie es profeta en su tierra".
A través de este refrán Jesús no está diciendo que los profetas siempre
son rechazados en su tierra, como si fuera una ley inamovible; simplemen-
te pretende mostrarles lo que de hecho estaba sucediendo con él a partir de
ese refrán que ellos usaban frecuentemente en las conversaciones cotidia-
nas. Pero en el fondo ese refrán está mostrando la dificultad que tenemos
para descubrir la presencia de Dios en las cosas simples y normales de
nuestra vida.
Oración:
92
a
Semana 4 durante el año
LUNES: MC 5, 1 - 2 0
Otra vez aparece un hombre dominado por el mal. Pero en este caso se
hace más patética todavía la figura de un hombre deteriorado, destruido,
devaluado.
Habitaba entre los sepulcros, lo cual lo muestra como un muerto en
vida, y el aislamiento a que estaba sometido se representa en las cadenas
que lo atan. Además se dañaba a sí mismo golpeándose con piedras, y
expresaba el dolor de su interior dando tremendos gritos. No puede estar
mejor representado el hombre bajo el dominio del mal.
La narración de los cerdos en realidad tiene un valor simbólico, por-
que los cerdos eran animales impuros para los judíos; pero el poder del
mal que aqueja al hombre es superior a la temida impureza de esos anima-
les, de tal manera que los cerdos impuros no pueden contener ese mal y
por eso se precipitan desesperadamente al lago.
Pero los habitantes del lugar se concentraron sólo en el episodio de los
cerdos, incapaces de valorar la obra restauradora que Jesús había hecho en
el hombre, y por eso le piden a Jesús que se vaya.
Otro detalle interesante de la narración es que Jesús no acepta que el
hombre liberado se una al grupo de sus discípulos. Jesús prefiere que vuel-
va con los suyos y dé testimonio en su propia casa. No todos son llamados
a dejar la vida familiar para consagrarse a la predicación del evangelio.
Algunos, después de encontrarse con Jesús, deben seguir en el lugar y en
las ocupaciones que tenían, pero dando testimonio de lo que Jesús hizo en
ellos para que esos lugares sean renovados con la presencia del Señor. Así
lo expresa el Concilio Vaticano II: "Todos los cristianos, de cualquier es-
tado y vocación, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la per-
fección. Por esa santidad se promueve también en la sociedad un modo de
vivir más humano" (LG 40).
Oración:
93
a
Semana 4 durante el año
MARTES: MC 5, 2 1 - 4 3
Este texto nos presenta dos preciosos testimonios de fe, entendida como
una confianza firme y espontánea que algunos tienen en Jesús y en su
poder, mientras otros se ríen, se burlan de él.
Esa fe tiene también la característica de una actitud humilde: el jefe de
la sinagoga se echa a los pies de Jesús y también lo hace la mujer. Es
destacable el interés de Jesús por mirar a la mujer que con su fe había
atraído su fuerza sanadora.
Jesús no se contenta con sanar a la mujer, también quiere tener un
encuentro con ella frente a frente y elogiar su fe.
Además, se percibe la delicadeza del Señor en el detalle de tomar a la
niña de la mano y estimular su respuesta con las entrañables palabras
arameas, y cuando pide inmediatamente a sus parientes que le den de co-
mer.
Todos estos detalles que Marcos no quiso dejar de mencionar nos ayu-
dan a percibir la calidez humana del Señor, el modo delicado como cuida-
ba los detalles de amor en su relación con los demás.
Se destaca también que la mujer con hemorragias, hacía doce años que
luchaba por liberarse de ese mal, había sufrido mucho en manos de mu-
chos médicos y había gastado todo inútilmente; sin embargo, no había per-
dido la confianza, y finalmente llegó la curación.
Esto nos invita a pensar que nunca puede declararse irremediablemen-
te perdida una persona, siempre queda alguna posibilidad, y cuando hay
en el corazón una profunda confianza y en el momento oportuno esa con-
fianza se encuentra con el poder del Señor, sucede lo que para muchos era
ya imposible.
Oración:
94
a
Semana 4 durante el año
MIÉRCOLES: Mc 6, 1-6
Este texto muestra a Jesús como una verdadera paradoja; por una parte
se manifestaban en sus prodigios y en sus palabras el poder y la sabiduría
de Dios, pero por otra parte no tenía un reconocimiento en la sociedad, no
ocupaba ningún puesto importante y pertenecía a una familia pobre y sen-
cilla. ¿Podía ser el Mesías alguien que desde niño había caminado por sus
calles y había compartido sus vidas simples, ocultas, ignoradas por todos?
¿Podía ser el Rey esperado alguien que era también uno más, uno cual-
quiera? Finalmente, estas preguntas se convierten en incredulidad, y Je-
sús ve limitado su poder a causa de esa falta de fe que no le permite hacer
prodigios en su propia tierra. Es fascinante ver al mismo Hijo de Dios que
"se extrañaba de la incredulidad de ellos".
Cuando Jesús dice que un profeta es despreciado solamente en su tie-
rra ("nadie es profeta en su tierra"), en realidad no estaba afirmando algo
que sucede siempre de esa manera, sino que tomó un refrán popular para
que se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo en ese momento: que lo
despreciaban porque no eran capaces de descubrir las cosas grandes que a
veces se presentan en medio de la sencillez de la vida y a través de las
personas que uno se encuentra en el camino cotidiano.
Igualmente, algunas personas no crecen en la vida espiritual porque
están esperando ocasiones extraordinarias o llamativas para entregarse a
Dios, como si él no se hiciera presente en lo sencillo y cotidiano. Vale la
pena recordar esta exhortación de San Francisco de Sales: "Las grandes
ocasiones de servir a Dios se presentan raramente, pero las pequeñas son
de cada día. Si haces las cosas cotidianas en nombre de Dios todo estará
bien. Sea que comas o duermas, te diviertas o trabajes, todo en unión con
Dios está bien".
Oración:
95
a
Semana 4 durante el año
JUEVES: MC 6, 7 - 1 3
Jesús vuelve a llamar a los apóstoles y los envía de dos en dos, con lo
cual se remarca el aspecto comunitario de la misión.
En esta tarea Jesús capacita a los que envía confiriéndoles poder no
sólo para predicar, sino también para liberar a los hombres de sus males
más profundos, esos que no se resuelven con habilidades humanas.
Pero este texto nos indica que Jesús quería algo más en sus discípulos:
una vida desprendida y desinteresada; para que así como en Jesús se unie-
ron la gloria y la pequeñez, eso mismo se reflejara en sus discípulos.
Ellos estaban revestidos de su poder, pero no apoyados en riquezas ni
seguridades de este mundo; él los quería libres frente a los bienes y a la
apariencia, dependiendo humildemente de la generosidad de los demás.
Debían dirigirse a todos los ambientes, pero evitando que los contagia-
ran las malas costumbres y la indiferencia de algunos lugares. Por eso
Jesús los invitaba a sacudirse hasta el polvo que les quedara en las sanda-
lias cuando en algún lugar la Palabra fuera despreciada.
Pero este gesto de sacudir las sandalias no es sólo una metáfora. De
hecho, Pablo lo realizaba para recordar mejor la exhortación del Señor y
no perder el entusiasmo evangelizador por las contrariedades del mundo
(Hch. 13, 51).
Oración:
96
a
Semana 4 durante el año
VIERNES: MC 6, 1 4 - 2 9
Oración:
97
a
Semana 4 durante el año
SÁBADO: MC 6, 3 0 - 3 4
Los apóstoles cuentan a Jesús lo que han hecho, porque tienen clara
conciencia de que están cumpliendo una misión recibida de él. Queda cla-
ro que el protagonista es Jesús y que de alguna manera hay que rendirle
cuentas y dialogar con él sobre la obra evangelizadora.
Luego Jesús hace notar la necesidad de que descansen con él, la im-
portancia de apartarse juntos a un lugar solitario; porque al maestro le
preocupa que sus discípulos no tengan el reposo necesario.
Sin embargo, la compasión ante los reclamos de la gente puede más
que la necesidad de relax y soledad. Jesús había llevado a los discípulos a
descansar, pero termina pidiéndoles que repartan el pan a la gente. Jesús
les hace descubrir así que ellos son sus instrumentos para el Reino de Dios,
y que muchas veces deberán renunciar a sus propios planes, a la comodi-
dad y al descanso planificado, si las urgencias de los demás así lo exigen.
Jesús no niega la necesidad del descanso, pero quiere recordarnos que
el amor al hermano siempre puede más que nuestras necesidades inmedia-
tas. Testimonio de ello es la vida entregada de la Madre Teresa de Calcuta
y de tantos otros que optaron por realizarse en el servicio generoso más
que en el cuidado de sí mismos, y en el mismo gozo de servir hallaron su
descanso.
Esto nos invita a todos a tratar de no separar demasiado el trabajo del
descanso y de la espiritualidad. Lo mejor será siempre intentar estar a gus-
to en el trabajo y en el servicio, y allí mismo encontrar el gozo, el amor y
la fuerza de Dios
Oración:
98
Domingo 5° durante el año
AÑO A : MT 5, 1 3 - 1 6
Oración:
9 9
Domingo 5° durante el año
AÑO B: Mc 1 , 2 9 - 3 9
Oración:
100
Domingo 5° durante el año
AÑO C : LC 5, 1 - 1 1
Pedro con sus compañeros estaba limpiando las redes, triste porque no
había logrado pescar nada en toda la noche, él que era un gran pescador,
orgulloso de su humilde oficio y confiado en sus habilidades. Él conocía
el lago como la palma de su mano y sabía lo que había que hacer para
poder pescar. Y en ese momento pasa por la orilla un maestro, Jesús. Pe-
dro era un judío piadoso, y respetaba a los maestros, los trataba con vene-
ración. Por eso, cuando Jesús le dice que navegue mar adentro para pescar,
Pedro le obedece sólo por respeto, pero no deja de hacerle notar que es
inútil porque ya lo había intentado toda la noche. Pero acepta volver mar
adentro, allí donde él se creía rey y señor y había fracasado. Pero obede-
ciendo al maestro pescó más que nunca, y entonces vuelve reconociendo
su desconfianza y declarando a Jesús como "Señor".
Pero Jesús no quiere que Pedro lo siga por temor, y le pide que abando-
ne el miedo; él lo busca para confiarle la misión de pescar hombres para el
Reino. Pedro y sus compañeros descubren que con un Señor tan poderoso
a su lado no necesitan apoyarse en nada, no necesitan otras seguridades, y
por eso lo dejan todo.
Hay que destacar que si bien estaban también Santiago y Juan, sin
embargo las palabras de Jesús se dirigen particularmente a Pedro, con lo
cual ya se comienza a ver el lugar particular que él tendrá en la Iglesia.
Oración:
101
a
Semana 5 durante el año
LUNES: MC 6, 5 3 - 5 6
Viendo a Jesús curando tantos enfermos, los que creemos que Jesús
está vivo nos preguntamos porqué no puede hacer hoy esos prodigios. La
realidad es que también hoy puede hacerlos, y de hecho muchas personas
se curan a través de la oración o creciendo en la vida espiritual.
Pero así como Jesús no curó a todos los enfermos de su época tampoco
hoy lo hace; porque lo más importante de su misión no es curar enferme-
dades físicas, sino salvar el corazón del hombre.
En aquella época eran necesarios los muchos prodigios porque la gen-
te exigía que un profeta confirmara su misión con milagros; pero su mi-
sión no era la de hacer milagros, sino la de salvar al hombre del pecado y
liberarlo en la cruz, de sus males más hondos. Por eso mismo, el evangelio
de Marcos nos cuenta insistentemente que Jesús pedía secreto luego de
hacer un milagro (3, 12; 5, 43, etc.).
Todos, tarde o temprano, por más que se curen muchas veces, terminan
muriendo, porque no están hechos para este mundo. Pero pueden morir
vacíos y enfermos por dentro, o pueden morir llenos del amor y la fuerza
de Dios que serán su tesoro para toda la eternidad.
De todos modos, Jesús resucitado sigue teniendo poder también para
curar nuestras enfermedades físicas, sobre todo cuando se derivan de pro-
blemas interiores, de odios, de rencores, de enfermedades "del alma". Por
eso nosotros podemos pedir con fe a Jesús que nos cure o que cure a nues-
tros seres queridos.
Oración:
102
a
Semana 5 durante el año
MARTES: MC 7, 1 - 1 3
Este texto se detiene a explicar cuál era el problema de Jesús con los
maestros de la ley y los fariseos. Ellos se dedicaban a estudiar la Ley de
Dios, a enseñarla y a promover su práctica. Pero el problema es que habían
agregado a esa Ley una cantidad innumerable de prácticas y normas que la
hacían complicada y que producían un efecto negativo, ya que se olvidaba
lo esencial por perderse en muchas cosas secundarias.
Además, estos jefes religiosos se dedicaban a espiar y controlar a la
gente para ver si cumplía o no esas tradiciones. Aquí acusan a los discípu-
los de Jesús por no lavarse las manos antes de comer.
Jesús rechaza ese tipo de religión y quiere devolverle la simplicidad.
Como ejemplo, acusa a los fariseos de ser poco atentos con sus padres y de
no cumplir con el mandamiento divino que manda honrarlos, porque se
han inventado una tradición que dice que las personas consagradas ya no
tienen obligación de preocuparse por sus padres. Pero los mandamientos
de Dios están antes que nuestras tradiciones.
Por eso cada tanto es conveniente detenerse a mirar la propia vida,
para ver si no la hemos complicado con demasiadas normas que nosotros
mismos inventamos. No es necesario ofrecer a Dios esfuerzos innecesa-
rios, sino aceptar y vivir generosamente las incomodidades y exigencias
que la vida misma nos presenta: "Soporta con dulzura las pequeñas inco-
modidades de cada día. Ese dolor de cabeza o de muelas, la otra molestia
de tu cuerpo, la palabra inoportuna de tu marido, un cristal que se rompe,
un pañuelo que se te perdió, la molestia de tener que levantarse temprano
para poder orar. Todo sufrimiento cotidiano recibido y aceptado con amor
agrada mucho al amor divino" (Francisco de Sales).
Oración:
103
a
Semana 5 durante el año
MIÉRCOLES: MC 7, 1 4 - 2 3
Oración:
104
a
Semana 5 durante el año
JUEVES: MC 7, 2 4 - 3 0
Oración:
105
a
Semana 5 durante el año
VIERNES: MC 7 , 3 1 - 3 7
Oración:
"Toca mis oídos, Señor, para que pueda escucharte; toca mi len-
gua para que pueda hablar de ti y comunicar tu amor a los de-
más; porque todo mi ser está hecho para el encuentro contigo y
para reflejar tu amor".
106
a
Semana 5 durante el año
SÁBADO: MC 8, 1 - 1 0
Oración:
107
Domingo 6° durante el año
AÑO A : MT 5, 1 7 - 3 7
Oración:
108
Domingo 6° durante el año
AÑO B: Mc 1 , 4 0 - 4 5
Oración:
"Señor, te doy gracias por tu amor, que es verdadero, cercano,
que no se espanta de mis miserias, que no me mira con los ojos
del mundo. Te doy gracias porque para ti soy realmente impor-
tante, y ante ti puedo expresar todo lo que me inquieta. Yo tam-
bién te digo, Señor, que si quieres puedes curarme".
109
Domingo 6° durante el año
AÑO C : LC 6, 1 7 . 2 0 - 2 6
Oración:
"Ayúdame Señor, para que pueda mirar con tus ojos a los po-
bres, hambrientos y despreciados. No permitas que mi corazón
se endurezca ante el dolor ajeno, no me dejes caer en la medio-
cridad del egoísmo, de la vanidad y la indiferencia".
110
a
Semana 6 durante el año
LUNES: Mc 8, 1 1 - 1 3
Oración:
111
a
Semana 6 durante el año
MARTES: MC 8, 1 4 - 2 1
Los discípulos se han quedado sin pan para ellos, se olvidaron de apro-
visionarse para el viaje. Esto nos muestra que la misión de saciar el ham-
bre de la gente que Jesús les había dado los había tomado por entero, hasta
el punto que al menos por un momento no pensaron en sí mismos y en sus
propias necesidades.
Pero ahora Jesús quiere hacerles ver que después de haber presenciado
la multiplicación de los panes no deberían preocuparse por la falta de pan,
ya que el maestro generoso y lleno de poder que los llamó a estar con él,
no podría dejarlos sin el sustento necesario para sobrevivir.
En el trasfondo, Jesús usa el lenguaje simbólico de la levadura del pan
para referirse a los poderosos de su época: los fariseos y Herodes. La leva-
dura de ellos es la incredulidad y el afán desmedido de poder que se con-
vierte en envidia y en necesidad de controlarlo todo. Le llama "levadura"
porque esa actitud oculta fermenta toda la masa, arruina la vida entera,
mancha con su malicia y quita todo valor a lo que hagan.
Jesús pide a sus discípulos que se cuiden de esa levadura venenosa
que puede hacer fermentar una masa de pecado que termine dominándolo
todo con su influjo nefasto. Vemos así cómo en este texto se dan dos nive-
les (el pan puede ser el pan bueno que da Jesús o el pan malo de los fari-
seos), recurso que está muy presente en todo el evangelio de Juan.
Oración:
112
a
Semana 6 durante el año
MIÉRCOLES: Mc 8, 2 2 - 2 6
Otra vez nos encontramos con una narración donde se muestra el estilo
propio de Jesús para tratar a las personas y liberarlas de sus males.
A diferencia de los relatos griegos que narraban milagros llenos de
detalles extraordinarios y llamativos, donde el sanador aparecía majestuo-
so y deslumbrante, vemos aquí a Jesús curando poco a poco, llevando al
ciego fuera de la aldea, a la intimidad; lo vemos dialogando con él, tomán-
dolo de la mano, tocando sus ojos, untándolos con su propia saliva.
Nada en este texto muestra la intención de deslumhrar o admirar; sólo
se quiere mostrar a Jesús haciendo el bien con su peculiar delicadeza, con
toda la ternura y el cálido respeto de su amor.
Jesús va creando lentamente un clima de confianza y cercanía para
mostrar que el prodigio procede de su amor, que el amor sana.
Quizás el ciego en el fondo no quería recuperar la vista, porque tenía
miedo de encontrarse con la hostilidad del mundo; por eso Jesús respeta
sus tiempos, y con su amor le va haciendo descubrir poco a poco que vale
la pena abrir los ojos, porque hay otros ojos que vale la pena mirar.
Oración:
113
a
Semana 6 durante el año
JUEVES: MC 8, 2 7 - 3 3
Oración:
114
a
Semana 6 durante el año
VIERNES: MC 8, 3 4 - 9 , 1
Oración:
115
a
Semana 6 durante el año
SÁBADO: MC 9 , 2 - 1 3
Oración:
"Te doy gracias Señor por los signos de tu gloria que me regalas
en medio de las asperezas de esta vida. Pero no dejes que me
evada en las experiencias bellas y dame la fortaleza y la luz para
bajar de la montaña con el deseo de entregar mi vida".
116
Domingo 7° durante el año
AÑO A : MT 5, 3 8 - 4 8
Oración:
117
Domingo 7° durante el año
AÑO B: MC 2, 1-12
Oración:
118
Domingo 7 ° durante el año
AÑO C : LC 6, 2 7 - 3 8
ORACIÓN:
119
a
Semana 7 durante el año
LUNES: MC 9 , 1 4 - 2 9
Esta narración está llena de riqueza, de variados detalles que nos hacen
ver todo lo que Jesús movilizaba a su paso, cómo su persona brinda res-
puestas pero también obliga a plantearse nuevas preguntas.
Jesús manifiesta su gloria y su autoridad liberando al niño con una
orden soberana. Pero se lamenta por la falta de fe que no permitió que sus
discípulos lo liberaran. Por eso se entiende que cuando Jesús habla de la
necesidad de la oración para poder expulsar los males de la gente, eso
supone que los que piden algo tengan una fe verdadera, una confianza
firme. Porque pedir algo a Dios sin una verdadera confianza es una mane-
ra de rebajar a Dios, de pretender utilizarlo como un amuleto o como un
objeto a nuestro servicio; y la súplica no debe ser sólo la expresión de una
necesidad, sino un culto al poder de Dios, un reconocimiento de su amor,
una confesión de fe.
Por eso mismo Jesús reprocha al padre del niño que le dijo: "si pue-
des". Esta expresión contrasta con la del leproso de Mc 1,40: "Si tú quie-
res, puedes".
Pero la fe débil del padre se compensa con su humildad, que le permite
suplicar a Jesús que socorra su falta de fe. Esa súplica humilde bastó para
que Jesús pudiera escuchar sus angustiados ruegos.
Oración:
120
a
Semana 7 durante el año
MARTES: MC 9 , 3 0 - 3 7
Oración:
121
a
Semana 7 durante el año
MIÉRCOLES: Mc 9 , 3 8 - 4 0
Junto con la tentación del poder estaba la tentación propia de los fari-
seos, que buscaban controlarlo todo, tener bajo su mirada dominante todo
lo que tuviera que ver con la religión y las costumbres.
No podían tolerar que alguien hablara de Dios públicamente o hiciera
algo en nombre de Dios sin estar bajo el control de ellos.
Jesús había pedido a los discípulos que se cuidaran de no contagiarse.
Pero este texto muestra que también los discípulos caían en la tentación de
querer controlarlo todo. Por eso no podían aceptar que alguien expulsara
demonios en nombre de Cristo sin pertenecer a su grupo de "selectos".
Pero Jesús reacciona de otra manera, con una actitud amplia y toleran-
te; responde que es suficiente que esa persona no esté contra ellos.
La misma actitud positiva y tolerante puede verse en Pablo, cuando
dice en Flp 1,18: "¿Qué importa si predican a Cristo con falsedad o con
autenticidad? Si predican a Cristo eso me alegra y me seguirá alegrando".
Porque es verdad que "la Palabra de Dios es viva y eficaz, más cortan-
te que una espada de doble filo; ella penetra hasta la raíz del alma y del
espíritu, de las articulaciones y de la médula" (Heb 4, 12).
Oración:
122
a
Semana 7 durante el año
JUEVES: MC 9 , 4 1 - 5 0
Oración:
123
a
Semana 7 durante el año
Jesús afirma que la práctica del divorcio no era una ley de Moisés (man-
dó), sino una permisión (permitió), como una tolerancia frente a una cos-
tumbre y una debilidad. Pero para Jesús eso no corresponde al plan origi-
nal de Dios, que une a los esposos como una sola carne para que nunca se
separen.
Por eso Jesús reafirma el rechazo al adulterio, pero con una caracterís-
tica destacable: el varón no tiene derecho a repudiar a la mujer, y si lo hace
no tiene derecho a una nueva unión.
El texto antiguo (Deut 24, 1-3) daba amplios poderes al varón para
liberarse de la mujer si luego de casado descubría en ella algo que no le
agradaba, y así dejaba a la mujer a merced de los caprichos del varón.
Jesús elimina esa superioridad despótica y arbitraria del varón y colo-
ca las cosas en su lugar. Las exigencias son las mismas para los dos.
Hoy en día, al mismo tiempo que se desarrollan tendencias feministas
que quitan a la mujer las preciosas características que la distinguen para
hacerla parecida al varón, también siguen en pie muchas formas de ma-
chismo, donde el varón pretende tener un dominio despótico sobre la mu-
jer y se siente con el derecho de hacer cosas que de ninguna manera permi-
tiría a su mujer. Especialmente a nivel sexual, el varón suele relativizar la
importancia de sus infidelidades, mientras es absolutamente intolerante y
celoso con la mujer en este ámbito.
Muchos siglos atrás Jesús declaraba inválidas estas pretensiones in-
justas, pero todavía hoy, como en tantas otras cosas, el estilo de vida que
Jesús propone está lejos de muchas costumbres sociales.
Oración:
124
Semana 7 - durante el año
SÁBADO: MC 1 0 , 1 3 - 1 6
Este texto sobre los niños nos indica dos cosas; por un lado la mirada
de amor que Dios dirige a los niños.
No olvidemos que en aquella época se decía "tantas personas, sin con-
tar las mujeres y los niños"; parecía como si mujeres y niños no fueran
plenamente seres humanos. No era así para Jesús, que no sólo se detenía a
acariciarlos y a bendecirlos, sino que además decía que el Reino de Dios
pertenece a los que son como ellos.
Pero por otra parte el evangelio nos invita a recuperar la actitud de
humilde confianza que caracteriza a los niños (Sal 131); el Reino de Dios
debe ser recibido con esa confianza, propia del que sabe que solo no pue-
de, que necesita del poder de Dios, que sin el Señor no tiene fuerza ni
seguridad.
Esta actitud de confianza plena, que puede llamarse "infancia espiri-
tual" no es un infantilismo, y tampoco es una añoranza melancólica de la
niñez. Es más bien una actitud adulta del que sabe colocarse frente a Dios
como corresponde, con las manos vacías, sabiendo que ante su infinita
grandeza y ante su amor de Padre sólo cabe una actitud de dependencia
humilde y de sincera gratitud. Así lo expresaba Santa Teresa de Lisieux:
"En el atardecer de esta vida me presentaré ante ti con las manos vacías
Señor, porque no te pido que cuentes mis obras... Quiero recibir de tu
amor la posesión eterna de ti".
Oración:
125
Domingo 8° durante el año
AÑO A : MT 6, 2 4 - 3 4
Oración:
126
Domingo 8 ° durante el año
AÑO B: MC 2 , 1 8 - 2 2
Oración:
"Señor, dame la gracia de vivir cada día una vida nueva, donde
tu presencia sea siempre una novedad, y donde el deseo de agra-
darte sea una respuesta a tu fascinante presencia, más que el
empeño por cumplir normas y leyes".
127
Domingo 8 ° durante el año
AÑO C : LC 6, 3 9 - 4 5
Oración:
128
a
Semana 8 durante el año
LUNES: MC 1 0 , 1 7 - 2 7
Oración:
129
a
Semana 8 durante el año
MARTES: Mc 1 0 , 2 8 - 3 1
Oración:
130
a
Semana 8 durante el año
MIÉRCOLES: MC 1 0 , 3 2 - 4 5
Oración:
131
a
Semana 8 durante el año
JUEVES: MC 1 0 , 4 6 - 5 2
Oración:
132
a
Semana 8 durante el año
VIERNES: MC 1 1 , 1 1 - 2 6
Oración:
133
a
Semana 8 durante el año
SÁBADO: Mc 1 1 , 2 7 - 3 3
Oración:
134
Domingo 9° durante el año
AÑO A : MT 7 , 2 1 - 2 7
Oración:
135
Domingo 9° durante el año
AÑO B: MC 2 , 2 3 - 3 8
Oración:
136
Domingo 9° durante el año
AÑO C : LC 7 , 1 - 1 0
Oración:
137
a
Semana 9 durante el año
Oración:
138
a
Semana 9 durante el año
MARTES: MC 1 2 , 1 3 - 1 7
Oración:
139
a
Semana 9 durante el año
MIÉRCOLES: MC 1 2 , 1 8 - 2 7
Los saduceos eran uno de los grupos del judaismo de la época de Jesús,
permanentemente enfrentados con los fariseos. Ellos se atenían sólo a lo
que enseñaban los primeros cinco libros de la Biblia y rechazaban todos
los demás. Además, despreciaban todas las tradiciones populares que se
comunicaban de manera oral. Por eso, ellos rechazaban muchas creencias
populares defendidas por los fariseos. Por ejemplo, negaban que hubiera
una vida después de la muerte, que hubiera una resurrección. Ellos se-
guían con una doctrina muy antigua que sostenía que el hombre era pre-
miado o castigado en esta vida, y por eso los ricos eran los bendecidos por
Dios. Ellos mismos pertenecían a las familias más ricas.
En este texto ellos intentan ridiculizar la fe en una vida después de la
muerte poniendo el caso de una mujer que se casó siete veces, y se imagi-
naban a los siete esposos en la vida eterna peleando por la mujer.
Pero Jesús, que era tan duro con los defectos de los fariseos, esta vez
se pone de su parte y defiende la fe en la vida eterna. Hace ver a los saduceos
que en la vida eterna nadie necesita poseer nada ni tener una mujer como
propia, porque allí vivimos liberados de todo dominio, ya que por el poder
de Dios recibimos todo lo que necesitamos para ser felices.
Y Jesús defiende la fe en la vida eterna a partir de la verdadera imagen
de Dios: él es un Dios de vivos que comunica la vida permanentemente, y
por eso él puede regalar a sus hijos amados una vida que nunca se acaba.
Oración:
140
a
Semana 9 durante el año
JUEVES: MC 1 2 , 2 8 - 3 4
Oración:
141
a
Semana 9 durante el año
VIERNES: MC 1 2 , 35-37
En este texto Jesús utiliza a su favor la tradición judía según la cual los
salmos habían sido compuestos por David, bajo el impulso del Espíritu
Santo.
En el salmo 110 David llama al Mesías "mi Señor", y eso significa que
el Mesías es más que un descendiente de David; no es alguien que simple-
mente heredaría las prerrogativas de David y sería un gran rey, porque si
así fuera David no le llamaría "mi Señor". Jesús quiere indicar así que él
es mucho más que un nuevo David.
El título de "Señor", aplicado tanto a Dios como al Mesías, indica que
el Mesías tiene una cercanía particular a Dios Padre, sentado a su derecha
para dominarlo todo junto con él. El Mesías participa del dominio que
tiene el Padre por sobre todas las cosas.
Es importante esta aclaración, porque el título de "Mesías" (ungido)
destacaba más bien la humanidad de Jesús, sus lazos con la dinastía de
David, con su linaje real. Jesús, con este uso del salmo, muestra que el
Mesías es algo más, algo que rompe con los moldes y esquemas de la mo-
narquía y los supera. El Mesías es también "el Señor".
Es importante preguntarse entonces si es él quien está dominando nues-
tra vida, si es él quien tiene el poder en nuestros corazones, si él es real-
mente el Señor en nuestra existencia concreta.
Oración:
142
a
Semana 9 durante el año
SÁBADO: MC 1 2 , 38-44
Oración:
143
Domingo 10° durante el año
AÑO A : MT 9 , 9 - 1 3
Oración:
"Señor Jesús, tú que eres el médico, manifiesta más todavía tu
poder sanador para liberar a este mundo del pecado; pero sobre
todo toca los corazones de los que no reconocen su miseria y su
necesidad de ser curados".
144
Domingo 1 0 ° durante el año
AÑO B: MC 3 , 3 0 - 3 5
Oración:
"Jesús, tú conoces mi vida y sabes que me falta mucho para cum-
plir la voluntad del Padre en todo lo que hago, en todo lo que
pienso, en todo lo que busco. Pero te ruego que derrames tu Es-
píritu para que él transforme todo mi ser y lo haga a la medida
del proyecto del Padre".
145
Domingo 10° durante el año
AÑO C : LC 7, 1 1 - 1 7
Oración:
"Señor, hazte presente también hoy en medio de las angustias de
tu pueblo; ven a consolar a tus pobres. Tú que eres el Emmanuel,
Dios con nosotros, manifiesta tu presencia llena de poder y mi-
sericordia".
146
a
Semana 10 durante el año
LUNES: MT 5, 1 - 1 2
Oración:
147
a
Semana 1 0 durante el año
MARTES: MT 5, 1 3 - 1 6
Oración:
"Señor, no dejes que pierda el sabor de tu evangelio, no dejes
que esconda la luz que me regalas. Tú has salvado mi vida, tú me
has iluminado, pero te ruego que me impulses para que pueda
comunicar a los demás tu amor y tu luz".
148
a
Semana 10 durante el año
MIÉRCOLES: MT 5, 1 7 - 1 9
Oración:
149
a
Semana 10 durante el año
JUEVES: MT 5, 2 0 - 2 6
Oración:
150
a
Semana 10 durante el año
VIERNES: MT 5, 2 7 - 3 2
Oración:
151
a
Semana 10 durante el año
SÁBADO: MT 5, 33-37
Oración:
152
Domingo 11° durante el año
AÑO A : MT 9 , 3 6 - 1 0 , 8
Oración:
153
Domingo 11° durante el año
AÑO B: MC 4, 2 6 - 3 4
Jesús habla del Reino de Dios, que es la presencia divina reinando en-
tre los hombres, derramando la fuerza de la justicia, el amor y la paz. Por-
que donde reina Dios no hay lugar para el mal. Ese Reino ya se hizo pre-
sente con la venida de Jesús, y sobre todo ahora, que él está resucitado, el
Reino de Dios es una realidad presente.
Pero el Reino de Dios también es algo futuro, algo que estamos espe-
rando, porque este mundo todavía no alcanzó su plenitud, y eso sucederá
sólo cuando Jesús regrese glorioso.
Mientras tanto, el Reino está creciendo. Y las parábolas de las semi-
llas, que leemos en este texto, hablan precisamente de ese Reino en creci-
miento.
La primera parábola se refiere al poder de la semilla que germina y
crece por su propio poder, aun cuando el hombre duerma; porque el Reino
de Dios tiene un poder divino que va actuando misteriosamente, más allá
de las acciones del hombre, y nadie debe sentir que el Reino de Dios, para
poder manifestarse, depende de su actividad.
Cada uno de nosotros pasa, y sin embargo el Reino de Dios sigue des-
plegando su potencia y su luz.
La segunda parábola destaca el crecimiento del Reino que comienza a
manifestarse en cosas simples y pequeñas, pero que por el poder de Dios
van creciendo hasta alcanzar grandes dimensiones. Nosotros creemos sa-
ber cómo se consiguen las cosas grandes, pero el evangelio nos invita a
reconocer que no bastan nuestros esfuerzos, que también se trata de no
ponerle obstáculos al Reino y de permitirle que él se desarrolle por su
propio poder.
Oración:
154
Domingo 11° durante el año
AÑO C : LC 7 , 3 6 - 8, 3
Oración:
155
a
Semana 1 1 durante el año
LUNES: MT 5, 3 8 - 4 2
Este texto nos presenta las mayores exigencias del evangelio, que tie-
nen que ver con nuestra relación con los hermanos. De hecho, después de
presentarnos estas exigencias, Jesús pide que seamos perfectos "como es
perfecto el Padre celestial" (v. 48).
Así nos indica que estas exigencias marcan un camino de perfección,
son un ideal que nunca alcanzamos del todo, como no podemos alcanzar la
perfección del Padre, aunque intentemos imitarla lejanamente en nuestras
acciones.
Jesús quiere completar el "ojo por ojo, diente por diente" que enseña-
ba el Antiguo Testamento (Éx 2 1 , 24), porque en realidad con esa expre-
sión se había querido limitar la costumbre de vengarse con creces que existía
en el mundo antiguo. Es decir, se le pedía a alguien a quien se le había
quitado un ojo, que no reaccionara asesinando a la esposa y a los hijos del
que lo había agredido.
Lo que hace Jesús es profundizar ese paso que había dado el Antiguo
Testamento y pide que ni siquiera se acuda a la venganza, que ni siquiera
se acuda a la violencia para cobrarse el ojo perdido, sino que seamos capa-
ces de reaccionar ante el mal con una respuesta generosa. No sólo nos pide
que no entremos en la misma dinámica del que actúa con odio, sino que
además mostremos al que nos ofendió el comportamiento opuesto, que
ofrezcamos al mundo el testimonio de otra manera de actuar.
Pero eso no significa que no se pongan límites a los que actúan mal,
que no se procure erradicar los malos ejemplos que dañan a la comunidad,
ya que en el mismo evangelio de Mateo aparece la posibilidad de sancio-
nar con dureza al que obra mal cuando es necesario hacerlo (Mt 18, 15-
17).
Oración:
156
a
Semana 11 durante el año
MARTES: MT 5, 4 3 - 4 8
Oración:
157
a
Semana 1 1 durante el año
MIÉRCOLES: MT 6, 1-6, 1 6 - 1 8
Oración:
158
a
Semana 11 durante el año
JUEVES: MT 6, 7 - 1 5
Aquí se condena el modo de orar de los paganos que creían que debían
dar mil explicaciones a los dioses para convencerlos de que tenían que
escucharlos; porque en realidad consideraban que esos dioses limitados
no eran capaces de conocer sus necesidades, y entonces había que elaborar
un discurso atractivo y lleno de argumentos para convencerlos.
Jesús nos dice que nuestro Padre Dios no necesita que lo convenzamos
con argumentos, explicaciones detalladas y palabras seductoras, porque él
conoce bien todas nuestras necesidades.
Pero este texto no rechaza que oremos frecuentemente, ni que seamos
insistentes en la súplica (Lc 11, 5-8; 18, 1).
Luego Jesús enseña un modelo de oración, el Padrenuestro, donde se
comienza adorando al Padre y pidiéndole lo principal, que es la venida de
su Reino y el cumplimiento de su voluntad. Sólo después le suplicamos
por nuestras necesidades. Pero en la súplica del Padrenuestro, esas necesi-
dades se reducen a lo esencial, a lo indispensable, al pan de cada día.
Además, hay que destacar que luego del Padrenuestro, donde pedimos
ser perdonados así como nosotros perdonamos a los demás, se resalta esta
necesidad de perdonar sinceramente a otros para poder suplicar el perdón
de Dios.
Oración:
159
a
Semana 1 1 durante el año
VIERNES: MT 6, 1 9 - 2 3
Este trozo del evangelio nos invita a vivir el presente sin preocuparnos
tanto por acumular para el futuro. La preocupación debe ser más bien acu-
mular otros tesoros, formados por bienes celestiales. Por esos tesoros vale
la pena luchar.
Si leemos 1 Cor 13 veremos que el tesoro que no se acaba es el amor
que damos a los demás. Cada acto de paciencia, de generosidad, de servi-
cio, es un tesoro celestial que vale la pena acumular.
Entregándose sobre todo al amor, y no tanto a la acumulación de bie-
nes materiales, el discípulo confía en la providencia amorosa del Padre,
que no le dejará faltar lo indispensable para sobrevivir.
Recordemos que en 1 Tim 6, 17 no se prohibe la posesión de riquezas
ni el gozo de los bienes terrenos, sino que se ponga la seguridad en ellos.
En otros términos, el dinero no puede ser objeto de amor, y mucho menos
del primer amor. Cuando es así se convierte en "la raíz de todos los males"
(1 Tim 6, 10).
Sólo Dios y el prójimo pueden ser objeto de amor, pero no los bienes
materiales, que simplemente deben ser "usados" para el bien.
Cuando los versículos 22-23 hablan del ojo enfermo y del ojo sano se
refieren a la persona tacaña y a la persona generosa. Así lo confirmamos si
leemos Deut 15, 9; Prov 22, 9; Eclo 14, 3.10; 3 1 , 13.23-24; 37, 11. Esto
nos indica entonces que el egoísmo y la avaricia arrojan a la persona en la
oscuridad total. Por el contrario, la Palabra de Dios promete muchas ben-
diciones a la persona generosa (Mt 25, 31-46; Lc 6, 38, etc.).
Si todos tuvieran una mirada generosa, nadie tendría necesidad de an-
gustiarse por la falta de pan.
Oración:
160
a
Semana 1 1 durante el año
SÁBADO: MT 6, 2 4 - 3 4
Oración:
161
Domingo 12° durante el año
AÑO A : MT 1 0 , 2 6 - 3 3
Estas palabras son parte de un largo discurso donde Jesús anuncia a sus
discípulos que deberán sufrir persecuciones y contrariedades, intentando
prepararlos para que no dejen de anunciar la Palabra de Dios por miedo.
Así se entiende la afirmación de que no hay nada oculto que no se
descubra o se divulgue. Jesús quiere hacer descubrir a los discípulos que
su mensaje no puede ser escondido, sino que necesariamente sale a la luz,
de manera que si ellos quieren ser sus discípulos no les queda otra posibi-
lidad más que anunciar ese mensaje, identificándose públicamente con él
aunque haya que soportar desprecios.
El verdadero discípulo de Jesús no puede ocultarse, no puede escon-
derse por mucho tiempo; de alguna manera se manifiesta. Y si no es así es
sencillamente porque ha dejado de creer en el mensaje del Señor, porque
ha perdido la gracia de amarlo con todo el corazón.
Jesús recomienda a sus amigos que se cuiden de caer en el intento de
disfrazar la propia realidad, porque "no hay nada escondido que no se des-
cubra". Lo que ellos han recibido en la intimidad con Jesús no debe quedar
en el privilegio de saber lo que otros no saben, sino que debe ser comuni-
cado a todos.
Y luego, para que los discípulos no caigan en el mecanismo de la apa-
riencia como táctica para evitar persecuciones o burlas, Jesús los invita a
confiar plenamente en el Padre Dios que no olvida ni siquiera a los pajari-
tos, y a mirar más el bien de la salvación que el de la vida misma.
Pero aquí podríamos leer también una invitación a valorar la propia
dignidad para que no caigamos en la indignidad de esconder las propias
convicciones: "Ustedes valen más que muchos pájaros".
Oración:
"Gracias Padre, porque ante tus ojos valgo más que muchos pá-
jaros; mi vida y mi felicidad están en tus manos. Dame la gracia
de confiar en ti cuando se burlen de mi fe o la desprecien, porque
tú te ocupas de mí, Padre bueno".
162
Domingo 12° durante el año
AÑO B: MC 4 , 3 5 - 4 1
Oración:
163
Domingo 12° durante el año
AÑO C : LC 9 , 1 8 - 2 4
Oración:
164
a
Semana 1 2 durante el año
LUNES: MT 7, 1-5
Oración:
165
a
Semana 1 2 durante el año
MARTES: MT 7, 6. 1 2 - 1 4
Oración:
166
a
Semana 1 2 durante el año
MIÉRCOLES: MT 7 , 1 5 - 2 0
Oración:
167
a
Semana 12 durante el año
JUEVES: MT 7 , 2 1 - 2 8
Oración:
168
a
Semana 1 2 durante el año
VIERNES: MT 8, 1 - 1 3
Oración:
169
a
Semana 1 2 durante el año
SÁBADO: MT 8, 1 4 - 1 7
Oración:
170
Domingo 1 3 ° durante el año
AÑO A : MT 1 0 , 3 7 - 4 2
Oración:
"Toma, Señor, el lugar que sólo a ti te corresponde en mi vida.
Tú eres el único Señor; apodérate del espacio más íntimo y per-
sonal de mi corazón, para que así pueda amar a los demás con tu
amor y reconocerte en los hermanos".
171
Domingo 13° durante el año
AÑO B: MC 5, 2 1 - 4 3
Oración:
172
Domingo 13° durante el año
AÑO C : LC 9 , 5 1 - 6 2
Oración:
"Señor, tu puedes liberarme de todas las ataduras que me retie-
nen, que me frenan, que me complican. No permitas que me en-
tretenga buscando glorias y seguridades que no me dejan entre-
garme, dispuesto a todo, a la aventura de tu Reino".
173
a
Semana 13 durante el año
LUNES: MT 8, 1 8 - 2 2
Oración:
174
a
Semana 13 durante el año
MARTES: MT 8, 2 3 - 2 7
Se nos ofrece aquí una de las escenas donde aparece la debilidad de los
discípulos. Esos mismos discípulos serán los que luego se empeñarán va-
lientemente en la predicación del evangelio, hasta dar la vida por Jesús.
Pero aquí se los ve abrumados por el miedo, asustados, incrédulos.
En el lago de Galilea no eran poco frecuentes estas tormentas violentas
y repentinas. Y algunos de los discípulos eran pescadores, ya habituados a
lidiar con esos imprevistos. Sin embargo, esta tormenta era diferente, y los
había vencido.
Jesús calma la tormenta en el mar ante la mirada asombrada de los
discípulos. El mar simbolizaba las fuerzas ocultas del mal, ante las cuales
el hombre se siente impotente, porque superan su capacidad de compren-
sión y de acción. Pero en toda la Biblia Dios aparece dominante por enci-
ma del mar. No hay poder que no pueda rendirse ante la majestuosa pre-
sencia de Dios.
Aquí Jesús duerme plácido en medio de la tormenta marina, y los dis-
cípulos lo despiertan llenos de temor. Pero Jesús con su sola palabra, dan-
do una orden, se manifiesta como dominador de las fuerzas misteriosas.
Sobrevino una calma perfecta, símbolo de la paz que trae el Mesías.
Jesús, tanto en el sueño como en la acción, aparece como el Señor,
dueño de la situación, lo cual contrasta con la angustiosa impotencia y el
tremendo miedo que experimentan los discípulos.
La reacción de admiración de los discípulos no perduró cuando, en la
pasión, abandonaron a Cristo por temor. Pero en este texto la admiración
los lleva a reconocer a Jesús como Señor, digno de obediencia, porque a él
se someten hasta las fuerzas misteriosas e incontrolables de la naturaleza.
Oración:
175
a
Semana 13 durante el año
MIÉRCOLES: MT 8, 2 8 - 3 4
Oración:
176
a
Semana 13 durante el año
JUEVES: MT 9 , 1-8
Oración:
177
a
Semana 13 durante el año
VIERNES: MT 9 , 9 - 1 3
Oración:
178
a
Semana 1 3 durante el año
SÁBADO: MT 9 , 1 4 - 1 7
Oración:
179
Domingo 14° durante el año
AÑO A : MT 1 1 , 2 5 - 3 0
Jesús invita con ternura y compasión, con respeto y con fuerza: "Ven-
gan a mí". Pero su invitación se dirige sobre todo a los cansados y agobia-
dos, a los que ya no saben qué hacer con el tremendo peso de sus vidas, a
los que no pueden encontarle el sabor a la existencia cotidiana porque
tienen demasiadas preocupaciones, muchas dificultades que enfrentar.
Y Jesús ofrece descanso, ofrece alivio al agobiado. Pero para eso nos
indica dos caminos: uno es el de tomar con él el peso, el de compartirlo
con él, descubriendo su presencia de amor en medio de nuestros cansan-
cios. Se trata de darle sentido a las preocupaciones y dolores de la vida
uniéndonos místicamente a Jesús.
El segundo camino es el de contemplarlo a él cargando su propia cruz
sin lamentos ni quejas, ofreciendo su propia vida hasta el fin. Si ni siquie-
ra él, siendo el Hijo de Dios, se liberó de los límites y angustias de la vida
humana.
Contemplándolo a él que carga pacientemente su cruz sin odios ni re-
beldías, podemos unirnos más íntimamente a él en el dolor, experimentan-
do cómo, místicamente, nuestras propias llagas se unen a las suyas en la
cruz. Es lo que experimentaba San Pablo al decir: "estoy crucificado con
Cristo, ya no soy yo el que vive" (Gál 2, 19-20), o al decir: "llevo sobre mi
cuerpo las señales de Jesús" (Gál 6, 17).
De esta manera damos un sentido al peso que nos toca llevar cada día,
pero ocupándonos de los problemas sin pre-ocuparnos; es decir, haciendo
lo que está en nuestras manos para resolverlos, pero no angustiándonos
antes de tiempo tratando de preverlo todo. Por eso el evangelio nos exhor-
ta a estar más en el hoy que en el mañana: "No se inquieten por el día de
mañana; el mañana tendrá sus propias preocupaciones. A cada día le basta
su propia aflicción" (Mt 6, 33).
Oración:
180
Domingo 14° durante el año
AÑO B: MC 6, 1-6
Este texto muestra a Jesús como una verdadera paradoja; por una parte
se manifestaban en sus prodigios y en sus palabras el poder y la sabiduría
de Dios, pero por otra parte no tenía un reconocimiento en la sociedad, no
ocupaba ningún puesto importante y pertenecía a una familia pobre y sen-
cilla. ¿Podía ser el Mesías alguien que desde niño había caminado por sus
calles y había compartido sus vidas simples, ocultas, ignoradas por todos?
¿Podía ser el Rey esperado alguien que era también uno más, uno cual-
quiera? Finalmente, estas preguntas se convierten en incredulidad, y Je-
sús ve limitado su poder a causa de esa falta de fe que no le permite hacer
prodigios en su propia tierra. Es fascinante ver al mismo Hijo de Dios que
"se extrañaba de la incredulidad de ellos".
Cuando Jesús dice que un profeta es despreciado solamente en su tie-
rra ("nadie es profeta en su tierra"), en realidad no estaba afirmando algo
que sucede siempre de esa manera, sino que tomó un refrán popular para
que se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo en ese momento: que lo
despreciaban porque no eran capaces de descubrir las cosas grandes que a
veces se presentan en medio de la sencillez de la vida y a través de las
personas que uno se encuentra en el camino cotidiano. También en nues-
tras vidas el Señor puede manifestarse en signos simples, tan sencillos que
nos cuesta reconocer que vienen de él. Agudicemos la sensibilidad del
alma para mirar mejor las distintas formas con las que Dios se hace pre-
sente en nuestras vidas sin pretender encasillarlo en nuestra pobre pers-
pectiva. Algunas personas no crecen en la vida espiritual porque están
esperando ocasiones extraordinarias o llamativas para entregarse a Dios,
como si él no se hiciera presente en lo sencillo y cotidiano. Decía San
Francisco de Sales: "Las grandes ocasiones de servir a Dios se presentan
raramente, pero las pequeñas son de cada día. Si haces las cosas cotidianas
en nombre de Dios todo estará bien. Sea que comas o duermas, te diviertas
o trabajes, todo en unión con Dios está bien".
Oración:
"Mi Salvador, quiero contemplar tu santa humanidad, admirar-
me por la sencillez que guardaba tu infinita gloria; reconocer
que realmente te hiciste igual a mí, con los límites de mi pequeña
existencia terrena".
181
Domingo 1 4 ° durante el año
La misión que Jesús había dado a los doce apóstoles en Galilea (9, 1-6)
ahora se amplía a los setenta discípulos; pero tampoco ellos son suficien-
tes y hay que pedir al Padre que envíe más trabajadores a la cosecha. La
mención de la cosecha y no de la siembra recuerda que en realidad el que
siembra es Dios mismo. La Palabra que se transmite es suya y es suyo el
poder que da crecimiento a esa semilla. Los trabajadores sólo deben cose-
char con gozo, agradecidos y felices por la obra de Dios en el corazón de
su pueblo. Y sin embargo, Dios quiso necesitar de esos cosechadores, qui-
so actuar a través de ellos.
Para que sean instrumentos adecuados es necesario que sean pobres,
desprendidos, que no se apoyen en la falsa seguridad que otorgan las cosas
de este mundo, para que su verdadera fortaleza sea el amor del Padre.
Ellos deben anunciar que el Reino de Dios ya está presente; sólo hay que
dejarlo actuar sin oponerle resistencia, para que pueda dar sus frutos.
Cuando se dice a los discípulos que se liberen hasta del polvo de los
pies que se les haya pegado en la casa de los incrédulos, Jesús quiere decir
que eviten contagiarse, que no permitan que esa incredulidad los afecte y
los debilite. A pesar de ese rechazo, el Reino de Dios está presente y no
puede ser destruido por la incredulidad de los corazones cerrados. De he-
cho, mientras los discípulos andaban por ahí anunciando el Reino, Jesús
veía que Satanás se desplomaba como un rayo; es decir: se difundían las
fuerzas de la fe, la paz, la justicia, y eran vencidas con el poder de Dios las
fuerzas del odio, el egoísmo, la incredulidad.
Pero ellos no deben estar pendientes de frutos visibles y maravillosos,
sino gozarse sabiendo que están cumpliendo el deseo del Padre, y sus nom-
bres están escritos en el cielo. Jesús los invita así a revisar las intenciones
profundas de lo que hacen, el "para qué" de sus esfuerzos; y nos invita a
nosotros, que a veces tenemos una sensación de vacío, a encontrarle un
"para qué" a nuestras vidas, de manera que valga la pena seguir viviendo.
Oración:
"Protégeme Señor, para que no me contagien la incredulidad, la
indiferencia, la mediocridad. Permíteme estar en el mundo sin
ser del mundo, y no dejes que me avergüence de tu evangelio".
182
a
Semana 14 durante el año
LUNES: MT 9 , 1 8 - 2 6
Los dos personajes que nos presenta este texto son testimonios de fe,
entendida como una confianza firme y espontánea que algunos tienen en
Jesús y en su poder. Esa fe tiene la característica de una actitud humilde:
el funcionario se echa a los pies de Jesús y también lo hace la mujer.
Según este texto de Mateo la niña estaba muerta cuando el funcionario
se acerca a Jesús, mientras en Marcos 5, 23 se dice simplemente que la
niña "se estaba muriendo". Mateo, al preferir la versión de la muerte pre-
via a la súplica del funcionario, quiere destacar la inmensa confianza de
este hombre.
Este texto también destaca la delicadeza de Jesús en el detalle de to-
mar a la niña de la mano. Si bien Mateo abrevió bastante el relato, porque
en el evangelio de Marcos es mucho más extenso (Mc 5, 21-43), sin em-
bargo Mateo no quiso obviar este detalle que nos ayuda a percibir la cali-
dez humana del Señor, el modo delicado como cuidaba los detalles de amor
en su relación con los demás. El Dios todopoderoso que manifiesta su
gloria y su poder es también el que ama a sus criaturas, se acerca a ellas
con respeto y ternura, y se preocupa también por los pequeños detalles.
Por eso mismo es destacable el interés de Jesús por mirar a la mujer
que lo tocó buscando su fuerza sanadora. Jesús no se contenta con sanarla,
quiere tener un encuentro con ella frente a frente, darle ánimo con sus
palabras y elogiar su fe. Ese mismo estilo, respetuoso, delicado, cercano,
es el que Jesús tiene con nosotros. Pero por eso mismo no le interesa tanto
deslumbrarnos con prodigios sino cautivarnos con su persona, con el ex-
quisito ofrecimiento de su amistad, con el regalo inestimable de su intimi-
dad. Entonces sería bueno que tratáramos de descubrir y agradecer los
pequeños detalles que el Señor ha tenido con nosotros, y también intentar
actuar de la misma manera en nuestra relación con los demás.
Oración:
183
a
Semana 14 durante el año
MARTES: MT 9 , 3 2 - 3 8
Oración:
184
a
Semana 14 durante el año
MIÉRCOLES: MT 1 0 , 1-7
El grupo de los doce apóstoles, que Jesús formó para enviarlos llenos
de poder espiritual, era una comunidad muy variada.
Llama la atención ver reunidos a los que fueron pobres pescadores,
con uno de los que les cobraban impuestos, explotándolos en nombre del
imperio romano.
Pero allí también había uno que había sido zelota, un revolucionario
contrario al poder romano.
Jesús fue capaz de hacer una comunidad con gente tan variada, porque
él podía curar las heridas de un pasado que los enemistaba y los reunió con
la misión de construir el Reino de Dios.
Cada uno entregó algo, cada uno ofreció algo, cada uno renunció a
algo por la gracia de Dios, y así se formó aquella pequeña comunidad, la
primera comunidad con la que nació la Iglesia.
Pero produce cierto dolor leer al final de la lista que allí también esta-
ba Judas, el traidor. Un elegido, y capacitado con poder sobrenatural para
expulsar los males de la gente y para curar y liberar, y sin embargo prefirió
ser el traidor que llevó a la muerte al que con inmenso amor lo había lla-
mado.
Jesús envía a sus apóstoles solamente al pueblo judío, no a los paga-
nos. El pueblo judío seguía siendo objeto de una elección especial a los
ojos de Dios, porque Dios había hecho con él una alianza de amor y Dios
no se retracta. Pero luego la misión se abre a todos los pueblos de la tierra.
Los hombres de todas las razas y naciones son invitados a formar parte de
la familia de Dios.
Oración:
185
a
Semana 14 durante el año
JUEVES: MT 1 0 , 7 - 1 5
Jesús envía a sus apóstoles a proclamar que el Reino de Dios está cer-
ca, y a manifestar el poder de Dios curando enfermos y expulsando demo-
nios. Ellos han recibido gratuitamente ese don, no se lo habían comprado a
Dios, que los eligió sólo porque él quiso. Por lo tanto, con ese don deben
servir a los demás gratuitamente, sin esperar nada a cambio.
Cuando les pide que lleven poco equipaje para el camino, les recuerda
que el obrero tiene derecho a su salario. En aquella época no había men-
sualidad, sino que el sueldo se iba pagando cada día. Ese salario cotidiano
es el alimento que recibirían de la gente en cada lugar que visitaran.
Los apóstoles, consagrados a la predicación, deben vivir al día, sin
acumular para el futuro. Por eso mismo, Jesús enseñó a pedir el pan de
cada día. Con eso basta para poder dedicarse de lleno al Reino de Dios.
Si entendiéramos todo lo que significaba que había llegado el Mesías,
y que era el mismo Hijo de Dios hecho hombre que venía a salvar a la
humanidad, comprenderíamos porqué él pedía a sus discípulos vivir des-
prendidos de toda ambición y entregarse sin reservas a anunciar su llega-
da.
Si bien es cierto que hoy el Señor no nos pide a todos ese tipo de vida,
es cierto que espera de nosotros una mayor generosidad, una mayor con-
fianza en Dios, una mayor libertad con respecto a los bienes y a las pose-
siones.
Oración:
186
a
Semana 14 durante el año
VIERNES: MT 1 0 , 1 6 - 2 3
Jesús anuncia los conflictos que deberán sufrir los discípulos porque el
mensaje del evangelio no siempre es bien recibido, provoca resistencia en
los corazones aferrados al mal y a sus propios proyectos egoístas.
En el v.16 usa símbolos de animales para indicar la actitud de los cris-
tianos en medio del mundo hostil. Deben reconocer que son como ovejas
en medio de lobos, por lo cual deben estar atentos pero no responder al
mal con mal; algo semejante se quiere expresar en la invitación a ser astu-
tos como las serpientes pero sencillos como las palomas.
Hay que estar dispuestos a llegar hasta dar la sangre a causa de la opo-
sición del mundo; pero eso no significa que haya que ofrecerse como víc-
tima sin necesidad.
El Señor no anula las capacidades de sus discípulos, que deben usar su
astucia para intentar liberarse del poder del enemigo, y que deben saber
huir a tiempo, de quien pueda destruirlos de distintas maneras.
Dios acepta con amor la ofrenda de sus hijos que entregaron su vida
con amor en el martirio por no negar su fe; pero no se goza en la destruc-
ción inútil de sus hijos amados cuando podría ser evitado.
Por eso los grandes maestros espirituales siempre han enseñado que el
martirio es un don que Dios da, pero nunca un sacrificio que deba ser
buscado o provocado. Ni siquiera debe ser pedido temerariamente. La vida
es un regalo divino que debe ser cuidado y nunca expuesto inútilmente.
Esto, que vale para la entrega total, vale también para otras entregas
que Dios puede pedir a sus hijos, pero que sólo tienen sentido si es él
quien las pide. Porque si él las pide, entonces él mismo da la gracia nece-
saria para cumplirlas.
Oración:
187
a
Semana 14 durante el año
SÁBADO: MT 1 0 , 2 4 - 3 3
Oración:
188
Domingo 15° durante el año
AÑO A : MT 1 3 , 1 - 2 3
Oración:
"Dame vida, Señor, con tu Palabra. Rompe esta tierra dura que
es mi interior cerrado, penetra en medio de mis resistencias y
mis distracciones, tómame con el poder de tu Palabra y renueva
mi vida".
189
Domingo 15° durante el año
AÑO B: MC 6, 7 - 1 3
Jesús vuelve a llamar a los apóstoles y los envía de dos en dos, con lo
cual se remarca el aspecto comunitario de la misión. En esta tarea Jesús
capacita a los que envía confiriéndoles poder para liberar a los hombres de
sus males más profundos.
Pero este texto nos indica que Jesús quería algo más en sus discípulos:
una vida desprendida y desinteresada; para que así como en Jesús se unie-
ron la gloria y la pequeñez, eso mismo se reflejara en sus discípulos: re-
vestidos de su poder, pero no apoyados en riquezas ni seguridades de este
mundo; libres frente a los bienes y a la apariencia, dependiendo humilde-
mente de la providencia de Dios.
Si bien Dios no pide este estilo de vida de una misma manera para
todos, porque un padre de familia debe asegurar el sustento para sus hijos
y ganarlo con su trabajo (2 Tes 3, 6-12), se nos pide a todos que no ponga-
mos la confianza en los bienes sino en Dios, para entregarnos libremente a
la misión que él nos confía.
A veces sucede que una persona buena y responsable siente una espe-
cie de nudo en la garganta cuando no le falta nada para ser feliz, o que
siente una sensación de vacío cuando está disfrutando de cosas lícitas. Lo
que sucede es que a veces, también en medio del confort y los legítimos
gozos, surge la pregunta: ¿para qué?. Es decir, el corazón se plantea para
qué se está gastando la propia vida.
Es entonces cuando cabe preguntarse si no sería mucho más bello y
gozoso renunciar a algunos de esos gozos lícitos por amor, para hacer feliz
a otro, para entregar algo más a Dios, para no vivir tan centrado en el
propio bienestar.
Esa angustia, esa crisis interior, es un llamado a entregar algo más, es
el dinamismo de la vida misma que necesita liberarse. Porque, como decía
San Francisco de Asís, "es dando como se recibe".
Oración:
"Señor, toma mi vida y realiza en ella esa paradoja de tu gloria y
tu poder unidos a la humildad y a la pequeñez. Te entrego Señor,
todos mis deseos de poder, de prestigio y de dinero, para apoyar-
me sólo en tu poder y en tu amor".
190
Domingo 1 5 ° durante el año
AÑO C : LC 1 0 , 2 5 - 3 7
Oración:
"Señor, yo que estoy pendiente de mí mismo, preocupado por tan-
tas cosas de mi propia vida, no soy capaz de reaccionar espontá-
neamente cuando alguien necesita mi ayuda. Necesito el impulso
de tu amor que me arranque de mi mundo de egoísmo. No permi-
tas que me haga tantas preguntas Señor, ayúdame a reaccionar
con amor".
191
a
Semana 15 durante el año
LUNES: MT 1 0 , 3 4 - 1 1 , 1 .
Oración:
192
a
Semana 15 durante el año
MARTES: MT 1 1 , 2 0 - 2 4
Oración:
"Ayúdame Señor, con toques de tu gracia, con auxilios de tu Es-
píritu, para que pueda reconocer tus dones con un corazón agra-
decido, y así desee responder a tu amor con una conversión más
profunda, con una vida y un corazón que sean de tu agrado".
193
a
Semana 15 durante el año
MIÉRCOLES: MT 1 1 , 2 5 - 2 7
Oración:
194
a
Semana 15 durante el año
JUEVES: MT 1 1 , 2 8 - 3 0
Oración:
195
a
Semana 15 durante el año
VIERNES: MT 1 2 , 1-8
Oración:
"Señor, te doy gracias por tu amor que sólo busca mi bien. Ayúda-
me a descubrir tu verdadera voluntad para mi vida en medio de
todas mis costumbres, prácticas y leyes, sin imponerlas cruelmen-
te a los demás. Y dame el gozo de descansar en tu presencia".
196
a
Semana 15 durante el año
SÁBADO: MT 1 2 , 1 4 - 2 1
Oración:
"Señor, te doy gracias por tu amistad, por tu presencia en mi
vida; porque tuve la oportunidad de conocerte y vivir en tu pre-
sencia. Pero dame la gracia de no instalarme en lo que ya he
conseguido, para que no desaproveche las nuevas iniciativas de
tu gracia, que quiere ofrecerme algo todavía más grande".
197
Domingo 16° durante el año
AÑO A : MT 1 3 , 2 4 - 4 3
Oración:
"Concédeme Señor, un espíritu positivo, más empeñado en sem-
brar que en hacer la guerra. Dame el entusiasmo por llevar tu
Palabra y una gran confianza en el poder del bien, para que no
me llene de deseos de destrucción y para que sepa luchar con las
armas del amor".
198
Domingo 16° durante el año
AÑO B: MC 6, 3 0 - 3 4
Los apóstoles cuentan a Jesús lo que han hecho, porque tienen clara
conciencia de que están cumpliendo una misión recibida de él. Queda cla-
ro que el protagonista es Jesús y que de alguna manera hay que rendirle
cuentas y dialogar con él sobre la misión que él ha encomendado.
Luego Jesús hace notar la necesidad de que descansen con él, la im-
portancia de apartarse juntos a un lugar solitario; le preocupa que sus dis-
cípulos no tengan el reposo necesario. Podemos reconocer esa mirada
amorosa del Señor en medio de los cansancios de nuestra propia vida; allí,
en nuestras tensiones y fatigas, Jesús nos ofrece un momento de compañía
para aliviar nuestro agobio.
Sin embargo, la compasión ante los reclamos de la gente puede más
que la necesidad de relax y soledad. Jesús había llevado a los discípulos a
descansar, pero, si avanzamos un poco más en la lectura de este texto,
vemos que termina pidiéndoles que repartan el pan a la gente, porque de-
ben reproducir en sus vidas la entrega de Cristo, que no vino a ser servido
sino a servir.
Esto nos invita a pensar que el servicio generoso a los demás y la tarea
evangelizadora nunca deberían ser algo agobiante o insoportable, y menos
aún podemos pensar que es algo que nos impide el encuentro con el Señor.
Porque viviendo el servicio al hermano con amor y en presencia de Jesús,
ese mismo servicio nos brinda satisfacción interior y se convierte en un
encuentro con el Señor. Es lo que podríamos llamar una "espiritualidad en
la acción", que nos impide separar demasiado la oración del servicio.
Cuando nos indigna la injusticia y la corrupción, cuando nos duele la
angustia de la gente sometida, marginada, excluida, mientras otros hacen
fiesta y acumulan, cuando nos cansa la violencia y el egoísmo del ambien-
te, Dios nos invita a ofrecer lo poco que tenemos, nuestros cinco panes,
nuestro tiempo, nuestro afecto, nuestras iniciativas. Con ese poco, entre-
gado generosamente, Jesús puede comenzar a hacer algo grande.
Oración:
"Señor, concédeme el descanso necesario en medio de la actividad que
a veces me supera, pero no permitas que mire demasiado mis necesida-
des y no sea capaz de compadecerme de los demás. Regálame un cora-
zón como el tuyo, incapaz de cansarse de amar y de servir".
199
Domingo 16° durante el año
AÑO C : LC 1 0 , 3 8 - 4 2
Oración:
"Mira Señor mi mente acelerada, mi corazón distraído, y ayúda-
me para que pueda estar más atento a ti y a los hermanos. No
dejes que me arrastre la actividad desbordaba, o que me entreten-
ga haciendo cosas, sin detenerme a mirar a las personas, a escu-
charlas, a estar con ellas, que son más importantes que las obras".
200
a
Semana 16 durante el año
LUNES: MT 1 2 , 3 8 - 4 2
Oración:
201
a
Semana 16 durante el año
MARTES: MT 1 2 , 4 6 - 5 0
Oración:
202
a
Semana 16 durante el año
MIÉRCOLES: MT 1 3 , 1-9
Oración:
203
a
Semana 16 durante el año
JUEVES: MT 1 3 , 1 0 - 1 7
Jesús hace notar a sus discípulos el inmenso valor de lo que está suce-
diendo en ellos, porque pueden conocer los secretos del Reino.
Se trata de un privilegio que deben reconocer con gratitud y gozo.
Durante muchos siglos los profetas y los justos ansiaron llegar a encon-
trarse con el Mesías y recibir la llegada del Reino de Dios, pero aunque
sus corazones estaban dispuestos, no llegaron a verlo ni a escucharlo. Ahora,
que llegaba el Reino esperado, muchos no eran capaces de reconocerlo.
Por eso declara felices a los discípulos, que podían ver con sus ojos y
escuchar con sus oídos. En sus vidas se unían maravillosamente la hermo-
sura del Reino que llegaba y un corazón dispuesto para recibirlo. En sus
corazones se realizaba lo que durante tantos siglos se estaba preparando.
Porque el Reino de Dios se ofrece a todos, a todos se presenta el espec-
táculo del amor divino, de su luz, todos son convidados a beber del agua
de paz que Cristo trae, a todos se les brinda el acceso a un poder divino
que ayude a cambiar el mundo de injusticia y violencia. A todos se les
propone un camino de vida nueva. Pero no todos lo aceptan.
El texto de Is 6, 9-10 indica que la palabra del profeta puede producir
un efecto contrario al que se espera, porque esa palabra fastidia a los que
están apegados a un tipo de vida y no soportan nuevas propuestas. Esos
corazones, ante la palabra del profeta, se molestan y se cierran más toda-
vía. Las parábolas, que usan un lenguaje figurado, invitan a tratar de en-
contrar su significado; por lo tanto sólo pueden ser interpretadas por los
corazones inquietos, que están abiertos a la novedad que Dios ofrece y así
pueden detenerse a buscar el sentido de lo que Dios les dice en una compa-
ración.
Oración:
204
a
Semana 16 durante el año
VIERNES: MT 1 3 , 1 8 - 2 3
Oración:
"Señor, tu tienes poder. Rompe mis durezas, destroza mis pie-
dras, quema con tu fuego los cardos que ahogan tu Palabra; des-
menuza mi corazón y conviértelo en tierra buena, para que tu
Palabra pueda hacer su obra renovadora, y así experimente el
gozo profundo de tu presencia".
205
a
Semana 16 durante el año
SÁBADO: MT 1 3 , 2 4 - 3 0
Oración:
206
Domingo 17° durante el año
AÑO A : MT 1 3 , 4 4 - 5 2
Oración:
"Padre Dios, ayúdame a sacar mis ojos de las cosas que me ab-
sorben y dominan, para que pueda reconocerte a ti como el ma-
yor tesoro; y enséñame a reconocer el valor que tiene mi vida,
mirada y valorada con tanto amor".
207
Domingo 17° durante el año
AÑO B: JN 6, 1 - 1 5
Oración:
208
Domingo 17° durante el año
El evangelio nos cuenta que Jesús "oraba a solas" (Lc 9, 18), se aparta-
ba en el silencio para encontrarse con el Padre. Y él ha querido que tam-
bién nosotros tengamos esa intimidad y le llamemos "Padre".
El mismo Espíritu Santo clama en nuestros corazones llamándole de
esa manera (Gál 4, 6; Rom 8, 15). Decimos entonces que, por la obra y el
impulso del Espíritu Santo, nosotros nos unimos a Jesús, y junto con él
podemos clamar llenos de gozo y de confianza: "¡Padre!".
Luego Jesús nos invita a expresar nuestro deseo de que el Nombre del
Padre sea santificado. En el fondo era el gran deseo que llenaba el corazón
de Jesús, porque él deseaba la adoración y la gloria de su Padre amado.
Después nos invita a pedir la llegada del Reino, para despertar en no-
sotros el deseo sincero de esa llegada. Se trata de la plenitud que este
mundo no nos puede dar, y que sólo llegará cuando el Reino de Dios se
apodere de nosotros en toda su plenitud. Luego pedimos el pan, pero sólo
el pan indispensable para seguir viviendo y entregándonos por el Reino de
Dios: el pan cotidiano.
A continuación pedimos perdón, pero sólo en la medida en que noso-
tros perdonamos, y así Jesús nos invita a recordar permanentemente la
necesidad imperiosa de perdonar a los hermanos para poder estar en paz
con el Padre de todos.
Finalmente, rogamos al Padre que nos deje caer en la tentación, que no
deje que el mal nos domine, y así reconocemos humildemente que solos
no tenemos fuerzas para vencer el poder y el atractivo del mal.
Luego de enseñarnos esta manera de orar, el evangelio de Lucas nos
indica que la súplica debe ser insistente y confiada, pero que lo primero
que tenemos que pedir, lo que más necesitamos, es el Espíritu Santo.
Oración:
"Jesús, úneme a ti, tómame con tu gracia, para que pueda diri-
girme a tu Padre amado con un corazón de hijo. Coloca en mi
boca tus palabras, para que pueda adorarlo y dejar todas mis
preocupaciones en sus manos divinas".
209
a
Semana 17 durante el año
LUNES: MT 1 3 , 3 1 - 3 5
El Reino de Dios está creciendo; no podemos exigir que todo sea per-
fecto, sino que tenemos que esperar con paciencia que ese crecimiento
lento vaya alcanzando la plenitud. El Reino crece con los tiempos de Dios,
que no son los nuestros.
Además, a los que se desencantan si no ven resultados vistosos, y sólo
se sienten importantes si pueden tener cargos de alto nivel o si reciben
misiones llamativas, Jesús les indica que las cosas grandes comienzan con
cosas insignificantes. El Reino es como una pequeña semilla que termina
convirtiéndose en un árbol inmenso, o como una pequeña porción de leva-
dura, que lentamente pero sin pausa, termina haciendo fermentar y produ-
ciendo una gran masa.
Hay que confiar en el misterio de Dios que trabaja también cuando
nosotros no lo vemos, y aprender a reconocer esa fuerza sobrenatural del
Reino de Dios que crece en las cosas pequeñas.
En el ejemplo del árbol es bello advertir que "los pájaros del cielo van
a cobijarse en sus ramas". Tendríamos que preguntarnos entonces si nues-
tras comunidades están convirtiéndose en ese espacio donde los demás
puedan acercarse con gusto a recibir sombra y abrigo, protección y calor
fraterno.
Este Reino, cuando se hace realidad en las cosas cotidianas, es de una
belleza tan grande que el hombre no puede captarla, supera los registros
de su mente y de su corazón; pero el asombro se produce cuando esa mente
y ese corazón son elevados por el Espíritu Santo. Las personas que se
dejan transformar aprenden a mirar con los ojos de Dios y así pueden per-
cibir gozosamente cómo el Reino de Dios realmente va creciendo, aunque
los demás no lo reconozcan.
Oración:
210
a
Semana 17 durante el año
MARTES: MT 1 3 , 3 6 - 4 3
Hay hombres, tomados por las fuerzas del mal, enfermos por la mal-
dad, el egoísmo, el odio, que están sembrando mala semilla en el mundo.
Eso significa que, además de nuestra debilidad, nuestras malas incli-
naciones y nuestras malas costumbres, hay personas interesadas en sem-
brar el mal, y a veces se produce un contagio dañino.
Así, el Señor nos invita a ser realistas y astutos, a estar atentos para
reconocer cuándo, en medio de la buena semilla de Dios, se hace presente
la mala semilla de los que no quieren el reinado de Cristo y de su Palabra,
o también cuándo en nuestro propio corazón, en medio de muchas cosas
buenas y bellas, se hace presente algo que nos inclina al desaliento, a bajar
los brazos.
Además, Jesús pide a sus discípulos que tengan paciencia con los que
están tomados por la mala semilla, porque el discernimiento no es fácil, y
queriendo arrancar las cosas malas se corre el riesgo de arrancar también
lo bueno. No todo es completamente negro o completamente blanco, mu-
chas veces podemos encontrarnos con una mezcla donde no podemos dis-
tinguir con suficiente claridad.
Jesús prefiere que seamos tolerantes, para que en lugar de empeñarnos
en arrancar de golpe todo lo malo, en nosotros mismos o en los demás,
sigamos sembrando el bien. Porque la semilla de Dios es poderosa; y aun-
que parezca pequeña, poco a poco puede convertirse en algo grande, como
la pequeña cantidad de levadura que termina fermentando toda la masa.
Oración:
211
Semana 17- durante el año
MIÉRCOLES: MT 1 3 , 4 4 - 4 6
Oración:
"Padre Dios, ayúdame a sacar mis ojos de las cosas que me ab-
sorben y dominan, para que pueda reconocerte a ti como el ma-
yor tesoro; y enséñame a reconocer el valor que tiene mi vida,
mirada y valorada con tanto amor".
212
a
Semana 17 durante el año
JUEVES: MT 1 3 , 4 7 - 5 3
El Reino de los cielos es como una red que se arroja al mar para la
pesca. La red no selecciona, y el que pesca con red no tiene pretensiones;
sabe que a la red puede caer cualquier cosa, pero asume esa realidad.
Sin embargo, luego hace la selección, y sólo se queda con lo que vale
la pena.
Así sucede con el Reino de Dios. El no quiere excluir a nadie, a todos
dirige su invitación, pero el hecho de haber caído en la red no significa
que de hecho tengamos asegurada la vida eterna.
Se tendrá paciencia hasta el fin, pero a la presencia de Dios no llega
nada impuro, nada que opaque la belleza y el amor que reinan en la gloria
celestial.
Del mismo modo, el hecho de pertenecer a la Iglesia no asegura nada,
el hecho de contarse entre los discípulos de Cristo no asegura nada. Sólo
el que ama ha comenzado a vivir lo que es eterno (1 Cor 13).
Por eso, la mejor actitud es la de implorar la misericordia del Señor,
pedir el don de la perseverancia, y decir con San Pablo: "Yo no pretendo
haberlo alcanzado. Sólo digo que me olvido del camino recorrido y me
lanzo hacia delante, y corro en dirección a la meta, para alcanzar el premio
del llamado celestial..." (Flp 3, 13-14).
El versículo 52 es típico del evangelio de Mateo, que invita a valorar la
riqueza de las tradiciones judías, que no son anuladas por Jesús en lo que
tienen de válido. Del mismo modo, nos invita a no admirarnos solamente
con lo que es novedoso, sino a valorar también las riquezas del pasado. La
Iglesia tiene un caudal de dos mil años, además de la riqueza recibida del
Antiguo Testamento. Ese tesoro no puede ser despreciado.
Oración:
213
a
Semana 17 durante el año
VIERNES: MT 1 3 , 5 4 - 5 8
Oración:
214
a
Semana 17 durante el año
SÁBADO: MT 1 4 , 1 - 1 2
Oración:
"Señor, concédeme la gracia de ser fiel a tu amor. No permitas
que las seducciones del mundo me arrastren y puedan más que
la atracción del bien y de los bellos ideales. Quiero dar testimo-
nio de mi fe en el mundo; no dejes que el respeto social y la
apariencia puedan más que tú".
215
Domingo 18° durante el año
AÑO A : MT 1 4 , 1 3 - 2 1
Oración:
"Señor, aquí están mis cinco panes, lo poco que tengo frente a
los problemas del mundo; aquí están las capacidades, los bie-
nes, el tiempo que tú me das. Regálame un corazón generoso para
entregarme y buscar con sinceridad el bien de los demás".
216
Domingo 18° durante el año
AÑO B: JN 6, 24-35
Oración:
217
Domingo 18° durante el año
AÑO C : LC 1 2 , 1 3 - 2 1
Oración:
"Derrama en mi interior tu generosidad divina, Señor, para que
me goce en dar y en compartir, y de esa manera pueda vivir plena-
mente cada día sin estar pendiente de amontonar para el futuro".
218
a
Semana 18 durante el año
LUNES: MT 1 4 , 1 3 - 2 1
Oración:
"Señor, no dejes que caiga en lo mismo que critico encerrándo-
me en mis propios intereses, en mi comodidad, en mis pequeños
deseos. Ayúdame a tener una generosidad activa para aportar un
poco de amor sincero frente al egoísmo y la injusticia".
219
a
Semana 18 durante el año
MARTES: MT 1 4 , 2 2 - 3 6
Oración:
"Yo también siento que me hundo muchas veces, que las tormen-
tas de mi vida son más fuertes que yo, que no hay una salida
clara en medio de la angustia. Por eso te pido que ahora y siem-
pre extiendas tu mano y me salves".
220
a
Semana 18 durante el año
MIÉRCOLES: MT 1 5 , 2 1 - 2 8
Oración:
221
a
Semana 18 durante el año
JUEVES: MT 1 6 , 1 3 - 2 3
Oración:
222
a
Semana 18 durante el año
VIERNES: MT 1 6 , 2 4 - 2 8
Oración:
"Tomo mi cruz Señor; esa molestia que nunca falta, esas cosas
que me cuesta aceptar en mis seres queridos, ese cansancio en
medio del trabajo cotidiano, esa burla que recibo por ser tu dis-
cípulo. Acepto esa cruz Señor, te la ofrezco y la llevo contigo".
223
a
Semana 18 durante el año
SÁBADO: MT 1 7 , 1 4 - 2 0
Oración:
"Mira Señor mi fe pequeña, la debilidad de mi confianza, porque
quizás me he conformado con la mediocridad y no me atrevo a
dejarme llevar por ti. Aumenta mi fe, Señor, para que te permita
que actúes en mí con todo tu poder".
224
Domingo 19° durante el año
AÑO A : MT 1 4 , 2 2 - 3 3
bre las aguas le hace experimentar la misma fragilidad que luego lo llevará
a negar cobardemente a Jesús.
Mientras Pedro miraba a Jesús y confiaba en él, podía caminar sobre
las aguas, pero al poner su atención en la tormenta que lo rodeaba, co-
mienza a hundirse. Jesús lo acusa de desconfiado para que descubra que su
fuerza no está en sí mismo, sino en el poder y la obra de Jesús a través de
él. Pero a pesar de la falta de docilidad de Pedro, Jesús escucha su grito,
extiende su mano llena del poder divino, lo toma, y lo levanta.
También nosotros podemos pedir auxilio en momentos de extrema ne-
cesidad, exigiéndole a Dios una solución, pero puede suceder que nuestro
corazón no esté lleno de confianza en él, que no permitamos que él lleve
nuestra vida. Aún cuando le pedimos socorro, nuestra mirada está puesta
en las dificultades, en las tormentas, pero no en él, en sus ojos, en su amor.
Oración:
225
Domingo 19° durante el año
AÑO B: JN 6, 4 1 - 5 1
Quien come de este pan no muere, sino que vivirá siempre. Evidente-
mente Jesús no se refiere a la vida biológica, porque todos los que han
escuchado su Palabra y han creído en él han muerto. ¿Qué significa enton-
ces?
Significa que hay otra vida diferente de la vida biológica, y esa vida no
se sostiene con cosas materiales, sino que necesita un alimento sobrenatu-
ral. Porque hay una dimensión de nuestra vida que se mantiene y crece con
comida, medicamentos, respiración; hay otra dimensión de nuestra vida
que se alimenta y se desarrolla gracias a los libros, el estudio, las clases.
Pero hay una dimensión de nuestra vida, la más profunda, la sobrena-
tural, que depende directamente de la gracia de Dios, que sin esa gracia
desaparece, porque es la misma vida de Dios en lo hondo de nuestros cora-
zones cuando son transformados por él. En esa dimensión de nuestro ser el
verdadero alimento es la presencia de Jesús, su poder, su Palabra, su pre-
sencia en la Eucaristía.
Cuando el evangelio nos dice que quien cree en Cristo no tendrá jamás
hambre, o que quien lo recibe no muere, significa que unidos a él supera-
mos nuestros límites humanos, saciamos nuestros deseos más profundos y
nos liberamos de nuestros temores más terribles; significa que hallamos
una plenitud de vida que nadie nos puede quitar, ni siquiera la muerte. El
que vive de la gracia de Dios experimenta la muerte como una transforma-
ción, y no como una destrucción o un final. Pero eso supone que acepte-
mos depender de Jesús que nos alimenta por dentro.
Podríamos preguntarnos si no estamos alimentando bien nuestro cuer-
po y nuestra mente, pero olvidándonos de lo más profundo de nuestro ser,
que también necesita alimentos. La falta de esos alimentos espirituales es
lo que a veces nos lleva a sentir un vacío interior, una profunda angustia,
un dolor interior.
Oración:
"Señor, reconozco que tú eres mi vida, que tú eres el alimento que
me da la vida verdadera, que sin ti mi existencia se enferma en la
mediocridad, los miedos, la insatisfacción. Confío en ti Señor, Pan
de Vida, voy a ti para escucharte y recibir tu alimento".
226
Domingo 19° durante el año
AÑO C : Lc 1 2 , 3 2 - 4 8
Oración:
"Inúndame con tu amor y tu poder, Señor, para que viva firme en
tu camino, sabiendo que soy infinitamente amado, pero que tu
mirada espera de mí una vida digna, bella, entregada con since-
ridad al amor y a la justicia".
227
a
Semana 19 durante el año
LUNES: MT 1 7 , 2 2 - 2 7
Este episodio del impuesto para el templo nos ayuda a ver mejor la
manera de actuar de Jesús y cómo él, siendo el Hijo de Dios, se adaptó a
nosotros en todo, menos en el pecado.
Estamos en Cafarnaúm que era un pueblo muy pequeño. Los descubri-
mientos arqueológicos nos indican que tenía poco más de trescientos me-
tros de largo, de manera que todo lo que Jesús hacía era sabido inmediata-
mente por todos. Allí se acercaron a Pedro, que era un habitante de esa
población, los que cobraban el impuesto para sostener el templo de Jerusa-
lén. Querían saber si Jesús iba a pagar ese impuesto.
No pagar ese impuesto era como rebelarse contra las tradiciones del
pueblo y ser visto como una especie de ateo. Los habitantes de Cafarnaúm
no verían esa actitud con agrado y les resultaría difícil aceptar a Jesús
como maestro si se negaba a aportar una ayuda para el templo. Por otra
parte, Jesús era el Hijo de Dios, y el templo la casa de su Padre, que lo
había enviado; no estaba obligado a pagar. Además, allí se celebraba el
culto judío, de sacrificios de animales, que él venía a declarar innecesario,
ya que Jesús mismo entregará su propia vida en sacrificio (Heb 10, 4-10).
Sin embargo, para no ser una causa de escándalo para la gente, Jesús
pide a Pedro que pague el impuesto. Así Jesús somete su libertad al bien
del pueblo, y piensa más en evitar hacerles daño que en imponerles una
verdad que ellos todavía no podrían entender. Esa misma delicadeza se
espera de nosotros en nuestro trato con los demás.
Pueden ilustrar esta misma actitud las consideraciones de San Pablo
en Rom 14 y en 1 Cor 8, donde Pablo concluye diciendo: "Si un alimento
es ocasión de caída para mi hermano, nunca más lo comeré para evitar su
caída" (1 Cor 8, 13).
Oración:
228
a
Semana 19 durante el año
MARTES: MT 1 8 , 1-5. 1 0 . 1 2 - 1 4
Además de expresar su amor por los pequeños, Jesús nos invita a ha-
cernos como niños; es decir, a reconocernos necesitados y a confiar en el
amor y en el poder del Padre más que en nosotros mismos. Pero al mismo
tiempo Jesús responde así a una pregunta de los discípulos, que querían
saber quién era el más importante.
Ellos todavía creían que estaban haciendo una especie de carrera junto
al maestro, y por lo tanto comenzaban a preguntarse cómo iba a repartir
los puestos Jesús (ver Mt 20, 21-23; Lc 22, 24). Pero Jesús les hace ver
que ellos no han sido elegidos para buscar poder, sino que tienen que reci-
bir, aprender, ser dóciles como niños.
La parábola de la oveja perdida aparece aquí y en el evangelio de Lucas.
En Lucas se la encuentra entre las parábolas de la misericordia, y habla en
primer lugar de la misericordia del Padre Dios que se refleja en la actitud
de Jesús ante los pecadores. En el evangelio de Mateo, en cambio, la mis-
ma parábola está ubicada dentro del discurso comunitario, e invita a los
cristianos a estar particularmente atentos ante el hermano descarriado. Es
un discurso donde Jesús se detiene a explicar cómo debe ser la vida comu-
nitaria de sus discípulos, y da ciertas normas para la convivencia. Por eso
inmediatamente después de este texto habla de la corrección fraterna. Corre-
gir al hermano que se está hundiendo en el pecado, si de verdad lo senti-
mos como un hermano, es una forma de actuar como el pastor que busca la
oveja perdida.
Se destaca en esta parábola el aspecto personal del amor, que no se
deposita genéricamente en la humanidad, sino en cada individuo, particu-
larmente en el descarriado, en el que más necesita redención. Esa misma
dedicación personal, esa atención delicada puesta en cada uno, es la que se
espera de los discípulos ante los hermanos que se alejan del camino.
Oración:
229
a
Semana 19 durante el año
MIÉRCOLES: MT 1 8 , 1 5 - 2 0
Oración:
"Señor, ayúdame a tomar en serio la vida de mi hermano, a no
desentenderme cuando veo que se hunde en el mal y arruina su
vida. Dame el amor necesario y la palabra justa para poder ayu-
darlo, pero ayúdame a hacerlo con humildad, reconociendo mi
propia miseria".
230
a
Semana 19 durante el año
JUEVES: MT 1 8 , 2 1 - 1 9 , 1
Oración:
231
a
Semana 19 durante el año
VIERNES: MT 1 9 , 3 - 1 2
Jesús afirma que la práctica del divorcio no era una ley de Moisés, sino
una permisión (permitió), como una tolerancia frente a una costumbre y
una debilidad. Pero para Jesús eso no corresponde al plan original de Dios,
que une a los esposos como una sola carne para que nunca se separen.
Por eso Jesús reafirma el rechazo al adulterio, pero con una caracterís-
tica destacable: el varón no tiene derecho a repudiar a la mujer, y si lo hace
no tiene derecho a una nueva unión. El texto antiguo (Deut 24, 1-3) daba
amplios poderes al varón para liberarse de la mujer si luego de casado
descubría en ella algo que no le agradara, y así dejaba a la mujer a merced
de los caprichos del varón. De hecho, la pregunta que le hacen a Jesús es si
el varón puede repudiar a la mujer "por cualquier cosa" (v. 3). Jesús elimi-
na esa superioridad despótica y arbitraria del varón y coloca las cosas en
su lugar. Las exigencias son las mismas para los dos.
El matrimonio para Jesús no es un simple acuerdo de dos que alegre-
mente deciden convivir por una conveniencia egoísta y para satisfacer sus
necesidades primarias; es mucho más que eso, porque es hacerse "una sola
carne", y en el matrimonio es Dios mismo el que sella la unión.
Al percibir en las palabras de Jesús la tremenda seriedad del matrimo-
nio los discípulos se asombran, habituados como estaban a la realidad so-
cial de su época, donde el varón tenía amplias libertades para cambiar de
mujer. Y llegan a decir que, si es así, es mejor no casarse. Pero Jesús res-
ponde que eso, que humanamente es difícil de comprender - u n a fidelidad
para toda la v i d a - puede vivirse gracias a un "don de Dios" (v. 11). Y
completa su explicación mostrando que esa fidelidad es posible puesto
que también es posible que algunos renuncien a la sexualidad por el Reino
de Dios, aunque también eso parezca difícil de aceptar (v. 12).
Oración:
232
a
Semana 19 durante el año
SÁBADO: MT 1 9 , 1 3 - 1 5
Este texto sobre los niños nos indica dos cosas; por un lado la mirada
de amor que Dios dirige a los niños. No olvidemos que en aquella época se
decía "tantas personas, sin contar las mujeres y los niños"; parecía como
si no fueran plenamente seres humanos. No era así para Jesús, que no sólo
se detenía a acariciarlos y a bendecirlos, sino que además decía que el
Reino de Dios pertenece a los que son como ellos.
Esta actitud de Jesús es importante, ya que lo diferencia de las autori-
dades religiosas de su época, preocupadas por su poder y su prestigio so-
cial. A ellos no podían interesarles los niños, porque ellos no contaban a
nivel social, no opinaban, no tenían dinero, no eran consultados, no tenían
peso político. Detenerse ante un niño era perder el tiempo. Pero Jesús pre-
fería precisamente a los que no cuentan.
En el evangelio de Marcos dice que se los llevaban a Jesús "para que
los tocara" (Mc 10, 13); y como eso suena a magia o superstición, aquí
Mateo prefiere aclarar que se los llevaban "para que les impusiera las manos
e hiciera una oración por ellos" (v. 13), es decir, para que los bendijera. Y
Jesús los bendijo con sus manos (v. 15). Pero por otra parte el evangelio
nos invita a recuperar la actitud de humilde confianza que caracteriza a los
niños (Sal 131); el Reino de Dios debe ser recibido con esa confianza,
propia del que sabe que solo no puede.
Así como un niño que en los momentos de temor reclama sinceramente
la presencia de su padre, porque sin su padre no se siente seguro, de la
misma manera el corazón tocado por Dios ha renunciado a su autonomía,
sabe que necesita del poder de Dios, experimenta que sin el Señor no tiene
fuerza ni seguridad. Pero los que han aprendido a acumular cosas, bienes,
reconocimientos sociales, aplausos, logros mundanos, tienen una gran di-
ficultad para apoyarse en Dios, porque ya han encontrado muchas falsas
rocas donde sostenerse.
Oración:
"Señor, ayúdame a depender de ti como un niño, liberado de la
soberbia y de las falsas seguridades; ayúdame a descubrir que
sólo en ti está mi fortaleza, que sin ti no puedo, que sólo en tu
poder mi vida se hace firme".
233
Domingo 20° durante el año
AÑO A : MT 1 5 , 2 1 - 2 8
Oración:
234
Domingo 20° durante el año
AÑO B: JN 6, 51-59
Esta parte del discurso del pan de vida habla de comer y beber a Jesús;
y el pan es reemplazado por la carne. Por lo tanto ya no se refiere a la
Palabra que es recibida con la fe, sino a algo más, a un verdadero "comer"
a Jesús. Es lo que sucede en la Eucaristía, donde Jesús se ofrece para ser
comido.
Los judíos se daban cuenta que ya no se refería al pan de la Palabra,
que verdaderamente se trataba de "comerlo"; y por eso se impresionaban
al escucharlo (6, 60). La expresión "comer la carne" se usaba para hablar
de violencia y destrucción (Sal 27, 2; Job 19, 22). Además, beber sangre
estaba terminantemente prohibido por las leyes judías.
Ellos no advertían que no se trataba de una comida cruenta, de un cani-
balismo, sino que Jesús había inventado una forma maravillosa de comer-
lo, de recibirlo también con nuestra boca.
A través de ese gesto sensible de comer, el Cristo entero entra en nues-
tra vida, porque en realidad "carne y sangre" indican al hombre entero.
Los evangelios sinópticos, al narrar la institución de la Eucaristía, usan la
palabra "cuerpo" (Mt 26, 26-28), que siempre designa al hombre entero
que se abre a la comunicación y a la comunión. Entonces la Eucaristía no
es sólo el cuerpo resucitado de Cristo, sino todo su ser: su mente, sus afec-
tos, su divinidad. Al recibirlo entra en nosotros el Cristo entero y se reali-
za la unión más íntima que podamos esperar en esta vida.
Pero esto supone que se lo coma con fe, que se lo reciba con un cora-
zón bien dispuesto, que uno tenga la convicción de que realmente está
recibiendo a su edentor y Señor que se entrega como alimento espiritual.
La sangre, que en la Eucaristía se consagra por separado, nos recuerda
cuánto le costó a Jesús nuestra redención cuando llegó hasta el derrama-
miento de sangre por nosotros (Heb 2, 14; 9, 22).
Oración:
"Señor, toca mis ojos con la luz de tu Espíritu para que pueda
reconocer tu presencia en la Eucaristía, para que cada vez que
te coma me deje poseer por tu vida, por tu plenitud, por tu amor
inmenso, por todo tu ser resucitado
235
Domingo 2 0 ° durante el año
AÑO C : LC 1 2 , 4 9 - 5 3
Oración:
"Derrama tu fuego Señor, quema los ídolos que dominan mi vida
y la hunden en el vacío, y le quitan el gozo, y paralizan el dina-
mismo de la entrega. Infunde en los creyentes la decisión y el
coraje para tomar en serio el mensaje del evangelio con todas
sus consecuencias".
236
a
Semana 2 0 durante el año
LUNES: MT 1 9 , 1 6 - 2 2
Oración:
"Señor, tu sabes que mi corazón se apega y se aferra a cosas y per-
sonas como si fueran su Dios y salvador. Dame tu gracia para des-
pojarme ante ti, para tener un corazón disponible para tu Reino".
237
a
Semana 2 0 durante el año
MARTES: MT 1 9 , 2 3 - 3 0
Oración:
238
a
Semana 2 0 durante el año
MIÉRCOLES: MT 2 0 , 1 - 1 6
Este texto debe leerse a partir de 19, 30, porque así queda enmarcado
en una frase que se repite al comienzo y al final: "los últimos serán los
primeros y los primeros serán los últimos". Es una advertencia para los
que ya han hecho un camino en la vida cristiana y pretenden ser los prime-
ros; es una amonestación para los que sienten que tienen más derechos que
los demás, como si en el Reino de Dios las cosas funcionaran a la manera de
una empresa, como si el amor divino tuviera que someterse a la matemática.
En esta parábola, los trabajadores convocados a la mañana recibieron
la promesa de un pago determinado y estuvieron de acuerdo. Terminada la
jornada, el dueño de la viña les pagó lo prometido. Pero el dueño de la
viña quiso pagarles la misma suma a los que sólo habían estado una hora
trabajando. Al hacerlo no fue injusto con los primeros, ya que les pagó lo
que correspondía. Pero eran corazones egoístas, incapaces de alegrarse
con el bien ajeno.
Los que se han acercado a Dios y han trabajado para él, y se han esfor-
zado por ser fíeles, reciben de Dios muchos bienes espirituales, y muchos
dones de todo tipo; reciben de Dios la fuerza que necesitan para ser felices
y para enfrentar las dificultades, y recibirán un premio de vida y de felici-
dad eternas. Pero Dios podría conceder lo mismo a los que se han acercado
a él después de muchos años de pecado y de maldad, y podría ser generoso
con ellos también si se acercarán a él en el último instante de sus vidas. En
este caso, los servidores de Dios que de verdad tienen el corazón abierto,
capaces de amar al hermano y de desear su felicidad, se alegrarían profun-
damente contemplando la generosidad de Dios, que se derrama gratuita-
mente. Pero no siempre sucede así. El egoísmo suele oscurecer tanto la
mirada, que les lleva a pretender un Dios a la medida pequeña de esa inca-
pacidad de amar.
Oración:
239
a
Semana 20 durante el año
JUEVES: MT 2 2 , 1 - 1 4
Jesús compara el Reino de los cielos con una fiesta, con un banquete de
bodas; es el Reino de la alegría compartida. Es cierto que esta fiesta del
Señor supone una experiencia personal, el encuentro con Cristo que "vive
en mí" (Gál 2, 20); pero esa identificación espiritual con Cristo nos lleva a
identificarnos con su sueño, que es el de reinar en toda la humanidad.
Esta parábola se sitúa en el contexto del rechazo de los judíos, que
eran los invitados especiales y rechazaron la invitación, y por eso la invi-
tación se abre a todos los pueblos. Y si recordamos Mt 2 1 , 28-32, vemos
que también se aplica a los fariseos y sumos sacerdotes de la época de
Jesús, que teniendo toda la riqueza de su religiosidad no supieron aceptar
al Redentor, y en cambio lo aceptaron los pecadores y las prostitutas.
Pero la parábola aporta un detalle importante. Si bien todos son invita-
dos y recibidos, se espera que cada uno se adapte a la importancia del
banquete y se prepare adecuadamente. Es necesario al menos colocarse un
traje de boda. Leyendo el Nuevo Testamento sabemos que ese traje de
bodas, la condición indispensable para entrar al Reino, es el amor al próji-
mo (Mt 25, 34-36; Gál 5, 14; 1 Juan 2, 9; 3, 14). El que rechaza esta invi-
tación al amor no tiene lugar en el banquete, porque el que tiene el corazón
cerrado al hermano ni siquiera puede disfrutar de una fiesta comunitaria,
simplemente no es su lugar, no tiene nada que hacer allí.
De hecho, casi todos los textos bíblicos que hablan de una vida des-
pués de la muerte, la describen de una manera comunitaria: una fiesta, un
banquete, una multitud feliz. Por eso, tenemos que pensar en una eterni-
dad comunitaria, y nuestra esperanza debería ser siempre comunitaria, no
individual. Pero por eso mismo, ya que nuestra vida cristiana es un antici-
po del cielo, también ahora deberíamos vivir nuestro encuentro con el Se-
ñor, la fiesta de su amistad, de una manera comunitaria. A su banquete,
tanto ahora como en la eternidad, no puede entrar el que no ame a los
hermanos. Allí no hay lugar para el que quiera aislarse del resto.
Oración:
"Señor, te doy gracias porque me invitas a vivir mi camino cris-
tiano como una fiesta comunitaria, y porque la vida eterna será
esa fiesta en plenitud. Pero te pido la gracia de aprender a amar,
para que mi corazón sea capaz de abrirse a un gozo tan grande".
240
a
Semana 2 0 durante el año
VIERNES: MT 2 2 , 3 4 - 4 0
Oración:
"Mi Señor, sin tu gracia yo no puedo salir de mis propios intere-
ses, sin tu amor no puedo liberarme del egoísmo. Transfórmame
Señor, para que pueda amarte con todo mi corazón, con toda mi
mente y con todo mi espíritu, y para que pueda amar a los demás
como me amo a mí mismo".
241
a
Semana 2 0 durante el año
SÁBADO: MT 2 3 , 1 - 1 2
Oración:
242
Domingo 21° durante el año
AÑO A : MT 1 6 , 1 3 - 2 0
Oración:
"Señor, que fundaste la Iglesia y pusiste en ella pastores, porque
quieres obrar a través de instrumentos humanos, pobres y limi-
tados, ayúdame a confiar en tu acción a través de ellos y
bendícelos para que sean dóciles a la acción de tu Espíritu".
243
Domingo 21° durante el año
AÑO B: JN 6, 6 0 - 6 9
Oración:
"Señor, enséñame a descubrir que puede haber una verdad pro-
funda en aquellas cosas que yo no alcanzo a entender, en tus
palabras que a veces me desconciertan. Quiero confiar en tu luz
Señor, también cuando mi fe se llena de tinieblas".
244
Domingo 21° durante el año
AÑO C : LC 1 3 , 2 2 - 3 0
Oración:
"Señor, yo sé que en el fondo de mi corazón está presente esa
vieja pregunta por la salvación, pero mi vida está demasiado
acelerada como para detenerme en ese planteo. Ayúdame a en-
trar por la puerta estrecha, para que en el fondo de mi corazón
pueda sentirme seguro y viva en tu paz".
245
a
Semana 2 1 durante el año
LUNES: MT 2 3 , 1 3 - 2 2
Oración:
246
a
Semana 2 1 durante el año
MARTES: MT 2 3 , 2 3 - 2 6
Oración:
247
a
Semana 21 durante el año
MIÉRCOLES: MT 2 3 , 2 7 - 3 2
Oración:
"Limpíame por dentro Señor, entra allí donde sólo tú puedes en-
trar. Devuélveles la vida a mis huesos muertos, embelléceme por
dentro Señor, para que tu mirada pueda gozarse en lo que tú
mismo has hecho Señor, en lo que sólo tú puedes hacer".
248
a
Semana 2 1 durante el año
JUEVES: MT 2 4 , 4 2 - 5 1
Oración:
"Señor, ayúdame a descubrir el inmenso valor de este día, dame
la gracia de descubrirlo como una inmensa oportunidad que me
estás regalando para llegar a la profundidad de la vida, para
entregarme a tu amor".
249
a
Semana 2 1 durante el año
VIERNES: MT 2 5 , 1 - 1 3
Oración:
250
a
Semana 2 1 durante el año
SÁBADO: MT 2 5 , 1 4 - 3 0
El talento (tálanton) era una unidad de peso y una moneda. Pero hoy
significa un don o una habilidad especial. En este texto del evangelio se
unen esos dos significados.
Alguien, que simboliza a Dios, reparte monedas entre sus servidores,
pero no repartió a todos por igual; a unos dio cinco talentos, a otros dos, a
otro solamente uno, pero a nadie dejó sin algún talento. Al regresar pide
que sus servidores rindan cuentas por los talentos recibidos. El elogio que
dirige al servidor que logró producir otros cinco talentos es particularmen-
te bello: "Ven, servidor fiel y cumplidor; has sido fiel en lo pequeño, ahora
te entregaré mucho más; entra en la alegría de tu Señor".
Luego aparece el que tenía dos talentos y muestra otros dos que había
ganado. Para éste el elogio no es tan bello, pero también se le dice que,
aunque se le había encomendado poco, ahora se le entregará lo grande e
importante. Finalmente, el que había recibido sólo un talento, expresa todo
su resentimiento y cuenta que ha enterrado su talento. Es el servidor inútil
que no supo advertir que con ese poquito podía producir mucho, y que así
podía llegar a poseer los bienes más grandes, porque el Señor nunca se
queda corto para premiar.
En realidad la parábola va dirigida precisamente a los que creen haber
recibido poco, a los que fácilmente se dejan llevar por la envidia o las
comparaciones y así se hacen estériles, infecundos como una tierra reseca.
El que renuncia a entregarle algo a Dios y a la vida, termina quedándose
sin nada, termina vacío, incapaz de ser feliz. Porque todo lo que tenemos
es para hacerlo producir frutos en bien de los demás para la gloria de Dios.
Nadie tiene derecho a enterrar lo que ha recibido, porque, aunque aparen-
temente sea poco, no es suyo. Nuestra realidad es la de ser administrado-
res, para que, a nuestro paso, dejemos algo mejor que lo que hemos encon-
trado, entreguemos más de lo que hemos recibido.
Oración:
"Ayúdame a descubrir los dones que me has dado, Señor, y a
recordar que no son míos, sino tuyos. Lléname de tu fuerza para
que pueda hacerlos fructificar con alegría para servir a los de-
más y darte gloria".
251
Domingo 22° durante el año
AÑO A : MT 1 6 , 2 1 - 2 7
En los versículos anteriores a este texto (16, 17-19) vimos que Jesús da
a Pedro una autoridad especialísima en su Iglesia. Pero ahora vemos que
Pedro actúa de una manera reprochable, porque se deja llevar por sus crite-
rios humanos, queriendo apartar a Jesús del camino de la Pasión. Y así se
muestra con claridad que Pedro no cumplirá esa función particular en la
Iglesia porque sea perfecto, sino porque tendrá una asistencia especial de
Dios para conducirla.
Pero luego se recuerda a los discípulos que ellos tampoco deben buscar
solamente la gloria, porque están llamados a participar de la misma suerte
que le tocó a Cristo: es necesario aceptar la cruz.
Los cristianos no estamos llamados a una vida cómoda, donde sólo
busquemos una cierta paz interior pretendiendo vivir sin renuncias. Mu-
chas veces hay que cansarse por los demás, renunciar al propio tiempo, ser
generosos con el propio dinero, aceptar con paciencia que se burlen de
nosotros por nuestra fe; y eso duele, eso es cruz, eso es participar de la
Pasión del Señor para compartir con él la Resurrección.
A esa participación en la Pasión no podemos renunciar si queremos
vivir el evangelio con todas sus consecuencias. Toda la existencia es una
mezcla misteriosa de cruz y de resurrección; en cada día se hacen presen-
tes el dolor, el cansancio, la desilusión, y al mismo tiempo la esperanza, el
gozo, el amor. Pretender vivir solamente en la resurrección es renunciar al
único camino cristiano, que siempre pasa por la cruz.
Si el mismo Hijo de Dios, al hacerse hombre, no se privó de los lími-
tes, los cansancios, las renuncias y el dolor, ningún discípulo suyo puede
pretender un camino diferente. No hay verdadera imitación de Jesús sin
estar dispuesto a todo, como él.
Oración:
252
Domingo 2 2 ° durante el año
AÑO B: MC 7, 1-8. 1 4 - 1 5 . 2 1 - 2 3
Este texto se detiene a explicar cuál era el problema de Jesús con los
maestros de la ley y los fariseos. Ellos se dedicaban a estudiar la Ley de
Dios, a enseñarla y a promover su práctica. Pero el problema es que habían
agregado a esa Ley una cantidad innumerable de prácticas y normas que la
hacían complicada y que producían un efecto negativo, ya que se olvidaba
lo esencial por perderse en muchas cosas secundarias.
Además, algunos fariseos se dedicaban a espiar y controlar a la gente
para ver si cumplían o no esas tradiciones. Aquí vemos que acusan a los
discípulos de Jesús por no lavarse las manos antes de comer. Pero Jesús
rechaza ese tipo de religión y quiere devolverle la simplicidad.
Y Jesús no se contenta con criticar las tradiciones y normas inventadas
por los fariseos, sino que va mucho más allá, porque también quiere sim-
plificar la Ley que estaba escrita en el Antiguo Testamento. En este texto,
por ejemplo, Jesús declara sin valor las prohibiciones de comer algunos
alimentos y declara que todos los alimentos se pueden comer, ya que no
proviene de ellos el mal del hombre.
Para Jesús el mal está en el corazón, en las intenciones ocultas que
llevan al pecado. No hay que culpar a lo que está fuera de nosotros sino
preguntar qué hay en nosotros que debe ser sanado.
Cuando algo me perturba, no me detendré a mirar la negatividad de lo
que me rodea, sino que me preguntaré qué hay dentro de mí que provoca
esa perturbación. Porque cuando no se tiene la fortaleza de Dios todo lo
externo se convierte en un enemigo, en un peligro para nuestra fragilidad.
En la lista de pecados que Jesús presenta al final, no se pretenden resu-
mir todos los pecados, sólo se mencionan algunos como ejemplo. Y cabe
advertir que la mayoría de los que se mencionan se refieren a las relacio-
nes con el prójimo, a pecados que atenían contra el amor al hermano.
Oración:
"Señor Jesús, tú no quieres que me detenga en cosas secunda-
rias, en un cumplimiento externo que puede ser pura apariencia.
Tu quieres obras buenas que surjan de un corazón bueno, de un
interior verdaderamente sano y liberado. Cambíame tú Señor,
entra en mi interior y purifícalo con tu gracia".
253
Domingo 22° durante el año
AÑO C : Lc 14, 1 . 7 - 1 4
Oración:
"Coloca en mí tus sentimientos y tu generosidad, Señor, para
que aprenda a compartir mi vida con los pobres, y sobre todo a
vivir con ellos la fiesta de la amistad. Libérame de actuar bus-
cando siempre mis propios intereses, haciendo de las relaciones
humanas un permanente comercio".
254
Semana 22- durante el año
LUNES: LC 4, 1 6 - 3 0
Oración:
"Te doy gracias Jesús, que anunciaste la Buena Noticia a los
pobres, que nos trajiste la verdadera libertad. Gracias porque en
ti se manifiesta el rostro misericordioso del Padre, que ofrece
gracia y perdón, que da una nueva oportunidad".
255
a
Semana 2 2 durante el año
MARTES: LC 4 , 3 1 - 3 7
Este texto quiere mostrar a Jesús actuando, para hacer ver que su predi-
cación no consiste sólo en transmitir nociones, sino que él está lleno del
poder de Dios. Su palabra poderosa tiene la victoria sobre el mal que opri-
me a los hombres. Por eso se dice que hablaba "con autoridad" (vv 32. 36).
Los espíritus impuros se le someten y lo proclaman "consagrado". Lla-
ma la atención ver esta especie de alabanza en labios de los demonios. No
hay que olvidar que los espíritus del mal no necesariamente niegan las
verdades de fe (Sant 2, 19), pero evidentemente no se trata de la fe salvífica,
que se hace activa por el amor (Gál 5, 6). Además, ya decía San Pablo que
a veces "Satanás se disfraza de ángel luminoso" (2 Cor 11, 14). Por eso
muchas veces las cosas religiosas nos engañan. Alguien puede ser aparen-
temente muy religioso pero estar luchando a favor del odio, la injusticia y
los poderes del mal; su religiosidad puede ser vacía (Sant 1, 26).
Sin embargo, esto no significa un desprecio a la oración de alabanza,
ya que todo el evangelio de Lucas destaca la reacción de la gente piadosa,
que alababa a Dios viendo lo que Jesús hacía. La alabanza es una reacción
espontánea del que se deja amar por Dios y tiene un corazón sencillo,
capaz de admirarse por las maravillas de Dios. El que alaba con sinceridad
es el que sale de sí mismo por un instante para contemplar embelesado al
Dios que lo supera, al Señor que está colmado de hermosura y de bondad.
Un modelo de esta maravillosa experiencia es María, que reaccionó ante
la iniciativa de Dios diciendo: "¡Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi
espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la
humildad de su esclava!" (Lc 1, 46-48).
Pero este relato nos muestra también que los espíritus impuros no tie-
nen poder alguno ante Jesús, no pueden resistirse a su presencia poderosa,
a su "autoridad".
Oración:
"Señor, yo reconozco que tienes poder para liberarnos de los
males que nos oprimen, y que sobre todo quieres liberamos de
los males que atormentan el corazón, a veces trastornado. Por
eso te ruego que manifiestes tu poder en mis seres queridos y
reines en sus vidas con tu fuerza liberadora".
256
a
Semana 22 durante el año
MIÉRCOLES: Lc 4, 3 8 - 4 4
Oración:
257
a
Semana 2 2 durante el año
JUEVES: LC 5, 1-11
Pedro con sus compañeros estaba limpiando las redes, triste porque no
había logrado pescar nada en toda la noche; él, que era un gran pescador,
orgulloso de su humilde oficio y confiado en sus habilidades. Él conocía
el lago como la palma de su mano y sabía lo que había que hacer para
poder pescar.
Y en ese momento de frustración y de orgullo herido pasa por la orilla
un maestro llamado Jesús.
Pedro era un judío piadoso, y respetaba a los maestros, los trataba con
veneración. Por eso, cuando Jesús le dice que navegue mar adentro para
pescar, Pedro le obedece sólo por ese respeto, pero no deja de hacerle
notar que es inútil porque ya lo había intentado toda la noche. Sin embargo
acepta volver a navegar mar adentro, allí donde él se creía experto, rey y
señor, pero había fracasado. Y así, obedeciendo al nuevo maestro, pescó
más que nunca, y entonces volvió embelesado, reconociendo su descon-
fianza y declarando a Jesús como "Señor".
Pero Jesús no quiere que Pedro lo siga por temor, y le pide que abando-
ne el miedo; él lo busca para confiarle la misión de pescar hombres para el
Reino, y esa misión no será sólo un peso y un esfuerzo, sino una verdadera
aventura que le dará sentido y fuerza a su existencia. Pedro y sus compa-
ñeros descubren que con un Señor tan poderoso a su lado, ya no necesitan
apoyarse en nada, no necesitan otras seguridades, y por eso pueden dejarlo
todo.
Hay que destacar que si bien estaban también Santiago y Juan, sin
embargo las palabras de Jesús se dirigen particularmente a Pedro, con lo
cual ya se comienza a ver el lugar particular que él tendrá en la Iglesia.
Oración:
258
a
Semana 2 2 durante el año
VIERNES: LC 5, 33-39
Oración:
259
a
Semana 2 2 durante el año
SÁBADO: LC 6, 1-5
Cuando Dios pide algo al hombre es en realidad para bien del hombre,
no porque él necesite imponer leyes. La Ley de Dios es liberadora, porque
nos indica un camino para romper nuestras cadenas de esclavitud interior.
Pero cuando esas leyes se absolutizan y las utilizamos para dominar a los
demás y hacerlos sufrir, ya no cumplen la voluntad de Dios. Dios ama al
hombre y desea su felicidad, su gozo, su plenitud. Por eso deberíamos
buscar que nuestras costumbres y prácticas religiosas no sean una obliga-
ción que debemos cumplir, sino un medio para encontrarnos con Dios,
para recibir su gracia, para encontrar la paz y su presencia. Las costum-
bres que no nos dejan vivir con alegría la fe y nos impiden servir a los
demás con generosidad, no son más que esclavitudes que alejan del cami-
no de la libertad.
Es cierto que encontramos en la Palabra de Dios el mandato de respe-
tar el sábado, y que para la Ley de Dios violar el día de descanso era una
falta gravísima (Núm 15, 32-36). También hoy respetamos un día de des-
canso consagrado al Señor resucitado, que es el domingo.
Pero la Ley de Dios nunca había llegado a decir que arrancar algunas
espigas para comer violaba este descanso sagrado; esas exageraciones eran
agregados de las tradiciones que los fariseos defendían como si fuesen
también Palabra de Dios. La obligación de descansar era una forma de
asegurar que el hombre viviera con dignidad, no se convirtiera en esclavo
del trabajo, y tuviera un tiempo de serenidad para encontrarse con Dios en
familia.
Jesús acude a la misma Palabra de Dios para defender a sus discípulos
y mostrar su inocencia, haciendo ver que ninguna norma es absoluta. Por-
que también estaba terminantemente prohibido comer los panes sagrados
que se ofrecían a Dios en el templo (Lev 24, 5-9), y sin embargo David lo
había hecho en un momento de necesidad (1 Sam 2 1 , 2-7).
Oración:
"Señor, que me pediste que buscara el descanso para adorarte a
ti y para reencontrar el sentido de mi trabajo, enséñame a traba-
jar con gozo en tu presencia y a quedarme descansando en tus
brazos".
260
Domingo 23° durante el año
AÑO A : MT 1 8 , 1 5 - 2 0
Oración:
261
Domingo 23° durante el año
AÑO B: MC 7 , 3 1 - 3 7
Oración:
"Toca mis oídos, Señor, para que pueda escucharte; toca mi len-
gua para que pueda hablar de ti y comunicar tu amor a los de-
más; porque todo mi ser está hecho para el encuentro contigo y
para reflejar tu amor".
262
Domingo 23° durante el año
AÑO C : LC 1 4 , 2 5 - 3 3
Oración:
"Señor, enséñame a no tomar con negligencia y superficialidad
el camino que me propones; ayúdame a descubrir que ese cami-
no no es una parte de mi vida, sino todo, y que para tomarlo en
serio tengo que estar dispuesto a entregártelo todo".
263
a
Semana 2 3 durante el año
LUNES: LC 6, 6 - 1 1
Oración:
264
a
Semana 2 3 durante el año
MARTES: LC 6, 1 2 - 1 9
Jesús pasó la noche orando. No es raro que Lucas nos cuente esto, por-
que el tema de la contemplación es uno de los más presentes en todo su
evangelio. A Lucas le gusta presentar a la madre de Jesús como una mujer
contemplativa, le agrada destacar que la gente alababa a Dios por los pro-
digios de Jesús, etc.
Es interesante este detalle, porque Lucas es al mismo tiempo el evan-
gelio de la misericordia. Y así vemos que la contemplación y la acción no
se oponen entre sí, sino que deben estar íntimamente unidas. La misericor-
dia con el hermano no es puro activismo sin espíritu, y la oración no debe
ser una forma de escaparse de los compromisos con el hermano.
Y aquí es Jesús mismo el que ora, y se pasa toda la noche en diálogo
íntimo con Dios Padre. Jesús mismo, en su corazón humano, necesitaba
buscar ese tiempo de intimidad orante, y no le bastaba una hora. Toda la
noche.
Pero la importancia de esa noche de oración se advierte en lo que suce-
de después. Jesús "llamó a sus discípulos, y eligió entre ellos a doce". Los
eligió. No los llamó al azar, no designó a doce porque sí; su llamado era el
fruto de una elección que había sido madurada en toda una noche de en-
cuentro con su Padre.
Pero no eligió a los doce apóstoles para entretenerse con ellos, o para
crear una élite privilegiada, porque inmediatamente Jesús baja con ellos a
encontrarse con los demás discípulos y con una gran multitud, para ense-
ñarles y curarlos de sus males. Es importante advertir que la gente no lo
buscaba solamente para ser curados, sino también para escuchar su ense-
ñanza.
Oración:
265
a
Semana 2 3 durante el año
MIÉRCOLES: Lc 6, 2 0 - 2 6
Oración:
"Ayúdame Señor, para que pueda mirar con tus ojos a los po-
bres, hambrientos y despreciados. No permitas que mi corazón
se endurezca ante el dolor ajeno, no me dejes caer en la medio-
cridad del egoísmo, de la vanidad y la indiferencia".
266
a
Semana 2 3 durante el año
JUEVES: LC 6, 2 7 - 3 8
Oración:
267
Semana 23- durante el año
VIERNES: LC 6, 3 9 - 4 2
Oración:
"Ilumíname Señor, tócame con el poder de tu gracia, para que
reconozca mi propia miseria, la miseria de donde me has sacado
y la miseria que muchas veces me escondo a mí mismo; para que
reconociéndola, pueda mirar con ternura y compasión los defec-
tos ajenos".
268
a
Semana 2 3 durante el año
SÁBADO: LC 6, 43-49
Oración:
"Señor, transforma mi corazón con tu gracia para que se llene
de bondad y broten de él obras bellas que sean de tu agrado. No
permitas que caiga en la falsedad ni que me quede sólo con las
buenas intenciones, sino que te adore con toda mi vida
269
Domingo 2 4 ° durante el año
AÑO A : MT 1 8 , 2 1 - 3 5
Oración:
270
Domingo 24° durante el año
AÑO B: MC 8, 2 7 - 3 5
Oración:
"Jesús, dame la gracia de no reconocerte sólo en la gloria, sino
también en la pasión, y de compartir contigo lo que haya de pa-
sión en mi propia vida. Y hoy que me preguntas quién eres para
mí, quiero decirte una vez más que eres mi salvador y que me
redimiste en la cruz".
271
Domingo 2 4 ° durante el año
AÑO C : LC 1 5 , 1 - 3 2
Oración:
"Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras. Lo que
hagas de mí te lo agradezco. Estoy dispuesto a todo, lo acepto
todo, con tal que tu voluntad se cumpla en mí... Me entrego en
tus manos sin medida, con una infinita confianza, porque tú eres
mi Padre".
272
a
Semana 24 durante el año
LUNES: LC 7 , 1 - 1 0
Oración:
273
a
Semana 24 durante el año
MARTES: Lc 7 , 1 1 - 1 7
Oración:
274
a
Semana 2 4 durante el año
MIÉRCOLES: LC 7 , 3 1 - 3 5
Aquí tenemos otro texto que nos muestra una característica importante
de la vida terrena de Jesús. El no era un asceta sacrificado, un modelo
lejano de perfección, un profeta absorto en la presencia divina, como Juan
el Bautista. Jesús era criticado por ser un comilón y un borracho, y un
amigo de la gente despreciable. Siempre hay alguna excusa para no entre-
garse a Dios.
La figura de Jesús que nos muestra el texto es la de un Dios que no
sólo se hace hombre, sino que se introduce completamente en el mundo,
que no tiene miedo de juntarse con cualquiera, que camina por los callejo-
nes de los pecadores, que trata con las prostitutas ante la mirada acusadora
de los moralistas, que come y bebe con los rechazados por la sociedad.
Verdaderamente compartió y comparte nuestra vida en todo, menos en
el pecado. No era un puritano que quería aparecer en la sociedad como
modelo de sobriedad, de renuncia y de perfección. Él era un enamorado
del ser humano, que jamás caía en el pecado, pero quería vivir hasta el
fondo la existencia del hombre y acercarse como nadie al hermano caído.
Por esto mismo, su vida es una exhortación a los cristianos para que se
atrevan a insertarse en todos los ambientes, para que amen a la gente y no
pretendan aislarse en grupos de "elegidos". Sin consentir el pecado ni jus-
tificarlo, todo lo que le preocupa a la gente es parte de sus preocupacio-
nes, todos los anhelos de los corazones humanos son parte de sus anhelos.
Si sólo por ser humanos, nada que sea humano nos es indiferente, con
mayor razón será así si creemos realmente en un Dios hecho hombre, que
quiso compartir en todo nuestra vida y nuestra historia. Por eso decía San
Pablo: "Todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo
lo que es amable y digno de honra... todo eso ténganlo en cuenta (Flp 4, 8).
Oración:
"Qué admirable y qué maravilloso es ver que te acusaban de
mezclarte con los despreciables. Qué golpe para nuestra preocu-
pación enfermiza por la imagen y por el qué dirán. Dame Jesús,
ese comprometido amor al pobre y al pecador que te llevaba a
compartir sus vidas hasta elfondo para poder darles amor y acer-
carlos a la luz".
275
a
Semana 24 durante el año
JUEVES: LC 7, 3 6 - 5 0
Oración:
"Señor, yo no puedo hacer crecer mi amor solamente con mis
fuerzas humanas si tú no me impulsas con tu gracia. Por eso te
ruego, Señor, que manifiestes tu amor en mi vida para que pueda
amarte cada día más, y así responda mejor a la misericordia con-
que tantas veces me has perdonado".
276
a
Semana 2 4 durante el año
VIERNES: LC 8, 1-3
Oración:
"Señor, concédenos que en todas las comunidades cristianas las
mujeres sean respetadas, y que puedan ejercer libre y gozosamente
los carismas que les regalaste para servir a la Iglesia".
277
a
Semana 24 durante el año
SÁBADO: LC 8, 4 - 1 5
Oración:
278
Domingo 25° durante el año
AÑO A : MT 2 0 , 1 - 1 6
Oración:
"Ayúdame Señor, sana mi egoísmo, para que tenga siempre una
mirada buena, capaz de desear el bien de los demás, capaz de
alegrarme con su felicidad, deseoso de compartir gratuitamente
con ellos lo que pude alcanzar en mi vida".
279
Domingo 25° durante el año
AÑO B: Mc 9, 30-37
Oración:
280
Domingo 25° durante el año
AÑO C : LC 1 6 , 1 - 1 3
Oración:
281
a
Semana 2 5 durante el año
LUNES: LC 8, 1 6 - 1 8
Luego de la parábola del sembrador se nos dice que esa Palabra que los
discípulos han recibido se presenta como una luz que no puede ser guarda-
da en la intimidad del corazón sino que debe ser compartida, comunicada,
ya que de otra manera pierde su sentido de luz; ninguna lámpara se encien-
de para ser guardada. Por eso se invita al discípulo a no medir su entrega a
esa Palabra.
La Palabra merece ser amada, vivida y compartida sin cálculos, para
que de la misma manera, sin medida, Dios llene la propia vida de su luz y
de su poder. De otro modo sucederá lo mismo que pasa con una semilla
que se guarda: termina perdiendo la vida, termina podrida o estéril.
Así se nos indica una ley de la vida espiritual: para crecer en lo que se
posee, e incluso para no perderlo, es necesario comunicarlo. Lo que no se
comunica deja de ser auténtico y se muere, aunque aparentemente siga
estando presente. Por eso podemos hablar de una fe viva y de una fe muer-
ta. La fe viva es la que "se hace activa por el amor" (Gál 5, 6).
Así se entiende lo que dice el final de este texto: "al que no tiene se le
quitará aun lo que parece tener" (Lc 8, 18).
Esta es la paradoja de las cosas de Dios, que no se aseguran retenién-
dolas, sino regalándolas. Del mismo modo, la libertad cristiana es conver-
tirse en esclavos de los demás (Gál 5, 13), porque el Espíritu Santo nos
libera de nosotros mismos para hacernos uno con el hermano y ganarlo
para Cristo: "Siendo libre, me hice esclavo de todos" (1 Cor 9, 19). Y así,
en lugar de perderla, ganamos la más preciosa libertad, la liberación que
produce el amor.
Oración:
282
Semana 25- durante el año
MARTES: LC 8, 1 9 - 2 1
Oración:
283
a
Semana 25 durante el año
MIÉRCOLES: LC 9 , 1-6
Jesús vuelve a llamar a los apóstoles y los envía de dos en dos, con lo
cual se remarca el aspecto comunitario de la misión. En esta tarea Jesús
capacita a los que envía confiriéndoles poder no sólo para predicar, sino
también para liberar a los hombres de sus males más profundos.
Jesús quería algo más en sus discípulos: una vida desprendida y desin-
teresada; para que así como en Jesús se unieron la gloria y la pequeñez,
eso mismo se reflejara en sus discípulos: revestidos de su poder, pero no
apoyados en riquezas ni seguridades de este mundo, libres frente a los
bienes y a la apariencia, dependiendo de la generosidad de los demás, vi-
viendo en plena solidaridad con los más pobres y abandonados.
Debían dirigirse a todos los ambientes, pero evitando que los contagia-
ran las malas costumbres y la indiferencia de algunos lugares. Por eso
Jesús los invitaba a sacudirse hasta el polvo que les quedara en las sanda-
lias cuando en algún lugar la Palabra fuera despreciada. Pero este gesto no
es sólo una metáfora. De hecho, Pablo lo realizaba para recordar mejor la
exhortación del Señor y no perder el entusiasmo evangelizador por las
contrariedades del mundo (Hch 13, 51).
El encuentro con Cristo tiene que plasmarse en el cumplimiento de una
misión; y no existe un creyente que no tenga una misión que cumplir. Por
eso es bueno que cada mañana nos preguntemos el "para qué" del día que
comienza, que recordemos cuál es la misión que el Señor espera que cum-
plamos a lo largo del día. Las peores angustias e insatisfacciones se produ-
cen cuando uno no tiene un motivo para entregarse, para trabajar, para
luchar, y entonces hay que recordar, que también a través de las pequeñas
cosas, podemos vivir la profunda satisfacción de estar cumpliendo una
misión. Pero eso no se inventa de golpe, no se improvisa; se va preparando
con la oración y con las pequeñas opciones de cada día.
Oración:
"Señor, toma mi vida y realiza en ella esa paradoja de tu gloria y
tu poder unidos a la humildad y a la pequeñez. Dame tu gracia,
Señor, para entregarte todos mis deseos de poder, de prestigio y
de dinero, para apoyarme sólo en tu poder y en tu amor, y así
cumplir la misión que tú me confias".
284
a
Semana 2 5 durante el año
JUEVES: LC 9, 7-9
Oración:
285
a
Semana 2 5 durante el año
VIERNES: LC 9 , 1 8 - 2 2
Oración:
"Señor, al contemplarte resucitado puedo ver todavía las seña-
les de tu Pasión. Eres el Mesías que ha venido a reinar pasando
por la cruz, compartiendo con la humanidad el dolor y la angus-
tia de su crucifixión. Hazte presente Señor, con tu gloria y tu luz,
en medio de mis tribulaciones".
286
a
Semana 2 5 durante el año
SÁBADO: LC 9, 43-45
Todos se admiraban de lo que Jesús hacía. Pero Jesús quiere hacer una
advertencia a sus discípulos y les anuncia que él será entregado "en manos
de los hombres". Eso significa que la admiración que él despertaba por los
prodigios que hacía, la gloria que se manifestaba en sus acciones, no bas-
taría para evitar su muerte "en manos de los hombres".
Esta expresión "en manos de los hombres" nos hace descubrir hasta
qué punto el Hijo de Dios hecho hombre estuvo sometido a los límites
humanos, hasta qué punto él quiso depender de la libertad humana, herida
y enferma. Porque fue la libertad de los hombres, tomada por el poder del
mal, lo que llevó a Jesús a la cruz.
Pero también hoy, aunque Jesús está resucitado, él quiere someterse a
los límites de nuestra libertad débil y pecadora. Porque, aunque él tiene la
iniciativa y nos ofrece su gracia, nosotros siempre podemos decirle que
no.
Hoy Jesús podría manifestar el poder de su resurrección liberando a
los pobres del hambre y la miseria, y sin embargo no lo hace, porque quie-
re lograrlo a través de nosotros, y mientras nosotros no le demos nuestro sí
y aceptemos ser generosos, y nos entreguemos a la lucha por la justicia, él
no podrá liberar al hambriento.
Si en el mundo hay tantos problemas y angustias es porque todavía son
demasiado pocos los que se ofrecen como instrumentos, generosa y since-
ramente, para aliviar las angustias de los demás.
Él tiene poder para liberar nuestros corazones del egoísmo, de la co-
modidad y de la indiferencia, pero no quiere hacerlo sin nuestro sí. Por
eso, también hoy es realidad que el mismo Hijo de Dios quiso caer "en
manos de los hombres".
Oración:
"Señor Jesús, que has puesto en mis manos cosas tan grandes e
importantes, que has querido usar mis manos para resolver los
problemas del mundo, tómame Señor, vence mi egoísmo con tu
gracia, irrumpe en mi vida con el poder del amor".
287
Domingo 26° durante el año
AÑO A : MT 2 1 , 2 8 - 3 2
Jesús muestra de una manera breve y directa las dos actitudes que pue-
de haber ante la voluntad de Dios: la del que hace alarde de su entrega, de
su perfección y de su generosidad, pero que cuando llega el momento no
sabe reconocer ni cumplir lo que Dios concretamente le pide. Y por otro
lado, la actitud del que reconoce su incapacidad, su fragilidad y su imper-
fección, pero que finalmente abre su corazón y se entrega generosamente.
Pero Jesús lo ejemplifica con los pecadores y prostitutas que con sólo
escuchar el anuncio de Juan el Bautista se habían convertido, mientras las
personas consagradas a Dios que veían y escuchaban nada menos que al
Mesías, no eran capaces de abrir el corazón. Algunas personas servían a
Dios, pero al Dios que se adaptaba a sus ideas y tradiciones, un Dios crea-
do por ellos a la medida de sus estructuras.
Podríamos relacionar este texto con la parábola del hijo pródigo y con
todo el capítulo 15 de Lucas. Allí vemos que los fariseos no eran capaces
de alegrarse con la conversión de los pecadores. También vemos que Jesús
pone el ejemplo del hermano que se había quedado en la casa pero no supo
alegrarse cuando su padre recibió al hermano extraviado de regreso.
El hijo que se había quedado en la casa muestra que en realidad no
amaba la voluntad de su padre, porque cuando el padre actuaba con mise-
ricordia él era incapaz de aceptarlo con gozo. Porque estaba en la casa del
Padre, pero no vivía el espíritu de amor de la casa del Padre.
Esto puede suceder también hoy, cuando las personas que creen haber
entregado a Dios el corazón, en realidad están lejos de él, porque sólo
buscan aprobación y adulaciones, pero no gozan buscando desintere-
sadamente el bien de los demás.
Oración:
"Ayúdame Señor, para que valore lo maravilloso que es conocer-
te, escuchar tu Palabra, recibirte en la Eucaristía, de manera
que no me sienta tan perfecto en mi respuesta y experimente mi
pequeñez ante un don tan grande. Dame tu gracia, para que no
te responda con promesas, sino que tu mismo poder oriente mi
vida a una respuesta generosa y a una conversión real".
288
Domingo 26° durante el año
AÑO B: MC 9 , 3 8 - 4 3 . 4 5 . 4 7 - 4 8
Junto con la tentación del poder estaba la tentación propia de los fari-
seos, que buscaban controlarlo todo, tener bajo su mirada dominante todo
lo que tuviera que ver con la religión y las costumbres. Jesús había pedido
a los discípulos que se cuidaran de contagiarse.
Pero este texto muestra que también los discípulos caían en la tenta-
ción de querer controlarlo todo. Por eso no podían aceptar que alguien
expulsara demonios en nombre de Cristo sin pertenecer a su grupo de "se-
lectos". Sin embargo Jesús prefiere ser tolerante, y responde que es sufi-
ciente que esa persona no esté contra ellos.
La misma actitud positiva y tolerante puede verse en Pablo, cuando en
Flp 1, 18 dice: "¿Qué importa si predican a Cristo con falsedad o con
autenticidad? Si predican a Cristo eso me alegra y me alegrará".
Luego Jesús invita a revisar nuestra escala de valores y a descubrir que
el Reino tiene tanto valor que justifica renuncias y sacrificios. El que bus-
ca la vida mejor que Jesús propone no puede dar rienda suelta a todas sus
inclinaciones, sobre todo cuando las propias acciones hacen daño a los
demás.
El evangelio exige un nuevo estilo de vida marcado sobre todo por una
sincera preocupación por el bien del otro. El mismo sentido aparece en el
tema de la sal. La sal simboliza esas características que distinguen a los
cristianos y que deben contagiarse al mundo (Mt 5, 13). Pero también era
usada en las alianzas como señal de amistad. Por eso el texto dice "tengan
sal y estén en paz con todos". Esto implica que esas características distin-
tivas de los cristianos son ante todo las buenas actitudes ante el prójimo.
Una persona "con sal" es alguien que puede hacer felices a los demás, que
les ayuda a llevar el peso de la vida, que crea a su alrededor un ambiente
de amistad.
Oración:
289
Domingo 26° durante el año
AÑO C : LC 1 6 , 1 9 - 3 1
Este episodio del rico y el pobre Lázaro es uno de los textos típicos del
evangelio de Lucas, con un fuerte acento en la misericordia, donde apare-
ce también la predilección de Dios por los pobres. De hecho, el único motivo
que se da para que Lázaro sea llevado por los ángeles a un lugar de con-
suelo son los males que soportó durante su pobre vida, es decir, simple-
mente su pobreza.
El evangelio invita a prestar atención a esas personas sumidas en la
miseria y la angustia mientras estamos felices en nuestras comodidades y
tratamos de no dejarnos cuestionar por su presencia. Y este texto nos mues-
tra el lugar peculiar de la ayuda al hermano pobre en el camino de purifi-
cación y crecimiento. Aunque todo parezca estar bien, la indiferencia ante
las necesidades del pobre nos coloca en un camino que lleva a la oscuridad
y a la ruina.
También es destacable en este texto la importancia que se da a la Pala-
bra de Dios, ya que si no le prestamos atención a sus exigencias, ni siquie-
ra la resurrección de un muerto nos hará renunciar a nuestros apegos y a
nuestra indiferencia. No se trata entonces de esperar que Dios haga algo
prodigioso para que cambiemos de vida. Se trata de detenerse a ver la
realidad: la propia vida, el sentido de lo que estamos haciendo, las necesi-
dades que hay a nuestro alrededor. De ese modo podremos reconocer que
la vida cómoda y egoísta que llevamos es verdaderamente desagradable.
De hecho, hay personas que luego de disfrutar varios días de comodidad y
de confort, comienzan a recordar el sufrimiento de los demás y entonces
surge en sus corazones la pregunta: "¿Para qué estoy viviendo? ¿Qué es-
toy haciendo con mi vida?"
Pero la persona que se evade en las distracciones y escapa de las pre-
guntas de su propio corazón, no cambia de vida aunque vea resucitar a un
muerto.
Oración:
"Ilumíname Señor y toca mi corazón, para que pueda descubrir-
te en aquellos que pasan a mi lado y sólo se encuentran con mi
indiferencia. Purifícame del egoísmo y de la comodidad que me
encierran en mi pequeño mundo, insensible y ciego".
290
a
Semana 2 6 durante el año
LUNES: LC 9 , 4 6 - 5 0
Este texto sobre los niños debe leerse en continuidad con lo que venía
narrando el capítulo 9. En el versículo 43 vemos a la gente maravillada
ante la "grandeza" de Dios que se manifestaba en los prodigios de Jesús.
Luego Jesús anuncia que esa grandeza va a ser aparentemente opacada,
porque se manifestará de otra manera en su muerte en manos de los hom-
bres.
Jesús tenía la potencia de Dios, y sin embargo se hizo impotente en la
pasión. Del mismo modo ahora, en este texto, nos invita a descubrir la
grandeza de Dios en los más pequeños, los niños, para que lleguemos a la
grandeza de Dios haciéndonos pequeños como un niño.
El evangelio nos invita así a recuperar la actitud de humilde confianza
que caracteriza a los niños (Sal 131); el Reino de Dios debe ser recibido
con esa confianza, propia del que sabe que solo no puede. Así como un
niño que en los momentos de temor reclama sinceramente la presencia de
su Padre, el corazón tocado por Dios ha renunciado a su autonomía, sabe
que necesita del poder de Dios, que sin el Señor no tiene fuerza ni seguri-
dad, que en él está la única verdadera fortaleza.
El discípulo, si quiere ser agradable a los ojos de Jesús, deberá hacerse
pequeño como un niño y aparecer ante los demás con la sencillez de un
pequeño. Presentándose a Dios con las manos vacías se dispone a ser lle-
nado con la misericordia infinita del Padre que lo ama de verdad. Presen-
tándose ante los demás con la sencillez de un niño, queda claro que el
poder que se manifiesta en su vida pequeña no es suyo, sino del Padre que
lo sostiene permanentemente.
Oración:
291
a
Semana 2 6 durante el año
MARTES: LC 9 , 5 1 - 5 6
Oración:
292
a
Semana 2 6 durante el año
MIÉRCOLES: Lc 9 , 5 7 - 6 2
Oración:
293
a
Semana 2 6 durante el año
Jesús envía a sus discípulos de dos en dos. Eso significa que la activi-
dad misionera es comunitaria, y, en general, que nuestro servicio a Dios no
puede ser individualista, no debe vivirse como una cuestión entre Dios y
uno. El que quiere servir a Dios con el espíritu del evangelio, siempre
tendrá que compartir con otro, consultar, rendir cuentas a alguien, respetar
el estilo, los gustos y las inclinaciones de los compañeros de camino que
Dios quiera poner a su lado. Además, los discípulos son enviados a prepa-
rar la llegada de Jesús, porque él es quien debe reinar en los corazones, y
no los instrumentos que lo anuncian.
El discípulo debe anunciar a Cristo sabiendo que deberá sufrir recha-
zos, burlas y persecuciones. No puede pretender una vida cómoda, sin con-
tradicciones ni tensiones. Él es como una oveja en medio de lobos (v. 3).
Pero no está solo, por dos motivos: porque Jesús lo envió con otro, que
compartirá sus dificultades, y porque el que los envía es más fuerte que
cualquier amenaza.
Cuando lleguen a un lugar deben instalarse en una casa, sin cambiar de
lugar, y allí pueden comer y beber con libertad todo lo que se les ofrezca
(v. 8: todo lo de allí). Esto significa que los predicadores deben tener las
comodidades mínimas para vivir dignamente. Jesús les pide libertad y des-
prendimiento, no miseria ni ascesis inhumanas.
En los lugares hostiles, donde sean rechazados, deben evitar que ese
rechazo los entristezca, los detenga o les quite entusiasmo. Sacudirse las
sandalias para eliminar hasta el polvo de ese lugar es una manera simbóli-
ca de dejar todo atrás y seguir adelante con confianza y alegría.
El discípulo es instrumento para comunicar esa paz que el mundo no
puede dar, y por eso puede hacer suya la oración de San Francisco: "Señor,
haz de mí un instrumento de tu paz. Que donde haya odio yo ponga el
amor, donde haya ofensas yo ponga el perdón...".
Oración:
"Señor, ayúdame a descubrir que también yo debo anunciar el
evangelio, con coraje y alegría. Y te ruego que bendigas a los
misioneros que llevan tu Palabra. Llénalos del poder de tu Espí-
ritu para que experimenten tu presencia en sus vidas".
294
a
Semana 2 6 durante el año
VIERNES: LC 1 0 , 1 3 - 1 6
Oración:
"Ayúdame Señor, con toques de tu gracia, con auxilios de tu Es-
píritu, para que pueda reconocer tus dones con un corazón agra-
decido, y así desee responder a tu amor con una conversión más
profunda, con una vida y un corazón que sean de tu agrado".
295
a
Semana 2 6 durante el año
SÁBADO: LC 1 0 , 1 7 - 2 4
Los discípulos se alegran porque los espíritus del mal se someten cuan-
do invocan el nombre del Maestro. Se sienten poderosos. Pero Jesús les
advierte que no pongan su mayor alegría en ese poder que han recibido,
sino en las realidades celestiales que se les han prometido.
La alegría es un tema típico del evangelio de Lucas, desde la anuncia-
ción hasta la Pascua, pasando por una especie de caravana de gente gozo-
sa, entre los que se destaca María, que "se estremecía de gozo en Dios su
salvador".
Pero aquí es Jesús el que se llena de alegría; no una alegría mundana, o
una euforia psicológica, sino el gozo que procede del Espíritu Santo.
El motivo de la alegría de Jesús es muy particular. Jesús se alegraba
contemplando cómo los más pequeños y sencillos recibían la buena noti-
cia y captaban los misterios más profundos del amor de Dios.
Y Jesús se goza porque es su Padre amado el que manifiesta a los sen-
cillos las cosas que permanecen ocultas para los sabios de este mundo.
Todo el evangelio de Lucas es también un testimonio permanente de
esta predilección del Padre y de Jesús por los pequeños, los olvidados, los
despreciados de la sociedad, pero que albergan en su sencillez un tesoro
divino.
Jesús es el que manifiesta esa misteriosa revelación, porque sólo él
conoce íntimamente al Padre y puede revelar sus misterios.
Oración:
296
Domingo 27° durante el año
AÑO A : MT 2 1 , 3 3 - 4 3
Oración:
297
Domingo 2 7 ° durante el año
AÑO B: MC 1 0 , 2 - 1 6
Jesús afirma que la práctica del divorcio era sólo una permisión (per-
mitió), como una tolerancia frente a una costumbre y a una debilidad. Pero
para Jesús eso no corresponde al plan original de Dios, que une a los espo-
sos como una sola carne para que nunca se separen. Que hoy sean tan
comunes las rupturas no debe llevarnos a que nos burlemos de este deseo
de Dios.
Por eso Jesús reafirma el rechazo al adulterio, pero con una caracterís-
tica destacable: el varón no tiene derecho a repudiar a la mujer, y si lo hace
no tiene derecho a una nueva unión. El texto antiguo (Deut 24, 1-3) daba
amplios poderes al varón para liberarse de la mujer si luego de casado
descubría en ella algo que no le agradaba, y así dejaba a la mujer a merced
de los caprichos del varón.
Jesús elimina esa superioridad despótica y arbitraria del varón y colo-
ca las cosas en su lugar. Las exigencias son las mismas para los dos.
El texto sobre los niños nos indica dos cosas; por un lado la mirada de
amor que Dios dirige a los niños. No olvidemos que en aquella época se
decía "tantas personas, sin contar las mujeres y los niños", parecía como si
no fueran plenamente seres humanos. No era así para Jesús, que no sólo se
detenía a acariciarlos y a bendecirlos, sino que además decía que el Reino
de Dios pertenece a los que son como ellos.
Pero por otra parte el evangelio nos invita a recuperar la actitud de
humilde confianza que caracteriza a los niños (Sal 131); el Reino de Dios
debe ser recibido con esa confianza, propia del que sabe que solo no pue-
de. Así, el corazón tocado por Dios ha renunciado a su autonomía, tiene la
profunda convicción de que necesita de Dios y acepta espontáneamente
depender de él.
Oración:
298
Domingo 27° durante el año
AÑO C : LC 1 7 , 5 - 1 0
Oración:
299
a
Semana 2 7 durante el año
LUNES: LC 1 0 , 2 5 - 3 7
Oración:
"Señor, yo que estoy pendiente de mí mismo, preocupado por tan-
tas cosas de mi propia vida, no soy capaz de reaccionar espontá-
neamente cuando alguien necesita mi ayuda. Necesito el impulso
de tu amor que me arranque de mi egoísmo. No permitas que me
haga tantas preguntas Señor, ayúdame a reaccionar con amor".
300
a
Semana 2 7 durante el año
MARTES: LC 1 0 , 3 8 - 4 2
Oración:
301
a
Semana 2 7 durante ei año
MIÉRCOLES: Lc 1 1 , 1-4
Cuando Jesús enseña a orar nos invita a tener ante Dios una actitud de
ternura, de confianza, y al mismo tiempo de reconocimiento, aceptando
que todo lo hemos recibido de él. Por eso nos pide que le llamemos sim-
plemente "Padre". Así Jesús quiere compartir con nosotros el encuentro
íntimo que él tiene con el Padre. De hecho, el evangelio nos cuenta que
Jesús "oraba a solas" (Lc 9, 18), se apartaba en el silencio para encontrar-
se con el Padre. Para él era una necesidad de amor.
Jesús ha querido que también nosotros tengamos esa intimidad con
nuestro creador y que le llamemos "Padre". El mismo Espíritu Santo cla-
ma en nuestros corazones llamándole así (Gál 4, 6; Rom 8, 15). Decimos
entonces que, por la obra y el impulso del Espíritu Santo, nosotros nos
unimos a Jesús, y junto con él podemos clamar llenos de gozo y de con-
fianza: "¡Padre!".
Luego Jesús nos invita a expresar nuestro deseo de que el Nombre del
Padre sea santificado. En el fondo era el gran deseo que llenaba el corazón
de Jesús, porque él deseaba la adoración y la gloria de su Padre amado.
Después nos invita a pedir la llegada del Reino, para despertar en no-
sotros el deseo sincero de esa llegada. Se trata de la plenitud que este
mundo no nos puede dar, y que sólo llegará cuando el Reino de Dios se
apodere de nosotros en toda su plenitud. Luego pedimos el pan, pero sólo
el pan indispensable para seguir viviendo y entregándonos por el Reino de
Dios; el pan cotidiano. A continuación pedimos perdón, pero sólo en la
medida en que nosotros perdonamos, y así Jesús nos invita a recordar per-
manentemente la necesidad imperiosa de perdonar a los hermanos para
poder estar en paz con el Padre de todos. Finalmente, rogamos al Padre
que no nos deje caer en la tentación, que no deje que el mal nos domine, y
así reconocemos humildemente que solos no tenemos fuerzas para vencer
el poder y el atractivo del mal.
Oración:
302
a
Semana 2 7 durante el año
JUEVES: Lc 1 1 , 5 - 1 3
Oración:
"Padre Dios, quiero presentarme ante ti lleno de confianza, sa-
biendo que deseas mi bien como un padre bueno. Pongo en tus
manos, Padre, todas mis preocupaciones, mis inquietudes, mis
necesidades más profundas; pero te ruego sobre todo que no me
dejes faltar la fuerza y la luz de tu Espíritu Santo".
303
a
Semana 2 7 durante el año
VIERNES: Lc 1 1 , 1 5 - 2 6
Oración:
304
a
Semana 2 7 durante el año
SÁBADO: Lc 1 1 , 2 7 - 2 8
Oración:
305
Domingo 28° durante el año
AÑO A : MT 2 2 , 1 - 1 4
Jesús compara el Reino de los cielos con una fiesta, con un banquete de
bodas; es el Reino de la alegría compartida. Es cierto que esto supone una
experiencia personal, el encuentro con Cristo que "vive en mí" (Gál 2 , 2 0 ) ;
pero esa identificación espiritual con Cristo me lleva a identificarme con
su sueño, que es el de reinar en toda la humanidad. Él quiere ser Señor en
mi corazón, pero quiere verme unido a los demás en la alegría de la fiesta.
Amando a Cristo comparto su sueño comunitario, y me uno a los de-
más para comenzar a vivir con gozo y gratitud la fiesta del Reino.
Esta parábola del banquete se sitúa en el contexto del rechazo de los
judíos, que eran los invitados especiales y rechazaron la invitación, y por
eso la invitación se abre a todos los pueblos.
Y si recordamos Mt 2 1 , 28-32, vemos que también se aplica a los fari-
seos y sumos sacerdotes de la época de Jesús, que teniendo toda la riqueza
de su religiosidad no supieron aceptar al Redentor, y en cambio lo acepta-
ron los pecadores públicos y las prostitutas.
Pero la parábola aporta un detalle importante. Si bien todos son invita-
dos y recibidos, se espera que cada uno se adapte a la importancia del
banquete y se prepare adecuadamente. Es necesario al menos colocarse un
traje de boda.
Leyendo el Nuevo Testamento podemos descubrir que ese traje de bo-
das, la condición indispensable para entrar al Reino, es el amor al prójimo
(Mt 25, 34-36; Gál 5, 14; 1 Juan 2, 9; 3, 14). El que rechaza esta invitación
al amor, el que se resiste al encuentro con el otro, no tiene lugar en el
banquete, porque el que está cerrado al hermano ni siquiera puede disfru-
tar de una fiesta comunitaria, no tiene nada que hacer en esa celebración
de amor y de unidad.
Oración:
306
Domingo 28° durante el año
AÑO B: MC 1 0 , 1 7 - 3 0
Oración:
307
Domingo 28° durante el año
AÑO C : LC 1 7 , 1 1 - 1 9
Oración:
308
a
Semana 2 8 durante el año
LUNES: Lc 1 1 , 2 9 - 3 2
Oración:
309
a
Semana 2 8 durante el año
MARTES: Lc 1 1 , 3 7 - 4 1
Oración:
310
a
Semana 2 8 durante el año
MIÉRCOLES: Lc 1 1 , 4 2 - 4 6
Oración:
"Señor Jesús, ayúdame a simplificar mi vida. No dejes que me
complique con mis propias tradiciones y costumbres y ayúdame
a estar más atento al bien de los demás. No permitas que desgas-
te mis energías en las cosas secundarias y ayúdame a recordar
siempre lo que más te agrada".
311
a
Semana 2 8 durante el año
JUEVES: Lc 1 1 , 4 7 - 5 4
Jesús continúa con sus duros reproches a los fariseos y a los que ense-
ñaban la Ley, y los declara herederos de los que asesinaron a los grandes
profetas. Porque así como en otras épocas el mensaje de los profetas
desestabilizaba, molestaba, exigía cambios que no estaban dispuestos a
hacer, y por eso decidían eliminarlos, lo mismo querían hacer los fariseos
y maestros con Cristo. Su mensaje les exigía un cambio de mentalidad, y
ellos estaban cómodos enseñando siempre lo mismo, sintiéndose superio-
res a los demás, y controlando la vida de la gente con el pretexto de un
falso celo por la Ley. No querían perder esa seguridad vanidosa y el poder,
y por eso miraban a Jesús con recelo, su mensaje les parecía peligroso.
Y para ser todavía más directo, Jesús los compara con Caín, que mató
a su propio hermano por envidia.
Pero lo peor de estos corazones cerrados es que su mal no queda ence-
rrado dentro de su pequeño círculo, sino que termina afectando al pueblo.
El poder que ellos tenían hacía que la gente temiera acercarse a Cristo. El
evangelio de Juan describe esta situación diciendo que muchos no confe-
saban abiertamente su fe en Cristo por temor de que los fariseos los expul-
saran de la sinagoga (Jn 12, 42; 9, 22). Por eso Jesús dice en este texto:
"No entraron ustedes y a los que están entrando se lo impiden".
El efecto de estas palabras fue tremendo, porque los escribas y fari-
seos se sintieron descubiertos y humillados, y su reacción fue la de acosar-
lo para encontrar alguna manera decorosa de eliminarlo definitivamente.
Pero, si Jesús dice que la historia, desde Caín y Abel, se sigue repitien-
do, convendría que nos preguntemos si no la estamos repitiendo también
nosotros de alguna manera. Quizás hayamos encontrado el modo de elimi-
nar a Cristo de nuestras vidas cuando su Palabra nos cuestiona, o quizás
intentemos eliminar de nuestras vidas a los hermanos que nos desestabilizan
o con su sola existencia nos indican la necesidad de un cambio.
Oración:
"Señor, tu Palabra nunca me deja igual, siempre me invita a re-
novar mi existencia, me llama a una conversión permanente.
Dame la gracia de no frenar el poder de esa Palabra, de no eli-
minarla de mi existencia con falsos argumentos".
312
a
Semana 2 8 durante el año
VIERNES: LC 1 2 , 1-7
Jesús era acosado por una multitud que lo perseguía. Sin embargo, por
un instante quiere dirigirse a sus discípulos y alertarlos contra la hipocre-
sía. El sentido de esta palabra es el de representar un papel, actuar debajo
de una máscara, aparentar lo que no se es. Los fariseos eran para Jesús el
caso típico de la simulación, de la apariencia, de la gloria vacía de conte-
nido; más aún, eran "sepulcros blanqueados" que bajo la apariencia de la
pintura blanca escondían podredumbre (Mt 23, 27), porque sólo "parecen
justos" (Mt 23, 28), pero no lo son; y hasta usan las cosas sagradas, como
la oración, para aparentar y cubrir sus maldades: "Devoran los bienes de
las viudas y fingen hacer largas oraciones" (Lc 20, 46). El hipócrita se
oculta a sí mismo su propia verdad y pretende ser consejero de los demás
(Lc 6, 42).
Jesús recomienda a sus amigos que se cuiden de caer en esa obsesión
por disfrazar la propia realidad, porque "no hay nada escondido que no se
descubra" (12, 2). Y luego, para que no caigan en el mecanismo de la
apariencia como táctica para evitar persecuciones, Jesús los invita a con-
fiar en Dios que no olvida ni siquiera a los pajaritos, y a mirar más el bien
de la salvación que el de la vida misma.
Pero aquí podríamos leer también una invitación a valorar la propia
dignidad para no caer en la indignidad de cuidar la apariencia y de seducir
a los demás con engaños: "Ustedes valen más que muchos pájaros".
Esta invitación de Jesús a dejar de lado el temor es también una invita-
ción a convencernos del amor que Dios nos tiene y a confiarnos en ese
amor, porque "en el amor no hay lugar para el temor; el amor perfecto
elimina el temor" (1 Jn 4, 18). Sólo hay lugar para el "santo temor de
Dios", que es el profundo respeto ante su santidad, y el temor de ofenderlo
con nuestras acciones (Prov 14, 26-27).
Oración:
313
a
Semana 2 8 durante el año
SÁBADO: LC 1 2 , 8 - 1 2
Jesús está pidiendo valentía para confesarlo sin echarse atrás, como
anunciando las tremendas persecuciones que sufrirían luego los primeros
cristianos. Pero para no echarse atrás primero hay que liberarse del temor,
dando más importancia a lo que no puede ser eliminado por la espada y
poniéndose en las manos de Dios que quiere lo mejor para nosotros (12, 4-
7). En los versículos 8 y 9 hace una promesa: el que tenga la valentía de
confesar que es discípulo de Cristo, sin pretender ocultarlo, será confesa-
do ante los ángeles de Dios, lo cual significa la seguridad de alcanzar la
vida eterna. Pero para eso no bastan las fuerzas humanas, es necesario
dejarse llevar por el Espíritu Santo, y permitirle también que él haga nues-
tra defensa ante los perseguidores.
Y puesto que es el Espíritu Santo el que transforma nuestros corazones
y nos permite cumplir la voluntad divina (Ez 36, 26-27), cuando rechaza-
mos su acción interior nos autoexcluimos del perdón de Dios. Por eso este
texto dice que quien blasfeme contra el Espíritu Santo no puede ser perdp-
nado; esto significa que no podemos recibir el perdón mientras nosotros
mismos lo rechacemos.
En Mc 3, 30 se nos indica claramente que, al mencionar este pecado
contra el Espíritu Santo, Jesús "se refería a los que decían que estaba en-
demoniado". Así podemos precisar que la blasfemia contra el Espíritu Santo
es la actitud del que se cierra a la acción del Espíritu poniendo como excu-
sa que esa acción viene de Satanás; haciendo callar a Dios con excusas,
con tal de no cambiar los propios planes. Este pecado contra el Espíritu
Santo designa entonces al corazón cerrado que rechaza la Palabra de Dios,
rechaza los signos de su amor, y en definitiva rechaza el perdón de Dios, y
por eso no puede ser perdonado mientras persevere en esa actitud, ya que
Dios no actúa en contra de las decisiones de la libertad humana. La inicia-
tiva siempre es suya, y él nos da su gracia para que podamos responderle;
pero hay una respuesta que debe brotar de nuestra libre aceptación.
Oración:
314
Domingo 29° durante el año
AÑO A : MT 2 2 , 1 5 - 2 1
Oración:
"Te adoramos Señor Jesús, porque estuviste siempre junto a tu
pueblo y no quisiste darle respuestas falsas ni promesas vanas.
Concede a los que gobiernan nuestra patria que sepan descubrir
y realizar lo que nuestro pueblo necesita en este momento
315
Domingo 29° durante el año
AÑO B: MC 1 0 , 3 5 - 4 5
Jesús quiere que sus discípulos sean conscientes de que está marchan-
do hacia el final de su vida terrena. Pero los discípulos piensan sobre todo
en la gloria que Jesús alcanzará y la entienden como un reinado glorioso
en la tierra. Por eso Santiago y Juan (los Zebedeos) piden un lugar desta-
cado en ese nuevo Reino.
Jesús, con admirable paciencia, quiere hacerles notar que compartir su
Reino implica también compartir los sufrimientos propios de la pasión,
pero ellos responden que están dispuestos a acompañarlo en todo. Sin
embargo, Jesús indica que eso no basta, porque el que asigna los puestos
es el Padre, de manera que el creyente debe renunciar a reconocimientos
públicos o lugares de dominio. Además, en la nueva comunidad la autori-
dad será más servicio que gloria. Y al mismo tiempo que destaca ese nue-
vo estilo, Jesús lo contrapone a los poderes políticos paganos, donde la
autoridad se imponía de maneras indeseables. Además ofrece como mode-
lo de autoridad su propia vida entregada hasta el fin por los demás.
El texto también nos invita a escuchar la pregunta que Jesús nos hace:
"¿Estás dispuesto a beber el cáliz que yo beberé?" Pregunta molesta, por-
que nosotros desearíamos excluir de nuestra vida todo sufrimiento, todo
contratiempo, todo límite. El cáliz simboliza la sangre derramada, la en-
trega de la pasión, el dolor de la cruz, y la sola palabra "dolor" es como un
aguijón en nuestro interior. Pero si no enfrentamos esos miedos oscuros y
no miramos nuestra vida limitada tal cual es, viviremos engañándonos a
nosotros mismos y rechazando la misión que Dios nos da, misión que siem-
pre exigirá renuncias, cansancios y momentos difíciles. Santiago y Juan
contestaron que sí, que podían beber su cáliz, aunque todavía no entendían
lo que eso significaba y estaban apegados al deseo de poder. Sin embargo,
el amor a Jesús los sostuvo, los purificó, y ellos fueron capaces de renun-
ciar a sus proyectos.
Oración:
"Jesús, ayúdame a convencerme de que mi grandeza está en el
servicio humilde y desinteresado; libérame de estar pendiente de
puestos, reconocimientos humanos y lugares de gloria, para en-
tregarme con un corazón despojado a servirte en los hermanos".
316
Domingo 29° durante el año
AÑO C : LC 1 8 , 1-8
Ya en 11, 5-13 este evangelio de Lucas nos invitaba a orar con insis-
tencia poniéndonos el ejemplo del hombre que va a pedir ayuda de noche
y que es atendido por haber insistido tanto. En este texto se nos ofrece un
ejemplo semejante: el de la viuda que ruega al juez que le haga justicia.
Los detalles de este ejemplo nos ayudan a precisar su mensaje. Es im-
portante que se trate de una viuda, porque en la época de Jesús las viudas,
igual que los huérfanos, eran personas desprotegidas, eran el modelo de lo
que significa estar completamente desamparado en el mundo. Por eso en
la Biblia se insiste especialmente en la gravedad del pecado de aprove-
charse de los huérfanos y de las viudas (Éx 22, 21-22; Jer 22, 3).
También aparece en este texto un juez corrupto, incapaz de pensar en
el bien de los demás. Dice que no solamente no temía a Dios, sino que
además "no respetaba a los seres humanos" (v. 4). Ya el profeta Isaías
hablaba de estos jueces que "aman el soborno y van tras regalos... el plei-
to de la viuda no llega hasta ellos" (Is 1, 23). Las pobres viudas, que no
tenían nada para regalarles, no tenían ninguna importancia para ese tipo
de jueces, que dejaban para más adelante a las viudas oprimidas y despo-
jadas, de manera que las viudas indefensas morían sin ver la justicia.
Jesús pone el ejemplo de una viuda que tiene que pedirle justicia a uno
de esos jueces corruptos. Parece imposible que ese juez la escuche y la
defienda. Sin embargo, la viuda insiste tanto que finalmente logra que el
juez, por cansancio, le haga justicia. Jesús nos enseña que así debe ser
nuestra oración: segura, insistente, perseverante, reiterada, apremiante. No
se trata de repetir largas oraciones de la boca para afuera, como hacían los
fariseos, sino de pedir con sencillez, pero sin cansarse, sin dudar. Una
súplica débil es señal de una fe débil, que no cree profundamente en el
poder y en el amor de Dios; pedir es una forma de confesar nuestra fe, de
rendir culto a Dios. Además, una súplica poco frecuente muestra que en
realidad lo que pedimos no es demasiado valioso para nosotros.
Oración:
"Señor, regálame la fe inquebrantable y la confianza insistente
de la viuda desamparada. Ayúdame a reconocer con humildad
que eres tú el todopoderoso, que dependo de ti, que sin ti nada
puedo, que lejos de ti soy débil y no tengo protección".
317
a
Semana 2 9 durante el año
LUNES: LC 1 2 , 1 3 - 2 1
Oración:
"Derrama en mi interior tu generosidad divina, Señor, para que
me goce en dar y en compartir, y de esa manera pueda vivir plena-
mente cada día sin estar pendiente de amontonar para el futuro".
318
a
Semana 2 9 durante el año
MARTES: LC 1 2 , 3 5 - 3 8
Oración:
319
a
Semana 2 9 durante el año
MIÉRCOLES: Lc 1 2 , 3 9 - 4 8
Oración:
320
a
Semana 2 9 durante el año
JUEVES: LC 1 2 , 4 9 - 5 3
Oración:
321
a
Semana 2 9 durante el año
VIERNES: LC 1 2 , 5 4 - 5 9
Jesús invita a los creyentes a descubrir los signos de Dios en las cosas
que pasan, en la historia concreta que les toque vivir, porque Dios habla
también a través de los acontecimientos, de las novedades que nos interpe-
lan, de los nuevos desafíos que nos presenta la vida. Por medio de lo que
nos va sucediendo el Señor nos pide que demos un paso más, que avance-
mos, que no nos quedemos anclados en el pasado.
Los judíos estaban acostumbrados a escuchar la voz de Dios a través
de la Biblia, y la gente acostumbrada a descubrir los signos de la naturale-
za para anticipar los cambios de clima. Pero Jesús les pide que de la mis-
ma manera estén atentos a descubrir lo que Dios dice por medio de las
cosas nuevas que suceden. El Padre Dios quería hablarles a través de su
propio Hijo hecho hombre, que había entrado en esta historia humana. Y
su presencia estaba acompañada por muchos y variados signos.
También hoy Jesús se hace presente en nuestra propia historia para
invitarnos a la conversión a través de muchos signos, pero cuando nos
hemos aferrado a una forma de vivir y a determinadas costumbres, preferi-
mos no mirar esos signos de Jesús que nos invitan a una vida nueva.
También una crisis es una manera que tiene Dios para hacernos descu-
brir que lo que hemos hecho y vivido hasta ahora no es suficiente, que
somos llamados a algo más. Las depresiones, desilusiones, fracasos, las
cosas que se acaban, son como un grito de Dios que nos llama a crecer.
Pero particularmente se trata de escuchar a Dios a través de los demás,
ya que sus instrumentos preferidos son los seres humanos, la gente. Por
eso decía Mons. Angelleli: "un oído en el pueblo y otro en el evangelio".
Finalmente, con el ejemplo de un juicio, Jesús nos recuerda que son los
años de esta vida los que nos permiten resolver lo que no está bien. La vida
es un camino que hay que saber aprovechar, antes que sea demasiado tarde.
Oración:
"Señor, ilumina mis ojos para que pueda ver lo que tú me dices a
través de las cosas que me pasan, porque de todo lo que me suce-
da tú puedes sacar algo bueno, si yo acepto cada desafío que me
presenta la vida. No permitas que mi corazón esté ciego e ignore
los signos que tú le das".
322
a
Semana 2 9 durante el año
SÁBADO: LC 1 3 , 1-9
Oración:
323
Domingo 30° durante el año
AÑO A : MT 2 2 , 3 4 - 4 0
Oración:
324
Domingo 30° durante el año
AÑO B: MC 1 0 , 4 6 - 5 2
Oración:
"Señor, yo también estoy un poco al borde del camino, ciego y
solitario, necesitado y a oscuras. Yo también tengo mis cegueras
y me cuesta ver la luz de tu verdad y el sentido de mi vida. Por
eso te ruego que abras mis ojos y me hagas ver la luz".
325
Domingo 30° durante el año
AÑO C : LC 1 8 , 9 - 1 4
Oración:
"Libérame Señor de esa tonta vanidad que me lleva a poner mi
seguridad en las obras externas y a despreciar a los demás por
sus imperfecciones. Ayúdame a reconocer mi propia miseria y la
grosera fealdad del orgullo".
326
a
Semana 3 0 durante el año
LUNES: LC 1 3 , 1 0 - 1 7
Oración:
"Señor, tu que miras el universo, que puedes verlo todo y com-
prender la inmensidad que nosotros no podemos siquiera imagi-
nar, no permitas que mi mirada se encierre en un mundo pequeño
y ayúdame a mirar los horizontes que tú quieres mostrarme".
327
a
Semana 3 0 durante el año
MARTES: LC 1 3 , 1 8 - 2 1
Oración:
328
a
Semana 30 durante el año
MIÉRCOLES: LC 1 3 , 2 2 - 3 0
Oración:
329
a
Semana 3 0 durante el año
JUEVES: LC 1 3 , 3 1 - 3 5
Oración:
330
a
Semana 30 durante el año
VIERNES: LC 1 4 , 1-6
Una persona enferma se pone delante de Jesús. Sería bueno que el lec-
tor se preguntara cuál es su actitud cuando se le presenta una persona en-
ferma. El mundo de hoy, tan vitalista y consumista, busca el placer, la
intensidad, ama la juventud y la fuerza, pero no tolera todo lo que le hable
de debilidad, todo lo que le haga recordar los límites de esta vida.
Por eso es normal que a un hombre de hoy le resulte profundamente
desagradable que una persona débil y enferma se le ponga delante.
Jesús en cambio, con un corazón sano y generoso, no podía sentir
repulsión por las personas débiles, sólo podía amarlos; es más, eran sus
preferidos, porque él quiere de verdad socorrer nuestra miseria.
Por eso el evangelio no nos dice solamente curó al enfermo; nos dice
también que Jesús "lo tomó". No basta decir que toleró su presencia, o que
no intentó sacárselo de encima, sino que lo agarró, lo abrazó, así le hizo
sentir que era importante para él, y sólo después lo curó.
Jesús indica que hacer el bien al hermano necesitado está por encima
de las demás leyes, como la ley del descanso, y se presenta como un aman-
te de la vida, dador de vida para el ser humano.
Pero los fariseos, que debían buscar el bien del pueblo, son incapaces
de alegrarse por el bien de la persona curada. Ellos simplemente "lo vigi-
laban". Pero Jesús les hace saber que, así como un padre no puede dejar a
su hijo dentro de un pozo, él no puede dejar solo al hermano enfermo sin
aliviarlo.
El celo por la ley de Dios debería expresarse ante todo en el celo por la
felicidad del hermano, porque la primera ley es el amor.
Oración:
331
a
Semana 3 0 durante el año
SÁBADO: Lc 1 4 , 1 . 7 - 1 1
Jesús fue invitado por un banquete que organizaba un jefe de los fari-
seos. Si recordamos que entre los fariseos era frecuente la costumbre de
cuidar la apariencia social y de buscar ser admirados y reconocidos, se nos
hace evidente que el ambiente de ese banquete, lleno de fariseos preocu-
pados por estar cerca del jefe mayor, no era precisamente de humildad y
sencillez. De hecho el evangelio narra que "los invitados andaban buscan-
do los primeros puestos" (v. 7).
A ellos Jesús dirige una enseñanza: cuando uno busca el último lugar
se evita problemas y tensiones; evita una carrera desgastante de vanida-
des, temores, competencias y humillaciones. En cambio, el que busca el
primer lugar se expone a fracasos dolorosos, situaciones humillantes, des-
engaños.
Por eso decía Carlos de Foucauld: "Señor, te pido que me des el últi-
mo lugar, ese lugar que nadie querrá quitarme".
Pero para los que llevan años, o quizás toda la vida, pendientes de la
mirada de los demás, es muy difícil liberarse de este verdadero vicio y
reconocer que "somos lo que somos ante la mirada de Dios, y nada más".
Es necesario pedir la luz de Dios para reconocer que la preocupación
por ser bien vistos nos lleva a representar un personaje, de manera que
finalmente ni nosotros mismos sabemos quiénes somos en realidad, y así
perdemos la identidad que Dios quiso regalarnos.
De esa manera, tampoco tenemos nada auténtico para ofrecer a los
demás y no podremos amar a nadie en serio.
Oración:
332
Domingo 31° durante el año
AÑO A : MT 2 3 , 1 - 1 2
Oración:
333
Domingo 31° durante el año
AÑO B: MC 1 2 , 2 8 - 3 4
Oración:
334
Domingo 31° durante el año
AÑO C : LC 1 9 , 1 - 1 0
Oración:
"Señor Jesús, tú conoces mi miseria y mi dificultad para cam-
biar Pero te ruego que toques esa parte buena que hay en mí
para que pueda vencer mis desconfianzas y mis apegos, para que
me atreva a ponerme ante ti y puedas terminar la obra que empe-
zaste en mi vida".
335
a
Semana 3 1 durante el año
LUNES: LC 1 4 , 1 2 - 1 4
Oración:
"Señor, que aprenda a compartir mi vida con los pobres, y sobre
todo a vivir con ellos la fiesta de la amistad. Libérame de actuar
buscando siempre mis propios intereses, haciendo de las relacio-
nes humanas un permanente comercio".
336
a
Semana 3 1 durante el año
MARTES: LC 1 4 , 1 5 - 2 4
Jesús compara el Reino de los Cielos con una fiesta, con un banquete
de bodas; es el Reino de la alegría compartida. Es cierto que esto supone
una experiencia personal, el encuentro con Cristo que "vive en mí" (Gál 2,
20); pero esa identificación espiritual con Cristo me lleva a identificarme
también con su sueño, que es el de reinar en toda la humanidad. Amando a
Cristo comparto su sueño comunitario, y me uno a los demás para comen-
zar a vivir con gozo y gratitud la fiesta del Reino.
Esta parábola del banquete se sitúa en el contexto del rechazo de las
autoridades religiosas del pueblo judío, que eran los invitados especiales
y rechazaron la invitación, y por eso la fiesta se abre a todos los pueblos.
A diferencia de Mateo 22, 1-10, esta narración de Lucas tiene una divi-
sión en tres partes: primero se invita a los que están en el camino de la fe
y practican la Ley de Dios. Estos, detrás de la apariencia de su religiosi-
dad, tienen el corazón cerrado, no están preparados para vivir el Reino de
Dios como una fiesta.
Entonces se les da prioridad a los últimos, a los despreciados de la
sociedad, a los que no tienen nada: los pobres, lisiados, ciegos y cojos.
Ellos, detrás del espectáculo aparentemente grotesco de sus enfermedades
y límites, pasan a ser los preferidos para vivir la alegría del Reino, que es
superior a las seguridades de este mundo.
Es interesante notar que en 14, 13 aparecen también los "pobres, lisia-
dos, ciegos y cojos". A ellos tenemos que invitarlos a nuestras fiestas por-
que Dios los prefiere, y sus corazones aceptan fácilmente la invitación.
Pero como en el Reino de Dios hay mucho espacio para todos, enton-
ces se invita a todos los que andan por las calles y caminos, sin excepción.
Los únicos que quedan excluidos son aquellos que, por considerarse más
perfectos que todos, no se sienten necesitados de Dios y no se dejan trans-
formar por él.
Oración:
337
a
Semana 3 1 durante el año
MIÉRCOLES: LC 1 4 , 2 5 - 3 3
Oración:
"Señor, enséñame a no tomar con negligencia y superficialidad
el camino que me propones; ayúdame a descubrir que ese cami-
no no es una parte de mi vida, sino todo, y que para tomarlo en
serio tengo que estar dispuesto a entregártelo todo".
338
a
Semana 3 1 durante el año
JUEVES: Lc 1 5 , 1 - 1 0
Oración:
339
a
Semana 3 1 durante el año
VIERNES: LC 1 6 , 1-8
Oración:
340
a
Semana 3 1 durante el año
SÁBADO: LC 1 6 , 9 - 1 5
Oración:
"Señor, que pusiste bienes en mis manos para que los adminis-
tre generosamente, para que con ellos pueda brindar algo de fe-
licidad a los hermanos, coloca en mi interior un poco de tu gene-
rosidad divina, para que me goce en la alegría de los demás".
341
Domingo 32° durante el año
AÑO A : MT 2 5 , 1 - 1 3
Oración:
"Te pido Señor que derrames tu gracia en mi corazón para que
mi lámpara no se apague, para que siga ardiendo el fuego del
amor. Coloca en mí la fuerza de tu propio amor para que yo pue-
da derramarlo en los demás, porque en el atardecer de mi vida
me preguntarás por el amor".
342
Domingo 32° durante el año
AÑO B: MC 1 2 , 3 8 - 4 4
Oración:
343
Domingo 3 2 ° durante el año
AÑO C : LC 2 0 , 2 7 - 3 8
Los saduceos eran uno de los grupos del judaismo de la época de Jesús,
permanentemente enfrentados con los fariseos. Ellos se atenían sólo a lo
que enseñaban los primeros cinco libros de la Biblia y rechazaban todos
los demás. Además, despreciaban todas las tradiciones populares que se
comunicaban de manera oral, que iban pasando de padres a hijos, de gene-
ración en generación.
Por eso, ellos rechazaban muchas creencias populares defendidas por
los fariseos. Por ejemplo, negaban que hubiera una vida después de la
muerte, que hubiera una resurrección.
Ellos seguían con una doctrina muy antigua que sostenía que el hom-
bre era premiado o castigado en esta vida, y por eso los ricos eran los
bendecidos por Dios. Y su interés por esta doctrina se explica porque ellos
mismos pertenecían a las familias más ricas de Jerusalén.
En este texto ellos intentan ridiculizar la fe en una vida después de la
muerte poniendo el caso de una mujer que se casó siete veces, y se imagi-
naban a los siete esposos en la vida eterna peleando por la mujer. De allí
concluían diciendo que no hay una vida después de la muerte.
Pero Jesús, que era tan duro con los defectos de los fariseos, esta vez
se pone de parte de ellos y defiende la fe en la vida eterna que ellos predi-
caban. Hace ver a los saduceos que en la vida eterna nadie necesita poseer
nada ni tener una mujer como propia, porque allí vivimos completamente
liberados de todo dominio, ya que por el poder de Dios recibimos todo lo
que necesitamos para ser felices. La vida eterna no solamente es gozo,
también es plena libertad.
Y Jesús defiende la fe en la vida eterna a partir de la verdadera imagen
de Dios: él es un Dios de vivos que comunica la vida permanentemente, y
por eso él puede regalar a sus hijos amados una vida que nunca se acaba.
Oración:
344
a
Semana 3 2 durante el año
LUNES: LC 1 7 , 1-6
Este texto encierra varias instrucciones a los discípulos para que sus
vidas cumplan la voluntad del Padre. En primer lugar les pide que eviten
todo escándalo, es decir, todo lo que pueda hacer tropezar a los demás.
Pero pide un cuidado especial por los pequeños, los que no tienen conoci-
mientos, ni poder, ni algo a qué aferrarse, y sólo tienen su fe para que los
sostenga.
La grandeza y el poder de Dios se manifiestan especialmente en su
paciencia y en su compasión (Sab 12, 16-22), pero eso nos exige ser com-
pasivos con los demás como el Padre celestial es compasivo con nosotros
(Lc 6, 36-38). Es lo que expresamos al decir "perdónanos como nosotros
perdonamos". No hay que cansarse de perdonar, no hay un límite, porque
el hermano siempre merece una nueva oportunidad: si vuelve siete veces
al día, las siete veces debe ser perdonado. También San Pablo exhortaba:
"No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo tendremos una cose-
cha si no desfallecemos" (Gál 6, 9). Y vale la pena leer las motivaciones al
perdón que nos ofrece el Eclesiástico en 28, 1-12: Dios aplicará con noso-
tros la misma medida de perdón que usemos con los demás (l-2); el que
perdona se dispone mejor a ser curado por Dios (3); si nos acordamos del
fin de nuestra vida no perderíamos energías en rencores (6); el perdón es
un pedido que Dios nos hace (7); la venganza y las agresiones provocan
daños peores (8-12). Pero sobre todo habría que mirar el modelo de Jesús,
que cuando le cargaban la cruz buscaba una excusa para disculpar a los
que le hacían daño: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"
(Lc 23, 34).
Finalmente, se nos invita a desear que nuestra fe crezca, porque todo
lo que parece difícil y complejo puede ser alcanzado si se tiene fe. Basta-
ría una fe pequeñita como una semilla para que podamos hacer grandes
prodigios. Por lo tanto, esa fe, esa confianza humilde en el poder de Dios,
puede darnos fuerzas para perdonar, aun cuando parezca muy difícil.
Oración:
"Señor, tu me mostraste un camino, me enseñaste un estilo de
vida, pero necesito tu gracia para poder lograrlo. Tu propia vida
es el mejor testimonio, tú eres el modelo, pero sin tu poder nada
puede cambiar en mi existencia concreta. Ayúdame Señor".
345
a
Semana 3 2 durante el año
MARTES: LC 1 7 , 7 - 1 0
Los seres humanos, con nuestra visión limitada, muchas veces nos con-
fundimos, nos desubicamos, porque perdemos la verdadera dimensión de
las cosas. Somos criaturas pequeñas, limitadas, hemos recibido la vida
como un regalo. Por eso nuestra actitud debe ser ante Dios la de un servi-
dor generoso, humilde, siempre agradecido. La vida y todo lo que es parte
de la vida es un don permanente; si Dios dejara de actuar en nosotros con
su infinito poder, nos desvaneceríamos en la nada.
Somos servidores, y está completamente fuera de lugar pretender que
Dios esté a nuestro servicio por lo poco que nosotros podamos ofrecerle;
como sería tonto pretender que, por nuestro trabajo, un patrón se pusiera a
servirnos como si fuéramos su amo. Es simplemente sentido común, el
cual a veces perdemos por centrarnos en nuestro propio yo. Sin embargo,
Jesús mismo se arrodilló ante sus discípulos y les lavó los pies (Jn 13, 4-
5), pero fue para que advirtieran que la misión que recibían era para servir,
no para dominar (Jn 13, 15-16). El mismo nos dijo: "aprendan de mí que
soy manso y humilde de corazón" (Mt 11, 29), porque él, siendo Dios, "se
anonadó a sí mismo y tomó la condición del servidor" (Flp 2, 7).
A nosotros, que dependemos permanentemente del auxilio de Dios,
nos conviene recordar la reflexión de San Pablo: "¿Qué tienes que no ha-
yas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué te glorías como si no lo hubie-
ras recibido?" (1 Cor 4, 7). "Esta es la confianza que tenemos delante de
Dios por Cristo. No somos capaces de atribuirnos cosa alguna, como pro-
pia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios" (2 Cor 3, 4-5).
Así lo explica el Catecismo de la Iglesia Católica: "Frente a Dios no
hay, en el sentido de un derecho estricto, mérito alguno por parte del hom-
bre. Entre él y nosotros la desigualdad no tiene medida, porque nosotros lo
hemos recibido todo de él, nuestro creador... Los méritos de las obras
buenas deben atribuirse a la gracia de Dios en primer lugar y al fiel segui-
damente" (CATIC 2007-2008).
Oración:
"Tu, Señor, que siendo infinito, quisiste hacerte un servidor humil-
de, sin reclamar glorias ni reconocimientos, renueva mi vida con
tu luz, para que descubra mi realidad, para que no olvide que no
soy más que tú, y que mi verdad es la de ser un simple servidor".
346
a
Semana 3 2 durante el año
MIÉRCOLES: Lc 1 7 , 1 1 - 1 9
Oración:
"Dame, Dios mío, un corazón agradecido, capaz de salir de sí
mismo para reconocer tu gloria y tu amor. No permitas Señor,
que viva sin sentido, pensando únicamente en mis necesidades y
problemas. Dame la gracia de adorarte".
347
a
Semana 3 2 durante el año
JUEVES: LC 1 7 , 2 0 - 2 5
Oración:
348
a
Semana 3 2 durante el año
VIERNES: LC 1 7 , 2 6 - 3 7
Esta vida no es un tiempo que hay que pasar como se pueda, luchando
para evitar los problemas y buscando sólo satisfacer las necesidades pri-
marias; esta vida es una gran oportunidad. Y ese es en realidad el sentido
fundamental del texto de hoy, ya que no se detiene a dar descripciones
catastróficas, no le interesa anunciar cómo será el fin del mundo. Sólo nos
recuerda que verdaderamente este día puede ser el último, porque el fin
llegará a la hora menos pensada.
Será como en la época de Noé, cuando la gente vivía como si su vida
nunca fuera a terminar, y sin embargo, el fin llegó, y todo lo que ellos
creían eterno tuvo su final inesperado. Así, cuando llegue el fin, todo de-
berá ser abandonado para encontrar los tesoros del Reino celestial. Sólo el
amor que llevemos dentro "no se acabará jamás" (1 Cor 13, 8), todo lo
demás pasará, porque será "un mundo nuevo" (Apoc 2 1 , 1.5).
No tiene sentido pretender establecer fechas o hacer cálculos, porque
de hecho este texto nos muestra que la voluntad de Dios es precisamente
que no sepamos cuándo será el fin, para invitarnos así a estar atentos a
cada día. Así se simplifica nuestra existencia, y comenzamos a preocupar-
nos por las cosas realmente importantes, las que no se acaban.
Llama la atención en este texto que se diga que de dos personas que
están haciendo la misma tarea, una será llevada y la otra dejada. Eso signi-
fica que no son sólo las cosas externas las que definen nuestra situación
ante Dios, sino la actitud con que las hacemos. Esa actitud puede hacer
que una obra sea buena en el que actúa por amor, y mala en el que actúa
por vanagloria o deseos de poder. Por eso, una misma cosa puede ser un
bien para una persona buena y un mal para una persona mala (Eclo 39, 21).
Hasta una aparente desgracia, para el bueno es un nuevo estímulo, una
nueva oportunidad, una fuente de bendición, pero para el egoísta y cerrado
sólo es una amargura y una angustia sin sentido.
Oración:
349
a
Semana 3 2 durante el año
SÁBADO: LC 1 8 , 1-8
Ya en 11, 5-13 este evangelio de Lucas nos invitaba a orar con insis-
tencia poniéndonos el ejemplo del hombre que va a pedir ayuda de noche
y que es atendido por haber insistido tanto. En este texto se nos ofrece un
ejemplo semejante: el de la viuda que ruega al juez que le haga justicia.
Es importante que se trate de una viuda, porque en la época de Jesús las
viudas, igual que los huérfanos, eran personas desprotegidas, eran el mo-
delo de lo que significa estar completamente desamparado en el mundo.
Por eso en la Biblia se insiste especialmente en la gravedad del pecado de
aprovecharse de los huérfanos y de las viudas (Éx 22, 21-22; Jer 22, 3).
También aparece en este texto un juez corrupto, incapaz de pensar en el
bien de los demás. Dice que no solamente no temía a Dios, sino que ade-
más "no respetaba a los seres humanos" (v. 4). Las pobres viudas, que no
tenían nada para regalarles, no tenían ninguna importancia para ese tipo
de jueces, que dejaban para más adelante a las viudas oprimidas y despo-
jadas, de manera que las viudas indefensas morían sin ver la justicia.
Jesús presenta el caso de una viuda que tiene que pedirle justicia a uno
de esos jueces corruptos. Parece imposible que ese juez la escuche y la
defienda. Sin embargo, la viuda insiste tanto que finalmente logra que el
juez, por cansancio, le haga justicia. Jesús nos enseña que así debe ser
nuestra oración: segura, insistente, perseverante, reiterada, apremiante. No
se trata de repetir largas oraciones de la boca para afuera, sino de pedir
con sencillez, pero sin cansarse, sin dudar. También en la súplica hay que
ser generosos y poner todo el corazón. Una súplica débil es señal de una fe
débil, que no cree profundamente en el poder y en el amor de Dios; pedir
es una forma de confesar nuestra fe, de rendir culto a Dios.
Finalmente, este texto nos recuerda que pidamos lo más importante: el
Espíritu Santo. Su presencia no siempre resolverá nuestros problemas
mundanos, pero siempre podrá darnos fortaleza, luz, amor, ganas de lu-
char y creatividad para enfrentarlo todo.
Oración:
"Señor, regálame la fe inquebrantable y la confianza insistente
de la viuda desamparada. Ayúdame a reconocer con humildad
que eres tú el todopoderoso, que dependo de ti, que sin ti nada
puedo, que lejos de ti soy débil y no tengo protección".
350
Domingo 33° durante el año
AÑO A : M T 2 5 , 1 4 - 3 0
El talento (tálanton) era una unidad de peso y una moneda. Pero hoy
significa un don o una habilidad especial. En este texto del evangelio se
unen esos dos significados.
Alguien, que simboliza a Dios, reparte monedas entre sus servidores,
pero no repartió a todos por igual; a unos dio cinco talentos, a otros dos, a
otro solamente uno, pero a nadie dejó sin algún talento. Al regresar pide
que sus servidores rindan cuentas por los talentos recibidos.
El elogio que dirige al servidor que logró producir otros cinco talentos
es particularmente bello: "Ven, servidor fiel y cumplidor; has sido fiel en
lo pequeño, ahora te entregaré mucho más; entra en la alegría de tu Se-
ñor". Luego aparece el que tenía dos talentos y muestra otros dos que ha-
bía ganado. Para éste el elogio no es tan bello, pero también se le dice que,
aunque se le había encomendado poco, ahora se le entregará lo grande e
importante.
Finalmente, el que había recibido sólo un talento, expresa todo su re-
sentimiento y cuenta que ha enterrado su talento. Es el servidor inútil que
no supo advertir que con ese poquito podía producir mucho, y que así
podía llegar a poseer los bienes más grandes, porque el Señor nunca se
queda corto para premiar.
La parábola va dirigida precisamente a los que creen haber recibido
poco, a los que fácilmente se dejan llevar por la envidia o las comparacio-
nes y así se hacen estériles, infecundos como una tierra reseca. El que
renuncia a entregarle algo a Dios y a la vida, termina quedándose sin nada,
termina vacío, incapaz de ser feliz. Porque todo lo que tenemos es para
hacerlo producir frutos en bien de los demás para la gloria de Dios, y en-
tonces nuestra aparente precariedad será sólo pasajera, porque estamos
llamados a entrar en la plenitud del Señor. Nadie tiene derecho a enterrar
lo que ha recibido, porque, aunque aparentemente sea poco, no es suyo.
Oración:
351
Domingo 33° durante el año
AÑO B: MC 1 3 , 2 4 - 3 2
Oración:
352
Domingo 33° durante el año
AÑO C : LC 2 1 , 5 - 1 9
Oración:
"Señor, Dios mío, no permitas que me aferré a las cosas del mundo
como si tuvieran tu poder y como si de ellas viniera mi salva-
ción. Quisiera que fueras tú el verdadero sentido de lo que hago
y que nada ocupara tu lugar. Pero si tu poder no me auxilia yo
soy débil frente a las contrariedades de la vida y mi fe parece
flaquear. Fortaléceme Señor".
353
a
Semana 3 3 durante el año
LUNES: LC 1 8 , 3 5 - 4 3
Oración:
354
a
Semana 3 3 durante el año
MARTES: Lc 1 9 , 1 - 1 0
Oración:
355
a
Semana 3 3 durante el año
MIÉRCOLES: LC 1 9 , 1 1 - 2 8
Oración:
356
a
Semana 3 3 durante el año
JUEVES: LC 1 9 , 4 1 - 4 4
Oración:
357
a
Semana 3 3 durante el año
VIERNES: LC 1 9 , 4 5 - 4 8
Oración:
358
a
Semana 3 3 durante el año
SÁBADO: LC 2 0 , 2 7 - 4 0
Oración:
359
Domingo 34° durante el año
Oración:
360
Domingo 34° durante el año
Oración:
361
Domingo 34° durante el año
Oración:
LUNES: LC 2 1 , 1 - 4
Oración:
363
a
Semana 34 durante el año
MARTES: LC 2 1 , 5 - 1 1
Oración:
364
a
Semana 3 4 durante el año
MIÉRCOLES: Lc 2 1 , 1 2 - 1 9
Jesús indica a los discípulos que ellos no deben prepararse tanto para
sufrir pestes, guerras o terremotos. A ellos los espera sobre todo otro tipo
de sufrimientos: la incomprensión, los rechazos, las burlas, los desprecios
sociales. Identificarse con Cristo implica también aceptar esa incompren-
sión. Porque la fe es creer en algo que no responde a la mentalidad del
mundo, y por eso a veces el mundo reacciona tratando de eliminar o aca-
llar la voz de los creyentes; a veces persiguiéndolos de las maneras más
sutiles, a veces ridiculizando sus convicciones.
Pero Jesús invita a los creyentes a descubrir que esas situaciones de
oposición son ocasiones, son verdaderas oportunidades para anunciar la
belleza de su fe, para exponer a otros lo que verdaderamente creen.
Esa confesión de la propia fe en los momentos particularmente difíci-
les es ante todo obra de Dios; él sólo necesita un discípulo dispuesto y
valiente.
En estas persecuciones, a veces hay que estar preparado para soportar
burlas que no vienen de extraños, sino del propio lugar que uno ama, de la
propia familia, de los amigos que uno lleva en el corazón. En esas ocasio-
nes hay que tener claro qué es lo más importante, qué es lo que le da el
sentido más profundo a la propia vida. Manifestarles lo que creemos aun-
que ellos lo rechacen será una manera de amarlos en serio, sin ocultarles la
verdad de nuestro corazón.
Y Jesús nos dice finalmente que en esas tormentas que debe soportar,
el discípulo no debe temer que su vida sea destruida. A veces la propia
vida se enferma y se destruye más bien cuando vivimos una falsa calma,
escapando de la verdad y rechazando la entrega que se nos pide.
Oración:
365
a
Semana 3 4 durante el año
JUEVES: LC 2 1 , 2 0 - 2 8
Oración:
"Señor, ayúdame a recordar que todo es transitorio, todo termi-
na, todo tendrá un final, para que no me aferré a nada como si
fuera definitivo. Sólo tú mi Dios eres definitivo y eterno, tú eres
el sentido inagotable de mi vida".
366
a
Semana 3 4 durante el año
VIERNES: LC 2 1 , 2 9 - 3 3
Oración:
367
a
Semana 34 durante el año
SÁBADO: Lc 2 1 , 3 4 - 3 6
Oración:
368
TIEMPO DE CUARESMA
369
Miércoles de Ceniza
M T 6, 1-6. 1 6 - 1 8
Oración:
"Señor, dame la gracia de renunciar al cuidado de la imagen, a
la preocupación por la apariencia, y concédeme que pueda ha-
cer obras buenas sólo para ti; purifícame de la vanidad y libérame
de desgastar mis energías pensando en la mirada de los demás".
370
Después de Ceniza
JUEVES: LC 9 , 2 2 - 2 5
Oración:
371
Después de Ceniza
VIERNES: MT 9 , 1 4 - 1 5
Oración:
372
Después de Ceniza
SÁBADO: LC 5, 2 7 - 3 2
Oración:
"Señor, enséñame a confiar en las posibilidades de cambio que
hay en los corazones humanos, ayúdame a creer que con el po-
der de tu gracia puedes curar las miserias de los corazones más
enfermos".
373
Domingo 1° de Cuaresma
AÑO A : MT 4 , 1 - 1 1
Oración:
"Señor Jesús, que experimentaste lo que yo mismo siento cuando
soy tentado, hazte presente en mi vida cuando me acosa la tenta-
ción y hazme fuerte con tu presencia, para que pueda mantener-
me firme en tu camino".
374
Domingo 1° de Cuaresma
AÑO B: Mc 1, 12-15
Oración:
375
Domingo 1° de Cuaresma
AÑO C : LC 4 , 1 - 1 3
Oración:
"Señor Jesús, que experimentaste lo que yo mismo siento cuando
soy tentado, hazte presente en mi vida cuando me acosa la tenta-
ción y hazme fuerte con tu presencia, para que pueda mantener-
me firme en tu camino".
376
a
Semana 1 de Cuaresma
LUNES: MT 2 5 , 3 1 - 4 6
Oración:
377
a
Semana 1 de Cuaresma
MARTES: MT 6, 7 - 1 5
Oración:
378
a
Semana 1 de Cuaresma
MIÉRCOLES: Lc 1 1 , 2 9 - 3 2
Oración:
379
a
Semana 1 de Cuaresma
JUEVES: MT 7, 7 - 1 2
Este texto invita a orar con plena confianza, descargando las preocupa-
ciones en la presencia del Padre. Otros textos bíblicos invitan también a
esta súplica liberadora (1 Ped 5, 7; Sant 5, 13; Flp 4, 6) y sin dudar (Mc 11,
24; Sant 1, 7-8). Cuando suplico con un corazón sincero soy capaz de de-
jar mis preocupaciones en las manos de Dios, y así comienzo a sentir que
ya no estoy solo con mis problemas, porque han comenzado a ser también
una ocupación del Padre. Por lo tanto, ya no me interesa obsesionarme
para que esa situación termine como yo lo he planeado. Lo importante es
que terminará como al Padre le parezca mejor, y así estará bien, y así será
mejor para mí, realmente mejor.
Pero la Palabra de Dios también nos indica que puede haber motivos
que hacen que no consigamos lo que pedimos en la oración: cuando el que
pide está obsesionado por sus necesidades pasionales (Sant 4, 2-3), o por-
que tiene un corazón cerrado a las necesidades ajenas (Is 1, 15-17; 58, 9-
10, o porque Dios tiene un plan mejor para él (2 Cor 12, 8-9).
En el v. 12 aparece la ley de oro: que cada uno trate a los demás como
quiere que lo traten a él. Esta expresión aparece en textos antiguos de
otras religiones, pero de un modo negativo, invitando sólo a no hacer daño;
aquí se invita a dar un paso más, buscando para los demás el bien que uno
espera de ellos. Esto sólo puede ser obra de la gracia de Dios, porque se
trata de un corazón que rompe sus propias paredes y amplía su pequeño
mundo para dar cabida a los intereses de los demás, hasta el punto que uno
comienza a buscar el bien de los demás de la misma manera que busca su
propio bien, capaz de alegrarse con sus alegrías y de preocuparse con sus
angustias.
Oración:
380
a
Semana 1 de Cuaresma
VIERNES: MT 5, 2 0 - 2 6
Oración:
"Te entrego mi vida Señor, tú puedes renovarla con tu gracia
para que te agrade más. Impúlsame con tu poder Señor, y no
dejes que caiga en la mediocridad, que me conforme sólo con no
matar y no sea capaz de vivir como hermano de todos".
381
a
Semana 1 de Cuaresma
SÁBADO: MT 5, 4 3 - 4 8
Oración:
"Jesús, tú que eres modelo perfecto de amor que se entrega a
todos y que perdona, dame la gracia de desear la perfección del
amor para ser capaz de superar los rencores y los conflictos po-
niendo el amor sobre todo, respondiendo al mal con el bien".
382
Domingo 2° de Cuaresma
Oración:
"Te doy gracias Señor por los signos de tu gloria que me regalas
en medio de las asperezas de esta vida. Pero no dejes que me
evada en las experiencias bellas y dame la fortaleza y la luz para
bajar de la montaña con el deseo de entregar mi vida".
383
Semana 2 - de Cuaresma
LUNES: LC 6, 3 6 - 3 8
Oración:
"Abre mi corazón cerrado Señor, sánalo de sus miserias, para
que no mire a los demás con ojos crueles o indiferentes, sino
comprensivos, generosos; así como tú me miras comprendiendo
mi debilidad y llenándome de tus dones".
384
a
Semana 2 de Cuaresma
MARTES: MT 2 3 , 1 - 1 2
Oración:
"Libérame Señor del enfermizo cuidado de la apariencia, de la
triste búsqueda de la gloria mundana, y coloca en mi corazón el
profundo deseo de la humildad y la sencillez. Arranca de mí todo
apego a los elogios y reconocimientos".
385
a
Semana 2 de Cuaresma
MIÉRCOLES: MT 2 0 , 1 7 - 2 8
Oración:
"Jesús, ayúdame a convencerme de que mi grandeza está en el
servicio humilde y desinteresado; libérame de estar pendiente de
puestos y lugares de gloria, para entregarme con un corazón
despojado a servirte en los hermanos".
386
a
Semana 2 de Cuaresma
JUEVES: LC 1 6 , 1 9 - 3 1
Este episodio del rico y el pobre Lázaro es uno de los textos típicos del
evangelio de Lucas, con un fuerte acento en la misericordia, donde apare-
ce también la predilección de Dios por los pobres.
De hecho, el único motivo que se da para que Lázaro sea llevado por
los ángeles a un lugar de consuelo son los males que soportó durante su
pobre vida, es decir, simplemente su pobreza.
El evangelio invita a prestar atención a esas personas sumidas en la
miseria y la angustia mientras estamos felices en nuestras comodidades y
tratamos de no dejarnos cuestionar por su presencia. Y este texto nos mues-
tra el lugar peculiar de la ayuda al hermano pobre en el camino de purifi-
cación y crecimiento. Aunque todo parezca estar bien, la indiferencia ante
las necesidades del pobre nos coloca en un camino que lleva a la oscuridad
y a la ruina.
También es destacable en este texto la importancia que se da a la Pala-
bra de Dios, ya que si no le prestamos atención a sus exigencias, ni siquie-
ra la resurrección de un muerto nos hará renunciar a nuestros apegos y a
nuestra indiferencia. No se trata entonces de esperar que Dios haga algo
prodigioso para que cambiemos de vida. Se trata de detenerse a ver la
realidad: la propia vida, el sentido de lo que estamos haciendo, las necesi-
dades que hay a nuestro alrededor. De ese modo podremos reconocer que
la vida cómoda y egoísta que llevamos es verdaderamente desagradable.
De hecho, hay personas que luego de disfrutar varios días de comodidad y
de confort, comienzan a recordar el sufrimiento de los demás y entonces
surge en sus corazones la pregunta: "¿Para qué estoy viviendo? ¿Qué es-
toy haciendo con mi vida?" De esa manera, el corazón se abre a la Palabra
de Dios que le pide un compromiso de amor. Pero la persona que se evade
en las distracciones y escapa de las preguntas de su propio corazón, no
cambia de vida aunque vea resucitar a un muerto.
Oración:
"Ilumíname Señor y toca mi corazón para que pueda descubrirte
en aquellos que pasan a mi lado y sólo se encuentran con mi
indiferencia. Purifícame del egoísmo y de la comodidad que me
encierran en mi pequeño mundo".
387
a
Semana 2 de Cuaresma
VIERNES: MT 2 1 , 3 3 - 4 3 . 4 5 - 4 6
Oración:
"Señor, libérame de mis falsas seguridades, no dejes que me quede
envuelto y asfixiado en mis propios proyectos que no me dejan ver
tu luz, que no me permiten escuchar esa palabra que me llama a la
entrega, al cambio, a la vida nueva. No permitas que te elimine de
mi vida para que no perturbes mis estructuras y mis planes".
388
a
Semana 2 de Cuaresma
SÁBADO: LC 1 5 , 1-3. 1 1 - 3 2
Los detalles de la parábola del hijo pródigo brindan una gran riqueza
al relato: el deseo de independencia y lejanía, el derroche, la humillación
y las privaciones, el recuerdo de la casa paterna y todo lo bueno que era, el
arrepentimiento, el retorno, la espera del Padre, su compasión y su alegría,
el festejo, la recuperación de la dignidad perdida y la vida nueva del hijo.
El hijo que había optado por la independencia, descubre que esa falsa
autopomía es miseria, vacío y esterilidad; por eso vuelve renunciando a
sus derechos de hijo y pidiendo ser un empleado dependiente. Cualquier
cosa será mejor que el desarraigo que lo hunde en la soledad y la indigen-
cia. Ahora sabe con una convicción plena que depender del Padre es vivir
en la libertad de su amor.
Pero el Padre conmovido responde sobreabundantemente. Sus entra-
ñas misericordiosas sólo pueden responder ennobleciendo al hijo arrepen-
tido y haciendo fiesta.
Cada vez que somos perdonados, cada vez que volvemos al amor de
Dios luego de habernos alejado un poco, cada vez que le damos el primer
lugar luego de haberlo desplazado, somos invitados gratuitamente a parti-
cipar de esa fiesta en el cielo, y a vivirla en nuestro corazón de hijos.
Pero si somos de los que nunca se han ido de la casa, de esos que nunca
tienen conciencia de ofender gravemente al Padre, y entonces se sienten
dignos de rechazar la presencia de los pecadores, entonces tendremos que
acoger la amable exhortación que nos dirige el Padre, invitándonos a de-
sear el regreso de los perdidos, a alegrarnos con su presencia, a participar
de la misericordia que llena su corazón divino. Porque se puede permane-
cer en la casa del Padre y no alejarse nunca de ella con actitudes externas,
con pecados visibles Pero el corazón de los envidiosos y egoístas está le-
jos del espíritu que reina en la casa del Padre, lejos del calor de la miseri-
cordia, lejos de la alegría del reencuentro, lejos de la fiesta del perdón.
Oración:
"Te adoro Padre mío, por tu corazón abierto, dispuesto siempre
a la misericordia y al perdón, tu corazón que me desea libre del
pecado, pero que me espera con admirable paciencia; dame la
gracia de tener un corazón compasivo con mis hermanos".
389
Domingo 3 ° de Cuaresma
AÑO A : JN 4 , 5 - 4 2
Oración:
"Señor, habla a mi corazón, siéntate junto a mi pozo y sedúceme
con tu Palabra. Tengo sed de ti Señor, y sólo tu agua viva puede
saciar la intensa sed que hay en mi interior. Dame a beber de ti,
para que nunca más tenga sed".
390
Domingo 3° de Cuaresma
AÑO B: JN 2 , 1 3 - 2 5
Oración:
"Ayúdame Señor para que mis visitas al templo sean un verdade-
ro encuentro contigo, que mis sacrificios tengan valor porque al
ofrecerlos me estoy encontrando contigo, porque sólo tú puedes
salvar mi vida".
391
Domingo 3° de Cuaresma
AÑO C : LC 1 3 , 1-9
Oración:
"Señor, protégeme para que el pecado no me domine, no dejes
que caiga en las redes del mal y que mi vida se destruya por la
fuerza seductora del pecado. Ayúdame a renacer Señor, con el
poder de tu gracia, hazme fuerte frente a las tentaciones".
392
a
Semana 3 de Cuaresma
LUNES: LC 4, 2 4 - 3 0
Oración:
"Señor, muchas veces el orgullo me impide descubrirte en mi pro-
pia vida, no me deja reconocer los signos de tu presencia y de tu
amor, y espero pruebas extraordinarias de tu poder para abrirte
mi interior Toca mis ojos Señor, para que te descubra, para que
mi vida cotidiana se inunde de tu luz y se llene de tu misterio".
393
a
Semana 3 de Cuaresma
MARTES: MT 1 8 , 2 1 - 3 5
Oración:
"Señor, tú que eres compasivo y misericordioso, siempre dispuesto
a perdonar, dame la gracia de comprender las miserias ajenas y
perdonar con tu amor. Sana las heridas que guardo en mi inte-
rior y que no me permiten perdonar. Libérame Señor".
394
a
Semana 3 de Cuaresma
MIÉRCOLES: MT 5, 1 7 - 1 9
Oración:
"Señor, coloca en mi corazón un profundo amor por tu Ley, un
santo deseo de cumplir tu voluntad en las grandes y en las pe-
queñas cosas, la ilusión de agradarte con mi vida siguiendo el
modelo perfecto de Jesús".
395
a
Semana 3 de Cuaresma
JUEVES: Lc 1 1 , 1 4 - 2 3
Oración:
"Señor, no dejes de cautivarme con tu Palabra, con la fuerza de
tu amor, con la hermosura de tu gracia, no permitas que el mal
vuelva a dominar mi vida, que me confunda creyendo que des-
pués de conocerte a ti encontraré vida en las cosas que abando-
né".
396
a
Semana 3 de Cuaresma
VIERNES: MC 1 2 , 2 8 - 3 4
Oración:
"Señor, infunde en mi corazón el ideal del amor, que mi sueño y
mi anhelo principal sea amarte y expresar ese amor en el amor a
los demás como me amo a mí mismo. Ayúdame a colocar todos
mis proyectos por debajo de este ideal y dame tu gracia para
vivirlo cada día más".
397
a
Semana 3 de Cuaresma
SÁBADO: LC 1 8 , 9 - 1 4
Oración:
"Libérame Señor de esa tonta vanidad que me lleva a poner mi
seguridad en las obras externas y a despreciar a los demás por
sus imperfecciones. Ayúdame a reconocer mi propia miseria y la
grosera fealdad del orgullo".
398
Domingo 4° de Cuaresma
AÑO A : JN 9 , 1-41
Oración:
"Señor, tu que eres la luz de mi vida, el que puede disipar mis
peores oscuridades, toca mi mirada interior y devuélveme la luz.
Haz que te vea Señor, y que vea lo que quieres para mí. Ilumina
mi camino y sana mis cegueras".
399
Domingo 4 ° de Cuaresma
AÑO B: JN 3, 1 4 - 2 1
Oración:
"Señor Jesús, levanto mis ojos a ti para adorarte en tu entrega
total, para contemplar el misterio deslumbrante de tu amor que
se da hasta el fin. Y mirándote Señor, puedo saber que estoy ante
un Dios que no juzga, sino que salva".
400
Domingo 4° de Cuaresma
AÑO C : Lc 1 5 , 1-3. 1 1 - 3 2
Oración:
"Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras. Lo que
hagas de mí te lo agradezco. Estoy dispuesto a todo, lo acepto
todo, con tal que tu voluntad se cumpla en mí... Me entrego en
tus manos sin medida, con una infinita confianza, porque tú eres
mi Padre".
401
a
Semana 4 de Cuaresma
LUNES: JN 4, 43-54
Oración:
"Señor, también yo quiero presentarte a mis seres queridos para
pedirte que manifiestes tu poder en ellos y los liberes de sus en-
fermedades, que te hagas presente con tu poder en sus momentos
de muerte y de dolor y los levantes con tu gracia".
402
a
Semana 4 de Cuaresma
MARTES: JN 5, 1 - 1 6
Oración:
"Señor, hazte presente en mi profunda soledad interior, allí don-
de nadie puede llegar, y con tu poder cura todo lo que me detie-
ne, lo que no me deja avanzar, todo lo que no me deja andar por
tu camino de salvación".
403
a
Semana 4 de Cuaresma
MIÉRCOLES: JN 5, 1 7 - 3 0
Oración:
"Señor, derrama tu vida en todo mi ser, devuélvele la vida a todo
lo bueno que sembraste en mi existencia y que yo dejé morir por
mis miserias y pecados; arráncame del camino de la muerte y
dame la gracia de sentirme vivo por tu presencia en mí".
404
a
Semana 4 de Cuaresma
JUEVES: JN 5, 3 1 - 4 7
Jesús quiere mostrar que él no es un loco perdido, uno que exige que
todos lo escuchen y lo sigan sin motivo. Por eso dice: "Si yo diera testimo-
nio de mí mismo mi testimonio no sería válido" (v. 31). Y entonces explica
cuáles son los testimonios que muestran que su misión es auténtica, para
que vean que no es irracional aceptar su Palabra y creer en él.
El "testimonio" es un tema muy presente en todo el evangelio de Juan.
El primer testimonio que presenta Jesús a su favor es el de Juan el
Bautista, que había sido un profeta reconocido y admirado por todo el
pueblo. El segundo testimonio son sus obras, los prodigios que realiza y
que son signos de la obra más grande que él viene a cumplir. Y el tercer
testimonio es lo que el Padre ha enseñado en las Sagradas Escrituras, por-
que todo lo que había sido anunciado se estaba cumpliendo en su persona.
Sin embargo, estos testimonios no son suficientes para los incrédulos,
porque el testimonio no obliga a creer, no avasalla, no exige; es sólo una
invitación respetuosa y delicada. Los corazones cerrados sólo aceptaban
alabanzas y reconocimientos, pero no desafíos: "¿Cómo pueden creer si
están rindiéndose honores unos a otros y ya no buscan la gloria que sólo
viene de Dios?" (v. 44).
En esos corazones, enfermos de vanidad, ningún testimonio era sufi-
ciente, porque en el fondo no les interesaba lo que Dios pudiera decir, sino
lo que sirviera para acariciar esa vanidad enfermiza. Por eso Jesús repro-
cha: "ustedes no tienen el amor de Dios" (v. 42).
Este texto nos invita a preguntarnos qué es lo que estamos buscando en
la vida, qué es lo que queremos conseguir, qué es lo que nos preocupa
desde que nos levantamos por la mañana hasta que nos vamos a dormir,
cuáles son nuestros verdaderos intereses. ¿Nos mueve el amor de Dios o
nos mueve el orgullo, la vanidad o el egoísmo?
Oración:
"Dios mío, toca mi corazón con tu amor para que deje de pre-
ocuparme por cosas vanas y superficiales; sácame de los intere-
ses torcidos, de las vanidades que me llevan a estar pendiente
sólo de mí mismo. Habita en mí con la fuerza de tu amor, y ensé-
ñame a vivir por ese amor".
405
a
Semana 4 de Cuaresma
VIERNES: JN 7, 1 - 2 - 1 0 . 2 5 - 3 0
Los judíos creían saber de dónde venía Jesús, porque sabían que proce-
día de Galilea. Pero según sus tradiciones el Mesías vendría de un lugar
secreto, nadie conocería su origen. Y con este argumento negaban que
Jesús fuera el Mesías.
En realidad el origen de Jesús está más allá de Galilea, porque está
más allá de este mundo. Jesús procede del Padre Dios, él es su Hijo único
que desde toda la eternidad recibe su vida del Padre, que comparte todo
con el Padre amado.
Por eso es Jesús el único que conoce al Padre, él único que capta toda
la riqueza infinita del Padre Dios, el único que ha entrado en lo más pro-
fundo del Padre. Y por eso mismo, sólo Jesús puede revelarnos al Padre.
Nosotros podemos conocer al Padre en la medida en que Cristo, el Hijo
único, lo revela.
Pero hay que tener en cuenta también que en la Biblia la palabra "co-
nocer" no indica sólo un conocimiento intelectual, sino una experiencia
personal, un encuentro profundo, una intimidad. Jesús no quiere revelar-
nos datos sobre el Padre para satisfacer nuestra curiosidad, sino para lle-
varnos a un encuentro personal con el Padre amado, para que nos dejemos
atraer por él y entremos en su abismo de misericordia y poder.
Y Jesús no nos revela al Padre solamente con sus palabras. Toda la
vida de Jesús, todos sus gestos, todas sus acciones son un reflejo del amor
del Padre, ese Padre que amó tanto al mundo que le entregó a su propio
Hijo.
Es bueno recordar esta santa obsesión de Jesús: mostrarnos al Padre,
llevarnos al Padre, compartir con nosotros la intimidad que él tiene con el
Padre. Y es bello advertir que somos invitados a eso, a un encuentro ínti-
mo y profundo, a entrar en las profundidades de Dios.
Oración:
"Señor Jesús, que vienes de la intimidad con el Padre, tú que lo
conoces profundamente, llévanos al Padre. Enséñanos a cono-
cerlo, muéstranos su amor, llévanos contigo a su presencia para
que podamos descansar en sus brazos de amor".
406
a
Semana 4 de Cuaresma
SÁBADO: JN 7 , 4 0 - 5 3
En este texto vemos hasta dónde pueden llegar los prejuicios sociales.
Algunos no podían aceptar que Jesús fuera el Mesías, y otros ni siquiera lo
aceptaban como un profeta sólo porque venía de Galilea.
Pero esto también nos muestra cómo Dios se identifica con los despre-
ciados de la tierra, con los ignorados y excluidos.
Por otra parte, este texto nos hace ver que eran los sumos sacerdotes y
los fariseos, las autoridades religiosas, los que rechazaban a Jesús. No era
el pueblo el que despreciaba la enseñanza de Jesús, porque ese pueblo
sencillo se quedaba admirado escuchándolo. Por eso las autoridades ju-
días tratan a la gente sencilla de ignorantes y malditos, y hacen notar que
ninguno de los notables creía en Jesús.
Esto nos invita también hoy a valorar la fe del pueblo sencillo, que está
aferrado a pocas cosas de este mundo y por eso puede abrir el corazón
espontáneamente a Dios y saber que necesita de su fuerza salvadora.
Más allá de su formación doctrinal, el pueblo simple confía más en
Dios que en los poderes humanos, en los títulos, en los honores sociales, y
en medio de sus angustias levanta los ojos en silencio.
Porque cuando alguien tiene dónde sostenerse, tiene algún poder hu-
mano que lo hace sentir seguro y apoyado, su relación con Dios tiende a
ser sólo una parte secundaria de su vida, al corazón le cuesta apoyarse
sinceramente en Dios y sólo en él, le cuesta más descubrir que lo necesita
y que sin él no es nada. Pero el pueblo simple y pobre, con menos conoci-
mientos, con un pobre lenguaje teológico, con muchas carencias, no nece-
sita ser motivado para buscar a Dios, porque sabe profundamente que lo
necesita. Más allá de su escasa participación en el culto dominical, toda su
vida está marcada por una búsqueda de Dios que no es forzada ni superfi-
cial, sino que brota de un corazón abierto.
Oración:
407
Domingo 5° de Cuaresma
AÑO A : JN 1 1 , 1-45
Oración:
"Señor, tu que eres la resurrección y la vida, lléname de la vida
nueva de tu gracia, renueva mi ser, mata al hombre viejo que
llevo dentro e inúndame con la vida del hombre nuevo que eres
tú, Jesús resucitado".
408
Domingo 5° de Cuaresma
AÑO B: JN 1 2 , 2 0 - 3 3
Oración:
"Ilumíname Señor, para que pueda descubrir la grandeza y la
hermosura de tu reinado y tu glorificación en la cruz, para que
pueda admirar tu entrega sublime; y dame la gracia de unirme a
ti en la entrega de mi propia vida".
409
Domingo 5° de Cuaresma
AÑO C : JN 8 , 1 - 1 1
Aparece ante nuestros ojos una mujer que tuvo la desgracia de ser sor-
prendida por los religiosos recalcitrantes cuando estaba cometiendo adul-
terio.
Los escribas y fariseos, fanáticos del cumplimiento de las leyes, tenían
bien presente que la Ley de Moisés ordenaba que se le quitara la vida (Lev
20, 10); pero como conocían la compasión de Jesús, quisieron aprovechar
la ocasión para hacerle decir algo en contra de la Ley: "Lo decían para
tentarlo, para tener de qué acusarlo" (v. 6).
Sin embargo, podemos ver que no tenían la conciencia totalmente os-
curecida, porque eran capaces de reconocer que ellos mismos, aunque no
hubieran cometido ese pecado, no podían ser totalmente fieles a Dios.
Por eso, comenzando por los más viejos, todos reconocieron que no
habían sido capaces de cumplir totalmente esa ley que tanto defendían.
Nadie tiró la primera piedra. Todos se fueron con la cabeza gacha.
Finalmente, en una preciosa escena, quedan los dos solos. Jesús y la
pecadora frente a frente. La miseria y la misericordia mirándose a los ojos.
Solos, como si todo el mundo hubiera desaparecido para no interrumpir
aquella intimidad sobrecogedora.
Es el momento secreto en que cada corazón humano deja de poner
obstáculos y permite que Dios lo descubra tal cual es, con toda su miseria
humillante, con todo su dolor y su fracaso. Es el momento en que no tene-
mos nada a qué aferramos, y entonces bajamos los brazos, dejamos de
defendernos del amor de Dios, renunciamos a seguir escapando, y nos de-
jamos mirar por él tal como somos.
Y Jesús, que salvó a la mujer de la muerte y de una humillación peor,
le muestra sus entrañas de misericordia; pero por ese mismo amor la invita
a cambiar de vida, a vivir con mayor dignidad: "No peques más".
Oración:
"Señor, libérame de controlar la vida ajena, deseando el castigo
y la humillación para los que pecan y se equivocan, olvidando
mi propia miseria. Transforma la dureza de mi corazón para com-
prender la debilidad ajena, que es también la mía".
410
Semana 5- de Cuaresma
LUNES: JN 8, 1 2 - 2 0
Oración:
"Quiero poner toda mi vida bajo tu luz Señor, que no haya nada
oculto ante ti, nada a oscuras. Con tu luz puedo descubrir mi
verdadero camino y saber lo que más me conviene. No quiero
confiar en mis luces sino en tu luz, Señor".
411
Semana 5- de Cuaresma
MARTES: JN 8, 2 1 - 3 0
Oración:
"Adoro tu divinidad Jesús, te reconozco como verdadero hom-
bre, pero también como mi Dios perfecto, Hijo único del Padre
que compartes su misma gloria y su perfección divina. Gloria y
alabanza a ti, Jesús, Dios verdadero".
412
a
Semana 5 de Cuaresma
MIÉRCOLES: JN 8, 3 1 - 4 2
Oración:
"Señor, quiero liberarme de mis esclavitudes y alcanzar la ver-
dadera libertad, la que sólo tú me puedas dar. Libérame Señor
con el poder de tu gracia para que pueda vivir como a ti te agra-
da, sin el peso de las cadenas del pecado".
413
a
Semana 5 de Cuaresma
JUEVES: JN 8, 5 1 - 5 9
Jesús quiere mostrar a las autoridades judías que todo el Antiguo Tes-
tamento era una preparación para su venida. Todos los personajes del An-
tiguo Testamento son pequeños al lado del Salvador, que es el mismísimo
Hijo de Dios que existe desde siempre, antes que Abraham.
El mismo Abraham, que los judíos consideran su padre, no fue más
que un momento en esa larga historia que tiene como centro a Jesucristo.
Por eso este texto nos presenta al antiguo Abraham que se alegraba pen-
sando en el tiempo de la llegada de Jesús, y así Abraham aparece también
como anunciando a Jesús, subordinado a Jesús, el único salvador.
En realidad lo que Jesús dice sobre la alegría de Abraham no aparece
en ningún texto del Antiguo Testamento. Es una interpretación judía de
Génesis 17, 17, donde dice que Abraham se puso a reír cuando se le anun-
ció que su esposa iba a tener un hijo. Abraham se reía porque consideraba
que era una broma decir que su esposa anciana iba a tener un niño; pero las
tradiciones judías lo interpretaron como la alegría de saber que de su des-
cendencia iba a llegar el Mesías. Jesús recoge esas tradiciones para decir
que Abraham se alegraba pensando en su venida.
A nosotros este texto nos invita a la alegría, a gozar porque el Mesías
ya ha venido, y es Jesús, nuestro Señor, nuestro amigo, nuestra fortaleza.
Teniéndolo a él nuestra vida está a salvo, y siempre hay una esperanza. Por
eso no podemos vivir en la tristeza y el desaliento, sino en la alegría espi-
ritual. Es cierto que nuestro mundo está lleno de corrupción y de angus-
tias, es cierto que no estamos en el cielo, porque este mundo sólo será
plenamente transformado cuando el Mesías vuelva, cuando Jesús venga a
crear una tierra nueva. Pero eso no significa que este mundo esté domina-
do por el mal. Jesús está verdaderamente presente para que los buenos
puedan luchar y vencer con el poder y el amor que él les comunica; y eso
es fuente de gozo y de esperanza.
Oración:
"Señor, coloca en mi corazón una santa alegría, porque ya no
tenemos que esperarte. Ya has venido, ya te has hecho presente
en nuestro mundo, nos has salvado, y estás resucitado en nues-
tras vidas".
414
a
Semana 5 de Cuaresma
VIERNES: JN 1 0 , 3 1 - 4 2
Oración:
415
a
Semana 5 de Cuaresma
SÁBADO: JN 1 1 , 4 5 - 5 7
Oración:
"Señor, ayúdame a valorar los instrumentos humanos que tú eli-
ges, más allá de las capacidades humanas que puedan tener; ayú-
dame a descubrir tu voz que también me habla a través de ellos".
416
Domingo de Ramos
Oración:
"Señor, también yo quiero bendecirte y proclamarte rey y señor.
Y te acepto como rey de mis pensamientos, de mis afectos, de mis
planes, de mi familia, de mis trabajos, de todo lo que soy, de todo
lo que tengo, de toda mi vida y de todo mi ser".
417
Semana Santa
Oración:
"Señor Jesús, ayúdame a llenar mi vida de actos de amor a ti y
de actos de amor a los hermanos pobres. Ayúdame a descubrirte
en la oración y también en los rostros de los hermanos necesita-
dos".
418
Semana Santa
MARTES SANTO: JN 1 3 , 2 1 - 3 3 . 3 6 - 3 8
Oración:
419
Semana Santa
MIÉRCOLES SANTO: MT 2 6 , 1 4 - 2 5
Otra vez nos encontramos con la traición de Judas; pero en este texto
vemos que es Judas quien tiene la iniciativa de traicionar a Jesús y que su
móvil es fundamentalmente el dinero: ¿Qué me dan si lo entrego en sus
manos? (v. 15). La oferta de los sumos sacerdotes, treinta monedas de pla-
ta, le parece suficiente, y comienza a buscar la ocasión para entregarlo.
Podemos recordar aquí que "el amor al dinero es una raíz de todos los
males" (1 Tim 6, 10), y vemos que en este caso el amor al dinero puede ser
también la raíz de un mal tremendo, de la traición al mismo Redentor.
Ese mismo móvil estaba presente en los aliados de Judas, los sumos
sacerdotes. Pensemos que la expulsión de los vendedores del templo, que
eran empleados de ellos, significaba una perturbación para la economía de
los sumos sacerdotes, y entonces podemos ver que el deseo que ellos te-
nían de eliminar a Jesús también tenía que ver con su seguridad económi-
ca. De hecho, en Mc 11,18 vemos que a partir de ese episodio los sumos
sacerdotes buscaban acabar con él. Sin embargo, vemos que a este motivo
se unen también los celos, la envidia, los miedos, la obsesión por salvar
sus estructuras intocables, etc.
Pero en este texto sobre Judas llama la atención la falsedad, la hipo-
cresía. Judas, con la decisión de entregar a Jesús, se hace presente en la
mesa compartida, que es el lugar de la intimidad, de la amistad, del cariño.
Por eso Jesús no deja de decir que el que lo entregará es precisamente uno
de los que se sirven de su misma fuente.
Este texto no deja de ser una advertencia para los creyentes, para los
que se alimentan en la mesa de Jesús. Porque esa posibilidad tan grosera
de negar a Jesús, siendo sus discípulos, suele estar más presente de lo que
quisiéramos reconocer.
Oración:
420
Semana Santa
JUEVES SANTO: JN 1 3 , 1 - 1 5
Oración:
"Recuérdame, Señor, el ejemplo de tu grandeza puesta de rodi-
llas, y de tu simple presencia en la Eucaristía, para yo también
me convierta en un servidor humilde que no esté pendiente de
puestos y reconocimientos mundanos".
421
Semana Santa
VIERNES SANTO: JN 1 8 , 1 - 1 9 , 4 2
Oración:
"Lléname de tu gracia Señor, afiánzame con tu poder, para que
también yo pueda estar a tu lado en la pasión y acompañarte
también permaneciendo fiel junto a la cruz, contemplándote jun-
to a la Madre".
422
TIEMPO DE PASCUA
423
Octava de Pascua
Oración:
"Te adoro a ti, mi Señor resucitado, lleno de vida y de hermosu-
ra, vestido de luz y de gloria infinita. Derrama en todo mi ser esa
vida resucitada, ese poder y esa luz de tu resurrección para que
toda mi existencia se transfigure con tu presencia".
424
Octava de Pascua
LUNES: MT 2 8 , 8 - 1 5
María Magdalena y otras mujeres son las primeras en ver a Jesús resu-
citado. Jesús sigue con su empeño de privilegiar a los pobres y desprecia-
dos, ya que en esa época el testimonio de una mujer no se consideraba
válido. La mezcla de miedo y de gozo que embargaba a las mujeres es la
experiencia del que se encuentra deslumhrado frente a lo sagrado; porque
ellas descubrían la belleza y la gloria de lo divino y al mismo tiempo expe-
rimentaban más que nunca su pequeñez y su indignidad. En toda experien-
cia auténtica de la presencia de Dios la persona siente que está recibiendo
un regalo gratuito, y de ninguna manera cree que lo haya merecido o que
lo haya conquistado con sus esfuerzos.
Esa presencia supera los límites de la propia pequeñez, que se siente
colmada y desbordada. Eso es lo que el evangelio expresa con la palabra
"temor". Pero también el temor debe ser vencido: "No teman". La propia
pequeñez está más segura que nunca si se deja tomar por el amor y el
poder de Dios.
A las que han tenido el privilegio de encontrar al Señor resucitado, que
se puso en su camino y las liberó del miedo, se les encomienda la misión
de anunciar lo que han visto: "Lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que hemos contemplado y han palpado nuestras manos..."
(1 Jn 1, 1). Todo el que se encuentra con el resucitado está llamado a
comunicarlo, a compartirlo con los demás para que también ellos puedan
encontrarlo.
Los judíos inventan un pretexto para justificar su incredulidad frente a
la resurrección de Jesús. También nosotros buscamos pretextos para no
vivir la vida de resucitados, para seguir aferrados a la muerte. Porque cuando
no nos atrevemos a la alegría y le tenemos miedo a la vida preferimos
aferramos al Cristo muerto. Y siempre habrá alguna excusa para rechazar
la resurrección.
Oración:
"Impúlsame, Señor Jesús, con tu poder, para que me llene de
deseos de llevarte a los demás, para que sienta el anhelo incon-
tenible de compartirte con los hermanos, para que mi alegría
sea transmitir esa vida nueva que ha llegado a mi existencia, de
manera que tú seas todo en todos".
425
Octava de Pascua
MARTES: JN 2 0 , 1 1 - 1 8
Oración:
"Señor, tu eres una permanente novedad y yo no puedo aferrar-
te. Dame la gracia de no encerrarme en las cosas muertas, sabo-
reando la amargura de mi llanto, sino de abrirme permanente-
mente a los nuevos caminos, a las nuevas formas en que tu quieras
manifestarte en mi vida".
426
Octava de Pascua
MIÉRCOLES: LC 2 4 , 1 3 - 3 5
Oración:
427
Octava de Pascua
JUEVES: LC 2 4 , 3 5 - 4 8
Oración:
428
Octava de Pascua
VIERNES: JN 2 1 , 1 - 1 4
Oración:
429
Octava de Pascua
SÁBADO: Mc 1 6 , 9 - 1 5
Oración:
430
Domingo 2° de Pascua
AÑO A Y AÑO C : JN 2 0 , 1 9 - 3 1
Oración:
"Dame Señor, la gracia de vencer mi desconfianza, de reconocer
que permanentemente te haces presente en la vida de los demás,
en el mundo, en la historia, aunque yo no lo vea con mis propios
ojos. Ayúdame a confiar en el testimonio de los hermanos".
431
Domingo 2° de Pascua
AÑO B: JN 5, 1 - 1 6
Oración:
"Señor, hazte presente en mi profunda soledad interior, allí don-
de nadie puede llegar, y con tu poder cura todo lo que me detie-
ne, lo que no me deja avanzar, todo lo que no me deja andar por
tu camino de salvación".
432
a
Semana 2 de Pascua
LUNES: JN 3, 1-8
Oración:
433
a
Semana 2 de Pascua
MARTES: JN 3, 7 - 1 5
Así como el viento sopla donde quiere, así es el que nace del Espíritu.
Está dispuesto a dejarse llevar, a dejarse movilizar sin pretender tenerlo
todo bajo control, sin querer encasillarlo todo dentro de planes y esque-
mas rígidos que le den seguridad. Para el que nace del Espíritu la seguri-
dad está simplemente en la confianza puesta en él.
Este nacimiento no se refiere sólo al bautismo, porque el bautismo es
un germen, un comienzo; se refiere al renacimiento que el Espíritu va rea-
lizando permanentemente en nosotros, hasta el último momento de nues-
tra vida, renacimiento que sólo será pleno y definitivo en la gloria celes-
tial. Por eso, en 1 Juan 3, 9 leemos que "el que nació de Dios ya no peca".
Evidentemente no se refiere simplemente al que ha sido bautizado, sino al
que ha renacido plenamente por la acción del Espíritu. Así, este texto es
una invitación a no conformarnos con haber recibido el bautismo, como si
eso bastara, sino a dejarnos tomar por el Espíritu en un renacimiento per-
manente.
Nicodemo sigue sin entender, porque mira a Jesús como si fuera uno
más, que está dando una opinión como un maestro cualquiera. Por eso,
antes de responderle, Jesús quiere hacerle notar que él no es un maestro
cualquiera, sino el único que puede enseñar con verdadera autoridad, por-
que él viene del cielo y dice lo que "ha visto" en el cielo, en la presencia
del Padre. Nadie más viene del cielo, porque nadie ha podido llegar allí
para traer la verdad.
Pero la serpiente elevada, a través de la cual se recuperaba la salud, es
Cristo elevado en la cruz que trae la salvación al hombre. El que vino del
cielo termina siendo elevado en una cruz para que lo contemplemos y ten-
gamos vida.
Oración:
434
a
Semana 2 de Pascua
MIÉRCOLES: JN 3, 1 6 - 2 1
Oración:
435
a
Semana 2 de Pascua
JUEVES: JN 3, 3 1 - 3 6
Oración:
436
a
Semana 2 de Pascua
VIERNES: JN 6, 1 - 1 5
Oración:
437
a
Semana 2 de Pascua
SÁBADO: JN 6, 1 6 - 2 1
Oración:
438
Domingo 3° de Pascua
Oración:
"Quédate Jesús en la noche de mi vida, ilumíname con tu palabra
y aliméntame con tu presencia. Abre mis ojos para reconocerte,
para que mi corazón arda con tu fuego y se ilumine con la luz de
tu resurrección. Porque yo también tengo hambre de tu pan".
439
O
Domingo 3 de Pascua
AÑO B: LC 2 4 , 3 5 - 4 8
Oración:
440
Domingo 3° de Pascua
AÑO C : JN 2 1 , 1 - 1 9
Oración:
441
a
Semana 3 de Pascua
LUNES: JN 6, 2 2 - 2 9
Aquí comienzan los discursos de Jesús sobre el tema del pan, para dar
un mensaje más profundo. Y para llevar a la gente a otro nivel les dice:
"Ustedes me buscan porque han comido los panes y se han saciado. No
trabajen sólo por el alimento que se acaba, sino por el sustento que dura y
da vida eterna".
Jesús muestra así nuestra crasa realidad: somos necesitados, y busca-
mos permanentemente saciar nuestras necesidades, nuestros deseos, nues-
tras carencias.
Esos hombres que buscaban a Cristo todavía no se habían dejado cau-
tivar por su enseñanza; simplemente habían descubierto que Jesús se pre-
ocupaba sinceramente por ellos, los cuidaba y no les dejaba pasar necesi-
dad, se compadecía realmente de sus angustias.
Y Jesús no desprecia esa confianza simple, aprovecha la ocasión para
invitar a esos hombres agradecidos a pasar a un nivel más profundo. Hay
otro pan, hay otro alimento, porque también hay otro hambre en el corazón
humano, hay otra insatisfacción más honda que busca ser colmada.
Y si bien hay que trabajar para ganarse el pan, para alcanzar este ali-
mento no es necesario otro trabajo más que creer, abrir el corazón: "La
obra del Padre es que ustedes crean".
Todos, con el paso del tiempo, podemos ir encerrándonos en nuestras
necesidades, y buscar a Dios sólo en la medida en que él pueda resolver
nuestras carencias interiores. Así Dios se convierte en un objeto más de
consumo. Él comprende esa debilidad nuestra, pero quiere más de noso-
tros, quiere más para nuestra vida. Quiere alimentar nuestros corazones
con su Palabra que nos invita a la intimidad con él, a su paz, al amor frater-
no, al servicio, a la generosidad, a la libertad interior.
Oración:
442
a
Semana 3 de Pascua
MARTES: JN 6, 3 0 - 3 5
Oración:
443
a
Semana 3 de Pascua
MIÉRCOLES: JN 6, 3 5 - 4 0
Oración:
444
a
Semana 3 de Pascua
JUEVES: JN 6, 4 4 - 5 1
Quien come de este pan no muere, sino que vivirá siempre. Evidente-
mente Jesús no se refiere a la vida biológica, porque todos los que han
escuchado su Palabra y han creído en él han muerto. ¿Qué significa enton-
ces?
Significa que hay otra vida, diferente de la vida biológica, que necesita
un alimento sobrenatural.
Hay una dimensión de nuestra vida que se mantiene con comida, medi-
camentos, respiración, gimnasia; hay otra dimensión de nuestra vida que
se alimenta con los libros, el estudio, las clases. Pero hay una dimensión
de nuestra vida, la más profunda, la sobrenatural, que depende directa-
mente de la gracia de Dios, que sin esa gracia desaparece.
Decir que quien cree en Cristo no tendrá jamás hambre, o que quien lo
recibe no muere, significa que unidos a él superamos nuestros límites hu-
manos, saciamos nuestros deseos más profundos y nos liberamos de nues-
tros temores más terribles; hallamos una plenitud de vida que nadie nos
puede quitar, ni siquiera la muerte, con tal que aceptemos depender siem-
pre de Jesús que nos alimenta por dentro.
Reconozcamos que en lo más hondo de nuestro ser somos seres ham-
brientos, insatisfechos, necesitados; que allí no podemos llegar nosotros
solos, sino Jesús; que sólo él tiene el alimento que puede fortalecer ese
centro profundo de nuestra vida que puede estar raquítico, enfermo, frágil.
Ese vacío y esa debilidad es lo que a veces nos hace sentir tristes también
cuando no nos falta nada, esa falta de alimento en el fondo del corazón es
lo que a veces nos hace sentir que nuestra vida no tiene sentido, cuando en
realidad no tenemos graves problemas, cuando otros, en nuestra misma
situación, pueden vivir alegres. Busquemos el alimento de eternidad.
Oración:
445
a
Semana 3 de Pascua
VIERNES: JN 6, 5 2 - 5 9
Esta parte del discurso del pan de vida habla de comer y beber a Jesús;
y el pan es reemplazado por la carne. Por lo tanto ya no se refiere a la
Palabra que es recibida con la fe, sino a algo más, a un verdadero "comer"
a Jesús.
Es lo que sucede en la Eucaristía. Los judíos se daban cuenta de que ya
no se refería al pan de la Palabra, y por eso se impresionan al escucharlo
(6, 60). La expresión "comer la carne" se usaba para hablar de violencia y
destrucción (Sal 27, 2; Job 19, 22). Además, beber sangre estaba termi-
nantemente prohibido por las leyes judías. Ellos no advertían que no se
trataba de una comida cruenta, de un canibalismo, sino que Jesús había
inventado una forma maravillosa de comerlo, de recibirlo con nuestra boca.
Es más que escucharlo, es más que recordarlo, es más que hablarle.
A través de ese gesto sensible de comer, el Cristo entero entra en nues-
tra vida, porque en realidad "carne y sangre" indican al hombre entero.
Los evangelios sinópticos, al narrar la institución de la Eucaristía, usan la
palabra "cuerpo" (Mt 26, 26-28), que siempre designa al hombre entero
que se abre a la comunicación y a la comunión.
Entonces la Eucaristía no es sólo los miembros resucitados de Cristo,
sino todo su ser: su mente, sus afectos, su divinidad. Al recibirlo entra en
nosotros el Cristo entero y se realiza la unión más íntima que podamos
esperar en esta vida.
Pero esto supone que se lo coma con fe.
La sangre, que en la celebración de la Eucaristía se consagra por sepa-
rado, nos recuerda cuánto le costó a Jesús nuestra redención, cuando llegó
hasta el derramamiento de sangre por nosotros (Heb 2, 14; 9, 22).
Oración:
"Señor, toca mis ojos con la luz de tu Espíritu para que pueda
reconocer tu presencia en la Eucaristía, para que cada vez que
te coma me deje poseer por tu vida, por tu plenitud, por tu amor
inmenso, por todo tu ser resucitado".
446
a
Semana 3 de Pascua
SÁBADO: JN 6, 6 0 - 6 9
Oración:
447
Domingo 4° de Pascua
Oración:
448
Domingo 4° de Pascua
AÑO B: JN 1 0 , 1 1 - 1 8
Ahora Jesús se presenta como el buen pastor, y da dos motivos por los
cuales él es el buen pastor: porque da la vida por sus ovejas (11-13), y
porque las conoce íntimamente y se da a conocer, se une a ellas en una
íntima comunión (14-16).
Es interesante advertir que este capítulo habla repetidamente de los
falsos y malos pastores. De hecho, Jesús pronuncia este discurso en la
fiesta de la dedicación del templo (v. 22), donde se recordaba también a
las malas autoridades judías que, por sus intereses personales, habían pro-
vocado la profanación del templo (2 Mac 4, 7). Esas autoridades judías se
habían convertido en un símbolo de los jefes que no saben cuidar a las
ovejas, que traicionan a su pueblo. En la época de Jesús esos falsos pasto-
res eran sobre todo algunos fariseos, a los que Jesús llamaba ciegos (9, 39-
41). Ellos pretendían defender la Ley de Dios, pero en realidad sólo que-
rían cuidar su poder y usar a la gente al servicio de sus necesidades. Jesús
en cambio es el buen pastor, él no tiene más interés que dar la vida por las
ovejas; él no las mira como una masa que puede dominar para saciar su
ego, sino que conoce a cada una en particular, la llama por su nombre,
tiene intimidad con cada una de ellas, porque todas son importantes y sa-
gradas para él.
Ningún ser humano podrá cuidarnos en todo sentido, en todo momen-
to, en todo lo que nos toque vivir, ninguno puede llegar a nuestra vida
interior para cuidarnos allí donde también se introducen tantas cosas que
nos hacen daño. Por eso sólo Jesús puede ser el buen pastor de nuestras
vidas siempre amenazadas. Y recordemos que la peor amenaza para nues-
tras vidas no viene de la inseguridad externa, de la violencia de las armas,
sino de los rencores y envidias que nos dominan, de las tristezas, de los
egoísmos, de los miedos, de los recuerdos que nos obsesionan, de los pen-
samientos vanos que nos atontan.
Oración:
449
Domingo 4° de Pascua
AÑO C : JN 1 0 , 2 7 - 3 0
Oración:
450
a
Semana 4 de Pascua
MARTES: JN 1 0 , 2 2 - 3 0
Oración:
451
a
Semana 4 de Pascua
MIÉRCOLES: JN 1 2 , 4 4 - 5 0
Oración:
452
a
Semana 4 de Pascua
JUEVES: JN 1 3 , 1 6 - 2 0
Oración:
"Jesús, te doy gracias por tu ejemplo de humildad y de servicio,
porque no buscaste la gloria mundana, y me propones un camino
de libertad interior y de alegría, sin las ataduras de la vanidad,
la apariencia y la sed de poder".
453
a
Semana 4 de Pascua
VIERNES: JN 1 4 , 1-6
Oración:
"Señor, quiero dejarme tomar por ti, que estás resucitado, que
estás buscando entrar en mi vida para llenarla de tu vida y de tu
verdad. Tómame Señor, tómame contigo, para que me libere de
la soledad interior".
454
a
Semana 4 de Pascua
SÁBADO: JN 1 4 , 7 - 1 4
Oración:
455
Domingo 5° de Pascua
AÑO A : JN 1 4 , 1 - 1 2
AÑO B: JN 1 5 , 1-8
Jesús se compara a una vid, una parra, y los discípulos son las ramas;
ellos son los sarmientos, que reciben de él la savia, la vida, el alimento que
los sostiene. Por eso Jesús nos invita a permanecer en él, de manera que no
terminemos secos y muertos.
De él viene la vida espiritual, la vida sobrenatural. Pero en realidad la
insistencia de este texto está en la invitación a dar frutos, a producir algo
que valga la pena, y nos dice que sólo unidos al Señor podemos dar frutos.
Jesús toca con estas palabras una de las necesidades más profundas del
ser humano, que es el deseo de sentirse fecundo, de ser útil, el anhelo de
desarrollar las propias capacidades para producir algo bueno en este mun-
do, para que nuestros años no vayan pasando sin que podamos regalarle
algo bueno a este mundo. Esta fecundidad da gloria al Padre (15, 8), por-
que él ama que la vida se difunda, se multiplique, se derrame cada vez
más. Él nos quiere vivos produciendo fruto, no muertos y estériles.
Y este Padre que recibe gloria cuando damos frutos, es el viñador, el
que poda las ramas para que produzcan más fruto. Y esa limpieza de las
ramas se realiza a través de la palabra de Jesús (15, 3). Se trata de las
purificaciones que debe recibir nuestro corazón cuando se está esclavizan-
do, cuando se está apegando demasiado a las cosas y vanidades del mun-
do, y cuando al escuchar la palabra de Jesús descubre su miseria. Entonces
puede entregar, dolorosamente, las cosas y los proyectos que lo esclaviza-
ban. Pero ese dolor es liberador, y permitirá que la rama pueda ser fecun-
da, que pueda ofrecer fruto abundante de vida, de amor, de alegría para
Dios y para los demás.
Oración:
"Señor, dame la gracia de dejarme purificar con tu Palabra, de
permitir que tú me purifiques y me limpies para que mi vida sea
fecunda, para que no me encierre en una búsqueda egoísta de
placer y comodidad que no me permite dar fruto".
456
Domingo 5 ° de Pascua
AÑO C : JN 1 3 , 3 1 - 3 5
Oración:
457
a
Semana 5 de Pascua
LUNES: JN 1 4 , 2 1 - 2 6
Oración:
458
a
Semana 5 de Pascua
MARTES: JN 1 4 , 2 7 - 3 1
Oración:
459
a
Semana 5 de Pascua
MIÉRCOLES: JN 1 5 , 1-8
o
Ver domingo 5 de Pascua. Año B.
JUEVES: JN 1 5 , 9 - 1 1
Al igual que la paz, la alegría que Jesús ofrece brota del amor, del
amor que llega a transformar la vida, que produce obras de amor, que hace
nacer una vida de acuerdo a los mandamientos.
Aquí queda claro que la fecundidad que obtiene el hombre si permane-
ce unido a Cristo no se busca con un interés utilitarista o vanidoso. Es una
realidad de diálogo y de amor, y los frutos son una respuesta de amor.
De hecho, pocas veces Jesús declara su amor con tanta ternura como
en este capítulo: "Como el Padre me amó, yo también los amé" (15, 9). El
amor de Jesús hacia sus discípulos es inmenso, como el amor que el Padre
le tiene a él. El amor de Jesús hacia nosotros es una prolongación del amor
divino que viene del Padre Dios; por lo tanto es plenitud total de amor,
desbordante, inimaginable.
Y este amor de Jesús que se hace fecundo, que llega a producir fruto en
nuestra vida, es la fuente de la verdadera alegría, una alegría que por ser
espiritual no es menos intensa, porque es participar de la alegría de Jesús.
Y él quiere que esa alegría sea plena, completa: "Les he dicho esto para
que participen de mi alegría, y la alegría de ustedes sea colmada" (15, 11).
¡Qué hermoso es saber que estamos llamados a una alegría siempre
más grande, a una alegría que no se desgasta sino que se agranda con los
años, hasta que nos inundemos en la alegría celestial que nos desbordará
por todas partes. El Concilio Vaticano II dijo que "La Iglesia es la verda-
dera juventud del mundo; posee lo que hace la fuerza y el encanto de la
juventud: la capacidad de alegrarse con lo que comienza, de darse sin re-
compensa, de renovarse y de partir de nuevo hacia nuevas conquistas...".
Oración:
"Dame tu alegría Señor, porque en ti está la alegría más perfec-
ta del corazón humano, ese corazón que creaste para ti. Lléname
de tu amor, para que ese amor se convierta en vida desbordante,
en fecundidad, en gozo".
460
a
Semana 5 de Pascua
VIERNES: JN 1 5 , 1 2 - 1 7
Oración:
"Coloca en mi corazón Señor, ese ideal supremo de dar la vida,
de reproducir en mi existencia tu suprema entrega de amor. Te
doy gracias, Señor, por el tesoro de tu amistad y te pido que des-
truyas todas las resistencias que pongo a ese amor inmenso".
461
A
Semana 5 de Pascua
SÁBADO: JN 1 5 , 1 8 - 2 1
Oración:
462
Domingo 6° de Pascua
AÑO A : JN 1 4 , 1 5 - 2 1
Oración:
463
Domingo 6° de Pascua
AÑO B: JN 1 5 , 9 - 1 7
Oración:
"Coloca en mi corazón Señor, ese ideal supremo de dar la vida,
de reproducir en mi existencia tu suprema entrega de amor. Te
doy gracias Señor por el tesoro de tu amistad y te pido que des-
truyas todas las resistencias que pongo a ese amor inmenso".
464
Domingo 6° de Pascua
AÑO C : JN 1 4 , 2 3 - 2 9
Oración:
465
a
Semana 6 de Pascua
LUNES: JN, 1 5 , 2 6 - 1 6 , 4
Oración:
466
a
Semana 6 de Pascua
MARTES: JN 1 6 , 5 - 1 1
Jesús quiere hacer ver a sus discípulos que no deben entristecerse por
su partida, porque en realidad esa partida será un bien para ellos: "Les
conviene que yo me vaya" (16, 7). Porque es necesario que Jesús sea glo-
rificado, que pase por la cruz para liberarnos del pecado y resucite llegan-
do glorioso a la presencia del Padre, para poder enviarnos así al Espíritu
Santo: "Si no me voy no vendrá a ustedes el Paráclito" (16, 7).
Y la presencia interior del Espíritu Santo es una riqueza y un tesoro
que los discípulos no podían ni siquiera imaginar; porque es el Espíritu el
que derrama la gracia divina en los corazones y hace presente la vida de
Jesús en lo íntimo de los creyentes. Pero este texto describe la obra del
Espíritu Santo de un modo extraño; dice que el Espíritu Santo convence a
los creyentes "de un pecado, de una justicia, de una sentencia" (16, 8). En
definitiva esto significa que el Espíritu saca a luz el error del mundo que
no da a Cristo su lugar y que se mueve con falsos valores que no son su
mensaje de amor. Y toda la miseria que el mundo trata de ocultar y disfra-
zar sale a la luz en toda su negrura gracias a la acción del Espíritu en
nuestros corazones.
El Espíritu hace ver el pecado de incredulidad del mundo, y así mues-
tra cómo el camino que ofrece el mundo es ceguera, oscuridad, sinsentido.
Hace ver la justicia, porque muestra que la verdadera justicia, la de Dios,
está del lado de Cristo y no de las mentiras del mundo, y hace ver también
una sentencia, porque Dios ya ha sentenciado a los poderes del mal, ya los
ha condenado, aunque aparentemente ellos lleven las de ganar, aunque
parezcan victoriosos.
Oración:
467
a
Semana 6 de Pascua
MIÉRCOLES: JN 1 6 , 1 2 - 1 5
Jesús sabe que los discípulos no pueden comprender todas sus pala-
bras, pero les promete que cuando llegue el Espíritu Santo él los hará al-
canzar la verdad completa (16, 13). En realidad este texto dice "los condu-
cirá en la Verdad completa".
Y como en el evangelio de Juan la "Verdad" es el mismo Jesús, esto
significa que el Espíritu Santo nos conduce dentro del misterio de Jesús
para que podamos comprenderlo plenamente. No significa entonces que el
Espíritu Santo nos da algo que Jesús no nos puede dar, o que nos enseña
cosas que Jesús no nos enseñó. En realidad lo que él hace es recordarnos
las enseñanzas de Jesús e introducirnos dentro del misterio de Jesús para
que podamos comprender mejor sus palabras y amarlo más.
El Espíritu Santo nos lleva a Jesús, nos acerca más a él, nos hace entrar
en él. Y en cada momento de nuestra vida él nos recuerda las palabras de
Jesús para que iluminen nuestra existencia y nos permitan seguir el buen
camino. Por eso Jesús dice que el Espíritu Santo "no hablará por su cuen-
ta" (16, 13).
Y en todo lo que el Espíritu Santo hace está dando gloria a Jesús, ya
que lo que él comunica es lo que recibe de Jesús (v. 14), así como Jesús
comparte todo con el Padre amado (v. 15).
Vemos así que en este texto está presente el Misterio de la Trinidad,
donde las tres Personas divinas lo comparten todo, recibiendo una de la
otra, pero compartiendo la misma y única divinidad.
Oración:
468
a
Semana 6 de Pascua
JUEVES: JN 1 6 , 1 6 - 2 0
Oración:
469
a
Semana 6 de Pascua
VIERNES: JN 1 6 , 2 0 - 2 3
Jesús quiere vencer la tristeza de los discípulos, que saben que su final
está cerca, que presienten el término de su vida compartida.
En realidad no les niega el derecho a llorar cuando el mundo se alegre
por su dolor y su aparente fracaso (v. 20). Pero Jesús anuncia que esa
tristeza podrá convertirse en alegría. Como cuando la mujer, después del
dolor, da a luz un hijo (v. 21), esa alegría inundará el corazón de los discí-
pulos al descubrir que Cristo ha triunfado, ha regresado, y ha penetrado
invisible y maravillosamente en su interior: "Volveré a verlos y se les ale-
grará el corazón. Y nadie les podrá quitar esa alegría" (v. 22).
Pero el ejemplo del parto hace pensar que ese dolor tiene un valor
especial. No sólo es algo que hay que tolerar, no es simplemente algo mo-
lesto, que no tiene sentido, que no sirve para nada, sino una especie de
nuevo nacimiento.
Así como el dolor del parto es necesario para que pueda nacer una vida
nueva, del mismo modo el dolor de los discípulos es como una intensa y
necesaria purificación que los capacita profundamente para poder descu-
brir mejor y gozar la presencia interior de Jesús resucitado.
Es un dolor fecundo, que es transfigurado por la acción del Espíritu
Santo, y que abre paso a la vida nueva de la resurrección. Por eso el con-
suelo de Jesús no es decir: "Aguanten, que ya pasa". Su consuelo más bien
es decir: "Acepten ese dolor, porque producirá algo bello que los llenará
de alegría".
Toda purificación, cuando es aceptada, cuando se le vive en unión con
el Señor, cuando se convierte en una ofrenda de amor, seguramente dará
frutos, producirá una vida nueva y mejor. De hecho, después de pasar por
un momento difícil, si uno lo ha vivido en la fe y en el amor, la vida se
goza y se valora más que antes.
Oración:
470
a
Semana 6 de Pascua
SÁBADO: JN 1 6 , 2 3 - 2 8
Oración:
471
Ascensión del Señor
AÑO A : MT 2 8 , 1 6 - 2 0
Oración:
472
Ascensión del Señor
AÑO B: MC 1 6 , 1 5 - 2 0
Oración:
"Convierte nuestros corazones Señor, para que podamos ser ins-
trumentos de ese maravilloso poder que haces presente en nues-
tras vidas, y así el mundo pueda alcanzar la libertad y la verda-
dera paz".
473
Ascensión del Señor
Oración:
474
a
Semana 7 de Pascua
LUNES: JN 1 6 , 2 9 - 3 3
Oración:
475
a
Semana 7 de Pascua
MARTES: JN 1 7 , 1 - 1 1
Oración:
476
a
Semana 7 de Pascua
MIÉRCOLES: JN 1 7 , 1 1 - 1 9
Oración:
477
a
Semana 7 de Pascua
JUEVES: JN 1 7 , 2 0 - 2 6
Jesús aclara que él no ruega sólo por sus discípulos, sino por todos los
que lleguen a creer en él. Por eso podemos decir que todos los creyentes
estábamos presentes en ese amor y en esa preocupación de Jesús. El tam
bién oró por mí.
Pero en esta oración se destaca especialmente una súplica. Jesús ruega
que sus discípulos sean uno. Jesús dice que para eso les ha comunicado su
gloria. Eso significa que la unidad de los creyentes se explica por la ac
ción misteriosa de Jesús que se hace presente en ellos.
Y ya que Jesús está siempre unido al Padre, cuando la comunidad vive
en el amor, entra en el ámbito divino de la Trinidad, se inserta en la comu
nión de las Personas divinas, en la intimidad trinitaria.
Pero como el modelo de la unidad comunitaria es la unidad perfecta de
la Trinidad, la comunidad está llamada a una unidad siempre más plena,
ya que nunca alcanza esa inimitable unidad que hay entre el Padre y el
Hijo.
A esa unidad se le atribuye un efecto sobrenatural: "para que el mundo
crea". La comunidad unida es el mejor signo para el mundo, una fuerza de
atracción que invita a entrar en esa unidad sublime.
En los momentos en que peligra la unidad de la comunidad, cuando
comienzan a asomar divisiones que obstaculizan la tarea evangelizadora,
más que buscar la unidad con los propios esfuerzos y proyectos, habría
que confiar en la oración de Jesús y decir al Padre: "Escucha la oración de
tu propio Hijo, que se consagró por nuestra unidad. Padre, que seamos
uno".
Oración:
478
a
Semana 7 de Pascua
VIERNES: JN 2 1 , 1 5 - 1 9
Oración:
479
a
Semana 7 de Pascua
SÁBADO: JN 2 1 , 2 0 - 2 5
Oración:
"Ayúdame Jesús con la luz del Espíritu para que pueda com-
prender el evangelio, para que a través de las palabras de Juan y
de los demás evangelistas pueda encontrar yo también una ma-
yor intimidad contigo, pueda crecer en tu preciosa amistad".
480
Pentecostés
AÑO A : JN 2 0 , 1 9 - 2 3
Oración:
"Señor Jesús, abre tu corazón resucitado, lleno del fuego de amor
del Espíritu Santo, y derrámalo en mi vida, para que todo mi ser
sea transformado con su presencia santa y puede vivir como a ti
te agrada".
481
Pentecostés
AÑO B: JN 1 5 , 2 6 - 2 7 ; 1 6 , 1 2 - 1 5
Jesús sabe que los discípulos no pueden comprender todas sus pala-
bras, pero les promete que cuando llegue el Espíritu Santo él los hará al-
canzar la verdad completa (16, 13). En realidad este texto dice "los condu-
cirá en la Verdad completa". Y como en el evangelio de Juan la "Verdad"
es el mismo Jesús, esto significa que el Espíritu Santo nos conduce dentro
del misterio de Jesús para que podamos comprenderlo plenamente.
No significa entonces que el Espíritu Santo nos da algo que Jesús no
nos puede dar, o que nos enseña cosas que Jesús no nos enseñó, sino que
nos recuerda las enseñanzas de Jesús y nos introduce dentro del misterio
de Jesús para que podamos comprender mejor sus palabras y amarlo más.
El Espíritu Santo nos lleva a Jesús, nos acerca más a él, nos hace entrar
en él. Y en cada momento de nuestra vida él nos recuerda las palabras de
Jesús para que iluminen nuestra existencia y nos permitan seguir el buen
camino. Por eso Jesús dice que el Espíritu Santo "no hablará por su cuen-
ta" (16, 13).
Y en todo lo que el Espíritu Santo hace está dando gloria a Jesús, ya
que lo que él comunica es lo que recibe de Jesús (v. 14), así como Jesús
comparte todo con el Padre amado (v. 15).
En 15, 26-27 se nos indica que la presencia del Espíritu Santo en la
propia vida, dando testimonio a favor de Jesús, impulsa al creyente a dar
testimonio de Cristo, a reconocer su fe ante los demás, a jugarse pública-
mente por el Señor resucitado. De hecho, eso es precisamente lo que pu-
dieron lograr los apóstoles cuando en Pentecostés recibieron el Espíritu
Santo. Salieron por todas partes a anunciar con coraje que Jesús está vivo
y que él es el salvador.
Oración:
482
Pentecostés
AÑO C : JN 1 4 , 1 5 - 1 6 . 2 3 - 2 6
Oración:
483
ALGUNAS SOLEMNIDADES Y
FIESTAS
DEL TIEMPO ORDINARIO
Los demás días que toque una celebración especial que tenga un texto
propio (algún santo, los ángeles, otras celebraciones de María, etc.) puede
buscarse el comentario a ese texto usando el índice al final del libro.
484
Presentación del Señor (2 de febrero)
Lc 2, 22-40
Oración:
"Señor, dame la gracia de gozar en tu presencia, de reconocer
que estás, pero también de experimentar el consuelo y el gozo de
tenerte. Concede a todos los cristianos reconocer que la salva-
ción tan esperada ya ha llegado, está verdaderamente entre no-
sotros".
485
La Anunciación del Señor (25 de marzo)
Lc 1, 26-38
Nada es imposible para Dios. Y este texto nos habla del poder de Dios
que se manifestó en el seno de María cuando concibió a Jesús. Momento
sublime en que el Hijo de Dios tomó un minúsculo pedacito de este mundo
y se hizo verdaderamente hombre.
Es cautivante detenerse a contemplar este misterio del amor divino
que llega a la misteriosa decisión de unirse al hombre, pero con un deseo
tan grande que termina entrando en esta historia como verdadero hombre,
haciéndose pequeño en el seno de una mujer de esta tierra.
El anuncio del ángel muestra la delicadeza de Dios con María, como la
tiene con todos sus hijos, ya que quiso prepararla para su maternidad y
quiso contar con su respuesta libre.
En este texto bíblico se destaca la figura de la mujer, ya que Dios no
quiso prescindir de su maternidad para realizar su plan de salvación, y en
el diálogo del ángel con María se muestra la delicadeza de Dios con su
criatura elegida.
En la primera respuesta de María se advierte que había en ella una
opción por la virginidad (v. 34).
En la segunda respuesta (v. 38), donde María no dice "cumpliré" sino
"que se cumpla", se ve la convicción de que aquí todo depende de la ini-
ciativa divina, de su plan y de su poder, ya que el niño que nacerá estará
por excelencia "consagrado" a los planes del Padre Dios.
Oración:
486
La Santísima Trinidad
AÑO A : JN 3, 1 6 - 1 8
Oración:
" T e doy gracias Padre por tu inmenso amor; porque entregaste a
tu propio Hijo para damos la vida. Quiero confiar en la salva-
ción que me trae Jesús, dejarme tomar por su vida, y permitirle
que ilumine todo mi ser y toda mi existencia para liberarla de la
oscuridad y de la muerte con el poder del Espíritu Santo".
487
La Santísima Trinidad
AÑO B: MT 2 8 , 1 6 - 2 0
Oración:
"Te adoro a ti, Dios mío, que vives en una perfecta unidad de
tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. A ti sea la gloria
eternamente, a ti te adoren todas las criaturas y todos los cora-
zones donde habitas".
488
La Santísima Trinidad
AÑO C : JN 1 6 , 1 2 - 1 5
Jesús sabe que los discípulos no pueden comprender todas sus pala-
bras, y que están un poco confundidos, pero les promete que cuando llegue
el Espíritu Santo él los hará alcanzar la verdad completa (16, 13). En rea-
lidad este texto dice "los conducirá en la Verdad completa". Y como en el
evangelio de Juan la "Verdad" es el mismo Jesús, esto significa que el
Espíritu Santo nos conduce dentro del misterio de Jesús para que podamos
comprenderlo plenamente.
No significa entonces que el Espíritu Santo nos da algo que Jesús no
nos puede dar, o que nos enseña cosas que Jesús no nos enseñó, sino que
nos recuerda las enseñanzas de Jesús y nos introduce dentro del misterio
de Jesús para que podamos comprender mejor sus palabras y amarlo más.
El Espíritu Santo nos lleva a Jesús, nos acerca más a él, nos hace entrar
en él. Y en cada momento de nuestra vida él nos recuerda las palabras de
Jesús para que iluminen nuestra existencia y nos permitan seguir el buen
camino. Por eso Jesús dice que el Espíritu Santo "no hablará por su cuen-
ta" (16, 13).
Y en todo lo que el Espíritu Santo hace está dando gloria a Jesús, ya
que lo que él comunica es en realidad lo que él recibe de Jesús (v. 14), así
como Jesús comparte todo con el Padre (v. 15).
Vemos así que en este texto está presente el Misterio de la Trinidad,
donde las tres Personas divinas lo comparten todo, recibiendo una de la
otra, pero compartiendo la misma y única divinidad.
Oración:
489
Cuerpo y Sangre de Cristo
AÑO A : JN 6, 5 1 - 5 8
Esta parte del discurso del pan de vida habla de comer y beber a Jesús;
y el pan es reemplazado por la carne. Por lo tanto ya no se refiere a la
Palabra que es recibida con la fe, sino a algo más, a un verdadero "comer"
a Jesús. Es lo que sucede en la Eucaristía. Los judíos se daban cuenta que
ya no se refería al pan de la Palabra, y por eso se impresionan al escuchar-
lo (6, 60). La expresión "comer la carne" se usaba para hablar de violencia
y destrucción (Sal 27, 2; Job 19, 22). Además, beber sangre estaba termi-
nantemente prohibido por las leyes judías. Ellos no advertían que no se
trataba de una comida cruenta, de un canibalismo, sino que Jesús había
inventado una forma maravillosa de comerlo, de recibirlo con nuestra boca.
A través de ese gesto sensible el Cristo entero entra en nuestra vida,
porque en realidad "carne y sangre" indican al hombre entero. Los evan-
gelios sinópticos, al narrar la institución de la Eucaristía, usan la palabra
"cuerpo" (Mt 26, 26-28), que siempre designa al hombre entero que se
abre a la comunicación y a la comunión. Entonces en la Eucaristía no sólo
se hace presente el cuerpo resucitado de Cristo, sino todo su ser: su mente,
sus afectos, su divinidad. Al recibirlo entra en nosotros Cristo entero y se
realiza la unión más íntima que podamos esperar en esta vida. Pero ello
supone que se lo coma con fe.
Así lo expresaba el Cura Brochero: "He aquí la prueba infinita del
infinito amor hacia el hombre: ¡Darse a sí mismo! ¡Identificarse con el
hombre, hacerse una sola cosa con el hombre! Unirse para siempre con el
hombre como se unen dos trozos de cera cuando ambos se derriten al fue-
go, o como se identifican y confunden dos pedazos de metal cuando se
funden en el horno. Así dicen los Santos Padres cuando quieren explicar la
unión íntima que hay entre Jesucristo y el que recibe dignamente la hostia
consagrada".
Oración:
"Seño/: toca mis ojos con la luz de tu Espíritu para que pueda
reconocer tu presencia en la Eucaristía, para que cada vez que
te coma me deje poseer por tu vida, por tu plenitud, por tu amor
inmenso, por todo tu ser resucitado".
490
Cuerpo y Sangre de Cristo
AÑO B: MC 1 4 , 1 2 - 1 6 , 2 2 - 2 6
Oración:
"Señor, sana mi fe débil y fortalécela, para que pueda venerar
con profundo amor esa cena que se realiza en cada Misa, donde te
ofreces como alimento y renuevas tu alianza de amor conmigo".
491
Cuerpo y Sangre de Cristo
AÑO C : LC 9 , 1 1 - 1 7
Oración:
"Señor, que te acercas a mí con todo tu amor en cada Eucaristía,
concédeme que la comunión haga crecer mis deseos de amar y
aumente mi generosidad, para que pueda reconocer tu presencia
en el hermano necesitado".
4 9 2
Sagrado Corazón de Jesús
AÑO A : MT 1 1 , 2 5 - 3 0
Oración:
493
Sagrado Corazón de Jesús
Oración:
494
Sagrado Corazón de Jesús
AÑO C : LC 1 5 , 3 - 7
Este capítulo 15 de San Lucas nos muestra que Dios busca todas las
maneras posibles para hablarnos de su amor y de su misericordia. Las tres
parábolas de la misericordia (la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo
pródigo) indican que el amor de Dios no es general, como si nos quisiera a
todos en multitud, sino que su amor es particular, porque su amor y su
inteligencia infinita le permiten estar plenamente atento a todos al mismo
tiempo y a cada uno en particular. Por eso, da la impresión de que al bus-
car la oveja perdida no hubiera en el mundo otra cosa más que ella.
Por otra parte, esta parábola, igual que las otras dos, destaca la sinceri-
dad de esta preocupación del Señor, porque nos habla de la alegría, de la
fiesta que hay en el corazón de Dios cuando recupera a un perdido. El
pastor que recupera la oveja la pone sobre sus hombros "contento", y la
mujer que recupera la moneda (que era como un anillo de casamiento)
invita a sus vecinas para festejar.
Es la alegría de Dios la que se nos manifiesta de esta manera, una
alegría de amor. Y así se nos habla de un amor divino lleno de dinamismo,
de vida y de ternura. Ya lo había anunciado el profeta Sofonías cuando
decía: "Tu Dios está en medio de ti, un poderoso salvador. El grita de
alegría por ti, te renueva con su amor, y baila por ti con gritos de júbilo,
como en los días de fiesta" (Sof 3, 17-18).
Este amor es el que llena el corazón de Cristo, donde al infinito amor
divino se unen la ternura y la pasión de un amor humano sano y maduro.
Oración:
495
Solemnidad de Todos los Santos (1 de noviembre)
M T 5, 1 - 1 2
Oración:
"Jesús, quisiera desear esa felicidad que me ofreces, la felicidad
de un corazón pobre, simple, manso, pero capaz de luchar por un
mundo de paz y de justicia. Quisiera poder liberarme de mis de-
seos mundanos, de mis vanidades. Dame tu gracia para lograr-
lo".
496
Inmaculada Concepción (8 de diciembre)
Lc 1, 26-38
Nada es imposible para Dios. Y este texto nos habla del poder de Dios
que se manifestó en el seno de María cuando concibió a Jesús. Momento
sublime en que el Hijo de Dios tomó un minúsculo pedacito de este mundo
y se hizo verdaderamente hombre.
En este texto bíblico se destaca la figura de la mujer, ya que Dios no
quiso prescindir de su maternidad para realizar su plan de salvación, y en
el diálogo del ángel con María se muestra la delicadeza de Dios con su
criatura elegida.
En la primera respuesta de María se advierte que había en ella una
opción por la virginidad (v. 34). En la segunda respuesta (v. 38), donde
María no dice "cumpliré" sino "que se cumpla", se puede apreciar la con-
vicción de que aquí todo depende de la iniciativa divina, de su plan y de su
poder, ya que el niño que nacerá estará por excelencia "consagrado" a los
planes del Padre.
María es la mejor alabanza femenina a la gracia de Dios, es el signo
más perfecto de lo que puede hacer el Espíritu de Dios en el corazón de
una mujer que se deja tomar con docilidad.
Celebrar en esta fecha la Inmaculada Concepción de María significa
reconocer la mirada de predilección de Dios hacia ella, que al elegirla
como Madre de su Hijo la prepara con su gracia como una morada digna.
Esa obra de su gracia la hizo plenamente disponible a Dios, liberada de las
resistencias del orgullo humano y del deseo de autonomía frente a Dios. El
evangelio de Lucas describe esta santidad de María presentándola como la
"feliz" por excelencia (Lc 1, 45.47-48), es decir, la que vivió como nadie
el espíritu de las bienaventuranzas, el estilo de vida que Jesús enseñó a sus
discípulos.
Oración:
"Señor, déjame admirar la belleza de María, liberada de todo
pecado, déjame imaginar el instante en que tú elevaste este mun-
do cuando hiciste esa criatura maravillosa. Y permite Señor que
mi corazón te adore por esa admirable pequeñez que preparaste
para ti".
4 9 7
TABLA TEMPORAL DE LAS PRINCIPALES CELEBRACIONES DEL ANO LITÚRGICO
498
| Semanas del tiempo durante el año | Domingo
Letra Ciclo Miércoles
antes de Cuaresma | después del T.P | primero
Año dominical dominical de Pascua Ascensión Pentecostés
Ceniza hasta sem. desde sem. de Adviento
el día el día
Presentación 3
TIEMPO DE ADVIENTO 5
o
Domingo 1 de Adviento 6
A Ñ O A: M T 2 4 , 3 7 - 4 4 6
A Ñ O B : Mc 1 3 , 3 3 - 3 7 7
A Ñ O C:Lc 2 1 , 2 5 - 2 8 . 3 4 - 3 6 8
a
Semana 1 de Adviento 9
Lunes: Mt 8 , 5 - 1 1 9
Martes: Lc 1 0 , 2 1 - 2 4 1 0
Miércoles: Mt 1 5 , 2 9 - 3 7 11
Jueves: Mt 7 , 2 1 . 2 4 - 2 7 1 2
Viernes: Mt 9 , 2 7 - 3 1 1 3
Sábado: Mt 9 , 3 5 - 1 0 , 1 . 6 - 8 1 4
o
Domingo 2 de Adviento 1 5
A Ñ O A : M T 3 , 1 - 1 2 1 5
A Ñ O B : Mc 1, 1-8 1 6
A Ñ O C : LC 3, 1-6 1 7
a
Semana 2 de Adviento 1 8
Lunes: Lc 5 , 1 7 - 2 6 1 8
Martes: Mt 1 8 , 1 2 - 1 4 1 9
Miércoles: Mt 1 1 , 2 8 - 3 0 2 0
Jueves: Mt 11, 1 1 - 1 5 2 1
Viernes: Mt 11, 1 6 - 1 9 2 2
Sábado: Mt 1 7 , 1 0 - 1 3 2 3
o
Domingo 3 de Adviento: 2 4
A Ñ O A: M T 1 1 , 2 - 1 1 2 4
A Ñ O B : JN 1 , 6 - 8 . 1 9 - 2 8 2 5
A Ñ O C : L C 3, 1 0 - 1 8 2 6
a
Semana 3 de Adviento 2 7
Lunes: Mt 2 1 , 2 3 - 2 7 2 7
Martes: Mt 2 1 , 2 8 - 3 2 2 8
Miércoles: Lc 7 , 1 9 - 2 3 2 9
Jueves: Lc 7 , 2 4 - 3 0 3 0
Viernes: Jn 5 , 3 3 - 3 6 3 1
Ferias de Adviento 3 2
Día 1 7 / 1 2 : Mr 1, 1 - 1 7 3 2
Día 1 8 / 1 2 : M T 1, 1 8 - 2 4 3 3
Día 1 9 / 1 2 : Lc 1 , 5 - 2 5 3 4
Día 2 0 / 1 2 : Lc 1 , 2 6 - 3 8 3 5
Día 2 1 / 1 2 : Lc 1 , 3 9 - 4 5 3 6
Día 2 2 / 1 2 : Lc 1 , 4 6 - 5 6 3 7
Día 2 3 / 1 2 : Lc 1 , 5 7 - 6 6 3 8
4 9 9
Domingo 4° de Adviento 39
A Ñ O A: M T 1, 18-24 39
A Ñ O B : L C 1,26-38 40
A Ñ O C: L C 1,39-45 41
TIEMPO DE NAVIDAD 43
Nochebuena: Lc 2, 1-14 44
Día de Navidad: Jn 1, 1 -18 45
La Sagrada Familia 46
A Ñ O A: M T 2, 13-15. 19-23 46
A Ñ O B: L C 2, 22-40 47
A Ñ O C : Lc 2,41-52 48
Día segundo de Navidad 26/12 (san Esteban): Mt 10, 17-22 49
Día tercero de Navidad 27/12 (san Juan): Jn 20, 2-8 50
Día cuarto de Navidad 28/12 (Santos Inocentes): Mt 2, 13-18 51
Día quinto de Navidad 29/12: Lc 2, 22-35 52
Día sexto de Navidad 30/12: Lc 2, 36-40 53
Día séptimo de Navidad 31/12: Jn 1, 1-18 54
Santa María, Madre de Dios (1 de enero): Lc 2, 16-21 55
Segundo domingo después de Navidad: Jn 1, 1-18 56
Día 2 de enero: Jn 1, 19-28 57
Día 3 de enero: Jn 1, 29-34 58
Día 4 de enero: Jn 1, 35-42 59
Día 5 de enero: Jn 1, 43-51 60
Epifanía del Señor (Día 6 de enero): Mt 2, 1-12 61
Día 7 de enero: Mt 4, 12-17. 23-25 62
Día 8 de enero: Mc 6, 34-44 63
Domingo del Bautismo del Señor 64
A Ñ O A : M T 3, 13-17; A Ñ O B : M C 1,7-11; A Ñ O C : Lc3, 15-16.21-22 64
TIEMPO DURANTE EL A Ñ O 65
a
Semana 1 durante el año 66
Lunes: Mc 1, 14-20 66
Martes: Mc 1,21-28 67
Miércoles: Mc 1,29-39 68
Jueves: Mc 1,40-45 69
Viernes: Mc 2, 1-12 70
Sábado: Mc 2, 13-17 71
o
Domingo 2 durante el año 72
A Ñ O A: J N 1,29-34 72
A Ñ O B : J N 1, 35-42 73
A Ñ O C : J N 2, 1-11 74
a
Semana 2 durante el año 75
Lunes: Mc 2, 18-22 75
Martes: Mc 2, 23-28 76
500
Miércoles: Mc 3, 1-6 77
Jueves: Mc 3, 7-12 78
Viernes: Mc 3, 13-19 79
Sábado: Mc 3, 20-21 80
o
Domingo 3 durante el año 81
A Ñ O A : M T 4, 12-23 81
A Ñ O B: M C 1, 14-20 82
A Ñ O C: L C 1, 1-4; 4, 14-21 83
a
Semana 3 durante el año 84
Lunes: Mc 3, 22-30 84
Martes: Mc 3, 31-35 85
Miércoles: Mc 4, 1-20 86
Jueves: Mc 4, 21-25 87
Viernes: Mc 4, 26-34 88
Sábado: Mc 4, 35-41 89
o
Domingo 4 durante el año 90
A Ñ O A : M T 5, 1-12 90
A Ñ O B : Mc 1,21-28 91
A Ñ O C : L C 4,21-30 92
a
Semana 4 durante el año 93
Lunes: Mc 5, 1-20 93
Martes: Mc 5, 21-43 94
Miércoles: Mc 6, 1-6 95
Jueves: Mc 6, 7-13 96
Viernes: Mc 6, 14-29 97
Sábado: Mc 6, 30-34 98
o
Domingo 5 durante el año 99
A Ñ O A : M T 5, 13-16 99
A Ñ O B : Mc 1,29-39 100
A Ñ O C : Lc 5, 1-11 101
a
Semana 5 durante el año 102
Lunes: Mc 6,53-56 102
Martes: Mc 7, 1-13 103
Miércoles: Mc 7, 14-23 104
Jueves: Mc 7, 24-30 105
Viernes: Mc 7, 31-37 106
Sábado: Mc 8, 1-10 107
o
Domingo 6 durante el año 108
A Ñ O A : M T 5, 17-37 108
A Ñ O B : M C 1,40-45 109
A Ñ O C : Lc 6, 17.20-26 110
a
Semana 6 durante el año 111
Lunes: Mc 8, 11-13 111
Martes: Mc 8, 14-21 112
Miércoles: Mc 8, 22-26 113
501
Jueves: Mc 8, 27-33 114
Viernes: Mc 8, 34 - 9, 1 115
Sábado: Mc 9, 2-13 116
o
Domingo 7 durante el año 117
A Ñ O A : M T 5, 38-48 117
A Ñ O B : Mc 2, 1-12 118
A Ñ O C : Lc 6, 27-38 119
a
Semana 7 durante el año 120
Lunes: Mc 9, 14-29 120
Martes: Mc 9, 30-37 121
Miércoles: Mc 9,38-40 122
Jueves: Mc 9, 41-50 123
Viernes: Mc 10, 1-12 124
Sábado: Mc 10, 13-16 125
o
Domingo 8 durante el año 126
A Ñ O A : M T 6, 24-34 126
A Ñ O B : Mc 2, 18-22 127
A Ñ O C : L C 6,39-45 128
a
Semana 8 durante el año 129
Lunes: Mc 10, 17-27 129
Martes: Mc 10,28-31 130
Miércoles: Mc 10, 32-45 131
Jueves: Mc 10, 46-52 132
Viernes: Mc 11, 11-26 133
Sábado: Mc 11,27-33 134
Domingo 9° durante el año 135
A Ñ O A : M T 7,21-27 135
A Ñ O B : Mc 2, 23-38 136
A Ñ O C : L C 7, 1-10 137
a
Semana 9 durante el año 138
Lunes: Mc 12, 1-12 138
Martes: Mc 12, 13-17 139
Miércoles: Mc 12, 18-27 140
Jueves: Mc 12,28-34 141
Viernes: Mc 12, 35-37 142
Sábado: Mc 12, 38-44 143
Domingo 10° durante el año 144
A Ñ O A : M T 9, 9-13 144
A Ñ O B : M C 3, 30-35 145
A Ñ O C : Lc 7, 11-17 146
a
Semana 10 durante el año 147
Lunes: Mt 5, 1-12 147
Martes: Mt 5, 13-16 148
Miércoles: Mt 5, 17-19 149
Jueves: Mt 5, 20-26 150
502
Viernes: Mt 5, 27-32 151
Sábado: Mt 5, 33-37 152
Domingo 11° durante el año 153
A Ñ O A : M T 9,36-10,8 153
A Ñ O B : Mc 4, 26-34 154
A Ñ O C : LC 7,36-8,3 155
a
Semana 11 durante el año 156
Lunes: Mt 5, 38-42 156
Martes: Mt 5, 43-48 157
Miércoles: Mt 6, 1-6. 16-18 158
Jueves: Mt 6, 7-15 159
Viernes: Mt 6, 19-23 160
Sábado: Mt 6, 24-34 161
Domingo 12° durante el año 162
A Ñ O A : M T 10, 26-33 162
A Ñ O B : Mc 4, 35-41 163
A Ñ O C : L C 9, 18-24 164
a
Semana 12 durante el año 165
Lunes: Mt 7, 1-5 165
Martes: Mt 7, 6. 12-14 166
Miércoles: Mt 7, 15-20 167
Jueves: Mt 7,21-28 168
Viernes: Mt 8, 1-13 169
Sábado: Mt 8, 14-17 170
Domingo 13° durante el año 171
A Ñ O A : M T 10,37-42 171
A Ñ O B : Mc 5, 21-43 172
A Ñ O C : L C 9,51-62 173
a
Semana 13 durante el año 174
Lunes: Mt 8, 18-22 174
Martes: Mt 8, 23-27 175
Miércoles: Mt 8, 28-34 176
Jueves: Mt 9, 1-8 177
Viernes: Mt 9,9-13 178
Sábado: Mt 9, 14-17 179
Domingo 14° durante el año 180
A Ñ O A : M T 11,25-30 180
A Ñ O B : M C 6, 1-6 181
A Ñ O C : L C 10, 1-12. 17-20 182
a
Semana 14 durante el año 183
Lunes: Mt 9, 18-26 183
Martes: Mt 9, 32-38 184
Miércoles: Mt 10, 1-7 185
Jueves: Mt 10, 7-15 186
Viernes: Mt 10, 16-23 187
503
Sábado: Mt 10, 24-33 188
Domingo 15° durante el año 189
A Ñ O A: M T 13, 1-23 189
A Ñ O B : M C 6, 7-13 190
A Ñ O C : L C 10, 25-37 191
Semana 15° durante el año 192
Lunes: Mt 10, 3 4 - 1 1 , 1 192
Martes: Mt 11,20-24 193
Miércoles: Mt 11,25-27 194
Jueves: Mt 11, 28-30 195
Viernes: Mt 12, 1-8 196
Sábado: Mt 12, 14-21 197
Domingo 16° durante el año 198
Año A: Mt 13,24-43 198
Año B : Mc 6, 30-34 199
Año C: Lc 10,38-42 200
Semana 16° durante el año 201
Lunes: Mt 12,38-42 201
Martes: Mt 12, 46-50 202
Miércoles: Mt 13, 1-9 203
Jueves: Mt 13, 10-17 204
Viernes: Mt 13, 18-23 205
Sábado: Mt 13,24-30 206
Domingo 17° durante el año 207
Año A: Mt 13,44-52 207
Año B: Jn 6, 1-15 208
Año C: Lc 11, 1-13 209
a
Semana 17 durante el año 210
Lunes: Mt 13, 31-35 210
Martes: Mt 13, 36-43 211
Miércoles: Mt 13, 44-46 212
Jueves: Mt 13,47-53 213
Viernes: Mt 13, 54-58 214
Sábado: Mt 14, 1-12 215
Domingo 18° durante el año 216
Año A: Mt 14, 13-21 216
Año B: Jn 6, 24-35 217
Año C: Lc 12, 13-21 218
a
Semana 18 durante el año 219
Lunes: Mt 14, 13-21 219
Martes: Mt 14, 22-36 220
Miércoles: Mt 15, 21-28 221
Jueves: Mt 16, 13-23 222
Viernes: Mt 16, 24-28 223
Sábado: Mt 17, 14-20 224
504
Domingo 19° durante el año 225
A Ñ O A : Mr 14, 22-33 225
A Ñ O B : J N 6, 41-51 226
A Ñ O C : L C 12, 32-48 227
a
Semana 19 durante el año 228
Lunes: Mt 17, 22-27 228
Martes: Mt 18, 1-5. 10. 12-14 229
Miércoles: Mt 18, 15-20 230
Jueves: Mt 18,21 - 19, 1 231
Viernes: Mt 19, 3-12 232
Sábado: Mt 19, 13-15 233
Domingo 20° durante el año 234
A Ñ O A : M T 15,21-28 234
A Ñ O B : J N 6,51-59 235
A Ñ O C : L C 12, 49-53 236
a
Semana 20 durante el año 237
Lunes: Mt 19, 16-22 237
Martes: Mt 19, 23-30 238
Miércoles: Mt 20, 1-16 239
Jueves: Mt 22, 1-14 240
Viernes: Mt 22, 34-40 241
Sábado: Mt 23, 1-12 242
Domingo 21° durante el año 243
A Ñ O A : M T 16, 13-20 243
A Ñ O B : J N 6, 60-69 244
A Ñ O C : Lc 13, 22-30 245
a
Semana 21 durante el año 246
Lunes: Mt 23, 13-22 246
Martes: Mt 23,23-26 247
Miércoles: Mt 23, 27-32 248
Jueves: Mt 24, 42-51 249
Viernes: Mt 25, 1-13 250
Sábado: Mt 25, 14-30 251
Domingo 22° durante el año 252
A Ñ O A : M T 16,21-27 252
A Ñ O B : M C 7, 1-8. 14-15. 21-23 253
A Ñ O C : L C 14, 1.7-14 254
a
Semana 22 durante el año 255
Lunes: Lc 4, 16-30 255
Martes: Lc 4,31-37 256
Miércoles: Lc 4,38-44 257
Jueves: Lc 5, 1-11 258
Viernes: Lc 5, 33-39 259
Sábado: Lc 6, 1-5 260
505
Domingo 23° durante el año 261
A Ñ O A : M T 18, 15-20 261
A Ñ O B : Mc 7, 31-37 262
A Ñ O C : Lc 14, 25-33 263
a
Semana 23 durante el año 264
Lunes: Lc 6, 6-11 264
Martes: Lc 6, 12-19 265
Miércoles: Lc 6, 20-26 266
Jueves: Lc 6, 27-38 267
Viernes: Lc 6, 39-42 268
Sábado: Lc 6, 43-49 269
Domingo 24° durante el año 270
A Ñ O A : M T 18,21-35 270
A Ñ O B : Mc 8,27-35 271
A Ñ O C : Lc 15, 1-32 272
a
Semana 24 durante el año 273
Lunes: Lc 7, 1-10 274
Martes: Lc 7, 11-17 274
Miércoles: Lc 7, 31-35 275
Jueves: Lc 7, 36-50 276
Viernes: Lc 8, 1-3 277
Sábado: Lc 8,4-15 278
Domingo 25° durante el año 279
A Ñ O A : M T 20, 1-16 279
A Ñ O B : Mc 9, 30-37 280
A Ñ O C : Lc 16, 1-13 281
a
Semana 25 durante el año 282
Lunes: Lc 8, 16-18 282
Martes: Lc 8, 19-21 283
Miércoles: Lc 9, 1-6 284
Jueves: Lc 9, 7-9 285
Viernes: Lc 9, 18-22 286
Sábado: Lc 9, 43-45 287
Domingo 26° durante el año 288
A Ñ O A : M T 21, 28-32 288
A Ñ O B : M C 9, 38-43. 45. 47-48 289
A Ñ O C : L C 16, 19-31 290
a
Semana 26 durante el año 291
Lunes: Lc 9, 46-50 291
Martes: Lc 9,51-56 292
Miércoles: Lc 9, 57-62 293
Jueves: Lc 10, 1-12 294
Viernes: Lc 10, 13-16 295
Sábado: Lc 10, 17-24 296
506
Domingo 27° durante el año 2 9 7
A Ñ O A : Mt 2 1 , 3 3 - 4 3 2 9 7
A Ñ O B : M C 1 0 , 2 - 1 6 2 9 8
A Ñ O C : L C 17, 5 - 1 0 2 9 9
a
Semana 27 durante el año 3 0 0
Lunes: Lc 1 0 , 2 5 - 3 7 3 0 0
Martes: Lc 1 0 , 3 8 - 4 2 3 0 1
Miércoles: Lc 1 1 , 1 - 4 3 0 2
Jueves: Lc 1 1 , 5 - 1 3 3 0 3
Viernes: Lc 1 1 , 1 5 - 2 6 3 0 4
Sábado: Lc 1 1 , 2 7 - 2 8 3 0 5
A Ñ O B : M C 10, 1 7 - 3 0 3 0 7
A Ñ O C : L C 17, 1 1 - 1 9 3 0 8
a
Semana 28 durante el año 3 0 8
Lunes: Lc 1 1 , 2 9 - 3 2 3 0 9
Martes: Lc 1 1 , 3 7 - 4 1 3 1 0
Miércoles: Lc 1 1 , 4 2 - 4 6 3 1 1
Jueves: Lc 1 1 , 4 7 - 5 4 3 1 2
Viernes: Lc 1 2 , 1 - 7 3 1 3
Sábado: Lc 1 2 , 8 - 1 2 3 1 4
Domingo 29° durante el año 3 1 5
A Ñ O A : Mt 2 2 , 1 5 - 2 1 3 1 5
A Ñ O B : M C 1 0 , 3 5 - 4 5 3 1 6
A Ñ O C : LC 18, 1-8 3 1 7
a
Semana 29 durante el año 3 1 8
Lunes: Lc 1 2 , 1 3 - 2 1 3 1 8
Martes: Lc 1 2 , 3 5 - 3 8 3 1 9
Miércoles: Lc 1 2 , 3 9 - 4 8 3 2 0
Jueves: Lc 1 2 , 4 9 - 5 3 3 2 1
Viernes: Lc 1 2 , 5 4 - 5 9 3 2 2
Sábado: Lc 1 3 , 1 - 9 3 2 3
Domingo 30° durante el año 3 2 4
A Ñ O A : M T 2 2 , 3 4 - 4 0 3 2 4
A Ñ O B: M C 10, 4 6 - 5 2 3 2 5
A Ñ O C : L C 1 8 , 9 - 1 4 3 2 6
a
Semana 30 durante el año 3 2 7
Lunes: Lc 1 3 , 1 0 - 1 7 3 2 7
Martes: Lc 1 3 , 1 8 - 2 1 3 2 8
Miércoles: Lc 1 3 , 2 2 - 3 0 3 2 9
Jueves: Lc 1 3 , 3 1 - 3 5 3 3 0
Viernes: Lc 1 4 , 1 - 6 3 3 1
Sábado: Lc 1 4 , 1 . 7 - 1 1 3 3 2
507
Domingo 31° durante el año 333
A Ñ O A : M T 23, 1-12 333
A Ñ O B: M C 12, 28-34 334
A Ñ O C : L C 19, 1-10 335
a
Semana 31 durante el año 336
Lunes: Lc 14, 12-14 336
Martes: Lc 14, 15-24 337
Miércoles: Lc 14, 25-33 338
Jueves: Lc 15, 1-10 339
Viernes: Lc 16, 1-8 340
Sábado: Lc 16, 9-15 341
Domingo 32° durante el año 342
A Ñ O A : M T 25, 1-13 342
A Ñ O B : M C 12,38-44 343
A Ñ O C : Lc 20, 27-38 344
a
Semana 32 durante el año 345
Lunes: Lc 17, 1-6 346
Martes: Lc 17, 7-10 346
Miércoles: Lc 17, 11-19 347
Jueves: Lc 17, 20-25 348
Viernes: Lc 17,26-37 349
Sábado: Lc 18, 1-8 350
Domingo 33° durante el año 351
A Ñ O A : M T 25, 14-30 351
A Ñ O B : M C 13,24-32 352
A Ñ O C : Lc 21, 5-19 353
a
Semana 33 durante el año 354
L U N E S : L C 18,35-43 354
MARTES: LC 19, 1-10 355
508
TIEMPO DE CUARESMA 369
Miércoles de Ceniza: Mt 6, 1-6. 16-18 370
Jueves: Lc 9, 22-25 371
Viernes: Mt 9, 14-15 372
Sábado: Lc 5, 27-32 373
o
Domingo 1 de Cuaresma 374
A Ñ O A: M T 4, 1-11 374
A Ñ O B : M C 1, 12-15 375
A Ñ O C : L C 4, 1-13 376
a
Semana 1 de Cuaresma 377
Lunes: Mt 25,31-46 377
Martes: Mt 6, 7-15 378
Miércoles: Lc 11,29-32 379
Jueves: Mt 7, 7-12 380
Viernes: Mt 5, 20-26 381
Sábado: Mt 5, 43-48 382
Domingo 2° de Cuaresma 383
A Ñ O A: M T 17, 1-9; A Ñ O B : M C 9, 2-10; A Ñ O C: L C 9, 28-36 383
a
Semana 2 de Cuaresma 384
Lunes: Lc 6,36-38 384
Martes: Mt 23, 1-12 385
Miércoles: Mt 20, 17-28 386
Jueves: Lc 16, 19-31 387
Viernes: Mt 21, 33-43. 45-46 388
Sábado: Lc 1-3. 11-32 389
Domingo 3°de Cuaresma 390
A Ñ O A: J N 4, 5-42 390
A Ñ O B : J N 2, 13-25 391
A Ñ O C : L C 13, 1-9 392
a
Semana 3 de Cuaresma 393
Lunes: Lc 4, 24-30 393
Martes: Mt 18,21-35 394
Miércoles: Mt 5, 17-19 395
Jueves: Lc 11, 14-23 396
Viernes: Mc 12, 28-34 397
Sábado: Lc 18,9-14 398
o
Domingo 4 de Cuaresma 399
A Ñ O A: J N 9, 1-41 399
A Ñ O B : J N 3, 14-21 400
A Ñ O C : Lc 15, 1-3.11-32 401
a
Semana 4 de Cuaresma 402
Lunes: Jn 4, 43-54 402
Martes: Jn 5, 1-16 403
Miércoles: Jn 5, 17-30 404
509
Jueves: Jn 5, 31-47 405
Viernes: Jn 7, 1-2.10.25-30 406
Sábado: Jn 7, 40-53 407
o
Domingo 5 de Cuaresma 408
A Ñ O A: J N 11, 1-45 408
A Ñ O B : J N 12, 20-33 409
A Ñ O C : J N 8, 1-11 410
a
Semana 5 de Cuaresma 411
Lunes: Jn 8, 12-20 411
Martes: Jn 8,21-30 412
Miércoles: Jn 8, 31-42 413
Jueves: Jn 8, 51-59 414
Viernes: Jn 10,31-42 415
Sábado: Jn 11,45-57 416
Domingo de Ramos 417
A Ñ O A: M T 21, 1-11: A Ñ O B : M C 11, 1-10; A Ñ O C: L C 19, 28-40 417
Semana Santa 418
Lunes santo: Jn 12, 1-11 418
Martes santo: Jn 13, 21-33.36-38 419
Miércoles santo: Mt 26, 14-25 420
Jueves Santo: Jn 13, 1-15 421
Viernes Santo: Jn 18, 1 - 19, 42 422
TIEMPO PASCUAL 423
Domingo de Pascua: Jn 20, 1-9 424
Octava de Pascua 425
Lunes: Mt 28, 8-15 425
Martes: Jn 20, 11-18 426
Miércoles: Lc 24, 13-35 427
Jueves: Lc 24, 35-48 428
Viernes: Jn 21, 1-14 429
Sábado: Mc 16, 9-15 430
o
Domingo 2 de Pascua 431
A Ñ O A Y A Ñ O C: J N 20, 19-31 431
A Ñ O B : J N 5, 1-16 432
a
Semana 2 de Pascua 433
Lunes: Jn 3, 1-8 433
Martes: Jn 3, 7b-15 434
Miércoles: Jn 3, 16-21 435
Jueves: Jn 3, 31-36 436
Viernes: Jn 6, 1-15 437
Sábado: Jn 6, 16-21 438
o
Domingo 3 de Pascua 439
A Ñ O A: Lc 24, 13-35 439
A Ñ O B : L C 24, 35-48 440
510
A Ñ O C : J N 21, 1-19 441
a
Semana 3 de Pascua 442
Lunes: Jn 6, 22-29 442
Martes: Jn 6, 30-35 443
Miércoles: Jn 6, 35-40 444
Jueves: Jn 6, 44-51 445
Viernes: Jn 6, 52-59 446
Sábado: Jn 6, 60-69 447
Domingo 4° de Pascua 448
A Ñ O A : J N 10, 1-10 448
A Ñ O B : J N 10, 11-18 449
A Ñ O C : J N 10, 27-30 450
a
Semana 4 de Pascua 451
Lunes: Jn 10, 11-10 (año A ) , o Jn 10, 11-18 (año B ) 451
Martes: Jn 10, 22-30 451
Miércoles: Jn 12,44-50 452
Jueves: Jn 13, 16-20 453
Viernes: Jn 14, 1-6 454
Sábado: Jn 14, 7-14 455
o
Domingo 5 de Pascua 456
A Ñ O A : J N 14, 1-12; A Ñ O B : J N 15, 1-8 456
A Ñ O C : J N 13,31-35 457
a
Semana 5 de Pascua 458
Lunes: Jn 14,21-26 458
Martes: Jn 14, 27-3la 459
Miércoles: Jn 15, 1-8 460
Jueves: Jn 15,9-11 460
Viernes: Jn 15, 12-17 461
Sábado: Jn 15, 18-21 462
Domingo 6° de Pascua 463
A Ñ O A : J N 14, 15-21 463
A Ñ O B : J N 15,9-17 464
A Ñ O C : J N 14, 23-29 465
a
Semana 6 de Pascua 466
Lunes: Jn, 15,26 - 16,4 466
Martes: Jn 16, 5-11 467
Miércoles: Jn 16, 12-15 468
Jueves: Jn 16, 16-20 469
Viernes: Jn 16, 20-23a 470
Sábado: Jn 16, 23b - 28 471
Ascensión del Señor 472
A Ñ O A : M T 28, 16-20 472
A Ñ O B : M C 16, 15-20 473
A Ñ O C : Lc 24, 46-53 474
a
Semana 7 de Pascua 475
511
Lunes: Jn 16, 29-33 475
Martes: Jn 17, 1-11 476
Miércoles: Jn 17, 11-19 477
Jueves: Jn 17, 20-26 478
Viernes: Jn 21, 15-19 479
Sábado: Jn 21,20-25 480
Pentecostés 481
A Ñ O A: J N 20, 19-23 481
A Ñ O B : J N 15,26-27; 16, 12-15 482
A Ñ O C : J N 14, 15-16. 23-26 483
ALGUNAS SOLEMNIDADES Y FIESTAS DEL TIEMPO ORDINARIO: ... 484
Presentación del Señor (2 de febrero): Lc 2, 22-40 485
La Anunciación del Señor (25 de marzo): Lc 1, 26-38 486
La Santísima Trinidad: 487
A Ñ O A: J N 3, 16-18 487
A Ñ O B : M T 28, 16-20 488
A Ñ O C : J N 16, 12-15 489
Cuerpo y Sangre de Cristo: 490
A Ñ O A : J N 6, 51-58 490
A Ñ O B : Mc 14, 12-16. 22-26 491
A Ñ O C : L C 9, 11-17 492
Sagrado Corazón de Jesús 493
A Ñ O A: M T 11,25-30 493
A Ñ O B : J N 19,31-37 494
A Ñ O C : L C 15,3-7 495
Solemnidad de todos los santos: Mt 5, 1-12 496
Inmaculada Concepción de María: Lc 1, 26-38 497
Tabla de las principales celebraciones del Año Litúrgico 480
512
Víctor M. Fernández
El Evangelio
de cada día
Comentario y oración