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Ahora bien, estas disposiciones se encontraban previstas dentro del Derecho Común, por lo
que, resultaban aplicables a todos los ciudadanos sin distinción (esto es, no se diferenciaba
entre comerciantes y no comerciantes).
La aparición y desarrollo del Derecho Comercial, como una rama separada del Derecho Común,
surge en un momento determinado y ante la insuficiencia del Derecho Común vigente para dar
respuestas a las nuevas necesidades de la actividad comercial y de quienes, en aquella época,
revestían la calidad de comerciantes.
CONCLUSIÓN:
1.- El Derecho Comercial originalmente se encontraba incluido dentro del Derecho Común.
2.- El Derecho Comercial, como una rama separada del Derecho Común, aparece fruto de la
propia evolución del EVOLUCIÓN DEL DERECHO COMERCIAL.
Edad Antigua
Derechos Antiguos:
La Mesopotamia fue el centro económico del mundo antiguo y si bien no existió un derecho
profesional del comercio, éste tuvo su regulación de manera integrada con el Derecho Común.
Existieron también otros pueblos antiguos, de los que se sabe que tuvieron leyes escritas, pero
nada ha llegado hasta hoy (ej. Dinastías Egipcias, Fenicios, Persas, Chinos, etc.).
Derecho Romano:
En el Derecho Romano la distinción entre el Ius Gentium y el Ius Civile no coincide
necesariamente con la división entre el derecho de los comerciales y el de los civiles. El Ius
Gentium era el derecho utilizado por los romanos y no era entendido como una imposición
sino como un privilegio y el Ius Civile era el derecho común a todos los hombres sin distinción
de nacionalidad que se creó durante la expansión económica.
Es decir, en el derecho romano no existió Derecho Comercial como tal, en esa época. Existieron
algunas instituciones similares a las que actualmente forman parte del Derecho Comercial pero
todas se encontraban incluidas dentro del Derecho Común.
CONCLUSIÓN:
Con la caída del Imperio Romano de Occidente (hecho que produjo el fraccionamiento de la
soberanía política de la Europa Romana) y con la invasión de los bárbaros (quienes
introdujeron su propio sistema jurídico), la estabilidad política y la uniformidad jurídica
existentes hasta la fecha se quebraron.
En las corporaciones se crearon tribunales especiales para dirimir las controversias que se
suscitaban entre sus agremiados. La justicia era aplicada por los cónsules y se aplicaban los
usos y costumbres formados en la práctica del comercio.
Los Mercados, por su parte, eran semanales, duraban un día y en ellos se comercializaban
Productos Locales (su principal función era abastecer a la población de productos básicos).
Ahora bien, el aumento de los negocios mercantiles, la diversidad de sistemas jurídicos a que
estaban sujetos los participantes de las ferias y mercados y la necesidad de celeridad en las
operaciones y en la resolución de litigios trajeron aparejada la necesidad de una
reglamentación especial para las operaciones que realizaban los comerciantes en dichas ferias
y mercados. Así pues:
1.- El derecho consuetudinario (el cual se encontraba integrado por los usos y costumbres y
jurisprudencia) se recogió en estatutos (estos son los llamados, estatutos medievales). De esta
manera, nació el derecho comercial estatuario, procedente de las costumbres, elaborado por
comerciantes para comerciantes agremiados y aplicado por los tribunales especiales. Estas
normas constituyeron la llamada lex mercatoria. Un derecho separado del común. El origen del
derecho comercial actual, como derecho especial, está precisamente, en estos estatutos
medievales.
Este derecho era: Subjetivo (se encontraba dirigido, exclusivamente, a quienes revestían la
calidad de comerciantes); Privado (no emanaba de autoridad estatal sino de los particulares) y
Uniforme (se trataba de normas similares de ciudad a ciudad).
Por otro lado, cabe agregar que el Derecho Comercial surgió como un derecho separado y
CONCLUSIÓN:
El Derecho Comercial (como una rama separada del derecho común) surgió de los usos
regulares de la práctica del comercio occidental, en la Edad Media (entre los siglos XIV y XV) sin
que sea posible determinar la fecha exacta de su nacimiento.
El Derecho Comercial surgió como un derecho separado y especial para la actividad profesional
de una clase de ciudadanos: Los comerciantes. Es decir, se creó por y para los comerciantes,
basado en sus usos y costumbres
especial para la actividad profesional de una clase de ciudadanos: Los comerciantes. Es decir, se
creó por y para los comerciantes, basado en sus usos y costumbres
Edad Moderna
A partir del Siglo XVI, con la consolidación del poder real, se empezó a buscar una unificación
nacional del derecho comercial, así pues:
En Francia: Se dictaron las siguientes ordenanzas de Colbert, las cuales codificaron para Francia
el derecho comercial durante el reinado de Luis XIV:
Todos estos antecedentes, fueron abriendo el camino para que, luego de un tiempo, se
finalizara el proceso con lo que se denominó la Codificación.
En 1808 entró en vigencia el Código de Comercio Francés. La sanción de este código fue
trascendental en lo que se refirió a la evolución del Derecho Comercial, debido a que sobre sus
bases se construyó la teoría de los actos de comercio, dándole así a este derecho un contenido
predominantemente objetivo, en contraposición al derecho comercial convenido hasta
entonces como de contenido predominantemente profesional, esto es, subjetivo.
CONCLUSIÓN:
Antecedentes Coloniales
A partir de la creación del Consulado de Buenos Aires, en 1794, se incorporaron las normas de
las Ordenanzas de Bilbao de 1737 que regulaban específicamente el comercio terrestre y
marítimo.
Los litigios comerciales se juzgaron primero por la Audiencia de Charcas y luego por la
Audiencia de Buenos Aires.
Cumplía una doble función: judicial y administrativa. Se ocupaba de los juicios mercantiles y de
los problemas de policía del comercio y establecía el orden de prelación de las normas
aplicables: Ordenanzas de Bilbao, Leyes de Indias y por último las Ordenanzas Reales de
Castilla.
Estaba conformado por un pior, dos cónsules – elegidos anualmente por los comerciantes de la
ciudad – nueve consiliarios, un síndico, un secretario, un contador y un tesorero.
El régimen jurídico implementado por el Consulado se aplicó sin grandes cambios hasta 1859.
- Año 1813: Creación por la Asamblea del Año 1813 de la matrícula para Comerciantes
Nacionales; normas sobre las consignaciones y el nombramiento de contadores peritos en los
litigios comerciales.
- Año 1821: Se creó la Bolsa Mercantil que se instaló en 1822 y funcionó por breve lapso y se
dictó la Ley reglamentaria de corredores y martilleros.
- Año 1822: Por inspiración de Rivadavia, si dictaron tres decretos: sobre actos de comercio, y
sobre causas de comercio y alzada de comercio.
- Año 1836: Por decreto, Rosas suprimió los concursos de acreedores. Esto fue derogado en
1858.
Sanción del Código de Comercio de 1862 (derogado en el 2015 por el artículo 4 de la Ley Nº
26.994).
El código de comercio de 1862 (el cual se mantuvo en vigencia hasta el 2015), reconoce los
siguientes antecedentes:
En 1889 se produjo la primer gran reforma del código de comercio, el que posteriormente tuvo
otras reformas como ser:
Reforma de Sociedades.
Seguros.
Títulos de Crédito.
Entrada en Vigencia del Nuevo Código Civil y Comercial de la República Argentina (Año 2015).
En 2015, más precisamente, el 01/08/2015, se produjo la segunda gran reforma del código de
comercio. En esta oportunidad, el código de comercio fue derogado y pasó a regir en el país el
código civil y comercial de la nación. Este código puso fin al proceso de unificación del derecho
privado en argentina. Este código es el que se encuentra vigente en la actualidad en nuestro
país y es la principal fuente del derecho comercial en nuestros días.
Es así como el nuevo código considera a las “personas” en forma unificada y las clasifica como
“personas humanas” o como “personas jurídicas”, sin diferenciar entre sujetos “comerciales” y
“civiles”.
Tampoco subsiste un registro público de comercio, sino solamente un registro público a secas.
Sin embargo, y más allá de la aparente unificación, lo cierto es que la materia comercial
subsiste con su configuración normativa, con sus contenidos diferenciados y con sus
finalidades.
LA MATERIA COMERCIAL
El Derecho Comercial es el conjunto de principios y normas jurídicas aplicables a la Materia
Comercial.
Ahora bien, ¿Cuál es el contenido del derecho comercial o, lo que es lo mismo, de la Materia
Comercial
La respuesta a esta pregunta variará según cuál sea la concepción que se tenga del derecho
comercial:
1) Concepción Subjetiva:
Para los que adoptan esta concepción del Derecho Comercial, el Contenido del Derecho
Comercial son los mismos comerciantes y los actos que estos realizan.
Es decir, para los que adoptan esta concepción, el derecho comercial es un derecho creado
para una clase especial y profesional de individuos: los comerciantes. Es un derecho de y para
los comerciantes.
Ahora bien, con el tiempo esta concepción fue considerada como privilegio otorgado a ciertas
personas y contra ella arremetió la Revolución Francesa, revolución que pregonaba los
principios de libertad, igualdad y fraternidad.
2) Concepción Objetiva:
Para los que adoptan esta concepción del Derecho Comercial, el Contenido del Derecho
Comercial son las relaciones jurídicas de aquellos que realizan actos de comercio, sean o no
comerciantes.
Es decir, en este caso, el contenido del Derecho Comercial serán los actos a los que la ley le
otorga la calidad de mercantiles con independencia de la calidad de quien los realice.
3) Concepción Mixta:
Para los que adoptan esta concepción del Derecho Comercial, el Contenido del Derecho
Comercial son los actos de comercio y los comerciantes que adquieren calidad de tal, cuando
ejercitan actos de comercio naturales de un modo profesional.
Esta concepción mixta, aunque prevalecientemente objetiva, fue la que adoptó el Código de
Comercio Argentino de 1862.
4) Concepción Moderna:
(1) El Empresario;
(2) La Empresa; y
(3) La Actividad Económica.
La nueva norma delimitadora de la materia comercial es el artículo 320 del CCyC que establece
quienes son los obligados contables, los que por derivación serán los nuevos sujetos
mercantiles.
Así pues, si bien no hay más “comerciantes” ahora subsisten como “sujetos mercantiles
individuales” las personas humanas que realizan una actividad económica organizada.
Asimismo, si bien han desaparecido las sociedades comerciales, son sujetos mercantiles
colectivos, en términos generales, todas las personas jurídicas privadas, en tanto se les
imponen obligaciones contables y, en algunos casos, la inscripción en el Registro Público.
En particular, son sujetos mercantiles colectivos, todas las sociedades de la Ley General de
Sociedades.
Es decir, no solo los empresarios integran esta categoría sino también aquellos que realizan una
actividad económica organizada, sin llegar a configurar una empresa y quienes son titulares de
establecimientos comerciales, industriales, agropecuarios o de servicios, sin que tampoco se
configure una empresa, pudiendo denominar a estos últimos sujetos mercantiles como cuasi-
empresarios.
Esta clase comprende a quien realiza una interposición en los cambios, asumiendo
riesgos, actuando por cuenta propia en forma profesional, habitual y con fin de
lucro.
Hay que tener en cuenta que el concepto de empresario ha evolucionado del empresario
capitalista (o dueño, esto es, quien suministra el capital) a una concepción de empresario
profesional, que solo promueve y administra la empresa, sin ser dueño.
Por lo tanto, hoy en día, el concepto de empresario permite distinguir diversas categorías o
roles que pueden o no coincidir en una misma persona: a) el empresario de titulo que es el
sujeto titular de la empresa y responsable por sus obligaciones; b) el empresario de gestión
que es quien dirige la empresa; y c) el empresario de riesgo que es el accionista o socio de
la sociedad.
La clave aquí es entender que la obligación de contabilidad solo pesará sobre el empresario
de título.
En primer lugar, esta clasificación parecería una reiteración de la categoría anterior ya que,
generalmente, el empresario es titular de un establecimiento.
Sin perjuicio de ello, no se trata de una reiteración y lo que se busca a través de esta
categoría es cubrir los siguientes casos extremos:
2. Los casos en los que en un establecimiento en sentido vulgar (esto es, como sustrato
material, como oficina, local, edificio, etc.), lleve a cabo una actividad económica
organizada, sin llegar a haber empresa.
B. AGENTES AUXILIARES
No obstante no haber sido mencionados en el artículo 320 del nuevo código ni en ningún otro
lugar a lo largo de este cuerpo normativo, los agentes auxiliares, como son los corredores o
martilleros, despachantes de aduana, agentes de seguros, etc. mantienen sus estatutos
profesionales especiales, incluyendo la matriculación y la contabilidad, lo que implica que
continúan como agentes auxiliares de comercio.
C. SUJETOS COLECTIVOS
- Sociedades
- Asociaciones Civiles
- Fundaciones
- Mutuales
- Cooperativas
Estas personas jurídicas privadas, gozan de personalidad jurídica diferenciada de sus miembros
y administradores.
Salvo el caso de las sociedades, las demás personas jurídicas no tienen fines de lucro como
objeto específico, por lo que su inclusión como sujetos mercantiles debe considerarse relativo
a sus obligaciones contables, en su caso de registro y, eventualmente, para la aplicación de una
regla por analogía.
En cambio, las sociedades regidas por la Ley General de Sociedades son los plenos y principales
sujetos mercantiles colectivos.
Definidos los sujetos mercantiles individuales y colectivos, corresponde ahora analizar las
normas que componen su estatuto, esto es, el conjunto de derechos y obligaciones que se
derivan de tal calidad.
Los principales deberes y obligaciones que corresponden a los sujetos mercantiles son los
deberes contables (contabilidad), la publicidad registral (la matricula en el registro mercantil) y
la rendición de cuentas.
- CONTABILIDAD OBLIGATORIA
Conforme surge de este artículo, los obligados a llevar contabilidad pueden ser agrupados en 4
categorías, a saber:
b. Personas Humanas que desarrollan una actividad económica organizada, que son
titulares de empresas o de establecimientos comerciales, industriales, agropecuarios o
de servicios.
c. Los Agentes Auxiliares del Comercio.
d. Los entes contables organizados sin personalidad jurídica, expresamente obligados por
ley, como es el caso de las Agrupaciones de Colaboración, las Uniones Transitorias de
Empresas y los Consorcios de Cooperación.
- PUBLICIDAD REGISTRAL
En efecto, solo establece la matriculación de los sujetos mercantiles colectivos, como son las
sociedades, pero nada establece, expresamente, respecto de los individuales. Sin perjuicio de
lo expuesto, entendemos que en tanto se encuentran obligados a llevar contabilidad, dichos
sujetos deberán gestionar su inscripción en el Registro Público a los fines de posteriormente
solicitar la rúbrica de sus libros contables.
- LA RENDICIÓN DE CUENTAS
El nuevo código presenta una sección específica sobre rendición de cuentas que establece la
obligación de rendir cuentas en todos los casos en que se haya actuado en “interés ajeno”.
Ahora bien, si bien esta obligación no es una obligación exclusiva de los sujetos mercantiles, los
casos previstos en el nuevo código se refieren, en su mayoría, a estos sujetos.
El nuevo código presenta a todos los contratos unificados, entre los que pueden discernirse las
siguientes categorías:
b. Contratos civiles que también eran utilizados en las actividades comerciales (permuta,
locación, obras y servicios, comodato, donación, cesión de derechos y transacción).
c. Contratos duplicados, es decir, que tenían distinta regulación en sede civil y en sede
comercial (compraventa, mutuo, mandato, fianza, depósito y prenda común).
e. Contratos ahora tipificados: el nuevo código incorpora y da estatuto legal a una serie
de contratos comerciales que no tenían tipicidad jurídica (algunos contratos bancarios:
apertura de crédito, préstamo y descuento, caja de seguridad, custodia de títulos,
agencia, factoraje, concesión, suministro, franquicia, etc.)
En principio todos los contratos son “civiles y comerciales”, ahora bien, a los fines del estudio
podemos clasificar a algunos en civiles y a otros en comerciales.
- CONTRATOS CIVILES
Compraventa
Locación
Donación
Cesión de derechos
- CONTRATOS COMERCIALES
Estos contratos quedan sujetos a la MATERIA COMERCIAL por los siguientes motivos:
4. TITULOS VALORES
Los títulos valores son una de las creaciones históricas del derecho comercial y han sido
fundamentales para la circulación del crédito con seguridad, celeridad y eficiencia.
El nuevo código incorpora todo un capítulo destinado a regular normas generales aplicables a
los mismos.
5. El ARBITRAJE
Si bien en el pasado el arbitraje era visto con recelo, en la actualidad es muy utilizado.
6. LA JURISDICCIÓN COMERCIAL
La existencia de tribunales especiales que resolvían litigios entre comerciantes aplicando reglas
propias se encuentra en la esencia del origen y de la evolución del derecho comercial.
Sin perjuicio de ello, se sigue incluyendo este tema como parte del contenido del Derecho
Comercial debido a que en la Ciudad de Buenos Aires siguen existiendo juzgados
exclusivamente comerciales a los que se someten los casos puramente mercantiles, esto es,
aquellos casos que surjan por conflictos generados en cuestiones de materia mercantil.
ADUANAS - Artículo 9.- En todo el territorio de la Nación no habrá más aduanas que las
nacionales, en las cuales regirán las tarifas que sancione el Congreso.
TRANSITO DE BUQUES - Artículo 12.- Los buques destinados de una provincia a otra, no serán
obligados a entrar, anclar y pagar derechos por causa de tránsito, sin que en ningún caso
puedan concederse preferencias a un puerto respecto de otro, por medio de leyes o
reglamentos de comercio.
DERECHOS DE LAS PERSONAS - Artículo 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los
siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y
ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar,
permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin
censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar
libremente su culto; de enseñar y aprender.
EL TRABAJO - Artículo 14 bis.- El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las
leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor, jornada
limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual
remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la
producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad
del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple
inscripción en un registro especial.
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e
irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de
entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por
los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes;
jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de
familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.
EXTRANJEROS - Artículo 20.- Los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los
derechos civiles del ciudadano; pueden ejercer su industria, comercio y profesión; poseer
bienes raíces, comprarlos y enajenarlos; navegar los ríos y costas; ejercer libremente su culto;
testar y casarse conforme a las leyes. No están obligados a admitir la ciudadanía, ni a pagar
contribuciones forzosas extraordinarias. Obtienen nacionalización residiendo dos años
continuos en la Nación; pero la autoridad puede acortar este término a favor del que lo solicite,
alegando y probando servicios a la República.
COMERCIO EXTERIOR - Artículo 27.- El Gobierno federal está obligado a afianzar sus relaciones
de paz y comercio con las potencias extranjeras por medio de tratados que estén en
conformidad con los principios de derecho público establecidos en esta Constitución.
12. Dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social, en
cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales,
correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que las cosas o
las personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y especialmente leyes generales para
toda la Nación sobre naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio de nacionalidad
natural y por opción en beneficio de la argentina: así como sobre bancarrotas, sobre
falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del Estado, y las que requiera el
establecimiento del juicio por jurados.
13. Reglar el comercio con las naciones extranjeras, y de las provincias entre sí.
Artículo 126.- Las provincias no ejercen el poder delegado a la Nación. No pueden celebrar
tratados parciales de carácter político; ni expedir leyes sobre comercio, o navegación interior o
exterior; ni establecer aduanas provinciales; ni acuñar moneda; ni establecer bancos con
facultad de emitir billetes, sin autorización del Congreso Federal; ni dictar los Códigos Civil,
Comercial, Penal y de Minería, después que el Congreso los haya sancionado; ni dictar
especialmente leyes sobre ciudadanía y naturalización, bancarrotas, falsificación de moneda o
documentos del Estado; ni establecer derechos de tonelaje; ni armar buques de guerra o
levantar ejércitos, salvo el caso de invasión exterior o de un peligro tan inminente que no
admita dilación dando luego cuenta al Gobierno federal; ni nombrar o recibir agentes
extranjeros.