You are on page 1of 4

AGUJEROS NEGROS, EL MISTERIO QUE NACIÓ EN LA PIZARRA DE

EINSTEIN
La primera imagen de uno de estos objetos confirma la Relatividad General,
esbozada por el genio hace más de un siglo. Pero él no es la única figura clave ni
esta fue su única aportación
Por primera vez en la Historia, tenemos una imagen de un agujero negro
El día en que los agujeros negros se hicieron realidad
Katie Bouman, la estudiante del MIT detrás de la primera foto del agujero negro
El pasado 10 de abril vimos cómo es un agujero negro por primera vez en la historia.
La imagen fue fruto del trabajo de un consorcio internacional de 200 científicos del
«Event Horizon Telescope» (EHT) y de un avance tecnológico sin precedentes. Los
investigadores sincronizaron ocho observatorios para crear un telescopio virtual tan
grande como la Tierra, que fue capaz de captar un objeto que en el cielo tendría el
tamaño de una naranja puesta en la superficie de la Luna. Después, procesaron
una cantidad ingente de datos, con la ayuda de supercomputadores, para poder
reconstruir la sombra del misterioso cuerpo. Finalmente, la imagen obtenida
confirmó los postulados de la Relatividad General de Albert Einstein, que el científico
alemán esbozó en su pizarra, hace más de 100 años.
Y no sin esfuerzo. El genio estuvo casi una década trabajando en su teoría. En el
año milagroso de 1905 había publicado cuatro artículos fundamentales para la
Física, poco después de acabar su doctorado. En ellos explicaba el movimiento
browniano, el efecto fotoeléctrico, por el que recibió el Nobel de Física, en 1921, y
que sugirió fuertemente la dualidad onda-corspúsculo de la luz, desarrolló la
Relatividad Especial, que acabó con la noción de tiempo y espacio absolutos, y
estableció la equivalencia masa-energía, con su famosa fórmula (E=mc^2). Pero no
fue hasta 1915 cuando publicó su Relatividad General, en la que presentó un marco
teórico que sustituyó a la Gravitación Universal de Isaac Newton, publicada en 1686.
De acuerdo con la Relatividad General, la atracción gravitatoria observada entre
masas (como planetas) no se debe a la acción de fuerzas a distancia, sino a la
curvatura del espacio-tiempo.
La importancia del tesón
«Una de las cosas que hacen a un científico ser un gran científico es la porfía», ha
explicado a ABC Andrés Gomberoff, profesor en la Universidad Adolfo Ibáñez, en
Santiago de Chile, y autor de «Einstein para perplejos» (Debate). «Y él la tenía.
Creía en sus ideas y las llevaba hasta el final. Estuvo 10 años buscando algo porque
sentía que era lo correcto, aunque no le resultaba, pero él siguió. Lo pensó mucho,
hizo muchos zigzags y tuvo que aprender nuevas matemáticas... Hasta que dio con
su teoría final, en 1915».
«Einstein creía en sus ideas y las llevaba hasta el final. Estuvo 10 años buscando
algo porque sentía que era lo correcto, aunque no le resultaba, pero él siguió»
El tesón de Einstein cambió nuestra concepción del espacio, del tiempo, de la
materia y del Universo. La Relatividad General consiguió explicar varias anomalías
observadas en la órbita de Mercurio, que las teorías de Newton no podía explicar y,
en 1919, Arthur Eddington confirmó que el Sol curvaba el espacio-tiempo gracias a
un eclipse total. La Relatividad predijo la existencia de ondas gravitatorias, que
fueron descubiertas de forma directa por primera vez en 2015, y su esbozo de las
ecuaciones fue resuelto por otros científicos para ir dando forma al concepto de
agujero negro. Pero se puede decir que el tesón de Einstein también le llevó a
equivocarse.
«Él no tuvo un papel directo en el nacimiento del concepto de agujero negro», ha
comentado José Luis Fernández Barbón, investigador científico del Instituto de
Física Teórica CSIC/UAM. «De hecho siempre se mostró escéptico y llegó a tener
una actitud negativa hacia ellos». Sin embargo, «los agujeros negros son
consecuencia directa de sus ecuaciones, así que conceptualmente su papel fue
fundamental».
«Einstein siempre se mostró escéptico y llegó a tener una actitud negativa hacia los
agujeros negros»
Durante décadas, según ha dicho Gomberoff, el concepto de agujero negro fue «una
cosa totalmente exótica, con unas características increíbles», como un horizonte de
sucesos -un punto de no retorno en los agujeros a partir del cual nada, ni la luz,
puede escapar de la gravedad- y una singularidad, una realidad física con ceros e
infinitos. Así que no sorprende que lo que hoy se acepta con naturalidad, durante
décadas fuera algo muy controvertido. «Se pensaba que el agujero negro era una
curiosidad, algo imposible en la realidad», ha recordado Gomberoff.
Además, si las ideas de Einstein fueron esenciales en el nacimiento de la mecánica
cuántica, gracias a gigantes como Schrödinger, Heisenberg, Bohr o Born, resultó
que el genio rechazó la descripción probabilística impulsada por los físicos
cuánticos, porque él creía en un mundo casual: «Yo, en cualquier caso, estoy
convencido de que Él no juega a los dados», escribió Einstein, refiriéndose al Dios
concebido por Baruch Spinoza.
Los límties de Einstein
Einstein se equivocó más veces. Cometió su «mayor error», cuando introdujo una
constante cosmológica en sus ecuaciones para explicar con ellas un Universo
estacionario, pero luego se descubrió que este es estaba expandiendo. En 1916 un
artículo suyo fue rechazado en una revista científica, y su respuesta fue negarse a
publicar allí de nuevo. En él, se retractaba de su propuesta de la existencia de ondas
gravitatorias, confirmadas indirectamente en los sesenta y directamente en 2015.
Las Relatividad General se confirmó en 1919, pero pasó mucho tiempo hasta las
recientes confirmaciones, la de ondas gravitatorias en 2015 y la del agujero negro
esta semana. Según ha dicho Fernández Barbón, esto ocurre porque ha sido
necesario «buscar efectos a distancia en objetos gravitacionalmente muy intensos,
como agujeros negros, pero todos estos son pequeños y están muy lejos».
Décadas de confirmaciones han permitido que «el marco teórico de la Relatividad
General esté totalmente afianzado», en opinión de este experto. «La cuestión es si
vamos a encontrar desviaciones o no». Según ha dicho, lo más probable es que la
Relatividad describa la física de los agujeros negros, pero que se quede en su
superficie: «El interior es otro tema. Ahí sí sabemos que la teoria de Einstein deja
de aplicarse, pero no tenemos manera de observar lo que pasa ahí dentro».
Además, es fundamental conciliar la Relatividad General con la mecánica cuántica
para describir la gravedad en la escala de lo más pequeño, cosa aún no lograda.
Para Dom Pesce, investigador del Event Horizon Telescope, la imagen recién
publicada es importante porque captura «vívida y sucintamente la esencia de un
agujero negro» y porque muestra «lo que se puede hacer con las nuevas técnicas».
Ha explicado que próximamente se publicará la imagen del agujero negro
supermasivo del centro de la Vía Láctea, Sagitario A*, y que la tecnología empleada
se usará en otros radiotelescopios.
Sea como sea, en el centro de la imagen publicada esta semana se esconde el
agujero negro supermasivo de la galaxia M87. Su oscuridad es insondable. Ninguna
ecuación ni ley puede aclararnos qué está ocurriendo en su interior. Por eso, esta
instantánea, que hace pensar en un donut, nos puso esta semana cara a cara con
nuestra propia ignorancia.
El astrofísico Xavier Barcons, Director General de ESO
El astrofísico Xavier Barcons, Director General de ESO - ESO/M. Zamani
«No veremos nada con mejor resolución en mucho tiempo»
La primera fotografía de un agujero negro ha sido posible gracias a la existencia de
complejos y caros radiobservatorios distribuidos por todo el globo. El astrofísico
Xavier Barcons, especializado en agujeros negros y galaxias, es Director General
del Observatorio Europeo Austral (ESO), una institución clave para el más potente
de todos ellos: ALMA.
-¿Que sintió al ver la imagen del agujero negro?
-Fue un momento muy emocionante y muy especial. Por fin vimos lo que habíamos
imaginados durante décadas. Uno se da cuenta de que hemos dado un paso muy
importante, porque la imagen confirma las teorías y modelos que tenemos.
-¿Cómo cambia esto la ciencia?
-Confirmar nuestras ideas es muy importante. Asienta el modelo de los agujeros
negros gigantes, que juegan un papel muy importante en la evolución de las
galaxias y del cosmos.
-¿Qué ocurrirá a continuación?
-Va a haber una segunda imagen de un agujero negro, en este caso en nuestra
galaxia -Sagitario A*-. Pero con el equipamiento actual estamos en el límite.
-¿Qué quiere decir?
-Que no veremos nada con mejor resolución que lo visto esta semana en mucho
tiempo, salvo que pongamos un radiotelescopio en el espacio. Ahora mismo el límite
lo pone el tamaño de la Tierra -la observación depende de una técnica
revolucionaria conocida como interferometría de muy larga base, que requiere
vincular observatorios por todo el globo-. Pero las antenas de ALMA, en tierra,
pesan 120 toneladas, así que es impensable ponerla en el espacio. Habría que usar
una tecnología totalmente distinta, pero por ahora no hay ningún plan.
-¿No hay otros agujeros, aparte del situado en M87 y la Vía Láctea, para observar?
-Los demás son más pequeños -por estar más lejos de nosotros que Sagitario A*- ,
y necesitaríamos nuevos radiotelescopios. El observado esta semana tiene el
tamaño con el que veríamos un átomo en nuestro pulgar si extendiéramos el brazo.
-¿Qué destacaría de la imagen?
-Todo ha sido fruto de varias cosas destacables. Primero, ya existían
radiotelescopios capaces de observar en banda milimétrica, lo que es una
tecnología muy compleja. Por ejemplo, ALMA, costó 1.300 millones de euros. Y esto
ha sido posible gracias a la cooperación internacional. Es muy difícil que gobiernos,
agencias y científicos con grandes diferencias culturales trabajen juntos, pero al final
se ha conseguido.

You might also like