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Situación actual de la economía colombiana”

La situación económica actual de Colombia gira en torno a ciertas situaciones que


generan un ambiente de incertidumbre, en las que es de vital importancia una
intervención efectiva del gobierno.

El vaivén de la tasa de cambio, por ejemplo, como consecuencia de un auge del sector
minero- energético, es uno de los factores principales que afectan la economía del país.
Éste comportamiento de la tasa de cambio, afecta más que todo al sector exportador, y
a pesar de que el gobierno colombiano ha tomado diferentes medidas para frenar esta
situación, aún se esperan con ansias que los resultados afloren. Sin embargo, el otro
lado de la moneda muestra que las importaciones han registrado recientemente un
crecimiento, que se percibe como un claro indicador de la reactivación de la economía
colombiana y el aprovechamiento de la apreciación de nuestra moneda. A raíz del interés
que éste tema ha despertado, el Consultorio de Comercio Exterior de la Universidad Icesi
– Icecomex, considera importante aprovechar esta oportunidad para informar sobre el
mismo.

Colombia se ve abocada, en materia de reforma tributaria, a elevar el recaudo efectivo


del IVA”, en parte, llevando tarifas de 0 o 5 por ciento al 19 por ciento.

¿A qué se debe este aumento de la tasa de cambio en el país?


El aumento de la tasa de cambio se debe en gran parte, y como se mencionó anteriormente, al gran crecimiento que
ha venido presentando el sector minero- energético.

La moneda extranjera que ingresa al país asociada con las exportaciones de petróleo, puede generar aumentos en la
inflación, trayendo como consecuencia una falla sobre otros sectores como la agricultura, el cuál es uno de los sectores
más competitivos en Colombia. Esta situación podría conllevar a que la economía colombiana caiga en el fenómeno
conocido como enfermedad holandesa, generando que el gasto total en bienes y servicios aumente.

Además del crecimiento del sector minero- energético, otra de las causas de la revaluación de la tasa de cambio, es
la carencia en el nivel de ahorro respecto al volumen de inversión. Éste viene altamente conectado con el auge
petrolero, reflejado en el aumento notable del gasto, aprovechando la “buena temporada”.

¿De qué manera se ve afectado el comercio exterior?


La crisis internacional, obligó a Colombia a buscar abrir relaciones con los mercados del litoral Pacífico
latinoamericano, Centroamérica y la Cuenca del Caribe; buscando dirigir de forma preferencial hacia estas zonas las
exportaciones y las inversiones. Sin embargo, el gremio exportador ha sido el más afectado con la situación actual de
la tasa de cambio, lo que trae como consecuencia la reducción de la generación de empleo formal.
Además, gracias al auge exportador que se ha presentado en el sector minero energético, y debido a su desmesurado
crecimiento, se presentó una caída de las exportaciones no tradicionales, afectando a los sectores productores de
mayor relevancia y con mayores oportunidades del país.

Los sectores más afectados con la revaluación son el de agroindustria, manufacturas, textiles y servicios. Es evidente
que estos son sectores muy importantes en el país, que por tradición son de gran trayectoria exportadora.

¿Qué medidas está tomando el gobierno para contrarrestar este efecto?


Lo que los empresarios reclaman al gobierno, es que se deben adoptar medidas que vayan enfocadas a incentivar la
producción y la exportación de los bienes que se han visto afectados. Ante esta situación, tanto el Banco de la
República como el Ministerio de Hacienda, han tomado cartas en el asunto en los últimos meses.

El Emisor a través de sus intervenciones en el mercado cambiario, las cuales no han sido del todo certeras, debido a
que el Banco es un actor más y como puede que funcionen estas intervenciones, también puede que no. Por su parte,
el Ministerio de Hacienda, tiene la estrategia de implementar una política fiscal encaminada a la recaudación de los
ingresos necesarios para desarrollar propuestas que ayuden a consolidar los objetivos de la política económica
general, enfocada hacia la competitividad y la diversificación de mercados y exportaciones. Con respecto al actual
auge minero-energético, el gobierno actual hace un énfasis en la estabilidad macroeconómica, adoptando medidas
similares a las implementadas por Chile.

1- Explique la situación actual respecto al crecimiento económico de Colombia


Para poder entender el crecimiento de la economía Colombia actual, primero se tiene
que ver qué factores la afectan y benefician, que factores la afectaron en los últimos
años, por, último, cual ha sido su crecimiento. Colombia es un país que primero su
economía depende en gran parte de la exportación de petróleo y segundo el 26% de
su PIB, que está compuesto por importaciones. En los últimos años se ha visto como
los precios del petróleo han estado por debajo de los precios históricos y por el
contrario el dólar ha subido por encima de las precios históricos, la combinación de
estos dos factores han afectado el crecimiento de la economía Colombia, por un lado
los recursos que se estaban obteniendo del petróleo en donde un barril estaba a 110
dólares y en la actualidad está rondando los 50 dólares ha generado un reducción en
los ingresos que el país obtenía por este bien , lo que alargo ese plazo se
vio reflejado en la reforma tributaria que se aprobó en el mes de diciembre del año
2016 para lograr cubrir el hueco fiscal que dejo la baja en los precios del petróleo. Por
otro lado el alza en los precios del dólar sumado a el paro camionero y el fenómeno
del niño en el año 2016, generaron que la inflación subiera por arriba de los límites
establecidos por el banco de la republica 5.75%, lo que trajo consigo un aumento en
el precio de los bienes de primera necesidad frenando de esta manera el crecimiento
de otros sectores y por ende la economía nacional, desde la baja en los precios del
petróleo la economía Colombia ha venido bajando , pasando de un 6.6 % en 2011 a
un 2% en 2016, en la actualidad la economía colombiana se encuentra en un estado
de transición en donde está recuperando de la caída de los precios del petróleo ya
mencionada por medio de la reforma tributaria, adicionalmente también se está
estabilizando de la inflación presentada en los dos últimos años la cual estuvo por
encima del 5%, si bien la economía Colombiana no ha presentado crecimiento
negativo si se observa que este ha bajado por los factores mencionados
anteriormente, como un factor que la beneficia se tiene que mencionar el lado positivo
de la subida en los precios del dólar la cual trajo consigo un beneficio para la
empresas exportadoras, al generar un aumento en sus ganancia y una mayor
generación de empleo producto o de esta misma.

La situación económica actual de Colombia gira en torno a ciertas situaciones


que generan un ambiente de incertidumbre, en las que es de vital importancia una
intervención efectiva del gobierno.

El vaivén de la tasa de cambio, por ejemplo, como consecuencia de un auge del


sector minero- energético, es uno de los factores principales que afectan la economía
del país. Éste comportamiento de la tasa de cambio, afecta más que todo al sector
exportador, y a pesar de que el gobierno colombiano ha tomado diferentes medidas
para frenar esta situación, aún se esperan con ansias que los resultados afloren. Sin
embargo, el otro lado de la moneda muestra que las importaciones han registrado
recientemente un crecimiento, que se percibe como un claro indicador de la
reactivación de la economía colombiana y el aprovechamiento de la apreciación de
nuestra moneda.

2- Cite y explique acerca de los sectores económicos que en la actualidad impulsan


el crecimiento y los sectores que los están frenando.

Los tres sectores que este año, le apuntaran a un 4% de crecimiento. Los


comportamientos de las actividades financieras, empresariales e inmobiliarias marcan
un alza de 4,2% en el 2018,

El crecimiento de 2,7 por ciento que tendría Colombia este año y que lo pondría en el
camino de recuperar el 4 por ciento a mediano plazo,parte de tres ‘jugadores’ de los que
depende, en buena medida.

Se trata de los sectores de actividades financieras, empresariales e inmobiliarias, que en


conjunto se expandió a ritmos del 3,9 por ciento, cifras que para este año llegarían al 4,2
por ciento, es decir 1,5 puntos porcentuales más de la proyección de alza de todo el PIB
del país.

Este buen comportamiento se daría por la mayor expansión proyectada para la


economía, que empujaría los sectores conexos a las actividades empresariales e
inmobiliarias.

La recuperación de la cartera corporativa bancaria llevaría a la cartera total a crecer al


4,5% real en el 2018 (versus 2,2% del 2017), impulsando el sector de actividades
financieras, pero esto sería compensado por menores rentabilidades proyectadas para
los portafolios de inversión de las Administradoras de Fondos de Pensiones y las
aseguradoras.

El panorama, hasta ahora, va en la misma línea de lo que pronostica el centro de


estudios, sobre todo si se observan los datos del PIB del primer trimestre, revelados hace
unas semanas por el Dane.

Esa entidad encontró que las actividades financieras tuvieron un crecimiento de 6,1 por
ciento, mientras que las inmobiliarias y el comercio hicieron lo propio, al expandirse en
2,9 por ciento y 3,9 por ciento, respectivamente.

De hecho, este último aspira a revisar al alza su crecimiento durante el año, al considerar
que las personas ya asimilaron el alza del IVA al 19%,

Los sectores que están frenando la economía colombiana son principalmente el sector
de la explotación de minas y canteras el cual tuvo una variación negativa de (-6.0%),
generada principalmente por el precio del petróleo actual y por qué la fabricación
de productos metalúrgicos bajo. Otro de los sectores que esta frenando es el sector de
la industria el cual presento un crecimiento negativo del el (-3.3%), producto de las altas
tasas de interés establecida por el banco de la república, las cuales impiden el aumento
de el por adquisitivo en los consumidores, frenado la economía en general, por otra parte
el sector agrícola presento un incremento de (4.4 %) impulsado principalmente por la
papa y frutos oleaginosos), dentro de los sectores que impulsaron el crecimiento de la
economía fueron establecimientos financieros y seguros, con una cifra de expansión de
3,9 %.

Además, gracias al auge exportador que se ha presentado en el sector minero


energético, y debido a su desmesurado crecimiento, se presentó una caída de las
exportaciones no tradicionales, afectando a los sectores productores de mayor
relevancia y con mayores oportunidades del país.

Los sectores más afectados con la revaluación son el de agroindustria, manufacturas,


textiles y servicios. Es evidente que estos son sectores muy importantes en el país, que
por tradición son de gran trayectoria exportadora.
Colombia se ve abocada, en materia de reforma tributaria, a elevar el recaudo efectivo
del IVA”, en parte, llevando tarifas de 0 o 5 por ciento al 19 por ciento.

3. Plantee conclusiones y recomendaciones para impulsar el crecimiento de


la economía colombiana.
Parte de la respuesta está en la mejora del entorno de los negocios, con una fórmula
conocida: aumentar la inversión, expandir la infraestructura y mejorar la calidad de la
educación.
Después de haber crecido a tasas superiores a 4,5 por ciento anual durante más de una
década, en el 2014 la economía entró en una trampa de bajo dinamismo y no ha podido
salir de ella. Tras conocer el decepcionante desarrollo del PIB del primer trimestre, de
apenas 1,1 por ciento anual.
En primera instancia, las miradas se dirigen al Banco de la República, al que algunos
señalan de estar siendo muy cauto a la hora de reducir sus tasas de interés. Como es
sabido, la reducción del costo del dinero estimula el consumo y la inversión, y potencia
la actividad económica.
Por eso, en los últimos seis meses el Banco ha reducido su tasa en 1,5 puntos
porcentuales. Si no lo hizo antes fue porque estaba conjurando la amenaza inflacionaria:
hay que recordar que hace apenas un año esta rondaba el 9 por ciento.
Mientras que el país tuvo la lotería del auge
del sector minero-energético y la abundante liquidez internacional,
nos dedicamos a comprar carros de lujo sin invertir en mejorar el capital físico y humano.

Pero si de verdad alguien cree que podemos volver a crecer por encima del 4 por ciento
anual a punta de reducciones de la tasa de interés, es por que no ha entendido el
problema que enfrentamos. Una economía como la nuestra solo puede crecer de dos
maneras. La primera es impulsada por una gran bonanza externa, como la que tuvimos
durante más de diez años.

El auge del sector minero energético y la abundante liquidez internacional representaron


cuantiosos recursos que alimentaron una gran expansión del gasto público, la inversión
y el consumo privado. Conviene resaltar que un fenómeno como este es impredecible y
ajeno al control de las autoridades, por lo que dista de ser una estrategia de crecimiento.
Ahora que se nos acabó la bonanza internacional, estamos enfrenta dos a lo que somos:
una economía ineficiente. En ausencia de impulsos externos, la economía crecerá al
ritmo que crezca nuestra productividad, es decir, muy poco.

Parte de la respuesta está en la mejora del entorno de los negocios, con una fórmula que
ya es bastante conocida: aumentar la inversión, expandir la infraestructura y mejorar la
calidad de la educación, a la vez que hay que reducir los costos de la energía, los tributos
empresariales y los excesivos trámites.

Estas medidas mejorarían el entorno que enfrentan las empresas, pero de puertas para
adentro también hay mucho por hacer. En este siglo han sido mínimos los aumentos de
la productividad física, los avances tecnológicos y las innovaciones de negocio que se
han registrado en las firmas colombianas. Una parte significativa del sector privado
nacional se acostumbró a tener crecimientos de ventas aceptables en el marco de un
mercado interno en expansión y bastante protegido, sin ocuparse de elevar su
productividad.

Si alguno piensa que esta es una descripción errada y que en Colombia no se puede
subir de puertas para adentro, conviene señalar las excepciones. Mientras que la
mayoría de las empresas nacionales crecían al ritmo que les permitía la economía
doméstica, unas cuantas optaron por expandirse más allá de las fronteras y encarar una
competencia más exigente con innovación y competitividad. Hablo de las llamadas
multilatinas colombianas, que en los últimos 15 años multiplicaron sus ventas,
incrementando su rendimiento varias veces más que el promedio de la economía.
Las tareas pendientes son claras, pero no será fácil desarrollarlas. Las autoridades
deberían avanzar en la agenda de competitividad ya enunciada, pero para hacerlo
tendrían que pisar varios callos: hacer política sin feriar los recursos públicos, luchar
eficazmente contra la corrupción, erradicar la captura del Estado por parte de actores
privados e introducir la productividad en las discusiones salariales con los poderosos
sindicatos estatales.

Por su parte, los empresarios que claman por protección y ayuda del Estado deberían
empezar por elevar la productividad física y explorar los mercados internacionales,
siguiendo el camino que han trazado las multilatinas nacionales durante los últimos
quince años.

O unos y otros pueden sentarse a esperar a que llegue una nueva bonanza externa,
pero, eso sí, que esperen sentados.
3. Cómo volver a crecer?
Parte de la respuesta está en la mejora del entorno de los negocios, con una fórmula conocida:
aumentar la inversión, expandir la infraestructura y mejorar la calidad de la educación.
ARCHIVO PARTICULAR
POR:

MAURICIO REINA

JULIO 21 DE 2017 - 03:00 P.M.


Después de haber crecido a tasas superiores a 4,5 por ciento anual durante más de una década, en
el 2014 la economía entró en una trampa de bajo dinamismo y no ha podido salir de ella. Tras
conocer el decepcionante desarrollo del PIB del primer trimestre, de apenas 1,1 por ciento anual,
cada vez más gente se pregunta: ¿cómo volver a progresar?

En primera instancia, las miradas se dirigen al Banco de la República, al que algunos señalan de
estar siendo muy cauto a la hora de reducir sus tasas de interés. Como es sabido, la reducción del
costo del dinero estimula el consumo y la inversión, y potencia la actividad económica.
(Lea: 'Ha sido un mal año para la industria del país', empresarios)

Por eso, en los últimos seis meses el Banco ha reducido su tasa en 1,5 puntos porcentuales. Si no
lo hizo antes fue porque estaba conjurando la amenaza inflacionaria: hay que recordar que hace
apenas un año esta rondaba el 9 por ciento.
Mientras que el país tuvo la lotería del auge
del sector minero-energético y la abundante liquidez internacional,
nos dedicamos a comprar carros de lujo sin invertir en mejorar el capital físico y humano.

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Pero si de verdad alguien cree que podemos volver a crecer por encima del 4 por ciento anual a
punta de reducciones de la tasa de interés, es por- que no ha entendido el problema que
enfrentamos. Una economía como la nuestra solo puede crecer de dos maneras. La primera es
impulsada por una gran bonanza externa, como la que tuvimos durante más de diez años.

El auge del sector minero energético y la abundante liquidez internacional representaron


cuantiosos recursos que alimentaron una gran expansión del gasto público, la inversión y el
consumo privado. Conviene resaltar que un fenómeno como este es impredecible y ajeno al
control de las autoridades, por lo que dista de ser una estrategia de crecimiento.

(Lea: Importaciones crecieron 4% en mayo, a 3.727 millones de dólares)

En ausencia de una lotería externa como esa, otro camino para crecer es elevar el rendimiento de
los factores. Con un mayor nivel de producto por unidad de capital o de trabajo, se aumenta la
remuneración de esos factores, el ingreso per cápita y el crecimiento.

Lamentablemente, en ese frente las noticias son pésimas: como lo ha mostrado el Consejo
Privado de Competitividad, la productividad de un trabajador colombiano es, en promedio,
apenas la mitad de uno chileno y menos de la cuarta parte de uno estadounidense. Lo peor de
todo es que la utilidad laboral relativa lleva una década estancada, lo que significa que mientras
tuvimos la lotería nos dedicamos a comprar carros de lujo sin invertir en mejorar el capital físico
y humano.
El auge del sector minero-energético y la abundante liquidez internacional representaron
cuantiosos recursos que alimentaron una gran expansión del gasto público, la inversión y el
consumo privado.
ARCHIVO PARTICULAR
Ahora que se nos acabó la bonanza internacional, estamos enfrenta- dos a lo que somos: una
economía ineficiente. En ausencia de impulsos externos, la economía crecerá al ritmo que crezca
nuestra productividad, es decir, muy poco.

¿Y cómo se logra avanzar en ese frente? Parte de la respuesta está en la mejora del entorno de los
negocios, con una fórmula que ya es bastante conocida: aumentar la inversión, expandir la
infraestructura y mejorar la calidad de la educación, a la vez que hay que reducir los costos de la
energía, los tributos empresariales y los excesivos trámites.

Estas medidas mejorarían el entorno que enfrentan las empresas, pero de puertas para adentro
también hay mucho por hacer. En este siglo han sido mínimos los aumentos de la productividad
física, los avances tecnológicos y las innovaciones de negocio que se han registrado en las firmas
colombianas. Una parte significativa del sector privado nacional se acostumbró a tener
crecimientos de ventas aceptables en el marco de un mercado interno en expansión y bastante
protegido, sin ocuparse de elevar su productividad.

Si alguno piensa que esta es una descripción errada y que en Colombia no se puede subir de
puertas para adentro, conviene señalar las excepciones. Mientras que la mayoría de las empresas
nacionales crecían al ritmo que les permitía la economía doméstica, unas cuantas optaron por
expandirse más allá de las fronteras y encarar una competencia más exigente con innovación y
competitividad. Hablo de las llamadas multilatinas colombianas, que en los últimos 15 años
multiplicaron sus ventas, incrementando su rendimiento varias veces más que el promedio de la
economía.

(Lea: América Latina crecería apenas 0,8% este año, BBVA)

Las tareas pendientes son claras, pero no será fácil desarrollarlas. Las autoridades deberían
avanzar en la agenda de competitividad ya enunciada, pero para hacerlo tendrían que pisar varios
callos: hacer política sin feriar los recursos públicos, luchar eficazmente contra la corrupción,
erradicar la captura del Estado por parte de actores privados e introducir la productividad en las
discusiones salariales con los poderosos sindicatos estatales.

Por su parte, los empresarios que claman por protección y ayuda del Estado deberían empezar
por elevar la productividad física y explorar los mercados internacionales, siguiendo el camino
que han trazado las multilatinas nacionales durante los últimos quince años.

O unos y otros pueden sentarse a esperar a que llegue una nueva bonanza externa, pero, eso sí,
que esperen sentados.

Industria y construcción, claves para la economía en 2018


Lo que hay tras cifras del 2017 y lo que dicen expertos que se debe hacer para que el país crezca.
La apuesta del Gobierno para este año apunta a un crecimiento de 2,7 por ciento en el
producto interno bruto.

El crecimiento de la economía en el 2017, de 1,8 por ciento, liderado por los sectores
agropecuario, de servicios financieros, y de servicios sociales, comunales y personales, ha sido
catalogado por algunos analistas como ‘muy pobre’, teniendo en cuenta que el país puede
acelerar su producción a un ritmo potencial del 4 por ciento.

Las ramas que, por el contrario, jugaron en contra de más expansión fueron las de minerales,
industria y construcción, alrededor de las cuales debe haber una intervención puntual para que la
economía tenga mayor dinamismo en el 2018.
La apuesta del Gobierno para este año apunta a un crecimiento de 2,7 por ciento en el producto
interno bruto (PIB). Para ello, quienes tomen las riendas del Estado en los próximos 4 años
deberán aprender de las lecciones del 2017 y poner en práctica toda la maquinaria posible
para encender la caldera.

Empezando por la industria, que en 2017 cayó en 1 por ciento y en el último trimestre del año
pasado se contrajo aún más, en 1,4 por ciento, aunque tuvo subramas que hicieron la tarea. Si
bien solo 13 de 39 subsectores subieron su escala de producción, una de las estrategias
meritorias fue la del papel y cartón, que creció a un ritmo del 4,4 por ciento.

Isabel Riveros, directora de la Cámara de Papel y Cartón de la Andi, expresa que los empresarios
de este sector, al ver que la demanda interna se deprimía, tanto por el incremento del IVA como
por la desaceleración generalizada de la economía, optaron por buscar nuevos nichos en el
exterior. “El crecimiento de este segmento se ha dado, en general, por las exportaciones de
papeles, con sus nuevos destinos: Centroamérica, el Caribe, Ecuador y Estados Unidos”.

Como la economía es una cadena que arrastra todo lo que encuentra a su paso, el buen momento
de la agricultura, que se impulsó en un 4,9 por ciento en el año, propició que se necesitaran más
empaques para que, además de las flores y el banano que tradicionalmente lleva Colombia al
exterior, entraran a jugar nuevos productos, como el aguacate y la piña, que requirieron
del cartón.
Lo usado, de moda
Detrás de los números de cada rama de la producción hay detalles que evidencian fenómenos
sociales y económicos sucedidos en el país y el mundo, que impactaron a favor o en contra.

Así, el paro de Avianca ayudó a que el transporte aéreo cayera (-7,1 %) en el último trimestre del
2017.

La reducción en venta de vehículos impulsó el segmento de autopartes, para reparar en vez


de estrenar.

Aunque el mayor peso en el resultado final fue el aportado por los establecimientos financieros,
que crecieron en 3,8 por ciento, pero pusieron 0,8 puntos –casi la mitad– del total del PIB, dentro
de sus subramas también hay detalles. Las actividades inmobiliarias y de alquiler de vivienda
(2,8 %), fueron una de las que ayudaron a hacer crecer el PIB de este sector, después de la de la
intermediación financiera (6,7 %). Este resultado se enlaza con el de la construcción -0,7 %),
en el que la mayor presión a la baja la ejerció la construcción de edificaciones (-10,4 %).

“Mientras la construcción de vivienda bajó -6,2 por ciento y las edificaciones no residenciales se
cayeron en 16,2 por ciento, las remodelaciones y reparaciones crecieron 0,9 por ciento. Esto
evidencia que en el 2017 más familias le apostaron a la compra de vivienda usada e invirtieron
para actualizar esos inmuebles y dejarlos como nuevos”, indicó María Clara Luque, presidenta
de Fedelonjas.

Otro grano de arena al PIB fue aportado por actividades de servicios sociales y comunales, que
pusieron 0,5 puntos al total, al igual que la agricultura, a la que se le deben 0,3 puntos del
PIB final. Para el presidente de la Sociedad de Agricultores, Jorge Bedoya, “esto se debió al
programa Colombia Siembra, que buscaba incentivar la oferta, mas no la rentabilidad para el
agricultor”.

En consecuencia, la bonanza de productos como el arroz fue contraproducente para los


cultivadores. Según Rafael Hernández, presidente de Fedearroz, “se sembraron 600.000
hectáreas, algo sin precedentes porque el promedio era de 450.000 hectáreas. El inventario
sobrepasó lo que el país necesitaba, lo cual coincidió con el hecho de que la industria no quiso
participar del incentivo al almacenamiento, creado para sacar del mercado la oferta excedente y
proteger el precio al agricultor”.

Ese panorama llevó a que los arroceros perdieran entre 16 y 17 por ciento de ganancias, y
por ello piden bajar el área de producción.

El comercio, que creció 1,2 por ciento, sumó otro 0,1 punto al PIB total, mientras que la
construcción restó 0,1 por ciento; los minerales le quitaron 0,2 por ciento y la industria, 0,1, por
lo que la Andi pide “que continúe el proceso de simplificación de gravámenes para hacer
atractiva la inversión y formalización económica”.

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Qué refleja la minería


Considerado uno de los sectores más golpeados en el 2017, el minero-energético cayó 3,6 por
ciento, lo cual es reflejo de una producción de petróleo reducida (de 900.000 barriles
diarios en promedio en 2016 pasó a 851.000 en el 2017), precisamente cuando el precio del
crudo de referencia Brent se ha recuperado. Hay que recordar que los hidrocarburos aportan el 70
por ciento del PIB de la rama de minas y canteras.

No menos impactante fue la situación del gas, que, después de un fenómeno del Niño, en 2016,
que mermó las aguas de las represas, pasó a un 2017 en el que el 83 por ciento de la energía se
generó con hidroeléctricas, reduciendo así las posibilidades de uso del gas en las
térmoeléctricas.Así que la economía del 2018 requiere de la mano del clima, del entorno
mundial y de acertadas decisiones internas.
Oportunidades a la mano, según la Andi
Para que la economía avance, según el gremio de empresarios, Andi, existen oportunidades que
atañen a todos los sectores y se deben aprovechar. Es el caso de la transformación digital.
Para ello, “en lo impositivo, debe reducirse el IVA a dispositivos inteligentes y eliminarse el
impuesto al consumo de datos”.

También ponen como una prioridad el abordaje de “una reglamentación de los modelos
disruptivos de negocio, como son los de economía compartida”.
Para empujar la agroindustria se requieren “la creación de observatorios de consumo, la
promoción de un manejo empresarial del campo y la profundización de espacios para lograr
compras y negociaciones con mayores volúmenes”.
Las terapias para acelerar la economía en el 2018
Déficit comercial del país en el 2017 por US$ 6.176 millones
Hay recuperación en la economía, pero a ritmo lento, dice el Emisor
Cuentas claras / Más de tres millones de ‘chuspas’ al día

Los tres sectores que, este año, le apuntarían a un 4% de crecimiento

Los comportamientos de las actividades financieras, empresariales e inmobiliarias marcan un


alza de 4,2% en el 2018, dice análisis de Anif.
POR:

PORTAFOLIO

MAYO 28 DE 2018 - 09:35 P.M.


El crecimiento de 2,7 por ciento que tendría Colombia este año y que lo pondría en el camino de
recuperar el 4 por ciento a mediano plazo,parte de tres ‘jugadores’ de los que depende, en buena
medida.

Se trata de los sectores de actividades financieras, empresariales e inmobiliarias, que en conjunto


se expandió a ritmos del 3,9 por ciento, cifras que para este año llegarían al 4,2 por ciento, es
decir 1,5 puntos porcentuales más de la proyección de alza de todo el PIB del país.

(Lea: 'Crecimiento de la economía colombiana será más sólido en el segundo


semestre', BBVA)
Según un informe de Sergio Clavijo, director del centro de estudios Anif, este buen
comportamiento se daría por la mayor expansión proyectada para la economía, “que empujaría
los sectores conexos a las actividades empresariales e inmobiliarias”.

(Lea: Crecimiento de la economía colombiana: el empleo aún estancado)

Otros analistas, al revisar este pronóstico, plantean que las cifras de estos tres sectores podrían
ser incluso del orden del 4,5 por ciento, teniendo en cuenta que las proyecciones de Anif están
hechas con base en que la economía se expandirá 2,3 por ciento, número que para el Gobierno es
de 2,7 por ciento.

(Lea: El crecimiento económico será limitado para 2017 y 2018)

RECUPERACIÓN

Por su parte, “la recuperación de la cartera corporativa bancaria llevaría a la cartera total a crecer
al 4,5% real en el 2018 (versus 2,2% del 2017), impulsando el sector de actividades
financieras, pero esto sería compensado por menores rentabilidades proyectadas para los
portafolios de inversión de las Administradoras de Fondos de Pensiones y las aseguradoras”,
agrega Anif.

El panorama, hasta ahora, va en la misma línea de lo que pronostica el centro de estudios, sobre
todo si se observan los datos del PIB del primer trimestre, revelados hace unas semanas por el
Dane.

Esa entidad encontró que las actividades financieras tuvieron un crecimiento de 6,1 por
ciento, mientras que las inmobiliarias y el comercio hicieron lo propio, al expandirse en 2,9 por
ciento y 3,9 por ciento, respectivamente.

De hecho, este último aspira a revisar al alza su crecimiento durante el año, al considerar que las
personas ya asimilaron el alza del IVA al 19%, sumado a que en un mes comenzará el Mundial
de Fútbol y a final de año habrá un nuevo Salón del Automóvil, eventos claves para reactivar las
compras.

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