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El punto ciego de Marx.

Para Marx solo se puede desarrollar el comunismo en una edad moderna la cual las clases este bien
marcadas. Por ende, la Burguesía es el elemento principal de la conformación de un estado moderno
ya que en ellas están las estructuras principales para que se de la producción. De esta forma, pasar
de una económica agrícola feudal a una industrial. Sólo de esta manera se puede pasar de la
aristocracia, a la conformación del estado moderno con la burguesía y de allí a la revolución obrera,
la cual va permitir y hacer posible un comunismo:

Por eso, en el manifiesto señala que «la burguesía ha dado un carácter cosmopolita
a la producción y al consumo de todos los países» (Marx y Engels 1983:31) parecían
referirse a la acción de la burguesía europea, particularmente de la burguesía
británica que, gracias a su control del comercio internacional, logró establecer
núcleos de producción capitalista en las colonias de ultramar. Ni siquiera en sus
trabajos posteriores sobre la periferia europea (Rusia, Irlanda, España), publicados
después de su muerte bajo el título The eastern question identificó Marx un
«ascenso» considerable de la clase burguesa en estas regiones. Si la revolución
socialista era posible allí no se debía tanto a la acción de una burguesía nativa, capaz
de establecer previamente un modo de producción capitalista, cuanto a los efectos
de la internacionalización del capital financiero. (Gomez, 2005 p. 15)

De esta cita podemos analizar como solo con la burguesía específicamente la europea, entre ella la
británica, permitió el capitalismo y por también el colonialismo solo como algo colateral para la
conformación de un estado. Entonces, solo de esa manera se puede dar una transición al
comunismo, ya que el capitalismo permite pensar en un socialismo, el cual resulta del crecimiento
comercial, junto al avance de las leyes en el estado moderno que permite los derechos de cada
ciudadano y así dar paso por último la eliminación de clases o cualquier tipo de jerarquías como se
conocía en los grandes imperios, para traernos consigo el comunismo. De allí que Marx siguiendo a
Hegel, vea en Inglaterra tal desarrollo y desconfié de Latinoamérica:

La tesis hegeliana de los «pueblos sin historia», heredada por Marx, permite
entender por qué razón éste vio a Latinoamérica como un continente incapaz de
desarrollar una estructura económica y social que le permitiera insertarse, con
alguna esperanza de éxito, en el proceso revolucionario mundial. Para Marx América
Latina era un conjunto de sociedades semi-feudales gobernadas por latifundistas
que ejercían su poder despótico sobre unas masas carentes de organización. La
revolución de la independencia habría sido obra de un puñado de separatistas
criollos que obraron con el apoyo externo de la burguesía inglesa, sin contar para
nada con el respaldo de las masas populares. Por esta razón, al redactar su artículo
sobre Simón Bolívar para el New York Daily Tribune en 1857 Marx se refirió al prócer
venezolano como representante típico de una clase dirigente reaccionaria y
partidaria de establecer una monarquía bonapartista en el continente. (Gomez, 2005
p. 16)

Según lo citado, Marx solo puede confiar en lo dicho por Hegel en cuanto todo pueblo que no tenga
historia, esto quiere decir un estado moderno el cual permite a los ciudadanos tener derechos y
deberes, leyes que permitan la libertad del individuo. Además, una economía estructura y social que
dé a los individuos que la conforman un cierto de igualdad, para pensar en una revolución, no se
puede tener en cuenta. De esto le sigue, que Latinoamérica no sea una opción o Marx no la mire,
por la razón que estos pueblos son todos lo contrario a lo que el propone y eso es porque: primero
están conformados por sociedades aún feudales, que tienen nobles que los controlan y aún son
déspotas. Segundo, aún habiendo nobles que quisieron hacer un tipo de revolución como lo hizo
Simón Bolívar no se logra, el cual, a no seguir a los pueblos más avanzados como Inglaterra, sino que
formo una revolución separatista de criollos, los cuales en vez de avanzar hacia una modernidad se
quedaron en la rama intentando forma una nueva aristocracia de caudillos. Por eso no se le puede
llamar revolución a lo hecho por Simón Bolívar en el sentido estricto marxista, más bien es una
vuelta a un mundo noble:

En el análisis de Marx Bolívar no fue un revolucionario burgués sino un aristócrata


con ansias de poder, deseoso de construir un régimen político en el cual las masas
populares no tuviesen representación alguna. Este desprecio aristocrático por lo
popular se reveló con claridad en el proyecto bolivariano presentado ante el
congreso de Angostura, en el cual Bolívar propuso la constitución de un senado
hereditario y de un presidente vitalicio. Más bien se trataba de un representante de
la nobleza estamental criolla partidaria de conservar el «antiguo régimen» y opuesta,
por ello, tanto a los intereses de la pequeña burguesía liberal como a los de las
(todavía) inconscientes masas populares. (Gomez, 2005 p. 17)

Por eso, según lo dicho, Marx veía que la nobleza criolla solo deseaba conservar un antiguo
régimen donde la participación primero de una verdadera burguesía y segundo de las masas
constituyentes. Si esto dicho es cierto, no podemos considerar que en Latinoamérica se
hubieran desarrollado verdaderos avances hacia un estado moderno, ya que mientras en
sociedades pre capitalistas se mantienen la discriminación de todo tipo, en las sociedades
modernas el único problema es uno tal, que, aun aceptándose el cosmopolitismo, ósea la
unión de diferentes etnias y demás, solo hay desigualdad, esa son las luchas de clases:

Por eso la discriminación étnica y racial fueron consideradas por Marx como
fenómenos «pre-capitalistas» propios de sociedades en las cuales todavía no había
emergido la burguesía y en las cuales reinaba el ordenamiento estamental y
teológico, característico del «antiguo régimen» (Gomez, 2005 p. 17)

Se nos dice en esta cita que Marx desconfiaba de latinoamerica por la sencilla razón que era
pre capitalista, al no desarrollarse el fenómeno o paso a un estado moderno, no podría
existir ninguna revolución. Simón bolívar sin más, seria un nuevo caudillo, aristócrata,
opresor de las masas, que deseaba mantener un tipo de feudalismo. No obstante, contrario
a lo que se ha dicho, Marx no se da cuenta que el verdadero problema es la Europa que
tanto defendió, ya que, con ella en vez de permitir un tipo de igualdad y una disminución de
la opresión, creyendo ingenuamente que con ello iba a desaparecer las luchas no solo de
clases, sino ideológicas, sucede todo lo contrario:

En Marx no existió la idea clara de que el colonialismo pudiera tener algún tipo de
incidencia fundamental a nivel, por ejemplo, de las prácticas ideológicas de la
sociedad (en especial de la práctica científica) ni, mucho menos, que pudiera jugar
un papel primario en la emergencia del capitalismo y de la subjetividad moderna.
Por eso la explicación del colonialismo se agotó para Marx con la utilización de
categorías filosóficas («falsa conciencia»), económicas «modo de producción») y
sociológicas («lucha de clases»). (Gomez, 2005 p.19)

Marx queriendo separarse de Hegel, no lo hace por completo, ya que no ve según lo dicho
en la cita, que gracias a la practicas ideológicas y la invención del capitalismo, nos ha traído
nuevas formas de colonización epistémicas. Las cuales, han hecho posible la discriminación
y la invención del capitalismo. Así no siendo un daño colateral el mundo capitalista colonial,
más bien su principal causa, no permitiendo un estado socialista y si que menos el
comunismo:

Casi todos los autores mencionados han argumentado que las humanidades y las
ciencias sociales modernas crearon un imaginario sobre el mundo social del
«subalterno» (el oriental, el negro, el indio, el campesino) que no solo sirvió para
legitimar el poder imperial en un nivel económico y político, sino que también
contribuyó a crear los paradigmas epistemológicos de estas ciencias y a generar las
identidades (personales y colectivas) de colonizadores y colonizados. Así, la
colonialidad dista de ser un fenómeno colateral al desarrollo de la modernidad y el
capitalismo, como erróneamente planteó Marx (Gomez, 2005 p. 20)

Aquí radica el punto ciego de Marx, según la cita el filosofo quiere salir de la colonización y
lo colonizado propios de la edades pre capitalista. No obstante, esto se mantiene más en la
sociedades capitalista, constituyendo el pilar y la no abolición de las lucha de clases, porque
aún se sostienen ideologías propiamente eurocéntricas y colonizadores, la cuales permiten
que la burguesía no solo sea heredera de la aristocracia, si no el pilar del mundo moderno,
sin ser posible una revolución del proletariado.
Bibliografía
Gómez, S. C. (2005). La poscolinialidad explicada a los niños. Cauca: Editorial
Universidad del Cauca. .

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