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3.

- Oración inicial
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y
suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos
tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.
Acuérdate, Virgen Santa, que has sido hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloría,
sino también para nuestra salvación y provecho de todo el género humano.
Acuérdate que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección e
implorado tu auxilio, haya sido desamparado. No me dejes, pues, a mi tampoco, porque si me
dejas me perderé; que yo tampoco quiero dejarte, antes bien, cada día quiero crecer más en tu
verdadera devoción.
Alcánzame principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la
segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte.
Además, dame la gracia particular que te pido en esta novena
- Realizar aquí su petición -

4.- Meditación del primer día: Las dos figuras de Eva

Dos figuras de Eva en la historia de la humanidad. La primera fue llamada Eva por Dios mismo
cuando hizo su primera hija. La segunda fue llamada Ave María, cuando el mensajero de Dios
le dijo lo mucho que ella era amada por Dios y el Hijo de Dios.

La primera Eva, nacida sin pecado, trajo el pecado al mundo por el hecho de que fue cómplice
de Adán, a quién engañó. La segunda Eva, nuestra querida María, sin pecado trajo de regreso
al mundo al nuevo Adán, Cristo el Señor, a quien dio a luz.

La primera Eva trajo tristeza y miseria, enfermedad y muerte al mundo y debido a ella, los hijos
de la Tierra fueron a vivir en la tristeza y el dolor. La segunda Eva, María, trajo la esperanza y la
alegría; la luz y la confianza, la redención y el cielo en la persona de su Divino Hijo, Jesucristo.

Oración: Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan
graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida
y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

Rezar tres Avemarías


Jaculatoria: "Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo
mundo"

5.- Oración a la Inmaculada Concepción


Oh Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, hiciste preparar una
morada digna de tu Hijo, te suplicamos que, así como a ella la preservaste de toda mancha en
previsión de la muerte del mismo Hijo, concédenos también que, por medio de su intercesión,
podamos llegar purificados de todo pecado a tu presencia.
Por el mismo Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

4.- Meditación del segundo día: Nace la Estrella de la mañana

Oscuro fueron aquellos días que precedieron al nacimiento del Salvador. El pecado había
arrojado sobre la humanidad el manto de la ignorancia y el error, el desespero por Dios, y la
desconfianza del hombre.
Incluso las personas elegidas sabían que estaban esperando, en la noche oscura de sus vidas, la
venida del nuevo amanecer que iba a ser su salvación. ¿Cuándo iba a salir la estrella de la
mañana de Jacob? ¿Cuándo el sol de la justicia aparecería de nuevo en el horizonte del
universo?
Las voces de los profetas y el poder de la ley habían crecido con debilidad. Entonces, de
repente, allí en los cielos, en el que los ángeles ven, una nueva estrella aparece.
Fue la estrella de la mañana, antes de que la luz se escondiera en el Este. Una aurora débil
llegó a poner el Cielo púrpura. Fue el partimiento de la luz sobre un mundo oscuro e invernal.
María fue concebida, no como los hombres y mujeres que desde Adán habían sido concebidos
profundamente en el pecado original, esclavizados en el poder de Satanás; sino inmaculada,
sin pecado, libre de la culpa de nuestros primeros padres.
María fue el alba para Cristo, el día. Ella fue la aurora para el sol de la justicia. Ella fue la
Inmaculada Concepción para Aquel que había de ser su Hijo, el Hijo de Dios.

4.- Meditación del tercer día: ¿Por qué María es Inmaculada?

A través del pecado, Adán y Eva arrojaron la vida divina que llamamos gracia. Y puesto que
ellos fueron los antepasados de todos nosotros, hemos perdido a través de su error, la
herencia que por derecho debería ser nuestra.
Todos los hombres, los hijos de Adán y Eva, nacieron sin la gracia, sin vida divina, sin el poder
de mirar el rostro de Dios, ni conocer o poseerlo.
Entonces vino María. Debido a que ella iba a ser la Madre de Cristo, el Salvador, era justo y
apropiado que ella tuviese todo lo que nuestros primeros padres poseían. La que iba a ser la
Madre de Dios tiene que ser también la hija amada de Dios.

4.- Meditación del cuarto día: ¡Dios te salve, llena de gracia!


¡Dios te salve, llena de gracia! El Señor es contigo, bendita tú eres entre las mujeres.
Estas inmortales palabras, pronunciadas en oración día tras cada día, por millones de católicos
en millones de rosarios en todo el mundo, no son del pensamiento humano.
Ellas fueron pronunciadas por el Arcángel Gabriel, que descendió directamente desde el trono
de Dios. Estas palabras fueron un eco de la voz angelical de la Santísima Trinidad.
En este mundo de pecado había una criatura ¡llena de gracia!
En un mundo que fue destrozado por una mujer quien se apartó de la vida a la muerte, de la
virtud al pecado, de la amada obediencia a la rebelión y a la ruina, Dios ha creado, los ángeles
han visto, y un mensajero angelical ha encontrado a una mujer que no es
solamente buena, santa, piadosa y devota, sino que además, está llena de la vida divina.
María fue llenada con el amor de Dios, rica en el poder de la Gracia que hace santos a todos los
santos, y que esto hace Dios a Dios.
Una criatura inmortal se inclina ante un ser mortal. Gabriel se inclina ante María.
Dentro de un pecho que no había sido tocado por el pecado, dentro de un cuerpo que no
había sido atado por ninguna mancha, dentro de un alma que era espejo perfecto de Dios, vino
la Palabra de vida, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Salvador del mundo, Cristo
el Señor. En ese momento, Dios se encarnó. El Hijo de Dios se hizo hombre
Oración: Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan
graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida
y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Rezar tres Avemarías
Jaculatoria: "Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo
mundo"
4.- Meditación del quinto día: ¡María es el tabernáculo divino!
Nada más había sido tan sagrado entre el pueblo elegido como lo fue el Arca de la Alianza.
Dentro de este tabernáculo sagrado había descansado la promesa de Dios a su pueblo.
Sin embargo, dentro de esta arca, habían descansado solamente, algunas pocas cosas que Dios
había tocado o diseñado. Las tablas de los mandamientos, los escritos preciosos dictados por
el mismo Dios, los panes del sacrificio.
Ahora, en la persona de María había una Arca nueva y más santa. Ella fue el tabernáculo
diseñado para sostener la posesión más preciada en la tierra, el regalo más maravilloso del
cielo.
"Bendita tú entre las mujeres", exclamó el ángel. En su cuerpo llegó la Palabra de Dios hecha
carne. Durante nueve meses preciosos ella fue la única tienda que celebró al Cristo viviente.
No era la ley de Dios, sino el Hijo de Dios descansando dentro de ella. No eran las palabras
dictadas de las Escrituras, sino que la misma palabra eterna la usó a ella como su morada.
Si entonces, el orden de Dios y la reverencia natural de los hombres hicieron rica y preciosa al
Arca de la Alianza, ¿cómo podemos dudar de la belleza y la pureza del cuerpo y del alma de
quien fuese el tabernáculo del Dios encarnado?
Si el toque de los enemigos de los judíos profanaba y ensuciaba el arca de madera, sin duda, el
toque de satanás, ese toque del pecado, habría hecho el tabernáculo del cuerpo y del alma de
María indigna morada de Dios.
Oración: Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan
graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida
y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Rezar tres Avemarías
Jaculatoria: "Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo
mundo"
3.- Meditación del sexto día: La pureza de Cristo y María
"Como madre, como niño" reza el antiguo refrán
El que acepta al Salvador como su Señor y su Dios no puede dudar de la perfecta impecabilidad
que tuvo Cristo. Es una blasfemia imaginar por un segundo que Cristo pudo haber estado en
poder de Satanás, que su alma careciera de la plenitud de la vida divina, que Él fue incluso,
brevemente, el enemigo de su Padre victorioso
Tal niño podría haber tenido solo una madre que fuese como Él, o más bien una madre a quien
Él podría parecerse.
 Cristo, completamente lleno de gracia, nació de una madre llena de gracia.
 Cristo, el Hijo de Dios, nació de una persona que siempre había sido la hija de Dios.
 Cristo, el más puro de los hombres, tuvo que haber nacido de la más pura de las
mujeres.
Esta única distinción permanece: Cristo poseía toda esta gracia y pureza por su propio derecho
divino; María fue concebida sin pecado, pura y llena de gracia, debido a que Dios estaba
preparándola para ser una madre digna de su Hijo amado.
Cristo fue Inmaculado porque él era Dios. De María Inmaculada, nació el Cristo Inmaculado. No
podría haber sido de otra manera
Oración: Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan
graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida
y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Rezar tres Avemarías
[Recitar]: "Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo
mundo."
3.- Meditación del séptimo día: Mujer pura, mujer de virtudes
El que ama a la humanidad y conoce absoltamente todo sobre la historia no puede dudar de la
importancia de las mujeres puras del mundo.
Las mujeres puras deben preocuparse de la raza humana
En aquellos días de la juventud de los hombres y las feroces tentaciones, las doncellas puras
deben ser la fresca protesta en contra de la pasión, y al mismo tiempo, ser las inspiraciones
que transforman a los hombres al amor puro.
Las manos de las mujeres puras deben atender a nuestros enfermos, las mentes de las mujeres
puras deben instruir a nuestros jóvenes, los corazones de las mujeres puras deben establecer
el ritmo y el tempo para ese amor creativo, del cual, fluye el futuro de la raza humana
Con razón, y entonces, aquellos quienes aman a María, conocen la importancia de ella para las
mujeres de nuestro mundo.
En aquellos días oscuros antes de María, las mujeres habían olvidado mucho acerca de las
virtud femenina. La cara sonriente de María trajo esta virtud de regreso a todas ellas.
El amor se había tornado agrio, al igual que el matrimonio, hasta que la pureza de María,
enseñó una vez más a las mujeres, que la pureza es la garantía de un matrimonio feliz.
La maternidad era un aburrimiento y una carga hasta que la Virgen, bendiciendo al mundo con
el Hijo nacido de su cuerpo, trajo de vuelta el respeto por los niños y el honor a la gran carrera
por la maternidad.
Oración: Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan
graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida
y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Rezar tres Avemarías
[Recitar]: "Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo
mundo."
3.- Meditación del octavo día: María, fortaleza de los débiles
La vida no es fácil para un hombre que aspira a una virtud muy fuerte. Las tentaciones del
mundo son demasiado fascinantes.
En la juventud, la pasión juega como una llama ardiente. En el éxito, los falsos amores se
abalanzan sobre él. En el fracaso, él es incitado a buscar el olvido en el pecado. Y siempre,
como criatura de cuerpo y alma que es, él conoce sobre la guerra en cada uno de sus
miembros, y como la ley de la carne siente codicia contra el espíritu.
Ningún hombre que está vivo y feliz en la conservación o recuperación de la virtud, deja de
agradecer a una mujer: su madre lo más probable fue quien le dio los ideales de la pureza de la
mujer... Fue el encanto quien lo mantuvo a salvo, la esposa que le dio amor puro consagrado
en el altar, la monja que fue su maestra y amiga.
Y María ...
María, quien ha sido la Madre sin mancha de millones de hombres
María, quien ha sido tentada, la Virgen todopoderosa, la toda tierna y de amor inmaculado.
María, quien podría mendigar a la pureza de su Hijo por los hombres atormentados y tentados
María, inspiración de los caballeros, escudo de los soldados, fortaleza de los débiles, refugio de
los pecadores, gloria de los santos.
Oración: Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan
graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida
y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Rezar tres Avemarías
[Recitar]: "Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo
mundo."

3.- Meditación del noveno día: María, modelo perfecto a imitar


En el año del Señor, 1846, los obispos de los Estados Unidos, dedicaron esta tierra a María de
la Inmaculada Concepción.
En un gesto valiente y espléndido, presentaron a la Reina del Cielo a la nueva república, con
sus grandes esperanzas e incertidumbres, con sus enormes posibilidades, para bien o para mal,
con el expediente de su historia aún sin escribirse y su destino visto de manera vaga
Debido a que estos hombres amaron a América y previeron lo que la nueva tierra necesitaba
mayormente, le dieron a la historia de América a una mujer encantadora, a la propia Madre de
Dios. En sus manos ellos comprometieron su cuidado y su futuro.
María fue para América, América fue para María. Y toda América, en dedicación a María, se
comprometió con su Divino Hijo.
La naciente república tenía ahora una Madre en el cielo. La tierra, cuyo éxito dependía tanto
del progreso político del hombre, ahora tenía una protectora con Dios. La democracia tiene la
única reina que jamás conocería. Los americanos podrían, a partir de ahora, mirar hacia un
modelo perfecto para sus mujeres y una inspiración que nunca falla para sus hombres
Oración: Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan
graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida
y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Rezar tres Avemarías
[Recitar]: "Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo
mundo."

Novena en honor a la Inmaculada Concepción de María


Se empieza cada día de la Novena diciendo: Por la señal de la Santa Cruz... Señor mío
Jesucristo...

Para dar luz inmortal siendo vos alba del día sois concebida María sin pecado original

Oración
¡Oh Reina Purísima de los ángeles y de los hombres! Mil gracias y alabanzas te damos porque a
la puertas de la vida hallaste la dracma preciosa que perdimos todos en nuestro primer
principio, hallando la gracia que te salió al encuentro ya la Divinidad que te esperaba en los
umbrales de la naturaleza tomando tus potencias en el primer Instante de su ser, al nobilísimo
objeto que las estrenó porque se creaban solo para El. Te rogamos, Purísima Señora, que, pues
no hubo en tu Purísima Concepción ser sin conocer a Dios, ni conocimiento sin amor ni amor
sin merecimiento, nos concedas conocer a nuestro Buen Padre Dios para que conociéndole le
amemos, amándole le poseamos y poseyéndole le gocemos por toda la eternidad. AMEN.

(A continuación se reza todo lo correspondiente a cada día).

Las Tres AveMarías

(Se rezan o cantan diariamente después de la Consideración, del Rosario y de la Petición).

Oh Señora mía, Santa María, así como Dios Padre por su omnipotencia te hizo potentísima, así
y te suplico que me asistas en mi muerte expeliendo' y quitando todo lo que me fuera
contrario. DIOS TE SALVE MARíA...

Oh Señora mía, Santa María, así como tu Hijo Santísimo se digno darte tanta claridad y
conocimiento de suerte que alumbras al cielo con tus luces, así yo te suplico que en la hora de
mi muerte alumbres e ilumines mi alma con el verdadero conocimiento de la fe
corroborándola de suerte que no la manche alguna Ignorancia o error. DIOS TE SALVE MARíA .
Oh Señora mía, Santa María, así como el Espíritu Santo, con su amor, a Ti lo Infundió
totalmente, así te suplico que te dignes darme para la hora de mi muerte la dulcedumbre del
amor divino con la cual toda cosa amarga me sea suavísima. DIOS TE SALVE MARíA...

(A continuación reza la Oración del día)

Al terminar cada día se rezar la siguiente

Oración Final
Bendita y alabada sea la sacrosanta e Individual Trinidad de nuestro gran Dios y Señor, Padre,
Hijo y Espíritu Santo, tres Personas distintas y un solo Dios verdadero; en quien creemos, a
quien amemos de quien esperamos el perdón de nuestras culpas y la salvación eterna por su
Infinita misericordia; bendita sea porque creó a Nuestra Señora, la siempre Virgen María,
exenta, pura y limpia de toda culpa original, en el primer Instante de su ser natural, Amén.
Jesús, María y José.

Día primero

Lectura bíblica (Gn. 3, 9 - 15)

Dios llamó al hombre y le dijo: "¿Dónde estás?", Este contestó: "Te oí caminar por el jardín y
tuve miedo, porque estoy desnudo: por eso me escondí". Dios le replicó: "¿Quién te ha hecho
ver que estabas desnudo? ¿Acaso comiste del árbol del que te prohibí comer? "Dijo el hombre:
"La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí". Dios le dijo entonces a la
mujer: "¿Por qué lo hiciste?". Contestó la mujer: "La serpiente me engañó y comí". Entonces
Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho esto, serás maldita entre todas las bestias y entre
todos los animales del campo. Caminarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu
vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: él aplastará tu cabeza,
mientras tú le atacarás el talón".

Consideración

Consideremos como Eva fue desobediente. Por su desobediencia fue causa de muerte para sí
misma y para toda la raza humana. Al contrario, María Santísima, por su obediencia a la
Palabra de Dios, se convirtió en causa de salvación para sí como para todo el género humano.
Sucedió, pues, que el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de
María. Porque lo que Eva había fuertemente atado con su incredulidad, la Virgen María lo
liberó por su fe.
Procuremos imitar la fe y la obediencia de la Santísima Virgen María, para que, como Ella,
seamos colaboradores en la obra salvadora de Jesucristo.

(Aquí se puede rezar el ROSARIO, se hace la PETICIóN y se cantan Tres Ave Marías. Después se
dice la oración del día)

Oración del día primero

Señor Jesucristo, por el amor que tienes a María Santísima, aurora hermosa que puso término
a nuestras desgracias y dio principio a nuestra salvación con su Concepción Inmaculada, te
suplicamos que apartes de nosotros las tinieblas de la culpa y seamos digna morada del
Espíritu Santo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMEN.

La jaculatoria de ésta día será: ¡Virgen fiel, ruega por nosotros!

(Aquí se reza la oración final para todos los días. Pág. 3).

Día segundo

Lectura bíblica (Est. 15, 4-7.12-13. 9.10,5,3.7.3-4)

Al terminar la oración, Ester se vistió con todo lujo. Luego, invocando al Dios y salvador que
vela sobre todos, marchó con el rostro alegre, pero con el corazón angustiado. Atravesó todas
las puertas, hasta quedar de pie ante el rey. Este levantó la cabeza y miró a Ester. La reina
palideció, se apoyó en el hombro de una doncella y se desmayó. El rey entonces se inquietó;
saltó de su trono y tomó a Ester en sus brazos preguntándole: "¿Qué te pasa, reina Ester?
Pídeme lo que sea y te daré hasta la mitad de mi reino". La reina Ester respondió: "Si he
encontrado gracia a tus ojos, perdóname mi vida y la de mi pueblo. Eso es lo que quiero y lo
que te pido". El rey extendió hacia Ester el cetro de oro y ella se levantó y quedó en pie ante el
rey.
Consideración

Consideremos a María Santísima preservada de la ley universal del pecado original, como lo
fue la Reina Ester de la ley común del rey Asuero. María Inmaculada es la bendita entre todas
las mujeres, es la que halló gracia a los ojos de Dios. Ella es la Reina de misericordia, que desde
la cumbre de su grandeza, puede compadecerse mejor y socorrer nuestras necesidades
intercediendo ante su Divino Hijo Jesucristo.
Procuremos cumplir en nuestra vida diaria las promesas bautismales. Por el Bautismo hemos
nacido a la vida de la gracia. Esforcémonos por mantenernos en amistad con Jesucristo.

Oración del día segundo

Señor Jesucristo, por el amor con que libraste de las leyes comunes de la naturaleza a tu
querida Madre, la Virgen María, te suplicamos, nosotros pecadores, que nos des verdadero
dolor de nuestras culpas y poder gozar de la libertad que nos ha merecido. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amén.

La jaculatoria de este día será: Ea, pues, señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus
ojos misericordiosos.

Día tercero

Lectura bíblica (Lc. 1,26-38)

Dios envió al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada
con un hombre llamado José, de la familia de David: el nombre de la Virgen era María. El ángel
le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está Contigo". Ella se turbó y pensaba qué
significaría aquel saludo. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia delante
de Dios. Vas a concebir en tu seno y vas a dar a luz un hijo al que pondrás el nombre de Jesús.
El será grande y con razón lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David,
su padre. Reinará sobre la casa de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin”.
María entonces dijo al ángel: "¿Cómo podré ser madre si no tengo relación con ningún
hombre"? Contestó el ángel: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán hijo de Dios". María
dijo entonces: "Yo soy la esclava del Señor. Hágase en mí, según tu palabra.

Consideración

Consideremos como María Santísima no fue un instrumento puramente pasivo en las manos
de Dios, sino que cooperó a la salvación de los hombres con fe y obediencia libres. Ella,
enriquecida desde el primer instante de su concepción con una santidad en extremo singular,
al aceptar el mensaje divino se convirtió en Madre de Jesús, y al abrazar de todo corazón, sin
entorpecimiento de pecado alguno la voluntad salvífica de Dios, se consagró totalmente como
esclava del Señor a la persona y a la obra de su Hijo, sirviendo con diligencia al misterio de la
Redención con El y bajo El, con la gracia de Dios omnipotente. Por esto la Iglesia llama a la
Madre de Dios "totalmente santa e inmune de toda mancha de pecado, como plasmada y
hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo".
Procuremos quitar de nuestra vida todo obstáculo, todo pecado que nos impida llegar a
Jesucristo haciendo una buena confesión.

Oración del día tercero


Señor Jesucristo, que no tienes nada en común con las tinieblas del pecado y que has querido
que tu Santa Madre, la Virgen María, fuera limpia y pura desde el primer instante de su ser
natural, te suplicamos humildemente que nos libres de todo mal y no nos dejes caer en la
tentación. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMEN.

La jaculatoria da este día será: ¡Madre Santísima, Ruega por nosotros!

Día cuarto

Lectura Bíblica (Lc. 1,46-55)

María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque el Poderoso ha
hecho obras grandes por mí; su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles de
generación en generación. Él hace maravillas con su brazo: dispersa a los soberbios de
corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los
colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la
misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su
descendencia por siempre".

Consideración

Consideremos cómo María Santísima nos enseña a ser agradecidos con Dios y a alabarlo por
todos los beneficios que nos concede.
Por otra parte, las maravillas que Dios hizo en María Santísima desde su Inmaculada
Concepción y su entrega total y amorosa a la obra de su Hijo en favor del género humano,
justifican las oraciones y el honor que todas las generaciones cristianas le han rendido.
Toda alabanza a María Santísima es un homenaje tributado a Dios del cual Ella es su criatura
más perfecta; la obra maestra de su creación.
El Señor ha querido que María Inmaculada sea modelo para quienes no aceptan pasivamente
las circunstancias adversas de la vida personal y social, y proclaman que Dios ensalza a los
humildes y, si es el caso, derriba a los poderosos de sus tronos.
Procuremos dedicar diariamente unos minutos a hablar con Dios y de esta manera
disponernos a cumplir su voluntad a animarnos a hacer el bien a nuestros semejantes. El que
ora está en armonía con Dios y con su prójimo.

Oración del día cuarto

Señor Jesucristo, Dios y hombre verdadero, te alabamos y te damos gracias por haber escogido
a María Santísima como el camino para venir a vivir con nosotros y te suplicamos, por su
Intercesión maternal, que podamos ser con nuestra vida un himno a la gloria del Padre. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos. AMEN.

La jaculatoria para este día será: ¡MADRE, ENSéñANOS A ORAR!

Día quinto

Lectura bíblica (Jn. 2, 1-11)

Se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la Madre de Jesús. Fue Invitado también
a la boda Jesús con sus discípulos. El vine faltó y le dijo a Jesús su Madre: "No tienen Vino".
Jesús contesta: "Mujer, ¿Qué tengo yo contigo? Todavía no ha llegado mi hora". Su madre, sin
embargo, dijo a los servidores: "Haced lo que El os diga". Jesús les dice: "llenad las tinajas de
agua". Los sirvientes las llenaron hasta el borde. Entonces Jesús les dijo: "Sacad ahora y
llevádselo al mayordomo para que lo pruebe". Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el
agua convertida en vino y como él no sabía de donde era, llamó al novio y le dijo: "Todos
sirven primero el vine bueno y después el peor, pero tú has guardado el mejor vino hasta
ahora". Así Jesús comenzó sus signos y manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

Consideración

Consideremos cómo el vino de las bodas de Caná simboliza la plenitud de los bienes
espirituales que Jesús trajo a los hombres. El vino del banquete nupcial de modo especial, nos
recuerda la Eucaristía. María, aparece unida a su Hijo en Cana para que entendamos que Ella
está siempre presente en la Celebración Eucarística anunciada y prefigurada en aquel
banquete de bodas. Pensemos en el gran amor de Cristo a nosotros que lo llevó a quedarse
realmente presente en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. La Purísima, dando Cuerpo y
Sangre al Hijo de Dios Eterno colaboró activamente a nuestra Redención y a la Eucaristía. El
Cuerpo y Sangre de Cristo que recibimos en la Eucaristía es carne que él tomó de la Virgen
María.
Procuremos imitar la pureza de corazón de María Inmaculada para prepararnos
convenientemente a recibir la Santa Comunión.

Oración del día quinto

Oh Jesús, que por amor a nosotros quisiste quedarte en el Santísimo Sacramento de la


Eucaristía, te suplicamos, por los méritos de la siempre Virgen María, que nos purifique de tal
manera que podamos recibirte dignamente en el Santísimo Sacramento y consigamos sus
admirables efectos. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMEN.
La jaculatoria de este día será: ¡ARCA DE LA ALIANZA, RUEGA POR NOSOTROS!

Día sexto

Lectura bíblica (Ef. 1, 3-10)

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de
Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante El por el amor. El
nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la
gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en
alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los
pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Este es el plan que había proyectado realizar
por Cristo cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del
cielo y de la tierra.

Consideración

Consideremos cómo Dios eligió y señaló, desde el principio y antes de los tiempos, una Madre,
para que su Unigénito Hijo, hecho carne de ella, naciese en la dichosa plenitud de los tiempos;
y tanto la amó por encima de todas las demás creaturas, que en solo Ella se complació con
señaladísima benevolencia Por lo cual, la llenó de tanta gracia, sacada del tesoro de su
Divinidad, muy por encima de todos los ángeles y los santos, que Ella absolutamente siempre
libre de toda mancha de pecado y toda hermosa y perfecta, manifestase tal plenitud de
inocencia y santidad que no se concibe, en modo alguno, mayor después de Dios y nadie
puede imaginar fuera de Dios. Procuremos amar con sincera piedad filial a la Purísima Virgen
María, la toda hermosa. Coloquemos en un lugar de honor de nuestro hogar su Sagrada
Imagen y manifestemos con nuestra caridad que somos sus hijos.

Oración del día sexto

Señor Jesucristo, imagen de Dios invisible, por cuyo amor el Padre creó todas las cosas visibles
y las invisibles, recibe nuestra adoración, nuestro amor y nuestra acción de gracias por
habernos dado como Reina y Madre a la más bella de todas las creaturas, la Virgen
Inmaculada. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMEN.

La JaculatoriA para este día será: ¡BENDITA SEA LA SIEMPRE VIRGEN MARíA
TEMPLO Y SAGRARIO DE LA SANTíSIMA TRINIDAD!

Día séptimo

Lectura bíblica (Lc. 11,27-28)


Sucedió, pues, que mientras Jesús hablaba a la muchedumbre, una mujer de entre la gente le
dijo gritando: "Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron". Jesús repuso:
Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica".

Consideración

Consideremos cómo Jesús, al decir: "Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y
la ponen en práctica" nos enseña la grandeza de su Inmaculada Madre. En efecto, María
Santísima, llena de fe y concibiendo a Cristo en su mente antes que en su seno, mereció oír de
Isabel, inspirada por el Espíritu Santo estas palabras. "Bendita tú entre todas las mujeres y
bendito el fruto de tu vientre. ¡Dichosa Tú, que creíste, porque se cumplirá todo lo que te dijo
el Señor!".
Nadie pues, como la Virgen María acogió la Palabra de Dios meditándola en su Corazón y
poniéndola en práctica. Más todavía, solo Ella mereció encarnar en su purísimo seno a la
Palabra Eterna del Padre por obra y gracia del Espíritu Santo.
La existencia entera de María Santísima es una plena comunión con su Hijo. Ella fue siempre la
fiel acompañante del Señor en todos sus caminos. Anudó una historia de amor a Cristo, íntima,
santa y única, que culmina en la gloria. Procuremos imitar a María Santísima siendo dóciles a
las inspiraciones del Espíritu Santo, que en nuestros días nos impulsa a trabajar por la Justicia y
por la felicidad de los más pobres y necesitados.

Oración del día séptimo

Dios Todopoderoso, que enviaste el Espíritu Santo sobre los Apóstoles, reunidos en oración
con María, la Madre de Jesús, concédenos, por intercesión de la Virgen María, entregarnos
fielmente a tu servicio y proclamar nuestra fe en Cristo de palabra y con nuestra vida. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos AMEN.

La jaculatoria para este día será: ¡TODA HERMOSA ERES MARíA


Y NO HAY MANCHA ORIGINAL EN TI!

Día octavo

Lectura bíblica (Ap. 12,1-6.10.17)

Apareció una señal portentosa en el cielo: Una mujer vestida del sol, la luna por pedestal y
coronada con doce estrellas. Estaba en cinta y gritaba porque iba a dar a luz.
Apareció otro portento en el cielo: un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y
siete diademas en las cabezas. Con la cola barrió del cielo la tercera parte de las estrellas,
arrojándolas a la tierra. El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a
tragarse al niño en cuanto naciera.
La mujer dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. El niño fue
arrebatado y lo llevaron junto al trono de Dios. Mientras tanto, la mujer escapaba al desierto.
Se oyó una gran voz: Ya llega la victoria, el poder y el reino de nuestro Dios y el mando de su
Mesías.
Despechado el dragón por causa de la mujer, se marcho a hacer la guerra al resto de su
descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de
Jesús.

Consideración
Consideremos cómo los cristianos guiados por el Espíritu Santo, honramos con filial afecto de
piedad a la Virgen Inmaculada como a Madre amantísima. Ella nos dio a luz entre dolores al pie
de la cruz. Esta maternidad de la Purísima sobre nosotros no termina nunca.
Ella nos cuida mientras peregrinamos por este mundo para animarnos en los momentos de
peligro y de angustia y nos fortalece para luchar contra el mal y para lograr la fraternidad
universal hasta que seamos llevados a la Patria feliz.
La Purísima es como la señal que guía siempre a la Iglesia para que sea fiel a Jesús.
Alegrémonos al pensar que en la Iglesia Católica tenemos una verdadera Madre que es la
misma Madre de Cristo.
Procuremos tomar en serio nuestra pertenencia a la Iglesia. No faltemos a la Misa Dominical y
hagamos todo lo posible por participar en las actividades que se organicen en nuestra
Parroquia.

Oración del día octavo

Señor Jesucristo, Mediador nuestro delante del Padre, que constituiste a la Inmaculada Virgen
María, Madre tuya, para que fuera también Madre nuestra y Medianera delante de Ti. Haz que
todos los que acudimos a Ti para pedirte beneficios, nos alegremos de conseguirlos todos por
Ella. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMEN.

La jaculatoria para este día será: ¡MADRE NUESTRA: TU ERES EL HONOR DE NUESTRO PUEBLO!

Día noveno

Lectura bíblica (Eclo. 24, 5-6.14.24.30-31)

Yo salí de la boca del Altísimo engendrada primero que existiese ninguna criatura. Yo hice
nacer en los cielos la luz indeficiente y como nube cubrí toda la tierra. Desde el principio y
antes de los siglos fui creada y no dejaré de existir en todos los siglos venideros. Yo soy la
Madre del amor hermoso y del temor y de la ciencia y de la santa esperanza. En mi está toda la
gracia para conocer el camino de la verdad; en mi toda esperanza de vida y de virtud. Vengan a
mi todos los que me desean y sáciense de mis frutos. El que me escucha, jamás tendrá que
avergonzarse; aquellos que se guían por mí, no pecarán. Los que me dan a conocer tendrán la
vida eterna.

Consideración

Consideremos las palabras con las que el Romano Pontífice, Vicario de Jesucristo, definió como
verdad infalible de nuestra fe católica la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Dijo el
Papa: "Para honra de la Santísima Trinidad, para gloria de la Virgen María, Madre de Dios, para
alegría de la Iglesia Católica y aumento de la Religión Cristiana, con la autoridad de Nuestro
Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la Nuestra, declaramos,
afirmamos y definimos que ha sido revelada por Dios y, de consiguiente, debe ser creída firme
y constantemente por todos los fieles, la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María
fue preservada inmune de toda mancha de culpa original en el primer Instante de su
Concepción, por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de
Jesucristo, Salvador del género humano".
Procuremos despertar y avivar en nuestro corazón el amor filial a la Virgen Inmaculada y que el
cariño hacia Ella nos conduzca a la amistad con Jesucristo y a la reconciliación con nuestros
prójimos.
Oración del día noveno

Señor Jesucristo, que quisiste tener por Madre a la más hermosa, limpia y perfecta de todas las
creaturas; te suplicamos que nos concedas amar sinceramente a María Santísima, Nuestra
Señora, y procuremos Imitarla y servirla todos los días de nuestra vida. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos. AMEN.

La jaculatoria para asta día será: ¡QUE PODAMOS ALABARTE, VIRGEN SAGRADA
Y QUE SEAMOS FUERTES CONTRA EL PECADO!

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