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TECNICAS PARA ACUMULAR CALOR

Almacenamiento de calor: las diferentes opciones se acumulan

Se están desarrollando más opciones de almacenamiento térmico, pero ¿están a la altura de


las tecnologías de almacenamiento en sales fundidas en lo relativo a costes y rendimiento?

Andrew Williams. Información adicional de Rikki Stancich.


Los sistemas de conservación de calor son útiles para la CSP porque permiten el almacenamiento
directo sin la conversión a otras formas de energía. Hay varias opciones alternativas de
almacenamiento de energía de concentración solar en desarrollo. Entre ellas se encuentran el
grafito, la cerámica, las piedras, el aire y las sales fundidas en un único depósito. Pero, ¿qué valor
tienen en cuanto a costes y disponibilidad de recursos? ¿Ha sido alguna de estas tecnologías ya
probada?
Cerámica
En Alemania, Kraftanlagen Münhcen (KAM) ha estado desarrollando tecnología de
almacenamiento en cerámica durante varios años y la ha probado con éxito en una escala de
hasta 10 MWh en la central experimental y de demostración Jülich.

El módulo de almacenamiento, que se extiende a lo largo de los dos pisos de la torre, está
integrado en la central. El almacenamiento se lleva a cabo a temperaturas muy altas
(aproximadamente 700ºC) y de la misma manera en la que se almacenaría la energía
primaria. Cuando se descarga, el proceso es el inverso: El módulo de almacenamiento de calor
libera su energía y permite producir electricidad en días nublados.
“Es una tecnología fiable y rentable, que permite el aumento de la escala mediante módulos hasta
tamaños de varios cientos de MWh”, afirma Gerrit Koll, director de desarrollo de proyectos y jefe de
ventas en KAM.

El desarrollador de tecnología estadounidense Wilson Solarpower Corporation también ha


presentado una opción de almacenamiento que hace uso de la cerámica. “Básicamente, nuestra
batería solar incluye materiales secos (rocas, cerámica, etc.) que se sitúan en un contenedor bien
aislado. Durante el día, el calor recibido en los receptores solares pasa a través de
este depósito de almacenamiento. Nuestro sistema está diseñado para ser modular, así que el
almacenamiento puede diseñarse para entre 2 y 6 horas”, explicó el fundador de Wilson
Solarpower, Bruce Anderson, en una reciente entrevista (en inglés) para CSP Today.
Aire comprimido
El almacenamiento de energía en aire comprimido (CAES, por sus siglas en inglés) utiliza la
energía de las horas de menor demanda para poner en funcionamiento los compresores que
bombean el aire hacia los depósitos de almacenamiento o las cavernas subterráneas. El aire es
almacenado a presión y se expande a través de las turbinas para generar energía cuando se
necesita electricidad.
En los EE. UU. Brayton Energy está desarrollando de manera conjunta un sistema CAES híbrido
de disco y turbina del ciclo de Brayton. A principios de este año, los socios de Brayton en esta
operación, SolarCAT y Southwest Solar, compraron un terreno junto a la caverna de sal existente
cerca de Phoenix, Arizona. El lugar es perfecto para la instalación de un sistema de generación de
un máximo de 100 MWe, mientras que las cavernas de sal adyacentes pueden suministrar
alrededor de 1 GWh de capacidad para almacenamiento de energía.
“Estamos desarrollando el primer prototipo de sistema de prueba ahora en nuestro Research Park
de Phoenix”, indica Herb Hayden, presidente de Southwest Solar Tecnologies.
Grafito
En Australia, Lloyd Energy Systems está fabricando en Cloncurry, Queensland, un prototipo de un
sistema de almacenamiento de energía solar basado en grafito.

El proyecto hará de Cloncurry la primera ciudad australiana alimentada exclusivamente por energía
de concentración solar. El sistema incluye casi 7200 espejos, que dirigirán los rayos de sol hacia
los agujeros del fondo de 54 cubos de grafito elevados y los calentará a 1800ºC. Después, el calor
almacenado se usa para producir vapor para las turbinas cuando sea necesario.
Otra idea interesante es la noción de combinar los componentes del grafito, como el grafeno, con
la cerámica para así mejorar la capacidad de almacenamiento energético tal y como sugirió la
compañía estadounidense UC Supply.

“Estamos seguros de que el material cerámico mejorado con grafeno puede ampliar las
propiedades de almacenamiento térmica de la base de la unidad de almacenamiento en cerámica
y mejorar la transferencia térmica del calor generado por la CSP hacia dentro y fuera de la unidad
base. Por lo tanto, aporta una solución cerámica más receptiva y con mayor valor, adecuada para
las instalaciones de CSP a escala de servicio público”, indica Bob Guimarin, director de UC Supply.

Almacenamiento en rocas o piedras


La empresa británica Mansion Ecopartners ha desarrollado una solución de almacenamiento en
rocas, diseñada para usarse con un propietario de tecnología Fresnel Compact Linear (con un
único receptor que usa nitrógeno como fluido de transferencia térmica) o para generación de
energía convencional, desacoplando las turbinas de gas del ciclo Rankine. El fundador de la
empresa, Graham Ford, describe cómo funciona:
“Imagina un gran tambor lleno de piedras de un cierto tamaño a través de las cuales pasas el aire
calentado por el sol. Se envía aire a través de las rocas para formar una termoclina, una zona
caliente en la cima, una zona de transición y una zona fría en la parte baja. Esta disposición
almacena calor en la piedra y, si inviertes el flujo, puedes retirar el calor”.
Los sistemas que se basan en rocas tienen la ventaja de ser muy baratos. El sistema de Mansion
Ecopartners usa basalto como medio de almacenamiento, que es muy común y está fácilmente
disponible en muchos países.
Materiales de cambio de fase
Los materiales de cambio de fase, o MCF, usan menos material de almacenamiento y recipientes
de contención más pequeños en los que se convierte el material sólido en líquido (por lo tanto,
cambia de fase). El enfoque es bastante más eficiente que incrementar la temperatura del material
y puede reducir de manera considerable los costes de la energía de concentración solar, en
concreto, si se utiliza junto con la tecnología de generación directa de vapor.
Como ya señaló CSP Today anteriormente (en inglés), en mayo comenzó la construcción del
mayor proyecto del mundo de almacenamiento térmico en MCF situado en Carboneras, España.
Una instalación de 700 kWh bajo la tutela de ENDESA, Milenio Solar, Flagsol, SCHOTT, Senior
Berghöfer GmbH, MAN, y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR).
De manera independiente, el Departamento de Energía de los EE. UU. destinó recientemente un
total de hasta 21,5 millones de dólares a ocho contratos, cada uno con una duración de tres o
cuatro años, con universidades y empresas para que lleven a cabo investigaciones sobre los
MCF. Según Anoop Mathur, jefe de tecnologías en la estadounidense Terrafore, Inc, que
actualmente está trabajando en dos de los proyectos financiados por el DOE, mediante el uso de
un sistema de MCF-TES en una planta de CSP, el coste del almacenamiento térmico puede
reducirse en cerca de un 30%. además, el coste total de construcción de las plantas y producción
de electricidad puede disminuir en un 5-8%.
Comparación con las sales fundidas
Hasta la fecha, la tecnología más avanzada de almacenamiento térmico es el sistema de dos
depóstitos que usa sal fundida como medio de almacenamiento.

Este sistema indirecto está utilizándose en las plantas de colectores parabólicos Andasol 1-3 de
50 MW en el sur de España. Asimismo, está planeado para la central Solana, de Abengoa Solar,
en Arizona.

Como se describía en un artículo anterior (en inglés), las sales fundidas se almacenan en dos
contenedores, uno caliente y otro frío. Las sales, en su camino hacia el depósito caliente, son
calentadas a través del intercambiador de calor. Cuando es necesario recuperar energía térmica,
las sales salen y pasan a través del mismo intercambiador y pasan el calor al aceite, que alcanza
temperaturas de algo menos de 400ºC.
Otra opción es el sistema de almacenamiento de termoclina: incluye un único contenedor con una
zona caliente en la parte superior, una zona de transición y una zona fría en la parte inferior. Los
sistemas de un solo depósito que usan sales fundidas pueden disminuir de manera considerable el
precio del almacenamiento mediante la sustitución de algunas de la sales por cuarcita de bajo
coste y arena. SunLab informa de que la termoclina con cuarcita cuesta en la región 20$/kWh.
El desarrollador de tecnología Bell Independent Power Corp. está trabajando en un sistema de
almacenamiento en sales fundidas con un solo depósito que retira calor hasta que la sal está
sólida, y de esta manera hace uso de la capacidad de cambio de fase que tiene este
material. Según el jefe de Bell IPC, Joe Bell Jr., el sistema usa menos sal y funciona a
temperaturas más altas que el que tiene dos depósitos.
A principios de este año, Bell IPC firmó un acuerdo para la compra de energía con la empresa
Tucson Electric Power para extraer energía de una planta piloto de 5 MW con 1,5 horas de
almacenamiento térmico mediante el uso de su propia tecnología y en un único dispositivo.

Entonces, ¿cómo pueden competir otras tecnologías de almacenamiento con las sales
fundidas? Un factor que hay que tener en cuenta es que las sales fundidas generalmente se usan
a temperaturas más bajas. Esto significa que no siempre pueden compararse completamente con
otras alternativas.
“Probablemente las sales fundidas puedan aumentar su escala más que el almacenamiento en
cerámica. Los costes serían comparables, pero todavía no sabemos el coste del almacenamiento
en cerámica a gran escala, ni tenemos información exacta sobre los gastos para las sales
fundidas”, señala Koll.
“Los MCF parece que son menos rentables pero tampoco hay disponible información precisa sobre
ellos”, añade.

Una ventaja de usar el grafito y las rocas es que son muy comunes, así que no habrá “límites” en el
uso de estos materiales. El grafito tiene el valor añadido de incrementar su capacidad de
almacenamiento de calor cuando la temperatura se incrementa.
Hasta donde ha llegado la CAES, es generalmente efectiva pero debe situarse en los lugares
adecuados y a menudo requiere la instalación de una infraestructura relativamente compleja.

En último caso, el tipo de sistema de almacenamiento energético que se escogerá dependerá de la


tecnología CSP, el medio de transferencia térmica usado y los requisitos de temperatura de
funcionamiento.
En general, es probable que el almacenamiento térmico necesite más tiempo de desarrollo antes
de que sea completamente aceptado por el mercado. En concreto, este desarrollo necesitará
demostrar que dichas alternativas son eficientes en cuanto a pérdida de energía y disminución de
temperatura, que son competitivas en cuanto a costes con los sistemas existentes y que tienen una
larga vida útil.
Para responder a este artículo, escribe a: Andrew Williams
O ponte en contacto con la editora: Rikki Stancich
Imagen: Sistemas de almacenamiento en sales fundidas con dos depósitos, situados en Andasol 1-
3. (Solar Millennium)

http://es.csptoday.com/tecnolog%C3%ADa/almacenamiento-de-calor-las-diferentes-opciones-se-
acumulan

CARACTERÍSTICA
S TÉRMICAS DE
LOS MATERIALES
Se trata de definir las características térmicas de
los distintos materiales, difusividad y efusividad
térmica como clave para la elección de un
determinado material en detrimento de otro o
viceversa.

Las principales características a tener en cuenta


son las siguientes:

 Conductividad térmica (λ)


 Densidad (ρ)
 Calor específico (Cp)
 Calor específico volumétrico (ρCp)
 Difusividad térmica (a)
 Efusividad térmica (b)

El proceso de conducción de calor se produce de una


manera espontánea entre los cuerpos más calientes y
los más fríos, cuando entran en contacto, o dentro
de un mismo volumen de la parte más caliente a la
más fría.
La relación fundamental que describe el fenómeno de
la conducción fue propuesta por Joseph Fourier y se
conoce como ley de Fourier: “En cualquier lugar de
un medio isótropo, la densidad del flujo térmico
instantáneo es proporcional a la conductividad
térmica del material y su gradiente de temperatura”
(Sacadura, 1982):

φ = –λ grad T

La conductividad térmica (λ) expresa la capacidad de


conducción de calor que tiene el material, es por
tanto el cociente de la densidad del flujo térmico y
el gradiente de temperatura (W/mK). El rango de
valores de conductividad en los materiales es muy
amplio. Entre los que menos conductividad tienen o
aislantes, como es el caso de la espuma de
poliuretano (0,026 W/mK), y los más conductores,
como el cobre (389 W/mK), existe una relación de 1 a
15.000. Sin embargo, para los denominados como
materiales de construcción, incluidos los aislantes,
esta relación es sólo del 1 a 135.

La densidad (ρ) o masa volumétrica de un material,


define el coeficiente entre la cantidad de masa (Kg)
que caracteriza el material y el volumen unitario
(m³). Su valor se mide en Kg/m³. En este caso el
rango de calores, si se incluyen los metales guarda
una relación de 1 a 600, bastante menos que en la
conductividad. Estos varían desde 5 a 30 Kg/m³ en
los aislantes hasta 8900 Kg/m³ en el cobre. En
cambio, la relación es de 1 a 170 si se consideran
únicamente los materiales de construcción, relación
muy cercana a la que se da en la conductividad.

El calor específico (Cp) es la característica del


material que expresa la cantidad de calor necesario
(J) para aumentar un grado (1K) la temperatura de
una unidad de masa (Kg); se mide en J/KgK. El calor
específico determina la capacidad de un material
para acumular calor. Su valor, que depende del
material, tiene un rango de variación bastante menor
para la mayoría de materiales de construcción de 1 a
4; el rango está comprendido entre 500 y 200J/KgK y
pocos materiales salen de este rango. Un caso
especial es el del agua, cuyo calor específico es
particularmente elevado (4187 J/KgK). Por ello, el
agua es utilizada como medio de almacenamiento
térmico en una gran variedad de aplicaciones.

Las propiedades enunciadas anteriormente son las


características elementales de cualquier material
desde el punto de vista térmico. El estudio del
comportamiento de los materiales cuando están
sometidos a cambios cíclicos del clima del lugar
obliga a introducir otras características más
complejas en combinación con las anteriores
características elementales.
Imagen: Lista de materiales y sus propiedades
térmicas a temperatura ambiente.

Fuente: Arquitecto E. M. González

En primer lugar analizaremos el producto del calor


específico por la densidad, conocido como el calor
específico volumétrico (pCp). Éste determina la
capacidad de almacenamiento de calor de un
determinado material o su capacidad volumétrica. El
calor específico de los materiales no sufre grandes
variaciones entre los diferentes materiales, por lo
tanto, la capacidad de almacenamiento de calor está
íntimamente ligada a su densidad. Es por esta misma
razón por la que cuando hacemos referencia a
elementos de alta capacidad de almacenamiento de
calor siempre pensamos en grandes muros de piedra,
hormigón o ladrillo.

Otras características que cabe remarcar y analizar


para comprender el comportamiento de los materiales
ante los cambios que se producen en su entorno
inmediato son la difusividad térmica y la efusividad
térmica.

La difusividad y la efusividad térmica son


parámetros complejos que se obtienen a partir de los
anteriores parámetros simples (λ, pCp) y dependen de
su combinación correctamente definida y expresando
cada uno una propiedad física característica:

 Difusividad térmica (a): Expresa la capacidad de un


material para transmitir una variación de
temperatura.
a = λ/ρCp
 Efusividad térmica (b): Expresa la capacidad de un
material para absorber o restituir un flujo de calor
o potencia térmica (Lavigne, 1994).
b = (λρCp)½

A diferencia de la densidad (ρ) y el calor


específico volumétrico (ρCp), que expresan la
capacidad de almacenamiento de un material,
la difusividad térmicaexpresa lo que se denomina
como velocidad de difusión de la temperatura de
determinado material. Si se somete a un cambio de
temperatura a dicho material su temperatura variara
en mayor o menor medida, cuanto mayor sea la
variación mayor será su difusividad térmica.
Considerando un intervalo de temperatura reducido,
es decir, una conductividad térmica (λ) constante la
ecuación de conservación de energía en conducción
pura será:

ρCp(dT/dt) = λΔT

dT/dt = aΔT, donde el coeficiente: a = λ/ρCp es el


denominado como difusividad térmica, medida en m²/s.

Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que la


difusividad térmica será mayor con el aumento de la
conductividad y con una disminución del calor
especifico volumétrico. El rango de variación de la
difusividad térmica será aproximadamente de 1 a 12
para los materiales de construcción, incluyendo los
aislantes, salvo en algunos casos especiales.

En la tabla que se adjunta anteriormente podemos


comprobar las semejanzas de materiales que son
completamente distintos en su composición pero que
tienen una gran semejanza en cuanto al
comportamiento en relación con la variación de la
temperatura interna de los materiales cuando los
sometemos a un cambio semejante de temperatura.
La efusividad térmica determina el flujo de calor
que el material absorbe de acuerdo a su estado
térmico, es decir, la efusión de una potencia
térmica dentro de un material.

Consideremos un material de dimensión semi-infinita


a una temperatura uniforme T0. La superficie del
material es llevada bruscamente a una temperatura
T1. El cálculo de la densidad de flujo que pasa a
través de la superficie puede hacerse a partir de
la Ley de Fourier (Sacadura 1982):

φ0 = −λ(dT/dt)x=0 = (T1-T0)(λρCp/πt)½= b (T1-


T0/(πt)1/2), donde b = (λρCp)½ es la efusividad
térmica del material en (J/m²Ks½).

La densidad de flujo (flujo térmico por unidad de


área, W/m²) que penetra en el material es
proporcional a su efusividad.

https://pedrojhernandez.com/2014/04/09/caracteristicas-termicas-de-los-materiales/

ALMACENAMIENTO DE CALOR

Un resumen de materiales comúnmente usados en la construcción y sus valores de masa


térmica se muestra a continuación (Blue Ridge ICF, 2016), mostrando la materialidad
típicamente usada para construir en la ciudad.
El uso de masa térmica en edificaciones es recomendado especialmente para lugares que
tengan variaciones de temperatura considerables en un lapso de 24 horas, como es el caso de
Quito. Sin embargo, en periodos prolongados de cielos nublados (que suele pasar en Quito) la
masa térmica no tendrá una fuente de calor para abastecerse (en este caso del sol), por lo
que ciertos edificios podrían sentirse más fríos de lo habitual en ciertas épocas del año.

http://www.entedesign.com/2016/08/10/climatizacion-en-quito

CARACTERÍSTICAS
TÉRMICAS DE
LA GUADUA
La conductividad térmica (λ) Expresa la capacidad de conducción de calor que tiene el
material, es por tanto el cociente de la densidad del flujo térmico y el gradiente de
temperatura (W/mK). El rango de valores de conductividad en los materiales es muy
amplio. Entre los que menos conductividad tienen o aislantes, como es el caso de la espuma
de poliuretano (0,026 W/mK), y los más conductores, como el cobre (389 W/Mk.)

La densidad (ρ) O masa volumétrica de un material, define el coeficiente entre la cantidad


de masa (Kg) que caracteriza el material y el volumen unitario (m³). Su valor se mide en
Kg/m³.

En este caso el rango de calores, si se incluyen los metales guarda una relación de 1 a 600,
bastante menos que en la conductividad. Estos varían desde 5 a 30 Kg/m³ en los aislantes
hasta 8900 Kg/m³ en el cobre. En cambio, la relación es de 1 a 170 si se consideran
únicamente los materiales de construcción, relación muy cercana a la que se da en la
conductividad.
El calor específico (Cp) Es la característica del material que expresa la cantidad de calor
necesario (J) para aumentar un grado (1K) la temperatura de una unidad de masa (Kg); se
mide en J/KgK.

El calor específico determina la capacidad de un material para acumular calor.

Un caso especial es el del agua, cuyo calor específico es particularmente elevado (4187
J/KgK). Por ello, el agua es utilizada como medio de almacenamiento térmico en una gran
variedad de aplicaciones.

Difusividad térmica (a) Es un índice que expresa la velocidad de cambio, y flujo de


temperaturas, en un material hasta que alcanza el equilibrio térmico.

En unidades del sistema internacionalse expresa como m²/s, siendo habitual emplear el
cm²/s

https://nathaliahernandezgarq.wordpress.com/2014/09/02/caracteristicas-termicas-de-la-
guadua/

CAPACIDAD CALORÍFICA Y CALOR


ESPECÍFICO.
La capacidad calorífica
es la relación entre el calor suministrado y el aumento correspondiente de temperatura, es decir que los diferentes
materiales tienen su forma muy particular de absorber y retener el calor.
Para medir la capacidad calorífica bajo unas determinadas condiciones es necesario comparar el calor absorbido por
una sustancia (o un sistema) con el incremento de temperatura resultante. La capacidad calorífica viene dada por:

C=∆Q/∆T
Donde:

C= capacidad calorífica, que en general será función de las variables de estado.


Q = es el calor absorbido o suministrado por el sistema.
ΔT = la variación de temperatura

Calor especifico.
El término "calor específico" tiene su origen en el trabajo del físico Joseph Black, quien realizó variadas
medidas calorimétr icas y usó la frase “capacidad para el calor”. En esa época la mecánica y
latermodinámica se consideraban ciencias independientes, por lo que actualmente el término podría parecer
inapropiado; tal vez un mejor nombre podría ser transferencia de energía calorífica específica, pero el término está
demasiado arraigado para ser reemplazado.

Calor especifico: es una magnitud fís ica que se define como la cantidad de calor que hay que
suministrar a la unidad de masa de una sustancia o sistema termodinámico para elevar su temperatura en
una unidad (kelvin o grado Celsius). En general, el valor del calor específico depende de dicha temperatura
inicial.

El calor específico es una propiedad intensiva de la materia, por lo que es representativo de cada sustancia; por
el contrario, la capacidad calorífica es una propieda d extensiva representativa de cada cuerpo o
sistema particular.
Cuanto mayor es el calor específico de las sustancias, más energía calorífica se necesita para incrementar la
temperatura; Por ejemplo, se requiere ocho veces más energía para incrementar la temperatura de un lingote
demagn esio que para un lingote de plomo de la misma masa.

La formula que representa al calor especifico es la sig.

Ce= Q/(m) (∆T)


Donde:

Q= cantidad de calor
m= masa
∆T= cambio o variación de la temperatura.

Ejemplos
¿Qué cantidad de calor se necesita aplicar para incrementar la temperatura de 50g de vidrio de 20 a 50°C?
Datos Formula Sustitución
M=50g Q=(m)(Ce)(∆T) Q=50g(0.199 cal/g°C)(50-20)=298.5cal
To=20°C
Tf=50°

Calor especifico y Capacidad calorifica de algunos


materiales.
En la tabla se puede ver que de los materiales comunes poseen una gran capacidad calorífica el agua muros de
agua, la tierra o suelo seco compactado (adobe, tapia), y piedras densas como el granit o junto a los metales
como el acero. Estos se encuentran entre los 500 y 1000 kcal/m³ ºC.

Luego se encuentra otro grupo que va de 300 a 500 kcal/m³ ºC entre los que se ubica la mayoría de los materiales
usuales en la construcción actual, como el ladrillo, el hormigón, las maderas, los tableros de yeso roca y las piedras
areniscas.

En un último grupo se encuentra (3 a 35 kcal/m³ ºC), los aislantes térmicos de masa como la lana de vidrio ,
las lanas minerales , el poliestireno expandido y el poliuretano expandido que por su "baja densidad"
debido a que contienen mucho aire poseen una capacidad calorífica muy baja pero sirven como aislantes térmicos.

Un caso especial es el aire (0,29 kcal/m³·K; 1,214 J/m³·K), que sirve como un medio para transportar el calor en los
sistemas pasivos pero no para almacenar calor en su interior.
http://elcalor-equipo2.blogspot.com/2010/11/calor-latente.html

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