Pruebas de Equilibrio

El equilibrio es una función compleja que permite a las personas mantenerse en línea recta o
erecta, pero, requiere el buen estado de diversas estructuras como, fibras nerviosas, músculos,
órganos del sistema nervioso central, como, por ejemplo, núcleos vestibulares y cerebelosos
que logran mantener el equilibrio a partir de reflejos posturales (Rodriguez & Rodriguez,
2003). Gómez (2006), señala que los humanos pueden mantener el equilibrio estático y
dinámico a través de tres sistemas principales reguladores; el vestibular; visual; y el
propioceptivo, todos interrelacionados para lograr movimientos coordinados. Es importante
la evaluación del equilibrio, ya que cuando se sospecha una alteración en él, es posible que
la afección esté en cualquiera de las estructuras involucradas en su correcta mantención.

Para valorar el estado del equilibrio mediante la evaluación del sistema vestibular, García;
Garrido & Villuendas (2011) sugieren realizar los siguientes ejercicios:

- Marcha en Tándem: El paciente debe caminar con los ojos cerrados tocando la punta
de un pie con el talón del otro.
- Prueba de Barnay: El paciente debe estar de pie con los ojos cerrados y brazos
extendidos frente a las manos del evaluador, quien tendrá que valorar las desviaciones
de los brazos del paciente.

Por otra parte, Rodríguez et al. (2003) mencionan a las siguientes pruebas para equilibrio:

- Romberg: El paciente debe estar de pie con brazos extendidos hacia el frente y la
cabeza hacia atrás y ojos cerrados. El examinador sostendrá la cabeza con sus manos
a la altura de los hombros y de a poco irá soltando el apoyo.
- Romberg sensibilizada: El paciente debe estar de pie con un pie delante del otro,
brazos extendidos y las mismas indicaciones para Romberg simple.

Existe otro tipo de evaluación para el equilibrio, como lo es la escala de TINETTI que es
aplicada en adultos mayores con la finalidad de valorar las dificultades que les generan
cotidianamente las caídas por el mal equilibrio y la calidad de la marcha, es decir, mide el
riesgo de caídas en el adulto mayor y cómo afecta a su vida diaria. En los anexos se encuentra
la escala con los ítems que evalúa y la forma de puntuación.
Finalmente, cabe destacar, que existen otras pruebas de equilibrio estático que suponen
mayor dificultad como mantener el equilibrio en un pie, equilibrio en forma de “T”, entre
otras, sin embargo, siempre dependerá de los signos y síntomas que presente el paciente para
decidir qué prueba se va a realizar y si es necesario utilizar escalas que identifiquen la
discapacidad o dificultad considerable en la vida diaria.

Anexos

Fuente: Recuperado desde

http://salpub.uv.es/SALPUB/practicum12/docs/visidom/Escalas+Instrum_valoracion_atencion_domiciliaria/023_TINETI_escala_marcha
_equilibrio.pdf
Fuente: Recuperado desde
http://salpub.uv.es/SALPUB/practicum12/docs/visidom/Escalas+Instrum_valoracion_atencion_domiciliaria/023_TINETI_escala_marcha
_equilibrio.pdf
 Referencias

García, J., Garrido, J., & Villuendas, M. (2011). Exploración neurológica y atención
primaria. Bloque I: pares craneales, sensibilidad, signos meníngeos. Cerebelo y
coordinación. SEMERGEM, 293-302.
Gómez, O. (2006). Audiología Básica. Colombia: Univesidad Nacional de Colombia.
Rodríguez, C., & Rodríguez, R. (2003). Neurootofisiología. Mexico: Mc Graw Hill.