En primer lugar debemos saber que la música clásica es el conjunto de las
composiciones escritas para instrumentos sinfónicos como las cuerdas,
maderas, metales, percusión y que comúnmente se interpretan en salas de conciertos o teatros. Originariamente los conciertos de música clásica eran por excelencia una de las actividades culturales y de ocio más representativas en la alta burguesía. Es de entender, por ello, que las personalidades que asistían a estos conciertos lo hacían de manera vanidosa y con un alto grado de sofisticación en las formas. Y como todo aquello que perdura en el tiempo, sufre evoluciones. Y los conciertos de música clásica no han quedado excluidos de ellos. Actualmente los protocolos de asistencia a estos actos se han relajado bastante no tan sólo en la forma de vestir sino también en cuanto al comportamiento se refiere. No obstante, debemos recordar que el comportamiento en un espectáculo de este tipo, suele tener algunas normas o reglas similares a las de una ceremonia que siguen estando vigentes en la actualidad. Todas ellas son las mismas que se deben tener en cuenta cuando se asiste a cualquier otro espectáculo, pero en este caso parece que son más respetadas o al menos se conservan un poco mejor. Entre las normas mencionadas anteriormente se encuentran las siguientes: Nunca debe llegar tarde. Debe plantearse llegar con 10 a 15 minutos de antelación a la hora de inicio de la función. No se debe permanecer mucho tiempo en los pasillos, y debe ocupar su asiento lo antes posible. No se puede entrar todos en masa cuando suena el timbre o voz de aviso de comienzo del concierto. Para pasar a sentarse si ya hay personas sentadas, pase de frente a ellos. Si está charlando con sus compañeros de asiento, la charla debe cesar en cuanto apaguen o bajen las luces de la sala. Salvo una gran necesidad, no debe abandonar su asiento en medio del concierto. Si le da una tos persistente, estornudos o cualquier otro tipo de manifestación algo ruidosa, lo mejor que puede hacer es salir un momento al pasillo o al baño y tratar de que se le pase. No se habla, se silva o se hace cualquier otro ruido en medio del concierto. Tampoco es correcto comer nada durante el concierto. Fumar está totalmente prohibido. Debe aplaudir solamente cuando termine la ejecución de cada pieza o cada tramo de la obra. Cuando la función es muy prolongada, puede que el director de orquesta salga varias veces a saludar. A la hora de abandonar el teatro o auditorio espere a que vayan saliendo los ocupantes de los asientos más cercanos a los pasillos. No se quede hablando con amigos o conocidos en los pasillos. A la entrada debe dar una propina al acomodador que le acompaña a su asiento. Y al salir, si hay guardarropa, puede dejar también una propina al recoger su abrigo. Tanto la entrada como la salida del teatro o auditorio debe ser silenciosa, ordenada y tranquila. Al asistir a un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional, se les pedirá a todos los asistentes que apaguen sus teléfonos y no usen cámaras fotográficas o de video.
La atmósfera que rodea a un concierto de música clásica no debe intimidar a
nadie, ya que cualquier persona puede asistir sin tener que contar con unos requisitos previos que no pueda cumplir, tanto de vestuario como de comportamiento. Salvo ocasiones muy especiales, los conciertos de música clásica no tienen mayores requisitos que cualquier otro espectáculo como el teatro, el ballet, o cualquier otra función similar. Debemos recordar que aunque no se requiera de manera específica, se debe asistir a este tipo de conciertos algo más arreglado que a otro tipo de espectáculos. También podemos encontrarnos con recitales de música clásica al aire libre. En este tipo de recitales o conciertos las normas pueden variar bastante de las dadas para los recintos cerrados. Como lo son las siguientes: Las personas suelen vestir de sport. Dependiendo del lugar de celebración, se puede hasta hacer un pequeño picnic mientras se escucha el concierto. Siempre con discreción se puede mover libremente por el parque o instalaciones al aire libre, escuchar una pieza nada más e irse, sentarse a medio concierto, etc. Hablar con un tono de voz bajo.
En cuanto a la vestimenta, actualmente la asistencia a un concierto no
implica un código de vestido único. Y lo que se recomienda es, que la persona se vista de la forma que considere más cómoda y agradable de acuerdo con el lugar y la hora del evento. Un dato importantísimo es que no necesariamente se debe conocer la música para asistir a un concierto. Aunque si deberíamos saber aunque sea el concepto de esa música para estar preparados y acordes para el momento, y así no llevarnos una sorpresa al momento del evento.