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JEAN CLAUDE FILLOUX - “EPISTEMOLOGÍA, ÉTICA y CIENCIAS de la EDUCACIÓN”

De las Ciencias Pedagógicas a las Ciencias de la Educación

El paso de las ciencias pedagógicas a las ciencias de la educación trata de una descentralización
de los problemas pedagógicos. Al inicio de una investigación pedagógica siempre se refiere a la
mejora de una práctica educativa centrada en el pedagogo.

La intencionalidad de las ciencias de la educación tiene una aspiración diferente: la de un saber,


de una investigación fundamental sobre el hecho educativo.

El educador puede esperar de las ciencias pedagógicas una mejora del proceso de enseñanza-
aprendizaje tal como se establece en las instituciones escolares. Y, de las ciencias de la
educación puede esperar el replanteo de ese mismo proceso destacando su falta de especificidad
o inconsistencia.

La investigación pedagógica es una investigación cerrada, ya que se encierra en el problema tal


como el pedagogo se lo plantea. En cambio, la contribución de las investigaciones en ciencias
de la educación para el desarrollo educativo está en la novedad de los interrogantes que abordan.

Dimensiones de investigación sobre la actividad de enseñanza

Gage pretende circunscribir los comportamientos y las características del docente en sus
relaciones con los conocimientos. Establece tres categorías de dimensiones de exploración:

1) Variables que refieren a comportamientos, actitudes y características de los educadores:


el rol del educador, que incluye los métodos utilizado, las actitudes relacionales y los
sistemas de valores; herramientas o medios para la enseñanza tales como manuales,
películas, etc.; y las características personales de los educadores, como su edad, sexo,
clase social, años de antigüedad, inteligencia, afectividad, etc.

2) Variables de situación: interacción en la clase (relaciones funcionales entre profesor y


alumnos y entre éstos, percepciones y representaciones interpersonales) y el fondo
social de la enseñanza (medio profesional del maestro, relación con los colegas y
responsables administrativos, medio sociocultural de los educandos).

3) Variables de situación: el nivel de la enseñanza (clase, categoría de enseñanza) y el


contenido (materia, disciplina enseñada).

Parecería existir una relación pedagógica en sí, abstracta, posible de aislar de los obstáculos
administrativos, de las características de personalidad del maestro y de los alumnos, de sus
expectativas de roles o, también, que todo proceso enseñanza-aprendizaje sea de orden
relacional. Al pasar del interés de las ciencias pedagógicas, centradas en el desarrollo del niño, a
un interés creciente por la interacción conjunto entre el niño y las expectativas, las actitudes del
educador, se intenta echar luz sobre dimensiones inscriptas en el desarrollo de la ciencia del acto
de enseñar.

Variables desconocidas y pedagogía científica


Se transforma un “hacer” empírico en un “hacer” técnico, por medio de la experimentación de
procedimientos de enseñanza diferentes con una muestra de alumnos y controlando sus efectos
donde el investigador se halla frente al problema planteado por y en el campo pedagógico.

Lo importante no sería la sustitución de una psicopedagogía por una investigación específica, o


dicho de otro modo, la aplicación de la psicología de la afectividad a la acción pedagógica. Se
estaría tratando de emprender una nueva exploración compleja a partir de hipótesis surgidas del
psicoanálisis o de las psicologías de las motivaciones que debe llevar a las propias conclusiones.

La investigación pretende dejar de lado los estereotipos sobre la autoridad del maestro al
momento de buscar la significación misma de dichos estereotipos en el discurso de los
educadores a través del análisis de los aspectos institucionales y psicológicos de las relaciones
de poder, del deseo de dependencia y contradependencia o bien, el dejar atrás estereotipos que
se relacionan con la simpatía o la antipatía.

Así es como las investigaciones enmarcadas en la psicología, la psicopedagogía y la sociología


de la educación, en el ámbito del proceso enseñanza-aprendizaje como centro de las
investigaciones de la pedagogía científica, son susceptibles de permitir la consideración de
algunas hipótesis que una problemática de intencionalidad directamente pedagógica sería
incapaz de lograr. Se destaca entonces que, a la pedagogía como experimental, científica, le
connota la de pedagogía relacional.

Investigación fundamental e investigación-intervención

Las ciencias de la educación se relacionan con las pedagógicas, dado que ambas ayudan a la
solución de problemas ligados a la acción pero, se diferencian en la disposición a la acción.
También lo hacen en cuanto los procedimientos clínicos, al lado de procedimientos
experimentales o de laboratorio.

Travers propone que el fin de la investigación consista en el desarrollo de un cuerpo organizado


de conocimientos científicos relativo a los fenómenos del proceso de educativo, del
descubrimiento de las leyes o de las generalizaciones de los comportamientos en la situación
educativa. Este autor se opone a las tendencias puramente experimentalistas porque, sostiene
que hay que evitar sostener sólo “un” proceso científico. Dice que una parte de la investigación
debe dedicarse a los procedimientos clínicos susceptibles de abordar no inmediatamente
accesibles a otros tipos de investigación a nivel de las percepciones, representaciones,
expectativas, demandas y deseos en la situación educativa.

La investigación situada puede transformarse en factor de cambio a nivel del objeto situado, sin
que por ello abandone su status intrínseco de investigación fundamental, lo cual evidencia una
dimensión original en relación a la acción, la cual puede ser sistematizada.

En caso que la investigación participe de una voluntad inicial de intervención mediante la re-
introducción de sus resultados a nivel de la organización o del grupo objeto de investigación, se
pasa de una investigación que no es aplicada, sino que es acción. Podría llamarse investigación-
intervención porque el investigador es también un consultor al momento de hacer posible el
auto análisis del objeto de la investigación.

La situación pedagógica total es cuestionada por la investigación, en sus finalidades, postulados


e hipótesis. Aquí el investigador es un agente del proceso por el cual los actores sociales,
administradores, profesores, alumnos de la escuela, al tomar consciencia de sus propios
problemas se pueden plantear claramente y en sus propios términos lo atinente a las actitudes,
de método y relación. La investigación se convierte en innovación al introducir en el ámbito de
la acción, la posibilidad de conocer, comprender o transformar.

Investigación y formación de educadores

La extensión del campo de conocimientos de las variables en juego en el proceso de enseñanza-


aprendizaje favorece un cambio en la concepción de la formación de los futuros educadores y de
los que ya se encuentran en ejercicio. Al descubrir la importancia de las actitudes relacionales
conduce a la organización de cursos que favorecen las experiencias de grupo así como la
reflexión sobre la experiencia anterior del educando, además de la problemática de la enseñanza
en relación con los conocimientos disponibles.

El paso de las ciencias pedagógicas a las ciencias de la educación redefine los procedimientos
para la formación pedagógica. En cuando cuestiona la influencia del curso de psicopedagogía o
el de perfeccionamiento para profesores experimentados, también lo hace con la necesidad de
inserción del futuro educador en una experiencia educativa formadora, a disposición de la
pluralidad de modelos que ya existen.

La formación de educadores es ejercida en un tipo de sociedad cambiante donde no se puede


cambiar el hecho “formación” de las contradicciones institucionales y culturales donde ella está
inserta. Se podrían tomar en cuenta investigaciones que tengan que ver con las representaciones
que unos y otros se hacen sobre las instituciones, de las necesidades de cambio, de las salidas
laborales, de la sociedad en perspectiva. Así se podría situar las necesidades sociales y la
representación individual de dichas necesidades y su relación con las demandas personales.

Quidditas del investigador y del practicante

El investigador funciona como un agente de investigación que deja en su objeto investigado, su


propia impronta. Al ser formado lo ha sido orientado hacia métodos, técnicas y actitudes de
investigación y explicitación operatoria del deseo de saber.

Cuando el investigador se encuentra frente a una investigación-intervención, está inscripto en un


movimiento en el que el feedback es un facilitador de un cambio en el objeto. La esencia de su
accionar está en la constitución del saber que será materia de ese feedback. Es decir que, el
investigador que lleva a cabo una investigación en un establecimiento escolar es, diferente de
cualquiera de los actores sociales comprendidos (educadores, administradores, alumnos).

Es importante distinguir en las ciencias de la educación, aquello que en la escolástica llamaban


“quidditas” del practicante y la del investigador, es decir, establecer la esencia del investigador
de la del practicante. Pues dicha diferencia se encuentra en el nivel del deseo del saber, puesto
que el pedagogo posee un deseo diferente del investigador, dado que para éste no se trata de
asegurar la apropiación de un saber sino, de constituir ese saber.

Esto no excluye que un educador no pueda realizar investigación, pero no podrá ser ambas cosas
al mismo tiempo. Esto es así porque investigar no quiere decir desarrollar una investigación, ya
que éste da comienzo cuando la innovación, la experiencia, es analizada y observada por un
agente de investigación definido como tal, que deja su marca sobre el contenido de lo
investigado que, por su mediación se constituye en saber. En conclusión, un docente no puede
ser a la vez, investigador de su propia enseñanza.
Posibilidades y límites de la ciencia de la educación

La significación de la óptica de las ciencias de la educación sobre el hecho educativo en relación


a las ciencias pedagógicas tradicionales, se pone de manifiesto a nivel de la investigación
relativa al proceso de enseñanza-aprendizaje, donde las ciencias pedagógicas toman como
objeto de investigación lo mismo que las ciencias de la educación investigan: el pedagogo en
problemas.

En las ciencias de la educación, la exploración del proceso enseñanza-aprendizaje, se hace


verdadero el abordaje de lo económico, lo antropológico y psicológico de los sistemas
educativos, y, de la administración escolar. Las ciencias de la educación se presentan contra las
motivaciones de seguridad propias de docentes y pedagogos investigadores ya que permiten
interrogar las posiciones habituales de los problemas pedagógicos y del propio fin de la
educación.

Complemento sobre la investigación en la educación

Las ciencias de la educación deben construir su objeto como cualquier otra ciencia, sería
erróneo pretender poner límites en su campo a saberes elaborados por otras disciplinas.
Existen metodologías clínicas importantes para la realización de la comprensión de la relación
enseñanza-aprendizaje y los resultados de la investigación abren interrogantes en los
investigadores practicantes. No es lo mismo estar en investigación que conducir una, por ello,
las quidditas del practicante y la del investigador, no pueden reducirse a una sola investigación.

La epistemología de las ciencias de la educación remite a las de las ciencia humanas en general,
por lo que hay problemas de ética que se encuentran ligados a los epistemológicos. Granger
sostiene que la ciencia elabora modelos de representaciones cada vez más abstractos para
objetivar algo vivido o un dato de percepciones más concretas. En ese trabajo de objetivación y
de construcción, las ciencias duras, en que las ciencias humanas siempre quisieron inspirarse,
participan de una epistemología clásica, canónica.

Actualmente, los especialistas de las ciencias exactas se cuestionan la noción de objetividad, ya


sea por abandono de la creencia en una verdad total o por el fin de la ciencia misma. Por su
parte, la psicología y la psicopedagogía intentan eliminar o reducir la subjetividad del
investigador y así, la objetivación de los datos vividos por actores sociales, hará el intento de
traducirse en modelos cuantificables.

Tomando el punto de vista de las ciencias específicas del sujeto individual y colectivo, ésta
interesa tanto a los procedimientos de investigación y a los dispositivos como a la actitud de
investigación, la posición del investigador. Es decir, es necesario admitir la subjetividad y
necesidad de la implicación del investigador.

El conocimiento clínico no sólo consiste en utilizar entrevistas en una investigación (ya sean
directivas, semidirectivas o no directivas), cuestionarios de observación de individuos o grupos,
sino en la implicación del investigador en todo esto. La investigación clínica comprende el
control de éstas, la constitución del espacio o distancia que se tome de la experiencia y su
regulación que, contrariamente al proceso experimental, reacciona a la angustia propia del
investigador y exige tener consideración de aquellas resistencias propias de quien investiga.
Las ciencias de la educación están en crisis como la totalidad de las ciencias humanas por lo que
se hallan en búsqueda de renovación y desarrollo.

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