Professional Documents
Culture Documents
Periodo colonial
La obtención de metales preciosos y su posterior envío a la metrópoli fue uno de
los objetivos básicos y más extendidos del proceso colonizador. Sin embargo,
existe escasa evidencia de que los europeos practicaran la minería en la etapa
colonial temprana. Existían enormes acumulaciones de metal ya procesado,
conservadas en tesoros en poder los imperios precolombinos que resultaban
fáciles de obtener en el marco de los enfrentamientos de la conquista y
considerando la superioridad tecnológica del armamento de los conquistadores.
Tomando en consideración exclusivamente la búsqueda de metales preciosos y
los límites de lo que actualmente es el territorio de Argentina, puede afirmarse que
la región de Famatina fue una de las más renombradas de la época. La
información acerca de la ubicación exacta de los depósitos estaba en poder de los
pobladores originarios de la zona, por lo tanto se mantenía en el secreto o bien
estaba perdida. Sin embargo la relativa abundancia del recurso facilitaba la
exploración y la detección de los elementos buscados.
Los primeros intentos de explotación de los yacimientos del Famatina tuvieron
lugar hacia fines del siglo XVI y principios del XVII y estuvieron a cargo de un
grupo de jesuitas que, según documentación existente, habían obtenido de los
pobladores originarios la información necesaria para abordar con éxito la
explotación.
Periodo Revolucionario
En los primeros meses de 1813 se reunió en Buenos Aires la primera Asamblea
Constituyente con el objeto de crear el marco legal general del nuevo estado. En
mayo de 1813 se aprobaron disposiciones tendientes a la regulación y el fomento
de las actividades mineras.
Durante época de Rosas se desarrollaron con variado éxito una serie de
emprendimientos de exploración y explotación de yacimientos mineros. En varios
casos, la explotación de yacimientos abandonados en su momento, fueron
retomadas décadas después, con mejores resultados a partir de la aplicación de
nuevas tecnologías.
Durante su presidencia entre los años 1868 y 1874, Sarmiento desarrolla acciones
con el objeto de dar impulso a la minería, apoyando iniciativas y emprendimientos
y fundamentalmente creando instituciones educativas especializadas en minería y
mineralogía. Estas acciones encontrarían la oposición o, en el mejor de los casos
la indiferencia de los sectores políticos y económicos más poderosos de la época,
que estaban fuertemente comprometidos con el desarrollo y la explotación de los
recursos agro granaderos con destino a la exportación.
El 1 de mayo de 1887 entró en vigencia el Código de Minería, con carácter de ley
nacional. Este instrumento legal y sus accesorios, complementos y
modificaciones, con el agregado de las normas de los estados provinciales,
constituye el marco jurídico dentro del cual se desarrolla la actividad minera.
Entre los 1860 y 1900, antes que el auge del petróleo era, para mover la
maquinaría industrial el uso del carbón y especialmente el del tipo hulla, en esa
época se descubrieron interesantes (hasta el 2017 nunca racionalmente
explotados) yacimientos de hulla en las provincias de Provincia de San Juan, más
exactamente en La Cuenca Paganzo y en la cuenca de Guandacol en La Rioja.
En los 1880 la República Argentina consolidó su soberanía en Esquel y sus
importantes yacimientos o placeres auríferos, estos yacimientos fueron someros
aunque redituablemente explotado.