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Brasil acoge hoy la mayor comunidad ucraniana de América Latina y una de las
mayores del mundo, contando con 2.000.000 personas, entre ucranianos y
descendientes. El 80% de ellos vive en el estado de Paraná.
Los ucranianos forman el segundo contingente eslavo que emigró para Brasil, sólo
detrás de los polacos. La inmigración ucraniana en Brasil comenzó efectivamente
entre 1895 y 1896. En apenas dos años, cerca de 50 mil ucranianos desembarcaron
en Brasil. La gran mayoría fue encaminada para el Paraná, donde se convirtieron en
pequeños agricultores. Hasta la década de 1920, habían emigrado ya a Brasil
aproximadamente 150 mil ucranianos, la mayor parte provenientes de Galizia y
regiones acerca. El número de inmigrantes de hecho, debe haber sido mayor,
teniendo en cuenta que una gran parte de Ucrania estaba dominada por el Imperio
austrohúngaro y por Polonia, y muchos inmigrantes poseían pasaporte
austrohúngaro o polaco.
La mayoría de los ucranianos en Brasil trazan sus raíces en la región oriental
ucraniana de Galitzia.
En el siglo XIX, Galitzia era una región empobrecida, económicamente agraria
subdesarrollada del Imperio austrohúngaro. La mayoría de los ucranianos étnicos
eran campesinos que ocupaban pequeñas parcelas de tierra. A medida que la
población aumentaba, las familias campesinas tenían menos tierra para subsistir, en
1890 una finca campesina era de un promedio de sólo 6 acres (2,4 hectáreas) de
tamaño. Esta situación creó un tremendo incentivo para emigrar. Los ucranianos de
Galitzia pertenecían a la Iglesia católica greco-ucraniana. Los sacerdotes casados,
que tenían educación superior formal (estudiando en seminarios en Viena y Lviv),
formaron la comunidad ucraniana de élite educada social y dominaban la vida social,
política y cultural de la Galitzia ucraniana. Los aristócratas en Galitzia fueron en gran
parte étnicamente polacos, y en el curso de la lucha contra ellos, los sacerdotes
étnicos ucranianos y campesinos desarrollaron un fuerte sentido de patriotismo
ucraniano y una tendencia a resistir la asimilación.
Lengua y cultura
Educación
Las Siervas de María Inmaculada tienen a cargo más de 60 escuelas primarias, 17
jardines de niños ucranianos, y dos escuelas secundarias. También operan un
internado en Prudentópolis, así como instrucciones de enseñanza en el idioma
ucraniano. En el internado sólo se habla ucraniano.
Como resultado de una enmienda a la constitución del estado de Paraná iniciado por
la diputada ucraniano-brasileña Vira Vichymyshyn Azhibert, el idioma ucraniano se
enseña en las escuelas estatales. En marzo de 2012, se impartió en 12 escuelas del
estado con 1.600 estudiantes, el número de escuelas públicas que adopten el idioma
ucraniano se espera que crezca.
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