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Unidad 1
Fundamentos de las obligaciones
Sesión 1
Obligaciones
Texto de apoyo
Módulo 9. Obligaciones civiles y mercantiles, títulos y
operaciones de crédito
Unidad 1. Fundamentos de las obligaciones
Sesión 1. Obligaciones
Texto de apoyo
Índice
Presentación.......................................................................................................................................... 2
Las obligaciones en Derecho Romano .................................................................................................. 3
Schuld y haftung ................................................................................................................................ 5
Elementos de las obligaciones en Derecho Romano.......................................................................... 6
Clasificación de las obligaciones ........................................................................................................ 7
Fuente de las obligaciones en el Derecho Romano ......................................................................... 10
Obligaciones en el derecho contemporáneo ........................................................................................ 12
Elementos de la obligación............................................................................................................... 13
Clasificación de las obligaciones ...................................................................................................... 15
Derecho real y personal ................................................................................................................... 16
Fuente de las obligaciones .................................................................................................................. 17
Hechos y actos jurídicos .................................................................................................................. 17
Otras fuentes de las obligaciones..................................................................................................... 19
Cierre................................................................................................................................................... 23
Fuentes de consulta ............................................................................................................................ 24
Legislación ....................................................................................................................................... 24
Presentación
Desde el inicio de la ciencia jurídica y de su objeto de estudio –el derecho–, se pueden reconocer de
manera inmediata los términos obligación y, por supuesto, derecho, con los cuales no es posible
entender al mundo jurídico; por lo que, en la labor formativa del futuro abogado, es indispensable
adentrarse en la definición y la evolución del concepto obligatio iuris (como en un primer momento se
le conoce), advirtiendo las influencias germánicas posteriores del schuld y el haftung, que se verían
enriquecidas por la tradición jurídica francesa en el caso específico de los Estados Unidos Mexicanos.
Con el estudio particularizado del concepto, se habrán de derivar los estudios correspondientes a las
fuentes de la obligación desde el legado histórico, en específico de los pensadores y jurisconsultos
romanos, en la incorporación realizada por Gayo y Justiniano y de los vocablos resultantes en
latinismos que hasta la fecha la legislación mexicana no sólo contempla sino aplica en la solución de
casos concretos.
No se debe omitir la necesidad del estudio particularizado del hecho y el acto jurídico como fuente
eminentemente generadora de obligaciones, y de los elementos que constituyen tanto la obligación
como los efectos del cumplimiento e incumplimiento del deber que se crea entre el acreedor y el
deudor. De esta manera, el panorama obligacional se ve enriquecido en su estudio por la
diferenciación entre los denominados derechos reales y derechos personales precisamente para la
determinación del surgimiento de obligaciones, la diferenciación entre éstos y los efectos que de
manera objetiva crean en el mundo real y jurídico.
Las instituciones del corpus iuris civilis del Derecho Romano constituyen la médula de derechos y
obligaciones tanto en la doctrina como en la legislación contemporáneas. El origen del concepto
obligaciones nace en el campo del Derecho Penal, toda vez que la víctima tenía un derecho de
venganza en contra del infractor, es decir, cada familia, cada grupo se hacía justicia por propia mano
que, en muchos de los casos era más grave la venganza al ejercitar la reacción, que la propia ofensa.
Por lo que surgió la necesidad de limitar la venganza, creándose así la Ley del Talión, que se resume
en la vieja fórmula: “Ojo por ojo y diente por diente”, lo cual significó que el ofendido sólo tenía derecho
equivalente al de la magnitud del daño que hubiere sufrido.
Con el tiempo, el ofensor podría comprar al ofendido o a su familia el derecho de venganza, lo que
entrañaba un pago. Si el ofensor lo realizaba en forma inmediata se extinguía la obligación, pero como
en pocas ocasiones el pago no se efectuaba, se requirió instrumentar un procedimiento de tal
prestación. Entonces, un miembro de la familia quedaba ob-ligatus, o sea “atado” o “ligado” en la
domus (casa) de la víctima en calidad de rehén. En esta forma, la obligación antigua era una “atadura”,
o sea, “en garantía del cumplimiento y prestaciones nacidas de delito”, como nos recuerda el Maestro
Guillermo Floris Margadant (1985:308). De lo anterior se infiere que existía una equiparación entre un
delincuente y una persona que incumplía una legislación civil. Tanto el delincuente como el que pedía
un préstamo monetario respondían con su propia persona y eran reducidos a condición servil.
Al establecerse que en primer lugar debía pedirse el pago y que solamente faltando éste el acreedor
podría accionar la vía ejecutoria sobre la persona, por primera vez la obligatio (garantía del pago
futuro) tomó un significado eminentemente patrimonial, por lo que se hizo objeto de la acción y del
pago, no así del corpus y, así, la reducción a la condición servil se tradujo en una institución del
procedimiento ejecutivo, resultante en la acción directa contra la persona.
Los tratadistas en historia del Derecho Romano coinciden que el contrato formal más antiguo en la
sociedad romana fue el nexum. No obstante, se enfrentó la particularidad de que un ciudadano romano
fuera esclavo de otro y por lo tanto, los nexa (nexos) fueron considerados como servorum loco,
(ocupar el lugar de un siervo).
Hasta el año 326 a. C., se emitió la Lex Poetelia Papiria, se prohibió el encadenamiento de un
ciudadano, su venta o su muerte, disponiendo que el deudor respondiera solamente con sus bienes
(peculium), salvo que derivara de la comisión de un delito.
Schuld y haftung
El Derecho Germano adquiere una gran relevancia al producirse en el siglo XV la recepción romanista,
en la cual se logra la distinción de la obligación en dos aspectos: deuda (schuld, que corresponde al
debitum del ius civilis) y responsabilidad (haftung, que corresponde a la obligatio del Derecho
Romano). La deuda consiste en el deber de cumplir con la prestación por parte del sujeto pasivo de la
obligación (debitor) y la responsabilidad que deriva ante el incumplimiento del deudor que le confiere al
acreedor (creditor) un medio de ejecución, a través de una acción.
En esta forma, la deuda es un deber de prestación del deudor. No obstante, en el antiguo lenguaje
jurídico se utiliza también la palabra “deuda” para expresar el deber por parte del acreedor de recibir la
prestación. Profundizando en lo anterior, Webner aclara que: “En el derecho antiguo, schuld no
entrañaba ninguna idea de compulsión; ésta resultaba de haftung que se añadía a aquella asegurando
su ejecución, pero conservando ambas su respectiva independencia” (citado por Schilman, 1967:123).
La responsabilidad era una garantía; por ella se debía suministrar una satisfacción en caso de
incumplimiento del schuld, conservando no obstante su independencia, al extremo de que
históricamente la responsabilidad del tercero ha precedido a la responsabilidad propia.
Sujetos: Cualquiera de los siguientes (podía estar integrado por una o más personas):
- Activo o acreedor (creditor): Es el titular del derecho subjetivo relativo sobre la conducta del
deudor.
- Pasivo o deudor (debitor): Es quien tiene la carga o deber jurídico de cumplir con su conducta,
a “pagar”, con un hacer, no hacer o dar al acreedor.
Objeto: Entendida la obligación como un lazo (liga-vinculum) entre dos o más personas con
consecuencias de derecho, se puede simplificar la obligación del sujeto pasivo (debitor), en
prestar únicamente ciertas acciones u omisiones consistentes en un dar, hacer, no hacer (dare,
facere, praestare, y pati). Por lo tanto, el contenido de la obligación se reducía en la antigua Roma
a:
- Dar (dare): Hacer propietario o constituir un derecho real, rendir o prestar servicios.
- Hacer (facere): Todo acto que implique observar un determinado comportamiento,
comprendiendo la abstención y devolución de una cosa a su propietario.
- Prestar (praestare): Responder de algo o garantizar de algo.
- Pati: abstenerse de algo, tolerar algo.
En esta forma, el obligado o deudor, contraerá una deuda u obligación que deberá satisfacer a favor
del acreedor, en los términos de la deuda.
Ahora bien, para su estudio, las obligaciones tanto en las Instituciones de Justiniano como en la
actualidad, se han clasificado de la siguiente manera:
Obligaciones unilaterales y sinalagmáticas: En las primeras, los deberes corren a cargo de una
sola de las partes; mientras que en las segundas se presentan obligaciones y derechos para
ambas partes.
Obligaciones stricti iuris y bonae fidei: Las obligaciones stricti iuris venían del derecho quiritario y
la característica es que el deudor debía cumplir de forma estricta con lo pactado en ellas, a
diferencia de las obligaciones bonae fidei en donde el juzgador tenía la facultad de interpretar la
obligación del sujeto pasivo y fundar su fallo atendiendo a la equidad. Esto da como consecuencia,
que el derecho se suavice al tomar en cuenta no sólo las obligaciones pactadas sino también la
voluntad de las partes y otras circunstancias.
Obligaciones divisibles e indivisibles: Las obligaciones son divisibles cuando la prestación se
puede ejecutar en partes, sin alterar su esencia. Son indivisibles cuando no es susceptible ni
material ni jurídicamente de ser ejecutada en partes.
Por ejemplo, un caballo del cual dos hermanos son copropietarios, no podrán partirlo
a la mitad para dividirlo entre ambos, porque ello no es naturalmente posible.
Obligaciones civiles, honorarias y naturales: De acuerdo con Padilla las obligaciones civiles:
…son las que están protegidas por una acción para el caso de incumplimiento, lo que significa que tienen
un respaldo procesal que emana del Derecho, el cumplimiento de estas obligaciones se exige con base
en un oportere, es decir, un deber jurídico reconocido y sancionado por el ius civile (2008:150).
Las obligaciones honorarias son las que reciben su sanción de los edictos de los magistrados:
…otorga la acción con base en un hecho (factum), que no está reconocido por el ius civile, esto es,
carece de oportere; sin embargo, para evitar que alguien se vea afectado por carencia de disposición
Por otra parte, las obligaciones naturales no se encontraban provistas de una acción, sin embargo,
este tipo de obligaciones aun así producían consecuencias jurídicas:
…son las que se generan por los actos negociales de los alieni iuris, como los esclavos, hijos e hijas de
familia, las obligaciones de los sui iuris que se convierten en alieni iuris se conservan como naturales; sin
embargo, producen en ocasiones determinados efectos jurídicos, de manera que si se paga alguna
deuda contraída por alguno de éstos, el acreedor podrá hacer la soluti retentio (retención del pago), sin
que pueda el deudor alegar después que pagó lo que no debía (indebiti solutio), por lo que no podrá
ejercitar la condictio para recuperar lo pagado (Padilla, 2008:150).
Las obligaciones también se clasificaban de acuerdo con los sujetos que en ella intervienen:
En estas obligaciones el acreedor tiene derecho a exigir el crédito integro total y cada deudor deberá
cubrir la deuda en su totalidad. Con el tiempo se otorgó una acción al deudor que pagaba el crédito
total para perseguir a los demás cuando no habían llegado a un convenio respecto del pago.
A mediados del siglo II d. C., Gayo en las Institutas establece que las
obligaciones pueden nacer de los contratos y de los delitos. Sin embargo, es
de destacar que el elemento del consentimiento ya aparece en la obra del
autor citado, toda vez que en las obligaciones se opone tal concepto al del
delito.
Al tiempo Gayo (1845) observa que en la clasificación antes mencionada existe una gran cantidad de
causas generadoras de obligaciones, las cuales no se pueden clasificar como contratos ni como
delitos, por lo que la perfecciona incluyendo varias especies de causa, como son el comodato, la
fiducia, el depósito, la prenda etcétera. Esta fuente adicional de causas generadoras de obligaciones
aparecen en la obra de Gayo bajo el título Res cottidianae o librerum cottidiarum sive aureorum, (De
las cosas cotidianas o Libro diario o de las cosas de oro).
Floris (1985) comenta que en el Corpus Iuris Civiles se encuentran varias citas, ilustrando que para los
bizantinos estas cuatro fuentes no agotaban la materia en cuestión. Es el caso de la pollicitatio y el
votum (ofertas unilaterales hechas de forma espontánea y libre a una ciudad o un templo), esto es, la
declaración unilateral de la voluntad.
Por otra parte, tenemos una clasificación justiniana de las obligaciones, tomando como base la
gayana, a partir de la cual realiza una división cuatripartita, conforme a su forma de nacimiento:
Ex contractu: De un contrato.
Quasi ex contractu: De un cuasicontrato.
Ex maleficio: De un delito.
Quasi ex maleficio: De un cuasidelito.
En realidad lo que Justiniano llama cuasicontratos son negocios en los que falta un consentimiento
bilateral y que a pesar de ello surgen obligaciones, aun cuando alguna de las partes no las hubiera
deseado, tal es el caso de la tutela, en donde se generan obligaciones entre tutor y pupilo; o el caso de la
indebiti solutio (pago de lo indebido), en donde una persona que ha recibido un pago de lo que no se le
debía, está obligada a restituir lo que recibió sin causa. En ambos casos las partes han quedado
vinculadas jurídicamente sin existir un acuerdo previo.
Por lo que se refiere a los llamados cuasidelitos, son hechos ilícitos que desde época clásica fueron
considerados delitos por el pretor, pero que Justiniano los encuadra en sus Instituciones como
cuasidelitos, atendiendo a la diferenciación, al parecer, de que los delitos son hechos dolosos y
cuasidelitos son culposos (2008:153-154).
Obligaciones en el derecho contemporáneo Es por esta razón que Borja Soriano considera que
Fuente: http://bit.ly/2iwPDSo
para alcanzar una definición acabada de obligación,
es necesario incluir no solamente a los sujetos sino también al objeto y a la relación jurídica, por lo que
se puede definir la obligación en los siguientes términos: “es la relación jurídica por virtud de la cual
un sujeto llamado deudor queda vinculado jurídicamente respecto de otro sujeto llamado acreedor a
realizar una conducta que puede consistir en un dar, en un hacer o en un no hacer” (Borja, 2014:752).
Elementos de la obligación
Se compone por los sujetos (activo y pasivo), una relación jurídica personal y un objeto.
Sujetos: El activo es el acreedor, es decir, el titular del derecho y el pasivo es el obligado (deudor).
No puede haber acreedor sin deudor y viceversa, no puede haber deudor sin acreedor. No
obstante, sobre un derecho puede haber varios acreedores y varios deudores, o bien, tener un
solo acreedor y tener varios obligados, así como haber varios acreedores y un solo deudor.
Relación jurídica personal: Ésta debe estar amparada y reglamentada por la ley, a diferencia de la
relaciones de etiqueta o morales que carecen de sanción y no se puede instrumentar la coacción
para exigir su cumplimiento. El acreedor cuenta con una facultad legal llamada derecho subjetivo,
que lo faculta para exigir del deudor o deudores el cumplimiento de una obligación, esto también
es conocido como la facultas exigendi. Puede consistir en un dar, un hacer o un no hacer cuando
se trata de derechos personales, o bien, el derecho que la ley otorga al acreedor para el efecto de
aprovechar en forma inmediata y directa un derecho real (erga omnes, es decir, contra cualquier
persona).
Para el caso de incumplimiento por parte del deudor, las autoridades competentes se encuentran
facultados para sancionar, inclusive ejecutar sobre ellos el uso de la fuerza pública De ahí la
importancia de insistir en que se trata de relaciones jurídicas vinculatorias y que ante su
incumplimiento puede utilizarse la vía coactiva que la ley le otorga al acreedor.
El objeto de la relación jurídica: Consiste en lo que el acreedor puede exigir al deudor, lo cual
puede ser una prestación (dar una cosa o prestar un hecho) o una abstención (obligación del
deudor de no hacer o prestar algún un hecho). En todo caso, el objeto de la obligación siempre
será una conducta.
- Obligación de dar: Esta obligación se encuentra regulada por el artículo 2011 del Código Civil
de la Ciudad de México, antes Distrito Federal, que a la letra dice:
Sobre la enajenación temporal del uso o goce de cosa cierta, se puede ejemplificar
con la renta de un departamento en condominio por el plazo de un año al ser el
mínimo permitido por la legislación en la Ciudad de México.
- Obligaciones de hacer y no hacer: En el primer caso, el obligado debe prestar un hecho, tal
como los servicios profesionales de un abogado, para lo que las partes fijan en común acuerdo
la retribución debida (artículo 2606 del CCF). Respecto a la obligación de no hacer, al obligado
se le exige una abstención, en caso contrario, deberá responder por los daños y perjuicios
(artículos 2027 y 2028 del CCF).
Como ejemplo, para las obligaciones de no hacer tenemos una unidad condominal
en un centro turístico frente al mar, donde sólo se puede construir hasta cierta altura,
porque se impedirían la vista panorámica al vecino. Si el infractor construye a una
altura mayor de lo autorizado, el acreedor podrá exigir que sea destruida a costa del
obligado.
Existen diversas clasificaciones de las obligaciones, pero aquí analizaremos sólo algunas de ellas:
Atendiendo a la materia o relaciones que regula: Civiles, cuando los sujetos son o actúan en su
calidad de particular. Mercantiles, cuando tienen por objeto un acto de comercio o bien las partes
son comerciantes. Mixtas, cuando para una de las partes es mercantil y para la otra civil. Al
respecto, pueden observarse los artículos 4° y 5° en relación con el artículo 75°, todos del Código
de Comercio vigente.
De dar, aquéllas en las que el sujeto pasivo deberá entregar un bien (entregar las llaves de la
casa que se vendió). Hacer, cuando la prestación consiste en la realización de un servicio (una
asesoría jurídica). No hacer, cuando el objeto implica una abstención (no invadir el predio vecino
con árboles, no construir bardas que impidan u obstaculicen la visión, no construir encima de la
banqueta pues es una vía pública, no instalar medidores trucados o diablitos en el medidor de luz).
Simples, aquéllas en donde existe un sujeto activo, un sujeto pasivo, respecto de un objeto
específico, bien determinado y que su nacimiento y su extinción se dan casi en forma instantánea.
De acuerdo con la doctrina, los derechos subjetivos se clasifican en derechos reales y personales:
Derecho real: Es el poder directo e inmediato sobre una cosa, pero en su aspecto externo aparece
como una obligación de sujeto o sujetos pasivos de respetar el derecho que tiene el titular. Las
características de la obligación real son las siguientes:
- La obligación incumbe al deudor en lo personal, no sólo por ser titular del bien que garantiza la
deuda.
- Si se trasmite el bien, la obligación sólo afecta al nuevo titular, no al anterior, porque la deuda
sigue a la cosa, se trasmite ipso jure (de pleno derecho).
- El obligado sólo responde con la cosa o el bien dado y no con todo su patrimonio.
Por otra parte desaparece la obligación si abandona la cosa dada en garantía a favor del acreedor. Es
el caso de la prenda, en que se ofrece como garantía un bien mueble para garantizar el cumplimiento
de una obligación y su preferencia en el pago. También podemos citar la hipoteca, que es un derecho
real que no se entrega al acreedor al celebrar el contrato, pero que da derecho a este caso de
incumplimiento de la obligación, a ser pagado con el valor de los bienes, en el grado de preferencia
establecido por la ley.
Derecho personal: Sólo concierne al deudor en lo personal y no a otra persona, aunque puede
trasmitirse a un tercero y el deudor responde del cumplimiento de la obligación con todos sus
bienes. Un ejemplo es la obligación nacida del pagaré; otro, la nacida de los contratos civiles, una
más, aquella surgida de la compraventa internacional de mercaderías, de igual forma, la nacida de
la licitación pública con el gobierno estatal o federal y en donde se tiene que cumplir con el hacer o
con el dar como prestación.
a) Los actos jurídicos sancionados por la ley y que se clasifican como bilaterales y unilaterales.
b) Los hechos jurídicos y la ley: Estos hechos jurídicos son voluntarios e involuntarios. Los voluntarios
se clasifican en lícitos e ilícitos. Los lícitos son el enriquecimiento sin causa y la gestión de
negocios. Los ilícitos, los daños y perjuicios, que pueden clasificarse en contractuales (se derivan
de la libre manifestación de la voluntad y sancionada por la ley) y extracontractuales (se refieren a
la responsabilidad objetiva independientemente de la voluntad del obligado). Los hechos jurídicos
involuntarios, como ya se explicó son acontecimientos de la naturaleza.
Acto jurídico: “El acto jurídico es una manifestación de voluntad que se hace con la intención de
producir consecuencias de derecho, las que son reconocidas por el ordenamiento jurídico”.
(Rojina, 2001:115). Los actos jurídicos se clasifican a su vez en unilaterales y bilaterales:
- Unilaterales: Son resultado de la exteriorización de la voluntad de una sola persona, como por
ejemplo el testamento que es un acto personalísimo, revocable y libre.
- Bilaterales: Concurren dos o más voluntades. Sobre éste encontramos como ejemplo el mutuo
(artículo 2384 del CCF), donde las partes se obligan recíprocamente. El mutuante se obliga a
transferir la propiedad de una suma de dinero o de otras cosas fungibles al mutuatario, quien se
obliga a devolver otro tanto de la misma especie y calidad.
Hecho jurídico: En sentido general, “todos aquellos acontecimientos naturales o del hombre que
originan consecuencias de derecho”. En sentido estricto es “todo aquel acontecimiento natural o
del hombre generador de consecuencias de derecho, no obstante que cuando proviene de un ser
humano, no existe la intención de crear consecuencias” (Rojina, 1981:9). Por otra parte, la
doctrina clasifica a los hechos jurídicos en lícitos e ilícitos.
Como ejemplo de los hechos lícitos se puede citar a la gestión de negocios, donde
una persona sin estar obligada se encarga de un asunto de otro y debe actuar como
si fuera el dueño del negocio. Debe dar aviso de su gestión al dueño y esperar su
decisión y, si no fuere posible, debe continuar hasta la conclusión del asunto.
Por otra parte, el CCF señala que es ilícito aquel hecho que es contrario a las leyes de orden público o
a las buenas costumbres. El hecho jurídico ilícito constituye una acción antijurídica, contraria a la ley o
la moral social, anula el contrato que lo tiene por objeto o finalidad principal. Procede el examen del
hecho ilícito que genera obligaciones y que previene el artículo 1910 del CCF, en donde se determina
la obligación en contra del causante de reparar el daño.
Por otra parte, hay otros hechos que son acontecimientos naturales o accidentales que no son
realizados por las personas, pero que afectan directamente a sus intereses y que se definen como
hechos jurídicos en sentido estricto.
Declaración unilateral de la voluntad: Es la declaración que hace una persona que produce
consecuencias de derecho. Nuestra legislación las regula de la siguiente forma:
- Oferta al público. Una persona emite una oferta, por lo que queda obligada a sostenerla
durante cierto tiempo (artículo 1860 del CCF).
La ofertas que se realizan en las tiendas de departamentales durante “El buen fin”.
Los anuncios para localizar alguna cosa o una mascota extraviada. Quien cumpla con
la condición que se señale podrá exigir el pago de la recompensa ofrecida.
Paco compra a Toño un terreno en el que se sembrará cierto producto y se pacta que
la cosecha será de Memo.
Enriquecimiento ilegítimo: “El que sin causa se enriquece en detrimento de otro está obligado a
indemnizarlo de su empobrecimiento en la medida que él se ha enriquecido” (artículo 1882 del
CCF). Existen cuatro elementos de enriquecimiento ilegítimo:
La gestión de negocios: Se genera cuando una persona sin mandato expreso se encarga del
asunto o negocio de otra. Cuando la persona efectúa la gestión de negocios, se crean
obligaciones tanto para el gestor como la persona a cuyo favor se gestionó el asunto o el negocio.
Gestor
Dueño del negocio o persona cuyo
asunto se gestiona
- Debe obrar conforme a los intereses del
dueño del negocio.
- Desempeñar la gestión con la misma - Cumplir con las obligaciones contraídas
diligencia que lo hace para sus negocios por el gestor.
o asuntos propios. - Si la gestión hubiera sido útil, pagar los
- Dar aviso inmediato, en cuanto sea gastos erogados por el gestor, y en su
posible, de la gestión realizada al dueño caso los intereses legales de los mismos.
del negocio.
Hecho ilícito: Todo hecho contrario a las leyes, en el cual cuando éste cause daño a otro, nace la
obligación de su reparación. En términos de los artículos 1915 del CCF: “La reparación del daño
debe consistir a elección del ofendido en el restablecimiento de la situación anterior, cuando ello
sea posible, o en el pago de daños y perjuicios…”.
Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en sus sentimientos, afectos,
creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspecto físicos, o bien, en la
consideración que de sí misma tienen los demás. Se presumirá que hubo daño moral cuando se
vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la integridad física o psíquica de las personas.
El responsable del daño moral tendrá la obligación de repararlo mediante una obligación pecuniaria. El
monto de la misma lo determinará el juez, tomando en cuenta los derechos lesionados, el grado de
responsabilidad, la situación económica del responsable y de la víctima.
En un artículo, una periodista llama “encueratriz” a una artista y afirma que su hija es
“bastarda”. La periodista es sentenciada al pago de daños porque la legislación
mexicana no distingue entre hijo natural y legítimo.
Riesgo profesional: En caso de que algún trabajador sufra un accidente durante sus funciones de
trabajo o se enferme como consecuencias de las mismas, nace una obligación para el patrón,
quien deberá pagar la indemnización correspondiente, según que hayan traído como
consecuencia la muerte o simplemente la incapacidad temporal o permanente para trabajar
(conforme al artículo 1935 del CCF).
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
En esta sesión has podido constatar el nacimiento del término obligación, a través de sus
antecedentes e influencia del Derecho Germánico. Asimismo, es de considerarse el conjunto de
elementos conceptuales, económicos, políticos y sociales que han propiciado la construcción de dicho
concepto en la actualidad, el cual se materializa en las legislaciones y jurisdicciones, modificándose en
aras de la mejora continua principalmente en lo que respecta a su aplicación.
También has estudiado cuáles son las fuentes de las obligaciones (principales y eventuales),
determinando, además, las “otras fuentes de las obligaciones” que más que accesorias, devienen
jurídicamente válidas en virtud de contenerse dentro de la propia legislación y a las que el legislador
les otorga plenos efectos jurídicos, en caso de surtirse los supuestos enunciados dentro de la ley
sustantiva.
De lo anterior, se desprende una correcta preparación de las fuentes obligaciones actuales, fungiendo
de preámbulo para el estudio de las siguientes unidades y sesiones, pues constantemente deberás
referirte a la fuente como al efecto, a fin de entender (ya en materia civil o mercantil) la necesidad
imperante de colocar al acto jurídico y las fuentes obligacionales en un primer término para el correcto
acuerdo de voluntades cuando así sea necesario.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Legislación