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IMPLEMENTACION DE BUENAS PRACTICAS AGRONOMICAS DEL CULTIVO DE TOMATE

(Lycopersicun esculentum, Mill.) BAJO CONDICIONES PROTEGIDAS

Presentado por:

ERIKA PAOLA MONTIEL PASTRANA


EDUARDO PETRO PEREZ

Presentado a:

LUIS ALFONSO RODRIGUEZ PAEZ


I. A.

TRABAJO DE INVESTIGACION DEL CULTIVO DE TOMATE BAJO CONDICIONES


CONTROLADAS PARA OPTAR A UNA NOTA PARCIAL DEL CURSO DE AGRICULTURA
PROTEGIDA

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA.
FACULTAD DE CIENCIAS AGRÍCOLAS
PROGRAMA INGENIERÍA AGRONÓMICA
MONTERÍA- CORDOBA
2013
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El tomate (Solanum lycopersicum, mill), según las clasificaciones botanicas es

una planta de la familia de las solanáceas (Solanaceae) originaria de América y cultivada

en todo el mundo por su fruto comestible, llamado tomate (o jitomate en el centro

de México). Dicha hortaliza es una baya muy coloreada cuando madura, típicamente de

tonos que van del amarillento al rojo, debido a la presencia de

los pigmentos licopeno y caroteno.

El tomate en Colombia está disperso por todo el país, pues se cultiva en 19

departamentos; sin embargo, más del 80% de la producción está concentrada en los

departamentos de Cundinamarca, Norte de Santander, Huila, Valle, Santander, Tolima,

Antioquia, Boyacá, Cesar, Nariño, Atlántico y Guajira. Este sistema de producción es

altamente generador de empleo. Se calcula que una hectárea requiere alrededor de 160

jornales por ciclo de producción, lo cual representa alrededor de 2.309.440 jornales

utilizados en el país anualmente en este cultivo. El rendimiento promedio por hectárea a

nivel nacional es de 25 ton/ha y corresponde al rendimiento obtenido en condiciones de

producción a campo abierto. Bajo estas condiciones se ha desarrollado en zonas con

alturas entre los 0 y 2.100 m.s.n.m., o sea, en regiones de climas cálidos a frío moderado.

Sin embargo, las condiciones climáticas imperantes en estas regiones, principalmente en

las épocas de sequía o lluvia, afectan la productividad de los cultivos por los cambios

extremos de temperatura y humedad relativa, que favorecen el ataque de plagas y


enfermedades, ante lo cual el productor utiliza más cantidad de plaguicidas y fertilizantes

para lograr mayor productividad, así, incrementa los costos de producción que está

aproximadamente alrededor 12.980,478$/ha, disminuye la rentabilidad, y causa graves

daños de contaminación al medio ambiente, esto ha hecho que, el pasar de los años , el

área sembrada haya disminuido cerca de 17,5%; por consiguiente, el productor se ha visto

forzado a buscar nuevas alternativas tecnológicas para el cultivo, como es la siembra bajo

condiciones protegidas.

Teniendo en cuenta lo anterior, este proyecto está encaminado a emprender acciones

para desarrollar un plan de producción de hortalizas (tomate) enfocado a consolidar

sistemas de Buenas Prácticas Agrícolas, acorde con la tendencia mundial de producción

más limpia, que permitan cumplir con los preceptos de sostenibilidad y manejo ecológico

del agroecosistema, como requisitos fundamentales par a buscar la sostenibilidad, la

rentabilidad y la competitividad del sistema de producción hortícola y, además, de

acceder a los mercados externos y a su vez conocer todos los aspectos fitosanitarios del

cultivo con el propósito de lograr una buena formación con respecto a este cultivo.

2. JUSTIFICACION

El país, consciente de la necesidad de implementar sistemas de Buenas Prácticas

Agrícolas, ha venido desarrollando normatividad al respecto. El cultivo de tomate en

Colombia utiliza gran cantidad de agroquímicos. Un alto porcentaje de los costos de

producción está relacionado con la compra y aplicación de insumos, entre ellos los
agroquímicos, productos que los tomateros usan de una manera excesiva y que, además

de encarecer los costos de producción (1,236.230$/ha), causan serios disturbios al medio

ambiente y a la salud de los consumidores y de los mismos productores. [Secretaria de

agricultura 2009].

Desde el punto de vista de sanidad vegetal, el empleo excesivo de plaguicidas y su

aplicación tipo calendario rompen el equilibrio biológico y destruyen los insectos

benéficos. Muchas de las especies dañinas de plagas de importancia secundaria se tornan

primarias ante la presión de plaguicidas. El producto que se obtiene normalmente

contiene contaminantes químicos no permitidos, o se usan en forma excesiva aquellos

que son permitidos, y contaminantes biológicos que afectan la salud del productor, del

consumidor, y el medio ambiente. Un factor de consideración en las pérdidas económicas

del sector, es la pérdida de valor del producto como consecuencia del detrimento de la

calidad durante la producción, el manejo pos cosecha, el almacenamiento y la

distribución.

Además de los aspectos de higiene e inocuidad, se consideran como base para alcanzar la

sustentabilidad de la producción agrícola, la salud de los trabajadores y el cumplimiento

de las normativas laborales dentro del marco de la producción agraria comercial. La

obtención de productos hortícolas bajo un sistema de Buenas Prácticas Agrícolas

constituye una necesidad urgente, debido a la preocupación de los gobiernos por

contribuir significativamente a la mejora de la calidad de vida de sus habitantes, y a las

exigencias impuestas por los exportadores o empresas agroindustriales que trabajan bajo
un sistema de “análisis de puntos críticos de control y riesgos” (HACCP, por su sigla en

inglés), o por aquellas que están en proceso de certificación (FAO, 2003).

Es por ello que se requiere con urgencia la capacitación del productor en el manejo

integrado del cultivo bajo invernadero, encaminado a la aplicación y establecimiento de

esquemas de buenas prácticas agrícolas que permitan asegurar la inocuidad del producto

y evitar daños al medio ambiente, todo esto es lo que se pretende con la realización de

este proyecto.

3. OBJETIVOS

3.1. OBJETIVO GENERAL

 Implementar buenas prácticas agronómicas en la producción de tomate

(Solanum lycopersicum, mill), bajo condiciones protegidas

3.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Definir buenas prácticas agronómicas del cultivo de tomate (Lycopersicum

esculentum) en el corregimiento de retiro de los indios, municipio de cerete.

 Cumplir estrictamente el cronograma de actividades

 Identificar las variables que afectan la producción de tomate a campo abierto

 Realizar análisis físico-químico del suelo en el que se desarrollara la tecnología

 Evaluar protocolo de nutrición que supla las necesidades requeridas por el cultivo

en condiciones controladas.
4. METODOLOGIA

Las Buenas Prácticas Agrícolas -BPA- y las Buenas Prácticas de Manufactura -BPM- son

todas las acciones tendientes a reducir los riesgos microbiológicos, físicos y químicos en la

producción, cosecha y acondicionamiento en campo, procesamiento, empaque,

transporte y almacenamiento, y se definen como un conjunto de actividades que

incorporan el manejo integrado de plagas -MIP- y el manejo integrado del cultivo -MIC,

con el fin de proporcionar un marco de agricultura sustentable, documentado y evaluable,

para producir frutas y hortalizas respetando el medio ambiente (FAO, 2004).

Mediante el cuidado del ambiente se busca reducir la contaminación, conservar la

biodiversidad y valorizar los recursos naturales como el suelo y el agua. El uso irracional de

productos químicos ha causado la contaminación de suelos y aguas, y los residuos de

pesticidas permanecen en el medio y su acumulación puede producir pérdidas de la

biodiversidad, además de intoxicaciones en los seres humanos. Por el contrario, el cuidado

del ambiente tiene beneficios para el propio productor, se mantiene una mayor

productividad a lo largo del tiempo al evitar la pérdida de la fertilidad de los suelos, es

menor la contaminación de aguas y suelo, etc. Por otra parte, al incidir en el bienestar de

los trabajadores se mejora la calidad de vida y la higiene, se atiende la salud y se

previenen las intoxicaciones.

Ingresar a la producción bajo BPA significa para los productores adoptar manejos

previamente comprobados, para lo que es fundamental la capacitación sobre higiene y


seguridad, aplicación de agroquímicos, manejos durante la cosecha, entre otros. Significa

además un gasto o inversión en tiempo y dinero, tanto en capacitación como en

infraestructura, insumos y servicios.

Para llevar a cabo esta serie de medidas agronómicas se hace necesaria la aplicación de

unas buenas técnicas de manejo integrado de plagas MIP, recolección, manejo de

poscosecha, manejo de residuos de contaminantes, fertilizaciones pertinente, etc.

5. MARCO TEORICO

El origen del género Lycopersicun se localiza en la región andina que se extiende desde el

sur de Colombia al norte de Chile, pero parece que fue en México donde se domesticó,

quizá porque crecería como mala hierba entre los huertos. Durante el siglo XVI se

consumían en México tomates de distintas formas y tamaños e incluso rojos y amarillos,

pero por entonces ya habían sido traídos a España y servían como alimento en España e

Italia. En otros países europeos solo se utilizaban en farmacia y así se mantuvieron en

Alemania hasta comienzos del siglo XIX. Los españoles y portugueses difundieron el

tomate a Oriente Medio y África, y de allí a otros países asiáticos, y de Europa también se

difundió a Estados Unidos y Canadá. El tomate en Colombia está disperso por todo el país,

pues se cultiva en 19 departamentos; sin embargo, más del 80% de la producción está

concentrada en los departamentos de Cundinamarca, Norte de Santander, Huila, Valle,

Santander, Tolima, Antioquia, Boyacá, Cesar, Nariño, Atlántico y Guajira. Para el año 2005

se sembraron 14.435 hectáreas, lo cual representó el 15,98% del área hortícola del país,

con un volumen de producción de 363.928 toneladas.(DANE 2009)


5.1. Morfologia

El tallo principal es un eje con un grosor que oscila entre 2-4 cm en su base, sobre el que

se van desarrollando hojas, tallos secundarios (ramificación simpoidal) e inflorescencias.

Su estructura, de fuera hacia dentro, consta de: epidermis, de la que parten hacia el

exterior los pelos glandulares, corteza o cortex, cuyas células más externas son

fotosintéticas y las más internas son colenquimáticas, cilindro vascular y tejido medular.

En la parte distal se encuentra el meristemo apical, donde se inician los nuevos primordios

foliares y florales.

Las hojas son compuestas e imparipinnadas, con foliolos peciolados, lobulados y con

borde dentado, en número de 7 a 9 y recubiertos de pelos glandulares. Las hojas se

disponen de forma alternativa sobre el tallo. El mesófilo o tejido parenquimático está

recubierto por una epidermis superior e inferior, ambas sin cloroplastos. La epidermis

inferior presenta un alto número de estomas. Dentro del parénquima, la zona superior o

zona en empalizada, es rica en cloroplastos. Los haces vasculares son prominentes, sobre

todo en el envés, y constan de un nervio principal.

su flor es perfecta, regular e hipogina y consta de 5 o más sépalos, de igual número de

pétalos de color amarillo y dispuestos de forma helicoidal a intervalos de 135º, de igual

número de estambres soldados que se alternan con los pétalos y forman un cono

estaminal que envuelve al gineceo, y de un ovario bi o plurilocular. Las flores se agrupan

en inflorescencias de tipo racemoso (dicasio), generalmente en número de 3 a 10 en

variedades comerciales de tomate calibre M y G; es frecuente que el eje principal de la


inflorescencia se ramifique por debajo de la primera flor formada dando lugar a una

inflorescencia compuesta, de forma que se han descrito algunas con más de 300 flores. La

primera flor se forma en la yema apical y las demás se disponen lateralmente por debajo

de la primera, alrededor del eje principal. La flor se une al eje floral por medio de un

pedicelo articulado que contiene la zona de abscisión, que se distingue por un

engrosamiento con un pequeño surco originado por una reducción del espesor del cortex.

Las inflorescencias se desarrollan cada 2-3 hojas en las axilas. Posee fruto tipo baya bi o

plurilocular que puede alcanzar un peso que oscila entre unos pocos miligramos y 600

gramos. Está constituido por el pericarpo, el tejido placentario y las semillas. El fruto

puede recolectarse separándolo por la zona de abscisión del pedicelo, como ocurre en las

variedades industriales, en las que es indeseable la presencia de parte del pecíolo, o bien

puede separase por la zona peduncular de unión al fruto.

5.2. Etapas fenológicas.

La fenología del cultivo comprende las etapas que forman su ciclo de vida. Dependiendo

de la etapa fenológica de la planta, así son sus demandas nutricionales, necesidades

hídricas, susceptibilidad o resistencia a insectos y enfermedades. (Pérez et al, 2003)

En el cultivo del tomate, se observan 3 etapas durante su ciclo de vida:

Inicial: Comienza con la germinación de la semilla. Se caracteriza por el rápido aumento

en la materia seca, la planta invierte su energía en la síntesis de nuevos tejidos de

absorción y fotosíntesis. (Pérez et al, 2003)


Vegetativa: Esta etapa se inicia a partir de los 21 días después de la germinación y dura

entre 25 a 30 días antes de la floración. Requiere de mayores cantidades de nutrientes

para satisfacer las necesidades de las hojas y ramas en crecimiento y expansión. (Pérez et

al, 2003)

Reproductiva: Se inicia a partir de la fructificación, dura entre 30 ó 40 días, y se

caracteriza porque el crecimiento de la planta se detiene y los frutos extraen los

nutrientes necesarios para su crecimiento y maduración. (Pérez et al, 2003).

5.3. requerimientos climáticos y edáficos.

El manejo racional de los factores climáticos de forma conjunta es fundamental para el

funcionamiento adecuado del cultivo, ya que todos se encuentran estrechamente

relacionados y la actuación sobre uno de estos incide sobre el resto.

-Temperatura: es menos exigente en temperatura que la berenjena y el pimiento.

La temperatura óptima de desarrollo oscila entre 20 y 30ºC durante el día y entre 1 y 17ºC

durante la noche; temperaturas superiores a los 30-35ºC afectan al fructificación, por mal

desarrollo de óvulos y al desarrollo de la planta en general y del sistema radicular en

particular. Temperaturas inferiores a 12-15ºC también originan problemas en el desarrollo

de la planta.

A temperaturas superiores a 25ºC e inferiores a 12ºC la fecundación es defectuosa o nula.


La maduración del fruto está muy influida por la temperatura en lo referente tanto a la

precocidad como a la coloración, de forma que valores cercanos a los 10ºC así como

superiores a los 30ºC originan tonalidades amarillentas

No obstante, los valores de temperatura descritos son meramente indicativos, debiendo

tener en cuenta las interacciones de la temperatura con el resto de los parámetros

climáticos

-Humedad: la humedad relativa óptima oscila entre un 60% y un 80%. Humedades

relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y el agrietamiento

del fruto y dificultan la fecundación, debido a que el polen se compacta, abortando parte

de las flores. El rajado del fruto igualmente puede tener su origen en un exceso de

humedad edáfica o riego abundante tras un período de estrés hídrico. También una

humedad relativa baja dificulta la fijación del polen al estigma de la flor.

-Luminosidad: valores reducidos de luminosidad pueden incidir de forma negativa sobre

los procesos de la floración, fecundación así como el desarrollo vegetativo de la planta

En los momentos críticos durante el período vegetativo resulta crucial la interrelación

existente entre la temperatura diurna y nocturna y la luminosidad.

-Suelo: la planta de tomate no es muy exigente en cuanto a suelos, excepto en lo que se

refiere al drenaje, aunque prefiere suelos sueltos de textura silíceo-arcillosa y ricos en


materia orgánica. No obstante se desarrolla perfectamente en suelos arcillosos

enarenados.

En cuanto al pH, los suelos pueden ser desde ligeramente ácidos hasta ligeramente

alcalinos cuando están enarenados. Es la especie cultivada en invernadero que mejor

tolera las condiciones de salinidad tanto del suelo como del agua de riego

-Fertilización carbónica: la aportación de CO2 permite compensar el consumo de las

plantas y garantiza el mantenimiento de una concentración superior a la media en la

atmósfera del invernadero; así la fotosíntesis se estimula y se acelera el crecimiento de las

plantas.

Para valorar las necesidades de CO2 de los cultivos en invernadero necesitamos realizar,

en los diversos periodos del año, un balance de las pérdidas derivadas de la absorción por

parte de las plantas, de las renovaciones de aire hechas en el invernadero y las

aportaciones proporcionadas por el suelo a la atmósfera del mismo.

5.4. Producción

El sistema de producción del cultivo de tomate (licopersicum sculentum, mil) es

altamente generador de empleo. Se calcula que una hectárea requiere alrededor de 160

jornales por ciclo de producción, lo cual representa alrededor de 2.309.440 jornales

utilizados en el país anualmente en este cultivo. El rendimiento promedio por hectárea a

nivel nacional es de 25 ton/ha y corresponde al rendimiento obtenido en condiciones de

producción a campo abierto, bajo estas condiciones se ha desarrollado en zonas con


alturas entre los 0 y 2.100 m.s.n.m., o sea, en regiones de climas cálidos a frío moderado.

Sin embargo, las condiciones climáticas imperantes en estas regiones, principalmente en

las épocas de sequía o lluvia, afectan la productividad de los cultivos por los cambios

extremos de temperatura y humedad relativa, que favorecen el ataque de plagas y

enfermedades, ante lo cual el productor utiliza r más cantidad de plaguicidas y

fertilizantes para lograr mayor productividad, así, incrementa los costos de producción,

disminuye la rentabilidad, y causa graves daños de contaminación al medio ambiente,

esto ha hecho que, entre los años 2000 y 2005, el área sembrada haya disminuido cerca

de 17,5%; por consiguiente, el productor se ha visto forzado a buscar nuevas alternativas

tecnológicas para el cultivo, como es la siembra bajo condiciones protegidas.(ministerio

de agricultura 2008)

El sistema de producción de tomate bajo condiciones protegidas es relativamente nuevo

en el país, y ha generado un impacto importante en los últimos años, por su incremento

en área, productividad, rentabilidad y calidad del producto. El rendimiento promedio

obtenido con este sistema es entre 5 y 6 kg/ planta, superando tres veces el que se

obtiene a campo abierto, que está entre 1,5 y 2 kg/planta.

Este sistema de producción se caracteriza por la protección mediante estructuras

levantadas generalmente en guadua y cobertura de plástico, con el fin de evitar el

impacto de la lluvia sobre el cultivo; sin embargo, su manejo tecnológico es igual al que

tradicionalmente se le da al cultivo de tomate a libre exposición Estas experiencias con el

cultivo de tomate bajo condiciones protegidas se han desarrollado principalmente en los

departamentos de Cundinamarca, Valle del Cauca, Quindío, Boyacá, Santander y


Antioquia, con un área total aproximada de 500 hectáreas, y han sido llevadas a cabo por

iniciativas individuales de productores, sin responder a programas definidos de

capacitación y acompañamiento en el desarrollo tecnológico. De este modo, muchas de

estas experiencias han fracasado, por el desconocimiento de los productores sobre las

características ideales de arquitectura, de los materiales e insumos utilizados para la

construcción de estas estructuras, del manejo de los cultivos y de los materiales vegetales

más apropiados para la siembra bajo estas condiciones.

El cultivo de tomate representa un renglón importante dentro de la dieta colombiana,

pero el producto que se obtiene normalmente contiene contaminantes químicos no

permitidos, o se usan en forma excesiva aquellos que son permitidos, y contaminantes

biológicos que afectan la salud del productor y del consumidor, y el medio ambiente. Un

factor de consideración en las pérdidas económicas del sector, es la pérdida de valor del

producto como consecuencia del detrimento de la calidad durante la producción, el

manejo poscosecha, el almacenamiento y la distribución.


6. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES

Esto se llevara a cabo a partir de la semana siguiente a la aprobación del


proyecto y desembolso del recurso económico.

ACTIVIDAD MES SEMANA 1 SEMANA 2 SEMANA 3 SEMANA 4

Identificación de las Marzo 2013


variables que
afectan la
producción de
tomate a campo
abierto
Análisis físico- Marzo 2013

químico del suelo

Selección de la abril 2013

semilla a establecer

Siembra de Abril 2013

variedad de tomate

Utilización de BPA Marzo 2013

Aplicación de Junio 2013

análisis estadísticos

de los resultados

obtenidos

Elaboración de Julio 2013

informe final
7. PRESUPUESTO
8. BIBLIOGRAFIA

CAICEDO, L. 1982. Horticultura. Universidad Nacional de Palmira. Facultad de


Ciencias Agropecuarias. Cali. P. 156 – 194.

PÉREZ, J.; HURTADO, G.; APARICIO, V.; ARGUETA, Q & LARÍN, M. 2003.
http://www.centa.gob.sv/uploads/documentos/cultivodetomate.pdf [Accedido: 16
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difusión del tomate. En: NUEZ, C. El cultivo del tomate. Editorial Mundi-Prensa.
Madrid.

MONDOÑEDO, J. PARSONS, D & MEDINA, J. 1992. Tomates. Manuales para la


educación agropecuaria. Editorial Trillas. México. P. 11 – 46.

PÉREZ, J.; HURTADO, G.; APARICIO, V.; ARGUETA, Q & LARÍN, M. 2003.
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El cultivo del tomate. Editorial Mundi-Prensa. Madrid. P. 315.

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