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Introducción:
El uso racional de la energía puede ocupar un espacio en toda la etapa del ciclo del
combustible, desde la extracción del mineral, pasando por el proceso de la generación hasta el
fin de su uso. Mejorar el uso eficiente de la energía puede producir beneficios directos en el
medio ambiente en un número de direcciones, no solo reduciendo la polución sino también
retrasando la necesidad de desarrollo de nuevos recursos de combustibles. Por otro lado, las
mejoras en la eficiencia de la energía pueden considerablemente reducir los costos de
equipamiento en polución.
La relación entre eficiencia y liberación de CO2 por diferentes sistemas de generación de
energía se muestra en la figura 6. Un incremento en la eficiencia de 40 a 41% reduce las
emisiones de CO2 en un 2,5%. La combustión de carbón pulverizado es la tecnología más
ampliamente usada para la generación de energía convencional quemando carbón. El
promedio de la eficiencia térmica para las plantas que queman carbón pulverizado en los
países de la Organización para el Desarrollo y Cooperación Económica (OECD) fue de
alrededor del 36% LHV (Plantas de generación convencional) en 1991. Las nuevas plantas que
queman carbón pueden alcanzar eficiencias del orden de 42 a 45% por medio del uso de
condiciones avanzadas de vapor y otras mejoras que están siendo investigadas para alcanzar
baja emisión con alta eficiencia. Con incentivos suficientes, eficiencias del orden del 50% son
posibles para sistemas que queman carbón y 60% para plantas que queman gas.
Los ciclos combinados y, especialmente, energía y calor combinado (CHP) o sea cogeneración,
proveen un camino para recuperar la mayor parte del calor que se desperdicia para los ciclos
de vapor, con lo cual se incrementa el uso eficiente de la energía. Si el vapor de baja presión ó
el calor pueden ser usados en los sistemas de calentamiento distrital ó para procesos
industriales, el resultado es una planta con una alta eficiencia general. Por ejemplo en
Estocolmo una planta de energía y calor combinado (CHP) tiene una eficiencia del 86%.
Las bombas de calor pueden ser usadas para calentar edificios, por medio de la captura de
calor de los alrededores, el aire exterior, la tierra o agua en circulación ó desperdicios
domésticos e industriales. Por este medio las bombas de calor pueden suministrar más energía
que la utilizada para su accionamiento.
La eficiencia también se puede incrementar en el punto de consumición. Por ejemplo las
lámparas compactas fluorescentes utilizan 75% menos de electricidad que las lámparas
convencionales, tienen mayor vida y proveen una luz de calidad similar. Aunque el costo
efectivo/tiempo de vida es mayor, el impedimento es el elevado costo inicial comparado con la
lámpara convencional. Este es un ejemplo de la verdadera disyuntiva o barrera a superar:
mejora de la eficiencia respecto del costo de capital. Otra barrera para la adopción de nuevas
tecnologías es la inadecuada información respecto de la escala total de aplicación.
Hay algunas oportunidades para mejorar la eficiencia energética a través de los ciclos de
combustibles. Dando iniciativas apropiadas y condiciones de mercado, esto será aplicado en
beneficio de los usuarios, reduciendo el uso de la energía, además de reducir las emisiones de
los gases invernadero.
Cambio de combustible:
Tabla 10: Factores de emisión de gas invernadero para los siguientes combustibles.
El potencial para reducir las emisiones de CO2 por el cambio de combustible está limitado por
los recursos disponibles por cada país o región y por la acción que el ente nacional tome
respecto de la seguridad energética.
Energías renovables:
La energía hidráulica, la energía eólica, el calentamiento solar activo y pasivo y la biomasa, son
las fuentes de energías renovables más usadas. Ellas están comercialmente maduras y
pueden tener costos competitivos comparados con el suministro de energía convencional. De
ellas la hidroeléctrica domina las estadísticas respecto de los combustibles suministrados
comercialmente. La energía geotérmica y el gas de pozo son usados en menor grado; las
células fotovoltaicas, los bio combustibles líquidos y las pequeñas centrales hidráulicas, están
expandiendo sus mercados con costos reducidos. La energía mareo motriz es también utilizada
pero en pocas ubicaciones en el mundo.
Las grandes centrales hidráulicas se encuentran perfectamente desarrolladas y el pico de
conversión de energía puede exceder el 90%, sin embargo ya están casi totalmente
aprovechadas en los países centrales, quedando grandes proyectos por ejecutar en regiones
tales como Sudeste Asiático y Sudamérica.
Las turbinas eólicas representan la nueva característica de nuestro mundo moderno.
Normalmente el diámetro del rotor tiene entre 25 a 40 metros, y su potencia de 250 a 2000 kW.
Pueden estar agrupadas en campos ventosos o instaladas como máquina unitaria. Hay
alrededor de 750 MW de energía eólica instalados en Europa, principalmente en Dinamarca, y
más de 1600 MW en Estados Unidos, todos alrededor de California.
La eólica es una de las tecnologías de energías renovables comercialmente más maduras.
Presenta la desventaja que está limitada a grandes lugares descubiertos y frecuentemente (en
los países desarrollados) ellos están protegidos para desarrollos armamentistas.
Las tecnologías de conversión solar ya tienen distintas expresiones: las células fotovoltaicas
que producen directamente electricidad y algunas pueden alcanzar eficiencias del orden del
35%, pero aún son relativamente caras. También colectores parabólicos, receptores centrales,
paraboloides de revolución y estanques solares, todos pueden producir electricidad
aprovechando la luz solar. En Estados Unidos, se concentran en California (Reta) 354 MWe en
una instalación de receptores centrales parabólicos. En general los mercados para tecnologías
solares están relativamente subdesarrollados, pero tienen un elevado potencial.
La energía solar es obviamente más apropiada para algunas regiones que otras, pero hay
esperanza en la reducción de costos y en los desarrollos para que protagonicen un rol
importante en la reducción de las emisiones de CO2.
El uso de la biomasa para producir energía puede evitar el incremento neto de CO 2 en la
atmósfera, si la biomasa utilizada es reemplazada por un nuevo crecimiento, que absorba una
cantidad equivalente de CO2. Probablemente el combustible de biomasa más utilizado es la
leña, especialmente en países en desarrollo. Otros biocombustibles son obtenidos a partir de
productos municipales (restos y deshechos), industriales, agricultura y bosques, de pozos
llenos (biodigestores) y energía a partir de cultivos y cosechas de rotación.
En los sistemas de cosechas de corta rotación, se destacan los árboles de crecimiento rápido,
los cuales pueden ser cosechados cada 3 a 10 años, mientras retienen sus sistemas de raíces.
La cosecha se convierte en pedacitos (aserrín) de madera que se utiliza como combustible; se
ha estimado que de esta forma existe un potencial para generar 450 GWe (basada en el uso de
130 millones de hectáreas de tierra), de esta manera las emisiones de CO 2 equivalentes a
0,9GTC/año se podrían evitar. Otro sistema de biomasa es el empleo de micro algas, plantas
unicelulares, las cuales pueden remover el CO2 de los gases de chimenea. Para un área dada
estas plantas pueden absorber más CO2 que plantas altas.
La biomasa que es producida puede ser usada para generar energía, productos químicos o
alimentos, mientras que los desperdicios pueden ser convertidos o reciclados en productos
provechosos. Si las micro algas son usadas como una fuente de combustible, las emisiones de
CO2 de una planta de generación de energía puede ser reducida en aproximadamente un 50%.
La producción de energía y calor a partir de la energía de cultivos probablemente se convierta
en corto tiempo en una técnica competitiva. Sin embargo la biomasa puede estar limitada por la
baja densidad de energía asociada con el elevado costo de transporte.
Los cultivos de madera, la energía eólica y solar fotovoltaica tienen una oportunidad interesante
de suministrar significativas cantidades de electricidad en el mediano y largo plazo. Las fuentes
renovables de energía pueden contribuir a emisiones pequeñas o nulas de carbón.
Energía Nuclear:
La energía nuclear es una fuente bien establecida de electricidad a nivel mundial. El primer
prototipo de reactor fue realizado en Estados Unidos (Oak Ridge), y el primero grande a escala
comercial fue construido en 1956 en el Reino Unido (Calder Hall). Hay gran cantidad de tipos
de reactores nucleares; los más utilizados son: los reactores de agua liviana, reactores de agua
presurizada o reactores de agua en ebullición. Alrededor de las ¾ partes de reactores de la
OECD son de agua liviana, el resto son enfriados a gas o reactores de agua pesada. En 1992
la capacidad de generación de energía nuclear en el mundo era de 323 GWe. Trece países de
la OECD generan electricidad a partir de plantas de energía nuclear aportando más de 1/5 a
sus generaciones de energía eléctrica. En total hay alrededor de 500 reactores en 25 países
que proveen aproximadamente el 17% de la electricidad del mundo. En Argentina el 11% del
parque de generación está conformado por este tipo de energía, encontrándose desde hace
años casi paralizada la Central de Atucha II (745 MW).
La disponibilidad de uranio es improbable que limite la producción de energía nuclear en el
mediano plazo, sin embargo, la energía nuclear tiene una prolongada resistencia de los
movimientos que defienden el medio ambiente, los cuales endurecieron aún más su posición a
partir del accidente Chernobyl en 1986.
En el presente solo unas pocas plantas nucleares están siendo construidas, por lo tanto la
reducción de las emisiones de CO2 por contribución de la energía nuclear no tendrá mucha
expansión en el corto plazo.
Si las emisiones de CO2 tienen que ser sustancialmente reducidas, la captura y almacenaje de
CO2 podría convertirse en una opción relevante. Tales tecnologías se han desarrollado en los
años recientes y ya se han puesto en práctica técnicas de captura y almacenaje de CO 2.
Hay muchos procesos disponibles que pueden capturar CO2 de los flujos de gases en las
centrales térmicas, como ejemplo se puede mencionar: absorción, adsorción, criogénicos y
separación por membrana.
La absorción por solventes líquido es un método convencional para separar CO 2. El solvente
más utilizado es el mono etanolamino, el cual se puede combinar con un aditivo para reducir la
corrosión por oxígeno y la degradación de la solución mono etanolamino. También se pueden
usar solventes físicos.
La adsorción implica la transferencia de las moléculas de un gas a un sólido. La consiguiente
des- adsorción de CO2 demanda gran cantidad de energía por lo que no es considerado muy
promisorio para este propósito.
Los sistemas criogénicos pueden ser usados cuando la concentración de CO2 en el flujo de
gases excede el 20%. También pueden ser usadas las membranas de separación y absorción
de gas. Una combinación de estas técnicas podría ser particularmente efectiva por ejemplo
usando mono etanolamino con membranas de separación de gas que está siendo evaluado en
procesos prácticos de separación del CO2 proveniente de los gases de escapes de las turbinas
de gas.
Teniendo capturado el CO2, es necesario almacenarlo o ponerlo en uso. La utilización del CO 2
para generar sustancias químicas puede representar una pequeña cantidad respecto de lo que
puede ser capturado. El mejoramiento y aumento en la recuperación de petróleo implica el uso
de CO2, por lo que éste es inyectado subterráneamente para asistir a la recuperación del
petróleo. Mucho CO2 quedará almacenado en los reservorios. El potencial global para uso de
CO2 en el aumento de la recuperación de petróleo ha sido estimado en 65 GtC.
El CO2 podría ser almacenado subterránemente de distintas maneras, o en las profundidades
del océano. Los acuíferos tienen un gran potencial de almacenamiento de CO 2, estimado en
aproximadamente 100 GtC. En principio el CO2 puede ser almacenado en la cavidad
subterránea de algún gas comprimido, o que contenga alguna sustancia como el agua que
puede ser removida. Si el CO2 es inyectado subterráneamente una parte se disolverá en el
agua y otra parte formará una fase gaseosa la cual es entrampada en la formación. La primer
explotación comercial del CO2 almacenado en un acuífero, comenzó su operación cercano a la
costa de Noruega en 1996: un millón de toneladas de CO 2 son extraídas anualmente del gas
natural producido por la cuenca de Sleipner e inyectados dentro de un acuífero cercano a
Utsina. Este acuífero está 800 m debajo del lecho del mar y tiene 250 m de espesor. El
Fuentes No Convencionales de Energía 4
Ricardo ALONSO
Respuestas técnicas al cambio climático
Cañería desplegada
Barco de Cañerías verticales
desde la costa
desplazamiento
1500 m
Acumulación de
CO2 líquido
3000 m
Forestación:
Los bosques contienen alrededor de 1300 GtC por encima y por debajo de la tierra, las
emisiones de CO2 pueden ser mitigadas por medio de la reducción de los valores de
deforestación, incrementando la productividad de los bosques existentes e incrementando la
forestación. Las prácticas más promisorias que se manejan son la reforestación en las
latitudes templadas y tropicales, y la agroforestación y reforestación natural en los trópicos.
Proyecciones antiguas sugerían que podrían ser capturadas de 50 a 100 GtC si este conjunto
de opciones se implementaran por 50 años, estimaciones más recientes basadas en estudios
de bosques boreales y tropicales indican un potencial de almacenamiento global de alrededor
de 1,2 GtC/año. La fundación alemana FACE (Absorción de Emisiones de CO 2 por
Bosques)apunta plantar 150.000 ha de bosques para absorber el CO 2 equivalente que emite
una planta moderna de 600 MWe que quema carbón. FACE tiene proyectos en Malasia,
República Checa, Ecuador, Uganda y Holanda. Una gran plantación forestal para capturar
cantidades significativas de carbón lleva de 40 a 50 años. Por lo tanto, esta no es una solución
rápida ni tampoco permanente. La capacidad de capturar CO 2 por un tiempo prolongado
depende de cómo “se trabaja u opera el bosque” y el uso que se hace de los productos de
maderas y deshechos, si es usado como combustible, no habrá virtualmente emisiones netas
de carbón, pero se verá reducida su capacidad de almacenaje.
Se están implementando una serie de proyectos de forestación como sumideros o absorbentes
de carbón. También se obtendrán beneficios adicionales como la reducción de la erosión por
abonos producto del trabajo rural. La fijación de carbón en la madera podría ser un almacenaje
significativo a largo plazo si se maneja apropiadamente.
EXTERNALIDADES
Se entiende por externalidades a todos los costos o beneficios que recaen sobre la sociedad y
el medio ambiente como consecuencia de una actividad económica que no están introducidos
en la estructura del precio del producto que los ocasiona.
En una economía de mercado, el empresario decide que y cuanto produce de un determinado
producto, teniendo en cuenta solamente el costo del producción, el costo de operación y
materias primas, son los llamados costos privados.
Los costos externos o externalidades, son los costos que no repercuten en los costos y
beneficios del empresario pero si suponen un costo para la sociedad, por lo general estos
efectos se pueden clasificar como medioambientales y socioeconómicos.
Lo que hay que tener en cuenta es que no siempre las externalidades son negativas, por
ejemplo:
La fabricación de un coche dá puestos de trabajo, que es un beneficio socioeconómico,
pero ese coche lo que contamina en su período de vida y el residuo que deja cuando espira, es
la parte negativa, para la salud de la sociedad y para el medio ambiente.
Los costos positivos y negativos de este coche no están incluidos en el precio y es muy difícil
hacerlo, de que forma podemos cuantificar el estrés que produce el ruido de los motores y de
las bocinas, las enfermedades producidas por la contaminación, el deterioro de la tierra de
cultivos y bosques por la lluvia ácida, de que forma afectará los residuos de neumáticos,
baterías y demás partes del coche que no se reciclen.
Esta cuantificación es difícil y para ello es necesario establecer una metodología, el
denominado proyecto EXTERNE que comenzó en 1991 en EEUU y la UE surgió de esta
necesidad con el fin de establecer una metodología aplicable a todos los países integrantes,
para dar un valor económico a las externalidades de los diferentes ciclos de combustible,
donde se encuentran las formas de producción energética con energías renovables.
Son muy importantes para las energías renovables, ya que si aplicamos estas externalidades
en el precio del kWh producido por medio de una fuente renovable, es más barato que
producida por un medio tradicional de una fuente no renovable.
Producción eléctrica
Se utiliza la” función daño” que relaciona la cantidad de contaminantes con el costo del
daño a la sociedad. Analiza la ruta de impacto desde la actividad que da origen a la una
carga o consecuencia, hasta la obtención del daño o beneficio producido de una forma
incremental.
Medioambientales
Socioeconómicos
Creación de empleo
Reducción de subsidios
Incremento en la demanda de bienes de consumo
Reducción de movimientos migratorios internos
Seguridad en el suministro de energía
De todas formas es muy difícil de cuantificar de forma precisa estas externalidades, ya que se
basan generalmente en resultados experimentales obtenidos por métodos estadísticos.
CONCLUSIONES
La convergencia de estos temas no hace más que afirmar que en un futuro no muy lejano las
FUENTES NO CONVENCIONALES DE ENERGIA deberán ocupar el espacio que la
humanidad se merece.
Definiremos como fuente no convencional a aquella que tiene capacidad de renovación
natural sin alterar irreversiblemente el medio ambiente, y entre las formas de generación de
energía que cumplen con estas características y que son de reciente desarrollo además de
poseer un rendimiento considerable y baja contaminación se puede destacar:
Magnetohidrodinámica, Solares (Calor, Eólica, Fotovoltaica), Mareomotriz, Geotérmica, Celdas
de combustible, Biomasa, etc.
ANEXO
Las plantas aprovechan la energía solar debido a la fotosíntesis, que produce hidratos de
carbono a partir del anhídrido de carbono (CO 2) existente en el aire y de la luz solar. Por ello se
establece que todos los combustibles fósiles como, el carbón, el petróleo, el gas natural,
pueden considerarse entre otros combustibles solares.
Aproximadamente el 90% de la energía almacenada en las plantas del planeta corresponde a
los árboles, la misma resulta de unos 350 TW/año, estas cifras son moderadas y suponen un
rendimiento fotosintético de un 0,2% en tierra y un 0,02% en el mar.
Proceso de fisiología: Las plantas transpiran, respiran y toman carbono para su formación y
crecimiento, ya que el carbono (C) es el componente esencial de las células vegetales.
Transpiración: así se denomina a la absorción y expulsión de ciertas cantidades de agua. Por
ejemplo un árbol grande transpira (emite) una tonelada diaria de agua.
Respiración: es el proceso semejante al de los animales, absorción de oxígeno y emisión de
anhídrido carbónico, dicho muy sucintamente. Esta es una función inversa al proceso de
fotosíntesis de la clorofila. El proceso se produce en todas las partes de la planta: raíces, tallos
y hojas. La intensidad de la respiración es determinada por la temperatura, la actividad
fisiológica de la planta y el agua presente en el medio. A modo de balance podemos decir:
a- Hay una pérdida de carbono (CO2) compensada por la ganancia debida a la fotosíntesis.
b- Producción de energía empleada en el proceso de síntesis de los almidones.
c- Producción de calor por las oxidaciones.
Fotosíntesis por clorofila: Todo vegetal exige carbono para su existencia y crecimiento. Lo
toma de la atmósfera donde se encuentra bajo la forma de anhídrido carbónico (CO 2) y su
dilución en estados naturales es de 0,03 al 0,04%. El proceso de captación es complejo y
resulta esencial la presencia de la clorofila como de la luz solar; las plantas producen almidón
con la conjunción de ambas, vale decir sintetizan glúcidos, tal proceso se conoce como
fotosíntesis. Al mismo tiempo, en presencia de CO2 y energía luminosa, se genera oxígeno
(O2). En resumen muy esquemático se generan oxígeno (O 2) y glúcidos.
La clorofila es un complejo de compuestos de N2, C, H2; O2 y Mg, su aparición necesita de la
luz, de una temperatura suficiente, y aunque no lo contenga, el hierro (Fe) actúa como
catalizador.
En la fotosíntesis no interviene el nitrógeno, para dar una idea aproximada podemos decir que
una hoja de un gramo de peso genera por hora entre 5 y 10 cm³ de O 2.
Los factores principales que influyen son:
a- La presencia óptima de CO2 es del 5 a 8% (recordemos que en la atmósfera hay de 0,03 a
0,04%). Entre 10°C y 35°C la generación de O2 es proporcional a la temperatura, a 50°C
prácticamente desaparece.
b- La cantidad de luz; algunos vegetales necesitan pleno sol y en cambio otros tiene su
máxima generación a la sombra.
LA PRODUCCION DE OXIGENO:
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El oxígeno es necesario para todos los seres vivientes y por supuesto para todas las
combustiones. El único productor masivo es el reino vegetal, esencialmente los bosques por su
superficie expuesta a la fotosíntesis. El árbol necesita del sol para tal proceso y según ensayos
realizados en el bosque experimental de Hubbard Brook, N. Hampshire comprobó que los
árboles requieren el 55% de la energía irradiada por el sol para fijarla en sus tejidos y
mantenerse vivos. Es decir, la cantidad real de nuevo tejido vegetal que se formó en ese año
corresponde a 0,4% de la energía anual recibida desde el sol. En cambio para el período otoño
invierno se produce en el bosque la caída de las hojas y la recepción solar sólo fue del 1%. Hay
otra parte de la energía solar que se emplea en transpiración y evaporación de los árboles,
correspondiéndole para ese fenómeno aproximadamente el 23%. Las cifras de absorción solar
en los árboles varía de acuerdo a las estaciones. Sin embargo las funciones cumplidas pueden
llegar a desaparecer si la suciedad en la atmósfera los envuelve completamente. Se comprobó
este grave inconveniente en árboles plantados a 200 ó 300 metros de una autopista, quienes
sólo pueden actuar como filtro luego de una fuerte lluvia que los lava completamente.
A veces la gran cantidad de SO2 arrojada por la combustión de los motores, perjudica a las
plantas que lo absorben, así como al tejido celular vegetal. Un árbol grande tiene alrededor de
800 m² de superficie de hojas y puede absorber anualmente 12 kg de anhídrido sulfuroso
(SO2), que corresponde al tenor de 300.000.000 m³ de aire con la máxima concentración
tolerable de SO2. Sobre la base de este argumento se dedujo que para eliminar totalmente el
SO2 de la ciudad de N. York, producido por el transporte automotor, se requieren más de 100
millones de árboles. Con respecto al plomo que contienen las naftas comerciales, se ha
calculado en EEUU una deposición de 225.000 toneladas/año; ese hipotético árbol de 800 m²
de superficie podría absorber por año la cantidad de plomo que liberan 130 litros de nafta.
La reserva tropical del planeta está en Latinoamérica. Existen aproximadamente 1.200 millones
de hectáreas forestales, de las cuales América latina posee 1.130. La contaminación destruye
cada año 11 millones de hectáreas de bosques. La desertificación alcanza hoy al 35% de la
superficie terrestre, y el desierto no ayuda en nada al equilibrio atmosférico necesario para una
calidad de vida adecuada.