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14.- El mármol y el arrayán.

Nuestra inconstante alma colectiva

El nombre del siguiente ensayo, el cual tiene el mismo título del ensayo
antropológico de Eduardo Viveiros de Castro, un antropólogo brasileño quien
estudio la herencia indígena del proceso histórico colonial durante el siglo XVI.

Eduardo Viveiros de Castro parte de fuentes coloniales en el que los jesuitas de


aquella época iban colonizando a los grupos indígenas, en especial a los Tupi
guaraníes o Tupibamba. Se dice que eran pueblos muy difíciles de evangelizar, a
pesar de que aceptaban el credo con facilidad; y que estos, a su vez, podían
olvidarlo y reemplazarlos por sus antiguas costumbres de la misma forma. Luego,
estos datos fueron recopilados y comparados con el ejemplo del mármol y el
arrayán: Se sabe que la dureza del mármol es superior, pero conlleva un mayor
trabajo y podría decirse que el trabajo final es permanente; en cambio, el arrayán
es mucho más sencillo de trabajar, pero necesita de más cuidados y retoques
constantes si es que se quiere mantener de una forma determinada.

Aquel ejemplo dado por Viveiros concluye en que los indígenas de Tupibamba
vendrían a ser como el arrayán por ser pueblos sin ley, sin rey y sin fe. Eran
pueblos muy proclives a la adaptación de formas de vida distintas a las que llevan.
Manuel Burga continuó explorando sus demás investigaciones y encontró otras
conclusiones relacionadas a los actos antropófagas de estos grupos. Una de ellas
era el hecho de que en la sociedad occidental preserva su memoria, sus
tradiciones en otras palabras, el ser de una sociedad es como un mármol. En
cambio; los Tupibamba aceptaban otras influencias culturales, los hacían o
convertían como parte de su tradición.

Este trabajo sirvió a Burga para comparar lo sucedido en nuestras regiones. En el


mismo siglo (XVI), los mismos pueblos indígenas apoyaron en la conquista y,
posteriormente sucedió la aculturación de estos. Si miramos en la actualidad, pasa
lo mismo que hace 5 siglos, las ideas y tecnologías se siguen importando desde
los sectores dominantes, estamos sometidos a los fenómenos de moda.
Burga concluye que nuestra voracidad ideológica y nuestra dependencia nos
llevan a reconocernos como los Tupibamba, ya que queremos descubrir lo que
somos a través de los otros.

15.- Entre patria y nación, retratos incompletos

En este ensayo Burga analiza un poco del trabajo de Mario Vargas Llosa, El pez
en el agua. Memorias (1993).

a. El espejo y la realidad
Para Burga, este libro sirve como ejemplo para comparar la realidad peruana, ya
que tanto el individuo y la colectividad son evaluados con las mismas reglas.
Vargas Llosa habla de la vida familiar comparándola con la realidad del Perú; el
ejemplo de un padre que no conoce sus orígenes, maltrata a su familia, impone su
autoritarismo y carece de seriedad.
La enfermedad peruana por antonomasia. Burga dice que dicho fenómeno afecta
todos los estratos y familias del país; nos hace menos racionales. Carecemos de
una realidad llamada nación, sinónimo de comunidad social.
Por otro lado, las crisis estructurales han producido sus críticos. Guamán Poma en
el siglo XVII, Manuel Gonzales Prada, en el siglo XIX, José C. Mariátegui y Pablo
Macera. Entonces, el hecho de autocondenarnos colectivamente por nuestros
fracasos no es algo nuevo, simplemente se continúa con la antigua tradición.

b. Retratos personales
Se habla principalmente de la crítica “caprichosa” de Vargas Llosa hacia algunos
autores como Julio Ramón Ribeiro y principalmente a Pablo Macera. Este último
es elogiado por el propio autor de este libro, resalta su imaginación y compromiso
con su país, esto se debe a que en aquellas épocas el Perú no pasaba por una
buena etapa. También, quedarse aquí era un gran reto ya que la mediocridad
imperante y por la voracidad de la crisis actual, termine produciendo precariedad,
marginación y soledad en nuestro país.
16. La imagen nacional del Perú en su historia

Este breve ensayo tiene como finalidad discutir algunos aspectos relacionados con
la historia del nacimiento imagen del Perú como nación.

a. La nación moderna: una realidad y un modelo


Las naciones son relativamente modernas en el contexto de la historia universal.
Recién, a finales del siglo XVIII en reemplazo de las viejas monarquías dinásticas
que tuvieron su origen en el Medievo, se fragmenta dando origen a naciones
modernas, organizadas como republicas soberanas con fronteras precisas, sus
propias lenguas, historias, culturas y pobladas por ciudadanos con iguales
derechos.
Federico Chabod, establece una estrecha relación entre el Romanticismo y la
popularización de la idea de nación, como una contraparte de la Ilustración.
Benedict Anderson, propone que la nación es una comunidad imaginada,
inherentemente limitada y soberana.
Ambos autores coinciden que estos aspectos no se pueden exportar de Europa
hacía otras regiones del mundo, ya que estos países receptores “piratean” el
modelo. En Conclusión, las naciones se construyen en Europa como desenlace de
un largo proceso histórico, y luego esta forma de convivencia colectiva se exporta
a otras partes del mundo y en particular a América Latina entre 1810 y 1825.

b. La idea de patria en el Perú


La idea de patria es muy antigua y constituye arqueología previa, mezcla de
sentimientos, creencias, solidaridades que conforman lo que Eric Hobsbawm llama
protonacionalismo popular, lo que precede y facilita el surgimiento de la
comunidad imaginada. La historia peruana ha tenido muchos discursos
relacionados a la patria pero siempre se excluyó a los grupos mayoritarios. Como
el discurso de Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, el cual resulta algo ambiguo como
Brading dice, ya que habla de la América hispana y no del Perú, también, se
encuentra el hecho de limitarse a ser un discurso netamente criollo.
c. Etapas en la construcción de la nación peruana.
Hace referencia a las imágenes de una construcción nacional en los siglos XIX y
XX de las elites urbanas limeñas.
Se marcan 3 etapas muy claras: La primera y la más prolongada fue la heredada
por la colonia, la “nación criolla”, producto de los afanes españoles por gobernar a
los indígenas, consideraban que la occidentalización había sido un éxito, la meta
era liquidar lo indio. Luego surgirá la nación mestiza, síntesis de lo occidental e
indígena. Y, la tercera, será la “nación múltiple”, la cual considera con la indígena
no está muerto y que debe conservarse.

d. Independencia
Teóricamente desde las elites criollas, nuestra idea de nación, nace con nuestra
independencia. El Perú se convierte en un gobierno soberano e independiente de
España, sometida a la voluntad del pueblo. Estos son los ya mencionados antes,
los elementos dados por Benedict Anderson parecen encarnarse.

e. La “nación criolla”
La nación aparece solamente en el imaginario de los criollos, como una verdad a
medias, y por eso Anderson sugiere que el modelo “se pirateó” en América Latina.
Se niega los derechos de las mayorías indígenas.

f. Guerra y crisis de identidad


Luego de la guerra del pacífico, el Perú queda en una crisis política, económica y
social por culpa de la mediocridad y problemas internos que tuvieron los líderes
caudillos. El indígena aún no era reconocido. Manuel Gonzales Prada se convirtió
en unos de los críticos tenaces de la derrota. En resumen, se podría afirmar que
este intelectual denuncia el fracaso de la República Criolla, la ausencia de la idea
de nación en el Perú y el abandono de las mayorías sociales.

g. La “nación mestiza”
El Perú se convierte en un producto nuevo, el Perú híbrido y moderno. Se
representa al Inca Garcilaso de la Vega como el paradigma del Perú moderno, un
mestizo cultural y biológico, con enorme fuerza de originalidad y creatividad.
h. La “nación” como problema
El inicio de la “patria nueva”, el gobierno de Leguía se produce como una suerte
de desembalse antes las presiones populares a tal punto que se aprueba la
constitución de 1920, donde los derechos de los indígenas aparecen restituidos.
De esta manera, los indígenas adquieren una gran visibilidad y el problema de la
nación peruana, antes considerado simplemente una nación mestiza, se vuelve
más complejo y casi imposible de solucionar dentro de los conceptos de una
nación homogénea y nacional.

i. El Perú, una “nación múltiple” (1960-1990)


El proceso anterior conduce a la Reforma Agraria de 1969 y a la crisis final de la
oligarquía peruana, a las grandes migraciones internas y al crecimiento de las
ciudades costeñas.

j. Lo central en la construcción de la nación peruana


Lo central vendría a ser la antigüedad como diría Anderson, es la consecuencia de
la novedad. La nación logra su autenticidad y legitimidad inventando una ficticia
antigüedad y por eso busca los orígenes de la nación del Inca Garcilaso de la
Vega, y no tanto en textos de González Prada y Mariátegui. También se le llama
como invención de tradiciones.

K. Significado de la creación de la nación peruana


El Perú en la actualidad puede ser considerado como una comunidad imaginada
inherentemente limitada y soberana porque sus diversas características se ajustan
bien a la definición conceptual de Anderson. La capacidad de imaginarse como
peruano, en la simultaneidad del tiempo es más evidente ahora: se pone de
manifiesto por la adquisición de una mayor capacidad de pensarse a sí mismos
como peruanos pertenecientes a una comunidad y viendo simultáneamente.

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