Las presiones que los adolescentes afrontan en la actualidad
La adolescencia es la etapa de la vida en la que los jóvenes somos asaltados por
un cúmulo de emociones y sentimientos, por eso, es quizás la fase de cambio más compleja, nos encontramos completamente expuestos y endebles a lo que pase a nuestro alrededor, cualquier acontecimiento por más pequeño que sea, se convierte en demasiado para nosotros, porque vivimos cada sensación con mucha intensidad, podemos pasar repentinamente de la felicidad extrema a la tristeza, de ahí que un informe de las Naciones Unidas defina la adolescencia como “una fase de transición que suele caracterizarse por el estrés y la ansiedad.” Debido a la inexperiencia no tenemos la capacidad de sobrellevar la cantidad de estrés y ansiedad a los que estamos sometidos a diario, este momento se vuelve tedioso para nosotros y a raíz de eso surgen las depresiones, los cambios en nuestra conducta que muchas veces se tornan en rebeldía hacia nuestros padres porque nos interesa mucho más establecer lazos de amistad y en ocasiones la sobreprotección se convierte en un obstáculo. Nuestros padres nos dicen que deberíamos actuar de una forma, los profesores, nuestros amigo/as, los comerciales en televisión, la música que escuchamos, el internet, el cine, las series, tenemos influencia de muchas cosas, un manojo de opciones, y confusión en exceso, por lo tanto nos adentramos a explorar, y, ¿Qué mejor manera de hacerlo que entrando en diferentes grupos sociales?... En este punto es donde nos volvemos influenciables, nuestra prioridad ya NO es precisamente obedecer las instrucciones de nuestros padres, sino más bien ser ‘’libres’’, tenemos un concepto de libertad bastante particular porque muchas veces no nos damos cuenta que caemos en los estándares sociales, en lo que la sociedad quiere para nosotros. No está mal hacernos sociables, porque al fin y al cabo, esa es nuestra naturaleza, y es necesario que entremos a relacionarnos y a convivir con otras personas porque en todos los lugares será imprescindible interactuar con los demás, lo que está mal es que dejemos de seguir nuestros intereses o ideales porque sencillamente no encajaríamos en el grupo en el que estamos, tener criterio y una posición u opinión frente a algo es lo que nos caracteriza, no deberíamos permitir que pisoteen nuestros puntos de vista y de la misma manera estamos llamados a respetar lo que otros piensan, porque por lo general tendemos a ser obstinados y a creer que siempre tenemos la razón, las presiones sociales pueden aplastarnos y volvernos pequeños o pueden catapultarnos a tener convicción de lo que sentimos y pensamos. Cuando nos equivocamos, creemos que no hay manera de repararlo, pensamos de forma catastrófica, y somos demasiado duros con nosotros mismos, parece como si no pudiéramos encontrarnos, terminamos construyendo barreras a las que nadie puede entrar, así como nos inclinamos a explorar socialmente también tenemos momentos en los que estamos absolutamente solos y no sacamos de nuestro sistema lo que tenemos dentro, tal vez esto se deba a que nuestros padres no nos prestan suficiente atención, o a que no le dan la trascendencia que quisiéramos a nuestra opinión, los jóvenes en muchas ocasiones pasamos por imprudentes en las reuniones familiares, se supone que no tenemos derecho a decir lo que pensamos porque no deberíamos entrometernos en las conversaciones de los adultos… Sí, los adolescentes somos precipitados y tenemos ese aire de irreverencia pero quizás esas conductas sólo sean un efecto colateral a la presión que sentimos, pueden llamarlo dramatismo o como quieran, el caso es que, todos en algún momento nos hemos sentido reprimidos. Por lo general se piensa que las presiones siempre tienen efectos negativos en los adolescentes y puede que en su mayoría sea así, porque parece la fase en la que más nos tropezamos y cometemos errores, lo que, está completamente permitido porque tenemos toda una vida para reivindicarnos. En un artículo de internet dice que se pueden sacar efectos positivos de las presiones: “La presión social puede también ser algo bueno. Los adolescentes aprenden las normas sociales de sus pares. Los niños con inadaptación social pueden aprender cómo encajar y comunicarse bien con lo demás si observan y emulan a otros adolescentes. Asimismo, los adolescentes seguros de sí mismos pueden actuar como mentores positivos y dar un buen ejemplo a los demás. Un grupo de pares positivo en el que tu hijo encaje bien puede subir su autoestima y prevenir que se involucre en comportamientos dañinos o arriesgados.” De cualquier modo, todas las vivencias que tenemos, fortalecen nuestra personalidad, nos ayudan a crecer y a encontrarnos con nosotros mismos, la adolescencia no es otra cosa que una etapa de conocimiento, en la que sólo cada uno intentará entenderse y aceptarse tal y como es, sin afán, y sin estancamientos. Para nadie es un secreto que cuando estamos jóvenes queremos que todo suceda rápido, porque estamos llenos de energía y tenemos miles de cosas por descubrir, si hay algo que puede rescatarse acerca de lo positivo de las presiones es que nos impulsan a no perder el tiempo, a vivir cada día como si fuera el último y a ser apasionados con lo que nos gusta hacer. Webgrafía https://blog.cognifit.com/es/presion-social-adolescencia/ https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/102005242 http://www.ehowenespanol.com/efectos-presion-social-adolescentes- info_118841/