Capitulo 2
Blade Runner
Contingencia de lo humano
Jacinto Choza. Universidad de Sevilla.
1. Ficha técnica
Produccién:
Productor:
Director:
Guin:
Warner Brothers, Group Productions. Estados
Unidos, 1982.
Michael Deeley.
Ridley Scott
Hampton Fancher y David Peoples.
Basado en la novela de Philip K. Dick, ¢Suefian los androides con ove-
jas eléctricas?, Edhasa, Barcelona, 1994.
Fotografia:
Efectos especiales:
Direccion artistica:
Musica:
Vestuario:
Duracion:
Reparto:
Deckard:
Roy Batty:
Rachael:
Jordan Cronenweth.
Douglas Trumbull, Richard Yuricich, David
Dryer.
David Snyder
Vangelis.
Charles Knode, Michael Kaplan
117 minutos.
Harrison Ford
Rutger Hauer
Sean Young
33Jacinto Choza y Maria José Montes
Gaff Edward James Olmos
Bryant: Emmet Walsh
Pnis: Daryl Hannah
Sebastian: Wilham Sanderson
Leon. Brion James
Tyrell Joe Turkell
Zhora: Joanna Cassidy
Chew" James Hong
Holden: Morgan Paull
Bear Kevin Thompson
Kaiser. John Edward Allen
Taffey Lewis: Hy Pyke
Cambodian Lady: Kamito Hiroshige
Sushi Master: — Robert Okazaki
Saleslady. Carolyn De Myryian
2. La ciencia ficci6n como género humanistico
La ciencia ficcion es la mutologia del siglo XX, y la mitologia es
la mas inmedhata expresion de lo que el hombre sabe sobre si mismo
lo que teme, lo que anhela, lo que domina, lo que no puede, y los
enigmas que le abren y que le limitan; por eso enseria de modo fia-
ble sus profundidades, porque cuando a la imaginacion se la deja
suelta acierta siempre. La imaginacion inspirada, prefiada de vida, se
abre camino y engendra arte, y el arte, como afirmaba Dilthey, es el
organo de comprensién de la vida.
Como todas las mitologias, la ciencia-ficci6n habla del hombre
situado en los limites mas peligrosos de su ser, donde se lo juega a
fondo y arnesga todo su capital: gana o pierde lo que hay de valioso
en ser humanos, aquello por lo que vale la pena serlo y sin lo cual
daria lo mismo no exisur o incluso seria prefenble.
No existir no es lo peor que le puede ocurrir al hombre. Puede
ser peor existir en la desesperacion o existir como pura fuerza des-
34La antropologia en el cine II
tructora, en ese punto en que la ciencia y la técnica hacen frontera
con la moral y la religion: junto al reverso tenebroso de la fuerza, ese
limite de La guerra de las Galaxias donde el hombre tiene que ser gue-
trero, y por eso experto en el dominio de las aeronaves, en astrofisica,
en esgrima, a la vez que experto en humanidad, en amor, en reve-
rencia a los progenitores, en resistencia al padre cuando se ha con-
vertido a la fuerza del mal, y en veneracién al anciano sabio Obi
Ankenowi.
EI reverso tenebroso de la fuerza estuvo alguna vez en medio
del Atlantico, donde los antiguos decian que se abria la catarata que
precipitaba en el abismo a los que osaban alejarse de las costas segu-
ras, donde habian muerto sin que se volviera a saber de ellos todos
los que habian tenido la osadia de querer saber y de creer que podian
enfrentarse al caos. Antes atin habja estado en los confines del Medi-
terraneo, donde Hércules habia puesto sus dos columnas para suje-
tar la boveda del cielo, donde morfa cada tarde el sol devorado por
las sombras e impotente para vencerlas después de su carrera olim-
pica por el firmamento, donde se abria el paso por el que Ulises habia
ajado al Hades infernal. Siempre hubo algunos que se atrevieron,
que aseguraron que por alli se llegaba al paraiso, a la fuente de la
vida, al arbol de la eterna juventud, a los nuevos cielos y a la nueva
tierra prometidos en los libros sagrados. La imaginacion y afectividad
umanas también habian pintado antes una situacion angustiosa en
la que el mundo se hacia inhabitable y habia que descubrir otros,
oniendo en juego la sabiduria astrofisica de la época: caminar
guiandose por las estrellas, conocer las corrientes sumergidas del
mar, las direcciones y fuerzas de los vientos, los signos del vuelo de
las aves, y las cualidades morales de todos los tiempos: la ambicion,
la mezquindad, la disciplina a bordo, el amor a la mujer, al propio
pueblo, el afan de aventura, la certeza de cumplir una tarea bende-
cida por Dios.
La geografia de cada época dibuja siempre sobre sus cartas los
lugares donde la tierra se une con el cielo y con el infierno. El cielo
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