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RACIONALISMO – LE CORBUSIER Y LA “MAQUINA DE HABITAR”

El Racionalismo es un movimiento que surgió a partir de los griegos para indicar que
se puede llegar a la verdad desde la razón. Éste siempre estuvo relacionado a las
cosas precisas, la matemática, la geometría; aunque no fue muy relevante hasta el
siglo XVIII cuando apareció el Nihilismo.

Descartes, importante filósofo creía que para llegar a la verdad debía poner todo
en duda, de allí su famosa frase “pienso, luego existo” – todo conocimiento debía
serlo a partir de la razón. Él buscaba un camino certero para distinguir lo verdadero
de lo falso, y para esto estaba su método cartesiano. Según este método para
empezar, no se debía aceptar un problema sin que éste estuviese claramente
planteado. Este problema se dividía en tantas partes como fuera necesario, y
siempre se iba desde lo más simple a lo más complejo. Había que resolverlo sin
omitir ningún paso. Esto en la arquitectura dio origen al método de proyectación,
para lo lograr una lectura clara del objeto y un resultado final correcto.

La arquitectura clásica, como aquella que siguiese los principios de Paladio en el


siglo XVI, estaba caracterizada por formas geométricas muy claras, dadas a partir
de un eje de simetría, así como existía una idea de proporción (por ejemplo, la
altura de una columna estaría determinada según su diámetro). También estaba
presente la idea de los órdenes arquitectónicos y el principio de tectonicidad, que
tiene que ver con el entendimiento de cómo se transmiten las cargas hacia el suelo
en una construcción.

Perronet, un ingeniero francés, en un momento se dio cuenta que para diseñar


puentes grandes ya no se debía hacerlo con criterios de prueba y error, sino que se
debería aplicar cálculos previos para la resistencia del material y la carga a
soportar. Así fue cómo surgió el primer puente construido habiéndolo calculado
previamente.

Ideas racionales en la arquitectura moderna

La arquitectura moderna, influenciada por el racionalismo, comenzó a inclinarse


por la construcción en serie, la idea de modulación, y la prefabricación. Esto
repercutió en la economía, ya que de esta manera los costos bajaron. Apareció la
idea de que había que dejar atrás los ornamentos - los materiales y estructura
debían mostrarse con claridad. Toda obra pasó a estar destinada a un hombre
genérico, universal en lugar de una persona particular. Se comenzaron a resolver
planos abstractos con estructuras geométricas, y se empezaron a aplicar trazos
reguladores (formas de diagramar en la obra) – estas últimas cosas gracias a la
influencia de un arquitecto que mencionaremos más adelante: Le Corbusier.

¿Qué disparó la arquitectura racional?

 La primera guerra mundial fue un importante punto de inflexión en la historia:


al ser la primera guerra moderna, donde las máquinas jugaron un rol
importante. Gracias a los movimientos sociales, como el bolchevique los
obreros, que antes no tenían influencia comenzaron a tener un mayor peso,
y demandarle al gobierno por su falta de viviendas. Los clientes de los
arquitectos solían ser aristócratas, burgueses, gente rica, pero en este
momento el mismo estado empezó a contratarlos: se necesitaba resolver el
problema de la vivienda social y colectiva, para lo que se crearon conjuntos
habitacionales. El vidrio, el hormigón y el acero pasaron a ser los materiales
más utilizados y la prefabricación un elemento importante en la
construcción.
 En la pintura, que solía estar siempre más “avanzada” que la arquitectura,
comenzaron a verse las vanguardias figurativas, adelantadas a su época. El
cubismo de Picasso, revolucionario, sumaba una cuarta dimensión (el
tiempo) a las 3 dimensiones fruto de la perspectiva, agregando la idea de
movimiento, creando múltiples perspectivas. Para lograr esto, además de
utilizarse telas como material, se descomponía el objeto en partes, se
desfiguraba, se buscaban transparencias, yuxtaposiciones, y se usaban
colores más claros. Había que revelar la estructura interna del objeto.

Bruno Zebi, un arquitecto historiador, realizó una serie e investigaciones con


respecto al racionalismo. Para él, se podía decir que la arquitectura clásica era más
bien “estática” – el cubismo, mediante la descomposición en partes, buscaba la
libertad espacial. Se dejó la idea de que por un lado teníamos que tener una
fachada, por ejemplo. A partir del racionalismo, se diseñaba de adentro hacia
afuera, ya no se hacía más una composición de fachada, ahora ésta reflejaba la
función interna. Existía un diálogo entre el interior y el exterior.

Le Corbusier, maestro del racionalismo

Un arquitecto suizo, en un principio un tallador de relojes (trabajo que requería


mucha precisión), que se dio cuenta de que su profesión no tenía muchos frutos. En
ese momento se volcó a la arquitectura, era un autodidacta (no estaba de
acuerdo con los planes de estudio).

Él entonces detectó un desaprovechamiento del espacio en las casas y ciudades, y


decide investigar para dar respuestas a este problema. En sus viajes iba tomando
notas, sintetizaba cosas que observaba en la realidad y presentaba sus ideas. En
Grecia admiró el Partenón, que para él se volvería el prototipo de lo racional en la
arquitectura; en Mileto, vio una ciudad formada en una cuadrícula, y ésta sería una
idea que desarrollaría más adelante. También viajó a Alemania, y Francia, donde
aprendió sobre el hormigón armado.

En esa época decide incursionar en la pintura – junto a Amédeé Ozenfant, otro


pintor sentaron las bases del movimiento purista. Para ellos el cubismo era un poco
caótico, y ellos querían plasmar pinturas que reflejaran la realidad industrial.
Tomaban objetos y los trasladaban a través de una geometría rigurosa – este
movimiento, muy alejado de lo dionisíaco, no tenía un rastro de emoción, si bien sí
un toque de distinción.

En 1914 planteó la “estructura dominó”, con la que quería llegar a la síntesis de los
problemas de la arquitectura. Esta se realizaba en hormigón armado, tenía losas,
columnas y una escalera – a partir de esto se desarrollaría toda su obra, todo iba
surgiendo de esta célula. Las columnas estaban retiradas del borde de la losa, lo
que permitía libertad en el proyecto.
Este arquitecto era un fanático de las máquinas: sus referentes podían encontrarse
en el transporte, trenes, autos, aviones. Se hizo amigo del dueño de Citroën – quería
fabricar viviendas funcionales como los autos, esto no se llevó a cabo pero Le
Corbusier hizo una serie de esquemas: se podían ver dos paredes portantes en
planta, un gran living, cocina, una escalera caracol y arriba dormitorios. Había una
doble altura, cosa que nunca se había hablado en arquitectura y se basó en
estudios de artistas. Esto pasó a ser su sello propio. Existía una continuidad entre el
living comedor y la cocina, esta nueva idea en el futuro se volvería muy común: la
mujer moderna necesitaba un espacio más acotado ya que no contaba con
mucha ayuda. Afuera había una escalera a la terraza, que sería el sector de
huéspedes; aparece la idea de quinta fachada.

En 1925 fue invitado a participar de una exposición de arte decorativo – él en


realidad estaba en contra del arte decorativo pero quería difundir sus ideas.
Presentó entonces el Pabellón del Espíritu Nuevo: su propuesta para el futuro, que
era básicamente la casa Citroën con algunos cambios, por ejemplo no tenía
terraza porque quería mostrar que esto se podría repetir en altura. Los años 20
entonces fueron un período de racionalismo duro, una arquitectura blanda,
estricta. Una fachadas realizada en proporción áurea, con trazos reguladores, éstas
eran las proporciones del renacimiento. Una vivienda con un planteo funcional del
siguiente tipo: en la planta baja, la entrada, un hall y el garaje; en el primer piso el
estar, una biblioteca, el comedor y la cocina; en el segundo piso los dormitorios (allí
vivirían 2 familias).

En 1927 fue partícipe de una exposición dirigida por Mies Van Der Rohe, que
decidió invitar a 16 arquitectos a hacer sus propuestas para ver en qué estado
estaba la arquitectura moderna y experimentar con nuevas técnicas. Sólo había
una condición: los techos debían ser planos. Para la misma Le Corbusier hizo dos
obras: una de ellas tipo Citroën, y otra será una vivienda doble en un terreno en
pendiente. Serían dos viviendas similares con accesos separados por escalera.
Tendrían estructuras metálicas al frente, separadas del paramento, y atrás
hormigón. En planta baja estaría la recepción y servicio, una escalera recubierta
por un espacio que también tenía su función, era un sector que no variaba. En la
planta alta tenía dormitorio y living; había en una parte de la casa un pasillo de 70
cm que fue criticado, a lo que Le Corbusier respondió que esto en un tren
funcionaba. Él quería mostrar como esa organización funcionaba de día y de
noche, ya que el living pasaba a ser dormitorio – había una flexibilidad del espacio.
También tenía una terraza. Todo elemento de esta obra, incluso el sistema de
empotrar la cama era su diseño propio.

Es en esto momento en que él enuncia los “cinco puntos de la arquitectura”. Su


obra manifiesto sería la Ville Savoye, una obra realizada en las afueras de París, una
vivienda de fin de semana.

1. La obra debe estar elevada sobre pilotes. Las viviendas normales, hundidas,
absorbían humedad, por lo que propuso liberarlas del suelo, además el
verde circularía libremente.
2. Planta libre – en la estructura, tendríamos columnas concentradas en puntos,
lo que daría libertad formal, y poder articular el espacio.
3. Fachada libre. Ya que las cargas no pasan por las paredes, ésta no recibe
esa carga. La arquitectura puede articular el espacio.
4. Terraza – jardín. Quería recuperar la idea de la quinta fachada, ya no habría
más techos a dos aguas, el techo sería un espacio más para la arquitectura.
Se construye un jardín, que además daría aislación térmica.
5. Ventana corrida – proporciones.

Una curva que sería del radio de giro de los autos, una rampa que sería un “paseo
arquitectónico”. Le Corbusier quería enmarcar la naturaleza como un cuadro, ésta
estaría diferenciada de lo que construyó el hombre.

En 1950 se le encargó un conjunto de viviendas, él quería edificios autosuficientes,


entonces crea la unidad habitacional en Marsella, pensada para diferentes
escalas, con doble ventilación, ropa, teatro, pileta, todo estaba disponible allí.
Tomó los transatlánticos como referentes. Surgió la idea de mostrar el hormigón
armado sin tratar, con huellas del encofrado, lo que dio origen a la arquitectura
brutalista. Los parasoles, prefabricados, regulaban la luz.

Ideó el sistema Modulor, un sistema de medidas, que garantizaría la escala


humana, en proporción áurea. Este sistema fue aplicado no sólo en la unidad de
Marsella, sino hasta en la Casa Curutchet, única en nuestro país.

Esta casa, además de contar con este sistema, siguió los cinco puntos de la
arquitectura, estaba insertada en un terreno entre medianeras, y contaba con una
rampa. Fue encargada por el odontólogo Curutchet, es una casa con un
consultorio adelante, y la vivienda en sí atrás. Utiliza materiales como la piedra y la
madera, no bien vistos en el racionalismo.

Funcionalismo

Éste movimiento, íntimamente relacionado al racionalismo, decía que “una obra es


bella cuando las funciones están mostradas”, “la forma sigue a la función”, un
resultado de las funciones que desarrollamos en el interior. Dentro de esta corriente,
existían ciertas ideas, como la analogía maquinista, que buscaba una arquitectura
tan eficiente como las máquinas – los autos, aviones, trenes, transatlánticos, cada
sector tenía una función, los espacios estaban aprovechados. Había un referente
orgánico, del cual salieron los organicistas, que decían que la obra debía crecer,
mimetizarse con la naturaleza y desarrollarse como la misma – con estas ideas
trabajaría el arquitecto Frank Lloyd Wright. Existió una analogía moral, según la cual
la obra debía ser veraz y no deshonesta, mostrar el material sin disfraces, ni
ornamentos. Los funcionalistas utilizaban, por ejemplo, un programa de
necesidades para resolver las funciones en primer lugar.

En 1926, con la urbanización de Frankfurt, Alemania, la arquitecta Margarete


Schütte-Lihotzky propuso nuevas ideas para una cocina: la mujer moderna ya no
necesitaba una cocina enorme, por lo que se estudió el orden, altura para el acto
de cocinar, disposición de utensilios. La cocina de Frankfurt sería una referencia
para las cocinas modernas.

En estos años también hubo un arquitecto que decidió jugar con formas que
apelaban a los sentidos, y no se veía tanto la función. Más adelante se formó el
Grupo Austral, que en un momento trabajó con Le Corbusier, y en su manifiesto
apelaban, reivindicaban aspectos perceptivos que el racionalismo dejaba afuera.
No dejaron los cinco puntos pero utilizaban materiales tabú, buscando un espacio
más interesante. Dadas las críticas que el racionalismo recibía, más adelante
surgiría una nueva arquitectura.

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