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V I S O R revista literaria

Nº9-May./Ago.2017

Reseñas: Abraham Pérez / Agustín Monsreal y Fernando Sánchez


Ensayos: Muchas veces de Érase / Análisis de “El niño proletario” de
Osvaldo Lamborghini / Intertextualidad en la obra de Joseph Conrad
Creación: Carlos Ardohain / Antonio Costa Gómez / Carlos Segovia
/ Facundo Re / Niobe Mariana Rojas Sarabia / Edgardo Nieves-Mieles
© Revista Literaria Visor
ISSN 2386-5695
Contenido
Revista Literaria de difusión cuatrimestral

Dirección:
Noel Pérez Brey Editorial.................................................................3
www.perezbrey.com
perezbrey@gmail.com Reseñas..................................................................4
Consejo Editorial: Esferas. Abraham Pérez.............................................5
Vega Pérez Carmena
Noel Pérez Brey Vamos al circo. VV. AA...............................................6

Imágenes: Ensayos..................................................................7
Portada: Catherine
www.flickr.com/photos/catheadsix/ Muchas veces de Érase, por Sara Martín Fernández.
Contraportada: Catherine/Fuente: Flickr .......................................................................................8

Contenido: Nikon Peeper/Fuente: Flickr; Reseñas:
Timur Yalcin/Fuente: Flickr; Ensayos: Damian Varia/ Un cuerpo violado: una clase social. Análisis políti-
Fuente: Flickr; Creación: Evan Leavitt/Fuente: Flickr. co-genérico de “El niño proletario” de Osvaldo Lam-
borghini, por Andrea Armijos Echeverría...............14
Diseño:
Noel Pérez Brey Intertextualidad en el cuento “Una negrita haciendo
señas” y la novela corta Gaspar Ruiz de Joseph Con-
rad, por Carlos Martínez Buelvas............................21
Esta revista se edita desde Toledo (España) a través de la si-
guiente dirección: Creación............................................................... 27
www.visorliteraria.com
La vida sucia, por Carlos Ardohain..........................28
Puede ponerse en contacto con nosotros en la siguiente direc-
ción de correo electrónico: Rilke en los prostíbulos, por Antonio Costa Gómez....
visorliteraria@gmail.com .....................................................................................36
Presente perpetuo, por Carlos Segovia.....................39
Diálogos, por Facundo Re..........................................46
Todos los textos e imágenes publicados en este número son Parásito, por Niobe Mariana Rojas Sarabia.............51
propiedad de sus respectivos autores. Queda, por tanto, prohi-
bida la reproducción total o parcial de los contenidos de esta ¿Desde cuándo no te sudan las manos porque no
publicación en cualquier medio sin el consentimiento expreso abrazas a nadie, ni siquiera al viento?, por Edgardo
de los mismos. Por otro lado, esta publicación no se respon- Nieves-Mieles.............................................................60
sabiliza de las opiniones o comentarios expresados por los
autores en sus obras.
Colaboraciones..................................................... 68
ENSAYOS ENSAYOS

duras escondidas. Hay que encontrar Durand, Gilbert, Las estructuras an-
la ranura y sentirse capaz de soportar tropológicas de lo imaginario (1960),
el peso de poseer la llave de la caja de Madrid, Fondo de Cultura Económi-
Pandora o del armario de Narnia. ca, 2005.
Los cuentos siempre han sido un re- Martín Jiménez, Alfonso, Tiempo e
ferente puro de nuestra naturaleza. Es imaginación en el texto narrativo,
precioso analizar las ramas en las que Valladolid, Universidad de Vallado-
se han ido bifurcando a lo largo de los lid, 1993.
siglos, manteniendo el tronco común. El Pintor Iranzo, Iván, “A propósito de lo
cuento es arte, el cuento es vida. imaginario”, en http://132.248.35.1/
cultura/ponencias/ponen2faseindice/
Bibliografía Durand.htm, sin fecha.

Sara Martín Fernández (Segovia, España, 1992). En 2015, terminó en Va-


lladolid el Grado en Español: Lengua y Literatura (la antigua Filología Hispánica).
Después, se mudó a Madrid, donde realizó el Máster en Formación del Profesora- Fuente: www.clarin.com
do en la Universidad Complutense de Madrid, y poderse ganar la vida intentando
enseñar a los nuevos adolescentes para que amaran tanto como ella la lengua y la
literatura castellana. A día de hoy se encuentra aprendiendo inglés en Manchester,
Inglaterra, donde sigue alimentando su sueño día y día sin perder la esperanza de
volver algún día con más experiencias. Un cuerpo violado: una niños de sus madres en las montañas
de la Cabilia, en el cual se entrega a
clase social. Análisis po-
los infantes un huevo y un candado, los
lítico-genérico de “El niño niños deben romper y abrir los objetos
proletario” de Osvaldo respectivamente, el primero como sím-
Lamborghini bolo de desfloración y el segundo como
por Andrea Armijos Echeverría metáfora del poder viril frente a la co-
munidad. En este caso, como en una
enorme cantidad más, la sexualidad
—Es un texto provocativo, escanda- (simbólica o física) y su aplicación, es-
loso, totalmente perverso, ¿no? pecialmente en su grado de aplicación
—No, no es perverso, es sexual. conforman uno de los medios más visi-
bles de ejercer poder o de al menos ilus-
(Entrevista a Osvaldo Lamborghini, trar la dirección en que se ejerce cierto
Revista Lecturas críticas, 1980) poder. “El niño proletario” de Osvaldo
Lamborghini es de esas historias ab-
En su reconocido ensayo “La domi- yectas que satirizan el mismo discurso
nación masculina”, Pierre Bourdieu político de reivindicación justamente a
menciona el rito de separación de los través de una narrativa sexual y cruda,

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ENSAYOS ENSAYOS

porque el autor argentino no se dedica a causa por la que reza el texto, claro, sin terminar por dejar a un niño inocente interesante y rica de conceptos sale del
romantizar al proletario, sino que des- exhortarlo con palabras bonitas o gritos violado y muerto en medio del barro re- nudo de la historia, cuando los niños de
cubre las capas del pregón folletinesco de guerra tal cual manifiesto. En una cae en el hombre, "su semen se convier- clase alta empiezan a atacar al prole-
tan reusado y lo revierte. La historia de entrevista al autor, en la que se le pre- te en venéreos niños proletarios" (Lam- tario. En este punto la caricaturización
tres niños burgueses que violan y ase- guntó justamente este rasgo de estilo en borghini, 1), hay una responsabilidad, de un proceso físico y visible de domi-
sinan a un niño proletario por el sim- este mismo texto respondió: más bien una irresponsabilidad o mala nación tiene una serie de acciones inte-
ple motivo de “gozar” con su cuerpo y “¿Por qué salir como un estúpido a
suerte de ser proletario, hijo de PADRE resantes; cuando los niños empiezan a
su sufrimiento es la fórmula utilizada decir que estoy en contra de la bur-
proletario. La filósofa Judith Butler, en quemarle los periódicos y a la vez qui-
para este fin. guesía? ¿Por qué no llevar a los lími-
“Deshacer el Género”, hace un acerta- tarle las monedas a Estropeado, se hace
Osvaldo Lamborghini fue un escri- tes y volver manifiesto lo que sería el
do análisis de cómo la generización de eco de la pérdida de libertades, de la
tor y poeta argentino, cuya literatura discurso de la burguesía? ¿Qué va a
los sexos o su construcción social pone miseria inmortalizada por la burguesía.
siempre estuvo rodeada de polémica quedar comprometido? Planteado en
en dos categorías opuestas a hombres y El acto se torna al cuerpo; el dinero y
y controversia. Su estilo provocador y términos gramaticales: un pronom-
mujeres, de manera que su comporta- los pocos periódicos ya destrozados eran
diferente que incluía temas sexuales, bre: yo” (1980).
miento y sobre todo las consecuencias la iniciación de una humillación mucho
de violencia explícita, como de crítica de su comportamiento se ven alineados más manifiesta. Los tres niños burgue-
y sátira política le atribuyeron un halo Ya entrando en la narrativa misma, por un sistema de valores limitado: “El ses, además de causarle varias heridas
peculiar a su figura literaria. En “El es importante anotar que este niño pro- género es el mecanismo a través del con un vidrio cortado, proceden a vio-
niño proletario”, es posible vislumbrar letario es hijo de dos "autores", como cual se producen y se naturalizan las larlo, esta acción en solitario es como el
estas tres características en una misma menciona Lamborghini, una madre nociones de lo masculino y lo femenino, leitmotiv alegórico del texto, Gonzalo y
lectura, se trata del texto de protesta pobre, triste, prostituta, y un padre junto con las formas psíquicas y perfor- Esteban violan a Estropeado, mientras
menos obvio posible, con los métodos alcohólico, despreocupado y violen- mativas que el género asume” (Butler, el narrador lo obliga a darle sexo oral,
menos rosas también, amenazar al lec- to. Aunque esta parte de la narración 70). En este caso, la mujer es apenas pero todos, mientras lo hacen siguen
tor con una escena tan evitada como la es corta resulta extremadamente útil una sombra, un elemento más del jue- lastimándolo con el vidrio y sobre todo,
de la violencia física y sexual a un niño para construir un contexto en el cual go de sucesión que perpetra el hombre los tres sienten un magnifico placer al
pequeño es el medio de hacerle notar se mueven los personajes. Hay una dis- como él quiere, el contraer sífilis no es hacerlo: “la cara de Gustavo aparecía
que es tan real y descarnada como sus cusión acalorada sobre la herencia del una decisión, pero sí contagiarla y per- contraída por un espasmo de agónico
palabras y su estilo. padre proletario al hijo proletario, una petuarla por años. placer (…) yo me aferraba a mis testí-
La narración en primera persona dis- que consiste sobre todo en pobreza, mi- Sin embargo, esta perspectiva es nor- culos por miedo a mi propio placer”.
pone aún más al lector a repelerse por seria y sífilis: mal, o normalizada, y de hecho este tipo Puede interpretarse desde sinnúmero
el texto, las primeras líneas se dedican "Con el correr de los años el niño pro- de familia constituye la unidad básica de ángulos al acto sexual violento e im-
a describir desde la perspectiva de uno letario se convierte en hombre prole- social de una clase trabajadora. Podría puesto, sobre todo desde un niño a otro.
de los niños torturadores al proletario, tario y vale menos que una cosa. Con- bien decirse que la ideología que opera en Lo interesante es que en este enfrenta-
o al menos como él lo ve, la reacción trae sífilis y, enseguida que la contrae un sistema de contexto argentino, como miento de clases, la culminación de una
frente a esta clase social es clara, al siente el irresistible impulso de ca- en este caso, latinoamericano para ser serie de vejaciones al proletario es jus-
mismo tiempo satírica, y cruel: “Me sarse para perpetuar la enfermedad más generales, es el mismo que orde- tamente una que incluye abiertamen-
congratulo por eso de no ser obrero, de a través de las generaciones" (Lam- na la dualidad sexual, la amputación te la ofensa sexual. Así como las posi-
no haber nacido en un hogar proletario” borghini, 1) de las diversidades, y sobretodo tener ciones sexuales tienen una ordenación
(Lamborghini, 1) como si eso de haber por obvias este par de cuestiones de ser simbólica en una relación heterosexual
¿A que remite esto? Empezando en
nacido o no en algún lugar sea menes- mujer/madre y ser hombre/padre. (hombre sobre mujer como la más co-
que se trata de un niño y no una niña
ter de un ser que ni ha nacido. El “yo” Este marco de análisis del texto es mún y aceptada), el hecho de fundar
proletaria, es decir, que la reproducción
en el texto es un intermediario de in- apenas una parte de la reflexión gené- el placer masculino en la obtención del
de un sistema separatista que puede
clusión, es volver al lector parte de la rica que aporta el autor, la sección más placer del compañero, el hecho de “po-

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ENSAYOS

seer” a otro son actos simbólicos de autoridad también ejerce


un significado que sobrepasa lo corporal. Si “la penetración,
sobre todo cuando se ejerce sobre un hombre, es una de las
afirmaciones de la libido dominandi” (Bordieu, 34), la posesión
sexual de los burgueses al niño se ve justificado como un acto
político que legitima su posición social. Como menciona Ofelia
Ros en su análisis del cuento:
“el realismo lamborghiniano no sólo se interna en las fantasías
de dominación y sometimiento que estructuran una realidad
social clasista jerárquica y explotadora, sino en las prácticas de
tortura y exterminio en las que se funda dicha estructura” (p.
11)
Esto nos remite a pensar que no solo el hecho de penetrar
sino el de cortar la piel del niño, ignorar el paso del tiempo,
sentir un enorme placer y finalmente asesinar sin culpa (por-
que así mismo lo describe el narrador) configuran una corrien-
te de pensamiento definida. En sumo, todo el texto tiene ese
tinte hiperbólico de un desdén al proletariado que puede ser
real, pero que traducido a lo físico es casi como materializar
las actitudes cotidianas figurativas que sin un pedazo de vidrio
o un falo enorme como el de Gustavo, también terminan por
violar y matar a una clase social.
Ahora bien, hay una palabra que resuena en el texto y que
configura también un espacio de desenvolvimiento de la domi-
nación y la sumisión: venganza, esta palabra a la vez se con-
funde con una segunda: placer. ¿Qué puede hacer de estos dos
conceptos parte de un mismo procedimiento? Primeramente,
el reconocimiento del impulso del placer, junto a la resignifica-
ción por parte del mismo narrador: “Evidentemente, la socie-
dad burguesa, se complace en torturar al niño proletario, esa
baba, esa larva criada en medio de la idiotez y del terror”. El
hecho de complacerse viendo sufrir al obrero, como ya muchas
veces confirma el narrador, es una revancha a lo detestable
que tiene esta clase, tanto estética como políticamente para una
clase alta. Esto es ya en sí una declaración hostil de jerarquía,
pero ¿qué sucede cuando esa declaración toma la forma de un
cuerpo? Este cuerpo, o estos cuerpos, se reducen a los típicos
“discursos restringivos de género y sexo” (p. 70), como diría
Butler a los que desafortunadamente están auto-inscritos todos
los cuerpos. Es terminante la explicación del narrador, a tra-
vés de estas dos pablaras y de la sexualidad, para entender la

Fuente: lamonomagazine.com visorliteraria.com | 18


ENSAYOS ENSAYOS

incidencia metafórica que está teniendo, gués, bueno/malo, rico/pobre, natural/ Tras una primera lectura del texto pue- Butler, Judith. (2004). Deshacer el gé-
en el espacio temporal del cuento (el salvaje, masculino/femenino vuelve a de parecer difícil de apreciar las capas nero. Barcelona: Ediciones Paidós.
recuerdo del narrador), la violación de ejercerse forzando también la mate- de significado que Lamborghini es ca- Guaragno Liliana. (Noviembre/di-
Estropeado: “Porque la venganza llama rialización de la oposición dominante/ paz de añadir a un texto evidentemen- ciembre 2001). Acerca de El Fiord,
al goce y el goce a la venganza pero no dominado. Estropeado, a pesar de ser te “sexual”, porque es sexual, pero es de Osvaldo Lamborghini. Revista de
en cualquier vagina y es preferible que un niño, se subyuga a otros niños que genérico, cultural, social y político. La cultura 18/19. Fortaleza, São Paulo.
en ninguna” (Lamborghini). Entende- toman el rol inicial de un teatro coti- versatilidad de esta composición ilustra Extraído desde http://www.jornalde-
mos que aquella satisfacción tan repe- diano de solo dos papeles posibles, pero lo que dice Liliana Guaragno sobre la poesia.jor.br/ag18guaragno.htm
tida en el texto no es de corte erótico, obligados a ser performados. El acto de literatura de Lamborghini: “Esos pun- Lamborghini, Osvaldo. El niño proleta-
o al menos no es solo eso, sino que per- violación y violencia física al niño prole- tos de acción máxima (del poder que se rio.
sonifica la venganza cumplida y eso, en tario es como la audición para el papel encarna y desencarna), ocurren entre Ovando, Francisco Javier. (Enero 2014).
la cara del niño proletario ahorcado en de dominador, la parte curiosa es que el el accionar constante y mecánico de las El Matadero y El Niño Proletario,
un charco de agua sucia, es placentero. dominado no debe audicionar, sino que pulsiones - sexuales (genitales, orales eslabones de una tradición barbárica
No podríamos decir que el niño bur- a través de este mecanismo él adopta - anales)” describiendo una técnica de en la literatura argentina. Tesis de la
gués necesita cometer un acto semejan- la sumisión instantánea e involuntaria- abstracción que amalgama recursos y Escuela de Lengua y Literatura his-
te para reivindicar su posición y sen- mente. actores literarios para traducir y de- pánica. Universidad de Chile. Extraí-
tirse en estabilidad con él. Recordemos ¿Por qué el mismo Lamborghini con- nunciar las condiciones de un mismo do desde http://repositorio.uchile.
que la sátira en Lamborghini es suma- sideraba a este un cuento sexual por so- contexto. cl/bitstream/handle/2250/115704/
mente poderosa, y si bien este podría bre la perversidad y el mismo mensaje Ovando%20Francisco_2014.pdf?se-
configurar un caso real, inaudito, pero social? Quizás la narrativa es una jus- Bibliografía quence=1&isAllowed=y
real, una lectura menos literal pone tificación para ello, pero me convence (1980). El lugar del artista: Entrevista a Prieto, Martín. (2006). Breve historia
en evidencia otras formas de discrimi- más una hipótesis de que la sexualidad Osvaldo Lamborghini. Lecturas críti- de la literatura argentina. Buenos
nación y separación que aunque menos y la biología están tan determinados por cas: revista de investigación y teorías Aires: Taurus.
palpables, son igual de efectivas. Pro- la cultura que son el campo de acción literarias, Año I, No 1, p. 48-51. Bue- Ros, Ofelia. (Noviembre 2014). Perver-
bablemente la ritualidad del acto, que perfecto para acercar a los individuos nos Aires. Extraído desde http://go- sión e historia en “El niño proletario”
cuenta casi con pasos repasados, esté a problemas de aspecto político y eco- losinacanibal.blogspot.com/2005/11/ de Osvaldo Lamborghini. Dissidences:
más marcada por Estropeado que por nómico incluso. Quiero decir que pue- el-lugar-del-artista-entrevista.html Hispanic Journal of Teory and Criti-
los mismos burgueses. Y es que Estro- den configurarse mundos paralelos de Bordieu, Pierre. (2000). La domina- cism, Vol. 5, Iss. 6. Extraído desde
peado o Stroppani configura una cons- significación donde “la violencia políti- ción masculina. Barcelona: Editorial http://digitalcommons.bowdoin.edu/
trucción tanto social como genérica que ca argentina es puesta en acto a través Anagrama. dissidences/vol5/iss10/6
da para mucho estudio; él, tanto como de la violencia sexual” (Prieto, 433) en
los burgueses son hombres biológica- este texto, y puede ser tanto metafóri-
mente, incluso discursivamente tienen ca como concretamente. En resumen, Andrea Armijos Echeverría (Quito, Ecuador, 1996). Estudiante de último
una posición similar, pero algo hace que Estropeado es despojado de su mascu- año de la carrera de Artes Liberales con especialización en Literatura e Historia
Estropeado de repente pierda su esta- linidad que lo heterogenizaba con los del Arte en la Universidad San Francisco de Quito, Ecuador. Trata de vivir leyendo
tus simbólico masculino (entendiendo burgueses, es vejado sexualmente, la y escribiendo. Intereses en estudios interartísticos e interdisciplinarios, literatura
que la ideología del contexto real de la dominación burguesa sobre el proleta- latinoamericana, distopía y arte visual. Ha publicado artículos en revistas de lite-
obra es heteropatriarcal y construye riado se significa en dos penetraciones y ratura y arte plástico, Líneas de Expresión e INDEX, Revista de arte contemporá-
una masculinidad dominante) y pase a una felación, claro que hay más símbo- neo. Actual editora de la revista Líneas de Expresión de la USFQ y muy reciente
representar uno muy inferior, casi se los de cómo la subordinación se inflinge, autora del libro de cuentos y prosas poéticas “Cómo tratan las mujeres a sus peces
podría decir, el femenino. El sistema de pero estos son los más importantes por dorados” publicado por la editorial FLAP en 2016.
valores que maneja lo proletario/bur- ser los más dramáticos y lacerantes.

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