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CAPITULO PRIMERO

MARCO TEÓRICO, NORMATIVO Y JURISPRUDENCIAL SOBRE EL


INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑEZ

i) Interés superior de la niñez

En primer lugar, es importante tener en cuenta el concepto de “interés superior de


la niñez”, el cual ha sido descrito y reconocido por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, como el derecho que “implica el desarrollo de éste y el ejercicio
pleno de sus los mismo1, además que, deben ser considerados como criterios
rectores para la elaboración de normas y la aplicación de éstas en todos los órdenes
relativos a la vida del niño”2.

Por otra parte, resulta trascendental la interpretación que a dicho precepto realizó
el Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas, en
su Observación General 14 de 20133, en el que sostuvo que el concepto del interés
superior de la niñez tiene tres vertientes:

 Un derecho sustantivo: Que consiste en el derecho del niño a que su


interés superior sea valorado y considerado de fundamental protección
cuando diversos intereses estén involucrados, con el objeto de alcanzar
una decisión sobre la cuestión en juego.

 Un principio fundamental de interpretación legal: Que significa que, si


una previsión legal está abierta a más de una interpretación, debe optarse

1
En la doctrina también se habla del principio de “protección integral del niño” (Principio 2 de la
Declaración de los Derechos del Niño). Feldman, Gustavo, Los derechos del niño, Argentina, Ciudad
Argentina, 2008, p. 31.
2
Corte IDH. Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño. Opinión Consultiva OC-17/02 del 28
de agosto de 2002. Visible en el sitio en Internet: http://www.corteidh.or.cr/index.php/jurisprudencia.
3
Observación General 14, relacionada sobre el derecho del niño a que su interés superior sea una
consideración primordial (artículo 3, párrafo 1 de la Convención de los Derechos del Niño), aprobada
en el 62º período de sesiones el catorce de enero de dos mil trece.
por aquélla que ofrezca una protección más efectiva al interés superior
del niño.

 Una regla procesal: Cuando se emita una decisión que podría afectar a
un niño específico o en general a un grupo identificable o no identificable
de niños, el proceso para la toma de decisión debe incluir una evaluación
del posible impacto (positivo o negativo) de la decisión sobre el niño
involucrado.

Aunado a lo anterior, en dicha observación se señala al interés superior de la niñez


como “un concepto dinámico que debe evaluarse adecuadamente en cada
contexto”, cuyo objetivo es “garantizar el disfrute pleno y efectivo de todos los
derechos reconocidos por la Convención de los Derechos del Niño.

En ese sentido, el Comité de los Derechos del Niño, ha considerado que los Estados
interpreten el término desarrollo como un “concepto holístico que abarca el
desarrollo físico, mental, espiritual, moral, psicológico y social del niño”, por lo que
“ningún derecho debería verse perjudicado por una interpretación negativa del
interés superior del niño”.

En ese sentido, se señala que el propósito principal de dicho documento


interpretativo, es “promover un verdadero cambio de actitud que favorezca el pleno
respeto de los niños como titulares de derechos”, lo que se precisa deberá
repercutir, entre otros ámbitos, en las decisiones individuales tomadas por
autoridades judiciales o administrativas o por entidades públicas a través de sus
agentes que afectan a uno o varios niños en concreto.

De igual forma, precisa que aun cuando el niño sea muy pequeño o se encuentre
en una situación vulnerable, tal circunstancia, no le priva del derecho a expresar su
opinión, ni reduce la importancia que debe concederse a sus opiniones al determinar
el interés superior del menor4.

Por otro lado, de conformidad con la Convención sobre los derechos del niño, el
principio del “interés superior de la niñez” es un principio cuya aplicación busca la
mayor satisfacción de todas y cada una de las necesidades de niñas, niños y
adolescentes, ya que su aplicación exige adoptar un enfoque basado en derechos
que permita garantizar el respeto y protección a su dignidad e integridad física,
psicológica, moral y espiritual, en donde todos los órganos jurisdiccionales,
autoridades administrativas y órganos legislativos tienen la obligaciones de tomar
dicho principio como una consideración primordial, de conformidad con los
principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.

Desde otra perspectiva, Miguel Cillero Bruñol 5 plantea que el interés superior de la
niñez es una garantía “que los niños tienen derecho a que antes de tomar una
medida respecto de ellos, se adopten aquellas que promuevan y protejan sus
derechos y no las que los conculquen"6. En ese sentido, considera que esta noción
supera dos posiciones extremas: el autoritarismo o abuso del poder que ocurre
cuando se toman decisiones referidas a los niños y niñas, por un lado, y por otro el
paternalismo de las autoridades7. En ese sentido, el interés superior de la niñez

4
Sirve de apoyo lo establecido en la Tesis: 1a./J. 12/2017 (10a.) de rubro: DERECHO DE LOS
MENORES DE EDAD A PARTICIPAR EN LOS PROCEDIMIENTOS JURISDICCIONALES QUE
AFECTEN SU ESFERA JURÍDICA. LINEAMIENTOS PARA SU EJERCICIO, así como de los
artículos 6º y 78, de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que establecen
que cuando por alguna causa no sea posible recabar el consentimiento de quienes ejerzan la patria
potestad o tutela de un adolescente, éste podrá otorgarlo.
5
Miguel Cillero Bruñol. Revista Justicia y Derechos del Niño, número 9, segunda edición, UNICEF,
Chile, noviembre de 2008.
6
Este principio tiene, entre otras funciones, la de operar como un límite a la intervención arbitraria o
infundada del Estado. Así lo ha definido el Prof. Miguel Cillero, quien ha venido a precisar el alcance,
contenido y funciones de este principio: “De este modo es posible afirmar que el interés superior del
niño, es nada más, pero nada menos que la satisfacción integral de sus derechos. (…)” Más adelante
Cillero expresa: “Es una garantía, ya que toda decisión que concierna al niño, debe considerar
primordialmente sus derechos; es de una gran amplitud ya que no solo obliga al legislador sino
también a todas las autoridades e instituciones públicas y privadas (…)”. Consultar la siguiente liga
electrónica http://www.unicef.cl/web/wp-content/uploads/doc_wp/Justicia_y_Derechos_11_web.pdf.
7
Para el citado autor el concepto del interés superior del niño tendría por lo menos algunas funciones
en específico las cuales se enlistan a continuación:
indica que las sociedades y gobiernos deben de realizar el máximo esfuerzo posible
para construir condiciones favorables a fin de que éstos puedan vivir y desplegar
sus potencialidades.

Con base a lo antes expuesto, Miguel Cillero Bruñol considera que el interés
superior de la niñez es una garantía, ya que toda decisión que concierna al menor,
debe considerar primordialmente sus derechos; es de una gran amplitud ya que no
solo obliga al legislador sino también a todas las autoridades e instituciones públicas
y privadas y a los padres; también es una norma de interpretación o de resolución
de conflictos jurídicos; finalmente es una orientación o directriz política para la
formulación de políticas públicas para la infancia, permitiendo orientar las
actuaciones públicas hacia el desarrollo armónico de los derechos de todas las
personas, niños y adultos, lo anterior, porque el interés superior de la niñez es nada
más y nada menos que, la satisfacción integral de los derechos de los menores de
edad8.

Por otra parte, Víctor Hugo Montoya Chávez considera que el interés superior de la
niñez debe ser concebido como una exigencia para que las autoridades no solo se
queden en dictar normas o políticas gubernamentales en abstracto, sino que deban
velar porque la estricta observancia de ellas redunde en los niños y adolescentes,
responsabilidad también aplicable a la comunidad. Así, la idea de niño-sujeto implica
el concepto de titularidad, y se completa con la noción de igualdad jurídica, con lo
que se les ha de definir como un sujeto dotado de capacidad jurídica, la misma que

-Ayudar a que las interpretaciones jurídicas reconozcan el carácter integral de los derechos del niño
y la niña.
-Obligar a que las políticas públicas den prioridad a los derechos de la niñez.
-Permitir que los derechos de la niñez prevalezcan sobre otros intereses, sobre todo si entran en
conflicto con aquellos.
-Orientar a que tanto los padres como el Estado en general, en sus funciones que les son relativas,
tengan como objeto "la protección y desarrollo de la autonomía del niño en el ejercicio de sus
derechos y que sus facultades se encuentran limitadas, justamente, por esta función u objetivo".
8
INFANCIA, LEY Y DEMOCRACIA EN AMÉRICA LATINA, CAPITULO “EL INTERÉS SUPERIOR
DEL NIÑO EN EL MARCO DE LA CONVENCIÓN INTERNACIONAL SOBRE LOS DERECHOS DEL
NIÑO”, MIGUEL CILLERO BRUÑOL, 1998.
solo encuentra limites en aquellas acciones que en razón de su edad le están
vedadas9.

Por otro lado, Daniel O´Donell, interpreta los derechos de la infancia sobre tres
elementos fundamentales: i) el niño y la niña como sujetos de derechos; ii) el
derecho a su protección especial, y iii) el derecho a condiciones de vida que
permitan su desarrollo integral10.

A partir de lo descrito anteriormente, es dable mencionar que el principio del interés


superior de la niñez, es recogido por diversas normativas a nivel nacional e
internacional11 las cuales establecen como obligación primordial de todos los
órganos jurisdiccionales, autoridades administrativas y órganos legislativos, tomar
en cuenta dicho interés el cual deberá prevalecer en todas aquellas decisiones que
involucren a niñas, niños y adolescentes, incluso cuando se presenten diferentes
interpretaciones, en la que se elegirá la que lo satisfaga de manera más efectiva,
de conformidad con el principio pro infante12. Así, desde el momento de la vigencia
de la Convención sobre los Derechos del Niño13 se ha producido un avance
considerable en la protección efectiva de los derechos de la infancia14, ya que, se ha

9
DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES, el interés superior del niño
y adolescente y la situación de abandono en el artículo 4 de la constitución, VICTOR HUGO
MONTOYA CHÁVEZ, 2007.
10
Los derechos de las niñas y los niños en el Derecho Internacional, con especial atención al Sistema
Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, México, CNDH, 2015.
11
Entre los cuales se encuentran el párrafo 9 del artículo 4 constitucional, y por los artículos 2,
fracción III, 6 fracción I y 18 de la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
12
El Tribunal Constitucional de Perú ha señalado que el principio pro infante no es otra cosa que el
interés superior del niño. Señala que la pauta que establece dicho principio en el caso de conflicto
de normas, implica “privilegiar el sentido interpretativo con el que mejor se optimice el ejercicio del
derecho fundamental del menor”, Véase la sentencia relativa la expediente 01664-2014, del 25 de
agosto de 2015.
13
Aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 44/25 de 20 de
noviembre de 1989, ratificada por México el 21 de septiembre de 1990 y es reconocida como el
tratado internacional de derechos humanos que más ratificaciones tiene a nivel mundial.
14
Resulta destacado el trabajo realizado por el Comité de los Derechos del Niño de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), porque el mismo constituye un insumo de la mayor valía para el
trabajo jurisdiccional en la resolución de aquellos asuntos en donde se ven involucrados los derechos
de las niñas, niños y adolescentes.
llevado a cabo una construcción sofisticada del llamado interés superior de la
niñez15 como un criterio protector16.

Por ende, desde la creación de la Convención sobre los Derechos del Niño, al menor
de edad se le trata como titulares de sus propios derechos. Ya que, desde la
perspectiva de la propia convención el niño es un individuo miembro de una familia
y una comunidad, con derechos y responsabilidades apropiados para su edad y su
madurez. Por lo que, reconocer los derechos de la infancia de esta forma permite
concentrarse en el niño como un ser integral.

En concordancia con lo anterior, la propia convención considera que los derechos


de los niños y niñas son derechos humanos, es decir, no son derechos especiales,
sino más bien deben ser considerados como derechos fundamentales integrales los
cuales se encuentran apegados a la dignidad humana de todas las personas,
incluidos los niños y niñas17.

De lo antes expuesto es dable mencionar que, en el ejercicio de su función


consultiva la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha interpretado el
contenido y alcance de dichas disposiciones convencionales, precisando lo
siguiente:

 Que, de conformidad con la normativa contemporánea del Derecho


Internacional de los Derechos Humanos, en la cual se enmarca el artículo 19

15
Dicho instrumento internacional en su artículo 1 define como niño a todo ser humano menor de 18
años, sin que proporcione una conceptualización de lo que debiera entenderse por adolescente. De
ahí, que exista un consenso en la utilización del término “interés superior del niño”.
16
De manera particular, sobresale el artículo 3, párrafo 1 de la Convención sobre los Derechos del
Niño, el cual establece que en todas las medidas concernientes a los niños que tomen las
instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas
o los órganos legislativos, se deberá atender como consideración primordial el interés superior de la
niñez.
17
Consúltese la siguiente liga electrónica: https://www.unicef.org/spanish/crc/index_30229.html.
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos 18, los niños son
titulares de derechos y no sólo objeto de protección.

 Que la expresión “interés superior del niño”, consagrada en el artículo 3 de


la Convención sobre los Derechos del Niño, implica que el desarrollo de éste
y el ejercicio pleno de sus derechos deben ser considerados como criterios
rectores para la elaboración de normas y la aplicación de éstas en todos los
órdenes relativos a la vida del niño19.

Ahora bien, por lo que respecta al Estado mexicano, es de suma relevancia citar
que, si bien ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, fue hasta
el año 2000 que el artículo 4 constitucional fue reformado y por primera vez se
reconoció a los niños y a las niñas como titulares de derechos a nivel constitucional,
a partir de ahí, el estado mexicano a través de sus instituciones, autoridades y
tribunales, está constreñido a tener en consideración primordial el respeto al interés
superior de la niñez20.

En razón de lo anterior, dentro del artículo 1º constitucional, se establece que el


Estado Mexicano a través de sus instituciones, autoridades y tribunales de todo
orden, está obligado a tener como consideración primordial el respeto al interés

18
En la relación con lo expuesto, el artículo 19 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, establece que toda niña, niño y adolescente tiene derecho a las medidas de protección
que su condición de menor requiere por parte de su familia, de la sociedad y del Estado.
19
Véanse los puntos 1 y 2 de las conclusiones que conforman la Opinión Consultiva OC-17/02 de 28
de agosto de 2002, “Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño”.
20
Se considera como criterio orientador lo establecido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación
en la Tesis 1a./J. 18/2014 de rubro: INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO. FUNCIÓN EN EL ÁMBITO
JURISDICCIONAL. En la que se menciona que, en el ámbito jurisdiccional, el interés superior del
niño es un principio orientador de la actividad interpretativa relacionada con cualquier norma jurídica
que tenga que aplicarse a un niño en un caso concreto o que pueda afectar los intereses de algún
menor. Este principio ordena la realización de una interpretación sistemática que, para darle sentido
a la norma en cuestión, tome en cuenta los deberes de protección de los menores y los derechos
especiales de éstos previstos en la Constitución, tratados internacionales y leyes de protección de
la niñez. Por ende, cuando se trata de medidas legislativas o administrativas que afecten derechos
de los menores, el interés superior del niño demanda de los órganos jurisdiccionales la realización
de un escrutinio mucho más estricto en relación con la necesidad y proporcionalidad de la medida
en cuestión.
superior de la niñez, como principio potenciador de los derechos humanos
fundamentales de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, a través de la
adopción de las medidas necesarias para asegurar y maximizar su protección y
efectividad.

En ese sentido, el interés superior de la niñez es recogido por el párrafo 9 del artículo
4º de la Constitución Federal y por los artículos 2, fracción III, 6, fracción I y 18 de
la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, los cuales
establecen como obligación primordial de todos los órganos jurisdiccionales,
autoridades administrativas y órganos legislativos, tomar en cuenta el interés
superior de la niñez, mismo que deberá prevalecer en todas aquellas decisiones
que involucren a niñas, niños y adolescentes, incluso cuando se presenten
diferentes interpretaciones, en la que se elegirá la que lo satisfaga de manera más
efectiva, como se mencionó con anterioridad, conforme al principio pro infante21.

Por otro parte, de conformidad con el “Protocolo de actuación de quienes imparten


justicia en caso que involucren niñas, niños y adolescentes” el cual fue emitido por
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, menciona que el interés superior de la
niñez tiene las siguientes implicaciones y características principales:

 La plena satisfacción de los derechos de la niñez es un parámetro y fin en sí


mismo;

 Desempeñarse como directriz a fin de orientar las decisiones en las que se


ven involucrados los derechos de la niñez.

21
El interés superior de la niñez y adolescencia denominado también como principio pro infante es
un principio rector que deben de seguir los juzgadores, el cual implica que el desarrollo de niñas,
niños y adolescentes y el ejercicio pleno de sus derechos deben ser considerados como criterios
rectores para la elaboración de normas y la aplicación de éstas en todos los órdenes relativos a la
vida del niño.
De esa manera, la Suprema Corte de Justicia de la Nación22 ha considerado al
principio del interés superior de la niñez como un concepto complejo, ya que cuenta
con las siguientes características: a) como derecho sustantivo, en cuanto a que el
interés referido sea consideración primordial y se tenga en cuenta al sopesar
distintos intereses respecto a una cuestión debatida; b) como principio jurídico
interpretativo fundamental, en el sentido de que si una norma jurídica admite más
de una interpretación, se elegirá la que satisfaga de forma más efectiva sus
derechos y libertades, a la luz del interés superior del menor; y, c) como norma de
procedimiento, conforme a la cual, siempre que se tome una decisión que afecte los
intereses de uno o más menores de edad, deberá incluirse en el proceso de
decisión, una estimación de las posibles repercusiones en ellos23.

En ese sentido se exige que dentro de cualquier asunto que tenga que ver con uno
o varios menores de edad, su interés superior deberá ser la consideración
primordial, lo cual incluye no sólo las decisiones, sino también todos los actos,
conductas, propuestas, servicios, procedimientos y demás iniciativas24.

Por ello, la Primera Sala de nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación ha


establecido que la mera situación de riesgo de los menores es suficiente para que

22
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido diversas jurisprudencias relativas a ese
principio entre las que destacan las registradas con el número 2006011, 20009010 y la tesis número
2008546. En general esos criterios enfatizan que los tribunales deberán atender al interés superior
de la niñez y adolescencia, y que éste demanda un estricto escrutinio de las particularidades del
caso. Asimismo, señalan que debe considerarse la opinión de las niñas, niños y adolescentes en
cualquier decisión que les afecte, y se acentúa la obligación del juez(a) de examinar las
circunstancias específicas de cada asunto para poder llegar a una solución estable, justa y equitativa
especialmente para la niña, niño o adolescente.
23
De conformidad con la Tesis: 1a. CCCLXXIX/2015 (10a.) de la Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, de rubro: INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. DIMENSIONES EN QUE SE
PROYECTA LA APLICACIÓN DE ESTE PRINCIPIO.
24
Consúltese la tesis aislada de la Segunda Sala de rubro: DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y
ADOLESCENTES. EL INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR SE ERIGE COMO LA CONSIDERACIÓN
PRIMORDIAL QUE DEBE DE ATENDERSE EN CUALQUIER DECISIÓN QUE LES AFECTE. 2a.
CXLI/2016, Décima época, publicada en el Semanario Judicial de la Federación el seis de enero de
dos mil dieciséis. En este mismo sentido, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación emitió la jurisprudencia de rubro: INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. SU
CONFIGURACIÓN COMO CONCEPTO JURÍDICO INDETERMINADO Y CRITERIOS PARA SU
APLICACIÓN A CASOS CONCRETOS. Décima Época, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Libro 7, junio de 2014, Tomo I, Materia Constitucional.
se estime que se afectan los derechos de los niños y, ante ello, deben adoptarse
las medidas que resulten de mayor beneficio para la protección de los menores de
edad.25

i) Menores de edad en la propaganda política-electoral.

Ahora bien, resulta relevante mencionar que, en la actualidad un asunto de


relevancia en el sistema político electoral mexicano es la participación de los
menores de edad en los promocionales o publicidad de los partidos políticos,
candidatos, etc.

La esencia de la regulación, tiene cabida en el derecho a la imagen de las niñas,


niños y adolescentes, el cual está vinculado con el derecho a la intimidad/privacidad
y al honor, que pueden resultar eventualmente lesionados a partir de la difusión de
su imagen en los medios de comunicación social, como ocurre con los spots
televisivos de los partidos políticos.

Esto es, diversos órganos jurisdiccionales en la materia han considerado que si bien
el contenido de la propaganda emitida por los partidos políticos por diversos medios
comisivos, tales como, i) Radio y televisión, ii) la propaganda gubernamental relativa
a los informes de labores, ii) la difusión de reportajes relativos a actividades de
servidores públicos, iii) la publicidad difundida por organizaciones relacionadas con
algún partido político y, iv) contenidos posteados o subidos a las redes sociales,
están amparados por la libertad de expresión, ello no implica que dicha libertad sea
absoluta, dado que tiene límites vinculados con la dignidad o la reputación de las
personas y los derechos de terceros, incluyendo dentro de estos los derechos de
las niñas, niños y adolescentes, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 4º
y 6º párrafo primero, de la Constitución Federal.

25
Tesis aislada 1ª. CVIII/2014 (10ª), de rubro: DERECHOS DE LOS NIÑOS. BASTA CON QUE SE
COLOQUEN EN UNA SITUACIÓN DE RIESGO PARA QUE SE VEAN AFECTADOS.
En ese sentido, el simple hecho de que menores de edad aparezcan en propaganda
de corte político-electoral implica un riesgo potencial de asociarlos con una
determinada preferencia política e ideológica, lo que puede devenir en un riesgo
potencial en relación con su imagen, honra o reputación en diferentes ambientes y
aspectos de su vida y, por supuesto, en su futuro, pues al llegar a la vida adulta
pueden no aprobar la ideología política con la cual fueron identificados en su
infancia, vulnerando así el derecho a la imagen26 y el derecho a la intimidad de los
mismos27.

Al respecto, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de manera


particular la Sala Regional Especializada y la Sala Superior28, en conjunto con el

26
En ese mismo sentido, el Tribunal Supremo Español ha establecido que el derecho a la imagen,
es el derecho que cada individuo tiene a que los demás no reproduzcan los caracteres esenciales
de su figura sin consentimiento, de tal manera que todo acto de captación, reproducción o publicación
por fotografía o filme de la imagen de una persona supone una vulneración a su derecho fundamental
a la imagen, como lo es la utilización de la imagen para fines publicitarios, comerciales o de
naturaleza análoga. Véase la Resolución citada en Lorente López, María Cristina, Los Derechos al
Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la propia imagen del Menor, Thomson Reuters, España,
2015, página 59. Énfasis añadido.
27
Ahora bien, en el caso en donde se use la imagen de un menor de edad en un contexto o para un
fin ilícito o denigrante, que implique un menoscabo a su honra, reputación o dignidad, es decir, que
se observe un aprovechamiento o explotación de su condición, cualquier tipo de consentimiento que
haya sido otorgado, perderá eficacia y será considerado nulo, siendo irrelevante que el mismo haya
sido otorgado incluso de manera expresa, ya que, cuando se lesiona la imagen, la honra o la dignidad
del otorgante, los derechos fundamentales se convierten en irrenunciables e imprescriptibles para
cualquier individuo, y en especial, para los menores de edad, dado que la autorización del uso de la
imagen no puede entenderse bajo ningún supuesto, como una permisibilidad absoluta o abierta,
dada la incidencia que un mal uso de la misma pudiera tener en la dignidad de una persona. Al
respecto, resulta orientativo lo dispuesto por la Ley Orgánica 1/1982 de protección civil, del derecho
al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, publicada en España el 5 de mayo,
en cuyo artículo primero, párrafo 3, señala: “El derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y
a la propia imagen es irrenunciable, inalienable e imprescriptible. La renuncia a la protección prevista
en esta ley será nula, sin perjuicio de los supuestos de autorización o consentimiento a que se refiere
el artículo segundo de esta ley”.
28
Si bien el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha emitido diversos criterios
respecto al tema en análisis, es dable mencionar que el pasado tres de agosto, la Sala Superior
emitió su ultimo criterio jurisprudencial respecto al tema en la tesis XXIX/2018 de rubro:
PROPAGANDA POLÍTICA Y ELECTORAL. CUANDO APAREZCAN MENORES SIN EL
CONSENTIMIENTO DE QUIEN EJERZA LA PATRIA POTESTAD O TUTELA, SE DEBE HACER
IRRECONOCIBLE SU IMAGEN, en la cual considero que en todas las decisiones y actuaciones del
Estado se velará y cumplirá con el principio de interés superior de la niñez, garantizando así de
manera plena sus derechos. En ese sentido, cuando en la propaganda político-electoral,
independientemente si es de manera directa o incidental, aparezcan menores de dieciocho años de
edad, el partido político deberá recabar por escrito el consentimiento de quien ejerza la patria
Instituto Nacional Electoral, han creado diversos parámetros a seguir dirigidos a los
partidos políticos para la obtención del consentimiento de los niños, niñas y
adolescentes y de quienes ejercen su patria potestad para la utilización de su
imagen cuando los mismos aparecieran en la propaganda político electoral de los
partidos políticos.

En efecto, dichos órganos jurisdiccionales consideraron que cuando aparezcan


niños, niñas y/o adolescentes, en la propaganda de los partidos políticos o
candidatos, la autoridad facultada para ello (INE), debía proceder a comprobar la
existencia de los siguientes requisitos:

 Los consentimientos por escrito, plenos e idóneos, debidamente firmados por


los padres y las madres o por quienes ejerzan efectivamente la patria
potestad o tutela de los niños; o bien, constancia de pérdida o suspensión de
patria potestad, jurisdicción voluntaria que acredite el abandono por parte del
padre o la madre, o en su caso, el acta de defunción del padre o madre que
no firme, (para el caso que sólo se otorgue por uno de los padres o tutores).

Tal documento se acompañará de copia certificada del acta de nacimiento;


además, deberán exhibirse aquellos elementos idóneos para acreditar el
vínculo entre el niño que participa en el promocional y los padres, tutores, o
quienes legalmente ejercen la patria potestad que expresaron el
consentimiento. Lo anterior, con la finalidad de asegurar que el
consentimiento es real, idóneo, manifiesto y correcto.

 Las manifestaciones de los infantes, esto es, la opinión libre y expresa


respecto de su participación en el promocional, la cual deberá ser acorde a

potestad o tutela, y en caso de que no cuente con el mismo, deberá difuminar, ocultar o hacer
irreconocible la imagen, la voz o cualquier otro dato que haga identificable a los niños, niñas o
adolescentes, creando así un criterio que tiene como finalidad el salvaguardar la imagen y, por ende,
el derecho a la intimidad de los menores de edad.
su edad, desarrollo evolutivo, cognoscitivo y madurez. Tal opinión de los
niños y niñas será valorada por la autoridad administrativa electoral
correspondiente, a través de un dictamen en los términos que la misma
autoridad determine29.

En ese sentido, la autoridad que en su momento, analizara la validez de la


propaganda política en la que participaran niños, niñas y adolescentes, tenía que
valorar minuciosa y neutralmente su contenido, a fin de que, tomando en cuenta su
edad y madurez cognitiva, se les garantizara entre otras cuestiones: el pleno respeto
a su imagen, honra, nombre o datos personales, evitando en todo caso situaciones
de riesgo, que de manera actual o al menos potencial, pudieran correr en su entorno
social o educativo por su participación en tal promocional.

Por ende, uno de los objetos principales además de los requisitos antes señalados,
es que la autoridad responsable en todo momento debe verificar que la propaganda
política sea respetuosa, es decir, no podrán mostrar ni emitir comentarios que
afecten o impidan, objetivamente, el desarrollo integral y la dignidad de niñas, niños
y adolescentes30.

Adicionalmente a lo anterior, en acatamiento a las sentencias SUP-REP-60/2016 y


SRE-PSC-102/2016, emitidas por la Sala Superior y la Sala Regional Especializada,

29
El artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño prescribe el derecho de los menores
de edad a ser escuchados, siempre que estén en condiciones de formarse un juicio propio en función
de su edad y madurez, en ese sentido, los Estados Partes garantizarán en todo momento al niño
que esté en condiciones de formarse un juicio propio y el derecho de expresar su opinión libremente
en todos los asuntos que lo afectan directamente. aunado a lo anterior, es de suma importancia lo
que consideró el Comité de los Derechos del Niño, a través de su observación general 12 sobre el
derecho de la niña y niño a ser escuchados, al señalar que “el artículo 12 de la Convención establece
el derecho de cada niño de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que lo afectan y el
subsiguiente derecho de que esas opiniones se tengan debidamente en cuenta, en función de la
edad y madurez del niño. (CDN. Observación General No. 16, “El derecho del niño a ser escuchado”,
CRC/C/GC/12, 20 de julio de 2009, párrafo 15.)
30
En concordancia con lo anterior, los artículos 14 y 15 de la citada Convención, establecen que los
Estados partes respetarán el derecho del niño a la libertad de pensamiento y de conciencia, entre
otros.
respectivamente, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral aprobó el
Acuerdo número INE/CG20/2017, donde estableció los “Lineamientos para la
Protección de Niñas, Niños y Adolescentes en Materia de Propaganda y Mensajes
Electorales”, de observancia obligatoria para los partidos políticos, coaliciones,
candidatos/candidatas de coalición y candidatos/as independientes federales y
locales, así como para las autoridades federales y locales.

En el caso particular dichos lineamientos, en su artículo 5 señalan que las niñas,


niños y adolescentes pueden aparecer de manera directa e incidental en la
propaganda político-electoral, es directa cuando la imagen, voz y/o cualquier otro
dato que haga identificable a la niña, el niño o la o el adolescente es exhibido con
el propósito de que forme parte central de la propaganda político-electoral o
mensajes, o del contexto de éstos. Es incidental cuando la imagen y/o cualquier otro
dato que hace identificable a la niña, el niño o la o el adolescente es exhibido de
manera referencial en la propaganda o mensajes electorales sin el propósito de que
sea parte del mensaje y contexto de la misma.

En ese sentido, para el caso en que se exhiban de manera incidental niños, niñas o
adolescentes, dichos lineamientos establecen que se deberá atender lo siguiente:

[…]

Exhibición incidental sin consentimiento y opinión

14. En el supuesto de exhibición incidental de la niña, del niño o de la


o del adolescente en la propaganda político-electoral y mensajes de las
autoridades electorales y ante la falta del consentimiento de la madre
y del padre, de quien ejerce la patria potestad, del tutor o, en su caso,
de la autoridad que los supla, se deberá difuminar, ocultar o hacer
irreconocible la imagen, la voz o cualquier otro dato que haga
identificable al menor de edad, garantizando la máxima protección de
su dignidad y derechos."

Énfasis añadido
Al respecto, cuando se exhiban de manera incidental niños, niñas o adolescentes,
se deberá difuminar, ocultar o hacer irreconocible la imagen, la voz o cualquier otro
dato que haga identificable al menor de edad, garantizando la máxima protección
de su dignidad y derechos.

Por tanto, el objetivo de dichos Lineamientos los cuales entraron en vigor a partir de
2017, es establecer las directrices para la protección de los derechos de niñas, niños
y adolescentes en materia de propaganda político-electoral de los partidos políticos,
coaliciones, candidatos/as de coalición y candidatos/as independientes, así como
de los mensajes transmitidos por las autoridades electorales federales y locales, por
cualquier medio de comunicación y difusión.

En ese sentido, dichos lineamientos establecieron ciertos requisitos para la


aparición de niñas, niños o adolescentes en la propaganda político electoral,
mismos que a manera de síntesis, se describen a continuación31:

 Consentimiento de la madre y del padre, de quien ejerza la patria


potestad o de los tutores. Debe ser por escrito, informado e individual,
señalándose su nombre completo y domicilio de cada uno, así como del
menor de que se trate. La mención expresa de autorización para que el

31
De conformidad con lo anterior, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación se pronunció respecto al tema emitiendo la Jurisprudencia 5/2017 la cual menciona que
el interés superior de los niños, niñas y adolescentes implica que el desarrollo de éstos y el ejercicio
pleno de sus derechos deben ser considerados como criterios rectores para la elaboración de
normas y la aplicación de éstas en todos los órdenes relativos a su vida. Entre ellos, se encuentra el
derecho a la imagen de las niñas, niños y adolescentes, el cual está vinculado con el derecho a la
intimidad y al honor, entre otros inherentes a su personalidad, que pueden resultar eventualmente
lesionados a partir de la difusión de su imagen en los medios de comunicación social, como ocurre
con los spots televisivos de los partidos políticos. En ese sentido, si en la propaganda política o
electoral se recurre a imágenes de personas menores de edad como recurso propagandístico y parte
de la inclusión democrática, se deben cumplir ciertos requisitos mínimos para garantizar sus
derechos, como el consentimiento por escrito o cualquier otro medio de quienes ejerzan la patria
potestad o tutela, así como la opinión de la niña, niño o adolescente en función de la edad y su
madurez. Énfasis añadido. En ese mismo sentido, la Sala Superior autorizó la tesis VIII/2017, en la
que establece esencialmente que, cuando en la propaganda político electoral se recurra a imágenes
de niñas, niños y/o adolescentes, las autoridades electorales deben implementar medidas
encaminadas a la tutela de sus derechos, argumentando que “basta que su derecho se coloque en
una situación de riesgo”, para una autoridad proteja al menor a cabalidad.
menor aparezca en la propaganda político electoral o mensaje; copia de su
identificación oficial y firma autógrafa de ambos padres.

 Opinión informada de la niña, del niño o de la o el adolescente. Se


deberán recabar la opinión de las niñas y los niños entre 6 y menores de 18
años de edad sobre su participación en propaganda político electoral o
mensajes de las autoridades electorales.

Para ello, el lineamiento señalo que dicha información deberá ser propia,
individual, libre, expresa y recabada conforme al formato que proporcionará
la autoridad electoral32. Además, se consideró que la niña, el niño o el
adolescente debía ser escuchado en un entorno que le permita emitir su
opinión sin presión alguna, sin ser sometido a engaños y sin inducirlo a error
sobre si participa o no en la propaganda político-electoral o mensaje.

 Presentación del consentimiento y opinión ante el INE. Los lineamientos


señalaron que los sujetos obligados que en su propaganda político electoral
o mensaje incluyan de manera indirecta o incidental a menores de edad,
además de que tenían la obligación de documentar el consentimiento y la
opinión previstos en los incisos anteriores, conservar el original y entregar,
en su caso por conducto de las Juntas Locales Ejecutivas, con copia a la
DEPPP, a través del sistema electrónico de entrega y recepción de
materiales electorales del INE.

Se establece que dicha documentación deberá presentarse en el momento


en que los promocionales se entreguen a la DEPPP para su calificación
técnica, a través del sistema electrónico.

32
El formato a que se refiere este punto fue publicado mediante el acuerdo INE/ACRT/08/2017 el
cual fue denominado: “Acuerdo del Comité de Radio y Televisión del Instituto Nacional Electoral por
el que se aprueba el formato para recabar la opinión informada de las niñas, niños y adolescentes,
en cumplimiento al mandato del Consejo General emitido mediante el acuerdo INE/CG20/2017”.
Posteriormente, el Comité de Radio y Televisión del Instituto Nacional Electoral,
emitió el acuerdo INE/ACRT/08/2017, a través del cual se aprobó el “Formato para
recabar la opinión informada de las niñas, niños y adolescentes cuya imagen, voz u
otro dato que los haga identificables pretenda ser utilizada por un candidato,
coalición, partido político o autoridad electoral”, dicho formato conto con dos
apartados, el cual, el primero de ellos, debía de ser completado por el candidato,
partido o autoridad electoral y el segundo, debía ser completado por la niña, niño o
adolescente, estableciendo la obligación de que el formato referido debería
entregarse por los sujetos obligados junto con los materiales respectivos ante la
autoridad responsable.

Por otra parte, es importante señalar que en la presente anualidad los lineamientos
antes mencionados fueron modificados, a través del acuerdo INE/CG508/201833,
cabe destacar que, en las modificaciones se destaca que los Lineamientos son de
aplicación general y de observancia obligatoria para los partidos políticos;
coaliciones; candidatos/as de coalición; candidatos/as independientes federales y
locales; autoridades electorales federales y locales, y personas físicas o morales
que se encuentren vinculadas directamente a otro de los sujetos antes
mencionados. En ese sentido, los sujetos obligados se vieron obligados a ajustar
sus actos de propaganda político-electoral o mensajes a través de radio, televisión,
medios impresos u otros en el uso de las tecnologías de la información y
comunicaciones, en el caso de que aparezcan niñas, niños o adolescentes, a lo
previsto en los Lineamientos.

Ahora bien, cabe mencionar que por cuanto hace al requisito del consentimiento de
la madre o del padre, o de quien ejerza la patria potestad o de los tutores del menor

33
“ACUERDO DEL CONSEJO GENERAL DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, POR EL QUE SE
MODIFICAN LOS LINEAMIENTOS PARA LA PROTECCIÓN DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES EN
MATERIA DE PROPAGANDA Y MENSAJES ELECTORALES, APROBADOS MEDIANTE ACUERDO
INE/CG20/2017, Y SE DEJA SIN EFECTOS EL FORMATO APROBADO MEDIANTE ACUERDO
INE/ACRT/08/2017 DEL COMITÉ DE RADIO Y TELEVISIÓN, EN CUMPLIMIENTO A LAS SENTENCIAS DE
LAS SALAS REGIONAL ESPECIALIZADA Y SUPERIOR, AMBAS DEL TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER
JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN, IDENTIFICADAS COMO SRE-PSC-25/2018, SRE-PSC-59/2018, SRE-PSC-
64/2017 Y SUP-REP-120/2017, Y CON MOTIVO DE LOS CRITERIOS ESTABLECIDOS EN LAS SENTENCIAS
SUP-REP- 96/2017 Y SUP-JRC-145/2017”.
de edad, se adicionó que debía agregarse el acta de nacimiento del menor, o en su
caso, copia de la sentencia o resolución que determine la pérdida o suspensión de
la patria potestad, o jurisdicción voluntaria que acredite el abandono, acta de
defunción de alguno de los padres o cualquier documento necesario para acreditar
el vínculo entre la niña, niño y/o adolescente y la o las personas que otorguen el
consentimiento.

Aunado a lo anterior, por lo que hace a la explicación sobre el alcance de la


participación y opinión informada de los menores, en dicho acuerdo se realizaron
modificaciones en cuanto a que se debe videograbar, por cualquier medio, la
explicación que brinden a las niñas, niños y adolescentes, entre 6 y 17 años, sobre
el alcance de su participación en la propaganda política o electoral, su contenido,
temporalidad y forma de difusión, asegurándose que reciba toda la información y
asesoramiento necesarios para tomar una decisión; y recabar su opinión, tomando
en cuenta su edad, madurez y desarrollo cognitivo. Agregando, además que, dicha
opinión deberá ser propia, informada, individual, libre, expresa, espontánea, efectiva
y genuina, que sea recabada conforme a las guías metodológicas que proporcionará
la autoridad electoral, destacando, además, que cuando se presente el caso en
donde la niña, el niño o el adolescente no hable o no comprenda el idioma español,
la información deberá ser proporcionada en el idioma o lenguaje comprensible para
este34.

Se destaca que, si el menor expresa su negativa a participar, su voluntad será


atendida y respetada; además, que los sujetos obligados deben conservar la
documentación recabada durante el tiempo exigido por la normativa de archivos y
que se deberá proporcionar a la madre, padre, tutor o quien ostente la patria

34
En relación con el referido principio y el derecho de los niños y niñas a ser escuchados, el Comité
de los Derechos del Niño ha indicado que “los Estados partes no pueden partir de la premisa de que
un niño es incapaz de expresar sus propias opiniones. Al contrario, los Estados partes deben dar por
supuesto que el niño tiene capacidad para formarse sus propias opiniones y reconocer que tiene
derecho a expresarlas; y no corresponde al niño probar que tiene esa capacidad”. Para el Comité
“[…] el niño no debe tener necesariamente un conocimiento exhaustivo de todos los aspectos del
asunto que lo afecta, sino una comprensión suficiente para ser capaz de formarse adecuadamente
un juicio propio sobre el asunto”.
potestad, el aviso de privacidad correspondiente, con el objeto de informarles los
propósitos del tratamiento de los datos personales, en términos de la normatividad
aplicable.

Aunado a lo anterior, es dable mencionar que dichos lineamientos niegan de manera


categórica la intervención de menores de edad en promocionales en donde
participen como víctimas o participes de un delito.

Así, de conformidad con lo antes expuesto, la simple aplicación de los derechos de


la niñez exige adoptar un enfoque basado en garantizar el respeto y protección a su
dignidad e integridad física, psicológica y moral, acción en donde todos los órganos
jurisdiccionales, autoridades administrativas y órganos legislativos tienen la
obligación de tomar dicho principio como una consideración primordial al momento
de resolver un asunto.

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