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DEFINICIÓN DE SISTEMATIZACIÓN

Se denomina sistematización al proceso por el cual se pretende ordenar una serie de


elementos, pasos, etapas, etc., con el fin de otorgar jerarquías a los diferentes
elementos.
Quizás a este término podemos asociarlo a máquinas, a procesos industriales o a
investigaciones académicas, pero muy por el contrario, además de ligarse a todos estos
procesos, también está presente en la vida cotidiana, y veremos porqué.
Las personas siempre buscan el orden. Podríamos decir incluso que todas nuestras
actividades buscan un orden. ¿Qué tiene que ver el orden con una sistematización?
Bien, empecemos (claro) por el principio. Un sistema es un “objeto” por el cual
ordenamos una serie de componentes, entre los cuales están conectados de alguna
manera (uno con otro, o con más de uno).
Para entender mejor, veamos un ejemplo: tengo que estudiar para Historia porque tengo
un examen, y el apunte que dio el profesor tiene 120 hojas. Para ello, diseño a partir de
los conceptos claves, fechas y nombres, un cuadro conceptual uniendo y
complementando información entre conceptos. Eso, así sin más, es un sistema, y hemos
llevado a cabo proceso de sistematización.
Pero, los sistemas no siempre serán “conceptuales” como en este caso. También puede
ser un sistema “material”. Una casa, con sus ambientes conectados y dispuestos de tal
forma –y no de otra-, es un claro y válido ejemplo de sistema.
Claro que, a niveles mayores, y aplicado a otras áreas, la sistematización se hace
presente de otras maneras, aunque no perdiendo su esencia. En la industria, se
sistematizan procesos de producción. Por ejemplo, en una empresa alimenticia cuyo
uno de sus tantos productos es jugo líquido en caja, puede diseñar una proceso que
siga paso tras paso de la producción: la selección de fruta en buen estado, el proceso
de picadura y preparación del juego, el embotellamiento, la preparación de los bultos o
cajas en las cuales será distribuido y finalmente, la distribución.
Los organigramas de las empresas también son ejemplos de sistematización, por el cual
se busca ordenar jerarquías de los trabajadores (gerentes, supervisores, responsables
de áreas, asistentes de áreas, operarios). Sin dudas, el orden dentro de una empresa –
o una organización cualquiera- es de suma importancia para sistematizar el trabajo y la
planificación laboral.
Por último, en investigaciones o estudios, como encuestas, análisis de contenido o
entrevistas, suelen luego realizarse fichas –antes eran escritas a mano, ahora claro es
en su gran mayoría, digitales- para ordenar datos obtenidos. Es lo que conocemos como
“tabulación de datos”, aunque hablar de sistematización también es correcto en este
caso.
Según rosa granados
La sistematización es el proceso permanente, acumulativo, de creación de
conocimientos a partir de una experiencia de intervención en una realidad social, como
un primer nivel de teorización sobre la práctica. En este sentido, la sistematización
representa una articulación entre teoría y práctica, que apunta a mejorar la intervención
desde lo que ella misma enseña. A la vez, propicia la unión entre el saber popular y el
análisis académico, rescata los aprendizajes logrados en la práctica cotidiana de los
sectores populares y, en la medida en que se les devuelva, contribuye a potenciar su
capacidad de reconocerse como sujetos portadores de conocimientos, experiencias y
posibilidades de ser actores de la transformación social.
La sistematización busca penetrar en el interior de la dinámica de las experiencias, algo
así como "adentrarse" en los procesos sociales vivos y complejos, para circular entre
sus elementos, palpar sus relaciones, recorrer sus etapas, localizar sus contradicciones,
tensiones, marchas y contramarchas, para llegar a entenderlos desde su propia lógica.
¿Qué es sistematizar? ―
Cuando hablamos de sistematización estamos hablando de un ejercicio que esta
referido, necesariamente, a experiencia practicas concretas. En nuestro caso, vamos a
referirnos a procesos de educación popular... ‖
Son procesos particulares, además, que se hacen parte de una practica social e
histórica mas general e igualmente dinámica, compleja y contradictoria.
De ahí que sean procesos inéditos...irrepetibles..., tan apasionantes, como exigentes, la
tarea es comprenderlas, extraer sus enseñanzas y comunicarlas.
Como dice Alfonso Ibáñez: ―...las prácticas de educación popular buscan insertarse en
los procesos sociales y organizativos de la población, con vistas a la resolución de sus
problemas, necesidades y aspiraciones, en un contexto bien determinado. En cualquier
caso, se pone en marcha o se impulsan, procesos sociales de acción consciente y
organizada, por medio de una reflexión crítica de su situación, que permita modificarlas
en el sentido del proyecto histórico popular. Ello conduce, normalmente, a la elaboración
de estrategias políticas –pedagógicas de intervención, en función del apoyo y
potenciación del protagonismo de los distintos sujetos populares.
Algunos autores enfatizan unos elementos más que otros, de acuerdo con los objetivos
u objetos de sistematización que se planteé. Ejemplos: reconstrucción ordenada de la
experiencia, procesos productores de conocimientos, conceptuar la practica para darle
coherencia a todos sus elementos, es un proceso participativo.
Según Oscar Jara: La sistematización es aquella interpretación crítica de una o varias
experiencias, que, a partir de sus ordenamiento y reconstrucción descubre o explicita la
lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se
han relacionado entre sí, y por qué lo han hecho de ese modo. Esta afirmación básica,
contiene sintéticamente varias afirmaciones particulares:
Esta afirmación básica, contiene sintéticamente varias afirmaciones particulares:

 Define la sistematización como interpretación crítica, es decir, como el resultado de


todo un esfuerzo para comprender el sentido de la experiencia, tomando distancia de
ellas.

 Señala que esta interpretación sólo es posible si previamente se ha ordenado y


reconstruido el proceso vivido en esas experiencias.

 Es una interpretación que se caracteriza por descubrir la lógica con la que ese proceso
se lleva a cabo, cuáles son los factores que intervienen en él y las relaciones entre ellos
..Otras características importantes de la sistematización:

 La sistematización de una experiencia produce un nuevo conocimiento, un primer


nivel de conceptualización a partir de la práctica concreta, que a la vez que posibilita su
comprensión, apunta a trascenderla, a ir más allá de ella misma. En este sentido, nos
permite abstraer lo que estamos haciendo en cada caso particular y encontrar un terreno
fértil donde la generalización es posible.

 La sistematización, al reconstruir el proceso de la práctica, identificar sus elementos,


clasificarlos y reordenarlos, nos hace objetivar lo vivido, ―hacer un alto para tomar
distancia‖de lo que hemos experimentado vivencialmente y convertir así la propia
experiencia en objeto de estudio e interpretación teórica, a la vez que un objeto de
transformación.

 La sistematización pone en orden elementos desordenados y percepciones


dispersas que surgieron en el transcurso de la experiencia. Asimismo, explicita
intuiciones, intenciones y vivencias acumuladas a lo largo del proceso. Al sistematizar,
las personas recuperan de manera ordenada lo que ya saben sobre su experiencia,
descubren lo que aún no saben acerca de ella, pero también se les revela lo que ―aún
no saben que ya sabían‖.

 Al sistematizar no sólo se pone atención a los acontecimientos, a su comportamiento


y evolución, sino también a las interpretaciones que los sujetos tienen sobre ellos. Se
crea así un espacio para que esas interpretaciones sean discutidas, compartidas y
confrontadas.
Sistematizar: ordenar, agrupar, clasificar, catalogar, tipificar información, datos
o conocimientos,…

SISTEMATIZACIÓN: “Es aquella interpretación crítica de una o varias


experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre
o explicita la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en
dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí, y por qué lo han hecho
de ese modo.”
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Por Alexander Peña Sáenz


La sistematización surge como un proceso colectivo en el que se reconstruye
una determinada práctica social con el ánimo de interpretarla en sus diferentes
dimensiones y posibilitar su reestructuración futura. Se trata de un método de
impronta latinoamericana, muy próximo en su diseño a la teoría de la educación
popular y, por esta misma razón, se halla encaminado hacia la transformación
de los modelos tradicionales de investigación, siendo sus aportes teóricos y
vivenciales de suma importancia para el contexto de la academia, tan carente de
acciones de vanguardia social e intelectual.

En Colombia se ha reflexionado sobre la pertinencia de la sistematización como


enfoque investigativo en muchísimos ámbitos sociales: política, movimientos
culturales, organizaciones de resistencia, etcétera; sin embargo, el trabajo
pedagógico y, en modo más amplio, la vida en la escuela (sus actores,
identidades y relaciones) ha comportado un interés especial para los
sistematizadores. En este sentido se ubica el trabajo de Carvajal Burbano, autor
de Teoría y Práctica de la Sistematización de Experiencias, quien aclara que:

“La sistematización es un proceso teórico y metodológico que a partir del


ordenamiento, reflexión crítica, evaluación, análisis e interpretación de la
experiencia, pretende conceptualizar, construir conocimiento y, a través de su
comunicación, orientar otras experiencias para mejorar las prácticas sociales”
Las experiencias sociales deben entenderse como procesos históricos
complejos en los que intervienen actores que conviven mediatizados por un
orden económico–social (plano general), así como por situaciones y realidades
institucionales (plano concreto) que limitan y condicionan sus posibilidades de
acción.

Sistematizar la experiencia

Uno de los fundamentos de la sistematización de experiencias es la búsqueda


de las interrelaciones que existen entre aquello que se vive en una práctica social
y el espacio en donde se desarrolla. En consecuencia, es un proceso que genera
el ordenamiento de la experiencia –categorizándola y delimitándola- a través de
una metodología que, aunque siempre es propia de la vivencia que se analiza,
permite ampliarse al punto de ser utilizada como marco de referencia para otras
experiencias similares. Según Carvajal Burbano, los rasgos característicos de la
sistematización pueden ordenarse de la siguiente forma:
• La recuperación del saber
• La forma de organizar las experiencias y poderlas comunicar
• Los procesos de teorización basados en la práctica
• La evaluación de las prácticas sociales
• El mejoramiento de las propias prácticas

Alfredo Ghiso menciona que a toda sistematización le antecede una práctica, es


decir, un hacer que puede ser recuperado, re-contextualizado, analizado y re-
informado a partir del conocimiento adquirido a lo largo del proceso. Así pues, la
sistematización no significa únicamente la narración de cierta experiencia, sino,
más bien, el análisis profundo de los elementos que le dieron forma. Es necesario
describir, pero también explicar y clasificar para que el ejercicio de volver a lo
hecho redunde en una interpretación crítica.

Ahora, analicemos por separado las


palabras sistematización y experiencia (1): sistematización, en determinadas
disciplinas, se refiere principalmente a clasificar, catalogar, ordenar datos e
informaciones, a “ponerlos en sistema”. Este es el sentido más común y utilizado
de sistematización: sistematizar datos o informaciones.

Por otra parte, las experiencias son procesos socio-históricos dinámicos,


individuales y colectivos, que son vividos por personas concretas. No son
simplemente hechos o acontecimientos puntuales, ni tampoco datos; las
experiencias son, en esencia, procesos vitales que están en permanente
movimiento y combinan dimensiones objetivas y subjetivas tanto de la realidad
inmediata, como de las condiciones del contexto. Pero, además, una experiencia
siempre está constituida por: 1. las acciones, esto es, por las cosas que hacemos
y, claro está, por las percepciones y emociones que cada actor tiene sobre ellas;
2. los resultados o efectos que modifican en todo o en parte los elementos
existentes anteriormente; y 3. las reacciones que todos estos factores generan
en las personas que intervienen.

La sistematización pone énfasis en el desarrollo de los procesos, por lo tanto, se


convierte en una herramienta con la que colectivos de trabajo alcanzan objetivos
tales como: capturar los significados de su acción, no repetir determinados
errores, mejorar la propia práctica, dar sentido político a lo que se hace, compartir
aprendizajes con grupos similares, generar nuevas motivaciones, lograr mayor
cohesión grupal, desenmascarar aquellos elementos de la ideología dominante
que condicionan sus prácticas, contribuir al enriquecimiento de la teoría,
promover nuevas articulaciones, revalorizar los movimientos sociales, incidir
positivamente en la autoestima de los actores, y transformar componentes
autoritarios o sexistas que entorpecen el desarrollo de las actividades.

María de la Luz Morgan y Teresa Quiroz en su texto Acerca de la


Sistematización,apuntan a que la única manera de saber si los procesos de
sistematización han producido conocimiento “verdadero” es diseñando una
nueva propuesta de intervención y llevándola a la realidad, es decir, verificando
y “haciendo verdad” lo aprendido. Entonces se hace pertinente volver a la
práctica y enriquecer el trabajo con base en lo analizado en la reflexión.

Importancia de sistematizar

La interpretación crítica en la sistematización es la comprensión de cómo se


pusieron en juego los diferentes componentes que hacen parte de la experiencia,
para poder enfrentarla ahora con una visión de transformación:

“...no sistematizamos para informarnos de lo que sucede y seguir haciendo lo


mismo, sino para mejorar, enriquecer, transformar nuestras prácticas”
Esa es la importancia de sistematizar: crear nuevos componentes teóricos y
metodológicos que permitan desarrollar mejor los trabajos en la sociedad.
Asimismo, no hay que dejar de lado la naturaleza política de la sistematización
y, más exactamente, el fondo ideológico de resistencia que plantea frente a los
paradigmas reproductivos. Han sido las prácticas tradicionales las que han
mostrado ser poco eficaces, por ello, la sistematización sugiere un campo de
acción para transformarlas en aras de la consecución de un bien común.

Elementos metodológicos

En la sistematización debe existir una secuencia global del proceso que vele
por la coherencia del conjunto. Como herramientas a utilizar en la
reconstrucción de esta secuencia encontramos: los registros –tanto escritos
como audiovisuales-, la recuperación histórica a través de los relatos de
actores, la bibliografíaespecializada, y las síntesis para comunicar y socializar
los resultados. Bajo este criterio, Carvajal Burbano compila las propuestas
metodológicas de María de la Luz Morgan y Mecerdes Gagneten para llevar a
cabo una sistematización de experiencias, pensadas principalmente para el
caso de América Latina:

1. Propuesta de María de la Luz Morgan

Primera recuperación y ordenamiento de la experiencia:


• Contexto: fecha, contexto institucional, contexto local, contexto nacional
• Objetivos de la experiencia: mirar lo que perseguían lograr los sujetos
partícipes (tanto agentes profesionales como los de sujetos con los que
trabajaron)
• Desarrollo del proceso
Delimitación del objeto de sistematización:
• Definir objetivos
• Recuperar y ordenar los interrogantes que surgen de la experiencia
• Definir problema que ordena la sistematización (eje central)
• Primer nivel de conceptualización
• Precisión de las preguntas
• Formulación del objeto de la sistematización.
Segunda recuperación de la experiencia (desde el objeto):
• Dónde y cuándo tuvo lugar el proceso (contexto socio-político)
• Quienes participan
• Desarrollo del proceso
Operacionalización de las preguntas y recopilación de Información (análisis):
• Responder a las preguntas
• Síntesis: respuesta a los interrogantes
Exposición
• Para el sector profesional
• Para sectores populares

2. Propuesta de Mecerdes Gagneten

• Reconstrucción de la práctica
• Análisis de la práctica
• Interpretación
• Conceptualización
• Generalización

Elementos de trabajo

• Definición
• Finalidad
• Objetivo
• Objetos que lo construyen
• Formas de reconstruir
• Momento de reconstrucción
• Personal

Cómo presentar el proyecto, un informe o una monografía de


sistematización

A continuación se muestra una propuesta que Carvajal Burbano ha diseñado


como guía para la presentación de un proyecto de sistematización de
experiencias, la cual no pretende de ninguna manera ser un modelo único, pero
sí un esquema que permita organizar la información más claramente:

0. Título / Introducción
1. Justificación: antecedentes, trabajos, importancia de la sistematización
2. Contexto de la experiencia:
2.1. Contexto institucional
2.2. Proyecto de intervención – filosofía del proyecto, objetivos del proyecto,
metodología, recursos, cronograma
2.3. Equipo de intervención: caracterización del equipo profesional –
concepción de la promoción, rol del promotor
2.4. Contexto de la experiencia: caracterización del entorno, actores
comunitarios, etcétera
3. Objeto de la sistematización
3.1. Problemática de intervención: delimitar en tiempo y espacio
3.2. Eje central y eje de apoyo: pregunta central o de apoyo
3.3. Objetivos de la sistematización: objetivos de conocimiento (general y
específico); objetivos prácticos (de acción, mejoramiento, resultantes de la
sistematización
4. Marco de referencia teórico – conceptual: del tema o problema objeto de la
sistematización)
5. Metodología de sistematización
5.1. Conceptualización de la sistematización
5.2. Metodología a utilizar
5.3. Fuentes de información
5.4. Instrumentos de registro y recuperación de información
6. Plan Operativo de la sistematización
6.1. Cronograma
6.2. Presupuesto de ejecución de la sistematización
7. Bibliografía / Anexos
__________________

El texto Teoría y Práctica de la Sistematización de Experiencias resulta una


herramienta útil para explorar este nuevo panorama de investigación socio-
crítica y así conocer los principios básicos de la sistematización en tanto
metodología, sobretodo si trabajamos en escenarios académicos o de
reivindicación social. Bien puede vérsele a este texto como una guía que
permite ordenar las experiencias a ser sistematizadas.
¿Qué es la Sistematización de Experiencias?
Publicado el 6 de mayo de 2012por sistematizandoexperiencias
Con nuevos participantes, presenciales y virtuales, realizamos hoy nuestra
segunda jornada en el marco de este curso libre de sistematización de
experiencias.
A partir de haber difundido esta actividad a través de Noticias ReLAC y Al
Borde del Caos, son varios los colegas latinoamericanos e hispano-parlantes
que se han sumado y nos siguen en este intento por formarnos y aprender
sobre sistematización… Les damos la bienvenida a todas y todos, y esperamos
que no se limiten a ‘seguirnos’ sino que también compartan sus puntos de vista
y reflexiones sobre lo que vamos desarrollando. Gracias!
En esta segunda jornada, el énfasis estuvo puesto en abordar la cuestión
conceptual en torno a la sistematización de experiencias.
Nuestra Práctica como fuente de Aprendizaje
Comenzamos retomando el ejercicio individual que habíamos planteado en la
jornada anterior, a partir del cual se propuso valorar nuestra práctica y
reconocer algún aprendizaje significativo de ella. Para ello se había solicitado a
cada participante que (a) identifique alguna experiencia personal donde sintió
que tuvo algún aprendizaje significativo; (b) reconstruir la historia de la
experiencia; y (c) procure explicitar por qué fue una experiencia significativa y
cuáles fueron los aprendizajes de la misma.
Tuvimos tres valientes que se animaron a ‘romper el hielo’ y comentar sus
experiencias y aprendizajes. A partir de los relatos descubrimos la importancia
de ‘repensar la práctica’, para así crear la posibilidad de aprender de ella,
destacando que es posible lograr estos aprendizajes sólo en la medida que
premeditadamente nos disponíamos a reflexionar sobre la intervención o
experiencia. También valoramos la importancia, y las dificultades que conlleva
el hecho de convertir estos aprendizajes individuales en ‘lecciones aprendidas’
y ‘comunicables’ a otros que no vivieron la experiencia. Dicho de otra manera,
resaltamos la necesidad de prestar atención no sólo al conocimiento nuevo que
se produce desde la acción, sino también a cómo comunicamos y compartimos
ese conocimiento para que sirva a otros.
El ejercicio individual fue simplemente un punto de partida, una suerte de
introducción a uno de los ejes centrales de la sistematización, esto es: la
producción de conocimiento desde la práctica. En esta línea, luego nos
preguntamos ¿qué significa que las experiencias se constituyen en la base de
nuestro aprendizaje?, ¿qué tipo de conocimiento interesa?, ¿qué tipo de
aprendizaje?.
Reflexionamos en torno a ello, concluimos sobre la importancia del aprendizaje
que denominamos ‘significativo’. Siguiendo a David Ausubel (1963),
caracterizamos al aprendizaje significativo como aquel tipo de aprendizaje
relacional, donde una persona apropia conocimiento y le da sentido a partir de
sus propias experiencias en situaciones reales, logrando de esta forma que el
aprendizaje sea resultado de su propio razonamiento en relación y en conjunto
con otros.
Pero más allá de los conceptos, acordamos que el tipo de aprendizajes que
nos interesa en sistematización debe reunir, al menos los siguientes elementos.
Concepto de sistematización de experiencias
Antes de asumir el concepto, resulta conveniente abordar la pregunta ¿por qué
se llama sistematización? Para responder, Ruiz Botero (2008) hace énfasis en
dos fuentes teóricas: i) el materialismo histórico, por considerarse a las
prácticas sociales como pensamiento histórico. Es pensar la práctica en su
devenir (depende de elementos históricos y contextuales que le dan sentido y
la orientan). Es ver el sustento de la se en la fundamentación teórica y filosófica
sobre el proceso de conocimiento y sobre la realidad histórico-social (Jara,
1998); y ii) la teoría general de sistemas: es reconocer la realidad social como
sistema, con estructura dinámica y predeterminada; realidad como proceso
(tiene intencionalidad, componentes, sentidos, identidades, mensajes,
resultados, impactos), con sujetos en tiempo y lugar.
Una manera de asumir el concepto es partir de sus contradicciones, es decir,
enunciando "lo que no es se"; esta postura se puede asumir desde los
escenarios del trabajo social y la educación popular y, en particular, desde los
planteamientos de Jara (2003) y Ruiz Botero (2008) cuando afirman que
existen varios procedimientos que se definen como sistematización de
experiencias, pero no corresponden a los planteamientos teóricos construidos
en sus procesos. Al respecto, y con relación a una experiencia, no es
sistematización: escribir o describir; recopilar información; ordenar la
información cronológicamente; elaborar un informe síntesis sobre lo que se
hizo; enunciar los problemas o aciertos. De igual manera se enfatiza en
distanciarla de lo que es "evaluar" como producto de diagnósticos (Martinic,
1998; Verger, 2007; Bickel, 2008). En síntesis, va más allá de ser una actividad
teórica, descriptiva, de registro, de recuperación histórica y ordenamiento de
información (Jara, 1998; Vasco, 2008; Sánchez Upegui, 2010).
En contraparte, el concepto de se parece estructurarse para dar respuesta a
tres interrogantes que la circunscriben y que tienen una correspondencia
específica: i) el ¿qué?, cuando se define a partir de un término asociado con la
experiencia que se sistematiza, por su representatividad como acto
investigativo o por su relación con sus participantes; ii) el ¿cómo?, que se
muestra al enunciar el abordaje que se hace sobre la experiencia y, en esencia,
al denotar principios metodológicos; iii) el ¿para qué?, dado que se
pormenoriza lo que se logra, es decir, aquello en lo que la se aporta.
La particularización de estos tres interrogantes puede apreciarse en el Cuadro
4, el cual se construyó con base en los planteamientos de Hleap (1998); Jara
(1998; 2003); Torres (1998); Mejía (2000); Cendales y Torres (2003); Verger
(2007); Redondo y Navarro (2007); Barnechea y Morgan (2007); Aranguren
(2007); Alves y Contreras (2008); Bickel (2008); Ruiz Botero
En cuanto al ¿para qué?, se evidencia el acuerdo de que la se produce
conocimiento; conocimiento práctico de carácter situacional y orientado a la
acción, el cual se constituye en elemento para intervenir. Este conocimiento
cobra tal importancia debido a su carácter multidimensional (sensibilidad,
contextualidad, situacionalidad, paradigmaticidad, comunicabilidad y
perspectividad) (Rauner, 2007).
Como complemento al concepto, resulta importante hacer referencia a los
planteamientos de Torres (1998); Ruiz Botero (2008) y Mejía (2008) cuando
exponen sobre algunas formas de asumir la se: como una recuperación de la
experiencia en la práctica; como producción de conocimiento; como forma de
empoderar a los sujetos; y como investigación.
Se puede apreciar que, desde la naturaleza del concepto de se,
particularmente en los interrogantes ¿qué?, y ¿cómo?, se insta a "observar" y
"seguir" la experiencia que es objeto de sistematización.
Una vez que ya se cuenta con la estructura de la categoría "concepto",
pasaremos a los hallazgos en torno a la categoría "enfoque".

Los enfoques de la sistematización de experiencias


Entendemos el enfoque como el conjunto de referentes epistemológicos y
teóricos que sustentan la se, es decir, son los orientadores de su desarrollo
(Ghiso, 1998; Ruiz Botero, 2008). Desde otra óptica, el enfoque es la
perspectiva de identificación (Barnechea y Morgan, 2007), es decir, permite
definir el énfasis del proceso, al privilegiar asuntos y representar el método
para reconstruir las prácticas y producir conocimiento.
La literatura mostró la existencia de seis enfoques: histórico-dialéctico,
dialógico-interactivo, deconstructivo, reflexivo y constructor de la experiencia,
hermenéutico, e histórico-hermenéutico. Estos enfoques fueron analizados
teniendo en cuenta los siguientes tópicos: la concepción de la experiencia que
se sistematiza, el modo y resultado del abordaje de la misma, y los
participantes. En correspondencia, el Cuadro 5 muestra las descripciones de
los enfoques desde diferentes posturas.
De la anterior estructura se observa que: i) existen tópicos que son tenidos en
cuenta tanto en el "concepto" como en el "enfoque" de SE; por ejemplo, la
manera como se entiende la experiencia y el tratamiento sobre ella; ii) existen
puntos de encuentro entre los planteamientos teórico-prácticos de los
diferentes enfoques (un ejemplo de ello son los enfoques histórico-dialéctico y
dialógico interactivo); y iii) en cada enfoque se evidencia el hecho de que la
experiencia es objeto de "miradas" y "seguimientos", es decir, ésta, desde sus
raíces, fenómenos y huellas, es sometida a procesos de observación, lectura,
determinación de puntos de vista, reescritura, descubrimiento, reconocimiento,
interrogación y deducción.
Pasemos ahora a los hallazgos del análisis centrado en la categoría:
justificación de la SE.

La justificación de la sistematización de experiencias


Desde la perspectiva de los procesos de SE, la justificación es el aspecto que
responde al porqué de su realización, es decir, hace referencia a las razones
que la respaldan y que pueden ser de orden teórico, práctico, ideológico,
formativo, institucional, investigativo u otros; éstas son las razones que
sustentan su presencia en un determinado contexto social (popular o no) o
educativo (formal o informal).
Del análisis realizado se dedujo que estas razones suelen estar enmarcadas en
dos instancias: "la experiencia que se sistematiza" y los "sujetos que
sistematizan". Esto se puede apreciar en el Cuadro 6, en el cual se tienen en
cuenta los planteamientos de Hleap, 1998, 2008; Martinic, 1998; Jara, 1998,
2003; Cendales y Torres, 2003; Ghiso, 2003; Campo, 2007; Botero, 2008;
Bickel, 2008; Ghiso, 2008; Pérez Verger, 2007; Aranguren, 2007; Barnechea y
Álvarez, 2009; Zárate, 2009; y Sánchez Upegui, Morgan, 2007; Alves y
Contreras, 2008; Ruiz 2010.
De lo anterior se aprecia que el compromiso por "observar" y "hacer
seguimiento" sobre las prácticas se ubica en la razones de orden investigativo y
formativo; esto es así porque demanda compromisos de búsqueda de
información y datos en el marco de una visión colectiva. Como complemento a
lo planteado anteriormente, cobran importancia los planteamientos de
Cendales y Torres (2003), cuando definen a "quien sistematiza" en relación con
las "razones para hacerlo": i) promotores de una experiencia, al cabo de un
tiempo de transcurrida y que quieren hacer un balance de lo construido; ii)
protagonistas de la experiencia que quieren recuperar y reflexionar; iii)
agente(s) externo(s) que conoce(n) y valora(n) una práctica y considera(n)
importante sistematizarla; iv) organizaciones de apoyo o instituciones
financiadoras que, transcurrido un tiempo de acompañamiento a una
experiencia, deciden darse una visión crítica de su trayectoria e incidencia; e vi)
instituciones estatales que quieren recoger la vivencia de sus programas o
apoyar la reconstrucción de experiencias significativas en un campo de interés.
Con el análisis realizado para los tres aspectos, a continuación se presenta el
producto de la experiencia investigativa, es decir, la reformulación conceptual
de dichos aspectos "en" y "para" el programa académico.

Reformulación conceptual sobre la SE educativas del programa: la


aplicación de los hallazgos en materia de conocimiento teórico
El trabajo de reformulación conceptual en torno al concepto, enfoque y
justificación de la SE educativas se construyó a partir del análisis categorial
realizado en la fase hermenéutica del estado del arte; este proceso implicó un
ejercicio de contextualización en la misma lógica de la SE, como reflexión
sobre un proceso concreto y con sentido particular (Hleap, 2008; Sánchez
Upegui, 2010). Para este compromiso se tuvieron presentes: los referentes
teóricos de la estrategia, el sentido de las prácticas educativas del programa, y
la naturaleza de los ejes nucleares -metodología y guiones de aprendizaje-.
Se reitera que las prácticas educativas asociadas a los ejes nucleares
enmarcan "la experiencia" que se sistematiza y, por su parte, los agentes
educativos (tutores, estudiantes, estudiantes orientadores y personal del grupo
base) son quienes sistematizan.
Con la claridad anterior, y con base en la respuesta a tres interrogantes, a
continuación se muestra el trabajo de reformulación conceptual en torno al
concepto, el enfoque y la justificación del proceso de SE educativas en el
programa académico.

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