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La ética del abogado es la ciencia práctica que tiene que estudia y traza el conjunto de
los principios y normas morales que rigen la conducta del abogado, desde el punto de
vista del bien común y de las buenas costumbres. La Ética del Abogado es uno de los
factores más prioritarios a considerar por cada persona antes de seleccionar el abogado
que representará ante los tribunales los intereses y derechos de una persona
física o moral. La ética del abogado garantiza el éxito del profesional del derecho,
debido a que el abogado es el profesional inmediato que representa al cliente ante los
tribunales y el público en general. Las personas y empresas de renombre exigen un
abogado que dignifique su prestigio y su imagen institucional. El presente estudio tiene
por finalidad conceptualizar la ética del abogado. Entre los objetivos específicos de esta
investigación, destacan: Analizar los aspectos generales de la abogacía; Describir
fundamentos teóricos y la aplicación de la ética en la abogacía; Puntualizar las
normativas legales y los organismos que rigen la profesión del derecho; y
Conceptualizar la Ética del Abogado. Con la Conceptualización de la ética del abogado,
se pretende elaborar una fuente de consulta útil para todo profesional del derecho en
términos de los objetivos señalados, dando respuesta a las siguientes interrogantes:
¿Cuáles son los aspectos generales de la abogacía? ¿Cuáles son fundamentos teóricos
y la aplicación de la ética en la abogacía?¿Cuáles son las normativas legales, el régimen
disciplinario y los organismos que rigen la profesión del derecho? ¿En qué consiste la
Ética del Abogado? Con la finalidad de aportar un estudio útil para la sociedad, se
delimitará esta investigación bajo el título: "Ética del Abogado". En el Capítulo II, se
abordan los aspectos generales de la abogacía, partiendo de su concepto,
origen, evolución, aplicación, importancia y limitación, y definiendo los tipos
y funciones de abogados, su preparación técnico-profesional, sus relaciones
interpersonales y sus honorarios. En el Capítulo II, se abordan los fundamentos teóricos
y la aplicación de la ética en la abogacía, partiendo del concepto, origen y evolución de
la ética; aplicación e importancia de la ética en la abogacía; los Principios Éticos; y
terminando con las Obligaciones del Abogado. En el Capítulo III, se aborda sobre el
ordenamiento jurídico, el régimen disciplinario y los organismos rectores de la profesión
del derecho, partiendo de las disposiciones legales, el régimen disciplinario de la
abogacía, los organismos que rigen la profesión del derecho en la República
Dominicana, y terminando con la jurisprudencia en materia disciplinaria. En el Capítulo
IV, se desarrolla la conceptualización de la ética del abogado, partiendo del concepto
de abogado, el concepto de ética del abogado, la aplicación y la importancia de la ética
de la abogacía, los deberes del abogado, y terminando con el secreto profesional.
El abogado es un profesional con conocimientos de disciplinas y ciencias jurídicas,
egresado de una universidad nacional o extranjera, con título de licenciado o doctor
enderecho, aprobado por un exequátur del Poder Ejecutivo, juramentado por la
Suprema Corte de Justicia y matriculado en el Colegio de Abogados de la
República Dominicana para ejercer la abogacía. Partiendo de que la abogacía es una
profesión fundada en conocimientos de las ciencias jurídicas, justicia y derecho, la ética
viene a complementar dicha profesión con la exigencia de apego al conjunto de virtudes
(honradez, veracidad, escrúpulo, decencia) que hace que el letrado merezca la
confianza de sus clientes y de la sociedad. En la República Dominicana, existen un
promedio de 45,000 abogados en ejercicio, y 23,000 estudiantes de derecho en las 22
universidades que imparte la carrera de Derecho, de las 42 universidades existentes en
el país. La metodología empleada en este trabajo es la investigación de campo basada
en la consulta de prestigiosas firmas de abogados radicadas en provincia y de los
representativos del Colegio Abogados de la República Dominicana, Seccional Santiago,
así como, la investigación documental basada en el análisis de datos e informaciones
obtenidas enfuentes bibliográficas y fuentes gráficas. En efecto, la jornada de
investigación bibliográfica incluyó actividades como revisión de fuentes escritas
(libros, tesis, periódicos digitales, etc.) y de fuentes digitales en la Internet relacionadas
con el objeto del estudio. En la investigación de campo, se utilizó un cuestionario auto-
administrado para consultar y recoger la opinión de las diferentes firmas de abogados
seleccionadas y de los representativos del Colegio de Abogado.
Las técnicas investigativas utilizadas en este estudio son aplicables en otros estudios
de investigación bibliográfica y de campo. Las únicas limitaciones se basaron en acceso
insuficiente a información precisa sobre la ética del abogado en las fuentes dominicanas
consultadas, por lo que fue necesario conceptualizar el tema de estudio, basándose en
la experiencia adquirida durante la investigación de campo y la investigación documental
en fuentes bibliográficas internacionales. Los representativos del Colegio de Abogados
de la República Dominicana, Seccional de Santiago, no ofreció ninguna respuesta
en torno al cuestionario aplicado ni tampoco suministró fuentes bibliográficas sobre el
tema. Esta investigación es viable y verificable, debido a que describe los métodos y las
técnicas aplicadas para su realización. En fin, el trabajo de investigación sirvió para
conocer el régimen ético y la función principal de los abogados, y a elaborar una fuente
de consulta que servirá para abogados ,estudiantes y futuros profesionales.
I. LA HISTORIA DE LA ABOGACÍA
1.1.-EVOLUCIÓN DE LA ABOGACÍA.
El hombre moderno está acostumbrado a ver en todo proceso judicial la presencia de
un defensor llamado abogado. Sin embargo, la institución de la defensa ha sufrido una
evolución interesante en la historia.
Se pueden dar muchos ejemplos. Así, al remontarnos hasta Egipto, descubrimos que
en el sistema legal de esta antiquísima cultura no existió la defensa con abogado.
Durante el proceso, las partes se dirigían por escrito al tribunal, explicando su caso, el
que luego de hacer el estudio pertinente, emitía la sentencia.
El hecho que no existiera un defensor en el sistema legal se debió a la idea que tenían
los egipcios respecto a los juicios orales, en donde un intermediario podía asumir la
defensa; y es que la jurisprudencia de la época, encontrada en un antiguo papiro, decía
que la presencia de un orador hábil podría influir sobre las decisiones de los jueces y
hacerles perder objetividad. La última instancia consistía en apelar al Faraón, quien no
representaba a la justicia, sino que era la "justicia".
En Babilonia también existió la administración de justicia, tanto en el período sumerio
como en el acadio, y desde luego existieron tribunales pero como en Egipto, tampoco
hubo ese intermediario que los romanos, muchos siglos después, llamaron Advocatus.
Las partes recurrían a los jueces y luego apelaban al rey o emperador, según las épocas
históricas. El rey, que era el brazo de la justicia, tenía la última palabra. Igualmente,
entre los hebreos, el sistema legal tampoco se distinguió de los anteriores.
Recordemos el juicio ante Salomón, en donde no hay defensor. Cristo tampoco lo tuvo
porque fue juzgado según las leyes judías, pero si hubiese sido juzgado por las leyes
romanas, el Estado le hubiera asignado un abogado para su defensa.
En los canales judiciales de la China y la India tampoco figura un ejercicio similar al de
abogado. Empero, había notarios e intermediarios que actuaban como fiscales. Muchos
tratadistas del sistema judicial chino sostienen que este pueblo estaba bien informado
sobre las leyes escritas y normas consuetudinarias que les permitía plantear su defensa
en función de este conocimiento.
Además, periódicamente las autoridades judiciales chinas publicaban las decisiones de
los tribunales con las leyes que había aplicado para cada caso, lo que permitía una
mejor información. En la India, tanto en el período budista como en el brahmánico,
tampoco existió la figura del defensor.
Al principio, durante los orígenes de la Ciudad-Estado ateniense, los ciudadanos
defendían sus propias causas y el "orador-escritor" era la persona que le preparaba
el discurso para su defensa.
Pero en la medida que los litigios aumentaban, esta profesión de orador-escritor adquirió
prestigio y quienes ejercían comenzaron a oficiar como defensores. Lysias (440-360
a.c.) fue el abogado más notable entre los atenienses.
Fue en Roma donde se desarrolló plenamente y, por primera vez, de manera
sistemática y socialmente organizada, la profesión de abogado, palabra que viene del
vocablo latino advocatus, que significa llamado, porque entre los romanos se llamaba
así a quienes conocían las leyes para socorro y ayuda.
También como en Grecia, se les llamó "oradores" o "voceris", porque era propio de su
oficio el uso de voces y palabras. Como en ninguna sociedad del mundo antiguo, los
romanos permitieron que ciertas mujeres, las de la clase alta, pudieran ejercer la
abogacía.
La historia nos ha conservado el nombre de tres grandes abogadas romanas: Amasia,
Hortensia y Afrania, llamada también Calpurnia, esposa de Plinio "El Joven". Con ella
sucedió un caso de antología que fue determinante para el futuro de la mujer en la
abogacía.
Mujer con tendencia a la promiscuidad, de espíritu vivo, sin la gravedad de Amasia y
Hortensia, se excedió en su lenguaje, casi grotesco. Su lengua y palabra eran el terror
de los jueces, abogados y litigantes, lo que le valió que se dictara una ley
suspendiéndola y prohibiendo a las mujeres ejercer la abogacía, prohibición que duró
por espacio de veinte siglos, es decir, hasta fines del siglo XIX y comienzos del XX.
Es en "Las Siete Partidas de Alfonso el Sabio", donde aparece por primera vez en
un texto legal la definición de abogado, en lengua española. "Bozero es nome que
razona por otro en Juycio, o el suyo mesmo, en demandando o en respondiendo. E así
nome, porque con boze e con palabra usa de su oficio".
Las Siete Partidas dice que los abogados eran ciudadanos útiles, porque "ellos
aperciben a los juzgadores y les dan luces para el acierto y sostienen a los litigantes, de
manera, que por mengua, o por miedo o por venganza o por no ser usados de los pleitos
no pierden su derecho, y porque la ciencia de las leyes, es la ciencia y la fuente de
justicia, y aprovechándose de ella el mundo más que de otras ciencias".
Pero a pesar de los elogios de las Siete Partidas, la profesión de abogado en España fue
grisácea y oscura, no gozaban de la necesaria libertad para ejercer su profesión.
Asimilados a burócratas como funcionarios públicos, jamás pudieron cumplir
su misión de proteger al oprimido y al injustamente perseguido.
Muy diferente fue la situación del abogado en Francia. Su papel fue preponderante en
la sociedad, respetando y acatando las leyes. La "Ciudad de los Reyes", el 13 de
Septiembre de 1538, tres años después de haberse fundado Lima, el Cabildo,
preocupado por los conflictos entre partes decidió que era indispensable la intervención
de abogados y procuradores en los litigios.
En conformidad con este criterio se procedió a nombrar por pregones en la plaza pública
dos defensores, don Alonso de Navarrete y don Pedro de Avendaño, los primeros
abogados que registra nuestra historia oficial.
Estos defensores deberían proteger al ciudadano, al poco tiempo se autorizó que se
pudiera ejercer libremente la abogacía previa licencia del juez que era el alcalde. Cabe
destacar que el Colegio de Abogados de Lima se fundó durante el Virreinato en 1808
por el virrey Abascal. El primer decano fue Antonio de Oquendo.
Ya en la República, los abogados organizados en el Colegio, participaron en el proceso
emancipatorio y libertario de la República Dominicana.
Fue el 27 de febrero de 1844, es cuando se proclamación de la independencia de
nuestro país, a partir de abril se crea la junta gubernativa presidida por el ilustre abogado
Tomas Bobadilla, hasta que en noviembre, fue tomada la presidencia de la república por
Pedro Santana.
A partir de esa fecha muchos han sido los abogados ilustres en la República
Dominicana. Desde nuestra independencia, "un ser independiente que no pretende sino
a sí mismo, y que sólo da cuenta a su conciencia de sus trabajos y de sus actos. Libre
de las trabas que oprimen a los demás hombres, demasiado altivo para tener
protectores y demasiado modesto para tener protegidos; sin esclavos y sin señores",
como diría Lic. Pedro Francisco Bono.
1.2.- San Alfonso María del Ligorio, (San Ivo, Patrono de los Abogados).
San Ivo, patrono de los abogados, representa no solamente un ejemplo espiritual, moral
o religioso sino, el precursor de la ética y la deontología profesional del abogado. Ivo de
Ker-Martín fue hijo de Heroly de Ker-Martín y nació en 1253 en el castillo de ese nombre,
en el Departamento de Coste-du-Nord, República Francesa (no debe confundirse con
SAINT IVES, que es un santo asiático).
Como su familia era noble y disponía de bienes de fortuna, recibió
una educación esmerada, la cual perfeccionó por medio de continuos viajes. En Paris,
Orleáns y Rennes cursó estudios de Derecho Canónico. En 1280 fue nombrado por
Mauricio, Arcediano de Rennes, Oficial o Juez Eclesiástico y, en 1284, se le confió igual
cargo en la Diócesis de Treguier a cargo del Obispo- Alain de Bruce.
Durante todos estos años ejerció la abogacía con gran celo y mansedumbre.
La Causa de los huérfanos, de las viudas y de los desheredados de la fortuna encontró
en él un esforzado paladín y por ello se hizo digno del honroso título de Abogados de
los Pobres. Posteriormente, después de estudiar a fondo los Sagrados Cánones,
ordenándose sacerdote, tomó en Guingavy el hábito de Terciario de la Orden de San
Francisco, en el ejercicio de su apostolado distinguiéndose siempre por su caridad y por
suamor al prójimo. Los bienes herederos de sus mayores los invirtió en cuidar a
huérfanos y menesterosos y en reconstruir la Catedral de Treguier.
Fue Rector de Tredets y también de Lohanec, ciudad donde murió en 1303. El Papa
Clemente VI lo canonizó en 1347 y su fiesta se celebra el 19 de Mayo. En la vida trabajó
como un coloso para orientar la abogacía por los senderos de la ética; en la defensa de
sus clientes puso en evidencia la mansedumbre de su corazón y la nitidez de su
conducta. Conforme al irónico decir de Cardenet, ha sido el único abogado capaz de
recibir los honores de la canonización.
Predicó principios de moral altísima y en relación con nuestro gremio, ellos pueden
resumirse en sus famosos Mandamientos de los Abogados, acogidos posteriormente
como norma de la Orden de los Abogados de Francia.
CAPÍTULO I
ASPECTOS GENERALES DE LA ABOGACÍA
Las reglas éticas persiguen garantizar la buena ejecución, por parte del abogado, de
su misión profesional en la sociedad. La inobservancia de estas normas conlleva a una
sanción disciplinaria. Las normas deontológicas son aplicadas para ejercer
el control disciplinario de la profesión de la abogacía. Entre los principios y deberes
éticos que establecen estas normas, figuran: independencia, confianza,
integridad moral, secreto profesional, confraternidad, respecto, dignidad, inmunidad,
moderación, honor, delicadeza, buena fe, decoro, cortesía, respeto al orden
legal, justicia, equidad, lealtad, vocación deservicio, disciplina, honradez,
discreción, carácter, transparencia y pulcritud.
Estos principios son los que rigen a los abogados notarios, a los abogados privados, a
los abogados defensores públicos y a los abogados de oficio. Como se explica en otra
parte de este trabajo, el tribunal disciplinario es el competente para conocer de
las faltas disciplinarias, resultantes de la inobservancia de los principios éticos que rigen
la profesión del derecho. Lyons (1998, p.80) puntualiza que si se violan los códigos
morales y los códigos jurídicos al mismo tiempo, la conducta es doblemente criticable y
reprochable, como en el caso de la mentira y el incumplimiento de una responsabilidad
contractual al mismo tiempo. Las exigencias jurídicas y morales son las bases para
la evaluación de la conducta. Tales exigencia equivalen a obligaciones morales que, al
ser violadas, constituyen faltas criticables y reprochables, por transgredir el código de
conducta. Los principios éticos constituyen códigos morales. Lyons (1998, p.80) señala
que los códigos morales se adquieren por culturización de los grupos sociales. Estos
reflejan valores adquiridos para los grupos conforme a sus creencias y convicciones,
permitiendo la emisión de juicios morales, que conjuntamente con las fórmulas legales
y los consejos de prudencia sirven para guiar la conducta grupal o individual. El acto se
presenta como justo o injusto dependiendo del placer o del dolor que produce.
Obligaciones del Abogado La ética es sinónimo de deontología, ciencia o tratado de los
deberes. El deber es aquello a que está obligado el hombre por los preceptos éticos o
por las leyes naturales o positivas; mientras que la obligación es aquello que alguien
está obligado a hacer, como una imposición o exigencia moral que debe regir la voluntad
libre. "Dentro del tema de la realización de la moral ocupa un destacado lugar una rama
eminentemente práctica de la ética que recibe el nombre de Deontología. La
Deontología se define como la teoría de los deberes particulares propios de una
profesión o situación. Se atribuye a Jeremías Benthman (1964) la creación de este
término, el cual lo entendía como un saber que enseña al hombre la manera de dirigir
sus emociones de modo que queden subordinadas, en cuanto es posible, a su propio
bienestar. La Deontología, entendida como el estudio de los deberes y el derecho de los
profesionales,
Entraña una serie de virtudes y actitudes que una parte de la sociedad debe activar para
hacer posible la moralización de la comunidad" (CAL, 2008, p.4)16. El principio es una
norma o idea fundamental que rige el pensamiento o la conducta. La norma es regla
que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, o actividades. Se
entiende por conducta a la manera con que los hombres se comportan en su vida
yacciones. "La finalidad principal del ejercicio profesional es prestar un servicio a la
sociedad; solo de manera secundaria la profesión es un medio para adquirir
honestamente satisfactores económicos y procurar con ellos la subsistencia del
profesionista y de su familia. Cualquier profesión u oficio debe promover en
el individuo la conciencia de su responsabilidad y solidaridad social" (CAL,
2008,p.4)17. "Un abogado es un representativo de clientes, un oficial del sistema legal,
y un ciudadano público que tiene responsabilidad especial para la calidad de la justicia"
(Halminton, 1992)18. Dado este concepto, entonces, Monrroy (1998, pp.41-47) recoge
los deberes del abogados contenidos en el decálogo sintetizado por Ángel Osorio (1940)
y adoptado por el CARD(Ver Anexo No.1), y postulados por reconocidos profesionales
de la abogacía. Tales deberes en resumen pueden ser: Conciencia firme, propia
convicción, servicialidad, postura, razonabilidad, moralidad, sentido común, paz
metódica, justicia, lealtad, estudio, tolerancia, paciencia, honestidad, preparación,
sinceridad, legalidad, confianza, rectitud, prudencia, firmeza, dignidad
profesional, eficiencia, eficacia, efectividad, evolución social, mesura, seriedad u
lealtad. El Código de Ética del Colegio de Abogados de laRepública
Dominicana(Decreto No. 1290, del 2 de agosto de 1983) establece como deberes
esenciales del abogado principios como la probidad, la independencia, la moderación y
la confraternidad. Conforme a este margo ético, el abogado debe ser veraz y leal, actuar
de buena fe, con honor y decoro, observando las reglas de cortesía, y respetando las
leyes y las autoridades públicas constituidas, y defendiendo diligentemente y con apego
a las normas jurídicas y a las leyes morales los derechos de su cliente (Arts.1,2, 3, y 4).
El Código de Ética del CARD establece como deberes los siguientes: 1. El abogado
debe anteponer la justicia antes que el interés personal; 2. Actuar con rigor moral,
probidad, independencia, moderación, confraternidad, lealtad, decoro, delicadeza y
honor; 3. Respetar las leyes y las autoridades legalmente constituidas; 4. Demostrar
capacidad profesional y honorabilidad; 5. Defender con diligencia los derechos del
cliente;16 Colegio de Arquitectos de Leo, C. A. (2008). "Ética Profesional". México:
www.arquitectosleon.org.17 Ibid. Colegio de Arquitectos de Leo, C. A. (2008).18
Halminton, M. (1992). "Rules of Professional Conduct for Lawyers". Washington:
DEPARTMENT OF THE ARMY.
26. 26 6. Respetar las incompatibilidades de su profesión; 7. Guardar el secreto
profesional; 8. Abstenerse de beneficiarse injustamente del asunto; 9. Mantener
informado al cliente sobre el estado del asunto; 10. Procurar siempre un arreglo justo a
favor del cliente; 11. Reconocer su responsabilidad, en caso de negligencia, error
inexcusable o dolo; 12. Y otros deberes propios de la profesión de abogados. Conforme
al Estatuto Orgánico del CARD, los abogados tienen los deberes siguientes: 1. Cumplir
y observar las prescripciones legales que rigen la abogacía; 2. Denunciar las violaciones
a las disposiciones sobre el ejercicio profesional; 3. Acatar el Estatuto Orgánico, el
Código de Ética, los reglamentos y los acuerdos adoptados por el CARD; 4. Registrarse
en el CARD; 5. Registrar su firma en el CARD; 6. Y cumplir con cualquier otro
deberimpuesto por la ley. Conforme al Estatuto Orgánico del CARD (Arts.21 y 22), el
abogado debe registrar su firma en el CARD, la cual deberá usar en todos los actos que
firme, ya sea como litigante o como funcionario del orden judicial. Este marco normativo
interno, establece que los abogados tienen los deberes siguientes: a) Cumplir y velar
por la observancia de las prescripciones legales que rigen el ejercicio de la abogacía. b)
Ajustar sus actuaciones a las normas de ética profesional. c) Informar al Colegio de las
violaciones a las disposiciones sobre ejercicio profesional. d) Acatar las disposiciones
del Estatuto Orgánico, Código de Ética Profesional, de los reglamentos y todos los
acuerdos que tome el Colegio o la seccional en cuya jurisdicción ejerza su profesión. e)
Cualquier otro deber que le imponga la ley, el Código de Ética y el presente estatuto. f)
Los abogados registrarán sus firmas en el acta de inscripción del Colegio y deberán usar
éstas en todos los actos, poniendo debajo sus nombres y apellidos, y agregando el
número de su inscripción en el Colegio. g) En el ejercicio de la profesión, ya sea como
litigante, ya sea en el desempeño de una función pública para la cual la ley exige la
calidad de abogado, los miembros del Colegio solo podrán usar la firma registrada en el
Colegio. Por otra parte, la Ley No.91, el abogado debe ofrecer al cliente el concurso de
su cultura y su técnica y de aplicarlas con rectitud de consciencia y esmero en la defensa
que realiza (Art.14). El abogado está obligado a aceptar las defensas que se le confíe
de oficio, salvo negativa razonada (Art.15).
CAPÍTULO III
Ordenamiento jurídico, régimen disciplinario y organismos rectores de la profesión del
Derecho