You are on page 1of 7

Un Mar en la Boca.

Poemas escénicos de Rafael Alberti


EN PUBLICO: Alumnos y profesores de teatro con Libros
PISTA MUSICAL: Poetas Andaluces)
Alumnos de teatro entre el público con libros, hacen coreografía
gestual con libros y se dirigen hacia el escenario

INTRODUCCION: “Balada para los poetas Andaluces de hoy”


¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?
Cantan con voz de hombre, ¿pero dónde los hombres?
Con ojos de hombre miran, ¿pero dónde los hombres?
Con pecho de hombre sienten, ¿pero dónde los hombres?
Cantan, y cuando cantan parece que están solos.

Miran, y cuando miran parece que están solos.


Sienten, y cuando sienten parece que están solos.
¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie?
¿Es que acaso en los montes andaluces no hay nadie?
¿Que en los mares y campos andaluces no hay nadie?
¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quien mire al corazón sin muros del poeta?
¿Tantas cosas han muerto que no hay más que el poeta?
Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.
Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre.

No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo


encerrado. Su canto asciende a más profundo
cuando, abierto en el aire, ya es de todos los hombres

I. EL GUERRILLERO
MUJER:(cantando tono de nana) Duérmete, niño angelito, Si quieres adormecer, que los pajaritos
vuelan sólo por venirte a ver.
¡Ea!, ¡Ea!, ¡Ea!....Golpearon la puerta, creí que era el viento.
¡Ea!, ¡Ea!, ¡Ea!.....
Tocaron al cristal, creí que era la lluvia.
¡Ea!, ¡Ea!, ¡Ea!...
Se abrió sola la puerta.
HOMBRE: ¡Mujer mía!, ¡Mujer mía!
MUJER: Cuando se fue, le dije: No vuelvas hasta el fin ...
HOMBRE: ¡Mujer mía!
MUJER: ¡Mi Juan!
HOMBRE: Será la última vez ... ¡Quién sabe! Esta noche Vamos lejos ...
MUJER: (nana) Duérmete, niño angelito.
HOMBRE: Deja al niño un momento.
MUJER: ¡Ea!, ¡Ea!, ¡Ea!
HOMBRE: Iremos a otras sierras… Sospechamos.
Alguien entre nosotros…
Hemos visto soldados…
Mujer mía. ¡Paloma!
¡Cuánto tiempo sin ti, solo, en aquellas peñas!
¡Qué hermosa estás! ¡Qué hermosos son tus pechos!
MUJER: Temblaba el candilillo sobre la cama sola.
Tuvo más miedo el niño con la luz apagada.
HOMBRE: Niño mío, hijo mío.
Tu padre se va lejos.
Vengo a ver a mamá, vengo a decirle adiós.
Cuando vuelva, serás grande.
Voy a traerte un regalo, que ya no será un fusil, ni siquiera una escopeta de juguete, porque
entonces no habrá más hombres malos en la tierra.
Será un gallito de oro, que cante a la madrugada, porque mi niño ha dormido sin llorar toda
la noche.
MUJER: Mi Juan. Mi Juan. ¡Mi Juan!
HOMBRE: Ya no hay tiempo ... Me esperan ... ¡Mujer mía! Me voy.
MUJER: No te vayas .
HOMBRE: Me esperan.
MUJER: Entonces nuevamente golpearon la puerta. Yo creí que era el viento.
Rompieron el cristal. Creí que era la lluvia.
Entonces entró un rayo de luz ...
Luego, una bala. ¡Mi Juan!
Otra bala. Otra bala
Ya no lloraba el niño.
La sangre me corría entre los brazos.
¡Mi Juan! ¡Mi Juan!
Nadie me respondía.
No encontraba el candil.
Nunca encontré el candil.
Derribaron la puerta. Y entró, negra, la noche.

Sale de escena acunando al niño y el actor que hace de silla.


Se forman la escena de la Plaza de todos junto con el resto y la
actriz que ha salido. Comienza el poema del Matador

II. EL MATADOR
MATADOR: yo soy el matador,
TORO: Yo soy el toro.
MATADOR: Vengo a matarte.
TORO: Inténtalo, si puedes.
MATADOR: Me luciré contigo.
TORO: Inténtalo, si puedes.
MATADOR: Has sido noble en toda 1a corrida.
TORO: Has toreado bien hasta ahora. Veremos ...
MATADOR: Serás mi gloria de esta tarde. Vamos.
TORO: He dicho que "veremos".
MATADOR: Oye el silencio de la plaza. Espera.
TORO: Un silencio de muerte.
MATADOR: Morirás entre palmas y pañuelos.
TORO: ¿Sabes tú matador, si eso me gusta?
MATADOR: El toro muere peleando. Cuádrate.
TORO: Y el matador, a veces,
MATADOR: ¿Cómo dices?
TORO: Que el matador, a veces, también muere.
MATADOR: Silencio. ¡Vamos, toro! No me hables.
TORO: El condenado a muerte puede hacerlo.
MATADOR: La plaza se impacienta.
TORO: Extiende el trapo.
MATADOR: ¡Eh, toro! ¿Qué te pasa? ¿No me embistes?
TORO: Con una condición: quiero música. Pídela.
MATADOR: Ya comenzó. ¿No escuchas? ¡Pronto! Arráncate.
TORO: ¿Qué es eso? No conozco.
MATADOR: Un pasodoble. El mío.
TORO: Tú eres mi matador, ¿Cómo te llamas?
MATADOR: Antonio Lucas, "El Talabartero".
TORO: Mi matador. Mi nombre es "Pocapena".
MATADOR: Y a lo sé. Pero ¡vamos! ¡Aquí, toro!
TORO: Pienso una cosa, ¿sabes?
MATADOR: Dila pronto. Ya el público protesta.
TORO: Si te enfadas, me callo ... No la digo.
MATADOR: El público no aguarda. Grita, ruge.
TORO: El público qué sabe, Si grita, no me muevo.
MATADOR: Serás el deshonor de la corrida.
TORO: No me importa. Me llamo "Pocapena".
MATADOR: Te echarán al corral por manso. Y a eres bruto.
TORO: ¿Manso yo? ¿"Pocapena"? Bien me has visto.
MATADOR: ¡Hijo de mala madre! . ¡Toma! ¡Embiste!
TORO: Vas volando hasta el último tendido.
Ya no tienes muleta. Ya no tienes espada.
Ya te tengo a mis pies, doblado, de rodillas.
¡Eh, matador, embiste! Eres el toro.
Hazlo alegre y con arte, como animal de casta y de los bravos.
¡Un nuevo pasodoble, Presidente!
Baja el testuz, no embistas a las nubes.
Pásame tus agujas a la altura del corazón.
Quiero ceñirme tanto, que toro y matador parezcan uno.
MATADOR: ¡Un momento, un momento, "Pocapena"!
TORO: No hay momento. Perfílate.
Vas a morirte de mí misma muerte.
Vas a sentir tu espada hasta la empuñadura. ·
Vas a morder la arena sin puntilla.
No es lo mismo ser toro que torero.
¡Qué gran faena! ¡Olé, grita la plaza!
Vuelta al ruedo. ¡El delirio! ¡Las orejas,
las medias rosas, el corbatín granate
y las luces del traje, como premio!
Cascabeles de plata y banderines,
las mulillas te arrastran en redondo.
Tu desnudo de sangre va escribiendo una rúbrica roja por la arena.
¡Más música, más música, más música!
¡Era el mejor torero que he matado!

En la frase ¡Más música, más música, más música! Entra Guitarra y


sevillanas; una vez colocados se termina el poema con ¡Era el mejor
torero que he matado!;desaparecen los actores de escena
Entran sevillanas.
Entrada de actores acordes de guitarra eléctrica o piano entran los
actores uno a uno se colocan en el escenario en la disposición 1-2-
3-4-5-6 frente al público y por ultimo entra Libro con una cuerda,
los rodea y ata, se queda en escena sujetando la cuerda, para comenzar
el poema Allanamiento “poema con el que personificamos el libro”
III.ALLANAMIENTO
PERSONAJE 6: están de nuevo ahí, acechándote, haciéndote imposible la noche,
el Largo sueño en paz, tan deseado.
Son los mismos de siempre.
Los conoces desde que te dijiste un día oscuro

PERSONAJE 1: "¡Basta! Reclamo simplemente la luz." Y ése es tu crimen.

PERSONAJE 5: Pasen, señores, pasen. “Soy un mudo. Mi lengua no se hizo, no se me fue poblando
de palabras
¡oh, como ·lo quisieran! para ustedes, aunque sí acumulando fue saliva, esa densa saliva que
de pronto tiene fuerza de bala y mortalmente da, veloz, en el blanco. Pero ahora...”
PERSONAJE 2: Sigan, señores. Éstos son mis libros ...
“mi corazón de todos, desvelados; son mis versos del mar, mis pobres ángeles malheridos,
mi patria ensangrentada, mi destierro sin fin ...”

PERSONAJE 5: - ¿Aquellos otros? ..... ¡Ésos, ésos! “Peligro.


No los toquen.
La destrucción de ustedes estalla en cada letra.”

PERSONAJE 3: Se los pueden llevar ...


“¡Ah, pero ahora, no lo piensen, que no llegó el instante todavía! Me callo. Ni una sílaba.
Me he prohibido hablar y escupir esta noche.”

PERSONAJE 5: ¿Se llevan esas cartas amarillentas? “Bueno.”


¿La máquina de escribir? “Aunque les digo que ella no escribe sola...”
¿Ese retrato? “No es el que buscan, pero ... Es un poeta desgraciado y terrible.
¿No ven? ¡Qué bello rostro! ¡Pero ustedes qué saben! Y está muerto.

PERSONAJE 6: Gritaría. Me hiere el doble filo de mi lengua ...


Rompan, corten los cueros de los muebles, rajen el cielo raso, arranquen, desentierren las
plantas del balcón. De las redondas bocas de las macetas ya vacías sólo saldrán hormigas y
gusanos.”

PERSONAJE 4: ¿Qué más, qué más, señores? ¡No! Silencio.


Me he partido la lengua ...
Entre los dientes la contengo, caída, como un trapo de hebras sanguinolentas, agitada entre
espumas y vocablos ...
Podría vomitarla de súbito, lanzarla, seguro de inundarles los ojos ...
¡Qué momento esperado y preciso para su oscuro empleo, su triste profesión uniformada!
Pero, no ... Continúen.
¿Ya está todo?
TODOS:” Yo soy un libro más.” Señores, vamos,

CAE LA CUERDA, libro sale de escena arrastrando la cuerda y los


actores FORMAN ESTATUA DE LA LIBERTAD, 2 salen de escena para luego
intervenir en el poema
IV. LA ESTATUA
Olvidada de todos, vivo en este camino, en esta calle sola de álamos y abedules del bosque.
Sola estatua del bosque.
Cerca tengo araucarias, pinos, cedros azules, eucaliptos, cipreses, casuarinas ...
Ornamento perdido de este bosque, a orillas de esta calle, muero de soledad, alta y robusta,
levantando al cielo un brazo al que le falta - ¡ay, qué dolor! - la mano.
Con la otra suspendo un cestillo de frutas, a las que el musgo y el verdín han dado un húmedo color
de frutas submarinas.
Junto a mi pedestal, entre cardos y espinos crecen yerbas sin nombre y los arcos graciosos de una
palma naciente.
No sé muy bien quién soy. Pomona, dijo alguien.
Pocos me miran. Casi todos pasan ignorando que existo, y, sin embargo, me encuentro hermosa, una
muchacha grande, anchos pechos al viento, larga túnica abierta y los muslos macizos dibujados entre
ceñidos y armoniosos pliegues.
Quisiera hablar, quisiera, una vez por lo menos, cuando llega el otoño,
desasidos los pies del plinto que me asciende, pasear por el bosque escuchando la música que bajo
las pisadas mueven las hojas secas.
Quisiera hablar, cantar, andar un poco ...
Pero ... ¡Silencio! Se oyen pasos ... Alguien se detiene ante mí.
Me mira fijamente.
Siento un temblor hasta en mi mano rota.

V. LA IMPREVISIÓN
PERSONAJE 1: -Lo que le digo: el pueblo aún no está preparado.
PERSONAJE 2: ¡Esa gente, esa gente!
PERSONAJE 1: ¡Ay, esa pobre gente! Le falta educación.
PERSONAJE 2: no está preparada.
PERSONAJE 1: Mire allá: un albañil. le falta educación.
PERSONAJE 2: no está preparado.
PERSONAJE 1: Mire acá: un campesino. no está preparado.
PERSONAJE 2: Le falta educación.
PERSONAJE 1: Mire allí: un carpintero ...un obrero cualquiera, · ·.
PERSONAJE 2: Da igual ... si es Lo que Le digo: le falta educación. no está preparado.
PERSONAJE 1: Son tantísimos, ay, con la misma desgracia. Podrían educarse. Podrían prepararse.
PERSONAJE 2: ¿Pero cómo se van a educar, si no están preparados?
PERSONAJE 1: No vendrán, no se apure. Puede dormir tranquilo, pues no están preparados.
PERSONAJE 2: Les falta ... Ya lo sabe ... lo que le digo ... Pero ... Mire, mire, allí vienen.
(acrobacia bandera)
PERSONAJE 1: ¿A dónde irán? ¿Son tantos? ... con 1a misma desgracia ... Se acercan ... ¡Pobres
gentes! Me conocen... me estiman ... Puedo hablarles ¡Señores!
PERSONAJE 2: Se acercan más
PERSONAJE 1: ¡Amigos!
PERSONAJE 2: Más, más, más (asustados se esconden detrás de la estatua)
PERSONAJE 1: ¡Camaradas! ¿Qué dice usted? ¿Yo miedo? ¿Miedo? ¿Por qué miedo? Les falta
educación ...
PERSONAJE 2: ¿Cómo? ¿Qué estoy temblando?
PERSONAJE 1 Y 2: ¡Atrás, atrás! ¡Socorro! Aún no estoy; preparado. Yo tengo educación ... ¡Ya
estoy muerto! ¡Dios mío! ¡No estaba preparado!

CANCIÓN 37 BALADAS Y CANCIONES DEL PARANÁ “1954”

ALBERTI:
Creemos el hombre nuevo, cantando.
El hombre nuevo de España, cantando.
El hombre nuevo del mundo, cantando.

Canto esta noche de estrellas


en que estoy solo, desterrado.
Pero en la tierra no hay nadie
que esté solo si está cantando.

Al árbol lo acompañan las hojas,


y si está seco ya no es árbol.

Al pájaro, el viento, las nubes,


y si está mudo ya no es pájaro.

Al mar lo acompañan las olas


y su canto alegre los barcos.

Al fuego, la llama, las chispas


y hasta las sombras cuando es alto.

Nada hay solitario en la tierra.


Creemos el hombre nuevo cantando.

You might also like