Valorar…
Imaginate que en lugar de estar aquí, estás en un lugar
agradable, tal vez una playa o una cabaña, disfrutando con
todas esas personas que quieres, que extrañas, que hace
mucho no ves o con quien quisieras pasar más tiempo, riendo
a carcajadas y pasando un buen rato, creando muy buenos
recuerdos…
Sin embargo, estás aquí, en el trabajo, y a pesar de saber que
tu profesión te gusta y que te entretiene estar aquí, no
podemos negar que nos gustaría estar en ese lugar
maravilloso con esas personas maravillosas, pasando un
maravilloso rato, pero la vida nos orilla a trabajar un poco
más y a disfrutar un poco menos de lo que todos quisieramos.
A ti, a mi, y a todos nos cuesta tiempo y vida el estar aquí,
sacrificamos sueños por cumplir nuestras responsabilidades y
cambiamos nuestras prioridades para que el trabajo –nuestro
trabajo- se cumpla.
Pero en el fondo nuestra profesion nos gusta, nos llena, y
aunque es imposible estar todo el tiempo motivado y
emocionado, de vez en cuando, nuestro trabajo nos llena de
pasión y nos regala la posibilidad de hacer algo que satisface
esa curiosidad que todos llevamos dentro. Sin embargo, el
trabajo no es fácil, a veces la pasión se va demasiado rápido y
todo se complica, el trabajo cuesta, y hacerlo bien, en tiempo
y forma, cuenta más, todo se torna dificil y –a veces- tedioso.
Es en este punto donde la pasión se vuelve apatia y las ganas
de hacer un trabajo impecable caen en el conformismo y
deseamos solo entregar el trabajo para que nuestra
responsabilidad termine. Empezamos a “hacer lo que se
pueda”, el esfuezo lo llevamos al mínimo y lo que prometía
ser un trabajo extraordinario, se convierte en un trabajo
mediocre (hecho a medias), con parches aquí y allá, sin nada
nuevo que aportar, sin reflejar tu capacidad y tu creatividad,
sin tu escencia. Indigno de ti.
Es aquí donde se nos olvida lo que nos cuenta estar aquí.
Olvidamos que por cumplir en el trabajo nos privamos de
estar con quienes amamos: pareja, hijos, amigos, padres,
familia. Olvidamos que renunciamos a realizar ese viaje que
tanto queremos hacer, a conocer esos lugares que seguro nos
gustarían, a leer esos libros que nos emocionarían, a hacer
esas cosas que disfrutariamos hacer. Trabajar nos cuesta
vivir.
Y no solo tú pagas ese precio, lo pagamos todos. Tu trabajo
está basado en el trabajo de otros, que han pagado con su vida
por cumplir, y no conforme con echar a perder tu oportunidad
de demostrar de lo que eres capaz de hacer, la flojera y la
apatía también echan a perder el trabajo de todos aquellos
que te precedieron, ese trabajo que, tal vez, alguien se esforzó
por hacer bien para que tú pudieras realizar más fácil tu parte
del trabajo en el gran orden de las cosas.
Jorge Bucay dice “Los hijos son como pequeños, parados
sobre hombros de gigantes, aunque ellos son pequeños,
pueden ver cosas que nosotros –los padres- no podemos ver”
y yo creo que es cierto, nosotros no empezamos desde cero,
nuestro camino empieza hasta donde el esfuerzo de alguen
más pudo llegar, por lo tanto, es nuestro deber y
responsabilidad llegar más allá que los que nos predecieron
por dos motivos, el primero es porque hemos recibido más
ayuda de lo que habia recibido alguien más hasta ese punto –
porque nuestro camino empieza en el límite del esfuerzo de
los que nos precedieron-. Segundo, porque debemos honrrar
ese esfuerzo de los demás y no tirarlo a la basura, porque no
nos constó a nosotros, no es nuestro trabajo y no pagamos
nada por ello.
Así que cuando empieces un nuevo proyecto, un nuevo
trabajo, personal o laboral, recuerda hacerlo de una manera
que les sirva de apoyo a aquellos que vendrán despues de ti -
será un regalo invisible que le darás a alguien que tal ves
nunca conocerás, pero recibirá lo mejor que tenias para dar-.
Y recuerda honrrar y valorar el esfuerzo de aquellos que
trabajaron antes de ti y por las cuales tu trabajo ya no
empieza desde cero, sin juzgar, porque no sabemos si ese
trabajo, en el caso de que esté mal, se hizo con apatía o con
ahínco, no sabemos si esa parsona fue mediocre o dio todo lo
que tenía para dar en ese momento y como nunca lo
sabremos….
Sólo valora y honrra el trabajo de los demás haciendo bien
tu trabajo, porque todos pagamos con vida el estár aquí, y a
mi parecer, es un precio muy caro para desperdiciarlo.